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Nuestra Iglesia- Edición Mayo

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MAYO 2021

Motivación del Mes

Tiempo de fraternidad

Realidad Teológica pastoral

“Creo (creemos) en un solo Dios:

Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

“Un poco mejor”

Actualidad

Comedores fraternos: una respuesta

solidaria y comunitaria en tiempos de

pandemia

Orientación

¿Cuál es la novedad para los agentes

pastorales en las actuales circunstancias?

Opinión

“Ser libre en pandemia”

iglesiadeconcepcion.cl


EN ESTA

EDICIÓN

1

Motivación

del mes

2

Realidad

teológica

pastoral

Creo (creemos) en un solo Dios:

“Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

“Un poco mejor”

¿Cuál es la novedad

para los agentes

pastorales en las

actuales circunstancias?

3

Orientación


4

4 Actualidad

Comedores fraternos

“Ser libre en pandemia”

5

Opinión

6

Vicaría


01

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CONTENIDOS

02

Motivación del mes

Es el tiempo de la fraternidad

Pág 03 y 04

Realidad teológica pastoral

‘Creo (creemos) en un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo’.

‘Un poco mejor’

Pág 05, 06,07 y 08

Pág 09, 10, 11 y 12

Orientación

¿Cuál es la novedad para los agentes

pastorales en las actuales circunstancias?

Pág 14,15,16 y 17

Actualidad

Comedores fraternos Pág 18,19 y 20

Opinión

“Ser libre en pandemia” Pág 21, 22, 23 y 24

Presentación directorio 2021

Fundación Educacional Cristo Rey La Asunción Pág 25, 26, 27 y 28

Vicaría Pastoral de Educación

Encuentro diferentes estamentos

Misa Envío de profesores

Fundación educacional

Pág 29, 30 y 31

Pág 33 y 34

Pág 35 y 36

CONSEJO DE REDACCIÓN

Mons. Fernando Chomali,

Pbro. Mauricio Aguayo

Cristóbal Cifuentes

Alejandro Montero

Sandy Cantelmi de Tirado

Sofía Peña

Javiera Barrera

REDACCIÓN

Caupolicán # 491 / Casilla 65-C

Fono: (41) 2626 129 / Chile,

Concepción

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO

Bianca González

NUESTRA IGLESIA EN LA WEB

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Radio 103 AM

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03

MOTIVACIÓN

DEL MES

Tiempo de

fraternidad

Chile es un país maravilloso.

Con luces y sombras, con aciertos

y desaciertos, con alegrías y penas,

con muchas cosas por mejorar,

pero es nuestro país. Por lo

mismo, debemos cuidarlo, y tal

acción implica atender las necesidades

de cada uno de sus habitantes,

de modo especial a quienes se

sienten postergados en ámbitos

vitales para la vida de un ser

humano.


04

El amor por los demás es el gran ausente

en estos momentos y debemos revertirlo.

Se percibe una conciencia claramente

errónea al no ponderar adecuadamente

las consecuencias que implica

En tiempos de pandemia, tanto los

servicios de salud como cada profesional

del área, se han vuelto imprescindibles.

Es por ello que, para lograr una

comunidad fraterna, donde el bienestar

del otro sea el mío, debemos reformar

nuestro corazón. Pasar de la avaricia

a la generosidad, del individualismo

a la empatía absoluta.

cada acto en el resto. Somos una comunidad

y pensar en el otro es lo que nos

permitirá seguir adelante.

Tal como señaló el Papa Francisco en su

última encíclica Fratelli tutti es el tiempo

de la fraternidad, de comprender que

todos estamos en la misma barca. También,

es el tiempo de la solidaridad, de la

hondura espiritual, de esa alegría profunda

de saber que Dios está en medio

de nosotros y que nadie nos separará de

su amor pese a todas las dificultades.

Estamos ante un escenario devastador.

La crisis sanitaria parece no dar tregua y

con ello, los enfermos y los muertos

siguen aumentando. Debemos respetar

cada uno de los requerimientos instruidos

por la autoridad sanitaria, evitar las

aglomeraciones, utilizar nuestra mascarilla

en espacios públicos y respetar la

distancia social.

Mons. Fernando Chomali

Arzobispo de Concepción


05

Realidad

teológica pastoral

‘Creo (creemos) en un solo

Dios: Padre, Hijo y Espíritu

Santo’.

El centro, núcleo y contenido de nuestra

profesión de fe es Dios. La fe en Dios

expresa que existimos en modo vinculado

y relacionalmente. Es decir, que no

vivimos la vida en soledad desamparada

y sin sentido, sino que estamos vitalmente

relacionados con Dios, que ama a

todas sus creaturas. A partir de este

vínculo primordial estamos, de igual

manera, vinculados con los otros creyentes,

por eso decimos no solo creo, si no

creemos e invitamos a todos a creer en

Él.

Esta fe en Dios la expresamos no teóricamente,

sino que desde una experiencia vital

creyente: cuando hacemos la señal de la

cruz decimos en el “nombre del Padre, del

Hijo y del Espíritu Santo”. Cuando fuimos

bautizados se hizo, igualmente, en el

“nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu

Santo” (ver: Mateo 28, 19) y al reunirnos

como comunidad creyente adoramos e invocamos

a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo

(ver: 2 Corintios 13, 13). El cristiano entiende

y celebra su vida ante y desde Dios.


06

Si bien es cierto que la razón y la conciencia

humana pueden abrirse a la existencia

de Dios y a creer en Dios, no obstante, la fe

nos evidencia que Dios ha querido mostrarse

a sí mismo. Por eso, el creer en Él

señala, no tanto que nosotros lo buscamos

a Él, ni sospechosamente implica una posible

proyección o invención humana, sino

que realmente Él ha salido a nuestro

encuentro y se nos ha manifestado invitándonos

a tener una relación con Él. De este

modo, afirmamos que Él ha revelado su

rostro por medio de acciones y palabras.

Desde esta maravillosa experiencia reconocemos

que en la Sagrada Escritura

encontramos su manifestación y se nutre

nuestra fe. Pero también, respetuosamente,

reconocemos que, puesto que Él es

Dios y nosotros limitados, Él siempre permanece

Misterio. No porque no podamos

decir nada de Él con verdad, sino porque

su ser y riqueza desborda siempre nuestra

comprensión. De ahí que se nos advierta

que no debemos tomar el nombre de Dios

en vano (ver: Deuteronomio 5, 11).

