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Una aventura diferente

“Una aventura diferente”, nos invita a considerar que existen diversas perspectivas sobre una situación. Rayitas y Antenas, dos hormiguitas muy amigas, tuvieron que cambiar su rutina diaria de juegos en la Aldea de Cochamí para salir a conocer cómo es el trabajo de las hormigas exploradoras. ¿Rayitas y Antenas se sienten de la misma forma con esta situación?¿Qué provocó que Antenas se sintiera de forma diferente al final de la historia?

“Una aventura diferente”, nos invita a considerar que existen diversas perspectivas sobre una situación.
Rayitas y Antenas, dos hormiguitas muy amigas, tuvieron que cambiar su rutina diaria de juegos en la Aldea de Cochamí para salir a conocer cómo es el trabajo de las hormigas exploradoras.
¿Rayitas y Antenas se sienten de la misma forma con esta situación?¿Qué provocó que
Antenas se sintiera de forma diferente al final de la historia?

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C O L E C C I Ó N D E C U E N T O S F U N D A C I Ó N S A N C A R L O S D E M A I P O

AUTORAS: laura bustamante - daniela DÍAZ - NATALIA RÍOS

iLUSTRACIONES: PÍA URZÚA




Título:

Una aventura diferente

Una publicación de:

Fundación San Carlos de Maipo

www.fsancarlos.cl

Área Escuela

Nueva de Lyon #72, Oficina 1401

Providencia

Autoras:

Laura Bustamante

Daniela Díaz

Natalia Ríos

Ilustraciones:

Pía Urzúa

Diagramación:

Ariel Olivares

Revisión:

Lorena Nejaz

Francisca González

Primera edición: abril 2020


COLECCIÓN DE CUENTOS PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES

Una

Aventura

Fundación San Carlos de Maipo

Laura Bustamante - Daniela Díaz - Natalia Ríos

Ilustraciones: Pía Urzúa

“Una aventura diferente”, es parte de la colección de cuentos creados

por educadoras de párvulos de Fundación San Carlos de Maipo para

promover el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales en

niños y niñas en formación inicial.



La aldea de Cochamí era el mejor lugar del mundo para vivir, ahí

habitaban insectos de todo tipo. Todos los días Rayitas y

Antenas, dos hormigas muy amigas, salían a jugar.

Luego de la siesta, elegían divertirse con los

diferentes juegos de la aldea.


Algunas veces preferían ser surfistas y navegar sobre tablas a

gran velocidad por el río. Otras, elegían ser acróbatas,

haciendo increíbles piruetas en los florales resbalines.


Pero el juego que más disfrutaban era imaginar que eran veloces

atletas, que corrían a través de puentes

colgantes largos y movedizos.

Pasaban horas. Pasaban días. Pasaban semanas, y siempre estos

juegos les parecían tan divertidos como la primera vez.


Mientras tanto, en la aldea, las hormigas adultas cumplían

diferentes roles, muy importantes para la comunidad.

Todas las hormigas eran expertas en el

trabajo en equipo.


Algunas atendían a las hormigas bebés, otras limpiaban los nidos,

también estaban quienes defendían la colonia y por supuesto

habían hormigas que exploraban y

buscaban comida.


Cierto día,

Rayitas y Antenas fueron invitadas a aprender el trabajo de las

hormigas exploradoras.

¡Qué genial! ¡Qué fantástico! exclamó feliz Rayitas,

mientras corría a buscar su mochila.


En cambio,

Antenas no se sintió de la misma forma. Ella no estaba muy

convencida de ir y dejar los juegos que tanto la entretenían.


Cuando sonaron las campanas anunciando la pronta partida,

Rayitas se encontraba lista para comenzar la aventura. Sacó lápiz

y papel para tomar nota acerca de cómo las hormigas

exploradoras cumplían su labor.


Nosotras tenemos antenas largas y móviles, que nos

permiten encontrar el mejor alimento dijo el guía .

