La Placeta de Lorca nº82 - Mayo 2021
Mayo mayea y aquí estamos. En este número primaveral no nos hemos ido de viaje pero hemos querido saber qué opinaban de la ciudad los primeros viajeros que pasaron por Lorca. Lo hemos hecho aprovechando que Lorca estará en Fitur con una oferta en la que Alfonso X tiene un protagonismo especial en el 800 aniversario de su nacimiento. María Jesús Caro nos presenta su nuevo poemario, al igual que Antonio Ortuño y su hijo Adrián. Todas nuestras secciones con nuevos contenidos y las reseñas de nuestras bibliotecarias en las que nos abren un mundo de posibilidades a todo tipo de historias para adultos y niños. Disfruten.
Mayo mayea y aquí estamos. En este número primaveral no nos hemos ido de viaje pero hemos querido saber qué opinaban de la ciudad los primeros viajeros que pasaron por Lorca. Lo hemos hecho aprovechando que Lorca estará en Fitur con una oferta en la que Alfonso X tiene un protagonismo especial en el 800 aniversario de su nacimiento. María Jesús Caro nos presenta su nuevo poemario, al igual que Antonio Ortuño y su hijo Adrián. Todas nuestras secciones con nuevos contenidos y las reseñas de nuestras bibliotecarias en las que nos abren un mundo de posibilidades a todo tipo de historias para adultos y niños. Disfruten.
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OPINIÓN 39
Lorca no debería vivir de espaldas a su patrimonio
Jes˙s López Molina
Presidente del Foro Casco Histórico de Lorca
Ya el profesor Horacio Capel Sáez, en su libro Lorca, capital subregional,
editado por la Cámara de Comercia de Lorca en el año 1965,
decía que “Lorca no puede vivir de espaldas al mar”. Y hoy más de
cincuenta años después con solo mirar nuestra costa podemos darnos
cuenta la razón que tenía.
Algo parecido o aún peor nos puede pasar con nuestro Casco
Histórico o conjunto monumental, que fue declarado conjunto histórico-artístico
el 5 de marzo de 1964, pero poco influyó esta aprobación
para que se tomaran medidas de protección y conservación
por la administración municipal. Tuvo que ser la Ley de Patrimonio
Histórico Español de 1986 la que obligara a los municipios a elaborar
un plan de protección de los conjuntos históricos artísticos, por
lo que el ayuntamiento de Lorca no tuvo más remedio que mandar
elaborar un Plan de Protección y Rehabilitación Integral del sector
II del casco histórico, donde se definen las medidas de conservación
y protección de esta parte del casco histórico, ya que el sector I está
sometido a otras figuras de gestión urbanística denominadas PERI
(Plan especial de reforma Interior).
Y una vez más se tardaron más de catorce años en que se
aprobara definitivamente este PEPRI (marzo 2000) con la consiguiente
pérdida de una parte del patrimonio y un incremento del
deterioro de otra parte, a la que se unió un importante rechazo de
los promotores de viviendas ya que consideraban la norma muy
restrictiva para sus intereses. Hoy treinta y cinco años después de
que la Ley de Patrimonio Histórico obligara a los ayuntamientos
a aprobar una normativa de protección, podemos decir que sin el
actual PEPRI nuestro casco historio habría desaparecido y solo
quedaría un catálogo de algunos edificios catalogados con BIC
(Bien de Interés Cultural).
Con los cambios producidos en estos últimos años en el campo
de la política local y empresarial, parece ser que algo se ha movido
en torno a la sensibilización por recuperar nuestro patrimonio, y
desde distintos sectores sociales se están impulsando ideas e iniciativas
para que la administración municipal y regional, se sensibilicen
con el problema y la necesidad de solucionarlo.
Uno de estos movimientos sociales surge de un grupo de profesionales
lorquinos de distintos ámbitos y actividades que “no
quieren vivir de espaldas a nuestro patrimonio” por lo que, asociados
a un Foro de opinión, pretenden luchar por la rehabilitación y
puesta en valor de nuestro patrimonio ya que lo consideren pieza
fundamental para la reactivación económica de nuestro municipio.
Hemos de frenar su deterioro y desde un análisis en profundidad,
realizar un Plan Integral del casco histórico, que, con presupuesto
anual, con la ayuda de las administraciones públicas y con
un equipo profesional integrado en una Fundación haga posible que
en los menos años posibles los lorquinos podamos sentirnos orgullosos
de nuestro patrimonio histórico y dejarlo en las mejores condiciones
para futuras generaciones.