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RDB-JULIO-2021

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REVISTA DIFUSIÓN BIOÉTICA

PROGRAMA DE BIOÉTICA

FUNDACIÓN ATENEA-FAAC

Año 5, Número 18, Volumen 5, Julio 2021


REVISTA DIFUSIÓN BIOÉTICA

ES UNA PUBLICACIÓN DEL PROGRAMA DE BIOÉTICA DE LA

FUNDACIÓN ATENEA A. C. (FAAC)

Compiladores de los artículos

Célida Godina Herrera

Jesús Rodolfo Santander

Ilustración de portada:

HTTPS://WWW.ISTOCKPHOTO.COM/ES/VECTOR/BLANCO-Y-NEGRO-

HYPNOTIC-ESPIRAL-GM977716906-265813849

DATOS DE LA FAAC

Sección d núm.16 Col. Unidad Guadalupe, C. P. 72560

Puebla, Puebla, México.

CORREO: faac@fundacionateneaonline.com.mx

PAGINA WEB: www.fundacionateneaonline.com.mx

TEL. 222 960.38.97

PUBLICADO BAJO LA LICENCIA DE PRODUCCIÓN DE PARES

ATRIBUCIÓN · COMPARTIR BAJO LA MISMA LICENCIA · NO

CAPITALISTA

2


ÍNDICE

PRESENTACIÓN 7

ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE EN EL MUNDO

VALENTIN KATASANOV / LA HORRIBLE DISTOPÍA

DE UN COMEDIANTE BRITÁNICO 9

SERGIO FERRARI / GANANCIAS MULTIMILLONARIAS

DEL SECTOR FARMACÉUTICO MUNDIAL PIRATAS

PANDÉMICOS 18

PEDRO GULLÓN TOSIO / LA COVID SÍ ENTIENDE DE

CLASES SOCIALES 26

ALFREDO ZAIAT / EL CAPITALISMO CAMINA HACIA EL

TECNOFEUDALISMO 32

JAUME PORTELL CAÑO / ¿QUÉ TIENE QUE VER UN ERTE

EN PALENCIA CON LA GUERRA FRÍA ENTRE CHINA Y

ESTADOS UNIDOS? 44

MANUEL G. PASCUAL / EL MÓVIL, EL ARMA DE

ESPIONAJE DEFINITIVA QUE LLEVAMOS EN

EL BOLSILLO 53

SILVIA RIBEIRO / EL ALTO COSTO DE LA MALA

COMIDA 60

ALLISON DANIEL / «COMO RATAS DE LABORATORIO»64

3


ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE ESPECIALMENTE EN

NUESTRA AMÉRICA

ARAMA HARONIAN / LA PANDEMIA DE LOS

COVIDIOTAS 72

SERGIO FERRARI / LA PANDEMIA JAQUEA

AL EMPLEO 78

ELDA MONTIEL / AMÉRICA LATINA: 4.555 MUJERES

VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO 85

DW / COLOMBIA: LA MAQUINARIA DE LA GUERRA QUE

PRODUCE MERCENARIOS 92

LEONARDO BOFF/ AGUA: ¿FUENTE DE VIDA O

FUENTE DE LUCRO? CONTRA LA PRIVATIZACIÓN

DEL AGUA 98

NAHUEL LAG / LA SOCIEDAD ARGENTINA DE

PEDIATRÍA CONFIRMÓ EL DAÑO QUE PRODUCEN

LOS AGROTÓXICOS EN LOS NIÑOS 105

NICOLÁS DE LA BARRERA / MERCURIO Y PLOMO

AMENAZAN A LA POBLACIÓN EN

AMÉRICA LATINA 120

ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE ESPECIALMENTE EN

MÉXICO

ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ / DECLARACIONES

DE ALICIA BÁRCENA, SECRETARIA EJECUTIVA

DE LA CEPAL 126

4


FSEMlac / TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS

NO REMUNERADO REPRESENTA 23,5 POR

CIENTO DEL PIB 129

MANIFIESTO POR LA VIDA 132

LUIS TAMAYO PÉREZ/ DETENER EL CRECIMIENTO

DESTRUCTOR 137

FRANCISCO ASTUDILLO PIZARRO / HACIA UNA

DEMOCRACIA SOCIOAMBIENTAL 142

VÍCTOR M. TOLEDO / NATURALEZA, COVID-19 Y

MIEDO DE ESPECIE 148

HUGO ABOITES / CONSULTA, QUE ALGO QUEDA 151

MISCELANEA CULTURAL

HERBERT MARCUSE / HERBERT MARCUSE Y LAS

REVUELTAS ESTUDIANTILES DE 1968: UNA

CONFERENCIA INÉDITA 156

DIEGO S. GARROCHO / EDUCAR ES RESISTIR 185

REYES MARTÍNEZ TORRIJOS / VIVIMOS LA GRAN

AVENTURA HUMANA, EXPRESA EDGAR MORIN EN

HOMENAJE POR SU CENTENARIO 188

BEGOÑA ROMÁN MAESTRE / OCHO CRITERIOS ÉTICOS

PARA VALORAR LOS AVANCES TECNOCIENTÍFICOS 194

AARON FREEDMAN / SIMONE BILES NO NOS DEBE

NADA 199

5


ENTREVISTAS

MAURICIO VICENT / ENTREVISTA AL PERIODISTA Y

ESCRITOR IGNACIO RAMONET 205

GUSTAVO NORIEGA / ENTREVISTA A EDUARDO

WOLOVELSKY 212

LUIS MARTÍNEZ ANDRADE / EL MARXISMO

HAITIANO, CLAVE DEL SOCIALISMO

LATINOAMERICANO. UNA ENTREVISTA A: YVES

DORESTAL 232

MIXAR LÓPEZ / UNA CHARLA SOBRE PORNOGRAFÍA

CON NAIEF YEHYA 247

MANUEL ANSEDE / FRANCES ARNOLD, DE

TAXISTA A NOBEL DE QUÍMICA: “LA VIDA ES

LARGA, PUEDES TENER MUCHAS VIDAS

DIFERENTES” 252

RESEÑAS

LUIS CARLOS MUÑOZ SARMIENTO / LA SAL DE LA

TIERRA (2014): SEBASTIÃO SALGADO Y SU

EMPATÍA CON LA CONDICIÓN HUMANA 261

POEMA

PAUL VALÉRY: EL CEMENTERIO MARINO 292

DOSSIER

CAPITALISMO Y CAPITALISMO VERDE 297

6


Presentación

Las lecturas que deseamos compartir en este número doble son artículos

que hemos seleccionado sobre cosas que pasan en el mundo y que nos

interpelan. Son velas y espejos, luz que nos ayuda a comprender lo que

acontece en nuestro entorno cercano y más allá de él. No queremos

dejar pasar estas publicaciones sin destacarlas, por el valor que tienen

para aclarar lo que sucede en el torbellino del mundo actual.

Los compiladores

“El pensar es la acción del filósofo”.

“Las situaciones concretas de la vida deberían ser el punto de partida

de toda filosofía, y su punto de retorno”.

Jesús Rodolfo Santander

“La revolución no es un tren que se escapa. Es tirar del freno

de emergencia”

“Que ‘las cosas continúen así’ es la catástrofe”.

Walter Benjamin (1892-1940)

“La rana no bebe el agua de la charca en la que vive”

Proverbio siux

“Los bosques preceden a las civilizaciones. Los desiertos las siguen”

F.-R. de Chateaubriand (1768-1848)

7


ARTÍCULOS SOBRE LO QUE

ACONTECE EN EL MUNDO

8


LA HORRIBLE DISTOPÍA DE UN COMEDIANTE BRITÁNICO

VALENTIN KATASANOV

Fuentes: Fondsk

El escritor inglés Jerome K. Jerome (1859-1927) es mundialmente

conocido por su conocida novela «Three Men in a Boat (To Say Nothing

of the Dog)». Ninguna de sus otras obras alcanzó una fama equivalente

a la de esta novela. Pero Jerome escribió cuentos muy interesantes, uno

de ellos se titula La nueva utopía y fue publicado hace unos 130 años.

Este cuento corto describe la clásica distopía que hoy conocemos, siendo

escrita en la distendida atmósfera europea de finales del siglo XIX. Sin

9


duda, Jerome captó la esencia de muchas de las corrientes de

pensamiento europeo de su época, las cuales hacían énfasis en el

igualitarismo. En un primer momento este igualitarismo era de carácter

socioeconómica (igualdad en los ingresos y en el estatus de la

propiedad) y luego fue extendiéndose gradualmente a todos los

aspectos de la vida humana.

La historia comienza narrando como el protagonista, cuyo nombre es

desconocido, cena junto con sus mejores amigos en el National Socialist

Club de Londres. El tema de conversación es la estructura que podría

tener una sociedad ideal. El modelo de esta sociedad lo han discutido

cientos de veces y constantemente vuelven a repasarlo: “La igualdad de

toda la humanidad era su consigna –igualdad perfecta en todo–,

igualdad en posesiones e igualdad en posición e influencia, e igualdad

en los deberes, lo que daría como resultado la igualdad en la felicidad y

la satisfacción. El mundo pertenecía a todos por igual y tenía que estar

igualmente dividido. El trabajo de cada hombre no era propiedad de él,

sino del Estado, que lo alimentaba y vestía; y tenía que ser aplicado, no

para su propio engrandecimiento, sino para el enriquecimiento de la

raza”.

Después de la cena, el protagonista se duerme en su casa y vuelve

despertarse mil años después. La humanidad ha estado protegiendo a

nuestro héroe durante todo ese tiempo y lo ha colocado en el “Museo

de las Rarezas” con la esperanza de que algún día despierte. La primera

persona con la que se encuentra el protagonista al despertar de su

10


sueño es un “señor” de aspecto agradable que trabaja en el museo. Él

se convierte en el guía de nuestro héroe y le dice lo siguiente: “Mientras

usted dormía, nos hemos ocupado a fondo de las cosas y ahora

acabamos de hacer que esta tierra sea más o menos perfecta, diría yo.

A nadie se le permite hacer nada equivocado o tonto, y en lo que

respecta a la igualdad, somos más iguales que las gotas de agua».

En su recorrido por la ciudad el protagonista cree que se encuentra

siempre con las mismas personas. “Todos estaban vestidos, al igual que

mi guía, con pantalones grises y una túnica gris estrechamente

abotonada alrededor del cuello y sujeta al talle por un cinturón. Todos

los hombres estaban pulcramente afeitados y tenían pelo negro”. El

protagonista cree que todos son gemelos, pero resulta que el guía le

explica que en realidad a todos ellos se les ordenó que se tinturaran el

pelo de negro porque eso fue lo que decidió la mayoría.

Además, el protagonista señala que solo hay hombres en esta ciudad,

por lo que le pregunta a su guía dónde están las mujeres. El guía le

responde que las mujeres estaban entre la multitud y que existe

aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres en la

sociedad. Lo que sucede es que todos se visten y se pintan el pelo del

mismo color, pero se puede distinguir a un hombre de una mujer por el

número que lleva gravado en el metal que tienen en el cuello: las

mujeres tienen números pares y los hombres tienen números impares.

11


Por otra parte, el protagonista descubre que las personas han dejado de

tener nombres personales y en su lugar solo son designados por

números. Los nombres eran una fuente de desigualdad, le explica el guía

al protagonista:

– “¡Oh, los nombres daban lugar a tanta desigualdad! Alguna gente se

llamaba Montmorency y miraban despectivamente a los Smith; y los

Smith no querían mezclarse con los Jones; de forma que, para

ahorrarnos problemas, se decidió abolir los nombres por completo y

darle a todo el mundo un número”.

– “¿Se opusieron a ello los Montmorency y los Smith?”

– “Sí, pero los Smith y los Jones estaban en MAYORÍA”

No obstante, los números también son desiguales y tienen muchas

diferencias: ¿cómo resolvían ese problema? El guía le explica al

protagonista que cuando todavía existía el concepto de “riqueza” dentro

de la sociedad los números tenían valores distintos y un millón era

superior a cien o a diez. Pero cuando la riqueza fue abolida, todo mundo

comenzó a ser indiferente ante el valor de los números: “ahora el

número 100 no se considera en absoluto superior al número 1.000.000”.

Mientras más va conociendo la realidad de esta utopía, mayor es el

miedo que empieza a apoderarse del protagonista. Hace mucho calor en

la ciudad y el protagonista quiere lavarse en algún sitio. El guía le dice

que no puede y debe esperar un poco:

12


– “No, no podemos lavarnos. Tiene usted que esperar hasta las cuatro

y media y entonces lo lavarán para la hora del té”

– “¿Me lavarán?”, grité. “¿Quién me lavará?”

– “El Estado”

Resulta que todas las personas deben lavarse por igual y nadie puede

estar más limpio o más sucio:

“[El guía] me dijo que habían llegado a la conclusión de que no podían

mantener su igualdad si se permitía a la gente lavarse a sí misma.

Algunos se lavaban tres o cuatro veces al día, mientras que otros nunca

tocaban el jabón y el agua desde un fin de año hasta el siguiente. Y, en

consecuencia, llegaba a haber dos clases diferentes, los Limpios y los

Sucios, y así comenzaban a revivir los viejos prejuicios de clase. Los

limpios despreciaban a los sucios y los sucios odiaban a los limpios, por

lo que, para terminar con las disensiones, el Estado decidió hacer el

lavado él mismo y ahora unos funcionarios nombrados por el gobierno

lavaban a cada ciudadano dos veces al día y estaba prohibido el lavado

privado”.

Los creadores de este “mundo feliz” descubrieron que no solo era

necesario corregir los “malos hábitos” de las personas, sino que también

se debía cambiar las deficiencias de la naturaleza. Las diferencias entre

los seres humanos son también fruto de las diferencias naturales. Por lo

tanto, es necesario que la naturaleza sea igualada. En este punto de la

13


historia el protagonista se encuentra harto de recorrer la ciudad y desea

ir al campo:

– “¡Oh, pero el campo solía ser tan bonito!”, insistí, “antes de que me

fuese a la cama había grandes árboles verdes, y prados con hierba

agitada por el viento, y pequeñas casitas de tejados rosas, y…”

– “¡Oh!, hemos cambiado todo eso”, interrumpió el señor. “Ahora todo

son grandes huertos divididos por carreteras y canales que se cortan en

ángulo recto. Ahora no hay ningún tipo de belleza en el campo. Hemos

abolido la belleza, interfería con nuestra igualdad. No era equitativo que

algunos viviesen entre adorables paisajes y otros en páramos estériles,

de forma que hemos hecho que ahora en todas partes todo sea

semejante y ningún lugar pueda destacar sobre otro”.

La naturaleza dota a todos con diferente salud, tamaño, fuerza e

inteligencia, pero en el mundo creado por Jerome se ha conseguido

igualar las características biológicas y psíquicas de los seres humanos:

“cuando un hombre está muy por encima de la talla y fortaleza media,

le cortamos una de sus piernas o brazos para hacer las cosas más

iguales, lo podamos un poco, por decirlo así. Como ve, la naturaleza va

un poco por detrás de los tiempos, pero hacemos lo que podemos para

corregirla”.

Por supuesto, el guía admite que a los habitantes de esta utopía les

gustaría abolir la naturaleza, pero tal cosa es imposible por ahora. Lo

único que puede hacerse es “corregirla”. Por ejemplo, las personas con

14


capacidades mentales distintas deben ser “corregidas y para ello es

necesario nivelar a las personas demasiado inteligentes para que no

exista la desigualdad:

– “¿Y qué pasa con un hombre excepcionalmente listo?, ¿qué hacen con

él?”

– “Bien, ahora no tenemos muchos problemas con ellos”, contestó.

“Desde hace bastante tiempo no nos hemos encontrado con nada

peligroso en forma de grandes cerebros. Cuando encontramos uno,

realizamos una operación quirúrgica en su cabeza, lo que reduce su

cerebro hasta el nivel medio”.

El protagonista expresa sus dudas a la hora de realizar semejantes

cirugías a las personas y entonces el guía objeta diciendo que tales

decisiones fueron tomadas por la mayoría. Es aquí cuando el

protagonista y el guía tienen el dialogo más importante del cuento donde

se revela la esencia misma de la democracia utópica:

– “Parece estar completamente seguro en este tema”, repliqué, “¿por

qué está ‘evidentemente’ bien?”.

– “Porque lo ha decidido LA MAYORÍA”

– “¿Y por qué eso hace que esté bien?, pregunté.

– “UNA MAYORÍA no puede equivocarse”, contestó.

15


– “¡Oh!, ¿eso es lo que piensa la gente que ha sido podada?”

– “¡Ellos!”, contestó, evidentemente sorprendido por la pregunta. “¡Oh!,

son la minoría, ya sabe”.

– “Sí, pero incluso la minoría tiene derecho a sus brazos, piernas y

cabezas, ¿o no?”

– “Una minoría NO tiene derechos”, contestó.

Yo dije: “Lo que hay que hacer es pertenecer a la Mayoría, si se piensa

en vivir aquí. ¿O no?”

Él dijo: “Sí, la mayor parte de nuestra gente piensa así. Parecen pensar

que es más conveniente”.

En este mundo las personas trabajan apenas tres horas al día ya que

tienen prohibido trabajar más tiempo. El resto del día (más de veinte

horas) descansan, reflexionan, conversan. ¿Sobre qué? El guía contesta:

“¡Oh!, ¡Oh, acerca de lo malvada que ha tenido que ser la vida en los

viejos tiempos y acerca de lo felices que somos ahora y –y– o del Destino

de la Humanidad!”

El protagonista pregunta cuál es el propósito de la humanidad y el guía

le responde: “¡Oh!, seguir siendo como somos ahora, solo que más aún,

todos más iguales y que más cosas las haga la electricidad y que todos

tengan dos votos en lugar de uno, y…”.

16


Hasta aquí llega mí descripción del cuento, es mejor leer el original. Esta

historia que fue escrita hace más de 130 años parece por fin volverse

realidad y los primeros pasos para hacer realidad esa “utopía” los está

dando la civilización occidental actual.

Traducido del ruso por de Juan Gabriel Caro Rivera

Fuente: https://www.fondsk.ru/news/2021/07/05/mrachnaja-antiutopijaanglijskogo-jumorista-53941.html

Fuente: https://rebelion.org/la-horrible-distopia-de-un-comediante-britanico/

17


GANANCIAS MULTIMILLONARIAS DEL SECTOR

FARMACÉUTICO MUNDIAL PIRATAS PANDÉMICOS

SERGIO FERRARI

Fuentes: Rebelión

La industria farmacéutica mundial es uno de los grandes ganadores de

esta etapa marcada por la pandemia. Saca provechos multimillonarios

por derecha e izquierda. Multiplica las ventas y se beneficia, al mismo

tiempo, de suculentos fondos públicos destinados a la investigación.

La empresa Moderna anunció recientemente que las vacunas anti COVID

19 le significarán este año una facturación de 19.200 millones de dólares

estadounidenses en tanto BioNTech proyecta 15.000 millones. En mayo,

Pfizer, hizo pública su proyección de 26.000 millones en ventas lo que

representa casi el doble de los 15.000 millones que calculaba apenas

hace algunos meses.

18


En el primer trimestre del 2021, Moderna contabilizó una ganancia de

1.200 millones de dólares a partir de la venta de sus vacunas, entre las

más caras en el mercado internacional. En igual periodo, la Pfizer

reconoció beneficios netos de 4.877 millones de dólares, un 45 % más

que en el mismo momento del pasado año, gracias, en buena medida,

a las ventas de su vacuna contra el COVID-19.

El periódico mexicano El Financiero anticipaba ya en mayo pasado que

nueve empresas “farmacéuticas disfrutarán multimillonarias ganancias

de hasta 190.000 millones de dólares”, si alcanzan las metas de

producción previstas para 2021.

Cifras llamativas si se recuerda que, al inicio de la pandemia, algunas de

esas firmas afirmaron no tener intención alguna de obtener ganancias

con la producción de los medicamentos preventivos, tal como lo señala

el analista suizo Dominik Gross en un reciente artículo publicado en le

revista Global de Alianza Sur.

Sin embargo –acota el portavoz de la plataforma helvética que reúne a

las más importantes ONG de cooperación al desarrollo del país–, estas

cifras no son tan sorprendentes si se consideran los modelos y

mecanismos de mercado empleados por los gigantes farmacéuticos.

La ONG Public Eye (mirada ciudadana) analizó recientemente estos

modelos en su informe Big Pharma takes it all (Las grandes

farmacéuticas se lo llevan

todo) https://www.publiceye.ch/fileadmin/doc/Medikamente/2021_Pub

19


licEye_BigPharmaTakesItAll_Report.pdf . Y subraya, que uno de los

principales instrumentos para maximizar los beneficios de la industria

farmacéutica es la concesión de patentes sobre los principios activos de

los medicamentos.

Por otra parte, el informe recuerda que en 2020 se inyectaron 93.000

millones de euros –más de 100.000 millones de dólares– de fondos

públicos para la investigación y el desarrollo mundial de estos principios

activos, como parte de una intensa cooperación con las universidades.

Sin embargo, los derechos de patente aseguran que solo las empresas

(co)desarrolladoras de estos principios se beneficien de los ingresos por

la venta de los medicamentos.

No se autoriza a terceros a fabricar o vender los ingredientes activos sin

adquirir una licencia de los propietarios. Estas normas están vigentes

desde hace 25 años en el marco del Acuerdo ADPIC que regula los

diferentes aspectos de los derechos de la propiedad intelectual

relacionados con el comercio, recuerda Dominik

Gross. (https://www.wto.org/spanish/tratop_s/trips_s/t_agm0_s.htm).

Este Acuerdo se firmó en 1995 como producto de la presión de los países

del Norte. Desde hace meses, numerosas naciones, organizaciones

ciudadanas y la misma OMS (Organización Mundial de la Salud)

advirtieron que este Acuerdo agrava el riesgo sanitario planetario. Ya

que la protección a las patentes crea una escasez artificial de vacunas,

lo que produce el aumento de los precios y dificulta así la eficaz y

20


equitativa distribución entre todas las naciones. Llamaron y siguen

exigiendo que, ante la emergencia pandémica, se libere ese derecho de

patente y se permita democratizar la producción de vacunas en forma

descentralizada allí donde se puedan fabricar.

El enfoque de las grandes transnacionales farmacéuticas perjudica

especialmente a los habitantes de los países del Sur con bajos ingresos

que no pueden permitirse una atención sanitaria ni vacunas costosas.

Según el blog Our World in Data, al que hace referencia la

revista Global, mientras que en América del Norte y Europa ya se han

administrado, respectivamente, 58 y 43 vacunas por cada 100

habitantes, en África sólo se contabilizan 2 vacunas cada 100. Asia y

Sudamérica se sitúan en un punto intermedio, con 18 y 24 vacunas

administradas.

En una perspectiva a mediano plazo, según las previsiones publicadas

por The Guardian – y retomadas recientemente en el sitio francés

Statista—, se calcula que Moderna será la empresa con mayores ventas

de su vacuna por más de 35.000 millones de euros entre 2021 y 2023

(unos 43.000 millones de dólares). Las ventas de Pfizer, en ese mismo

periodo, se proyectan en casi 20.000 millones de euros.

La misma fuente asegura que el costo medio mundial, a valores de

marzo 2021, de las dos dosis, es de 31 euros (casi 37 dólares) tanto

para la Pfizer/BioNTech como para la Moderna; 23 euros cuestan la

21


Sinovac; 17 euros la producida por Gamaleya y 6 la de AstraZeneca. Una

dosis única de la Johnson-Johnson oscila en los 8 euros.

¡Al abordaje!

La pandemia causa un impacto devastador en todo el mundo, pero

especialmente en los países en desarrollo y emergentes. Las naciones

ricas han acaparado casi todas las vacunas, tratamientos y pruebas

disponibles en el mundo.

La desigualdad en el acceso a estos dispositivos médicos esenciales se

debe a una escasez artificial creada por el sistema de monopolio

farmacéutico basado en patentes. En lugar de cuestionar este modelo

de negocio perjudicial, los países ricos lo defienden con vehemencia,

denuncia Public Eye.

Y pone de manifiesto la hipocresía de esas naciones, así como de la

industria farmacéutica, cuyas grandes declaraciones de solidaridad

nunca han estado tan alejadas de la realidad como durante esta crisis

sanitaria mundial. “Los Estados tienen el deber de proteger el derecho

humano a la salud: deben intervenir para garantizar un acceso equitativo

a las tecnologías médicas para combatir el COVID-19. Las soluciones

existen; es una cuestión de voluntad política”, subraya la ONG helvética.

El Big Pharma takes it all analiza las diez estrategias utilizadas por los

gigantes farmacéuticos para maximizar sus beneficios y aprovechar la

crisis sanitaria en su beneficio, en detrimento del interés público.

22


Un punto de arranque de esas estrategias es la definición de las

prioridades de investigación y desarrollo en función de la ganancia que

obtendrán. El control abusivo de las patentes constituye otro pilar del

modelo transnacional que prioriza, fundamentalmente, las necesidades

de los países ricos y no el bien común planetario.

Como lo señala el estudio, “los gigantes farmacéuticos y los países ricos

también son cómplices durante una pandemia como la de COVID-19.

Las naciones ricas como Suiza firman acuerdos exclusivos (ndr: con esos

gigantes) a precios excesivos y hacen recaer la carga de estos contratos

opacos en la salud pública”, que paga el contribuyente con sus

impuestos.

Todo esto, sin ninguna transparencia y rechazando la obligación de

rendir cuentas; socializando los riesgos, pero “privatizando los

beneficios”; aprovechando al máximo de los fondos públicos;

imponiendo precios injustificables e incontestables y priorizando la

distribución de dividendos por sobre la inversión en nuevos

medicamentos.

La estrategia multinacional farmacéutica integra también el trabajo a

gran escala de cabildeo y presiones en las esferas de decisión. En

Estados Unidos, señala Big Pharma takes it all, el mayor mercado del

mundo, 39 de los 40 representantes legislativos que han recibido las

mayores contribuciones de las empresas farmacéuticas forman parte de

los comités que se ocupan de las cuestiones parlamentarias relacionadas

23


con la salud. También en Suiza, “los grupos de presión de la industria

farmacéutica son omnipresentes y no están regulados”, y cualquier

intento de reducir el precio de los medicamentos –que es uno de los más

caros del mundo–, se enfrenta a una intensa resistencia, subraya.

Resistencia ciudadana

Sin poner en duda la importancia decisiva de la vacunación para

enfrentar la pandemia, cada vez son más los actores de la sociedad civil

planetaria que critican con vehemencia esta nueva ofensiva de las

multinacionales del sector.

Y se pronuncian, como los autores del Pharma takes it all, a favor de

medidas posibles, que están a la mano de gobiernos y empresas, para

abaratar costos, democratizar la producción de vacunas y generalizar el

derecho de cada ser humano a estar protegido contra el COVID-19.

Entre ellas, el apoyo al fondo común de acceso a la tecnología COVID-

19 (C-TAP), lanzado por la Organización Mundial de la Salud como

solución global para el acceso equitativo a pruebas de diagnóstico,

tratamientos y vacunas. Así como el sostén a la solicitud de una exención

temporal de determinados aspectos del Acuerdo ADPIC para productos

médicos necesarios en el control pandémico. Instan –sobre todo a los

países ricos—a no almacenar vacunas y apoyar el mecanismo

internacional COVAX para la equidad de la distribución de las vacunas.

Como ejercicio básico de transparencia, proponen que se publiquen los

contratos firmados con los fabricantes de vacunas. Y se pronuncian a

24


favor de fomentar las iniciativas de ciencia abierta para un acceso

equitativo a la prevención, al diagnóstico y al tratamiento de

enfermedades. Y la necesidad de aplicar la resolución de la OMS sobre

la mejora de la transparencia de los precios de los medicamentos. La

inversión pública en investigación y desarrollo debe estar sujeta a

condiciones claras y a una política razonable de precios.

En síntesis, estos actores sociales del mundo entero denuncian a los

piratas modernos del sector farmacéutico. Les exigen que bajen de sus

naves, que entreguen sus espadas y dejen de aprovecharse del COVID

19 para maximizar sus beneficios. Que no impongan cláusulas de

confidencialidad a los gobiernos y acepten que los contratos salgan a la

luz pública.

El debate de sociedad está abierto y toca a su misma médula: la vida de

la humanidad y el tipo de sistema de salud para asegurarla.

Anteponiendo a los piratas modernos de la industria farma ávidos del

botín con el hombre de a pie que exige gratuidad y reivindica un servicio

de salud pública de calidad al servicio de todas y todos.

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza.

Fuente: https://rebelion.org/piratas-pandemicos/

25


LA COVID SÍ ENTIENDE DE CLASES SOCIALES

Fuentes: The Conversation

PEDRO GULLÓN TOSIO

El mantra de “la covid-19 no entiende de clases sociales” fue repetido

durante los primeros meses de la pandemia con la intención de mostrar

que todas las personas podemos ser susceptibles de ser contagiadas.

Sin embargo, desde entonces se ha acumulado evidencia científica de

que esa frase estaba ocultando una realidad: todas las personas

podemos ser susceptibles, pero no lo somos de la misma manera.

Este hecho, por el cual no todos los grupos sociales se encuentran

afectados de la misma forma por una enfermedad, es lo que conocemos

como desigualdades sociales en salud. De forma más académica,

definimos las desigualdades sociales en salud como aquellas diferencias

en salud injustas y evitables entre grupos poblacionales definidos social,

económica, demográfica o geográficamente.

En definitiva, no toda diferencia en salud siempre es considerada una

desigualdad.

26


La epidemiología y la salud pública llevan varias décadas tratando de

definir los mecanismos y las intervenciones para actuar sobre estas

desigualdades sociales en salud. De hecho, por ejemplo en España,

adaptando el marco de la Organización Mundial de la Salud, creó una

Comisión para la reducción de las desigualdades sociales en salud que

se cristalizó en el informe “Avanzando hacia la equidad. Propuesta de

Políticas e Intervenciones para reducir las desigualdades Sociales en

salud en España” (Figura 1).

Figura 1. Marco conceptual de los determinantes de las desigualdades sociales en salud.

Comisión para reducir las Desigualdades en Salud en España, 2010.

Estos mecanismos de distribución injusta de oportunidades y recursos

relacionados con la salud que tienen las personas en función de su

posición social (clase social, género, etnia o territorio) son los que se

traducen en desigualdades sociales en salud.

27


En el caso de la covid estos mecanismos se expresan en diferentes

momentos de la historia natural de la enfermedad (Figura 2). Aquí nos

referiremos a las desigualdades por posición socioeconómica, pero este

marco puede ser adaptado al resto de ejes de desigualdad.

Figura 2. Potenciales puntos de generación de desigualdades sociales en covid-19.

Desiguales en la exposición

No todos los grupos sociales han estado expuestos de la misma manera

al SARS-CoV-2.

Estudios en diversos países del mundo han mostrado que la incidencia

acumulada de covid-19 ha sido superior en aquellos barrios y personas

de una posición socioeconómica más baja.

De hecho, hay estudios que muestran como en la ciudad española de

Barcelona el riesgo de desarrollar covid es 71 % mayor en mujeres y 67

28


% mayor en hombres con menos recursos económicos en comparación

con las de altos recursos.

Estas desigualdades en la incidencia se pueden deber a una mayor

exposición al virus de las personas con menos recursos, especialmente

en el ámbito laboral y la vivienda. Por ejemplo, la posibilidad de hacer

teletrabajo es menor para las personas con trabajos de menor

cualificación, tal y como mostró un estudio del Ayuntamiento de Madrid.

Asimismo, las condiciones de la vivienda también pueden conllevar

mayor exposición al SARS-CoV-2. La probabilidad de un contagio dentro

de una vivienda depende de las posibilidades de realizar las cuarentenas

y los aislamientos en un espacio suficiente.

Desiguales en la vulnerabilidad

Además de mayor riesgo de exposición, las personas de menos recursos

tienen más riesgo de que la enfermedad sea más grave.

Existen dos elementos que podrían explicar esto.

Por un lado, están las diferencias en el estado de salud previo. La

gravedad de la covid está muy relacionada con la condición de salud

previa de las personas infectadas. Tener enfermedades crónicas o

condiciones como la diabetes o la hipertensión aumentan el riesgo de

que la covid tenga un desarrollo más grave.

29


Y estas condiciones siguen el mismo patrón socioeconómico que hemos

descrito antes, de manera que las personas de clase social menos

favorecida tienen mayor proporción de factores de riesgo como la

diabetes, la hipertensión o la obesidad.

Por otro lado tenemos las diferencias en el acceso al sistema sanitario y

el tratamiento. Incluso en países con sistemas sanitarios públicos y con

alta cobertura como España, el acceso al sistema sanitario de algunos

colectivos con una situación no regularizada puede provocar

desigualdades en el tratamiento de la covid.

¿Desiguales en el futuro?

¿Persistirán estas desigualdades en el futuro? ¿Actuaremos en

consecuencia?

La atención casi exclusiva sobre los aspectos más novedosos de la

pandemia nos ocultan que las condiciones que facilitan la exposición y

la vulnerabilidad son muy similares a las de marzo de 2020. Pero

también que el impacto diferencial de la pandemia no dependerá de la

aparición de nuevas variantes, sino de las actuaciones sociales, políticas

y de salud pública que hagamos.

De ello también dependerá cómo de desigual sean las consecuencias de

la pandemia en todo lo que no es directamente covid: la salud mental,

las enfermedades desatendidas por la pandemia, las pérdidas

económicas y laborales…

30


La frase con la que el patólogo Rudolf Virchow pasó a la posteridad sigue

tan vigente ahora como en el siglo XIX: “La medicina es una ciencia

social, y la política no es otra cosa que medicina en gran escala”.

Pedro Gullón Tosio, epidemiólogo social y especialista en salud

pública, además de profesor ayudante en salud pública en la

española Universidad de Alcalá.

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.

Fuente: https://rebelion.org/la-covid-si-entiende-de-clases-sociales/

31


EL CAPITALISMO CAMINA HACIA EL TECNOFEUDALISMO

ALFREDO ZAIAT

Alarma en las potencias occidentales y hasta en el FMI por el poder cada

vez más impresionante de las grandes corporaciones

Mientras la derecha política y mediática local repite eslóganes y

prejuicios contra el Estado, el debate mundial apunta a

fortalecerlo, ya no sólo por el papel central ocupado en la

pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los

gigantes del mundo digital. Señales para la economía argentina

acerca de la necesidad de intervenir sobre empresas que abusan

de la posición dominante de mercado.

32


Tres ideas se están debatiendo en los máximos niveles políticos de las

potencias, que necesariamente deberían tener influencia en países

periféricos como Argentina:

1. Las multinacionales contabilizan ganancias extraordinarias y,

para financiar a un Estado que ha destinado muchos recursos para

atender la pandemia, deben pagar un impuesto adicional.

2. La posición dominante de grandes empresas monopólicas u

oligopólicas deriva en aumentos de precios excesivos y en

ausencia de competencia.

3. El cada vez mayor poder de mercado y financiero de las

grandes empresas está limitando la efectividad de tradicionales

instrumentos de política monetaria, como la suba de la tasa de interés

por parte de las bancas centrales para atender tensiones inflacionarias.

No se trata de diagnósticos y propuestas de una plataforma de

gobiernos de izquierda, sino que es la reacción de un sistema estatal

que, desde su origen, estuvo aliado y, a la vez, condicionado por las

corporaciones, pero ahora las firmas dominantes directamente se

están independizando de ese circuito político y de control

económico tradicional.

Esta emancipación se expresa en la utilización de guaridas

fiscales para pagar poco o nada de impuestos en los países de origen;

los aumentos de precios por encima del promedio luego de eliminar

por absorción a la competencia; y la abundancia de recursos

33


financieros líquidos que hace que no les importe la estrategia

monetaria de las bancas centrales.

Son más grandes que el Estado

La pandemia dejó al descubierto la actual fase histórica del

capitalismo concentrado cuando, por primera vez, una

extraordinaria crisis económica-financiera global no afectó en forma

negativa el negocio bursátil.

Por el contrario, el índice promedio de las principales bolsas

mundiales está en niveles record, mientras las economías se

derrumbaron y están tratando de recuperar lo perdido, la desocupación

se ha disparado y el drama sanitario y social ha sido fulminante.

Este comportamiento divergente entre la economía real y la evolución

de las cotizaciones de grandes firmas es uno –no el único- factor que

refleja la nueva etapa del capitalismo. En ésta se está desvinculando

la histórica asociación entre los Estados y las corporaciones

dominantes del sistema de organización tradicional de las fuerzas de

producción.

Las tres menciones arriba indicadas sobre las multinacionales sólo son

la reacción del mundo político de las potencias, en especial las de

Occidente, para tratar de no ver disminuida la capacidad de

intervención e influencia de los Estados o, en los hechos, la pretensión

de no perder importancia en las relaciones de poder.

34


Cuál será el legado de la pandemia

No deja de sorprender el análisis rústico de economistas locales, con

sus habituales amplificadores, dedicados a debilitar y desacreditar

el rol del Estado en la economía.

Hasta la revista conservadora The Economist se hace eco de la nueva

etapa y del papel central que está ocupando el Estado, espacio que

aspira a preservar pese a la expansión de las corporaciones globales,

en especial las vinculadas al negocio digital.

En el texto "Después de la enfermedad. El largo adiós a la covid-19" se

asegura que, con la vacuna, están surgiendo destellos de vida

poscovid, pero se advierte que existen dos cuestiones claras. Una,

que la última fase de la pandemia será prolongada y dolorosa,

y dos, que la covid-19 dejará atrás el mundo conocido.

Ese mundo nuevo que presenta The Economist seguiría el patrón

establecido por pandemias pasadas, identificando tres cambios,

definidos por el sociólogo y médico greco-estadounidense Nicholas

Christakis de la Universidad de Yale:

1. La amenaza colectiva impulsa un crecimiento del poder estatal.

2. El vuelco de la vida cotidiana conduce a la búsqueda de sentido.

3. La cercanía de la muerte que trae precaución mientras la

enfermedad se agita estimula la audacia cuando ha pasado.

35


La gente se atrinchera con el Estado

El artículo describe que cuando la población de los países ricos se

refugiaba en sus casas durante los cierres, el Estado se atrincheró con

ellos.

Detalla que durante la pandemia, los gobiernos han sido el principal

canal de información, los que establecieron las reglas, fueron la fuente

principal de dinero en efectivo y, finalmente, se han convertido en los

proveedores exclusivos de vacunas.

Calcula que los Estados de los países ricos pagaron 90 centavos por

cada dólar de producción perdida.

Menciona que existe un vigoroso debate académico sobre si los

encierros "valieron la pena, pero el legado de la pandemia del gran

Estado ya está a la vista".

Apunta en forma crítica –vale recordar que The Economist es una

fuente destacada del conservadurismo- que "sólo hay que mirar los

planes de gastos de la administración Biden". Para concluir que

"cualquiera que sea el problema (desigualdad, crecimiento económico

lento, seguridad de las cadenas de suministro), un Estado más

grande y más activista parece ser la solución preferida".

Hasta el FMI se sorprende del poder de las corporaciones

36


Algo está cambiando en el marco analítico, por lo menos en la voluntad

de reflexionar sobre la dinámica de la economía en la fase de la

globalización pospandemia.

Un reciente documento del Fondo Monetario

Internacional "Taming Market Power Could (also) Help Monetary

Policy", de los investigadores Romain Duval, Davide Furceri y Marina

M. Tavares, explica que, ante la amenaza de la inflación, las bancas

centrales de los países desarrollados están estudiando aplicar la

receta conocida: subir la tasa de interés.

Esta medida es lo que la ortodoxia local está reclamando que haga el

Banco Central, para imitar al resto de las autoridades monetarias de la

región que ya subieron las tasas.

Como se sabe, el alza de las tasas incrementa la renta de inversores y

encarece el crédito, una forma de restringir así la demanda y, por lo

tanto, controlar los precios. Es la receta monetarista clásica.

La idea de la suba de la tasa de interés, además, busca influir sobre las

expectativas futuras de consumidores y empresas y, de ese modo,

lograr eficacia en la política monetaria contractiva.

Sin embargo, esos economistas del Fondo se sorprendieron con un

factor que, aseguran, el análisis convencional pasa por alto: el poder

de mercado de las grandes empresas.

37


La investigación que presentaron revela que empresas cada vez más

grandes y poderosas están haciendo de la política monetaria

una herramienta menos efectiva para administrar la economía.

Lo dicen para países ricos, pero se puede extender a economías en

desarrollo con mercados muy concentrados, en los cuales operan

empresas con posición dominante y abundantes recursos financieros

(en Argentina, por ejemplo, corporaciones de

telecomunicaciones con ramificaciones en medios de

comunicación).

Apple y Google tienen tanto dinero en efectivo que son Amo y Señor

El estudio del FMI describe que las empresas con mayor poder de

mercado responden menos a las acciones de la política

monetaria debido a que contabilizan ganancias abultadas.

Esas utilidades, que se incrementaron pese a la tragedia de la

pandemia o, para ser precisos, las aumentaron gracias a la pandemia,

hacen que esas empresas sean menos sensibles a los cambios en las

condiciones de acceso al financiamiento por decisiones de las bancas

centrales.

Esos economistas fondomonetaristas ponen por ejemplo que, en marzo

de 2021, Apple tenía más de 200.000 millones de dólares en

efectivo y en inversiones en acciones y bonos, mientras

38


que Alphabet (Google) tenía más de 150.000 millones de

dólares.

O sea, esas empresas tienen un colchón de efectivo tan grande que

pueden decidir inversiones y otros proyectos sin preocuparse por la

facilidad con la que podrían acceder a otras fuentes de financiación. Es

decir, dejan de depender de cuál es la tasa de interés de

referencia que fija la banca central.

En cambio, las empresas que enfrentan mayores restricciones

crediticias, como pymes o firmas con un margen de rentabilidad

reducido, quedan condicionadas por la política monetaria.

Por lo tanto, la investigación concluye que "el poder de mercado

excesivo también puede obstaculizar la capacidad de las bancas

centrales para estimular la actividad económica durante las recesiones

y enfriarla durante las expansiones". Lo dice el FMI, no un economista

de izquierda.

El FMI pide más control a las corporaciones

Luego de ofrecer esta sorprendente definición teniendo en cuenta de

donde proviene, esos economistas se destapan con la siguiente

recomendación:

"En un lugar destacado de la agenda se encuentran las mejoras en los

marcos de políticas y leyes de competencia. Estos incluyen,

dependiendo de las jurisdicciones, un control más estricto de las

39


fusiones, particularmente cuando se trata de empresas

dominantes, una aplicación más estricta de sanciones por los

abusos, una mayor dependencia de las investigaciones de mercado y

medidas más específicas para hacer frente a la economía digital en

rápida evolución".

Joe Biden versus las corporaciones

Esta investigación del FMI no es casual. El gobierno demócrata de Joe

Biden decidió intervenir en este escenario de expansión económica y

de poder de las corporaciones.

El 9 de julio pasado, Biden firmó una orden ejecutiva (decreto) con 72

medidas que busca limitar el poder de las grandes compañías

para que bajen los precios de los productos y aumente la

competencia.

Los sectores alcanzados van desde tecnología y

transporte hasta salud y bancos, pasando por la agricultura y el

negocio farmacéutico.

Biden quiere reforzar la aplicación de las leyes antimonopolio para

combatir "prácticas anticompetitivas". Apunta, por ejemplo, a las

fusiones o adquisiciones, algo común entre gigantes tecnológicos

como Facebook, Google, Apple y Amazon.

40


El objetivo expuesto por Biden es potenciar una mayor competitividad

en la economía estadounidense, así como lograr "precios más bajos

y aumentos de salarios".

"No más tolerancia a las acciones abusivas de los monopolios.

No más fusiones perversas que conducen a despidos masivos, precios

más altos y menos opciones para los trabajadores y consumidores",

afirmó Biden.

El abrazo de la derecha con EE.UU. debería ser completo: Pfizer +

antimonopolio

La derecha local hace lobby para el laboratorio Pfizer, no sólo por

privilegiar la elección de esa vacuna, sino por una evidente opción

para promover la subordinación del país a los Estados Unidos.

Si esta es la manifiesta preferencia geopolítica de la alianza política y

mediática conservadora, también debería tomar nota de que el actual

gobierno de Estados Unidos impulsa una política antimonopolio, que si

se aplicara en Argentina afectaría la principal base mediática de

propaganda y difusión de la derecha.

Si la decisión entonces es subordinarse a Estados Unidos, el abrazo de

sometimiento debería incluir a Pfizer y también a su actual política

contra las empresas con posición dominante de mercados.

El economista griego y ex ministro de Finanzas de Grecia Yanis

Varoufakis publicó "El tecnofeudalismo se está apoderando", en

41


Project Syndicate, texto que permite profundizar el análisis acerca de

lo que está pasando en la economía con la expansión de las

corporaciones.

Es un interesante aporte para eludir análisis rústicos que circulan y para

escapar de las vulgaridades de la secta de economistas ortodoxos.

Varoufakis afirma que "así como el capitalismo desplazó al feudalismo

de forma gradual, subrepticia, hasta que un día la mayor parte de las

relaciones humanas se basaron en el mercado y el feudalismo fue

barrido, el capitalismo actual está siendo derrocado por un

nuevo modo económico: el tecnofeudalismo".

¿Qué es el tecnofeudalismo?

Varoufakis explica que las transformaciones radicales tuvieron

repercusiones trascendentales (la Gran Depresión, la Segunda Guerra

Mundial, la Gran Recesión y el Largo Estancamiento posterior a 2009)

no alteraron la característica principal del capitalismo: un sistema

impulsado por ganancias privadas y rentas extraídas a través de algún

mercado.

Ahora, en cambio, la extracción de valor se ha alejado cada vez

más de los mercados y se ha trasladado a plataformas

digitales, como Facebook y Amazon, que ya no operan sólo como

empresas oligopólicas, sino más bien como feudos.

42


Ofrece una definición provocadora del actual estadio del capitalismo:

"Las plataformas digitales han reemplazado a los mercados como el

lugar de extracción de riqueza privada. Por primera vez en la

historia, casi todo el mundo produce gratuitamente el capital

social de las grandes corporaciones. Eso es lo que significa cargar

cosas en Facebook o moverse mientras se está vinculado a Google

Maps".

Aclara que no es que los sectores capitalistas tradicionales hayan

desaparecido puesto que las relaciones capitalistas permanecen

intactas, sino que las relaciones tecno-feudalistas han comenzado a

superarlas.

El desafío para economías periféricas como la argentina, en este mundo

en transformación y de pospandemia, es no caer en las trampas de

recetas tradicionales de la ortodoxia, y encontrar espacios para el

desarrollo nacional entre las fisuras de esta nueva y compleja etapa de

la globalización.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/357029-el-capitalismo-camina-hacia-eltecnofeudalismo?utm_source=FB&fbclid=IwAR1ubmM1tpjGCyb4pj0mdHHtXgTAb

Ww2U7vEzlCK1ejLTBsKT6eaDeCj0yI

43


¿QUÉ TIENE QUE VER UN ERTE EN PALENCIA CON LA GUERRA

FRÍA ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS?

JAUME PORTELL CAÑO

Fuentes: El Salto [Foto: Visita de Ximo Puig, President de la Generalitat Valenciana a la

factoría de Almussafes en 2017 (Presidència Generalitat)]

La escasez de semiconductores, una pieza imprescindible en todos los

dispositivos electrónicos que se utilizan en el día a día, ya ha provocado

el parón de la producción de coches en muchos lugares del mundo, entre

ellos València, Vitoria o Barcelona. Estas minúsculas piezas son uno de

los motivos de la creciente tensión entre China y Estados Unidos,

expresada a través de sus relaciones con Taiwán.

Juan —llamémosle Juan— trabaja haciendo coches. Es un empleo digno,

y lleva haciéndolo desde hace más de veinte años. Su padre y sus tíos

habían trabajado en la misma planta hasta la jubilación. Juan es un

44


hombre puntual y responsable y, aunque cada vez le duele más la

espalda, sigue esforzándose como si el tiempo no hubiera pasado. Los

nombres de las empresas de coches son tan reconocidos que la gente

del entorno de las fábricas las menciona como si fueran de la familia: la

Seat, la Ford, la Mercedes, la Renault. Durante una época —cada vez

más lejana— decir que se trabajaba en una de ellas era sinónimo de

éxito y estabilidad laboral. Desde hace unos meses, todos esos

ingredientes —el esfuerzo, la puntualidad, la identificación con la

empresa— sirven de poco.

Juan seguramente nunca ha estado en Taiwán o en China, pero su

trabajo —su empleo, su sueldo, su salud mental, su familia, su pensión—

depende de lo que suceda allí. Concretamente, de lo que salga de allí:

chips con transistores 10.000 veces más pequeños que un cabello

humano. Sin ellos no hay coche, y las empresas paran la producción.

“La gente no es muy consciente de ello, pero ahora mismo están

conduciendo un teléfono móvil con ruedas”, dice Juan.

Desde Almussafes hasta Valladolid, pasando por Palencia o Barcelona,

miles de trabajadores han estado, están o estarán en ERTE por el

desabastecimiento de semiconductores, el nombre de esos chips. Sobre

ellos baila, también, el siglo XXI.

“El futuro de Estados Unidos depende de los semiconductores”. Ese es

el eslogan principal de la página web de ‘Semiconductors in America

Coalition’, una organización que agrupa las principales compañías

tecnológicas del sector. “Imaginen un mundo sin dispositivos

45


electrónicos”, añaden desde la Semiconductor Industry Association. Ese

mundo —casi amenazan— sería un mundo sin smartphones, televisores,

radios, ordenadores, videojuegos o instrumentos médicos avanzados.

Los semiconductores permiten que esos dispositivos sean más

pequeños, más rápidos y más fiables. Cualquier aparato electrónico

necesita un semiconductor, incluidos los elementos vinculados a la

Inteligencia Artificial, los drones o las armas más sofisticadas de la

industria militar. Es por eso que disponer de semiconductores se

convierte en una cuestión de seguridad nacional y económica de primer

orden.

En febrero de 2021, la sección de la Cámara de Comercio de Estados

Unidos centrada en China publicó un informe. En él, sus autores

explicaban las pérdidas que generaría en la economía estadounidense

una desconexión entre Pekín y Washington en distintos sectores de la

economía. En el campo de los semiconductores, criticaban al gobierno

chino por ser intervencionista y favorecer a las empresas chinas en el

mercado chino con subsidios y exenciones fiscales. Unas líneas después,

pedían al gobierno de Estados Unidos que ayudara —subsidiara— a

empresas estadounidenses para que produjeran más chips en suelo

americano.

“Nuestra dependencia de la tecnología básica es nuestro mayor

problema oculto”, dijo en 2016 el presidente de China, Xi Jinping. En

2019, su país importó más de 300.000 millones de dólares en

semiconductores, una cifra superior a lo que gastó en petróleo. Pese a

46


que China ha conseguido consolidar a gigantes tecnológicos como

Huawei, sigue siendo dependiente del exterior: la producción nacional

en 2019 solo abasteció las necesidades del 16% del mercado chino de

semiconductores. Estados Unidos no quiere dejar de abastecer ese

mercado; China quiere satisfacer el 70% de sus necesidades con

productos nacionales en 2025.