Dios ha manifestado su rostro y su ser de

modo que lo podamos encontrar e invocar.

Los cristianos cuando hablamos de

economía de salvación o historia de la

salvación lo que decimos es que Él se ha

dejado encontrar y nos ha invitado a vincularnos

con Él para tener vida plena (ver:

Deuteronomio 6, 24; Juan 10, 10). En su

creación y en sus acciones por nosotros lo

podemos reconocer como el Dios creador

(ver: Sabiduría 13, 1-9; Romanos 1, 19-23);

Padre y Madre de todos (Oseas, 11, 1-4;

Isaías 49, 14-15); también como el Dios

uno y único (ver: Isaías 44, 6-8 y 24-25). En

su relación con los patriarcas, reconocemos

a Abraham como el Padre de la fe

(ver: Génesis 12, 1-3; Hebreos 11, 1-3 y

8-10); en su alianza con Israel lo reconocemos

como “Dios nuestro” y conocemos su

“nombre” (ver: Éxodo 3, 3-12 y 19, 3-8).

Pero los profetas nos advirtieron de

manera admirable que Él se manifestaría

de modo pleno al final de los tiempos (Ver:

Jeremías 31, 31-34; Isaías 49, 1-13; Joel 3,

1-5).


07

Los cristianos reconocemos en el envío del

Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y en el Espíritu

Santo el acontecimiento definitivo donde Dios

nos ha revelado su identidad y rostro de

manera plena y definitiva (ver: Hebreos 1, 1-4;

Gálatas 4, 4, 4-6). De esta manera, nuestra fe

en Dios se fundamenta de manera vinculante

en la experiencia de Dios que nos revela Jesús.

Jesús llamaba a Dios Abbá (Papá; ver: Marcos

14, 36) y vivía como verdadero Hijo del Padre.

Quien se encuentra y relaciona con Jesús,

encuentra y ve al Padre (ver: Juan 14, 1-11). A

partir, de esta experiencia vital con y desde

Jesús, el Hijo, los discípulos reconocieron y

vieron que Jesús era verdaderamente de Dios

y Dios hecho hombre, es decir, de su misma

naturaleza; por eso, lo reconocieron como

Señor (ver: Juan 9, 35-38; 20, 26-29; Filipenses

2, 5-11). Pero a su vez, el mismo Jesús y sus

discípulos mostraron que para acceder a la

identidad plena de Dios y de Jesús se requiere

la presencia y acción del Espíritu Santo (ver: 1

Corintios 12, 1-3; Juan 14, 26; Hechos 2, 1-4). El

Espíritu Santo es Señor y dador de vida. Si, por

una parte, no podemos ver-acceder al misterio

de Dios sin el encuentro con Jesús, Hijo-

Señor, y sin la acción del Espíritu Santo; por

otra parte, el encuentro y relación con Jesús y

el Espíritu permiten ver-reconocer el misterio

inefable de lo que llamamos Santísima Trinidad.

Es decir, que Dios siendo Uno y Único es

Padre, Hijo y Espíritu Santo (ver: Mateo 28,

19-20).


08

Dios en sí mismo es, por tanto, relación. Por

eso, Juan nos testimonió para siempre que

Dios es Amor (ver: 1 Juan 4, 7-16).

Dios mismo es en sí auto-donación de personas

divinas, pero sin por eso ser tres dioses. A

esto, la comprensión cristiana le ha llamado

Trinidad de Personas (Padre, Hijo y Espíritu

Santo) en una única Naturaleza divina (Un solo

Dios). Esto es una maravillosa verdad revelada

que se nos deja ver, pero a su vez, nos muestra

que supera nuestra comprensión; por eso,

decimos que es un Misterio. Desde entonces,

la principal actitud cristiana es la de adoración

agradecida. Es en la celebración cristiana (en

todos los sacramentos, pero principalmente en

el Bautismo y la Eucaristía) y en la vivencia

comunitaria de la Iglesia (Pueblo de Dios en

comunión de los distintos hombres entre sí y

de los hombres con Dios) donde este misterio

de Dios trinitario se manifiesta de manera

privilegiada.

Te invito a renovar la celebración del misterio

cristiano, la oración y a degustar nuestra fe

profundizando su comprensión en el estudio

del Catecismo de la Iglesia Católica en los

números: 198-231; 232-248; 249-267.

Patricio Merino

Académico Facultad de

Teología y Filosofía UCSC


09

Realidad

teológica pastoral

‘Un poco mejor’

En mayo de 2020 el controversial escritor francés Michel Houellebecq,

escribió una carta que tituló Un poco peor, en la que asegura que, de

esta pandemia, no solo no saldremos mejor –como nos animábamos al

comienzo de todo esto–, sino que, saldremos un “poco peor”.

En efecto, su crítica apunta a que lo que

hemos experimentado en esta pandemia,

como: el teletrabajo; la vida sin contacto

físico –incluso en las relaciones afectivas–;

la ausencia de las personas desde los 65

años en adelante, de la esfera social; la

muerte en soledad; etc., ya era un problema

acuciante desde antes de la pandemia.

Por lo mismo, este último acontecimiento

solo ha empeorado una situación

que, a todas luces, apunta a un drama

social y humano del que aún no somos lo

suficientemente conscientes.


10

Si bien, es una crítica un tanto desesperanzadora, debemos tomarla en serio.

Y más que ver a un agorero de malas noticias, quizá nuestra tarea ha de ser:

estar alertas a estos llamados de atención. No es menor el número de pensadores

en la actualidad que ha denunciado la importancia de volver a preguntarnos

por el sentido de lo humano, en un mundo que parece desplazar al ser

humano, –consciente e inconscientemente– de su lugar en el mundo.

¿Cómo entonces hacer frente a una

situación que una pandemia parece

agravar, no sólo en términos

socio-económicos, sino, sobre todo,

en una de las dimensiones esenciales

del ser humano, a saber, su

dimensión espiritual?

El mismo Houellebecq, escribe en su

último libro Serotonina, sobre la incapacidad

del ser humano para leer los

registros culturales y códigos humanos-divinos

que el mismo creador ha

desplegado en la realidad, para percibir

los signos que nos conducen a una vida

más plena. Y al mismo tiempo, se pregunta,

si es necesario que un Cristo

tenga que pasar por tanto dolor, para

enseñarles a los seres humanos, lo

que, por sentido común, debiésemos

poder comprender y captar de la

misma realidad.


