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REVISTA DIFUSIÓN BIOÉTICA
PROGRAMA DE BIOÉTICA
FUNDACIÓN ATENEA-FAAC
Año 5, Número 18, Volumen 5, Julio 2021
REVISTA DIFUSIÓN BIOÉTICA
ES UNA PUBLICACIÓN DEL PROGRAMA DE BIOÉTICA DE LA
FUNDACIÓN ATENEA A. C. (FAAC)
Compiladores de los artículos
Célida Godina Herrera
Jesús Rodolfo Santander
Ilustración de portada:
HTTPS://WWW.ISTOCKPHOTO.COM/ES/VECTOR/BLANCO-Y-NEGRO-
HYPNOTIC-ESPIRAL-GM977716906-265813849
DATOS DE LA FAAC
Sección d núm.16 Col. Unidad Guadalupe, C. P. 72560
Puebla, Puebla, México.
CORREO: faac@fundacionateneaonline.com.mx
PAGINA WEB: www.fundacionateneaonline.com.mx
TEL. 222 960.38.97
PUBLICADO BAJO LA LICENCIA DE PRODUCCIÓN DE PARES
ATRIBUCIÓN · COMPARTIR BAJO LA MISMA LICENCIA · NO
CAPITALISTA
2
ÍNDICE
PRESENTACIÓN 7
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE EN EL MUNDO
VALENTIN KATASANOV / LA HORRIBLE DISTOPÍA
DE UN COMEDIANTE BRITÁNICO 9
SERGIO FERRARI / GANANCIAS MULTIMILLONARIAS
DEL SECTOR FARMACÉUTICO MUNDIAL PIRATAS
PANDÉMICOS 18
PEDRO GULLÓN TOSIO / LA COVID SÍ ENTIENDE DE
CLASES SOCIALES 26
ALFREDO ZAIAT / EL CAPITALISMO CAMINA HACIA EL
TECNOFEUDALISMO 32
JAUME PORTELL CAÑO / ¿QUÉ TIENE QUE VER UN ERTE
EN PALENCIA CON LA GUERRA FRÍA ENTRE CHINA Y
ESTADOS UNIDOS? 44
MANUEL G. PASCUAL / EL MÓVIL, EL ARMA DE
ESPIONAJE DEFINITIVA QUE LLEVAMOS EN
EL BOLSILLO 53
SILVIA RIBEIRO / EL ALTO COSTO DE LA MALA
COMIDA 60
ALLISON DANIEL / «COMO RATAS DE LABORATORIO»64
3
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE ESPECIALMENTE EN
NUESTRA AMÉRICA
ARAMA HARONIAN / LA PANDEMIA DE LOS
COVIDIOTAS 72
SERGIO FERRARI / LA PANDEMIA JAQUEA
AL EMPLEO 78
ELDA MONTIEL / AMÉRICA LATINA: 4.555 MUJERES
VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO 85
DW / COLOMBIA: LA MAQUINARIA DE LA GUERRA QUE
PRODUCE MERCENARIOS 92
LEONARDO BOFF/ AGUA: ¿FUENTE DE VIDA O
FUENTE DE LUCRO? CONTRA LA PRIVATIZACIÓN
DEL AGUA 98
NAHUEL LAG / LA SOCIEDAD ARGENTINA DE
PEDIATRÍA CONFIRMÓ EL DAÑO QUE PRODUCEN
LOS AGROTÓXICOS EN LOS NIÑOS 105
NICOLÁS DE LA BARRERA / MERCURIO Y PLOMO
AMENAZAN A LA POBLACIÓN EN
AMÉRICA LATINA 120
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE ESPECIALMENTE EN
MÉXICO
ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ / DECLARACIONES
DE ALICIA BÁRCENA, SECRETARIA EJECUTIVA
DE LA CEPAL 126
4
FSEMlac / TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS
NO REMUNERADO REPRESENTA 23,5 POR
CIENTO DEL PIB 129
MANIFIESTO POR LA VIDA 132
LUIS TAMAYO PÉREZ/ DETENER EL CRECIMIENTO
DESTRUCTOR 137
FRANCISCO ASTUDILLO PIZARRO / HACIA UNA
DEMOCRACIA SOCIOAMBIENTAL 142
VÍCTOR M. TOLEDO / NATURALEZA, COVID-19 Y
MIEDO DE ESPECIE 148
HUGO ABOITES / CONSULTA, QUE ALGO QUEDA 151
MISCELANEA CULTURAL
HERBERT MARCUSE / HERBERT MARCUSE Y LAS
REVUELTAS ESTUDIANTILES DE 1968: UNA
CONFERENCIA INÉDITA 156
DIEGO S. GARROCHO / EDUCAR ES RESISTIR 185
REYES MARTÍNEZ TORRIJOS / VIVIMOS LA GRAN
AVENTURA HUMANA, EXPRESA EDGAR MORIN EN
HOMENAJE POR SU CENTENARIO 188
BEGOÑA ROMÁN MAESTRE / OCHO CRITERIOS ÉTICOS
PARA VALORAR LOS AVANCES TECNOCIENTÍFICOS 194
AARON FREEDMAN / SIMONE BILES NO NOS DEBE
NADA 199
5
ENTREVISTAS
MAURICIO VICENT / ENTREVISTA AL PERIODISTA Y
ESCRITOR IGNACIO RAMONET 205
GUSTAVO NORIEGA / ENTREVISTA A EDUARDO
WOLOVELSKY 212
LUIS MARTÍNEZ ANDRADE / EL MARXISMO
HAITIANO, CLAVE DEL SOCIALISMO
LATINOAMERICANO. UNA ENTREVISTA A: YVES
DORESTAL 232
MIXAR LÓPEZ / UNA CHARLA SOBRE PORNOGRAFÍA
CON NAIEF YEHYA 247
MANUEL ANSEDE / FRANCES ARNOLD, DE
TAXISTA A NOBEL DE QUÍMICA: “LA VIDA ES
LARGA, PUEDES TENER MUCHAS VIDAS
DIFERENTES” 252
RESEÑAS
LUIS CARLOS MUÑOZ SARMIENTO / LA SAL DE LA
TIERRA (2014): SEBASTIÃO SALGADO Y SU
EMPATÍA CON LA CONDICIÓN HUMANA 261
POEMA
PAUL VALÉRY: EL CEMENTERIO MARINO 292
DOSSIER
CAPITALISMO Y CAPITALISMO VERDE 297
6
Presentación
Las lecturas que deseamos compartir en este número doble son artículos
que hemos seleccionado sobre cosas que pasan en el mundo y que nos
interpelan. Son velas y espejos, luz que nos ayuda a comprender lo que
acontece en nuestro entorno cercano y más allá de él. No queremos
dejar pasar estas publicaciones sin destacarlas, por el valor que tienen
para aclarar lo que sucede en el torbellino del mundo actual.
Los compiladores
“El pensar es la acción del filósofo”.
“Las situaciones concretas de la vida deberían ser el punto de partida
de toda filosofía, y su punto de retorno”.
Jesús Rodolfo Santander
“La revolución no es un tren que se escapa. Es tirar del freno
de emergencia”
“Que ‘las cosas continúen así’ es la catástrofe”.
Walter Benjamin (1892-1940)
“La rana no bebe el agua de la charca en la que vive”
Proverbio siux
“Los bosques preceden a las civilizaciones. Los desiertos las siguen”
F.-R. de Chateaubriand (1768-1848)
7
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE
ACONTECE EN EL MUNDO
8
LA HORRIBLE DISTOPÍA DE UN COMEDIANTE BRITÁNICO
VALENTIN KATASANOV
Fuentes: Fondsk
El escritor inglés Jerome K. Jerome (1859-1927) es mundialmente
conocido por su conocida novela «Three Men in a Boat (To Say Nothing
of the Dog)». Ninguna de sus otras obras alcanzó una fama equivalente
a la de esta novela. Pero Jerome escribió cuentos muy interesantes, uno
de ellos se titula La nueva utopía y fue publicado hace unos 130 años.
Este cuento corto describe la clásica distopía que hoy conocemos, siendo
escrita en la distendida atmósfera europea de finales del siglo XIX. Sin
9
duda, Jerome captó la esencia de muchas de las corrientes de
pensamiento europeo de su época, las cuales hacían énfasis en el
igualitarismo. En un primer momento este igualitarismo era de carácter
socioeconómica (igualdad en los ingresos y en el estatus de la
propiedad) y luego fue extendiéndose gradualmente a todos los
aspectos de la vida humana.
La historia comienza narrando como el protagonista, cuyo nombre es
desconocido, cena junto con sus mejores amigos en el National Socialist
Club de Londres. El tema de conversación es la estructura que podría
tener una sociedad ideal. El modelo de esta sociedad lo han discutido
cientos de veces y constantemente vuelven a repasarlo: “La igualdad de
toda la humanidad era su consigna –igualdad perfecta en todo–,
igualdad en posesiones e igualdad en posición e influencia, e igualdad
en los deberes, lo que daría como resultado la igualdad en la felicidad y
la satisfacción. El mundo pertenecía a todos por igual y tenía que estar
igualmente dividido. El trabajo de cada hombre no era propiedad de él,
sino del Estado, que lo alimentaba y vestía; y tenía que ser aplicado, no
para su propio engrandecimiento, sino para el enriquecimiento de la
raza”.
Después de la cena, el protagonista se duerme en su casa y vuelve
despertarse mil años después. La humanidad ha estado protegiendo a
nuestro héroe durante todo ese tiempo y lo ha colocado en el “Museo
de las Rarezas” con la esperanza de que algún día despierte. La primera
persona con la que se encuentra el protagonista al despertar de su
10
sueño es un “señor” de aspecto agradable que trabaja en el museo. Él
se convierte en el guía de nuestro héroe y le dice lo siguiente: “Mientras
usted dormía, nos hemos ocupado a fondo de las cosas y ahora
acabamos de hacer que esta tierra sea más o menos perfecta, diría yo.
A nadie se le permite hacer nada equivocado o tonto, y en lo que
respecta a la igualdad, somos más iguales que las gotas de agua».
En su recorrido por la ciudad el protagonista cree que se encuentra
siempre con las mismas personas. “Todos estaban vestidos, al igual que
mi guía, con pantalones grises y una túnica gris estrechamente
abotonada alrededor del cuello y sujeta al talle por un cinturón. Todos
los hombres estaban pulcramente afeitados y tenían pelo negro”. El
protagonista cree que todos son gemelos, pero resulta que el guía le
explica que en realidad a todos ellos se les ordenó que se tinturaran el
pelo de negro porque eso fue lo que decidió la mayoría.
Además, el protagonista señala que solo hay hombres en esta ciudad,
por lo que le pregunta a su guía dónde están las mujeres. El guía le
responde que las mujeres estaban entre la multitud y que existe
aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres en la
sociedad. Lo que sucede es que todos se visten y se pintan el pelo del
mismo color, pero se puede distinguir a un hombre de una mujer por el
número que lleva gravado en el metal que tienen en el cuello: las
mujeres tienen números pares y los hombres tienen números impares.
11
Por otra parte, el protagonista descubre que las personas han dejado de
tener nombres personales y en su lugar solo son designados por
números. Los nombres eran una fuente de desigualdad, le explica el guía
al protagonista:
– “¡Oh, los nombres daban lugar a tanta desigualdad! Alguna gente se
llamaba Montmorency y miraban despectivamente a los Smith; y los
Smith no querían mezclarse con los Jones; de forma que, para
ahorrarnos problemas, se decidió abolir los nombres por completo y
darle a todo el mundo un número”.
– “¿Se opusieron a ello los Montmorency y los Smith?”
– “Sí, pero los Smith y los Jones estaban en MAYORÍA”
No obstante, los números también son desiguales y tienen muchas
diferencias: ¿cómo resolvían ese problema? El guía le explica al
protagonista que cuando todavía existía el concepto de “riqueza” dentro
de la sociedad los números tenían valores distintos y un millón era
superior a cien o a diez. Pero cuando la riqueza fue abolida, todo mundo
comenzó a ser indiferente ante el valor de los números: “ahora el
número 100 no se considera en absoluto superior al número 1.000.000”.
Mientras más va conociendo la realidad de esta utopía, mayor es el
miedo que empieza a apoderarse del protagonista. Hace mucho calor en
la ciudad y el protagonista quiere lavarse en algún sitio. El guía le dice
que no puede y debe esperar un poco:
12
– “No, no podemos lavarnos. Tiene usted que esperar hasta las cuatro
y media y entonces lo lavarán para la hora del té”
– “¿Me lavarán?”, grité. “¿Quién me lavará?”
– “El Estado”
Resulta que todas las personas deben lavarse por igual y nadie puede
estar más limpio o más sucio:
“[El guía] me dijo que habían llegado a la conclusión de que no podían
mantener su igualdad si se permitía a la gente lavarse a sí misma.
Algunos se lavaban tres o cuatro veces al día, mientras que otros nunca
tocaban el jabón y el agua desde un fin de año hasta el siguiente. Y, en
consecuencia, llegaba a haber dos clases diferentes, los Limpios y los
Sucios, y así comenzaban a revivir los viejos prejuicios de clase. Los
limpios despreciaban a los sucios y los sucios odiaban a los limpios, por
lo que, para terminar con las disensiones, el Estado decidió hacer el
lavado él mismo y ahora unos funcionarios nombrados por el gobierno
lavaban a cada ciudadano dos veces al día y estaba prohibido el lavado
privado”.
Los creadores de este “mundo feliz” descubrieron que no solo era
necesario corregir los “malos hábitos” de las personas, sino que también
se debía cambiar las deficiencias de la naturaleza. Las diferencias entre
los seres humanos son también fruto de las diferencias naturales. Por lo
tanto, es necesario que la naturaleza sea igualada. En este punto de la
13
historia el protagonista se encuentra harto de recorrer la ciudad y desea
ir al campo:
– “¡Oh, pero el campo solía ser tan bonito!”, insistí, “antes de que me
fuese a la cama había grandes árboles verdes, y prados con hierba
agitada por el viento, y pequeñas casitas de tejados rosas, y…”
– “¡Oh!, hemos cambiado todo eso”, interrumpió el señor. “Ahora todo
son grandes huertos divididos por carreteras y canales que se cortan en
ángulo recto. Ahora no hay ningún tipo de belleza en el campo. Hemos
abolido la belleza, interfería con nuestra igualdad. No era equitativo que
algunos viviesen entre adorables paisajes y otros en páramos estériles,
de forma que hemos hecho que ahora en todas partes todo sea
semejante y ningún lugar pueda destacar sobre otro”.
La naturaleza dota a todos con diferente salud, tamaño, fuerza e
inteligencia, pero en el mundo creado por Jerome se ha conseguido
igualar las características biológicas y psíquicas de los seres humanos:
“cuando un hombre está muy por encima de la talla y fortaleza media,
le cortamos una de sus piernas o brazos para hacer las cosas más
iguales, lo podamos un poco, por decirlo así. Como ve, la naturaleza va
un poco por detrás de los tiempos, pero hacemos lo que podemos para
corregirla”.
Por supuesto, el guía admite que a los habitantes de esta utopía les
gustaría abolir la naturaleza, pero tal cosa es imposible por ahora. Lo
único que puede hacerse es “corregirla”. Por ejemplo, las personas con
14
capacidades mentales distintas deben ser “corregidas y para ello es
necesario nivelar a las personas demasiado inteligentes para que no
exista la desigualdad:
– “¿Y qué pasa con un hombre excepcionalmente listo?, ¿qué hacen con
él?”
– “Bien, ahora no tenemos muchos problemas con ellos”, contestó.
“Desde hace bastante tiempo no nos hemos encontrado con nada
peligroso en forma de grandes cerebros. Cuando encontramos uno,
realizamos una operación quirúrgica en su cabeza, lo que reduce su
cerebro hasta el nivel medio”.
El protagonista expresa sus dudas a la hora de realizar semejantes
cirugías a las personas y entonces el guía objeta diciendo que tales
decisiones fueron tomadas por la mayoría. Es aquí cuando el
protagonista y el guía tienen el dialogo más importante del cuento donde
se revela la esencia misma de la democracia utópica:
– “Parece estar completamente seguro en este tema”, repliqué, “¿por
qué está ‘evidentemente’ bien?”.
– “Porque lo ha decidido LA MAYORÍA”
– “¿Y por qué eso hace que esté bien?, pregunté.
– “UNA MAYORÍA no puede equivocarse”, contestó.
15
– “¡Oh!, ¿eso es lo que piensa la gente que ha sido podada?”
– “¡Ellos!”, contestó, evidentemente sorprendido por la pregunta. “¡Oh!,
son la minoría, ya sabe”.
– “Sí, pero incluso la minoría tiene derecho a sus brazos, piernas y
cabezas, ¿o no?”
– “Una minoría NO tiene derechos”, contestó.
Yo dije: “Lo que hay que hacer es pertenecer a la Mayoría, si se piensa
en vivir aquí. ¿O no?”
Él dijo: “Sí, la mayor parte de nuestra gente piensa así. Parecen pensar
que es más conveniente”.
En este mundo las personas trabajan apenas tres horas al día ya que
tienen prohibido trabajar más tiempo. El resto del día (más de veinte
horas) descansan, reflexionan, conversan. ¿Sobre qué? El guía contesta:
“¡Oh!, ¡Oh, acerca de lo malvada que ha tenido que ser la vida en los
viejos tiempos y acerca de lo felices que somos ahora y –y– o del Destino
de la Humanidad!”
El protagonista pregunta cuál es el propósito de la humanidad y el guía
le responde: “¡Oh!, seguir siendo como somos ahora, solo que más aún,
todos más iguales y que más cosas las haga la electricidad y que todos
tengan dos votos en lugar de uno, y…”.
16
Hasta aquí llega mí descripción del cuento, es mejor leer el original. Esta
historia que fue escrita hace más de 130 años parece por fin volverse
realidad y los primeros pasos para hacer realidad esa “utopía” los está
dando la civilización occidental actual.
Traducido del ruso por de Juan Gabriel Caro Rivera
Fuente: https://www.fondsk.ru/news/2021/07/05/mrachnaja-antiutopijaanglijskogo-jumorista-53941.html
Fuente: https://rebelion.org/la-horrible-distopia-de-un-comediante-britanico/
17
GANANCIAS MULTIMILLONARIAS DEL SECTOR
FARMACÉUTICO MUNDIAL PIRATAS PANDÉMICOS
SERGIO FERRARI
Fuentes: Rebelión
La industria farmacéutica mundial es uno de los grandes ganadores de
esta etapa marcada por la pandemia. Saca provechos multimillonarios
por derecha e izquierda. Multiplica las ventas y se beneficia, al mismo
tiempo, de suculentos fondos públicos destinados a la investigación.
La empresa Moderna anunció recientemente que las vacunas anti COVID
19 le significarán este año una facturación de 19.200 millones de dólares
estadounidenses en tanto BioNTech proyecta 15.000 millones. En mayo,
Pfizer, hizo pública su proyección de 26.000 millones en ventas lo que
representa casi el doble de los 15.000 millones que calculaba apenas
hace algunos meses.
18
En el primer trimestre del 2021, Moderna contabilizó una ganancia de
1.200 millones de dólares a partir de la venta de sus vacunas, entre las
más caras en el mercado internacional. En igual periodo, la Pfizer
reconoció beneficios netos de 4.877 millones de dólares, un 45 % más
que en el mismo momento del pasado año, gracias, en buena medida,
a las ventas de su vacuna contra el COVID-19.
El periódico mexicano El Financiero anticipaba ya en mayo pasado que
nueve empresas “farmacéuticas disfrutarán multimillonarias ganancias
de hasta 190.000 millones de dólares”, si alcanzan las metas de
producción previstas para 2021.
Cifras llamativas si se recuerda que, al inicio de la pandemia, algunas de
esas firmas afirmaron no tener intención alguna de obtener ganancias
con la producción de los medicamentos preventivos, tal como lo señala
el analista suizo Dominik Gross en un reciente artículo publicado en le
revista Global de Alianza Sur.
Sin embargo –acota el portavoz de la plataforma helvética que reúne a
las más importantes ONG de cooperación al desarrollo del país–, estas
cifras no son tan sorprendentes si se consideran los modelos y
mecanismos de mercado empleados por los gigantes farmacéuticos.
La ONG Public Eye (mirada ciudadana) analizó recientemente estos
modelos en su informe Big Pharma takes it all (Las grandes
farmacéuticas se lo llevan
todo) https://www.publiceye.ch/fileadmin/doc/Medikamente/2021_Pub
19
licEye_BigPharmaTakesItAll_Report.pdf . Y subraya, que uno de los
principales instrumentos para maximizar los beneficios de la industria
farmacéutica es la concesión de patentes sobre los principios activos de
los medicamentos.
Por otra parte, el informe recuerda que en 2020 se inyectaron 93.000
millones de euros –más de 100.000 millones de dólares– de fondos
públicos para la investigación y el desarrollo mundial de estos principios
activos, como parte de una intensa cooperación con las universidades.
Sin embargo, los derechos de patente aseguran que solo las empresas
(co)desarrolladoras de estos principios se beneficien de los ingresos por
la venta de los medicamentos.
No se autoriza a terceros a fabricar o vender los ingredientes activos sin
adquirir una licencia de los propietarios. Estas normas están vigentes
desde hace 25 años en el marco del Acuerdo ADPIC que regula los
diferentes aspectos de los derechos de la propiedad intelectual
relacionados con el comercio, recuerda Dominik
Gross. (https://www.wto.org/spanish/tratop_s/trips_s/t_agm0_s.htm).
Este Acuerdo se firmó en 1995 como producto de la presión de los países
del Norte. Desde hace meses, numerosas naciones, organizaciones
ciudadanas y la misma OMS (Organización Mundial de la Salud)
advirtieron que este Acuerdo agrava el riesgo sanitario planetario. Ya
que la protección a las patentes crea una escasez artificial de vacunas,
lo que produce el aumento de los precios y dificulta así la eficaz y
20
equitativa distribución entre todas las naciones. Llamaron y siguen
exigiendo que, ante la emergencia pandémica, se libere ese derecho de
patente y se permita democratizar la producción de vacunas en forma
descentralizada allí donde se puedan fabricar.
El enfoque de las grandes transnacionales farmacéuticas perjudica
especialmente a los habitantes de los países del Sur con bajos ingresos
que no pueden permitirse una atención sanitaria ni vacunas costosas.
Según el blog Our World in Data, al que hace referencia la
revista Global, mientras que en América del Norte y Europa ya se han
administrado, respectivamente, 58 y 43 vacunas por cada 100
habitantes, en África sólo se contabilizan 2 vacunas cada 100. Asia y
Sudamérica se sitúan en un punto intermedio, con 18 y 24 vacunas
administradas.
En una perspectiva a mediano plazo, según las previsiones publicadas
por The Guardian – y retomadas recientemente en el sitio francés
Statista—, se calcula que Moderna será la empresa con mayores ventas
de su vacuna por más de 35.000 millones de euros entre 2021 y 2023
(unos 43.000 millones de dólares). Las ventas de Pfizer, en ese mismo
periodo, se proyectan en casi 20.000 millones de euros.
La misma fuente asegura que el costo medio mundial, a valores de
marzo 2021, de las dos dosis, es de 31 euros (casi 37 dólares) tanto
para la Pfizer/BioNTech como para la Moderna; 23 euros cuestan la
21
Sinovac; 17 euros la producida por Gamaleya y 6 la de AstraZeneca. Una
dosis única de la Johnson-Johnson oscila en los 8 euros.
¡Al abordaje!
La pandemia causa un impacto devastador en todo el mundo, pero
especialmente en los países en desarrollo y emergentes. Las naciones
ricas han acaparado casi todas las vacunas, tratamientos y pruebas
disponibles en el mundo.
La desigualdad en el acceso a estos dispositivos médicos esenciales se
debe a una escasez artificial creada por el sistema de monopolio
farmacéutico basado en patentes. En lugar de cuestionar este modelo
de negocio perjudicial, los países ricos lo defienden con vehemencia,
denuncia Public Eye.
Y pone de manifiesto la hipocresía de esas naciones, así como de la
industria farmacéutica, cuyas grandes declaraciones de solidaridad
nunca han estado tan alejadas de la realidad como durante esta crisis
sanitaria mundial. “Los Estados tienen el deber de proteger el derecho
humano a la salud: deben intervenir para garantizar un acceso equitativo
a las tecnologías médicas para combatir el COVID-19. Las soluciones
existen; es una cuestión de voluntad política”, subraya la ONG helvética.
El Big Pharma takes it all analiza las diez estrategias utilizadas por los
gigantes farmacéuticos para maximizar sus beneficios y aprovechar la
crisis sanitaria en su beneficio, en detrimento del interés público.
22
Un punto de arranque de esas estrategias es la definición de las
prioridades de investigación y desarrollo en función de la ganancia que
obtendrán. El control abusivo de las patentes constituye otro pilar del
modelo transnacional que prioriza, fundamentalmente, las necesidades
de los países ricos y no el bien común planetario.
Como lo señala el estudio, “los gigantes farmacéuticos y los países ricos
también son cómplices durante una pandemia como la de COVID-19.
Las naciones ricas como Suiza firman acuerdos exclusivos (ndr: con esos
gigantes) a precios excesivos y hacen recaer la carga de estos contratos
opacos en la salud pública”, que paga el contribuyente con sus
impuestos.
Todo esto, sin ninguna transparencia y rechazando la obligación de
rendir cuentas; socializando los riesgos, pero “privatizando los
beneficios”; aprovechando al máximo de los fondos públicos;
imponiendo precios injustificables e incontestables y priorizando la
distribución de dividendos por sobre la inversión en nuevos
medicamentos.
La estrategia multinacional farmacéutica integra también el trabajo a
gran escala de cabildeo y presiones en las esferas de decisión. En
Estados Unidos, señala Big Pharma takes it all, el mayor mercado del
mundo, 39 de los 40 representantes legislativos que han recibido las
mayores contribuciones de las empresas farmacéuticas forman parte de
los comités que se ocupan de las cuestiones parlamentarias relacionadas
23
con la salud. También en Suiza, “los grupos de presión de la industria
farmacéutica son omnipresentes y no están regulados”, y cualquier
intento de reducir el precio de los medicamentos –que es uno de los más
caros del mundo–, se enfrenta a una intensa resistencia, subraya.
Resistencia ciudadana
Sin poner en duda la importancia decisiva de la vacunación para
enfrentar la pandemia, cada vez son más los actores de la sociedad civil
planetaria que critican con vehemencia esta nueva ofensiva de las
multinacionales del sector.
Y se pronuncian, como los autores del Pharma takes it all, a favor de
medidas posibles, que están a la mano de gobiernos y empresas, para
abaratar costos, democratizar la producción de vacunas y generalizar el
derecho de cada ser humano a estar protegido contra el COVID-19.
Entre ellas, el apoyo al fondo común de acceso a la tecnología COVID-
19 (C-TAP), lanzado por la Organización Mundial de la Salud como
solución global para el acceso equitativo a pruebas de diagnóstico,
tratamientos y vacunas. Así como el sostén a la solicitud de una exención
temporal de determinados aspectos del Acuerdo ADPIC para productos
médicos necesarios en el control pandémico. Instan –sobre todo a los
países ricos—a no almacenar vacunas y apoyar el mecanismo
internacional COVAX para la equidad de la distribución de las vacunas.
Como ejercicio básico de transparencia, proponen que se publiquen los
contratos firmados con los fabricantes de vacunas. Y se pronuncian a
24
favor de fomentar las iniciativas de ciencia abierta para un acceso
equitativo a la prevención, al diagnóstico y al tratamiento de
enfermedades. Y la necesidad de aplicar la resolución de la OMS sobre
la mejora de la transparencia de los precios de los medicamentos. La
inversión pública en investigación y desarrollo debe estar sujeta a
condiciones claras y a una política razonable de precios.
En síntesis, estos actores sociales del mundo entero denuncian a los
piratas modernos del sector farmacéutico. Les exigen que bajen de sus
naves, que entreguen sus espadas y dejen de aprovecharse del COVID
19 para maximizar sus beneficios. Que no impongan cláusulas de
confidencialidad a los gobiernos y acepten que los contratos salgan a la
luz pública.
El debate de sociedad está abierto y toca a su misma médula: la vida de
la humanidad y el tipo de sistema de salud para asegurarla.
Anteponiendo a los piratas modernos de la industria farma ávidos del
botín con el hombre de a pie que exige gratuidad y reivindica un servicio
de salud pública de calidad al servicio de todas y todos.
Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza.
Fuente: https://rebelion.org/piratas-pandemicos/
25
LA COVID SÍ ENTIENDE DE CLASES SOCIALES
Fuentes: The Conversation
PEDRO GULLÓN TOSIO
El mantra de “la covid-19 no entiende de clases sociales” fue repetido
durante los primeros meses de la pandemia con la intención de mostrar
que todas las personas podemos ser susceptibles de ser contagiadas.
Sin embargo, desde entonces se ha acumulado evidencia científica de
que esa frase estaba ocultando una realidad: todas las personas
podemos ser susceptibles, pero no lo somos de la misma manera.
Este hecho, por el cual no todos los grupos sociales se encuentran
afectados de la misma forma por una enfermedad, es lo que conocemos
como desigualdades sociales en salud. De forma más académica,
definimos las desigualdades sociales en salud como aquellas diferencias
en salud injustas y evitables entre grupos poblacionales definidos social,
económica, demográfica o geográficamente.
En definitiva, no toda diferencia en salud siempre es considerada una
desigualdad.
26
La epidemiología y la salud pública llevan varias décadas tratando de
definir los mecanismos y las intervenciones para actuar sobre estas
desigualdades sociales en salud. De hecho, por ejemplo en España,
adaptando el marco de la Organización Mundial de la Salud, creó una
Comisión para la reducción de las desigualdades sociales en salud que
se cristalizó en el informe “Avanzando hacia la equidad. Propuesta de
Políticas e Intervenciones para reducir las desigualdades Sociales en
salud en España” (Figura 1).
Figura 1. Marco conceptual de los determinantes de las desigualdades sociales en salud.
Comisión para reducir las Desigualdades en Salud en España, 2010.
Estos mecanismos de distribución injusta de oportunidades y recursos
relacionados con la salud que tienen las personas en función de su
posición social (clase social, género, etnia o territorio) son los que se
traducen en desigualdades sociales en salud.
27
En el caso de la covid estos mecanismos se expresan en diferentes
momentos de la historia natural de la enfermedad (Figura 2). Aquí nos
referiremos a las desigualdades por posición socioeconómica, pero este
marco puede ser adaptado al resto de ejes de desigualdad.
Figura 2. Potenciales puntos de generación de desigualdades sociales en covid-19.
Desiguales en la exposición
No todos los grupos sociales han estado expuestos de la misma manera
al SARS-CoV-2.
Estudios en diversos países del mundo han mostrado que la incidencia
acumulada de covid-19 ha sido superior en aquellos barrios y personas
de una posición socioeconómica más baja.
De hecho, hay estudios que muestran como en la ciudad española de
Barcelona el riesgo de desarrollar covid es 71 % mayor en mujeres y 67
28
% mayor en hombres con menos recursos económicos en comparación
con las de altos recursos.
Estas desigualdades en la incidencia se pueden deber a una mayor
exposición al virus de las personas con menos recursos, especialmente
en el ámbito laboral y la vivienda. Por ejemplo, la posibilidad de hacer
teletrabajo es menor para las personas con trabajos de menor
cualificación, tal y como mostró un estudio del Ayuntamiento de Madrid.
Asimismo, las condiciones de la vivienda también pueden conllevar
mayor exposición al SARS-CoV-2. La probabilidad de un contagio dentro
de una vivienda depende de las posibilidades de realizar las cuarentenas
y los aislamientos en un espacio suficiente.
Desiguales en la vulnerabilidad
Además de mayor riesgo de exposición, las personas de menos recursos
tienen más riesgo de que la enfermedad sea más grave.
Existen dos elementos que podrían explicar esto.
Por un lado, están las diferencias en el estado de salud previo. La
gravedad de la covid está muy relacionada con la condición de salud
previa de las personas infectadas. Tener enfermedades crónicas o
condiciones como la diabetes o la hipertensión aumentan el riesgo de
que la covid tenga un desarrollo más grave.
29
Y estas condiciones siguen el mismo patrón socioeconómico que hemos
descrito antes, de manera que las personas de clase social menos
favorecida tienen mayor proporción de factores de riesgo como la
diabetes, la hipertensión o la obesidad.
Por otro lado tenemos las diferencias en el acceso al sistema sanitario y
el tratamiento. Incluso en países con sistemas sanitarios públicos y con
alta cobertura como España, el acceso al sistema sanitario de algunos
colectivos con una situación no regularizada puede provocar
desigualdades en el tratamiento de la covid.
¿Desiguales en el futuro?
¿Persistirán estas desigualdades en el futuro? ¿Actuaremos en
consecuencia?
La atención casi exclusiva sobre los aspectos más novedosos de la
pandemia nos ocultan que las condiciones que facilitan la exposición y
la vulnerabilidad son muy similares a las de marzo de 2020. Pero
también que el impacto diferencial de la pandemia no dependerá de la
aparición de nuevas variantes, sino de las actuaciones sociales, políticas
y de salud pública que hagamos.
De ello también dependerá cómo de desigual sean las consecuencias de
la pandemia en todo lo que no es directamente covid: la salud mental,
las enfermedades desatendidas por la pandemia, las pérdidas
económicas y laborales…
30
La frase con la que el patólogo Rudolf Virchow pasó a la posteridad sigue
tan vigente ahora como en el siglo XIX: “La medicina es una ciencia
social, y la política no es otra cosa que medicina en gran escala”.
Pedro Gullón Tosio, epidemiólogo social y especialista en salud
pública, además de profesor ayudante en salud pública en la
española Universidad de Alcalá.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.
Fuente: https://rebelion.org/la-covid-si-entiende-de-clases-sociales/
31
EL CAPITALISMO CAMINA HACIA EL TECNOFEUDALISMO
ALFREDO ZAIAT
Alarma en las potencias occidentales y hasta en el FMI por el poder cada
vez más impresionante de las grandes corporaciones
Mientras la derecha política y mediática local repite eslóganes y
prejuicios contra el Estado, el debate mundial apunta a
fortalecerlo, ya no sólo por el papel central ocupado en la
pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los
gigantes del mundo digital. Señales para la economía argentina
acerca de la necesidad de intervenir sobre empresas que abusan
de la posición dominante de mercado.
32
Tres ideas se están debatiendo en los máximos niveles políticos de las
potencias, que necesariamente deberían tener influencia en países
periféricos como Argentina:
1. Las multinacionales contabilizan ganancias extraordinarias y,
para financiar a un Estado que ha destinado muchos recursos para
atender la pandemia, deben pagar un impuesto adicional.
2. La posición dominante de grandes empresas monopólicas u
oligopólicas deriva en aumentos de precios excesivos y en
ausencia de competencia.
3. El cada vez mayor poder de mercado y financiero de las
grandes empresas está limitando la efectividad de tradicionales
instrumentos de política monetaria, como la suba de la tasa de interés
por parte de las bancas centrales para atender tensiones inflacionarias.
No se trata de diagnósticos y propuestas de una plataforma de
gobiernos de izquierda, sino que es la reacción de un sistema estatal
que, desde su origen, estuvo aliado y, a la vez, condicionado por las
corporaciones, pero ahora las firmas dominantes directamente se
están independizando de ese circuito político y de control
económico tradicional.
Esta emancipación se expresa en la utilización de guaridas
fiscales para pagar poco o nada de impuestos en los países de origen;
los aumentos de precios por encima del promedio luego de eliminar
por absorción a la competencia; y la abundancia de recursos
33
financieros líquidos que hace que no les importe la estrategia
monetaria de las bancas centrales.
Son más grandes que el Estado
La pandemia dejó al descubierto la actual fase histórica del
capitalismo concentrado cuando, por primera vez, una
extraordinaria crisis económica-financiera global no afectó en forma
negativa el negocio bursátil.
Por el contrario, el índice promedio de las principales bolsas
mundiales está en niveles record, mientras las economías se
derrumbaron y están tratando de recuperar lo perdido, la desocupación
se ha disparado y el drama sanitario y social ha sido fulminante.
Este comportamiento divergente entre la economía real y la evolución
de las cotizaciones de grandes firmas es uno –no el único- factor que
refleja la nueva etapa del capitalismo. En ésta se está desvinculando
la histórica asociación entre los Estados y las corporaciones
dominantes del sistema de organización tradicional de las fuerzas de
producción.
Las tres menciones arriba indicadas sobre las multinacionales sólo son
la reacción del mundo político de las potencias, en especial las de
Occidente, para tratar de no ver disminuida la capacidad de
intervención e influencia de los Estados o, en los hechos, la pretensión
de no perder importancia en las relaciones de poder.
34
Cuál será el legado de la pandemia
No deja de sorprender el análisis rústico de economistas locales, con
sus habituales amplificadores, dedicados a debilitar y desacreditar
el rol del Estado en la economía.
Hasta la revista conservadora The Economist se hace eco de la nueva
etapa y del papel central que está ocupando el Estado, espacio que
aspira a preservar pese a la expansión de las corporaciones globales,
en especial las vinculadas al negocio digital.
En el texto "Después de la enfermedad. El largo adiós a la covid-19" se
asegura que, con la vacuna, están surgiendo destellos de vida
poscovid, pero se advierte que existen dos cuestiones claras. Una,
que la última fase de la pandemia será prolongada y dolorosa,
y dos, que la covid-19 dejará atrás el mundo conocido.
Ese mundo nuevo que presenta The Economist seguiría el patrón
establecido por pandemias pasadas, identificando tres cambios,
definidos por el sociólogo y médico greco-estadounidense Nicholas
Christakis de la Universidad de Yale:
1. La amenaza colectiva impulsa un crecimiento del poder estatal.
2. El vuelco de la vida cotidiana conduce a la búsqueda de sentido.
3. La cercanía de la muerte que trae precaución mientras la
enfermedad se agita estimula la audacia cuando ha pasado.
35
La gente se atrinchera con el Estado
El artículo describe que cuando la población de los países ricos se
refugiaba en sus casas durante los cierres, el Estado se atrincheró con
ellos.
Detalla que durante la pandemia, los gobiernos han sido el principal
canal de información, los que establecieron las reglas, fueron la fuente
principal de dinero en efectivo y, finalmente, se han convertido en los
proveedores exclusivos de vacunas.
Calcula que los Estados de los países ricos pagaron 90 centavos por
cada dólar de producción perdida.
Menciona que existe un vigoroso debate académico sobre si los
encierros "valieron la pena, pero el legado de la pandemia del gran
Estado ya está a la vista".
Apunta en forma crítica –vale recordar que The Economist es una
fuente destacada del conservadurismo- que "sólo hay que mirar los
planes de gastos de la administración Biden". Para concluir que
"cualquiera que sea el problema (desigualdad, crecimiento económico
lento, seguridad de las cadenas de suministro), un Estado más
grande y más activista parece ser la solución preferida".
Hasta el FMI se sorprende del poder de las corporaciones
36
Algo está cambiando en el marco analítico, por lo menos en la voluntad
de reflexionar sobre la dinámica de la economía en la fase de la
globalización pospandemia.
Un reciente documento del Fondo Monetario
Internacional "Taming Market Power Could (also) Help Monetary
Policy", de los investigadores Romain Duval, Davide Furceri y Marina
M. Tavares, explica que, ante la amenaza de la inflación, las bancas
centrales de los países desarrollados están estudiando aplicar la
receta conocida: subir la tasa de interés.
Esta medida es lo que la ortodoxia local está reclamando que haga el
Banco Central, para imitar al resto de las autoridades monetarias de la
región que ya subieron las tasas.
Como se sabe, el alza de las tasas incrementa la renta de inversores y
encarece el crédito, una forma de restringir así la demanda y, por lo
tanto, controlar los precios. Es la receta monetarista clásica.
La idea de la suba de la tasa de interés, además, busca influir sobre las
expectativas futuras de consumidores y empresas y, de ese modo,
lograr eficacia en la política monetaria contractiva.
Sin embargo, esos economistas del Fondo se sorprendieron con un
factor que, aseguran, el análisis convencional pasa por alto: el poder
de mercado de las grandes empresas.
37
La investigación que presentaron revela que empresas cada vez más
grandes y poderosas están haciendo de la política monetaria
una herramienta menos efectiva para administrar la economía.
Lo dicen para países ricos, pero se puede extender a economías en
desarrollo con mercados muy concentrados, en los cuales operan
empresas con posición dominante y abundantes recursos financieros
(en Argentina, por ejemplo, corporaciones de
telecomunicaciones con ramificaciones en medios de
comunicación).
Apple y Google tienen tanto dinero en efectivo que son Amo y Señor
El estudio del FMI describe que las empresas con mayor poder de
mercado responden menos a las acciones de la política
monetaria debido a que contabilizan ganancias abultadas.
Esas utilidades, que se incrementaron pese a la tragedia de la
pandemia o, para ser precisos, las aumentaron gracias a la pandemia,
hacen que esas empresas sean menos sensibles a los cambios en las
condiciones de acceso al financiamiento por decisiones de las bancas
centrales.
Esos economistas fondomonetaristas ponen por ejemplo que, en marzo
de 2021, Apple tenía más de 200.000 millones de dólares en
efectivo y en inversiones en acciones y bonos, mientras
38
que Alphabet (Google) tenía más de 150.000 millones de
dólares.
O sea, esas empresas tienen un colchón de efectivo tan grande que
pueden decidir inversiones y otros proyectos sin preocuparse por la
facilidad con la que podrían acceder a otras fuentes de financiación. Es
decir, dejan de depender de cuál es la tasa de interés de
referencia que fija la banca central.
En cambio, las empresas que enfrentan mayores restricciones
crediticias, como pymes o firmas con un margen de rentabilidad
reducido, quedan condicionadas por la política monetaria.
Por lo tanto, la investigación concluye que "el poder de mercado
excesivo también puede obstaculizar la capacidad de las bancas
centrales para estimular la actividad económica durante las recesiones
y enfriarla durante las expansiones". Lo dice el FMI, no un economista
de izquierda.
El FMI pide más control a las corporaciones
Luego de ofrecer esta sorprendente definición teniendo en cuenta de
donde proviene, esos economistas se destapan con la siguiente
recomendación:
"En un lugar destacado de la agenda se encuentran las mejoras en los
marcos de políticas y leyes de competencia. Estos incluyen,
dependiendo de las jurisdicciones, un control más estricto de las
39
fusiones, particularmente cuando se trata de empresas
dominantes, una aplicación más estricta de sanciones por los
abusos, una mayor dependencia de las investigaciones de mercado y
medidas más específicas para hacer frente a la economía digital en
rápida evolución".
Joe Biden versus las corporaciones
Esta investigación del FMI no es casual. El gobierno demócrata de Joe
Biden decidió intervenir en este escenario de expansión económica y
de poder de las corporaciones.
El 9 de julio pasado, Biden firmó una orden ejecutiva (decreto) con 72
medidas que busca limitar el poder de las grandes compañías
para que bajen los precios de los productos y aumente la
competencia.
Los sectores alcanzados van desde tecnología y
transporte hasta salud y bancos, pasando por la agricultura y el
negocio farmacéutico.
Biden quiere reforzar la aplicación de las leyes antimonopolio para
combatir "prácticas anticompetitivas". Apunta, por ejemplo, a las
fusiones o adquisiciones, algo común entre gigantes tecnológicos
como Facebook, Google, Apple y Amazon.
40
El objetivo expuesto por Biden es potenciar una mayor competitividad
en la economía estadounidense, así como lograr "precios más bajos
y aumentos de salarios".
"No más tolerancia a las acciones abusivas de los monopolios.
No más fusiones perversas que conducen a despidos masivos, precios
más altos y menos opciones para los trabajadores y consumidores",
afirmó Biden.
El abrazo de la derecha con EE.UU. debería ser completo: Pfizer +
antimonopolio
La derecha local hace lobby para el laboratorio Pfizer, no sólo por
privilegiar la elección de esa vacuna, sino por una evidente opción
para promover la subordinación del país a los Estados Unidos.
Si esta es la manifiesta preferencia geopolítica de la alianza política y
mediática conservadora, también debería tomar nota de que el actual
gobierno de Estados Unidos impulsa una política antimonopolio, que si
se aplicara en Argentina afectaría la principal base mediática de
propaganda y difusión de la derecha.
Si la decisión entonces es subordinarse a Estados Unidos, el abrazo de
sometimiento debería incluir a Pfizer y también a su actual política
contra las empresas con posición dominante de mercados.
El economista griego y ex ministro de Finanzas de Grecia Yanis
Varoufakis publicó "El tecnofeudalismo se está apoderando", en
41
Project Syndicate, texto que permite profundizar el análisis acerca de
lo que está pasando en la economía con la expansión de las
corporaciones.
Es un interesante aporte para eludir análisis rústicos que circulan y para
escapar de las vulgaridades de la secta de economistas ortodoxos.
Varoufakis afirma que "así como el capitalismo desplazó al feudalismo
de forma gradual, subrepticia, hasta que un día la mayor parte de las
relaciones humanas se basaron en el mercado y el feudalismo fue
barrido, el capitalismo actual está siendo derrocado por un
nuevo modo económico: el tecnofeudalismo".
¿Qué es el tecnofeudalismo?
Varoufakis explica que las transformaciones radicales tuvieron
repercusiones trascendentales (la Gran Depresión, la Segunda Guerra
Mundial, la Gran Recesión y el Largo Estancamiento posterior a 2009)
no alteraron la característica principal del capitalismo: un sistema
impulsado por ganancias privadas y rentas extraídas a través de algún
mercado.
Ahora, en cambio, la extracción de valor se ha alejado cada vez
más de los mercados y se ha trasladado a plataformas
digitales, como Facebook y Amazon, que ya no operan sólo como
empresas oligopólicas, sino más bien como feudos.
42
Ofrece una definición provocadora del actual estadio del capitalismo:
"Las plataformas digitales han reemplazado a los mercados como el
lugar de extracción de riqueza privada. Por primera vez en la
historia, casi todo el mundo produce gratuitamente el capital
social de las grandes corporaciones. Eso es lo que significa cargar
cosas en Facebook o moverse mientras se está vinculado a Google
Maps".
Aclara que no es que los sectores capitalistas tradicionales hayan
desaparecido puesto que las relaciones capitalistas permanecen
intactas, sino que las relaciones tecno-feudalistas han comenzado a
superarlas.
El desafío para economías periféricas como la argentina, en este mundo
en transformación y de pospandemia, es no caer en las trampas de
recetas tradicionales de la ortodoxia, y encontrar espacios para el
desarrollo nacional entre las fisuras de esta nueva y compleja etapa de
la globalización.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/357029-el-capitalismo-camina-hacia-eltecnofeudalismo?utm_source=FB&fbclid=IwAR1ubmM1tpjGCyb4pj0mdHHtXgTAb
Ww2U7vEzlCK1ejLTBsKT6eaDeCj0yI
43
¿QUÉ TIENE QUE VER UN ERTE EN PALENCIA CON LA GUERRA
FRÍA ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS?
JAUME PORTELL CAÑO
Fuentes: El Salto [Foto: Visita de Ximo Puig, President de la Generalitat Valenciana a la
factoría de Almussafes en 2017 (Presidència Generalitat)]
La escasez de semiconductores, una pieza imprescindible en todos los
dispositivos electrónicos que se utilizan en el día a día, ya ha provocado
el parón de la producción de coches en muchos lugares del mundo, entre
ellos València, Vitoria o Barcelona. Estas minúsculas piezas son uno de
los motivos de la creciente tensión entre China y Estados Unidos,
expresada a través de sus relaciones con Taiwán.
Juan —llamémosle Juan— trabaja haciendo coches. Es un empleo digno,
y lleva haciéndolo desde hace más de veinte años. Su padre y sus tíos
habían trabajado en la misma planta hasta la jubilación. Juan es un
44
hombre puntual y responsable y, aunque cada vez le duele más la
espalda, sigue esforzándose como si el tiempo no hubiera pasado. Los
nombres de las empresas de coches son tan reconocidos que la gente
del entorno de las fábricas las menciona como si fueran de la familia: la
Seat, la Ford, la Mercedes, la Renault. Durante una época —cada vez
más lejana— decir que se trabajaba en una de ellas era sinónimo de
éxito y estabilidad laboral. Desde hace unos meses, todos esos
ingredientes —el esfuerzo, la puntualidad, la identificación con la
empresa— sirven de poco.
Juan seguramente nunca ha estado en Taiwán o en China, pero su
trabajo —su empleo, su sueldo, su salud mental, su familia, su pensión—
depende de lo que suceda allí. Concretamente, de lo que salga de allí:
chips con transistores 10.000 veces más pequeños que un cabello
humano. Sin ellos no hay coche, y las empresas paran la producción.
“La gente no es muy consciente de ello, pero ahora mismo están
conduciendo un teléfono móvil con ruedas”, dice Juan.
Desde Almussafes hasta Valladolid, pasando por Palencia o Barcelona,
miles de trabajadores han estado, están o estarán en ERTE por el
desabastecimiento de semiconductores, el nombre de esos chips. Sobre
ellos baila, también, el siglo XXI.
“El futuro de Estados Unidos depende de los semiconductores”. Ese es
el eslogan principal de la página web de ‘Semiconductors in America
Coalition’, una organización que agrupa las principales compañías
tecnológicas del sector. “Imaginen un mundo sin dispositivos
45
electrónicos”, añaden desde la Semiconductor Industry Association. Ese
mundo —casi amenazan— sería un mundo sin smartphones, televisores,
radios, ordenadores, videojuegos o instrumentos médicos avanzados.
Los semiconductores permiten que esos dispositivos sean más
pequeños, más rápidos y más fiables. Cualquier aparato electrónico
necesita un semiconductor, incluidos los elementos vinculados a la
Inteligencia Artificial, los drones o las armas más sofisticadas de la
industria militar. Es por eso que disponer de semiconductores se
convierte en una cuestión de seguridad nacional y económica de primer
orden.
En febrero de 2021, la sección de la Cámara de Comercio de Estados
Unidos centrada en China publicó un informe. En él, sus autores
explicaban las pérdidas que generaría en la economía estadounidense
una desconexión entre Pekín y Washington en distintos sectores de la
economía. En el campo de los semiconductores, criticaban al gobierno
chino por ser intervencionista y favorecer a las empresas chinas en el
mercado chino con subsidios y exenciones fiscales. Unas líneas después,
pedían al gobierno de Estados Unidos que ayudara —subsidiara— a
empresas estadounidenses para que produjeran más chips en suelo
americano.
“Nuestra dependencia de la tecnología básica es nuestro mayor
problema oculto”, dijo en 2016 el presidente de China, Xi Jinping. En
2019, su país importó más de 300.000 millones de dólares en
semiconductores, una cifra superior a lo que gastó en petróleo. Pese a
46
que China ha conseguido consolidar a gigantes tecnológicos como
Huawei, sigue siendo dependiente del exterior: la producción nacional
en 2019 solo abasteció las necesidades del 16% del mercado chino de
semiconductores. Estados Unidos no quiere dejar de abastecer ese
mercado; China quiere satisfacer el 70% de sus necesidades con
productos nacionales en 2025.
Rumbo a Asia
La lista de las 10 grandes empresas de semiconductores por ingresos
explica muchas cosas, desde la Guerra Fría hasta la globalización. Seis
son de Estados Unidos, dos son de Corea del Sur y dos son de Taiwán.
Ambos países —junto a Japón— son los aliados tradicionales de
Washington en Asia oriental desde el final de la II Guerra Mundial. La
líder, la estadounidense Intel, está seguida de cerca por la surcoreana
Samsung y la taiwanesa TSMC. Las tres compiten para hacer transistores
más pequeños, algo que da más eficiencia a los chips. TSMC ya ha
conseguido hacer los transistores más pequeños de la historia de la
humanidad: son de dos nanómetros, y tiene una posición privilegiada
con respecto a los de tres nanómetros. Sin TSMC, Apple no podría
mejorar sus iPhone.
La manufactura de las piezas ha seguido el camino de la globalización:
la mayoría de empresas occidentales deslocalizaron su producción hacia
Asia para abaratar sus costes, y mantuvieron las etapas de mayor valor
añadido (diseño, creación de software) en Estados Unidos o Europa. En
1990, el 37% de los semiconductores se fabricaban en Estados Unidos.
47
Actualmente, esa cifra es del 12%. Ahora, el avance de los competidores
asiáticos en los segmentos más valiosos de la producción les podría
quitar cuota de mercado.
Además, la distribución actual (más del 60% de los semiconductores se
fabrican en Asia) genera una dependencia que se ha visto exagerada
por el impacto de la pandemia. Por eso Estados Unidos está
promocionando plantas de TSMC e Intel en Arizona. Recientemente el
Senado de Estados Unidos, muy dividido en otras cuestiones, aprobó un
subsidio de más de 50.000 millones de dólares para la industria local.
Esta cifra podría ampliarse hasta los 200.000 millones de dólares, y la
Secretaria de Comercio estadounidense, Gina
Raimondo, pidió recientemente que el Congreso aprobara esta iniciativa
antes de las vacaciones de agosto.
El monopolio holandés
Ninguna empresa europea está entre el top 10 de ingresos del mundo.
De hecho, solamente cuatro europeas se encuentran en el top 35
mundial. Sin embargo, la primera empresa europea de la clasificación
tiene un papel crucial en el sector, e incluso provocó una campaña de
urgencia de la administración de Donald Trump para impedir una de sus
ventas. ASML es una compañía holandesa que ostenta el monopolio de
las máquinas de fotolitografía. Estas permiten la fabricación de obleas
de silicio y, con ello, chips. Cada máquina cuesta 250 millones de
dólares, y hay muy pocas unidades de ella en el mundo.
48
SMIC es la compañía estatal china de semiconductores. Pese a contar
con el apoyo de Pekín, aún está lejos de los líderes en innovación: si en
Taiwán producen transistores de hasta dos nanómetros, en SMIC nunca
han ido más allá de los 14 nanómetros. Las máquinas de ASML permiten
producir transistores de 7 nanómetros, con lo cual el gobierno chino se
decidió a comprarla. El gobierno holandés concedió la licencia de
exportación a su empresa, y todo parecía marchar sin problemas… hasta
que apareció el gobierno de los Estados Unidos. Después de hasta cuatro
rondas de reuniones entre miembros de la administración Trump y el
gobierno holandés, la licencia de venta fue revocada.
Antes de esta intervención, Europa no había prestado mucha atención
al campo de los semiconductores, hasta el punto que decenas de
empresas europeas del sector fueron compradas por corporaciones
chinas o estadounidenses entre 2015 y 2020. La compra de empresas
es una manera rápida de Pekín para acceder a la alta tecnología de la
que no dispone. Otras medidas han sido la contratación de ingenieros
cualificados de la competencia taiwanesa o, directamente, el
hackeo para obtener software, códigos y diseños de esa misma
competencia. Un intelectual de la Chinese Academy of Sciences, citado
en un informe del Institut Montaigne, considera que el principal
obstáculo al desarrollo chino será de origen político: “Seguimos
necesitando tener el control de las tecnologías básicas. Es un hecho que
en la feroz competencia internacional, la tecnología básica no puede
obtenerse a través del intercambio de mercado».