Rumbo a Asia

La lista de las 10 grandes empresas de semiconductores por ingresos

explica muchas cosas, desde la Guerra Fría hasta la globalización. Seis

son de Estados Unidos, dos son de Corea del Sur y dos son de Taiwán.

Ambos países —junto a Japón— son los aliados tradicionales de

Washington en Asia oriental desde el final de la II Guerra Mundial. La

líder, la estadounidense Intel, está seguida de cerca por la surcoreana

Samsung y la taiwanesa TSMC. Las tres compiten para hacer transistores

más pequeños, algo que da más eficiencia a los chips. TSMC ya ha

conseguido hacer los transistores más pequeños de la historia de la

humanidad: son de dos nanómetros, y tiene una posición privilegiada

con respecto a los de tres nanómetros. Sin TSMC, Apple no podría

mejorar sus iPhone.

La manufactura de las piezas ha seguido el camino de la globalización:

la mayoría de empresas occidentales deslocalizaron su producción hacia

Asia para abaratar sus costes, y mantuvieron las etapas de mayor valor

añadido (diseño, creación de software) en Estados Unidos o Europa. En

1990, el 37% de los semiconductores se fabricaban en Estados Unidos.

47


Actualmente, esa cifra es del 12%. Ahora, el avance de los competidores

asiáticos en los segmentos más valiosos de la producción les podría

quitar cuota de mercado.

Además, la distribución actual (más del 60% de los semiconductores se

fabrican en Asia) genera una dependencia que se ha visto exagerada

por el impacto de la pandemia. Por eso Estados Unidos está

promocionando plantas de TSMC e Intel en Arizona. Recientemente el

Senado de Estados Unidos, muy dividido en otras cuestiones, aprobó un

subsidio de más de 50.000 millones de dólares para la industria local.

Esta cifra podría ampliarse hasta los 200.000 millones de dólares, y la

Secretaria de Comercio estadounidense, Gina

Raimondo, pidió recientemente que el Congreso aprobara esta iniciativa

antes de las vacaciones de agosto.

El monopolio holandés

Ninguna empresa europea está entre el top 10 de ingresos del mundo.

De hecho, solamente cuatro europeas se encuentran en el top 35

mundial. Sin embargo, la primera empresa europea de la clasificación

tiene un papel crucial en el sector, e incluso provocó una campaña de

urgencia de la administración de Donald Trump para impedir una de sus

ventas. ASML es una compañía holandesa que ostenta el monopolio de

las máquinas de fotolitografía. Estas permiten la fabricación de obleas

de silicio y, con ello, chips. Cada máquina cuesta 250 millones de

dólares, y hay muy pocas unidades de ella en el mundo.

48


SMIC es la compañía estatal china de semiconductores. Pese a contar

con el apoyo de Pekín, aún está lejos de los líderes en innovación: si en

Taiwán producen transistores de hasta dos nanómetros, en SMIC nunca

han ido más allá de los 14 nanómetros. Las máquinas de ASML permiten

producir transistores de 7 nanómetros, con lo cual el gobierno chino se

decidió a comprarla. El gobierno holandés concedió la licencia de

exportación a su empresa, y todo parecía marchar sin problemas… hasta

que apareció el gobierno de los Estados Unidos. Después de hasta cuatro

rondas de reuniones entre miembros de la administración Trump y el

gobierno holandés, la licencia de venta fue revocada.

Antes de esta intervención, Europa no había prestado mucha atención

al campo de los semiconductores, hasta el punto que decenas de

empresas europeas del sector fueron compradas por corporaciones

chinas o estadounidenses entre 2015 y 2020. La compra de empresas

es una manera rápida de Pekín para acceder a la alta tecnología de la

que no dispone. Otras medidas han sido la contratación de ingenieros

cualificados de la competencia taiwanesa o, directamente, el

hackeo para obtener software, códigos y diseños de esa misma

competencia. Un intelectual de la Chinese Academy of Sciences, citado

en un informe del Institut Montaigne, considera que el principal

obstáculo al desarrollo chino será de origen político: “Seguimos

necesitando tener el control de las tecnologías básicas. Es un hecho que

en la feroz competencia internacional, la tecnología básica no puede

obtenerse a través del intercambio de mercado».

49


El poder de los mapas

El Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, llegó al poder en

1949 tras una guerra civil con los nacionalistas, liderados por Chiang Kai

Shek. Los derrotados quedaron arrinconados en la isla de Taiwán, y aún

hoy siguen declarándose como la China legítima. Estados Unidos, en el

contexto de la Guerra Fría, decidió apoyar a los nacionalistas en su

gestión de la isla. Al igual que Corea del Sur y Japón, Taiwán accedió a

créditos baratos, programó una política industrial propia y se convirtió

en una potencia tecnológica, tal y como atestigua hoy el dominio de

TSMC. El músculo diplomático de la República Popular China, sin

embargo, ha ido restando aliados a Taiwán con el paso de las décadas.

En todo el mundo, solamente quince estados reconocen a Taiwán.

Antes de la guerra civil, ambos bandos estaban de acuerdo en un

aspecto: tanto comunistas como nacionalistas consideraban que el siglo

XIX había sido humillante para China, dominada por los diferentes

imperios coloniales europeos, y que esa situación nunca debería

repetirse. En esa voluntad de reconstrucción nacional tuvieron un papel

importante geógrafos como Bai Meichu. Meichu consideraba que la

principal motivación para aprender geografía era el amor a la patria.

Durante los años 30, él hizo el mapa que consideraba que China tenía

la potestad sobre el Mar de la China Meridional, en una lengua territorial

que llegaba hasta las costas de Malasia.

Sus mapas tuvieron tanto éxito que son los que hoy se enseñan a los

alumnos de todo el país, y se utilizan para reivindicar la soberanía china

50


del territorio marítimo ante sus vecinos. Noventa años después, el mapa

que antaño tuvo el apoyo de los nacionalistas chinos podría servir para

arrinconarlos. El dominio del Mar de China Meridional es crucial para el

futuro de la República Popular China por otro motivo: la mayoría de los

barcos que le suministran petróleo circulan por ahí. Cualquier

interrupción de esa fuente de energía paralizaría la economía china.

El arma secreta

Estados Unidos tiene la tecnología, el dinero y las armas para defender

su hegemonía. China tiene el dinero, pero sabe que no es suficiente para

conseguir la tecnología, y mientras tanto refuerza su ejército. La escasez

de semiconductores, acentuada por la crisis del coronavirus, muestra

uno de los grandes talones de Aquiles de la globalización: después de

todo, las compras y ventas en los mercados siguen consistiendo en

objetos trasladándose físicamente de una punta a otra del mundo. Si

hay alguna interrupción en ese camino, la fragilidad de toda la cadena

queda al descubierto. Por eso Estados Unidos quiere relocalizar parte de

la producción más cerca de casa y la Unión Europea se plantea hacer lo

mismo. La escasez actual, sin embargo, podría durar hasta mediados de

2022. El límite, de nuevo, es físico: no hay tantas plantas para satisfacer

la demanda de semiconductores.

En esta partida de póquer Xi Jinping tiene un último as en la manga, y

los estadounidenses lo saben. Cada año, el Servicio Geológico de

Estados Unidos publica una lista de minerales cruciales para su

economía. En él podemos encontrar los tres elementos imprescindibles

51


para la fabricación de semiconductores: el germanio, el silicio y el

arseniuro de galio. Desgraciadamente para Washington, más del 70%

de la producción de estos minerales se encuentra en China. Y eso no es

todo: una veintena de los minerales estratégicos para Estados Unidos se

encuentran también en China.

Washington podrá aplicar sanciones a empresas, bloquear ventas de

tecnología punta y retrasar la progresión tecnológica china, pero la

realidad es tozuda: sin esos minerales no hay semiconductores, y sin

esos semiconductores las grandes compañías estadounidenses se

derrumbarían. Si esto fuera un spaghetti western, el presidente

estadounidense Joe Biden y Xi Jinping estarían sentados cara a cara,

apuntándose con sendas pistolas por debajo de la mesa: nadie puede

disparar primero, pero ninguno de los dos se puede permitir perder. Y

las ambiciones imperiales siguen más vivas que nunca. Después de todo,

fue el mismo Joe Biden quien dijo, hace unas semanas, que Estados

Unidos estaba listo para “ganar el siglo XXI”. Mientras tanto, Juan —¿se

acuerdan de Juan?— intentará que todo esto no le impida llegar

dignamente hasta la jubilación.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/tecnologia/chips-mapas-armassemiconductores-que-tiene-que-ver-erte-palencia-con-guerra-fria-entre-chinaestados-unidos

52


EL MÓVIL, EL ARMA DE ESPIONAJE DEFINITIVA QUE

LLEVAMOS EN EL BOLSILLO

MANUEL G. PASCUAL

El teléfono inteligente es una ventana al mundo, el problema es

que otros también pueden mirar a través de ella. Las

‘ciberarmas’ de espionaje son tan comunes como peligrosas si

no se regulan

Quien entre en su móvil obtendrá mucha más información sobre usted

que registrando su casa. Tanto en el plano físico (ubicación en tiempo

real, historial de desplazamientos, horas de sueño) como en el social

(con quién se ve y durante cuánto tiempo, de qué habla, quiénes son

sus amigos y su familia) o hasta en el mental (gustos, aficiones, ideas

políticas). Nuestros ordenadores de bolsillo son también un punto de

acceso a cualquier documento de valor (datos médicos, financieros o

laborales, fotografías y vídeos personales, archivos de trabajo). Todo lo

que hacemos pasa hoy por estos dispositivos. Por eso nos aterra que

alguien los pueda husmear sin nuestro consentimiento. “Los móviles son

el sueño de Stalin”, suele decir Richard Stallman, padre

del software libre y leyenda en vida para muchos programadores.

Ese sueño cobra un significado pleno gracias a sofisticados programas

como Pegasus, el producto estrella de la israelí NSO Group. Según ha

desvelado una investigación periodística, este software de espionaje,

o spyware, se ha infiltrado en el móvil de los presidentes de Francia,

Emmanuel Macron, o de México, Andrés Manuel López Obrador, entre

53


otros. En España ya era conocido por haberse colado en los móviles de

algunos políticos catalanes durante el procés. El hombre más rico del

mundo, Jeff Bezos, ha sido capaz de pasearse por el espacio, pero no

de evitar el escrutinio de este programa.

Pegasus está diseñado para meterse en teléfonos ajenos sin que su

dueño lo advierta (como troyano al clicar en un enlace o, en otras

ocasiones, descargándolo sin saberlo al entrar en una web determinada)

y manipularlos desde dentro. Puede hacer capturas de pantalla,

transmitir los datos que contenga el aparato, alterar y modificar

comunicaciones y activar el micrófono o la cámara. Todo de forma

remota y sin levantar sospechas.

Un arsenal variado

Ni Pegasus es un spyware único ni NSO es la empresa que controla este

negocio. ¿Qué otras herramientas hay en el mercado y de qué son

capaces? Imposible saberlo por fuentes oficiales. Conscientes de ello,

miembros de Privacy International, una ONG británica que vela por el

uso no invasivo de la tecnología, asistieron a decenas de ferias militares

celebradas en 37 países de Europa, Oriente Próximo y Asia para recoger

información sobre ciberarmas directamente de los fabricantes. Para

lograrlo se hicieron pasar por posibles compradores, aunque no debió

ser fácil entrar en una industria tan celosa del desconocido. “No puedo

hacer comentarios sobre eso”, responde educadamente Ilia Siatitsa,

investigadora de la organización.

54


El resultado de esa labor de campo es uno de los informes más

completos que hay sobre estas herramientas, con un registro en el que

se detallan unos 1.500 productos distintos. Los clasifican en 11

categorías, que van desde rastreadores de ubicación o de actividad

digital hasta sistemas de grabación de audio o los programas

de hackeo de móviles del tipo Pegasus.

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió que los gobiernos

de países democráticos emprendan acciones judiciales por el espionaje

a periodistas a través del programa Pegasus. EFE/Ritchie B.

Tongo/Archivo RITCHIE B. TONGO RITCHIE B. TONGO / EFE

Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Alemania e Italia son los países con

más compañías en este controvertido sector, de acuerdo a los datos que

maneja Privacy International, que apenas han tenido acceso a material

de Rusia o China (se da por hecho que también serán importantes en

este negocio). “No hay una regulación internacional que afecte a este

tipo de artilugios. Se usan de forma totalmente opaca. NSO, por

ejemplo, dice que solo vende a gobiernos, pero no lo podemos

confirmar”, explica Siatitsa. La organización en la que trabaja lleva

tiempo haciendo campaña para que se prohíban estos artilugios. Ya en

2013 reveló que un software de la firma británica Gamma Group, capaz

de infiltrarse en un ordenador y monitorizar sus comunicaciones, había

sido usado por los Gobiernos de Etiopía o Baréin para localizar y atacar

a opositores políticos.

55


La falta de escrúpulos de los productores de estos sistemas está

contrastada. Se sabe que Azerbaiyán, Emiratos Árabes o Arabia Saudí

son consumidores habituales. Y que usan estas herramientas para

perseguir y asesinar a disidentes, como demuestra el caso del periodista

saudí Jamal Khashoggi.

No toda la tecnología capaz de acceder a un móvil funciona de la misma

forma. “Por un lado está el software de forénsica de móviles, el que usa

la policía cuando tiene que entrar en un dispositivo y no le hace falta

hacerlo de forma remota, y por otro están las empresas que producen

tecnología de vigilancia”, subraya Javier Ruiz, investigador de Ada

Lovelace Institute de Londres. En la segunda categoría entrarían, por

ejemplo, los motores de búsqueda que se dedican a hacer saltar una

alarma cada vez que un internauta teclea palabras sospechosas

(pornografía infantil, terrorismo, etcétera). En un tercer peldaño se

sitúan programas como Pegasus, que directamente se dedican

a hackear móviles.

Para lograrlo, estos sistemas aprovechan vulnerabilidades detectadas

por hackers en sistemas operativos. Son los llamados exploits. Se sabe,

por ejemplo, que la francesa Vupen vende exploits a agencias de

inteligencia como la NSA. Los hackers más talentosos son capaces de

descubrir vulnerabilidades desconocidas hasta por el propio

desarrollador (zero day exploits). Su valor en el mercado negro puede

alcanzar centenares de miles de dólares. Stuxnet, el ataque informático

56


organizado por EE UU e Israel contra las centrales nucleares iraníes, usó

cuatro zero day exploits.

El tsunami Snowden

Que los Estados usan la tecnología más avanzada del momento para

espiar no es una novedad. Durante la Guerra Fría, los pinchazos

telefónicos formaban parte de la rutina de las fuerzas de seguridad en

buena parte de Europa. La sofisticación de los métodos y sobre todo la

digitalización de nuestras vidas hicieron cada vez más sencillo ese

trabajo. Las filtraciones de Edward Snowden de 2013 supusieron una

llamada de atención mundial acerca de la magnitud y sistematización de

las escuchas. “No solo evidenciaron que la NSA tenía un amplio

programa de espionaje con tecnología propia, sino que lo empleaba

contra sus propios aliados, como Angela Merkel”, recuerda Andrés

Ortega, investigador del Real Instituto Elcano.

Los sistemas usados entonces eran más sencillos y solo permitían

escuchar las conversaciones, pero su utilidad era enorme para los

servicios secretos. Tanto es así que, según este analista, a los servicios

de inteligencia no les interesa demasiado que se hable de lo fácil que es

entrar en móviles ajenos precisamente para poder seguir haciendo su

trabajo. En este juego participan también las grandes empresas,

principalmente para obtener información sobre negociaciones de

contratos o para espionaje industrial. “Por unos 500 dólares puedes

comprar sistemas para pinchar móviles con relativa facilidad”, asegura

Ortega.

57


Un hombre utiliza su teléfono móvil, mientras que una mujer toma una

fotografía con su smartphone en el London Bridge de la capital

británica. GETTY IMAGES

Las recientes filtraciones del uso de Pegasus revelan que ni siquiera el

tsunami provocado por Snowden frenó las escuchas sistemáticas. “En

algunos casos, las fuerzas del orden e inteligencia deben poder recurrir

a estas herramientas para entrar en los móviles de los criminales. Pero

deberíamos asegurarnos de que no se usen a la ligera”, opina Diego

Naranjo, asesor político de EDRI, una ONG paneuropea que trabaja por

la defensa de los derechos humanos en la era digital. “Hay que

desarrollar normativas internacionales potentes, como por ejemplo

prohibir que las compañías puedan guardarse y vender zero day

exploits”.

En España, para pinchar un móvil hace falta un permiso judicial. En otros

países, como EE UU o Reino Unido, también se exige eso, aunque solo

si la escucha se realiza dentro de las propias fronteras. Fuera del propio

país, los controles son más laxos.

¿Quién está a salvo?

¿Hace falta recurrir a programas tan sofisticados como Pegasus para

entrar en un móvil ajeno? La respuesta es no. “A un usuario medio se le

puede hacer muchas cosas cuando lleva un Android, ya sea explotando

alguna vulnerabilidad o mediante ingeniería social”, explica Deepak

Daswani, hacker y experto en ciberseguridad. El sistema operativo de

58


Apple, iOS, ofrece más garantías porque tiene más medidas de control

sobre las aplicaciones que uno descarga.

Hay teléfonos codificados, preparados por el CNI, que son más difíciles

de hackear: están cifrados de punta a punta. En España los tienen los

altos cargos del Gobierno. Pero muchos ministros los dejan de usar

porque se oyen mal y son más lentos, según apunta una fuente

familiarizada con estos procesos. Esa búsqueda de comodidad pudo

haber sido la puerta de entrada de Pegasus en uno de los teléfonos del

presidente Macron.

Deshacerse del smartphone no elimina el problema: entrar en un

ordenador es igual de sencillo que acceder a un móvil. Solo nos queda

confiar en que se haga un correcto uso de las herramientas de vigilancia.

“Igual que hay tratados para prohibir el uso de armas nucleares o

bombas de racimo, creo que debería haberlos para las ciberarmas: son

demasiado peligrosas para la democracia. Una empresa como NSO no

debería poder existir”, reflexiona Carissa Véliz, profesora de Filosofía en

la Universidad de Oxford y experta en privacidad. Hasta entonces, Stalin

podrá seguir soñando con una sonrisa de oreja a oreja.

Fuente: https://elpais.com/tecnologia/2021-07-25/el-movil-el-arma-de-espionaje-

definitiva-que-llevamos-en-el-bolsillo.html?fbclid=IwAR1xSYamLmUJGJML-

78jYrLBXX2-rvXIRfC4BW_U3l9YJIhfjmiHfu6-Now

59


EL ALTO COSTO DE LA MALA COMIDA

SILVIA RIBEIRO

Por cada peso que pagamos por comida industrializada, pagamos otros

dos pesos más por los daños a la salud y al ambiente que provoca el

sistema agroalimentario industrial. Es un dato tremendo que en el Grupo

ETC estimamos a nivel global y revelamos desde 2017 en publicaciones

y videos didácticos (https://tinyurl.com/6bwaa997).

Ahora, la conservadora Fundación Rockefeller publica un informe

basado en amplios datos estadísticos, que confirma esta relación con

análisis de la realidad en Estados Unidos. ( True cost of Food, julio

2021, https://tinyurl.com/ezj93vva).

En ese país, la población gasta anualmente 1.1 billones (es decir 1.1

millones de millones) de dólares en comida. Sobre eso, los gastos

generados por la producción, distribución y venta de comida industrial

en atención a la salud, daños ambientales, erosión de suelos,

contaminación de agua, deforestación, destrucción de la biodiversidad y

emisión de gases causantes del cambio climático, así como costos

sociales por trabajo infantil, salarios de hambre, enfermedades

ocupacionales y falta de beneficios laborales, suman 2.1 billones de

dólares adicionales. Costos que son pagados por el erario, es decir por

la propia población.

De ese total de 2.1 billones de dólares anuales de gastos que genera

la cadena agroindustrial, los de atención a la salud, daños ambientales

y a la biodiversidad son 99 por ciento.

60


Es un subsidio mayúsculo e invisible a las empresas trasnacionales

que dominan la cadena agroalimentaria industrial para seguir

produciendo alimentos industriales y transgénicos, con glifosato y otros

agrotóxicos, para seguir con grandes criaderos de cerdos, pollos y vacas

que provocan epidemias, deforestación, contaminación de aguas y

destrucción de biodiversidad en los campos, para seguir con la

producción de alimentos ultraprocesados y con exceso de grasas, sal y

azúcares, que las empresas llenan de conservantes, texturizantes,

colorantes, saborizantes y otros químicos para que soporten largos

transportes y mayor tiempo sin mostrar pudrición en supermercados y

para engañar con sabores artificiales y adictivos a los consumidores.

Además de dar cuantiosas ganancias a las trasnacionales, el sistema

agroalimentario industrial, está estrechamente ligado a las

enfermedades que son las principales causas de muerte en el mundo.

Un informe de la OMS publicado en diciembre 2020, muestra que de las

10 principales causas de defunción en el mundo siete son enfermedades

no trasmisibles (o sea, no contagiosas). Las principales son

enfermedades cardiovasculares causadas, por ejemplo, por exceso de

colesterol, hipertensión, varios tipos de cáncer principalmente digestivos

y enfermedades renales. Destaca la OMS la entrada de la diabetes a la

lista de las 10 principales causas de muerte, dolencia que aumentó en

70 por ciento a escala global entre los años 2000 y 2019, y en 80 por

ciento como causa de muerte entre los hombres

(https://tinyurl.com/4xkz9yya). Todo esto en el contexto de una

61


pandemia global de obesidad, desnutrición y malnutrición que sufre más

de la mitad de la población mundial.

Solamente 24 por ciento de las principales causas de muerte a escala

global son enfermedades contagiosas y de ellas, más de dos terceras

partes son de origen zoonótico, la mayoría originadas a partir de la cría

industrial confinada de animales, como por ejemplo la gripe aviar y la

gripe porcina (H1N1).

Justamente una de las cosas que esta pandemia ha puesto sobre la

mesa es la estrecha conexión que existe entre la alimentación y las

enfermedades. La gran mayoría de los casos graves y de muerte con

Covid-19, han sido personas con comorbilidades como obesidad,

diabetes, hipertensión, problemas cardiacos, colesterol alto y otras

afecciones cardiovasculares, además de edad avanzada y problemas

respiratorios.

Las pocas décadas en las que se ha globalizado el consumo de comida

industrializada han llevado a una crisis de los sistemas inmunológicos de

la gente y los animales, que nos ha dejado muy debilitados frente a

nuevas enfermedades infecciosas.

Esta situación es aún peor en México. En 2019, El Poder del

Consumidor reportó que 88.8 por ciento de las defunciones fueron por

problemas de salud, con un alto porcentaje de obesidad, diabetes,

hipertensión. México es donde más se vende comida ultraprocesada y

refrescos azucarados en América Latina (https://tinyurl.com/nhv6yvbk).

62


Un tema que no es individual, sino sistémico y se debe encarar como

tal. El sistema alimentario agroindustrial, desde las semillas al plato, es

un generador de enfermedad y es causa mayor de destrucción

ambiental, pero pese a ello, subvencionamos a las empresas que lo

dominan pagando el triple del costo de la comida.

Es el mismo tipo de empresas que ahora están en juicio contra el

decreto oficial que instruye a buscar alternativas al glifosato, para

defender su derecho a seguir poniendo veneno en nuestros alimentos.

Por la salud de la gente y de la naturaleza, tenemos que sacarlas de

nuestra comida, recuperar un sistema alimentario sano, sin químicos,

basado en la producción campesina, mercados locales y diversos, con

comida que alimente en lugar de enfermar.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/31/opinion/021a1eco

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«COMO RATAS DE LABORATORIO»

ALLISON DANIEL *

Los espeluznantes experimentos sobre desnutrición que Canadá hizo

con los niños de las escuelas indígenas

El descubrimiento de cientos de restos de niños en Kamloops, Brandon

y Cowessess, en Canadá, ha puesto de manifiesto la devastación

absoluta que los colonos infligieron en los niños, las familias y las

comunidades originarias a través del sistema de Escuelas Residenciales

Indígenas.

Como investigadora especializada en nutrición y colona-canadiense,

hago un llamado a mis colegas para que reconozcan y comprendan los

daños que han causado los experimentos de desnutrición y nutrición en

los pueblos indígenas y el legado que han dejado.

Más fácil de asimilar

Ian Mosby, historiador de la alimentación, salud indígena y política del

colonialismo de los colonos canadienses, descubrió que entre 1942 y

1952los científicos en nutrición más prominentes de Canadá llevaron a

cabo investigaciones muy poco éticas en 1.300 indígenas,

*

Allison Daniel es candidata de PhD en Ciencias Nutricionales, Universidad de Toronto.

64


incluidos 1.000 niños, en comunidades cree en el norte de Manitoba

y en seis escuelas residenciales en Canadá.

Muchos ya sufrían desnutrición debido a las políticas gubernamentales

destructivas y las terribles condiciones de las escuelas residenciales.

A los ojos de los investigadores, esto los convertía en sujetos de

prueba ideales.

Los niños eran separados de sus familias por la fuerza.

Frederick Tisdall, famoso por ser cocreador de la comida infantil Pablum

en el Hospital para Niños Enfermos de Toronto, junto con Percy Moore

y Lionel Bradley Pett fueron los principales arquitectos de los

experimentos de nutrición.

Ellos aseguraron que la educación y las intervenciones en la dieta harían

que los pueblos indígenas fueran activos más rentables para Canadá,

que si los pueblos indígenas fueran más sanos, la transmisión de

enfermedades como la tuberculosis a los blancos disminuiría y la

asimilación sería más fácil.

Presentaron con éxito su plan para experimentos de nutrición al

gobierno federal.

65


Pocas calorías, nutrientes y vitaminas

Tisdall, Moore y su equipo basaron su propuesta en los resultados que

encontraron después de someter a 400 adultos y niños Cree en el norte

de Manitoba a una serie de evaluaciones intrusivas, que incluyeron

exámenes físicos, radiografías y extracciones de sangre.

El plan de Pett y su equipo se centró en determinar una base de

referencia.

Querían darles a los niños de la Escuela Residencial Indígena

Alberni durante dos años una cantidad de lechetan pequeña que

se les privara de las calorías y nutrientes necesarios para su

crecimiento.

Otros experimentos consistieron en no darles vitaminas y minerales

esenciales a los niños de los grupos de control, mientras evitaban que

los Servicios de Salud para Indígenas les brindaran atención

dental con el pretexto de que esto podría afectar los resultados del

estudio.

E incluso antes de estos experimentos, los niños de las Escuelas

Residenciales Indígenas pasaban hambre, que se confirmaba con

informes de desnutrición grave y signos de deficiencias graves de

vitaminas y minerales.

66


Motivos raciales

El interés en la investigación de la nutrición aumentó dramáticamente

en la década de 1940, después de que el Consejo Canadiense de

Nutrición declarara públicamente que más del 60% de las personas en

Canadá tenían deficiencias nutricionales.

La mayoría de los experimentos hasta entonces se habían realizado en

animales, pero investigadores como Pett, quien fue el autor principal de

lo que luego se convertiría en la Guía de Alimentos de Canadá,

aprovecharon la oportunidad de utilizar a los indígenas como ratas de

laboratorio.

Si bien los perpetradores como Pett a menudo actuaban bajo la fachada

de comprender y ayudar a los pueblos indígenas, estaba claro que estos

experimentos de nutrición tenían una motivación racial.

Los investigadores intentaron desentrañar el «problema indígena».

Moore, Tisdall y sus colaboradores atribuyeron estereotipos

discriminatorios como «descuido, indolencia, imprevisión e inercia» a la

desnutrición.

A.E. Caldwell, director de la Escuela Residencial Indígena Alberni, afirmó

que la desnutrición fue causada por dietas y formas de vida

tradicionales, que también llamó «hábitos indolentes».

67


Los experimentos de nutrición, junto con los alimentos profundamente

inadecuados y de baja calidad que se les daba a los niños en estas

escuelas, se alinearon perfectamente con el mandato de asimilación de

Caldwell.

Prohibir a prácticamente todos los niños alimentos tradicionales

adecuados es otro medio más de colonización y genocidio cultural.

Tras el hallazgo de cientos de restos de niños en las inmediaciones de

varias escuelas, muchos se acercaron a rendirles tributo.

Según los hallazgos de Mosby, Pett afirmó que su objetivo era

comprender mejor la transición «inevitable» al estar lejos de los

alimentos tradicionales, sin embargo, las Escuelas Residenciales

Indígenas fueron diseñadas a propósito para provocar esto.

Su investigación no es ética según los estándares contemporáneos, y es

difícil creer que alguna vez haya sido aceptable experimentar con

cualquier persona, y mucho menos con niños, sin su consentimiento.

Las secuelas del Holocausto y los experimentos biomédicos en los

campos de concentración llevaron al desarrollo del Código de

Nuremberg en 1947, que establece que el consentimiento voluntario

para la investigación es absolutamente esencial y que los experimentos

deben evitar todo sufrimiento físico y mental innecesario.

68


El código se creó el mismo año en que Pett se embarcó en sus

experimentos de nutrición en seis escuelas residenciales.

Consecuencias de la malnutrición y experimentación

La desnutrición infantil puede ser mortal, especialmente cuando se

combina con el riesgo de enfermedad, que era con frecuencia el caso en

los internados.

El Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación indica

que las principales causas de muerte de los niños en las escuelas

residenciales fueron los daños físicos, la desnutrición, las enfermedades

y el abandono.

Para los sobrevivientes de escuelas residenciales, los efectos de la

desnutrición aún duran.

El hambre durante la niñez aumenta el riesgo de enfermedades

crónicas como la diabetes tipo 2, e investigaciones indican que la

desnutrición severa puede incluso causar cambios epigenéticos que

pueden transmitirse de generación en generación.

Experimentar con niños que ya estaban sufriendo fue inmoral.

Efectos a día de hoy

Los problemas de inseguridad alimentaria y nutrición en las

comunidades indígenas son problemas importantes en Canadá, como

69


resultado de las escuelas residenciales y las políticas coloniales que

continúan hasta el día de hoy.

Los experimentos en estos internados y en las comunidades han hecho

que los sitios de atención médica sean lugares precarios y

traumáticos para muchas naciones indígenas y han llevado a que

muchos tengan dudas en torno las vacunas durante la pandemia de

covid-19.

La noticia del hallazgo de cientos de cuerpo de niños indígenas causó

indignación en Canadá y en el mundo.

Al mismo tiempo, persiste el estigma, la violencia y el racismo hacia los

pueblos indígenas en estos contextos.

Esta historia particular de experimentos de desnutrición y nutrición en

niños y adultos indígenas se ha contado antes. Atrajo la atención de los

principales medios de comunicación en 2013 después de la investigación

de Mosby.

Y no sorprende a los pueblos indígenas, cuyas verdades debemos

finalmente escuchar con atención.

Fuente: https://theconversation.com/les-enfants-des-pensionnats-pourautochtones-etaient-de-parfaits-cobayes-pour-les-chercheurs-en-nutrition-163599

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ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE

ESPECIALMENTE

EN NUESTRA AMÉRICA

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LA PANDEMIA DE LOS COVIDIOTAS

ARAMA HARONIAN

Fuentes: CLAE - Rebelión

Paren el mundo. ¿Uno se puede bajar? En mi larga vida había escuchado

muchos disparates, pero los del último año sobre el coronavirus y la

vacunación se ganan varios premios nóbel al absurdo o al disparate

(pueden competir en ambas categorías).

Santiago Varela decía que hoy ser humorista es imposible, es una

profesión absurda, porque hay una competencia brutal, despiadada, con

gente común, con amateurs, aficionados que dicen cosas que a los

humoristas, los que viven de la sonrisa ajena, los dejan sin palabras, sin

recursos. Para colmo son ingeniosos, creativos, imaginativos.

72


Con mucha seriedad, Alejandro Grisom –titular de la oficial Argentina

Futura- señala que la aparición de una pandemia como la Covid-19 es

una bomba; sus esquirlas son los relatos apocalípticos esparcidos por

todos los rincones de la aldea global. Es más sencillo y usual imaginar el

fin de la humanidad que el fin de la injusticia y de la desigualdad.

Películas, novelas y relatos periodísticos nos narran todas las distopías

que no habíamos podido pensar.

La crisis torna imperioso pensar el presente. Y torna impensable el

futuro. Su triunfo cultural consiste en bloquear la imaginación de nuevos

rumbos y horizontes. Encorsetado el futuro a la catástrofe, a la

imposibilidad, se despliega una maquinaria que erosiona la voluntad de

acción. Que coloca el destino en cualquier factor ajeno a la voluntad y a

la sociedad, y pretende doblegar deseos, sueños y construcciones

colectivas, añade.

Pero hay que reconocer que la pandemia ha ampliado nuestro

vocabulario. Desde el estallido del brote de coronavirus y la Covid-19,

nuestro lenguaje de uso coloquial y cotidiano se ha llenado de

terminología especializada: pandemia, cepa, clúster, curva de contagio,

o siglas como OMS, EPIs, SARS, MERS. Ya no hablamos de mantener la

distancia a secas, sino de mantener la “distancia social” para evitar la

“propagación comunitaria de persona a persona”.

Ya no decimos que nuestro gobierno ha decretado el estado de alarma,

sino que nos encontramos en un estado de “emergencia de salud pública

73


ante un brote pandémico”. No estamos encerrados en casa, sino

“confinados”. Un equipo de mascarilla y guantes son ahora “kits de

protección”. Hemos dejado de tener dolores, tos, mocos o sensación de

faltarnos el aire. Ahora tenemos síntomas, dolencias, o “insuficiencia

respiratoria”. Y si no hemos desarrollado ninguno de estos males,

entonces somos “asintomáticos”.

Por ejemplo, en un zoom de cultores del IChing, una dama chilena

afirmaba que a su madre la vacunaron contra la covid-19, y a causa de

la vacuna su mamá se imantó. Obviamente a ningún humorista se le

pudo ocurrir tamaño dislate. Imagínese usted a la mamá de la señora

caminando por la cocina y una cacerola, o dos cucharas se le pegan al

abdomen o en su grueso reverso. Obviamente la señora está contra las

vacunas, que según me dicen debe ser igual que estar a favor de la

pandemia.

Quizá en su afán de destacarse de la manada, hay mucha –demasiadagente

que se manifiesta públicamente como antivacunas o

anticuarentena. (Eso no quiere decir que no se vacunen) También los

creacionistas creen que el mundo se creó el 23 de octubre de año 4004

antes de Cristo y los uruguayos que aún son campeones del mundo en

fútbol.

Quizá tengan razón y no hay de qué preocuparse. En el mundo se

registraron casi 200 millones de infectados y casi cuatro millones de

muertos. En América Lapobre hay poco más de 40 millones de

74


infectados, de los cuales 18 millones y medio viven en Brasil. Pero todo

es sicológico, porque el virus no existe y las vacunas son nocivas e

imantadas.

745 millones de personas en todo el mundo vivirán en condiciones de

“pobreza extrema” al finalizar 2021, lo cual implica un aumento de 100

millones de personas desde que se declaró la pandemia 18 meses atrás.

A ello se suma que 2.700 millones de personas no recibieron

ningún tipo de ayuda pública para enfrentar las consecuencias

económicas derivadas de la covid-19.

En el mundo ya son 155 millones de personas las que fueron arrastrados

a extremos de inseguridad alimentarias, 20 millones más que en 2020.

Son solo cifras, pensarán ustedes. Sí, son cifras que muestran una

realidad que no queremos ver.

La que salió Campeón de América fue la selección de fútbol argentina,

de la mano del “mago” Lionel Messi. Pero el país quedó relegado en

Latinoamérica detrás de Brasil, México y Colombia con la segunda mayor

cantidad de casos de coronavirus, habiendo sobrepasado a otros países

en número de infecciones y muertes.

La devastación económica derivada de la pandemia de Covid-19, esa

que no existe, ha colocado a Latinoamérica en peligro de sufrir una

nueva década perdida. Actualmente registramos 60 millones de

personas en situación de hambre, 14 millones más que hace un año, la

contracción económica fue de 6.8 por ciento, la peor en 120 años. En

75


Centroamérica, la carencia nutricional ha colocado a millones de niñas,

niños y adolescentes ante un escenario de privaciones, enfermedad,

dolor y muerte precoz. O de migración hacia mejores sueños.

En este país ya no se puede vivir, con la excusa de la pandemia los

chicos no tienen futuro. Mi hijo está ahorrando para irse a Europa, a

Barcelona, le decía una señora a la cajera del supermercado, la semana

pasada. Tenga cuidado que en Barcelona hay toque de queda, otra vez,

le contestó la cajera, detrás de su bozal, perdón barbijo.

En la radio –donde esperaba escuchar música mientras trabajabaescuché

un comentario de una oyente que denunciaba que en los

aviones que deberían traer vacunas, no las transportaban, sino que

traían extranjeros: rusos, chinos, cubanos, iraníes, quizá. El periodista

radial le explicaba que las vacunas llegaban en grandes cajones

cerrados, y que estaban acondicionados a una temperatura de ocho

grados bajo cero. Difícil que el ruso, chino o cubano, disfrazado de

vacuna, pudiera llegar con vida en esas condiciones. ¿La señora estaba

contra las vacunas o contra los extranjeros? Eso no me quedó claro.

Quizá su fobia fuera con los aviones.

En una miniconcentración antivacunas, una señora con barbijo Dior,

afirmó que ella sabía de primera fuente, porque su marido era médico,

que existen autopsias que demuestran que la vacuna es nociva para la

salud. No, señora, lo que son nocivas para la salud, por unanimidad, son

las autopsias.

76


Delante del centro de vacunación una pareja de mayores de 50 años

insistían en saber qué vacunas les iban a inocular. “No queremos

vacunas comunistas, ni la soviética ni la china, que seguro que son

veneno. Eso lo leímos en las alertas del twitter”. Ellos eran chicos aun

cuando desapareció la Unión Soviética, pero nunca paró la publicidad de

que los comunistas se comen a los niños. Eso de que con una vacuna

los inoculan ideológicamente, me parece de humor fino, realmente sin

precedentes…

Por suerte, hoy ya contamos con un repertorio Terminología Covid19.

Uno de los últimos neologismos incorporados, Covidiota: aquel que no

respeta las normas y rompe el aislamiento. Según Rectum Magazine,

covidiota también es la imbecilidad humana que busca acaparar

mercadería innecesariamente aumentando contagios y privando a otros

de abastecerse normalmente. Por suerte aún no se ocurrió a algún genio

publicitario hablar de los covidprecios: “Compre durante nuestra semana

Covidprecios y ahorra en todos nuestros Covidartículos un 22 %”.

Paren el mundo. Si sigue así, lleno de covidiotas (como algunos que

escriben notas como éstas), prefiero bajar.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador

y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración

Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis

Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

Fuente: https://estrategia.la/2021/07/19/la-pandemia-de-los-covidiotas/

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LA PANDEMIA JAQUEA AL EMPLEO

SERGIO FERRARI

Fuentes: Rebelión

Las tibias señales de recuperación laboral de fines del año pasado en el

continente chocan contra los impactos de las nuevas olas. Las

proyecciones son inciertas y el futuro dependerá de cómo siga afectando

la pandemia. Sin embargo, ya hay que programar la postpandemia.

La región deberá implementar políticas que estimulen la generación de

empleos, particularmente entre los sectores más vulnerables: la

juventud y las mujeres. Este es uno de los argumentos de la Comisión

Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización

Internacional del Trabajo (OIT) quienes publicaron en junio

su Coyuntura Laboral en América Latina y el

Caribe (https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46955/1/

S2100277_es.pdf ), donde analizan los efectos críticos del COVID-19 en

el continente.

78


Según las dos organizaciones onusianas, la crisis económica del año

pasado, la más significativa del último siglo, se expresó en una caída del

Producto Interno Bruto de -7.1%, y en una tasa de desempleo media

continental superior al 10%. La que tuvo una particular incidencia en los

sectores hotelero (19.2%), de la construcción (11.7%), del comercio

(10.8%) y del transporte (9.2%). Los cuatro, en conjunto, concentran

cerca del 40% del empleo regional total. A la industria la afectó en

un 8.6%, en tanto en la agricultura un 2.4%.

Los cálculos de los organismos internacionales señalan que, debido a la

crisis sanitaria, el año pasado, se perdieron en el continente más de 26

millones de puestos de trabajo. La Organización Internacional del

Trabajo reveló que la tasa de ocupación promedio de la región se redujo

del 57.4% al 51.7% entre 2019 y 2020. Otro estudio señala que una de

cada seis personas de entre 18 y 29 años ha perdido su empleo en la

región desde que se desató la pandemia.

De cara al futuro cercano, la CEPAL y la OIT sugieren la implementación

de estrategias que permitan sentar las bases para un retorno, con

mejores condiciones laborales, para todos los trabajadores. Entre ellas:

apuntalar la recuperación del empleo en las categorías y sectores

altamente afectados; mejorar aspectos institucionales referidos a la

salud y seguridad en el trabajo; la formalización de la situación de los

trabajadores; la promoción de la inclusión laboral de las mujeres, así

como la regulación adecuada de nuevas modalidades de trabajo.

79


En su diagnóstico del mundo del trabajo dado a conocer el tercer lunes

de junio, las dos organizaciones sostienen que los impactos más

negativos se observaron en el segundo trimestre del año pasado, cuando

se implementaron las medidas de confinamiento para intentar contener

el pico pandémico. Lo que implicó la caída de la actividad económica,

del empleo y de las horas trabajadas.

Especial incidencia negativa se registró en el sector informal y en los

países en los cuales dicho sector es predominante. Un número

significativo de trabajadoras y trabajadores no pudo continuar con sus

labores, lo que les impidió generar ingresos para sus hogares y actuar

de forma contra cíclica, a diferencia de lo sucedido con el sector informal

en crisis anteriores. El cierre temporal de los servicios de cuidado y de

las escuelas repercutió, además, en una sobrecarga del trabajo en los

hogares. Fueron entonces las mujeres las que soportaron el peso

principal de esta tendencia dado el rol decisivo que juegan en los

quehaceres hogareños y en la gestión de la vida familiar.

Drama en la tragedia: la niñez trabajadora

Un efecto significativo colateral de la crisis pandémica regional fue el

retroceso en los esfuerzos que América Latina y el Caribe venían

realizando con la perspectiva de reducir o eliminar el trabajo infantil

hasta el 2025. Entre 2016 y 2020 cerca de 2.300.000 infantes habían

podido dejar de trabajar.

80


A partir del COVID-19, el prolongado cierre de escuelas y el aumento de

la pobreza entre las familias más vulnerables arrastraron a más niñas y

niños de la región a buscar formas de subsistencia. Según un nuevo

estudio de la OIT y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la

infancia) que fue divulgado en la segunda semana de junio, más de 8

millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años se ven obligada-os,

actualmente, a trabajar en el continente. Se trata mayoritariamente de

adolescentes varones, aunque un 33% corresponde a niñas.

(https://data.unicef.org/resources/child-labour-2020-global-estimatestrends-and-the-road-forward/

).

El número de niños y niñas en hogares con pocos ingresos aumentó

como consecuencia de la pérdida del empleo o la reducción salarial de

muchas familias, que deben ahora recurrir al trabajo infantil como aporte

complementario a la sobrevivencia.

El trabajo infantil está presente tanto en las zonas rurales como en las

urbanas, y casi la mitad (el 48.7%) se practica en el sector agrícola. Más

del 50% de la niñez trabajadora realiza tareas peligrosas, es decir, con

riesgos o consecuencias negativas para su salud, educación o bienestar.

Ante esta compleja realidad continental, la Organización Internacional

del Trabajo y UNICEF recomiendan que se aumente el gasto en servicios

públicos como la protección social; el acceso universal a una educación

gratuita y de buena calidad y que se reabran las escuelas, pero de forma

segura. También proponen el trabajo decente para la-os jóvenes en

81


edad legal de trabajar; que se vuelva a prestar atención al trabajo

infantil en la agricultura; que se promulguen leyes que protejan mejor a

la niñez que promuevan sistemas integrales de protección de la infancia

allí donde no existan.

Opciones de futuro

Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe analiza el impacto

negativo de la pandemia –mayor que en todas las crisis anteriores– en

los mercados laborales de América Latina y el Caribe. Y enumera sus

expresiones más constantes: la destrucción y precarización del empleo;

el aumento de la desocupación; la abrupta disminución de la

participación laboral y los efectos en el empleo y en la participación de

las mujeres, entre otros. Y sugiere anticipar los desafíos de corto y

mediano plazo para una transición paulatina hacia la postpandemia.

Ésta dependerá tanto de la efectividad y la masificación de las medidas

de control de la crisis sanitaria — en particular la vacunación–, como de

la robustez de la recuperación de la actividad económica en un contexto

de gran fragilidad.

Dada la profundidad del impacto de la crisis en 2020 y de las segundas

y terceras olas que confrontan varios países, es muy probable que desde

2021 la región conviva con tasas de desocupación más altas respecto a

los años precedentes.

82


Es posible, enfatizan la OIT y la CEPAL, que los empleos formales que

se generen en el futuro, no recuperen en el corto plazo los niveles

previos a la crisis sanitaria. Debido a los problemas que están

experimentando muchas empresas, particularmente las micro, pequeñas

y medianas, para sostener y recuperar su actividad.

En consecuencia, ciertos mecanismos como los seguros de desempleo,

junto con las políticas de capacitación e intermediación laboral, son y

serán muy importantes tanto para sostener los ingresos de los

desocupados como para facilitar su retorno al mercado laboral.

Como opciones de salida de la crisis recomiendan la promoción de la

inversión pública y privada con alta intensidad de mano de obra,

especialmente en los sectores más afectados en cada país, “de manera

que la reactivación del tejido productivo en esos sectores acelere la

demanda del empleo a nivel sectorial”.

El sector informal, por otra parte, deberá estar también en el centro de

la preocupación oficial. Será importante sostener políticas de ingreso

para los trabajadores informales y sus familias durante las siguientes

olas de la pandemia y en la postpandemia, enfatiza el estudio. Subraya

también la atención particular, en esta etapa, a las opciones del trabajo

femenino, particularmente afectado durante la crisis. “Para facilitar la

reincorporación de las mujeres al mercado laboral — además de

promover la recuperación del empleo–, se deberán priorizar las medidas

83


que fortalezcan las políticas e instituciones de los sistemas de cuidado,

tanto en términos de educación como de salud.

Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe subraya una realidad

“novedosa” que explotó con fuerza en los últimos meses: los

trabajadores intermediados por plataformas digitales. Constituyeron una

fuente de empleo muy importante debido a la necesidad de reducir los

contactos personales y de mantener el reparto de bienes esenciales. Sin

embargo, la realidad muestra que existe una alta precarización de esta

modalidad de trabajo caracterizada por la inestabilidad, largas jornadas,

ausencia de protección socio-laboral y la falta de opciones de diálogo y

representación. De ahí, la necesidad de bregar por condiciones

realmente decentes en esta nueva modalidad laboral, insisten la OIT y

la CEPAL.

Aunque no lo señalen explícitamente estos organismos, el futuro laboralsocial

en el continente – y a nivel mundial— va a generalizar el debate

sobre quién pagará realmente los costos de la crisis. Una pugna esencial

de sociedad, que, si bien ya se visualiza, sigue parcialmente velada por

las restricciones pandémicas que limitan la movilización social. Todo

anticipa que la recuperación del empleo y la vigencia de condiciones

laborales decentes no solo dependerán de la buena voluntad de los

gobiernos sino también de la presión social en las calles.

FUENTE: https://rebelion.org/la-pandemia-jaquea-al-emple

84


AMÉRICA LATINA: 4.555 MUJERES

VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO

ELDA MONTIEL

Fuentes: SEMlac

América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo, ya que

alberga solo al nueve por ciento de la población mundial, pero

actualmente representa 34 por ciento del total de muertes violentas.

Los países de la región, entre los que se encuentra México, tienen las

tasas de homicidios más altas que las naciones con niveles de

desigualdad similares. Los índices de violencia contra las mujeres y las

niñas son abrumadores.

Tan solo en 2018, 4.555 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 18

países de América Latina, de acuerdo con el Observatorio de Igualdad

de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

(Cepal).

Los países también luchan contra formas de violencia no letales, incluida

la violencia sexual, los robos, el abuso policial y la trata de personas.

En el Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 «Atrapados: Alta

Desigualdad y Bajo Crecimiento en América Latina y el Caribe», lanzado

por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se

analiza «la trampa en la que se encuentra sumida la región que impide

85


el avance hacia el logro de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo

Sostenible».

La pandemia de covid-19 ha generado una crisis económica que afecta

principalmente a las mujeres, niñas, niños y adolescentes, al colocarlas

en situación de riesgo dentro de sus propios hogares.

El cuarto Informe de Desarrollo Humano advierte que, si bien la

desigualdad causa mayor violencia, esta última también aumenta la

desigualdad porque afecta de manera desproporcionada a las

poblaciones más vulnerables, entre ellas las mujeres, minorías étnicas y

de género, lo que contribuye a perpetuar su estado de privación.

La violencia social y doméstica presenta elevados niveles de violencia

sexual, feminicidio y violencia contra niñas y niños, lo que ha sido un

área de creciente preocupación durante los confinamientos a raíz del

covid-19.

La región tiene la tercera prevalencia más alta de violencia sexual a lo

largo de la vida perpetrada por personas que no son la pareja y la

segunda prevalencia más elevada de violencia a lo largo de la vida

cometida por la pareja.

La violencia contra minorías sexuales es también una de las más altas

en el mundo.

El informe destaca que la violencia homicida en la región también varía

mucho al interior de los países. Por ejemplo, refiere que algunos estados

86


y ciudades de México tienen tasas de homicidio superiores a 200 por

cada 100.000 habitantes, mientras que otros tienen tasas inferiores a

dos, y algunas regiones de Chile registran tres homicidios por cada

100.000 habitantes, mientras que otras tienen de una tasa de 0,5.

La violencia limita también el crecimiento a través de su impacto sobre

el capital humano (y la productividad) y sobre la inversión pública y

privada que se ve distorsionada, así como por el gasto en seguridad y

por la incertidumbre acerca de los derechos de propiedad.

Entre las líneas de acción que propone el documento para abordar este

tema, figuran el fortalecimiento de los sistemas de justicia local y la

expansión de la atención en salud mental para las víctimas de violencia.

Las políticas públicas dirigidas a erradicar la violencia contra las mujeres

y las niñas deben adoptar un enfoque integral que incluya la prevención,

la atención, la sanción y la reparación.

Establecer sistemas de justicia independiente y eficaz, capaz de

salvaguardar los derechos humanos, facilitar el acceso a la justicia para

todos sin discriminación y proporcionar servicios transparentes y

objetivos es fundamental para combatir la violencia eficazmente.

Al no permitir que los delitos queden impunes y prevenir la

revictimización, el sistema judicial elevaría el costo de cometer crímenes.

