Equipos_calibracion (2)
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posemergentes cuando se tiene exceso de follaje y se quiere asegurar el máximo
cubrimiento. Las de chorro "Turbojet" presentan ángulos de 110°, los extremos
son decrecientes facilitando el traslape; producen gotas grandes y son útiles para
reducir la deriva. Las "DGTEEJET" o de antideriva producen gotas grandes y se
emplean con productos de alta volatilidad, existencia de viento o altas
temperaturas. Las "Off Center" (OC) o fuera de centro, forman el abanico hacia
uno de los lados, y son útiles para aplicar bandas de plaguicida sobre la base las
plantas, sin pasar el centro de la boquilla por encima de ellas.
Boquillas de cono hueco
Las boquillas hidráulicas de “cono”, son utilizadas para aplicar insecticidas y
funguicidas sobre follaje de plantas. Con este tipo se tiene penetración del
plaguicida al interior del follaje, ya que un mismo punto puede ser alcanzado bajo
diferentes direcciones, a diferencia de las de abanico que sólo presentan una
dirección. Las boquillas Cde cono hueco estándar o cono ajustable, son las más
comunes en las aspersoras manuales, existentes en el mercado, con ellas se
puede asperjar desde chorros de gotas muy grandes y volúmenes altos, hasta
espectros tipo nube de gotas pequeñas sobre el follaje de plantas, con volúmenes
bajos.
Cobertura y volumen de aspersión
Se llama así, al porcentaje o proporción de la superficie cubierta por las gotas
asperjadas, y al número de gotas por cm 2 que se depositan sobre un objetivo
particular. La importancia que esto reviste es la siguiente: los productos de
contacto (paraquat, glufosinato de amonio, etc.) requieren coberturas lo más
grande posible sobre objetivo, ya que no presentan movilidad dentro de las
plantas, y aunque se aplique la dosis recomendada, si no existe buen cubrimiento,
sobre el follaje puede obtenerse mal control. Los productos de acción sistémica
(glifosato, 2,4-D, dicamba, etc.) no requieren de un completo cubrimiento sobre el
follaje para tener buena acción, basta con que se depositen en cada planta un
organismo, la cantidad suficiente de plaguicida para llevar cabo la acción
biológica.
La cobertura que se logra depositar sobre un objetivo varía en forma proporcional
al volumen de líquido asperjado; sin embargo, al incrementar los volúmenes de
aspersión (litros por hectárea) la productividad del equipo aplicador (hectáreas por
hora) disminuye considerablemente. Comúnmente los agricultores buscan "la
efectividad del plaguicida" saturando por completo el follaje de las plantas
tratadas, provocando con ello que mucho del plaguicida asperjado escurra al suelo
y se pierda. Por ejemplo, si con 200 litros ha -1 de volumen de aspersión es
suficiente para saturar el follaje del cultivo o maleza tratada, al incrementar el
volumen de aspersión a 400 litros litros ha -1 para asegurar un completo
cubrimiento, solamente la mitad de líquido asperjado será retenido, y por tal
motivo, sólo la mitad de del producto tendrá acción biológica, existiendo la
posibilidad de un mal control.