49
El poder de los mapas
El Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, llegó al poder en
1949 tras una guerra civil con los nacionalistas, liderados por Chiang Kai
Shek. Los derrotados quedaron arrinconados en la isla de Taiwán, y aún
hoy siguen declarándose como la China legítima. Estados Unidos, en el
contexto de la Guerra Fría, decidió apoyar a los nacionalistas en su
gestión de la isla. Al igual que Corea del Sur y Japón, Taiwán accedió a
créditos baratos, programó una política industrial propia y se convirtió
en una potencia tecnológica, tal y como atestigua hoy el dominio de
TSMC. El músculo diplomático de la República Popular China, sin
embargo, ha ido restando aliados a Taiwán con el paso de las décadas.
En todo el mundo, solamente quince estados reconocen a Taiwán.
Antes de la guerra civil, ambos bandos estaban de acuerdo en un
aspecto: tanto comunistas como nacionalistas consideraban que el siglo
XIX había sido humillante para China, dominada por los diferentes
imperios coloniales europeos, y que esa situación nunca debería
repetirse. En esa voluntad de reconstrucción nacional tuvieron un papel
importante geógrafos como Bai Meichu. Meichu consideraba que la
principal motivación para aprender geografía era el amor a la patria.
Durante los años 30, él hizo el mapa que consideraba que China tenía
la potestad sobre el Mar de la China Meridional, en una lengua territorial
que llegaba hasta las costas de Malasia.
Sus mapas tuvieron tanto éxito que son los que hoy se enseñan a los
alumnos de todo el país, y se utilizan para reivindicar la soberanía china
50
del territorio marítimo ante sus vecinos. Noventa años después, el mapa
que antaño tuvo el apoyo de los nacionalistas chinos podría servir para
arrinconarlos. El dominio del Mar de China Meridional es crucial para el
futuro de la República Popular China por otro motivo: la mayoría de los
barcos que le suministran petróleo circulan por ahí. Cualquier
interrupción de esa fuente de energía paralizaría la economía china.
El arma secreta
Estados Unidos tiene la tecnología, el dinero y las armas para defender
su hegemonía. China tiene el dinero, pero sabe que no es suficiente para
conseguir la tecnología, y mientras tanto refuerza su ejército. La escasez
de semiconductores, acentuada por la crisis del coronavirus, muestra
uno de los grandes talones de Aquiles de la globalización: después de
todo, las compras y ventas en los mercados siguen consistiendo en
objetos trasladándose físicamente de una punta a otra del mundo. Si
hay alguna interrupción en ese camino, la fragilidad de toda la cadena
queda al descubierto. Por eso Estados Unidos quiere relocalizar parte de
la producción más cerca de casa y la Unión Europea se plantea hacer lo
mismo. La escasez actual, sin embargo, podría durar hasta mediados de
2022. El límite, de nuevo, es físico: no hay tantas plantas para satisfacer
la demanda de semiconductores.
En esta partida de póquer Xi Jinping tiene un último as en la manga, y
los estadounidenses lo saben. Cada año, el Servicio Geológico de
Estados Unidos publica una lista de minerales cruciales para su
economía. En él podemos encontrar los tres elementos imprescindibles
51
para la fabricación de semiconductores: el germanio, el silicio y el
arseniuro de galio. Desgraciadamente para Washington, más del 70%
de la producción de estos minerales se encuentra en China. Y eso no es
todo: una veintena de los minerales estratégicos para Estados Unidos se
encuentran también en China.
Washington podrá aplicar sanciones a empresas, bloquear ventas de
tecnología punta y retrasar la progresión tecnológica china, pero la
realidad es tozuda: sin esos minerales no hay semiconductores, y sin
esos semiconductores las grandes compañías estadounidenses se
derrumbarían. Si esto fuera un spaghetti western, el presidente
estadounidense Joe Biden y Xi Jinping estarían sentados cara a cara,
apuntándose con sendas pistolas por debajo de la mesa: nadie puede
disparar primero, pero ninguno de los dos se puede permitir perder. Y
las ambiciones imperiales siguen más vivas que nunca. Después de todo,
fue el mismo Joe Biden quien dijo, hace unas semanas, que Estados
Unidos estaba listo para “ganar el siglo XXI”. Mientras tanto, Juan —¿se
acuerdan de Juan?— intentará que todo esto no le impida llegar
dignamente hasta la jubilación.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/tecnologia/chips-mapas-armassemiconductores-que-tiene-que-ver-erte-palencia-con-guerra-fria-entre-chinaestados-unidos
52
EL MÓVIL, EL ARMA DE ESPIONAJE DEFINITIVA QUE
LLEVAMOS EN EL BOLSILLO
MANUEL G. PASCUAL
El teléfono inteligente es una ventana al mundo, el problema es
que otros también pueden mirar a través de ella. Las
‘ciberarmas’ de espionaje son tan comunes como peligrosas si
no se regulan
Quien entre en su móvil obtendrá mucha más información sobre usted
que registrando su casa. Tanto en el plano físico (ubicación en tiempo
real, historial de desplazamientos, horas de sueño) como en el social
(con quién se ve y durante cuánto tiempo, de qué habla, quiénes son
sus amigos y su familia) o hasta en el mental (gustos, aficiones, ideas
políticas). Nuestros ordenadores de bolsillo son también un punto de
acceso a cualquier documento de valor (datos médicos, financieros o
laborales, fotografías y vídeos personales, archivos de trabajo). Todo lo
que hacemos pasa hoy por estos dispositivos. Por eso nos aterra que
alguien los pueda husmear sin nuestro consentimiento. “Los móviles son
el sueño de Stalin”, suele decir Richard Stallman, padre
del software libre y leyenda en vida para muchos programadores.
Ese sueño cobra un significado pleno gracias a sofisticados programas
como Pegasus, el producto estrella de la israelí NSO Group. Según ha
desvelado una investigación periodística, este software de espionaje,
o spyware, se ha infiltrado en el móvil de los presidentes de Francia,
Emmanuel Macron, o de México, Andrés Manuel López Obrador, entre
53
otros. En España ya era conocido por haberse colado en los móviles de
algunos políticos catalanes durante el procés. El hombre más rico del
mundo, Jeff Bezos, ha sido capaz de pasearse por el espacio, pero no
de evitar el escrutinio de este programa.
Pegasus está diseñado para meterse en teléfonos ajenos sin que su
dueño lo advierta (como troyano al clicar en un enlace o, en otras
ocasiones, descargándolo sin saberlo al entrar en una web determinada)
y manipularlos desde dentro. Puede hacer capturas de pantalla,
transmitir los datos que contenga el aparato, alterar y modificar
comunicaciones y activar el micrófono o la cámara. Todo de forma
remota y sin levantar sospechas.
Un arsenal variado
Ni Pegasus es un spyware único ni NSO es la empresa que controla este
negocio. ¿Qué otras herramientas hay en el mercado y de qué son
capaces? Imposible saberlo por fuentes oficiales. Conscientes de ello,
miembros de Privacy International, una ONG británica que vela por el
uso no invasivo de la tecnología, asistieron a decenas de ferias militares
celebradas en 37 países de Europa, Oriente Próximo y Asia para recoger
información sobre ciberarmas directamente de los fabricantes. Para
lograrlo se hicieron pasar por posibles compradores, aunque no debió
ser fácil entrar en una industria tan celosa del desconocido. “No puedo
hacer comentarios sobre eso”, responde educadamente Ilia Siatitsa,
investigadora de la organización.
54
El resultado de esa labor de campo es uno de los informes más
completos que hay sobre estas herramientas, con un registro en el que
se detallan unos 1.500 productos distintos. Los clasifican en 11
categorías, que van desde rastreadores de ubicación o de actividad
digital hasta sistemas de grabación de audio o los programas
de hackeo de móviles del tipo Pegasus.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió que los gobiernos
de países democráticos emprendan acciones judiciales por el espionaje
a periodistas a través del programa Pegasus. EFE/Ritchie B.
Tongo/Archivo RITCHIE B. TONGO RITCHIE B. TONGO / EFE
Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Alemania e Italia son los países con
más compañías en este controvertido sector, de acuerdo a los datos que
maneja Privacy International, que apenas han tenido acceso a material
de Rusia o China (se da por hecho que también serán importantes en
este negocio). “No hay una regulación internacional que afecte a este
tipo de artilugios. Se usan de forma totalmente opaca. NSO, por
ejemplo, dice que solo vende a gobiernos, pero no lo podemos
confirmar”, explica Siatitsa. La organización en la que trabaja lleva
tiempo haciendo campaña para que se prohíban estos artilugios. Ya en
2013 reveló que un software de la firma británica Gamma Group, capaz
de infiltrarse en un ordenador y monitorizar sus comunicaciones, había
sido usado por los Gobiernos de Etiopía o Baréin para localizar y atacar
a opositores políticos.
55
La falta de escrúpulos de los productores de estos sistemas está
contrastada. Se sabe que Azerbaiyán, Emiratos Árabes o Arabia Saudí
son consumidores habituales. Y que usan estas herramientas para
perseguir y asesinar a disidentes, como demuestra el caso del periodista
saudí Jamal Khashoggi.
No toda la tecnología capaz de acceder a un móvil funciona de la misma
forma. “Por un lado está el software de forénsica de móviles, el que usa
la policía cuando tiene que entrar en un dispositivo y no le hace falta
hacerlo de forma remota, y por otro están las empresas que producen
tecnología de vigilancia”, subraya Javier Ruiz, investigador de Ada
Lovelace Institute de Londres. En la segunda categoría entrarían, por
ejemplo, los motores de búsqueda que se dedican a hacer saltar una
alarma cada vez que un internauta teclea palabras sospechosas
(pornografía infantil, terrorismo, etcétera). En un tercer peldaño se
sitúan programas como Pegasus, que directamente se dedican
a hackear móviles.
Para lograrlo, estos sistemas aprovechan vulnerabilidades detectadas
por hackers en sistemas operativos. Son los llamados exploits. Se sabe,
por ejemplo, que la francesa Vupen vende exploits a agencias de
inteligencia como la NSA. Los hackers más talentosos son capaces de
descubrir vulnerabilidades desconocidas hasta por el propio
desarrollador (zero day exploits). Su valor en el mercado negro puede
alcanzar centenares de miles de dólares. Stuxnet, el ataque informático
56
organizado por EE UU e Israel contra las centrales nucleares iraníes, usó
cuatro zero day exploits.
El tsunami Snowden
Que los Estados usan la tecnología más avanzada del momento para
espiar no es una novedad. Durante la Guerra Fría, los pinchazos
telefónicos formaban parte de la rutina de las fuerzas de seguridad en
buena parte de Europa. La sofisticación de los métodos y sobre todo la
digitalización de nuestras vidas hicieron cada vez más sencillo ese
trabajo. Las filtraciones de Edward Snowden de 2013 supusieron una
llamada de atención mundial acerca de la magnitud y sistematización de
las escuchas. “No solo evidenciaron que la NSA tenía un amplio
programa de espionaje con tecnología propia, sino que lo empleaba
contra sus propios aliados, como Angela Merkel”, recuerda Andrés
Ortega, investigador del Real Instituto Elcano.
Los sistemas usados entonces eran más sencillos y solo permitían
escuchar las conversaciones, pero su utilidad era enorme para los
servicios secretos. Tanto es así que, según este analista, a los servicios
de inteligencia no les interesa demasiado que se hable de lo fácil que es
entrar en móviles ajenos precisamente para poder seguir haciendo su
trabajo. En este juego participan también las grandes empresas,
principalmente para obtener información sobre negociaciones de
contratos o para espionaje industrial. “Por unos 500 dólares puedes
comprar sistemas para pinchar móviles con relativa facilidad”, asegura
Ortega.
57
Un hombre utiliza su teléfono móvil, mientras que una mujer toma una
fotografía con su smartphone en el London Bridge de la capital
británica. GETTY IMAGES
Las recientes filtraciones del uso de Pegasus revelan que ni siquiera el
tsunami provocado por Snowden frenó las escuchas sistemáticas. “En
algunos casos, las fuerzas del orden e inteligencia deben poder recurrir
a estas herramientas para entrar en los móviles de los criminales. Pero
deberíamos asegurarnos de que no se usen a la ligera”, opina Diego
Naranjo, asesor político de EDRI, una ONG paneuropea que trabaja por
la defensa de los derechos humanos en la era digital. “Hay que
desarrollar normativas internacionales potentes, como por ejemplo
prohibir que las compañías puedan guardarse y vender zero day
exploits”.
En España, para pinchar un móvil hace falta un permiso judicial. En otros
países, como EE UU o Reino Unido, también se exige eso, aunque solo
si la escucha se realiza dentro de las propias fronteras. Fuera del propio
país, los controles son más laxos.
¿Quién está a salvo?
¿Hace falta recurrir a programas tan sofisticados como Pegasus para
entrar en un móvil ajeno? La respuesta es no. “A un usuario medio se le
puede hacer muchas cosas cuando lleva un Android, ya sea explotando
alguna vulnerabilidad o mediante ingeniería social”, explica Deepak
Daswani, hacker y experto en ciberseguridad. El sistema operativo de
58
Apple, iOS, ofrece más garantías porque tiene más medidas de control
sobre las aplicaciones que uno descarga.
Hay teléfonos codificados, preparados por el CNI, que son más difíciles
de hackear: están cifrados de punta a punta. En España los tienen los
altos cargos del Gobierno. Pero muchos ministros los dejan de usar
porque se oyen mal y son más lentos, según apunta una fuente
familiarizada con estos procesos. Esa búsqueda de comodidad pudo
haber sido la puerta de entrada de Pegasus en uno de los teléfonos del
presidente Macron.
Deshacerse del smartphone no elimina el problema: entrar en un
ordenador es igual de sencillo que acceder a un móvil. Solo nos queda
confiar en que se haga un correcto uso de las herramientas de vigilancia.
“Igual que hay tratados para prohibir el uso de armas nucleares o
bombas de racimo, creo que debería haberlos para las ciberarmas: son
demasiado peligrosas para la democracia. Una empresa como NSO no
debería poder existir”, reflexiona Carissa Véliz, profesora de Filosofía en
la Universidad de Oxford y experta en privacidad. Hasta entonces, Stalin
podrá seguir soñando con una sonrisa de oreja a oreja.
Fuente: https://elpais.com/tecnologia/2021-07-25/el-movil-el-arma-de-espionaje-
definitiva-que-llevamos-en-el-bolsillo.html?fbclid=IwAR1xSYamLmUJGJML-
78jYrLBXX2-rvXIRfC4BW_U3l9YJIhfjmiHfu6-Now
59
EL ALTO COSTO DE LA MALA COMIDA
SILVIA RIBEIRO
Por cada peso que pagamos por comida industrializada, pagamos otros
dos pesos más por los daños a la salud y al ambiente que provoca el
sistema agroalimentario industrial. Es un dato tremendo que en el Grupo
ETC estimamos a nivel global y revelamos desde 2017 en publicaciones
y videos didácticos (https://tinyurl.com/6bwaa997).
Ahora, la conservadora Fundación Rockefeller publica un informe
basado en amplios datos estadísticos, que confirma esta relación con
análisis de la realidad en Estados Unidos. ( True cost of Food, julio
2021, https://tinyurl.com/ezj93vva).
En ese país, la población gasta anualmente 1.1 billones (es decir 1.1
millones de millones) de dólares en comida. Sobre eso, los gastos
generados por la producción, distribución y venta de comida industrial
en atención a la salud, daños ambientales, erosión de suelos,
contaminación de agua, deforestación, destrucción de la biodiversidad y
emisión de gases causantes del cambio climático, así como costos
sociales por trabajo infantil, salarios de hambre, enfermedades
ocupacionales y falta de beneficios laborales, suman 2.1 billones de
dólares adicionales. Costos que son pagados por el erario, es decir por
la propia población.
De ese total de 2.1 billones de dólares anuales de gastos que genera
la cadena agroindustrial, los de atención a la salud, daños ambientales
y a la biodiversidad son 99 por ciento.
60
Es un subsidio mayúsculo e invisible a las empresas trasnacionales
que dominan la cadena agroalimentaria industrial para seguir
produciendo alimentos industriales y transgénicos, con glifosato y otros
agrotóxicos, para seguir con grandes criaderos de cerdos, pollos y vacas
que provocan epidemias, deforestación, contaminación de aguas y
destrucción de biodiversidad en los campos, para seguir con la
producción de alimentos ultraprocesados y con exceso de grasas, sal y
azúcares, que las empresas llenan de conservantes, texturizantes,
colorantes, saborizantes y otros químicos para que soporten largos
transportes y mayor tiempo sin mostrar pudrición en supermercados y
para engañar con sabores artificiales y adictivos a los consumidores.
Además de dar cuantiosas ganancias a las trasnacionales, el sistema
agroalimentario industrial, está estrechamente ligado a las
enfermedades que son las principales causas de muerte en el mundo.
Un informe de la OMS publicado en diciembre 2020, muestra que de las
10 principales causas de defunción en el mundo siete son enfermedades
no trasmisibles (o sea, no contagiosas). Las principales son
enfermedades cardiovasculares causadas, por ejemplo, por exceso de
colesterol, hipertensión, varios tipos de cáncer principalmente digestivos
y enfermedades renales. Destaca la OMS la entrada de la diabetes a la
lista de las 10 principales causas de muerte, dolencia que aumentó en
70 por ciento a escala global entre los años 2000 y 2019, y en 80 por
ciento como causa de muerte entre los hombres
(https://tinyurl.com/4xkz9yya). Todo esto en el contexto de una
61
pandemia global de obesidad, desnutrición y malnutrición que sufre más
de la mitad de la población mundial.
Solamente 24 por ciento de las principales causas de muerte a escala
global son enfermedades contagiosas y de ellas, más de dos terceras
partes son de origen zoonótico, la mayoría originadas a partir de la cría
industrial confinada de animales, como por ejemplo la gripe aviar y la
gripe porcina (H1N1).
Justamente una de las cosas que esta pandemia ha puesto sobre la
mesa es la estrecha conexión que existe entre la alimentación y las
enfermedades. La gran mayoría de los casos graves y de muerte con
Covid-19, han sido personas con comorbilidades como obesidad,
diabetes, hipertensión, problemas cardiacos, colesterol alto y otras
afecciones cardiovasculares, además de edad avanzada y problemas
respiratorios.
Las pocas décadas en las que se ha globalizado el consumo de comida
industrializada han llevado a una crisis de los sistemas inmunológicos de
la gente y los animales, que nos ha dejado muy debilitados frente a
nuevas enfermedades infecciosas.
Esta situación es aún peor en México. En 2019, El Poder del
Consumidor reportó que 88.8 por ciento de las defunciones fueron por
problemas de salud, con un alto porcentaje de obesidad, diabetes,
hipertensión. México es donde más se vende comida ultraprocesada y
refrescos azucarados en América Latina (https://tinyurl.com/nhv6yvbk).
62
Un tema que no es individual, sino sistémico y se debe encarar como
tal. El sistema alimentario agroindustrial, desde las semillas al plato, es
un generador de enfermedad y es causa mayor de destrucción
ambiental, pero pese a ello, subvencionamos a las empresas que lo
dominan pagando el triple del costo de la comida.
Es el mismo tipo de empresas que ahora están en juicio contra el
decreto oficial que instruye a buscar alternativas al glifosato, para
defender su derecho a seguir poniendo veneno en nuestros alimentos.
Por la salud de la gente y de la naturaleza, tenemos que sacarlas de
nuestra comida, recuperar un sistema alimentario sano, sin químicos,
basado en la producción campesina, mercados locales y diversos, con
comida que alimente en lugar de enfermar.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/31/opinion/021a1eco
63
«COMO RATAS DE LABORATORIO»
ALLISON DANIEL *
Los espeluznantes experimentos sobre desnutrición que Canadá hizo
con los niños de las escuelas indígenas
El descubrimiento de cientos de restos de niños en Kamloops, Brandon
y Cowessess, en Canadá, ha puesto de manifiesto la devastación
absoluta que los colonos infligieron en los niños, las familias y las
comunidades originarias a través del sistema de Escuelas Residenciales
Indígenas.
Como investigadora especializada en nutrición y colona-canadiense,
hago un llamado a mis colegas para que reconozcan y comprendan los
daños que han causado los experimentos de desnutrición y nutrición en
los pueblos indígenas y el legado que han dejado.
Más fácil de asimilar
Ian Mosby, historiador de la alimentación, salud indígena y política del
colonialismo de los colonos canadienses, descubrió que entre 1942 y
1952los científicos en nutrición más prominentes de Canadá llevaron a
cabo investigaciones muy poco éticas en 1.300 indígenas,
*
Allison Daniel es candidata de PhD en Ciencias Nutricionales, Universidad de Toronto.
64
incluidos 1.000 niños, en comunidades cree en el norte de Manitoba
y en seis escuelas residenciales en Canadá.
Muchos ya sufrían desnutrición debido a las políticas gubernamentales
destructivas y las terribles condiciones de las escuelas residenciales.
A los ojos de los investigadores, esto los convertía en sujetos de
prueba ideales.
Los niños eran separados de sus familias por la fuerza.
Frederick Tisdall, famoso por ser cocreador de la comida infantil Pablum
en el Hospital para Niños Enfermos de Toronto, junto con Percy Moore
y Lionel Bradley Pett fueron los principales arquitectos de los
experimentos de nutrición.
Ellos aseguraron que la educación y las intervenciones en la dieta harían
que los pueblos indígenas fueran activos más rentables para Canadá,
que si los pueblos indígenas fueran más sanos, la transmisión de
enfermedades como la tuberculosis a los blancos disminuiría y la
asimilación sería más fácil.
Presentaron con éxito su plan para experimentos de nutrición al
gobierno federal.
65
Pocas calorías, nutrientes y vitaminas
Tisdall, Moore y su equipo basaron su propuesta en los resultados que
encontraron después de someter a 400 adultos y niños Cree en el norte
de Manitoba a una serie de evaluaciones intrusivas, que incluyeron
exámenes físicos, radiografías y extracciones de sangre.
El plan de Pett y su equipo se centró en determinar una base de
referencia.
Querían darles a los niños de la Escuela Residencial Indígena
Alberni durante dos años una cantidad de lechetan pequeña que
se les privara de las calorías y nutrientes necesarios para su
crecimiento.
Otros experimentos consistieron en no darles vitaminas y minerales
esenciales a los niños de los grupos de control, mientras evitaban que
los Servicios de Salud para Indígenas les brindaran atención
dental con el pretexto de que esto podría afectar los resultados del
estudio.
E incluso antes de estos experimentos, los niños de las Escuelas
Residenciales Indígenas pasaban hambre, que se confirmaba con
informes de desnutrición grave y signos de deficiencias graves de
vitaminas y minerales.
66
Motivos raciales
El interés en la investigación de la nutrición aumentó dramáticamente
en la década de 1940, después de que el Consejo Canadiense de
Nutrición declarara públicamente que más del 60% de las personas en
Canadá tenían deficiencias nutricionales.
La mayoría de los experimentos hasta entonces se habían realizado en
animales, pero investigadores como Pett, quien fue el autor principal de
lo que luego se convertiría en la Guía de Alimentos de Canadá,
aprovecharon la oportunidad de utilizar a los indígenas como ratas de
laboratorio.
Si bien los perpetradores como Pett a menudo actuaban bajo la fachada
de comprender y ayudar a los pueblos indígenas, estaba claro que estos
experimentos de nutrición tenían una motivación racial.
Los investigadores intentaron desentrañar el «problema indígena».
Moore, Tisdall y sus colaboradores atribuyeron estereotipos
discriminatorios como «descuido, indolencia, imprevisión e inercia» a la
desnutrición.
A.E. Caldwell, director de la Escuela Residencial Indígena Alberni, afirmó
que la desnutrición fue causada por dietas y formas de vida
tradicionales, que también llamó «hábitos indolentes».
67
Los experimentos de nutrición, junto con los alimentos profundamente
inadecuados y de baja calidad que se les daba a los niños en estas
escuelas, se alinearon perfectamente con el mandato de asimilación de
Caldwell.
Prohibir a prácticamente todos los niños alimentos tradicionales
adecuados es otro medio más de colonización y genocidio cultural.
Tras el hallazgo de cientos de restos de niños en las inmediaciones de
varias escuelas, muchos se acercaron a rendirles tributo.
Según los hallazgos de Mosby, Pett afirmó que su objetivo era
comprender mejor la transición «inevitable» al estar lejos de los
alimentos tradicionales, sin embargo, las Escuelas Residenciales
Indígenas fueron diseñadas a propósito para provocar esto.
Su investigación no es ética según los estándares contemporáneos, y es
difícil creer que alguna vez haya sido aceptable experimentar con
cualquier persona, y mucho menos con niños, sin su consentimiento.
Las secuelas del Holocausto y los experimentos biomédicos en los
campos de concentración llevaron al desarrollo del Código de
Nuremberg en 1947, que establece que el consentimiento voluntario
para la investigación es absolutamente esencial y que los experimentos
deben evitar todo sufrimiento físico y mental innecesario.
68
El código se creó el mismo año en que Pett se embarcó en sus
experimentos de nutrición en seis escuelas residenciales.
Consecuencias de la malnutrición y experimentación
La desnutrición infantil puede ser mortal, especialmente cuando se
combina con el riesgo de enfermedad, que era con frecuencia el caso en
los internados.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación indica
que las principales causas de muerte de los niños en las escuelas
residenciales fueron los daños físicos, la desnutrición, las enfermedades
y el abandono.
Para los sobrevivientes de escuelas residenciales, los efectos de la
desnutrición aún duran.
El hambre durante la niñez aumenta el riesgo de enfermedades
crónicas como la diabetes tipo 2, e investigaciones indican que la
desnutrición severa puede incluso causar cambios epigenéticos que
pueden transmitirse de generación en generación.
Experimentar con niños que ya estaban sufriendo fue inmoral.
Efectos a día de hoy
Los problemas de inseguridad alimentaria y nutrición en las
comunidades indígenas son problemas importantes en Canadá, como
69
resultado de las escuelas residenciales y las políticas coloniales que
continúan hasta el día de hoy.
Los experimentos en estos internados y en las comunidades han hecho
que los sitios de atención médica sean lugares precarios y
traumáticos para muchas naciones indígenas y han llevado a que
muchos tengan dudas en torno las vacunas durante la pandemia de
covid-19.
La noticia del hallazgo de cientos de cuerpo de niños indígenas causó
indignación en Canadá y en el mundo.
Al mismo tiempo, persiste el estigma, la violencia y el racismo hacia los
pueblos indígenas en estos contextos.
Esta historia particular de experimentos de desnutrición y nutrición en
niños y adultos indígenas se ha contado antes. Atrajo la atención de los
principales medios de comunicación en 2013 después de la investigación
de Mosby.
Y no sorprende a los pueblos indígenas, cuyas verdades debemos
finalmente escuchar con atención.
Fuente: https://theconversation.com/les-enfants-des-pensionnats-pourautochtones-etaient-de-parfaits-cobayes-pour-les-chercheurs-en-nutrition-163599
70
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE
ESPECIALMENTE
EN NUESTRA AMÉRICA
71
LA PANDEMIA DE LOS COVIDIOTAS
ARAMA HARONIAN
Fuentes: CLAE - Rebelión
Paren el mundo. ¿Uno se puede bajar? En mi larga vida había escuchado
muchos disparates, pero los del último año sobre el coronavirus y la
vacunación se ganan varios premios nóbel al absurdo o al disparate
(pueden competir en ambas categorías).
Santiago Varela decía que hoy ser humorista es imposible, es una
profesión absurda, porque hay una competencia brutal, despiadada, con
gente común, con amateurs, aficionados que dicen cosas que a los
humoristas, los que viven de la sonrisa ajena, los dejan sin palabras, sin
recursos. Para colmo son ingeniosos, creativos, imaginativos.
72
Con mucha seriedad, Alejandro Grisom –titular de la oficial Argentina
Futura- señala que la aparición de una pandemia como la Covid-19 es
una bomba; sus esquirlas son los relatos apocalípticos esparcidos por
todos los rincones de la aldea global. Es más sencillo y usual imaginar el
fin de la humanidad que el fin de la injusticia y de la desigualdad.
Películas, novelas y relatos periodísticos nos narran todas las distopías
que no habíamos podido pensar.
La crisis torna imperioso pensar el presente. Y torna impensable el
futuro. Su triunfo cultural consiste en bloquear la imaginación de nuevos
rumbos y horizontes. Encorsetado el futuro a la catástrofe, a la
imposibilidad, se despliega una maquinaria que erosiona la voluntad de
acción. Que coloca el destino en cualquier factor ajeno a la voluntad y a
la sociedad, y pretende doblegar deseos, sueños y construcciones
colectivas, añade.
Pero hay que reconocer que la pandemia ha ampliado nuestro
vocabulario. Desde el estallido del brote de coronavirus y la Covid-19,
nuestro lenguaje de uso coloquial y cotidiano se ha llenado de
terminología especializada: pandemia, cepa, clúster, curva de contagio,
o siglas como OMS, EPIs, SARS, MERS. Ya no hablamos de mantener la
distancia a secas, sino de mantener la “distancia social” para evitar la
“propagación comunitaria de persona a persona”.
Ya no decimos que nuestro gobierno ha decretado el estado de alarma,
sino que nos encontramos en un estado de “emergencia de salud pública
73
ante un brote pandémico”. No estamos encerrados en casa, sino
“confinados”. Un equipo de mascarilla y guantes son ahora “kits de
protección”. Hemos dejado de tener dolores, tos, mocos o sensación de
faltarnos el aire. Ahora tenemos síntomas, dolencias, o “insuficiencia
respiratoria”. Y si no hemos desarrollado ninguno de estos males,
entonces somos “asintomáticos”.
Por ejemplo, en un zoom de cultores del IChing, una dama chilena
afirmaba que a su madre la vacunaron contra la covid-19, y a causa de
la vacuna su mamá se imantó. Obviamente a ningún humorista se le
pudo ocurrir tamaño dislate. Imagínese usted a la mamá de la señora
caminando por la cocina y una cacerola, o dos cucharas se le pegan al
abdomen o en su grueso reverso. Obviamente la señora está contra las
vacunas, que según me dicen debe ser igual que estar a favor de la
pandemia.
Quizá en su afán de destacarse de la manada, hay mucha –demasiadagente
que se manifiesta públicamente como antivacunas o
anticuarentena. (Eso no quiere decir que no se vacunen) También los
creacionistas creen que el mundo se creó el 23 de octubre de año 4004
antes de Cristo y los uruguayos que aún son campeones del mundo en
fútbol.
Quizá tengan razón y no hay de qué preocuparse. En el mundo se
registraron casi 200 millones de infectados y casi cuatro millones de
muertos. En América Lapobre hay poco más de 40 millones de
74
infectados, de los cuales 18 millones y medio viven en Brasil. Pero todo
es sicológico, porque el virus no existe y las vacunas son nocivas e
imantadas.
745 millones de personas en todo el mundo vivirán en condiciones de
“pobreza extrema” al finalizar 2021, lo cual implica un aumento de 100
millones de personas desde que se declaró la pandemia 18 meses atrás.
A ello se suma que 2.700 millones de personas no recibieron
ningún tipo de ayuda pública para enfrentar las consecuencias
económicas derivadas de la covid-19.
En el mundo ya son 155 millones de personas las que fueron arrastrados
a extremos de inseguridad alimentarias, 20 millones más que en 2020.
Son solo cifras, pensarán ustedes. Sí, son cifras que muestran una
realidad que no queremos ver.
La que salió Campeón de América fue la selección de fútbol argentina,
de la mano del “mago” Lionel Messi. Pero el país quedó relegado en
Latinoamérica detrás de Brasil, México y Colombia con la segunda mayor
cantidad de casos de coronavirus, habiendo sobrepasado a otros países
en número de infecciones y muertes.
La devastación económica derivada de la pandemia de Covid-19, esa
que no existe, ha colocado a Latinoamérica en peligro de sufrir una
nueva década perdida. Actualmente registramos 60 millones de
personas en situación de hambre, 14 millones más que hace un año, la
contracción económica fue de 6.8 por ciento, la peor en 120 años. En
75
Centroamérica, la carencia nutricional ha colocado a millones de niñas,
niños y adolescentes ante un escenario de privaciones, enfermedad,
dolor y muerte precoz. O de migración hacia mejores sueños.
En este país ya no se puede vivir, con la excusa de la pandemia los
chicos no tienen futuro. Mi hijo está ahorrando para irse a Europa, a
Barcelona, le decía una señora a la cajera del supermercado, la semana
pasada. Tenga cuidado que en Barcelona hay toque de queda, otra vez,
le contestó la cajera, detrás de su bozal, perdón barbijo.
En la radio –donde esperaba escuchar música mientras trabajabaescuché
un comentario de una oyente que denunciaba que en los
aviones que deberían traer vacunas, no las transportaban, sino que
traían extranjeros: rusos, chinos, cubanos, iraníes, quizá. El periodista
radial le explicaba que las vacunas llegaban en grandes cajones
cerrados, y que estaban acondicionados a una temperatura de ocho
grados bajo cero. Difícil que el ruso, chino o cubano, disfrazado de
vacuna, pudiera llegar con vida en esas condiciones. ¿La señora estaba
contra las vacunas o contra los extranjeros? Eso no me quedó claro.
Quizá su fobia fuera con los aviones.
En una miniconcentración antivacunas, una señora con barbijo Dior,
afirmó que ella sabía de primera fuente, porque su marido era médico,
que existen autopsias que demuestran que la vacuna es nociva para la
salud. No, señora, lo que son nocivas para la salud, por unanimidad, son
las autopsias.
76
Delante del centro de vacunación una pareja de mayores de 50 años
insistían en saber qué vacunas les iban a inocular. “No queremos
vacunas comunistas, ni la soviética ni la china, que seguro que son
veneno. Eso lo leímos en las alertas del twitter”. Ellos eran chicos aun
cuando desapareció la Unión Soviética, pero nunca paró la publicidad de
que los comunistas se comen a los niños. Eso de que con una vacuna
los inoculan ideológicamente, me parece de humor fino, realmente sin
precedentes…
Por suerte, hoy ya contamos con un repertorio Terminología Covid19.
Uno de los últimos neologismos incorporados, Covidiota: aquel que no
respeta las normas y rompe el aislamiento. Según Rectum Magazine,
covidiota también es la imbecilidad humana que busca acaparar
mercadería innecesariamente aumentando contagios y privando a otros
de abastecerse normalmente. Por suerte aún no se ocurrió a algún genio
publicitario hablar de los covidprecios: “Compre durante nuestra semana
Covidprecios y ahorra en todos nuestros Covidartículos un 22 %”.
Paren el mundo. Si sigue así, lleno de covidiotas (como algunos que
escriben notas como éstas), prefiero bajar.
*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador
y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración
Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis
Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.
Fuente: https://estrategia.la/2021/07/19/la-pandemia-de-los-covidiotas/
77
LA PANDEMIA JAQUEA AL EMPLEO
SERGIO FERRARI
Fuentes: Rebelión
Las tibias señales de recuperación laboral de fines del año pasado en el
continente chocan contra los impactos de las nuevas olas. Las
proyecciones son inciertas y el futuro dependerá de cómo siga afectando
la pandemia. Sin embargo, ya hay que programar la postpandemia.
La región deberá implementar políticas que estimulen la generación de
empleos, particularmente entre los sectores más vulnerables: la
juventud y las mujeres. Este es uno de los argumentos de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) quienes publicaron en junio
su Coyuntura Laboral en América Latina y el
Caribe (https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46955/1/
S2100277_es.pdf ), donde analizan los efectos críticos del COVID-19 en
el continente.
78
Según las dos organizaciones onusianas, la crisis económica del año
pasado, la más significativa del último siglo, se expresó en una caída del
Producto Interno Bruto de -7.1%, y en una tasa de desempleo media
continental superior al 10%. La que tuvo una particular incidencia en los
sectores hotelero (19.2%), de la construcción (11.7%), del comercio
(10.8%) y del transporte (9.2%). Los cuatro, en conjunto, concentran
cerca del 40% del empleo regional total. A la industria la afectó en
un 8.6%, en tanto en la agricultura un 2.4%.
Los cálculos de los organismos internacionales señalan que, debido a la
crisis sanitaria, el año pasado, se perdieron en el continente más de 26
millones de puestos de trabajo. La Organización Internacional del
Trabajo reveló que la tasa de ocupación promedio de la región se redujo
del 57.4% al 51.7% entre 2019 y 2020. Otro estudio señala que una de
cada seis personas de entre 18 y 29 años ha perdido su empleo en la
región desde que se desató la pandemia.
De cara al futuro cercano, la CEPAL y la OIT sugieren la implementación
de estrategias que permitan sentar las bases para un retorno, con
mejores condiciones laborales, para todos los trabajadores. Entre ellas:
apuntalar la recuperación del empleo en las categorías y sectores
altamente afectados; mejorar aspectos institucionales referidos a la
salud y seguridad en el trabajo; la formalización de la situación de los
trabajadores; la promoción de la inclusión laboral de las mujeres, así
como la regulación adecuada de nuevas modalidades de trabajo.
79
En su diagnóstico del mundo del trabajo dado a conocer el tercer lunes
de junio, las dos organizaciones sostienen que los impactos más
negativos se observaron en el segundo trimestre del año pasado, cuando
se implementaron las medidas de confinamiento para intentar contener
el pico pandémico. Lo que implicó la caída de la actividad económica,
del empleo y de las horas trabajadas.
Especial incidencia negativa se registró en el sector informal y en los
países en los cuales dicho sector es predominante. Un número
significativo de trabajadoras y trabajadores no pudo continuar con sus
labores, lo que les impidió generar ingresos para sus hogares y actuar
de forma contra cíclica, a diferencia de lo sucedido con el sector informal
en crisis anteriores. El cierre temporal de los servicios de cuidado y de
las escuelas repercutió, además, en una sobrecarga del trabajo en los
hogares. Fueron entonces las mujeres las que soportaron el peso
principal de esta tendencia dado el rol decisivo que juegan en los
quehaceres hogareños y en la gestión de la vida familiar.
Drama en la tragedia: la niñez trabajadora
Un efecto significativo colateral de la crisis pandémica regional fue el
retroceso en los esfuerzos que América Latina y el Caribe venían
realizando con la perspectiva de reducir o eliminar el trabajo infantil
hasta el 2025. Entre 2016 y 2020 cerca de 2.300.000 infantes habían
podido dejar de trabajar.
80
A partir del COVID-19, el prolongado cierre de escuelas y el aumento de
la pobreza entre las familias más vulnerables arrastraron a más niñas y
niños de la región a buscar formas de subsistencia. Según un nuevo
estudio de la OIT y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la
infancia) que fue divulgado en la segunda semana de junio, más de 8
millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años se ven obligada-os,
actualmente, a trabajar en el continente. Se trata mayoritariamente de
adolescentes varones, aunque un 33% corresponde a niñas.
(https://data.unicef.org/resources/child-labour-2020-global-estimatestrends-and-the-road-forward/
).
El número de niños y niñas en hogares con pocos ingresos aumentó
como consecuencia de la pérdida del empleo o la reducción salarial de
muchas familias, que deben ahora recurrir al trabajo infantil como aporte
complementario a la sobrevivencia.
El trabajo infantil está presente tanto en las zonas rurales como en las
urbanas, y casi la mitad (el 48.7%) se practica en el sector agrícola. Más
del 50% de la niñez trabajadora realiza tareas peligrosas, es decir, con
riesgos o consecuencias negativas para su salud, educación o bienestar.
Ante esta compleja realidad continental, la Organización Internacional
del Trabajo y UNICEF recomiendan que se aumente el gasto en servicios
públicos como la protección social; el acceso universal a una educación
gratuita y de buena calidad y que se reabran las escuelas, pero de forma
segura. También proponen el trabajo decente para la-os jóvenes en
81
edad legal de trabajar; que se vuelva a prestar atención al trabajo
infantil en la agricultura; que se promulguen leyes que protejan mejor a
la niñez que promuevan sistemas integrales de protección de la infancia
allí donde no existan.
Opciones de futuro
Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe analiza el impacto
negativo de la pandemia –mayor que en todas las crisis anteriores– en
los mercados laborales de América Latina y el Caribe. Y enumera sus
expresiones más constantes: la destrucción y precarización del empleo;
el aumento de la desocupación; la abrupta disminución de la
participación laboral y los efectos en el empleo y en la participación de
las mujeres, entre otros. Y sugiere anticipar los desafíos de corto y
mediano plazo para una transición paulatina hacia la postpandemia.
Ésta dependerá tanto de la efectividad y la masificación de las medidas
de control de la crisis sanitaria — en particular la vacunación–, como de
la robustez de la recuperación de la actividad económica en un contexto
de gran fragilidad.
Dada la profundidad del impacto de la crisis en 2020 y de las segundas
y terceras olas que confrontan varios países, es muy probable que desde
2021 la región conviva con tasas de desocupación más altas respecto a
los años precedentes.
82
Es posible, enfatizan la OIT y la CEPAL, que los empleos formales que
se generen en el futuro, no recuperen en el corto plazo los niveles
previos a la crisis sanitaria. Debido a los problemas que están
experimentando muchas empresas, particularmente las micro, pequeñas
y medianas, para sostener y recuperar su actividad.
En consecuencia, ciertos mecanismos como los seguros de desempleo,
junto con las políticas de capacitación e intermediación laboral, son y
serán muy importantes tanto para sostener los ingresos de los
desocupados como para facilitar su retorno al mercado laboral.
Como opciones de salida de la crisis recomiendan la promoción de la
inversión pública y privada con alta intensidad de mano de obra,
especialmente en los sectores más afectados en cada país, “de manera
que la reactivación del tejido productivo en esos sectores acelere la
demanda del empleo a nivel sectorial”.
El sector informal, por otra parte, deberá estar también en el centro de
la preocupación oficial. Será importante sostener políticas de ingreso
para los trabajadores informales y sus familias durante las siguientes
olas de la pandemia y en la postpandemia, enfatiza el estudio. Subraya
también la atención particular, en esta etapa, a las opciones del trabajo
femenino, particularmente afectado durante la crisis. “Para facilitar la
reincorporación de las mujeres al mercado laboral — además de
promover la recuperación del empleo–, se deberán priorizar las medidas
83
que fortalezcan las políticas e instituciones de los sistemas de cuidado,
tanto en términos de educación como de salud.
Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe subraya una realidad
“novedosa” que explotó con fuerza en los últimos meses: los
trabajadores intermediados por plataformas digitales. Constituyeron una
fuente de empleo muy importante debido a la necesidad de reducir los
contactos personales y de mantener el reparto de bienes esenciales. Sin
embargo, la realidad muestra que existe una alta precarización de esta
modalidad de trabajo caracterizada por la inestabilidad, largas jornadas,
ausencia de protección socio-laboral y la falta de opciones de diálogo y
representación. De ahí, la necesidad de bregar por condiciones
realmente decentes en esta nueva modalidad laboral, insisten la OIT y
la CEPAL.
Aunque no lo señalen explícitamente estos organismos, el futuro laboralsocial
en el continente – y a nivel mundial— va a generalizar el debate
sobre quién pagará realmente los costos de la crisis. Una pugna esencial
de sociedad, que, si bien ya se visualiza, sigue parcialmente velada por
las restricciones pandémicas que limitan la movilización social. Todo
anticipa que la recuperación del empleo y la vigencia de condiciones
laborales decentes no solo dependerán de la buena voluntad de los
gobiernos sino también de la presión social en las calles.
FUENTE: https://rebelion.org/la-pandemia-jaquea-al-emple
84
AMÉRICA LATINA: 4.555 MUJERES
VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO
ELDA MONTIEL
Fuentes: SEMlac
América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo, ya que
alberga solo al nueve por ciento de la población mundial, pero
actualmente representa 34 por ciento del total de muertes violentas.
Los países de la región, entre los que se encuentra México, tienen las
tasas de homicidios más altas que las naciones con niveles de
desigualdad similares. Los índices de violencia contra las mujeres y las
niñas son abrumadores.
Tan solo en 2018, 4.555 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 18
países de América Latina, de acuerdo con el Observatorio de Igualdad
de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal).
Los países también luchan contra formas de violencia no letales, incluida
la violencia sexual, los robos, el abuso policial y la trata de personas.
En el Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 «Atrapados: Alta
Desigualdad y Bajo Crecimiento en América Latina y el Caribe», lanzado
por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se
analiza «la trampa en la que se encuentra sumida la región que impide
85
el avance hacia el logro de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo
Sostenible».
La pandemia de covid-19 ha generado una crisis económica que afecta
principalmente a las mujeres, niñas, niños y adolescentes, al colocarlas
en situación de riesgo dentro de sus propios hogares.
El cuarto Informe de Desarrollo Humano advierte que, si bien la
desigualdad causa mayor violencia, esta última también aumenta la
desigualdad porque afecta de manera desproporcionada a las
poblaciones más vulnerables, entre ellas las mujeres, minorías étnicas y
de género, lo que contribuye a perpetuar su estado de privación.
La violencia social y doméstica presenta elevados niveles de violencia
sexual, feminicidio y violencia contra niñas y niños, lo que ha sido un
área de creciente preocupación durante los confinamientos a raíz del
covid-19.
La región tiene la tercera prevalencia más alta de violencia sexual a lo
largo de la vida perpetrada por personas que no son la pareja y la
segunda prevalencia más elevada de violencia a lo largo de la vida
cometida por la pareja.
La violencia contra minorías sexuales es también una de las más altas
en el mundo.
El informe destaca que la violencia homicida en la región también varía
mucho al interior de los países. Por ejemplo, refiere que algunos estados
86
y ciudades de México tienen tasas de homicidio superiores a 200 por
cada 100.000 habitantes, mientras que otros tienen tasas inferiores a
dos, y algunas regiones de Chile registran tres homicidios por cada
100.000 habitantes, mientras que otras tienen de una tasa de 0,5.
La violencia limita también el crecimiento a través de su impacto sobre
el capital humano (y la productividad) y sobre la inversión pública y
privada que se ve distorsionada, así como por el gasto en seguridad y
por la incertidumbre acerca de los derechos de propiedad.
Entre las líneas de acción que propone el documento para abordar este
tema, figuran el fortalecimiento de los sistemas de justicia local y la
expansión de la atención en salud mental para las víctimas de violencia.
Las políticas públicas dirigidas a erradicar la violencia contra las mujeres
y las niñas deben adoptar un enfoque integral que incluya la prevención,
la atención, la sanción y la reparación.
Establecer sistemas de justicia independiente y eficaz, capaz de
salvaguardar los derechos humanos, facilitar el acceso a la justicia para
todos sin discriminación y proporcionar servicios transparentes y
objetivos es fundamental para combatir la violencia eficazmente.
Al no permitir que los delitos queden impunes y prevenir la
revictimización, el sistema judicial elevaría el costo de cometer crímenes.
Estos sistemas deben responder adecuadamente a las necesidades
diferenciadas, por ejemplo, construyendo capacidad para abordar mejor
87
la violencia contra las mujeres, las personas LGBT+ y los grupos étnicos
mediante una clasificación más detallada de los crímenes en las
estructuras jurídicas y mediante el entrenamiento.
Este enfoque también debe integrar perspectivas económicas, sociales,
culturales y de justicia para enfrentar el problema a lo largo de las
diferentes etapas del ciclo de vida de las mujeres.
Destaca que, si se abordan con éxito, los avances en la lucha contra la
violencia pueden allanar el camino hacia sociedades más equitativas,
más productivas y pacíficas.
El narcotráfico triplicó en 10 años la tasa de homicidio en
México
De los datos sobre la violencia en la región destaca, que en las últimas
dos décadas el crimen organizado en la región se ha vuelto cada vez
más violento.
Debido a la inestabilidad y la subsiguiente escisión de las organizaciones
narcotraficantes mexicanas y sus enfrentamientos entre sí y con las
autoridades estatales tras los cambios en el entorno político, la tasa de
homicidio del país se triplicó en 10 años.
Al mismo tiempo, el enfoque internacional de reprimir las redes de
narcotráfico colombianas y mexicanas empujó al crimen organizado a
88
expandirse hacia América Central para establecer nuevas rutas para sus
operaciones de tráfico.
También refiere el documento que la violencia o la amenaza de violencia
se ha convertido en moneda de negociación entre actores estatales y no
estatales en diversos contextos para alcanzar y sostener acuerdos, y es
parte fundamental de la lucha por la distribución de recursos, derechos,
oportunidades y poder en esta área geográfica.
Asimismo, la región aún lucha con la violencia política, que incluye
protestas violentas, actos de violencia estatal como brutalidad policial,
ejecuciones extrajudiciales y represión violenta de protestas, y violencia
contra defensores de derechos humanos, activistas ambientales,
políticos y periodistas.
Dada la prevalencia de la violencia y sus graves repercusiones en el
desarrollo humano, la zona necesita desesperadamente más y mejores
datos especialmente sobre las formas más graves de la violencia que la
afligen.
La militarización en países como México incrementó la violencia
Las agresiones llevadas a cabo por las fuerzas armadas también se han
intensificado tras la decisión de algunos países de militarizar las tareas
de seguridad pública, lo que ha provocado un aumento de la violencia
en Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela.
89
También se menciona a México entre los países con protestas violentas
que se dieron entre 2000 y 2019. En América del Sur fueron más
comunes en Bolivia, Brasil y Venezuela. La mayoría de las protestas
violentas en América Central se produjeron en Honduras y Nicaragua.
México se encuentra entre los países con mayor número de protestas
violentas junto con Nicaragua y Brasil, solo superadas por Haití y
Venezuela.
La mayoría de los casos de defensores de los derechos humanos
asesinados se han producido en Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras
y
México.
Cientos de políticos mexicanos han sido asesinados por organizaciones
narcotraficantes.
Se estima que 450 periodistas fueron asesinados o desaparecidos en la
región entre 2000 y 2017; Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras y
México son los países más peligrosos para esa profesión.
México se encuentra entre los cuatro países, después de Perú y Ecuador,
Uruguay con mayor porcentaje de ciudadanos que afirman haber sido
víctimas de un delito en 12 meses.
Los costos de la violencia
90
La violencia tiene la capacidad de distorsionar la asignación de recursos
públicos y privados, contribuyendo de esta forma a la persistencia de la
desigualdad.
Se estima que los costos directos e indirectos del crimen en la región
son alrededor del tres por ciento del PIB en el país promedio y en más
del seis por ciento en los países más violentos de América Central.
El Banco Mundial estima que los costos relacionados con los gastos
médicos, la pérdida de productividad y el gasto público en seguridad
ascienden al 3,7 por ciento de la producción anual. Esto representa un
desperdicio sustancial de los recursos públicos que se necesitan para la
defensa, la policía, los programas de prevención y el castigo.
Fuente: https://rebelion.org/america-latina-4-555-mujeres-victimas-de-feminicidio/
91
DW-COLOMBIA: LA MAQUINARIA DE LA GUERRA QUE
PRODUCE MERCENARIOS
El asesinato del presidente haitiano evidencia que Colombia tiene un
grave problema con sus Fuerzas Armadas que, a pesar de sus fortalezas,
parecen superadas por la descomposición que genera una guerra de
medio siglo.
Helicóptero Blackhawk de las Fuerzas Armadas de Colombia
Cuba exporta médicos, Colombia mercenarios. "Es terrible escuchar eso,
pero es la realidad”, dice a DW el exmilitar colombiano Alfonso Manzur
Arrieta. El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio,
presuntamente a manos de un grupo de exmilitares colombianos
contratados como mercenarios por la firma estadounidense CTU
Security, de propiedad del venezolano Antonio Intriago, saca a flote un
vergonzante y gigantesco problema producido en Colombia. ¿Cómo
92
y por qué Colombia produce mercenarios?¿Quiénes son los contratistas
y quiénes los llamados mercenarios?
"Este es un fenómeno surgido de más de medio siglo de guerra en
Colombia, y en la que las Fuerzas Públicas, en especial el Ejército y la
Armada, se convirtieron en un poderoso factor de la guerra misma”,
sostiene Alfonso Manzur Arrieta, politólogo y director de Veteranos por
Colombia, una fundación que "aboga por la reconciliación entre
exmilitares y exguerrilleros”.
La guerra es un negocio, aunque suene a frase de cajón. "Veteranos por
Colombia aprueba empero, la política de ‘seguridad democrática',
porque sin ella hubiera sido imposible hacer replegar a las FARC que, en
ese momento, eran muy fuertes”, recuerda Manzur, magister en
Seguridad Pública y Asuntos Internacionales. Esta estrategia del
expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), presentada en 2003 por la
actual vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez,
proponía un papel más activo de la sociedad civil en la lucha del Estado
y de sus órganos de seguridad frente a la amenaza de grupos
insurgentes. A pesar del gran apoyo popular, su aplicación propició
graves violaciones de los derechos humanos.
La pérdida de la ética es la génesis del resto de males
"En ese marco, la alianza de miembros de las Fuerzas Armadas con el
paramilitarismo dañó la ética militar”, agrega el experto, que ve aquí la
génesis de lo que más tarde se conocerían como "falsos positivos” o sea
ejecuciones extrajudiciales. Según la JEP, la Justicia Especial para la Paz,
93
entre 2002 y 2008, militares colombianos asesinaron a por lo menos
6.402 jóvenes inocentes para ser presentados como bajas en combate.
¿Cuál fue efecto del trabajo conjunto de algunos militares con grupos
paramilitares? "Esa unión le hizo perder la legitimidad a las Fuerzas
Militares de Colombia. Hoy, muchos de mis excompañeros están en la
cárcel por ello”, lamenta.
Mercenarismo: un fenómeno "muy complicado”
La Fuerza Pública de Colombia sigue siendo la mayor de toda América
Latina, superando a Brasil. El número de efectivos se ha reducido,
aunque su presupuesto ha crecido. Entre 2015 y 2020, según el
Ministerio de Defensa, Colombia pasó de tener y mantener a 451.124
soldados, cadetes y policías a contar con 402.308 hasta septiembre de
2020. En respuesta a un derecho de petición de Colombiacheck, el
Ministerio de Defensa informó que en 2020 el presupuesto del Ejército,
la Armada y Fuerza Aérea fue de 11.564.339 millones de pesos, y el de
la Policía de 9.701.672 millones de pesos.
El Plan Colombia, lanzado en 1999 por Bill Clinton y Andrés Pastrana en
Colombia, y creado, en un principio, para combatir la alianza de la
guerrilla con el narcotráfico, terminó inflando las filas de las fuerzas
armadas en Colombia. "Más tarde, el mismo narcotráfico generaría otro
nuevo sector: el de la seguridad privada”, describe Alfonso Manzur.
Cuando un Ejército pierde su norte ético, puede dar origen al
"mercenarismo”, es la conclusión del politólogo colombiano, que lo
considera "un fenómeno muy complicado”.
