Edición de Diario Los Tuxtlas del día 17 de junio de 2020

02 Miércoles 17 de Junio de 2020
COSAS DE MI
PUEBLO.
Por JOSÉCRUZSANTES
Responsable de la nota
MEROLICOS
De niño y jovenzuelo no había
“bolita” en el mercado o alrededor
de los parques y cines en las
que no anduviera metido. Por
aquellos años abundaban en los
lugares más concurridos, como a
las puertas de entrada al viejo mercado
de Poza Rica; en el kiosco de
los cocodrilos enfrente del monumental
cinematógrafo -como se
llamaban entonces- de la sección
treinta de petroleros donde mi hermano
Nino y yo nos sentábamos a
leer las historietas. O en el parque
Juárez, inmenso y único parque al
que concurrían dominicalmente
familias enteras sea para caminar
y comer un raspado de sabores,
que diré de paso mi preferido era
el de vainilla de mero Papantla, o
degustar una rebanada de jícama
y coco con sal y chile o embijarse
media cara con un algodón de
azúcar que por lo demás, gustaba
a todos ver como lo hacía el diestro
vendedor. Allí, tras el límite de un
circulo hecho con gis blanco también
usado por mis maestros para
escribir en el pizarrón, actuaba la
más variopinta gama de payasitos
y comediantes de la legua; charlatanes
unos y merolicos otros, lo
mismo nos hacían reír o nos ponían
en dilema cuando le preguntaban
a la chiquillada si le teníamos más
miedo a nuestro papá o al diablo,
la respuesta invariable era que
al papá. Al tiempo que ofrecían
brebajes milagrosos que curaban
todos los males; que para el reuma y
molestias del riñón y el hígado. Que
para el mal parto y la hinchazón de
piernas y, desde luego, para los
niños barrigones llenos de lombrices
los mejores brebajes con aceite
de ricino y sal de higuera al que
todos los chamacos huíamos sin
más. Hace más de medio siglo no
se pregonaban pastillas ni jarabes
para la memoria, la menopausia ni
osteoporosis. Sí pregonaban aceite
de tiburón “normalizado” para fortalecer
los huesos de los chamacos,
como si viviendo en el trópico con
los antojitos de Poza Rica y las asoleadas
que nos dábamos jugando
en la calle no fueran suficientes
para evitar el raquitismo.
Recuerdo como si fuera hoy, al
merolico callejero que para vender
su medicamento milagroso primero
hacía su largo “chou” con el paliacate
veracruzano que simulando
un ratoncito lo hacía caminar desde
su mano hasta el pecho pasando
por el pliegue del codo, el brazo y el
hombro. Pero cuando el respetable
le pedía que lo hiciera caminar en
el piso ahí se trababa en un largo
bla bla sobre la benevolencia del
menjurje que ofrecía, causa, motivo
y razón de su presentación. Y era
cuando todo mundo empezaba a
disgregarse tanto para no comprar
DIARIO
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Las notas puestas en este diario son responsabilidad de
quien las redacta
como para no dar una inmerecida
propina por no haber echado a
correr al ratoncito de trapo.
Reí con comediantes alegres y
se me humedecieron los ojos con
comediantes trágicos. Recuerdo el
sketch o libreto, para decirlo en español,
que relataba la historia del hijo
que fue a la guerra y cuya madre en la
soledad de su humilde vivienda traía
a su mente la imagen de él peleando
en aras de la patria y que pasados los
meses no regresaba, hasta que cierto
día le llegó una carta del ejército
para que fuera a identificar - si acaso
allí estuviera- al hijo abatido por las
balas del contrario.
Y era el espectáculo en tercera
dimensión. Tan real como pudiera
ser ya que el comediante pedía a
toda la chiquillada que nos tiráramos
al piso en el centro de la pista, unos
de panza y otros de espalda, encimadas
las piernas y los brazos sobre el
otro y con la camisa desabrochada,
al tiempo que el ayudante, vestido
de mujer, salía gritando de entre el
público que abarrotaba el lugar con
el rostro lleno de lágrimas: “¡muertos
por aquí!¡muertos por allá!¡hijo de
mi entrañas, dónde estarás!”.
Y era todo. Seguía un respetuoso
y breve silencio, seguido de un
atronador aplauso que se otorgaba
a esos artistas callejeros, incluidos
nosotros, las victimas de esa “horrible
guerra”.
No faltaban los timadores de la
“bolita” que a más de uno despelucaban
la raya de la semana por creer
ingenuamente que podían ganarle
al tahúr como lo hacía el que antes
de ellos ganaba repetidamente, sin
darse cuenta que era el palero.