11

En efecto, Jesús le pregunta en reiteradas

ocasiones a sus discípulos,

cómo es que no ven teniendo ojos, o

cómo es que no escuchan teniendo

oídos (Cf. Mac 8, 18). ¿Qué les faltaba

a los discípulos para comprender las

palabras y los signos de Jesús? Les

faltaba atención, la apertura completa

al otro que acontece, de tal manera

que lo que se ve y se escucha es al

otro, más allá de todas las ideas preconcebidas

que obnubilan la razón e

impiden atender la densidad significativa

del otro y sus acciones. Lo que

les faltó a los discípulos de Jesús, es lo

mismo que en nuestro tiempo nos ha

dejado una ausencia primordial: la

ausencia del otro manifestado en la

falta de atención plena, al otro que

hemos abandonado.

En concordancia, pensadores de otra

ladera, como Houellebecq, han visto

que una de las ausencias más dolorosas

de estos tiempos es la ausencia de

lo humano. Ausencia que se expresa

en la falta de compromiso con el otro,

el exceso de individualismo que nos

afecta a todos por igual, la negación

ante muerte y el dolor. En concreto,

de lo que nos hace verdaderamente

humanos, es decir, la capacidad de

poder encontrarnos en y con los

otros. Criterio primordial, para configurarnos

verdaderamente como

sociedad y, sobre todo, para dejarle

espacio al Dios de la vida que acontezca

(Cf.1 Jn 4, 20).


12

En este sentido, el papa Francisco en

Fratelli Tutti, nos habla de la importancia

de la apertura, de la entrega generosa

porque “nadie madura ni alcanza su

plenitud aislándose, pues por su propia

dinámica, el amor reclama una creciente

apertura, mayor capacidad de acoger a

otros” (FT 95). Humanarnos es una tarea

en permanente desarrollo, por eso Francisco

apunta a la práctica de hábitos solidarios,

así como la capacidad de pensar

la vida humana más integralmente, con

hondura y profundidad espiritual a la

que apunta el pensamiento cristiano.

Hondura espiritual que exige de la capacidad

del espíritu humano de abrirse en

profundidad al misterio trascendente,

en la dinámica del eterno que nos acompaña,

pero a la que debemos prestar

oídos y ojos atentos, es decir, disponernos

con total apertura para dejarnos

acompañar por toda la otredad posible.

Entonces, que las ausencias

de nuestro tiempo se hagan

presencia en nosotros, dejándonos

sorprender por la realidad

en la que el mismo Dios

nos llama y nos atrae, para

que esta pandemia, no solo la

superemos, sino que, salgamos

un “poco mejor”.

El cristianismo por siglos ha impulsado

la oración como el nexo insoslayable

que nos permite entrar en esa hondura

espiritual, de disponer-nos para encontrar-nos.

Así, la oración, como piensa

San Juan de la Cruz, puede ser el instante

en el que Padre se muestra, saliendo

al encuentro de quienes lo desean. San

Pablo también nos dijo que: “nosotros

no sabemos pedir como conviene; mas

el Espíritu mismo intercede por nosotros

con gemidos inefables” (Rm 8, 26).

Es decir, en la oración nos dejamos conducir

por el espíritu que nos anima en

ese instante de profunda hondura espiritual,

desde la que dejamos acontecer

todo el otro. Esta ha sido la herramienta

vital, por la que los crististianos históricamente

se han hechos hijos y hermanos.

Soledad Aravena

Académica Facultad de

Teología y Filosofía UCSC


13


14

Orientación

¿Cuál es la novedad para los agentes

pastorales en las actuales circunstancias?

“Ustedes son mis amigos…

Padre, que sean uno en nosotros, para

que el mundo crea que tú me has enviado”.

(Jesús en la cena de jueves santo)

Escribo estas líneas cuando ya cayó la

noche de este día de jueves santo

2021. Durante la tarde y parte de la

noche estuvimos haciendo memoria

de Jesús, de su propio jueves santo, de

lo que dijo y de lo que hizo en esa

última cena, la noche antes de su

muerte.

Lucas escribe que lo primero que dijo

Jesús cuando ya se sentaron a la mesa, fue

lo siguiente: “Con ansias he deseado

comer esta noche con ustedes…”. “Con

ansias” es una frase que sale del corazón,

de emociones y sentimientos acumulados,

con ganas de desahogarse. Y eso

quería Jesús y lo necesitaba. Una cena era

la mejor ocasión, el momento y el espacio

apropiados para reunirse con ellos en

forma más íntima. Todo ayudó para crear

la intimidad que quería Jesús: la sencillez

de la cena, el recinto cálido y familiar del

comedor, el ambiente de confianza,

cariño, fraternidad que se produce entre

los comensales reunidos en una misma

mesa.


15

Juan relata, en su evangelio, la conversación

de Jesús con sus discípulos durante esa

cena tan especial, el “desahogo” emocional

de Jesús. Juan conservó en su escrito detalles,

gestos y expresiones de Jesús que no

los olvidó nunca y que los compartió y

comentó en las comunidades cristianas que

él fue formando. Juan, “el discípulo amado”,

estuvo siempre sentado a su lado en la

mesa. Por eso pudo percibir muy bien el

ánimo de Jesús y la emoción que puso en

sus palabras. Fue una conversación de despedida,

su “testamento”, su última voluntad,

sus últimas recomendaciones, advertencias

y encargos. Y así las acogieron, conservaron

y transmitieron todos sus discípulos y sus

discípulas.

Jesús se despidió de ellos con pena y se

pusieron muy tristes, pero les aseguró que

no los abandonaría. Les habló desde el

corazón, con franqueza y con todo el cariño

que sentía por ellos, por cada uno de ellos.

Reconoció, agradecido de ellos y de su

Juan recuerda, en su relato, que la más

importante recomendación que les dejó

Jesús esa noche fue, justamente, que se

mantuvieran amigos y muy unidos entre

sí. Se lo repitió varias veces, insistiendo

que cuidaran esa amistad, que mantuvieran

esa relación cariñosa y fraterna entre

ellos, porque esa amistad y esa unión los

haría creíbles como discípulos suyos, les

daría autoridad como testigos de su

causa. Así se lo pide a su Padre: “Te ruego,

Padre, por todos aquellos que creerán en

mí por su palabra. Que todos sean uno,

como tú, Padre, estás en mí y yo en ti.