En el camino, dejamos huellas para que sean seguidas por

todas las hormigas. Después de eso, juntas

transportamos nuestra comida al hormiguero.

Dicho esto, se ordenaron en filas y se dio comienzo a la expedición.


Durante el camino fueron encontrándose con insectos nunca

antes vistos. Rayitas, muy asombrada, quiso fotografiarse

con todos ellos. En cambio, Antenas, se veía desanimada

y parecía no disfrutar la experiencia.



Al llegar el momento del descanso, todas las hormiguitas se

reunieron a comer. Todas, menos una…Antenas.

Rayitas comenzó a buscarla. Gritó su nombre varias veces,

hasta que la encontró apoyada en un hongo.


¿Qué te pasa Antenas?

¿Por qué estás acá sola? le preguntó Rayitas.

¡Me quiero ir, no quiero estar acá!¡Me gusta jugar

en la aldea! respondió Antenas enojada.

Rayitas pensó: “¿Por qué no le gusta? Si esto es tan

divertido”.

En eso estaban, cuando escucharon al guía decir que era

hora de continuar.


Rayitas se apresuró a volver a la fila, quería continuar con la

aventura. Por el contrario, Antenas no se movió del lugar.

Luego, el guía anunció que el resto del camino lo

continuarían en balsas.

Esto despertó la curiosidad de Antenas, por lo

que decidió, aunque de malas ganas, unirse al grupo.


Cruzaron en balsas un arroyo y al llegar a la orilla,

el guía les dijo:

¡Prepárense para bajar! Al parecer, en esta aldea hay alimento.

Al pisar tierra, todas las hormiguitas estaban ansiosas.

Todas, menos una… Antenas. Ella continuaba en la balsa,

no sentía deseos de bajar, solo quería volver a la aldea.


De repente escuchó a Rayitas decir:

¡Antenas, tienes que asomarte, hay algo increíble que

debes ver!

A pesar del entusiasmo de Rayitas, Antenas miraba sin ver

nada especial. De pronto, sus antenas se levantaron y

comenzaron a captar una poderosa y extraña señal, que la

hizo bajar de la balsa y acercarse al lugar.


Cuando vio las frutas, lo comprendió todo… ¡Ese era el sitio

de la comida y sus antenas lo habían percibido!

¡Entonces se dio cuenta de que ella era una hormiga

exploradora!


Así fue como se entusiasmó y sintió ganas de conocer ese lugar

junto a Rayitas. Cuando lo hizo, se asombró de ver lo

hermoso y divertido que podían ser otros lugares.

Habían increíbles toboganes acuáticos, resbalines gigantes

e incluso carruseles ¡tal como en la aldea!


Ese día, Antenas disfrutó jugando con Rayitas y otros insectos

hasta que alumbraron las luciérnagas. Esa fue la señal de que

había que volver. Antenas tomó un gajo de uva y Rayitas

una fresa, y juntas emprendieron camino hacia el hormiguero.

Ese día fue diferente y fue algo bueno.


ORIENTACIONES PARA FAMILIAS Y EDUCADORES

¿Por qué es importante fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales en la infancia?

Las habilidades socioemocionales nos permiten identificar emociones en nosotros mismos y en los demás, a

través de la interpretación de expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz. Cuando niños y niñas

desarrollan estas habilidades son gradualmente más capaces de conocer las causas y consecuencias de las

emociones y cómo estas influyen en sus procesos de pensamiento, aprendizaje y comportamiento, además

se muestran más preparados para enfrentar situaciones nuevas y/o difíciles. Esto favorecerá un desarrollo

integral preparando personas más sanas, capaces de manejar sus emociones beneficiando su crecimiento

personal y haciéndolas más reflexivas y autónomas en sus actos. Se debe considerar que el aprendizaje

socioemocional no solo afecta el ámbito privado del ser, sino que posibilita también un aprendizaje significativo

en el ámbito social, incluyendo la capacidad de relacionarse con otros en diversos escenarios. .