94
Colombia cuenta así con el mayor ejército de América Latina, entrenado
y probado en combate y que se pensiona joven: bastan 21 años de
servicio para que un militar tenga el derecho a recibir una "asignación
de retiro”. Pero mientras exoficiales reciben hasta 6 millones de pesos
(alrededor de 1.560 dólares) de pensión tras dos décadas de trabajo, un
ingeniero electrónico en Colombia gana apenas unos 2 millones y medio
de pesos de salario, unos 650 dólares. Y los soldados rasos apenas
reciben el salario mínimo como pensión, que hoy en Colombia no alcanza
al millón de pesos, unos 260 dólares. Tan poco, que tienen que buscar
trabajos alternativos para subsistir.
Despegue del cohete Ariane 5 que pone en órbita satélites desde la Estación Aeroespacial
Europea en Kouru, Guayana Francesa.
Un legionario colombiano: "Somos apreciados por nuestro
profesionalismo”
Raphaël es colombiano y miembro de la "Légion étrangère”, la fuerza de
choque del ejército francés, que se compone de exmilitares de casi todo
95
el mundo. "Yo mismo renuncié al ejército, porque tras haber sido herido
en combate con las FARC, la institución me desamparó”, dice a DW, en
un día libre de operaciones desde la selva guayanesa. Raphaël es un
nombre ficticio dado por la redacción de DW para proteger su identidad.
"El Ejército de Colombia me defraudó porque cuando yo puse la frente,
me dio la espalda”, agrega. Raphaël escuchó del asesinato en Haití y
lamenta las acciones de "mercenarios que se creen Rambos, ávidos de
sangre y aventuras, como en las películas”. Él mismo se llama
"legionario”, aplicó sin intermediarios en Francia, pasó las duras pruebas
físicas, psicológicas y de conocimientos y fue admitido con un contrato
oficial en la Legión Extranjera, una fuerza élite adjunta al ministerio de
Defensa de París.
Raphaël cuenta que, en realidad, "los colombianos somos bien
apreciados, justo por nuestra alta capacitación, experiencia en campo y
seriedad”. Este colombiano es uno de los que velan por la seguridad de
la Estación Espacial Europea en la Guayana Francesa, pero sus
operaciones también lo llevan a patrullar la selva para la prevención del
narcotráfico y la persecución de los explotadores ilegales de oro, en su
mayoría brasileños.
En sus misiones, los mayores riesgos que corre son la posibilidad de
sufrir la mordedura de un murciélago con rabia o el ahogamiento por
contacto con peces gato. La mayor advertencia de sus superiores:
mantenerse lejos del mundo de la prostitución, en Guayana
francesa dominada por mujeres venezolanas y dominicanas.
96
Raphaël no ha perdido las esperanzas de regresar a Colombia y poner
un negocio, pero sí perdió su admiración por las revistas de lujo del
ejército colombiano que hablan de "héroes de la patria”.
(er)
Fuente: https://www.dw.com/es/colombia-la-maquinaria-de-la-guerra-queproduce-mercenarios/a-58604859?maca=es-Facebooksharing&fbclid=IwAR26D7DyyoC_T1cHjEAvpjdWlcuZKN8oNiE2y__gpMpwjv3wLheu
PAuIeJQ
97
AGUA: ¿FUENTE DE VIDA O FUENTE DE LUCRO?
CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA
LEONARDO BOFF *
Hoy hay dos cuestiones principales que afectan a toda la humanidad: el
calentamiento global y la creciente escasez de agua potable. Ambas
obligan a profundos cambios en nuestro modo de vivir, pues pueden
producir un colapso de nuestra civilización y afectar profundamente el
sistema-vida.
Atengámonos a la cuestión del agua, codiciada por las grandes
corporaciones para privatizarla y lucrarse enormemente. Ella puede ser
tanto motivo de guerras como de solidaridad social y cooperación entre
los pueblos. Ya se ha dicho que las guerras del siglo XX eran por petróleo
y las del siglo XXI serán por agua potable. No obstante, ella puede ser
referencia central para un nuevo pacto social mundial entre los pueblos
y los gobiernos con vistas a la supervivencia de todos.
Consideremos los datos básicos acerca del agua. Ella es
extremadamente abundante y al mismo tiempo escasa. Existen cerca de
1.360.000.000 km 3 cúbicos de agua en la Tierra. Si tomáramos toda esa
agua que está en los océanos, lagos, ríos, acuíferos y cascos polares y
la distribuyésemos equitativamente sobre una superficie terrestre plana,
*
Leonardo Boff, ecoteólogo, ha escrito El doloroso parto de la madre Tierra: una sociedad de
fraternidad sin fronteras y de amistad social, Vozes, 2021.
98
toda la Tierra quedaría sumergida bajo el agua a tres km de profundidad.
El 97% es agua salada y el 3% es agua dulce. Pero solamente el 0,7%
de esta es directamente accesible al uso humano. De este 0,7, el 70%
va para la agricultura, el 22% para la industria y lo que queda para el
uso humano y animal.
La renovación de las aguas es del orden de 43.000 km 3 al año, mientras
que el consumo total está estimado en 6.000 km³ al año. Hay por lo
tanto superabundancia de agua, pero desigualmente distribuida: el 60%
se encuentra en solo 9 países, mientras otros 80 enfrentan escasez. Poco
menos de mil millones de personas consumen el 86% del agua existente
mientras que para 1,400 millones es insuficiente (en 2020 serán tres mil
millones) y para dos mil millones no es tratada lo que genera un 85%
de las enfermedades comprobables. Se presume que en 2032 cerca de
5.000 millones de personas se verán afectadas por la crisis del agua.
El problema no es la escasez de agua sino su mala gestión y distribución
para atender las demandas humanas y de los demás seres vivos. Brasil
es la potencia natural de las aguas, con el 13% de toda el agua dulce
del planeta, con un total de 5,4 billones de metros cúbicos. A pesar de
la abundancia, se desperdicia el 46% de ella, lo que daría para abastecer
a toda Francia, Bélgica, Suiza y el Norte de Italia. Carecemos aún de una
cultura del agua.
Por ser escasa, el agua dulce se ha convertido en un bien de alto valor
económico. Como hemos pasado de una economía de mercado a una
sociedad de mercado, todo se transforma en mercancía. En función de
99
esta “gran transformación” (Karl Polanyi), hoy en día hay una carrera
mundial desenfrenada para privatizar el agua y obtener grandes lucro
Así han surgido empresas multinacionales como las francesas Vivendi y
Suez-Lyonnaise, la alemana RWE, la inglesa Thames Water y la
americana Bechtel, entre otras. Se ha creado un mercado de las aguas
de más de 100.000 millones de dólares. Ahí están fuertemente presentes
Nestlé y Coca-Cola, buscando comprar fuentes por todas partes del
mundo.
El gran debate hoy se presenta en estos términos: ¿el agua es fuente
de vida o fuente de lucro? ¿El agua es un bien natural, vital, común e
insustituible o un bien económico a ser tratado como recurso hídrico y
como mercancía?
Para empezar es importante reconocer que el agua no es un bien
económico como cualquier otro. Ella está tan ligada a la vida que debe
ser entendida como algo vital y sagrado. La vida no puede ser
transformada en mercancía. Es uno de los bienes más excelentes del
proceso evolutivo y unos de los mayores dones divinos. Además, el agua
está ligada a otras dimensiones culturales, simbólicas y espirituales que
la hacen preciosa y cargada de valores que en sí no tienen precio.
Para entender la riqueza del agua que transciende su dimensión
económica, necesitamos romper con la dictadura de la razón
instrumental-analítica y utilitarista, impuesta a toda la sociedad. Esta ve
100
el agua como mero recurso hídrico con el cual se puede hacer negocios.
Atiende solo a finalidades y utilidades. Pero el ser humano tiene otros
ejercicios de su razón. Existe la razón más ancestral, sensible,
emocional, cordial y espiritual. Este tipo de razón va más allá de
finalidades y utilidades. Esta razón está ligada al sentido de la vida, a los
valores, al carácter simbólico ético y espiritual del agua.
En esta perspectiva, el agua se considera un bien común natural, como
fuente y nicho donde hace 3,800 millones de años surgió la vida en la
Tierra. El agua es un bien común público mundial. Es patrimonio de la
biosfera y vital para todas las formas de vida. No existe vida sin agua.
Obviamente, las dimensiones del agua como fuente de vida y como
recurso hídrico no necesitan excluirse, pero deben ser rectamente
relacionadas. Fundamentalmente el agua pertenece al derecho a la
vida.
La ONU declaró el día 28 de julio de 2010 que el agua limpia y segura,
así como el saneamiento básico, constituye un derecho humano
fundamental.
Pero ella demanda, sí, una compleja estructura de captación,
conservación, tratamiento y distribución, lo que implica una innegable
dimensión económica. Esta, sin embargo, no debe prevalecer sobre la
otra, la del derecho, sino que debe hacer el agua accesible a todos. Se
debe garantizar a todos gratuitamente por lo menos 50 litros de agua
101
potable y sana al día. Cabe al poder público junto con la sociedad
organizada crear la financiación pública para cubrir los costos necesarios
para garantizar ese derecho de todos. Las tarifas para los servicios
deben contemplar los diversos usos del agua, ya sea doméstico,
industrial, agrícola o recreativo. Para los usos en la industria y en la
agricultura, evidentemente, el agua esta sujeta a precio.
La visión predominante mercadológica distorsiona la correcta relación
entre el agua como fuente de vida y el agua como recurso hídrico. Esto
se debe fundamentalmente a la exacerbación de la propiedad privada
que hace que se trate al agua sin el sentido de compartir ni de considerar
las demandas de los demás y de toda la comunidad de vida.
Es todavía muy débil el principio de solidaridad social y de comunidad
de intereses y del respeto por las cuencas hidrográficas que
transcienden los límites de las naciones como ocurre, por ejemplo, entre
Turquía de una parte y Siria e Iraq de otra, o entre Israel de un lado y
Jordania y Palestina del otro, o también entre USA y México en lo que
se refiere a los ríos Río Grande y Colorado.
Para discutir todas estas cuestiones vitales se creó en 2003 en Florencia,
Italia, el Fórum Mundial Alternativo del Agua. En él se propuso la
creación de una Autoridad Mundial del Agua. Ella sería una instancia de
gobierno público, cooperativo y plural para tratar del agua a nivel de las
grandes cuencas hídricas internacionales así como su distribución más
equitativa según las demandas regionales.
102
Paralelamente, se formó una articulación internacional con vistas a un
Contrato Mundial del Agua. Como no existe un contrato social mundial,
podría elaborarse en torno a aquello que efectivamente une a todos,
que es el agua, de la cual depende la vida de las personas y de los
demás seres vivos. De manera semejante ahora con la irrupción de la
Covid-19, urge un contrato mundial de salvaguarda de la vida humana,
mas allá de cualquier soberanismo, visto como algo superado, de otro
tiempo histórico.
Un papel importante es presionar a los gobiernos y a las empresas para
que el agua no se lleve a los mercados ni se considere una mercancía.
Es importante fomentar la cooperación público-privada para evitar que
tanta gente muera por falta de agua o como resultado de un agua mal
tratada. Cada día, 6.000 niños mueren de sed y unos 18 millones de
niños y niñas dejan de ir a la escuela porque se ven obligados a ir a
buscar agua a 5-10 km de distancia. Es importantísimo conservar los
bosques y las selvas en pie y reforestar lo más posible. Son los que
garantizan la permanencia del agua, alimentan los acuíferos, así como
mitigan el calentamiento global mediante la captación de dióxido de
carbono y la producción de oxígeno vital.
Un mundo con hambre cero, preconizado desde hace años por los
Objetivos del Milenio de la ONU debería incluir la sed cero, porque el
agua es alimento y no hay nada que pueda vivir y ser consumido sin
agua. Finalmente, el agua es vida, generadora de vida y uno de los
103
símbolos más poderosos de la vida eterna, ya que Dios aparece como
vivo, generador de toda vida y fuente infinita de vida.
Traducción de Mª José Gavito Milano
Fuente: https://leonardoboff.org/2021/07/16/agua-fuente-de-vida-o-fuente-delucro-contra-la-privatizacion-delagua/?fbclid=IwAR3AVeLLNe8nNMqGgivtcMzJv8saaWAbcopTKRyYjIYnfO_w5iY9JG
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104
LA SOCIEDAD ARGENTINA DE PEDIATRÍA CONFIRMÓ EL
DAÑO QUE PRODUCEN LOS AGROTÓXICOS EN LOS NIÑOS
NAHUEL LAG
Fuentes: Tierra viva [Foto: Subcoop]
La institución científica publicó, por primera vez, un documento
que reúne bibliografía científica que confirma el impacto del
modelo de agronegocio en la salud de niños y niñas. “Las
evidencias en sí mismas son contundentes”, afirma la
investigación. Y, ante la falta de estadísticas oficiales y políticas
sanitarias para los menores de edad, el trabajo propone
herramientas metodológicas para avanzar en relevamientos
epidemiológicos.
105
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) saldó una cuenta
pendiente con las comunidades expuestas al modelo agropecuario
intensivo dominante al publicar la guía Efecto de los Agrotóxicos en
la Salud Infantil, con el objetivo de concientizar a los trabajadores de
la salud infantil y proveer información a la comunidad médica para
abordar las enfermedades asociadas a los 520 millones de litros de
herbicidas, insecticidas y fungicidas que se utilizan en el país por año,
según datos privados. El documento busca comenzar a revertir
una deuda del Estado con la salud pública: la falta de estadísticas
e informes epidemiológicos, que permitan cuantificar la dimensión del
problema; y también un reconocimiento a la lucha de los vecinos de los
pueblos fumigados que motorizaron medidas de resguardo en todo el
país.
El documento, impulsado por la Comisión de Salud Ambiental de la SAP,
fue elaborado por un equipo multidisciplinario integrado por médicos,
investigadores y científicos integrantes de organizaciones e instituciones
de referencia en el estudio del impacto de los agrotóxicos en la salud y
el ambiente, como el Instituto de Salud Socio Ambiental de la
Universidad de Rosario (Inssa), la Red de Médicos de Pueblos
Fumigados, la Cátedra de Embriología de la Facultad de Medicina de la
UBA, el Grupo Gesta de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam)
y los hospitales Garrahan y Posadas.
“Las evidencias en sí mismas son contundentes y ameritan
entrenarnos como profesionales de la salud en la identificación
106
de problemas sanitarios que puedan estar relacionados con estos
aspectos y colaborar con la erradicación o drástica disminución del uso
de estos tóxicos”, sentencian Ignacio Bocles —médico de la cátedra de
Embriología UBA— y Damián Markov —pediatra integrante del Comité
de Salud Ambiental de la SAP— en el capítulo sobre “Efecto de los
agrotóxicos en el desarrollo embrionario y en el sistema nervioso
infantil”.
A lo largo de 12 capítulos, la guía hace un repaso de la bibliográfica
sobre usos de agrotóxicos en el país, el perjuicio en la salud infantil de
los productos mayormente utilizados en los campos de la Argentina
como clorpirifos, atrazina, imidacloprid, 2-4D, Paraquat,
carbofuran y glifosato. Precisa material científico publicado en libros
y revistas especializadas, poniendo el énfasis en los años recientes.
El nutrido aporte de documentación científica de cada capítulo pone en
jaque el latiguillo de “debatir con base científica”, que las
cámaras agropecuarias, multinacionales de la agroindustria y
funcionarios públicos utilizan para desprestigiar las denuncias de
las asambleas ciudadanas, movimientos campesinos y
profesionales de la ciencia digna para intentan bloquear la discusión
sobre los impactos del modelo agrotóxico en la salud y el ambiente.
La coordinadora del documento, María Gracia Caletti —pediatra
nefróloga, consultora del Hospital Garrahan e integrante de la Comité
de Salud Ambiental de la SAP— sentencia: «Es de conocimiento
107
público el efecto perjudicial de los agrotóxicos sobre la salud
humana tanto a nivel agudo como crónico. Este efecto sobre la
salud tiene una sólida fundamentación científica«.
Caletti califica al efecto de los agrotóxicos en la salud infantil como “un
problema de salud pública que en la Argentina adquiere una
dimensión muy grande, y que no está siendo resuelto de una manera
adecuada”. Entre las deficiencias que impiden un correcto control
sanitario del uso de los agrotóxicos, la pediatra consultora del
Garrahan enumera:
– Falta de leyes e incumplimiento de las existentes.
– Ausencia de personal de salud capacitado en el tema.
– Falta de concientización de la población.
– Falta de educación comunitaria.
– Ausencia de registros médicos adecuados.
– Ausencia de estadísticas.
«La mayoría de los países desarrollados tiene legislación
restrictiva sobre el uso de estos productos. Incluso Francia tiene
una legislación que obliga a disminuir, cada 5 años, el 30 por ciento de
agrotóxicos usados hasta dejar de utilizarlos en el 2035″, compara la
integrante del Comité de Salud Ambiental de la SAP y convoca: «Hay
108
mucha tarea por realizar en la Argentina, tanto dentro del sector
salud como fuera de él».
Respecto de la ausencia de estadísticas oficiales, último punto
mencionado por la coordinadora del documento de la SAP, recién en
noviembre pasado el Poder Ejecutivo convocó —a través de los
ministerios de Agricultura, Ciencia y Tecnología, y Ambiente— a la
comunidad científica para analizar la presencia de agroquímicos en
suelo, agua, aire y organismos vivos. Fue a 24 años de la
aprobación del primer evento transgénico resistente al glifosato.
Un documento urgente para la salud infantil
«Si bien hay múltiples publicaciones que dan cuenta de diversos efectos
perjudiciales de los agroquímicos sobre la salud, no disponemos en el
ámbito pediátrico nacional de un documento que resuma los
hallazgos sobre el efecto de los agrotóxicos en la población
infantil ni aborde esta problemática de modo integral”,
destacan Florencia Arancibia — socióloga e investigadora del Conicet
por la Unsam— Alejandro Vallini —pediatra y miembro del Inssa—,
Javier Souza Casandinho —ingeniero agrónomo (UBA) y experto en
plaguicidas y agroecología— y la propia Caletti en el Capítulo 4 respecto
del hito histórico que significa la publicación de este documento
por parte de la SAP.
Los especialistas plantean como contexto la laxitud de la normativa
argentina respecto de los agrotóxicos, situación que permite que un
109
total 107 agrotóxicos permitidos en la Argentina están
prohibidos en al menos un país en otras partes del mundo, al tiempo
que “no existe todavía ninguna Ley Nacional que regule el uso de estos
productos en todo el territorio nacional”.
En su capítulo sobre “Salud infantil y exposición a pesticidas en la
Argentina”, Medardo Ávila Vázquez —médico pediatra y neonatólogo,
docente de la Universidad Nacional de Córdoba y coordinador de la Red
de Médicos de Pueblos Fumigados— grafica la magnitud de la aplicación
del modelo agrotóxico en la Argentina: “Desde el año 1996 la
cantidad de pesticidas que se aplican en el país aumenta
permanentemente, por la extensión de cultivos de semillas
genéticamente modificadas. Estos cultivos cubren 30 millones de
hectáreas de un territorio donde viven (en pequeñas ciudades
y pueblos) más de 12 millones de personas y tres millones de
niños”.
“Una gran cantidad de pediatras atienden pacientes que viven
en zonas agroproductivas que están expuestos en forma directa e
indirecta a los agrotóxicos”, exponen los especialistas en el capítulo que
analiza la situación actual de la problemática sanitaria y ambiental y
apuntan que aunque son necesarias “medidas de resguardo a la
exposición a agrotóxicos que garanticen el derecho a la salud y a
un ambiente sano a todos los niños”, en el país es “escasa
información epidemiológica local sobre la salud de pueblos
sometidos a fumigación sistemática”.
110
Como contrapunto a la falta de información epidemiológica, el estudio
realizado, en 2014, por Medardo Ávila Vázquez en la localidad de Monte
Maíz, Córdoba. «Los resultados preliminares fueron alarmantes: la
población de Monte Maíz tiene cinco veces más casos de cáncer
que los estimados en la OMS, un 25 por ciento más de problemas
respiratorios tipo asma y casi cinco veces más de abortos espontáneos».
Subcoop
Otra de las experiencias de relevamiento de impacto en la salud de los
agrotóxicos es la de los Campamentos Sanitarios que entre 2010 y 2019
impulsó el Instituto de Salud Socioambiental (Inssa) dentro de la materia
“Práctica Final” de la Carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias
Médicas de Rosario. Se realizaron relevamientos en más de 37
localidades de cuatro provincias (Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y
111
Córdoba), donde viven más de 170 mil personas expuestas a los
agrotóxicos.
La experiencia de los campamentos fue reunida recientemente en el
libro Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la
región agroindustrial de Argentina, incorporada a la bibliografía
citada en el documento de la SAP y escrito por dos de los integrantes
del grupo que redacta el documento Vallini y Damián Verzeñassi —
médico especialista en Medicina Legal, director del Inssa y de la Carrera
de Medicina de Universidad Nacional del Chaco Austral—. Confirmaron
incrementos en la incidencia de enfermedades alérgicas
respiratorias y pulmonares obstructivas, diagnósticos
tempranos de Alzheimer o enfermedad de Parkinson, aumento
de partos espontáneos e incremento de las apariciones de
malformaciones congénitas.
Como ejemplo de los impactos en el ambiente, los especialistas citan
dos casos recientes de hallazgos de una inédita mortandad de peces en
los ríos Pilcomayo (Formosa) y Salado (Santa Fe). En el caso del río
Salado, abrió una investigación judicial espontánea que solicitó un
informe a la Universidad Nacional del Litoral, donde confirmaron la
presencia de glifosfato y clorpirifos en las muestras de agua y
tejidos.
Un impulso para continuar investigando sobre el efecto de los
agrotóxicos
112
“El presente documento también podría estimularlos a generar
conocimientos científicos relacionados, a partir de sus experiencias
cotidianas u observaciones clínicas hechas en sus propios territorios”, se
esperanzan los autores del documento de la SAP sobre la reacción que
se pretende con este primer documento sobre el Efecto de los
agrotóxicos en la salud infantil y lamentan que “salvo las localidades
donde se han dado intensas luchas por parte de los vecinos
afectados y se han logrado algunas ordenanzas municipales
restrictivas, casi no existen restricciones al uso” de agrotóxicos. El
recorrido de la lucha de las asambleas vecinales y las redes de médicos
cuenta con un capítulo especial “—Marco regulatorio y conflicto social
alrededor de los agrotóxicos”—, escrito por Arancibia.
El documento de la SAP surge como iniciativa del Comité de Salud
Ambiental, tras dos años de trabajo; pero cuando el propio organismo
de medicina pediátrica llevaba años reconociendo la problemática, por
ejemplo, con su adhesión al Convenio de Rotterdam —establecido en
2004— que abarcaba inicialmente 22 plaguicidas. Mientras que la OMS,
en 2005, reveló que el 40 por ciento de la carga mundial de
morbilidad infantil se atribuye a factores de riesgo ambiental y
afectan a niños menores de cinco años, que representan alrededor
del diez por ciento de la población mundial.
«La Sociedad Brasileña de Pediatría ha empezado a exigir ese camino
con fuerza, reclamando en su país, una política de reducción en el
uso de agrotóxicos. En Argentina también debemos solicitar ese tipo
113
de políticas que se desarrollan en otros países del mundo con
éxito. Necesitamos decisiones políticas en ese camino, pero
también que los pediatras garantes de los Derechos del Niño los
reclamemos con firmeza», sostiene Medardo Ávila Vázquez en el
capítulo que escribe para el documento de la SAP.
Con el objetivo de impulsar a los pediatras a tomar cartas en el
asunto de manera urgente, la coordinadora del documento escribe
un capítulo especial sobre “Registros médicos” y se deja a mano de
los profesionales de la salud, en los anexos, una serie de herramientas
de rápida implementación como “modelos consultados de historia
clínica ambiental”, una lista de laboratorios de toxicología de todo el país
y un detalle sobre las “fases en el proceso histórico y percepción de los
efectos socioambientales”.
“Si deseamos contribuir al diseño de estrategias para combatir el
daño de los agrotóxicos a la salud, el registro formal de los
problemas de salud asociados a ellos es una de las condiciones
imprescindibles”, resalta Caletti y reconoce la necesidad de generar
un sistema adecuado de registro, por lo que deja a disposición la
información de los anexos del documento y recomienda la consulta de
la historia clínica ambiental utilizada por el Hospital Garrahan y otros
hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.
Para allanar la tarea y poner en común conocimientos ya construidos, el
documento cuenta con un capítulo escrito por Marta María Méndez —
114
médica toxicóloga, Servicio de Toxicología del Hospital Posadas—. En su
escrito repasa los conocimientos básicos sobre la toxicidad de los
herbicidas y sus análisis clínicos.
“Los estudios epidemiológicos son los mejores indicadores de los efectos
de los herbicidas y plaguicidas, sobre la salud humana”, sostiene Méndez
y advierte: “Estos estudios se complican por la existencia de exposición
simultánea a múltiples sustancias y a las variantes genéticas que
explican la diferente susceptibilidad individual a un herbicida y/o
plaguicida”. Por lo que insiste en lograr una “utilización sistematizada de
la historia clínica ambiental” para superar “la dificultad en el registro de
las intoxicaciones y la relación entre la enfermedad y el antecedente de
la exposición al tóxico”.
Evidencia científica sobre el efecto de los agrotóxicos en la
salud infantil
El documento de la SAP cuenta con un centenar de citas bibliográficas a
documentación científica sobre el efecto de los agrotóxicos en la salud
infantil, pero los capítulos escritos por Souza Casandinho, Ávila Vázquez,
Pablo Cafiero —pediatra del Desarrollo y jefe de Clínica del Servicio de
Clínicas Interdisciplinarias del Hospital Garrahan—, Bocles y Markov se
detienen de manera extensa en la prueba científica existente.
«Si bien los primeros estudios científicos en la primera década del 2000
fueron objeto de persecución política (caso Andrés Carrasco en
Argentina y Gilles-Eric Séralini en Francia), en la actualidad no solo
115
sus trabajos son ampliamente aceptados, sino que también se
multiplicaron los grupos de investigación que estudian su toxicidad
desde diversos puntos de vista», advierten Markov y Bocles sobre el
falso debate que sostienen representantes del agronegocio y
funcionarios públicos cuando desacreditan las denuncias de los impactos
en la salud por la supuesta falta de “base científica”.
En su capítulo, Medardo Ávila Vázquez recuerda que “muchos pesticidas
han sido analizados por la Agencia Internacional de Investigación
en Cáncer (IARC) de la OMS y la mayoría han sido clasificados como
cancerígenos con distintos niveles de evidencia”. Precisa: “El glifosato,
el pesticida más utilizado en Argentina, está clasificado en el
segundo nivel de riesgo de cáncer”.
En ese sentido, cita estudios internacionales en los que se demostró el
vínculo entre pesticidas y cáncer, considerando leucemias que son
116
los cánceres más frecuentes en la niñez, y que son mucho
mayores en hijos de madres expuestas a pesticidas.
Además, los especialistas recuerdan que “los niños presentan una
vulnerabilidad particular a las exposiciones ambientales a
plaguicidas, en relación a su mayor superficie corporal, mayor
exposición y tasa de absorción por todas las vías, la presencia de succión
no nutritiva y por vía de lactancia materna” y subrayan que debido a lo
restringido de su dieta, “en los primeros cinco años, acumulará el 50 por
ciento de la exposición a plaguicidas, que recibirá en toda su vida”.
En su capítulo, Souza Casadhino agrega otro factor de riesgo para los
niños en los ámbitos rurales y es que “la existencia de partículas de suelo
contaminadas puede afectar a los seres humanos en forma directa
durante la ingestión de tierra, en países donde los niños acompañan a
los padres en la ejecución de tareas productivas” y denuncia la
“neutralidad pretendida” de quienes insisten en llamar “fitosanitario” a
los agrotóxicos para evitar que “el usuario tome una real dimensión
del carácter tóxico del producto y de los problemas derivados de un
uso inadecuado”. En ese mismo tono, hace un llamado a deconstruir las
denominadas Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
En relación a las denominadas BPA, los especialistas marcan como otro
factor de riesgo de contaminación la presencia de agrotóxicos en los
alimentos: por aplicación directa, por acumulación en la cadena
117
alimentaria o por los procesos de industrialización, transporte y
almacenamiento de los productos comestibles.
Como síntesis de los trabajos citados respecto del efecto de los
agrotóxicos en la salud infantil, se pueden enumerar:
– Efectos sobre el neurodesarrollo: déficits de atención, hiperactividad,
trastornos de aprendizaje, autismo.
– Enfermedades neurodegenerativas: Alzheimer y Parkinson.
– Tumores sólidos de la infancia, por ejemplo, una elevada tasa de
cáncer renal fue asociada con exposición paterna a pesticidas en la
actividad agrícola.
– Cánceres hematológicos: Linfoma, Hodgkin’s y Leucemia
– Genotoxicidad, inmunotoxicidad y susceptibilidad genética
“Desde hace décadas, las comunidades que se perciben
afectadas y se movilizan para mejorar su salud socioambiental
nos exigen a los profesionales de la salud en general y a los
médicos en particular que nos involucremos en la problemática.
Nos solicitan que colaboremos con la evaluación y el diagnóstico de
aquello que perciben que les afecta y nos afecta”, convocan.
118
Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/la-sociedad-argentina-de-pediatriaconfirmo-el-dano-que-producen-los-agrotoxicos-en-los-ninos/
119
MERCURIO Y PLOMO AMENAZAN A LA POBLACIÓN EN
AMÉRICA LATINA
NICOLÁS DE LA BARRERA
Fuentes: scidev.net [Foto: Las comunidades originarias están entre los sectores más
afectados por la contaminación con mercurio debido a que sus dietas se basan en la pesca.
Por ejemplo, en personas que habitan cerca del río Apaporis (Colombia, en la foto) se
detectaron niveles de mercurio en cabello de 23 μg/g, por encima de 10 μg/g, nivel
considerado alto. Crédito de la imagen: Jucatili25/Wikimedia Commons, bajo licencia
Creative Commons 4.0]
Las comunidades amazónicas son las que más expuestas a la
contaminación por mercurio, producto de la minería aurífera; y en
monitoreos en población general, trabajadores y niños son los grupos
más afectados por el plomo en América Latina.
Según una revisión estudios realizados entre 2016 y 2021 y publicada
en Current Opinion in Toxicology, los investigadores advierten sobre una
120
alarmante falta de datos sobre el problema de la exposición a metales
pesados en la región.
En el caso del mercurio, el consumo de pescado es uno de los principales
factores para la intoxicación por este elemento, que llega a los recursos
acuáticos derivado de la minería artesanal en la Amazonia.
Las comunidades originarias están entre los sectores más afectados por
esta contaminación debido a que sus dietas se basan en la pesca.
“Hacen falta programas que impulsen la extracción aurífera sin mercurio,
en especial en comunidades que ancestralmente han realizado estas
actividades, e insistir en educación y salud ambiental, divulgando la
problemática con sustento científico”. Jesús Olivero Verbel, Universidad
de Cartagena, Colombia
En habitantes de localidades colombianas amazónicas adyacentes a los
ríos Caqueta, Cotuhe y Apaporis se detectaron niveles de mercurio en
cabello de 17,3 μg/g (microgramo/gramo); 10,6 μg/g y 23 μg/g,
respectivamente, todos valores por encima de 1 μg/g, umbral
establecido por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU y del 10
μg/g, nivel considerado alto. En Brasil, en territorio de la comunidad
Yanomami, contigua al río amazónico Uraricoera, se detectó una media
de 15,5 μg/g, entre otros casos de gran exposición.
“Hacen falta programas que impulsen la extracción aurífera sin mercurio,
en especial en comunidades que ancestralmente han realizado estas
actividades, e insistir en educación y salud ambiental, divulgando la
121
problemática con sustento científico”, expresó por email
a SciDev.Net Jesús Olivero Verbel, autor principal del estudio, de la
Universidad de Cartagena (Colombia).
En relación con el plomo, en México, Brasil y Uruguay —aquellos con
más estudios al respecto—, la contaminación se explica a partir de
exposiciones a residuos electrónicos, reciclaje de baterías o a la
elaboración de cerámica vidriada. La mala gestión de la basura,
actividades industriales y el consumo de agua y comida contaminada
son otras fuentes de intoxicación identificadas en la revisión.
Los mayores niveles de plomo en sangre se hallaron en recicladores de
baterías de Ciudad de México, a quienes se les midió, en promedio, 69
μg/dL (microgramos por decilitro). Según los Centros para el Control y
la Prevención de Enfermedades de EEUU, a partir de los 5 µg/dl se
considera que el nivel de este tóxico en sangre es alto.
Hace dos años, México estimó la contaminación por este elemento entre
la población infantil de 1 a 4 años. “Consideramos que 17,5 por ciento
de los niños (1,4 millones) tienen intoxicación por plomo. Encontramos
una situación muy preocupante”, expresó la epidemióloga ambiental
Mara Tellez Rojo, investigadora en el Centro de Investigación en
Nutrición y Salud, dentro del Instituto Nacional de Salud Pública, quien
no participó en el estudio.
“En México, la fuente de exposición principal es el uso de losa de barro
vidriada, que se hace de manera artesanal en hornos domésticos y se
122
barniza con un esmalte a base de plomo”, explicó a SciDev.Net por
teléfono. “Esta es la principal fuente de exposición. Sin embargo,
sabemos que hay muchas otras como la minería, cierto tipo de pinturas
o los residuos electrónicos”, agregó.
Entre otros casos, en Montevideo (Uruguay), sobre una población
escolar de 259 alumnos, se halló hasta 9,19 µg/dl de plomo en sangre
en niños, mientras que en Tasajera (Colombia), sobre una muestra de
554 personas de una comunidad pesquera, de entre 5 y 16 años, el
resultado fue, en promedio, de 8,9 µg/dl.
Acerca de los efectos sobre la salud de estos contaminantes, los autores
resaltan que, aún en concentraciones bajas, el plomo se asocia en
estudios de América Latina a discapacidad cognitiva en niños y
alteraciones metabólicas, inmunes e incluso genéticas. Si bien el
mercurio tiene efectos neurotóxicos, los autores advirtieron sobre la falta
de información sobre los impactos de este contaminante, en especial,
en comunidades étnicas.
“La exposición a estos metales tóxicos es prevenible, pero
lamentablemente las comunidades expuestas reciben poca o nula
atención estatal para contrarrestar el problema. Y si a esto le sumamos
la corrupción ligada a estos procesos, en especial en la minería, la
solución está lejos de ser alcanzada”, dijo Olivero Verbel.
Si no se toman decisiones para resolver el problema, añadió, “el caso de
los indígenas del Amazonas expuestos a mercurio pondrá en peligro no
123
solo su propia supervivencia, sino la del Amazonas mismo, y con ella la
del planeta. Todo está conectado”.
“Es un tema a atender y no hay mejor manera que implementando un
monitoreo orientado a identificar las personas expuestas, y haciendo
seguimientos para prevenir las exposiciones”, consideró Tellez Rojo.
Actualmente, en México se diseña un programa nacional para la
prevención de la exposición al plomo. “Estamos avanzando en un
sistema de vigilancia epidemiológica. Es nuestra recomendación
principal, no solo para México, sino para los países de la región”, dijo
Tellez Rojo.
> Enlace al estudio publicado en Current Opinion in Toxicology
Fuente: https://www.scidev.net/america-latina/news/mercurio-y-plomo-amenazanpoblacion-en-america-latina/
Fuente: https://rebelion.org/el-mercurio-y-plomo-amenazan-a-la-poblacion-enamerica-latina/
124
ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE
ESPECIALMENTE EN MÉXICO
125
DECLARACIONES DE ALICIA BÁRCENA,
SECRETARIA EJECUTIVA DE LA CEPAL
«ES INDISPENSABLE REVISAR ACUERDOS DE PROPIEDAD
INTELECTUAL DE VACUNAS»
ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ
La lenta distribución y acceso a las vacunas contra el coronavirus en los
países de menores ingresos obliga a revisar los acuerdos de propiedad
intelectual y como pasó con el VIH/Sida, ejercer el derecho a las licencias
obligatorias para uso de las patentes de los biológicos, afirmó Alicia
Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal).
El planteamiento no es nuevo pero sigue siendo indispensable por las
asimetrías que prevalecen, pues los países desarrollados concentran 44
por ciento de los compromisos de compra de las vacunas contra el virus
SARS-CoV-2, para 12 por ciento de la población mundial.
Señaló que en América del Norte, 42 por ciento de las personas ya están
vacunadas; en Europa el avance es de 35 por ciento, mientras en
América Latina es de sólo 13 por ciento y hay países como Haití y
Honduras que no han recibido los biológicos.
Bárcena participó ayer en el segundo día del Simposio Internacional La
Regulación Sanitaria en un Mundo Pos Covid-19, organizado con motivo
del 20 aniversario de la Comisión Federal para la Protección contra
126
Riesgos Sanitarios (Cofepris), el cual concluyó con la propuesta de
México para crear una red de colaboración entre las agencias
reguladoras de las Américas, con la finalidad de cooperar y armonizar
sus procesos.
El objetivo es mejorar y agilizar el acceso a insumos para la salud ante
enfermedades emergentes; entre otros, tener acuerdos de equivalencia
para el reconocimiento de los registros sanitarios de medicamentos
emitidos por los países miembros de la red, siempre que estos sean
seguros, eficaces y de calidad.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud
leyó la propuesta que se enviará a los países de la región para su revisión
y adhesión. La formación de una red latinoamericana de agencias
reguladoras es una de las lecciones que dejó la pandemia de Covid-19,
pues la mayoría de los gobiernos enfrentó severos desafíos para contar
con los medicamentos, equipos y dispositivos necesarios para la
atención de los enfermos.
Antes Bárcena hizo un planteamiento similar y propuso la creación de
un repositorio virtual de datos clínicos de los productos farmacéuticos y
una plataforma de registro de ensayos clínicos que puedan ser
consultados y utilizados por todos.
Sobre las patentes de las vacunas, señaló que el artículo 31 del Acuerdo
de Doha plantea la posibilidad de las licencias obligatorias para ampliar
el acceso a los biológicos en los países de menores ingresos. Incluso,
127
planteó que los países de la región de las Américas deberían retomar su
capacidad de producción de medicinas y vacunas.
México, Cuba, Brasil y Chile, entre otros, están listos para fabricar los
biológicos y eso resolvería el actual “déficit de solidaridad global” y
actitudes como la de Estados Unidos que no ha cumplido el compromiso
que tiene de donar vacunas a Centroamérica y El Caribe.
Bárcena también dijo que se debe revisar el mecanismo Covax de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) que “ha sido una gran idea pero
no ha llegado a todos” y hasta ahora, dijo, no hay claridad sobre las
aportaciones que hará a las naciones pobres, si tienen que comprar las
vacunas o si habrá subsidios.
Planteó, incluso, la posibilidad de que América Latina cree su propio
mecanismo Covax con el apoyo de la Organización Panamericana de la
Salud (OPS).
Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/07/07/politica/indispensablerevisar-acuerdos-de-propiedad-intelectual-de-vacunas-barcena/
128
TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS NO REMUNERADO
REPRESENTA 23,5 POR CIENTO DEL PIB
SEMlac
En el marco del Día Internacional del Trabajo Doméstico No
Remunerado el pasado 22 de julio, Equidad de Género, Ciudadanía,
Trabajo y Familia y Fondo Semillas lanzaron la Guía «Cómo construir
hogares participativos».
En comunicado oficial informan que esta Guía tiene el objetivo de
reconocer, reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados no
remunerado que realizan mayoritariamente las mujeres.
Trabajo que representa 11 billones de dólares en todo el mundo y 23,5
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México.
Afirman las promotoras de esta iniciativa que en México el 74,8 por
ciento de las horas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no
remunerado son aportadas por las mujeres, lo cual equivale a 63,7 horas
semanales, frente a 21,5 horas que se asignan los hombres.
Por ello, sostienen que es tiempo de reducir esta brecha con efectos en
la salud y la calidad de vida de las mujeres.
Explican que con esta Guía se reconocerá la importancia de este trabajo
y que todas las personas que integran un hogar lo realicen
colaborativamente, de acuerdo con su edad y capacidades, para que las
129
mujeres también puedan tener una vida digna, con tiempo para el
descanso y para desarrollar sus proyectos personales y profesionales.
También servirá para un cambio de fondo, necesario, esto es que este
trabajo se redistribuya, no sólo en los hogares, sino mediante el
compromiso del Estado, la comunidad, el sector privado.
Y afirma que, por ejemplo, con servicios de cuidado de calidad y
universales para personas que lo requieren, y estableciendo jornadas
laborales flexibles que permitan conciliar la vida en el hogar y el trabajo
remunerado.
Informan que figuras públicas como Lila Downs, Eréndira Ibarra,
Alessandra Rosaldo y Marion Reimers, entre otras, se han sumado a la
iniciativa y apoyarán la difusión de esta Guía, realizada en colaboración
con Facebook, para ponerla al alcance de la mayor cantidad de personas
y así aportar para la construcción de hogares más participativos.
Además, este material estará disponible en las páginas web de Equidad
de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, y Fondo Semillas, así como
en las Páginas de Facebook de ambas organizaciones.
Al final afirman que: Te invitamos a unirte a la conversación, compartir
la Guía y construir #HogaresMásParticipativos que reconozcan
#ElDesafíoDeSerMujeres. Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y
Familia, es una organización de la sociedad civil con incidencia nacional
e internacional, que durante 25 años se ha enfocado en promover la
130
igualdad entre mujeres y hombres, a través del desarrollo e
incorporación de políticas públicas con enfoque de género, el
fortalecimiento del liderazgo y la participación ciudadana de las mujeres
en todos los ámbitos.
Fondo Semillas brinda recursos económicos, capacitación y
acompañamiento a grupos de mujeres organizadas que trabajan por la
igualdad de género en todo el país. A lo largo de 30 años, ha financiado
a 1.186 organizaciones, beneficiando a 883.095 niñas, mujeres y
personas trans e intersex, e indirectamente a 3.1 millones de personas
más. En 2011 fue reconocida con el Premio a Organizaciones Creativas
y Efectivas de la Fundación MacArthur y en 2012 recibió el
Reconocimiento Hermila Galindo que entrega la Comisión de Derechos
Humanos de la Ciudad de México.
Fuente: https://rebelion.org/trabajo-domestico-y-de-cuidados-no-remuneradorepresenta-235-por-ciento-del-pib/
131
MANIFIESTO POR LA
VIDA
Nos enfrentamos al mayor de los retos que la humanidad jamás haya
tenido: La Sobreviviencia. Miles de especies animales y vegetales que
cohabitan con nosotros el planeta corren el mismo destino que nosotros:
la Extinción.
Esto se debe, en gran medida, al hecho de continuar profundizando en
la implementación de un modelo de desarrollo basado en la utilización
de combustibles fósiles, la extracción y depredación de recursos
naturales y la consecuente pérdida de biodiversidad, que además de los
gravísimos impactos ambientales que produce, mantiene a la gran
mayoría de la población mundial en condiciones de pobreza extrema y
de una enajenación cultural que apuntala la ignorancia y mantiene a
quienes habitamos el sistema-mundo, en un estado de alineación que
pareciera que no ve y entiende la encrucijada en la que el sistema nos
tiene. La Era del Capitaloceno – para algunos Antropoceno- se presenta
como la que registrará en el calendario cósmico la Sexta Extinción
Masiva en el devenir de lo que hemos dado en llamar Planeta Tierra.
Entendemos que la evolución del Homo Sapiens ha sido una maravillosa
coincidencia del azar cósmico y gracias a ello, hemos emprendido la gran
historia del desarrollo de la Consciencia que nos ha llevado a logros
increíbles; sin embargo, debemos de enfrentarnos ahora a seguir
tejiendo en la trama de la vida o a perder nuestro estado de ser y estar
132
tal y cómo ahora lo conocemos. Los misterios de la vida y de la muerte,
quizá se pierdan en el inconmensurable universo que nos contiene.
Gaía, esta hermosa esfera azul late más allá de nuestra existencia, si
bien es cierto que pasarán millones de años antes de que podamos ver
un atisbo de vida compleja de otros seres en el planeta, la tierra seguirá
su viaje expansivo por el universo posibilitando que de nueva cuenta se
logren las combinaciones biológicas, químicas y físicas necesarias para
volver a encender la chispa de la vida.
Nos resistimos a creer que ese es nuestro destino, por eso urgimos a la
población planetaria que vea, escuche y que sobre todo sienta lo que su
corazón le dice: Debemos Rebelarnos contra el actual sistema de
producción y desarrollo, debemos de exigir que los Gobiernos del Mundo
digan la verdad acerca de la crisis climática para que se tomen medidas
claras y contundentes para frenar las emisiones de gases de efecto
invernadero, se termine con la pérdida de biodiversidad y se comiencen
a ejercer políticas regenerativas que permitan la resiliencia planetaria y
el bienestar de los miles de millones de seres humanos que hoy viven
como escorias gracias a un pequeño sector de la población que sustenta
su poder y sus recursos explotando comunidades, poblaciones, pueblos
y naciones.
El Cambio Climático y la depredación de los ecosistemas tiene nombre y
apellido. Si bien es cierto que el sistema-mundo repite los valores que el
Paradigma Cartesiano sustenta y que la responsabilidad es de todos
compartida, podemos afirmar que hoy son los Gobiernos de los llamados
133
países del Norte Global y las Elites de todos los países del mundo, los
responsables de continuar negando los efectos del calentamiento global
y la pérdida de biodiversidad.
Miles de voces se alzan para advertir de la catástrofe socioambiental que
ha comenzado a dejar sentir sus efectos, una comunidad global se
emancipa de la alineación que el sistema desea perpetuar y un aliento
de esperanza hace actuar a cientos de miles de personas que estamos
seguros en un breve lapso de tiempo llegará a tener miles de millones
de corazones luchando por la vida.
El consumo de 500 millones de habitantes es responsable de la emisión
de casi el 64% de los gases que generan el calentamiento global, solo
el 1% de la población controla el 90% de los recursos planetarios, la
biomasa de los animales se ha reducido en más de 80% en los últimos
años, cada año son sacrificados en condiciones de crueldad miles de
millones de animales y la pérdida de masa forestal y biodiversidad corre
a un ritmo acelerado que lleva cada año a desertizar y erosionar el
equivalente al territorio de Suiza. Los datos acerca de indicadores
negativos se acumulan en todos los aspectos vitales de la vida y del
desarrollo social, siendo notoriamente contrarios en la preservación del
medio ambiente, los derechos humanos y sociales, el crecimiento
integral de las personas, la generación de economías solidarias y en la
de brindar seguridad y salud preventiva.
La inercia de nuestro ansioso sistema de desarrollo nos está haciendo
pagar ya altísimos costos socioambientales pero las elites planetarias
134
continúan aferradas a seguir con el modelo de desarrollo basado en
combustibles fósiles y en la extracción de recursos naturales y la
devastación de la biodiversidad, saben que modificar esto conlleva a la
pérdida del poder y por ello, son capaces de pagar miles de millones de
dólares para financiar a personas, instituciones y gobiernos para negar
el cambio climático y sus efectos. Parece que el desprecio por la vida y
sus congéneres es lo que transita por sus venas.
Saben también qué si se implementa la utilización de energías limpias,
se descentraliza la información y se genera un sistema-planeta que
trabaje a favor de la tierra y no en su contra, emergerán políticas
dirigidas a producir bienestar socioambiental y una nueva forma de
organización social, política y económica surgirá.
La humanidad requiere hacer las paces con la naturaleza y comenzar a
tejer desde la armonía, para ello es necesario mirar cómo se teje la vida,
para así generar modelos de dsesarrollo Bio Social que nos permita
enraizarnos desde una perspectiva sistémica, capaz de entender que
todo esta interconectado e integrado y que por lo mismo, no somos
dueños de ningún valor superior que nos permita seguir violando a la
tierra y destruyendo todo lo que en ella habita.
Las falsas banderas del Progreso caerán a los pies de los hombres y las
mujeres que sabemos que hay otro mundo posible, que entendemos
que sólo a través de construir ecosistemas sanos podemos generar
justicia social, que sólo mediante la inclusión y el respeto a la diversidad
135
seremos capaces de sobrevivir en esta gran aventura de la consciencia,
sino nos no atrevernos a hacerlo, será nuestro fin.
Fuente: https://xrmexico.org/
136
DETENER EL CRECIMIENTO DESTRUCTOR
LUIS TAMAYO PÉREZ
(ECOSOFÍA)
El pasado 4 de junio los investigadores Ana María Vicedo-Cabrera
(Universidad de Bern) y Antonio Gasparrini (London School of Hygiene
and Tropical medicine) publicaron el ensayo More than one-third of heat
deaths blamed on climate change (Más de una tercera parte de las
muertes por calor son atribuibles al cambio climático) en el cual, después
de comparar los registros de temperatura y mortandad de 743
localidades de 28 países entre 1991 y 2018, demostraron que el 37%
de las muertes acaecidas eran ocasionadas por fenómenos
hidrometeorológicos derivados del cambio climático (sequías,
huracanes, inundaciones, ondas de calor)[1].
Las recientes inundaciones europeas y asiáticas, la onda de calor que
acaba de afectar Canadá, la grave sequía que afecta al norte mexicano
137
y todo el centro sur de EE. UU. incrementarán dichas cifras, pues nos
encontramos en la época del “esto nunca había ocurrido”.
Y si aumentamos la lente y miramos lo que está ocurriendo con las otras
especies que nos acompañan en el mundo el panorama se agrava.
Recordemos que el 6 de mayo del 2019 la Unesco y WWF decretaron
iniciada la Sexta Extinción Masiva de las Especies al incluir un millón de
ellas (una cuarta parte de las que tiene registradas) en la lista roja de
especies en peligro de extinción.
Los noticieros nos confirman que tales fenómenos derivan del cambio
climático, pero buena parte de las personas difícilmente conectan que
es la humanidad, es decir, que somos nosotros mismos, la responsable
de tales fenómenos. Nuestros insostenibles hábitos de consumo (la
práctica del “usar y tirar”, nuestra absurda creencia de que los desechos
desaparecen una vez que los depositamos en los basureros, la
extracción desmedida de agua, la deforestación, el consumo de carne y
nuestra adicción por los combustibles fósiles, entre muchos otros) están
dando al traste con las condiciones que hicieron posible la vida en el
planeta.
Hace poco, el doctor Raúl García Barrios me indicaba que tales
condiciones derivan de un fenómeno económico denominado el
“crecimiento destructor”, el cual es descrito en el ensayo La gran crisis
del capitalismo neoliberal por el doctor Humberto Márquez Covarrubias
(2010) como una cualidad propia del modelo económico prevaleciente,
es decir, su necesidad de crecer siempre más (expansión del Producto
138
Interno Bruto Mundial), pues de otra manera se enfrentaría a un
peligroso colapso[2].
Afortunadamente, cada vez son más los que aprecian que, tal y como
anunciaba el Club de Roma desde los años 70 del siglo pasado[3], la
economía del crecimiento es insostenible y que más nos valdría optar
por aquello que Serge Latouche denominó como el decrecimiento (la
décroissence), tesis que el economista Herman Daly denominó
“economía de estado estacionario”, la cual sostiene que fomentar el
modelo económico de las naciones industrializadas no es la manera de
mejorar la calidad de vida de las mayorías, que un modo de vida que
aceptase los límites naturales podría hacer más feliz a la humanidad.
Afortunadamente, en mayo pasado un grupo de valiosos holandeses
(los Amigos de la Tierra, en holandés: Milieudefensie) logró que un
tribunal de distrito de La Haya decretase que la petrolera Shell deberá
reducir su producción mundial en un 45%, pues reconoció su enorme
contribución al Calentamiento Global Antropogénico[4].
En Noruega, asimismo, desde el 2018 los Amigos de la Tierra vienen
logrando que tal nación deje su petróleo donde debe estar, es decir, en
el subsuelo:
“El gobierno noruego ha anunciado que no se extraerá petróleo y gas
en las islas árticas de Lofoten durante los próximos cuatro años. La
protección de esta área marca una victoria significativa para el
movimiento de Amigos de la Tierra Europa para liberar al viejo
continente de combustibles fósiles”[5].
139
Nuestro México, desgraciadamente, parece andar a contracorriente
respecto a esas tendencias. La merecida condena de los parques eólicos
en Oaxaca (por su abandono de las comunidades locales) no se vio
acompañada de nuevas propuestas sostenibles, sino que todo apunta a
que, respecto a la cuestión energética, la presente administración sólo
le apuesta al petróleo. Refinerías, carboeléctricas y obtención de energía
gracias a la quema del contaminante combustóleo marcan su propuesta,
todo ello acorde al modelo del crecimiento destructor criticado por el
doctor García Barrios.
Necesitamos en México, y con urgencia, dejar atrás ese modelo
económico y avanzar en el estímulo de las energías renovables. Es cierto
que las energías eólica y solar son intermitentes, pero ello se corrige
mediante su acumulación en baterías (sean de litio o de estado sólido),
sea mediante volantes de inercia (Flywheels). Un mundo con economía
de decrecimiento podría perfectamente subsistir gracias a las
renovables. Sólo se necesita que los humanos nos autolimitemos, no
sólo en la cantidad de hijos sino en el consumo: consumir lo menos
posible, dejar de extraer minerales y combustibles fósiles, reparar
nuestras máquinas y bienes en lugar de adquirir nuevos, exigir que se
detenga la “obsolescencia programada”, cambiar en las ciudades los
autos por bicis y biohíbridos y, para los viajes largos, usar el tren en
lugar del avión:
“En una economía de decrecimiento, en lugar de depender del poder del
consumidor para reducir la demanda de producción dañina para el medio
ambiente, lo haríamos al revés: ralentizar colectivamente todo el
140
sistema. Producir y consumir menos significaría que también podríamos
trabajar menos. Seríamos más pobres en cosas, pero más ricos en
tiempo, reemplazando la fiebre del consumismo por placeres más
profundos, como la comunidad y las actividades creativas, ya sea las
artes o el cultivo de nuestros propios alimentos. Tendríamos tiempo para
ser voluntarios y compartir recursos, participar en la democracia directa,
y desarrollar alternativas a una economía basada en las ganancias”[6].
¿Lograremos decrecer y, en consecuencia, mitigar la crisis
socioambiental venidera o estamos condenados a la extinción? Esa es la
pregunta clave.
NOTAS
[1]www.nature.com/articles/d41586-021-01475-0
00632010000200004
[3]The Limits of Growth, 1972.
[2]www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
[4]www.forbes.com.mx/tribunal-holandes-exige-a-shell-reducir-45-susemisiones-para-2030/
[5]Del sitio web de los Amigos de la tierra: www.tierra.org/gran-victorialas-energias-sucias-europa/
[6]www.dw.com/es/qué-beneficios-traer%C3%ADa-unaeconom%C3%ADa-del-decrecimiento/a-55558737
CUERNAVACA, MORELOS, 21 DE JULIO DE 2021.
