adiestrar-la-mente
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
vez que siento un ligero hormigueo de orgullo, pienso en computadoras.
Eso me calma inmediatamente.
Verso 4
Cuando vea a seres de disposición negativa
o a los que están oprimidos por la negatividad o el dolor,
pueda yo considerarlos tan preciosos como un tesoro hallado,
pues son difíciles de encontrar.
La razón por la que los seres de disposición negativa se identifican separadamente
como centro de atención en el adiestramiento mental es que,
cuando uno se encuentra con tales personas, puede caer en la tentación de
reaccionar de una forma muy negativa. En cierto sentido, esos seres ponen
a prueba la habilidad que uno tiene para mantener su adiestramiento básico.
Por eso merecen especial atención.
Seguidamente, puedes aplicar ese mismo sentimiento a la sociedad en
general. Existe, entre los seres comunes, la tentación o la tendencia de rechazar
a ciertos grupos de personas, de marginarlos y de no desear incluirlos
dentro del círculo más amplio de la comunidad. Las personas tildadas
como criminales son un ejemplo. En tales casos, es especialmente
importante que el practicante haga un esfuerzo aún mayor para tratar de incluirlos,
de forma que puedan tener una segunda oportunidad en la sociedad
y también una oportunidad para restablecer su amor propio. Del mismo
modo, dentro de la sociedad, existe también la tentación de ignorar o
negar la existencia de enfermedades incurables, como el SIDA, pensando:
“Eso no me ocurrirá a mí”. Se tiende a hacer la vista gorda a estas cuestiones.
También en tales casos, un verdadero practicante debe reflexionar
profundamente sobre esos fenómenos y tratar de aceptarlos. Uno debe cultivar
su mente para que sea capaz de sentir empatía hacia todos los seres y
de relacionarse con ellos del modo más correcto.
Verso 5
Cuando otros, impulsados por los celos,
me injurian y tratan de otros modos injustos,
pueda yo aceptar la derrota sobre mí,
y ofrecer la victoria a los demás.
Normalmente, desde un punto de vista convencional y legal, si se hicieran
injustamente ciertas alegaciones contra alguien, sin base ni fundamento,
se consideraría justificado que el perjudicado reaccionara con enfado.
No obstante, se recomienda al practicante que no reaccione de este
modo, especialmente si la consecuencia de ese trato injusto es el perjuicio
propio y de ningún otro ser. A un verdadero practicante se le aconseja que
25