Que ellos también sean uno en nosotros,

para que el mundo crea que tú me has

enviado”. Poco antes y en un gesto inesperado,

Jesús les había lavado los pies a cada

uno y con esta sola explicación: “también

ustedes deben lavarse los pies unos a

otros”, es decir, así deben tratarse entre

ustedes, con esta misma ternura, cuidado,

sincero interés de servicio.

Padre, la gran amistad que desarrollaron

como grupo y con él.

Esa amistad fue un proceso de tres años

conviviendo con Jesús, acompañándolo,

participando y aprendiendo en la dura

experiencia de evangelizar pueblos y ciudades

de su país.


16

Y en ese mismo tono, “de corazón a corazón”,

les hace esta preciosa declaración:

“Ahora ustedes son mis amigos…”. Eso soy

yo para ustedes, amigo. El título más bellamente

humano y tan cercano que hace desaparecer

toda distancia, toda asimetría en

la relación con él. El amigo Jesús…mi amigo,

nuestro amigo. Con ese título y con ese

vínculo personal con él, es que quiso Jesús

que lo recordaran para siempre, lo revivieran

y lo anunciaran.

Es el mismo vínculo que lo relaciona a él

con su Padre: “todo lo tuyo es mío y lo mío

es tuyo”. Es lo que se dicen los amigos. Una

relación cercana y feliz. Su fruto es confianza

plena. No hay espacio para la desconfianza,

ni para el temor, ni menos para el

frío y la soledad de la distancia. Y se produce

como una cadena de amistad y de vínculos:

“Yo en ellos y tú en mí, Padre… que

todos sean uno, como tú estás en mí y yo en

ti”.

Entonces, Jesús recurre a una metáfora

bellamente didáctica para graficarles lo vital

y decisivo de la amistad con él: “Ustedes y

yo somos como una parra: yo soy el tronco

y ustedes son las ramas…”

La parra es una planta viva, es una sola

unidad, de manera que sus ramas, sus

raíces, sus hojas, su tronco, son organismos

igualmente importantes, igualmente

responsables de la tarea común que es producir

uva. La uva es el fruto del trabajo

armónico de todas las partes de la parra

que se integran interactuando, intercomunicándose.

“El que permanece en mí y yo en

él, ese dará mucho fruto…yo los preparé a

ustedes para que vayan y den fruto, y ese

fruto permanezca”. La energía interior que

mantendrá esta dinámica de cohesión y

producción de frutos, como la sabia vital de

la parra, Jesús la expresa como voluntad

suya: “les doy un mandamiento nuevo: que

se amen unos a otros como yo les he

amado a ustedes”.


17

Creo que la memoria de la cena de jueves

santo nos desafía a revisarnos en aquello

que es lo más elemental de lo que significa

seguir a Jesús y trabajar por la causa que dio

sentido a su vida: restaurar la humanidad,

volver a la amistad fraterna original, restablecer

los vínculos y relaciones de igualdad,

justicia, dignidad y solidaridad entre las personas.

Volver al proyecto de su Padre, “su

reinado”, restableciendo los vínculos relacionales

de amistad humanizadora. Revisar,

en este sentido y en concreto, con franqueza

y audacia evangélica, nuestras prácticas

eclesiales actuales, nuestro quehacer como

“agentes pastorales”.

Preguntarnos: nuestros grupos, comunidades,

instituciones, ¿permiten que construyamos

amistad? Nuestras estructuras y

relaciones institucionales ¿permiten igualdad,

confianza, sencillez y cordialidad en

nuestro trato recíproco? ¿Son amigables

nuestro discurso, nuestra catequesis, nuestras

estructuras parroquiales y diocesanas?

¿Son amigables nuestros templos, nuestras

Nuestras comunidades y grupos debieran

ser “pequeñas células de amistad, pequeños

laboratorios, donde se construye

comunidad, amistad, “reinado de Dios”.

“La amistad es la antesala de la evangelización”.

La amistad con Jesús, verdadera y

profunda, nos lleva a la amistad con su

Padre y a la amistad con las personas, a

compartir sus vidas, sus luchas, sus

sueños.

Rogelio Correa

Santelices

Educador social

liturgias, nuestras prédicas?


18

Comedores fraternos

Una respuesta solidaria y comunitaria en tiempos

de pandemia “Entonces, ya no digo que tengo

'prójimos' a quienes debo ayudar, sino que me

siento llamado a volverme yo un prójimo de los

otros” (FT 81).

Los comedores fraternos y ollas comunes

implementadas por las comunidades

parroquiales son iniciativas espontáneas

que surgen desde el Evangelio,

por amor a Dios y a los hermanos. En

tiempo de gran necesidad, como lo es

hoy debido a la pandemia por

Covid-19, son muchas las personas

que se han visto afectadas económicamente,

han perdido sus trabajos, o

bien han aumentado su situación de

vulnerabilidad al estar impedidos de

realizar alguna actividad que les signifique

ingresos económicos.

Ante esta situación, la comunidad eclesial,

ha movilizado y articulado medios

de variada naturaleza, para aliviar las

necesidades de alimentación de quienes

lo necesite, para que así a nadie le

falte un plato de comida en su mesa.

Sobre esta iniciativa, Gabriela Gutiérrez,

delegada Episcopal para la Pastoral

Social, señaló que “sin duda este

gesto tiene como principio una solidaridad

afectiva y efectiva.

Creo que lo realmente relevante aquí

es que la Iglesia a través de esta acción

no queda indiferente, sino que sale al

encuentro y asume su misión. Finalmente,

en las obras concretas a personas

concretas, estamos haciendo realidad

el mandamiento del amor”.


19

Entre los rasgos que se pueden identificar

en la acción de los agentes pastorales y

voluntarios que llevan adelante estas

iniciativas destaca la organización sencilla

pero eficiente, la creatividad para articular

medios y recursos, el enfoque comunitario,

que integra no solo a la comunidad

eclesial sino a los vecinos del barrio y a

personas de buena voluntad, a otras organizaciones

e instituciones, y el espíritu

misionero.