Asimismo, recuerdo vivamente
a otros prestidigitadores que nunca
pude agarrar en curva. A uno de
ellos le compraba sus artilugios para
asombrar a mis amigos y a mamá,
quien mejor me decía: -deja esas
gaitas y ponte a estudiar-. De todos
los trucos de manos solamente uno
me era descubierto y había una
razón. El señor prestidigitador tenía
todo de su parte para que nadie lo
cachara en el truco. Era tuerto del
ojo derecho y tapaba su defecto con
unos gruesos lentes de cristal negro
con paredes laterales como usan los
caballos de noria y mirando sesgado
distraía al espectador. Asimismo,
era moreno intenso de voz apenas
audible a la que había que ponerle
atención y eso también distraía,
por lo que nunca mirón alguno se
daba cuenta cómo desaparecía un
pequeño lienzo de seda entre sus
manos porque no usaba camisa de
manga larga. Para saberlo, había que
invertir 40 centavos por un pequeño
sobrecito abultado que contenía un
dedal como los que usan las señoras
para zurcir. Solamente así me pude
dar cuenta el porqué me descubrían
el truco.
Y es que el prestidigitador hacía
desaparecer el pequeño trozo de
seda dentro del dedal que tenía
oculto en el puño de una mano y
con el dedo índice de la otra lo metía
en el puño supuestamente sin dedal
porque nunca se veía. Cuando la
seda ya estaba totalmente metida
ING. MARIO ALBERTO RODRÍGUEZ CORTÉS
Director General
C.P. GUADALUPE GONZÁLEZ MENDOZA
Departamento Administrativo
GUSTAVO MARCIAL GUTIÉRREZ
Departamento de circulaciòn
FRANCISCO DE JESÚS
SANTIAGO DOMÍNGUEZ
Jefe de Información
Opinión
Entre lo utópico y lo
verdadero
Por Claudia Guerrero Martíne
Responsable de la nota
Alcaldesa de Ixhuatlán del
Café vacacionó en Europa sin
permiso del Cabildo
La Alcaldesa de Ixhuatlán del
Café, Viridiana Bretón Feito
ha sido acusada, en repetidas
ocasiones, de realizar compras
en el fondo del dedal este lo dejaba
insertado en el dedo y al abrir
la mano y mostrar ambas por el
dorso y la palma nadie lo veía, y era
porque él siendo de piel morena
intenso, sus dedales los pintaba de
su tono. Cosa que en mi caso era
fácilmente reconocible.
El merolico más fregón y abusado
que recuerdo fue el que repetía
sin cansancio “atrás de la raya que
estoy trabajando” hombre joven de
unos treinta y cinco años y su ayudante,
un chamaco de diez, vendía
la esencia milagrosa de la eterna
juventud, hecha de ramas y flores
milenarias traídas del lejano oriente.
Y eran precisamente esas esencias
de la China las que más vendía
a dos pesitos de entonces el frasco
a media llenar de otroras esencias
que tiraban las damas, y que tomadas
diariamente con el desayuno
3 gotitas disueltas en el café o té,
obtendría la eterna juventud.
Mas, hubo un espectador que
no le creyó y armó la gallera alrededor
del merolico espetándole:
¡oye tú! ¿Cómo puedo saber que
este brebaje de flores orientales
sea de la eterna juventud si
no hay nadie que me lo pueda
demostrar? A lo que el merolico ni
tardo ni perezoso le contestó de
carretilla: ¡cómo que no hay nadie
mí estimado, mi amigo, mi compañero,
mí querido espectador
y mi apreciado y futuro cliente!
¡Qué más ejemplo que nosotros
dos! ¡Mi ayudante y yo! A ver mi
estimado, dígame ¿cuántos años
me calcula? A lo que el encarado
espectador entrecerrando un
ojo, dubitativo y con voz mediana
dijo: bueno… te calculo unos
treinta y cinco años. A lo que el
merolico triunfante grito para que
todos los oyeran ¡no señor mío, yo
tengo ciento sesenta y tres años!
¡Y claro que la edad no se me nota
gracias a estas misteriosas esencias
y flores del lejano oriente de
la eterna juventud! Pero el otro
como que no se convenció de que
el merolico tuviera esa edad y fue
cuando le pregunto al ayudante.
¡Oye, tú chamaco! dime ¿es cierto
que tu patrón tiene ciento sesenta
y tres años de edad? A lo que el
escuincle respondió como indiferente
para que no lo metieran en
líos de otro:
Yo no sé señor. Yo apenas
tengo cincuenta años de trabajar
con él.
