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Quinto grado - Centro Educativo Baxal Paal Playa del Carmen

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y sábado seis<br />

Cuando la vocecilla <strong>del</strong> rico cantó, temblorosa:<br />

y domingo siete...<br />

¡Para qué lo hizo! Las brujas se pusieron furiosísimas a gritar:<br />

–¿Quién es el atrevido que ha echado a perder nuestra canción?<br />

–¿Quién es quien ha salido con ese domingo siete?<br />

Encontraron al hombre y lo sacaron a jalonazos.<br />

–Vas a ver lo que te va a pasar, jorobado –dijo una que salió corriendo. Volvió con la<br />

joroba <strong>del</strong> compadre pobre y ¡pan! la plantó en la nuca <strong>del</strong> infeliz. Al amanecer fue<br />

llegando a su casa con dos jorobas, dolorido y sin sus cinco mulas; por supuesto a la vieja<br />

se le regó la bilis de la envidia.<br />

Marinés Medero, “Domingo siete” en De Maravillas y encantamientos. México, SEP, 1996.<br />

18. La historia de Sputnik y David<br />

Ésta es la historia de un caimán, o yacaré, lagarto o cocodrilo. Todas éstas son, en realidad, diversas<br />

especies, pero quitando las diferencias que los conocedores señalan, ésta es, decíamos, la historia de un<br />

caimán. Y de un niño que lo tomó como mascota.<br />

Ésta es la historia, que me contó mi sobrino Juan, <strong>del</strong> caimán Sputnik y su amigo David.<br />

Pues muy recién salido <strong>del</strong> cascarón, y tan pequeño que cabía aun en la palma de la<br />

mano, le regalaron este caimán a David, que también era un niño muy pequeño. Él le puso<br />

ese nombre, tan sonoro, que al caimán le gustó bastante.<br />

“Sputnik –pensó– es un buen nombre de caimán."<br />

Los dos crecieron, Sputnik y David. Su familia educaba a David.<br />

David educaba a Sputnik.<br />

David aprendió a comer con cuchara, tenedor y cuchillo; a<br />

multiplicar, sumar y restar. A escribir. ¡Hasta a dividir aprendió!<br />

También supo muchas cosas <strong>del</strong> padre Hidalgo y de los<br />

campanazos y el grito de Dolores; nada más no estaba claro si de<br />

veras algo le dolía o nada más así se llamaba el pueblo.

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