En esa línea, la delegada Episcopal explicó

que “tenemos una pedagogía, que sirve,

acoge y promociona, que nos exige crecer

más cada día a todos, para que el servicio

que realizamos no humille, sino que dignifique

al hermano. El Papa Francisco nos

dice: “Aún somos analfabetos en acompañar,

cuidar y sostener a los más frágiles y

débiles de nuestras sociedades desarrolladas”

(FT 64).


20

Como resultado el 2020 funcionaron 22

comedores fraternos y 6 ollas comunes

apoyadas desde las comunidades parroquiales,

entregando 5.000 raciones

semanales. En abril de 2021, en plena

cuarentena para la mayoría de las comunas

de la Arquidiócesis, se encuentran

operativos alrededor de 15 comedores

que han dado continuidad a la entrega

de almuerzos.

Pese a que existe cansancio por parte

de los voluntarios, la alegría de servir a

los hermanos y la oración los mantiene

firmes en su propósito. Respecto de lo

anterior, Gutiérrez comentó que “en

esto toda la comunidad puede ayudar,

de eso no nos podemos cansar. Hoy la

clave está en el enunciado ‘hacerme

prójimo’, compartir lo que tengo, los

alimentos, los recursos económicos,

tiempo para servir o compartir algún

bien que facilite la acción, por ejemplo,

un vehículo de traslado”.

Tras esto, añadió: “Son tantas las

formas de servir. Además de las distintas

iniciativas sociales, que sumadas a

los comedores y a las ollas comunes

parroquiales, hacen posible hoy mantener

la esperanza. Espero que este año

sean más las personas que se sumen a

la red solidaria de la Iglesia. ¿Cómo?,

primero en la parroquia o en la comunidad

más cercana, aportando a las diferentes

campañas locales y diocesanas”.


21

Ser libre en

pandemia

La enfermedad del Covid-19, con la cruda

dureza de sus múltiples manifestaciones

– todas vinculadas a destrucción, muerte

y sufrimiento – se impone ante los sentidos,

sin poder ignorarla o pretender

negarla como si fuera producto de una

invención.

Sin embargo, esta realidad, podría dar

paso a un aspecto positivo, como es

reflexionar a partir del comportamiento

propio y de los demás. Impacta oír diariamente

que tantas personas actúan como

si vivieran en otro mundo donde el virus

SARS-CoV-2 no existiera.

La razón

La razón, es la facultad propia y exclusiva

del hombre, que le permite pensar,

reflexionar, y emitir un juicio respecto de

la conveniencia o no de una cosa o situación.

Por medio de ella, el hombre puede

evaluar la realidad y descubrir la verdad

en relación a los hechos, para luego

tomar decisiones en orden a alcanzar un

fin determinado, que para efecto del

relato en tiempo de pandemia es el bien

de la vida y la salud, propia y de los

demás.


22

Además, por medio de esta facultad podrá

analizar los actos o acciones que le permitirán

alcanzar el fin deseado, las que han demostrado

ser efectivas y que de no practicarlas, pone

en riesgo el bien al que aspira. En este caso,

las acciones concretas y por todos conocidas,

y que además están al alcance de la inmensa

mayoría, son mantener la distancia física,

lavar las manos frecuentemente y usar mascarilla.

Una vez que la persona detecta el bien, que en

el contexto, como se ha dicho, es la vida

humana y la salud, la quiere preservar para sí y

para los que ama, como también para el resto

de la comunidad, porque juzga que vivir y estar

sano es un don maravilloso, que vale la pena

cuidar, por lo que nace en él, el deber de realizar

las acciones mencionadas, sin las cuales,

pone en riesgo la preservación de este bien

fundamental.


23

La libertad

La libertad se encuentra vinculada inseparablemente

a la razón y a la verdad. Libertad

y razón son facultades intrínsecamente

humanas, por lo que referirse a una

persona, es referirse a un ser libre y racional.

Pero, ¿qué que es la libertad? Es

común relacionarla con la ausencia de condicionamientos

externos que en el contexto

sería la ausencia de prohibiciones como

el confinamiento, aspecto que corresponde

a una mirada parcial y pobre del concepto.

También se la vincula con el acto de

elegir, en cuanto a hacer o dejar de hacer

esto o aquello. Pero, para acercarse a una

mayor comprensión del alcance moral del

término, la libertad se sitúa el acto de

optar, entre: lo bueno que representa usar

las medidas de autoprotección para preservar

la salud y la vida, o lo malo que

correspondería dejar de usarlas voluntariamente

exponiendo los bienes ya mencionados,

eligiendo lo bueno. Pero,

además, el hombre libre tiene el deber de

optar por las acciones que propenden al

bien.

Dicho de otro modo, el hombre libre, al

tener la posibilidad de optar, elige por

ejemplo, no acudir a una fiesta clandestina

o cumplir con las medidas de protección

básica reconocidas como eficaces en la

prevención de la enfermedad.

La libertad permite que el hombre se

auto determine moralmente, es decir

que elija si quiere o no ser una persona

buena o mala, según sea la cualidad de

los actos libremente elegidos.

Entonces, lo relevante es preguntarse

¿de qué sirve al hombre, ser libre?


24

El hombre experimenta paz y felicidad cuando

actúa conforme al bien. Además, el bien tiene un

efecto difusivo, una vez que se experimenta el bien,

el anhelo del ser humano es compartirlo con otros

de su comunidad.

Entonces, cabe preguntarse ¿qué hace que

la persona no se detenga ante acciones

contrarias al bien? es que acaso, ¿está

fallando el razonamiento al juzgar la realidad?

o juzgándola adecuadamente, ¿decide

jugar a la ruleta rusa? Puede ser que

haya atenuantes y que reduzcan la responsabilidad

ante sus actos, como la ignorancia,

la falta de reflexión o la escasa percepción

del daño, pero ninguna de ellas borrará

el mal, representado por la enfermedad,

la muerte y el sufrimiento. Ser consciente

de un daño infligido al otro, pudiendo

haberlo evitado, generará probablemente

dolor y tristeza en el alma.