En este contexto el rol del adulto es fundamental, no solo acompañando el proceso sino que también modelando

las emociones. Muchas veces los padres y/o cuidadores nos preguntamos ¿podremos enseñar a

nuestros niños y niñas sobre las emociones sin ser expertos? La respuesta a esa pregunta es sí, y es que

justamente la experiencia de vida es el mejor aporte a la formación socioemocional. .

El cuento: Un espacio afectivo para practicar las habilidades socioemocionales

El cuento es un recurso socioafectivo que puede convertirse en un gran espacio de encuentro para desarrollar

habilidades socioemocionales, toda vez que permite a niños y niñas evocar las emociones, conocerlas,

observarlas con distancia, verbalizarlas y entender que cada una es parte de un momento de sus vidas.

Un tiempo de conversación posterior a la lectura de un cuento, representa una valiosa oportunidad para practicar

junto a niños y niñas habilidades socioemocionales, ya que las historias nos cuentan qué les sucede a los

personajes y además nos entregan información acerca de cómo se sintieron, lo que nos permite comprender,

a través de ellos, que no todos nos sentimos de la misma manera frente a los eventos que nos suceden y que

además podemos considerar diferentes maneras de analizar y solucionar un problema. .


ORIENTACIONES PARA FAMILIAS Y EDUCADORES

Recomendaciones para favorecer un espacio de diálogo con los niños y niñas:

• Crear un ambiente de apertura en el que niños y niñas no se sientan juzgados(as) y puedan

expresarse con libertad.

• Mantener una actitud flexible, ya que algunas actividades pueden no funcionar en el primer

intento.

• Utilizar un lenguaje simple, positivo y amable, sin tratar de imponer ideas sino más bien

dejando que niños y niñas puedan pensar por sí mismos(as).

• Realizar preguntas y sostener una escucha atenta de las opiniones.

Esta instancia puede ser acompañada por la oportunidad de expresarse de diferentes formas (dibujar,

bailar, cantar, representar, disfrazarse, etc.) en torno a la temática abordada en el cuento.

A continuación les compartimos una breve descripción de las habilidades socioemocionales que se

pueden abordar en este cuento a través del diálogo.

El cuento “Una aventura diferente” nos invita a dialogar con niños y niñas acerca de la aceptación y

valoración de uno mismo y también nos abre la posibilidad de apreciar la diversidad, al visualizar las

diferentes perspectivas que manifiestan Rayitas y Antenas.

Aceptar nuestras ideas y emociones es fundamental para potenciar la autoestima, generando

herramientas claves para la autoprotección, el desarrollo personal y la convivencia con otros.

Esta historia además nos ayuda a fortalecer una actitud flexible ante los cambios que se presentan

en diferentes momentos de nuestras vidas.

Preguntas para iniciar un diálogo:

● ¿Cómo se sintieron Rayitas y Antenas en el día de exploración?

● ¿Se sintieron de la misma forma o de forma diferente? ¿Por qué?

● ¿Cómo se sintió Antenas al final de la historia? ¿Por qué?

● ¿Cómo te sentirías si te invitaran a participar en una actividad diferente a las que conoces?




COLECCIÓN DE CUENTOS PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES

“Una aventura diferente”, nos invita a considerar que existen diversas perspectivas sobre una situación.

Rayitas y Antenas, dos hormiguitas muy amigas, tuvieron que cambiar su rutina diaria de juegos

en la Aldea de Cochamí para salir a conocer cómo es el trabajo de las hormigas exploradoras.

¿Rayitas y Antenas se sienten de la misma forma con esta situación?¿Qué provocó que

Antenas se sintiera de forma diferente al final de la historia?

Una aventura diferente

por Fundación San Carlos de Maipo

se distribuye bajo una Licencia Creative Commons

Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

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