Estos sistemas deben responder adecuadamente a las necesidades

diferenciadas, por ejemplo, construyendo capacidad para abordar mejor

87


la violencia contra las mujeres, las personas LGBT+ y los grupos étnicos

mediante una clasificación más detallada de los crímenes en las

estructuras jurídicas y mediante el entrenamiento.

Este enfoque también debe integrar perspectivas económicas, sociales,

culturales y de justicia para enfrentar el problema a lo largo de las

diferentes etapas del ciclo de vida de las mujeres.

Destaca que, si se abordan con éxito, los avances en la lucha contra la

violencia pueden allanar el camino hacia sociedades más equitativas,

más productivas y pacíficas.

El narcotráfico triplicó en 10 años la tasa de homicidio en

México

De los datos sobre la violencia en la región destaca, que en las últimas

dos décadas el crimen organizado en la región se ha vuelto cada vez

más violento.

Debido a la inestabilidad y la subsiguiente escisión de las organizaciones

narcotraficantes mexicanas y sus enfrentamientos entre sí y con las

autoridades estatales tras los cambios en el entorno político, la tasa de

homicidio del país se triplicó en 10 años.

Al mismo tiempo, el enfoque internacional de reprimir las redes de

narcotráfico colombianas y mexicanas empujó al crimen organizado a

88


expandirse hacia América Central para establecer nuevas rutas para sus

operaciones de tráfico.

También refiere el documento que la violencia o la amenaza de violencia

se ha convertido en moneda de negociación entre actores estatales y no

estatales en diversos contextos para alcanzar y sostener acuerdos, y es

parte fundamental de la lucha por la distribución de recursos, derechos,

oportunidades y poder en esta área geográfica.

Asimismo, la región aún lucha con la violencia política, que incluye

protestas violentas, actos de violencia estatal como brutalidad policial,

ejecuciones extrajudiciales y represión violenta de protestas, y violencia

contra defensores de derechos humanos, activistas ambientales,

políticos y periodistas.

Dada la prevalencia de la violencia y sus graves repercusiones en el

desarrollo humano, la zona necesita desesperadamente más y mejores

datos especialmente sobre las formas más graves de la violencia que la

afligen.

La militarización en países como México incrementó la violencia

Las agresiones llevadas a cabo por las fuerzas armadas también se han

intensificado tras la decisión de algunos países de militarizar las tareas

de seguridad pública, lo que ha provocado un aumento de la violencia

en Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela.

89


También se menciona a México entre los países con protestas violentas

que se dieron entre 2000 y 2019. En América del Sur fueron más

comunes en Bolivia, Brasil y Venezuela. La mayoría de las protestas

violentas en América Central se produjeron en Honduras y Nicaragua.

México se encuentra entre los países con mayor número de protestas

violentas junto con Nicaragua y Brasil, solo superadas por Haití y

Venezuela.

La mayoría de los casos de defensores de los derechos humanos

asesinados se han producido en Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras

y

México.

Cientos de políticos mexicanos han sido asesinados por organizaciones

narcotraficantes.

Se estima que 450 periodistas fueron asesinados o desaparecidos en la

región entre 2000 y 2017; Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras y

México son los países más peligrosos para esa profesión.

México se encuentra entre los cuatro países, después de Perú y Ecuador,

Uruguay con mayor porcentaje de ciudadanos que afirman haber sido

víctimas de un delito en 12 meses.

Los costos de la violencia

90


La violencia tiene la capacidad de distorsionar la asignación de recursos

públicos y privados, contribuyendo de esta forma a la persistencia de la

desigualdad.

Se estima que los costos directos e indirectos del crimen en la región

son alrededor del tres por ciento del PIB en el país promedio y en más

del seis por ciento en los países más violentos de América Central.

El Banco Mundial estima que los costos relacionados con los gastos

médicos, la pérdida de productividad y el gasto público en seguridad

ascienden al 3,7 por ciento de la producción anual. Esto representa un

desperdicio sustancial de los recursos públicos que se necesitan para la

defensa, la policía, los programas de prevención y el castigo.

Fuente: https://rebelion.org/america-latina-4-555-mujeres-victimas-de-feminicidio/

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DW-COLOMBIA: LA MAQUINARIA DE LA GUERRA QUE

PRODUCE MERCENARIOS

El asesinato del presidente haitiano evidencia que Colombia tiene un

grave problema con sus Fuerzas Armadas que, a pesar de sus fortalezas,

parecen superadas por la descomposición que genera una guerra de

medio siglo.

Helicóptero Blackhawk de las Fuerzas Armadas de Colombia

Cuba exporta médicos, Colombia mercenarios. "Es terrible escuchar eso,

pero es la realidad”, dice a DW el exmilitar colombiano Alfonso Manzur

Arrieta. El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio,

presuntamente a manos de un grupo de exmilitares colombianos

contratados como mercenarios por la firma estadounidense CTU

Security, de propiedad del venezolano Antonio Intriago, saca a flote un

vergonzante y gigantesco problema producido en Colombia. ¿Cómo

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y por qué Colombia produce mercenarios?¿Quiénes son los contratistas

y quiénes los llamados mercenarios?

"Este es un fenómeno surgido de más de medio siglo de guerra en

Colombia, y en la que las Fuerzas Públicas, en especial el Ejército y la

Armada, se convirtieron en un poderoso factor de la guerra misma”,

sostiene Alfonso Manzur Arrieta, politólogo y director de Veteranos por

Colombia, una fundación que "aboga por la reconciliación entre

exmilitares y exguerrilleros”.

La guerra es un negocio, aunque suene a frase de cajón. "Veteranos por

Colombia aprueba empero, la política de ‘seguridad democrática',

porque sin ella hubiera sido imposible hacer replegar a las FARC que, en

ese momento, eran muy fuertes”, recuerda Manzur, magister en

Seguridad Pública y Asuntos Internacionales. Esta estrategia del

expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), presentada en 2003 por la

actual vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez,

proponía un papel más activo de la sociedad civil en la lucha del Estado

y de sus órganos de seguridad frente a la amenaza de grupos

insurgentes. A pesar del gran apoyo popular, su aplicación propició

graves violaciones de los derechos humanos.

La pérdida de la ética es la génesis del resto de males

"En ese marco, la alianza de miembros de las Fuerzas Armadas con el

paramilitarismo dañó la ética militar”, agrega el experto, que ve aquí la

génesis de lo que más tarde se conocerían como "falsos positivos” o sea

ejecuciones extrajudiciales. Según la JEP, la Justicia Especial para la Paz,

93


entre 2002 y 2008, militares colombianos asesinaron a por lo menos

6.402 jóvenes inocentes para ser presentados como bajas en combate.

¿Cuál fue efecto del trabajo conjunto de algunos militares con grupos

paramilitares? "Esa unión le hizo perder la legitimidad a las Fuerzas

Militares de Colombia. Hoy, muchos de mis excompañeros están en la

cárcel por ello”, lamenta.

Mercenarismo: un fenómeno "muy complicado”

La Fuerza Pública de Colombia sigue siendo la mayor de toda América

Latina, superando a Brasil. El número de efectivos se ha reducido,

aunque su presupuesto ha crecido. Entre 2015 y 2020, según el

Ministerio de Defensa, Colombia pasó de tener y mantener a 451.124

soldados, cadetes y policías a contar con 402.308 hasta septiembre de

2020. En respuesta a un derecho de petición de Colombiacheck, el

Ministerio de Defensa informó que en 2020 el presupuesto del Ejército,

la Armada y Fuerza Aérea fue de 11.564.339 millones de pesos, y el de

la Policía de 9.701.672 millones de pesos.

El Plan Colombia, lanzado en 1999 por Bill Clinton y Andrés Pastrana en

Colombia, y creado, en un principio, para combatir la alianza de la

guerrilla con el narcotráfico, terminó inflando las filas de las fuerzas

armadas en Colombia. "Más tarde, el mismo narcotráfico generaría otro

nuevo sector: el de la seguridad privada”, describe Alfonso Manzur.

Cuando un Ejército pierde su norte ético, puede dar origen al

"mercenarismo”, es la conclusión del politólogo colombiano, que lo

considera "un fenómeno muy complicado”.

94


Colombia cuenta así con el mayor ejército de América Latina, entrenado

y probado en combate y que se pensiona joven: bastan 21 años de

servicio para que un militar tenga el derecho a recibir una "asignación

de retiro”. Pero mientras exoficiales reciben hasta 6 millones de pesos

(alrededor de 1.560 dólares) de pensión tras dos décadas de trabajo, un

ingeniero electrónico en Colombia gana apenas unos 2 millones y medio

de pesos de salario, unos 650 dólares. Y los soldados rasos apenas

reciben el salario mínimo como pensión, que hoy en Colombia no alcanza

al millón de pesos, unos 260 dólares. Tan poco, que tienen que buscar

trabajos alternativos para subsistir.

Despegue del cohete Ariane 5 que pone en órbita satélites desde la Estación Aeroespacial

Europea en Kouru, Guayana Francesa.

Un legionario colombiano: "Somos apreciados por nuestro

profesionalismo”

Raphaël es colombiano y miembro de la "Légion étrangère”, la fuerza de

choque del ejército francés, que se compone de exmilitares de casi todo

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el mundo. "Yo mismo renuncié al ejército, porque tras haber sido herido

en combate con las FARC, la institución me desamparó”, dice a DW, en

un día libre de operaciones desde la selva guayanesa. Raphaël es un

nombre ficticio dado por la redacción de DW para proteger su identidad.

"El Ejército de Colombia me defraudó porque cuando yo puse la frente,

me dio la espalda”, agrega. Raphaël escuchó del asesinato en Haití y

lamenta las acciones de "mercenarios que se creen Rambos, ávidos de

sangre y aventuras, como en las películas”. Él mismo se llama

"legionario”, aplicó sin intermediarios en Francia, pasó las duras pruebas

físicas, psicológicas y de conocimientos y fue admitido con un contrato

oficial en la Legión Extranjera, una fuerza élite adjunta al ministerio de

Defensa de París.

Raphaël cuenta que, en realidad, "los colombianos somos bien

apreciados, justo por nuestra alta capacitación, experiencia en campo y

seriedad”. Este colombiano es uno de los que velan por la seguridad de

la Estación Espacial Europea en la Guayana Francesa, pero sus

operaciones también lo llevan a patrullar la selva para la prevención del

narcotráfico y la persecución de los explotadores ilegales de oro, en su

mayoría brasileños.

En sus misiones, los mayores riesgos que corre son la posibilidad de

sufrir la mordedura de un murciélago con rabia o el ahogamiento por

contacto con peces gato. La mayor advertencia de sus superiores:

mantenerse lejos del mundo de la prostitución, en Guayana

francesa dominada por mujeres venezolanas y dominicanas.

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Raphaël no ha perdido las esperanzas de regresar a Colombia y poner

un negocio, pero sí perdió su admiración por las revistas de lujo del

ejército colombiano que hablan de "héroes de la patria”.

(er)

Fuente: https://www.dw.com/es/colombia-la-maquinaria-de-la-guerra-queproduce-mercenarios/a-58604859?maca=es-Facebooksharing&fbclid=IwAR26D7DyyoC_T1cHjEAvpjdWlcuZKN8oNiE2y__gpMpwjv3wLheu

PAuIeJQ

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AGUA: ¿FUENTE DE VIDA O FUENTE DE LUCRO?

CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA

LEONARDO BOFF *

Hoy hay dos cuestiones principales que afectan a toda la humanidad: el

calentamiento global y la creciente escasez de agua potable. Ambas

obligan a profundos cambios en nuestro modo de vivir, pues pueden

producir un colapso de nuestra civilización y afectar profundamente el

sistema-vida.

Atengámonos a la cuestión del agua, codiciada por las grandes

corporaciones para privatizarla y lucrarse enormemente. Ella puede ser

tanto motivo de guerras como de solidaridad social y cooperación entre

los pueblos. Ya se ha dicho que las guerras del siglo XX eran por petróleo

y las del siglo XXI serán por agua potable. No obstante, ella puede ser

referencia central para un nuevo pacto social mundial entre los pueblos

y los gobiernos con vistas a la supervivencia de todos.

Consideremos los datos básicos acerca del agua. Ella es

extremadamente abundante y al mismo tiempo escasa. Existen cerca de

1.360.000.000 km 3 cúbicos de agua en la Tierra. Si tomáramos toda esa

agua que está en los océanos, lagos, ríos, acuíferos y cascos polares y

la distribuyésemos equitativamente sobre una superficie terrestre plana,

*

Leonardo Boff, ecoteólogo, ha escrito El doloroso parto de la madre Tierra: una sociedad de

fraternidad sin fronteras y de amistad social, Vozes, 2021.

98


toda la Tierra quedaría sumergida bajo el agua a tres km de profundidad.

El 97% es agua salada y el 3% es agua dulce. Pero solamente el 0,7%

de esta es directamente accesible al uso humano. De este 0,7, el 70%

va para la agricultura, el 22% para la industria y lo que queda para el

uso humano y animal.

La renovación de las aguas es del orden de 43.000 km 3 al año, mientras

que el consumo total está estimado en 6.000 km³ al año. Hay por lo

tanto superabundancia de agua, pero desigualmente distribuida: el 60%

se encuentra en solo 9 países, mientras otros 80 enfrentan escasez. Poco

menos de mil millones de personas consumen el 86% del agua existente

mientras que para 1,400 millones es insuficiente (en 2020 serán tres mil

millones) y para dos mil millones no es tratada lo que genera un 85%

de las enfermedades comprobables. Se presume que en 2032 cerca de

5.000 millones de personas se verán afectadas por la crisis del agua.

El problema no es la escasez de agua sino su mala gestión y distribución

para atender las demandas humanas y de los demás seres vivos. Brasil

es la potencia natural de las aguas, con el 13% de toda el agua dulce

del planeta, con un total de 5,4 billones de metros cúbicos. A pesar de

la abundancia, se desperdicia el 46% de ella, lo que daría para abastecer

a toda Francia, Bélgica, Suiza y el Norte de Italia. Carecemos aún de una

cultura del agua.

Por ser escasa, el agua dulce se ha convertido en un bien de alto valor

económico. Como hemos pasado de una economía de mercado a una

sociedad de mercado, todo se transforma en mercancía. En función de

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esta “gran transformación” (Karl Polanyi), hoy en día hay una carrera

mundial desenfrenada para privatizar el agua y obtener grandes lucro

Así han surgido empresas multinacionales como las francesas Vivendi y

Suez-Lyonnaise, la alemana RWE, la inglesa Thames Water y la

americana Bechtel, entre otras. Se ha creado un mercado de las aguas

de más de 100.000 millones de dólares. Ahí están fuertemente presentes

Nestlé y Coca-Cola, buscando comprar fuentes por todas partes del

mundo.

El gran debate hoy se presenta en estos términos: ¿el agua es fuente

de vida o fuente de lucro? ¿El agua es un bien natural, vital, común e

insustituible o un bien económico a ser tratado como recurso hídrico y

como mercancía?

Para empezar es importante reconocer que el agua no es un bien

económico como cualquier otro. Ella está tan ligada a la vida que debe

ser entendida como algo vital y sagrado. La vida no puede ser

transformada en mercancía. Es uno de los bienes más excelentes del

proceso evolutivo y unos de los mayores dones divinos. Además, el agua

está ligada a otras dimensiones culturales, simbólicas y espirituales que

la hacen preciosa y cargada de valores que en sí no tienen precio.

Para entender la riqueza del agua que transciende su dimensión

económica, necesitamos romper con la dictadura de la razón

instrumental-analítica y utilitarista, impuesta a toda la sociedad. Esta ve

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el agua como mero recurso hídrico con el cual se puede hacer negocios.

Atiende solo a finalidades y utilidades. Pero el ser humano tiene otros

ejercicios de su razón. Existe la razón más ancestral, sensible,

emocional, cordial y espiritual. Este tipo de razón va más allá de

finalidades y utilidades. Esta razón está ligada al sentido de la vida, a los

valores, al carácter simbólico ético y espiritual del agua.

En esta perspectiva, el agua se considera un bien común natural, como

fuente y nicho donde hace 3,800 millones de años surgió la vida en la

Tierra. El agua es un bien común público mundial. Es patrimonio de la

biosfera y vital para todas las formas de vida. No existe vida sin agua.

Obviamente, las dimensiones del agua como fuente de vida y como

recurso hídrico no necesitan excluirse, pero deben ser rectamente

relacionadas. Fundamentalmente el agua pertenece al derecho a la

vida.

La ONU declaró el día 28 de julio de 2010 que el agua limpia y segura,

así como el saneamiento básico, constituye un derecho humano

fundamental.

Pero ella demanda, sí, una compleja estructura de captación,

conservación, tratamiento y distribución, lo que implica una innegable

dimensión económica. Esta, sin embargo, no debe prevalecer sobre la

otra, la del derecho, sino que debe hacer el agua accesible a todos. Se

debe garantizar a todos gratuitamente por lo menos 50 litros de agua

101


potable y sana al día. Cabe al poder público junto con la sociedad

organizada crear la financiación pública para cubrir los costos necesarios

para garantizar ese derecho de todos. Las tarifas para los servicios

deben contemplar los diversos usos del agua, ya sea doméstico,

industrial, agrícola o recreativo. Para los usos en la industria y en la

agricultura, evidentemente, el agua esta sujeta a precio.

La visión predominante mercadológica distorsiona la correcta relación

entre el agua como fuente de vida y el agua como recurso hídrico. Esto

se debe fundamentalmente a la exacerbación de la propiedad privada

que hace que se trate al agua sin el sentido de compartir ni de considerar

las demandas de los demás y de toda la comunidad de vida.

Es todavía muy débil el principio de solidaridad social y de comunidad

de intereses y del respeto por las cuencas hidrográficas que

transcienden los límites de las naciones como ocurre, por ejemplo, entre

Turquía de una parte y Siria e Iraq de otra, o entre Israel de un lado y

Jordania y Palestina del otro, o también entre USA y México en lo que

se refiere a los ríos Río Grande y Colorado.

Para discutir todas estas cuestiones vitales se creó en 2003 en Florencia,

Italia, el Fórum Mundial Alternativo del Agua. En él se propuso la

creación de una Autoridad Mundial del Agua. Ella sería una instancia de

gobierno público, cooperativo y plural para tratar del agua a nivel de las

grandes cuencas hídricas internacionales así como su distribución más

equitativa según las demandas regionales.

102


Paralelamente, se formó una articulación internacional con vistas a un

Contrato Mundial del Agua. Como no existe un contrato social mundial,

podría elaborarse en torno a aquello que efectivamente une a todos,

que es el agua, de la cual depende la vida de las personas y de los

demás seres vivos. De manera semejante ahora con la irrupción de la

Covid-19, urge un contrato mundial de salvaguarda de la vida humana,

mas allá de cualquier soberanismo, visto como algo superado, de otro

tiempo histórico.

Un papel importante es presionar a los gobiernos y a las empresas para

que el agua no se lleve a los mercados ni se considere una mercancía.

Es importante fomentar la cooperación público-privada para evitar que

tanta gente muera por falta de agua o como resultado de un agua mal

tratada. Cada día, 6.000 niños mueren de sed y unos 18 millones de

niños y niñas dejan de ir a la escuela porque se ven obligados a ir a

buscar agua a 5-10 km de distancia. Es importantísimo conservar los

bosques y las selvas en pie y reforestar lo más posible. Son los que

garantizan la permanencia del agua, alimentan los acuíferos, así como

mitigan el calentamiento global mediante la captación de dióxido de

carbono y la producción de oxígeno vital.

Un mundo con hambre cero, preconizado desde hace años por los

Objetivos del Milenio de la ONU debería incluir la sed cero, porque el

agua es alimento y no hay nada que pueda vivir y ser consumido sin

agua. Finalmente, el agua es vida, generadora de vida y uno de los

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símbolos más poderosos de la vida eterna, ya que Dios aparece como

vivo, generador de toda vida y fuente infinita de vida.

Traducción de Mª José Gavito Milano

Fuente: https://leonardoboff.org/2021/07/16/agua-fuente-de-vida-o-fuente-delucro-contra-la-privatizacion-delagua/?fbclid=IwAR3AVeLLNe8nNMqGgivtcMzJv8saaWAbcopTKRyYjIYnfO_w5iY9JG

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104


LA SOCIEDAD ARGENTINA DE PEDIATRÍA CONFIRMÓ EL

DAÑO QUE PRODUCEN LOS AGROTÓXICOS EN LOS NIÑOS

NAHUEL LAG

Fuentes: Tierra viva [Foto: Subcoop]

La institución científica publicó, por primera vez, un documento

que reúne bibliografía científica que confirma el impacto del

modelo de agronegocio en la salud de niños y niñas. “Las

evidencias en sí mismas son contundentes”, afirma la

investigación. Y, ante la falta de estadísticas oficiales y políticas

sanitarias para los menores de edad, el trabajo propone

herramientas metodológicas para avanzar en relevamientos

epidemiológicos.

105


La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) saldó una cuenta

pendiente con las comunidades expuestas al modelo agropecuario

intensivo dominante al publicar la guía Efecto de los Agrotóxicos en

la Salud Infantil, con el objetivo de concientizar a los trabajadores de

la salud infantil y proveer información a la comunidad médica para

abordar las enfermedades asociadas a los 520 millones de litros de

herbicidas, insecticidas y fungicidas que se utilizan en el país por año,

según datos privados. El documento busca comenzar a revertir

una deuda del Estado con la salud pública: la falta de estadísticas

e informes epidemiológicos, que permitan cuantificar la dimensión del

problema; y también un reconocimiento a la lucha de los vecinos de los

pueblos fumigados que motorizaron medidas de resguardo en todo el

país.

El documento, impulsado por la Comisión de Salud Ambiental de la SAP,

fue elaborado por un equipo multidisciplinario integrado por médicos,

investigadores y científicos integrantes de organizaciones e instituciones

de referencia en el estudio del impacto de los agrotóxicos en la salud y

el ambiente, como el Instituto de Salud Socio Ambiental de la

Universidad de Rosario (Inssa), la Red de Médicos de Pueblos

Fumigados, la Cátedra de Embriología de la Facultad de Medicina de la

UBA, el Grupo Gesta de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam)

y los hospitales Garrahan y Posadas.

“Las evidencias en sí mismas son contundentes y ameritan

entrenarnos como profesionales de la salud en la identificación

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de problemas sanitarios que puedan estar relacionados con estos

aspectos y colaborar con la erradicación o drástica disminución del uso

de estos tóxicos”, sentencian Ignacio Bocles —médico de la cátedra de

Embriología UBA— y Damián Markov —pediatra integrante del Comité

de Salud Ambiental de la SAP— en el capítulo sobre “Efecto de los

agrotóxicos en el desarrollo embrionario y en el sistema nervioso

infantil”.

A lo largo de 12 capítulos, la guía hace un repaso de la bibliográfica

sobre usos de agrotóxicos en el país, el perjuicio en la salud infantil de

los productos mayormente utilizados en los campos de la Argentina

como clorpirifos, atrazina, imidacloprid, 2-4D, Paraquat,

carbofuran y glifosato. Precisa material científico publicado en libros

y revistas especializadas, poniendo el énfasis en los años recientes.

El nutrido aporte de documentación científica de cada capítulo pone en

jaque el latiguillo de “debatir con base científica”, que las

cámaras agropecuarias, multinacionales de la agroindustria y

funcionarios públicos utilizan para desprestigiar las denuncias de

las asambleas ciudadanas, movimientos campesinos y

profesionales de la ciencia digna para intentan bloquear la discusión

sobre los impactos del modelo agrotóxico en la salud y el ambiente.

La coordinadora del documento, María Gracia Caletti —pediatra

nefróloga, consultora del Hospital Garrahan e integrante de la Comité

de Salud Ambiental de la SAP— sentencia: «Es de conocimiento

107


público el efecto perjudicial de los agrotóxicos sobre la salud

humana tanto a nivel agudo como crónico. Este efecto sobre la

salud tiene una sólida fundamentación científica«.

Caletti califica al efecto de los agrotóxicos en la salud infantil como “un

problema de salud pública que en la Argentina adquiere una

dimensión muy grande, y que no está siendo resuelto de una manera

adecuada”. Entre las deficiencias que impiden un correcto control

sanitario del uso de los agrotóxicos, la pediatra consultora del

Garrahan enumera:

– Falta de leyes e incumplimiento de las existentes.

– Ausencia de personal de salud capacitado en el tema.

– Falta de concientización de la población.

– Falta de educación comunitaria.

– Ausencia de registros médicos adecuados.

– Ausencia de estadísticas.

«La mayoría de los países desarrollados tiene legislación

restrictiva sobre el uso de estos productos. Incluso Francia tiene

una legislación que obliga a disminuir, cada 5 años, el 30 por ciento de

agrotóxicos usados hasta dejar de utilizarlos en el 2035″, compara la

integrante del Comité de Salud Ambiental de la SAP y convoca: «Hay

108


mucha tarea por realizar en la Argentina, tanto dentro del sector

salud como fuera de él».

Respecto de la ausencia de estadísticas oficiales, último punto

mencionado por la coordinadora del documento de la SAP, recién en

noviembre pasado el Poder Ejecutivo convocó —a través de los

ministerios de Agricultura, Ciencia y Tecnología, y Ambiente— a la

comunidad científica para analizar la presencia de agroquímicos en

suelo, agua, aire y organismos vivos. Fue a 24 años de la

aprobación del primer evento transgénico resistente al glifosato.

Un documento urgente para la salud infantil

«Si bien hay múltiples publicaciones que dan cuenta de diversos efectos

perjudiciales de los agroquímicos sobre la salud, no disponemos en el

ámbito pediátrico nacional de un documento que resuma los

hallazgos sobre el efecto de los agrotóxicos en la población

infantil ni aborde esta problemática de modo integral”,

destacan Florencia Arancibia — socióloga e investigadora del Conicet

por la Unsam— Alejandro Vallini —pediatra y miembro del Inssa—,

Javier Souza Casandinho —ingeniero agrónomo (UBA) y experto en

plaguicidas y agroecología— y la propia Caletti en el Capítulo 4 respecto

del hito histórico que significa la publicación de este documento

por parte de la SAP.

Los especialistas plantean como contexto la laxitud de la normativa

argentina respecto de los agrotóxicos, situación que permite que un

109


total 107 agrotóxicos permitidos en la Argentina están

prohibidos en al menos un país en otras partes del mundo, al tiempo

que “no existe todavía ninguna Ley Nacional que regule el uso de estos

productos en todo el territorio nacional”.

En su capítulo sobre “Salud infantil y exposición a pesticidas en la

Argentina”, Medardo Ávila Vázquez —médico pediatra y neonatólogo,

docente de la Universidad Nacional de Córdoba y coordinador de la Red

de Médicos de Pueblos Fumigados— grafica la magnitud de la aplicación

del modelo agrotóxico en la Argentina: “Desde el año 1996 la

cantidad de pesticidas que se aplican en el país aumenta

permanentemente, por la extensión de cultivos de semillas

genéticamente modificadas. Estos cultivos cubren 30 millones de

hectáreas de un territorio donde viven (en pequeñas ciudades

y pueblos) más de 12 millones de personas y tres millones de

niños”.

“Una gran cantidad de pediatras atienden pacientes que viven

en zonas agroproductivas que están expuestos en forma directa e

indirecta a los agrotóxicos”, exponen los especialistas en el capítulo que

analiza la situación actual de la problemática sanitaria y ambiental y

apuntan que aunque son necesarias “medidas de resguardo a la

exposición a agrotóxicos que garanticen el derecho a la salud y a

un ambiente sano a todos los niños”, en el país es “escasa

información epidemiológica local sobre la salud de pueblos

sometidos a fumigación sistemática”.

110


Como contrapunto a la falta de información epidemiológica, el estudio

realizado, en 2014, por Medardo Ávila Vázquez en la localidad de Monte

Maíz, Córdoba. «Los resultados preliminares fueron alarmantes: la

población de Monte Maíz tiene cinco veces más casos de cáncer

que los estimados en la OMS, un 25 por ciento más de problemas

respiratorios tipo asma y casi cinco veces más de abortos espontáneos».

Subcoop

Otra de las experiencias de relevamiento de impacto en la salud de los

agrotóxicos es la de los Campamentos Sanitarios que entre 2010 y 2019

impulsó el Instituto de Salud Socioambiental (Inssa) dentro de la materia

“Práctica Final” de la Carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias

Médicas de Rosario. Se realizaron relevamientos en más de 37

localidades de cuatro provincias (Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y

111


Córdoba), donde viven más de 170 mil personas expuestas a los

agrotóxicos.

La experiencia de los campamentos fue reunida recientemente en el

libro Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la

región agroindustrial de Argentina, incorporada a la bibliografía

citada en el documento de la SAP y escrito por dos de los integrantes

del grupo que redacta el documento Vallini y Damián Verzeñassi —

médico especialista en Medicina Legal, director del Inssa y de la Carrera

de Medicina de Universidad Nacional del Chaco Austral—. Confirmaron

incrementos en la incidencia de enfermedades alérgicas

respiratorias y pulmonares obstructivas, diagnósticos

tempranos de Alzheimer o enfermedad de Parkinson, aumento

de partos espontáneos e incremento de las apariciones de

malformaciones congénitas.

Como ejemplo de los impactos en el ambiente, los especialistas citan

dos casos recientes de hallazgos de una inédita mortandad de peces en

los ríos Pilcomayo (Formosa) y Salado (Santa Fe). En el caso del río

Salado, abrió una investigación judicial espontánea que solicitó un

informe a la Universidad Nacional del Litoral, donde confirmaron la

presencia de glifosfato y clorpirifos en las muestras de agua y

tejidos.

Un impulso para continuar investigando sobre el efecto de los

agrotóxicos

112


“El presente documento también podría estimularlos a generar

conocimientos científicos relacionados, a partir de sus experiencias

cotidianas u observaciones clínicas hechas en sus propios territorios”, se

esperanzan los autores del documento de la SAP sobre la reacción que

se pretende con este primer documento sobre el Efecto de los

agrotóxicos en la salud infantil y lamentan que “salvo las localidades

donde se han dado intensas luchas por parte de los vecinos

afectados y se han logrado algunas ordenanzas municipales

restrictivas, casi no existen restricciones al uso” de agrotóxicos. El

recorrido de la lucha de las asambleas vecinales y las redes de médicos

cuenta con un capítulo especial “—Marco regulatorio y conflicto social

alrededor de los agrotóxicos”—, escrito por Arancibia.

El documento de la SAP surge como iniciativa del Comité de Salud

Ambiental, tras dos años de trabajo; pero cuando el propio organismo

de medicina pediátrica llevaba años reconociendo la problemática, por

ejemplo, con su adhesión al Convenio de Rotterdam —establecido en

2004— que abarcaba inicialmente 22 plaguicidas. Mientras que la OMS,

en 2005, reveló que el 40 por ciento de la carga mundial de

morbilidad infantil se atribuye a factores de riesgo ambiental y

afectan a niños menores de cinco años, que representan alrededor

del diez por ciento de la población mundial.

«La Sociedad Brasileña de Pediatría ha empezado a exigir ese camino

con fuerza, reclamando en su país, una política de reducción en el

uso de agrotóxicos. En Argentina también debemos solicitar ese tipo

113


de políticas que se desarrollan en otros países del mundo con

éxito. Necesitamos decisiones políticas en ese camino, pero

también que los pediatras garantes de los Derechos del Niño los

reclamemos con firmeza», sostiene Medardo Ávila Vázquez en el

capítulo que escribe para el documento de la SAP.

Con el objetivo de impulsar a los pediatras a tomar cartas en el

asunto de manera urgente, la coordinadora del documento escribe

un capítulo especial sobre “Registros médicos” y se deja a mano de

los profesionales de la salud, en los anexos, una serie de herramientas

de rápida implementación como “modelos consultados de historia

clínica ambiental”, una lista de laboratorios de toxicología de todo el país

y un detalle sobre las “fases en el proceso histórico y percepción de los

efectos socioambientales”.

“Si deseamos contribuir al diseño de estrategias para combatir el

daño de los agrotóxicos a la salud, el registro formal de los

problemas de salud asociados a ellos es una de las condiciones

imprescindibles”, resalta Caletti y reconoce la necesidad de generar

un sistema adecuado de registro, por lo que deja a disposición la

información de los anexos del documento y recomienda la consulta de

la historia clínica ambiental utilizada por el Hospital Garrahan y otros

hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.

Para allanar la tarea y poner en común conocimientos ya construidos, el

documento cuenta con un capítulo escrito por Marta María Méndez —

114


médica toxicóloga, Servicio de Toxicología del Hospital Posadas—. En su

escrito repasa los conocimientos básicos sobre la toxicidad de los

herbicidas y sus análisis clínicos.

“Los estudios epidemiológicos son los mejores indicadores de los efectos

de los herbicidas y plaguicidas, sobre la salud humana”, sostiene Méndez

y advierte: “Estos estudios se complican por la existencia de exposición

simultánea a múltiples sustancias y a las variantes genéticas que

explican la diferente susceptibilidad individual a un herbicida y/o

plaguicida”. Por lo que insiste en lograr una “utilización sistematizada de

la historia clínica ambiental” para superar “la dificultad en el registro de

las intoxicaciones y la relación entre la enfermedad y el antecedente de

la exposición al tóxico”.

Evidencia científica sobre el efecto de los agrotóxicos en la

salud infantil

El documento de la SAP cuenta con un centenar de citas bibliográficas a

documentación científica sobre el efecto de los agrotóxicos en la salud

infantil, pero los capítulos escritos por Souza Casandinho, Ávila Vázquez,

Pablo Cafiero —pediatra del Desarrollo y jefe de Clínica del Servicio de

Clínicas Interdisciplinarias del Hospital Garrahan—, Bocles y Markov se

detienen de manera extensa en la prueba científica existente.

«Si bien los primeros estudios científicos en la primera década del 2000

fueron objeto de persecución política (caso Andrés Carrasco en

Argentina y Gilles-Eric Séralini en Francia), en la actualidad no solo

115


sus trabajos son ampliamente aceptados, sino que también se

multiplicaron los grupos de investigación que estudian su toxicidad

desde diversos puntos de vista», advierten Markov y Bocles sobre el

falso debate que sostienen representantes del agronegocio y

funcionarios públicos cuando desacreditan las denuncias de los impactos

en la salud por la supuesta falta de “base científica”.

En su capítulo, Medardo Ávila Vázquez recuerda que “muchos pesticidas

han sido analizados por la Agencia Internacional de Investigación

en Cáncer (IARC) de la OMS y la mayoría han sido clasificados como

cancerígenos con distintos niveles de evidencia”. Precisa: “El glifosato,

el pesticida más utilizado en Argentina, está clasificado en el

segundo nivel de riesgo de cáncer”.

En ese sentido, cita estudios internacionales en los que se demostró el

vínculo entre pesticidas y cáncer, considerando leucemias que son

116


los cánceres más frecuentes en la niñez, y que son mucho

mayores en hijos de madres expuestas a pesticidas.

Además, los especialistas recuerdan que “los niños presentan una

vulnerabilidad particular a las exposiciones ambientales a

plaguicidas, en relación a su mayor superficie corporal, mayor

exposición y tasa de absorción por todas las vías, la presencia de succión

no nutritiva y por vía de lactancia materna” y subrayan que debido a lo

restringido de su dieta, “en los primeros cinco años, acumulará el 50 por

ciento de la exposición a plaguicidas, que recibirá en toda su vida”.

En su capítulo, Souza Casadhino agrega otro factor de riesgo para los

niños en los ámbitos rurales y es que “la existencia de partículas de suelo

contaminadas puede afectar a los seres humanos en forma directa

durante la ingestión de tierra, en países donde los niños acompañan a

los padres en la ejecución de tareas productivas” y denuncia la

“neutralidad pretendida” de quienes insisten en llamar “fitosanitario” a

los agrotóxicos para evitar que “el usuario tome una real dimensión

del carácter tóxico del producto y de los problemas derivados de un

uso inadecuado”. En ese mismo tono, hace un llamado a deconstruir las

denominadas Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).

En relación a las denominadas BPA, los especialistas marcan como otro

factor de riesgo de contaminación la presencia de agrotóxicos en los

alimentos: por aplicación directa, por acumulación en la cadena

117


alimentaria o por los procesos de industrialización, transporte y

almacenamiento de los productos comestibles.

Como síntesis de los trabajos citados respecto del efecto de los

agrotóxicos en la salud infantil, se pueden enumerar:

– Efectos sobre el neurodesarrollo: déficits de atención, hiperactividad,

trastornos de aprendizaje, autismo.

– Enfermedades neurodegenerativas: Alzheimer y Parkinson.

– Tumores sólidos de la infancia, por ejemplo, una elevada tasa de

cáncer renal fue asociada con exposición paterna a pesticidas en la

actividad agrícola.

– Cánceres hematológicos: Linfoma, Hodgkin’s y Leucemia

– Genotoxicidad, inmunotoxicidad y susceptibilidad genética

“Desde hace décadas, las comunidades que se perciben

afectadas y se movilizan para mejorar su salud socioambiental

nos exigen a los profesionales de la salud en general y a los

médicos en particular que nos involucremos en la problemática.

Nos solicitan que colaboremos con la evaluación y el diagnóstico de

aquello que perciben que les afecta y nos afecta”, convocan.

118


Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/la-sociedad-argentina-de-pediatriaconfirmo-el-dano-que-producen-los-agrotoxicos-en-los-ninos/

119


MERCURIO Y PLOMO AMENAZAN A LA POBLACIÓN EN

AMÉRICA LATINA

NICOLÁS DE LA BARRERA

Fuentes: scidev.net [Foto: Las comunidades originarias están entre los sectores más

afectados por la contaminación con mercurio debido a que sus dietas se basan en la pesca.

Por ejemplo, en personas que habitan cerca del río Apaporis (Colombia, en la foto) se

detectaron niveles de mercurio en cabello de 23 μg/g, por encima de 10 μg/g, nivel

considerado alto. Crédito de la imagen: Jucatili25/Wikimedia Commons, bajo licencia

Creative Commons 4.0]

Las comunidades amazónicas son las que más expuestas a la

contaminación por mercurio, producto de la minería aurífera; y en

monitoreos en población general, trabajadores y niños son los grupos

más afectados por el plomo en América Latina.

Según una revisión estudios realizados entre 2016 y 2021 y publicada

en Current Opinion in Toxicology, los investigadores advierten sobre una

120


alarmante falta de datos sobre el problema de la exposición a metales

pesados en la región.

En el caso del mercurio, el consumo de pescado es uno de los principales

factores para la intoxicación por este elemento, que llega a los recursos

acuáticos derivado de la minería artesanal en la Amazonia.

Las comunidades originarias están entre los sectores más afectados por

esta contaminación debido a que sus dietas se basan en la pesca.

“Hacen falta programas que impulsen la extracción aurífera sin mercurio,

en especial en comunidades que ancestralmente han realizado estas

actividades, e insistir en educación y salud ambiental, divulgando la

problemática con sustento científico”. Jesús Olivero Verbel, Universidad

de Cartagena, Colombia

En habitantes de localidades colombianas amazónicas adyacentes a los

ríos Caqueta, Cotuhe y Apaporis se detectaron niveles de mercurio en

cabello de 17,3 μg/g (microgramo/gramo); 10,6 μg/g y 23 μg/g,

respectivamente, todos valores por encima de 1 μg/g, umbral

establecido por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU y del 10

μg/g, nivel considerado alto. En Brasil, en territorio de la comunidad

Yanomami, contigua al río amazónico Uraricoera, se detectó una media

de 15,5 μg/g, entre otros casos de gran exposición.

“Hacen falta programas que impulsen la extracción aurífera sin mercurio,

en especial en comunidades que ancestralmente han realizado estas

actividades, e insistir en educación y salud ambiental, divulgando la

121


problemática con sustento científico”, expresó por email

a SciDev.Net Jesús Olivero Verbel, autor principal del estudio, de la

Universidad de Cartagena (Colombia).

En relación con el plomo, en México, Brasil y Uruguay —aquellos con

más estudios al respecto—, la contaminación se explica a partir de

exposiciones a residuos electrónicos, reciclaje de baterías o a la

elaboración de cerámica vidriada. La mala gestión de la basura,

actividades industriales y el consumo de agua y comida contaminada

son otras fuentes de intoxicación identificadas en la revisión.

Los mayores niveles de plomo en sangre se hallaron en recicladores de

baterías de Ciudad de México, a quienes se les midió, en promedio, 69

μg/dL (microgramos por decilitro). Según los Centros para el Control y

la Prevención de Enfermedades de EEUU, a partir de los 5 µg/dl se

considera que el nivel de este tóxico en sangre es alto.

Hace dos años, México estimó la contaminación por este elemento entre

la población infantil de 1 a 4 años. “Consideramos que 17,5 por ciento

de los niños (1,4 millones) tienen intoxicación por plomo. Encontramos

una situación muy preocupante”, expresó la epidemióloga ambiental

Mara Tellez Rojo, investigadora en el Centro de Investigación en

Nutrición y Salud, dentro del Instituto Nacional de Salud Pública, quien

no participó en el estudio.

“En México, la fuente de exposición principal es el uso de losa de barro

vidriada, que se hace de manera artesanal en hornos domésticos y se

122


barniza con un esmalte a base de plomo”, explicó a SciDev.Net por

teléfono. “Esta es la principal fuente de exposición. Sin embargo,

sabemos que hay muchas otras como la minería, cierto tipo de pinturas

o los residuos electrónicos”, agregó.

Entre otros casos, en Montevideo (Uruguay), sobre una población

escolar de 259 alumnos, se halló hasta 9,19 µg/dl de plomo en sangre

en niños, mientras que en Tasajera (Colombia), sobre una muestra de

554 personas de una comunidad pesquera, de entre 5 y 16 años, el

resultado fue, en promedio, de 8,9 µg/dl.

Acerca de los efectos sobre la salud de estos contaminantes, los autores

resaltan que, aún en concentraciones bajas, el plomo se asocia en

estudios de América Latina a discapacidad cognitiva en niños y

alteraciones metabólicas, inmunes e incluso genéticas. Si bien el

mercurio tiene efectos neurotóxicos, los autores advirtieron sobre la falta

de información sobre los impactos de este contaminante, en especial,

en comunidades étnicas.

“La exposición a estos metales tóxicos es prevenible, pero

lamentablemente las comunidades expuestas reciben poca o nula

atención estatal para contrarrestar el problema. Y si a esto le sumamos

la corrupción ligada a estos procesos, en especial en la minería, la

solución está lejos de ser alcanzada”, dijo Olivero Verbel.

Si no se toman decisiones para resolver el problema, añadió, “el caso de

los indígenas del Amazonas expuestos a mercurio pondrá en peligro no

123


solo su propia supervivencia, sino la del Amazonas mismo, y con ella la

del planeta. Todo está conectado”.

“Es un tema a atender y no hay mejor manera que implementando un

monitoreo orientado a identificar las personas expuestas, y haciendo

seguimientos para prevenir las exposiciones”, consideró Tellez Rojo.

Actualmente, en México se diseña un programa nacional para la

prevención de la exposición al plomo. “Estamos avanzando en un

sistema de vigilancia epidemiológica. Es nuestra recomendación

principal, no solo para México, sino para los países de la región”, dijo

Tellez Rojo.

> Enlace al estudio publicado en Current Opinion in Toxicology

Fuente: https://www.scidev.net/america-latina/news/mercurio-y-plomo-amenazanpoblacion-en-america-latina/

Fuente: https://rebelion.org/el-mercurio-y-plomo-amenazan-a-la-poblacion-enamerica-latina/

124


ARTÍCULOS SOBRE LO QUE ACONTECE

ESPECIALMENTE EN MÉXICO

125


DECLARACIONES DE ALICIA BÁRCENA,

SECRETARIA EJECUTIVA DE LA CEPAL

«ES INDISPENSABLE REVISAR ACUERDOS DE PROPIEDAD

INTELECTUAL DE VACUNAS»

ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ

La lenta distribución y acceso a las vacunas contra el coronavirus en los

países de menores ingresos obliga a revisar los acuerdos de propiedad

intelectual y como pasó con el VIH/Sida, ejercer el derecho a las licencias

obligatorias para uso de las patentes de los biológicos, afirmó Alicia

Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América

Latina y el Caribe (Cepal).

El planteamiento no es nuevo pero sigue siendo indispensable por las

asimetrías que prevalecen, pues los países desarrollados concentran 44

por ciento de los compromisos de compra de las vacunas contra el virus

SARS-CoV-2, para 12 por ciento de la población mundial.

Señaló que en América del Norte, 42 por ciento de las personas ya están

vacunadas; en Europa el avance es de 35 por ciento, mientras en

América Latina es de sólo 13 por ciento y hay países como Haití y

Honduras que no han recibido los biológicos.

Bárcena participó ayer en el segundo día del Simposio Internacional La

Regulación Sanitaria en un Mundo Pos Covid-19, organizado con motivo

del 20 aniversario de la Comisión Federal para la Protección contra

126


Riesgos Sanitarios (Cofepris), el cual concluyó con la propuesta de

México para crear una red de colaboración entre las agencias

reguladoras de las Américas, con la finalidad de cooperar y armonizar

sus procesos.

El objetivo es mejorar y agilizar el acceso a insumos para la salud ante

enfermedades emergentes; entre otros, tener acuerdos de equivalencia

para el reconocimiento de los registros sanitarios de medicamentos

emitidos por los países miembros de la red, siempre que estos sean

seguros, eficaces y de calidad.

Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud

leyó la propuesta que se enviará a los países de la región para su revisión

y adhesión. La formación de una red latinoamericana de agencias

reguladoras es una de las lecciones que dejó la pandemia de Covid-19,

pues la mayoría de los gobiernos enfrentó severos desafíos para contar

con los medicamentos, equipos y dispositivos necesarios para la

atención de los enfermos.

Antes Bárcena hizo un planteamiento similar y propuso la creación de

un repositorio virtual de datos clínicos de los productos farmacéuticos y

una plataforma de registro de ensayos clínicos que puedan ser

consultados y utilizados por todos.

Sobre las patentes de las vacunas, señaló que el artículo 31 del Acuerdo

de Doha plantea la posibilidad de las licencias obligatorias para ampliar

el acceso a los biológicos en los países de menores ingresos. Incluso,

127


planteó que los países de la región de las Américas deberían retomar su

capacidad de producción de medicinas y vacunas.

México, Cuba, Brasil y Chile, entre otros, están listos para fabricar los

biológicos y eso resolvería el actual “déficit de solidaridad global” y

actitudes como la de Estados Unidos que no ha cumplido el compromiso

que tiene de donar vacunas a Centroamérica y El Caribe.

Bárcena también dijo que se debe revisar el mecanismo Covax de la

Organización Mundial de la Salud (OMS) que “ha sido una gran idea pero

no ha llegado a todos” y hasta ahora, dijo, no hay claridad sobre las

aportaciones que hará a las naciones pobres, si tienen que comprar las

vacunas o si habrá subsidios.

Planteó, incluso, la posibilidad de que América Latina cree su propio

mecanismo Covax con el apoyo de la Organización Panamericana de la

Salud (OPS).

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/07/07/politica/indispensablerevisar-acuerdos-de-propiedad-intelectual-de-vacunas-barcena/

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TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS NO REMUNERADO

REPRESENTA 23,5 POR CIENTO DEL PIB

SEMlac

En el marco del Día Internacional del Trabajo Doméstico No

Remunerado el pasado 22 de julio, Equidad de Género, Ciudadanía,

Trabajo y Familia y Fondo Semillas lanzaron la Guía «Cómo construir

hogares participativos».

En comunicado oficial informan que esta Guía tiene el objetivo de

reconocer, reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados no

remunerado que realizan mayoritariamente las mujeres.

Trabajo que representa 11 billones de dólares en todo el mundo y 23,5

por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México.

Afirman las promotoras de esta iniciativa que en México el 74,8 por

ciento de las horas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no

remunerado son aportadas por las mujeres, lo cual equivale a 63,7 horas

semanales, frente a 21,5 horas que se asignan los hombres.

Por ello, sostienen que es tiempo de reducir esta brecha con efectos en

la salud y la calidad de vida de las mujeres.

Explican que con esta Guía se reconocerá la importancia de este trabajo

y que todas las personas que integran un hogar lo realicen

colaborativamente, de acuerdo con su edad y capacidades, para que las

129


mujeres también puedan tener una vida digna, con tiempo para el

descanso y para desarrollar sus proyectos personales y profesionales.

También servirá para un cambio de fondo, necesario, esto es que este

trabajo se redistribuya, no sólo en los hogares, sino mediante el

compromiso del Estado, la comunidad, el sector privado.

Y afirma que, por ejemplo, con servicios de cuidado de calidad y

universales para personas que lo requieren, y estableciendo jornadas

laborales flexibles que permitan conciliar la vida en el hogar y el trabajo

remunerado.

Informan que figuras públicas como Lila Downs, Eréndira Ibarra,

Alessandra Rosaldo y Marion Reimers, entre otras, se han sumado a la

iniciativa y apoyarán la difusión de esta Guía, realizada en colaboración

con Facebook, para ponerla al alcance de la mayor cantidad de personas

y así aportar para la construcción de hogares más participativos.

Además, este material estará disponible en las páginas web de Equidad

de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, y Fondo Semillas, así como

en las Páginas de Facebook de ambas organizaciones.

Al final afirman que: Te invitamos a unirte a la conversación, compartir

la Guía y construir #HogaresMásParticipativos que reconozcan

#ElDesafíoDeSerMujeres. Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y

Familia, es una organización de la sociedad civil con incidencia nacional

e internacional, que durante 25 años se ha enfocado en promover la

130


igualdad entre mujeres y hombres, a través del desarrollo e

incorporación de políticas públicas con enfoque de género, el

fortalecimiento del liderazgo y la participación ciudadana de las mujeres

en todos los ámbitos.

Fondo Semillas brinda recursos económicos, capacitación y

acompañamiento a grupos de mujeres organizadas que trabajan por la

igualdad de género en todo el país. A lo largo de 30 años, ha financiado

a 1.186 organizaciones, beneficiando a 883.095 niñas, mujeres y

personas trans e intersex, e indirectamente a 3.1 millones de personas

más. En 2011 fue reconocida con el Premio a Organizaciones Creativas

y Efectivas de la Fundación MacArthur y en 2012 recibió el

Reconocimiento Hermila Galindo que entrega la Comisión de Derechos

Humanos de la Ciudad de México.

Fuente: https://rebelion.org/trabajo-domestico-y-de-cuidados-no-remuneradorepresenta-235-por-ciento-del-pib/

131


MANIFIESTO POR LA

VIDA

Nos enfrentamos al mayor de los retos que la humanidad jamás haya

tenido: La Sobreviviencia. Miles de especies animales y vegetales que

cohabitan con nosotros el planeta corren el mismo destino que nosotros:

la Extinción.

Esto se debe, en gran medida, al hecho de continuar profundizando en

la implementación de un modelo de desarrollo basado en la utilización

de combustibles fósiles, la extracción y depredación de recursos

naturales y la consecuente pérdida de biodiversidad, que además de los

gravísimos impactos ambientales que produce, mantiene a la gran

mayoría de la población mundial en condiciones de pobreza extrema y

de una enajenación cultural que apuntala la ignorancia y mantiene a

quienes habitamos el sistema-mundo, en un estado de alineación que

pareciera que no ve y entiende la encrucijada en la que el sistema nos

tiene. La Era del Capitaloceno – para algunos Antropoceno- se presenta

como la que registrará en el calendario cósmico la Sexta Extinción

Masiva en el devenir de lo que hemos dado en llamar Planeta Tierra.