Para concluir, otra verdad que se impone

por sí misma, es la naturaleza social – relacional

del hombre, que reconoce que la

felicidad no se alcanza aislándose de los

demás, sino que aun cuando mantenga la

distancia física respecto de ellos, permanece

unido en el espíritu, por lo que sufre

ante sus padecimientos y se alegra ante

sus logros. Es una oportunidad que, pese a

las restricciones impuestas por la autoridad

sanitaria que pueden ser difíciles de

aceptar, vale la pena acatarlas por un bien

superior, para ser mejor persona, más

humana… valorando y cuidando la propia

vida y la del otro, como un gran don.

Porque eres libre, puedes elegir amar.

Carmen Gloria Fraile Duvicq

Académica Facultad de Teología y

Filosofía UCSC


25

Presentación directorio 2021

Fundación Educacional Cristo Rey La Asunción

Durante los últimos días de marzo se dio a

conocer el nombre de los nuevos integrantes

del directorio de la Fundación Educacional

Cristo Rey La Asunción. Por otro

lado, la tarea de sus miembros se vincula

con el objetivo de entregar una educación

de excelencia, evangelizar en colaboración

con la familia y servir para construir una

sociedad más justa, humana y solidaria.

En este marco, Jorge Fuentealba, presidente

del directorio de la Fundación Educacional

Cristo Rey La Asunción, comentó

que asumió este nuevo desafío con

mucha alegría debido a la confianza otorgada

por parte de Monseñor Fernando

Chomali.

“Sin duda representa un desafío no

menor estar en el área de la educación

en este escenario lleno de

vicisitudes producto de la pandemia”

Asimismo, añadió: “Por lo mismo, pondré

al servicio de esta comunidad mi experiencia

y espero aportar desde mi conocimiento

al desarrollo y crecimiento de esta gran

comunidad con compromiso y convicción

en los valores cristianos, centrándonos en

los alumnos y en su desarrollo integral”.

Jorge Fuentealba

Presidente del directorio

de la Fundación Educacional

Cristo Rey La Asunción

Hoy, Fuentealba se desempeña como

director de la sede San Andrés de Duoc

UC, institución de educación profesional

técnica con más de 7 mil estudiantes y

700 docentes y administrativos en la

Octava Región.


26

Respecto del escenario que actualmente

enfrenta el mundo educativo, el también

ingeniero Civil Industrial de la UC manifestó

que “debemos considerar los aprendizajes

que surgen de este contexto mundial, transformar

en oportunidades este nuevo cambio

de paradigma que nos lleva a repensar y reinventarnos

ante un escenario global en constante

transformación”.

En esa línea, reparó en que la transformación

llegó a la educación, apresurada por

las características propias de la crisis sanitaria.

“Eso lleva a repensar las formas tradicionales

para así innovar y darle un buen uso

para la formación de nuestros estudiantes.

También, debemos cultivar intensamente las

relaciones humanas, de modo de generar en

los estudiantes experiencias transformadores

en cada instancia”, dijo.

Directorio 2021

Marisol Henríquez se desempeña como

académica en el Departamento de Ciencias

del Lenguaje y Literatura de la Facultad

de Educación de la Universidad Católica

de la Santísima Concepción (UCSC)

desde hace más de 15 años.

En ese marco, al comentar sobre este nuevo

desafío en su carrera profesional explica que

lo asume “con mucha humildad, responsabilidad

y gratitud, con la esperanza de aportar

desde mi formación y experiencia académica”.

Henríquez posee una vasta experiencia profesional

desde el ámbito académico, investigativo

y de gestión. Bajo esa línea, comentó

que desde su punto de vista los desafíos que

actualmente enfrenta el mundo educativo

son diversos.

“Entre las prioridades está avanzar hacia una

educación de calidad, que sea más inclusiva y

equitativa. La educación en Chile tiene el reto

de disminuir las brechas y asimetrías en los

aprendizajes entre los diferentes establecimientos

educacionales”.


27

Tras esto, agregó:

“Todos los niños, niñas y jóvenes

tienen el derecho de recibir una

educación integral que los

prepare para vivir y enfrentar

una sociedad en transformación;

una educación que transmita

valores que nos ayude a

construir una sociedad más

justa, inclusiva y fraterna”.

Marisol Henríquez

Departamento de Ciencias

del Lenguaje y Literatura

de la Facultad de Educación de

(UCSC)

Actualmente, Claudio Silva, vicerrector de Administración y Finanzas de UCSC, y otro

de los nuevos miembros del directorio, destaca la oportunidad de trabajar en equipo.

“Recibo esta tarea con mucha responsabilidad y

entusiasmo y optimismo. Es la oportunidad de

trabajar de manera coordinada y cohesionada y

que nos brinda un espacio de poder hacer efectivo

un aporte al desarrollo de los Colegios de las

Fundaciones del Arzobispado de la Santísima

Concepción”.

En cuanto a los desafíos, explica que dichos retos

serán un punto de inflexión para su evolución: “La

competencia e individualismo, a veces exacerbado,

pone en riesgo el desarrollo de valores de

comunidad que deben prevalecer en una genuina

y verdadera formación y educación católica, que

contribuya a formar personas que puedan ser

parte y contribuir a una mejor sociedad”.

“La incorporación, acceso y la utilización adecuada

de herramientas tecnológicas en procesos

educativos, constituye un desafío, pero a su vez

una oportunidad para contribuir de manera

Claudio Silva González

Vicerrector de Administración

y Finanzas de UCSC

positiva a lograr avances significativos de calidad

en la formación de nuestros estudiantes”,

dijo Silva.


Adriana Fernández, delegada Episcopal para la Educación y la Cultura, es parte del

más reciente directorio de la Fundación Educacional, y respecto de su tarea comenta que

confía en la guía del Espíritu Santo.

“Asumo este servicio con mucha responsabilidad por la

oportunidad de ser un aporte a las comunidades educativas.

Al mismo tiempo, dispongo mi tiempo y habilidades

para trabajar colaborativamente junto a quienes

conformamos este directorio”.

En ese marco, identifica los desafíos del mundo educacional

con un cambio de paradigma “que permite

avanzar desde una enseñanza centrada en los contenidos.

Para la escuela católica, el desafío es continuar su

misión evangelizadora”.

Para cerrar, se refirió a los desafíos que actualmente

es necesario sortear.

28

Adriana Fernández

Delegada Episcopal para la

Educación y la Cultura.