Fuente: https://www.enlalupa.com/2021/07/22/detener-el-crecimiento-destructorluis-tamayo-perez/
141
HACIA UNA DEMOCRACIA SOCIOAMBIENTAL
FRANCISCO ASTUDILLO PIZARRO
Fuentes: El salto [Imagen: Marcha contra el Proyecto Integral Morelos,
en México- Foto de Radio Amilcingo]
Se hace urgente repensar la democracia como concepto filosófico a la
vez que como proceso institucional y praxis política, actualizando su
contenido a los desafíos del presente y sobre todo del futuro.
En un contexto global de crisis sistémica, el metabolismo capitalista se
expresa en procesos de acumulación por desposesión, injusticias
ambientales, desplazados climáticos y exposición desigual a los riesgos
y amenazas del cambio climático. Así, la contemporánea cuestión
142
ambiental adquiere una centralidad y transversalidad que a su vez hace
ineludible el reconocimiento del estatuto político de lo socioambiental.
Como expresiones de una crisis de alcance sistémico, estos procesos
tienen su correlato en una profunda crisis política global, en la que la
legitimidad de los mecanismos de representación, el condicionamiento
de la política al dinero, la brecha entre instituciones y ciudadanía, y la
captura del estado por los intereses del capital, expresan también un
proceso de desgaste y crisis de las democracias a nivel institucional.
Montesquieu planteó en El Espíritu de las leyes que las instituciones
tienen siempre una inscripción y un condicionamiento necesario en sus
circunstancias, en esa línea, si consideramos tanto la cuestión ambiental
contemporánea y la crisis de representación en la política como
componentes fundamentales de las circunstancias del siglo XXI, se hace
urgente repensar la democracia como concepto filosófico a la vez que
como proceso institucional y praxis política, actualizando su contenido a
los desafíos del presente y sobre todo del futuro.
En gran parte de la tradición filosófica del pensamiento político
occidental, desde Aristóteles, pasando por Rousseau, Arendt, Habermas
o Bobbio, la democracia nunca fue pensada ni comprendida como un
proceso con arraigo material y relacional en el ambiente
En gran parte de la tradición filosófica del pensamiento político
occidental, desde Aristóteles, pasando por Rousseau, Arendt, Habermas
o Bobbio, la democracia nunca fue pensada ni comprendida como un
143
proceso con arraigo material y relacional en el ambiente. Al contrario,
siempre ha sido concebida en formas abstractas, separada de su
materialidad espacial en base a una concepción antropológica de lo
humano como escindida de sus relaciones, vínculos y pertenencia a su
entorno ambiental, y además con características androcéntricas y
antropocéntricas.
Frente a esta perspectiva proponemos abrir discusiones en torno a la
democracia socioambiental, a partir de una crítica a la perspectiva
formalista, centrada en el individuo y destacando no solo la
interdependencia política y social de los agentes sociales como expresión
de fenómenos siempre colectivos, sino también respecto de nuestra
necesaria ecodependencia como cuestión política transversal. Esta
perspectiva supone simultáneamente un llamado a politizar la cuestión
ambiental a la vez que a ambientalizar las discusiones políticas en el sur
global.
La crisis de representación no supone así una negación de esta como
dimensión del la política, sino su insuficiencia, por lo que la democracia
socioambiental implica disputar una recomposición de lo político y de la
soberanía democrática a través de la fuerza instituyente de la
participación y la deliberación popular.
Frente a cuestiones urgentes como la distribución de recursos, la
propiedad y gestión de los bienes comunes; el ordenamiento del
territorio; la remediación ambiental del territorio o la soberanía
144
económica entre otras cuestiones, las que históricamente han quedado
marginalizadas de la política y en consecuencia, han sido
sistemáticamente excluidas de los desafíos de la democratización, y que
resultan fundamentales para la política y la democracia del presente y
el futuro.
Es relevante destacar que tanto la contemporánea cuestión ambiental
como la crisis de representación política son a su vez indisociables del
metabolismo integral del capitalismo, el que es tanto económico,
ambiental como político institucional.
En ese sentido, el lugar central y articulador de la contradicción sitúa a
las emergentes discusiones en torno a la democracia socioambiental
como un campo crítico, que se ve desafiado a sintetizar ensamblajes
entre diversas formas de contradicción entre capital y trabajo, capital y
naturaleza, producción y reproducción y la contradicción fundamental
entre capital y democracia.
Este posicionamiento implica asumir una perspectiva de
interseccionalidad, reconociendo múltiples nodos de conflictividad en los
que las perspectivas de clase, etnicidad, género o de racialidades tejan
tramas de movilización e impugnación desestabilizadora del estatus quo,
en contextos de construcción de poder democrático frente a procesos
que afectando el medioambiente vulneran derechos humanos,
económicos sociales y culturales a la vez que a la naturaleza misma
como sujeta de derechos.
145
Estas emergencias y conflictividades no responden en principio a una
razón puramente ideológica sino más bien a una respuesta vía
necesidad, de instituir el principio político de lo común frente a una
realidad urgente en la que la hegemonía de la especulación ampliada ha
mercantilizado y sacrificado por completo la vida colectiva.
La democracia socioambiental busca promover una apropiación de lo
político como el campo de lo común, desafiando tanto la especulación
ampliada del capital como la captura burocrática estatalizada de lo
público
Sin embargo, la fuerza impugnadora y la politización de lo ambiental
requieren también de una profunda reflexión ideológica en momentos
en que la cuestión ecológica ha sido promovida a nivel global e
intergubernamental a través de dinámicas despolitizadoras.
En este escenario, la democracia socioambiental busca promover una
apropiación de lo político como el campo de lo común, desafiando tanto
la especulación ampliada del capital como la captura burocrática
estatalizada de lo público, ensayando horizontes en los que repensar el
poder a través de una concepción plural y contradictoria de la política
que incorpore tanto los saberes populares como originarios.
Estas reflexiones invitan a (re)politizar lo ambiental desde las periferias
del estado y desde el subsuelo de lo político, renovando la imaginación
política en tiempos de auge de la política del miedo, de las nuevas
146
derechas y de giros autoritarios que actúan promoviendo la anti-política
como vehículo de restitución del poder de las élites.
En esta perspectiva es fundamental el promover el desarrollo de
instancias de participación y deliberación que apunten a redistribuir el
poder en el territorio y alterar así, la hegemonía mercantilizadora
contemporánea y su topografía política instituida.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pensamiento/hacia-una-democraciasocioambiental
147
NATURALEZA, COVID-19 Y MIEDO DE ESPECIE
VÍCTOR M. TOLEDO
Mientras redactaba el artículo que usted ahora lee, fue publicado en
Aristegui Noticias el ensayo de Julio Moguel ¿Por qué la crisis actual es
también ontológica? (https://cutt.ly/8Qtp193), que no obstante su
brevedad es un artículo iluminador y visionario. JM plantea que “la
marcha de los tres jinetes del apocalipsis –cambio climático,
desigualdades y pandemias– se presenta ya no como un imaginario
pasajero de los animales humanos vivientes del planeta sino como factor
decisivo”. Lo anterior Moguel lo identifica dentro de una crisis de
civilización, un tema del que advertimos en nuestro ensayo Modernidad
y ecología, publicado en 1993 (Ecología Politica, 3:9-22) y traducido a
varios idiomas, y del que me he ocupado en extenso en el libro Los
civilizionarios (Juan Pablos Editor, 2019). La crisis ontológica es en
efecto una de las tres mayores crisis del mundo moderno junto con la
ecológica y la social. Contra lo que muchos suponen, esta triple
desgracia alcanza hoy la que es quizás su máxima expresión en la
historia de la humanidad. En plena sintonía con las principales tesis del
ensayo de Moguel, aquí exploro la confluencia de los tres jinetes del
apocalipsis en la aparición de un miedo de especie como principal
elemento trastocador, pero que al mismo tiempo, constituye la
oportunidad para la creación de esperanzas en un mundo en crisis.
Vivimos pues un tiempo peligroso, donde todo depende de que la
humanidad logre remontar lo que es la segunda fase más arriesgada de
su historia (la primera ocurrió cuando la población del Homo sapiens se
148
redujo al mínimo y quedó atrapada en las costas de Sudáfrica por
efectos de un clima gélido extremo). Al fin y al cabo nuestra especie es
la única sobreviviente de las 10 que integraron nuestro género. El tiempo
pasó, y lo que observábamos como lejana película de terror se fue
acercando sin que nos percatáramos y hoy somos ya parte de ella. De
meros espectadores o fanáticos del cine, nos convertimos en unas pocas
décadas en actores del drama. La primera vez que escuché azorado la
idea de que la nuestra es una especie que puede morir, fue en el libro
de Francisco Garrido Peña, Introducción a la ecología política (1993).
Hoy esa idea es casi lugar común.
Estas tres calamidades que hoy asuelan el mundo provocan que
millones de seres humanos del planeta sufran o padezcan ese miedo de
especie. Este temor colectivo y generalizado surge de la tremenda
batalla que la humanidad libra contra el virus (microamenaza) y de los
eventos catastróficos provocados por la emergencia climática global
(macroamenaza), pero también de los límites de una civilización que ya
no da más. Lo anterior se expresa en el dislocamiento de nuestras vidas
cotidianas en todas sus escalas (individual, familiar, barrial, comunitaria,
nacional, etcétera), y en el derrumbe de toda expectativa futura, tal
como lo planteaba el optimismo del sistema industrial bajo preceptos,
como desarrollo, progreso, crecimiento económico, etcétera, y bajo
valores, como el individualismo, la competencia, el consumo y la fe ciega
en la economía y la tecnociencia. Para la gran mayoría se ha difuminado
la ideología del confort, la seguridad y el placer, y esta sacudida se
expresa en innumerables situaciones atípicas o anormales.
149
¿Alguien se imaginaba la toma del Capitolio por los bárbaros, los
chalecos amarillos asediando a Francia, y los Extinction Rebellion a
Inglaterra, las calles de Hong Kong o de Colombia tomadas por las
masas, un campesino con sombrero presidiendo Perú, líderes indígenas
encabezando Bolivia y Chile, o un presidente mexicano desafiando a
Washington y defendiendo con pasión a Cuba? Dos reacciones
institucionales fuera de lo común son la promulgación de las dos
encíclicas de la Iglesia católica (sobre la crisis ecológica y la social) y el
plan del Partido Comunista chino y su gobierno para volver al país
una civilización ecológica en 2035.
El gran reto no es el de negar este miedo de especie, como lo han
hecho los seguidores de D. Trump o J. Bolsonaro y varios intelectuales
alternativos, sino el de asumirlo y remontarlo, evitando la parálisis y las
actitudes nihilistas o cínicas. Es decir, convertir el miedo en acción
preventiva y efectiva, en conciencia de especie. El reto es colosal,
porque implica información verídica, conocimiento, pensamiento
flexible, cambio radical de actitudes y valores, sensatez y valentía. En
cierto sentido, un retorno a una identidad común a todos. Se trata del
cambio civilizatorio operando a escala individual. La aparición de un
nuevo sujeto político que lucha por el rescate de la especie. Un nuevo
estar en el mundo y una nueva política con, desde y por la vida humana
y no humana. Una ecopolítica.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/27/opinion/016a1pol
150
CONSULTA, QUE ALGO QUEDA
HUGO ABOITES *
No hay consulta sin una intencionalidad política, es decir, sirve para algo.
Y movilizar a muchos a votar usualmente viene a reforzar una postura
frente a otra. Así, en 1994, después de duros combates y ante el
surgimiento de numerosas expresiones a favor de la causa de los
pueblos indígenas y de los zapatistas, se logra el alto al fuego
gubernamental y las pláticas. Llaman luego los rebeldes a una consulta
amplia que logra capitalizar a su favor el enorme impacto mediático y
político que tuvo su alzamiento. Y lo hicieron planteando algo simple,
pero muy poderoso: dejar la vía militar y asumirse plenamente como
una fuerza social y política. El respaldo a esa posibilidad fue abrumador
y, con eso, el gobierno de Salinas quedó en desventaja, atenido sólo a
la fuerza militar. Así, en rápido giro, los rebeldes se transformaron en
pacifistas –sin dejar las armas– y el gobierno –gracias a su cortedad de
visión– quedó rebasado. El intento (1995) de Zedillo y su secretario de
Gobernación Moctezuma Barragán (según denunció la colega Gloria
Muñoz en su columna), de eliminar físicamente a la contraparte con que
negociaba agravó aún más ese fracaso. El zapatismo se fortaleció
enormemente, marcó rumbos todavía hoy vigentes y convocó fuerzas
insospechadas.
*
UAM-Xochimilco
151
Un ejemplo muy distinto al anterior es el de la consulta organizada
por las autoridades de la UNAM junto con el Gobierno de la Ciudad de
entonces, para acabar con el movimiento del CGH de 1999-2000.
Después de siete meses de huelga, el nuevo titular, De la Fuente (hoy
embajador ante Naciones Unidas) presentó una propuesta de
suspensión de las iniciativas que habían generado la huelga, y se
comprometió a evitar una salida violenta al conflicto. Así, aunque los
estudiantes movilizados obviamente insistían en la cancelación
definitiva, ante el gran público y la comunidad universitaria, las
autoridades aparecieron como flexibles. Y la consulta entre la comunidad
y egresados fue exitosa, pero por acción u omisión sirvió para legitimar
que ocurriera, una vez más, el gravísimo y humillante antecedente de
una ocupación masiva de la universidad con fuerzas federales y el
espectáculo de alrededor de un millar de estudiantes aprehendidos y
sacados de auditorios y salones y, cientos de ellos, sometidos luego a
juicios con posibles penas de hasta 30 años de cárcel. Sirvió también
para preservar las iniciativas del anterior rector, pues, aunque
suspendidas, quedaron vigentes tres que son ejes fundamentales del
neoliberalismo en la educación: el aumento de cuotas, un reglamento
que hace más difícil la permanencia de los estudiantes y la simbiosis de
la universidad pública con un órgano privado de evaluación de jóvenes
aspirantes. Es decir, se eliminó política y hasta físicamente la presencia
del otro (metiéndolo a la cárcel) y entonces la suspensión pudo
interpretarse a modo. Por eso, miles de estudiantes han ingresado desde
entonces a la UNAM mediante el examen Ceneval y no el institucional.
152
La consulta de mañana, por otro lado, tiene sentido ante el inicio de
la siempre estratégica segunda parte de un sexenio (la sucesión), y
busca asegurar la permanencia del legado de la 4T frente a los intentos
de regreso y revancha de un pasado que, efectivamente, muchos no
queremos de regreso. Y, cierto, una nutrida participación en la consulta
sí puede tener el efecto político concreto de prevenir desde ahora ese
intento. Aunque, sin demeritar lo anterior, la experiencia histórica
muestra que estos legados –como el de Cárdenas y el del mismo López
Obrador en el PRD, no se ponen tanto en peligro por fuerzas externas y
del pasado, sino por los personajes del entorno presente que buscan
protagonizar el futuro. Así, la alianza Cárdenas– y mayoría de la
población y magisterio se desmanteló rápidamente al seleccionarse a
Ávila Camacho y luego a Alemán, López Mateos, Ruiz Cortines, Díaz
Ordaz y hasta Peña. Doce sexenios que mantuvieron con enorme
violencia un proyecto de nación distinto y opuesto al de la década de los
30. Y puede continuar porque la sucesión que hoy se propone no inspira
mucha confianza. Y tampoco el actual legado en educación representa
una transformación tangible y profunda que impulse a millones a
apropiársela y defenderla ya desde ahora. Sigue vigente la agenda
neoliberal: exámenes de admisión discriminatorios; impulso a
comercialización y privatización; derecho a la educación y hasta pagos
a académicos al arbitrio de rectores y una gratuidad indetectable. Fuerte
concentración del poder burocrático; precariedad laboral y, para el
magisterio, subordinación y marginación. Si el ejercicio de mañana no
se usa como respaldo para desechar esa agenda neoliberal en la
153
educación y otros ámbitos y para fortalecer la sucesión, ¿para qué habrá
servido?
A Bulmaro Villarruel, fallecido compañero de mil batallas en la UAM
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/31/opinion/017a2pol
154
MISCELANEA CULTURAL
155
HERBERT MARCUSE Y LAS REVUELTAS ESTUDIANTILES DE
1968: UNA CONFERENCIA INÉDITA
HERBERT MARCUSE
TRADUCCIÓN: VALENTÍN HUARTE
El filósofo alemán Herbert Marcuse inspiró a la nueva izquierda en
Europa y en Estados Unidos durante los años 1960. En esta conferencia
de mayo de 1968, nunca antes publicada de forma íntegra, analiza las
revueltas estudiantiles de París y Berlín con un auditorio colmado de
estudiantes en la Universidad de California San Diego.
Está a la venta nuestro tercer número, “La catástrofe ecológica
inminente (y los medios para combatirla)”. La suscripción a la revista
también te garantiza el acceso a material exclusivo en la página.
En mayo de 1968, el filósofo neomarxista Herbert Marcuse visitó París y
Berlín en el punto más álgido de las protestas estudiantiles que
ocupaban las páginas de los periódicos de todo el mundo. El texto que
aquí se presenta es la transcripción de una charla de dos horas sobre
estos acontecimientos, sostenida por Marcuse el 23 de mayo de 1968,
poco tiempo después de retornar a los Estados Unidos. Cabe destacar
que en ese entonces la situación del movimiento en Francia no estaba
para nada resuelta. Contiene una serie de tesis que reflejan lo que
pensaba el autor mientras se desarrollaban estos movimientos de los
cuales él mismo suele ser considerado una fuente de inspiración
ideológica.
156
Marcuse había viajado a París para participar de una conferencia
académica sobre «El rol de Karl Marx en el desarrollo del pensamiento
científico contemporáneo». Cuando llegó a París, el movimiento
estudiantil había comenzado a manifestarse y la prensa se refería a él
como el «ídolo de los estudiantes rebeldes». Todavía estaba en París el
10 de mayo, cuando fue testigo de los violentos choques entre las
protestas estudiantiles y la policía en el Barrio Latino, a los cuales se
refiere en su discurso. El 13 de mayo estaba en Berlín, donde participó
de una nutrida reunión con estudiantes radicales e hizo sus primeros
comentarios sobre el movimiento francés.
Marcuse volvió luego a la Universidad de California San Diego
(UCSD) y, el jueves 23 de mayo, habló ante una audiencia que
llenó la sala de conferencias más grande del campus. En ese
momento, las protestas de los estudiantes franceses se habían
transformado en una ola de huelgas a nivel nacional que puso
en jaque al gobierno de Charles de Gaulle, aunque —como
Marcuse anticipó— el líder francés estaba a punto de reafirmar
su autoridad. Jeremy Popkin, en ese entonces un estudiante
fascinado que asistía a uno de los cursos de Marcuse y hoy
profesor de Historia en la Universidad de Kentucky, transcribió
la charla y preparó una versión abreviada que se publicó,
primero en el periódico estudiantil de la UCSD, y luego en el
libro que compila los ensayos de Marcuse. La transcripción
completa registrada por Popkin nunca se había publicado antes.
157
El movimiento empezó de manera inocente y planteó algunas
reivindicaciones que concernían a la reforma de la universidad.
Al parecer, todo comenzó con una movilización en Nanterre —
en ese entonces, nueva sede de la Universidad de París— que
se oponía a ciertas medidas disciplinarias aplicadas a
estudiantes que habían participado de una manifestación
contra la guerra de Vietnam. Siguieron a esta primera chispa
algunas manifestaciones en París —en la Sorbona—, que
levantaban las reivindicaciones tradicionales, es decir, la
reforma de la estructura completamente obsoleta y medieval
que definía a la universidad.
Las reivindicaciones eran básicamente la contratación de mil profesores
nuevos, la construcción de nuevas aulas y bibliotecas, y una reforma
fundamental de un sistema de exámenes rígido y extravagante al punto
de bordear lo fantástico. Para otorgar mayor peso a estas
reivindicaciones, los estudiantes decidieron manifestarse en el patio de
la Sorbona. Por un motivo que nadie comprende —la manifestación era
absolutamente pacífica— el rector de la universidad, aparentemente
siguiendo una sugerencia del ministro del Interior, pidió a la policía que
despejara el patio. La policía se presentó en la zona y entró a la Sorbona,
por primera vez en la historia de esta universidad.
Fue una novedad histórica. Las universidades europeas son inmunes a
la policía. No se permite que la policía ingrese a las universidades, según
una vieja tradición a la que todavía adhieren Francia y otros países. Fue
158
la primera vez en la historia en la que la policía intervino y desalojó el
patio por la fuerza. Durante el operativo, cientos de estudiantes
resultaron heridos.
Fue esto lo que despertó movilizaciones cada vez más grandes, que
comenzaron en las zonas más lejanas de París y convergieron en el
Barrio Latino. Mientras tanto, se cerraron las puertas de la Sorbona y
toda la región alrededor de la universidad fue ocupada y bloqueada por
la policía. Los estudiantes empezaron a exigir entonces que se abriera
de nuevo su universidad y que la policía abandonara el Barrio Latino, al
que consideraban su propio barrio.
Montar las barricadas
Convergieron en la Sorbona y, al enterarse de que la policía
intentaría desalojar nuevamente la zona, empezaron a montar
las barricadas. Fue realmente un acontecimiento espontáneo.
Lo que sucedió fue básicamente que los estudiantes tomaron
los numerosos automóviles estacionados en los alrededores, no
solo en las calles, sino en las veredas —como se acostumbra
estacionar en París—, y sin el menor respeto por la propiedad
privada, los dieron vuelta y los utilizaron para cortar las calles.
No los bulevares más anchos —lo que hubiese sido imposible—
, pero sí las viejas y estrechas calles de atrás de la Sorbona.
Encima de los autos colocaron todo lo que encontraron: cosas de
madera, basura, cartones y contenedores de residuos. Luego arrancaron
159
los carteles de señalización vial —«Pare», «Prohibido estacionar», etc.—
y los utilizaron para aflojar el pavimento de las calles. No pretendo decir
aquí cómo se hace una revolución (en cualquier caso, no podrían
hacerla, porque el pavimento de ahora es demasiado firme). Con estos
carteles aflojaron los fieles adoquines de París, que habían prestado
servicios en las revoluciones de 1848 y 1879, y los usaron como armas
contra la policía.
También se armaron con las tapas de los tachos de basura y con cadenas
de acero, y siguieron coronando las barricadas con todo lo que había
cerca, especialmente con esos anillos de acero que rodeaban los árboles
en las calles. La consigna no era atacar a la policía, sino enfrentarla
desde las barricadas, que tenían entre tres y cuatro metros.
Las cosas marcharon bien hasta alrededor de las 2:30 a.m., cuando la
policía finalmente recibió la orden de desalojar las calles y desarmar las
barricadas. Lo que sucedió fue que la policía utilizó granadas de gas,
gases lacrimógenos y, según se dice, un gas a base de cloro. Ellos
todavía lo niegan, pero la evidencia parece corroborarlo. Yo mismo pude
ver a los estudiantes con las caras todas rojas y los ojos inflamados.
Utilizaron este gas, por supuesto, con el objetivo de evacuar las
barricadas.
Nadie es capaz de soportar estos gases sin una máscara. Si hubiesen
tenido máscaras antigás, probablemente hubiesen logrado derrotar a la
policía, pues la policía de París no dispara. No tienen pistolas ni
160
revólveres. Solo tienen porras y unas armas muy agresivas, que son esas
capas rellenas con plomo, con las que golpean a los manifestantes.
Las Compañías republicanas de seguridad (CRS) tienen rifles y
carabinas, lo que representa una garantía para los estudiantes, pues no
se puede disparar un rifle en una pelea mano a mano del mismo modo
que una pistola. El gas forzó a los estudiantes a abandonar las barricadas
y huir. Luego, aparentemente, la policía prendió fuego las barricadas.
Me gustaría destacar que durante todo este tiempo —y esta es la gran
diferencia entre lo que sucede en París y lo que sucede en Estados
Unidos— los vecinos del barrio simpatizaron definitivamente con los
estudiantes y lanzaron todo tipo de cosas contra la policía desde las
ventanas de sus departamentos. Todavía se usaban orinales en París y
les tiraban con eso y con cualquier otra cosa que encontraran. La policía
respondió lanzando granadas de gas adentro de los departamentos.
Entonces, los estudiantes se vieron obligados a abandonar las
barricadas. Intentaron huir, y en ese momento se dieron cuenta de que
sus propias barricadas se habían convertido en un obstáculo, pues las
habían montado a ambos lados de la calle. Estaban atrapados, no podían
salir. Los estudiantes fueron literalmente apaleados, [como así también]
uno de los profesores. Por cierto, quiero añadir que muchos profesores
se hicieron presentes y apoyaron enérgicamente a los estudiantes,
desde el comienzo hasta el final. Salieron a las calles, estuvieron en las
barricadas y los ayudaron en todo lo que pudieron.
161
La barricada del otro lado de la calle bloqueaba la salida y la policía tuvo
entonces una gran ventaja. En total, hubo cerca de ochocientos heridos
esa noche. Además, resultaron heridos alrededor de trescientos
cincuenta o cuatrocientos policías, lo que no para nada es una mala
proporción.
La huelga general
Esto no bastó en ningún sentido para ponerles fin a las
manifestaciones y a las protestas. Su joven líder [Daniel] Cohn-
Bendit —que organizó las barricadas y estuvo con ellos todo el
tiempo, hasta las seis de la mañana, cuando se perdió la lucha
en la calle—, dijo: «Solo queda una cosa por hacer, la huelga
general». Y en una hora, recorrió los poderosos sindicatos de
Francia; en una hora, logró que los grandes sindicatos
anunciaran una huelga general para el día siguiente. Como
saben, la huelga tuvo un nivel de acatamiento del 100%.
Me gustaría decir ahora por qué pienso que este acontecimiento es tan
importante. En primer lugar, debería servir para curar de una vez por
todas a cualquiera que sufra el complejo de inferioridad del intelectual.
No cabe la menor duda de que, en este caso, fueron los estudiantes
quienes les mostraron a los trabajadores lo que se podía lograr, y los
trabajadores siguieron las consignas y el ejemplo de los estudiantes. Los
estudiantes fueron literalmente la vanguardia, no de una revolución,
pues no fue una revolución, pero sí la vanguardia de una acción que se
162
convirtió espontáneamente en una acción de masas. En mi perspectiva,
este es el punto decisivo.
A lo que asistimos en París durante estas tres semanas es al
resurgimiento y al retorno súbitos de una tradición. Se trata de una
tradición revolucionaria, en este caso, que no se manifestaba en Europa
desde comienzos de los años 1920. Hemos observado la intensificación
y el crecimiento espontáneos de las manifestaciones, que pasaron de la
construcción de las barricadas a la ocupación de edificios (primero
edificios universitarios, luego teatros, fábricas, aeropuertos, estaciones
de televisión, etc.). Ocupación no protagonizada ya por los estudiantes,
sino por trabajadores y empleados de estas instituciones y empresas
que empezaron a sumarse paulatinamente.
En un primer momento, todo el movimiento de protesta fue condenado
por los sindicatos que dirigen los comunistas y por su
periódico, L’Humanité. No solo desconfiaban de los estudiantes; los
denigraron, y se acordaron de repente de la lucha de clases, a la que el
Partido Comunista mantiene en frío desde hace mucho tiempo —
décadas—, y acusaron a los estudiantes de ser tan solo unos niños
burgueses.
No querían tener ningún vínculo con estos niños burgueses, y no
estaban dispuestos a aceptar órdenes de ellos. Esta actitud es
comprensible si se considera que la oposición estudiantil se expresó
desde un comienzo —volveré sobre esto—, no solo contra la sociedad
163
capitalista de Francia y contra la universidad, sino también contra el
modelo estalinista del socialismo.
Esto es muy importante. La oposición se enfrentaba definitivamente al
Partido Comunista en Francia, que era y es considerado —por más
extraño que esto pueda parecer en Estados Unidos— como un
componente integral de los sectores dominantes de la sociedad. Todavía
no es un partido de gobierno, pero es lo que más desea: convertirse en
un partido de gobierno, cuanto más rápido, mejor. Esta es la política que
sostiene el Partido Comunista en Francia desde hace muchos años.
Al intentar explicar cómo es que el movimiento estudiantil se convirtió
en un movimiento de masas, no es fácil encontrar una respuesta. Como
dije, el movimiento estuvo en un primer tiempo confinado a la
universidad, y las reivindicaciones fueron al comienzo académicas
(reivindicaciones de reforma de la universidad). Pero luego se reconoció
que la universidad es, después de todo, tan solo una parte de una
sociedad más grande, de los grupos dominantes de la sociedad, y que a
menos que el movimiento se extendiera más allá de la universidad y
golpeara los puntos más débiles de la sociedad en su conjunto, la cosa
no funcionaría. Seguiría siendo algo aislado.
Entonces, mucho tiempo antes de que todo estallara, los estudiantes
intentaron ganarse sistemáticamente a los trabajadores en contra de los
sindicatos que les prohibían participar de las manifestaciones. Muchos
estudiantes fueron a las fábricas y a los establecimientos industriales de
164
París y de los suburbios de París. Hablaron con los trabajadores y
aparentemente lograron ganar algo de simpatía y de apoyo, sobre todo
de parte de los trabajadores más jóvenes.
Cuando los estudiantes salieron realmente a las calles, y cuando
empezaron a ocupar los edificios, estos trabajadores siguieron su
ejemplo y unieron sus propias reivindicaciones, que apuntaban sobre
todo a mayores salarios y mejores condiciones laborales, a las
reivindicaciones académicas de los estudiantes. De nuevo aquí, esta
unión se produjo de una forma más bien espontánea, no coordinada, y
de esa forma el movimiento estudiantil se convirtió en un movimiento
social más amplio, un movimiento político más amplio.
En este punto, cuando cientos de miles de trabajadores decidieron ir a
la huelga y ocuparon las fábricas de París y de los suburbios, el sindicato
controlado por los comunistas, la CGT, decidió respaldar el movimiento
y convertir el proceso en una huelga oficial y en una manifestación
oficial. Esta es la política que siguen desde hace años. Tan pronto como
caen en la cuenta de que un movimiento amenaza con escapar al control
del Partido Comunista, lo respaldan, se hacen cargo y lo organizan.
Las reivindicaciones del movimiento
En cuanto a las reivindicaciones políticas de este movimiento,
se dejan resumir en la oposición al régimen autoritario de
Francia y en la politización de la universidad, es decir, el
establecimiento de un vínculo visible y efectivo entre lo que se
165
enseña en el aula y lo que sucede fuera del aula; superar el
modo de enseñanza y los planes de estudio, medievales y
obsoletos, para estar a la altura de la realidad —la terrible y
miserable realidad— que se desarrolla fuera del aula.
Exigían la politización de la universidad y completa libertad de expresión,
con una particularidad que es muy interesante. Cohn-Bendit declaró en
distintas ocasiones que tolerar a los protagonistas de la política
estadounidense y a los defensores de la guerra de Vietnam sería abusar
de la libertad de expresión. El derecho a la libertad de expresión no debe
ser interpretado como tolerancia hacia quienes, con su política y su
propaganda, trabajan para destruir los últimos remanentes de libertad
que quedan en esta sociedad y someten al mundo —o, más bien, a una
parte del mundo— a su dominio neocolonial. Dijo esto con mucha
claridad.
Otra reivindicación estudiantil era la creación de empleos. Uno de los
reclamos, uno de los miedo reales que acechan a los estudiantes es que,
después de haber estudiado y haberse formando durante años en la
universidad —sobre todo en las carreras científicas de donde salen
ingenieros, técnicos, etc.—, cuando llega el momento de conseguir un
empleo y ganarse la vida, no encuentran ninguno, porque el desempleo
creció bastante en Francia y toda esta generación enfrenta el peligro de
quedarse sin trabajo. Esto también reúne directamente una
reivindicación académica con una reivindicación política y con la
oposición frente a los grupos dominantes de la sociedad en general.
166
Está claro que el movimiento es —o llegó a ser, otra vez,
espontáneamente— una manifestación socialista y un movimiento
socialista, pero —como dije, y como quiero volver a enfatizar— un
movimiento socialista que rechaza, desde el comienzo, la construcción
represiva del socialismo que prevaleció en los países socialistas hasta el
día de hoy. Esto podría servir para explicar las presuntas tendencias
maoistas que estarían creciendo entre los estudiantes, utilizadas por la
prensa comunista para acusar a quienes se involucran en las protestas
de ser trotskistas, revisionistas, maoistas, etc. Tal vez son maoistas en
el sentido de que Mao es, de una u otra forma, el símbolo de la
construcción de una sociedad socialista que no repite la represión
burocrática estalinista típica del socialismo de la Unión Soviética y del
bloque soviético.
Esto también plantea otro aspecto esencial del movimiento estudiantil,
y creo que en este punto llegamos a un terreno que es común al
movimiento francés y al estadounidense. Se trata de una protesta total,
pues —aunque inició como una protesta contra males muy específicos y
por problemas muy puntuales— se convirtió en una protesta contra todo
el sistema de valores, contra todos los objetivos y todo el sistema de
expectativas y prácticas que define a esta sociedad. En otras palabras,
es un rechazo a aceptar —a seguir aceptando— el sometimiento a la
cultura del orden establecido. No solo sus condiciones económicas, ni
sus instituciones políticas, sino todo su sistema de valores, considerado
por estos jóvenes como algo que está corrompido en términos
fundamentales.
167
En este sentido, pienso que es posible hablar aquí, también, de una
revolución cultural: una revolución cultural en el sentido de que se dirige
contra todas las tendencias culturales dominantes, incluyendo la moral
de esta sociedad.
Condiciones francesas, tradiciones francesas
Si nos preguntamos ahora cómo es posible [que] en Francia el
movimiento estudiantil encuentre apoyo y simpatía
espontáneos de parte de la población —y un respaldo definitivo
en la clase obrera, tanto organizada como no organizada—,
mientras que en Estados Unidos sucede exactamente lo
contrario, la respuesta que se me ocurre es doble.
En primer lugar, Francia no es todavía una sociedad de la abundancia.
Es decir, las condiciones de vida de la mayoría de la población todavía
están muy por debajo del estándar de vida estadounidense, lo que por
supuesto hace que la identificación con el orden establecido alcance
grados mucho menores de los que prevalecen en este país. En segundo
lugar, la tradición política del movimiento obrero francés todavía sigue
viva.
Podría sumar a esto una explicación más bien metafísica, a saber, que
la diferencia entre las perspectivas que se abren en Francia, entre las
perspectivas que puede tener un movimiento radical en Francia y las
que tiene en este país, también obedece a que, después de todo, Francia
atravesó cuatro revoluciones en un lapso de cien años y esto
168
aparentemente fundó algo semejante a una tradición revolucionaria
capaz de estallar, cobrar vida y renovarse cuando llega la ocasión.
Déjenme decir algunas cosas sobre el movimiento estudiantil de
Alemania. Puedo hablar solo del movimiento estudiantil de Berlín; no
visité ningún otro lugar de Alemania en esta ocasión. Viene
desarrollándose un cambio significativo en Berlín, sobre todo si comparo
la situación actual con la de la última vez que estuve allí el año pasado.
El movimiento se radicalizó mucho en el sentido de que reclama una
acción constante y rechaza todo tipo de charla, discusión y esfuerzo
teórico. El deseo de convertirse y seguir siendo inmediatamente práctica
[sic] es tan fuerte que se afirma casi a diario.
Prácticamente todos los días se desarrollan reuniones en la Universidad
Libre de Berlín. El aula más grande está a disposición de los estudiantes
para que realicen reuniones políticas y ellos lo utilizan constantemente.
Por cierto, la Universidad de Berlín es, hasta donde sé, la única en la
que el estatuto garantiza representación estudiantil en las facultades.
Los representantes estudiantiles se sientan en el Consejo Académico y
tienen voz y voto a la hora de nombrar y despedir a los miembros de la
facultad. Este es el estatuto universitario que se estableció, creo, en
1948.
Con todo, la radicalización —y someto esto al debate— tiene su peligro,
a saber, expone al movimiento estudiantil a fuerzas mucho más grandes
con las cuales no es capaz de lidiar. En términos meramente numéricos,
169
el movimiento estudiantil en París cuenta con, por decir un número,
entre diez y quince mil personas en París, y ochenta o cien mil en total.
Ahora bien, con estos números es posible ocupar edificios —incluso
durante mucho tiempo—, especialmente si se cuenta además con el
apoyo de la población.
En Berlín, [no hay] nada parecido. El movimiento estudiantil enfrenta
definitivamente la hostilidad abierta del pueblo de Berlín y la hostilidad
abierta de la clase obrera organizada. En este sentido, la situación es
muy parecida a la de Estados Unidos. Bajo estas condiciones, una
política de manifestaciones cada vez más intensas —manifestaciones
que pretenden ir más allá del ritual y, de hecho, están dispuestas a
enfrentarse con la policía— es un proyecto peligroso. Pero quiero decir,
con total honestidad y claridad, que considero que se trata hoy de una
tendencia a la que no es posible oponerse.
Hasta yo mismo intenté hacerlo, cuando intenté señalar estos peligros.
No sirve de nada, porque ellos perdieron la paciencia. No creen —y nadie
puede culparlos por eso—, no creen en el proceso democrático tal como
se despliega en Alemania. Conocen a la perfección la brutalidad de la
policía alemana. También saben hasta qué punto el gobierno de la
República Federal está aún moldeado sobre la herencia del sistema nazi,
y son conscientes de la estructura autoritaria de la universidad y de la
actitud hostil que sostienen la mayoría de los profesores y los miembros
de la facultad. De nuevo, esto contrasta con el caso de Francia.
170
Bajo estas circunstancias, simplemente creen que, a menos que actúen
—a menos que actúen de tal forma que la gente sea capaz de ver y oír
con sus propios ojos y oídos lo que está sucediendo—, a menos que
logren imprimir, con el cuerpo y directamente, sus reivindicaciones en la
sociedad, todo será en vano. La conclusión entonces es que cuanto más
radical y más inconformista sea la expresión de la oposición, tanto mejor
será. En otras palabras, desde la quema de símbolos hasta la destrucción
de vidrieras, todas las acciones de este tipo tienen el objetivo —y esto
es lo que se intenta organizar— de hacer que la gente oiga y vea lo que
sucede, es decir, son medidas para contrarrestar el poder de
amortiguación de esta sociedad.
En la universidad y en las reuniones, todo esto asume formas que llegan
a ser desagradables, sobre todo para los no estudiantes. También existe
una tendencia resuelta a condenar todo lo que no se acopla a esta
política cada vez más intensa de «acción por la acción misma», a
condenar todo lo otro como liberal (en realidad, no quiero recordar el
término que se utiliza en este sentido y que se pronuncia
inmediatamente a los gritos cada vez que alguien intenta expresar una
opinión menos radical). En cualquier caso, «liberal» se convirtió en una
palabra maldita. No caben dudas de que —otra vez, aquí hay que tener
en cuenta la tradición del liberalismo alemán, aunque no solamente— es
cuando menos comprensible que esta palabra haya tenido este destino.
Repito que hoy es muy difícil contrarrestar esta tendencia de manera
efectiva, pues cuando uno observa el movimiento en su totalidad —si
171
logramos percibir en qué medida logró convertirse, contra sus propias
intenciones, en un movimiento internacional, y, de hecho, en la única
oposición internacional efectiva que existe en la actualidad—, entonces
uno mismo siente la vacilación y la reticencia a la hora de condenar
hasta los aspectos más desagradables y los rasgos a veces
prematuramente radicales del movimiento. Uno siente que identificarse
con el movimiento, a la expectativa de que, mediante la prueba y el
error, se fortalecerá y mejoraran su organización y su coordinación
internacionales.
Bueno, creo que eso es todo lo que quería decir para empezar.
Preguntas
Luego de su discurso, el profesor Marcuse respondió preguntas
del público. Cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con
que uno no debería poder hablar a favor de la guerra de
Vietnam, respondió:
Sí, sostuve esta posición públicamente. No dije que no debamos tolerar
a aquellos que están en desacuerdo con nosotros. Dije explícitamente,
y mencioné, que aquellos que defienden y propagan la guerra en
Vietnam, no deberían, en una sociedad verdaderamente democrática,
gozar del derecho a la libertad de expresión. Su política atenta
necesariamente contra la democracia, incluso bajo la forma en la que
esta existe hoy. Entonces, no se trata de algo en lo que no podamos
estar de acuerdo.
172
Cuando le preguntaron si estaría de acuerdo en suprimir otros sistemas
filosóficos, como el objetivismo de Ayn Rand, Marcuse respondió:
No. Como ustedes saben, me gusta mucho la filosofía. No conozco
ninguna filosofía que hoy represente una amenaza real al sistema
existente o a la transformación del sistema existente en uno mejor. Fui
muy claro cuando argumenté que el concepto de tolerancia represiva no
tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de censura del arte,
la literatura, la música, la filosofía, ni cosas por el estilo. Esto queda
completamente descartado. Solo me refiero a la no tolerancia en el caso
de movimientos que manifestaron su naturaleza agresiva y destructiva.
Sobre las leyes de emergencia aprobadas en Alemania Occidental en
aquel momento:
Las leyes de emergencia que se están discutiendo en este momento en
el parlamento alemán, y que con toda probabilidad serán aprobadas, se
cuentan, desde mi punto de vista, entre las legislaciones más siniestras
que existen hoy. Se otorga al gobierno, en una situación de emergencia,
el poder de suspender las garantías constitucionales más importantes,
y, por ejemplo —y esta es la cláusula más fantástica—, movilizar a las
fuerzas armadas al interior del país. No es una sorpresa si el movimiento
estudiantil alemán apunta hoy principalmente contra estas leyes de
emergencia. Me temo que no tendrá éxito y la legislación será aprobada
con apoyo del Partido Socialdemócrata.
173
Me gustaría añadir [que] este es un ejemplo típico para refutar el
argumento frecuente que sostiene que, en la situación actual, la rebelión
estudiantil y el radicalismo de la izquierda, solo fortalecen a la derecha.
Es decir, el famoso argumento de que antagonizar con el oponente lo
hace más fuerte. Sucede que hasta el momento nunca me topé con una
oposición que no antagonizara con el oponente. Ese es precisamente el
objetivo de la oposición.
Pero a pesar de lo que haga o se diga en este momento, se está
culpando por anticipado —y esto también es una conspiración
internacional— a la izquierda, especialmente a la izquierda estudiantil,
por la posible o probable intensificación de los movimientos de extrema
derecha en Europa (y no solamente en Europa). Lo mismo se decía de
la oposición comunista y socialista durante el período previo al nazismo.
Pienso que, de una vez por todas, deberíamos dejar de lado este
argumento, pues no es más que una descarada falsificación histórica.
Hitler llegó al poder, no porque la izquierda haya sido demasiado fuerte
y demasiado radical, sino porque la izquierda no era lo suficientemente
fuerte ni lo suficientemente radical. La izquierda estaba dividida y fue
esta división la que hizo posible que la derecha llegara al poder.
¿Qué sucedió, por ejemplo, durante la República de Weimar? Este
argumento puede ser refutado con hechos históricos.
Sobre las perspectivas de una alianza obrero-estudiantil en Francia:
174
Es posible —creo que es bastante probable— que el movimiento se
divida de nuevo y que sus reivindicaciones terminen definiéndose de
forma separada. La extrema derecha está prácticamente inactiva [en
Francia]. Como suele suceder hoy, la oposición contra el movimiento de
protestas no parece provenir de lo que se denomina la extrema derecha,
sino más bien del centro, es decir, de los sectores del gobierno. Pienso
que este es un cambio muy importante, un cambio que en algún
momento deberíamos explicar en términos de la guerra contra el
nazismo y el fascismo. Los partidos de extrema derecha están mal vistos
y no son precisamente los más adecuados ni los mejor preparados para
representar a la derecha.
[El ataque completo a la] es una cosa de la que los estudiantes son
conscientes o al menos semiconscientes. En cuanto al movimiento
obrero, el proceso parece estar siguiendo el rumbo de las protestas
sindicales tradicionales. Dije parece, pues aparentemente no es el caso
entre los trabajadores más jóvenes, que están muy insatisfechos con los
sindicatos y quieren más que aumentos salariales y mejores condiciones
de trabajo.
Por ejemplo, quieren sumar la importante reivindicación política de
poner fin al régimen personal [de Charles de Gaulle] y garantizar las
libertades de expresión y de reunión de manera efectiva y real. Y quieren
que esto suceda pronto. Este carácter total del movimiento no es algo
que se declare y se practique de manera consciente ni metódica. Pero
175
se sigue de las posiciones de los estudiantes. En la oposición de la clase
obrera, la situación es todavía más precaria.
Sobre la situación de Europa oriental, en particular la Primavera de Praga
que se desarrollaba en ese entonces en Checoslovaquia:
Checoslovaquia todavía estaba inmersa en gran medida en la tradición
del período estalinista. La represión —se puede afirmar sin tapujos—
terrorista, el control completo sobre cualquier forma de pensamiento y
la veloz supresión de cualquier opinión divergente, se presentaban como
algo cada vez más innecesario y arbitrario a medida que la situación
económica y política ganaba estabilidad.
En este contexto, a partir de algunas dificultades esencialmente
económicas, se planteó la reivindicación de reformas que relajaran o
eliminaran el control excesivamente centralizado con el objetivo de
introducir algunos rasgos de la economía capitalista en la economía
socialista. Por ejemplo, incentivos, la ganancia como incentivo, más
autoridad para las administraciones de las empresas individuales, etc.
El movimiento en Checoslovaquia no apunta contra el orden establecido
en sí mismo, sino contra los mecanismos de control posestalinistas,
considerados como algo perjudicial para la sociedad socialista.
Se aprovechó este relajamiento económico para exigir un consecuente
relajamiento cultural, es decir, la abolición de la censura, de la
176
precensura y del control rígido que el partido ejerce sobre los escritores,
los filósofos y los profesionales en general.
Si la rebelión estudiantil no es una revolución, ¿cómo deberíamos
categorizarla?
Lo que dijiste, con justeza, sobre el carácter pragmático del movimiento,
es, pienso, otro aspecto de la arraigada sospecha de los estudiantes
frente a todas las ideologías tradicionales, que se revelaron falsas. De
ahí su carácter decididamente pragmático. No diría —ni dije— que el
movimiento es revolucionario, pues pienso que ni en Francia ni en los
Estados Unidos estamos atravesando una situación revolucionaria ni
prerrevolucionaria. Pienso que, si entendemos lo que está sucediendo,
debemos asumir este punto de vista. Es irresponsable calificar de
revolución o de revolucionario a un movimiento de protestas como el
que vivimos hoy.
Evidentemente, los estudiantes franceses no lo hacen y no creo que
nosotros debamos hacerlo. No consideran que su movimiento sea ya
una revolución. Aunque bien podría tratarse de un eslabón en una
cadena de acontecimientos, internos y externos, que tal vez cambien la
situación en su conjunto. Eso es lo que pienso, y la experiencia de los
últimos meses confirma mis expectativas.
Pienso [que hay] algo que podemos afirmar con certeza: que la idea
tradicional de la revolución y la estrategia tradicional de la revolución
están agotadas. Son obsoletas. Simplemente fueron superadas por el
177
desarrollo de nuestra sociedad. Dije [esto] antes, y me gustaría repetirlo,
porque pienso que en esta situación no hay nada más importante que
una mente serena: la idea de que un día o una noche, [una] organización
de masas, o un partido de masas de cualquier tipo, marcharán a
Washington y ocuparán el Pentágono y la Casa Blanca para fundar un
nuevo gobierno es —desde mi punto de vista— completamente
fantasiosa, y simplemente no se corresponde con la realidad de las
cosas.
Si esas masas existieran y tomaran una resolución semejante, en
veinticuatro horas se montaría otra Casa Blanca en Texas o en Dakota
del Norte, y todo se terminaría rápidamente. Debemos abandonar esta
idea de la revolución, y ese es el motivo por el que creo que lo que
sucede en Francia hoy es tan significativo y tal vez llegue a ser decisivo.
Es justamente por eso que destaco el carácter espontáneo de este
movimiento y la forma espontánea en la que se propagó.
Dije espontáneo, y sostengo este concepto, pero ustedes saben,
supongo, que no hay nada espontáneo que no necesite algo de ayuda
para convertirse en algo realmente espontáneo. Eso fue exactamente lo
que sucedió en Francia, y por eso mencioné el trabajo previo de los
estudiantes que habían ido a las fábricas a discutir con los obreros, etc.
Pero, no obstante, comparado con [la] organización tradicional de la
oposición, esto fue un movimiento espontáneo, y es un movimiento
espontáneo que, hasta donde fue posible, no tuvo ni la más mínima
178
consideración por las organizaciones existentes, fuesen estas partidos o
sindicatos, y simplemente avanzó.
En otras palabras, por uno u otro motivo, llegó el momento en el que
cientos de miles de personas —que tal vez pronto se conviertan en
millones—, se hartaron. No querían levantarse a la mañana para ir a
trabajar y atravesar la misma rutina, escuchar las mismas órdenes,
quejarse de las mismas condiciones de trabajo, hacer las mismas
actividades que siempre hicieron. Simplemente estaban hasta acá, así
que en vez de quedarse en su casa o salir a caminar, intentaron otra
cosa.
Ocuparon las fábricas y los locales, y permanecieron allí, en absoluto
como salvajes anarquistas. Por ejemplo, ayer se publicó un informe
según el cual tuvieron mucho cuidado de no dañar las máquinas, y
supervisaron que no se destruyera ni se rompiera nada. No dejaron que
entrara nadie de afuera. En este sentido, demostraron que consideran
que esos negocios son, de una u otra forma, suyos. Quisieron demostrar
que eran suyos, o que deberían serlo, y por eso los ocuparon.
Pienso que esta es una de las expresiones del carácter total de la
protesta, pues —como saben— la estrategia tradicional de la clase
obrera no respalda oficialmente la ocupación de las fábricas, y, según
esta tradición, la propiedad privada conserva cierto halo de santidad.
Las veces que suceden cosas así, suele tratarse de acciones en contra
de la política de los sindicatos y en gran medida espontáneas. Este
179
carácter espontáneo, por medio del cual el cambio se anuncia a sí
mismo, es —desde mi punto de vista— el nuevo elemento que excede a
todas las organizaciones tradicionales y toma a la población inmediata y
directamente.
Si asumimos que la parálisis de Francia es capaz de continuar y
propagarse, que el gobierno no tiene éxito —repito, se trata de una
suposición poco realista, pues tendrá éxito, pero dejemos esto de lado
para hacer un experimento mental—, entonces efectivamente
tendremos una visión efectiva de la forma en la que puede colapsar el
sistema, pues ninguna sociedad puede tolerar ese tipo de parálisis
durante mucho tiempo.
La protesta contra los valores de la sociedad burguesa se expresa, no
solo en la actitud más bien irrespetuosa respecto a la propiedad privada,
sino también en el rechazo de otros valores, por ejemplo —y [este es]
uno de los puntos en los que podemos no estar de acuerdo— en la
repugnancia frente a las formas tradicionales de enseñanza y la cultura
burguesa tradicional. Les daré un ejemplo muy concreto para ilustrar lo
que quiero decir, y quiero aclarar que en este caso no estuve del lado
de los estudiantes.
Fue hace aproximadamente un año, pero volvió a suceder lo mismo hace
poco. Mi amigo [Theodor] Adorno fue invitado a Berlín a brindar una
conferencia sobre Ifigenia, la obra de Goethe que juega con el tema
clásico de Iphigenia in Tauris. Fue invitado por la universidad alemana.
180
El auditorio estaba repleto de estudiantes que básicamente no lo dejaron
hablar, pues consideraban que —en una situación marcada por el
asesinato de un estudiante en una manifestación contra el sah de Persia
y en medio del caldeado clima político de Berlín— era intolerable que se
desarrollara una conferencia sobre un drama humanístico clásico.
Simplemente no podían soportarlo, lo que desembocó en una verdadera
revuelta en el auditorio. Pasó mucho tiempo hasta que se recobró la paz
suficiente como para desarrollar la conferencia.
Este año viví una reacción similar en Berlín. Por ejemplo, hubo muchas
ocasiones en las que se interrumpió mi conferencia con el grito: «No hay
tiempo para preocuparse por los conceptos, no hay tiempo para la
teoría. En vez de discutir aquí, salgamos a la calle y nos manifestemos
frente a la Maison Française». Doy este ejemplo para ilustrar que esta
oposición es capaz de llegar hasta un punto en que afecta toda la cultura
dominante, incluso sus manifestaciones más sublimes.
Todo esto dejó de tener sentido para ellos. Tal vez sea hermoso,
profundo y muy formativo, pero no sirve. No hay ninguna conexión entre
lo que está pasando en la calle, en Vietnam o en las barricadas, o en los
guetos, y estas ideas complejas o versos elevados, así que nos
olvidemos de todo y veamos de qué somos capaces con nuestras propias
manos y con nuestras mentes si nos enfrentamos a la realidad
inmediata. Ahora bien, casi no hace falta decir que se trata de una
actitud peligrosa. Y sin embargo, es una actitud muy difícil de refutar.
181
Siempre mantuve la posición de que las universidades en este país son
sitios de relativa —y no solo relativa— libertad de pensamiento y
expresión. Todavía hay muchas oportunidades y mucho espacio para
aprender cosas muy relevantes, incluso para comprender lo que está
sucediendo hoy. Evidentemente, la universidad debe ser reformada de
manera radical, pero esta reforma debería desarrollarse al interior de la
institución, no adoptar la forma de su destrucción. Pienso que destruir
la universidad implicaría, de hecho, reducir o eliminar una de las… —
déjenme decirlo de una forma exagerada y provocadora—, en un
sentido, destruir la universidad es cortar la rama en la que estamos
sentados.
Después de todo, es en la universidad donde creció esta oposición,
donde esta oposición se educó y sigue educándose. Destruir la
universidad nos haría mucho más daño a nosotros que a ellos. Después
de todo, nosotros —y yo, como saben, me cuento entre la oposición—
pensamos que somos el ejemplo vivo de que la universidad puede no
ser tan mala.
Al final de esta conferencia, se le pidió a Marcuse que comentara lo que
pensaba sobre la relación entre su pensamiento y la crisis de Europa
occidental:
Si queremos abordar esta pregunta tan personal en términos más o
menos razonables, lo único que puedo decir es que, por ejemplo, en las
declaraciones de Cohn-Bendit y en otras declaraciones, los ecos de mi
182
ensayo sobre la «Tolerancia represiva» son obvios, tanto que no se
necesita ninguna evidencia. Muchos de los estudiantes lo notan. Ahora
bien, en cuanto a los motivos de esta influencia, no me corresponde
responder a mí, sino a los estudiantes.