Entendemos que la evolución del Homo Sapiens ha sido una maravillosa

coincidencia del azar cósmico y gracias a ello, hemos emprendido la gran

historia del desarrollo de la Consciencia que nos ha llevado a logros

increíbles; sin embargo, debemos de enfrentarnos ahora a seguir

tejiendo en la trama de la vida o a perder nuestro estado de ser y estar

132


tal y cómo ahora lo conocemos. Los misterios de la vida y de la muerte,

quizá se pierdan en el inconmensurable universo que nos contiene.

Gaía, esta hermosa esfera azul late más allá de nuestra existencia, si

bien es cierto que pasarán millones de años antes de que podamos ver

un atisbo de vida compleja de otros seres en el planeta, la tierra seguirá

su viaje expansivo por el universo posibilitando que de nueva cuenta se

logren las combinaciones biológicas, químicas y físicas necesarias para

volver a encender la chispa de la vida.

Nos resistimos a creer que ese es nuestro destino, por eso urgimos a la

población planetaria que vea, escuche y que sobre todo sienta lo que su

corazón le dice: Debemos Rebelarnos contra el actual sistema de

producción y desarrollo, debemos de exigir que los Gobiernos del Mundo

digan la verdad acerca de la crisis climática para que se tomen medidas

claras y contundentes para frenar las emisiones de gases de efecto

invernadero, se termine con la pérdida de biodiversidad y se comiencen

a ejercer políticas regenerativas que permitan la resiliencia planetaria y

el bienestar de los miles de millones de seres humanos que hoy viven

como escorias gracias a un pequeño sector de la población que sustenta

su poder y sus recursos explotando comunidades, poblaciones, pueblos

y naciones.

El Cambio Climático y la depredación de los ecosistemas tiene nombre y

apellido. Si bien es cierto que el sistema-mundo repite los valores que el

Paradigma Cartesiano sustenta y que la responsabilidad es de todos

compartida, podemos afirmar que hoy son los Gobiernos de los llamados

133


países del Norte Global y las Elites de todos los países del mundo, los

responsables de continuar negando los efectos del calentamiento global

y la pérdida de biodiversidad.

Miles de voces se alzan para advertir de la catástrofe socioambiental que

ha comenzado a dejar sentir sus efectos, una comunidad global se

emancipa de la alineación que el sistema desea perpetuar y un aliento

de esperanza hace actuar a cientos de miles de personas que estamos

seguros en un breve lapso de tiempo llegará a tener miles de millones

de corazones luchando por la vida.

El consumo de 500 millones de habitantes es responsable de la emisión

de casi el 64% de los gases que generan el calentamiento global, solo

el 1% de la población controla el 90% de los recursos planetarios, la

biomasa de los animales se ha reducido en más de 80% en los últimos

años, cada año son sacrificados en condiciones de crueldad miles de

millones de animales y la pérdida de masa forestal y biodiversidad corre

a un ritmo acelerado que lleva cada año a desertizar y erosionar el

equivalente al territorio de Suiza. Los datos acerca de indicadores

negativos se acumulan en todos los aspectos vitales de la vida y del

desarrollo social, siendo notoriamente contrarios en la preservación del

medio ambiente, los derechos humanos y sociales, el crecimiento

integral de las personas, la generación de economías solidarias y en la

de brindar seguridad y salud preventiva.

La inercia de nuestro ansioso sistema de desarrollo nos está haciendo

pagar ya altísimos costos socioambientales pero las elites planetarias

134


continúan aferradas a seguir con el modelo de desarrollo basado en

combustibles fósiles y en la extracción de recursos naturales y la

devastación de la biodiversidad, saben que modificar esto conlleva a la

pérdida del poder y por ello, son capaces de pagar miles de millones de

dólares para financiar a personas, instituciones y gobiernos para negar

el cambio climático y sus efectos. Parece que el desprecio por la vida y

sus congéneres es lo que transita por sus venas.

Saben también qué si se implementa la utilización de energías limpias,

se descentraliza la información y se genera un sistema-planeta que

trabaje a favor de la tierra y no en su contra, emergerán políticas

dirigidas a producir bienestar socioambiental y una nueva forma de

organización social, política y económica surgirá.

La humanidad requiere hacer las paces con la naturaleza y comenzar a

tejer desde la armonía, para ello es necesario mirar cómo se teje la vida,

para así generar modelos de dsesarrollo Bio Social que nos permita

enraizarnos desde una perspectiva sistémica, capaz de entender que

todo esta interconectado e integrado y que por lo mismo, no somos

dueños de ningún valor superior que nos permita seguir violando a la

tierra y destruyendo todo lo que en ella habita.

Las falsas banderas del Progreso caerán a los pies de los hombres y las

mujeres que sabemos que hay otro mundo posible, que entendemos

que sólo a través de construir ecosistemas sanos podemos generar

justicia social, que sólo mediante la inclusión y el respeto a la diversidad

135


seremos capaces de sobrevivir en esta gran aventura de la consciencia,

sino nos no atrevernos a hacerlo, será nuestro fin.

Fuente: https://xrmexico.org/

136


DETENER EL CRECIMIENTO DESTRUCTOR

LUIS TAMAYO PÉREZ

(ECOSOFÍA)

El pasado 4 de junio los investigadores Ana María Vicedo-Cabrera

(Universidad de Bern) y Antonio Gasparrini (London School of Hygiene

and Tropical medicine) publicaron el ensayo More than one-third of heat

deaths blamed on climate change (Más de una tercera parte de las

muertes por calor son atribuibles al cambio climático) en el cual, después

de comparar los registros de temperatura y mortandad de 743

localidades de 28 países entre 1991 y 2018, demostraron que el 37%

de las muertes acaecidas eran ocasionadas por fenómenos

hidrometeorológicos derivados del cambio climático (sequías,

huracanes, inundaciones, ondas de calor)[1].

Las recientes inundaciones europeas y asiáticas, la onda de calor que

acaba de afectar Canadá, la grave sequía que afecta al norte mexicano

137


y todo el centro sur de EE. UU. incrementarán dichas cifras, pues nos

encontramos en la época del “esto nunca había ocurrido”.

Y si aumentamos la lente y miramos lo que está ocurriendo con las otras

especies que nos acompañan en el mundo el panorama se agrava.

Recordemos que el 6 de mayo del 2019 la Unesco y WWF decretaron

iniciada la Sexta Extinción Masiva de las Especies al incluir un millón de

ellas (una cuarta parte de las que tiene registradas) en la lista roja de

especies en peligro de extinción.

Los noticieros nos confirman que tales fenómenos derivan del cambio

climático, pero buena parte de las personas difícilmente conectan que

es la humanidad, es decir, que somos nosotros mismos, la responsable

de tales fenómenos. Nuestros insostenibles hábitos de consumo (la

práctica del “usar y tirar”, nuestra absurda creencia de que los desechos

desaparecen una vez que los depositamos en los basureros, la

extracción desmedida de agua, la deforestación, el consumo de carne y

nuestra adicción por los combustibles fósiles, entre muchos otros) están

dando al traste con las condiciones que hicieron posible la vida en el

planeta.

Hace poco, el doctor Raúl García Barrios me indicaba que tales

condiciones derivan de un fenómeno económico denominado el

“crecimiento destructor”, el cual es descrito en el ensayo La gran crisis

del capitalismo neoliberal por el doctor Humberto Márquez Covarrubias

(2010) como una cualidad propia del modelo económico prevaleciente,

es decir, su necesidad de crecer siempre más (expansión del Producto

138


Interno Bruto Mundial), pues de otra manera se enfrentaría a un

peligroso colapso[2].

Afortunadamente, cada vez son más los que aprecian que, tal y como

anunciaba el Club de Roma desde los años 70 del siglo pasado[3], la

economía del crecimiento es insostenible y que más nos valdría optar

por aquello que Serge Latouche denominó como el decrecimiento (la

décroissence), tesis que el economista Herman Daly denominó

“economía de estado estacionario”, la cual sostiene que fomentar el

modelo económico de las naciones industrializadas no es la manera de

mejorar la calidad de vida de las mayorías, que un modo de vida que

aceptase los límites naturales podría hacer más feliz a la humanidad.

Afortunadamente, en mayo pasado un grupo de valiosos holandeses

(los Amigos de la Tierra, en holandés: Milieudefensie) logró que un

tribunal de distrito de La Haya decretase que la petrolera Shell deberá

reducir su producción mundial en un 45%, pues reconoció su enorme

contribución al Calentamiento Global Antropogénico[4].

En Noruega, asimismo, desde el 2018 los Amigos de la Tierra vienen

logrando que tal nación deje su petróleo donde debe estar, es decir, en

el subsuelo:

“El gobierno noruego ha anunciado que no se extraerá petróleo y gas

en las islas árticas de Lofoten durante los próximos cuatro años. La

protección de esta área marca una victoria significativa para el

movimiento de Amigos de la Tierra Europa para liberar al viejo

continente de combustibles fósiles”[5].

139


Nuestro México, desgraciadamente, parece andar a contracorriente

respecto a esas tendencias. La merecida condena de los parques eólicos

en Oaxaca (por su abandono de las comunidades locales) no se vio

acompañada de nuevas propuestas sostenibles, sino que todo apunta a

que, respecto a la cuestión energética, la presente administración sólo

le apuesta al petróleo. Refinerías, carboeléctricas y obtención de energía

gracias a la quema del contaminante combustóleo marcan su propuesta,

todo ello acorde al modelo del crecimiento destructor criticado por el

doctor García Barrios.

Necesitamos en México, y con urgencia, dejar atrás ese modelo

económico y avanzar en el estímulo de las energías renovables. Es cierto

que las energías eólica y solar son intermitentes, pero ello se corrige

mediante su acumulación en baterías (sean de litio o de estado sólido),

sea mediante volantes de inercia (Flywheels). Un mundo con economía

de decrecimiento podría perfectamente subsistir gracias a las

renovables. Sólo se necesita que los humanos nos autolimitemos, no

sólo en la cantidad de hijos sino en el consumo: consumir lo menos

posible, dejar de extraer minerales y combustibles fósiles, reparar

nuestras máquinas y bienes en lugar de adquirir nuevos, exigir que se

detenga la “obsolescencia programada”, cambiar en las ciudades los

autos por bicis y biohíbridos y, para los viajes largos, usar el tren en

lugar del avión:

“En una economía de decrecimiento, en lugar de depender del poder del

consumidor para reducir la demanda de producción dañina para el medio

ambiente, lo haríamos al revés: ralentizar colectivamente todo el

140


sistema. Producir y consumir menos significaría que también podríamos

trabajar menos. Seríamos más pobres en cosas, pero más ricos en

tiempo, reemplazando la fiebre del consumismo por placeres más

profundos, como la comunidad y las actividades creativas, ya sea las

artes o el cultivo de nuestros propios alimentos. Tendríamos tiempo para

ser voluntarios y compartir recursos, participar en la democracia directa,

y desarrollar alternativas a una economía basada en las ganancias”[6].

¿Lograremos decrecer y, en consecuencia, mitigar la crisis

socioambiental venidera o estamos condenados a la extinción? Esa es la

pregunta clave.

NOTAS

[1]www.nature.com/articles/d41586-021-01475-0

00632010000200004

[3]The Limits of Growth, 1972.

[2]www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-

[4]www.forbes.com.mx/tribunal-holandes-exige-a-shell-reducir-45-susemisiones-para-2030/

[5]Del sitio web de los Amigos de la tierra: www.tierra.org/gran-victorialas-energias-sucias-europa/

[6]www.dw.com/es/qué-beneficios-traer%C3%ADa-unaeconom%C3%ADa-del-decrecimiento/a-55558737

CUERNAVACA, MORELOS, 21 DE JULIO DE 2021.

Fuente: https://www.enlalupa.com/2021/07/22/detener-el-crecimiento-destructorluis-tamayo-perez/

141


HACIA UNA DEMOCRACIA SOCIOAMBIENTAL

FRANCISCO ASTUDILLO PIZARRO

Fuentes: El salto [Imagen: Marcha contra el Proyecto Integral Morelos,

en México- Foto de Radio Amilcingo]

Se hace urgente repensar la democracia como concepto filosófico a la

vez que como proceso institucional y praxis política, actualizando su

contenido a los desafíos del presente y sobre todo del futuro.

En un contexto global de crisis sistémica, el metabolismo capitalista se

expresa en procesos de acumulación por desposesión, injusticias

ambientales, desplazados climáticos y exposición desigual a los riesgos

y amenazas del cambio climático. Así, la contemporánea cuestión

142


ambiental adquiere una centralidad y transversalidad que a su vez hace

ineludible el reconocimiento del estatuto político de lo socioambiental.

Como expresiones de una crisis de alcance sistémico, estos procesos

tienen su correlato en una profunda crisis política global, en la que la

legitimidad de los mecanismos de representación, el condicionamiento

de la política al dinero, la brecha entre instituciones y ciudadanía, y la

captura del estado por los intereses del capital, expresan también un

proceso de desgaste y crisis de las democracias a nivel institucional.

Montesquieu planteó en El Espíritu de las leyes que las instituciones

tienen siempre una inscripción y un condicionamiento necesario en sus

circunstancias, en esa línea, si consideramos tanto la cuestión ambiental

contemporánea y la crisis de representación en la política como

componentes fundamentales de las circunstancias del siglo XXI, se hace

urgente repensar la democracia como concepto filosófico a la vez que

como proceso institucional y praxis política, actualizando su contenido a

los desafíos del presente y sobre todo del futuro.

En gran parte de la tradición filosófica del pensamiento político

occidental, desde Aristóteles, pasando por Rousseau, Arendt, Habermas

o Bobbio, la democracia nunca fue pensada ni comprendida como un

proceso con arraigo material y relacional en el ambiente

En gran parte de la tradición filosófica del pensamiento político

occidental, desde Aristóteles, pasando por Rousseau, Arendt, Habermas

o Bobbio, la democracia nunca fue pensada ni comprendida como un

143


proceso con arraigo material y relacional en el ambiente. Al contrario,

siempre ha sido concebida en formas abstractas, separada de su

materialidad espacial en base a una concepción antropológica de lo

humano como escindida de sus relaciones, vínculos y pertenencia a su

entorno ambiental, y además con características androcéntricas y

antropocéntricas.

Frente a esta perspectiva proponemos abrir discusiones en torno a la

democracia socioambiental, a partir de una crítica a la perspectiva

formalista, centrada en el individuo y destacando no solo la

interdependencia política y social de los agentes sociales como expresión

de fenómenos siempre colectivos, sino también respecto de nuestra

necesaria ecodependencia como cuestión política transversal. Esta

perspectiva supone simultáneamente un llamado a politizar la cuestión

ambiental a la vez que a ambientalizar las discusiones políticas en el sur

global.

La crisis de representación no supone así una negación de esta como

dimensión del la política, sino su insuficiencia, por lo que la democracia

socioambiental implica disputar una recomposición de lo político y de la

soberanía democrática a través de la fuerza instituyente de la

participación y la deliberación popular.

Frente a cuestiones urgentes como la distribución de recursos, la

propiedad y gestión de los bienes comunes; el ordenamiento del

territorio; la remediación ambiental del territorio o la soberanía

144


económica entre otras cuestiones, las que históricamente han quedado

marginalizadas de la política y en consecuencia, han sido

sistemáticamente excluidas de los desafíos de la democratización, y que

resultan fundamentales para la política y la democracia del presente y

el futuro.

Es relevante destacar que tanto la contemporánea cuestión ambiental

como la crisis de representación política son a su vez indisociables del

metabolismo integral del capitalismo, el que es tanto económico,

ambiental como político institucional.

En ese sentido, el lugar central y articulador de la contradicción sitúa a

las emergentes discusiones en torno a la democracia socioambiental

como un campo crítico, que se ve desafiado a sintetizar ensamblajes

entre diversas formas de contradicción entre capital y trabajo, capital y

naturaleza, producción y reproducción y la contradicción fundamental

entre capital y democracia.

Este posicionamiento implica asumir una perspectiva de

interseccionalidad, reconociendo múltiples nodos de conflictividad en los

que las perspectivas de clase, etnicidad, género o de racialidades tejan

tramas de movilización e impugnación desestabilizadora del estatus quo,

en contextos de construcción de poder democrático frente a procesos

que afectando el medioambiente vulneran derechos humanos,

económicos sociales y culturales a la vez que a la naturaleza misma

como sujeta de derechos.

145


Estas emergencias y conflictividades no responden en principio a una

razón puramente ideológica sino más bien a una respuesta vía

necesidad, de instituir el principio político de lo común frente a una

realidad urgente en la que la hegemonía de la especulación ampliada ha

mercantilizado y sacrificado por completo la vida colectiva.

La democracia socioambiental busca promover una apropiación de lo

político como el campo de lo común, desafiando tanto la especulación

ampliada del capital como la captura burocrática estatalizada de lo

público

Sin embargo, la fuerza impugnadora y la politización de lo ambiental

requieren también de una profunda reflexión ideológica en momentos

en que la cuestión ecológica ha sido promovida a nivel global e

intergubernamental a través de dinámicas despolitizadoras.

En este escenario, la democracia socioambiental busca promover una

apropiación de lo político como el campo de lo común, desafiando tanto

la especulación ampliada del capital como la captura burocrática

estatalizada de lo público, ensayando horizontes en los que repensar el

poder a través de una concepción plural y contradictoria de la política

que incorpore tanto los saberes populares como originarios.

Estas reflexiones invitan a (re)politizar lo ambiental desde las periferias

del estado y desde el subsuelo de lo político, renovando la imaginación

política en tiempos de auge de la política del miedo, de las nuevas

146


derechas y de giros autoritarios que actúan promoviendo la anti-política

como vehículo de restitución del poder de las élites.

En esta perspectiva es fundamental el promover el desarrollo de

instancias de participación y deliberación que apunten a redistribuir el

poder en el territorio y alterar así, la hegemonía mercantilizadora

contemporánea y su topografía política instituida.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pensamiento/hacia-una-democraciasocioambiental

147


NATURALEZA, COVID-19 Y MIEDO DE ESPECIE

VÍCTOR M. TOLEDO

Mientras redactaba el artículo que usted ahora lee, fue publicado en

Aristegui Noticias el ensayo de Julio Moguel ¿Por qué la crisis actual es

también ontológica? (https://cutt.ly/8Qtp193), que no obstante su

brevedad es un artículo iluminador y visionario. JM plantea que “la

marcha de los tres jinetes del apocalipsis –cambio climático,

desigualdades y pandemias– se presenta ya no como un imaginario

pasajero de los animales humanos vivientes del planeta sino como factor

decisivo”. Lo anterior Moguel lo identifica dentro de una crisis de

civilización, un tema del que advertimos en nuestro ensayo Modernidad

y ecología, publicado en 1993 (Ecología Politica, 3:9-22) y traducido a

varios idiomas, y del que me he ocupado en extenso en el libro Los

civilizionarios (Juan Pablos Editor, 2019). La crisis ontológica es en

efecto una de las tres mayores crisis del mundo moderno junto con la

ecológica y la social. Contra lo que muchos suponen, esta triple

desgracia alcanza hoy la que es quizás su máxima expresión en la

historia de la humanidad. En plena sintonía con las principales tesis del

ensayo de Moguel, aquí exploro la confluencia de los tres jinetes del

apocalipsis en la aparición de un miedo de especie como principal

elemento trastocador, pero que al mismo tiempo, constituye la

oportunidad para la creación de esperanzas en un mundo en crisis.

Vivimos pues un tiempo peligroso, donde todo depende de que la

humanidad logre remontar lo que es la segunda fase más arriesgada de

su historia (la primera ocurrió cuando la población del Homo sapiens se

148


redujo al mínimo y quedó atrapada en las costas de Sudáfrica por

efectos de un clima gélido extremo). Al fin y al cabo nuestra especie es

la única sobreviviente de las 10 que integraron nuestro género. El tiempo

pasó, y lo que observábamos como lejana película de terror se fue

acercando sin que nos percatáramos y hoy somos ya parte de ella. De

meros espectadores o fanáticos del cine, nos convertimos en unas pocas

décadas en actores del drama. La primera vez que escuché azorado la

idea de que la nuestra es una especie que puede morir, fue en el libro

de Francisco Garrido Peña, Introducción a la ecología política (1993).

Hoy esa idea es casi lugar común.

Estas tres calamidades que hoy asuelan el mundo provocan que

millones de seres humanos del planeta sufran o padezcan ese miedo de

especie. Este temor colectivo y generalizado surge de la tremenda

batalla que la humanidad libra contra el virus (microamenaza) y de los

eventos catastróficos provocados por la emergencia climática global

(macroamenaza), pero también de los límites de una civilización que ya

no da más. Lo anterior se expresa en el dislocamiento de nuestras vidas

cotidianas en todas sus escalas (individual, familiar, barrial, comunitaria,

nacional, etcétera), y en el derrumbe de toda expectativa futura, tal

como lo planteaba el optimismo del sistema industrial bajo preceptos,

como desarrollo, progreso, crecimiento económico, etcétera, y bajo

valores, como el individualismo, la competencia, el consumo y la fe ciega

en la economía y la tecnociencia. Para la gran mayoría se ha difuminado

la ideología del confort, la seguridad y el placer, y esta sacudida se

expresa en innumerables situaciones atípicas o anormales.

149


¿Alguien se imaginaba la toma del Capitolio por los bárbaros, los

chalecos amarillos asediando a Francia, y los Extinction Rebellion a

Inglaterra, las calles de Hong Kong o de Colombia tomadas por las

masas, un campesino con sombrero presidiendo Perú, líderes indígenas

encabezando Bolivia y Chile, o un presidente mexicano desafiando a

Washington y defendiendo con pasión a Cuba? Dos reacciones

institucionales fuera de lo común son la promulgación de las dos

encíclicas de la Iglesia católica (sobre la crisis ecológica y la social) y el

plan del Partido Comunista chino y su gobierno para volver al país

una civilización ecológica en 2035.

El gran reto no es el de negar este miedo de especie, como lo han

hecho los seguidores de D. Trump o J. Bolsonaro y varios intelectuales

alternativos, sino el de asumirlo y remontarlo, evitando la parálisis y las

actitudes nihilistas o cínicas. Es decir, convertir el miedo en acción

preventiva y efectiva, en conciencia de especie. El reto es colosal,

porque implica información verídica, conocimiento, pensamiento

flexible, cambio radical de actitudes y valores, sensatez y valentía. En

cierto sentido, un retorno a una identidad común a todos. Se trata del

cambio civilizatorio operando a escala individual. La aparición de un

nuevo sujeto político que lucha por el rescate de la especie. Un nuevo

estar en el mundo y una nueva política con, desde y por la vida humana

y no humana. Una ecopolítica.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/27/opinion/016a1pol

150


CONSULTA, QUE ALGO QUEDA

HUGO ABOITES *

No hay consulta sin una intencionalidad política, es decir, sirve para algo.

Y movilizar a muchos a votar usualmente viene a reforzar una postura

frente a otra. Así, en 1994, después de duros combates y ante el

surgimiento de numerosas expresiones a favor de la causa de los

pueblos indígenas y de los zapatistas, se logra el alto al fuego

gubernamental y las pláticas. Llaman luego los rebeldes a una consulta

amplia que logra capitalizar a su favor el enorme impacto mediático y

político que tuvo su alzamiento. Y lo hicieron planteando algo simple,

pero muy poderoso: dejar la vía militar y asumirse plenamente como

una fuerza social y política. El respaldo a esa posibilidad fue abrumador

y, con eso, el gobierno de Salinas quedó en desventaja, atenido sólo a

la fuerza militar. Así, en rápido giro, los rebeldes se transformaron en

pacifistas –sin dejar las armas– y el gobierno –gracias a su cortedad de

visión– quedó rebasado. El intento (1995) de Zedillo y su secretario de

Gobernación Moctezuma Barragán (según denunció la colega Gloria

Muñoz en su columna), de eliminar físicamente a la contraparte con que

negociaba agravó aún más ese fracaso. El zapatismo se fortaleció

enormemente, marcó rumbos todavía hoy vigentes y convocó fuerzas

insospechadas.

*

UAM-Xochimilco

151


Un ejemplo muy distinto al anterior es el de la consulta organizada

por las autoridades de la UNAM junto con el Gobierno de la Ciudad de

entonces, para acabar con el movimiento del CGH de 1999-2000.

Después de siete meses de huelga, el nuevo titular, De la Fuente (hoy

embajador ante Naciones Unidas) presentó una propuesta de

suspensión de las iniciativas que habían generado la huelga, y se

comprometió a evitar una salida violenta al conflicto. Así, aunque los

estudiantes movilizados obviamente insistían en la cancelación

definitiva, ante el gran público y la comunidad universitaria, las

autoridades aparecieron como flexibles. Y la consulta entre la comunidad

y egresados fue exitosa, pero por acción u omisión sirvió para legitimar

que ocurriera, una vez más, el gravísimo y humillante antecedente de

una ocupación masiva de la universidad con fuerzas federales y el

espectáculo de alrededor de un millar de estudiantes aprehendidos y

sacados de auditorios y salones y, cientos de ellos, sometidos luego a

juicios con posibles penas de hasta 30 años de cárcel. Sirvió también

para preservar las iniciativas del anterior rector, pues, aunque

suspendidas, quedaron vigentes tres que son ejes fundamentales del

neoliberalismo en la educación: el aumento de cuotas, un reglamento

que hace más difícil la permanencia de los estudiantes y la simbiosis de

la universidad pública con un órgano privado de evaluación de jóvenes

aspirantes. Es decir, se eliminó política y hasta físicamente la presencia

del otro (metiéndolo a la cárcel) y entonces la suspensión pudo

interpretarse a modo. Por eso, miles de estudiantes han ingresado desde

entonces a la UNAM mediante el examen Ceneval y no el institucional.

152


La consulta de mañana, por otro lado, tiene sentido ante el inicio de

la siempre estratégica segunda parte de un sexenio (la sucesión), y

busca asegurar la permanencia del legado de la 4T frente a los intentos

de regreso y revancha de un pasado que, efectivamente, muchos no

queremos de regreso. Y, cierto, una nutrida participación en la consulta

sí puede tener el efecto político concreto de prevenir desde ahora ese

intento. Aunque, sin demeritar lo anterior, la experiencia histórica

muestra que estos legados –como el de Cárdenas y el del mismo López

Obrador en el PRD, no se ponen tanto en peligro por fuerzas externas y

del pasado, sino por los personajes del entorno presente que buscan

protagonizar el futuro. Así, la alianza Cárdenas– y mayoría de la

población y magisterio se desmanteló rápidamente al seleccionarse a

Ávila Camacho y luego a Alemán, López Mateos, Ruiz Cortines, Díaz

Ordaz y hasta Peña. Doce sexenios que mantuvieron con enorme

violencia un proyecto de nación distinto y opuesto al de la década de los

30. Y puede continuar porque la sucesión que hoy se propone no inspira

mucha confianza. Y tampoco el actual legado en educación representa

una transformación tangible y profunda que impulse a millones a

apropiársela y defenderla ya desde ahora. Sigue vigente la agenda

neoliberal: exámenes de admisión discriminatorios; impulso a

comercialización y privatización; derecho a la educación y hasta pagos

a académicos al arbitrio de rectores y una gratuidad indetectable. Fuerte

concentración del poder burocrático; precariedad laboral y, para el

magisterio, subordinación y marginación. Si el ejercicio de mañana no

se usa como respaldo para desechar esa agenda neoliberal en la

153


educación y otros ámbitos y para fortalecer la sucesión, ¿para qué habrá

servido?

A Bulmaro Villarruel, fallecido compañero de mil batallas en la UAM

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/31/opinion/017a2pol

154


MISCELANEA CULTURAL

155


HERBERT MARCUSE Y LAS REVUELTAS ESTUDIANTILES DE

1968: UNA CONFERENCIA INÉDITA

HERBERT MARCUSE

TRADUCCIÓN: VALENTÍN HUARTE

El filósofo alemán Herbert Marcuse inspiró a la nueva izquierda en

Europa y en Estados Unidos durante los años 1960. En esta conferencia

de mayo de 1968, nunca antes publicada de forma íntegra, analiza las

revueltas estudiantiles de París y Berlín con un auditorio colmado de

estudiantes en la Universidad de California San Diego.

Está a la venta nuestro tercer número, “La catástrofe ecológica

inminente (y los medios para combatirla)”. La suscripción a la revista

también te garantiza el acceso a material exclusivo en la página.

En mayo de 1968, el filósofo neomarxista Herbert Marcuse visitó París y

Berlín en el punto más álgido de las protestas estudiantiles que

ocupaban las páginas de los periódicos de todo el mundo. El texto que

aquí se presenta es la transcripción de una charla de dos horas sobre

estos acontecimientos, sostenida por Marcuse el 23 de mayo de 1968,

poco tiempo después de retornar a los Estados Unidos. Cabe destacar

que en ese entonces la situación del movimiento en Francia no estaba

para nada resuelta. Contiene una serie de tesis que reflejan lo que

pensaba el autor mientras se desarrollaban estos movimientos de los

cuales él mismo suele ser considerado una fuente de inspiración

ideológica.

156


Marcuse había viajado a París para participar de una conferencia

académica sobre «El rol de Karl Marx en el desarrollo del pensamiento

científico contemporáneo». Cuando llegó a París, el movimiento

estudiantil había comenzado a manifestarse y la prensa se refería a él

como el «ídolo de los estudiantes rebeldes». Todavía estaba en París el

10 de mayo, cuando fue testigo de los violentos choques entre las

protestas estudiantiles y la policía en el Barrio Latino, a los cuales se

refiere en su discurso. El 13 de mayo estaba en Berlín, donde participó

de una nutrida reunión con estudiantes radicales e hizo sus primeros

comentarios sobre el movimiento francés.

Marcuse volvió luego a la Universidad de California San Diego

(UCSD) y, el jueves 23 de mayo, habló ante una audiencia que

llenó la sala de conferencias más grande del campus. En ese

momento, las protestas de los estudiantes franceses se habían

transformado en una ola de huelgas a nivel nacional que puso

en jaque al gobierno de Charles de Gaulle, aunque —como

Marcuse anticipó— el líder francés estaba a punto de reafirmar

su autoridad. Jeremy Popkin, en ese entonces un estudiante

fascinado que asistía a uno de los cursos de Marcuse y hoy

profesor de Historia en la Universidad de Kentucky, transcribió

la charla y preparó una versión abreviada que se publicó,

primero en el periódico estudiantil de la UCSD, y luego en el

libro que compila los ensayos de Marcuse. La transcripción

completa registrada por Popkin nunca se había publicado antes.

157


El movimiento empezó de manera inocente y planteó algunas

reivindicaciones que concernían a la reforma de la universidad.

Al parecer, todo comenzó con una movilización en Nanterre —

en ese entonces, nueva sede de la Universidad de París— que

se oponía a ciertas medidas disciplinarias aplicadas a

estudiantes que habían participado de una manifestación

contra la guerra de Vietnam. Siguieron a esta primera chispa

algunas manifestaciones en París —en la Sorbona—, que

levantaban las reivindicaciones tradicionales, es decir, la

reforma de la estructura completamente obsoleta y medieval

que definía a la universidad.

Las reivindicaciones eran básicamente la contratación de mil profesores

nuevos, la construcción de nuevas aulas y bibliotecas, y una reforma

fundamental de un sistema de exámenes rígido y extravagante al punto

de bordear lo fantástico. Para otorgar mayor peso a estas

reivindicaciones, los estudiantes decidieron manifestarse en el patio de

la Sorbona. Por un motivo que nadie comprende —la manifestación era

absolutamente pacífica— el rector de la universidad, aparentemente

siguiendo una sugerencia del ministro del Interior, pidió a la policía que

despejara el patio. La policía se presentó en la zona y entró a la Sorbona,

por primera vez en la historia de esta universidad.

Fue una novedad histórica. Las universidades europeas son inmunes a

la policía. No se permite que la policía ingrese a las universidades, según

una vieja tradición a la que todavía adhieren Francia y otros países. Fue

158


la primera vez en la historia en la que la policía intervino y desalojó el

patio por la fuerza. Durante el operativo, cientos de estudiantes

resultaron heridos.

Fue esto lo que despertó movilizaciones cada vez más grandes, que

comenzaron en las zonas más lejanas de París y convergieron en el

Barrio Latino. Mientras tanto, se cerraron las puertas de la Sorbona y

toda la región alrededor de la universidad fue ocupada y bloqueada por

la policía. Los estudiantes empezaron a exigir entonces que se abriera

de nuevo su universidad y que la policía abandonara el Barrio Latino, al

que consideraban su propio barrio.

Montar las barricadas

Convergieron en la Sorbona y, al enterarse de que la policía

intentaría desalojar nuevamente la zona, empezaron a montar

las barricadas. Fue realmente un acontecimiento espontáneo.

Lo que sucedió fue básicamente que los estudiantes tomaron

los numerosos automóviles estacionados en los alrededores, no

solo en las calles, sino en las veredas —como se acostumbra

estacionar en París—, y sin el menor respeto por la propiedad

privada, los dieron vuelta y los utilizaron para cortar las calles.

No los bulevares más anchos —lo que hubiese sido imposible—

, pero sí las viejas y estrechas calles de atrás de la Sorbona.

Encima de los autos colocaron todo lo que encontraron: cosas de

madera, basura, cartones y contenedores de residuos. Luego arrancaron

159


los carteles de señalización vial —«Pare», «Prohibido estacionar», etc.—

y los utilizaron para aflojar el pavimento de las calles. No pretendo decir

aquí cómo se hace una revolución (en cualquier caso, no podrían

hacerla, porque el pavimento de ahora es demasiado firme). Con estos

carteles aflojaron los fieles adoquines de París, que habían prestado

servicios en las revoluciones de 1848 y 1879, y los usaron como armas

contra la policía.

También se armaron con las tapas de los tachos de basura y con cadenas

de acero, y siguieron coronando las barricadas con todo lo que había

cerca, especialmente con esos anillos de acero que rodeaban los árboles

en las calles. La consigna no era atacar a la policía, sino enfrentarla

desde las barricadas, que tenían entre tres y cuatro metros.

Las cosas marcharon bien hasta alrededor de las 2:30 a.m., cuando la

policía finalmente recibió la orden de desalojar las calles y desarmar las

barricadas. Lo que sucedió fue que la policía utilizó granadas de gas,

gases lacrimógenos y, según se dice, un gas a base de cloro. Ellos

todavía lo niegan, pero la evidencia parece corroborarlo. Yo mismo pude

ver a los estudiantes con las caras todas rojas y los ojos inflamados.

Utilizaron este gas, por supuesto, con el objetivo de evacuar las

barricadas.

Nadie es capaz de soportar estos gases sin una máscara. Si hubiesen

tenido máscaras antigás, probablemente hubiesen logrado derrotar a la

policía, pues la policía de París no dispara. No tienen pistolas ni

160


revólveres. Solo tienen porras y unas armas muy agresivas, que son esas

capas rellenas con plomo, con las que golpean a los manifestantes.

Las Compañías republicanas de seguridad (CRS) tienen rifles y

carabinas, lo que representa una garantía para los estudiantes, pues no

se puede disparar un rifle en una pelea mano a mano del mismo modo

que una pistola. El gas forzó a los estudiantes a abandonar las barricadas

y huir. Luego, aparentemente, la policía prendió fuego las barricadas.

Me gustaría destacar que durante todo este tiempo —y esta es la gran

diferencia entre lo que sucede en París y lo que sucede en Estados

Unidos— los vecinos del barrio simpatizaron definitivamente con los

estudiantes y lanzaron todo tipo de cosas contra la policía desde las

ventanas de sus departamentos. Todavía se usaban orinales en París y

les tiraban con eso y con cualquier otra cosa que encontraran. La policía

respondió lanzando granadas de gas adentro de los departamentos.

Entonces, los estudiantes se vieron obligados a abandonar las

barricadas. Intentaron huir, y en ese momento se dieron cuenta de que

sus propias barricadas se habían convertido en un obstáculo, pues las

habían montado a ambos lados de la calle. Estaban atrapados, no podían

salir. Los estudiantes fueron literalmente apaleados, [como así también]

uno de los profesores. Por cierto, quiero añadir que muchos profesores

se hicieron presentes y apoyaron enérgicamente a los estudiantes,

desde el comienzo hasta el final. Salieron a las calles, estuvieron en las

barricadas y los ayudaron en todo lo que pudieron.

161


La barricada del otro lado de la calle bloqueaba la salida y la policía tuvo

entonces una gran ventaja. En total, hubo cerca de ochocientos heridos

esa noche. Además, resultaron heridos alrededor de trescientos

cincuenta o cuatrocientos policías, lo que no para nada es una mala

proporción.

La huelga general

Esto no bastó en ningún sentido para ponerles fin a las

manifestaciones y a las protestas. Su joven líder [Daniel] Cohn-

Bendit —que organizó las barricadas y estuvo con ellos todo el

tiempo, hasta las seis de la mañana, cuando se perdió la lucha

en la calle—, dijo: «Solo queda una cosa por hacer, la huelga

general». Y en una hora, recorrió los poderosos sindicatos de

Francia; en una hora, logró que los grandes sindicatos

anunciaran una huelga general para el día siguiente. Como

saben, la huelga tuvo un nivel de acatamiento del 100%.

Me gustaría decir ahora por qué pienso que este acontecimiento es tan

importante. En primer lugar, debería servir para curar de una vez por

todas a cualquiera que sufra el complejo de inferioridad del intelectual.

No cabe la menor duda de que, en este caso, fueron los estudiantes

quienes les mostraron a los trabajadores lo que se podía lograr, y los

trabajadores siguieron las consignas y el ejemplo de los estudiantes. Los

estudiantes fueron literalmente la vanguardia, no de una revolución,

pues no fue una revolución, pero sí la vanguardia de una acción que se

162


convirtió espontáneamente en una acción de masas. En mi perspectiva,

este es el punto decisivo.

A lo que asistimos en París durante estas tres semanas es al

resurgimiento y al retorno súbitos de una tradición. Se trata de una

tradición revolucionaria, en este caso, que no se manifestaba en Europa

desde comienzos de los años 1920. Hemos observado la intensificación

y el crecimiento espontáneos de las manifestaciones, que pasaron de la

construcción de las barricadas a la ocupación de edificios (primero

edificios universitarios, luego teatros, fábricas, aeropuertos, estaciones

de televisión, etc.). Ocupación no protagonizada ya por los estudiantes,

sino por trabajadores y empleados de estas instituciones y empresas

que empezaron a sumarse paulatinamente.

En un primer momento, todo el movimiento de protesta fue condenado

por los sindicatos que dirigen los comunistas y por su

periódico, L’Humanité. No solo desconfiaban de los estudiantes; los

denigraron, y se acordaron de repente de la lucha de clases, a la que el

Partido Comunista mantiene en frío desde hace mucho tiempo —

décadas—, y acusaron a los estudiantes de ser tan solo unos niños

burgueses.

No querían tener ningún vínculo con estos niños burgueses, y no

estaban dispuestos a aceptar órdenes de ellos. Esta actitud es

comprensible si se considera que la oposición estudiantil se expresó

desde un comienzo —volveré sobre esto—, no solo contra la sociedad

163


capitalista de Francia y contra la universidad, sino también contra el

modelo estalinista del socialismo.

Esto es muy importante. La oposición se enfrentaba definitivamente al

Partido Comunista en Francia, que era y es considerado —por más

extraño que esto pueda parecer en Estados Unidos— como un

componente integral de los sectores dominantes de la sociedad. Todavía

no es un partido de gobierno, pero es lo que más desea: convertirse en

un partido de gobierno, cuanto más rápido, mejor. Esta es la política que

sostiene el Partido Comunista en Francia desde hace muchos años.

Al intentar explicar cómo es que el movimiento estudiantil se convirtió

en un movimiento de masas, no es fácil encontrar una respuesta. Como

dije, el movimiento estuvo en un primer tiempo confinado a la

universidad, y las reivindicaciones fueron al comienzo académicas

(reivindicaciones de reforma de la universidad). Pero luego se reconoció

que la universidad es, después de todo, tan solo una parte de una

sociedad más grande, de los grupos dominantes de la sociedad, y que a

menos que el movimiento se extendiera más allá de la universidad y

golpeara los puntos más débiles de la sociedad en su conjunto, la cosa

no funcionaría. Seguiría siendo algo aislado.

Entonces, mucho tiempo antes de que todo estallara, los estudiantes

intentaron ganarse sistemáticamente a los trabajadores en contra de los

sindicatos que les prohibían participar de las manifestaciones. Muchos

estudiantes fueron a las fábricas y a los establecimientos industriales de

164


París y de los suburbios de París. Hablaron con los trabajadores y

aparentemente lograron ganar algo de simpatía y de apoyo, sobre todo

de parte de los trabajadores más jóvenes.

Cuando los estudiantes salieron realmente a las calles, y cuando

empezaron a ocupar los edificios, estos trabajadores siguieron su

ejemplo y unieron sus propias reivindicaciones, que apuntaban sobre

todo a mayores salarios y mejores condiciones laborales, a las

reivindicaciones académicas de los estudiantes. De nuevo aquí, esta

unión se produjo de una forma más bien espontánea, no coordinada, y

de esa forma el movimiento estudiantil se convirtió en un movimiento

social más amplio, un movimiento político más amplio.

En este punto, cuando cientos de miles de trabajadores decidieron ir a

la huelga y ocuparon las fábricas de París y de los suburbios, el sindicato

controlado por los comunistas, la CGT, decidió respaldar el movimiento

y convertir el proceso en una huelga oficial y en una manifestación

oficial. Esta es la política que siguen desde hace años. Tan pronto como

caen en la cuenta de que un movimiento amenaza con escapar al control

del Partido Comunista, lo respaldan, se hacen cargo y lo organizan.

Las reivindicaciones del movimiento

En cuanto a las reivindicaciones políticas de este movimiento,

se dejan resumir en la oposición al régimen autoritario de

Francia y en la politización de la universidad, es decir, el

establecimiento de un vínculo visible y efectivo entre lo que se

165


enseña en el aula y lo que sucede fuera del aula; superar el

modo de enseñanza y los planes de estudio, medievales y

obsoletos, para estar a la altura de la realidad —la terrible y

miserable realidad— que se desarrolla fuera del aula.

Exigían la politización de la universidad y completa libertad de expresión,

con una particularidad que es muy interesante. Cohn-Bendit declaró en

distintas ocasiones que tolerar a los protagonistas de la política

estadounidense y a los defensores de la guerra de Vietnam sería abusar

de la libertad de expresión. El derecho a la libertad de expresión no debe

ser interpretado como tolerancia hacia quienes, con su política y su

propaganda, trabajan para destruir los últimos remanentes de libertad

que quedan en esta sociedad y someten al mundo —o, más bien, a una

parte del mundo— a su dominio neocolonial. Dijo esto con mucha

claridad.

Otra reivindicación estudiantil era la creación de empleos. Uno de los

reclamos, uno de los miedo reales que acechan a los estudiantes es que,

después de haber estudiado y haberse formando durante años en la

universidad —sobre todo en las carreras científicas de donde salen

ingenieros, técnicos, etc.—, cuando llega el momento de conseguir un

empleo y ganarse la vida, no encuentran ninguno, porque el desempleo

creció bastante en Francia y toda esta generación enfrenta el peligro de

quedarse sin trabajo. Esto también reúne directamente una

reivindicación académica con una reivindicación política y con la

oposición frente a los grupos dominantes de la sociedad en general.

166


Está claro que el movimiento es —o llegó a ser, otra vez,

espontáneamente— una manifestación socialista y un movimiento

socialista, pero —como dije, y como quiero volver a enfatizar— un

movimiento socialista que rechaza, desde el comienzo, la construcción

represiva del socialismo que prevaleció en los países socialistas hasta el

día de hoy. Esto podría servir para explicar las presuntas tendencias

maoistas que estarían creciendo entre los estudiantes, utilizadas por la

prensa comunista para acusar a quienes se involucran en las protestas

de ser trotskistas, revisionistas, maoistas, etc. Tal vez son maoistas en

el sentido de que Mao es, de una u otra forma, el símbolo de la

construcción de una sociedad socialista que no repite la represión

burocrática estalinista típica del socialismo de la Unión Soviética y del

bloque soviético.

Esto también plantea otro aspecto esencial del movimiento estudiantil,

y creo que en este punto llegamos a un terreno que es común al

movimiento francés y al estadounidense. Se trata de una protesta total,

pues —aunque inició como una protesta contra males muy específicos y

por problemas muy puntuales— se convirtió en una protesta contra todo

el sistema de valores, contra todos los objetivos y todo el sistema de

expectativas y prácticas que define a esta sociedad. En otras palabras,

es un rechazo a aceptar —a seguir aceptando— el sometimiento a la

cultura del orden establecido. No solo sus condiciones económicas, ni

sus instituciones políticas, sino todo su sistema de valores, considerado

por estos jóvenes como algo que está corrompido en términos

fundamentales.

167


En este sentido, pienso que es posible hablar aquí, también, de una

revolución cultural: una revolución cultural en el sentido de que se dirige

contra todas las tendencias culturales dominantes, incluyendo la moral

de esta sociedad.

Condiciones francesas, tradiciones francesas

Si nos preguntamos ahora cómo es posible [que] en Francia el

movimiento estudiantil encuentre apoyo y simpatía

espontáneos de parte de la población —y un respaldo definitivo

en la clase obrera, tanto organizada como no organizada—,

mientras que en Estados Unidos sucede exactamente lo

contrario, la respuesta que se me ocurre es doble.

En primer lugar, Francia no es todavía una sociedad de la abundancia.

Es decir, las condiciones de vida de la mayoría de la población todavía

están muy por debajo del estándar de vida estadounidense, lo que por

supuesto hace que la identificación con el orden establecido alcance

grados mucho menores de los que prevalecen en este país. En segundo

lugar, la tradición política del movimiento obrero francés todavía sigue

viva.

Podría sumar a esto una explicación más bien metafísica, a saber, que

la diferencia entre las perspectivas que se abren en Francia, entre las

perspectivas que puede tener un movimiento radical en Francia y las

que tiene en este país, también obedece a que, después de todo, Francia

atravesó cuatro revoluciones en un lapso de cien años y esto

168


aparentemente fundó algo semejante a una tradición revolucionaria

capaz de estallar, cobrar vida y renovarse cuando llega la ocasión.

Déjenme decir algunas cosas sobre el movimiento estudiantil de

Alemania. Puedo hablar solo del movimiento estudiantil de Berlín; no

visité ningún otro lugar de Alemania en esta ocasión. Viene

desarrollándose un cambio significativo en Berlín, sobre todo si comparo

la situación actual con la de la última vez que estuve allí el año pasado.

El movimiento se radicalizó mucho en el sentido de que reclama una

acción constante y rechaza todo tipo de charla, discusión y esfuerzo

teórico. El deseo de convertirse y seguir siendo inmediatamente práctica

[sic] es tan fuerte que se afirma casi a diario.

Prácticamente todos los días se desarrollan reuniones en la Universidad

Libre de Berlín. El aula más grande está a disposición de los estudiantes

para que realicen reuniones políticas y ellos lo utilizan constantemente.

Por cierto, la Universidad de Berlín es, hasta donde sé, la única en la

que el estatuto garantiza representación estudiantil en las facultades.

Los representantes estudiantiles se sientan en el Consejo Académico y

tienen voz y voto a la hora de nombrar y despedir a los miembros de la

facultad. Este es el estatuto universitario que se estableció, creo, en

1948.

Con todo, la radicalización —y someto esto al debate— tiene su peligro,

a saber, expone al movimiento estudiantil a fuerzas mucho más grandes

con las cuales no es capaz de lidiar. En términos meramente numéricos,

169


el movimiento estudiantil en París cuenta con, por decir un número,

entre diez y quince mil personas en París, y ochenta o cien mil en total.

Ahora bien, con estos números es posible ocupar edificios —incluso

durante mucho tiempo—, especialmente si se cuenta además con el

apoyo de la población.

En Berlín, [no hay] nada parecido. El movimiento estudiantil enfrenta

definitivamente la hostilidad abierta del pueblo de Berlín y la hostilidad

abierta de la clase obrera organizada. En este sentido, la situación es

muy parecida a la de Estados Unidos. Bajo estas condiciones, una

política de manifestaciones cada vez más intensas —manifestaciones

que pretenden ir más allá del ritual y, de hecho, están dispuestas a

enfrentarse con la policía— es un proyecto peligroso. Pero quiero decir,

con total honestidad y claridad, que considero que se trata hoy de una

tendencia a la que no es posible oponerse.

Hasta yo mismo intenté hacerlo, cuando intenté señalar estos peligros.

No sirve de nada, porque ellos perdieron la paciencia. No creen —y nadie

puede culparlos por eso—, no creen en el proceso democrático tal como

se despliega en Alemania. Conocen a la perfección la brutalidad de la

policía alemana. También saben hasta qué punto el gobierno de la

República Federal está aún moldeado sobre la herencia del sistema nazi,

y son conscientes de la estructura autoritaria de la universidad y de la

actitud hostil que sostienen la mayoría de los profesores y los miembros

de la facultad. De nuevo, esto contrasta con el caso de Francia.

170


Bajo estas circunstancias, simplemente creen que, a menos que actúen

—a menos que actúen de tal forma que la gente sea capaz de ver y oír

con sus propios ojos y oídos lo que está sucediendo—, a menos que

logren imprimir, con el cuerpo y directamente, sus reivindicaciones en la

sociedad, todo será en vano. La conclusión entonces es que cuanto más

radical y más inconformista sea la expresión de la oposición, tanto mejor

será. En otras palabras, desde la quema de símbolos hasta la destrucción

de vidrieras, todas las acciones de este tipo tienen el objetivo —y esto

es lo que se intenta organizar— de hacer que la gente oiga y vea lo que

sucede, es decir, son medidas para contrarrestar el poder de

amortiguación de esta sociedad.

En la universidad y en las reuniones, todo esto asume formas que llegan

a ser desagradables, sobre todo para los no estudiantes. También existe

una tendencia resuelta a condenar todo lo que no se acopla a esta

política cada vez más intensa de «acción por la acción misma», a

condenar todo lo otro como liberal (en realidad, no quiero recordar el

término que se utiliza en este sentido y que se pronuncia

inmediatamente a los gritos cada vez que alguien intenta expresar una

opinión menos radical). En cualquier caso, «liberal» se convirtió en una

palabra maldita. No caben dudas de que —otra vez, aquí hay que tener

en cuenta la tradición del liberalismo alemán, aunque no solamente— es

cuando menos comprensible que esta palabra haya tenido este destino.