GERMAIN PUCHETA PONCE
Diseño
SERGIO HERRERA MONTÁN
Sección Policiaca
MIGUEL HERRERA ORTIZ
Reportero
OMAR IVÁN VÁZQUEZ PÉREZ
Corresponsal
personales e ingresarlas para
cobro a la Tesorería Municipal
del Ayuntamiento. Los productos
comprenden desde
avena y hasta toallas sanitarias,
siendo parte de malas acciones
de muchos Presidentes
Municipales, quienes usan
las arcas municipales para su
beneficio personal. Lo que ya
pasó del límite es que Viridiana
Bretón Feito haya realizado un
largo viaje a Europa, en febrero
de este año y acompañada
de sus hijas y su pareja sentimental,
sin haber realizado una
aprobación del Cabildo, ni se
le descontara los días laborales,
por estar en el extranjero.
Vamos a contarles esta historia,
en la que algunos abusan de su
poder y ser el Síndico Amador
Altamirano Gallardo, quien
interpone una denuncia ante
la Fiscalía Anticorrupción.
Viridiana Bretón Feito fue
denunciada el 8 de junio
del presente, en la Fiscalía
Anticorrupción, perteneciente
a la FGE por parte de su Síndico,
Amador Altamirano Gallardo,
quien la acusa de peculado y
actos de corrupción en detrimento
del Ayuntamiento de
Ixhuatlán Del Café. Se le señala
a la Alcaldesa de haber acusado
al Síndico Amador Altamirano
Gallardo de violencia de género
y amenazas, cuando en realidad
se estaba evidenciando
un viaje a Europa, en el que
nos hicieron llegar los boletos
de avión, itinerario y hasta los
pases de abordar, así como
fotografías de la Presidenta
Municipal en Italia.
Con base al vuelo de Iberia,
el 13 de febrero del 2020, se
observa el Itinerario a nombre
de Viridiana Bretón Feito, con el
número de billete electrónico
075-2389201847 y Código de
Reserva Q4S87C y se observa
los datos de vuelos de México-
Madrid-España, con el número
de vuelo IB6402, el 13 de
febrero, a las 20:25 horas, en
la Terminal 1, para llegar el 14
de febrero, a las 13:55. Y luego,
se transbordaría otro vuelo, el
IB3254, del mismo día, pero a
las 16:15 a Milán, Italia, llegando
a su destino a las 18:25, del
mismo 14 de febrero.
El regreso se previó el 27 de
febrero, en Milán, Italia, con el
vuelo IB3255, a las 19:10 horas,
llegando a Madrid España, a las
23:55, para volar a México y llegar
a las 05:05, el mismo 27 de
febrero, en el vuelo IB6409, por
los cambios de horario. Lo interesante
es que la Alcaldesa de
Ixhuatlán del Café viajó con sus
hijas y presuntamente con su
pareja sentimental Jesús Reyes
Fernández, en días laborables
y el Síndico del Ayuntamiento
de Ixhuatlán del Café acusa de
haber sido pagado con recursos
públicos. En notas periodísticas,
la misma Alcaldesa
“que se dice perseguida”, viajó
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Diario Los Tuxtlas
a Madrid, España, para llegar a
vacacionar a Milán, presumiendo
haber recorrido varios países en
Europa.
La denuncia interpuesta
en la Fiscalía Anticorrupción
es la 358/2020, presentada el
8 de junio, por el Síndico del
Ayuntamiento de Ixhuatlán
del Café, Amador Altamirano
Gallardo y ser Viridiana Bretón
Feito haber viajado con sus tres
hijas, desde el 13 de febrero, hasta
el 27 del mismo mes, siendo más
de 10 días hábiles y con verdadera
soberbia, sube fotografías en sus
redes sociales, sin pedir permiso
sin goce de sueldo. Son privilegios
que se tomó la Munícipe y
que debe aclarar la Alcaldesa, del
por qué viajó en días hábiles o
de trabajo, para irse a vacacionar.
Lo vergonzoso, además de
abandonar su municipio, también
viaja a países con alto grado
de contagio, pues en las fechas
de los vuelos, ya se contabilizaban
miles de contagios en China,
Italia, Francia y España, lugares
donde vacacionó la Alcaldesa
de Ixhuatlán del Café, junto con
sus tres hijas y pareja sentimental,
siendo irresponsable, pues
pudo haber llevado el contagio
de COVID-19, aún cuando no presentaban
síntomas.
Es por eso, que la denuncia en
la Fiscalía Anticorrupción procede
y es una lástima, cómo políticos,
como Viridiana Bretón sabía
que habría repercusiones en su
viaje y hasta desacuerdos, siendo
que a ella, no le importó lo
que pensara su propio Cabildo.
Ahora veremos qué hará la FGE y
su dependencia Anticorrupción.
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