Siempre intenté, como filósofo y teórico, resaltar algunas cosas, elaborar
una crítica de la sociedad existente que se mantuviera en la medida de
lo posible alejada de las ideologías tradicionales, sean marxistas o
socialistas. Al hacerlo, pienso que enfaticé algunos rasgos con los que,
en el marco de las ideologías tradicionales, simplemente no se supo
cómo lidiar.
Creo que otra cosa que señalé es que no importa cuán radicales sean
las nuevas instituciones que se supone que definen a una sociedad
socialista: a menos que estén controladas por un nuevo tipo de hombre,
con valores realmente nuevos, sin la hipocresía moral y los valores
competitivos y represivos de la sociedad actual, será imposible que se
desarrolle un cambio real y todo lo que habremos hecho habrá sido
reemplazar una forma de dominación por otra.
183
Lo que desde mi punto de vista es esencial cuando se trata de
un cambio cualitativo y real es romper con el continuo de
dominación y represión. Solo cuando lo logremos —y vale
también en el caso de una sociedad socialista— será posible
hablar de una sociedad cualitativa y realmente distinta de las
existentes. Esa es la única respuesta breve que se me ocurre.
Fuente: https://jacobinlat.com/2021/06/11/herbert-marcuse-y-las-revueltasestudiantiles-de-1968-una-conferenciainedita/?fbclid=IwAR0rw8OZrnkpLznLhPQJ0z_EIh7DKzoYfbZTanfa5YMtF3NP7F08A
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184
EDUCAR ES RESISTIR
DIEGO S. GARROCHO *
«Educar es transformar con arreglo a un paradigma, a un modelo o a
un proyecto de excelencia imaginable»
La escuela, al igual que la universidad, es un lugar de resistencia. O al
menos debería serlo. Al contrario de lo que dicen los expertos en
sinergias, resiliencias y nihilismos transdisciplinares, no creo que la
escuela deba adaptarse a ninguna circunstancia si no es para
mejorarla. La misión de cualquier propuesta educativa pasa
precisamente por lo contrario: por ser capaces de proveer a los
educandos de todo aquello que el contexto inmediato no puede
procurarles. Educar es, en algún sentido, enmendar lo que ya existe en
virtud de una perfección futura.
No existe educación posible sin la proyección de un ideal de
humanidad. Y ese ideal, resulta vano hasta tener que argumentarlo,
debe hacerse independiente a la circunstancia inmanente. La educación
no se proyecta sobre lo que ya somos, sino que se dispone al servicio
de aquello otro que deberíamos ser y que debe guiar la transformación
del infante. Educar es transformar con arreglo a un paradigma, a
un modelo o a un proyecto de excelencia imaginable.
*
Diego S. Garrocho es profesor de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de 'Sobre la
nostalgia' y de 'Aristóteles. Una ética de las pasiones' es, también, el presidente del comité
académico del think tank Ethosfera.
185
Tal vez por este motivo llevamos demasiado tiempo equivocándonos.
Cada vez que algún representante de la vanguardia pedagógica insiste
en que tenemos que llevar la imagen a las aulas porque vivimos en el
imperio de la imagen, está remando en dirección contraria.
El razonamiento correcto sería el opuesto: dado que vivimos en una
dictadura virtual de las imágenes, la escuela debería protegerse
como el refugio crítico de esa realidad imperante. No se trata de adaptar
la educación a lo que existe, sino de proponer un modelo educativo que
nos permita transformar esa realidad al servicio de una idea mejor de
nosotros mismos.
Nuestra misión como educadores no radica enseñar lo que de suyo ya
aprendería cualquier joven abriendo los ojos al mundo, sino que nuestro
propósito se hace valioso cada vez que lo acercamos a contenidos
insólitos a los que jamás llegaría por sus propios medios.
Creer que un boomer de cincuenta años puede enseñarle a un chaval
de catorce habilidades digitales es tan ingenuo como desnortado.
Y desechar la importancia del esfuerzo, la privativa humanidad de
la memoria o incluso la dignidad de lo inútil, es tanto como
abandonarnos al dominio de la crasa facticidad y la eficiencia.
La bulimia innovadora nos conduce a un rapto delirante y acelerado en
el que el orden de los conceptos se asimila al mercado de
electrodomésticos. Por este motivo, cada vez que alguien desecha una
186
idea por ser antigua, clásica u obsoleta, está estableciendo, y puede sin
saberlo, una analogía entre las ideas y las batidoras.
La escuela es ese lugar donde, todavía, puede seguir leyéndose a
Garcilaso o a Rosalía de Castro bajo un pretexto suficiente: lo leyeron
nuestros padres, los padres de nuestros padres y, ojalá, algún día,
también lo hagan nuestros nietos.
Antes de llenarlo todo de pantallas seamos prudentes. Si la
educación es capaz de igualarnos es porque propone un ideal
compartido en el que sabremos reconocernos. Y que la escuela sea una
comunidad de lectura e interpretaciones es tanto como convertirla en
una comunidad de sentido. No es poco.
Fuente: https://theobjective.com/elsubjetivo/educar-es-
resistir?fbclid=IwAR3AGWgX4O-xZ-
UCLTDKDaGfv1DLwi3fU8jrkSL1PjCKye_pfva68C6Wlns
187
VIVIMOS LA GRAN AVENTURA HUMANA, EXPRESA EDGAR
MORIN EN HOMENAJE POR SU CENTENARIO
REYES MARTÍNEZ TORRIJOS
La Unesco dedicó un tributo al filósofo y sociólogo francés //En su
conferencia Mi camino reflexionó sobre el desarrollo de su
pensamiento y la condición actual de las sociedades
El pensador Edgar Morin durante la ceremonia en su honor, la cual se realizó ayer y se
transmitió vía Internet por el organismo de Naciones Unidas. Foto Afp
El reconocido pensador francés Edgar Morin sostuvo que en la actualidad
existen posibilidades maravillosas para mejorar nuestras vidas, pero
es esencial darse cuenta de que no hay que soñar con otra sociedad,
188
sino entender que vivimos la gran aventura humana y que el camino de
cada uno está dentro de uno más grande e incierto.
El filósofo y sociólogo, creador del concepto de pensamiento
complejo, impartió la conferencia Mi camino, en el homenaje por su
centenario realizado este viernes y transmitido vía Internet por la
Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), presidida por la directora de
ese organismo, Audrey Azoulay, y Anne Hidalgo, alcaldesa de París.
Morin (París, 1921) agregó que existe también la posibilidad de que
la crisis de la democracia nos esté llevando a países neoautoritarios,
sistemas tan complejos en que ya no hay sólo un partido, como en
China, sino todas las posibilidades de vigilar con máquinas, cámaras,
drones y teléfonos. La sociedad de la vigilancia y la sumisión. Eso se
puede considerar como neototalitarismo.
Se refirió a Heráclito, mi gran maestro filosófico, para explicar que la
comprensión y la discordia son el padre y la madre de todo, porque la
destrucción y el conflicto están en todas partes, al mismo tiempo que la
solidaridad, la asociación, el acuerdo”.
Para describir las condiciones actuales, Morin se refirió a que, para
él, en 1945 comenzó un periodo: cuando la humanidad creó el arma que
es capaz de destruirla, la bomba atómica; luego, recordó la aparición del
informe Meadows, que en 1972 estableció que, si no tenemos cuidado,
nuestra biosfera se degradará, lo cual sería una lesión contra nuestra
propia humanidad.
189
Además, habló del auge del transhumanismo, partiendo de Silicon
Valley, en los años 80, cuando se refuerza el mito de la vida eterna, que
“nace a partir de una posibilidad. Esos progresos tecnológicos y
científicos podrían liberar al ser humano de lo más fastidioso que tiene
que hacer, y podrían permitir que viviéramos una vida dedicada a la
cultura y las relaciones humanas.
“Encima tenemos la mundialización. El momento en que el
capitalismo y la economía de mercado se estrellan contra el muro y se
universalizan las tecnologías de la comunicación, pero las mentalidades
no se globalizan nada. Se crea una conciencia de comunidad frente al
peligro nuclear, ecológico o frente al dominio del mercantilismo, pero, al
mismo tiempo hay esa tendencia al ensimismamiento, que veía en mi
adolescencia: esas tendencias nacionalistas obtusas, ese miedo al
extranjero, el desprecio de las ‘razas inferiores’, mas ahora hay otros
chivos expiatorios.
No tomamos conciencia de las cosas. Pero sí que acabamos dándonos
cuenta de que las interacciones, las interdependencias técnicas y
económicas no han creado una solidaridad humana. Esto que hemos
visto con la pandemia desde el principio: cada país se cerró y se encerró.
Crisis multidimensional
Edgar Morin afirmó que la pandemia produjo una crisis
multidimensión. Los individuos la hemos sufrido en carne propia; las
naciones también. Al mismo tiempo, la mundialización, una crisis
190
gigantesca que no ha acabado, que crea sin cesar nuevas
incertidumbres.
Inició su conferencia citando al poeta español Antonio Machado, que
lo inspiró: Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar, para
esbozar el desarrollo de su camino, “poco a poco hacia lo que se
denomina la complejidad; es decir, que hay que reunir ideas que
parecen contradictorias.
No fui por un camino trillado, fui haciendo el camino por el que fui
andando, con el fin de desarrollar su sendero intelectual. Mi
pensamiento no está concluido; aunque muera mañana, mi pensamiento
estará siempre sin acabar.
Recordó que en 1939, a poco del comienzo de la Segunda Guerra
Mundial se había inscrito en la carrera de filosofía, que incluía temas de
sociología e historia, además de estudiar derecho y ciencias políticas.
“Ya estaba yo en la transdisciplinariedad, por lo menos en el campo de
las ciencias humanas.
“En esos momentos pensaba lo que Kant: ‘¿Qué puedo saber, creer
y esperar?’ Para responder esas preguntas hay que saber qué es el
hombre, que es lo que también decía Kant. La historia humana parecía
que se estaba volviendo loca en aquel momento. Sin darme cuenta, lo
que quise ser entonces fue humanólogo.”
En una Francia ocupada se incorporó al ejército de resistencia,
cuando empezó a pensar cómo es posible que la nación más culta de
191
Europa se haya convertido en la más bárbara: Alemania. Aquí lo que hay
es complejo.
Otros temas que estudió posteriormente lo condujeron a las nociones
de complejo y contradictorio. Por ejemplo, su estudio sobre la muerte
en las culturas humanas. Por la familia, los hijos, la religión o una
creencia, todos somos capaces de dar la vida. Eso demuestra la
complejidad humana.
Luego, el cine, donde consigna que el mundo de Hollywood, que
produce películas en serie, algunas son extremadamente banales, pero
hay algunas obras de arte. Una película es resultado de una colaboración
antagónica entre producción y creación.
Entre los años 50 y 60 consolidó su pensamiento, refirió, gracias a su
participación en la revista Argumento, en la cual debatía con pensadores
de la época. Claude Lefort y Castoriadus animan un círculo de reflexión
en el que cada uno aporta su pensamiento, más allá del de Marx, de
manera notable.
Luego ocurrió su contacto con especialistas en cibernética, biólogos,
matemáticos e ingenieros, ante lo cual empezó a “entrelazar todos estos
pensamientos. En vistas a la compartimentación de las ciencias, tanto
las humanas como las naturales, gracias a todos estos aportes surge la
idea de El método, trabajo de 30 años para reunir todo el modo de
conocimiento y para salir del pensamiento binario”.
192
Edgar Morin sintetizó: He aquí el esquema de este andar de mi
pensamiento para intentar formular lo que debe y tiene que ser un
conocimiento complejo; es decir, en el que cuando hay complejidad no
es sólo la parte dentro del todo, sino el todo dentro de una parte; no
sólo componentes complementarios, sino antagonistas. En segundo
lugar, un pensamiento complejo que organiza el conocimiento.
Su disertación concluyó mientras empezó a sonar la canción My
Way, interpretada por Frank Sinatra.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/03/cultura/a02n1cul
193
OCHO CRITERIOS ÉTICOS PARA VALORAR
LOS AVANCES TECNOCIENTÍFICOS
BEGOÑA ROMÁN MAESTRE *
El impacto de la tecnociencia en la vida de hoy es total. Muchos de los
hallazgos científicos acaban convertidos en herramientas y dispositivos
(móviles, ordenadores, coches) sin los cuales somos casi incompetentes.
Tienen impacto en la sostenibilidad medioambiental, pero también en la
mejora de nuestras capacidades, las de nuestra descendencia e incluso
en nuestra longevidad y posible inmortalidad.
Gracias al avance de los conocimientos y de la técnica, cambiamos las
formas de alimentarnos, de divertirnos, de reproducirnos… Pensemos,
por ejemplo, en el uso de los animales: para comer y hacerlos trabajar,
para experimentar, para entretenernos cuidándolos. Pensemos en
la gestación por sustitución (popularmente conocida como el uso de
“vientres de alquiler”) como técnica de reproducción asistida.
La tecnociencia se impone como progreso. Saber es liberador. Pasamos
así de la “chance” a la “choice”, del azar a la elección. Sin embargo, no
siempre lo nuevo es bueno: tener más opciones nos priva de otras, o
*
Profesora de Filosofía moral, Universitat de Barcelona. Esta reflexión forma parte de “Diàlegs a la
Ramón y Cajal”, un ciclo de seminarios para comprender el mundo actual que desarrolla L’Observatori
de l’Estudiant de la Universitat de Barcelona.
194
nos somete a nuevas ataduras. No todo lo que es posible hacer desde
el punto de vista técnico es éticamente bueno. El progreso técnico
también tiene efectos colaterales.
Nuestra sociedad vive tan acelerada que los avances no nos pillan ni
preparados ni listos. Cuando surgen nuevas posibilidades, a menudo
improvisamos sin pararnos a considerar las consecuencias. No prevemos
el impacto en la aldea global de una técnica de uso masivo, antes de
adoptarla; o la exclusión a que somete adoptarla a quienes no tienen
acceso a ella. Nos recuerda Hans Jonas que descubrimos qué está juego
cuando descubrimos que está en juego.
Necesitamos más ética que mera moral
¿Desde qué valores juzgaremos si las consecuencias que genera la
tecnociencia son buenas y malas? En sociedades plurales, donde no
compartimos todos los valores, no podemos dar por supuesto que
estamos de acuerdo en lo que es bueno o malo. La moral es vivida y
transmitida culturalmente; la ética, que es filosofía sobre la moral, la
cuestiona.
En esta era tecnocientífica necesitamos más ética que moral, más
reflexión que mera acción; pues hay que dar razones de por qué llevar
a cabo unas acciones y abandonar otras. Por ejemplo: por qué recuperar
la costumbre de usar vidrio y abandonar los plásticos.
195
Ética mundial y de la responsabilidad
Necesitamos una ética para el mundo y su cuidado. Por eso,
esta ética debe ser una ética de la responsabilidad. Y las
cuestiones a las que dar respuesta son: quién debe responder, de
qué y ante quién. La ética desde la que entender qué tipo de
tecnociencia queremos, y cuál no, debe ser la ética cívica. Esta no nos
dice cómo debemos vivir, pero sí ha de garantizar la vida en
condiciones de dignidad, autonomía y justicia para todos. Desde
ese marco genérico de los derechos humanos necesitamos pensar
juntos en el mundo que creamos.
La ética en la era de la tecnociencia deber ser cívica, para la aldea
global, de acuerdos de mínimos para todos, sin excluir a nadie. Debe ser
una ética que amplíe la libertad y no la someta a riesgos desconocidos,
como el riesgo de perder la libertad misma. No olvidemos que
desconocemos de dónde viene esa libertad primera a partir de la cual
nos preguntamos qué hacer. Y es la vivencia moral, posibilitada por
nuestra libertad, la que nos humaniza. Por todo ese pensamiento en la
incertidumbre y ante la complejidad, institucionalizamos comités de ética
(de la investigación, asistenciales, de las organizaciones) y formamos a
los profesionales en la responsabilidad de su quehacer.
Ocho criterios
Para argumentar las decisiones que tomar como humanidad desde este
marco ético mundial y desde la responsabilidad, los siguientes criterios
196
o pautas nos podrían servir de guía ante las problemáticas concretas
sobre las que decidir:
1. La universalizabilidad nos exige pensar en todos nosotros como
afectados por la acciones. La cuestión clave es entonces: ¿sería correcto
que todo el mundo lo hiciera?
2. La responsabilidad nos exige transparencia. Si todo el mundo supiera
que lo hemos hecho, ¿nos daría vergüenza, o nos sentiríamos culpables?
3. Mucho más directa es la cuestión de la reciprocidad, ¿qué pasaría si
me lo hicieran a mí, si me pagaran con la misma moneda?
4. Desde Hipócrates los profesionales del cuidar saben que no se debe
dañar. Por eso la pregunta ahora debe ser cómo afecta esa acción a
quienes se hallan en situación de mayor vulnerabilidad.
5. Como debemos pensar en los impactos a medio y largo plazo, la
pregunta pertinente es si será sostenible ecológica y económicamente.
6. Como aprendemos a partir de ensayos, aciertos y errores, deberíamos,
prudente y precavidamente, pensar en si la acción es revocable. Nos
sugiere Aristóteles en su “Ética a Nicómaco” optar por vías intermedias
de acción, adoptando un término medio, pues los extremos, por exceso
y por defecto, son vicios.
7. El criterio de la trascendentalidad nos ayuda a jerarquizar conflictos
entre derechos. Por ejemplo, es superior el derecho a la vida que a la
calidad de vida, porque solo desde la vida se puede juzgar sobre su
calidad; pero cuando hablamos de la vida de un adulto competente, es
la calidad la que prima.
197
8. Otro criterio podría ser la utilidad, es decir, obtener el mayor beneficio
para el mayor número de personas.
Una ética para la era tecnocientífica exige pensamiento en
acción, es decir, capacidad crítica y racional concertada. Para
ello necesitamos transferir conocimientos, también de ética. Y, más allá
de la ética personal o profesional, y de nuestras intenciones o buena
voluntad, una ética cívica y organizativa para acordar y
concordar cómo compartir una Tierra que vale la pena cuidar y
en la que cuidarnos.
Fuente: https://theconversation.com/ocho-criterios-eticos-para-valorar-losavances-tecnocientificos-128836
198
SIMONE BILES NO NOS DEBE NADA
AARON FREEDMAN
Al fin y al cabo, Simone Biles es una trabajadora. Y ha hecho bien en
anteponer su salud mental, al igual que cualquier trabajador debería
poder quedarse en casa enfermo en lugar de dedicar su fuerza vital a
servir a otra persona.
Está a la venta nuestro tercer número, “La catástrofe ecológica
inminente (y los medios para combatirla)”. La suscripción a la revista
también te garantiza el acceso a material exclusivo en la página.
Los Juegos Olímpicos siempre tienen algo de extraño. No se trata de los
deportes en sí, a menudo oscuros (este año se ha añadido el baloncesto
de tres contra tres, y el break dance llegará en 2024), sino de su
contradictoria pompa.
Por un lado, los Juegos Olímpicos son una feroz competición nacional,
donde los conflictos de las grandes potencias se desarrollan en una
versión más suave de la guerra. Por otro lado, son, en la tradición de su
antecesor griego, una celebración de la destreza atlética individual: el
poder de la mente y el cuerpo humanos para desafiar las leyes de la
velocidad, la fuerza y la resistencia. Estos dos ideales -el atletismo
individual y la competición nacionalista- suelen coexistir bastante bien,
ya que los comités olímpicos de los países ofrecen recursos de
199
entrenamiento y patrocinio a los atletas a cambio de su participación en
los desfiles de orgullo nacional que ondean literalmente la bandera.
Pero este año, algo se rompió. Simone Biles, la estrella del equipo de
gimnasia femenina de Estados Unidos -y la gimnasta más condecorada
de la historia de los campeonatos mundiales- anunció esta semana que
se retiraba de la final de la competición de gimnasia por equipos y de la
final individual del all-around, la competición estrella de la gimnasia
olímpica. En una rueda de prensa, Biles alegó problemas de salud
mental, que temía que pudieran provocar también lesiones físicas en las
exigentes competiciones, en las que es imprescindible una intensa
concentración mental:
Estos Juegos Olímpicos han sido realmente estresantes. Creo que en
general, al no tener público, hay muchas variables diferentes que
intervienen. Ha sido una semana larga, ha sido un proceso olímpico
largo, ha sido un año largo. Así que hay muchas variables diferentes,
y creo que estamos un poco estresados. Pero deberíamos estar aquí
divirtiéndonos, y a veces no es así.
Para agravar el estrés de unos Juegos Olímpicos COVID, en los últimos
cinco años se han producido revelaciones de abusos sexuales y
encubrimientos en USA Gymnastics, que en algunos casos se remontan
a décadas atrás. Más de 360 gimnastas -que se entrenan para los Juegos
Olímpicos siendo adolescentes- han denunciado algún tipo de abuso
sexual a manos de entrenadores, propietarios de gimnasios y otros
200
adultos que trabajan en este deporte. Esto incluye a la propia Biles, que
fue una de los cientos de gimnastas que dijeron haber sufrido abusos
sexuales por parte del exmédico del equipo de USA Gymnastics, Larry
Nassar. (Nassar fue condenado en 2018 por cargos de abuso sexual y
pornografía infantil).
Después de todo, parece más chocante que Biles estuviera dispuesta a
competir sin más dadas estas insoportables circunstancias. De hecho,
muchas personas han expresado su simpatía por la gimnasta estrella,
elogiando su valentía por hablar sobre problemas de salud mental que
a menudo son estigmatizados.
Pero la respuesta positiva no ha sido universal. Los comentaristas
conservadores han criticado a Biles, y Charlie Kirk la ha calificado de
«sociópata egoísta» y de «vergüenza para el país», mientras que Piers
Morgan ha escrito que «no hay nada de heroico ni de valiente en
abandonar porque no te estás divirtiendo: decepcionas a tus
compañeros de equipo, a tus fans y a tu país». Incluso algunos liberales,
aunque reconocen los peligros físicos que supone que una gimnasta no
esté en el estado de ánimo adecuado, han enmarcado eso como una
excusa (aunque legítima) para abdicar de la responsabilidad implícita
ante los aficionados y la nación de perseverar ante la adversidad.
Esta lógica no se limita al claro nacionalismo de los Juegos Olímpicos,
donde un atleta individual es inevitablemente un avatar de una nación.
Hace apenas unas semanas, la estrella japonesa del tenis Naomi Osaka
201
se retiró del Abierto de Francia tras negarse por problemas de salud
mental a dar una rueda de prensa obligatoria. El escritor deportivo
conservador Joe Kinsey se burló de Osaka por seguir haciendo
apariciones selectas en los medios de comunicación, incluida una sesión
de fotos para la portada de la edición de trajes de baño de Sports
Illustrated, mientras seguía negándose a las entrevistas obligatorias
después de los partidos.
El odio, o al menos el escepticismo, hacia Osaka y Biles lleva implícita la
idea de que los deportistas nos deben algo a nosotros, los aficionados,
los espectadores, la nación. La sociedad ha proyectado durante mucho
tiempo en los atletas una visión aspiracional del espíritu humano, capaz
de trascender las propias leyes de la física y alcanzar la grandeza. Como
Prometeo, su tarea es capturar algo de lo divino y dejar que los simples
mortales nos deleitemos con ello. Ver a una gimnasta de talla mundial
como Simone Biles nos enseña a creer, nos inspira a alcanzar lo
excepcional en nuestras propias vidas.
Por muy poderosa que sea esta narrativa, trata a los atletas como una
fusión de dioses, símbolos y soldados, en lugar de lo que son: personas
reales con sus propias necesidades y defectos humanos. En un nivel
fundamental, un atleta -incluso un GOAT [Greatest Of All Time”,] como
Simone Biles- es un trabajador del entretenimiento. Un trabajador del
entretenimiento de gran talento y bien remunerado, sin duda, pero si el
atleta divino no cumple con las expectativas imposibles que se le
imponen, se le trata poco mejor que a un camarero cuya propina ha sido
202
revocada por un patrón caprichoso. Al igual que el trabajo de servicio y
entretenimiento en general, esta relación también está fuertemente
racializada: no es una coincidencia ver la ira que algunos aficionados
blancos sienten por mujeres de color como Biles y Osaka, o los jugadores
negros de la selección inglesa de fútbol, que fueron acribillados tras la
derrota de su equipo en la fase final de la Eurocopa 2020 de este año.
Tal vez sea inevitable que en una economía de servicios -donde las
relaciones humanas se dividen en el que sirve y el que es servido- haya
un intenso e inmerecido sentido de derecho sobre los atletas. Sus vidas
no les pertenecen del todo, sino a una base de fans que exige la
validación de sus propias narrativas erróneas sobre la grandeza nacional,
la perseverancia y el espíritu humano emprendedor. Este sentimiento
puede ser igual de poderoso para los aficionados cuyos trabajos también
implican servir a un otro más rico: cuando uno siente que la obtención
de poder en su propia vida es remota, puede depositar esa esperanza -
y el sentimiento de decepción- en otra persona.
No se puede esperar que una sola persona -por muy talentosa que sea,
por muy disciplinada física, mental y psicológicamente que esté- cargue
con el enorme peso de toda una sociedad que exige esperanza,
propósito y satisfacción. Los deportistas pueden recibir muchas
compensaciones monetarias por la fama, pero no deben su salud física
y mental a los aficionados. Puede que le cueste ingresos de los
patrocinadores a largo plazo (aunque de momento, todavía no), pero
Biles debería ser absolutamente libre de tomarse un tiempo libre, al igual
203
que cualquier trabajador debería tener derecho a quedarse en casa
recuperándose mientras está enfermo en lugar de volcar su fuerza vital
en servir a otra persona.
Simone Biles, al afirmar su humanidad fundamental dando prioridad a
su salud sobre el trabajo, es un valioso recordatorio para que veamos a
los atletas no como símbolos de nuestras ambiciones colectivas, sino
como personas reales que hacen un trabajo muy difícil. La salud y el
bienestar son necesidades humanas, y nunca deben ser rehenes de un
«cliente que paga», ya sea un jefe, una nación o un aficionado a la
gimnasia.
Fuente: https://jacobinlat.com/2021/07/31/simone-biles-no-nos-debe-nada/
204
ENTREVISTAS
ENTREVISTA AL PERIODISTA Y ESCRITOR IGNACIO RAMONET:
“El poder que no sepa adaptarse a las redes sociales será el gran
perdedor”
EN ESTA ENTREVISTA REALIZADA EN LA HABANA, EL
PERIODISTA Y SEMIÓLOGO ADVIERTE DE QUE VIVIMOS UN
“DARWINISMO MEDIÁTICO”
MAURICIO VICENT
LA HABANA
Ignacio Ramonet (Pontevedra, 1943) es periodista, semiólogo,
exdirector de Le Monde Diplomatique y un referente de la izquierda. En
esta entrevista, realizada en La Habana poco después de la inédita
protesta protagonizada por un grupo de jóvenes artistas cubanos en
demanda de mayor libertad de expresión, convocados por las redes
sociales, Ramonet analiza cómo ha cambiado Internet y las nuevas
tecnologías el lenguaje de la comunicación y el equilibrio de poderes. El
autor del libro Cien horas con Fidel asegura que las redes son expresión
de una “auténtica democratización” de la comunicación, aunque advierte
también que estas “han multiplicado hasta al infinito las capacidades de
manipulación de las mentes”. En la actualidad, observa, se está
produciendo un “darwinismo mediático” y el poder que no sea capaz de
adaptarse a la nueva realidad, perderá, pues hoy las redes son el
principal espacio de enfrentamiento dialéctico. “Es el Ágora actual”,
asegura.
205
Pregunta. ¿Las redes sociales son un espacio real de libertad que sirve
para democratizar la sociedad, o son un espejismo que favorece la
manipulación?
Respuesta. Ambas cosas. Las redes sociales son el medio dominante
hoy, como lo fueron en otras épocas la televisión, la radio o la prensa.
Las redes son la expresión de una auténtica democratización de la
comunicación que la revolución Internet ha permitido. Hoy, cualquier
individuo en cualquier país, por un coste mínimo, con un teléfono
inteligente posee la misma potencia de fuego comunicacional que, por
ejemplo, la CNN (primer canal planetario y permanente de noticias) hace
35 años. Es una revolución considerable, como no la ha habido jamás
en el campo de la comunicación. Y recordemos que todo cambio
importante en el ámbito de la comunicación acaba fatalmente por tener
repercusiones decisivas en lo social y lo político. No hay excepciones.
Desde la invención de la escritura hasta Internet, pasando por la
imprenta. Así que podríamos, en efecto, decir que las redes sociales y
las mensajerías de nuevo tipo (Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat,
WhatsApp, Zoom, TikTok, etc.) han ampliado indiscutiblemente el
espacio de la libertad de expresión. Y, a la vez, han multiplicado al
infinito las capacidades de manipulación de las mentes y de vigilancia
de los ciudadanos. Es clásico. Podríamos decir, parafraseando a Marx,
que la historia es la historia de las innovaciones tecnológicas. Y que cada
innovación tecnológica aporta una solución a un problema. Pero, a su
vez, cada solución crea un nuevo problema.
206
P. ¿En qué medida representa esta revolución de la comunicación una
amenaza real para el poder, cualquiera que sea?
R. Como siempre que se produce un salto hacia adelante en las
tecnologías de la comunicación, nos hallamos efectivamente ante un
progreso en materia de capacidades de expresión. Y, a la vez, ante un
peligro de confusión, de confrontación y de nuevas intoxicaciones
mentales. Es normal. En ese aspecto no hay nada nuevo. Todo poder
que posee el monopolio de la expresión pública se desespera ante
cualquier aparición de una tecnología comunicacional democratizante
que amenaza su uso solitario de la palabra. Piénsese en la invención de
la imprenta en 1440, y el pánico de la Iglesia y del Trono ante una
máquina que les arrebataba de repente el monopolio de la Verdad.
P. ¿Qué hacer ante el dilema peligros contra ventajas?
R. Depende de quién se plantee la pregunta... Si son los ciudadanos, es
previsible que deseen hacer uso inmediato de la excesiva potencia que
les confieren las redes, sin tener la precaución de desconfiar del segundo
aspecto: la manipulación de la que pueden ser objeto. Las decepciones,
por ello, pueden ser fuertes. Si quien se hace la pregunta es el Poder,
yo diría que debe guardar la serenidad. No puede soñar con que, por
milagro, desaparezcan las redes que ya están aquí para siempre. Él
también debe adaptarse a esta nueva realidad, a esta nueva normalidad
comunicacional. La censura, la negación o la ceguera no sirven de nada.
Solo agravarían el problema, visto desde el Poder, porque lo rígido
rompe, mientras lo flexible resiste. Por lo tanto, el Poder debe entender
207
que las redes son un nuevo espacio de debate y de confrontación.
Constituyen quizás, en el campo político, el principal espacio
contemporáneo de enfrentamiento dialéctico. Es el Ágora actual. Y es
ahí, en gran parte –como lo fue en los periódicos durante mucho
tiempo–, donde se dirimen ahora los grandes diferendos y las principales
polémicas. Quien no desee ser el gran perdedor de nuestro tiempo debe
estar presente en este espacio central de los debates.
P. ¿Se exagera el poder que tuvieron las redes sociales en las primaveras
árabes? ¿Hubieran sido posibles esas revoluciones sin que esos
regímenes estuvieran corroídos por dentro y sus ciudadanos
demandaran libertades?
R. Sin duda, lo que se llamó, en 2011, la “Primavera Árabe”, igual que
el “Movimiento de los indignados” en España, u “Occupy Wall Street” en
Estados Unidos, no hubieran sido posibles -en la manera en que se
desarrollaron-, sin las innovaciones comunicacionales aportadas por la
revolución Internet. No solo por el uso de las principales redes sociales
(aunque entonces estaban apenas extendiéndose: Facebook se crea en
2006, Twitter arranca en 2009), si no por el recurso del correo
electrónico, de la mensajería y simplemente del teléfono inteligente. El
impacto de las manifestaciones populares provocadas por esas
innovaciones comunicacionales fue muy fuerte aquellos años, yo diría
que independientemente de la naturaleza de los sistemas políticos
(autoritario o democrático). Claro, en el mundo árabe, “congelado” por
diversas razones desde hacía medio siglo, la sacudida tuvo
208
consecuencias espectaculares: dos dictaduras (Túnez, Egipto) se
derrumbaron, y en otros dos países (Libia, Siria) empezaron dolorosas
guerras civiles que aún, diez años después, no han terminado. Pero
también en el seno de sistemas democráticos -España, Grecia, Portugal,
Estados Unidos, etc.- se produjeron ese año impactos considerables que
modificaron definitivamente la manera de hacer política. Piénsese, por
ejemplo, en España en donde, al calor de ese movimiento, surge un
partido nuevo, de izquierda, Podemos, que los electores acabaron por
propulsar, en 2019, hasta el poder, en coalición con el PSOE. No es poca
cosa.
P. ¿Qué opina del argumento de que las redes y las nuevas tecnologías
son armas utilizadas por los servicios de inteligencia para desestabilizar
sociedades o países en los que se quieren promover cambios?
R. Dos ideas. Primero, que esas innovaciones comunicacionales dieron
muy pronto lugar a un uso político de las redes sociales. No podemos
ser ingenuos. Hay manuales para usar las redes con intenciones
subversivas. Se han usado, en particular, contra Venezuela y el Gobierno
del presidente Nicolás Maduro. Recordemos también que, entre 2003 y
2006, de manera organizada y planificada, financiadas por poderosos
intereses, se habían producido ya lo que se llamó las “revoluciones de
colores” en Georgia, 2003, Ucrania, 2004, Kirguizistán, 2005, etc. Con la
intención no disimulada de romper las alianzas de estos países con
Moscú y disminuir la potencia de Rusia. Segundo. En el otoño de 2019,
antes de que la pandemia de Covid-19 se extendiera a todo el planeta,
209
el mundo -de Hong Kong a Chile, pasando por Irak, el Líbano, Argelia,
Francia, Cataluña, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, etc.- estaba
conociendo un reguero de grandes protestas populares impulsadas y
acentuadas por el recurso de las redes sociales. Todos los gobiernos de
esos países, teóricamente democráticos, no supieron, en la mayoría de
los casos, cómo enfrentar este nuevo tipo de contestación social sino
recurriendo a la represión brutal.
P. En países como Cuba, donde el lenguaje de los medios oficiales es
antiguo y poco transparente, ¿impone la frescura de las redes sociales
la necesidad de que la prensa tradicional se haga más democrática y
participativa?
R. En cualquier país, las redes –que son, repito, el medio dominante
hoy– obligan a todos los demás medios de masas (prensa escrita, radio,
televisión) a tener que repensarse. Hay un darwinismo mediático en
marcha. El medio que no se adapte al nuevo ecosistema desaparecerá.
Adaptarse no quiere decir que los otros medios deben hacer lo que
hacen las redes. No. Porque las redes son también el territorio, ya lo
dijimos, de la manipulación, de la intoxicación, de las “fake news”, de
las “verdades emocionales”, de las “verdades alternativas”, etc. La
prensa escrita debe concentrarse en sus cualidades: la calidad de la
escritura, la brillantez del relato, la originalidad de la temática, la realidad
del testimonio, la autenticidad de la información, la inteligencia del
análisis, la garantía de la verdad verificada.
210
Fuente: https://elpais.com/internacional/2021-01-11/ignacio-ramonet-el-poderque-no-sepa-adaptarse-a-las-redes-sociales-sera-el-gran-perdedor.html
211
ENTREVISTA A EDUARDO WOLOVELSKY, EL BIÓLOGO, AUTOR
DEL LIBRO 'OBEDIENCIA IMPOSIBLE', PIENSA LA PANDEMIA
DESDE LA CIENCIA Y DESDE LA FILOSOFÍA. LA ILUSIÓN DEL
ENCIERRO TOTAL Y EL ERROR DE ERIGIR A LOS CIENTÍFICOS
EN SACERDOTES Y BURÓCRATAS.
GUSTAVO NORIEGA *
Con su libro Obediencia imposible. La trampa de la autoridad (Libros del
Zorzal, 2021), el biólogo Eduardo Wolovelsky (Buenos Aires, 1959)
intervino en el debate público sobre la pandemia y los encierros con una
asombrosa combinación de conocimiento científico y pensamiento
filosófico, basado en lecturas de todo tipo que van desde las
expediciones a la Antártida del siglo XIX a las películas sobre zombies.
Contemporáneos en sus estudios en la carrera de Ciencias Biológicas,
conversamos sobre el coronavirus, la muerte y la sacralización de la
ciencia.
Me da la sensación de que, con la pandemia, buena parte de la
humanidad descubrió la muerte. Como que recién ahí entendieron que
algún día se iban a morir.
Les pregunté a mis alumnos de tercer año: “¿Qué es lo contrario la
muerte?”. Una alumna de quince años respondió: “Lo contrario de la
muerte es la natalidad”. Lo mismo que yo había escrito en un libro. Lo
contrario de la muerte es el nacimiento. No de una persona solamente:
el nacimiento de una obra, el nacimiento de un vínculo, el nacimiento
*
Gustavo Noriega, Licenciado en Ciencias Biológicas de la UBA. Participa de programas de televisión
y radio de interés general y escribe regularmente en el diario La Nación.
212
de una relación. Paradójicamente, en ese intento, descubrimos la
muerte, la queremos negar. Hacemos un ejercicio de negación
constante, pero paradójicamente la instalamos y la promovemos.
Es interesante, porque hubo dos formas de negar la muerte. Una fue:
“Guardate en la cueva”. Y ese mandato es una protección contra la
muerte. Alguien que vive en Israel en un momento me dice: “Me voy a
internar en un geriátrico”. Yo le digo: “¿Por qué?”. “Porque el ministro
de Salud dijo que ahí no tiene que morir nadie más”. Surgió este discurso
patológico contra la muerte. Y lo paradójico es que, además de
protegerte estando encerrado, era que no podía nacer nada. No puede
nacer ni una obra, ni un amor, ni un vínculo. Nada. Paradójicamente, es
una cultura de muerte donde además consumimos la muerte del otro.
La noticia es que acá murieron tantos y mañana otros tantos. Y uno dice
“nosotros no, a mí no me tocó”. Había algo de ese consumo de la
muerte, que es paradójico, porque intenta negar la muerte, pero lo
intenta negar de una manera patológica. A la muerte sólo se le responde
con el nacimiento y aceptando la propia en algún momento.
Escribí una anécdota muy significativa sobre esto, la de Janusz Korczak,
pedagogo y pediatra polaco que tenía a cargo un orfelinato en Varsovia.
Cuando se hace el gueto de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial,
donde se limita una parte de la ciudad y todos los judíos son puestos ahí
en condiciones de hacinamiento, también se muda el orfelinato. Cuando
empieza la liquidación del gueto y comienzan a trasladar a la gente a los
campos de exterminio, se llevan a los chicos. A Korczak la resistencia le
213
ofrece un salvoconducto. Sin embargo, él lo rechaza y acompaña a sus
alumnos, a sus chicos. Y yo digo “… y así Korczak les salva la vida”.
¡Pero cómo “les salva la vida”, si van todos a la cámara de gas! ¡Ah!
Porque la vida se salva mientras uno vive. Cada minuto. Veinte horas,
ochenta años. Entonces, Korczak, al no dejar que sus alumnos vayan
solos y desamparados, en ese momento donde van, él les salva la vida.
Hay una protección de la vida en ese momento que no hubiera estado
si él se hubiera salvado solo.
Hay algo que no logramos entender o por lo menos no podemos
reflexionar sobre esto. Nos parece que la vida es la sucesión de la marca
de los patrones bioquímicos que mantienen las reacciones que nos dicen
que estamos vivos. Y a eso se resumió la cosa, ¿no? Ese era el
argumento que parecía estar en juego. A esta situación, bajo estas
circunstancias, parecemos reducirnos a animales en una jaula a la cual
le tendrían que traer los víveres y todos deberíamos darnos por
satisfechos porque mantenemos nuestra integridad biológica. Siguiendo
esta lógica, se le podría sumar algo más: tendríamos que condenar a
todos los exploradores por dementes, porque ponían en riesgo su vida
y muchos murieron allí.
Claro, todos los que empujaron los límites pagaron un costo.
Si miramos la historia humana bajo esa óptica, hay que decir que la
humanidad está toda demente, porque la mayoría ha arriesgado sus
vidas por hacer algo que consideraban muy significativo. Esto incluso lo
214
podemos ver dentro del campo de la ciencia. Cuando yo era adolescente,
uno de los artículos que me motivaron y me movieron fue uno de Isaac
Asimov que se llamaba “Muerte en el laboratorio”. Era una historia sobre
los investigadores que mueren a sabiendas de que están haciendo un
trabajo riesgoso. Ahora, si la propuesta es vivir biológicamente a como
dé lugar y no importa lo que hagamos, directamente la historia de la
humanidad no existiría como la conocemos.
Ahí hay dos cosas. Por un lado, las sociedades eliminaron la idea de
riesgo, la idea de que se vive haciendo apuestas. Me tomo un avión y
acepto o no acepto el riesgo que conlleva. Acepto esa idea de que voy
a correr un riesgo que si me quedo en mi casa no lo tengo. Y otra idea
que parece haberse suprimido es la de costo/beneficio, de que todas
estas medidas tienen un costo que no ha sido evaluado.
Fijate que te venden el seguro de vida y en realidad es un seguro de
muerte. ¿Pero quién lo va a llamar “seguro de muerte”? El seguro de
vida, como si alguien te pudiese asegurar la vida. No, asegura con un
dinero a quien te sobrevive. Vos te morís. Son interesantes todos estos
eufemismos, todas estas formas, todos estos desvíos. Los puedo ilustrar
con otra anécdota que me pasó. No voy a decir la editorial, pero a mí
cierta vez no me publican un libro que trataba sobre experimentación
con animales. En esa misma editorial se publica un libro donde los seres
vivos “nacen, crecen y envejecen”. Libro para chicos. Es interesante,
porque no pudieron poner la palabra “muerte”. La obra no me parece
215
buena, pero independientemente de que no me parezca buena, no
aparece la palabra “reproducción” ni la palabra “muerte”.
Yo publiqué un librito que se llama Hombres de hielo. Un libro para
chicos de siete años, porque tiene un renglón por página, y el libro
cuenta la historia de Admundsen, que había decidido matar a sus perros
a medida que avanzaba hacia el Polo para comerlos de regreso.
Entonces, me dicen: “¿Cómo le vas a escribir esto a los chicos?”. Perdón,
¿a los chicos la muerte les es ajena? ¿No existe?
Un importante nivel de protección y negación.
Es negación porque supuestamente el argumento es la protección, pero
lo único que termina ocurriendo es la desprotección total. La debilidad
más absoluta. A la sociedad se nos prometió controlar todo. Pensar la
enfermedad. Pensar la muerte. El sueño frankensteniano de vencer a la
muerte llevado a una ilusión masiva. Y los costos han sido enormes,
porque lo primero que aparece –incluso en el primer decreto del
Presidente, de marzo de 2020– es el principio de precaución, pero el
principio de precaución porta su propio cuestionamiento. Lo que no toma
en cuenta el principio de precaución son todos los daños que implica
que no hagamos tal cosa, porque si fuese así no deberíamos tener
electricidad. Si vemos cuando empezó la electricidad, la cantidad de
accidentes y la gente que moría electrocutada, bueno, nunca tendríamos
que haber desarrollado la electricidad por precaución.
216
Acá fijate que es interesante porque lo que se dice es el principio de
precaución: quedate en casa. Yo empecé a odiar la palabra “casa”.
Directamente no la puedo escuchar. Como si no implicara un riesgo
enorme por la pérdida de lo que ocurre fuera de casa. Ahora, en ningún
momento el decreto presidencial se hace cargo de que ser tan precavido
puede tener riesgos tan grandes que transforma todo en un gran peligro.
Este es el dato interesante.
Entonces, repito, se trata de reducir las cosas para que sean simples y
sencillas para el que toma la decisión, ¿no? Y bueno, resulta que la toma
de decisión en todos estos casos nunca es sencilla, siempre tiene algún
componente de ambivalencia. Y algún componente de ambigüedad. Por
eso es tan grave imaginar que la solución o la forma de enfrentar esto
es por decreto, decreto que puede ser gubernamental, o los decretos
personales que cada uno estableció sobre el otro, incluso sobre sí mismo
por no poder soportar ese estado de ambigüedad que es inevitable, ¿no?
Así que me parece que lo que se hace es clausurar el riesgo de la
decisión. Se imagina que la decisión implica riesgo cero. Uniendo todo,
a mí hace poco alguien me dice: “Eduardo, dame un argumento para
que yo explique por qué no sería bueno estar encerrado todo el tiempo”.
Yo no tengo un argumento simple, sencillo, claro. Sólo te puedo decir
esto si después de un año y pico no aprendimos nada, bueno, se puede
permanecer encerrado, sólo que hay que aclarar en algún momento que
todos vamos a morir e incluso a algunos le podrían pasar cosas hasta
peores. Tenemos que ser honestos en esto. Ahora, la deshonestidad de
217
la idea de un protector, la idea de que hay alguien que te salva, incluso
contra tu propio deseo de ser salvado, de que hay un santo que te
protege, me parece que es uno los costos más grandes que vamos a
enfrentar. Esta idea de la santidad, del salvador, la entrega de la propia
responsabilidad. La entrega de la libertad, la entrega del cuidado.
Renunciar a que yo tengo que hacer algo porque otro, un salvador, algún
iluminado, lo va a hacer por mí.
Esa fue una de las cosas que más me ha preocupado. En el libro puse
una cita de Todorov de Frente al límite, que creo que es brillante: “El
amor a Dios llena el corazón del Santo y no deja lugar para un amor
comparable hacia los hombres. Amar a los hombres con tal amor
revelaría idolatría, puesto que los humanos pertenecen al mundo de aquí
abajo, no al reino de Dios”. Y cuando alguien dice “Yo te voy a salvar,
etc”, si vos me preguntas, es un ejercicio narcisista. No pretende salvar
a nadie, pretende adquirir esa santidad.
¿Y qué fue lo que hizo que casi todas las sociedades del mundo se
entregaran a esto?
Nosotros veníamos discutiendo mucho con gente de las letras sobre el
problema del deseo en la cultura occidental. Las personas que viven en
la cultura occidental no saben lo que quieren. Se han transformado en
consumidores. No en personas deseantes, no en personas que se
planteen algún sentido profundo de la existencia que implica costos
enormes, que implica dolores enormes. El amor, por ejemplo, duele,
siempre duele. Con lo cual no podemos amar si queremos desterrar el
218
dolor. Hay un conflicto del deseo, hay un conflicto tecnológico. Las
tecnologías de la información son egocéntricas, o sea fortifican siempre
el punto de vista que yo ya tengo.
Por ejemplo, las plataformas te hacen recomendaciones de música,
películas, de las películas que ya ves. Reforzando tu propia perspectiva.
Tomando una frase de Yehudi Menuhin, uno de los más célebres
violinistas del siglo XX, que dijo: “El siglo XX promovió las más grandes
esperanzas y destruyó todos los ideales”. Yo creo que estamos en una
sociedad sin ideales. En el mejor de los sentidos lo digo, porque vos
pensás que en el siglo XX siempre en nombre del Hombre Nuevo, la
justicia, la igualdad, tuviste dictaduras, totalitarismos, etc. Parece que
entonces uno renunció a los ideales porque te pueden conducir hacia
ese lugar, ¿no? Entonces lo que hacemos es transformarnos en
consumidores. El goce es consumir. Además, promovido por una forma
tardía del capitalismo.
Me parece que es una crisis muy profunda de una cultura que creyó que
era bueno no morirse, pero no vivir. Nunca tuve un aprecio particular
por las películas de zombies. Ahora entiendo por qué se hacen tantas.
Es la condición que estamos teniendo hoy, la del zombie. No está ni vivo
ni muerto.
Es el tema de la fantasía de los últimos tiempos, el muerto vivo.
Sí, me parece que ese es el gran tema, porque en realidad era anterior
a esto y esto en realidad lo desnudó de manera muy clara. En 1968
219
estuvo la epidemia de gripe de Hong Kong donde murieron entre uno y
cuatro millones de personas. Nadie tiene registro de esa pandemia.
Estaba la guerra de Vietnam, la llegada al hombre a la Luna, un montón
de conflictos sociales, políticos, etc. Todavía la década del ’60 tuvo ese
resurgir de algún ideal que después terminó cayendo en la década del
’80. Se podría decir algo muy interesante que dijo Michael Levitt, premio
nobel de Química, que es uno de los pocos que se animó a decirlo. Todo
el discurso era “hay que cuidar a los mayores”. Lo que nadie dijo es que
el discurso implicaba que había que sacrificar a los jóvenes. Él tiene 73
años, es hijo de los baby boomers. Dice: somos una generación horrible,
vivimos como duques, tuvimos el estado de bienestar, no tuvimos
conflictos, teníamos trabajo, conseguimos lo que queríamos,
contaminamos todo lo que queríamos y ahora queremos que los jóvenes
paguen la cuenta. El único que se animó a decirlo.
Espectacular.
Me parece muy interesante que una cultura que tiene este discurso es
justamente una cultura que niega la vida, la vida del que te va a
continuar. Por eso al principio del libro, cuando digo por qué lo escribí
pongo que en lo personal este libro es una forma de no renunciar a la
existencia, aceptando que cuando el hado lo disponga, he de morir con
la tranquilidad de saber que habrá hombres y mujeres de una nueva
generación que podrán alimentar la vida oponiéndose a subsistir
maniatados. La única forma que tengo de vivir y de morir cuando me
llegue es saber que quienes me continúan tienen una oportunidad. Lo
220
digo de todo corazón. Insisto, esto pasó a revelar una crisis traumática
de una cultura que no sabe hacia dónde dirigir la mirada.
Y dentro de ese panorama, un discurso que creció es el de la ciencia
como una especie de suprema corte que dirimía si el barbijo sí, el barbijo
no, la cuarentena, la vacuna, etcétera. ¿Cómo viste ese rol que jugó la
ciencia? Vos y yo sabemos que funciona de una manera un poco más
tortuosa.
Vos me obligas a ponerme la corona de espinas y cargar la cruz ahora.
Escribí un librito que se llama El siglo maravilloso. Salió de una muestra
en el 2013 que hicimos en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Escribí este
libro porque hay otro en inglés que se llama igual, que escribió Alfred
Russel Wallace, el coautor de la teoría de la selección natural. Lo escribió
en 1898. Wallace es alguien que se oponía a la vacunación. Menos mal
que no le dieron lugar, porque se oponía a la vacunación contra la
viruela. Se oponía porque decía que el Estado no se puede apropiar del
cuerpo de las personas. Cuando en Estados Unidos se aplicó la ley de
eugenesia, o sea, de esterilización de los deficientes, la justificación fue
por la ley de vacunación.
Ahora, el dato interesante es que él escribe El siglo maravilloso y dice el
siglo XX va a ser el siglo maravilloso, porque con el desarrollo científicotecnológico
vamos a lograr esto, lo otro y lo otro. Era un pensamiento
legítimo de una persona del siglo XIX. Lo que yo tengo que decir es: qué
suerte que tuvo Wallace, que se murió en 1913 justo antes la Primera
Guerra Mundial. Entonces tenemos que empezar a entender que la
221
ciencia no es sólo un conjunto de conocimientos. Es un conjunto de
conocimientos, algunos bien establecidos históricamente, otros con un
montón de problemas. Son instituciones, son pujas políticas, pujas por
el poder. Los científicos no son sacerdotes, portadores de la verdad.
Un ejemplo es Fritz Haber, que fue premio nobel en 1918 por la síntesis
del amoníaco, que además permitió, entre otras cosas, el desarrollo de
nitratos y la producción de fertilizantes artificiales. En su discurso de
aceptación dice: “Esto va a transformar las piedras en pan”. Excepcional,
la ciencia salva. El único problema es que al mismo tiempo que decía
esto, estaba siendo considerado criminal de guerra, porque es el padre
de la guerra química. Además, decía que la virtud de la guerra química
era que era más humanitaria porque no desmembraba los cuerpos.
Acá tenemos un problema. El primer problema con la ciencia es
presuponer que la ciencia no tiene límites a las afirmaciones que puede
hacer. No puede resolver todos los asuntos humanos. Puede resolver
algunas cuestiones, y como cosa única, muy pocas. Este es un primer
punto. Segundo, yo diría que, en relación con una pandemia, tomaría la
frase de Rudolf Virchow que dijo: “Una epidemia es un fenómeno social
con algunas connotaciones médicas”. Hay aspectos médicos, por
supuesto, hay un virus, hay un conocimiento de un virus. Hasta allí es
lo legítimo lo que podemos decir, lo que podemos saber. El problema
es, como pregunto en el libro, si los médicos a los que les gustó el lugar
de funcionarios se comportan como burócratas, ¿con qué doctores se va
a ir a curar la gente? Yo podría decir: si los científicos se comportan
222
como sacerdotes, ¿con quién vamos a debatir? No tenemos con quien
debatir los saberes que eventualmente consideramos legítimos. Estamos
debatiendo con una persona que afirma un dogma, que en el caso de
un sacerdote es legítimo porque se asume como tal, pero el científico no
se asume como tal.
Un ejemplo de esta visión dogmática de la ciencia está en el libro Las
neuronas de Dios de Diego Golombek. Ahí hay una frase que es muy
clara, dice: “Si la religión es un virus, la ciencia puede ser la vacuna”.
Ahí queda claro el nivel de fundamentalismo con el que se está
encarando la cuestión. Por supuesto, a mí el científico me podría explicar
qué es un virus, cómo está hecho, etcétera, pero después también
tendría que admitirme todo lo que no sabe.
Es un lugar disparatado para poner a la ciencia.
Hay una cita del premio nobel de Química François Jacob en el libro El
ratón, la mosca y el hombre que dice: “En la era de la ingeniería
genética, la biotecnología, la sociobiología, no podemos hacer como si
nada hubiese ocurrido”. ¿Dónde? En los campos de exterminio nazi. Lo
importante allí no era el Mengele que hacía el trabajo, lo importante ahí
eran todos los científicos que construyeron el andamiaje teórico que
hicieron posible esos experimentos. Esos científicos eran hombres que
peleaban por el bien público, que llamaríamos de izquierda, comunistas,
etcétera. Eran la antítesis de Mengele. Entonces la pregunta que él se
hace es ¿dónde está el error? Y dice: el error está en que estos científicos
223
nunca creyeron que tenían que debatir sus ideas con el resto de la
población sobre la cual iban a actuar.
Te pondría el punto sobre otra cuestión, que es la divulgación científica,
que se ha transformado en una forma de divertimento, entretenimiento
o visión religiosa, ¿no? Cuando vi Cosmos en el año ’80 me di cuenta de
que en la facultad aprendía poco y nada. Me abrió un montón de
cuestiones, etcétera. Ahora, tenemos que asumir que Cosmos no deja
de ser una obra religiosa. Cuando lo dije, todos se
enojaron. Cosmos empieza diciendo: “El Universo es lo que fue y lo que
será”. Y es así como Dios le dice a Moisés que se tiene que presentar
ante el Faraón. Yo soy el que soy, el que fui, el que será. Entonces hay
una cuestión religiosa ahí que es importante.