Repito que hoy es muy difícil contrarrestar esta tendencia de manera

efectiva, pues cuando uno observa el movimiento en su totalidad —si

171


logramos percibir en qué medida logró convertirse, contra sus propias

intenciones, en un movimiento internacional, y, de hecho, en la única

oposición internacional efectiva que existe en la actualidad—, entonces

uno mismo siente la vacilación y la reticencia a la hora de condenar

hasta los aspectos más desagradables y los rasgos a veces

prematuramente radicales del movimiento. Uno siente que identificarse

con el movimiento, a la expectativa de que, mediante la prueba y el

error, se fortalecerá y mejoraran su organización y su coordinación

internacionales.

Bueno, creo que eso es todo lo que quería decir para empezar.

Preguntas

Luego de su discurso, el profesor Marcuse respondió preguntas

del público. Cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con

que uno no debería poder hablar a favor de la guerra de

Vietnam, respondió:

Sí, sostuve esta posición públicamente. No dije que no debamos tolerar

a aquellos que están en desacuerdo con nosotros. Dije explícitamente,

y mencioné, que aquellos que defienden y propagan la guerra en

Vietnam, no deberían, en una sociedad verdaderamente democrática,

gozar del derecho a la libertad de expresión. Su política atenta

necesariamente contra la democracia, incluso bajo la forma en la que

esta existe hoy. Entonces, no se trata de algo en lo que no podamos

estar de acuerdo.

172


Cuando le preguntaron si estaría de acuerdo en suprimir otros sistemas

filosóficos, como el objetivismo de Ayn Rand, Marcuse respondió:

No. Como ustedes saben, me gusta mucho la filosofía. No conozco

ninguna filosofía que hoy represente una amenaza real al sistema

existente o a la transformación del sistema existente en uno mejor. Fui

muy claro cuando argumenté que el concepto de tolerancia represiva no

tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de censura del arte,

la literatura, la música, la filosofía, ni cosas por el estilo. Esto queda

completamente descartado. Solo me refiero a la no tolerancia en el caso

de movimientos que manifestaron su naturaleza agresiva y destructiva.

Sobre las leyes de emergencia aprobadas en Alemania Occidental en

aquel momento:

Las leyes de emergencia que se están discutiendo en este momento en

el parlamento alemán, y que con toda probabilidad serán aprobadas, se

cuentan, desde mi punto de vista, entre las legislaciones más siniestras

que existen hoy. Se otorga al gobierno, en una situación de emergencia,

el poder de suspender las garantías constitucionales más importantes,

y, por ejemplo —y esta es la cláusula más fantástica—, movilizar a las

fuerzas armadas al interior del país. No es una sorpresa si el movimiento

estudiantil alemán apunta hoy principalmente contra estas leyes de

emergencia. Me temo que no tendrá éxito y la legislación será aprobada

con apoyo del Partido Socialdemócrata.

173


Me gustaría añadir [que] este es un ejemplo típico para refutar el

argumento frecuente que sostiene que, en la situación actual, la rebelión

estudiantil y el radicalismo de la izquierda, solo fortalecen a la derecha.

Es decir, el famoso argumento de que antagonizar con el oponente lo

hace más fuerte. Sucede que hasta el momento nunca me topé con una

oposición que no antagonizara con el oponente. Ese es precisamente el

objetivo de la oposición.

Pero a pesar de lo que haga o se diga en este momento, se está

culpando por anticipado —y esto también es una conspiración

internacional— a la izquierda, especialmente a la izquierda estudiantil,

por la posible o probable intensificación de los movimientos de extrema

derecha en Europa (y no solamente en Europa). Lo mismo se decía de

la oposición comunista y socialista durante el período previo al nazismo.

Pienso que, de una vez por todas, deberíamos dejar de lado este

argumento, pues no es más que una descarada falsificación histórica.

Hitler llegó al poder, no porque la izquierda haya sido demasiado fuerte

y demasiado radical, sino porque la izquierda no era lo suficientemente

fuerte ni lo suficientemente radical. La izquierda estaba dividida y fue

esta división la que hizo posible que la derecha llegara al poder.

¿Qué sucedió, por ejemplo, durante la República de Weimar? Este

argumento puede ser refutado con hechos históricos.

Sobre las perspectivas de una alianza obrero-estudiantil en Francia:

174


Es posible —creo que es bastante probable— que el movimiento se

divida de nuevo y que sus reivindicaciones terminen definiéndose de

forma separada. La extrema derecha está prácticamente inactiva [en

Francia]. Como suele suceder hoy, la oposición contra el movimiento de

protestas no parece provenir de lo que se denomina la extrema derecha,

sino más bien del centro, es decir, de los sectores del gobierno. Pienso

que este es un cambio muy importante, un cambio que en algún

momento deberíamos explicar en términos de la guerra contra el

nazismo y el fascismo. Los partidos de extrema derecha están mal vistos

y no son precisamente los más adecuados ni los mejor preparados para

representar a la derecha.

[El ataque completo a la] es una cosa de la que los estudiantes son

conscientes o al menos semiconscientes. En cuanto al movimiento

obrero, el proceso parece estar siguiendo el rumbo de las protestas

sindicales tradicionales. Dije parece, pues aparentemente no es el caso

entre los trabajadores más jóvenes, que están muy insatisfechos con los

sindicatos y quieren más que aumentos salariales y mejores condiciones

de trabajo.

Por ejemplo, quieren sumar la importante reivindicación política de

poner fin al régimen personal [de Charles de Gaulle] y garantizar las

libertades de expresión y de reunión de manera efectiva y real. Y quieren

que esto suceda pronto. Este carácter total del movimiento no es algo

que se declare y se practique de manera consciente ni metódica. Pero

175


se sigue de las posiciones de los estudiantes. En la oposición de la clase

obrera, la situación es todavía más precaria.

Sobre la situación de Europa oriental, en particular la Primavera de Praga

que se desarrollaba en ese entonces en Checoslovaquia:

Checoslovaquia todavía estaba inmersa en gran medida en la tradición

del período estalinista. La represión —se puede afirmar sin tapujos—

terrorista, el control completo sobre cualquier forma de pensamiento y

la veloz supresión de cualquier opinión divergente, se presentaban como

algo cada vez más innecesario y arbitrario a medida que la situación

económica y política ganaba estabilidad.

En este contexto, a partir de algunas dificultades esencialmente

económicas, se planteó la reivindicación de reformas que relajaran o

eliminaran el control excesivamente centralizado con el objetivo de

introducir algunos rasgos de la economía capitalista en la economía

socialista. Por ejemplo, incentivos, la ganancia como incentivo, más

autoridad para las administraciones de las empresas individuales, etc.

El movimiento en Checoslovaquia no apunta contra el orden establecido

en sí mismo, sino contra los mecanismos de control posestalinistas,

considerados como algo perjudicial para la sociedad socialista.

Se aprovechó este relajamiento económico para exigir un consecuente

relajamiento cultural, es decir, la abolición de la censura, de la

176


precensura y del control rígido que el partido ejerce sobre los escritores,

los filósofos y los profesionales en general.

Si la rebelión estudiantil no es una revolución, ¿cómo deberíamos

categorizarla?

Lo que dijiste, con justeza, sobre el carácter pragmático del movimiento,

es, pienso, otro aspecto de la arraigada sospecha de los estudiantes

frente a todas las ideologías tradicionales, que se revelaron falsas. De

ahí su carácter decididamente pragmático. No diría —ni dije— que el

movimiento es revolucionario, pues pienso que ni en Francia ni en los

Estados Unidos estamos atravesando una situación revolucionaria ni

prerrevolucionaria. Pienso que, si entendemos lo que está sucediendo,

debemos asumir este punto de vista. Es irresponsable calificar de

revolución o de revolucionario a un movimiento de protestas como el

que vivimos hoy.

Evidentemente, los estudiantes franceses no lo hacen y no creo que

nosotros debamos hacerlo. No consideran que su movimiento sea ya

una revolución. Aunque bien podría tratarse de un eslabón en una

cadena de acontecimientos, internos y externos, que tal vez cambien la

situación en su conjunto. Eso es lo que pienso, y la experiencia de los

últimos meses confirma mis expectativas.

Pienso [que hay] algo que podemos afirmar con certeza: que la idea

tradicional de la revolución y la estrategia tradicional de la revolución

están agotadas. Son obsoletas. Simplemente fueron superadas por el

177


desarrollo de nuestra sociedad. Dije [esto] antes, y me gustaría repetirlo,

porque pienso que en esta situación no hay nada más importante que

una mente serena: la idea de que un día o una noche, [una] organización

de masas, o un partido de masas de cualquier tipo, marcharán a

Washington y ocuparán el Pentágono y la Casa Blanca para fundar un

nuevo gobierno es —desde mi punto de vista— completamente

fantasiosa, y simplemente no se corresponde con la realidad de las

cosas.

Si esas masas existieran y tomaran una resolución semejante, en

veinticuatro horas se montaría otra Casa Blanca en Texas o en Dakota

del Norte, y todo se terminaría rápidamente. Debemos abandonar esta

idea de la revolución, y ese es el motivo por el que creo que lo que

sucede en Francia hoy es tan significativo y tal vez llegue a ser decisivo.

Es justamente por eso que destaco el carácter espontáneo de este

movimiento y la forma espontánea en la que se propagó.

Dije espontáneo, y sostengo este concepto, pero ustedes saben,

supongo, que no hay nada espontáneo que no necesite algo de ayuda

para convertirse en algo realmente espontáneo. Eso fue exactamente lo

que sucedió en Francia, y por eso mencioné el trabajo previo de los

estudiantes que habían ido a las fábricas a discutir con los obreros, etc.

Pero, no obstante, comparado con [la] organización tradicional de la

oposición, esto fue un movimiento espontáneo, y es un movimiento

espontáneo que, hasta donde fue posible, no tuvo ni la más mínima

178


consideración por las organizaciones existentes, fuesen estas partidos o

sindicatos, y simplemente avanzó.

En otras palabras, por uno u otro motivo, llegó el momento en el que

cientos de miles de personas —que tal vez pronto se conviertan en

millones—, se hartaron. No querían levantarse a la mañana para ir a

trabajar y atravesar la misma rutina, escuchar las mismas órdenes,

quejarse de las mismas condiciones de trabajo, hacer las mismas

actividades que siempre hicieron. Simplemente estaban hasta acá, así

que en vez de quedarse en su casa o salir a caminar, intentaron otra

cosa.

Ocuparon las fábricas y los locales, y permanecieron allí, en absoluto

como salvajes anarquistas. Por ejemplo, ayer se publicó un informe

según el cual tuvieron mucho cuidado de no dañar las máquinas, y

supervisaron que no se destruyera ni se rompiera nada. No dejaron que

entrara nadie de afuera. En este sentido, demostraron que consideran

que esos negocios son, de una u otra forma, suyos. Quisieron demostrar

que eran suyos, o que deberían serlo, y por eso los ocuparon.

Pienso que esta es una de las expresiones del carácter total de la

protesta, pues —como saben— la estrategia tradicional de la clase

obrera no respalda oficialmente la ocupación de las fábricas, y, según

esta tradición, la propiedad privada conserva cierto halo de santidad.

Las veces que suceden cosas así, suele tratarse de acciones en contra

de la política de los sindicatos y en gran medida espontáneas. Este

179


carácter espontáneo, por medio del cual el cambio se anuncia a sí

mismo, es —desde mi punto de vista— el nuevo elemento que excede a

todas las organizaciones tradicionales y toma a la población inmediata y

directamente.

Si asumimos que la parálisis de Francia es capaz de continuar y

propagarse, que el gobierno no tiene éxito —repito, se trata de una

suposición poco realista, pues tendrá éxito, pero dejemos esto de lado

para hacer un experimento mental—, entonces efectivamente

tendremos una visión efectiva de la forma en la que puede colapsar el

sistema, pues ninguna sociedad puede tolerar ese tipo de parálisis

durante mucho tiempo.

La protesta contra los valores de la sociedad burguesa se expresa, no

solo en la actitud más bien irrespetuosa respecto a la propiedad privada,

sino también en el rechazo de otros valores, por ejemplo —y [este es]

uno de los puntos en los que podemos no estar de acuerdo— en la

repugnancia frente a las formas tradicionales de enseñanza y la cultura

burguesa tradicional. Les daré un ejemplo muy concreto para ilustrar lo

que quiero decir, y quiero aclarar que en este caso no estuve del lado

de los estudiantes.

Fue hace aproximadamente un año, pero volvió a suceder lo mismo hace

poco. Mi amigo [Theodor] Adorno fue invitado a Berlín a brindar una

conferencia sobre Ifigenia, la obra de Goethe que juega con el tema

clásico de Iphigenia in Tauris. Fue invitado por la universidad alemana.

180


El auditorio estaba repleto de estudiantes que básicamente no lo dejaron

hablar, pues consideraban que —en una situación marcada por el

asesinato de un estudiante en una manifestación contra el sah de Persia

y en medio del caldeado clima político de Berlín— era intolerable que se

desarrollara una conferencia sobre un drama humanístico clásico.

Simplemente no podían soportarlo, lo que desembocó en una verdadera

revuelta en el auditorio. Pasó mucho tiempo hasta que se recobró la paz

suficiente como para desarrollar la conferencia.

Este año viví una reacción similar en Berlín. Por ejemplo, hubo muchas

ocasiones en las que se interrumpió mi conferencia con el grito: «No hay

tiempo para preocuparse por los conceptos, no hay tiempo para la

teoría. En vez de discutir aquí, salgamos a la calle y nos manifestemos

frente a la Maison Française». Doy este ejemplo para ilustrar que esta

oposición es capaz de llegar hasta un punto en que afecta toda la cultura

dominante, incluso sus manifestaciones más sublimes.

Todo esto dejó de tener sentido para ellos. Tal vez sea hermoso,

profundo y muy formativo, pero no sirve. No hay ninguna conexión entre

lo que está pasando en la calle, en Vietnam o en las barricadas, o en los

guetos, y estas ideas complejas o versos elevados, así que nos

olvidemos de todo y veamos de qué somos capaces con nuestras propias

manos y con nuestras mentes si nos enfrentamos a la realidad

inmediata. Ahora bien, casi no hace falta decir que se trata de una

actitud peligrosa. Y sin embargo, es una actitud muy difícil de refutar.

181


Siempre mantuve la posición de que las universidades en este país son

sitios de relativa —y no solo relativa— libertad de pensamiento y

expresión. Todavía hay muchas oportunidades y mucho espacio para

aprender cosas muy relevantes, incluso para comprender lo que está

sucediendo hoy. Evidentemente, la universidad debe ser reformada de

manera radical, pero esta reforma debería desarrollarse al interior de la

institución, no adoptar la forma de su destrucción. Pienso que destruir

la universidad implicaría, de hecho, reducir o eliminar una de las… —

déjenme decirlo de una forma exagerada y provocadora—, en un

sentido, destruir la universidad es cortar la rama en la que estamos

sentados.

Después de todo, es en la universidad donde creció esta oposición,

donde esta oposición se educó y sigue educándose. Destruir la

universidad nos haría mucho más daño a nosotros que a ellos. Después

de todo, nosotros —y yo, como saben, me cuento entre la oposición—

pensamos que somos el ejemplo vivo de que la universidad puede no

ser tan mala.

Al final de esta conferencia, se le pidió a Marcuse que comentara lo que

pensaba sobre la relación entre su pensamiento y la crisis de Europa

occidental:

Si queremos abordar esta pregunta tan personal en términos más o

menos razonables, lo único que puedo decir es que, por ejemplo, en las

declaraciones de Cohn-Bendit y en otras declaraciones, los ecos de mi

182


ensayo sobre la «Tolerancia represiva» son obvios, tanto que no se

necesita ninguna evidencia. Muchos de los estudiantes lo notan. Ahora

bien, en cuanto a los motivos de esta influencia, no me corresponde

responder a mí, sino a los estudiantes.

Siempre intenté, como filósofo y teórico, resaltar algunas cosas, elaborar

una crítica de la sociedad existente que se mantuviera en la medida de

lo posible alejada de las ideologías tradicionales, sean marxistas o

socialistas. Al hacerlo, pienso que enfaticé algunos rasgos con los que,

en el marco de las ideologías tradicionales, simplemente no se supo

cómo lidiar.

Creo que otra cosa que señalé es que no importa cuán radicales sean

las nuevas instituciones que se supone que definen a una sociedad

socialista: a menos que estén controladas por un nuevo tipo de hombre,

con valores realmente nuevos, sin la hipocresía moral y los valores

competitivos y represivos de la sociedad actual, será imposible que se

desarrolle un cambio real y todo lo que habremos hecho habrá sido

reemplazar una forma de dominación por otra.

183


Lo que desde mi punto de vista es esencial cuando se trata de

un cambio cualitativo y real es romper con el continuo de

dominación y represión. Solo cuando lo logremos —y vale

también en el caso de una sociedad socialista— será posible

hablar de una sociedad cualitativa y realmente distinta de las

existentes. Esa es la única respuesta breve que se me ocurre.

Fuente: https://jacobinlat.com/2021/06/11/herbert-marcuse-y-las-revueltasestudiantiles-de-1968-una-conferenciainedita/?fbclid=IwAR0rw8OZrnkpLznLhPQJ0z_EIh7DKzoYfbZTanfa5YMtF3NP7F08A

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184


EDUCAR ES RESISTIR

DIEGO S. GARROCHO *

«Educar es transformar con arreglo a un paradigma, a un modelo o a

un proyecto de excelencia imaginable»

La escuela, al igual que la universidad, es un lugar de resistencia. O al

menos debería serlo. Al contrario de lo que dicen los expertos en

sinergias, resiliencias y nihilismos transdisciplinares, no creo que la

escuela deba adaptarse a ninguna circunstancia si no es para

mejorarla. La misión de cualquier propuesta educativa pasa

precisamente por lo contrario: por ser capaces de proveer a los

educandos de todo aquello que el contexto inmediato no puede

procurarles. Educar es, en algún sentido, enmendar lo que ya existe en

virtud de una perfección futura.

No existe educación posible sin la proyección de un ideal de

humanidad. Y ese ideal, resulta vano hasta tener que argumentarlo,

debe hacerse independiente a la circunstancia inmanente. La educación

no se proyecta sobre lo que ya somos, sino que se dispone al servicio

de aquello otro que deberíamos ser y que debe guiar la transformación

del infante. Educar es transformar con arreglo a un paradigma, a

un modelo o a un proyecto de excelencia imaginable.

*

Diego S. Garrocho es profesor de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de 'Sobre la

nostalgia' y de 'Aristóteles. Una ética de las pasiones' es, también, el presidente del comité

académico del think tank Ethosfera.

185


Tal vez por este motivo llevamos demasiado tiempo equivocándonos.

Cada vez que algún representante de la vanguardia pedagógica insiste

en que tenemos que llevar la imagen a las aulas porque vivimos en el

imperio de la imagen, está remando en dirección contraria.

El razonamiento correcto sería el opuesto: dado que vivimos en una

dictadura virtual de las imágenes, la escuela debería protegerse

como el refugio crítico de esa realidad imperante. No se trata de adaptar

la educación a lo que existe, sino de proponer un modelo educativo que

nos permita transformar esa realidad al servicio de una idea mejor de

nosotros mismos.

Nuestra misión como educadores no radica enseñar lo que de suyo ya

aprendería cualquier joven abriendo los ojos al mundo, sino que nuestro

propósito se hace valioso cada vez que lo acercamos a contenidos

insólitos a los que jamás llegaría por sus propios medios.

Creer que un boomer de cincuenta años puede enseñarle a un chaval

de catorce habilidades digitales es tan ingenuo como desnortado.

Y desechar la importancia del esfuerzo, la privativa humanidad de

la memoria o incluso la dignidad de lo inútil, es tanto como

abandonarnos al dominio de la crasa facticidad y la eficiencia.

La bulimia innovadora nos conduce a un rapto delirante y acelerado en

el que el orden de los conceptos se asimila al mercado de

electrodomésticos. Por este motivo, cada vez que alguien desecha una

186


idea por ser antigua, clásica u obsoleta, está estableciendo, y puede sin

saberlo, una analogía entre las ideas y las batidoras.

La escuela es ese lugar donde, todavía, puede seguir leyéndose a

Garcilaso o a Rosalía de Castro bajo un pretexto suficiente: lo leyeron

nuestros padres, los padres de nuestros padres y, ojalá, algún día,

también lo hagan nuestros nietos.

Antes de llenarlo todo de pantallas seamos prudentes. Si la

educación es capaz de igualarnos es porque propone un ideal

compartido en el que sabremos reconocernos. Y que la escuela sea una

comunidad de lectura e interpretaciones es tanto como convertirla en

una comunidad de sentido. No es poco.

Fuente: https://theobjective.com/elsubjetivo/educar-es-

resistir?fbclid=IwAR3AGWgX4O-xZ-

UCLTDKDaGfv1DLwi3fU8jrkSL1PjCKye_pfva68C6Wlns

187


VIVIMOS LA GRAN AVENTURA HUMANA, EXPRESA EDGAR

MORIN EN HOMENAJE POR SU CENTENARIO

REYES MARTÍNEZ TORRIJOS

La Unesco dedicó un tributo al filósofo y sociólogo francés //En su

conferencia Mi camino reflexionó sobre el desarrollo de su

pensamiento y la condición actual de las sociedades

El pensador Edgar Morin durante la ceremonia en su honor, la cual se realizó ayer y se

transmitió vía Internet por el organismo de Naciones Unidas. Foto Afp

El reconocido pensador francés Edgar Morin sostuvo que en la actualidad

existen posibilidades maravillosas para mejorar nuestras vidas, pero

es esencial darse cuenta de que no hay que soñar con otra sociedad,

188


sino entender que vivimos la gran aventura humana y que el camino de

cada uno está dentro de uno más grande e incierto.

El filósofo y sociólogo, creador del concepto de pensamiento

complejo, impartió la conferencia Mi camino, en el homenaje por su

centenario realizado este viernes y transmitido vía Internet por la

Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la

Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), presidida por la directora de

ese organismo, Audrey Azoulay, y Anne Hidalgo, alcaldesa de París.

Morin (París, 1921) agregó que existe también la posibilidad de que

la crisis de la democracia nos esté llevando a países neoautoritarios,

sistemas tan complejos en que ya no hay sólo un partido, como en

China, sino todas las posibilidades de vigilar con máquinas, cámaras,

drones y teléfonos. La sociedad de la vigilancia y la sumisión. Eso se

puede considerar como neototalitarismo.

Se refirió a Heráclito, mi gran maestro filosófico, para explicar que la

comprensión y la discordia son el padre y la madre de todo, porque la

destrucción y el conflicto están en todas partes, al mismo tiempo que la

solidaridad, la asociación, el acuerdo”.

Para describir las condiciones actuales, Morin se refirió a que, para

él, en 1945 comenzó un periodo: cuando la humanidad creó el arma que

es capaz de destruirla, la bomba atómica; luego, recordó la aparición del

informe Meadows, que en 1972 estableció que, si no tenemos cuidado,

nuestra biosfera se degradará, lo cual sería una lesión contra nuestra

propia humanidad.

189


Además, habló del auge del transhumanismo, partiendo de Silicon

Valley, en los años 80, cuando se refuerza el mito de la vida eterna, que

“nace a partir de una posibilidad. Esos progresos tecnológicos y

científicos podrían liberar al ser humano de lo más fastidioso que tiene

que hacer, y podrían permitir que viviéramos una vida dedicada a la

cultura y las relaciones humanas.

“Encima tenemos la mundialización. El momento en que el

capitalismo y la economía de mercado se estrellan contra el muro y se

universalizan las tecnologías de la comunicación, pero las mentalidades

no se globalizan nada. Se crea una conciencia de comunidad frente al

peligro nuclear, ecológico o frente al dominio del mercantilismo, pero, al

mismo tiempo hay esa tendencia al ensimismamiento, que veía en mi

adolescencia: esas tendencias nacionalistas obtusas, ese miedo al

extranjero, el desprecio de las ‘razas inferiores’, mas ahora hay otros

chivos expiatorios.

No tomamos conciencia de las cosas. Pero sí que acabamos dándonos

cuenta de que las interacciones, las interdependencias técnicas y

económicas no han creado una solidaridad humana. Esto que hemos

visto con la pandemia desde el principio: cada país se cerró y se encerró.

Crisis multidimensional

Edgar Morin afirmó que la pandemia produjo una crisis

multidimensión. Los individuos la hemos sufrido en carne propia; las

naciones también. Al mismo tiempo, la mundialización, una crisis

190


gigantesca que no ha acabado, que crea sin cesar nuevas

incertidumbres.

Inició su conferencia citando al poeta español Antonio Machado, que

lo inspiró: Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar, para

esbozar el desarrollo de su camino, “poco a poco hacia lo que se

denomina la complejidad; es decir, que hay que reunir ideas que

parecen contradictorias.

No fui por un camino trillado, fui haciendo el camino por el que fui

andando, con el fin de desarrollar su sendero intelectual. Mi

pensamiento no está concluido; aunque muera mañana, mi pensamiento

estará siempre sin acabar.

Recordó que en 1939, a poco del comienzo de la Segunda Guerra

Mundial se había inscrito en la carrera de filosofía, que incluía temas de

sociología e historia, además de estudiar derecho y ciencias políticas.

“Ya estaba yo en la transdisciplinariedad, por lo menos en el campo de

las ciencias humanas.

“En esos momentos pensaba lo que Kant: ‘¿Qué puedo saber, creer

y esperar?’ Para responder esas preguntas hay que saber qué es el

hombre, que es lo que también decía Kant. La historia humana parecía

que se estaba volviendo loca en aquel momento. Sin darme cuenta, lo

que quise ser entonces fue humanólogo.”

En una Francia ocupada se incorporó al ejército de resistencia,

cuando empezó a pensar cómo es posible que la nación más culta de

191


Europa se haya convertido en la más bárbara: Alemania. Aquí lo que hay

es complejo.

Otros temas que estudió posteriormente lo condujeron a las nociones

de complejo y contradictorio. Por ejemplo, su estudio sobre la muerte

en las culturas humanas. Por la familia, los hijos, la religión o una

creencia, todos somos capaces de dar la vida. Eso demuestra la

complejidad humana.

Luego, el cine, donde consigna que el mundo de Hollywood, que

produce películas en serie, algunas son extremadamente banales, pero

hay algunas obras de arte. Una película es resultado de una colaboración

antagónica entre producción y creación.

Entre los años 50 y 60 consolidó su pensamiento, refirió, gracias a su

participación en la revista Argumento, en la cual debatía con pensadores

de la época. Claude Lefort y Castoriadus animan un círculo de reflexión

en el que cada uno aporta su pensamiento, más allá del de Marx, de

manera notable.

Luego ocurrió su contacto con especialistas en cibernética, biólogos,

matemáticos e ingenieros, ante lo cual empezó a “entrelazar todos estos

pensamientos. En vistas a la compartimentación de las ciencias, tanto

las humanas como las naturales, gracias a todos estos aportes surge la

idea de El método, trabajo de 30 años para reunir todo el modo de

conocimiento y para salir del pensamiento binario”.

192


Edgar Morin sintetizó: He aquí el esquema de este andar de mi

pensamiento para intentar formular lo que debe y tiene que ser un

conocimiento complejo; es decir, en el que cuando hay complejidad no

es sólo la parte dentro del todo, sino el todo dentro de una parte; no

sólo componentes complementarios, sino antagonistas. En segundo

lugar, un pensamiento complejo que organiza el conocimiento.

Su disertación concluyó mientras empezó a sonar la canción My

Way, interpretada por Frank Sinatra.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/03/cultura/a02n1cul

193


OCHO CRITERIOS ÉTICOS PARA VALORAR

LOS AVANCES TECNOCIENTÍFICOS

BEGOÑA ROMÁN MAESTRE *

El impacto de la tecnociencia en la vida de hoy es total. Muchos de los

hallazgos científicos acaban convertidos en herramientas y dispositivos

(móviles, ordenadores, coches) sin los cuales somos casi incompetentes.

Tienen impacto en la sostenibilidad medioambiental, pero también en la

mejora de nuestras capacidades, las de nuestra descendencia e incluso

en nuestra longevidad y posible inmortalidad.

Gracias al avance de los conocimientos y de la técnica, cambiamos las

formas de alimentarnos, de divertirnos, de reproducirnos… Pensemos,

por ejemplo, en el uso de los animales: para comer y hacerlos trabajar,

para experimentar, para entretenernos cuidándolos. Pensemos en

la gestación por sustitución (popularmente conocida como el uso de

“vientres de alquiler”) como técnica de reproducción asistida.

La tecnociencia se impone como progreso. Saber es liberador. Pasamos

así de la “chance” a la “choice”, del azar a la elección. Sin embargo, no

siempre lo nuevo es bueno: tener más opciones nos priva de otras, o

*

Profesora de Filosofía moral, Universitat de Barcelona. Esta reflexión forma parte de “Diàlegs a la

Ramón y Cajal”, un ciclo de seminarios para comprender el mundo actual que desarrolla L’Observatori

de l’Estudiant de la Universitat de Barcelona.

194


nos somete a nuevas ataduras. No todo lo que es posible hacer desde

el punto de vista técnico es éticamente bueno. El progreso técnico

también tiene efectos colaterales.

Nuestra sociedad vive tan acelerada que los avances no nos pillan ni

preparados ni listos. Cuando surgen nuevas posibilidades, a menudo

improvisamos sin pararnos a considerar las consecuencias. No prevemos

el impacto en la aldea global de una técnica de uso masivo, antes de

adoptarla; o la exclusión a que somete adoptarla a quienes no tienen

acceso a ella. Nos recuerda Hans Jonas que descubrimos qué está juego

cuando descubrimos que está en juego.

Necesitamos más ética que mera moral

¿Desde qué valores juzgaremos si las consecuencias que genera la

tecnociencia son buenas y malas? En sociedades plurales, donde no

compartimos todos los valores, no podemos dar por supuesto que

estamos de acuerdo en lo que es bueno o malo. La moral es vivida y

transmitida culturalmente; la ética, que es filosofía sobre la moral, la

cuestiona.

En esta era tecnocientífica necesitamos más ética que moral, más

reflexión que mera acción; pues hay que dar razones de por qué llevar

a cabo unas acciones y abandonar otras. Por ejemplo: por qué recuperar

la costumbre de usar vidrio y abandonar los plásticos.

195


Ética mundial y de la responsabilidad

Necesitamos una ética para el mundo y su cuidado. Por eso,

esta ética debe ser una ética de la responsabilidad. Y las

cuestiones a las que dar respuesta son: quién debe responder, de

qué y ante quién. La ética desde la que entender qué tipo de

tecnociencia queremos, y cuál no, debe ser la ética cívica. Esta no nos

dice cómo debemos vivir, pero sí ha de garantizar la vida en

condiciones de dignidad, autonomía y justicia para todos. Desde

ese marco genérico de los derechos humanos necesitamos pensar

juntos en el mundo que creamos.

La ética en la era de la tecnociencia deber ser cívica, para la aldea

global, de acuerdos de mínimos para todos, sin excluir a nadie. Debe ser

una ética que amplíe la libertad y no la someta a riesgos desconocidos,

como el riesgo de perder la libertad misma. No olvidemos que

desconocemos de dónde viene esa libertad primera a partir de la cual

nos preguntamos qué hacer. Y es la vivencia moral, posibilitada por

nuestra libertad, la que nos humaniza. Por todo ese pensamiento en la

incertidumbre y ante la complejidad, institucionalizamos comités de ética

(de la investigación, asistenciales, de las organizaciones) y formamos a

los profesionales en la responsabilidad de su quehacer.

Ocho criterios

Para argumentar las decisiones que tomar como humanidad desde este

marco ético mundial y desde la responsabilidad, los siguientes criterios

196


o pautas nos podrían servir de guía ante las problemáticas concretas

sobre las que decidir:

1. La universalizabilidad nos exige pensar en todos nosotros como

afectados por la acciones. La cuestión clave es entonces: ¿sería correcto

que todo el mundo lo hiciera?

2. La responsabilidad nos exige transparencia. Si todo el mundo supiera

que lo hemos hecho, ¿nos daría vergüenza, o nos sentiríamos culpables?

3. Mucho más directa es la cuestión de la reciprocidad, ¿qué pasaría si

me lo hicieran a mí, si me pagaran con la misma moneda?

4. Desde Hipócrates los profesionales del cuidar saben que no se debe

dañar. Por eso la pregunta ahora debe ser cómo afecta esa acción a

quienes se hallan en situación de mayor vulnerabilidad.

5. Como debemos pensar en los impactos a medio y largo plazo, la

pregunta pertinente es si será sostenible ecológica y económicamente.

6. Como aprendemos a partir de ensayos, aciertos y errores, deberíamos,

prudente y precavidamente, pensar en si la acción es revocable. Nos

sugiere Aristóteles en su “Ética a Nicómaco” optar por vías intermedias

de acción, adoptando un término medio, pues los extremos, por exceso

y por defecto, son vicios.

7. El criterio de la trascendentalidad nos ayuda a jerarquizar conflictos

entre derechos. Por ejemplo, es superior el derecho a la vida que a la

calidad de vida, porque solo desde la vida se puede juzgar sobre su

calidad; pero cuando hablamos de la vida de un adulto competente, es

la calidad la que prima.

197


8. Otro criterio podría ser la utilidad, es decir, obtener el mayor beneficio

para el mayor número de personas.

Una ética para la era tecnocientífica exige pensamiento en

acción, es decir, capacidad crítica y racional concertada. Para

ello necesitamos transferir conocimientos, también de ética. Y, más allá

de la ética personal o profesional, y de nuestras intenciones o buena

voluntad, una ética cívica y organizativa para acordar y

concordar cómo compartir una Tierra que vale la pena cuidar y

en la que cuidarnos.

Fuente: https://theconversation.com/ocho-criterios-eticos-para-valorar-losavances-tecnocientificos-128836

198


SIMONE BILES NO NOS DEBE NADA

AARON FREEDMAN

Al fin y al cabo, Simone Biles es una trabajadora. Y ha hecho bien en

anteponer su salud mental, al igual que cualquier trabajador debería

poder quedarse en casa enfermo en lugar de dedicar su fuerza vital a

servir a otra persona.

Está a la venta nuestro tercer número, “La catástrofe ecológica

inminente (y los medios para combatirla)”. La suscripción a la revista

también te garantiza el acceso a material exclusivo en la página.

Los Juegos Olímpicos siempre tienen algo de extraño. No se trata de los

deportes en sí, a menudo oscuros (este año se ha añadido el baloncesto

de tres contra tres, y el break dance llegará en 2024), sino de su

contradictoria pompa.

Por un lado, los Juegos Olímpicos son una feroz competición nacional,

donde los conflictos de las grandes potencias se desarrollan en una

versión más suave de la guerra. Por otro lado, son, en la tradición de su

antecesor griego, una celebración de la destreza atlética individual: el

poder de la mente y el cuerpo humanos para desafiar las leyes de la

velocidad, la fuerza y la resistencia. Estos dos ideales -el atletismo

individual y la competición nacionalista- suelen coexistir bastante bien,

ya que los comités olímpicos de los países ofrecen recursos de

199


entrenamiento y patrocinio a los atletas a cambio de su participación en

los desfiles de orgullo nacional que ondean literalmente la bandera.

Pero este año, algo se rompió. Simone Biles, la estrella del equipo de

gimnasia femenina de Estados Unidos -y la gimnasta más condecorada

de la historia de los campeonatos mundiales- anunció esta semana que

se retiraba de la final de la competición de gimnasia por equipos y de la

final individual del all-around, la competición estrella de la gimnasia

olímpica. En una rueda de prensa, Biles alegó problemas de salud

mental, que temía que pudieran provocar también lesiones físicas en las

exigentes competiciones, en las que es imprescindible una intensa

concentración mental:

Estos Juegos Olímpicos han sido realmente estresantes. Creo que en

general, al no tener público, hay muchas variables diferentes que

intervienen. Ha sido una semana larga, ha sido un proceso olímpico

largo, ha sido un año largo. Así que hay muchas variables diferentes,

y creo que estamos un poco estresados. Pero deberíamos estar aquí

divirtiéndonos, y a veces no es así.

Para agravar el estrés de unos Juegos Olímpicos COVID, en los últimos

cinco años se han producido revelaciones de abusos sexuales y

encubrimientos en USA Gymnastics, que en algunos casos se remontan

a décadas atrás. Más de 360 gimnastas -que se entrenan para los Juegos

Olímpicos siendo adolescentes- han denunciado algún tipo de abuso

sexual a manos de entrenadores, propietarios de gimnasios y otros

200


adultos que trabajan en este deporte. Esto incluye a la propia Biles, que

fue una de los cientos de gimnastas que dijeron haber sufrido abusos

sexuales por parte del exmédico del equipo de USA Gymnastics, Larry

Nassar. (Nassar fue condenado en 2018 por cargos de abuso sexual y

pornografía infantil).

Después de todo, parece más chocante que Biles estuviera dispuesta a

competir sin más dadas estas insoportables circunstancias. De hecho,

muchas personas han expresado su simpatía por la gimnasta estrella,

elogiando su valentía por hablar sobre problemas de salud mental que

a menudo son estigmatizados.

Pero la respuesta positiva no ha sido universal. Los comentaristas

conservadores han criticado a Biles, y Charlie Kirk la ha calificado de

«sociópata egoísta» y de «vergüenza para el país», mientras que Piers

Morgan ha escrito que «no hay nada de heroico ni de valiente en

abandonar porque no te estás divirtiendo: decepcionas a tus

compañeros de equipo, a tus fans y a tu país». Incluso algunos liberales,

aunque reconocen los peligros físicos que supone que una gimnasta no

esté en el estado de ánimo adecuado, han enmarcado eso como una

excusa (aunque legítima) para abdicar de la responsabilidad implícita

ante los aficionados y la nación de perseverar ante la adversidad.

Esta lógica no se limita al claro nacionalismo de los Juegos Olímpicos,

donde un atleta individual es inevitablemente un avatar de una nación.

Hace apenas unas semanas, la estrella japonesa del tenis Naomi Osaka

201


se retiró del Abierto de Francia tras negarse por problemas de salud

mental a dar una rueda de prensa obligatoria. El escritor deportivo

conservador Joe Kinsey se burló de Osaka por seguir haciendo

apariciones selectas en los medios de comunicación, incluida una sesión

de fotos para la portada de la edición de trajes de baño de Sports

Illustrated, mientras seguía negándose a las entrevistas obligatorias

después de los partidos.

El odio, o al menos el escepticismo, hacia Osaka y Biles lleva implícita la

idea de que los deportistas nos deben algo a nosotros, los aficionados,

los espectadores, la nación. La sociedad ha proyectado durante mucho

tiempo en los atletas una visión aspiracional del espíritu humano, capaz

de trascender las propias leyes de la física y alcanzar la grandeza. Como

Prometeo, su tarea es capturar algo de lo divino y dejar que los simples

mortales nos deleitemos con ello. Ver a una gimnasta de talla mundial

como Simone Biles nos enseña a creer, nos inspira a alcanzar lo

excepcional en nuestras propias vidas.

Por muy poderosa que sea esta narrativa, trata a los atletas como una

fusión de dioses, símbolos y soldados, en lugar de lo que son: personas

reales con sus propias necesidades y defectos humanos. En un nivel

fundamental, un atleta -incluso un GOAT [Greatest Of All Time”,] como

Simone Biles- es un trabajador del entretenimiento. Un trabajador del

entretenimiento de gran talento y bien remunerado, sin duda, pero si el

atleta divino no cumple con las expectativas imposibles que se le

imponen, se le trata poco mejor que a un camarero cuya propina ha sido

202


revocada por un patrón caprichoso. Al igual que el trabajo de servicio y

entretenimiento en general, esta relación también está fuertemente

racializada: no es una coincidencia ver la ira que algunos aficionados

blancos sienten por mujeres de color como Biles y Osaka, o los jugadores

negros de la selección inglesa de fútbol, que fueron acribillados tras la

derrota de su equipo en la fase final de la Eurocopa 2020 de este año.

Tal vez sea inevitable que en una economía de servicios -donde las

relaciones humanas se dividen en el que sirve y el que es servido- haya

un intenso e inmerecido sentido de derecho sobre los atletas. Sus vidas

no les pertenecen del todo, sino a una base de fans que exige la

validación de sus propias narrativas erróneas sobre la grandeza nacional,

la perseverancia y el espíritu humano emprendedor. Este sentimiento

puede ser igual de poderoso para los aficionados cuyos trabajos también

implican servir a un otro más rico: cuando uno siente que la obtención

de poder en su propia vida es remota, puede depositar esa esperanza -

y el sentimiento de decepción- en otra persona.

No se puede esperar que una sola persona -por muy talentosa que sea,

por muy disciplinada física, mental y psicológicamente que esté- cargue

con el enorme peso de toda una sociedad que exige esperanza,

propósito y satisfacción. Los deportistas pueden recibir muchas

compensaciones monetarias por la fama, pero no deben su salud física

y mental a los aficionados. Puede que le cueste ingresos de los

patrocinadores a largo plazo (aunque de momento, todavía no), pero

Biles debería ser absolutamente libre de tomarse un tiempo libre, al igual

203


que cualquier trabajador debería tener derecho a quedarse en casa

recuperándose mientras está enfermo en lugar de volcar su fuerza vital

en servir a otra persona.

Simone Biles, al afirmar su humanidad fundamental dando prioridad a

su salud sobre el trabajo, es un valioso recordatorio para que veamos a

los atletas no como símbolos de nuestras ambiciones colectivas, sino

como personas reales que hacen un trabajo muy difícil. La salud y el

bienestar son necesidades humanas, y nunca deben ser rehenes de un

«cliente que paga», ya sea un jefe, una nación o un aficionado a la

gimnasia.

Fuente: https://jacobinlat.com/2021/07/31/simone-biles-no-nos-debe-nada/

204


ENTREVISTAS

ENTREVISTA AL PERIODISTA Y ESCRITOR IGNACIO RAMONET:

“El poder que no sepa adaptarse a las redes sociales será el gran

perdedor”

EN ESTA ENTREVISTA REALIZADA EN LA HABANA, EL

PERIODISTA Y SEMIÓLOGO ADVIERTE DE QUE VIVIMOS UN

“DARWINISMO MEDIÁTICO”

MAURICIO VICENT

LA HABANA

Ignacio Ramonet (Pontevedra, 1943) es periodista, semiólogo,

exdirector de Le Monde Diplomatique y un referente de la izquierda. En

esta entrevista, realizada en La Habana poco después de la inédita

protesta protagonizada por un grupo de jóvenes artistas cubanos en

demanda de mayor libertad de expresión, convocados por las redes

sociales, Ramonet analiza cómo ha cambiado Internet y las nuevas

tecnologías el lenguaje de la comunicación y el equilibrio de poderes. El

autor del libro Cien horas con Fidel asegura que las redes son expresión

de una “auténtica democratización” de la comunicación, aunque advierte

también que estas “han multiplicado hasta al infinito las capacidades de

manipulación de las mentes”. En la actualidad, observa, se está

produciendo un “darwinismo mediático” y el poder que no sea capaz de

adaptarse a la nueva realidad, perderá, pues hoy las redes son el

principal espacio de enfrentamiento dialéctico. “Es el Ágora actual”,

asegura.

205


Pregunta. ¿Las redes sociales son un espacio real de libertad que sirve

para democratizar la sociedad, o son un espejismo que favorece la

manipulación?

Respuesta. Ambas cosas. Las redes sociales son el medio dominante

hoy, como lo fueron en otras épocas la televisión, la radio o la prensa.

Las redes son la expresión de una auténtica democratización de la

comunicación que la revolución Internet ha permitido. Hoy, cualquier

individuo en cualquier país, por un coste mínimo, con un teléfono

inteligente posee la misma potencia de fuego comunicacional que, por

ejemplo, la CNN (primer canal planetario y permanente de noticias) hace

35 años. Es una revolución considerable, como no la ha habido jamás

en el campo de la comunicación. Y recordemos que todo cambio

importante en el ámbito de la comunicación acaba fatalmente por tener

repercusiones decisivas en lo social y lo político. No hay excepciones.

Desde la invención de la escritura hasta Internet, pasando por la

imprenta. Así que podríamos, en efecto, decir que las redes sociales y

las mensajerías de nuevo tipo (Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat,

WhatsApp, Zoom, TikTok, etc.) han ampliado indiscutiblemente el

espacio de la libertad de expresión. Y, a la vez, han multiplicado al

infinito las capacidades de manipulación de las mentes y de vigilancia

de los ciudadanos. Es clásico. Podríamos decir, parafraseando a Marx,

que la historia es la historia de las innovaciones tecnológicas. Y que cada

innovación tecnológica aporta una solución a un problema. Pero, a su

vez, cada solución crea un nuevo problema.

206


P. ¿En qué medida representa esta revolución de la comunicación una

amenaza real para el poder, cualquiera que sea?

R. Como siempre que se produce un salto hacia adelante en las

tecnologías de la comunicación, nos hallamos efectivamente ante un

progreso en materia de capacidades de expresión. Y, a la vez, ante un

peligro de confusión, de confrontación y de nuevas intoxicaciones

mentales. Es normal. En ese aspecto no hay nada nuevo. Todo poder

que posee el monopolio de la expresión pública se desespera ante

cualquier aparición de una tecnología comunicacional democratizante

que amenaza su uso solitario de la palabra. Piénsese en la invención de

la imprenta en 1440, y el pánico de la Iglesia y del Trono ante una

máquina que les arrebataba de repente el monopolio de la Verdad.

P. ¿Qué hacer ante el dilema peligros contra ventajas?

R. Depende de quién se plantee la pregunta... Si son los ciudadanos, es

previsible que deseen hacer uso inmediato de la excesiva potencia que

les confieren las redes, sin tener la precaución de desconfiar del segundo

aspecto: la manipulación de la que pueden ser objeto. Las decepciones,

por ello, pueden ser fuertes. Si quien se hace la pregunta es el Poder,

yo diría que debe guardar la serenidad. No puede soñar con que, por

milagro, desaparezcan las redes que ya están aquí para siempre. Él

también debe adaptarse a esta nueva realidad, a esta nueva normalidad

comunicacional. La censura, la negación o la ceguera no sirven de nada.

Solo agravarían el problema, visto desde el Poder, porque lo rígido

rompe, mientras lo flexible resiste. Por lo tanto, el Poder debe entender

207


que las redes son un nuevo espacio de debate y de confrontación.

Constituyen quizás, en el campo político, el principal espacio

contemporáneo de enfrentamiento dialéctico. Es el Ágora actual. Y es

ahí, en gran parte –como lo fue en los periódicos durante mucho

tiempo–, donde se dirimen ahora los grandes diferendos y las principales

polémicas. Quien no desee ser el gran perdedor de nuestro tiempo debe

estar presente en este espacio central de los debates.

P. ¿Se exagera el poder que tuvieron las redes sociales en las primaveras

árabes? ¿Hubieran sido posibles esas revoluciones sin que esos

regímenes estuvieran corroídos por dentro y sus ciudadanos

demandaran libertades?

R. Sin duda, lo que se llamó, en 2011, la “Primavera Árabe”, igual que

el “Movimiento de los indignados” en España, u “Occupy Wall Street” en

Estados Unidos, no hubieran sido posibles -en la manera en que se

desarrollaron-, sin las innovaciones comunicacionales aportadas por la

revolución Internet. No solo por el uso de las principales redes sociales

(aunque entonces estaban apenas extendiéndose: Facebook se crea en

2006, Twitter arranca en 2009), si no por el recurso del correo

electrónico, de la mensajería y simplemente del teléfono inteligente. El

impacto de las manifestaciones populares provocadas por esas

innovaciones comunicacionales fue muy fuerte aquellos años, yo diría

que independientemente de la naturaleza de los sistemas políticos

(autoritario o democrático). Claro, en el mundo árabe, “congelado” por

diversas razones desde hacía medio siglo, la sacudida tuvo

208


consecuencias espectaculares: dos dictaduras (Túnez, Egipto) se

derrumbaron, y en otros dos países (Libia, Siria) empezaron dolorosas

guerras civiles que aún, diez años después, no han terminado. Pero

también en el seno de sistemas democráticos -España, Grecia, Portugal,

Estados Unidos, etc.- se produjeron ese año impactos considerables que

modificaron definitivamente la manera de hacer política. Piénsese, por

ejemplo, en España en donde, al calor de ese movimiento, surge un

partido nuevo, de izquierda, Podemos, que los electores acabaron por

propulsar, en 2019, hasta el poder, en coalición con el PSOE. No es poca

cosa.

P. ¿Qué opina del argumento de que las redes y las nuevas tecnologías

son armas utilizadas por los servicios de inteligencia para desestabilizar

sociedades o países en los que se quieren promover cambios?

R. Dos ideas. Primero, que esas innovaciones comunicacionales dieron

muy pronto lugar a un uso político de las redes sociales. No podemos

ser ingenuos. Hay manuales para usar las redes con intenciones

subversivas. Se han usado, en particular, contra Venezuela y el Gobierno

del presidente Nicolás Maduro. Recordemos también que, entre 2003 y

2006, de manera organizada y planificada, financiadas por poderosos

intereses, se habían producido ya lo que se llamó las “revoluciones de

colores” en Georgia, 2003, Ucrania, 2004, Kirguizistán, 2005, etc. Con la

intención no disimulada de romper las alianzas de estos países con

Moscú y disminuir la potencia de Rusia. Segundo. En el otoño de 2019,

antes de que la pandemia de Covid-19 se extendiera a todo el planeta,

209


el mundo -de Hong Kong a Chile, pasando por Irak, el Líbano, Argelia,

Francia, Cataluña, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, etc.- estaba

conociendo un reguero de grandes protestas populares impulsadas y

acentuadas por el recurso de las redes sociales. Todos los gobiernos de

esos países, teóricamente democráticos, no supieron, en la mayoría de

los casos, cómo enfrentar este nuevo tipo de contestación social sino

recurriendo a la represión brutal.

P. En países como Cuba, donde el lenguaje de los medios oficiales es

antiguo y poco transparente, ¿impone la frescura de las redes sociales

la necesidad de que la prensa tradicional se haga más democrática y

participativa?

R. En cualquier país, las redes –que son, repito, el medio dominante

hoy– obligan a todos los demás medios de masas (prensa escrita, radio,

televisión) a tener que repensarse. Hay un darwinismo mediático en

marcha. El medio que no se adapte al nuevo ecosistema desaparecerá.

Adaptarse no quiere decir que los otros medios deben hacer lo que

hacen las redes. No. Porque las redes son también el territorio, ya lo

dijimos, de la manipulación, de la intoxicación, de las “fake news”, de

las “verdades emocionales”, de las “verdades alternativas”, etc. La

prensa escrita debe concentrarse en sus cualidades: la calidad de la

escritura, la brillantez del relato, la originalidad de la temática, la realidad

del testimonio, la autenticidad de la información, la inteligencia del

análisis, la garantía de la verdad verificada.

210


Fuente: https://elpais.com/internacional/2021-01-11/ignacio-ramonet-el-poderque-no-sepa-adaptarse-a-las-redes-sociales-sera-el-gran-perdedor.html

211


ENTREVISTA A EDUARDO WOLOVELSKY, EL BIÓLOGO, AUTOR

DEL LIBRO 'OBEDIENCIA IMPOSIBLE', PIENSA LA PANDEMIA

DESDE LA CIENCIA Y DESDE LA FILOSOFÍA. LA ILUSIÓN DEL

ENCIERRO TOTAL Y EL ERROR DE ERIGIR A LOS CIENTÍFICOS

EN SACERDOTES Y BURÓCRATAS.

