Listin Diario 12-08-2020

8 SANTO DOMINGO, RD. MIÉRCOLES, 12 DE AGOSTO DE 2020 REPORTE ESPECIAL
UNAPEC: TRANSFORMACIONES
QUE PARECÍAN IMPOSIBLES
FUERON INEVITABLES
Reflexión de la Universidad Apec
FRANKLYN HOLGUÍN HACHÉ
Rector
En el 2020 el mundo
ha cambiado. Por
tanto, enfrenta una
crisis inesperada,
violenta y recursiva,
que ha contagiado los países,
sus sistemas e instituciones con
la misma voracidad y rapidez
con la que su ente generador, el
Covid-19, ataca a los más vulnerables.
Vivimos en el centro de la
pérdida de toda certeza. Jamás
volveremos a la normalidad, o
mejor dicho, a la normalidad conocida.
En este escenario, sucumbir o
renovarse constituyen las alternativas
clave que ocupan el actual
horizonte común, del cual
los sistemas educativos y sus
universidades no han podido
escapar, ni pueden ser ajenas a
esas realidades.
PANDEMIA HA
SORPRENDIDO
A UNAPEC, EN
UN PROCESO
DE CAMBIO
INSTITUCIONAL
LA ALTA CASA
DE ESTUDIOS
PRETENDE
FOMENTAR LOS
BENEFICIOS DE
LAS CLASES
VIRTUALES.
Universidad y crisis
Las crisis han atravesado la
historia de la humanidad; la novedad
en la actual contingencia
es su carácter global, sistémico,
interconectado, mediático y disruptivo.
En el ámbito educativo,
la crisis de la pandemia ha
causado estragos en la enseñanza
superior y ha hecho inviable el
quehacer académico en el tradicional
campus universitario presencial
(Marmolejos, 2020a). Sin embargo,
el sentido de crisis constituye un territorio
conocido para la universidad,
la cual acciona cotidianamente
en el vórtice de innumerables necesidades
y demandas sociales que
esperan ser satisfechas. A su vez, la
institución educativa superior está
permanentemente interpelada y llamada
al cambio acorde con un encuentro
dinámico, cuya velocidad
trasciende la naturaleza universitaria.
“No obstante, en América latina,
a partir de la reforma universitaria
de Córdoba en 1918, se han experimentado
cambios sostenidos en términos
de autonomía (monopolio
de lo público y libertad de cátedra),
mercantilización (modelo públicoprivado,
expansión y masificación) e
internacionalización: educación como
bien público internacional” (Rama,
2007).
Si las universidades están familiarizadas
con la crisis, también lo están
con la imaginación y el conocimiento.
Dada su misión histórica,
“construir conocimiento y hacerlo
accesible”, la universidad conjuga
de forma natural la creatividad y
los saberes, expresados en sus funciones
sustantivas (docencia, investigación
y extensión), su gestión y
sus servicios.
Esto convierte a la universidad
en la institución social por excelencia
llamada a renovarse y aportar
soluciones innovadoras en tiempos
de incertidumbre (Madera, 2007).
Es ahí donde la actual crisis colectiva
generada por la pandemia puede
ser reinterpretada como un espacio
de oportunidad para las universidades,
que les permita liberar en forma
innovadora sus conocimientos y su
imaginación.
Desde nuestra perspectiva, en la
República Dominicana, la cotidianidad
universitaria en tiempos de “la
vieja normalidad”, concentraba los
esfuerzos de las instituciones en intentar
responder a la ingente tarea
de formar profesionales para un
mundo complejo, fomentar la investigación
e innovación en el marco de
un ecosistema científico y tecnológico
incipiente, internacionalizar la
SUCUMBIR O RENOVARSE
SON LAS ALTERNATIVAS
CLAVES QUE OCUPAN
EL ACTUAL HORIZONTE
COMÚN.
oferta académica y promover la movilidad,
avanzar en el uso de las TIC,
gestionar una comunidad educativa
compleja y crecer desde el punto
de vista organizacional, entre otros
compromisos impostergables.
En un contexto nacional de recursos
escasos y grandes exigencias
provenientes de todos los sectores
(familias, empleadores, ministerios)
y de la dinámica universitaria internacional
(cooperación, estándares,
rankings), garantizar la sostenibilidad
institucional agotaba en gran
medida su capacidad creativa y posponía
las transformaciones necesarias
para convertirse en universidades
del Siglo XXI.
Estos cambios urgentes incluyen,
al menos, cuatro ámbitos de la vida
universitaria: 1) La oferta de currículos
más flexibles, novedosos y accesibles
en distintas modalidades;
2) Que una la virtualización integral
y de calidad favoreciendo el alcance
de la universidad en su entorno
y el acceso de la población a una
educación de calidad, inclusiva, que
trascienda más allá de los límites
impuestos por la presencialidad; 3)
Nuevas capacidades científicas que
generen innovaciones relevantes y
permitan consolidar una cultura nacional
en torno a la ciencia y la tecnología;
y sobre todo, 4) Una real articulación
con el entorno nacional
e internacional para la formulación
y ejecución de proyectos transformadores,
que procuren la solución
de problemas relevantes para el
desarrollo, ejecutados en el marco
de esquemas de cooperación intersectorial
e internacional (medio
ambiente, desechos sólidos, agua,
energía, empleo juvenil, emprendimiento,
nuevos mercados, inclusión,
equidad de género, entre otros.
Principales efectos
El Covid-19 y sus dinámicas han
impulsado cambios necesarios en
las universidades de todas las regiones
de forma abrupta e impuesta,
los cuales adquieren mayor dimensión
en los países en vías de desarrollo.
La velocidad de las respuestas
inmediatas y necesarias asociadas
al binomio “confinamiento vs con-