LA CABANA IMAGINA CREA Y CUENTA

el amor a los libros
En un lugar muy muy lejano, vivía
un joven llamado Ignacio, era un chico
amable aunque rencoroso con las
personas, pensaba y sentía que lo mas
importante en el mundo era su celular
y el internet donde podría buscar todo
lo que quisiera sin dar nada a cambio.
Su madre llamada Victoria, era una
persona que se preocupaba mucho por
su hijo y siempre pensaba en el daño
que el internet y la tecnología le
estaban causando a su hijo porque era
un joven que no se despegaba de su
celular y ni siquiera estudiaba pues
pensaba que todo el conocimiento
estaba almacenado en su celular y
podía buscarlo cuando el quisiera y lo
necesitara.
Ignacio no salía de su casa, no visitaba
a nadie, sólo les hacía videollamadas a
sus pocos amigos nada más para
saludar o saber cómo estaban.
A él le gustaba mucho ver páginas web,
en donde hablaban de lo importante de
las tecnologías y sus beneficios,
aunque nada de eso lo aplicaba en su
vida, porque a él sólo le importaba su
celular. Sabía que tenía madre sólo
porque ella iba y le decía que si queria
salir un rato o alejarse un poco de la
tecnología pero nada más, porque ni
siquiera la abrazaba, le daba un saludo
o le decí a un te amo.
Su madre un día salió de la casa a
hacer unas compras y al salir del
supermercado vió a dos cuadras una
biblioteca muy hermosa y llamativa,
ella se acercó por curiosidad para ver
los libros que tenían por si le
interesaba alguno para comprarlo y
leerlo. Cuando ella estaba buscando su
libro pensó por un momento en
llevarle uno a su hijo para que se
despegara un poco del internet y del
celular. Cuando llegó a su casa le dijo a
Ignacio todo lo nuevo que había en las
calles para motivarlo a salir, pero no,
no lo logró así que le habló del libro
que le había traído para que conociera
una de las mejores formas de crear