GUSTAVO NORIEGA *

Con su libro Obediencia imposible. La trampa de la autoridad (Libros del

Zorzal, 2021), el biólogo Eduardo Wolovelsky (Buenos Aires, 1959)

intervino en el debate público sobre la pandemia y los encierros con una

asombrosa combinación de conocimiento científico y pensamiento

filosófico, basado en lecturas de todo tipo que van desde las

expediciones a la Antártida del siglo XIX a las películas sobre zombies.

Contemporáneos en sus estudios en la carrera de Ciencias Biológicas,

conversamos sobre el coronavirus, la muerte y la sacralización de la

ciencia.

Me da la sensación de que, con la pandemia, buena parte de la

humanidad descubrió la muerte. Como que recién ahí entendieron que

algún día se iban a morir.

Les pregunté a mis alumnos de tercer año: “¿Qué es lo contrario la

muerte?”. Una alumna de quince años respondió: “Lo contrario de la

muerte es la natalidad”. Lo mismo que yo había escrito en un libro. Lo

contrario de la muerte es el nacimiento. No de una persona solamente:

el nacimiento de una obra, el nacimiento de un vínculo, el nacimiento

*

Gustavo Noriega, Licenciado en Ciencias Biológicas de la UBA. Participa de programas de televisión

y radio de interés general y escribe regularmente en el diario La Nación.

212


de una relación. Paradójicamente, en ese intento, descubrimos la

muerte, la queremos negar. Hacemos un ejercicio de negación

constante, pero paradójicamente la instalamos y la promovemos.

Es interesante, porque hubo dos formas de negar la muerte. Una fue:

“Guardate en la cueva”. Y ese mandato es una protección contra la

muerte. Alguien que vive en Israel en un momento me dice: “Me voy a

internar en un geriátrico”. Yo le digo: “¿Por qué?”. “Porque el ministro

de Salud dijo que ahí no tiene que morir nadie más”. Surgió este discurso

patológico contra la muerte. Y lo paradójico es que, además de

protegerte estando encerrado, era que no podía nacer nada. No puede

nacer ni una obra, ni un amor, ni un vínculo. Nada. Paradójicamente, es

una cultura de muerte donde además consumimos la muerte del otro.

La noticia es que acá murieron tantos y mañana otros tantos. Y uno dice

“nosotros no, a mí no me tocó”. Había algo de ese consumo de la

muerte, que es paradójico, porque intenta negar la muerte, pero lo

intenta negar de una manera patológica. A la muerte sólo se le responde

con el nacimiento y aceptando la propia en algún momento.

Escribí una anécdota muy significativa sobre esto, la de Janusz Korczak,

pedagogo y pediatra polaco que tenía a cargo un orfelinato en Varsovia.

Cuando se hace el gueto de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial,

donde se limita una parte de la ciudad y todos los judíos son puestos ahí

en condiciones de hacinamiento, también se muda el orfelinato. Cuando

empieza la liquidación del gueto y comienzan a trasladar a la gente a los

campos de exterminio, se llevan a los chicos. A Korczak la resistencia le

213


ofrece un salvoconducto. Sin embargo, él lo rechaza y acompaña a sus

alumnos, a sus chicos. Y yo digo “… y así Korczak les salva la vida”.

¡Pero cómo “les salva la vida”, si van todos a la cámara de gas! ¡Ah!

Porque la vida se salva mientras uno vive. Cada minuto. Veinte horas,

ochenta años. Entonces, Korczak, al no dejar que sus alumnos vayan

solos y desamparados, en ese momento donde van, él les salva la vida.

Hay una protección de la vida en ese momento que no hubiera estado

si él se hubiera salvado solo.

Hay algo que no logramos entender o por lo menos no podemos

reflexionar sobre esto. Nos parece que la vida es la sucesión de la marca

de los patrones bioquímicos que mantienen las reacciones que nos dicen

que estamos vivos. Y a eso se resumió la cosa, ¿no? Ese era el

argumento que parecía estar en juego. A esta situación, bajo estas

circunstancias, parecemos reducirnos a animales en una jaula a la cual

le tendrían que traer los víveres y todos deberíamos darnos por

satisfechos porque mantenemos nuestra integridad biológica. Siguiendo

esta lógica, se le podría sumar algo más: tendríamos que condenar a

todos los exploradores por dementes, porque ponían en riesgo su vida

y muchos murieron allí.

Claro, todos los que empujaron los límites pagaron un costo.

Si miramos la historia humana bajo esa óptica, hay que decir que la

humanidad está toda demente, porque la mayoría ha arriesgado sus

vidas por hacer algo que consideraban muy significativo. Esto incluso lo

214


podemos ver dentro del campo de la ciencia. Cuando yo era adolescente,

uno de los artículos que me motivaron y me movieron fue uno de Isaac

Asimov que se llamaba “Muerte en el laboratorio”. Era una historia sobre

los investigadores que mueren a sabiendas de que están haciendo un

trabajo riesgoso. Ahora, si la propuesta es vivir biológicamente a como

dé lugar y no importa lo que hagamos, directamente la historia de la

humanidad no existiría como la conocemos.

Ahí hay dos cosas. Por un lado, las sociedades eliminaron la idea de

riesgo, la idea de que se vive haciendo apuestas. Me tomo un avión y

acepto o no acepto el riesgo que conlleva. Acepto esa idea de que voy

a correr un riesgo que si me quedo en mi casa no lo tengo. Y otra idea

que parece haberse suprimido es la de costo/beneficio, de que todas

estas medidas tienen un costo que no ha sido evaluado.

Fijate que te venden el seguro de vida y en realidad es un seguro de

muerte. ¿Pero quién lo va a llamar “seguro de muerte”? El seguro de

vida, como si alguien te pudiese asegurar la vida. No, asegura con un

dinero a quien te sobrevive. Vos te morís. Son interesantes todos estos

eufemismos, todas estas formas, todos estos desvíos. Los puedo ilustrar

con otra anécdota que me pasó. No voy a decir la editorial, pero a mí

cierta vez no me publican un libro que trataba sobre experimentación

con animales. En esa misma editorial se publica un libro donde los seres

vivos “nacen, crecen y envejecen”. Libro para chicos. Es interesante,

porque no pudieron poner la palabra “muerte”. La obra no me parece

215


buena, pero independientemente de que no me parezca buena, no

aparece la palabra “reproducción” ni la palabra “muerte”.

Yo publiqué un librito que se llama Hombres de hielo. Un libro para

chicos de siete años, porque tiene un renglón por página, y el libro

cuenta la historia de Admundsen, que había decidido matar a sus perros

a medida que avanzaba hacia el Polo para comerlos de regreso.

Entonces, me dicen: “¿Cómo le vas a escribir esto a los chicos?”. Perdón,

¿a los chicos la muerte les es ajena? ¿No existe?

Un importante nivel de protección y negación.

Es negación porque supuestamente el argumento es la protección, pero

lo único que termina ocurriendo es la desprotección total. La debilidad

más absoluta. A la sociedad se nos prometió controlar todo. Pensar la

enfermedad. Pensar la muerte. El sueño frankensteniano de vencer a la

muerte llevado a una ilusión masiva. Y los costos han sido enormes,

porque lo primero que aparece –incluso en el primer decreto del

Presidente, de marzo de 2020– es el principio de precaución, pero el

principio de precaución porta su propio cuestionamiento. Lo que no toma

en cuenta el principio de precaución son todos los daños que implica

que no hagamos tal cosa, porque si fuese así no deberíamos tener

electricidad. Si vemos cuando empezó la electricidad, la cantidad de

accidentes y la gente que moría electrocutada, bueno, nunca tendríamos

que haber desarrollado la electricidad por precaución.

216


Acá fijate que es interesante porque lo que se dice es el principio de

precaución: quedate en casa. Yo empecé a odiar la palabra “casa”.

Directamente no la puedo escuchar. Como si no implicara un riesgo

enorme por la pérdida de lo que ocurre fuera de casa. Ahora, en ningún

momento el decreto presidencial se hace cargo de que ser tan precavido

puede tener riesgos tan grandes que transforma todo en un gran peligro.

Este es el dato interesante.

Entonces, repito, se trata de reducir las cosas para que sean simples y

sencillas para el que toma la decisión, ¿no? Y bueno, resulta que la toma

de decisión en todos estos casos nunca es sencilla, siempre tiene algún

componente de ambivalencia. Y algún componente de ambigüedad. Por

eso es tan grave imaginar que la solución o la forma de enfrentar esto

es por decreto, decreto que puede ser gubernamental, o los decretos

personales que cada uno estableció sobre el otro, incluso sobre sí mismo

por no poder soportar ese estado de ambigüedad que es inevitable, ¿no?

Así que me parece que lo que se hace es clausurar el riesgo de la

decisión. Se imagina que la decisión implica riesgo cero. Uniendo todo,

a mí hace poco alguien me dice: “Eduardo, dame un argumento para

que yo explique por qué no sería bueno estar encerrado todo el tiempo”.

Yo no tengo un argumento simple, sencillo, claro. Sólo te puedo decir

esto si después de un año y pico no aprendimos nada, bueno, se puede

permanecer encerrado, sólo que hay que aclarar en algún momento que

todos vamos a morir e incluso a algunos le podrían pasar cosas hasta

peores. Tenemos que ser honestos en esto. Ahora, la deshonestidad de

217


la idea de un protector, la idea de que hay alguien que te salva, incluso

contra tu propio deseo de ser salvado, de que hay un santo que te

protege, me parece que es uno los costos más grandes que vamos a

enfrentar. Esta idea de la santidad, del salvador, la entrega de la propia

responsabilidad. La entrega de la libertad, la entrega del cuidado.

Renunciar a que yo tengo que hacer algo porque otro, un salvador, algún

iluminado, lo va a hacer por mí.

Esa fue una de las cosas que más me ha preocupado. En el libro puse

una cita de Todorov de Frente al límite, que creo que es brillante: “El

amor a Dios llena el corazón del Santo y no deja lugar para un amor

comparable hacia los hombres. Amar a los hombres con tal amor

revelaría idolatría, puesto que los humanos pertenecen al mundo de aquí

abajo, no al reino de Dios”. Y cuando alguien dice “Yo te voy a salvar,

etc”, si vos me preguntas, es un ejercicio narcisista. No pretende salvar

a nadie, pretende adquirir esa santidad.

¿Y qué fue lo que hizo que casi todas las sociedades del mundo se

entregaran a esto?

Nosotros veníamos discutiendo mucho con gente de las letras sobre el

problema del deseo en la cultura occidental. Las personas que viven en

la cultura occidental no saben lo que quieren. Se han transformado en

consumidores. No en personas deseantes, no en personas que se

planteen algún sentido profundo de la existencia que implica costos

enormes, que implica dolores enormes. El amor, por ejemplo, duele,

siempre duele. Con lo cual no podemos amar si queremos desterrar el

218


dolor. Hay un conflicto del deseo, hay un conflicto tecnológico. Las

tecnologías de la información son egocéntricas, o sea fortifican siempre

el punto de vista que yo ya tengo.

Por ejemplo, las plataformas te hacen recomendaciones de música,

películas, de las películas que ya ves. Reforzando tu propia perspectiva.

Tomando una frase de Yehudi Menuhin, uno de los más célebres

violinistas del siglo XX, que dijo: “El siglo XX promovió las más grandes

esperanzas y destruyó todos los ideales”. Yo creo que estamos en una

sociedad sin ideales. En el mejor de los sentidos lo digo, porque vos

pensás que en el siglo XX siempre en nombre del Hombre Nuevo, la

justicia, la igualdad, tuviste dictaduras, totalitarismos, etc. Parece que

entonces uno renunció a los ideales porque te pueden conducir hacia

ese lugar, ¿no? Entonces lo que hacemos es transformarnos en

consumidores. El goce es consumir. Además, promovido por una forma

tardía del capitalismo.

Me parece que es una crisis muy profunda de una cultura que creyó que

era bueno no morirse, pero no vivir. Nunca tuve un aprecio particular

por las películas de zombies. Ahora entiendo por qué se hacen tantas.

Es la condición que estamos teniendo hoy, la del zombie. No está ni vivo

ni muerto.

Es el tema de la fantasía de los últimos tiempos, el muerto vivo.

Sí, me parece que ese es el gran tema, porque en realidad era anterior

a esto y esto en realidad lo desnudó de manera muy clara. En 1968

219


estuvo la epidemia de gripe de Hong Kong donde murieron entre uno y

cuatro millones de personas. Nadie tiene registro de esa pandemia.

Estaba la guerra de Vietnam, la llegada al hombre a la Luna, un montón

de conflictos sociales, políticos, etc. Todavía la década del ’60 tuvo ese

resurgir de algún ideal que después terminó cayendo en la década del

’80. Se podría decir algo muy interesante que dijo Michael Levitt, premio

nobel de Química, que es uno de los pocos que se animó a decirlo. Todo

el discurso era “hay que cuidar a los mayores”. Lo que nadie dijo es que

el discurso implicaba que había que sacrificar a los jóvenes. Él tiene 73

años, es hijo de los baby boomers. Dice: somos una generación horrible,

vivimos como duques, tuvimos el estado de bienestar, no tuvimos

conflictos, teníamos trabajo, conseguimos lo que queríamos,

contaminamos todo lo que queríamos y ahora queremos que los jóvenes

paguen la cuenta. El único que se animó a decirlo.

Espectacular.

Me parece muy interesante que una cultura que tiene este discurso es

justamente una cultura que niega la vida, la vida del que te va a

continuar. Por eso al principio del libro, cuando digo por qué lo escribí

pongo que en lo personal este libro es una forma de no renunciar a la

existencia, aceptando que cuando el hado lo disponga, he de morir con

la tranquilidad de saber que habrá hombres y mujeres de una nueva

generación que podrán alimentar la vida oponiéndose a subsistir

maniatados. La única forma que tengo de vivir y de morir cuando me

llegue es saber que quienes me continúan tienen una oportunidad. Lo

220


digo de todo corazón. Insisto, esto pasó a revelar una crisis traumática

de una cultura que no sabe hacia dónde dirigir la mirada.

Y dentro de ese panorama, un discurso que creció es el de la ciencia

como una especie de suprema corte que dirimía si el barbijo sí, el barbijo

no, la cuarentena, la vacuna, etcétera. ¿Cómo viste ese rol que jugó la

ciencia? Vos y yo sabemos que funciona de una manera un poco más

tortuosa.

Vos me obligas a ponerme la corona de espinas y cargar la cruz ahora.

Escribí un librito que se llama El siglo maravilloso. Salió de una muestra

en el 2013 que hicimos en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Escribí este

libro porque hay otro en inglés que se llama igual, que escribió Alfred

Russel Wallace, el coautor de la teoría de la selección natural. Lo escribió

en 1898. Wallace es alguien que se oponía a la vacunación. Menos mal

que no le dieron lugar, porque se oponía a la vacunación contra la

viruela. Se oponía porque decía que el Estado no se puede apropiar del

cuerpo de las personas. Cuando en Estados Unidos se aplicó la ley de

eugenesia, o sea, de esterilización de los deficientes, la justificación fue

por la ley de vacunación.

Ahora, el dato interesante es que él escribe El siglo maravilloso y dice el

siglo XX va a ser el siglo maravilloso, porque con el desarrollo científicotecnológico

vamos a lograr esto, lo otro y lo otro. Era un pensamiento

legítimo de una persona del siglo XIX. Lo que yo tengo que decir es: qué

suerte que tuvo Wallace, que se murió en 1913 justo antes la Primera

Guerra Mundial. Entonces tenemos que empezar a entender que la

221


ciencia no es sólo un conjunto de conocimientos. Es un conjunto de

conocimientos, algunos bien establecidos históricamente, otros con un

montón de problemas. Son instituciones, son pujas políticas, pujas por

el poder. Los científicos no son sacerdotes, portadores de la verdad.

Un ejemplo es Fritz Haber, que fue premio nobel en 1918 por la síntesis

del amoníaco, que además permitió, entre otras cosas, el desarrollo de

nitratos y la producción de fertilizantes artificiales. En su discurso de

aceptación dice: “Esto va a transformar las piedras en pan”. Excepcional,

la ciencia salva. El único problema es que al mismo tiempo que decía

esto, estaba siendo considerado criminal de guerra, porque es el padre

de la guerra química. Además, decía que la virtud de la guerra química

era que era más humanitaria porque no desmembraba los cuerpos.

Acá tenemos un problema. El primer problema con la ciencia es

presuponer que la ciencia no tiene límites a las afirmaciones que puede

hacer. No puede resolver todos los asuntos humanos. Puede resolver

algunas cuestiones, y como cosa única, muy pocas. Este es un primer

punto. Segundo, yo diría que, en relación con una pandemia, tomaría la

frase de Rudolf Virchow que dijo: “Una epidemia es un fenómeno social

con algunas connotaciones médicas”. Hay aspectos médicos, por

supuesto, hay un virus, hay un conocimiento de un virus. Hasta allí es

lo legítimo lo que podemos decir, lo que podemos saber. El problema

es, como pregunto en el libro, si los médicos a los que les gustó el lugar

de funcionarios se comportan como burócratas, ¿con qué doctores se va

a ir a curar la gente? Yo podría decir: si los científicos se comportan

222


como sacerdotes, ¿con quién vamos a debatir? No tenemos con quien

debatir los saberes que eventualmente consideramos legítimos. Estamos

debatiendo con una persona que afirma un dogma, que en el caso de

un sacerdote es legítimo porque se asume como tal, pero el científico no

se asume como tal.

Un ejemplo de esta visión dogmática de la ciencia está en el libro Las

neuronas de Dios de Diego Golombek. Ahí hay una frase que es muy

clara, dice: “Si la religión es un virus, la ciencia puede ser la vacuna”.

Ahí queda claro el nivel de fundamentalismo con el que se está

encarando la cuestión. Por supuesto, a mí el científico me podría explicar

qué es un virus, cómo está hecho, etcétera, pero después también

tendría que admitirme todo lo que no sabe.

Es un lugar disparatado para poner a la ciencia.

Hay una cita del premio nobel de Química François Jacob en el libro El

ratón, la mosca y el hombre que dice: “En la era de la ingeniería

genética, la biotecnología, la sociobiología, no podemos hacer como si

nada hubiese ocurrido”. ¿Dónde? En los campos de exterminio nazi. Lo

importante allí no era el Mengele que hacía el trabajo, lo importante ahí

eran todos los científicos que construyeron el andamiaje teórico que

hicieron posible esos experimentos. Esos científicos eran hombres que

peleaban por el bien público, que llamaríamos de izquierda, comunistas,

etcétera. Eran la antítesis de Mengele. Entonces la pregunta que él se

hace es ¿dónde está el error? Y dice: el error está en que estos científicos

223


nunca creyeron que tenían que debatir sus ideas con el resto de la

población sobre la cual iban a actuar.

Te pondría el punto sobre otra cuestión, que es la divulgación científica,

que se ha transformado en una forma de divertimento, entretenimiento

o visión religiosa, ¿no? Cuando vi Cosmos en el año ’80 me di cuenta de

que en la facultad aprendía poco y nada. Me abrió un montón de

cuestiones, etcétera. Ahora, tenemos que asumir que Cosmos no deja

de ser una obra religiosa. Cuando lo dije, todos se

enojaron. Cosmos empieza diciendo: “El Universo es lo que fue y lo que

será”. Y es así como Dios le dice a Moisés que se tiene que presentar

ante el Faraón. Yo soy el que soy, el que fui, el que será. Entonces hay

una cuestión religiosa ahí que es importante.

Cosmos esta inspirado en una obra anterior, que es de Jacob Bronowski,

poeta y matemático polaco, un gran pensador. Y sin embargo, a mí me

impresionó algo. Él hace una obra que se llama El ascenso del hombre,

que la filma la BBC en el año ’73. En un momento está en Auschwitz y

se pregunta si Auschwitz, campo de exterminio, es producto de la

ciencia, porque allí se transformaron las personas en números. Él dice:

“No, esto es producto del dogma”. Saca la ciencia de ahí. Si uno lee a

Bauman en Modernidad y Holocausto, él señala que la ciencia y los

científicos tienen mucha responsabilidad por lo que sucedió en

Auschwitz. Independientemente de eso, en Auschwitz murió toda la

familia de Bronowski, él se refugió en Inglaterra, pero su familia no. Al

final del libro hay fotos de científicos: Einstein y su mujer, Pierre Curie y

224


Marie Curie, Boltzmann y su mujer, diciendo que hay que elegir la pareja

que uno tiene con cuidado por los hijos. Tiene un discurso filonazi. Amén

de que Boltzmann se suicidó y Einstein jamás cuidó de sus hijos, al punto

que su hijo mayor lo rechaza. Su hijo menor estaba internado en un

instituto psiquiátrico y jamás lo fue a visitar.

Así podemos seguir, no importa. Pero lo que quiero decir es que es

impresionante esta fe que se armó. Se construyó en una religión secular

porque hemos perdido los ideales políticos. Y entonces queremos tener

fe en una religión secular y por supuesto, muchos asumen con gusto

ese lugar.

Sí, sobre todo si los convierten en sacerdotes que toman decisiones.

Es una de las cuestiones que más me preocupan. Acá tomaría una frase

de Oppenheimer sobre la bomba atómica. Oppenheimer dirigió la parte

científica de la bomba atómica y después de Hiroshima y Nagasaki,

digamos que se da vuelta. Y empieza a ser muy crítico del desarrollo de

armamento nuclear. Él dice: “Estábamos tan entusiasmados con resolver

el problema de la construcción del artefacto que nos olvidamos lo que

significaba”. Eso es lo que tenemos que empezar a entender los

científicos. El que sea, tiene una visión particular del mundo, como

cualquier ser humano. Y esa visión particular no puede responder a todo.

225


Claro, uno piensa en Pedro Cahn y es la personificación de ese

sacerdote.

Bueno, como Anthony Fauci en Estados Unidos o Neil Ferguson en

Inglaterra. El informe de Neil Ferguson, que obligaba el confinamiento

por un año y medio hasta que aparezca la vacuna decía concretamente:

“No tomamos en cuenta los significados éticos, políticos y sociales del

confinamiento”. Hay que prestar atención a los desacuerdos en el

mundo de la ciencia. A nosotros nos enseñan que hay acuerdo. No, no.

Hay acuerdo sobre las cuestiones históricas ya lejanas, pero en general

se vive con el desacuerdo hasta que el tiempo dictamina. El devenir del

tiempo es el que va cristalizando las ideas que van quedando. Sobre eso

hay acuerdo. En los procesos hay un montón de desacuerdos que deben

ser sabidos.

El work in progress es sobre un desacuerdo.

Exacto. Entonces eso debe ser sabido y debe ser manifestado. Una vez

un físico me dijo “los trapitos sucios hay que lavarlos en casa” Falso, es

que no son trapitos sucios, es parte de la dinámica. Esto es parte de la

dinámica de cómo se trabaja y se piensa.

226


Por eso a mí me impresiona cuando se quieren resolver algunas

discusiones de esta cosa in progress con los papers que se están

haciendo ahora. “El barbijo sirve. La distancia tiene que ser tal, el

asintomático contagia, no contagia”. O sea, revolear papers a esta altura

con una cosa que tiene un año y pico, es un poco no entender cómo

funcionan las cosas, ¿no?

Totalmente de acuerdo. Te tiran “esto fue publicado en la revista tal”. Y

nosotros sabemos que eso no transforma algo en válido. Han pasado

muchas cosas con la publicación de artículos aquí o allá. Es sólo la

historia del ir y venir de las discusiones, por difíciles que sean, por

complicadas que resulten, lo que va a permitir que con el tiempo

sepamos. Anders Tegnell, el epidemiólogo sueco que se resistió a los

grandes cierres, argumentaba que tomaba la decisión sin estar del todo

seguro, pero la tomaba tomando en cuenta otros aspectos de la vida

humana y diciendo “bueno, tal vez lo mejor es establecer esta

perspectiva donde no hacemos acá lo más rígido, porque no sabemos si

funciona, pero tampoco destruimos todo”.

No se trata acá de no tomar ninguna medida, pero resulta que hoy

nosotros con todas las medidas durísimas que tomamos, asumiendo la

dificultad de comparar, nuestros resultados fueron muy malos. Este es

uno de los argumentos que da Alberto Fernández, que puede sonar lindo

por su simpleza, pero siempre en la excesiva simpleza hay falsedad.

Cuando él dice “bueno, la libertad está bien, pero para ser libres hay

que estar vivos”. Yo nunca entendí qué quiere decir esto. Supongo que

227


primero tengo que vivir y después soy libre. Eso es un reduccionismo

totalmente falso. Es insostenible hasta el punto de que es una frase de

la cual me cuesta hablar porque la encuentro terriblemente irracional,

enmarañada, tramposa. Sí, sí, para mirar la tele tengo que estar vivo.

Pero si estoy muerto no me entero de que no miro la tele, así que no

hay problema. El humor sirve para responder a estas cuestiones porque

es muy difícil.

El tema es que no es sólo la Argentina. Insisto, vos lo dijiste, fue un

dictado de la cultura occidental. Acá China exportó un modelo y un

Occidente totalmente en crisis lo tomó. Porque si China tiene 4.000

muertos y sólo 80.000 casos, en última instancia si el gran problema era

este, implantamos un sistema dictatorial al modelo chino y listo. Y si esa

es la única variable ¡ya esta! Esto es lo que se vendió en un primer

momento, ese éxito del encierro. En Wuhan te mostraban cómo el dron

vigilaba y llevaba la comida a una persona y se la dejaba ahí. Perfecto,

ese era el modelo. Más allá de la desconfianza que podamos tener a los

datos brindados por China, Occidente terminó comprando este modelo.

Me acuerdo el primer discurso de Merkel, que me pareció brillante y

después traicionó totalmente. El primero fue: “Va a morir mucha gente,

pero no podemos ceder sobre ciertas cosas. Tenemos que cuidar la vida,

los vínculos, las libertades, etcétera”. Y, sin embargo, después su giro.

Sí, efectivamente, yo creo que ahí hay una crisis de una cultura que

quiere controlar todo, incluso la muerte.

228


Y quiero aclarar algo, más allá del coronavirus: ¿vamos camino a ser

enfermos permanentes? Como decía Claude Bernard: “Un paciente sano

es un paciente mal diagnosticado”. Y claro, porque nos van a poner el

microprocesador que nos va a estar testeando. Tenemos por un lado la

ciencia y por otro lado los empresarios de las tecnológicas que son los

otros nuevos sacerdotes. Las tecnológicas apostaron además a la

educación virtual. A todos les falló.

Lo que sirvió esto es para demostrar que esas herramientas no estaban

todavía para funcionar de esa manera.

No están ni van a estar nunca, va a ser otra cosa, pero “clases” no van

a ser. “Hay clases virtuales, hay conectividad”, etcétera. Basta con esa

discusión. Lo que hacemos por la computadora no es una clase virtual.

Es una especie de seudovínculo “a la espera de”. Se puede aprender

alguna cuestión instrumental. Mueva esto para acá o mueva esto para

allá. Pero después, aspectos que tienen que ver con perspectivas más

complejas, con argumentación, no. A mí todo esto me costó mucho. Yo

a veces digo: no sé cómo sobreviví. Bueno, sobreviví, por ejemplo,

escribiendo. Y sobreviví porque tengo compromisos con mis hijos, con

mis alumnos, etcétera. Dije me toca, me toca, quiero pelear por esto,

porque salgamos de este confinamiento.

229


Señalar al Emperador desnudo es algo que te da cierta estructura

espiritual para seguir adelante.

Exacto. Yo me sentí muy mal, quería ser honesto. Yo en los primeros

días de la pandemia hice una asociación con Malvinas, cuando aplaudían

en los balcones y gritaban “viva la patria” y cantaban el Himno. Yo me

sentía muy mal. Dije: no voy a sobrevivir. Ese fue el momento más

crítico, donde creo que gran parte de los científicos fallaron. Yo te soy

honesto, a mí todo me resultaba patético: las curvas que mostraban, los

argumentos matemáticos ridículos. Y yo no soy un gran experto en

matemáticas, pero me daba cuenta. ¡El R0!

¡EL R0! Es como la pócima de Asterix: una cosa mágica que no se sabe

cómo funciona y que les daba poder.

Dan Yamin, que es ingeniero, trabaja en temas de epidemiología en la

Universidad de Tel Aviv y analizó el Ébola en el 2014, decía: “El R0 está

en 2, si los encierran a todos y baja, ¡me tienen que explicar por qué no

vuelve a 2 cuando salen!”

Claro, así de simple.

Además decía: ¿por qué es falso y por qué no sirve el confinamiento?

Porque presupone que las personas se mueven como partículas ciegas

y las personas se mueven en núcleos sociales. No interactúan entre el

tiempo con cualquiera, como si fuesen partículas, no es que esos núcleos

sociales van a seguir íntegros. Viste cuando venían con la fórmula: “Hay

que testear, testear, hay que hacer más testeo. ¿Y por qué? ¿Esa es la

230


fórmula? Vos sabés que nunca entendí porque hacer masivamente

testeos serviría.

Sí, es como que tendrías que vivir en un testeo continuo.

No era el HIV, que tiene otra lógica y en la cual el testeo tiene un sentido.

Testear y que te dé negativo no significa gran cosa, siendo una

enfermedad respiratoria. Necesito que alguien me lo explique. Tal vez

yo no lo entendí bien.

Pero mirá, en un momento por la burbuja de la escuela yo tenía que

estar aislado. Me llamaban todo el tiempo del Gobierno de la Ciudad

para ver cómo estaba. Yo contestaba: ”¡Sin novedad en el frente!”. Y

entonces me dicen: “Bueno, ahora que es el séptimo día sin síntomas

puede ir a testearse”. “Sí –le digo–, perdoná, ¿para qué me iría testear

si en dos días, tres días ya no sirve esa medición?” O sea, me voy a

testear haciendo una cola con mucha gente que por esta condición capaz

que me termino contagiando ahí.

No entiendo esta forma de razonar. Yo creo que vos podés hacer un

testeo poblacional como para ver cierta estadística y después para dar

diagnóstico, para descartar otra cosa. Creo que alguna vez lo tendremos

que poder discutir, porque lo que hay que saber es hasta dónde el

miedo, la excesiva precaución, no terminó produciendo más daño que

lo que en realidad quería resolver.

Fuente: https://seul.ar/eduardowolovelsky/?fbclid=IwAR1lJs3yVhOGeripdcAjT_nwXPHxmQIu_Nm2aJBA2mu6p1WB

aDRrvuWgqVk

231


EL MARXISMO HAITIANO, CLAVE DEL SOCIALISMO

LATINOAMERICANO. UNA ENTREVISTA A: YVES DORESTAL

LUIS MARTÍNEZ ANDRADE

Conversamos con el filósofo caribeño Yves Dorestal sobre el

marxismo haitiano, el lugar de Haití en la historia revolucionaria

de la región y el legado de Jacques Roumain, el «Mariátegui

haitiano».

En conversación con Luis Martínez Andrade, Dorestal —uno de los

marxistas más influyentes de Haití— recuerda el increíble legado de

Jacques Roumain: fundador del Partido Comunista de Haití, novelista y

pensador original, comparado con José Carlos Mariátegui por su singular

fusión del marxismo, indigenismo y negritud. También reflexiona sobre

su propia relación con América Latina en tanto exiliado de la dictadura

de Duvalier y acerca de los encuentros y desencuentros entre Haití, el

Caribe y el resto de la región.

Antiguo decano de la facultad de Etnología, Yves Dorestal es profesor

de la Universidad de Estado en Haití (UEH) y autor del libro Jacques

Roumain (1907-1944): un communiste haïtien. Le communiste (c’est le

marxisme) de Roumain ou le commencement du marxisme en Haïti.

232


LMA

En el libro El pensamiento filosófico latinoamericano del Caribe

y ‘latino’ [1300-2000] (Siglo XXI, 2009) editado por Enrique

Dussel, Eduardo Mendieta y Carmen Bohórquez, destaca la

ausencia de la figura de Jacques Roumain. Sin embargo, en su

libro Jacques Roumain (1907-1944): un communiste haïtien. Le

communiste de Roumain ou le commencement du marxisme en

Haïti (C3 éditions, 2015), usted muestra la relación que

mantiene Roumain con el pensamiento de Hegel. Incluso

sostiene que Roumain es un filósofo dialéctico que establece el

método dialéctico como la base de su filosofía científica.

¿Cuáles serían las razones por las que, incluso en obras que

intentan alejarse del eurocentrismo filosófico, se omite la

importancia de Jacques Roumain?

YD

Hay muchas explicaciones. Los filósofos que usted menciona viven en

América Latina. Por lo general se piensa que los latinoamericanos son

aquellos o aquellas que viven en América del Sur y se olvida el espacio

caribeño: Cuba, Haití, República Dominicana, los territorios de ultramar

franceses, las antiguas colonias británicas, etc. Existe también el

problema del idioma. En Latinoamérica, la mayoría de las personas

hablan español.

233


El caso de Haití con Jacques Roumain es particular. Roumain estudió en

Francia en el Instituto de Etnología de París, y aunque tiene algunos

escritos en inglés, la mayoría de sus textos fueron redactados en

francés. Por lo general se tiende a excluir al Caribe de lengua inglesa y

francesa de la idea de América Latina. Los intelectuales que escriben en

inglés o en francés tienen más dificultad de ser leídos que los que

escriben en español.

Hay que mencionar que incluso antes de la Revolución cubana de 1959,

hubo relaciones estrechas entre los pensadores haitianos y sus

homólogos cubanos. Jacques Roumain fue amigo de Nicolás Guillén

(1902-1989). Muchos intelectuales cubanos, como Alejo Carpentier

(1904-1980), realizaron estancias en Haití. Fernando Martínez Heredia

(1939-2017) hablaba francés y llegó a dictar una serie de conferencias

en la universidad.

Por lo general, cuando se habla de la obra de Roumain se menciona su

obra literaria. Uno de sus textos que más ha sido traducido es Le

Gouverneurs de la Rosée (Gobernadores del Rocío y otros textos,

Biblioteca Ayacucho, 2004). Sin embargo, pocas personas conocen su

trabajo antropológico. Muchos textos de Roumain convergen con

planteamientos de pensadores actuales, por ejemplo, de Bolivia. Desde

la victoria de Evo Morales notamos que una franja del marxismo se

interesa por las cuestiones indígenas. Cuestiones de gran importancia

para los latinoamericanos y que justamente Roumain abordó en sus

trabajos.

234


En el texto Contribution à l’étude de l’ethnobotanique précolombienne

des Grandes Antilles Roumain estudió el papel de los pueblos originarios.

Por su parte, Jacques Stephan Alexis, marxista haitiano, sostenía que la

cultura en Haití estaba compuesta por tres elementos: el indígena, el

europeo y el africano. Por tanto, la cultura en Haití comparte aspectos

comunes con países de América del Sur como del espacio caribeño. No

hay que olvidar que Haití fue el primer país en conquistar su

independencia y, además, ayudó a Latinoamérica en su gesta

independentista. Simón Bolívar (1783-1830) recibió apoyo de parte de

Haití. Pienso que actualmente muchas cosas ya están cambiando y ya

se empieza a reconocer el aporte de estos pensadores.

LMA

Precisamente, usted apunta acertadamente tres características

de la originalidad del marxismo de Roumain (su relación con las

ciencias sociales, su vínculo con la temática de la religiosidad y

su contacto con el arte). Sin embargo, también se puede

percibir una sensibilidad ecológica en la obra de Roumain, por

ejemplo, en su novela Le Gouverneurs de la Rosée. ¿En qué

medida puede contribuir el pensamiento de Roumain a la

elaboración de un proyecto de civilización ecosocialista frente

a la catástrofe ambiental o la crisis civilizacional?

235


YD

Es una cuestión importante, ya que toda la obra de Roumain va en ese

sentido. La novela Le Gouverneurs de la Rosée coloca la cuestión de la

relación de la sociedad con la naturaleza.

Sin embargo, esa sensibilidad no se limita solo a Roumain. Por ejemplo,

uno de sus discípulos, me refiero a Jacques Stephen Alexis (1922-196),

publicó la novela Compère Général Soleil (Compadre General Sol, Casa

de las Américas, 1974) donde observamos nítidamente el aspecto

ecológico. En la novela vemos que la referencia al sol va más allá de una

técnica de escritura pues para Jacques Stephen Alexis, como para el

mundo caribeño, es un elemento fundamental y cotidiano. En países

como Alemania pueden pasar semanas sin que haya siquiera un rayo de

sol. A veces, cuando el sol llega a salir, éste es frío. En el Caribe, cuando

el sol se asoma ya es sinónimo de calor. Jacques Stephen Alexis publicó

otra obra, titulada Les Arbres musiciens (Los árboles músicos) y

traducida como Los árboles que cantan, donde también podemos

percibir la relación con la naturaleza.

La cuestión ecológica ha sido fundamental en el marxismo haitiano.

Incluso en mi caso, al ser egresado de la Universidad de Frankfurt, cuna

de la Teoría crítica, una de las ideas fuerza que asimilé es que no es

suficiente con dominar la naturaleza sino que debemos «dominar la

dominación» de la naturaleza. Cuando se domina la naturaleza en el

sistema capitalista, la naturaleza es destruida. El marxismo ha mostrado

236


muy bien este aspecto. Hay que respetar la naturaleza. Como decía un

predecesor de Marx, el filósofo Ludwig Feuerbach (1804-1872) debemos

tratar a la naturaleza como un amigo, como un amante. Debemos

entablar otra relación con la naturaleza pues la actual relación capitalista

la está destruyendo. El capitalismo establece relaciones de explotación

inmisericordes con la naturaleza.

LMA

A través de la lectura de su libro podemos constatar algunas

similitudes entre la figura de Jacques Roumain y la del marxista

peruano José Carlos Mariátegui: ambos fueron fervientes

lectores de Friedrich Nietzsche, los dos reconocieron la

importancia de Rosa Luxemburgo, ambos emplearon la

antropología y la sociología para sus investigaciones, fueron

intelectuales orgánicos y, sobre todo, ambos abordaron la

cuestión racial desde una perspectiva marxista. Huelga decir

que ambos murieron jóvenes: Mariátegui con 36 años y

Roumain con 37. Sin embargo, me parece que la relación entre

el marxismo de Roumain y el indigenismo no se aborda en su

libro. ¿A qué se debió esta ausencia? ¿Podría desarrollar este

vínculo?

237


YD

Como usted dice, Roumain muere a los 37 años, pero su muerte no fue

por causas naturales. Los años que pasó en prisión fueron letales para

su salud; fue en la cárcel donde se enfermó de paludismo, enfermedad

que precipitó su muerte.

En mi libro sobre Roumain traté de destacar varios elementos. El

responsable de los Partidos Comunistas en América Latina, Jules

Humbert-Droz (1891-1971), pastor suizo, cuenta en sus Memorias que

una vez le preguntó al dirigente ítalo-argentino Vittorio Codovilla (1894-

1970) si en América Latina existía el problema de la raza. La respuesta

de Codovilla fue: «no, en América Latina no tenemos el problema de la

raza». Esto es sintomático.

Como sabemos, la migración europea en Argentina ha ocultado la

cuestión de las razas. Se olvida que también hubo población

afrodescendiente en Argentina. Sabemos que durante la Conquista

había soldados negros dentro de las filas del ejército hispánico que

contribuyeron a destruir la resistencia indígena. Por supuesto, la

población indígena en el Caribe y en América del Sur continuó luchando.

El problema de la raza ha estado presente en la constitución de las

Américas y Jacques Roumain estuvo consciente de este aspecto. Hay

que recordar que en 1915 comenzó la ocupación norteamericana en

Haití. En esos años surgió el movimiento indigenista que además hizo

hincapié en la raíz africana de la población haitiana, y Jacques Roumain

238


fue justamente el resultado de la alianza entre el indigenismo y el

marxismo.

Por otra parte, en 1956 se organizó en París el Primer Congreso de

escritores y artistas negros, en el que también participaron intelectuales

caribeños. La negritud estuvo en el centro de los debates. Cabe decir

que el indigenismo ya había planteado la cuestión de la raza, en ese

sentido, fue un antecedente de la negritud. Además, esa cuestión

también forma parte de la historia del marxismo latinoamericano. En

1929, cuando se llevó a cabo la Primera Conferencia de los Partidos

Comunistas en América Latina, uno de las principales cuestiones

abordadas fue precisamente el problema de la raza. Aunque José Carlos

Mariátegui no pudo asistir al encuentro en Buenos Aires, preparó un

texto que fue presentado por su amigo Hugo Pesce. Allí, la cuestión de

la raza es central.

Hay que decir que la cuestión negra es un tema complejo, pues no es

uniforme. Por ejemplo, la cuestión negra en Estados Unidos no es lo

mismo que en Haití. Hay investigadores como el antropólogo brasileño

Darcy Ribeiro (1922-1997) o el etnólogo cubano Fernando Ortiz (1881-

1969) que han hecho hincapié en el papel de la presencia negra en la

cultura latinoamericana. En lo que respecta a mi libro, no es que haya

soslayado la cuestión indígena, sino que quise mostrar que forma parte

del marxismo latinoamericano.

239


LMA

En su autobiografía, Bonsoir tendresse (Odile Jacob, 2018), el

poeta marxista René Depestre narra que en Checoslovaquia,

durante su estancia en el Castillo de Dobříš en diciembre de

1950, América Latina hizo irrupción en su vida. Depestre

menciona que fue gracias a los escritores comunistas Jorge

Amado y Pablo Neruda que se despertó su conciencia de

latinoamericano. ¿Cómo se descubrió latinoamericano Yves

Dorestal? ¿Cuáles fueron los eventos históricos o existenciales

que influyeron en usted e hicieron que se identificara como

marxista y como latinoamericano?

YD

En lo que refiere al marxismo debo señalar que yo hice mi formación de

pregrado en la École Normale Supérieure de Haití. Actualmente me

desempeño como profesor de Filosofía en esa institución. En los años

sesenta, cuando era estudiante, la figura de Jean-Paul Sartre (1905-

1980) fue decisiva para mi generación. Sartre era marxista y en su

libro Crítica de la razón dialéctica sostiene que el marxismo es “la

filosofía insuperable de nuestro tiempo”. Entonces, mis estudios en

Filosofía y, sobre todo, mi pasión por la obra de Sartre me llevó al

marxismo.

240


Después de haber concluido la licenciatura en Puerto Príncipe obtuve

una beca para continuar mis estudios en la Universidad de Frankfurt.

Como sabe, esta universidad tenía un vínculo con el marxismo. Grandes

intelectuales como Theodor Adorno o Max Horkheimer fundaron la

Escuela de Frankfurt. Tuve la fortuna de escribir mi tesis de doctorado

bajo la dirección de Alfred Schmidt. Todos estos profesores fueron

importantes en mi formación y me protegieron de un marxismo

superficial.

En lo que respecta a mi relación con América Latina debo decir que

después de haber terminado mis estudios de doctorado no podía

regresar a Haití, pues era la época de la dictadura de François Duvalier

(1907-1971), entonces decidí ir a Centroamérica. De 1975 a 1978 fui

profesor de Filosofía en Honduras, hasta que me acusaron de enseñar

ideas que iban «en contra de la civilización occidental y cristiana».

Entonces las autoridades me dieron 24 horas para abandonar el país.

Me fui para El Salvador, después estuve en Guatemala…

Estando de vuelta en Alemania me llegaron las noticias de la victoria de

la Revolución Sandinista y decidí trasladarme a Nicaragua. Pasé un par

de años trabajando en el Ministerio de Educación Nacional de Nicaragua.

Después me trasladé para Chile y enseñé en la Universidad de Arte y

Ciencias Sociales (ARCIS). Por tanto, para mí América Latina no es un

tema abstracto: parte de mi vida la he pasado en muchos países de la

región.

241


LMA

Usted es uno de los principales especialistas de la Escuela de

Frankfurt, especialmente del pensamiento de Max Horkheimer,

de Theodor W. Adorno, de Ernst Bloch y de Alfred Schmidt, su

director de tesis en Alemania. Para el filósofo franco-brasileño

Michael Löwy, la vena romántica-revolucionaria de esta

corriente de pensamiento fue crucial en su crítica de la

dinámica destructora de la modernidad capitalista. En los 90

emergió en América Latina una red de intelectuales (Aníbal

Quijano, Enrique Dussel, Walter Mignolo, María Lugones,

principalmente) que analizaron la relación entre modernidad

y colonialidad del poder.

A diferencia de la Teoría Crítica, que parte de la experiencia

del Holocausto para cuestionar la racionalidad instrumental de

la modernidad, los latinoamericanos partieron de la conquista

de América en el siglo XVI para poner en cuestión la lógica

sacrificial de la modernidad/colonialidad. Más allá de las

«afinidades electivas» (crítica de la modernidad, denuncia las

estructuras de opresión, etc.) entre la Teoría Crítica y el

pensamiento decolonial, ¿considera pertinente las tesis de esta

«constelación de pensamiento» que liga a la modernidad con el

fenómeno de la colonialidad?

242


YD

Creo que hay que decir que la Escuela de Frankfurt es diversa y hubo

corrientes que abordaron temáticas distintas. Por ejemplo, la primera

generación de la Escuela de Frankfurt, entre los que se encontraba

Adorno, Horkheimer y Marcuse y que fue reemplazada por la generación

de Alfred Schmidt y la de Jürgen Habermas, trabajó con problemáticas

específicas.

Sin embargo, Habermas tiene un texto titulado La modernidad, un

proyecto incompleto que se encuentra en línea directa con la primera

generación. En Dialéctica del iluminismo (Editorial Hermes, 1997),

Horkheimer y Adorno sostuvieron que la razón se convirtió en un

proceso irracional. Pensemos en el caso del filósofo René Descartes

(1596-1650). Cuando Descartes consideró que el hombre debía ser el

amo y señor del universo o el amo y señor de la naturaleza, los filósofos

de Frankfurt mostraron que fue una dominación que solamente benefició

a la industria, al capitalismo y a la sociedad burguesa. Por tanto, esta

dominación se inscribe en el proyecto de la racionalización pero no es

un racionalismo completo.

Esto es lo que Habermas quería mostrar: la modernidad del capitalismo

es una modernidad incompleta, ya que los seres humanos no se

benefician con la dominación de la naturaleza. Ellos mismos se

convierten en víctimas de la dominación capitalista. Esta dominación

243


también se puede observar en la explotación que el Norte Global ejerce

sobre el Sur Global. Esta forma de racionalismo no es el triunfo de la

razón sino otra forma de dominación sobre los pueblos de África, de

Asia, de América Latina y del Caribe. En ese sentido, creo que la crítica

de la modernidad realizada por el movimiento decolonial, aunque guarda

algunas afinidades electivas, va por otro derrotero.

LMA

Haití es uno de los países que cuenta con una larga lucha

anticolonial, donde la negritud se puso de pie por primera vez

(Aimé Césaire dixit). Pienso no solo en el proceso de liberación

de las tropas conducidas por Toussaint Louverture o en la

rebelión agraria de Charlemagne Péralte y de Benoît Betraville,

sino también en la resistencia de las comunidades eclesiales de

base, inscritas en el espíritu de la teología de la liberación,

apoyadas por el padre Jean-Marie Vincent (asesinado en agosto

de 1994).

Marxistas de la talla de Antonio Gramsci, de José Carlos

Mariátegui, de Jacques Roumain y de Ernst Bloch abordaron la

potencialidad revolucionaria de la religión. ¿Cuál ha sido el

papel de la religiosidad popular en las actuales protestas que

están cimbrando el suelo haitiano?

244


YD

Efectivamente es una cuestión importante. Creo que podemos identificar

una convergencia entre la manera cómo José Carlos Mariátegui y los

marxistas haitianos abordaron la cuestión de la religión. También

podemos observar una convergencia entre Antonio Gramsci y Jacques

Roumain.

El sardo hablaba de un catolicismo popular representado en la figura del

campesino. El catolicismo popular no debe ser reducido al catolicismo

que es instrumentalizado para enajenar y explotar al pueblo. En ese

sentido, no es fortuito que en Haití haya existido una alianza entre

marxistas, miembros del clero y comunidades eclesiales de base (CEBs).

Para muchos creyentes, ser católico significa tomar parte en lo que se

juega en la tierra. La lucha no es solo para modificar las condiciones del

campesinado sino también para transformar la sociedad en su conjunto.

Las comunidades eclesiales de base jugaron un papel muy importante

en la lucha contra la dictadura de Duvalier.

Actualmente, otra vez, el pueblo de Haití está comprometido en la lucha

por el respeto de los derechos que ha conquistado. La teología de la

liberación ha sido fundamental en las luchas de los pueblos

latinoamericanos. Yo mismo, viviendo en Nicaragua, fui testigo de la

labor de curas como Fernando y Ernesto Cardenal. Tampoco se puede

soslayar la contribución de los hermanos Boff (Leonardo y Clodovis), del

245


padre Gustavo Gutiérrez y del padre François Houtart en las luchas de

nuestros pueblos.

Es evidente que la Iglesia en Haití se encuentra dividida, pues una parte

ha decidido tomar partido por los opresores mientras que otra prefiere

estar del lado de los oprimidos. Por consiguiente, estoy convencido en

la necesidad de una alianza entre marxistas, creyentes y miembros de

la iglesia popular en la lucha de liberación de nuestros pueblos. Claro,

nunca nos pondremos de acuerdo en las cuestiones celestiales, pero sí

podemos organizarnos y buscar una solución para lo que hay que hacer

aquí, en la tierra.

Sobre el entrevistador

Luis Martínez Andrade es doctor en Sociología por la École des Hautes

Études en Sciences Sociales de París. Es autor de Religión sin redención.

Contradicciones sociales y sueños despiertos en América Latina.

Fuente: https://jacobinlat.com/2021/07/09/el-marxismo-haitiano-clave-delsocialismolatinoamericano/?fbclid=IwAR3pM6FPU3A3v3AKj2ISJkArZgD2Fpc7AKCijSBOxnEwn

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246


UNA CHARLA SOBRE PORNOGRAFÍA CON NAIEF YEHYA

MIXAR LÓPEZ

"La gran mayoría del entretenimiento tiene que ver con muerte,

sufrimiento y sexo, desde la mitología hasta el cine, tanto en las artes

gráficas como en la literatura."

Charlé con el escritor Naief Yehya (Ciudad de México, 1963), autor de “Las cenizas y

las cosas” (2017) sobre pornografía.

Hay que tomar en cuenta que el canon de la literatura impone

representar experiencias universales, concepto que desde siempre ha

sido definido por hombres blancos generalmente de la élite social, que

han sido los que han tenido el poder sobre esta materia.

Por su parte, la pornografía como industria no toma un camino muy

diferente y se asienta en los años 50 como cine o fotografía al servicio

de los hombres. De este modo, la visión mayoritaria que nos

encontraremos será unilateral y el canon vendrá marcado por ello.

247


PB: ¿Por qué dedicarle tiempo a algo tan semejante como lo es

la pornografía?