“Que la educación sea una escuela de genuina fraternidad

que rompa la dominante dinámica individualista

de nuestra sociedad y que deja secuelas constantes de

marginación, pobreza y soledad (acrecentadas ahora

por la pandemia). Esta genuina fraternidad, vivida al

modo de las primeras comunidades cristianas, nos

permitirá servir más allá de nuestras fronteras sociales,

eclesiales e ideológicas”.

Finalmente, el Pbro. Mauricio Aguayo, señaló

que enfrenta un nuevo periodo como miembro

del directorio “con confianza, esperando

que el trabajo de equipo de los frutos que Dios

espera de nuestros colegios. Si este nuevo

equipo discierne en común lo que el Espíritu

pide a nuestra Iglesia, la presencia de Cristo

será más intensa en la Iglesia, en las comunidades

educativas y en cada familia que forma

parte de nuestros colegios”.

Pbro Mauricio Aguayo Quezada

Vicario Pastoral


29

VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Encuentros

Vicaría Pastoral para la Educación y

la Cultura organizó encuentros de

reflexión y escucha junto a estamentos

de Colegios de Iglesia.

Durante las primeras semanas de abril

la Vicaría Pastoral para la Educación y la

Cultura, en su férrea labor por incentivar

procesos educativos desde los criterios

del Evangelio, realizó diversas

jornadas de encuentro junto a todos los

estamentos de Colegios de Iglesia, tales

como profesores de religión, encargados

pastorales y orientadores.

En ese marco, durante la tarde del

jueves 15 de abril se llevó a cabo la

Misa de Envío de profesores de Religión,

instancia en la cual los docentes renovaron

su compromiso como agentes

evangelizadores, para así reafirmar su

amor y fe por Jesucristo.


30

VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Encuentros

Ariel Retamal, Coordinador Pastoral de

la Vicaría de Educación, se refirió a la

importancia de generar este tipo de

instancias, señalando que se trata de

una oportunidad para “encontrarnos con

el Señor, escuchar y acoger su palabra,

renovar nuestra compromiso como misioneros

evangelizadores a través del sacramento

de la Eucaristía. Al igual que los

primeros apóstoles, somos enviados por la

Iglesia en la misión de anunciar a Cristo

siendo sus testigos, ayudando a fomentar

en los estudiantes el conocimiento de

Dios”.

El también docente puntualizó en lo

que se espera de estos encuentros

apuntando a la relevancia de generar

lazos como comunidad. “La idea es

generar un trabajo colaborativo entre la

comunidad de profesores de Religión y

la Vicaría de Educación, donde cada uno

pueda disponer su experiencia al servicio

del otro, nutriendo su labor pedagógica

y así acompañarnos espiritualmente

a través de la oración y la escucha”.

Respecto de las diversas jornadas efectuadas,

Retamal comentó que el objetivo

radicó en “mejorar sus prácticas

educativas a través de la adquisición de

herramientas pedagógicas y didácticas,

para que puedan potenciar su labor

como profesores de religión católica,

aprovechando las oportunidades que

nos entrega la posibilidad de encontrarnos

virtualmente”.

Ariel Retamal

Coordinador Pastoral de la

Vicaría de la Eduación


31

VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Encuentros

Coordinadores pastorales

La jornada junto a los Coordinadores Pastorales

de Colegios de Iglesia tuvo por fin

conocer cuáles son sus necesidades y

cómo la Vicaría de Educación puede

responder a estas.

En esa línea, Patricia Rubilar se desempeña

como Coordinadora Pastoral en el Instituto

de Humanidades Monseñor José

Manuel Santos y desde su perspectiva los

encuentros organizados por la Vicaría

responden a la necesidad de reencuentro,

dado el contexto de pandemia. “Es el

momento de reencuentro con personas

conocidas o el de conocer a alguien que se

está integrando al equipo pastoral de algún

Colegio de Iglesia, es el momento de compartir

experiencias y así saber del otro”.

Tras lo anterior, agregó: “En tiempos donde

solíamos ir a Casa Betania a compartir un

café, un momento de oración. También,

donde dejábamos de lado el ajetreo diario,

tantas responsabilidades. Hoy nos reunimos y

analizamos algún tema, donde todas las

opiniones son escuchadas y llegamos a un

consenso. Todo esto nos hace ver lo que estamos

haciendo como pastoral, lo que nos falta

o lo que aún se puede lograr”.

Patricia relató que siempre ha sentido una

enorme responsabilidad por cumplir de

buena manera su labor como coordinadora

de un colegio con un proyecto educativo

pastoral. En esa línea, comentó que estos

encuentros le permiten aprender y mejorar

en su rol profesional:

Patricia Rubilar

Coordinadora Pastoral en el Instituto de

Humanidades Monseñor José Manuel

Santos

“Toda mi vida he participado en la Iglesia,

pero es diferente llevar la fe a familias que

buscan educar a sus hijos, donde existe una

opinión de la Iglesia Católica y es sin duda un

gran desafío mostrar el amor de Dios. A través

de este tipo de encuentros, organizados por la

Vicaría, es donde uno encuentra fortaleza en

las visiones o experiencias vinculadas al

mismo reto, me he sentido muy acompañada

y agradezco la posibilidad de ser parte de esta

comunidad”, cerró.


VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Encuentros

32

Orientadores

Por otra parte, el martes 13 de abril se

llevó a cabo la reunión junto a los Orientadores

de Colegios de Iglesia, instancia en

la que se priorizó el diálogo dado el contexto

actual.

“Favorece tremendamente el hecho de tener

siempre presente la acción desde la fe y los

valores cristianos, lo que es necesario plasmar

en cada uno de nuestros planes o actividades”,

dijo.

Lorena Mendoza, orientadora del Colegio

Margarita Naseau, explicó que los distintos

encuentros han sido un apoyo fundamental

a las distintas labores que ha

tenido que desempeñar en tiempos de

pandemia, pues dan una guía para generar

acciones que vayan en favor de todos

los integrantes de la comunidad educativa.

Mendoza reparó en el rol de acompañamiento

que ha adquirido la Vicaría de Educación

durante este periodo: “Personalmente,

creo que los encuentros y las actividades

que se han realizado desde la Vicaría de

Educación han sido muy significativos, ya

que han estado presentes de manera activa y

constante durante todo este difícil y desafiante

periodo”.