Cosmos esta inspirado en una obra anterior, que es de Jacob Bronowski,
poeta y matemático polaco, un gran pensador. Y sin embargo, a mí me
impresionó algo. Él hace una obra que se llama El ascenso del hombre,
que la filma la BBC en el año ’73. En un momento está en Auschwitz y
se pregunta si Auschwitz, campo de exterminio, es producto de la
ciencia, porque allí se transformaron las personas en números. Él dice:
“No, esto es producto del dogma”. Saca la ciencia de ahí. Si uno lee a
Bauman en Modernidad y Holocausto, él señala que la ciencia y los
científicos tienen mucha responsabilidad por lo que sucedió en
Auschwitz. Independientemente de eso, en Auschwitz murió toda la
familia de Bronowski, él se refugió en Inglaterra, pero su familia no. Al
final del libro hay fotos de científicos: Einstein y su mujer, Pierre Curie y
224
Marie Curie, Boltzmann y su mujer, diciendo que hay que elegir la pareja
que uno tiene con cuidado por los hijos. Tiene un discurso filonazi. Amén
de que Boltzmann se suicidó y Einstein jamás cuidó de sus hijos, al punto
que su hijo mayor lo rechaza. Su hijo menor estaba internado en un
instituto psiquiátrico y jamás lo fue a visitar.
Así podemos seguir, no importa. Pero lo que quiero decir es que es
impresionante esta fe que se armó. Se construyó en una religión secular
porque hemos perdido los ideales políticos. Y entonces queremos tener
fe en una religión secular y por supuesto, muchos asumen con gusto
ese lugar.
Sí, sobre todo si los convierten en sacerdotes que toman decisiones.
Es una de las cuestiones que más me preocupan. Acá tomaría una frase
de Oppenheimer sobre la bomba atómica. Oppenheimer dirigió la parte
científica de la bomba atómica y después de Hiroshima y Nagasaki,
digamos que se da vuelta. Y empieza a ser muy crítico del desarrollo de
armamento nuclear. Él dice: “Estábamos tan entusiasmados con resolver
el problema de la construcción del artefacto que nos olvidamos lo que
significaba”. Eso es lo que tenemos que empezar a entender los
científicos. El que sea, tiene una visión particular del mundo, como
cualquier ser humano. Y esa visión particular no puede responder a todo.
225
Claro, uno piensa en Pedro Cahn y es la personificación de ese
sacerdote.
Bueno, como Anthony Fauci en Estados Unidos o Neil Ferguson en
Inglaterra. El informe de Neil Ferguson, que obligaba el confinamiento
por un año y medio hasta que aparezca la vacuna decía concretamente:
“No tomamos en cuenta los significados éticos, políticos y sociales del
confinamiento”. Hay que prestar atención a los desacuerdos en el
mundo de la ciencia. A nosotros nos enseñan que hay acuerdo. No, no.
Hay acuerdo sobre las cuestiones históricas ya lejanas, pero en general
se vive con el desacuerdo hasta que el tiempo dictamina. El devenir del
tiempo es el que va cristalizando las ideas que van quedando. Sobre eso
hay acuerdo. En los procesos hay un montón de desacuerdos que deben
ser sabidos.
El work in progress es sobre un desacuerdo.
Exacto. Entonces eso debe ser sabido y debe ser manifestado. Una vez
un físico me dijo “los trapitos sucios hay que lavarlos en casa” Falso, es
que no son trapitos sucios, es parte de la dinámica. Esto es parte de la
dinámica de cómo se trabaja y se piensa.
226
Por eso a mí me impresiona cuando se quieren resolver algunas
discusiones de esta cosa in progress con los papers que se están
haciendo ahora. “El barbijo sirve. La distancia tiene que ser tal, el
asintomático contagia, no contagia”. O sea, revolear papers a esta altura
con una cosa que tiene un año y pico, es un poco no entender cómo
funcionan las cosas, ¿no?
Totalmente de acuerdo. Te tiran “esto fue publicado en la revista tal”. Y
nosotros sabemos que eso no transforma algo en válido. Han pasado
muchas cosas con la publicación de artículos aquí o allá. Es sólo la
historia del ir y venir de las discusiones, por difíciles que sean, por
complicadas que resulten, lo que va a permitir que con el tiempo
sepamos. Anders Tegnell, el epidemiólogo sueco que se resistió a los
grandes cierres, argumentaba que tomaba la decisión sin estar del todo
seguro, pero la tomaba tomando en cuenta otros aspectos de la vida
humana y diciendo “bueno, tal vez lo mejor es establecer esta
perspectiva donde no hacemos acá lo más rígido, porque no sabemos si
funciona, pero tampoco destruimos todo”.
No se trata acá de no tomar ninguna medida, pero resulta que hoy
nosotros con todas las medidas durísimas que tomamos, asumiendo la
dificultad de comparar, nuestros resultados fueron muy malos. Este es
uno de los argumentos que da Alberto Fernández, que puede sonar lindo
por su simpleza, pero siempre en la excesiva simpleza hay falsedad.
Cuando él dice “bueno, la libertad está bien, pero para ser libres hay
que estar vivos”. Yo nunca entendí qué quiere decir esto. Supongo que
227
primero tengo que vivir y después soy libre. Eso es un reduccionismo
totalmente falso. Es insostenible hasta el punto de que es una frase de
la cual me cuesta hablar porque la encuentro terriblemente irracional,
enmarañada, tramposa. Sí, sí, para mirar la tele tengo que estar vivo.
Pero si estoy muerto no me entero de que no miro la tele, así que no
hay problema. El humor sirve para responder a estas cuestiones porque
es muy difícil.
El tema es que no es sólo la Argentina. Insisto, vos lo dijiste, fue un
dictado de la cultura occidental. Acá China exportó un modelo y un
Occidente totalmente en crisis lo tomó. Porque si China tiene 4.000
muertos y sólo 80.000 casos, en última instancia si el gran problema era
este, implantamos un sistema dictatorial al modelo chino y listo. Y si esa
es la única variable ¡ya esta! Esto es lo que se vendió en un primer
momento, ese éxito del encierro. En Wuhan te mostraban cómo el dron
vigilaba y llevaba la comida a una persona y se la dejaba ahí. Perfecto,
ese era el modelo. Más allá de la desconfianza que podamos tener a los
datos brindados por China, Occidente terminó comprando este modelo.
Me acuerdo el primer discurso de Merkel, que me pareció brillante y
después traicionó totalmente. El primero fue: “Va a morir mucha gente,
pero no podemos ceder sobre ciertas cosas. Tenemos que cuidar la vida,
los vínculos, las libertades, etcétera”. Y, sin embargo, después su giro.
Sí, efectivamente, yo creo que ahí hay una crisis de una cultura que
quiere controlar todo, incluso la muerte.
228
Y quiero aclarar algo, más allá del coronavirus: ¿vamos camino a ser
enfermos permanentes? Como decía Claude Bernard: “Un paciente sano
es un paciente mal diagnosticado”. Y claro, porque nos van a poner el
microprocesador que nos va a estar testeando. Tenemos por un lado la
ciencia y por otro lado los empresarios de las tecnológicas que son los
otros nuevos sacerdotes. Las tecnológicas apostaron además a la
educación virtual. A todos les falló.
Lo que sirvió esto es para demostrar que esas herramientas no estaban
todavía para funcionar de esa manera.
No están ni van a estar nunca, va a ser otra cosa, pero “clases” no van
a ser. “Hay clases virtuales, hay conectividad”, etcétera. Basta con esa
discusión. Lo que hacemos por la computadora no es una clase virtual.
Es una especie de seudovínculo “a la espera de”. Se puede aprender
alguna cuestión instrumental. Mueva esto para acá o mueva esto para
allá. Pero después, aspectos que tienen que ver con perspectivas más
complejas, con argumentación, no. A mí todo esto me costó mucho. Yo
a veces digo: no sé cómo sobreviví. Bueno, sobreviví, por ejemplo,
escribiendo. Y sobreviví porque tengo compromisos con mis hijos, con
mis alumnos, etcétera. Dije me toca, me toca, quiero pelear por esto,
porque salgamos de este confinamiento.
229
Señalar al Emperador desnudo es algo que te da cierta estructura
espiritual para seguir adelante.
Exacto. Yo me sentí muy mal, quería ser honesto. Yo en los primeros
días de la pandemia hice una asociación con Malvinas, cuando aplaudían
en los balcones y gritaban “viva la patria” y cantaban el Himno. Yo me
sentía muy mal. Dije: no voy a sobrevivir. Ese fue el momento más
crítico, donde creo que gran parte de los científicos fallaron. Yo te soy
honesto, a mí todo me resultaba patético: las curvas que mostraban, los
argumentos matemáticos ridículos. Y yo no soy un gran experto en
matemáticas, pero me daba cuenta. ¡El R0!
¡EL R0! Es como la pócima de Asterix: una cosa mágica que no se sabe
cómo funciona y que les daba poder.
Dan Yamin, que es ingeniero, trabaja en temas de epidemiología en la
Universidad de Tel Aviv y analizó el Ébola en el 2014, decía: “El R0 está
en 2, si los encierran a todos y baja, ¡me tienen que explicar por qué no
vuelve a 2 cuando salen!”
Claro, así de simple.
Además decía: ¿por qué es falso y por qué no sirve el confinamiento?
Porque presupone que las personas se mueven como partículas ciegas
y las personas se mueven en núcleos sociales. No interactúan entre el
tiempo con cualquiera, como si fuesen partículas, no es que esos núcleos
sociales van a seguir íntegros. Viste cuando venían con la fórmula: “Hay
que testear, testear, hay que hacer más testeo. ¿Y por qué? ¿Esa es la
230
fórmula? Vos sabés que nunca entendí porque hacer masivamente
testeos serviría.
Sí, es como que tendrías que vivir en un testeo continuo.
No era el HIV, que tiene otra lógica y en la cual el testeo tiene un sentido.
Testear y que te dé negativo no significa gran cosa, siendo una
enfermedad respiratoria. Necesito que alguien me lo explique. Tal vez
yo no lo entendí bien.
Pero mirá, en un momento por la burbuja de la escuela yo tenía que
estar aislado. Me llamaban todo el tiempo del Gobierno de la Ciudad
para ver cómo estaba. Yo contestaba: ”¡Sin novedad en el frente!”. Y
entonces me dicen: “Bueno, ahora que es el séptimo día sin síntomas
puede ir a testearse”. “Sí –le digo–, perdoná, ¿para qué me iría testear
si en dos días, tres días ya no sirve esa medición?” O sea, me voy a
testear haciendo una cola con mucha gente que por esta condición capaz
que me termino contagiando ahí.
No entiendo esta forma de razonar. Yo creo que vos podés hacer un
testeo poblacional como para ver cierta estadística y después para dar
diagnóstico, para descartar otra cosa. Creo que alguna vez lo tendremos
que poder discutir, porque lo que hay que saber es hasta dónde el
miedo, la excesiva precaución, no terminó produciendo más daño que
lo que en realidad quería resolver.
Fuente: https://seul.ar/eduardowolovelsky/?fbclid=IwAR1lJs3yVhOGeripdcAjT_nwXPHxmQIu_Nm2aJBA2mu6p1WB
aDRrvuWgqVk
231
EL MARXISMO HAITIANO, CLAVE DEL SOCIALISMO
LATINOAMERICANO. UNA ENTREVISTA A: YVES DORESTAL
LUIS MARTÍNEZ ANDRADE
Conversamos con el filósofo caribeño Yves Dorestal sobre el
marxismo haitiano, el lugar de Haití en la historia revolucionaria
de la región y el legado de Jacques Roumain, el «Mariátegui
haitiano».
En conversación con Luis Martínez Andrade, Dorestal —uno de los
marxistas más influyentes de Haití— recuerda el increíble legado de
Jacques Roumain: fundador del Partido Comunista de Haití, novelista y
pensador original, comparado con José Carlos Mariátegui por su singular
fusión del marxismo, indigenismo y negritud. También reflexiona sobre
su propia relación con América Latina en tanto exiliado de la dictadura
de Duvalier y acerca de los encuentros y desencuentros entre Haití, el
Caribe y el resto de la región.
Antiguo decano de la facultad de Etnología, Yves Dorestal es profesor
de la Universidad de Estado en Haití (UEH) y autor del libro Jacques
Roumain (1907-1944): un communiste haïtien. Le communiste (c’est le
marxisme) de Roumain ou le commencement du marxisme en Haïti.
232
LMA
En el libro El pensamiento filosófico latinoamericano del Caribe
y ‘latino’ [1300-2000] (Siglo XXI, 2009) editado por Enrique
Dussel, Eduardo Mendieta y Carmen Bohórquez, destaca la
ausencia de la figura de Jacques Roumain. Sin embargo, en su
libro Jacques Roumain (1907-1944): un communiste haïtien. Le
communiste de Roumain ou le commencement du marxisme en
Haïti (C3 éditions, 2015), usted muestra la relación que
mantiene Roumain con el pensamiento de Hegel. Incluso
sostiene que Roumain es un filósofo dialéctico que establece el
método dialéctico como la base de su filosofía científica.
¿Cuáles serían las razones por las que, incluso en obras que
intentan alejarse del eurocentrismo filosófico, se omite la
importancia de Jacques Roumain?
YD
Hay muchas explicaciones. Los filósofos que usted menciona viven en
América Latina. Por lo general se piensa que los latinoamericanos son
aquellos o aquellas que viven en América del Sur y se olvida el espacio
caribeño: Cuba, Haití, República Dominicana, los territorios de ultramar
franceses, las antiguas colonias británicas, etc. Existe también el
problema del idioma. En Latinoamérica, la mayoría de las personas
hablan español.
233
El caso de Haití con Jacques Roumain es particular. Roumain estudió en
Francia en el Instituto de Etnología de París, y aunque tiene algunos
escritos en inglés, la mayoría de sus textos fueron redactados en
francés. Por lo general se tiende a excluir al Caribe de lengua inglesa y
francesa de la idea de América Latina. Los intelectuales que escriben en
inglés o en francés tienen más dificultad de ser leídos que los que
escriben en español.
Hay que mencionar que incluso antes de la Revolución cubana de 1959,
hubo relaciones estrechas entre los pensadores haitianos y sus
homólogos cubanos. Jacques Roumain fue amigo de Nicolás Guillén
(1902-1989). Muchos intelectuales cubanos, como Alejo Carpentier
(1904-1980), realizaron estancias en Haití. Fernando Martínez Heredia
(1939-2017) hablaba francés y llegó a dictar una serie de conferencias
en la universidad.
Por lo general, cuando se habla de la obra de Roumain se menciona su
obra literaria. Uno de sus textos que más ha sido traducido es Le
Gouverneurs de la Rosée (Gobernadores del Rocío y otros textos,
Biblioteca Ayacucho, 2004). Sin embargo, pocas personas conocen su
trabajo antropológico. Muchos textos de Roumain convergen con
planteamientos de pensadores actuales, por ejemplo, de Bolivia. Desde
la victoria de Evo Morales notamos que una franja del marxismo se
interesa por las cuestiones indígenas. Cuestiones de gran importancia
para los latinoamericanos y que justamente Roumain abordó en sus
trabajos.
234
En el texto Contribution à l’étude de l’ethnobotanique précolombienne
des Grandes Antilles Roumain estudió el papel de los pueblos originarios.
Por su parte, Jacques Stephan Alexis, marxista haitiano, sostenía que la
cultura en Haití estaba compuesta por tres elementos: el indígena, el
europeo y el africano. Por tanto, la cultura en Haití comparte aspectos
comunes con países de América del Sur como del espacio caribeño. No
hay que olvidar que Haití fue el primer país en conquistar su
independencia y, además, ayudó a Latinoamérica en su gesta
independentista. Simón Bolívar (1783-1830) recibió apoyo de parte de
Haití. Pienso que actualmente muchas cosas ya están cambiando y ya
se empieza a reconocer el aporte de estos pensadores.
LMA
Precisamente, usted apunta acertadamente tres características
de la originalidad del marxismo de Roumain (su relación con las
ciencias sociales, su vínculo con la temática de la religiosidad y
su contacto con el arte). Sin embargo, también se puede
percibir una sensibilidad ecológica en la obra de Roumain, por
ejemplo, en su novela Le Gouverneurs de la Rosée. ¿En qué
medida puede contribuir el pensamiento de Roumain a la
elaboración de un proyecto de civilización ecosocialista frente
a la catástrofe ambiental o la crisis civilizacional?
235
YD
Es una cuestión importante, ya que toda la obra de Roumain va en ese
sentido. La novela Le Gouverneurs de la Rosée coloca la cuestión de la
relación de la sociedad con la naturaleza.
Sin embargo, esa sensibilidad no se limita solo a Roumain. Por ejemplo,
uno de sus discípulos, me refiero a Jacques Stephen Alexis (1922-196),
publicó la novela Compère Général Soleil (Compadre General Sol, Casa
de las Américas, 1974) donde observamos nítidamente el aspecto
ecológico. En la novela vemos que la referencia al sol va más allá de una
técnica de escritura pues para Jacques Stephen Alexis, como para el
mundo caribeño, es un elemento fundamental y cotidiano. En países
como Alemania pueden pasar semanas sin que haya siquiera un rayo de
sol. A veces, cuando el sol llega a salir, éste es frío. En el Caribe, cuando
el sol se asoma ya es sinónimo de calor. Jacques Stephen Alexis publicó
otra obra, titulada Les Arbres musiciens (Los árboles músicos) y
traducida como Los árboles que cantan, donde también podemos
percibir la relación con la naturaleza.
La cuestión ecológica ha sido fundamental en el marxismo haitiano.
Incluso en mi caso, al ser egresado de la Universidad de Frankfurt, cuna
de la Teoría crítica, una de las ideas fuerza que asimilé es que no es
suficiente con dominar la naturaleza sino que debemos «dominar la
dominación» de la naturaleza. Cuando se domina la naturaleza en el
sistema capitalista, la naturaleza es destruida. El marxismo ha mostrado
236
muy bien este aspecto. Hay que respetar la naturaleza. Como decía un
predecesor de Marx, el filósofo Ludwig Feuerbach (1804-1872) debemos
tratar a la naturaleza como un amigo, como un amante. Debemos
entablar otra relación con la naturaleza pues la actual relación capitalista
la está destruyendo. El capitalismo establece relaciones de explotación
inmisericordes con la naturaleza.
LMA
A través de la lectura de su libro podemos constatar algunas
similitudes entre la figura de Jacques Roumain y la del marxista
peruano José Carlos Mariátegui: ambos fueron fervientes
lectores de Friedrich Nietzsche, los dos reconocieron la
importancia de Rosa Luxemburgo, ambos emplearon la
antropología y la sociología para sus investigaciones, fueron
intelectuales orgánicos y, sobre todo, ambos abordaron la
cuestión racial desde una perspectiva marxista. Huelga decir
que ambos murieron jóvenes: Mariátegui con 36 años y
Roumain con 37. Sin embargo, me parece que la relación entre
el marxismo de Roumain y el indigenismo no se aborda en su
libro. ¿A qué se debió esta ausencia? ¿Podría desarrollar este
vínculo?
237
YD
Como usted dice, Roumain muere a los 37 años, pero su muerte no fue
por causas naturales. Los años que pasó en prisión fueron letales para
su salud; fue en la cárcel donde se enfermó de paludismo, enfermedad
que precipitó su muerte.
En mi libro sobre Roumain traté de destacar varios elementos. El
responsable de los Partidos Comunistas en América Latina, Jules
Humbert-Droz (1891-1971), pastor suizo, cuenta en sus Memorias que
una vez le preguntó al dirigente ítalo-argentino Vittorio Codovilla (1894-
1970) si en América Latina existía el problema de la raza. La respuesta
de Codovilla fue: «no, en América Latina no tenemos el problema de la
raza». Esto es sintomático.
Como sabemos, la migración europea en Argentina ha ocultado la
cuestión de las razas. Se olvida que también hubo población
afrodescendiente en Argentina. Sabemos que durante la Conquista
había soldados negros dentro de las filas del ejército hispánico que
contribuyeron a destruir la resistencia indígena. Por supuesto, la
población indígena en el Caribe y en América del Sur continuó luchando.
El problema de la raza ha estado presente en la constitución de las
Américas y Jacques Roumain estuvo consciente de este aspecto. Hay
que recordar que en 1915 comenzó la ocupación norteamericana en
Haití. En esos años surgió el movimiento indigenista que además hizo
hincapié en la raíz africana de la población haitiana, y Jacques Roumain
238
fue justamente el resultado de la alianza entre el indigenismo y el
marxismo.
Por otra parte, en 1956 se organizó en París el Primer Congreso de
escritores y artistas negros, en el que también participaron intelectuales
caribeños. La negritud estuvo en el centro de los debates. Cabe decir
que el indigenismo ya había planteado la cuestión de la raza, en ese
sentido, fue un antecedente de la negritud. Además, esa cuestión
también forma parte de la historia del marxismo latinoamericano. En
1929, cuando se llevó a cabo la Primera Conferencia de los Partidos
Comunistas en América Latina, uno de las principales cuestiones
abordadas fue precisamente el problema de la raza. Aunque José Carlos
Mariátegui no pudo asistir al encuentro en Buenos Aires, preparó un
texto que fue presentado por su amigo Hugo Pesce. Allí, la cuestión de
la raza es central.
Hay que decir que la cuestión negra es un tema complejo, pues no es
uniforme. Por ejemplo, la cuestión negra en Estados Unidos no es lo
mismo que en Haití. Hay investigadores como el antropólogo brasileño
Darcy Ribeiro (1922-1997) o el etnólogo cubano Fernando Ortiz (1881-
1969) que han hecho hincapié en el papel de la presencia negra en la
cultura latinoamericana. En lo que respecta a mi libro, no es que haya
soslayado la cuestión indígena, sino que quise mostrar que forma parte
del marxismo latinoamericano.
239
LMA
En su autobiografía, Bonsoir tendresse (Odile Jacob, 2018), el
poeta marxista René Depestre narra que en Checoslovaquia,
durante su estancia en el Castillo de Dobříš en diciembre de
1950, América Latina hizo irrupción en su vida. Depestre
menciona que fue gracias a los escritores comunistas Jorge
Amado y Pablo Neruda que se despertó su conciencia de
latinoamericano. ¿Cómo se descubrió latinoamericano Yves
Dorestal? ¿Cuáles fueron los eventos históricos o existenciales
que influyeron en usted e hicieron que se identificara como
marxista y como latinoamericano?
YD
En lo que refiere al marxismo debo señalar que yo hice mi formación de
pregrado en la École Normale Supérieure de Haití. Actualmente me
desempeño como profesor de Filosofía en esa institución. En los años
sesenta, cuando era estudiante, la figura de Jean-Paul Sartre (1905-
1980) fue decisiva para mi generación. Sartre era marxista y en su
libro Crítica de la razón dialéctica sostiene que el marxismo es “la
filosofía insuperable de nuestro tiempo”. Entonces, mis estudios en
Filosofía y, sobre todo, mi pasión por la obra de Sartre me llevó al
marxismo.
240
Después de haber concluido la licenciatura en Puerto Príncipe obtuve
una beca para continuar mis estudios en la Universidad de Frankfurt.
Como sabe, esta universidad tenía un vínculo con el marxismo. Grandes
intelectuales como Theodor Adorno o Max Horkheimer fundaron la
Escuela de Frankfurt. Tuve la fortuna de escribir mi tesis de doctorado
bajo la dirección de Alfred Schmidt. Todos estos profesores fueron
importantes en mi formación y me protegieron de un marxismo
superficial.
En lo que respecta a mi relación con América Latina debo decir que
después de haber terminado mis estudios de doctorado no podía
regresar a Haití, pues era la época de la dictadura de François Duvalier
(1907-1971), entonces decidí ir a Centroamérica. De 1975 a 1978 fui
profesor de Filosofía en Honduras, hasta que me acusaron de enseñar
ideas que iban «en contra de la civilización occidental y cristiana».
Entonces las autoridades me dieron 24 horas para abandonar el país.
Me fui para El Salvador, después estuve en Guatemala…
Estando de vuelta en Alemania me llegaron las noticias de la victoria de
la Revolución Sandinista y decidí trasladarme a Nicaragua. Pasé un par
de años trabajando en el Ministerio de Educación Nacional de Nicaragua.
Después me trasladé para Chile y enseñé en la Universidad de Arte y
Ciencias Sociales (ARCIS). Por tanto, para mí América Latina no es un
tema abstracto: parte de mi vida la he pasado en muchos países de la
región.
241
LMA
Usted es uno de los principales especialistas de la Escuela de
Frankfurt, especialmente del pensamiento de Max Horkheimer,
de Theodor W. Adorno, de Ernst Bloch y de Alfred Schmidt, su
director de tesis en Alemania. Para el filósofo franco-brasileño
Michael Löwy, la vena romántica-revolucionaria de esta
corriente de pensamiento fue crucial en su crítica de la
dinámica destructora de la modernidad capitalista. En los 90
emergió en América Latina una red de intelectuales (Aníbal
Quijano, Enrique Dussel, Walter Mignolo, María Lugones,
principalmente) que analizaron la relación entre modernidad
y colonialidad del poder.
A diferencia de la Teoría Crítica, que parte de la experiencia
del Holocausto para cuestionar la racionalidad instrumental de
la modernidad, los latinoamericanos partieron de la conquista
de América en el siglo XVI para poner en cuestión la lógica
sacrificial de la modernidad/colonialidad. Más allá de las
«afinidades electivas» (crítica de la modernidad, denuncia las
estructuras de opresión, etc.) entre la Teoría Crítica y el
pensamiento decolonial, ¿considera pertinente las tesis de esta
«constelación de pensamiento» que liga a la modernidad con el
fenómeno de la colonialidad?
242
YD
Creo que hay que decir que la Escuela de Frankfurt es diversa y hubo
corrientes que abordaron temáticas distintas. Por ejemplo, la primera
generación de la Escuela de Frankfurt, entre los que se encontraba
Adorno, Horkheimer y Marcuse y que fue reemplazada por la generación
de Alfred Schmidt y la de Jürgen Habermas, trabajó con problemáticas
específicas.
Sin embargo, Habermas tiene un texto titulado La modernidad, un
proyecto incompleto que se encuentra en línea directa con la primera
generación. En Dialéctica del iluminismo (Editorial Hermes, 1997),
Horkheimer y Adorno sostuvieron que la razón se convirtió en un
proceso irracional. Pensemos en el caso del filósofo René Descartes
(1596-1650). Cuando Descartes consideró que el hombre debía ser el
amo y señor del universo o el amo y señor de la naturaleza, los filósofos
de Frankfurt mostraron que fue una dominación que solamente benefició
a la industria, al capitalismo y a la sociedad burguesa. Por tanto, esta
dominación se inscribe en el proyecto de la racionalización pero no es
un racionalismo completo.
Esto es lo que Habermas quería mostrar: la modernidad del capitalismo
es una modernidad incompleta, ya que los seres humanos no se
benefician con la dominación de la naturaleza. Ellos mismos se
convierten en víctimas de la dominación capitalista. Esta dominación
243
también se puede observar en la explotación que el Norte Global ejerce
sobre el Sur Global. Esta forma de racionalismo no es el triunfo de la
razón sino otra forma de dominación sobre los pueblos de África, de
Asia, de América Latina y del Caribe. En ese sentido, creo que la crítica
de la modernidad realizada por el movimiento decolonial, aunque guarda
algunas afinidades electivas, va por otro derrotero.
LMA
Haití es uno de los países que cuenta con una larga lucha
anticolonial, donde la negritud se puso de pie por primera vez
(Aimé Césaire dixit). Pienso no solo en el proceso de liberación
de las tropas conducidas por Toussaint Louverture o en la
rebelión agraria de Charlemagne Péralte y de Benoît Betraville,
sino también en la resistencia de las comunidades eclesiales de
base, inscritas en el espíritu de la teología de la liberación,
apoyadas por el padre Jean-Marie Vincent (asesinado en agosto
de 1994).
Marxistas de la talla de Antonio Gramsci, de José Carlos
Mariátegui, de Jacques Roumain y de Ernst Bloch abordaron la
potencialidad revolucionaria de la religión. ¿Cuál ha sido el
papel de la religiosidad popular en las actuales protestas que
están cimbrando el suelo haitiano?
244
YD
Efectivamente es una cuestión importante. Creo que podemos identificar
una convergencia entre la manera cómo José Carlos Mariátegui y los
marxistas haitianos abordaron la cuestión de la religión. También
podemos observar una convergencia entre Antonio Gramsci y Jacques
Roumain.
El sardo hablaba de un catolicismo popular representado en la figura del
campesino. El catolicismo popular no debe ser reducido al catolicismo
que es instrumentalizado para enajenar y explotar al pueblo. En ese
sentido, no es fortuito que en Haití haya existido una alianza entre
marxistas, miembros del clero y comunidades eclesiales de base (CEBs).
Para muchos creyentes, ser católico significa tomar parte en lo que se
juega en la tierra. La lucha no es solo para modificar las condiciones del
campesinado sino también para transformar la sociedad en su conjunto.
Las comunidades eclesiales de base jugaron un papel muy importante
en la lucha contra la dictadura de Duvalier.
Actualmente, otra vez, el pueblo de Haití está comprometido en la lucha
por el respeto de los derechos que ha conquistado. La teología de la
liberación ha sido fundamental en las luchas de los pueblos
latinoamericanos. Yo mismo, viviendo en Nicaragua, fui testigo de la
labor de curas como Fernando y Ernesto Cardenal. Tampoco se puede
soslayar la contribución de los hermanos Boff (Leonardo y Clodovis), del
245
padre Gustavo Gutiérrez y del padre François Houtart en las luchas de
nuestros pueblos.
Es evidente que la Iglesia en Haití se encuentra dividida, pues una parte
ha decidido tomar partido por los opresores mientras que otra prefiere
estar del lado de los oprimidos. Por consiguiente, estoy convencido en
la necesidad de una alianza entre marxistas, creyentes y miembros de
la iglesia popular en la lucha de liberación de nuestros pueblos. Claro,
nunca nos pondremos de acuerdo en las cuestiones celestiales, pero sí
podemos organizarnos y buscar una solución para lo que hay que hacer
aquí, en la tierra.
Sobre el entrevistador
Luis Martínez Andrade es doctor en Sociología por la École des Hautes
Études en Sciences Sociales de París. Es autor de Religión sin redención.
Contradicciones sociales y sueños despiertos en América Latina.
Fuente: https://jacobinlat.com/2021/07/09/el-marxismo-haitiano-clave-delsocialismolatinoamericano/?fbclid=IwAR3pM6FPU3A3v3AKj2ISJkArZgD2Fpc7AKCijSBOxnEwn
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246
UNA CHARLA SOBRE PORNOGRAFÍA CON NAIEF YEHYA
MIXAR LÓPEZ
"La gran mayoría del entretenimiento tiene que ver con muerte,
sufrimiento y sexo, desde la mitología hasta el cine, tanto en las artes
gráficas como en la literatura."
Charlé con el escritor Naief Yehya (Ciudad de México, 1963), autor de “Las cenizas y
las cosas” (2017) sobre pornografía.
Hay que tomar en cuenta que el canon de la literatura impone
representar experiencias universales, concepto que desde siempre ha
sido definido por hombres blancos generalmente de la élite social, que
han sido los que han tenido el poder sobre esta materia.
Por su parte, la pornografía como industria no toma un camino muy
diferente y se asienta en los años 50 como cine o fotografía al servicio
de los hombres. De este modo, la visión mayoritaria que nos
encontraremos será unilateral y el canon vendrá marcado por ello.
247
PB: ¿Por qué dedicarle tiempo a algo tan semejante como lo es
la pornografía?
Yehya: Porque lo pornográfico es considerado irredimible y por lo tanto
es la prueba más extrema a la libertad de expresión. Es relativamente
fácil defender el derecho a publicar obras de arte transgresoras que se
pueden considerar obscenas debido a sus valores estéticos, en cambio
a la pornografía se le debe proteger simplemente por lo que es.
La pornografía es tan sólo el otro lado de la moneda de la censura.
Además porque la pornografía nos habla de los secretos inconfesables
de la sociedad, es una documentación de las filias profundas, es un
testimonio vivo y pulsante de lo que la cultura rechaza pero a la vez
necesita y desea.
¿Cómo sociedad obsesionada con el espectáculo hemos hecho
de la muerte y la tortura una diversión más?
Yehya: Sí, desde hace tiempo. La gran mayoría del entretenimiento
tiene que ver con muerte, sufrimiento y sexo, desde la mitología hasta
el cine, tanto en las artes gráficas como en la literatura. Esos dos temas
que son capaces de suspender el tiempo, como dice William
Burroughs inyectan pasión, angustia, horror, fascinación y deseo a
cualquier narrativa.
¿Desde la publicación de “Pornocultura” (Tusquets, 2013)
hasta la fecha, la respuesta a la pregunta anterior ha variado?
248
Yehya: No realmente, lo que sí ha cambiado es la variedad de recursos
con que contamos hoy para acercarnos a lo sexual y a lo atroz. La
diversidad de opciones para ver lo prohibido o lo intolerable ha
aumentado de manera exponencial en la última década, así como con la
aparición de los smartphones en 2007 se disparó la creación, consumo
y distribución de material perturbador.
Desde las profundidades abismales de un martes pandémico. El patio
del manicomio, De Francisco De Goya y Lucientes,
1794. pic.twitter.com/VC6OBuoulE
— Naief Yehya (@nyehya) June 29, 2021
La leyenda dice que cada nueva tecnología es usada primero
para algo relacionado con el sexo o la pornografía. ¿Qué
opinas?
Yehya: Que es cierto, todas las tecnologías de reproducción de textos
o imágenes se beneficiaron y popularizaron al mostrar que servían para
difundir contenido sexual o lascivo. Desde la imprenta de Gutenberg
hasta Internet, pasando por la fotografía, el cine y el video.
Seguramente seguirán la realidad virtual y las aplicaciones de
inteligencia artificial que podrán interactuar y responder al usuario.
¿Es la pornografía el intento de insultar al sexo, de ensuciarlo,
como diría el escritor inglés D.H. Lawrence?
249
Yehya: No, no lo creo para nada. Me parece una visión mojigata. El
sexo no se ensucia al mostrarlo, quizá pierde su potencial excitante o lo
gana, quién sabe pero eso parece simplemente una consideración
pudorosa.
¿Cuál es el momento histórico de la pornografía donde se
franquea con la violencia?
Yehya: Desde que existe la pornografía como la entendemos hoy, la
cual comienza con la Revolución Francesa, más como una herramienta
política para atacar a la nobleza, la corona y el clero que como un
material sexualmente estimulante, la obscenidad entrelazaba sexo y
violencia.
¿La imagen anuncia que el sexo ha quedado detenido en una
relación simbólica que se caracteriza por la promesa del fetiche,
por la posibilidad de la excitación y por la compulsión de ver; lo
demás es literatura?
Yehya: Me parece una forma interesante de ponerlo. Creo que hay algo
de eso pero varios puntos: la imagen no es un símbolo, aunque pueda
serlo, pero en general es mucho más compleja. El proceso de la
imaginación para convertir a la imagen en fetiche sigue cauces culturales
e interpretaciones diversas y en definitiva se traduce en una obsesión
por ver. Finalmente no sé si todo lo demás sea literatura.
Los escenarios de tu literatura son tan descarnados y explícitos
en relación con las formas de abolir los límites que las reglas
250
morales y sociales aplican al acto sexual. Eso me hace pensar
en la transgresión de Sade en términos de la impugnación de
las figuras usuales de la vida cotidiana.
Yehya: Ser comparado con Sade, de cualquier manera es siempre un
honor. En mi ficción intento explorar la obscenidad sin por tanto abundar
en los explícito. Mi interés está en los mecanismos que hacen que ciertas
cosas estén más allá de lo tolerable.
Entre el erotismo y la seducción, la literatura parece ser el
escenario privilegiado?
Yehya: La literatura siempre me parecerá un escenario privilegiado, un
espacio de posibilidades que siempre puede renovarse y que logra
sorprender, estimular y entumecer aun cuando se trata de describir los
mismos actos que han acompañado a la humanidad por un par de miles
de años. En eso radica el poder de la literatura, en encontrar formas
insólitas de contar lo común.
Fuente: https://www.playboy.com.mx/guia-playboy/en-playboy/charla-pornografianaief-yehya/
251
FRANCES ARNOLD, DE TAXISTA A NOBEL DE QUÍMICA: “LA
VIDA ES LARGA, PUEDES TENER MUCHAS VIDAS DIFERENTES”
MANUEL ANSEDE
La ingeniera, que trabajó de limpiadora, pizzera y de camarera
antes de dedicarse a la ciencia y ganar el Premio Nobel de
Química, anima a los jóvenes a aprender de todo
Meses después de la muerte del dictador Francisco Franco, una chica
estadounidense de 19 años aterrizó en Madrid para hacer unas prácticas
de verano en la empresa Westinghouse, fabricante de los primeros
reactores nucleares en España. La joven, estudiante de Ingeniería, se
instaló en un piso compartido en la calle Ibiza, junto al Parque del Retiro.
“Pasé un verano maravilloso en Madrid en 1976. Yo era joven, la nueva
democracia era joven... Era una fiesta constante”, recuerda
ahora Frances Arnold, nacida hace 64 años en Pittsburgh. En su ciudad
natal ya había sido pizzera, recepcionista, camarera en un club de jazz
e incluso taxista. En Madrid, con un diccionario en la mano, comenzó a
devorar los libros del escritor argentino Jorge Luis Borges. Y, según
Arnold, la literatura borgiana le ayudó a ganar el Premio Nobel de
Química en 2018.
La científica estadounidense explica que se dedica a criar proteínas como
otros crían perros: con evolución dirigida. Si a partir de los lobos salvajes
se han obtenido animales tan diferentes como caniches, galgos y
dálmatas, Arnold provoca mutaciones en las proteínas y selecciona las
252
que más le interesan. El resultado son nuevas moléculas que, según
destaca su ficha del Nobel, “solucionan los problemas químicos de la
humanidad”, como la fabricación de fármacos sin contaminación o la
producción de energía renovable. Arnold, ingeniera química del Instituto
de Tecnología de California, ha vuelto a España para participar este
jueves en la ceremonia de entrega de los Premios Fundación Princesa
de Girona, en Barcelona.
Pregunta. ¿Cómo era aquella joven Frances Arnold que vivía en Madrid
en 1976?
Respuesta. Curiosa. Quería aprender todo: el español, la cultura
española, la gastronomía española, las tapas, la música, la literatura.
Leía todo el tiempo. Absorbía muchísima información.
P. Usted había trabajado antes en Pittsburgh de taxista.
R. Sí, era una de las pocas mujeres taxistas. Eran taxis amarillos
enormes y las calles de Pittsburgh son muy estrechas. Aprendí a
orientarme y a maniobrar en circunstancias difíciles.
P. Tenía apenas 18 años, sería duro.
R. Ni lo pensé, era capaz de hacer cualquier cosa, como todas las
personas de 18 años. Solo después aprendemos nuestras limitaciones.
“Con 18 años eres capaz de hacer cualquier cosa, solo después
aprendemos nuestras limitaciones”
253
P. Haber sido taxista no es el currículum habitual en los premios Nobel.
¿Sabe si hay más antiguos taxistas que hayan ganado el Nobel?
R. No estoy segura de ser la única, porque la mayoría de nosotros
tuvimos que trabajarnos el camino a la universidad. No era raro que los
jóvenes trabajasen. En una pizzería te pagaban 75 céntimos la hora,
pero como taxista ganaba dos o tres dólares la hora. Era mucho más
fácil ganar dinero. En Princeton también trabajé de taxista dos años.
P. Usted también trabajó limpiando la casa del filósofo de la
ciencia Thomas Kuhn.
R. Sí, Thomas Kuhn tenía un bordado colgado en la pared que decía:
“Bendice este paradigma”. Él nunca estaba en casa, porque yo iba a
limpiar durante el día.
P. No pudo aprender filosofía con Thomas Kuhn, entonces.
R. No, solo aprendí que fumaba demasiadas pipas. [Risas]
P. Usted contó en el discurso del Nobel que Jorge Luis Borges tuvo una
gran influencia en su trabajo en la química. ¿Cómo?
R. Uno de los cuentos de Borges, La biblioteca de Babel [sobre una
biblioteca que parece tener todos los libros posibles], es la mejor
descripción que conozco de un universo de posibilidades. Si escoges
letras del alfabeto al azar y las pones juntas en un libro, lo que sueles
obtener es un galimatías. Lo mismo ocurre con el ADN, el libro de la
vida. Esto frustraba a los bibliotecarios de La biblioteca de Babel, porque
254
nunca encontraban un determinado libro. Si tienes una biblioteca con
todos los libros posibles, no puedes encontrar nada con sentido. En
cambio, si pensamos en todos los posibles libros de la vida, puedes
encontrar los que tengan significado simplemente raspando la suela de
tu zapato. La biblioteca de libros de la vida es tan grande como la de
Jorge Luis Borges, pero los libros con significado están por todas partes,
gracias a la evolución. La evolución ya ha revisado todas las
posibilidades y ha encontrado las que codifican la vida, así que en
cualquier parte podemos encontrar estos hermosos libros. Jorge Luis
Borges describió la dimensión de las posibilidades y [el naturalista inglés
Charles] Darwin descubrió cómo recorrer esa biblioteca.
P. El cuento de La biblioteca de Babel es una lectura obligatoria en sus
clases de Ingeniería Molecular en el Instituto de Tecnología de
California.
R. Sí, a los estudiantes les encanta. Si lees La biblioteca de
Babel entiendes qué significa la palabra grande.
P. De joven no le interesaba nada la química y ha acabado ganando el
Nobel de Química. ¿Tiene algún mensaje para los jóvenes que no se
sienten atraídos por la química?
R. La vida es larga, puedes tener muchas vidas diferentes. Puedes
aprender muchas cosas distintas, nunca se sabe cuándo te servirán, así
que aprende todo lo que puedas y combina tus conocimientos de
manera novedosa. Adáptate, sé flexible y aprende permanentemente.
255
P. ¿Qué aplicaciones de la evolución dirigida podemos ver en la vida
cotidiana?
R. Casi todo el mundo utiliza los productos de la evolución dirigida. Por
ejemplo, cuando lavas la ropa hay enzimas [proteínas que favorecen
una reacción química] en el detergente y todas están hechas mediante
evolución dirigida, optimizadas para actuar en una lavadora. Y hay
muchísimos otros ejemplos. Muchos fármacos se producen mediante
enzimas hechas con evolución dirigida. Y estas enzimas también se usan
para diagnosticar y tratar enfermedades.
P. Usted nunca patentó la tecnología para lograr la evolución dirigida.
¿Por qué?
R. Quería que el mundo la utilizara. Tampoco me creía con derecho a
ser la dueña de la evolución. Puedes patentar métodos muy específicos,
pero no puedes patentar una idea general. Y sentí que la idea general
era tan obvia e importante que el mundo debía aprovecharla.
“No patenté mi tecnología porque no me creía con derecho a
ser la dueña de la evolución”
P. ¿Se arrepiente? Ahora podría estar nadando en dinero.
R. No me arrepiento. Tampoco me interesa nadar en dinero, me interesa
mucho más que el mundo utilice este proceso tan potente.
256
P. Usted proclamó en su discurso del Nobel que el código de la vida es
como una sinfonía. ¿Cree que hay un Beethoven, un dios, que escribió
ese código?
R. Creo que la evolución escribió ese código.
P. ¿Cómo se imagina el futuro con la evolución dirigida?
R. Mi sueño es dejar de usar la sucia química humana para nuestras
necesidades diarias. Lo que vestimos, donde nos sentamos, lo que
quemamos en los coches... Todo son productos de la química humana.
Si pudiéramos hacer una transición a una química biológica limpia,
eficiente, circular, sostenible... Codificar en las bacterias la capacidad
para hacer lo que quieras. Sueño con dejar de usar procedimientos
contaminantes y adoptar alternativas realmente limpias.
P. ¿Cree que la química es sucia hoy en día?
R. Sí.
P. La industria química intenta dar una imagen de limpieza.
R. Es mucho más limpia que antes, pero una buena parte todavía es
ineficiente y sus subproductos siguen contaminando el planeta. Ahora
es mucho mejor que antes, porque los fabricantes tienen que pagar por
contaminar. Y, cuando tienen que pagar el precio de la contaminación,
pues limpian. Pero todavía hay mucho margen de mejora.
“La evolución escribió el código de la vida”
257
P. ¿En qué está trabajando usted ahora?
R. La evolución, durante unos 4.000 millones de años, ha hecho todo
en el mundo biológico, pero esto es el pasado. Los químicos pueden
explorar ahora cosas completamente nuevas utilizando la evolución. No
hablo de una optimización, que es lo que hicimos en el pasado: coger
algo que ya existe y mejorarlo, como ocurre con el detergente de la
ropa. Hablo de hacer algo completamente nuevo: una nueva química,
con enlaces químicos que la naturaleza nunca haya hecho. Los enlaces
de carbono y silicio, por ejemplo. Aquí [dice señalando a su alrededor
en la azotea de un hotel de Barcelona] habrá 50 productos con enlaces
de carbono y silicio, todos fabricados con sucia química humana. Si
pudiéramos codificar eso en el ADN, podríamos lograr lo mismo con
química limpia, pero nadie ha encontrado una enzima en la naturaleza
que haga ese enlace de carbono y silicio. Así que yo la he hecho gracias
a la evolución.
P. El año pasado usted tuvo que retractar un estudio publicado en la
revista Science porque sus resultados no eran reproducibles.
Usted tuiteó: “Duele admitirlo, pero es importante hacerlo. Pido
disculpas a todos. Estaba bastante ocupada cuando enviamos el estudio
y no hice bien mi trabajo”. ¿Qué pasó con ese estudio? ¿El primer
firmante se inventó los datos?
R. No quiero hablar de eso. Dejé muy claro que asumo la culpa. Es mi
responsabilidad.
258
P. Sus disculpas fueron aplaudidas. ¿Por qué cree que hubo esa
reacción?
R. La primera reacción fue: “Quitadle el premio Nobel”. Aquello duró
como unas seis horas, porque después todo el mundo dijo: “Un
momento, es genial admitir un error y corregirlo”. Yo no quería que los
estudiantes perdiesen el tiempo tratando de reproducir lo que yo había
publicado. No era justo. Era mucho más sencillo admitirlo públicamente
para que nadie perdiera el tiempo. La gente te perdona si eres honesto,
porque saben que las personas cometemos errores.
Fuente: https://elpais.com/ciencia/2021-07-03/la-vida-es-larga-puedes-tenermuchas-vidas-diferentes.html
259
RESEÑAS
260
LA SAL DE LA TIERRA (2014): SEBASTIÃO SALGADO Y SU
EMPATÍA CON LA CONDICIÓN HUMANA
LUIS CARLOS MUÑOZ SARMIENTO
Fuentes: Rebelión
¡Qué violenta la calma con la que los empachados nos dicen que
agradezcamos las migajas! Nina Ferrari
Si matas una cucaracha eres un héroe. Si matas una hermosa mariposa,
eres malo. La moral tiene criterios estéticos. Friedrich Nietzsche
La honestidad es incompatible con amasar una fortuna. Mahatma
Gandhi
Al pretender escribir sobre el documental La sal de la tierra, algunas
cosas acuden rápido a la mente: una lección de fotografía; una cátedra
(involuntaria) de humanismo y búsqueda de la verdad; un mensaje de
tolerancia e igualdad. El fotógrafo no es el único autor de la foto; se
trata del trabajo de un polímata; su legado y el de su esposa es para
toda la Humanidad. Sebastião Salgado (S. S.) es un ser humano, un
artista, que se ha cuestionado su labor como fotógrafo social y testigo
de la condición humana: con la que tiene una empatía difícil de
emularse. Su obra como fotógrafo/reportero puede equipararse a la del
polaco Kapuściński, protagonista del filme a caballo entre animación y
actuación Un día más con vida. S. S. conoce más de la mitad de países
261
de un planeta que se debate entre heridas, deterioro, maltrato. A lo que
él y su esposa han contribuido a mermar con la creación del Instituto
Terra.
Aun con el amor que su trabajo refleja, en 2001 recibió la crítica de
Susan Sontag y de periodistas del NYT: nada justa, como se verá en
este ensayo salido de la bóveda interdisciplinar de La Fábrica de Sueños.
Obra que cubre desde el génesis, ver Sierra Pelada, hasta el actual y
casi inminente fin de los tiempos, aun con la contradicción que encierra
el último trabajo presentado en el documental: “Génesis”, foto/reportaje
(2013). No en vano, exclama: “¡Cuántas veces tiré al suelo la cámara
para llorar por lo que veía!” Y por lo que ha llorado no es propiamente
un melodrama. “Un filme por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado”
se inicia con la pregunta del primero: “¿Un filme sobre la vida de un
fotógrafo?” Y enseguida recuerda la etimología: del griego ‘photo’, luz,
y “graphein”, escribir o pintar. Así, fotógrafo es el que pinta/escribe con
la luz. “Alguien que escribe y reescribe el mundo con luces y sombras”,
dice W. W., lo que de paso aplica para su propio arte: el cine. Por eso,
se dice que las artes son distintas formas de escritura. Y la fotografía es
apenas una entre ellas.
Con Sierra Pelada, mina de oro, frente a él, S. S. dice que en segundos
vio pasar la historia de la Humanidad: la construcción de las Pirámides;
la torre de Babel; las minas del rey Salomón. Solo oía el murmullo de
50.000 personas dentro de un gran agujero. Lo que más impresiona de
tales fotos es angulación, encuadre, composición. Si se toma un
262
referente del cine sobre equilibrio de la imagen, distribución de seres y
objetos, proporción áurea, ese sería Kubrick. Tal vez, S. S. lo aceptaría.
Allí, volvió al génesis: “Casi podía escuchar el murmullo del oro en esas
almas”. En picado, los hombres parecen hormigas; en contrapicado,
gigantes, ‘héroes’. Nadie piensa en caer de las escaleras, pero ello no
deja de ser un reto a la gravedad.
Los trabajadores y él estaban para extraer sacos y sacar fotos, en su
orden. Subían 50 o 60 veces al día por la escarpada/resbaladiza
superficie. Un mundo muy organizado, “pero en una completa locura”,
dice S. S. en francés, su segunda lengua: también es ciudadano francés.
Y aparece el símbolo de la codicia entre los obreros, el revólver. Podrían
parecer esclavos, pero no había uno solo, aclara: “Si existía alguna
esclavitud allí, era el afán de ser rico”. Había de todo: intelectuales,
licenciados, empleados de granjas, obreros de ciudad, todos en busca
de un chance. Cuando se descubría un filón, todos tenían derecho a un
saco. Pero, ese saco contenía la esclavitud, porque podía haber un kl de
oro o nada. Ahí se jugaba cada uno la independencia. Cuando los
hombres empiezan a tocar el oro, “ya no vuelven”, señala S. S.
W. W. vio la foto de un joven con los brazos cruzados, la espalda contra
un palo y hombres bajando y subiendo la mina, por primera vez en una
galería c. 1994. Pensó: “Debía ser un gran fotógrafo y un aventurero”.
Traía sello y firma de S. S. La compró. El galerista sacó más fotos suyas.
Lo visto lo emocionó, en especial una mujer tuareg ciega. Siempre que
la ve, así sea cada día, llora. El poder de las imágenes. De ahí que países
263
musulmanes las prohíban. Ya sabía algo de S. S., a quien le importan
las personas, lo que significa mucho para W. W.: “Al fin y al cabo, las
personas son la sal de la tierra”. De ahí el título. Pasó mucho tiempo
para que se conociera con S. S. Habló con él de su vida, de su obra, de
dónde provenía todo. Eso se nota en el filme: el profesionalismo del
cineasta y el del polímata. La sal de la tierra
S.S. panea sobre su infancia. Puede haber muchos fotógrafos en un
mismo sitio y siempre serán fotos muy diferentes. Como un libro leído
por mil lectores, mil lecturas distintas. Porque esos fotógrafos provienen
de sitios “muy muy diferentes”, señala. Cada uno con su manera de ver,
con su propia historia. Y S. S. la aprendió ahí, en el lugar donde está:
“Aquí tengo un ideal del planeta”. Producto de largas caminatas con el
padre, adonde iban a mirar. Detrás de cada montaña, algo que ver:
“Aquí he soñado mucho”. Y en un plano/contraplano, las cámaras del
fotógrafo y del cineasta se encuentran para denotar el estudio que cada
uno hace del otro y, ante todo, cómo ambos se enriquecen. S. S. quería
ir más allá de las montañas, saber qué había detrás de ellas, intuyendo
quizás, de contera, la dialéctica de Heráclito: “Una subida es al mismo
tiempo una bajada”. Y a fe que lo logró. Un viaje con Sebastião
Salgado
La avioneta aterriza en la cordillera de Papúa Occidental, Indonesia, en
suelo del pueblo Yalí, en 2011. Panorámicas. Ascensos por la montaña.
Fotos de detalle. Aborígenes que juegan con la cámara. La tribu
aprueba. Juegos, bailes, comidas comunitarias. Ubuntu: “Soy porque
264
somos”. El sentido de cooperación en estado puro, en un mundo
destruido/deteriorado cada día más por el prurito de acumulación del
capitalismo. Mujeres con flores en sus cabezas, con su cuerpo desnudo,
sin vergüenza alguna: no hay razón para que la haya. Se trata del mundo
de la inocencia, sí, en pleno siglo XXI. De la pureza, así suene cursi hoy.
Porque hoy todo apena: la decencia, el buen gusto, la honestidad. Los
filisteos/falsarios/filibusteros han vuelto. El tapabocas del
virus/negocio/apartheidista no es gratuito. Eso lo ha comprobado S. S.
Casas en las montañas, como si de arhuacos se tratara. Se siente
nostalgia, porque allá los están matando. Aquí, en Fosa Común, también
“Nos están matando”, dice el eslogan que ya está hasta en los edificios
del barrio donde quien escribe vive en Bogotá. No se cita para que no
me busque Luis Carlos Vélez, de la FM. Quien, a propósito, hace poco
entrevistó a la alemana Rebecca Linda Marlene Sprößer (Sprösser), una
amante de la salsa que pasó a quedarse en Cali y hoy integra la Primera
Línea, estigmatizada por la ‘gente de bien’. El 22.jul.2021 un sicario al
atentar contra ella disparó en su lugar al joven que, por lealtad, le sirvió
de escudo: por cuenta de la ajena lápida al cuello, recibió 13 tiros y hoy
agoniza. (1)
Para el padre su hijo era muy bohemio y siempre estaba de viaje, como
nadie. El abuelo de S. S. también: “Era como una lanzadera. Así
era Tião”, señala. Era dejado para el estudio: dio brega. Pero, estudió
economía. Cursó un año de derecho, como quería el papá, pero no…
Pasó a economía y le fue muy bien. Juliano dice que su padre se
benefició de lo que el abuelo le obligó a cursar. La economía lo dotó de
265
sólido saber sobre mercado/comercio e industria: “Por eso sabía lo que
regía al mundo”. Todo comenzó para él en Aimorés, MG, donde nació
en 1944. Ahí estaba la finca con vastas selvas atlánticas; también, el río.