Yehya: Porque lo pornográfico es considerado irredimible y por lo tanto

es la prueba más extrema a la libertad de expresión. Es relativamente

fácil defender el derecho a publicar obras de arte transgresoras que se

pueden considerar obscenas debido a sus valores estéticos, en cambio

a la pornografía se le debe proteger simplemente por lo que es.

La pornografía es tan sólo el otro lado de la moneda de la censura.

Además porque la pornografía nos habla de los secretos inconfesables

de la sociedad, es una documentación de las filias profundas, es un

testimonio vivo y pulsante de lo que la cultura rechaza pero a la vez

necesita y desea.

¿Cómo sociedad obsesionada con el espectáculo hemos hecho

de la muerte y la tortura una diversión más?

Yehya: Sí, desde hace tiempo. La gran mayoría del entretenimiento

tiene que ver con muerte, sufrimiento y sexo, desde la mitología hasta

el cine, tanto en las artes gráficas como en la literatura. Esos dos temas

que son capaces de suspender el tiempo, como dice William

Burroughs inyectan pasión, angustia, horror, fascinación y deseo a

cualquier narrativa.

¿Desde la publicación de “Pornocultura” (Tusquets, 2013)

hasta la fecha, la respuesta a la pregunta anterior ha variado?

248


Yehya: No realmente, lo que sí ha cambiado es la variedad de recursos

con que contamos hoy para acercarnos a lo sexual y a lo atroz. La

diversidad de opciones para ver lo prohibido o lo intolerable ha

aumentado de manera exponencial en la última década, así como con la

aparición de los smartphones en 2007 se disparó la creación, consumo

y distribución de material perturbador.

Desde las profundidades abismales de un martes pandémico. El patio

del manicomio, De Francisco De Goya y Lucientes,

1794. pic.twitter.com/VC6OBuoulE

— Naief Yehya (@nyehya) June 29, 2021

La leyenda dice que cada nueva tecnología es usada primero

para algo relacionado con el sexo o la pornografía. ¿Qué

opinas?

Yehya: Que es cierto, todas las tecnologías de reproducción de textos

o imágenes se beneficiaron y popularizaron al mostrar que servían para

difundir contenido sexual o lascivo. Desde la imprenta de Gutenberg

hasta Internet, pasando por la fotografía, el cine y el video.

Seguramente seguirán la realidad virtual y las aplicaciones de

inteligencia artificial que podrán interactuar y responder al usuario.

¿Es la pornografía el intento de insultar al sexo, de ensuciarlo,

como diría el escritor inglés D.H. Lawrence?

249


Yehya: No, no lo creo para nada. Me parece una visión mojigata. El

sexo no se ensucia al mostrarlo, quizá pierde su potencial excitante o lo

gana, quién sabe pero eso parece simplemente una consideración

pudorosa.

¿Cuál es el momento histórico de la pornografía donde se

franquea con la violencia?

Yehya: Desde que existe la pornografía como la entendemos hoy, la

cual comienza con la Revolución Francesa, más como una herramienta

política para atacar a la nobleza, la corona y el clero que como un

material sexualmente estimulante, la obscenidad entrelazaba sexo y

violencia.

¿La imagen anuncia que el sexo ha quedado detenido en una

relación simbólica que se caracteriza por la promesa del fetiche,

por la posibilidad de la excitación y por la compulsión de ver; lo

demás es literatura?

Yehya: Me parece una forma interesante de ponerlo. Creo que hay algo

de eso pero varios puntos: la imagen no es un símbolo, aunque pueda

serlo, pero en general es mucho más compleja. El proceso de la

imaginación para convertir a la imagen en fetiche sigue cauces culturales

e interpretaciones diversas y en definitiva se traduce en una obsesión

por ver. Finalmente no sé si todo lo demás sea literatura.

Los escenarios de tu literatura son tan descarnados y explícitos

en relación con las formas de abolir los límites que las reglas

250


morales y sociales aplican al acto sexual. Eso me hace pensar

en la transgresión de Sade en términos de la impugnación de

las figuras usuales de la vida cotidiana.

Yehya: Ser comparado con Sade, de cualquier manera es siempre un

honor. En mi ficción intento explorar la obscenidad sin por tanto abundar

en los explícito. Mi interés está en los mecanismos que hacen que ciertas

cosas estén más allá de lo tolerable.

Entre el erotismo y la seducción, la literatura parece ser el

escenario privilegiado?

Yehya: La literatura siempre me parecerá un escenario privilegiado, un

espacio de posibilidades que siempre puede renovarse y que logra

sorprender, estimular y entumecer aun cuando se trata de describir los

mismos actos que han acompañado a la humanidad por un par de miles

de años. En eso radica el poder de la literatura, en encontrar formas

insólitas de contar lo común.

Fuente: https://www.playboy.com.mx/guia-playboy/en-playboy/charla-pornografianaief-yehya/

251


FRANCES ARNOLD, DE TAXISTA A NOBEL DE QUÍMICA: “LA

VIDA ES LARGA, PUEDES TENER MUCHAS VIDAS DIFERENTES”

MANUEL ANSEDE

La ingeniera, que trabajó de limpiadora, pizzera y de camarera

antes de dedicarse a la ciencia y ganar el Premio Nobel de

Química, anima a los jóvenes a aprender de todo

Meses después de la muerte del dictador Francisco Franco, una chica

estadounidense de 19 años aterrizó en Madrid para hacer unas prácticas

de verano en la empresa Westinghouse, fabricante de los primeros

reactores nucleares en España. La joven, estudiante de Ingeniería, se

instaló en un piso compartido en la calle Ibiza, junto al Parque del Retiro.

“Pasé un verano maravilloso en Madrid en 1976. Yo era joven, la nueva

democracia era joven... Era una fiesta constante”, recuerda

ahora Frances Arnold, nacida hace 64 años en Pittsburgh. En su ciudad

natal ya había sido pizzera, recepcionista, camarera en un club de jazz

e incluso taxista. En Madrid, con un diccionario en la mano, comenzó a

devorar los libros del escritor argentino Jorge Luis Borges. Y, según

Arnold, la literatura borgiana le ayudó a ganar el Premio Nobel de

Química en 2018.

La científica estadounidense explica que se dedica a criar proteínas como

otros crían perros: con evolución dirigida. Si a partir de los lobos salvajes

se han obtenido animales tan diferentes como caniches, galgos y

dálmatas, Arnold provoca mutaciones en las proteínas y selecciona las

252


que más le interesan. El resultado son nuevas moléculas que, según

destaca su ficha del Nobel, “solucionan los problemas químicos de la

humanidad”, como la fabricación de fármacos sin contaminación o la

producción de energía renovable. Arnold, ingeniera química del Instituto

de Tecnología de California, ha vuelto a España para participar este

jueves en la ceremonia de entrega de los Premios Fundación Princesa

de Girona, en Barcelona.

Pregunta. ¿Cómo era aquella joven Frances Arnold que vivía en Madrid

en 1976?

Respuesta. Curiosa. Quería aprender todo: el español, la cultura

española, la gastronomía española, las tapas, la música, la literatura.

Leía todo el tiempo. Absorbía muchísima información.

P. Usted había trabajado antes en Pittsburgh de taxista.

R. Sí, era una de las pocas mujeres taxistas. Eran taxis amarillos

enormes y las calles de Pittsburgh son muy estrechas. Aprendí a

orientarme y a maniobrar en circunstancias difíciles.

P. Tenía apenas 18 años, sería duro.

R. Ni lo pensé, era capaz de hacer cualquier cosa, como todas las

personas de 18 años. Solo después aprendemos nuestras limitaciones.

“Con 18 años eres capaz de hacer cualquier cosa, solo después

aprendemos nuestras limitaciones”

253


P. Haber sido taxista no es el currículum habitual en los premios Nobel.

¿Sabe si hay más antiguos taxistas que hayan ganado el Nobel?

R. No estoy segura de ser la única, porque la mayoría de nosotros

tuvimos que trabajarnos el camino a la universidad. No era raro que los

jóvenes trabajasen. En una pizzería te pagaban 75 céntimos la hora,

pero como taxista ganaba dos o tres dólares la hora. Era mucho más

fácil ganar dinero. En Princeton también trabajé de taxista dos años.

P. Usted también trabajó limpiando la casa del filósofo de la

ciencia Thomas Kuhn.

R. Sí, Thomas Kuhn tenía un bordado colgado en la pared que decía:

“Bendice este paradigma”. Él nunca estaba en casa, porque yo iba a

limpiar durante el día.

P. No pudo aprender filosofía con Thomas Kuhn, entonces.

R. No, solo aprendí que fumaba demasiadas pipas. [Risas]

P. Usted contó en el discurso del Nobel que Jorge Luis Borges tuvo una

gran influencia en su trabajo en la química. ¿Cómo?

R. Uno de los cuentos de Borges, La biblioteca de Babel [sobre una

biblioteca que parece tener todos los libros posibles], es la mejor

descripción que conozco de un universo de posibilidades. Si escoges

letras del alfabeto al azar y las pones juntas en un libro, lo que sueles

obtener es un galimatías. Lo mismo ocurre con el ADN, el libro de la

vida. Esto frustraba a los bibliotecarios de La biblioteca de Babel, porque

254


nunca encontraban un determinado libro. Si tienes una biblioteca con

todos los libros posibles, no puedes encontrar nada con sentido. En

cambio, si pensamos en todos los posibles libros de la vida, puedes

encontrar los que tengan significado simplemente raspando la suela de

tu zapato. La biblioteca de libros de la vida es tan grande como la de

Jorge Luis Borges, pero los libros con significado están por todas partes,

gracias a la evolución. La evolución ya ha revisado todas las

posibilidades y ha encontrado las que codifican la vida, así que en

cualquier parte podemos encontrar estos hermosos libros. Jorge Luis

Borges describió la dimensión de las posibilidades y [el naturalista inglés

Charles] Darwin descubrió cómo recorrer esa biblioteca.

P. El cuento de La biblioteca de Babel es una lectura obligatoria en sus

clases de Ingeniería Molecular en el Instituto de Tecnología de

California.

R. Sí, a los estudiantes les encanta. Si lees La biblioteca de

Babel entiendes qué significa la palabra grande.

P. De joven no le interesaba nada la química y ha acabado ganando el

Nobel de Química. ¿Tiene algún mensaje para los jóvenes que no se

sienten atraídos por la química?

R. La vida es larga, puedes tener muchas vidas diferentes. Puedes

aprender muchas cosas distintas, nunca se sabe cuándo te servirán, así

que aprende todo lo que puedas y combina tus conocimientos de

manera novedosa. Adáptate, sé flexible y aprende permanentemente.

255


P. ¿Qué aplicaciones de la evolución dirigida podemos ver en la vida

cotidiana?

R. Casi todo el mundo utiliza los productos de la evolución dirigida. Por

ejemplo, cuando lavas la ropa hay enzimas [proteínas que favorecen

una reacción química] en el detergente y todas están hechas mediante

evolución dirigida, optimizadas para actuar en una lavadora. Y hay

muchísimos otros ejemplos. Muchos fármacos se producen mediante

enzimas hechas con evolución dirigida. Y estas enzimas también se usan

para diagnosticar y tratar enfermedades.

P. Usted nunca patentó la tecnología para lograr la evolución dirigida.

¿Por qué?

R. Quería que el mundo la utilizara. Tampoco me creía con derecho a

ser la dueña de la evolución. Puedes patentar métodos muy específicos,

pero no puedes patentar una idea general. Y sentí que la idea general

era tan obvia e importante que el mundo debía aprovecharla.

“No patenté mi tecnología porque no me creía con derecho a

ser la dueña de la evolución”

P. ¿Se arrepiente? Ahora podría estar nadando en dinero.

R. No me arrepiento. Tampoco me interesa nadar en dinero, me interesa

mucho más que el mundo utilice este proceso tan potente.

256


P. Usted proclamó en su discurso del Nobel que el código de la vida es

como una sinfonía. ¿Cree que hay un Beethoven, un dios, que escribió

ese código?

R. Creo que la evolución escribió ese código.

P. ¿Cómo se imagina el futuro con la evolución dirigida?

R. Mi sueño es dejar de usar la sucia química humana para nuestras

necesidades diarias. Lo que vestimos, donde nos sentamos, lo que

quemamos en los coches... Todo son productos de la química humana.

Si pudiéramos hacer una transición a una química biológica limpia,

eficiente, circular, sostenible... Codificar en las bacterias la capacidad

para hacer lo que quieras. Sueño con dejar de usar procedimientos

contaminantes y adoptar alternativas realmente limpias.

P. ¿Cree que la química es sucia hoy en día?

R. Sí.

P. La industria química intenta dar una imagen de limpieza.

R. Es mucho más limpia que antes, pero una buena parte todavía es

ineficiente y sus subproductos siguen contaminando el planeta. Ahora

es mucho mejor que antes, porque los fabricantes tienen que pagar por

contaminar. Y, cuando tienen que pagar el precio de la contaminación,

pues limpian. Pero todavía hay mucho margen de mejora.

“La evolución escribió el código de la vida”

257


P. ¿En qué está trabajando usted ahora?

R. La evolución, durante unos 4.000 millones de años, ha hecho todo

en el mundo biológico, pero esto es el pasado. Los químicos pueden

explorar ahora cosas completamente nuevas utilizando la evolución. No

hablo de una optimización, que es lo que hicimos en el pasado: coger

algo que ya existe y mejorarlo, como ocurre con el detergente de la

ropa. Hablo de hacer algo completamente nuevo: una nueva química,

con enlaces químicos que la naturaleza nunca haya hecho. Los enlaces

de carbono y silicio, por ejemplo. Aquí [dice señalando a su alrededor

en la azotea de un hotel de Barcelona] habrá 50 productos con enlaces

de carbono y silicio, todos fabricados con sucia química humana. Si

pudiéramos codificar eso en el ADN, podríamos lograr lo mismo con

química limpia, pero nadie ha encontrado una enzima en la naturaleza

que haga ese enlace de carbono y silicio. Así que yo la he hecho gracias

a la evolución.

P. El año pasado usted tuvo que retractar un estudio publicado en la

revista Science porque sus resultados no eran reproducibles.

Usted tuiteó: “Duele admitirlo, pero es importante hacerlo. Pido

disculpas a todos. Estaba bastante ocupada cuando enviamos el estudio

y no hice bien mi trabajo”. ¿Qué pasó con ese estudio? ¿El primer

firmante se inventó los datos?

R. No quiero hablar de eso. Dejé muy claro que asumo la culpa. Es mi

responsabilidad.

258


P. Sus disculpas fueron aplaudidas. ¿Por qué cree que hubo esa

reacción?

R. La primera reacción fue: “Quitadle el premio Nobel”. Aquello duró

como unas seis horas, porque después todo el mundo dijo: “Un

momento, es genial admitir un error y corregirlo”. Yo no quería que los

estudiantes perdiesen el tiempo tratando de reproducir lo que yo había

publicado. No era justo. Era mucho más sencillo admitirlo públicamente

para que nadie perdiera el tiempo. La gente te perdona si eres honesto,

porque saben que las personas cometemos errores.

Fuente: https://elpais.com/ciencia/2021-07-03/la-vida-es-larga-puedes-tenermuchas-vidas-diferentes.html

259


RESEÑAS

260


LA SAL DE LA TIERRA (2014): SEBASTIÃO SALGADO Y SU

EMPATÍA CON LA CONDICIÓN HUMANA

LUIS CARLOS MUÑOZ SARMIENTO

Fuentes: Rebelión

¡Qué violenta la calma con la que los empachados nos dicen que

agradezcamos las migajas! Nina Ferrari

Si matas una cucaracha eres un héroe. Si matas una hermosa mariposa,

eres malo. La moral tiene criterios estéticos. Friedrich Nietzsche

La honestidad es incompatible con amasar una fortuna. Mahatma

Gandhi

Al pretender escribir sobre el documental La sal de la tierra, algunas

cosas acuden rápido a la mente: una lección de fotografía; una cátedra

(involuntaria) de humanismo y búsqueda de la verdad; un mensaje de

tolerancia e igualdad. El fotógrafo no es el único autor de la foto; se

trata del trabajo de un polímata; su legado y el de su esposa es para

toda la Humanidad. Sebastião Salgado (S. S.) es un ser humano, un

artista, que se ha cuestionado su labor como fotógrafo social y testigo

de la condición humana: con la que tiene una empatía difícil de

emularse. Su obra como fotógrafo/reportero puede equipararse a la del

polaco Kapuściński, protagonista del filme a caballo entre animación y

actuación Un día más con vida. S. S. conoce más de la mitad de países

261


de un planeta que se debate entre heridas, deterioro, maltrato. A lo que

él y su esposa han contribuido a mermar con la creación del Instituto

Terra.

Aun con el amor que su trabajo refleja, en 2001 recibió la crítica de

Susan Sontag y de periodistas del NYT: nada justa, como se verá en

este ensayo salido de la bóveda interdisciplinar de La Fábrica de Sueños.

Obra que cubre desde el génesis, ver Sierra Pelada, hasta el actual y

casi inminente fin de los tiempos, aun con la contradicción que encierra

el último trabajo presentado en el documental: “Génesis”, foto/reportaje

(2013). No en vano, exclama: “¡Cuántas veces tiré al suelo la cámara

para llorar por lo que veía!” Y por lo que ha llorado no es propiamente

un melodrama. “Un filme por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado”

se inicia con la pregunta del primero: “¿Un filme sobre la vida de un

fotógrafo?” Y enseguida recuerda la etimología: del griego ‘photo’, luz,

y “graphein”, escribir o pintar. Así, fotógrafo es el que pinta/escribe con

la luz. “Alguien que escribe y reescribe el mundo con luces y sombras”,

dice W. W., lo que de paso aplica para su propio arte: el cine. Por eso,

se dice que las artes son distintas formas de escritura. Y la fotografía es

apenas una entre ellas.

Con Sierra Pelada, mina de oro, frente a él, S. S. dice que en segundos

vio pasar la historia de la Humanidad: la construcción de las Pirámides;

la torre de Babel; las minas del rey Salomón. Solo oía el murmullo de

50.000 personas dentro de un gran agujero. Lo que más impresiona de

tales fotos es angulación, encuadre, composición. Si se toma un

262


referente del cine sobre equilibrio de la imagen, distribución de seres y

objetos, proporción áurea, ese sería Kubrick. Tal vez, S. S. lo aceptaría.

Allí, volvió al génesis: “Casi podía escuchar el murmullo del oro en esas

almas”. En picado, los hombres parecen hormigas; en contrapicado,

gigantes, ‘héroes’. Nadie piensa en caer de las escaleras, pero ello no

deja de ser un reto a la gravedad.

Los trabajadores y él estaban para extraer sacos y sacar fotos, en su

orden. Subían 50 o 60 veces al día por la escarpada/resbaladiza

superficie. Un mundo muy organizado, “pero en una completa locura”,

dice S. S. en francés, su segunda lengua: también es ciudadano francés.

Y aparece el símbolo de la codicia entre los obreros, el revólver. Podrían

parecer esclavos, pero no había uno solo, aclara: “Si existía alguna

esclavitud allí, era el afán de ser rico”. Había de todo: intelectuales,

licenciados, empleados de granjas, obreros de ciudad, todos en busca

de un chance. Cuando se descubría un filón, todos tenían derecho a un

saco. Pero, ese saco contenía la esclavitud, porque podía haber un kl de

oro o nada. Ahí se jugaba cada uno la independencia. Cuando los

hombres empiezan a tocar el oro, “ya no vuelven”, señala S. S.

W. W. vio la foto de un joven con los brazos cruzados, la espalda contra

un palo y hombres bajando y subiendo la mina, por primera vez en una

galería c. 1994. Pensó: “Debía ser un gran fotógrafo y un aventurero”.

Traía sello y firma de S. S. La compró. El galerista sacó más fotos suyas.

Lo visto lo emocionó, en especial una mujer tuareg ciega. Siempre que

la ve, así sea cada día, llora. El poder de las imágenes. De ahí que países

263


musulmanes las prohíban. Ya sabía algo de S. S., a quien le importan

las personas, lo que significa mucho para W. W.: “Al fin y al cabo, las

personas son la sal de la tierra”. De ahí el título. Pasó mucho tiempo

para que se conociera con S. S. Habló con él de su vida, de su obra, de

dónde provenía todo. Eso se nota en el filme: el profesionalismo del

cineasta y el del polímata. La sal de la tierra

S.S. panea sobre su infancia. Puede haber muchos fotógrafos en un

mismo sitio y siempre serán fotos muy diferentes. Como un libro leído

por mil lectores, mil lecturas distintas. Porque esos fotógrafos provienen

de sitios “muy muy diferentes”, señala. Cada uno con su manera de ver,

con su propia historia. Y S. S. la aprendió ahí, en el lugar donde está:

“Aquí tengo un ideal del planeta”. Producto de largas caminatas con el

padre, adonde iban a mirar. Detrás de cada montaña, algo que ver:

“Aquí he soñado mucho”. Y en un plano/contraplano, las cámaras del

fotógrafo y del cineasta se encuentran para denotar el estudio que cada

uno hace del otro y, ante todo, cómo ambos se enriquecen. S. S. quería

ir más allá de las montañas, saber qué había detrás de ellas, intuyendo

quizás, de contera, la dialéctica de Heráclito: “Una subida es al mismo

tiempo una bajada”. Y a fe que lo logró. Un viaje con Sebastião

Salgado

La avioneta aterriza en la cordillera de Papúa Occidental, Indonesia, en

suelo del pueblo Yalí, en 2011. Panorámicas. Ascensos por la montaña.

Fotos de detalle. Aborígenes que juegan con la cámara. La tribu

aprueba. Juegos, bailes, comidas comunitarias. Ubuntu: “Soy porque

264


somos”. El sentido de cooperación en estado puro, en un mundo

destruido/deteriorado cada día más por el prurito de acumulación del

capitalismo. Mujeres con flores en sus cabezas, con su cuerpo desnudo,

sin vergüenza alguna: no hay razón para que la haya. Se trata del mundo

de la inocencia, sí, en pleno siglo XXI. De la pureza, así suene cursi hoy.

Porque hoy todo apena: la decencia, el buen gusto, la honestidad. Los

filisteos/falsarios/filibusteros han vuelto. El tapabocas del

virus/negocio/apartheidista no es gratuito. Eso lo ha comprobado S. S.

Casas en las montañas, como si de arhuacos se tratara. Se siente

nostalgia, porque allá los están matando. Aquí, en Fosa Común, también

“Nos están matando”, dice el eslogan que ya está hasta en los edificios

del barrio donde quien escribe vive en Bogotá. No se cita para que no

me busque Luis Carlos Vélez, de la FM. Quien, a propósito, hace poco

entrevistó a la alemana Rebecca Linda Marlene Sprößer (Sprösser), una

amante de la salsa que pasó a quedarse en Cali y hoy integra la Primera

Línea, estigmatizada por la ‘gente de bien’. El 22.jul.2021 un sicario al

atentar contra ella disparó en su lugar al joven que, por lealtad, le sirvió

de escudo: por cuenta de la ajena lápida al cuello, recibió 13 tiros y hoy

agoniza. (1)

Para el padre su hijo era muy bohemio y siempre estaba de viaje, como

nadie. El abuelo de S. S. también: “Era como una lanzadera. Así

era Tião”, señala. Era dejado para el estudio: dio brega. Pero, estudió

economía. Cursó un año de derecho, como quería el papá, pero no…

Pasó a economía y le fue muy bien. Juliano dice que su padre se

benefició de lo que el abuelo le obligó a cursar. La economía lo dotó de

265


sólido saber sobre mercado/comercio e industria: “Por eso sabía lo que

regía al mundo”. Todo comenzó para él en Aimorés, MG, donde nació

en 1944. Ahí estaba la finca con vastas selvas atlánticas; también, el río.

Por allí pasaban trenes interminables pues se trata de la mayor reserva

minera del planeta. Allí creció S. S. el único niño entre siete hermanas

más. En el verano, jugaba en el Rio Doce o ‘Río Dulce’.

S. S. no se queda quieto, dice W. W., haciendo de sí mismo: de

fotógrafo. Por deformación profesional, reacciona/responde a los

aparentes retos del cineasta alemán, usando su arma preferida, la

cámara de fotos. “Wim, tengo una foto tuya muy bonita”, dice. “Yo

también, y no te lo digo”, responde W. W. En este caso, fotografiaba no

solo a una, sino a dos personas: a aquél y a su hijo Juliano, codirector

del filme. Quien ya había acompañado a su padre en varios viajes: como

a Papúa, Nueva Guinea, 2011. O, como ahora, a una isla remota al norte

del mar de Siberia Oriental, viaje del cual W. W. dice que no pudo

disfrutar. Padre e hijo invitaron a W. W. a hacer parte de La sal de la

tierra, quizás para agregar una óptica externa sobre su aventura,

recuerda W. W. mismo. No dudó un segundo: “¿Qué más podía pedir?”

Como seguro pensará el espectador. Haber podido asistir a dos horas

de cátedra (libre) fotográfica, de preocupación por el destino del

planeta, de empatía con la Humanidad. Por fin, podría llegar a conocer

a S. S., sus móviles, por qué su trabajo lo había impactado tanto. W. W.

ignoraba lo que había detrás del artista. S. S., tenía solo 15 años cuando

tomó el tren y se marchó para siempre de Aimorés para ir al Instituto

266


en Vitória, capital de ES, sudeste de Brasil. A la que el suscrito ha sido

invitado desde 2014 por la UFES. Tan joven, no sabía qué hacer con el

dinero, ya que hasta entonces no lo había usado. Vivía en un lugar donde

lo tenía todo. Al llegar, pasó a no tener nada. En la granja, producían lo

necesario para vivir. Así que, al inicio, pasó hambre por miedo a tener

que ir a un negocio a pedir algo. W. W., por su lado, asegura que se

ignora qué habría sido de S. S. de no haber aparecido Lélia Wanick en

su vida.

Tenía 17 años, estudiaba música, luego arquitectura (que es ‘música

congelada’) y era “increíblemente bella. Fue amor a primera vista”.

Cuando S. S. ganó una beca para hacer un máster en economía en la U.

de São Paulo, se mudaron allí y se casaron. Eran los años 60 y ambos

hacían parte de movimientos de izquierda, como otros estudiantes lo

hacían en París, Berlín o Chicago. Brasil estaba bajo la brutal dictadura

militar, la de “el día que duró 21 años” (1964-1985). Así, el riesgo de ser

detenido/deportado y torturado era constante. En agosto de 1969 (la

época de Garrastazu Médici), Lélia y S. S. salieron en un barco para

Francia. Mientras él seguía economía, ella estudiaba arquitectura: un

día, compró una cámara para su trabajo. El que la disfrutó fue Sebastião:

la primera foto que sacó fue de Lélia, claro.

Entró en la Organización Internacional del Café (OIC) y se mudaron a

Londres. Con la idea de hacer carrera en el Banco Mundial (BM), a

menudo iba a África para estudiar proyectos de desarrollo. Llevaba la

cámara de Lélia y volvía siempre con muchas fotos: como los satisfacían

267


mucho más que los informes económicos, ambos tomaron la decisión de

que S. S. abandonara economía para, cual Sísifo, empezar de cero.

Volvieron a París e invirtieron todo su capital en un costoso equipo

fotográfico. Durante un tiempo S. S. probó fotografiando deportes, hizo

retratos, bodas y hasta desnudos, antes de hallar su vocación. Níger

(1973)

Mujer negra con tinaja de agua, sonríe. Empatía con S. S. Son sus

“primeras fotos”. ¿Lugar?: Tahoua. Otra mujer negra, con su hijo a la

espalda. “Dos jóvenes madres que hacían cola para recibir alimentos.

Época de gran sequía en Níger. Para Lélia fue más difícil porque estaba

embarazada”. La vida privada, siempre, hombro a hombro con su vida

de fotógrafo. Y cuenta sobre el morabito que invitó a Lélia a sentarse en

sus piernas, por lo que él le salió al corte para decirle que estaba en

embarazo: así, terminó por reconocer su falta de ‘sincronía’ en ese

momento. Luego se llevaría un kl de azúcar, “tan contento como si se

hubiera ido con Lélia”. Cuando alguien moleste a su mujer, dele un kl

de azúcar, o menos…, y lío resuelto.

Su hijo Juliano nació en París en 1974. “Ahí está mi futuro colega y

codirector”, dice W. W. “Lélia seguía apoyando a S. S. en todo como

joven madre”. Trabajó mucho en su propio oficio y en presentar el

trabajo de su compañero en todas partes. En revistas, periódicos y

agencias. Tras el éxito de algunos trabajos relevantes, hallaron el valor

de concebir su primer gran proyecto fotográfico: “Otras Américas”. Que,

si se mira bien, contiene una ironía sobre la manera como los gringos

268


designaban (o designan aún) a su país cual si fuera un hemisferio. El

mismo proyecto que lo llevó por toda Suramérica e incluso

Centroamérica. Juliano se fue acostumbrando a las largas ausencias del

padre. Otras Américas (1977-1984).

Foto dividida: a la derecha, arriba, una mujer se asoma por una ventana;

a la izquierda, abajo, una niña con bandeja de manzanas con caramelo

en su cabeza, come otra de ellas. También, le sonríe al fotógrafo. Lo

que insinúa algo que ya sostuvo el propio S. S.: la foto no es solo del

autor. Al dejar Brasil en 1969 empezó a “echar mucho de menos a

Latinoamérica”. Así decide ir a países vecinos: Ecuador, Perú, Bolivia.

Soñaba también con ver Los Andes. Época de profunda agitación social,

producto del descontento popular… como ahora, como siempre, a causa

de la tiranía comandada por… Simón Bolívar: “Los EEUU parecen

destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre

de la libertad”. Era la época de la Teología de la Liberación: Camilo

Torres, Helder Cámara, Pedro Casaldáliga, entre otros. (2)

En Ecuador, S. S. conoce a Gabicho, sacerdote de su misma edad: “Él

era el que llevaba la palabra de Dios”, dice, como quien confiesa su

ateísmo. Gabicho unía a campesinos en cooperativas, introducía la

solidaridad y, con las comodidades a su alcance, pudo realizar viajes que

lo impresionaron mucho. S. S. aparece con aquellos a más de 3.000 m

de altura. A veces, durante el día, subían a desniveles de 600 o 700 m.

Disfrutaba mucho de vivir entre esas comunidades. Y muestra a los

Saraguros, etnia del sur de Ecuador. Creyentes/borrachos por igual. El

269


fin de semana, hombres/mujeres están ebrios por completo. Mientras

habla, unos niños miran a un hombre que parece muerto, pero solo está

‘perdido de la perra’. Sorprende que su cabello se funde con un tapete

que lo cubre y que parece no haberse lavado desde el génesis. Lo que,

bueno, no importa porque está por fuera del tiempo. Por eso parece

muerto.

Además, de su pecho brota una hierba que parece hervir, quizás por el

fuego del alcohol ingerido. Para terminar, el rictus de su boca deja ver

el placer del beber cumplido: no del deber… porque alcoholizarse no es

ninguna obligación, salvo para el que está harto del otro yugo, el del

trabajo. Un claroscuro, a la Rembrandt, muestra tres figuras: dos

hombres y una monja, con un grueso libro abierto, especie de Biblia

ampliada. El campesino de la izquierda es Guadalupe, ‘Lupe’, gran amigo

de S. S. cuando llevaba el pelo y la barba rubios/pelirrojos muy largos.

Un día, en la montaña, le dijo: “Mira, Sebastião, yo sé que te han enviado

del cielo”. S. S. añade: “Porque según la leyenda de Saraguros, los

dioses, a la imagen de Cristo, volverían a la tierra para verlos, para

observarlos y notar quiénes merecían el cielo”.

‘Lupe’ en su pieza de adobe cuarteado, sentado en la cama de madera,

con su cobija (apenas) dos tigres, con la virgen y otras imágenes en la

pared y al lado cuatro sombreros, aparte del que lleva puesto. Cubierto

por la típica ruana que le ayuda a soportar el frío de Los Andes. ‘Lupe’,

dice S. S.: “Creía firmemente que yo estaba allí para observarlos”. Frase

dotada de cierto mesianismo: obvio, del propio S. S. Quien relata que

270


nunca había visto a un pueblo, como el de los Saraguros, “con otro ritmo

del tiempo”. El que pasó con ellos, “me parecieron cien años”. Lo que

habla de las diferencias entre tiempo natural y cronológico, el de los

relojes, el interesado, el del Capitalismo. En suma, el que se corresponde

con la frase infeliz de B. Franklin que arrastra el símbolo de la esclavitud

para la Humanidad: “El tiempo es oro”. Algo inmaterial, eterno,

imposible de asir, vuelto por arte de ma(f)ia quintaesencia de lo

material, finito, deleznable. Lo que, de todas formas, se convierte en

ruina. Lo que, en todo caso, tarde o temprano, lleva a la ruina, como lo

confirma Celia cuando, al fin, se pudre.

Para confirmar lo dicho, S. S. añade: “Todo era tan lento. Era otra

manera de pensar, otra velocidad”. Había fatalismo en sus caras. Lo que

ilustra la foto del hombre que mira a la cámara y parece revelar las

mismas sensaciones que el fotógrafo a su vez ilustra con palabras. Y del

Ecuador a México, a Oaxaca o ‘Uajaca’, como dicen los manitos, para

mostrar a los campesinos ‘mixes’. Allí, donde todo es medieval, hasta el

arado. América Latina profunda. De dicha comunidad, lo más relevante,

la música. Gente que la adoraba. El hijo mira al padre y al lado su

clarinete. La enseñanza/ilustración por el ejemplo. Todos sus miembros

que sabían tocar un instrumento, no necesitaban trabajar. Lo hacían

como músicos. La diferencia en la percepción de la cultura. Durante

cuánto tiempo, v. gr., en Fosa Común, se ha considerado a la música un

oficio de vagos, de quien no sabrá cómo ganarse la vida, como si de

partida hacer música fuera igual a perderla. Al respecto, Nietzsche: “La

vida sin música es sencillamente un error, una fatiga, un exilio”. Casi

271


siempre citada “La vida sin música sería un error”, he ahí la frase

completa tal cual la escribió a su amigo y confesor Peter Gast.

A fin de probarlo, los Saraguros le ofrecieron una pieza fría, de cemento,

“para ver si resistía, si quería quedarme de verdad”. Como resistió, lo

sacaron de allí y lo llevaron a una casa. “Nos hicimos amigos y conviví

en armonía con la comunidad”, dice S. S. Dos fotos seguidas, lo

muestran junto a ‘Lupe’: en la primera, éste sonríe con una cerveza en

la mano, mientras aquél parece interrogarse sobre su futuro, no tanto

mesiánico, jeje, sino concreto, terrígeno; en la segunda, ambos de

espaldas sobre una roca guardan equilibrio frente al porvenir. Luego, va

al norte de México para mostrar a los Tarahumaras, esos excelsos

corredores de fondo, tanto como lo son etíopes o kenianos. “Caminan

corriendo”. Era un reto seguirlos porque no andaban, sino que volaban.

Y aquí viene la observación sobre quién es el autor de una foto.

“La fuerza de una foto es que, en esa fracción de segundo, entendemos

un poco la vida de la persona que fotografiamos. Los ojos dicen mucho,

la expresión de la cara. Cuando haces un retrato, no eres tú solo el que

saca la foto. La persona te ofrece la foto”, concluye S. S. Y el campesino

con ruana, fotografiado, parece hacerlo con sus brazos y manos. Los

viajes, por Otras Américas, fueron claves para él. Poder volver a Brasil,

tras años sin pisarlo. “La esencia era la misma, era un continente,

estábamos muy cerca”. Con lo que alude a la igualdad, a la convivencia,

a la unidad, en fin, a la necesidad de permanecer como unión de países

libres que se oponen a la represión, explotación, intervención, violencia

272


y muerte. Al abordar la cercanía, sonríe mientras una niña toca la barba

del “enviado del cielo”, como le dijo ‘Lupe’.

Juliano crecía con un padre ausente. Lélia y S. S. se carteaban. Obvio,

previo a las actuales formas de ‘comunicación’: más bien, de

incomunicación/desinformación. Cada vez que volvía, a su hijo le

parecía: “Un superhéroe, más que un fotógrafo”, narra W. W., mientras

Juliano exhibe a un supermán/plástico cogido por las piernas, como en

un gesto de victoria y a la vez en un acto de nostalgia por la ausencia

del padre. “¡Y corten!”, exclama W. W. para que Juliano salte y se

presente: “¡Soy yo, 30 años después!”, cuando por fin se une al padre

en una de sus misiones. A Wrangel, isla desierta en el Ártico. S. S.

esperaba fotografiar la última gran congregación de morsas. Juliano

quería descubrir quién era aquél al que conocía apenas como padre.

Quería descubrir al fotógrafo, al aventurero, por primera vez.

El oso polar, su mayor predador, impide fotografiar a las morsas.

Contrario a lo que haría Treadwell, S. S. no sabe si está bien devenir

intruso, para dar rienda suelta a su pasión por registrarlas. “En la duda,

abstente”, dijo Confucio, pero Tim no lo oyó, no sabía de su certeza

sobre la duda. S. S. piensa que es distinto cuando el oso está cerca, para

hacer una foto así. Panorama poco apto: “Tenemos un documento del

oso, pero […] ni una foto. Aquí no está bien. No hay nada detrás. […]

para encuadrar la foto, embellecer el panorama. No tenemos acción, […]

nada”. Ese punto de vista documentado no envidia al que hizo Vigo para

revelar que no se trata de descubrir el cine/documental social, sino de

273


buscar despertar la necesidad de ver a menudo buenos filmes sobre la

sociedad y sus relaciones con sujetos y objetos. (3)

Los tres observan al oso, hasta que cae dormido. Lo mismo que S. S. El

cansancio ha vencido a los combatientes. Ojalá éstos se cansaran más

a menudo, para que hubiera menos combates: hasta que se acaben. Los

tres cazadores de fotos con morsas se desplazan a ras de suelo, como

en una ‘guerra convencional’: de las que ya no hay. Ahora son las

guerras por la alimentación, la del hambre, la del agua, todas tras

bambalinas del virus/negocio apartheidista y sus vacunas divisionistas

que les impiden a los que recibieron determinada marca entrar a otros

países en los que la marca es distinta. Pero, pocos lo notan. Solo que

aquí, el ir a ras de suelo, es para que el oso que se revuelca no advierta

su presencia mientras buscan el modo de fotografiar, por fin, a las

morsas. La espalda de Juliano sirve de soporte, para que su padre haga

su trabajo.

Las morsas pelean entre sí. La foto en b/n, con su

cámara Leica preferida, permite ver el mar plateado por el sol al fondo,

mientras aquellas en primer plano muestran sus grandes colmillos, los

que les sirven para impulsarse al salir del mar y llegar a tierra firme.

Colmillos de entre 50 cm y un m que soportan el peso de entre una Ton

y 1.700 kl en determinado momento. Los héroes de la jornada, padre e

hijo, en señal de logro, chocan sus manos. Otra vez, el amor cumplido,

no el deber cumplido: y sin beber. Y el tercero también choca sus manos

con las de Juliano. “La imagen que tenía en el objetivo, son los dientes

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saliendo; no se podían discernir las formas de las cabezas,

¡impresionante! Parecía que estábamos en el infierno de Dante, con

todos esos dientes, todas esas formas… ¡increíble!”, dice S. S.

Al tomar agua pura del Ártico, parece recordarles a los humanos el valor

del precioso líquido, por la cual no solo hay guerras y la entrada del ‘oro

azul’ en el mercado de ‘valores’; sino, más allá, la privatización de un

DDHH, a través de su sectorización/parcelación, para ser cobrado por

m3 y según sea la talla del agricultor, como ya pasa en Europa. Juliano

le pregunta al padre por el año 1979. Lélia en embarazo espera su

segundo hijo, Rodrigo. Nace y todo indica que será ‘Down’, ser al que

solo falta descubrirle sus cualidades comunicativas. Eso hace la familia.

Cuando el médico confirma el temor, S. S. explota en llanto. Para

Juliano, nunca iba a poder estudiar/leer/escribir como él. Rodrigo cual

ente de un mundo aparte. De pronto algo pasó: “Gracias al amor,

Rodrigo creó su propio lenguaje”. Poco después, viajaron a Brasil. La

Dictadura, fuera. De cinco años, Rodrigo no entendía bien el valor de

ese viaje.

“El 31 de dic volvía al Brasil”, dice S. S., después de diez años y medio

lejos. Pero, Lélia no encontró la Vitória que había dejado. Todo había

cambiado. Minas Gerais, también. El reencuentro filial, duro: los había

dejado jóvenes/fuertes y ahora estaban viejos/débiles. S.S. deseaba

conocer Brasil más a fondo. Para ello, una de sus hermanas le prestó un

carro y viajó seis meses por una de las zonas más deprimidas: el

Nordeste. Lugar donde se ubica la historia de una novela clave de la

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literatura brasileña: Vidas secas, de G. Ramos, llevada al cine por Pereira

dos Santos. Zona donde la mortalidad infantil es una de las más altas de

América Latina. Niños muertos antes del bautismo. Por los oscuros

manejos de la Iglesia, a través de los tiempos, se cree que los niños no

bautizados que mueren no van al cielo, sino al ‘limbo’.

En esa época, relata S.S., la Iglesia, qué curioso, alquilaba los ataúdes

cientos de veces: recuérdese que ella inventó el paraíso para que los

empobrecidos (no pobres) se ilusionen con una vida mejor, mientras

sobreviven en la miseria. Una zona del orbe donde vida y muerte están

muy cerca: como en Fosa Común, desde 2002. Un grupo reza y a la par

hace trabajo político. Aquí, mientras los grupos hacen política, rezan

para que nadie advierta el timo. Si alguien lo nota, corre el riesgo de

desaparecer en ese ‘limbo’ al que van los niños no bautizados. Brasil

tiene un gran movimiento de campesinos sin tierra; la mayoría, del

Nordeste. Tienen gran fuerza moral y física, pese a su fragilidad porque

comen mal. Tierras muy áridas: así, tienen un pedazo de Sahel. Granja

Salgado, Minas Gerais, Brasil.

El abuelo Salgado habla de la larga sequía en su región. Tenían mucho

ganado, había muchos pájaros, muchas aves: todo, se acabó. Y en lo

alto de la montaña, “una mata muy buena”: la Mata Atlántica. Él fue

feliz en la hacienda porque sacó adelante a sus hijos: educó a las siete

mujeres (seis con carrera) y a ‘Tião’. A todos, con dificultad. En cualquier

caso, criados con buena alimentación y buena ropa. Juliano cuenta que

desde que llegó al Brasil, las tierras del abuelo son así: yermas/secas.

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Cuando S. S. a su vez regresó, más que eso le preocupaba otra cosa: el

sufrimiento de la gente. Eso lo cambió, al decir de su hijo. Su rol como

fotógrafo adquirió un nuevo sentido. De ahí se infiere lo esencial que

era para él marcharse: “Le echaba muchísimo de menos, pero lo

entendí”, dice Juliano. Sahel, el final del camino (1984-1986)

S. S. comienza a trabajar con Médicos sin Fronteras: Etiopía

(1984) Luego, por todo el Sahel en el 85 y 86: un reportaje sobre el

hambre. Campo de refugiados. El mayor de la Humanidad hasta

entonces. Para él gran parte de ella estaba en la miseria. Un problema

de inequidad antes que un asunto de ‘catástrofes naturales’, expresión

hija del oportunismo. Región copta, cristiana y humilde. El hambre acabó

con millones; el cólera los diezmaba. Jóvenes que no paraban de sufrir.

Vacíos, los ojos envejecen primero. El frío mata montones. Allí, la gente

se acostumbra a morir: lo que quieren gobiernos indolentes. “Cada

persona que muere es un pedazo del mundo que muere”, sentencia S.

S. Sobre la retención de alimentos por el Gobierno, señala: “Fue una

deshonestidad política brutal”. Región Tigray – Etiopía 1984

S. S. regresó a fines del 84 a Etiopía. La guerrilla entendió el saqueo del

Gobierno y mandó a la gente a Sudán. Todos se fueron por Tigray.

Mientras dos helicópteros Mil Mi-24 atacan, una mujer huye con una olla

a modo de casco, en compañía de su hija. Disparan a los pobladores:

como aquí en Cali. S. S. hizo la foto y… a correr. Muchas mujeres

embarazadas caminaban con la ilusión de comer algo y beber agua, al

llegar a la tierra prometida: la que, por eso, nunca llega, por injerencia

277


de los poderosos. Al dejar Etiopía, debió ir a Sudán, donde tuvo mucho

trabajo pues había miles en pésimas condiciones. Había que desmontar

ya el puesto de Médicos sin Fronteras, por costoso de mantener, por

escasez de agua para su operación y, obvio, para la salud de la gente.

Debían desplazarse lo más rápido posible.

Los amontonan en camiones de la ONU: a una mujer famélica le resulta

imposible alzar una garrafa con agua. El hombre a su lado, se

desentiende. Solo el de arriba le tiende la mano. El fin: llevarlos a otro

campamento, “a una tierra hermosa y fértil a orillas del Nilo Azul”, dice

S. S., quien hizo 400 km a bordo de esos camiones. Con el agua cerca,

muchos mueren por hambre. Por la miseria, no llevan alimento

alguno. Malí, 1985. Un niño desnutrido, junto a un árbol seco, otea el

horizonte. Ojeras palpables, vientre abultado. Pese a la luz, no tiene casi

sombra. Otra gran sequía. La piel de la gente es la de los árboles

marcados por viento y arena. Solo mujeres y niños. Los hombres se

fueron a Libia a trabajar o a Costa de Marfil por lo mismo, con el anhelo

de volver y traer comida para la familia. Muy pocos regresaron.

Mujer flaca, piel cuarteada, da de mamar a sus pequeños, desnutridos

como ella. Bofetón al Nuevo Orden económico de toda época; a la

avaricia de la Iglesia y en especial al Vaticano; a los 15 ‘filántropos’ que

cual avestruces prefieren hundir la cabeza o sacarla para saciar sus

vicios. O, peor aún, viajar al espacio a sabiendas del planeta en deterioro

que han dejado: como ha hecho Jeff Bezos en su nave espacial New

Shepard, una ‘odisea’ que costó USD$ 2.5 millones por minuto para un

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vuelo de ‘apenas’ diez. Deterioro por recalentamiento global; pésimo uso

del agua; extracción de minerales fósiles; explotación de bovinos;

quema de bosques para ganadería, siembra de cultivos ilícitos y de otras

materias para producir biocombustibles. En fin, cuanto demanda un

mundo degradado por el hiperconsumismo, pero antes por drogas y

guerras: agua, hambre, virus y vacunas para exterminar a la

Humanidad.

Al aparecer el médico belga Luc, amigo de S.S., midiendo/pesando a un

niño, viene una de las fotos que con mayor eficacia muestra el horror

del mal reparto, la inequidad, la injusticia causados por esos mismos

trillonarios, ‘filántropos’, pedófilos del mundo: de una balanza, penden

unas cuerdas; de ellas, un niño; de este, apenas se adivina una figura

humana. Foto que le trajo muchos líos a S. S. pues algunos intelectuales

lo acusaron de una especie de neo/porno/miseria (recuérdese al

respecto a Ospina/Mayolo) a inicios de 2000. Periodistas del NYT y la

escritora Susan Sontag (autora de Contra la interpretación, ¡qué ironía!)

acusaron a S. S. de utilizar de modo cínico/comercial la miseria humana

e incluso de exponer bellamente “las situaciones dramáticas corriendo

el riesgo de hacer perder su autenticidad”.

Si se miran bien las cosas, detrás de su trabajo no hay afán alguno de

lucro, así sus libros y sus actos le hayan permitido vivir y llevar una vida

holgada pero no ostentosa. Lo que la foto en particular muestra es el

símbolo del desequilibrio entre los humanos y su injusticia: la balanza.

Una balanza miserable que sostiene a un niño más miserable aún, ya

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que no le hace mella por su (falta de) peso. Y que obliga a pensar en la

miseria humana de los 50 dueños del mundo, si no exagero, su

meimportaculismo, su abyección, su desidia: aspectos que a la vez

reflejan su avaricia, su pésima humanidad, el espejo en que ninguno se

quiere reflejar. Quizás porque el resultado sería inaceptable: les

enrostraría su misantropía, su vanidad, su (infinita) soberbia, en suma,

los aniquilaría. A ellos, los invencibles, los poderosos, los eternos.

Otra foto que sacude/conmueve: la del niño de 8 años, de espaldas a la

cámara, con su banjito, su camiseta desleída, sin pantalones, palo, olla,

y un perro enjuto: que, para S. S. asume una postura única: “La de

alguien que sabe adónde va”. O, para completar el sentido, alguien que

llegará muy lejos porque no sabe adónde va. En busca de otros grupos,

de un pueblo. S. S. se encariñó con la gente de Sahel. Fotos, libro y

exposición de Lélia concitaron la atención orbital sobre sequías y muerte

de millones de seres: preguntas sin respuesta sobre la causa. Luego, se

volcó sobre un tema que le llevó a casi 30 países, de los 100 que conoce

con relación a los 194 que reconoce la ONU: excluye a Palestina, pero

no al Vaticano, que tiene en Roma el club gay mayor de Europa: nada

personal, sino señalado por la prensa global. (4)

Trabajadores 1986-1991

“Quise rendir una especie de homenaje a todos los hombres y a todas

las mujeres que construyeron nuestro mundo. La arqueología de la Era

Industrial”. Su perspectiva como fotógrafo había cambiado, pero él

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seguía siendo el mismo: “Empujado por la misma empatía con la

condición humana”. Y esto se dio en su transición de economista a

fotógrafo, es decir, ya como polímata, por su nuevo viaje a Ruanda.

“Trabajadores consiguió unir al Sebastião Salgado economista con el

artista en el que se había convertido”. Lo dicho: en polímata, el

sincretismo perfecto entre científico (porque la economía es una ciencia

y si no que lo diga Marx) y artista, como podrían asentir también

Leonardo Da Vinci o Boris Vian. Workers fue el tercer volumen de

fotografías que concibió junto a su esposa Lélia, su mejor colaboradora.

Fotografió a obreros del acero de la URSS; vivió con saboteadores de

barcos en Bangladesh; navegó con pescadores de Galicia y Sicilia;

mostró la producción de carros en Calcuta; observó a agricultores en

Ruanda, país ya visitado en tanto economista. Al acabar la I Guerra del

Golfo, la tropa iraquí se retiró y “Saddam prendió fuego a miles de pozos

de petróleo”, dice W. W. 3.mar.1991: quema de 751 pozos en Kuwait,

debido al lío que desató Irak; luego, la ‘coalición’ de 31 países liderada,

como siempre, por EEUU. (5) Al ver la TV, S. S. supo que tenía que hacer

un reportaje: “Fue como trabajar en un gran teatro”. Una puesta en

escena enorme, del tamaño de un planeta. No había control. Se podía ir

adonde fuera. Emanaciones de humo denso de petróleo. Tanto que el

sol no pasaba. A veces, “era de noche las 24 horas”.