Asimismo, añadió: “Han presentado una

actitud cercana y de contención, lo cual se

agradece. Cada encuentro permite una

instancia de reflexión, aprendizaje sobre

diferentes temas y por sobre todo un sentir

común”.

Lorena Mendoza

Orientadora del Colegio

Margarita Naseaus


33

VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Profesores de Religión

participan en Misa de

Envío online

Durante la tarde de este jueves 15 de abril de 2021, a las 17.00 horas, se

conmemoró la tradicional Misa de Envío de profesores de Religión.

La celebración litúrgica fue presidida por el Pbro. Mauricio Aguayo, asesor

Pastoral de la Vicaría para la Educación y la Cultura.

La eucaristía se llevó a cabo a través de la

plataforma Zoom, con el propósito de generar

un espacio de intimidad y recogimiento

espiritual junto a la comunidad educacional.

La instancia contó con la participación de

cerca de 100 docentes, quienes participaron

activamente de la instancia reflexiva.

En su homilía, el Pbro. Mauricio Aguayo

mencionó que en estos tiempos, con la

fatiga que implica estar tras estar en una

pantalla, se necesita la paciencia que tendría

Jesús en el caso de que él estuviera en

una situación similar.

“Resulta complejo cumplir con

esta labor cuando estamos

frente a estudiantes que

muchas veces no desean estar

donde lo están”.

Tras esto, añadió: “Es un desafío ser capaz de

llevar la presencia de Jesús, ya que muchos de

ustedes son el único vínculo entre Cristo y los

jóvenes y niños. Debemos pedirle a Dios la capacidad

de renovarnos. Uno de los atributos que el

Papa destaca de José es la valentía creativa.

Cuántas veces hemos debido enfrentar situaciones

inéditas, sin tener una explicación de cómo

vivirla. Para ello, Dios ha puesto en nosotros

cualidades y confía en que vamos a actuar acordar

a esas capacidades. Tenemos que atrevernos,

sin limitarnos”.

Por otra parte, el sacerdote señaló que el

desafío que hoy existe probablemente irá

más allá de esta pandemia. “La idea es que lo

que le estamos ofreciendo al Señor no se acabe

con el fin de las restricciones, sino que se trata

de un nuevo modo de entrar al corazón de niños

y jóvenes, y también de los adultos, padres y

apoderados”.


VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

34

Asimismo, se refirió a la importancia del

amor en tiempos tan complejos. “El mensaje

de salvación y la experiencia de amor es lo

único que le puede dar sentido a este mundo

tan convulsionado para devolver la esperanza

a quienes la necesiten. Quizás ustedes han

experimentado fatigo, dolor y confusión. No

se desanimen, Él no anula nuestra vida y

quiere mostrarnos que eso que hoy nos hace

sufrir no es la última palabra, pues Él está

junto a nosotros día a día”.

En un momento muy especial, los profesores

ofrecieron sus dones representados a

través de diferentes símbolos vinculados a

su labor: un computador, una Biblia y el

nuevo programa de Educación Católica,

guía del proceso de formación de todos los

estudiantes de colegios de Iglesia.

Finalmente, el Pbro. Mauricio Aguayo pidió

a los asistentes a responder una serie de

preguntas, cuyo propósito radicó en renovar

su compromiso como agentes evangelizadores

y reafirmar su amor y fe por Jesucristo.


35

VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

Seminario EREC 2021:

exitosa primera jornada

de formación docente

Durante la tarde del lunes 5 de abril de 2021, a eso de las 17.00 horas, inició la

primera fase del Seminario sobre Educación Religiosa Escolar Católica (EREC) 2021.

La jornada tuvo como propósito la formación docente respecto de los fundamentos

de la nueva Priorización Curricular de la asignatura Religión Católica.

En ese marco, el encuentro surgió gracias

a los esfuerzos de la Vicaría Pastoral

para la Educación y la Cultura, la

Universidad Católica de la Santísima

Concepción, la Universidad Católica de

Temuco y la Universidad Católica del

Maule.

Adriana Fernández, delegada Episcopal

para la Educación y la Cultura, fue la

encargada de dar la bienvenida a los

más de 40 asistentes.

“La idea es poder apoyarlos de la

mejor manera posible en su labor profesional.

También, agradecer la disposición

de mantenerse al día, capacitados

y así conocer el nuevo programa

que les brindará herramientas necesarias

en este contexto”.

En esa línea, Fernández extendió los saludos

y agradecimientos de Monseñor Fernando

Chomali a cada uno de los asistentes: “Él

valora mucho su labor como profesores de

religión, sabe que son la presencia de Dios

para muchos estudiantes en cuyas casas no

se habla de Dios. Sin embargo, ustedes los

acercan al Evangelio”.

Posteriormente, Javier Espinoza San Juan,

animó a los docentes en este nuevo desafío,

centrando su mensaje en la perseverancia.

“El llamado es a ser perseverante, así que

felicidades por involucrarse activamente en

su formación continua y permanente como

docentes”.


VICARÍA

PARA LA

EDUCACIÓN

36

“Esta instancia cuenta con cuatro fases

de capacitación, en la que se abordarán

diversas aristas, tales como los fundamentos

del programa, la actualización

disciplinar, la construcción de elementos

curriculares y el trabajo interdisciplinar”,

añadió.

Este primer encuentro estuvo a cargo de

la docente Hilda Cifuentes, jefa de carrera

de Pedagogía en Religión de la Universidad

Católica del Maule, quien abordó

los contenidos alusivos a la fase 1: “Fundamentos

pedagógicos y disciplinares

de las Bases Curriculares y Programa

de Estudio de la asignatura de Religión

Católica”.

La docente explicó que la invitación es

“a mantenerlos cognitivamente activos,

de tal manera que vayan encontrando el

sentido a este nuevo currículum que dará

el espacio para mejor el aprendizaje de

nuestros estudiantes”.

La instancia formativa está dividida en

cuatro fases, de tres módulos cada una.

La primera fase se realizará este 5, 6 y

7 de abril, desde las 17.00 hasta las

18.30 horas.

Mientras que la segunda fase está programada

para la tercera semana de

abril: 19, 20 y 21 en el mismo horario.

La tercera y cuarta fase iniciarán en

mayo, la primera (3, 4 y 5) y segunda

(17, 18 y 19) semana, respectivamente.


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