Equipos_calibracion (2)
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insuficiente cantidad de plaguicida o bien una sobredosificación del mismo, que en
el caso de herbicidas se traducen en fallas en el control o bien fitotoxicidad al
cultivo por exceso de producto.
En aplicaciones al follaje, frecuentemente el plaguicida no se deposita
adecuadamente sobre las hojas, ya sea porque las gotas no alcanzan a impactar
sobre las superficies; impactan y rebotan; o bien, que por su tamaño resbalan. En
los tres casos anteriores la aplicación es mala, ya que no se logra depositar una
película uniforme de plaguicida sobre la superficie de follaje tratada. Es importante
conocer si el producto es de contacto o de acción sistémica; en el primer caso, se
debe lograr suficiente cubrimiento de las plantas, se recomiendan 50 gotas/cm 2 ,
de no ser así, la acción del herbicida será deficiente. Para producto sistémicos
basta que sobre cada planta se deposite suficiente herbicida, para que éste se
mueva y lleguen hasta el sitio de acción; no obstante, se recomienda revisar que
sobre el follaje se deposite al menos una cobertura de entre 10 y 20 gotas/ cm 2 .
Mezcla de aspersión
Antes de agregar los plaguicidas al agua que se usará en la mezcla de aspersión,
debe revisarse la calidad de ésta, en algunos casos cuando sea alcalina, será
necesario acidificarla; si es dura (más de 320 ppm de cationes), será conveniente
agregarle ablandadores para evitar que parte del ingrediente activo sea inactivado.
Posteriormente, habrá que revisar que las gotas se extiendan y formen películas,
de no ser así, las gotas resbalarán y se perderán. Comúnmente la cera cuticular
de las hojas de las plantas, ocasiona repelencia hacia el agua que es usada como
vehículo, haciendo que las gotas conserven su forma esférica, no se extiendan y
escurran. El tipo y cantidad de pelos existentes sobre la superficie de las hojas
dificultan también el mojado. Los surfactantes o tensoactivos con propiedades
humectantes, puede hacer que los líquidos asperjados reduzcan su tensión
superficial, y con ello las gotas disminuyan su ángulo de contacto y se extiendan
formando una película sobre las superficies.
Todos los herbicidas (de contacto y sistémicos) y demás agroquímicos aplicados
al follaje (insecticidas, funguicidas, fertilizantes foliares etc.) que deban atravesar
la cutícula, pared celular y membrana plasmática de las células para llevar a cabo
su actividad pueden incrementar su acción al agregarles coadyuvantes
penetrantes; dichas sustancias pueden ser necesarias cuando las condiciones del
medio no son propicias para el crecimiento de las plantas (baja humedad relativa,
baja humedad del suelo y altas temperaturas) ya que las capas de cera se
compriman entre si, y los estomas se cierran para proteger a la planta de la
deshidratación, ello ocasiona dificultad para que los herbicidas penetren y se
transloquen. Existen formulaciones comerciales que requieren que se les adicione
estos coadyuvantes para que tengan actividad. No obstante, debe ponerse
atención, que el exceso de “penetrante” puede ocasionar daños a los cultivos, al
hacer que se incremente la cantidad de agua transpirada por reducción de las
cubiertas protectoras de las hojas, o que se pierda selectividad al no lograr la
planta destoxificar el exceso de herbicida que penetra.