Por allí pasaban trenes interminables pues se trata de la mayor reserva
minera del planeta. Allí creció S. S. el único niño entre siete hermanas
más. En el verano, jugaba en el Rio Doce o ‘Río Dulce’.
S. S. no se queda quieto, dice W. W., haciendo de sí mismo: de
fotógrafo. Por deformación profesional, reacciona/responde a los
aparentes retos del cineasta alemán, usando su arma preferida, la
cámara de fotos. “Wim, tengo una foto tuya muy bonita”, dice. “Yo
también, y no te lo digo”, responde W. W. En este caso, fotografiaba no
solo a una, sino a dos personas: a aquél y a su hijo Juliano, codirector
del filme. Quien ya había acompañado a su padre en varios viajes: como
a Papúa, Nueva Guinea, 2011. O, como ahora, a una isla remota al norte
del mar de Siberia Oriental, viaje del cual W. W. dice que no pudo
disfrutar. Padre e hijo invitaron a W. W. a hacer parte de La sal de la
tierra, quizás para agregar una óptica externa sobre su aventura,
recuerda W. W. mismo. No dudó un segundo: “¿Qué más podía pedir?”
Como seguro pensará el espectador. Haber podido asistir a dos horas
de cátedra (libre) fotográfica, de preocupación por el destino del
planeta, de empatía con la Humanidad. Por fin, podría llegar a conocer
a S. S., sus móviles, por qué su trabajo lo había impactado tanto. W. W.
ignoraba lo que había detrás del artista. S. S., tenía solo 15 años cuando
tomó el tren y se marchó para siempre de Aimorés para ir al Instituto
266
en Vitória, capital de ES, sudeste de Brasil. A la que el suscrito ha sido
invitado desde 2014 por la UFES. Tan joven, no sabía qué hacer con el
dinero, ya que hasta entonces no lo había usado. Vivía en un lugar donde
lo tenía todo. Al llegar, pasó a no tener nada. En la granja, producían lo
necesario para vivir. Así que, al inicio, pasó hambre por miedo a tener
que ir a un negocio a pedir algo. W. W., por su lado, asegura que se
ignora qué habría sido de S. S. de no haber aparecido Lélia Wanick en
su vida.
Tenía 17 años, estudiaba música, luego arquitectura (que es ‘música
congelada’) y era “increíblemente bella. Fue amor a primera vista”.
Cuando S. S. ganó una beca para hacer un máster en economía en la U.
de São Paulo, se mudaron allí y se casaron. Eran los años 60 y ambos
hacían parte de movimientos de izquierda, como otros estudiantes lo
hacían en París, Berlín o Chicago. Brasil estaba bajo la brutal dictadura
militar, la de “el día que duró 21 años” (1964-1985). Así, el riesgo de ser
detenido/deportado y torturado era constante. En agosto de 1969 (la
época de Garrastazu Médici), Lélia y S. S. salieron en un barco para
Francia. Mientras él seguía economía, ella estudiaba arquitectura: un
día, compró una cámara para su trabajo. El que la disfrutó fue Sebastião:
la primera foto que sacó fue de Lélia, claro.
Entró en la Organización Internacional del Café (OIC) y se mudaron a
Londres. Con la idea de hacer carrera en el Banco Mundial (BM), a
menudo iba a África para estudiar proyectos de desarrollo. Llevaba la
cámara de Lélia y volvía siempre con muchas fotos: como los satisfacían
267
mucho más que los informes económicos, ambos tomaron la decisión de
que S. S. abandonara economía para, cual Sísifo, empezar de cero.
Volvieron a París e invirtieron todo su capital en un costoso equipo
fotográfico. Durante un tiempo S. S. probó fotografiando deportes, hizo
retratos, bodas y hasta desnudos, antes de hallar su vocación. Níger
(1973)
Mujer negra con tinaja de agua, sonríe. Empatía con S. S. Son sus
“primeras fotos”. ¿Lugar?: Tahoua. Otra mujer negra, con su hijo a la
espalda. “Dos jóvenes madres que hacían cola para recibir alimentos.
Época de gran sequía en Níger. Para Lélia fue más difícil porque estaba
embarazada”. La vida privada, siempre, hombro a hombro con su vida
de fotógrafo. Y cuenta sobre el morabito que invitó a Lélia a sentarse en
sus piernas, por lo que él le salió al corte para decirle que estaba en
embarazo: así, terminó por reconocer su falta de ‘sincronía’ en ese
momento. Luego se llevaría un kl de azúcar, “tan contento como si se
hubiera ido con Lélia”. Cuando alguien moleste a su mujer, dele un kl
de azúcar, o menos…, y lío resuelto.
Su hijo Juliano nació en París en 1974. “Ahí está mi futuro colega y
codirector”, dice W. W. “Lélia seguía apoyando a S. S. en todo como
joven madre”. Trabajó mucho en su propio oficio y en presentar el
trabajo de su compañero en todas partes. En revistas, periódicos y
agencias. Tras el éxito de algunos trabajos relevantes, hallaron el valor
de concebir su primer gran proyecto fotográfico: “Otras Américas”. Que,
si se mira bien, contiene una ironía sobre la manera como los gringos
268
designaban (o designan aún) a su país cual si fuera un hemisferio. El
mismo proyecto que lo llevó por toda Suramérica e incluso
Centroamérica. Juliano se fue acostumbrando a las largas ausencias del
padre. Otras Américas (1977-1984).
Foto dividida: a la derecha, arriba, una mujer se asoma por una ventana;
a la izquierda, abajo, una niña con bandeja de manzanas con caramelo
en su cabeza, come otra de ellas. También, le sonríe al fotógrafo. Lo
que insinúa algo que ya sostuvo el propio S. S.: la foto no es solo del
autor. Al dejar Brasil en 1969 empezó a “echar mucho de menos a
Latinoamérica”. Así decide ir a países vecinos: Ecuador, Perú, Bolivia.
Soñaba también con ver Los Andes. Época de profunda agitación social,
producto del descontento popular… como ahora, como siempre, a causa
de la tiranía comandada por… Simón Bolívar: “Los EEUU parecen
destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre
de la libertad”. Era la época de la Teología de la Liberación: Camilo
Torres, Helder Cámara, Pedro Casaldáliga, entre otros. (2)
En Ecuador, S. S. conoce a Gabicho, sacerdote de su misma edad: “Él
era el que llevaba la palabra de Dios”, dice, como quien confiesa su
ateísmo. Gabicho unía a campesinos en cooperativas, introducía la
solidaridad y, con las comodidades a su alcance, pudo realizar viajes que
lo impresionaron mucho. S. S. aparece con aquellos a más de 3.000 m
de altura. A veces, durante el día, subían a desniveles de 600 o 700 m.
Disfrutaba mucho de vivir entre esas comunidades. Y muestra a los
Saraguros, etnia del sur de Ecuador. Creyentes/borrachos por igual. El
269
fin de semana, hombres/mujeres están ebrios por completo. Mientras
habla, unos niños miran a un hombre que parece muerto, pero solo está
‘perdido de la perra’. Sorprende que su cabello se funde con un tapete
que lo cubre y que parece no haberse lavado desde el génesis. Lo que,
bueno, no importa porque está por fuera del tiempo. Por eso parece
muerto.
Además, de su pecho brota una hierba que parece hervir, quizás por el
fuego del alcohol ingerido. Para terminar, el rictus de su boca deja ver
el placer del beber cumplido: no del deber… porque alcoholizarse no es
ninguna obligación, salvo para el que está harto del otro yugo, el del
trabajo. Un claroscuro, a la Rembrandt, muestra tres figuras: dos
hombres y una monja, con un grueso libro abierto, especie de Biblia
ampliada. El campesino de la izquierda es Guadalupe, ‘Lupe’, gran amigo
de S. S. cuando llevaba el pelo y la barba rubios/pelirrojos muy largos.
Un día, en la montaña, le dijo: “Mira, Sebastião, yo sé que te han enviado
del cielo”. S. S. añade: “Porque según la leyenda de Saraguros, los
dioses, a la imagen de Cristo, volverían a la tierra para verlos, para
observarlos y notar quiénes merecían el cielo”.
‘Lupe’ en su pieza de adobe cuarteado, sentado en la cama de madera,
con su cobija (apenas) dos tigres, con la virgen y otras imágenes en la
pared y al lado cuatro sombreros, aparte del que lleva puesto. Cubierto
por la típica ruana que le ayuda a soportar el frío de Los Andes. ‘Lupe’,
dice S. S.: “Creía firmemente que yo estaba allí para observarlos”. Frase
dotada de cierto mesianismo: obvio, del propio S. S. Quien relata que
270
nunca había visto a un pueblo, como el de los Saraguros, “con otro ritmo
del tiempo”. El que pasó con ellos, “me parecieron cien años”. Lo que
habla de las diferencias entre tiempo natural y cronológico, el de los
relojes, el interesado, el del Capitalismo. En suma, el que se corresponde
con la frase infeliz de B. Franklin que arrastra el símbolo de la esclavitud
para la Humanidad: “El tiempo es oro”. Algo inmaterial, eterno,
imposible de asir, vuelto por arte de ma(f)ia quintaesencia de lo
material, finito, deleznable. Lo que, de todas formas, se convierte en
ruina. Lo que, en todo caso, tarde o temprano, lleva a la ruina, como lo
confirma Celia cuando, al fin, se pudre.
Para confirmar lo dicho, S. S. añade: “Todo era tan lento. Era otra
manera de pensar, otra velocidad”. Había fatalismo en sus caras. Lo que
ilustra la foto del hombre que mira a la cámara y parece revelar las
mismas sensaciones que el fotógrafo a su vez ilustra con palabras. Y del
Ecuador a México, a Oaxaca o ‘Uajaca’, como dicen los manitos, para
mostrar a los campesinos ‘mixes’. Allí, donde todo es medieval, hasta el
arado. América Latina profunda. De dicha comunidad, lo más relevante,
la música. Gente que la adoraba. El hijo mira al padre y al lado su
clarinete. La enseñanza/ilustración por el ejemplo. Todos sus miembros
que sabían tocar un instrumento, no necesitaban trabajar. Lo hacían
como músicos. La diferencia en la percepción de la cultura. Durante
cuánto tiempo, v. gr., en Fosa Común, se ha considerado a la música un
oficio de vagos, de quien no sabrá cómo ganarse la vida, como si de
partida hacer música fuera igual a perderla. Al respecto, Nietzsche: “La
vida sin música es sencillamente un error, una fatiga, un exilio”. Casi
271
siempre citada “La vida sin música sería un error”, he ahí la frase
completa tal cual la escribió a su amigo y confesor Peter Gast.
A fin de probarlo, los Saraguros le ofrecieron una pieza fría, de cemento,
“para ver si resistía, si quería quedarme de verdad”. Como resistió, lo
sacaron de allí y lo llevaron a una casa. “Nos hicimos amigos y conviví
en armonía con la comunidad”, dice S. S. Dos fotos seguidas, lo
muestran junto a ‘Lupe’: en la primera, éste sonríe con una cerveza en
la mano, mientras aquél parece interrogarse sobre su futuro, no tanto
mesiánico, jeje, sino concreto, terrígeno; en la segunda, ambos de
espaldas sobre una roca guardan equilibrio frente al porvenir. Luego, va
al norte de México para mostrar a los Tarahumaras, esos excelsos
corredores de fondo, tanto como lo son etíopes o kenianos. “Caminan
corriendo”. Era un reto seguirlos porque no andaban, sino que volaban.
Y aquí viene la observación sobre quién es el autor de una foto.
“La fuerza de una foto es que, en esa fracción de segundo, entendemos
un poco la vida de la persona que fotografiamos. Los ojos dicen mucho,
la expresión de la cara. Cuando haces un retrato, no eres tú solo el que
saca la foto. La persona te ofrece la foto”, concluye S. S. Y el campesino
con ruana, fotografiado, parece hacerlo con sus brazos y manos. Los
viajes, por Otras Américas, fueron claves para él. Poder volver a Brasil,
tras años sin pisarlo. “La esencia era la misma, era un continente,
estábamos muy cerca”. Con lo que alude a la igualdad, a la convivencia,
a la unidad, en fin, a la necesidad de permanecer como unión de países
libres que se oponen a la represión, explotación, intervención, violencia
272
y muerte. Al abordar la cercanía, sonríe mientras una niña toca la barba
del “enviado del cielo”, como le dijo ‘Lupe’.
Juliano crecía con un padre ausente. Lélia y S. S. se carteaban. Obvio,
previo a las actuales formas de ‘comunicación’: más bien, de
incomunicación/desinformación. Cada vez que volvía, a su hijo le
parecía: “Un superhéroe, más que un fotógrafo”, narra W. W., mientras
Juliano exhibe a un supermán/plástico cogido por las piernas, como en
un gesto de victoria y a la vez en un acto de nostalgia por la ausencia
del padre. “¡Y corten!”, exclama W. W. para que Juliano salte y se
presente: “¡Soy yo, 30 años después!”, cuando por fin se une al padre
en una de sus misiones. A Wrangel, isla desierta en el Ártico. S. S.
esperaba fotografiar la última gran congregación de morsas. Juliano
quería descubrir quién era aquél al que conocía apenas como padre.
Quería descubrir al fotógrafo, al aventurero, por primera vez.
El oso polar, su mayor predador, impide fotografiar a las morsas.
Contrario a lo que haría Treadwell, S. S. no sabe si está bien devenir
intruso, para dar rienda suelta a su pasión por registrarlas. “En la duda,
abstente”, dijo Confucio, pero Tim no lo oyó, no sabía de su certeza
sobre la duda. S. S. piensa que es distinto cuando el oso está cerca, para
hacer una foto así. Panorama poco apto: “Tenemos un documento del
oso, pero […] ni una foto. Aquí no está bien. No hay nada detrás. […]
para encuadrar la foto, embellecer el panorama. No tenemos acción, […]
nada”. Ese punto de vista documentado no envidia al que hizo Vigo para
revelar que no se trata de descubrir el cine/documental social, sino de
273
buscar despertar la necesidad de ver a menudo buenos filmes sobre la
sociedad y sus relaciones con sujetos y objetos. (3)
Los tres observan al oso, hasta que cae dormido. Lo mismo que S. S. El
cansancio ha vencido a los combatientes. Ojalá éstos se cansaran más
a menudo, para que hubiera menos combates: hasta que se acaben. Los
tres cazadores de fotos con morsas se desplazan a ras de suelo, como
en una ‘guerra convencional’: de las que ya no hay. Ahora son las
guerras por la alimentación, la del hambre, la del agua, todas tras
bambalinas del virus/negocio apartheidista y sus vacunas divisionistas
que les impiden a los que recibieron determinada marca entrar a otros
países en los que la marca es distinta. Pero, pocos lo notan. Solo que
aquí, el ir a ras de suelo, es para que el oso que se revuelca no advierta
su presencia mientras buscan el modo de fotografiar, por fin, a las
morsas. La espalda de Juliano sirve de soporte, para que su padre haga
su trabajo.
Las morsas pelean entre sí. La foto en b/n, con su
cámara Leica preferida, permite ver el mar plateado por el sol al fondo,
mientras aquellas en primer plano muestran sus grandes colmillos, los
que les sirven para impulsarse al salir del mar y llegar a tierra firme.
Colmillos de entre 50 cm y un m que soportan el peso de entre una Ton
y 1.700 kl en determinado momento. Los héroes de la jornada, padre e
hijo, en señal de logro, chocan sus manos. Otra vez, el amor cumplido,
no el deber cumplido: y sin beber. Y el tercero también choca sus manos
con las de Juliano. “La imagen que tenía en el objetivo, son los dientes
274
saliendo; no se podían discernir las formas de las cabezas,
¡impresionante! Parecía que estábamos en el infierno de Dante, con
todos esos dientes, todas esas formas… ¡increíble!”, dice S. S.
Al tomar agua pura del Ártico, parece recordarles a los humanos el valor
del precioso líquido, por la cual no solo hay guerras y la entrada del ‘oro
azul’ en el mercado de ‘valores’; sino, más allá, la privatización de un
DDHH, a través de su sectorización/parcelación, para ser cobrado por
m3 y según sea la talla del agricultor, como ya pasa en Europa. Juliano
le pregunta al padre por el año 1979. Lélia en embarazo espera su
segundo hijo, Rodrigo. Nace y todo indica que será ‘Down’, ser al que
solo falta descubrirle sus cualidades comunicativas. Eso hace la familia.
Cuando el médico confirma el temor, S. S. explota en llanto. Para
Juliano, nunca iba a poder estudiar/leer/escribir como él. Rodrigo cual
ente de un mundo aparte. De pronto algo pasó: “Gracias al amor,
Rodrigo creó su propio lenguaje”. Poco después, viajaron a Brasil. La
Dictadura, fuera. De cinco años, Rodrigo no entendía bien el valor de
ese viaje.
“El 31 de dic volvía al Brasil”, dice S. S., después de diez años y medio
lejos. Pero, Lélia no encontró la Vitória que había dejado. Todo había
cambiado. Minas Gerais, también. El reencuentro filial, duro: los había
dejado jóvenes/fuertes y ahora estaban viejos/débiles. S.S. deseaba
conocer Brasil más a fondo. Para ello, una de sus hermanas le prestó un
carro y viajó seis meses por una de las zonas más deprimidas: el
Nordeste. Lugar donde se ubica la historia de una novela clave de la
275
literatura brasileña: Vidas secas, de G. Ramos, llevada al cine por Pereira
dos Santos. Zona donde la mortalidad infantil es una de las más altas de
América Latina. Niños muertos antes del bautismo. Por los oscuros
manejos de la Iglesia, a través de los tiempos, se cree que los niños no
bautizados que mueren no van al cielo, sino al ‘limbo’.
En esa época, relata S.S., la Iglesia, qué curioso, alquilaba los ataúdes
cientos de veces: recuérdese que ella inventó el paraíso para que los
empobrecidos (no pobres) se ilusionen con una vida mejor, mientras
sobreviven en la miseria. Una zona del orbe donde vida y muerte están
muy cerca: como en Fosa Común, desde 2002. Un grupo reza y a la par
hace trabajo político. Aquí, mientras los grupos hacen política, rezan
para que nadie advierta el timo. Si alguien lo nota, corre el riesgo de
desaparecer en ese ‘limbo’ al que van los niños no bautizados. Brasil
tiene un gran movimiento de campesinos sin tierra; la mayoría, del
Nordeste. Tienen gran fuerza moral y física, pese a su fragilidad porque
comen mal. Tierras muy áridas: así, tienen un pedazo de Sahel. Granja
Salgado, Minas Gerais, Brasil.
El abuelo Salgado habla de la larga sequía en su región. Tenían mucho
ganado, había muchos pájaros, muchas aves: todo, se acabó. Y en lo
alto de la montaña, “una mata muy buena”: la Mata Atlántica. Él fue
feliz en la hacienda porque sacó adelante a sus hijos: educó a las siete
mujeres (seis con carrera) y a ‘Tião’. A todos, con dificultad. En cualquier
caso, criados con buena alimentación y buena ropa. Juliano cuenta que
desde que llegó al Brasil, las tierras del abuelo son así: yermas/secas.
276
Cuando S. S. a su vez regresó, más que eso le preocupaba otra cosa: el
sufrimiento de la gente. Eso lo cambió, al decir de su hijo. Su rol como
fotógrafo adquirió un nuevo sentido. De ahí se infiere lo esencial que
era para él marcharse: “Le echaba muchísimo de menos, pero lo
entendí”, dice Juliano. Sahel, el final del camino (1984-1986)
S. S. comienza a trabajar con Médicos sin Fronteras: Etiopía
(1984) Luego, por todo el Sahel en el 85 y 86: un reportaje sobre el
hambre. Campo de refugiados. El mayor de la Humanidad hasta
entonces. Para él gran parte de ella estaba en la miseria. Un problema
de inequidad antes que un asunto de ‘catástrofes naturales’, expresión
hija del oportunismo. Región copta, cristiana y humilde. El hambre acabó
con millones; el cólera los diezmaba. Jóvenes que no paraban de sufrir.
Vacíos, los ojos envejecen primero. El frío mata montones. Allí, la gente
se acostumbra a morir: lo que quieren gobiernos indolentes. “Cada
persona que muere es un pedazo del mundo que muere”, sentencia S.
S. Sobre la retención de alimentos por el Gobierno, señala: “Fue una
deshonestidad política brutal”. Región Tigray – Etiopía 1984
S. S. regresó a fines del 84 a Etiopía. La guerrilla entendió el saqueo del
Gobierno y mandó a la gente a Sudán. Todos se fueron por Tigray.
Mientras dos helicópteros Mil Mi-24 atacan, una mujer huye con una olla
a modo de casco, en compañía de su hija. Disparan a los pobladores:
como aquí en Cali. S. S. hizo la foto y… a correr. Muchas mujeres
embarazadas caminaban con la ilusión de comer algo y beber agua, al
llegar a la tierra prometida: la que, por eso, nunca llega, por injerencia
277
de los poderosos. Al dejar Etiopía, debió ir a Sudán, donde tuvo mucho
trabajo pues había miles en pésimas condiciones. Había que desmontar
ya el puesto de Médicos sin Fronteras, por costoso de mantener, por
escasez de agua para su operación y, obvio, para la salud de la gente.
Debían desplazarse lo más rápido posible.
Los amontonan en camiones de la ONU: a una mujer famélica le resulta
imposible alzar una garrafa con agua. El hombre a su lado, se
desentiende. Solo el de arriba le tiende la mano. El fin: llevarlos a otro
campamento, “a una tierra hermosa y fértil a orillas del Nilo Azul”, dice
S. S., quien hizo 400 km a bordo de esos camiones. Con el agua cerca,
muchos mueren por hambre. Por la miseria, no llevan alimento
alguno. Malí, 1985. Un niño desnutrido, junto a un árbol seco, otea el
horizonte. Ojeras palpables, vientre abultado. Pese a la luz, no tiene casi
sombra. Otra gran sequía. La piel de la gente es la de los árboles
marcados por viento y arena. Solo mujeres y niños. Los hombres se
fueron a Libia a trabajar o a Costa de Marfil por lo mismo, con el anhelo
de volver y traer comida para la familia. Muy pocos regresaron.
Mujer flaca, piel cuarteada, da de mamar a sus pequeños, desnutridos
como ella. Bofetón al Nuevo Orden económico de toda época; a la
avaricia de la Iglesia y en especial al Vaticano; a los 15 ‘filántropos’ que
cual avestruces prefieren hundir la cabeza o sacarla para saciar sus
vicios. O, peor aún, viajar al espacio a sabiendas del planeta en deterioro
que han dejado: como ha hecho Jeff Bezos en su nave espacial New
Shepard, una ‘odisea’ que costó USD$ 2.5 millones por minuto para un
278
vuelo de ‘apenas’ diez. Deterioro por recalentamiento global; pésimo uso
del agua; extracción de minerales fósiles; explotación de bovinos;
quema de bosques para ganadería, siembra de cultivos ilícitos y de otras
materias para producir biocombustibles. En fin, cuanto demanda un
mundo degradado por el hiperconsumismo, pero antes por drogas y
guerras: agua, hambre, virus y vacunas para exterminar a la
Humanidad.
Al aparecer el médico belga Luc, amigo de S.S., midiendo/pesando a un
niño, viene una de las fotos que con mayor eficacia muestra el horror
del mal reparto, la inequidad, la injusticia causados por esos mismos
trillonarios, ‘filántropos’, pedófilos del mundo: de una balanza, penden
unas cuerdas; de ellas, un niño; de este, apenas se adivina una figura
humana. Foto que le trajo muchos líos a S. S. pues algunos intelectuales
lo acusaron de una especie de neo/porno/miseria (recuérdese al
respecto a Ospina/Mayolo) a inicios de 2000. Periodistas del NYT y la
escritora Susan Sontag (autora de Contra la interpretación, ¡qué ironía!)
acusaron a S. S. de utilizar de modo cínico/comercial la miseria humana
e incluso de exponer bellamente “las situaciones dramáticas corriendo
el riesgo de hacer perder su autenticidad”.
Si se miran bien las cosas, detrás de su trabajo no hay afán alguno de
lucro, así sus libros y sus actos le hayan permitido vivir y llevar una vida
holgada pero no ostentosa. Lo que la foto en particular muestra es el
símbolo del desequilibrio entre los humanos y su injusticia: la balanza.
Una balanza miserable que sostiene a un niño más miserable aún, ya
279
que no le hace mella por su (falta de) peso. Y que obliga a pensar en la
miseria humana de los 50 dueños del mundo, si no exagero, su
meimportaculismo, su abyección, su desidia: aspectos que a la vez
reflejan su avaricia, su pésima humanidad, el espejo en que ninguno se
quiere reflejar. Quizás porque el resultado sería inaceptable: les
enrostraría su misantropía, su vanidad, su (infinita) soberbia, en suma,
los aniquilaría. A ellos, los invencibles, los poderosos, los eternos.
Otra foto que sacude/conmueve: la del niño de 8 años, de espaldas a la
cámara, con su banjito, su camiseta desleída, sin pantalones, palo, olla,
y un perro enjuto: que, para S. S. asume una postura única: “La de
alguien que sabe adónde va”. O, para completar el sentido, alguien que
llegará muy lejos porque no sabe adónde va. En busca de otros grupos,
de un pueblo. S. S. se encariñó con la gente de Sahel. Fotos, libro y
exposición de Lélia concitaron la atención orbital sobre sequías y muerte
de millones de seres: preguntas sin respuesta sobre la causa. Luego, se
volcó sobre un tema que le llevó a casi 30 países, de los 100 que conoce
con relación a los 194 que reconoce la ONU: excluye a Palestina, pero
no al Vaticano, que tiene en Roma el club gay mayor de Europa: nada
personal, sino señalado por la prensa global. (4)
Trabajadores 1986-1991
“Quise rendir una especie de homenaje a todos los hombres y a todas
las mujeres que construyeron nuestro mundo. La arqueología de la Era
Industrial”. Su perspectiva como fotógrafo había cambiado, pero él
280
seguía siendo el mismo: “Empujado por la misma empatía con la
condición humana”. Y esto se dio en su transición de economista a
fotógrafo, es decir, ya como polímata, por su nuevo viaje a Ruanda.
“Trabajadores consiguió unir al Sebastião Salgado economista con el
artista en el que se había convertido”. Lo dicho: en polímata, el
sincretismo perfecto entre científico (porque la economía es una ciencia
y si no que lo diga Marx) y artista, como podrían asentir también
Leonardo Da Vinci o Boris Vian. Workers fue el tercer volumen de
fotografías que concibió junto a su esposa Lélia, su mejor colaboradora.
Fotografió a obreros del acero de la URSS; vivió con saboteadores de
barcos en Bangladesh; navegó con pescadores de Galicia y Sicilia;
mostró la producción de carros en Calcuta; observó a agricultores en
Ruanda, país ya visitado en tanto economista. Al acabar la I Guerra del
Golfo, la tropa iraquí se retiró y “Saddam prendió fuego a miles de pozos
de petróleo”, dice W. W. 3.mar.1991: quema de 751 pozos en Kuwait,
debido al lío que desató Irak; luego, la ‘coalición’ de 31 países liderada,
como siempre, por EEUU. (5) Al ver la TV, S. S. supo que tenía que hacer
un reportaje: “Fue como trabajar en un gran teatro”. Una puesta en
escena enorme, del tamaño de un planeta. No había control. Se podía ir
adonde fuera. Emanaciones de humo denso de petróleo. Tanto que el
sol no pasaba. A veces, “era de noche las 24 horas”.
Cada explosión sonaba como un cañón. Era como operar junto a la
turbina de un jet: “A día de hoy estoy un poco… Mi sordera comenzó
entonces”. Los bomberos de Calgary, tras apagar el fuego, debían lavar
281
todas las noches su bonito camión rojo, sin importar que al otro día en
minutos volviera a estar hecho mierda, cubierto de oro negro. “Un
trabajo infernal”. Retrasó su viaje tres veces. Salir de allí extrañamente
le partió el corazón: “Tener que abandonar un espectáculo tan enorme”,
recuerda S. S. En ese paraíso/jardín de la familia real de Kuwait, por las
quemas, los caballos resultaron locos. A las aves no las dejaban volar
sus alas pegadas. Los kuwaitíes se fueron y encerraron a sus animales,
junto a los beduinos, a los que no consideran seres
humanos. Workers logró, se dijo, unir al S. S. economista con el
foto/artista.
Un nuevo proyecto de S. S. / Lélia surgió, sobre el desplazamiento
(forzado) de poblaciones enteras debido a tres factores: 1. Guerras; 2.
Hambrunas; 3. Mercado global. Mientras Europa cerraba sus fronteras,
S. S. intentaba arrojar luz en la vida de las víctimas de marginación,
racismo, xenofobia, tres de los males en toda época. Surgió Éxodo
1993/99. En la Introducción, S. S. expresa una idea que siempre he
sostenido: “Más que nunca, siento que hay una sola raza humana. Más
allá de las diferencias de color, de lenguaje, de cultura y posibilidades,
los sentimientos y reacciones de cada individuo son idénticos”. Despertó
el interés orbital sobre refugiados de India, Vietnam, Filipinas,
Suramérica, Irak y muchos otros lugares. Pero, volvía una y otra vez al
continente que lo había cautivado, quizás porque ha sido el más
ultrajado, expoliado, saqueado a través de la Historia: África. Tanzania
1994.
282
Parte de su proyecto sobre desplazamiento se dio en 1994, cuando el
avión del presidente de Ruanda fue abatido: Juvénal Habyarimana
(1937-1994), militar y político de la etnia Hutu. Todo, justo, a raíz de la
brutal represión contra los Tutsis por los Hutus: a causa, todo hay que
decirlo, del callado/hipócrita afán separatista de EEUU, cuyo lema
predilecto es: “Divide y vencerás”. Desde la Doctrina Monroe (1823),
pasando por el Manifest Destiny (1845), con su ‘América para los
americanos’, como si estuvieran solos en el continente, hasta llegar a la
Doctrina de Seguridad Nacional (2001), el engendro de Bush padre y
sus secuaces, bajo la creación del filósofo político del nazismo Carl
Schmitt (1888-1985), a quien extrañamente se reseña como si nunca
hubiera salido de Plattenberg, en Alemania, donde nació y murió.
Una catástrofe: gente que cargaba todos sus bártulos en bicicletas.
Inseguridad por toda parte. Como en Fosa Común. S. S. fue en sentido
contrario a la migración, hacia la frontera. Llegó a Ruanda. Muertos por
montones en las carreteras. Ataques con granadas, acababan con
mutilaciones a machete. Poco a poco entendió la dimensión del
genocidio que veía con sus propios ojos: no como esos ‘reporteros de
guerra’ que cubren el conflicto desde sus cómodos apartamentos en
Rosales, Country o El Chicó, en Bogotá. Genocidio de marca mayor. 150
km hasta llegar a las afueras de Kigali y 150 km de muertos. Al paraíso
Ruanda lo suplantó el infierno. En pocos días, la llanura había dado lugar
a una megaciudad de casi un millón de personas. S. S. fue sacudido por
una madre con su hijo en las piernas: la sonrisa como producto de la
283
confianza en su madre, aun entre el caos/horror. Yugoslavia 1994-
1995.
“La violencia y la brutalidad no son un monopolio de los países lejanos”.
Está allá en Europa, en la antigua Yugoslavia. Otra nación subdividida
por el prurito/capricho gringo en siete países: Bosnia-Herzegovina;
Croacia; Eslovenia; Macedonia; Montenegro; Serbia y Montenegro (a
partir de 2003); Kosovo (que desde 2008 declaró la independencia de
Serbia). A raíz de los muertos causados por los croatas y aun más por
los serbios, lo que más le disgustó a S. S. fue ver hasta qué punto el
odio es contagioso: aunque no sea tanto así, sino que los políticos
interesados en sacar tajada polarizan a los pueblos vía prensa. No se
propaga el odio porque sí: los pueblos entre sí no se odian ni el odio se
extiende porque le dio la gana.
La población serbia de Krajina fue expulsada. Así la bosnia por la serbia.
Con los Cascos Azules azuzando. Entre vecinos se disparaban a causa
de la polarización gringa, del odio de una nación de inmigrantes hacia
los del planeta: EEUU contra el resto. Campo de refugiados en Tuzla,
Bosnia. Gente que huye del enclave de Zepa, donde los serbios
asesinaron a miles de jóvenes. Como hoy, por el Paro, en Ciudad Jardín,
Cali, hacen policía y ESMAD y la ‘gente de bien’ con sus armas de corto
y largo alcance. Y el ‘gobierno’ que pretende una ‘agenda de equidad’
oculta/miente sobre toda evidencia del genocidio, desoye las
sugerencias de la CIDH, reserva cada plaza laboral para funcionarios
284
cuyo CV es más bien un prontuario. En Bosnia solo había ancianos,
mujeres y niños: a los jóvenes los habían retenido o asesinado.
“Somos un animal muy feroz. […] terrible, nosotros, los humanos”,
afirma S. S. Bueno, si se sacara a los políticos, no serían tan brutales
como señala quien, a esta altura ya puede compararse con Kapuściński:
ver Un día más con vida (2018), de Raúl de la Fuente y Damian Nenow.
“Nuestra historia es una historia de guerras”, recuerda. Una historia sin
fin, de represión, de locos. Congo 1994. Ruanda empeora. Los Hutu,
en el poder, caen ahora frente a los Tutsi y se retiran al Congo. Éstos
habían huido de aquellos; ahora, al revés. En últimas, todos huyeron, lo
que quería el interesado: EEUU. En jul.1994, Goma acogió a más de dos
millones. El cólera comenzó a propagarse y la gente a caer como
moscas. Casi 15 mil muertos al día. Un padre deja a su niño sobre una
pila de cadáveres y parte con el amigo que lo espera.
No daban abasto para enterrar a la gente. Una máquina del ejército
francés recogía por decenas, echaba al suelo y cubría con tierra. “Todo
el mundo debería ver estas imágenes… para que vea lo terrible que es
nuestra especie”, enfatiza S. S., como quien de paso responde a los
censores de su obra, periodistas del NYT y Susan Sontag, aquélla que
escribió ‘contra la interpretación’ y ahora caía en la fosa que había hecho
para otro. Tras ver tantos niños entre semisanos y mórbidos, al salir
estaba enfermo, no por infección sino porque “mi alma estaba enferma”,
dice con tristeza que sobrecoge, obliga a reflexionar, propende por
corregir tanto error/mala fe humanos o dolo deliberado. Un año
285
después, fue a Ruanda, para el regreso de los Hutus del Congo que no
tenían adónde ir. ONU los obligaba a volver. Ruanda 1995.
El planeta entero parecía una tienda de refugiados, figura S. S. La
autoridad Tutsi lo invitó a verificar lo ocurrido. Los que se escondieron
en una iglesia, asesinados. Recuérdese Bojayá: los hechos no sucedieron
como la historia oficial relata: un alto militar actuó en connivencia con
los paras a fin de que el desenlace se le atribuyera a la guerrilla. Congo
1997. De los que dejaron Ruanda, dos millones de personas, una parte
volvió allá, pero otra, unas 250 mil personas, temiendo la represión,
abandonaron Goma y se escondieron en el bosque del Congo. Más tarde,
aparecieron 40 mil: 210 mil seguían perdidas. Seis meses después,
empezaron a aparecer por Kisangani. El Alto Comisionado de la ONU
llevó allí a S. S.
En medio de tanta muerte, la vida seguía. En la selva, un hombre corta
el pelo, en ausencia de la vanidad, quizás porque no cabe allí. Por eso,
la siguiente toma estruja no solo a S. S. sino a los espectadores de La
sal de la tierra, que son, justo, las personas, los seres humanos. Así, un
angoleño, cuya mirada es de judío, recoge los dólares de la gente, sus
divisas para cambiarlas. No estaba ahí para otra cosa: “¡En medio de la
nada! […] de un bosque aislado de todo”, recuerda S.S. De pronto, la
guerrilla de Kisangani, pro-Tutsi, comenzó a echar a toda esa gente.
Vagaron otro semestre para volver a Ruanda. Muchos fueron
asesinados, otros a delirar, unos más se volvieron locos, como los
caballos del jardín monárquico de Kuwait.
286
De los expulsados no se volvió a oír hablar. Fue su último viaje a Ruanda.
Cuando se fue, ya no creía…: “No creía en la salvación de la especie
humana”. […] Nadie merecía vivir”. Y: “¡Cuántas veces tiré al suelo la
cámara…!” W. W.: “Sebastião se había asomado al corazón de la
oscuridad y se cuestionaba su trabajo como fotógrafo social y testigo de
la condición humana. ¿Qué le quedaba por hacer después de Ruanda?”,
pregunta W. W. Según Juliano, para entonces la salud del abuelo
empeoró. S. S. y Lélia volvieron a Brasil y se ocuparon de la granja. “No
sabían qué hacer con aquello”, rememora. Pájaros, caimanes y bosques
desaparecieron. (6) Los recuerdos de infancia, también. Lélia ideó
replantar el bosque que había antes. Algo no intentado: menos, a lo
largo de 600 Has. Siguiente década, milagro: el Instituto Terra. Con la
primera siembra, Lélia soñaba que de noche se moría todo: la tierra
estaba muy degradada; dudaba que las plantas arraigaran. Había 400
especies de Mata Atlántica: ellos tenían 150. De dicha siembra, se perdió
el 60%; de la segunda, el 40%. Para entonces, dos millones de árboles
replantados: todo depende de ellos, el agua, el oxígeno. (7)
La tierra remedio contra la desesperanza. Ver crecer árboles y bosques
hizo renacer su pasión. Nuevo proyecto sobre medio ambiente. Primera
idea, denunciar destrucción de los bosques, contaminación de los
océanos. Luego: “Hagámosle un homenaje al planeta”. Con sorpresa
descubrieron que casi la mitad sigue como el día del… Génesis 2004-
2013. Por su fama de fotógrafo humano/social, le advirtieron no
meterse en un proyecto de paisajes/animales, por ‘falta de experiencia’,
pero él dijo: “Los límites están en la mente”, como en El enigma de
287
Kaspar Hauser, de Herzog. La etapa inicial, Galápagos. S. S. quería
seguir a Darwin (8): “Las mismas especies, con ecosistemas muy
diferentes, han evolucionado de maneras muy diferentes”. Comprobó
que él, el humano, es tan Natura como árbol/tortuga/piedra. Todos, se
agrega, son seres vivos, animados por energías diferentes, de variada
intensidad y no obstante igualitos. No como dicen los polacos: que hay
unos más iguales, para justificar la inequidad/avaricia/soberbia. Al
respetar su espacio, de chimpancés v. gr. (y ojalá lo hubiera sabido
Treadwell) (9), ellos terminan por aceptar al humano, pero no puede
portarse jamás como intruso, porque hasta un animal lo nota, parece
bromear S. S. Así lo diga quien escribe.
Génesis lo hizo volver a viajar por casi diez años. Iba a mostrar una
visión más optimista de lo que había oteado herido/destruido. Iba a ser
su obra magna. Una carta de amor al planeta, dice W. W. Estado de
Pará, Brasil, Tribu Zoé, 2009. Sus miembros llevan una especie de
tubo en el maxilar. En su estructura las mujeres cobran papel esencial.
Único sitio en el que tienen cuatro esposos (cazador, pescador,
agricultor y el cuarto ayuda a hacer todo en casa) y ellos otras tantas…
¿La diferencia? Mientras los maridos hacen poco el amor por ocupados,
las esposas se cansan de quienes lo hacen mucho, dado que no tienen
dichos oficios ni ayudan en casa. Ya en serio, las mujeres tienen gran
dominio sobre parte de los hombres. Tras estar con ellos, S. S. vuelve a
sus plantas antiguas. Resalta los helechos, planta de sombra que crece
en el centro de la selva: el termostato de la Naturaleza, el que conserva
la temperatura ambiente y le recuerda el cabello de su ‘bella madre’.
288
Esas eran sus plantas, hasta que murió. Luego, las cuidó su padre hasta
que… La tierra del Instituto es clave para su familia, dice S. S.
refiriéndose también a sus ‘parceiros’. Así cierran un ciclo, en el que
transcurrió ‘nuestra vida’. Hoy vuelven a añadir sus vidas, a todo ello:
“Sigue siendo nuestra historia”. Formó parte del ayer y ahora del hoy.
“Y el día que yo muera dejaremos aquí la selva que había un poco antes
de que yo naciera”. Al hacer este recuento, habla en portugués, ya no
en francés.
“El hombre cuyas fotografías nos han contado miles de historias sobre
nuestro planeta, nos deja una gran historia y un gran sueño: la
destrucción de la Naturaleza se puede revertir. Más de mil fuentes de
agua vuelven a regar el ‘Instituto Terra’. Ya hay plantados 2.5 millones
de árboles. La fauna regresó, incluso los jaguares. La tierra ya no es de
los Salgado, sino Parque Nacional que pertenece a todo el mundo. Se
demuestra que las tierras devastadas de cualquier lugar pueden volver
a ser bosques”. En conclusión, La sal de la tierra son esos mismos
hombres que la devastan y frente a los cuales S. S. pone un espejo en
el que deben verse para rectificar su error. Su trabajo no sería tan visible
sin el aporte ni la compañía en soledad de su mayor aliado, Lélia Wanick.
Igual que por la solidaridad callada, por distintos motivos, de Juliano y
Rodrigo, quienes, desde orillas complementarias, no opuestas, han
alimentado su pasión por un oficio del cual no pocas veces quiso recular;
si no jamás habría exclamado, no preguntado: “¡Cuántas veces tiré al
suelo la cámara para llorar por lo que veía!” S. S. demuestra que no hay
por qué agradecer las migajas que con violenta calma tiran empachados
289
a empobrecidos; que el criterio estético de la moral es inaceptable frente
a la ética de seres que brindaron al Otro lo mejor de sí, mientras esclavos
de la avaricia, la mezquindad, la soberbia, se creen dueños de los demás
e incluso de la Natura y por eso simulan filantropía, pero eso sí esconden
su escarapela de ‘genocidio/pedofilia’, ante el riesgo de ir sin atenuantes
a la prisión donde, igual que los sicarios del periodismo, siempre
debieron estar; que sin haber amasado fortuna alguna, puede mostrar
que dicha fortuna sigue siendo incompatible con la honestidad, la que
ha forjado su imperecedera obra. En él ha jugado papel crucial su
empatía/compasión con la condición humana, con la Humanidad. Y su
ineludible compromiso con la verdad, como el de Mumia Abu-Jamal,
Julian Assange, Daniel Hale. (10)
Dedicado a mi hijo Santiago, el mejor fotógrafo que conozco: así haya
otros tan grandes como S. S.
Notas:
(1) https://pluralidadz.com/tendencias/luis-carlos-velez-el-periodistamas-lame-botas-que-ha-parido-colombia/
https://www.elespectador.com/colombia/atentan-contra-la-alemana-que-respalda-
la-protesta-social-en-cali/?fbclid=IwAR2oxPJ4OJaKN-
RogQhiL0CJZysvgKafec8Hgq34FT68H3S_Rmi-1xKH9F8
Fuente: https://rebelion.org/la-sal-de-la-tierra-2014-sebastiao-salgado-y-suempatia-con-la-condicion-humana/
290
POEMA
291
EL CEMENTERIO MARINO
PAUL VALÉRY (Séte 1871-París 1945)
¡Oh alma mía, no aspires a la vida inmortal,
pero agota toda la extensión de lo posible.
Píndaro, Píticas III.
Calmo techo surcado de palomas,
palpita entre los pinos y las tumbas;
mediodía puntual arma sus fuegos
¡El mar, el mar siempre recomenzado!
¡Qué regalo después de un pensamiento
ver moroso la calma de los dioses!
¡Qué obra pura consume de relámpagos
vario diamante de invisible espuma,
y cuánta paz parece concebirse!
Cuando sobre el abismo un sol reposa,
trabajos puros de una eterna causa,
el Tiempo riela y es Sueño la ciencia.
Tesoro estable, templo de Minerva,
quietud masiva y visible reserva;
agua parpadeante, Ojo que en ti guardas
tanto sueño bajo un velo de llamas,
¡silencio mío!… ¡Edificio en el alma,
mas lleno de mil tejas de oro. Techo!
Templo del Tiempo, que un suspiro cifra,
subo a ese punto puro y me acostumbro
de mi mirar marino todo envuelto;
tal a los dioses mi suprema ofrenda,
292
el destellar sereno va sembrando
soberano desdén sobre la altura.
Como en deleite el fruto se deslíe,
como en delicia truécase su ausencia
en una boca en que su forma muere,
mi futura humareda aquí yo sorbo,
y al alma consumida el cielo canta
la mudanza en rumor de las orillas.
¡Bello cielo real, mírame que cambio!
Después de tanto orgullo, y de tanto
extraño ocio, mas pleno de poderes,
a ese brillante espacio me abandono,
sobre casas de muertos va mi sombra
que a su frágil moverse me acostumbra.
A teas del solsticio expuesta el alma,
sosteniéndote estoy, ¡oh admirable
justicia de la luz de crudas armas!
Pura te tomo a tu lugar primero:
¡mírate!… Devolver la luz supone
taciturna mitad sumida en sombra.
Para mí solo, a mí solo, en mí mismo,
un corazón, en fuentes del poema,
entre el vacío y el suceso puro,
de mi íntima grandeza el eco aguardo,
cisterna amarga, oscura y resonante,
¡hueco en el alma, son siempre futuro!
Sabes, falso cautivo de follajes,
golfo devorador de enjutas rejas,
en mis cerrados ojos, deslumbrantes
secretos, ¿qué cuerpo hálame a su término
y qué frente lo gana a esta tierra ósea?
Una chispa allí pienso en mis ausentes.
Sacro, pleno de un fuego sin materia;
ofrecido a la luz terrestre trozo,
me place este lugar alto de teas,
hecho de oro, piedra, árboles oscuros,
293
mármol temblando sobre tantas sombras;
¡allí la mar leal duerme en mis tumbas!
¡Al idólatra aparta, perra espléndida!
Cuando con sonrisa de pastor, solo,
apaciento carneros misteriosos,
rebaño blanco de mis quietas tumbas,
¡las discretas palomas de allí aléjalas,
los vanos sueños y ángeles curiosos!
Llegado aquí pereza es el futuro,
rasca la sequedad nítido insecto;
todo ardido, deshecho, recibido
en quién sabe qué esencia rigurosa…
La vida es vasta estando ebrio de ausencia,
y dulce el amargor, claro el espíritu.
Los muertos se hallan bien en esta tierra
cuyo misterio seca y los abriga.
Encima el Mediodía reposando
se piensa y a sí mismo se concilia…
Testa cabal, diadema irreprochable,
yo soy en tu interior secreto cambio.
¡A tus temores, sólo yo domino!
Mis arrepentimientos y mis dudas,
son el efecto de tu gran diamante…
Pero en su noche grávida de mármoles,
en la raíz del árbol, vago pueblo
ha asumido tu causa lentamente.
En una densa ausencia se han disuelto,
roja arcilla absorbió la blanca especie,
¡la gracia de vivir pasó a las flores!
¿Dónde del muerto frases familiares,
el arte personal, el alma propia?
En la fuente del llanto larvas hilan.
Agudo gritos de exaltadas jóvenes,
ojos, dientes, humedecidos párpados,
el hechicero seno que se arriesga,
294
la sangre viva en labios que se rinden,
los dedos que defienden dones últimos,
¡va todo bajo tierra y entra al juego!
Y tú, gran alma, ¿un sueño acaso esperas
libre ya de colores del engaño
que al ojo camal fingen onda y oro?
¿Cuando seas vapor tendrás el canto?
¡Ve! ¡Todo huye! Mi presencia es porosa,
¡la sagrada impaciencia también muere!
¡Magra inmortalidad negra y dorada,
consoladora de horroroso lauro
que maternal seno haces de la muerte,
el bello engaño y la piadosa argucia!
¡Quién no conoce, quién no los rechaza,
al hueco cráneo y a la risa eterna!
deshabitadas testas, hondos padres,
que bajo el peso de tantas paladas,
sois la tierra y mezcláis nuestras pisadas,
el roedor gusano irrebatible
para vosotros no es que bajo tablas
dormís, ¡de vida vive y no me deja!
¿Amor quizás u odio de mí mismo?
¡Tan cerca tengo su secreto diente
que cualquier nombre puede convenirle!
¡Qué importa! ¡Mira, quiere, piensa, toca!
¡Agrádale mi carne, aun en mi lecho,
de este viviente vivo de ser suyo!
¡Zenón! ¡Cruel Zenón! ¡Zenón de Elea!
¡Me has traspasado con tu flecha alada
que vibra, vuela y no obstante no vuela!
¡Su son me engendra y mátame la flecha!
¡Ah! el sol… ¡Y qué sombra de tortuga
para el alma, veloz y quieto Aquiles!
¡No! ¡No!… ¡De pie! ¡En la era sucesiva!
¡Cuerpo mío, esta forma absorta quiebra!
295
¡Pecho mío, el naciente viento bebe!
Una frescura que la mar exhala,
ríndeme el alma… ¡Oh vigor salado!
¡Ganemos la onda en rebotar viviente!
¡Sí! Inmenso mar dotado de delirios,
piel de pantera, clámide horadada
por los mil y mil ídolos solares,
hidra absoluta, ebria de carne azul,
que te muerdes la cola destellante
en un tumulto símil al silencio.
¡Se alza el viento!… ¡Tratemos de vivir!
Cierra y abre mi libro el aire inmenso,
brota audaz la ola en polvo de las rocas!
¡Volad páginas todas deslumbradas!
¡Olas, romped con vuestra agua gozosa
calmo techo que foques merodean!
296
DOSSIER
CAPITALISMO
297
APOGEO DEL CAPITALISMO
PEDRO LUIS ANGOSTO
En un reciente artículo, el sociólogo norteamericano James Petras
criticaba duramente a los izquierdistas norteamericanos empecinados
desde hace décadas en la proximidad de una hecatombe del capitalismo.
Los argumentos empleados por estos profesores universitarios para tan
fantástica predicción se basaban en el enorme déficit del principal Estado
capitalista del mundo, en la inminente crisis energética y en la deriva
general hacia la economía especulativa.
Desde que Marx y Engels anunciaron que el capitalismo sería sustituido
por el modo de producción socialista, muchas han sido las crisis por que
ha atravesado aquel sistema, muchos los intentos –todos fracasadosencaminados
a construir un sistema alternativo: De todas y de todos, el
capitalismo ha salido fortalecido. Sólo el modelo socialdemócrata que se
298
instaló en Europa entre 1945 y 1979 –y que hoy ha sido destruido o lo
está siendo en muchos países desarrollados en aras de la maximización
del beneficio: las personas no importan, mucho menos su calidad de
vida- creó un modelo mixto que con el tiempo podría haber significado
un paso adelante en el progreso de la humanidad.
En 1973, los Estados europeos occidentales habían alcanzado un grado
de desarrollo económico, social y educativo que hacía pensar en la
posibilidad de un capitalismo con rostro humano, es decir que la acción
del Estado presionado por ciudadanos conscientes y organizados fuese
capaz de corregir los abusos y desigualdades provocados por quienes
buscaban desaforadamente su beneficio particular. La crisis del petróleo
de ese mismo año supuso un serio aviso a las economías occidentales:
el sistema no era tan perfecto como se creía y su fragilidad bastante
evidente, pero no sólo por la subida de los carburantes sino porque
desde entonces los dueños de dinero se dieron cuenta de que no tenían
a nadie enfrente, que todas las “graciosas” concesiones que durante el
siglo XX habían venido haciendo por la fuerza a los trabajadores carecían
de sentido al haber desaparecido la movilización social. Ese fue el gran
hallazgo que permitiría al capitalismo dar sucesivas vueltas de tuerca
con el fin de volver a periodos anteriores al Estado socialdemócrata. El
derrumbe del capitalismo de Estado soviético, la entrada en crisis de la
segunda potencia mundial y el aburguesamiento de los ciudadanos de
los países más avanzados dejarían el campo libre a quienes nunca gustó
que nadie regulara las condiciones de trabajo o limitara su insaciable
voracidad acaparadora.
299
Hoy, cuando los intelectuales izquierdistas norteamericanos, desde su
atalaya incontaminada, siguen hablando del fin del capitalismo, éste
goza de más salud que nunca, pues desde 1973 las sucesivas crisis
económicas han sido tratadas con una fórmula magistral cada vez más
agresiva que tiene como ingredientes la desregularización del mercado
laboral, la libertad de movimiento de capitales –esa es la verdadera
globalización-, el desmantelamiento de los sistemas de protección social,
el empleo precario, el alargamiento de la jornada de trabajo, la
disminución del tiempo de vacaciones, los impuestos indirectos o la
deslocalización, llegando en este último punto al descaro de trasladar a
otros países donde los costes son menores empresas que han tenido
magníficos beneficios.
La apuesta de los teóricos y prácticos del capitalismo salvaje es clara y
decidida, incluyendo, como hemos visto y vemos en la ruta del petróleo,
la guerra y las matanzas indiscriminadas de personas, la subversión del
derecho internacional y de los preceptos democráticos más sagrados. Se
trata de que ninguna ley impida a quienes ya lo tienen todo tener más
aún; se trata de que las grandes corporaciones se fusionen hasta llegar
a un extremo en que un sólo operador energético o telefónico, son
ejemplos, suministren a toda la humanidad y dicten los precios a golpe
de cañón. No, amigos americanos, el capitalismo no está de capa caída,
está en su momento cumbre, no hay nadie enfrente ni se divisa esa
posibilidad en el horizonte. ¿Puede representar Biden el final del
neoliberalismo y el comienzo de un periodo más justo, racional y
300
respetuoso con el medio? De momento hay señales positivas, veremos
hasta donde llegan.
Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/apogeo-capitalismosalvaje/20210728144429189832.html
301
ANTROPOCENO Y/O CAPITALOCENO
GABRIEL ALBERTO ROSAS SÁNCHEZ | DANIEL TANURO
[El término Antropoceno, la constatación de la humanidad misma como
fuerza autodestructiva del entorno geológico, es desde hace tiempo, un
referente compartido por las distintas corrientes ecologistas.
Posteriormente, a raíz del libro Capitalismo fósil de Andreas Malm, se ha
extendido el término Capitaloceno referido al consumo creciente de
combustibles fósiles como estrategia capitalista para dominar los
recursos productivos y controlar a la clase obrera. Publicamos a
continuación en reciente artículo sobre el tema y un extracto del libro de
Daniel Tanuro Demasiado tarde para ser pesimistas del que viento
sur ya ha publicado referencias. Como puede verse los citados dos
302
términos no se presentan como contradictios, sino más bien como
complementarios, pero tienen sus matices y tienen interés]
Capitaloceno: la desigualdad de las emisiones contaminantes,
de la riqueza y del ingreso
Debido al detrimento energético y material a causa de las acciones
humanas, la época geológica actual ha sido nombrada por los expertos
como Antropoceno. Este término acuñado por Crutzen y Stoermer
(2000) intenta expresar la perturbación de los ciclos químicos a raíz de
la actividad humana y que sitúa a la humanidad como la fuerza geológica
responsable de las grandes emisiones contaminantes.
Para Crutzen (2002) el desarrollo de la especie humana ha producido
cambios irreversibles en el planeta. En la lista de factores destacan el
crecimiento de la población 10 veces mayor en los últimos tres siglos
respecto a los años anteriores, aumento de 16 veces en el uso de
energía en el siglo XX, incremento de las cabezas de ganado y por ende
en el nivel de emisiones de metano, ascenso histórico de los gases de
efecto invernadero, destrucción de selvas, disminución de gran variedad
de especies animales y vegetales, explotación desmesurada de la
superficie terrestres y explotación de más de la mitad del agua dulce.
El uso de un término geológico sirve para resaltar los cambios
ambientales actuales en una escala planetaria y significativa en el tiempo
de la historia de la Tierra. En este sentido, Malhi (2017) y Zalasiewicz, et.
al (2017) encuentran otros rasgos característicos del Antropoceno
relacionados al cambio climático: el incremento en el nivel del mar, las
303
perturbaciones químicas principalmente de los ciclos de carbono y
nitrógeno, la producción de desechos a gran escala y la acelerada tasas
de erosión y sedimentación.
El origen del Antropoceno, señala en mismo Crutzen, puede rastrearse
en la Revolución Industrial. La evolución tecnológica del siglo XVIII
(principalmente la máquina de vapor de James Watt en 1769) privilegió
el uso del carbón como fuente energética primaria en la producción. A
su vez, la transformación de la energía en trabajo elevó la productividad
de las fábricas permitiendo que un mayor número de personas
demandaran los productos finales y con ello iniciara un círculo virtuoso
de la economía que perduró hasta el siglo XIX. Si bien el transcurso de
los siguientes años vio la incorporación de la electricidad y el petróleo
como nuevas fuentes energéticas, es el siglo XX donde existe una
transformación estructural de la economía y su relación con la energía.
Conforme a lo establecido por el Anthropocene Working Group durante
una reunión en 2009, la década de los años 50´s del siglo XX es el
comienzo formal de esta nueva edad geológica donde comienzan a
percibirse los efectos ambientales. Esto es resultado del ascendente
consumo energético por habitante nunca antes registrado en los últimos
200 años, que coincidente con las décadas de bonanza del capitalismo
posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Es decir, el estilo de desarrollo
cultural, económico y social, impulsado a mediados del siglo anterior a
la fecha, ha detonado en gran medida la grave situación energética y
ecológica actual.
304
A pesar de lo ilustrativo que resulta este término al expresar la forma en
que las presiones ambientales antropogénicas han afectado los sistemas
en la Tierra, existe una postura mucho más afinada de esta
interpretación. De acuerdo con Jason Moore (2016) el Antropoceno es
una categoría de corto alcance para explicar el actual estadio del
capitalismo y su relación con el calentamiento global, pues asume que
la responsabilidad de los daños ecológicos es de los seres humanos
como especie biológica en su conjunto, pero no como sujetos sociales
pertenecientes a naciones de distintas dimensiones y participaciones
relativas en el consumo energético global. Si bien, como se ha descrito,
el mismo Crutzen señala a la Revolución Industrial como punto de
partida, el Antropoceno es concebido como el resultado de las acciones
humanas por igual, es decir, cada ser humano del planeta es igualmente
responsable que el resto de 7800 millones de habitantes en el mundo
por el actual daño ambiental.
Esta limitante es la que Moore (2016) cuestiona al señalar que no es
adecuado culpar a una especie geológica de manera homogénea en las
responsabilidades ambientales, sino es necesario distinguir a los seres
humanos por sus diferencias sociales, culturales, ecológicasy
geográficas. Es así como define al Capitaloceno para referirse a la época
actual del capitalismo donde un grupo de países y, particularmente, un
grupo de personas pertenecientes a los estratos de mayores ingresos,
son los principales emisores de contaminantes de efecto invernadero y
además poseen la propiedad del conjunto de empresas responsables de
la aceleración, apropiación, despojo y explotaciones de los bienes
305
naturales. Es decir, los responsables son el 1% de los habitantes del
planeta, los cuales concentran los medios de producción, así como el
gasto de energía y materiales.
En efecto, la desigualdad económica en el mundo no sólo se manifiesta
en los problemas de concentración del ingreso y de la riqueza sino
también existe gran evidencia que muestra una correlación con el
creciente ritmo de emisiones contaminantes. Tanto Briones et al. (2019),
Svampa (2019) y Ulloa (2017) apoyan la idea acerca del Capitaloceno
donde algunos estratos sociales son más responsables del daño
ecológico que otros.
Así pues, esta definición permite enmarcar el problema ambiental no
solamente de manera general a nivel geológico sino asociado a las
características económicas, sectoriales y regionales que ha generado el
modo de producción vigente. Es importante señalar que el Capitaloceno
hace distinción sobre los estratos sociales de mayores ingresos y no
solamente sobre naciones desarrolladas o industrializadas, puesto que,
si se limitara únicamente a la clasificación por país, casos como China o
India que aún se consideran países en tránsito de industrialización no
podrían explicarse. Por consiguiente, el Capitaloceno está explícitamente
asociado al problema de la concentración del ingreso y de la riqueza,
uno de los problemas económicos de mayor interés y preocupación para
los economistas.
Al respecto, las cifras son contundentes. Después de la crisis financiera,
el “auge de los multimillonarios” ha sido característica principal en la
evolución del capital. Entre 2017 y 2018, cada dos días en el mundo
306
surgía un nuevo milmillonario (término utilizado por la OXFAM) en
promedio, mientras que 26 personas concentraron la riqueza
equivalente a lo que tienen 3800 millones de personas. De acuerdo con
Chancel (2020) en regiones como África y Medio Oriente la participación
del 10% más rico es igual al 55 % del ingreso nacional. Incluso durante
la pandemia este segmento ha sido el de mayor recuperación. Con
información de la OXFAM (2020), desde el inicio de la pandemia la
riqueza de los 10 hombres más ricos del mundo ha aumentado en medio
billón de dólares y en América Latina la fortuna de los 73 milmillonarios
de América Latina aumentó en 48 200 millones de dólares.
Contrariamente, la CEPAL (2021) anunció que la región verá
incrementado el número de pobres en 22 millones de personas.
Las cifras que vinculan tanto el problema de la desigualdad económica
y las emisiones contaminantes son reveladoras. Retomando al citado
Chancel (2020) las personas que integran el 10 % más pobre necesita
alrededor de 6 kWh por persona por día para satisfacer las necesidades
básicas, tan sólo 2 kWh más que los cazadores-recolectores
prehistóricos mientras que el 10 por ciento más rico, por el contrario,
consume alrededor de 32 kWh por persona por día. Al tiempo que
Hubacek et al. (2017) apunta que el 10% de la población en los estratos
superiores de ingreso causan más de un tercio de las emisiones globales
de efecto invernadero, mientras que el 50% inferior es responsable de
solo el 15% de emisiones globales. Es decir, la huella de carbono
promedio de las élites globales es de aproximadamente 11veces más
307
alta que la huella de carbono de la más baja. La evidencia de los autores
sigue la misma línea si se analiza la Unión Europea.
Por su cuenta Caetano et al. (2020) calculan una brecha más amplia
entre segmentos de población. Sus resultados muestran que 10 % más
rico de la población mundial generó el 52 % de las emisiones de carbono
acumuladas, en contra parte, el 50 % más pobre en el mundo generó
tan solo el 7 % de las emisiones. Haciendo un ejercicio minucioso, el
mismo grupo de investigadores encontró que 1 % de la población más
rico de la población generó el 15 % de las emisiones acumuladas,
entretanto el 5 % de mayores ingresos de la población mundial fue
responsable del 37% de las emisiones. Este último dato es revelador
pues no solamente la economía de 1% es la que concentra los mayores
niveles de riqueza sino además es por si mismo el generador del más
del doble de emisiones de emisiones contaminantes que el 50% de la
población más pobre.
Para completar este diagnóstico estadístico que muestra una clara
relación entre los niveles de ingreso y la contaminación, se muestra a
continuación un gráfico realizado por el proyecto Our World in
Data donde encuentran que el 16% de población de mayores ingresos
genera el 38% de emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras el
segmento de ingresos medios altos correspondiente al 35% de población
genera el 48 % de emisiones, el 31% de personas que cuentan con
ingresos medios-bajos producen el 13.5% de CO2 y finalmente el 9%
de habitantes del mundo con ingresos bajos provoca el 0.5% del tipo de
emisiones descritas.
308
Gráfica 1. Emisiones de CO2 por grupo de ingreso
Fuente: Our World in Data (2021). Disponible en https://ourworldindata.org/co2-emissions
A la luz de la evidencia, el término Capitaloceno parece adecuado para
explicar parte del problema ambiental existente. El desarrollo de la
economía ha profundizado en las últimas décadas la velocidad del
deterioro ecológico. Al mismo tiempo, un sector de la población
instaurado en la cúpula económica tiene control sobre la mayor parte de
la riqueza en unas cuentas manos. De acuerdo con OXFAM (2015) sólo
62 personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones de seres
humanos, mientras que para el año anterior (2020), 2153 personas en
el mundo poseen más riqueza que 4600 millones de personas.
Desde la teoría económica se justificó, bajo la hipótesis de Kuznets, que
durante el proceso de crecimiento económico de las naciones las
emisiones contaminantes crecerían para posteriormente disminuir. El
mecanismo detrás de este aporte establece una relación entre las
emisiones contaminantes y el ingreso per cápita. De manera gráfica,
esta relación toma una forma de “U” invertida. El punto común de los
309
estudios afirma que las primeras etapas de crecimiento económico
coadyuvan el ascenso de la contaminación y disminuye a niveles más
altos del ingreso, justificando el deterioro ambiental a medida que la
riqueza incrementa. Sin embargo, los hallazgos muestran lo contrario.
En efecto, la participación en las emisiones contaminantes por parte de
las naciones de mayores ingresos y los segmentos de altos ingresos no
disminuye. Este comportamiento rompe con la idea acerca de que el
crecimiento económico a costa del medio ambiente genera prosperidad
futura tanto en aspectos cuantitativos (ingreso por habitante) y
cualitativos (un entorno natural más limpio). Por el contrario, el
desenvolvimiento económico ha producido mayor concentración del
ingreso y la riqueza en algunas personas que, a la par, son responsables
del mayor deterioro ecológico.
Para finalizar, es importante recalcar que la idea de Capitaloceno no
intenta suplantar, sustituir o disputar protagonismo a la categoría
Antropoceno. Lejos de ello, es un intento para abordar simultáneamente
distintas escalas como es la historia humana, natural y planetaria. Esta
categoría va un paso más allá al conjuntar un análisis geológico,
económico y social para lograr interpretar la compleja relación
economía-sociedad-medio ambiente.
Comprender los problemas ecológicos exige un nivel elevado de
comprensión de diversos fenómenos que suceden simultáneamente. En
este caso el Capitaloceno es un espacio adecuado para explicar, con
310
base en aspectos particulares, las posibles causas del deterioro
ambiental en lugar de hablar en términos generales y agregados de la
especie humana o de naciones. Como se ha mostrado, las grandes
fortunas del mundo son también las que más daño están haciendo a un
espacio común y cultural como los ecosistemas. No se trata de las
personas directamente, se trata de sus prácticas, sus relaciones con el
gobierno, la influencia política y el rol de sus empresas. No obstante,
toda la población contribuye en el deterioro y daño de los ecosistemas
y obliga a cualquier persona ser responsable con su entorno natural,
empero, es el papel de algunos por encima de otros.
Aquí la importancia de plantearse un modelo de cuidado ambiental y
sustentabilidad energética internacional partiendo de un
cuestionamiento al actual estilo de desarrollo, más no reduciendo el
problema a la firma de acuerdos y cumbres mundiales por el ambiente
llenas de fe en las buenas acciones de los gobiernos (quien en gran
medida han permitido e impulsado la creación de riqueza y pobreza) o
colocar todas las esperanzas de la sobrevivencia humana en el rol de las
tecnologías renovables.
Gabriel Alberto Rosas Sánchez cursa el Doctorado en Ciencias
Económicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (México) y es
miembro de la Sociedad Mesoamericana y del Caribe de Economía
Ecológica. Correo electrónico: rosassanchezgabriel@gmail.com
311
Bibliografía referenciada:
Briones, C., Lanata, J. y Monjeau, A. (2019). El futuro del
Antropoceno. Utopía y Praxis Latinoamericana, 24(84), 21-31.
Caetano, T., Winker, H., y Depledge, J. (2020). Towards zero carbon
and zero poverty: integrating national climate change mitigation and
sustainable development goals. Taylor and Francis.
CEPAL (2021). Panorama Social de América Latina 2020. Disponible
en https://www.cepal.org/es/publicaciones/46687-panorama-socialamerica-latina-2020
Chancel, L (2020). Unsustainable inequalities. Social justice and the
environment. Harvard University Press.
Crutzen, P. (2002). The “anthropocene”, en: Ehlers, E., y Krafft, T.
(eds.). Earth system science in the anthropocene, pp. 13-18. Springer,
Berlin, Heidelberg
Crutzen, P. y Stoermer, E. F. (2000). The anthropocene. Royal Swedish
Academy of Sciences, Stockholm. 41
Hubacek, K., Baiocchi, G., Feng, K., Castillo, R., Sun, L., y Xue, J. (2017).
Global carbon inequality. Energy, Ecology and Environment, 2(6), 361-
369.
Malhi, Y. (2017). The concept of the Anthropocene. Annual Review of
Environment and Resources, 42, 77-104.
Moore, J (Ed.) (2016). Anthropocene or Capitalocene? Nature, History,
and the Crisis of Capitalism. PM Press
312
OXFAM (2015). La desigualdad extrema de las emisiones de
carbono. Disponible en: https://www-cdn.oxfam.org/s3fspublic/file_attachments/mb-extreme-carbon-inequality-021215-es.pdf
OXFAM (2020). Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono.
Disponible
en: https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/
621052/mb-confronting-carbon-inequality-210920-es.pdf
OXFAM (2020). Tiempo para el cuidado. Disponible
en https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/6
20928/bp-time-to-care-inequality-200120-es.pdf
Svampa, M. (2019). El Antropoceno como diagnóstico y paradigma.
Lecturas globales desde el Sur. Utopía y praxis latinoamericana, 24(84),
33-54.
Ulloa, A. (2017). Dinámicas ambientales y extractivas en el siglo XXI:
¿es la época del Antropoceno o del Capitaloceno en
Latinoamérica? Desacatos, (54), 58-73.
Zalasiewicz, J., Waters, C. N., Summerhayes, C., Wolfe, A., Barnosky,
A., Cearreta, A. and Williams, M. (2017). The Working Group on the
Anthropocene: Summary of evidence and interim
recommendations. Anthropocene, 19, 55-60.
imagen1.jpg, por editorarg
https://www.alainet.org/es/articulo/212908
313
¿Antropoceno?
[Extracto del libro de Daniel Tanuro Demasiado tarde para ser
pesimistas. Ver entrevista al autor en https://vientosur.info/demasiadotarde-para-ser-pesimistas-3/
]
IGBP, GIEC, IPBES [Programa Internacional de Geosfera-Biosfera, Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y Plataforma
Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los
Ecosistemas, ndr] hemos presentado estos tres informes
separadamente en el orden cronológico de su publicación. Tomados
conjuntamente, es evidente que el programa interdisciplinar sobre el
cambio global proporciona un marco de conjunto en el que se integran
los diagnósticos más específicos sobre el clima y la biodiversidad, que
los hemos tratado detalladamente, pero es indispensable mantener una
visión más amplia sobre otras facetas de la destrucción del medio
ambiente. Algunas podrían reservar desagradables sorpresas. La
contaminación química, por ejemplo. El IGBP, como se ha dicho, no pudo
determinar un tope para este parámetro. Sin embargo, está establecido
que 1.300 de los 148.000 productos químicos inventariados en 2017 son
disruptores endocrinos que alteran la fertilidad (globalmente se estima
en un 30% el descenso del número de espermatozoides en el hombre
entre 1979 y 2012), pueden favorecer el cáncer (de mama y de
testículos, sobre todo), contribuir a trastornos neuropsiquiátricos
(influye parcialmente en el autismo, el síndrome de hiperactividad, el
trastorno de la atención, el Parkinson y el Alzheimer), y ser incluso ser
responsables, en parte, de la frecuencia de la obesidad. Estas sustancias
314
son de uso corriente en la agricultura, la industria y a nivel doméstico.
Sus efectos se transmiten a la descendencia a través de modificaciones
epigenéticas. Sus riesgos son aún más temibles por el hecho de que la
toxicidad de algunos productos es mayor en pequeñas dosis que en dosis
“normales” 39/.
Teniendo en cuenta todos los factores, no es exagerado hablar de una
gran amenaza, no sólo para la naturaleza en general, sino para la
humanidad. En este contexto, Paul Crutzen propuso en 2002 el concepto
de Antropoceno 40/. El premio Nobel de química constataba que algunos
cambios ocasionados por la Revolución industrial quedarán para siempre
visibles en la geología del globo: presencia de isótopos radioactivos,
elevación del nivel de los océanos, extinción rápida de especies… Según
Crutzen, habría que considerar que se ha terminado el Holoceno y le ha
sucedido una nueva era geológica. Propuso bautizarla
como Antropoceno, para indicar que el ser humano (anthropos) se ha
vuelto una fuerza geológica. Esta sugerencia fue rápidamente apoyada
por otros científicos y científicas. Le siguió un amplio debate muy
político, tanto en el seno de la comunidad científica como fuera de ella.
Por la derecha, se elevaron voces para hacer remontar el Antropoceno
a la aparición del Homo sapiens, o a la invención de la agricultura. Otros,
por la izquierda, propusieron hablar mejor de Capitaloceno, para
destacar el origen socio-histórico del cambio de era 41/.
Las motivaciones ideológicas que empujaron a Crutzen a hablar de una
“geología de la humanidad” son sospechosas, porque esta expresión
lleva el agua al molino de las y los misántropos que acusan al Homo
315
sapiens de todos los males y desvían así la atención de la responsabilidad
del capitalismo. La sospecha es aún más legítima dado que el paso de
una era geológica a otra no es un fenómeno que se pueda constatar en
caliente, ni siquiera un siglo después: hace falta perspectiva. Sin
embargo, como nadie parece contestar la idea del paso de era, la
polémica es sobre todo semántica. ¿Hay que pelearse entonces por
el Capitaloceno? Este término permite señalar la responsabilidad
principal del capital en la destrucción ecológica, pero al mismo tiempo
invisibiliza la responsabilidad de la URSS, de los países del Este y de
China… ¿Resulta pertinente hacerlo, cuando la izquierda tiene tanta
necesidad de comprender por qué estos países cayeron en el
productivismo? Además, no es evidente que el
término Capitaloceno baste para dar cuenta de la gravedad de la
transformación de la biosfera y de sus implicaciones a largo plazo. En
conjunto, la biomasa del ganado y de los humanos es superior en dos
órdenes de magnitud de los mamíferos salvajes 42/. Esta situación es el
producto de doscientos años de capitalismo; pero aun cuando el
capitalismo fuese rápidamente sustituido por el ecosocialismo, llevaría
tiempo alcanzar un relativo reequilibrio. Ahora bien, aunque se dé ese
cambio, seguirán presentes las huellas geológicas de los isótopos
radioactivos, la subida del nivel de los océanos y la extinción de especies.
Por ello, en la polémica sobre el término, preferimos el enfoque de
Christophe Bonneuil y Jean-Baptiste Fressoz: abrir “un diálogo con
quienes dan la alerta en las ciencias del sistema tierra” para “volver a
tomar políticamente el control de (las) instituciones, de (las) élites
316
sociales y de (los) poderosos sistemas simbólicos y materiales que nos
han hecho caer en el Antropoceno” 43/. El objetivo de este enfoque es
claro e idéntico al de los partidarios y partidarias del Capitaloceno:
reintroducir la cuestión social e histórica en el centro del debate, impedir
su exclusión por la geología. Además, si se adoptase el cambio de era y
si los geólogos y geólogas fueran coherentes con sus criterios científicos,
el cambio de era no ocurrió antes de la segunda mitad del siglo XX, de
manera que no es la especie humana la responsable, sino la forma
capitalista como produce su existencia social. Esta discusión no puede
ser confiscada por La Ciencia; todas y todos tenemos voz y voto en ella.
Daniel Tanuro es ingeniero agrónomo y especialista en cuestiones
medioambientales. Forma parte de la Global Socialist Network
Notas:
38/ “L’érosion massive de la biodiversité menace les societés humaines”,
Mediapart, 06/05/2019.
39/ John Pauluis, “Les perturbateurs endocriniens”, Revue médicale de
Bruxelles, septiembre 2019, Vol 40, nº 4. Sobre el autismo, ver Scott F.
Gilbert & David Epel, op. cit. Los mecanismos epigenéticos actúan sobre
la expresión de los genes sin modificar el ADN. Son reversibles pero
transmisibles.
40/ Paul Crutzen, “Geology of mankind”, 2002, Nature 415, núm. 6867,
p. 23, 2002.
Demasiado tarde.indd 33 24/2/20 9:19
317
41/ Ian Angus, “Facing the Anthropocene: Fossil Capitalism and the
Crisis of the Earth System”, Monthly review, 2016.
42/ Yinon M. Bar–On, Rob Phillips & Ron Milo, “The biomass distribution
on Earth”, PNAS 19/06/2018, 115 (25) 6506–6511.; DOI:
10.1073/pnas.1711842115, 19/06/2018. La biomasa está estimada aquí
en masa de carbono, para eliminar el contenido en agua de los
organismos. Las cifras son respectivamente 0,1 Gt para los seres
humanos y 0,007 Gt para los mamíferos salvajes.
43/ Christophe Bonneuil y Jean–Baptiste Fressoz, “L’événement
anthopocène. La Terre, l’histoire et nous”, Seuil, 2013.
Fuente: https://vientosur.info/antropoceno-y-o-capitaloceno/
318
CÓMO LA CRISIS DE LA DEUDA HA AGRAVADO EL PROBLEMA DE
LA VIVIENDA
EVA BETAVATZI | ERIC TOUSSAINT
UNIÓN EUROPEA, DEUDA ODIOSA O
ILEGÍTIMA, ECONOMÍA, SOCIEDAD, VIVIENDA
Desde hace mucho tiempo, los Estados, que se supone que deben
garantizar que todos puedan disfrutar de sus derechos fundamentales,
entre los que se encuentra el derecho a un alojamiento digno, han
optado en la mayoría de los casos por colocar la propiedad privada en
el centro de sus políticas de acceso a la vivienda (Di Feliciantonio y
Aalbers, 2018). Como resultado, en muchos países, la mejor forma de
obtener una vivienda adecuada y asequible es mediante la compra o la
propiedad. Esto significa que los bancos privados disfrutan de una
posición privilegiada, ya que son quienes proporcionan las hipotecas que
necesitan la mayoría de las y los compradores de viviendas. Los bancos
319
colaboran en la expansión del mercado inmobiliario en propiedad a la
vez que han participado en su colapso, como ocurrió en Estados Unidos
en 2007 y posteriormente en otros países, como España. En efecto, con
la concesión de préstamos hipotecarios se crearon burbujas de crédito
que acabaron estallando. Los poderes públicos siguen apoyando a los
bancos privados que actúan en el mercado de la vivienda de varias
formas, directas e indirectas: medidas fiscales favorables a los
propietarios, subvenciones públicas concedidas a estos mismos
propietarios (las primas de renovación, por ejemplo), abandono de la
vivienda social o pública (privatización del parque de viviendas públicas
o falta de inversión pública), desregulación del mercado privado de
alquiler; pero sobre todo, insuficiente control de las actividades
bancarias a pesar del peligro probado de formación de burbujas de
crédito.
Las políticas de vivienda benefician a los bancos privados
Los bancos son empresas privadas que buscan la rentabilidad, y no
pretenden garantizar el acceso a una vivienda digna para todos; ésta es
una función de los Estados. Entre fomentar la propiedad privada e
invertir en el derecho de las personas a la vivienda, parece que hay que
elegir y que nuestros dirigentes y sus predecesores ya han elegido. Han
optado por desentenderse de los derechos fundamentales de sus
pueblos, y en particular del derecho a la vivienda, ya que asumen muy
poca responsabilidad al respecto (Madden y Marcuse, 2016). Como
consecuencia, millones de hogares tienen cada vez más dificultades para
encontrar una vivienda digna, asequible y adecuada en unos mercados
320
inmobiliarios cada vez más competitivos y con precios disparados. En
algunos países, como Grecia, los poderes públicos han abandonado
completamente su papel y no garantizan casi nada (Siatitsa, 2019).
Nos parece obvio que en un estado democrático que tenga cuenta y
respete los derechos fundamentales de las personas, los bancos
privados no deberían haber asumido este papel esencial y la propiedad
privada no debería haber estado en el centro de las políticas de vivienda.
En este sentido, consideramos que la concesión desproporcionada y
abusiva de hipotecas a los hogares –en parte titulizadas y por lo tanto
elevadas al altar de las finanzas –ha contribuido muy decisivamente a la
agudización del problema de la vivienda, en la misma medida que el
endeudamiento público se utilizó para recapitalizar los bancos después
de la crisis de 2007-2008. Dicho endeudamiento condujo a los años
oscuros de las políticas de austeridad, reforzando aún más el problema
de la desinversión y la desvinculación de los poderes públicos (Barbero,
2015).
Intentaremos explorar el vínculo entre la cuestión de la vivienda y las
deudas privada y pública desplazando el foco hacia el sistema bancario.
Nos parece esencial destacar la responsabilidad de los bancos privados
en los procesos de mercantilización y financiarización de la vivienda, que
privan a varios millones de personas de la posibilidad de una vivienda
digna sólo en los países del Norte. La cuestión es aún más fundamental
hoy en día, en plena crisis sanitaria, porque los incentivos a la compra
continúan mientras que las políticas a favor de la propiedad privada han
321
contribuido a excluir a una parte no despreciable de la población de la
posibilidad de acceder a una vivienda digna, adaptada y asequible.
Además, el efecto macroeconómico de las burbujas hipotecarias ha sido
desastroso, desde 2007, y ha afectado a las y los ciudadanos de forma
profundamente injusta. La austeridad impuesta como resultado de la
recapitalización de los bancos quedará como una experiencia grabada
para siempre en la memoria de las generaciones que vivieron la crisis
de 2007-2008. Nos resulta sorprendente que aparentemente no se haya
aprendido ninguna lección desde entonces, ya que las autoridades
públicas siguen desinvirtiendo en el mercado de la vivienda social y
pública. El control de la actividad bancaria sigue siendo casi inexistente
y las burbujas de crédito a los hogares siguen siendo la norma.
Nuestro análisis se centrará en el territorio europeo. En la primera parte,
explicaremos el papel de los bancos. También examinaremos
brevemente el contexto que favoreció la creación de grandes carteras
de crédito y sus efectos en el conjunto de la economía durante y después
de la crisis de 2007-2008. Los bancos han demostrado ser incapaces de
sobrevivir a una crisis financiera por sí mismos, aunque hayan sido en
gran parte responsables de ella, y parecen funcionar como máquinas de
producir crisis. Es a través de la inversión pública y, por tanto, del
aumento de la deuda pública, cómo muchos de ellos han podido seguir
en activo, con graves consecuencias para la población.
Deuda ilegítima, deuda ilegal, deuda odiosa
El desfase entre los ingresos y los gastos de una persona puede salvarse
mediante el endeudamiento. En la compra de una casa, un apartamento
322
u otro tipo de vivienda, las y los futuros compradores generarán un gasto
que supera ampliamente sus ingresos corrientes, por lo que solicitarán
a sus bancos préstamos hipotecarios. A cambio, tendrán que
comprometer una parte de sus ingresos durante los próximos años o
décadas. Por lo tanto, un préstamo hipotecario constituye una promesa
de trabajo a largo plazo, e incluso de ingreso, lo que ya es en sí un
problema si tenemos en cuenta que la economía capitalista neoliberal
está en crisis perpetua y que, en este contexto, una promesa de ingresos
para los próximos años es en gran medida materia de especulación, con
independencia de las propias intenciones de las y los deudores. En
efecto, éstas y estos son incapaces de controlar los efectos de una crisis
económica sobre su trabajo y sus ingresos, como lo demuestra la
situación de millones de deudores insolventes después de la crisis de
2007-2008; y la situación actual vinculada a la pandemia de la Covid-19
podría ser igualmente problemática para los hogares deudores. Si,
además, las y los futuros compradores no tienen más remedio que
endeudarse para pagar la vivienda, nos inclinamos a considerar sus
deudas como ilegítimas (García-Lamarca, M. y Kaika M., 2016).
Dado que los mercados de alquiler en la mayoría de las ciudades
europeas se han vuelto altamente competitivos, incluso saturados,
discriminatorios, caros y no regulados, con ofertas no siempre adaptadas
a las circunstancias de vida o a las formas de vivir, la compra aparece
como una alternativa. Ésta pretende ofrecer la posibilidad de una
vivienda digna, adaptada o adaptable, asequible, regulada y no
excluyente. Sin embargo, las cosas no siempre son tan sencillas. Para
323
que la compra se considere una opción real y libre, el alquiler tendría
que ofrecer posibilidades equivalentes. Sin embargo, a partir de los años
90, los hogares se endeudaron, en gran medida, ante la falta de
viviendas públicas y sociales, de políticas públicas destinadas a regular
el mercado del alquiler a largo plazo y de voluntad política para hacer
efectivo el derecho a la vivienda para todas y todos. Esta triple carencia
ha permanecido oculta tras un imaginario social construido sobre un
ideal político neoliberal. En Bélgica, la expresión “tener un ladrillo en la
barriga” atestigua la normalización de la aspiración a la propiedad
privada y, por lo tanto, al endeudamiento durante a veces 30 años
(Fares et al., 2020).
Hoy en día, cada vez más personas viven en viviendas inadecuadas,
incluso insalubres, en condiciones de hacinamiento; demasiado caras o
demasiado alejadas de sus lugares de trabajo o actividad, y el camino
hacia la vivienda puede ser difícil para muchas personas que sufren
discriminación social, de género y racial. Como resultado, millones de
personas están mal alojadas, mientras que miles más se encuentran sin
hogar. Dicha falta de vivienda ha tenido efectos dramáticos para gran
parte de la población, especialmente para las y los inquilinos, que no
han tenido acceso a las hipotecas bancarias que incitan a las y los que
pueden a endeudarse a cualquier precio (Desmond, 2016).
Al ser esta supuesta elección que hicieron muchas familias para comprar
sus viviendas el resultado de la citada carencia, podemos considerar que
las deudas hipotecarias pueden haber sido en gran medida ilegítimas y
324
por lo tanto deberían ser canceladas. Si las y los deudores hubieran
podido elegir entre dos posibilidades –alquilar o comprar una vivienda
adecuada, digna y asequible– y si las y los acreedores, es decir los
bancos, no sólo hubieran tratado de satisfacer a sus accionistas sino de
ofrecer sus servicios teniendo en cuenta las propias necesidades de los
deudores y la situación económica nacional y mundial, la cuestión habría
sido diferente. También hay que recordar que antes de 2007, un gran
número de deudoras y deudores ya no podían reembolsar sus hipotecas;
con la crisis, se les exigió que pagaran a toda costa, y en caso contrario
se les desalojó o se les amenazó con el desahucio (European Action
Coalition for the Right to Housing and the City, 2018).
Cuando, por ejemplo, cientos de miles de hogares en Estados Unidos y
España contrataron hipotecas demasiado elevadas para sus modestos
ingresos, resultó que estos préstamos eran en gran medida ilegítimos y
a veces incluso ilegales. Eran ilegítimos porque no beneficiaban
realmente a las y los deudores: eran demasiado caros, los contratos de
deuda no eran claramente ventajosos para aquéllos, las y los deudores
no tenían ninguna alternativa a la compra de sus viviendas y, por lo
tanto, se veían obligados a endeudarse. Un número importante de
hipotecas eran incluso ilegales, con cláusulas abusivas en los contratos
de préstamo. La ilegalidad de las hipotecas españolas fue puesta de
manifiesto por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), uno de
los mayores movimientos por el derecho a la vivienda en Europa, que
nació a raíz de la crisis hipotecaria española iniciada en 2008, la más
violenta del continente (García Cabeza M. y De Weerdt J., 2015) .
325
En Chipre y otros países, los bancos concedieron créditos al consumo
para que los hogares pudieran obtener una hipoteca, abusando e incluso
eludiendo las normas de crédito que exigían una determinada cantidad
de capital propio. A principios de la década de 2000, otra estafa consistió
en que los bancos europeos concedían hipotecas en francos suizos.
Luego, los bancos exigían que se les devolviera el dinero en moneda
local. Al subir el valor del franco suizo, los hogares se vieron incapaces
de devolver sus préstamos y sufrieron una situación de deuda perpetua.
Un millón de hogares deudores de Polonia, Eslovenia, Grecia, Francia y
otros países balcánicos fueron víctimas de esa estafa (Toussaint, 2019).
Estas prácticas demuestran dos cosas importantes: por un lado, que los
bancos adoptaron una actitud odiosa para obtener el
máximo beneficio y, por otro, que concedieron muchos más créditos de
los que debían, sin que fueran suficientemente controlados y sus
actividades suficientemente refrenadas, lo que demuestra la
responsabilidad de los Estados y, más en general, de las instituciones
europeas e internacionales. Cuando una o un acreedor presta dinero con
ánimo de lucro a sabiendas de que pone al deudor en una situación
imposible, se habla de deuda odiosa (Ludington et al., 2010). Los
conceptos de deuda ilegal, ilegítima y odiosa se aplican por igual al
crédito privado y a la deuda pública. Nos parece importante
mencionarlos porque es a partir de estos conceptos que reivindicamos
la necesidad de anular determinadas deudas públicas y privadas y salir
del dogma del reembolso a toda costa (Toussaint, 2017).
326
Cuando los gobiernos optaron por recapitalizar a los bancos privados a
pesar de las dudosas prácticas de éstos, provocaron un aumento
significativo de los niveles de deuda pública en relación con el PIB. Son
por ello las poblaciones enteras de los países endeudados las que han
pagado el precio. Hay algo fundamentalmente ilegítimo en pedir a la
gente que refinancie, mediante el aumento de los impuestos y la
austeridad, un sistema bancario que durante años se ha aprovechado
de sus ingresos y ha creado las condiciones para su dependencia por la
falta de alternativas a la deuda (Graeber, 2011). El gasto público que se
ha utilizado para recapitalizar el sistema bancario no ha servido para
socializar a los bancos, ni siquiera en parte, ni para someterlos a un
control más estricto, ni tampoco para limitar realmente su actividad
financiera. Por lo tanto, siguen beneficiándose de los ingresos de los
hogares de varias maneras: a escala individual, concediendo préstamos
a las familias y beneficiándose de su devolución; y a escala colectiva, al
haber sido recapitalizados con dinero público obtenido mediante los
impuestos y la deuda pública.
La población endeudada no parece haber ganado nada con la
recapitalización de los bancos, por cuanto con ello se ha evitado el
colapso de un sistema bancario que concedió créditos a veces ilegales,
ilegítimos y odiosos, sin haber conseguido exigirles ninguna
compensación y quedando expuestos a nuevas crisis[1]. En este sentido,
los miles de millones de euros inyectados en los bancos, desde Bruselas
a Atenas, pasando por Nicosia, Madrid, Lisboa y Dublín, han creado una
deuda pública ilegítima que también debería haber sido cancelada.
327
Lo peor de esta historia es que al no ser la recapitalización bancaria
suficiente para salvar el sistema bancario de los países que la han llevado
a cabo, ha proporcionado oportunidades de inversión a los fondos
especializados en la compra de préstamos morosos, conocidos
como fondos buitre. Los fondos buitre son actores financieros privados
que han hecho de las deudas públicas o privadas insolventes su negocio.
Las compran en grandes cantidades, a precios de saldo en el mercado
secundario de deuda, y luego intentan beneficiarse de ellas de la forma
más odiosa posible. Para ello, disponen de diferentes técnicas adaptadas
al contexto y la naturaleza de los créditos que compran. En el caso de
la deuda pública, exigen el reembolso del 100% de un bono que han
recomprado a un precio ridículo, a veces tan sólo entre el 5% y el 20%
de su valor nominal. Así, por una inversión de 5.000 millones de euros
pueden exigir al país deudor 100.000 millones de euros de reembolso y
obtener beneficios colosales. Para lograr su objetivo, suelen recurrir a
las jurisdicciones de Nueva York o Londres, que sistemáticamente les
favorecen. En Bélgica existe una ley contra los fondos buitre que limita
la posibilidad de éstos de obtener este tipo de beneficios y que es única
en el mundo.
En el caso de las deudas privadas, los fondos buitre actúan de forma
algo diferente[2]. Compran créditos morosos a los bancos para “sanear”
los balances de éstos, consiguiendo así grandes cantidades de créditos
(y, por tanto, también de viviendas en cantidades que a veces superan
algunos miles de unidades) a precios excepcionalmente bajos y, al cabo
de unos años, venden sus activos inmobiliarios por unidad o, en el caso
328
de otras deudas, acosan a los deudores insolventes para obtener su
reembolso. Es fácil imaginar el beneficio que este procedimiento genera.
En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) insistió en que los bancos
aceptaran vender sus paquetes de préstamos morosos a estos fondos
porque consideraban que debían deshacerse de sus activos tóxicos a
toda costa. Esta fue la consigna del BCE en un momento en que los
préstamos morosos ascendían a más de un billón de dólares en Europa.
La actividad de los fondos buitre es claramente odiosa y, sin embargo,
han actuado y siguen actuando libremente en casi todo el mundo, entre
otros en Irlanda, Portugal, España, Chipre y Grecia. También actúan en
los países más ricos de Europa, como Alemania, donde la
financiarización del mercado inmobiliario residencial ha sido y sigue
siendo muy agresiva en los últimos años, despertando la ira de
crecientes movimientos sociales (Hoffrogge, 2019), especialmente en
Berlín. Blackstone, Vonovia, Cerberus, Apollo, Deutsche Wohnen y
muchos otros son nombres que los habitantes de las ciudades europeas
no olvidarán en mucho tiempo.
Metodología: Combinar la acción y la investigación
Con la introducción de las nociones de ilegitimidad, ilegalidad y
odiosidad, pero también con la aclaración de los papeles de los
diferentes actores que giran en torno a los bancos (poderes públicos,
fondos buitre, instituciones europeas y en particular el BCE), esperamos
haber puesto de manifiesto la forma en que se produce la transferencia
de riqueza a través de los créditos hipotecarios y las consecuencias de
dicha transferencia sobre el derecho a la vivienda. La centralidad de los
329
bancos en las políticas de vivienda y, por tanto, la centralidad de la
propiedad privada, no busca otra cosa que la realización de esa
transferencia. No es imposible imaginar las cosas de otra manera, e
incluso es urgente devolver la cuestión de la vivienda a su dimensión
colectiva.
Nuestra investigación tiene dos bases fundamentales. La primera se
nutre de nuestro trabajo de larga duración sobre la deuda pública en el
seno del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM).
Ello nos ha permitido identificar las principales causas del aumento de
la deuda pública en Europa tras la crisis de 2007-2008, entre las que se
encuentra la recapitalización bancaria. El trabajo de análisis de la deuda
griega, desarrollado en el seno de la Comisión de auditoría para la
Verdad sobre la Deuda Griega, en 2015 y continuado después, nos
ayudó a construir nuestro caso. Nuestros análisis a menor escala de la
deuda pública de otros países nos han mostrado que las deudas públicas
de Chipre, España, Portugal e Irlanda tienen características similares
(Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública Griega, 2015).
La segunda base es nuestra participación en las luchas populares por el
derecho a la vivienda. Desde hace años seguimos y apoyamos las luchas
de los colectivos miembros de la Coalición Europea de Acción por el
Derecho a la Vivienda y la Ciudad. También estamos implicadas e
implicados en las luchas locales en Bélgica y participamos activamente
en la defensa de las y los inquilinos frente a sus propietarios, muchas y
muchos de los cuales podrían considerarse a su vez “inquilinas” de sus
330
bancos. En este periodo de crisis sanitaria, hemos comprobado que las
políticas públicas de vivienda, incluso las que pretenden ser “urgentes”,
han resultado más beneficiosas para los bancos que para la población.
Esto nos ha permitido comprobar, con mucho pesar, que las
observaciones que hacíamos hace ya unos años siguen siendo válidas
hoy en día, mientras que la consigna de los gobiernos ante la crisis
sanitaria era quedarse en casa, lo que implicaba la posibilidad de tener
una vivienda.
Combinando la experiencia que hemos desarrollado sobre la deuda
pública y nuestra participación en las luchas por el derecho a la vivienda,
creemos que podemos demostrar la necesidad de transformar
profundamente el sistema bancario que afecta a nuestro derecho a vivir
en una vivienda digna y asequible.
Relación entre la crisis financiera y la crisis de la vivienda en la
última década
Un gasto público excesivo no fue la causa de la crisis de 2007-2008,
como han afirmado a menudo los dirigentes europeos, sino que fue
debida a la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime), es decir, el
momento en que estalló la burbuja hipotecaria creada por los bancos
estadounidenses (Toussaint, 2017). Para ilustrar la magnitud de esta
burbuja hipotecaria, recordemos que en Estados Unidos el número de
viviendas nuevas construidas en 2006 fue 1,5 veces superior al del año
2000, es decir, un aumento de 800.000 viviendas en un año (Coalición
Europea de Acción por el Derecho a la Vivienda y la Ciudad, 2018). En
331
determinado momento, estas viviendas no fueron ocupadas, dado que
la oferta no satisfacía ninguna demanda real. Esta sobreproducción de
viviendas fue de la mano del deseo de aumentar la cartera de activos
bancarios. Con la titulización de las deudas hipotecarias, la crisis de las
hipotecas de alto riesgo pronto se convirtió en una crisis financiera
mundial y, posteriormente, en una crisis de la deuda soberana en el
Norte.
Se observaron crisis similares en varios países de Europa Central y
Oriental, así como en Irlanda, el Reino Unido, España y los Países Bajos
en 2011-2012. El aumento de la deuda de los hogares entre 2000-2007
podría haber sido un precursor de lo que estaba por venir. En España,
por ejemplo, la deuda de los hogares como porcentaje del PIB aumentó
del 46% al 83%, a la vez que la deuda pública bruta cayó del 58% al
37% del PIB durante el mismo período. Se observaron tendencias
similares en Portugal, donde el porcentaje de deuda de los hogares
aumentó del 59% al 84%, mientras que la deuda pública bruta sólo
aumentó ligeramente durante el mismo periodo, del 49% al 63%. En
Grecia, la tasa de endeudamiento de los hogares, inicialmente muy baja
(14%), aumentó drásticamente hasta el 42% en siete años, mientras
que la deuda pública, ya muy elevada, apenas pasó del 104% al 106%
del PIB (en 2011 alcanzó el 162% del PIB). En el conjunto de la zona
euro, las deudas de los hogares han aumentado mucho menos: del 49%
al 54% del PIB, mientras que la deuda pública ha disminuido
ligeramente del 68% al 66% (Toussaint, 2014). Comparando estas
cifras, podemos ver que el aumento de la deuda privada de los hogares
332
ha sido mucho mayor en los países de la periferia de la UE, donde la
crisis de la vivienda asequible, debida a las hipotecas impagadas que
comenzó en 2008, fue más importante.
Después de 2007, los bancos privados limitaron los préstamos a los
hogares y las empresas no financieras en esos países y siguieron
produciendo activos destinados a las empresas no financieras. Las ratios
de deuda pública bruta aumentaron fuertemente en los tres países entre
2007 y 2011, del 37% al 62% del PIB en España, del 63% al 96% en
Portugal y del 108% al 162% en Grecia. El hecho de que la deuda
privada se haya estancado durante este periodo mientras que la deuda
pública ha aumentado ilustra en parte el proceso de recapitalización
bancaria comentado anteriormente.
Ahora, con una crisis sanitaria que dura ya más de un año, con unos
paquetes de estímulo de la Unión Europea que anuncian nuevas deudas
y con unos déficits públicos en crecimiento, las cifras de la deuda
soberana han alcanzado cotas nunca antes imaginadas, y los niveles de
deuda de España, Portugal y Grecia de 2011 pueden parecer ridículos.
Sin embargo, el rigor presupuestario definido por el Tratado de
Maastricht obligaba hasta hace poco a los países miembros a limitar su
ratio deuda/PIB al 60% y su déficit público al 3% del PIB. El rigor
impuesto por la normativa europea ha allanado el camino para los años
de austeridad.
El ejemplo de Grecia es especialmente revelador y contribuye a ilustrar
el impacto de la austeridad sobre el derecho a la vivienda. En Grecia, la
333
austeridad fue impuesta por la Troika al gobierno, bajo su tutela durante
años, sin que el país llegara a salir realmente de ella. Así, las y los
acreedores del país pudieron exigir cambios legislativos para beneficiar
a los bancos, especialmente cambios en la ley Katseli (creada para
limitar el desahucio de los hogares insolventes mediante el embargo de
su residencia principal por deudas impagadas) (Gotev, 2019). En febrero
de 2019, por ejemplo, el Eurogrupo había amenazado abiertamente a
Grecia con no pagarle los intereses de su deuda en manos del BCE si no
realizaba una drástica reforma de la ley Katseli. Finalmente, ésta sufrió
numerosas modificaciones en beneficio de los bancos, facilitando las
ejecuciones hipotecarias.
La misma suerte corrió la legislación chipriota. El derecho a la vivienda
de los hogares estaba consagrado en la legislación desde 1965. En 2014,
el gobierno modificó la ley que garantizaba el derecho a la vivienda
según las exigencias de sus acreedores. Esto permitió a los bancos
desalojar a los hogares deudores insolventes tras 60 días de impago,
que es el periodo definido para que un préstamo se considere moroso.
Los hogares deudores insolventes seguían teniendo la posibilidad de
retrasar su desahucio renegociando su deuda. En 2018, una nueva
enmienda legislativa anuló la posibilidad de renegociar su crédito y los
procedimientos de desahucio se privatizaron y automatizaron,
cercenando así cualquier posibilidad de recurso.
Los hogares insolventes en España se enfrentaron a situaciones
igualmente trágicas. La legislación vigente, que permitía a los bancos
desahuciar a varios cientos de miles de hogares insolventes durante los
334
años de la crisis, databa del periodo de la dictadura franquista. Era
especialmente injusta porque permitía el desahucio antes de la subasta
de la vivienda, a diferencia de lo que ocurre en otros países, y no eximía
a los hogares de su obligación de reembolso incluso después de haber
sido desahuciados. Debido a esta ley, los desahucios han sido mucho
más rápidos en España. En 2018, los bancos españoles tenían en su
poder 3,5 millones de viviendas vacías, las de personas que no podían
pagar sus hipotecas, las de empresas constructoras que producían
viviendas que no se correspondían con una demanda real y las de
empresas constructoras que habían quebrado.
Estos diferentes contextos ilustran una presión extraordinariamente
fuerte por parte de las y los acreedores y los Estados para despojar a
los hogares insolventes de sus viviendas una vez que se ha comprobado
que no pueden pagar sus hipotecas. También demuestra la
responsabilidad y el protagonismo de los bancos tanto en la concesión
de préstamos como en la desposesión de los hogares deudores
insolventes. Los bancos y sus accionistas siempre se han negado a
aceptar su responsabilidad en la crisis de 2007-2008, y por consiguiente
en la incapacidad de los hogares para devolver sus préstamos; y han
insistido en recuperar todos los compromisos de reembolso que se les
hicieron, a pesar de su recapitalización a cargo de los contribuyentes,
entre ellos, también los de los hogares deudores concretamente a través
de los impuestos. En este sentido, los desahucios (sin devolución de la
parte de los préstamos ya pagada) y las ejecuciones hipotecarias fueron
335
profundamente injustas y parecen ser también una forma de
recapitalización bancaria.
Hoy en día, puede sorprender que en algunos países la deuda
hipotecaria siga siendo extremadamente popular. En Bélgica, por
ejemplo, la deuda hipotecaria privada equivale al 54,7% del PIB. En
2018, los bancos belgas habían concedido un total de 242.700 millones
de euros en préstamos hipotecarios, de los cuales 60.900 millones
estaban titulizados (Aalbers, 2019). En la actualidad, tres millones de
personas están endeudadas con los bancos al haber contratado
préstamos hipotecarios; es decir, el 55% de la población activa[3]. En
15 años, los precios del mercado inmobiliario casi se han duplicado en
todo el país, y el acceso al crédito hipotecario para los hogares menos
pudientes ha disminuido[4], agravando aún más el problema de acceso
a la vivienda. Esto significa que los bancos belgas no han restringido la
concesión de créditos hipotecarios, a pesar de que también en Bélgica
el Estado tuvo que recapitalizar algunos bancos de primer orden, entre
otros Dexia, ahora conocido como Belfius.
En España, el incentivo a la compra se reanudó a partir de 2019, como
si no hubiera pasado nada, mientras que entre enero y agosto del mismo
año se producían 100 desahucios al día por impago de alquileres, y 42
por impago de hipotecas. [5] Cerberus, Blackstone y otros fondos buitre
habían invertido en 2012-2013 en los stocks de créditos morosos de los
bancos españoles hasta el punto de poseer suficientes viviendas para
influir en gran parte del mercado residencial y hacer subir los precios
creando burbujas de alquiler. Seis años más tarde, los fondos buitre
336
querían revender las viviendas adquiridas a precios bajos pero por
unidad, considerando que la burbuja del alquiler había llegado a su límite
y que obtendrían más beneficios en el mercado de compra. [6]
En Grecia, el programa “Hércules”, introducido en octubre de 2019, ha
permitido a los bancos reducir su stock de créditos morosos del 43% en
2019 al 27% a finales de marzo de 2021. La Comisión Europea se
congratuló por ello y aprobó la ampliación del programa hasta 2022, a
pesar de la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19. [7] Al
igual que en España, los bancos griegos han titulizado sus créditos
morosos, haciéndolos circular por los mercados financieros y abriendo
la puerta a los fondos buitre con garantías estatales por valor de 12.000
millones de euros sólo para la prórroga del programa. Las y los
ciudadanos griegos probablemente sufrirán las mismas consecuencias
que los del Estado español.
Observaciones finales: La socialización de los bancos es necesaria
para hacer efectivo el derecho a la vivienda para todos
Hoy, catorce años después de la crisis de las hipotecas de alto riesgo
(subprime), las consecuencias de la crisis financiera de 2007-2008
siguen golpeando a las personas, ya que los procesos de
mercantilización y financiarización de la vivienda continúan. Al igual que
el sector de la vivienda, el sector sanitario también se ha visto afectado
por años de privatización, recortes presupuestarios, financiarización y,
en algunos casos, por la acción de los fondos buitre. El resultado ha sido
que este último sector no estaba suficientemente equipado para hacer
frente a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, que implicaba que
337
las personas se quedasen en sus domicilios. El acceso a la vivienda ya
estaba gravemente comprometido para una gran parte de la población.
Los mercados inmobiliarios residenciales de varias ciudades de los países
periféricos, pero también de Europa central, se han visto afectados por
los fondos buitre. Es el caso de Berlín, donde el gobierno berlinés se vio
obligado a reaccionar introduciendo una congelación de los alquileres
durante cinco años. Esta congelación fue anulada recientemente por el
Tribunal Constitucional Federal alemán, que dictaminó que los Länder no
eran competentes para limitar los alquileres, afirmando así el “derecho”
de los propietarios a cobrar a sus inquilinas e inquilinos un alquiler
excesivo. En la doctrina neoliberal, el derecho a la propiedad es más
fuerte que el derecho a vivir, ya que contribuye a alimentar el sistema
bancario.
El aspecto social de la vivienda debería haber sido tenido en cuenta con
más interés. Habría sido fácil imaginar que todo el mundo pudiera
beneficiarse de una vivienda adecuada, asequible y segura, mediante la
regulación del mercado privado de alquileres, la limitación de la
propiedad privada (control de los alquileres, primacía de uso para evitar,
por ejemplo, la turistización de las ciudades, etc.) o la inversión en
vivienda social y pública. No habría sido necesario dar tanto
protagonismo a los bancos, ni obligar a tanta gente a recurrir a los
préstamos hipotecarios. Tenemos razones para temer que se estén
creando nuevas burbujas cuyo estallido tendrá consecuencias mucho
peores que las descritas en nuestro análisis. La urgencia de imaginar
338
políticas de vivienda que no fomenten el recurso al endeudamiento de
los hogares está presente desde hace tiempo.
También es urgente transformar fundamentalmente el sistema bancario
e imponer su socialización. Los bancos, tal como funcionan hoy,
refuerzan las desigualdades sociales. Son las y los más pobres los que
se llevan la peor parte de las crisis que provocan, como demuestran los
cientos de miles de desahucios por créditos impagados que se han
producido en Europa durante la segunda década del siglo XXI. El
aumento de los precios del mercado inmobiliario y de alquiler en la
mayoría de las ciudades es también el resultado de las burbujas
crediticias creadas por la excesiva actividad bancaria.
Los préstamos morosos no deberían haberse titulizado y vendido a
fondos buitre. Deberían haber sido condonados en beneficio de los
hogares deudores, ya que los Estados, a través de los impuestos, y por
tanto del dinero de los contribuyentes, ya habían recapitalizado los
bancos. Si un Estado europeo hubiera querido impedir que un banco
vendiera sus créditos morosos, para garantizar que los hogares
mantuvieran sus viviendas y no pagaran el precio de la crisis, habría
tenido que tomar el control de los bancos asegurándose de ser al menos
un accionista mayoritario, y enfrentarse a las instituciones europeas y,
de forma más general, a sus acreedores.
Así pues, los interrogantes que plantea la anulación de las deudas
privada y pública, ilegítimas, ilegales y odiosas están fundamentalmente
relacionados y suponen un profundo cuestionamiento del sistema
339
bancario y del papel de los Estados. En lugar de garantizar los beneficios
de los accionistas de los bancos, éstos deberían garantizar que todo el
mundo pudiera disfrutar de sus derechos fundamentales, incluido el
derecho a la vivienda.
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www.actionlogementbxl.org
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Traducción: J. A. Julián, para el CADTM
Fuente: https://vientosur.info/como-la-crisis-de-la-deuda-ha-agravado-elproblema-de-la-vivienda/
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