Cada explosión sonaba como un cañón. Era como operar junto a la

turbina de un jet: “A día de hoy estoy un poco… Mi sordera comenzó

entonces”. Los bomberos de Calgary, tras apagar el fuego, debían lavar

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todas las noches su bonito camión rojo, sin importar que al otro día en

minutos volviera a estar hecho mierda, cubierto de oro negro. “Un

trabajo infernal”. Retrasó su viaje tres veces. Salir de allí extrañamente

le partió el corazón: “Tener que abandonar un espectáculo tan enorme”,

recuerda S. S. En ese paraíso/jardín de la familia real de Kuwait, por las

quemas, los caballos resultaron locos. A las aves no las dejaban volar

sus alas pegadas. Los kuwaitíes se fueron y encerraron a sus animales,

junto a los beduinos, a los que no consideran seres

humanos. Workers logró, se dijo, unir al S. S. economista con el

foto/artista.

Un nuevo proyecto de S. S. / Lélia surgió, sobre el desplazamiento

(forzado) de poblaciones enteras debido a tres factores: 1. Guerras; 2.

Hambrunas; 3. Mercado global. Mientras Europa cerraba sus fronteras,

S. S. intentaba arrojar luz en la vida de las víctimas de marginación,

racismo, xenofobia, tres de los males en toda época. Surgió Éxodo

1993/99. En la Introducción, S. S. expresa una idea que siempre he

sostenido: “Más que nunca, siento que hay una sola raza humana. Más

allá de las diferencias de color, de lenguaje, de cultura y posibilidades,

los sentimientos y reacciones de cada individuo son idénticos”. Despertó

el interés orbital sobre refugiados de India, Vietnam, Filipinas,

Suramérica, Irak y muchos otros lugares. Pero, volvía una y otra vez al

continente que lo había cautivado, quizás porque ha sido el más

ultrajado, expoliado, saqueado a través de la Historia: África. Tanzania

1994.

282


Parte de su proyecto sobre desplazamiento se dio en 1994, cuando el

avión del presidente de Ruanda fue abatido: Juvénal Habyarimana

(1937-1994), militar y político de la etnia Hutu. Todo, justo, a raíz de la

brutal represión contra los Tutsis por los Hutus: a causa, todo hay que

decirlo, del callado/hipócrita afán separatista de EEUU, cuyo lema

predilecto es: “Divide y vencerás”. Desde la Doctrina Monroe (1823),

pasando por el Manifest Destiny (1845), con su ‘América para los

americanos’, como si estuvieran solos en el continente, hasta llegar a la

Doctrina de Seguridad Nacional (2001), el engendro de Bush padre y

sus secuaces, bajo la creación del filósofo político del nazismo Carl

Schmitt (1888-1985), a quien extrañamente se reseña como si nunca

hubiera salido de Plattenberg, en Alemania, donde nació y murió.

Una catástrofe: gente que cargaba todos sus bártulos en bicicletas.

Inseguridad por toda parte. Como en Fosa Común. S. S. fue en sentido

contrario a la migración, hacia la frontera. Llegó a Ruanda. Muertos por

montones en las carreteras. Ataques con granadas, acababan con

mutilaciones a machete. Poco a poco entendió la dimensión del

genocidio que veía con sus propios ojos: no como esos ‘reporteros de

guerra’ que cubren el conflicto desde sus cómodos apartamentos en

Rosales, Country o El Chicó, en Bogotá. Genocidio de marca mayor. 150

km hasta llegar a las afueras de Kigali y 150 km de muertos. Al paraíso

Ruanda lo suplantó el infierno. En pocos días, la llanura había dado lugar

a una megaciudad de casi un millón de personas. S. S. fue sacudido por

una madre con su hijo en las piernas: la sonrisa como producto de la

283


confianza en su madre, aun entre el caos/horror. Yugoslavia 1994-

1995.

“La violencia y la brutalidad no son un monopolio de los países lejanos”.

Está allá en Europa, en la antigua Yugoslavia. Otra nación subdividida

por el prurito/capricho gringo en siete países: Bosnia-Herzegovina;

Croacia; Eslovenia; Macedonia; Montenegro; Serbia y Montenegro (a

partir de 2003); Kosovo (que desde 2008 declaró la independencia de

Serbia). A raíz de los muertos causados por los croatas y aun más por

los serbios, lo que más le disgustó a S. S. fue ver hasta qué punto el

odio es contagioso: aunque no sea tanto así, sino que los políticos

interesados en sacar tajada polarizan a los pueblos vía prensa. No se

propaga el odio porque sí: los pueblos entre sí no se odian ni el odio se

extiende porque le dio la gana.

La población serbia de Krajina fue expulsada. Así la bosnia por la serbia.

Con los Cascos Azules azuzando. Entre vecinos se disparaban a causa

de la polarización gringa, del odio de una nación de inmigrantes hacia

los del planeta: EEUU contra el resto. Campo de refugiados en Tuzla,

Bosnia. Gente que huye del enclave de Zepa, donde los serbios

asesinaron a miles de jóvenes. Como hoy, por el Paro, en Ciudad Jardín,

Cali, hacen policía y ESMAD y la ‘gente de bien’ con sus armas de corto

y largo alcance. Y el ‘gobierno’ que pretende una ‘agenda de equidad’

oculta/miente sobre toda evidencia del genocidio, desoye las

sugerencias de la CIDH, reserva cada plaza laboral para funcionarios

284


cuyo CV es más bien un prontuario. En Bosnia solo había ancianos,

mujeres y niños: a los jóvenes los habían retenido o asesinado.

“Somos un animal muy feroz. […] terrible, nosotros, los humanos”,

afirma S. S. Bueno, si se sacara a los políticos, no serían tan brutales

como señala quien, a esta altura ya puede compararse con Kapuściński:

ver Un día más con vida (2018), de Raúl de la Fuente y Damian Nenow.

“Nuestra historia es una historia de guerras”, recuerda. Una historia sin

fin, de represión, de locos. Congo 1994. Ruanda empeora. Los Hutu,

en el poder, caen ahora frente a los Tutsi y se retiran al Congo. Éstos

habían huido de aquellos; ahora, al revés. En últimas, todos huyeron, lo

que quería el interesado: EEUU. En jul.1994, Goma acogió a más de dos

millones. El cólera comenzó a propagarse y la gente a caer como

moscas. Casi 15 mil muertos al día. Un padre deja a su niño sobre una

pila de cadáveres y parte con el amigo que lo espera.

No daban abasto para enterrar a la gente. Una máquina del ejército

francés recogía por decenas, echaba al suelo y cubría con tierra. “Todo

el mundo debería ver estas imágenes… para que vea lo terrible que es

nuestra especie”, enfatiza S. S., como quien de paso responde a los

censores de su obra, periodistas del NYT y Susan Sontag, aquélla que

escribió ‘contra la interpretación’ y ahora caía en la fosa que había hecho

para otro. Tras ver tantos niños entre semisanos y mórbidos, al salir

estaba enfermo, no por infección sino porque “mi alma estaba enferma”,

dice con tristeza que sobrecoge, obliga a reflexionar, propende por

corregir tanto error/mala fe humanos o dolo deliberado. Un año

285


después, fue a Ruanda, para el regreso de los Hutus del Congo que no

tenían adónde ir. ONU los obligaba a volver. Ruanda 1995.

El planeta entero parecía una tienda de refugiados, figura S. S. La

autoridad Tutsi lo invitó a verificar lo ocurrido. Los que se escondieron

en una iglesia, asesinados. Recuérdese Bojayá: los hechos no sucedieron

como la historia oficial relata: un alto militar actuó en connivencia con

los paras a fin de que el desenlace se le atribuyera a la guerrilla. Congo

1997. De los que dejaron Ruanda, dos millones de personas, una parte

volvió allá, pero otra, unas 250 mil personas, temiendo la represión,

abandonaron Goma y se escondieron en el bosque del Congo. Más tarde,

aparecieron 40 mil: 210 mil seguían perdidas. Seis meses después,

empezaron a aparecer por Kisangani. El Alto Comisionado de la ONU

llevó allí a S. S.

En medio de tanta muerte, la vida seguía. En la selva, un hombre corta

el pelo, en ausencia de la vanidad, quizás porque no cabe allí. Por eso,

la siguiente toma estruja no solo a S. S. sino a los espectadores de La

sal de la tierra, que son, justo, las personas, los seres humanos. Así, un

angoleño, cuya mirada es de judío, recoge los dólares de la gente, sus

divisas para cambiarlas. No estaba ahí para otra cosa: “¡En medio de la

nada! […] de un bosque aislado de todo”, recuerda S.S. De pronto, la

guerrilla de Kisangani, pro-Tutsi, comenzó a echar a toda esa gente.

Vagaron otro semestre para volver a Ruanda. Muchos fueron

asesinados, otros a delirar, unos más se volvieron locos, como los

caballos del jardín monárquico de Kuwait.

286


De los expulsados no se volvió a oír hablar. Fue su último viaje a Ruanda.

Cuando se fue, ya no creía…: “No creía en la salvación de la especie

humana”. […] Nadie merecía vivir”. Y: “¡Cuántas veces tiré al suelo la

cámara…!” W. W.: “Sebastião se había asomado al corazón de la

oscuridad y se cuestionaba su trabajo como fotógrafo social y testigo de

la condición humana. ¿Qué le quedaba por hacer después de Ruanda?”,

pregunta W. W. Según Juliano, para entonces la salud del abuelo

empeoró. S. S. y Lélia volvieron a Brasil y se ocuparon de la granja. “No

sabían qué hacer con aquello”, rememora. Pájaros, caimanes y bosques

desaparecieron. (6) Los recuerdos de infancia, también. Lélia ideó

replantar el bosque que había antes. Algo no intentado: menos, a lo

largo de 600 Has. Siguiente década, milagro: el Instituto Terra. Con la

primera siembra, Lélia soñaba que de noche se moría todo: la tierra

estaba muy degradada; dudaba que las plantas arraigaran. Había 400

especies de Mata Atlántica: ellos tenían 150. De dicha siembra, se perdió

el 60%; de la segunda, el 40%. Para entonces, dos millones de árboles

replantados: todo depende de ellos, el agua, el oxígeno. (7)

La tierra remedio contra la desesperanza. Ver crecer árboles y bosques

hizo renacer su pasión. Nuevo proyecto sobre medio ambiente. Primera

idea, denunciar destrucción de los bosques, contaminación de los

océanos. Luego: “Hagámosle un homenaje al planeta”. Con sorpresa

descubrieron que casi la mitad sigue como el día del… Génesis 2004-

2013. Por su fama de fotógrafo humano/social, le advirtieron no

meterse en un proyecto de paisajes/animales, por ‘falta de experiencia’,

pero él dijo: “Los límites están en la mente”, como en El enigma de

287


Kaspar Hauser, de Herzog. La etapa inicial, Galápagos. S. S. quería

seguir a Darwin (8): “Las mismas especies, con ecosistemas muy

diferentes, han evolucionado de maneras muy diferentes”. Comprobó

que él, el humano, es tan Natura como árbol/tortuga/piedra. Todos, se

agrega, son seres vivos, animados por energías diferentes, de variada

intensidad y no obstante igualitos. No como dicen los polacos: que hay

unos más iguales, para justificar la inequidad/avaricia/soberbia. Al

respetar su espacio, de chimpancés v. gr. (y ojalá lo hubiera sabido

Treadwell) (9), ellos terminan por aceptar al humano, pero no puede

portarse jamás como intruso, porque hasta un animal lo nota, parece

bromear S. S. Así lo diga quien escribe.

Génesis lo hizo volver a viajar por casi diez años. Iba a mostrar una

visión más optimista de lo que había oteado herido/destruido. Iba a ser

su obra magna. Una carta de amor al planeta, dice W. W. Estado de

Pará, Brasil, Tribu Zoé, 2009. Sus miembros llevan una especie de

tubo en el maxilar. En su estructura las mujeres cobran papel esencial.

Único sitio en el que tienen cuatro esposos (cazador, pescador,

agricultor y el cuarto ayuda a hacer todo en casa) y ellos otras tantas…

¿La diferencia? Mientras los maridos hacen poco el amor por ocupados,

las esposas se cansan de quienes lo hacen mucho, dado que no tienen

dichos oficios ni ayudan en casa. Ya en serio, las mujeres tienen gran

dominio sobre parte de los hombres. Tras estar con ellos, S. S. vuelve a

sus plantas antiguas. Resalta los helechos, planta de sombra que crece

en el centro de la selva: el termostato de la Naturaleza, el que conserva

la temperatura ambiente y le recuerda el cabello de su ‘bella madre’.

288


Esas eran sus plantas, hasta que murió. Luego, las cuidó su padre hasta

que… La tierra del Instituto es clave para su familia, dice S. S.

refiriéndose también a sus ‘parceiros’. Así cierran un ciclo, en el que

transcurrió ‘nuestra vida’. Hoy vuelven a añadir sus vidas, a todo ello:

“Sigue siendo nuestra historia”. Formó parte del ayer y ahora del hoy.

“Y el día que yo muera dejaremos aquí la selva que había un poco antes

de que yo naciera”. Al hacer este recuento, habla en portugués, ya no

en francés.

“El hombre cuyas fotografías nos han contado miles de historias sobre

nuestro planeta, nos deja una gran historia y un gran sueño: la

destrucción de la Naturaleza se puede revertir. Más de mil fuentes de

agua vuelven a regar el ‘Instituto Terra’. Ya hay plantados 2.5 millones

de árboles. La fauna regresó, incluso los jaguares. La tierra ya no es de

los Salgado, sino Parque Nacional que pertenece a todo el mundo. Se

demuestra que las tierras devastadas de cualquier lugar pueden volver

a ser bosques”. En conclusión, La sal de la tierra son esos mismos

hombres que la devastan y frente a los cuales S. S. pone un espejo en

el que deben verse para rectificar su error. Su trabajo no sería tan visible

sin el aporte ni la compañía en soledad de su mayor aliado, Lélia Wanick.

Igual que por la solidaridad callada, por distintos motivos, de Juliano y

Rodrigo, quienes, desde orillas complementarias, no opuestas, han

alimentado su pasión por un oficio del cual no pocas veces quiso recular;

si no jamás habría exclamado, no preguntado: “¡Cuántas veces tiré al

suelo la cámara para llorar por lo que veía!” S. S. demuestra que no hay

por qué agradecer las migajas que con violenta calma tiran empachados

289


a empobrecidos; que el criterio estético de la moral es inaceptable frente

a la ética de seres que brindaron al Otro lo mejor de sí, mientras esclavos

de la avaricia, la mezquindad, la soberbia, se creen dueños de los demás

e incluso de la Natura y por eso simulan filantropía, pero eso sí esconden

su escarapela de ‘genocidio/pedofilia’, ante el riesgo de ir sin atenuantes

a la prisión donde, igual que los sicarios del periodismo, siempre

debieron estar; que sin haber amasado fortuna alguna, puede mostrar

que dicha fortuna sigue siendo incompatible con la honestidad, la que

ha forjado su imperecedera obra. En él ha jugado papel crucial su

empatía/compasión con la condición humana, con la Humanidad. Y su

ineludible compromiso con la verdad, como el de Mumia Abu-Jamal,

Julian Assange, Daniel Hale. (10)

Dedicado a mi hijo Santiago, el mejor fotógrafo que conozco: así haya

otros tan grandes como S. S.

Notas:

(1) https://pluralidadz.com/tendencias/luis-carlos-velez-el-periodistamas-lame-botas-que-ha-parido-colombia/

https://www.elespectador.com/colombia/atentan-contra-la-alemana-que-respalda-

la-protesta-social-en-cali/?fbclid=IwAR2oxPJ4OJaKN-

RogQhiL0CJZysvgKafec8Hgq34FT68H3S_Rmi-1xKH9F8

Fuente: https://rebelion.org/la-sal-de-la-tierra-2014-sebastiao-salgado-y-suempatia-con-la-condicion-humana/

290


POEMA

291


EL CEMENTERIO MARINO

PAUL VALÉRY (Séte 1871-París 1945)

¡Oh alma mía, no aspires a la vida inmortal,

pero agota toda la extensión de lo posible.

Píndaro, Píticas III.

Calmo techo surcado de palomas,

palpita entre los pinos y las tumbas;

mediodía puntual arma sus fuegos

¡El mar, el mar siempre recomenzado!

¡Qué regalo después de un pensamiento

ver moroso la calma de los dioses!

¡Qué obra pura consume de relámpagos

vario diamante de invisible espuma,

y cuánta paz parece concebirse!

Cuando sobre el abismo un sol reposa,

trabajos puros de una eterna causa,

el Tiempo riela y es Sueño la ciencia.

Tesoro estable, templo de Minerva,

quietud masiva y visible reserva;

agua parpadeante, Ojo que en ti guardas

tanto sueño bajo un velo de llamas,

¡silencio mío!… ¡Edificio en el alma,

mas lleno de mil tejas de oro. Techo!

Templo del Tiempo, que un suspiro cifra,

subo a ese punto puro y me acostumbro

de mi mirar marino todo envuelto;

tal a los dioses mi suprema ofrenda,

292


el destellar sereno va sembrando

soberano desdén sobre la altura.

Como en deleite el fruto se deslíe,

como en delicia truécase su ausencia

en una boca en que su forma muere,

mi futura humareda aquí yo sorbo,

y al alma consumida el cielo canta

la mudanza en rumor de las orillas.

¡Bello cielo real, mírame que cambio!

Después de tanto orgullo, y de tanto

extraño ocio, mas pleno de poderes,

a ese brillante espacio me abandono,

sobre casas de muertos va mi sombra

que a su frágil moverse me acostumbra.

A teas del solsticio expuesta el alma,

sosteniéndote estoy, ¡oh admirable

justicia de la luz de crudas armas!

Pura te tomo a tu lugar primero:

¡mírate!… Devolver la luz supone

taciturna mitad sumida en sombra.

Para mí solo, a mí solo, en mí mismo,

un corazón, en fuentes del poema,

entre el vacío y el suceso puro,

de mi íntima grandeza el eco aguardo,

cisterna amarga, oscura y resonante,

¡hueco en el alma, son siempre futuro!

Sabes, falso cautivo de follajes,

golfo devorador de enjutas rejas,

en mis cerrados ojos, deslumbrantes

secretos, ¿qué cuerpo hálame a su término

y qué frente lo gana a esta tierra ósea?

Una chispa allí pienso en mis ausentes.

Sacro, pleno de un fuego sin materia;

ofrecido a la luz terrestre trozo,

me place este lugar alto de teas,

hecho de oro, piedra, árboles oscuros,

293


mármol temblando sobre tantas sombras;

¡allí la mar leal duerme en mis tumbas!

¡Al idólatra aparta, perra espléndida!

Cuando con sonrisa de pastor, solo,

apaciento carneros misteriosos,

rebaño blanco de mis quietas tumbas,

¡las discretas palomas de allí aléjalas,

los vanos sueños y ángeles curiosos!

Llegado aquí pereza es el futuro,

rasca la sequedad nítido insecto;

todo ardido, deshecho, recibido

en quién sabe qué esencia rigurosa…

La vida es vasta estando ebrio de ausencia,

y dulce el amargor, claro el espíritu.

Los muertos se hallan bien en esta tierra

cuyo misterio seca y los abriga.

Encima el Mediodía reposando

se piensa y a sí mismo se concilia…

Testa cabal, diadema irreprochable,

yo soy en tu interior secreto cambio.

¡A tus temores, sólo yo domino!

Mis arrepentimientos y mis dudas,

son el efecto de tu gran diamante…

Pero en su noche grávida de mármoles,

en la raíz del árbol, vago pueblo

ha asumido tu causa lentamente.

En una densa ausencia se han disuelto,

roja arcilla absorbió la blanca especie,

¡la gracia de vivir pasó a las flores!

¿Dónde del muerto frases familiares,

el arte personal, el alma propia?

En la fuente del llanto larvas hilan.

Agudo gritos de exaltadas jóvenes,

ojos, dientes, humedecidos párpados,

el hechicero seno que se arriesga,

294


la sangre viva en labios que se rinden,

los dedos que defienden dones últimos,

¡va todo bajo tierra y entra al juego!

Y tú, gran alma, ¿un sueño acaso esperas

libre ya de colores del engaño

que al ojo camal fingen onda y oro?

¿Cuando seas vapor tendrás el canto?

¡Ve! ¡Todo huye! Mi presencia es porosa,

¡la sagrada impaciencia también muere!

¡Magra inmortalidad negra y dorada,

consoladora de horroroso lauro

que maternal seno haces de la muerte,

el bello engaño y la piadosa argucia!

¡Quién no conoce, quién no los rechaza,

al hueco cráneo y a la risa eterna!

deshabitadas testas, hondos padres,

que bajo el peso de tantas paladas,

sois la tierra y mezcláis nuestras pisadas,

el roedor gusano irrebatible

para vosotros no es que bajo tablas

dormís, ¡de vida vive y no me deja!

¿Amor quizás u odio de mí mismo?

¡Tan cerca tengo su secreto diente

que cualquier nombre puede convenirle!

¡Qué importa! ¡Mira, quiere, piensa, toca!

¡Agrádale mi carne, aun en mi lecho,

de este viviente vivo de ser suyo!

¡Zenón! ¡Cruel Zenón! ¡Zenón de Elea!

¡Me has traspasado con tu flecha alada

que vibra, vuela y no obstante no vuela!

¡Su son me engendra y mátame la flecha!

¡Ah! el sol… ¡Y qué sombra de tortuga

para el alma, veloz y quieto Aquiles!

¡No! ¡No!… ¡De pie! ¡En la era sucesiva!

¡Cuerpo mío, esta forma absorta quiebra!

295


¡Pecho mío, el naciente viento bebe!

Una frescura que la mar exhala,

ríndeme el alma… ¡Oh vigor salado!

¡Ganemos la onda en rebotar viviente!

¡Sí! Inmenso mar dotado de delirios,

piel de pantera, clámide horadada

por los mil y mil ídolos solares,

hidra absoluta, ebria de carne azul,

que te muerdes la cola destellante

en un tumulto símil al silencio.

¡Se alza el viento!… ¡Tratemos de vivir!

Cierra y abre mi libro el aire inmenso,

brota audaz la ola en polvo de las rocas!

¡Volad páginas todas deslumbradas!

¡Olas, romped con vuestra agua gozosa

calmo techo que foques merodean!

296


DOSSIER

CAPITALISMO

297


APOGEO DEL CAPITALISMO

PEDRO LUIS ANGOSTO

En un reciente artículo, el sociólogo norteamericano James Petras

criticaba duramente a los izquierdistas norteamericanos empecinados

desde hace décadas en la proximidad de una hecatombe del capitalismo.

Los argumentos empleados por estos profesores universitarios para tan

fantástica predicción se basaban en el enorme déficit del principal Estado

capitalista del mundo, en la inminente crisis energética y en la deriva

general hacia la economía especulativa.

Desde que Marx y Engels anunciaron que el capitalismo sería sustituido

por el modo de producción socialista, muchas han sido las crisis por que

ha atravesado aquel sistema, muchos los intentos –todos fracasadosencaminados

a construir un sistema alternativo: De todas y de todos, el

capitalismo ha salido fortalecido. Sólo el modelo socialdemócrata que se

298


instaló en Europa entre 1945 y 1979 –y que hoy ha sido destruido o lo

está siendo en muchos países desarrollados en aras de la maximización

del beneficio: las personas no importan, mucho menos su calidad de

vida- creó un modelo mixto que con el tiempo podría haber significado

un paso adelante en el progreso de la humanidad.

En 1973, los Estados europeos occidentales habían alcanzado un grado

de desarrollo económico, social y educativo que hacía pensar en la

posibilidad de un capitalismo con rostro humano, es decir que la acción

del Estado presionado por ciudadanos conscientes y organizados fuese

capaz de corregir los abusos y desigualdades provocados por quienes

buscaban desaforadamente su beneficio particular. La crisis del petróleo

de ese mismo año supuso un serio aviso a las economías occidentales:

el sistema no era tan perfecto como se creía y su fragilidad bastante

evidente, pero no sólo por la subida de los carburantes sino porque

desde entonces los dueños de dinero se dieron cuenta de que no tenían

a nadie enfrente, que todas las “graciosas” concesiones que durante el

siglo XX habían venido haciendo por la fuerza a los trabajadores carecían

de sentido al haber desaparecido la movilización social. Ese fue el gran

hallazgo que permitiría al capitalismo dar sucesivas vueltas de tuerca

con el fin de volver a periodos anteriores al Estado socialdemócrata. El

derrumbe del capitalismo de Estado soviético, la entrada en crisis de la

segunda potencia mundial y el aburguesamiento de los ciudadanos de

los países más avanzados dejarían el campo libre a quienes nunca gustó

que nadie regulara las condiciones de trabajo o limitara su insaciable

voracidad acaparadora.

299


Hoy, cuando los intelectuales izquierdistas norteamericanos, desde su

atalaya incontaminada, siguen hablando del fin del capitalismo, éste

goza de más salud que nunca, pues desde 1973 las sucesivas crisis

económicas han sido tratadas con una fórmula magistral cada vez más

agresiva que tiene como ingredientes la desregularización del mercado

laboral, la libertad de movimiento de capitales –esa es la verdadera

globalización-, el desmantelamiento de los sistemas de protección social,

el empleo precario, el alargamiento de la jornada de trabajo, la

disminución del tiempo de vacaciones, los impuestos indirectos o la

deslocalización, llegando en este último punto al descaro de trasladar a

otros países donde los costes son menores empresas que han tenido

magníficos beneficios.

La apuesta de los teóricos y prácticos del capitalismo salvaje es clara y

decidida, incluyendo, como hemos visto y vemos en la ruta del petróleo,

la guerra y las matanzas indiscriminadas de personas, la subversión del

derecho internacional y de los preceptos democráticos más sagrados. Se

trata de que ninguna ley impida a quienes ya lo tienen todo tener más

aún; se trata de que las grandes corporaciones se fusionen hasta llegar

a un extremo en que un sólo operador energético o telefónico, son

ejemplos, suministren a toda la humanidad y dicten los precios a golpe

de cañón. No, amigos americanos, el capitalismo no está de capa caída,

está en su momento cumbre, no hay nadie enfrente ni se divisa esa

posibilidad en el horizonte. ¿Puede representar Biden el final del

neoliberalismo y el comienzo de un periodo más justo, racional y

300


respetuoso con el medio? De momento hay señales positivas, veremos

hasta donde llegan.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/apogeo-capitalismosalvaje/20210728144429189832.html

301


ANTROPOCENO Y/O CAPITALOCENO

GABRIEL ALBERTO ROSAS SÁNCHEZ | DANIEL TANURO

[El término Antropoceno, la constatación de la humanidad misma como

fuerza autodestructiva del entorno geológico, es desde hace tiempo, un

referente compartido por las distintas corrientes ecologistas.

Posteriormente, a raíz del libro Capitalismo fósil de Andreas Malm, se ha

extendido el término Capitaloceno referido al consumo creciente de

combustibles fósiles como estrategia capitalista para dominar los

recursos productivos y controlar a la clase obrera. Publicamos a

continuación en reciente artículo sobre el tema y un extracto del libro de

Daniel Tanuro Demasiado tarde para ser pesimistas del que viento

sur ya ha publicado referencias. Como puede verse los citados dos

302


términos no se presentan como contradictios, sino más bien como

complementarios, pero tienen sus matices y tienen interés]

Capitaloceno: la desigualdad de las emisiones contaminantes,

de la riqueza y del ingreso

Debido al detrimento energético y material a causa de las acciones

humanas, la época geológica actual ha sido nombrada por los expertos

como Antropoceno. Este término acuñado por Crutzen y Stoermer

(2000) intenta expresar la perturbación de los ciclos químicos a raíz de

la actividad humana y que sitúa a la humanidad como la fuerza geológica

responsable de las grandes emisiones contaminantes.

Para Crutzen (2002) el desarrollo de la especie humana ha producido

cambios irreversibles en el planeta. En la lista de factores destacan el

crecimiento de la población 10 veces mayor en los últimos tres siglos

respecto a los años anteriores, aumento de 16 veces en el uso de

energía en el siglo XX, incremento de las cabezas de ganado y por ende

en el nivel de emisiones de metano, ascenso histórico de los gases de

efecto invernadero, destrucción de selvas, disminución de gran variedad

de especies animales y vegetales, explotación desmesurada de la

superficie terrestres y explotación de más de la mitad del agua dulce.

El uso de un término geológico sirve para resaltar los cambios

ambientales actuales en una escala planetaria y significativa en el tiempo

de la historia de la Tierra. En este sentido, Malhi (2017) y Zalasiewicz, et.

al (2017) encuentran otros rasgos característicos del Antropoceno

relacionados al cambio climático: el incremento en el nivel del mar, las

303


perturbaciones químicas principalmente de los ciclos de carbono y

nitrógeno, la producción de desechos a gran escala y la acelerada tasas

de erosión y sedimentación.

El origen del Antropoceno, señala en mismo Crutzen, puede rastrearse

en la Revolución Industrial. La evolución tecnológica del siglo XVIII

(principalmente la máquina de vapor de James Watt en 1769) privilegió

el uso del carbón como fuente energética primaria en la producción. A

su vez, la transformación de la energía en trabajo elevó la productividad

de las fábricas permitiendo que un mayor número de personas

demandaran los productos finales y con ello iniciara un círculo virtuoso

de la economía que perduró hasta el siglo XIX. Si bien el transcurso de

los siguientes años vio la incorporación de la electricidad y el petróleo

como nuevas fuentes energéticas, es el siglo XX donde existe una

transformación estructural de la economía y su relación con la energía.

Conforme a lo establecido por el Anthropocene Working Group durante

una reunión en 2009, la década de los años 50´s del siglo XX es el

comienzo formal de esta nueva edad geológica donde comienzan a

percibirse los efectos ambientales. Esto es resultado del ascendente

consumo energético por habitante nunca antes registrado en los últimos

200 años, que coincidente con las décadas de bonanza del capitalismo

posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Es decir, el estilo de desarrollo

cultural, económico y social, impulsado a mediados del siglo anterior a

la fecha, ha detonado en gran medida la grave situación energética y

ecológica actual.

304


A pesar de lo ilustrativo que resulta este término al expresar la forma en

que las presiones ambientales antropogénicas han afectado los sistemas

en la Tierra, existe una postura mucho más afinada de esta

interpretación. De acuerdo con Jason Moore (2016) el Antropoceno es

una categoría de corto alcance para explicar el actual estadio del

capitalismo y su relación con el calentamiento global, pues asume que

la responsabilidad de los daños ecológicos es de los seres humanos

como especie biológica en su conjunto, pero no como sujetos sociales

pertenecientes a naciones de distintas dimensiones y participaciones

relativas en el consumo energético global. Si bien, como se ha descrito,

el mismo Crutzen señala a la Revolución Industrial como punto de

partida, el Antropoceno es concebido como el resultado de las acciones

humanas por igual, es decir, cada ser humano del planeta es igualmente

responsable que el resto de 7800 millones de habitantes en el mundo

por el actual daño ambiental.

Esta limitante es la que Moore (2016) cuestiona al señalar que no es

adecuado culpar a una especie geológica de manera homogénea en las

responsabilidades ambientales, sino es necesario distinguir a los seres

humanos por sus diferencias sociales, culturales, ecológicasy

geográficas. Es así como define al Capitaloceno para referirse a la época

actual del capitalismo donde un grupo de países y, particularmente, un

grupo de personas pertenecientes a los estratos de mayores ingresos,

son los principales emisores de contaminantes de efecto invernadero y

además poseen la propiedad del conjunto de empresas responsables de

la aceleración, apropiación, despojo y explotaciones de los bienes

305


naturales. Es decir, los responsables son el 1% de los habitantes del

planeta, los cuales concentran los medios de producción, así como el

gasto de energía y materiales.

En efecto, la desigualdad económica en el mundo no sólo se manifiesta

en los problemas de concentración del ingreso y de la riqueza sino

también existe gran evidencia que muestra una correlación con el

creciente ritmo de emisiones contaminantes. Tanto Briones et al. (2019),

Svampa (2019) y Ulloa (2017) apoyan la idea acerca del Capitaloceno

donde algunos estratos sociales son más responsables del daño

ecológico que otros.

Así pues, esta definición permite enmarcar el problema ambiental no

solamente de manera general a nivel geológico sino asociado a las

características económicas, sectoriales y regionales que ha generado el

modo de producción vigente. Es importante señalar que el Capitaloceno

hace distinción sobre los estratos sociales de mayores ingresos y no

solamente sobre naciones desarrolladas o industrializadas, puesto que,

si se limitara únicamente a la clasificación por país, casos como China o

India que aún se consideran países en tránsito de industrialización no

podrían explicarse. Por consiguiente, el Capitaloceno está explícitamente

asociado al problema de la concentración del ingreso y de la riqueza,

uno de los problemas económicos de mayor interés y preocupación para

los economistas.

Al respecto, las cifras son contundentes. Después de la crisis financiera,

el “auge de los multimillonarios” ha sido característica principal en la

evolución del capital. Entre 2017 y 2018, cada dos días en el mundo

306


surgía un nuevo milmillonario (término utilizado por la OXFAM) en

promedio, mientras que 26 personas concentraron la riqueza

equivalente a lo que tienen 3800 millones de personas. De acuerdo con

Chancel (2020) en regiones como África y Medio Oriente la participación

del 10% más rico es igual al 55 % del ingreso nacional. Incluso durante

la pandemia este segmento ha sido el de mayor recuperación. Con

información de la OXFAM (2020), desde el inicio de la pandemia la

riqueza de los 10 hombres más ricos del mundo ha aumentado en medio

billón de dólares y en América Latina la fortuna de los 73 milmillonarios

de América Latina aumentó en 48 200 millones de dólares.

Contrariamente, la CEPAL (2021) anunció que la región verá

incrementado el número de pobres en 22 millones de personas.

Las cifras que vinculan tanto el problema de la desigualdad económica

y las emisiones contaminantes son reveladoras. Retomando al citado

Chancel (2020) las personas que integran el 10 % más pobre necesita

alrededor de 6 kWh por persona por día para satisfacer las necesidades

básicas, tan sólo 2 kWh más que los cazadores-recolectores

prehistóricos mientras que el 10 por ciento más rico, por el contrario,

consume alrededor de 32 kWh por persona por día. Al tiempo que

Hubacek et al. (2017) apunta que el 10% de la población en los estratos

superiores de ingreso causan más de un tercio de las emisiones globales

de efecto invernadero, mientras que el 50% inferior es responsable de

solo el 15% de emisiones globales. Es decir, la huella de carbono

promedio de las élites globales es de aproximadamente 11veces más

307


alta que la huella de carbono de la más baja. La evidencia de los autores

sigue la misma línea si se analiza la Unión Europea.

Por su cuenta Caetano et al. (2020) calculan una brecha más amplia

entre segmentos de población. Sus resultados muestran que 10 % más

rico de la población mundial generó el 52 % de las emisiones de carbono

acumuladas, en contra parte, el 50 % más pobre en el mundo generó

tan solo el 7 % de las emisiones. Haciendo un ejercicio minucioso, el

mismo grupo de investigadores encontró que 1 % de la población más

rico de la población generó el 15 % de las emisiones acumuladas,

entretanto el 5 % de mayores ingresos de la población mundial fue

responsable del 37% de las emisiones. Este último dato es revelador

pues no solamente la economía de 1% es la que concentra los mayores

niveles de riqueza sino además es por si mismo el generador del más

del doble de emisiones de emisiones contaminantes que el 50% de la

población más pobre.

Para completar este diagnóstico estadístico que muestra una clara

relación entre los niveles de ingreso y la contaminación, se muestra a

continuación un gráfico realizado por el proyecto Our World in

Data donde encuentran que el 16% de población de mayores ingresos

genera el 38% de emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras el

segmento de ingresos medios altos correspondiente al 35% de población

genera el 48 % de emisiones, el 31% de personas que cuentan con

ingresos medios-bajos producen el 13.5% de CO2 y finalmente el 9%

de habitantes del mundo con ingresos bajos provoca el 0.5% del tipo de

emisiones descritas.

308


Gráfica 1. Emisiones de CO2 por grupo de ingreso

Fuente: Our World in Data (2021). Disponible en https://ourworldindata.org/co2-emissions

A la luz de la evidencia, el término Capitaloceno parece adecuado para

explicar parte del problema ambiental existente. El desarrollo de la

economía ha profundizado en las últimas décadas la velocidad del

deterioro ecológico. Al mismo tiempo, un sector de la población

instaurado en la cúpula económica tiene control sobre la mayor parte de

la riqueza en unas cuentas manos. De acuerdo con OXFAM (2015) sólo

62 personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones de seres

humanos, mientras que para el año anterior (2020), 2153 personas en

el mundo poseen más riqueza que 4600 millones de personas.

Desde la teoría económica se justificó, bajo la hipótesis de Kuznets, que

durante el proceso de crecimiento económico de las naciones las

emisiones contaminantes crecerían para posteriormente disminuir. El

mecanismo detrás de este aporte establece una relación entre las

emisiones contaminantes y el ingreso per cápita. De manera gráfica,

esta relación toma una forma de “U” invertida. El punto común de los

309


estudios afirma que las primeras etapas de crecimiento económico

coadyuvan el ascenso de la contaminación y disminuye a niveles más

altos del ingreso, justificando el deterioro ambiental a medida que la

riqueza incrementa. Sin embargo, los hallazgos muestran lo contrario.

En efecto, la participación en las emisiones contaminantes por parte de

las naciones de mayores ingresos y los segmentos de altos ingresos no

disminuye. Este comportamiento rompe con la idea acerca de que el

crecimiento económico a costa del medio ambiente genera prosperidad

futura tanto en aspectos cuantitativos (ingreso por habitante) y

cualitativos (un entorno natural más limpio). Por el contrario, el

desenvolvimiento económico ha producido mayor concentración del

ingreso y la riqueza en algunas personas que, a la par, son responsables

del mayor deterioro ecológico.

Para finalizar, es importante recalcar que la idea de Capitaloceno no

intenta suplantar, sustituir o disputar protagonismo a la categoría

Antropoceno. Lejos de ello, es un intento para abordar simultáneamente

distintas escalas como es la historia humana, natural y planetaria. Esta

categoría va un paso más allá al conjuntar un análisis geológico,

económico y social para lograr interpretar la compleja relación

economía-sociedad-medio ambiente.

Comprender los problemas ecológicos exige un nivel elevado de

comprensión de diversos fenómenos que suceden simultáneamente. En

este caso el Capitaloceno es un espacio adecuado para explicar, con

310


base en aspectos particulares, las posibles causas del deterioro

ambiental en lugar de hablar en términos generales y agregados de la

especie humana o de naciones. Como se ha mostrado, las grandes

fortunas del mundo son también las que más daño están haciendo a un

espacio común y cultural como los ecosistemas. No se trata de las

personas directamente, se trata de sus prácticas, sus relaciones con el

gobierno, la influencia política y el rol de sus empresas. No obstante,

toda la población contribuye en el deterioro y daño de los ecosistemas

y obliga a cualquier persona ser responsable con su entorno natural,

empero, es el papel de algunos por encima de otros.

Aquí la importancia de plantearse un modelo de cuidado ambiental y

sustentabilidad energética internacional partiendo de un

cuestionamiento al actual estilo de desarrollo, más no reduciendo el

problema a la firma de acuerdos y cumbres mundiales por el ambiente

llenas de fe en las buenas acciones de los gobiernos (quien en gran

medida han permitido e impulsado la creación de riqueza y pobreza) o

colocar todas las esperanzas de la sobrevivencia humana en el rol de las

tecnologías renovables.

Gabriel Alberto Rosas Sánchez cursa el Doctorado en Ciencias

Económicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (México) y es

miembro de la Sociedad Mesoamericana y del Caribe de Economía

Ecológica. Correo electrónico: rosassanchezgabriel@gmail.com

311


Bibliografía referenciada:

Briones, C., Lanata, J. y Monjeau, A. (2019). El futuro del

Antropoceno. Utopía y Praxis Latinoamericana, 24(84), 21-31.

Caetano, T., Winker, H., y Depledge, J. (2020). Towards zero carbon

and zero poverty: integrating national climate change mitigation and

sustainable development goals. Taylor and Francis.

CEPAL (2021). Panorama Social de América Latina 2020. Disponible

en https://www.cepal.org/es/publicaciones/46687-panorama-socialamerica-latina-2020

Chancel, L (2020). Unsustainable inequalities. Social justice and the

environment. Harvard University Press.

Crutzen, P. (2002). The “anthropocene”, en: Ehlers, E., y Krafft, T.

(eds.). Earth system science in the anthropocene, pp. 13-18. Springer,

Berlin, Heidelberg

Crutzen, P. y Stoermer, E. F. (2000). The anthropocene. Royal Swedish

Academy of Sciences, Stockholm. 41

Hubacek, K., Baiocchi, G., Feng, K., Castillo, R., Sun, L., y Xue, J. (2017).

Global carbon inequality. Energy, Ecology and Environment, 2(6), 361-

369.

Malhi, Y. (2017). The concept of the Anthropocene. Annual Review of

Environment and Resources, 42, 77-104.

Moore, J (Ed.) (2016). Anthropocene or Capitalocene? Nature, History,

and the Crisis of Capitalism. PM Press

312


OXFAM (2015). La desigualdad extrema de las emisiones de

carbono. Disponible en: https://www-cdn.oxfam.org/s3fspublic/file_attachments/mb-extreme-carbon-inequality-021215-es.pdf

OXFAM (2020). Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono.

Disponible

en: https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/

621052/mb-confronting-carbon-inequality-210920-es.pdf

OXFAM (2020). Tiempo para el cuidado. Disponible

en https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/6

20928/bp-time-to-care-inequality-200120-es.pdf

Svampa, M. (2019). El Antropoceno como diagnóstico y paradigma.

Lecturas globales desde el Sur. Utopía y praxis latinoamericana, 24(84),

33-54.

Ulloa, A. (2017). Dinámicas ambientales y extractivas en el siglo XXI:

¿es la época del Antropoceno o del Capitaloceno en

Latinoamérica? Desacatos, (54), 58-73.

Zalasiewicz, J., Waters, C. N., Summerhayes, C., Wolfe, A., Barnosky,

A., Cearreta, A. and Williams, M. (2017). The Working Group on the

Anthropocene: Summary of evidence and interim

recommendations. Anthropocene, 19, 55-60.

imagen1.jpg, por editorarg

https://www.alainet.org/es/articulo/212908

313


¿Antropoceno?

[Extracto del libro de Daniel Tanuro Demasiado tarde para ser

pesimistas. Ver entrevista al autor en https://vientosur.info/demasiadotarde-para-ser-pesimistas-3/

]

IGBP, GIEC, IPBES [Programa Internacional de Geosfera-Biosfera, Grupo

Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y Plataforma

Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los

Ecosistemas, ndr] hemos presentado estos tres informes

separadamente en el orden cronológico de su publicación. Tomados

conjuntamente, es evidente que el programa interdisciplinar sobre el

cambio global proporciona un marco de conjunto en el que se integran

los diagnósticos más específicos sobre el clima y la biodiversidad, que

los hemos tratado detalladamente, pero es indispensable mantener una

visión más amplia sobre otras facetas de la destrucción del medio

ambiente. Algunas podrían reservar desagradables sorpresas. La

contaminación química, por ejemplo. El IGBP, como se ha dicho, no pudo

determinar un tope para este parámetro. Sin embargo, está establecido

que 1.300 de los 148.000 productos químicos inventariados en 2017 son

disruptores endocrinos que alteran la fertilidad (globalmente se estima

en un 30% el descenso del número de espermatozoides en el hombre

entre 1979 y 2012), pueden favorecer el cáncer (de mama y de

testículos, sobre todo), contribuir a trastornos neuropsiquiátricos

(influye parcialmente en el autismo, el síndrome de hiperactividad, el

trastorno de la atención, el Parkinson y el Alzheimer), y ser incluso ser

responsables, en parte, de la frecuencia de la obesidad. Estas sustancias

314


son de uso corriente en la agricultura, la industria y a nivel doméstico.

Sus efectos se transmiten a la descendencia a través de modificaciones

epigenéticas. Sus riesgos son aún más temibles por el hecho de que la

toxicidad de algunos productos es mayor en pequeñas dosis que en dosis

“normales” 39/.

Teniendo en cuenta todos los factores, no es exagerado hablar de una

gran amenaza, no sólo para la naturaleza en general, sino para la

humanidad. En este contexto, Paul Crutzen propuso en 2002 el concepto

de Antropoceno 40/. El premio Nobel de química constataba que algunos

cambios ocasionados por la Revolución industrial quedarán para siempre

visibles en la geología del globo: presencia de isótopos radioactivos,

elevación del nivel de los océanos, extinción rápida de especies… Según

Crutzen, habría que considerar que se ha terminado el Holoceno y le ha

sucedido una nueva era geológica. Propuso bautizarla

como Antropoceno, para indicar que el ser humano (anthropos) se ha

vuelto una fuerza geológica. Esta sugerencia fue rápidamente apoyada

por otros científicos y científicas. Le siguió un amplio debate muy

político, tanto en el seno de la comunidad científica como fuera de ella.

Por la derecha, se elevaron voces para hacer remontar el Antropoceno

a la aparición del Homo sapiens, o a la invención de la agricultura. Otros,

por la izquierda, propusieron hablar mejor de Capitaloceno, para

destacar el origen socio-histórico del cambio de era 41/.

Las motivaciones ideológicas que empujaron a Crutzen a hablar de una

“geología de la humanidad” son sospechosas, porque esta expresión

lleva el agua al molino de las y los misántropos que acusan al Homo

315


sapiens de todos los males y desvían así la atención de la responsabilidad

del capitalismo. La sospecha es aún más legítima dado que el paso de

una era geológica a otra no es un fenómeno que se pueda constatar en

caliente, ni siquiera un siglo después: hace falta perspectiva. Sin

embargo, como nadie parece contestar la idea del paso de era, la

polémica es sobre todo semántica. ¿Hay que pelearse entonces por

el Capitaloceno? Este término permite señalar la responsabilidad

principal del capital en la destrucción ecológica, pero al mismo tiempo

invisibiliza la responsabilidad de la URSS, de los países del Este y de

China… ¿Resulta pertinente hacerlo, cuando la izquierda tiene tanta

necesidad de comprender por qué estos países cayeron en el

productivismo? Además, no es evidente que el

término Capitaloceno baste para dar cuenta de la gravedad de la

transformación de la biosfera y de sus implicaciones a largo plazo. En

conjunto, la biomasa del ganado y de los humanos es superior en dos

órdenes de magnitud de los mamíferos salvajes 42/. Esta situación es el

producto de doscientos años de capitalismo; pero aun cuando el

capitalismo fuese rápidamente sustituido por el ecosocialismo, llevaría

tiempo alcanzar un relativo reequilibrio. Ahora bien, aunque se dé ese

cambio, seguirán presentes las huellas geológicas de los isótopos

radioactivos, la subida del nivel de los océanos y la extinción de especies.

Por ello, en la polémica sobre el término, preferimos el enfoque de

Christophe Bonneuil y Jean-Baptiste Fressoz: abrir “un diálogo con

quienes dan la alerta en las ciencias del sistema tierra” para “volver a

tomar políticamente el control de (las) instituciones, de (las) élites

316


sociales y de (los) poderosos sistemas simbólicos y materiales que nos

han hecho caer en el Antropoceno” 43/. El objetivo de este enfoque es

claro e idéntico al de los partidarios y partidarias del Capitaloceno:

reintroducir la cuestión social e histórica en el centro del debate, impedir

su exclusión por la geología. Además, si se adoptase el cambio de era y

si los geólogos y geólogas fueran coherentes con sus criterios científicos,

el cambio de era no ocurrió antes de la segunda mitad del siglo XX, de

manera que no es la especie humana la responsable, sino la forma

capitalista como produce su existencia social. Esta discusión no puede

ser confiscada por La Ciencia; todas y todos tenemos voz y voto en ella.

Daniel Tanuro es ingeniero agrónomo y especialista en cuestiones

medioambientales. Forma parte de la Global Socialist Network

Notas:

38/ “L’érosion massive de la biodiversité menace les societés humaines”,

Mediapart, 06/05/2019.

39/ John Pauluis, “Les perturbateurs endocriniens”, Revue médicale de

Bruxelles, septiembre 2019, Vol 40, nº 4. Sobre el autismo, ver Scott F.

Gilbert & David Epel, op. cit. Los mecanismos epigenéticos actúan sobre

la expresión de los genes sin modificar el ADN. Son reversibles pero

transmisibles.

40/ Paul Crutzen, “Geology of mankind”, 2002, Nature 415, núm. 6867,

p. 23, 2002.

Demasiado tarde.indd 33 24/2/20 9:19

317


41/ Ian Angus, “Facing the Anthropocene: Fossil Capitalism and the

Crisis of the Earth System”, Monthly review, 2016.

42/ Yinon M. Bar–On, Rob Phillips & Ron Milo, “The biomass distribution

on Earth”, PNAS 19/06/2018, 115 (25) 6506–6511.; DOI:

10.1073/pnas.1711842115, 19/06/2018. La biomasa está estimada aquí

en masa de carbono, para eliminar el contenido en agua de los

organismos. Las cifras son respectivamente 0,1 Gt para los seres

humanos y 0,007 Gt para los mamíferos salvajes.

43/ Christophe Bonneuil y Jean–Baptiste Fressoz, “L’événement

anthopocène. La Terre, l’histoire et nous”, Seuil, 2013.

Fuente: https://vientosur.info/antropoceno-y-o-capitaloceno/

318


CÓMO LA CRISIS DE LA DEUDA HA AGRAVADO EL PROBLEMA DE

LA VIVIENDA

EVA BETAVATZI | ERIC TOUSSAINT

UNIÓN EUROPEA, DEUDA ODIOSA O

ILEGÍTIMA, ECONOMÍA, SOCIEDAD, VIVIENDA

Desde hace mucho tiempo, los Estados, que se supone que deben

garantizar que todos puedan disfrutar de sus derechos fundamentales,

entre los que se encuentra el derecho a un alojamiento digno, han

optado en la mayoría de los casos por colocar la propiedad privada en

el centro de sus políticas de acceso a la vivienda (Di Feliciantonio y

Aalbers, 2018). Como resultado, en muchos países, la mejor forma de

obtener una vivienda adecuada y asequible es mediante la compra o la

propiedad. Esto significa que los bancos privados disfrutan de una

posición privilegiada, ya que son quienes proporcionan las hipotecas que

necesitan la mayoría de las y los compradores de viviendas. Los bancos

319


colaboran en la expansión del mercado inmobiliario en propiedad a la

vez que han participado en su colapso, como ocurrió en Estados Unidos

en 2007 y posteriormente en otros países, como España. En efecto, con

la concesión de préstamos hipotecarios se crearon burbujas de crédito

que acabaron estallando. Los poderes públicos siguen apoyando a los

bancos privados que actúan en el mercado de la vivienda de varias

formas, directas e indirectas: medidas fiscales favorables a los

propietarios, subvenciones públicas concedidas a estos mismos

propietarios (las primas de renovación, por ejemplo), abandono de la

vivienda social o pública (privatización del parque de viviendas públicas

o falta de inversión pública), desregulación del mercado privado de

alquiler; pero sobre todo, insuficiente control de las actividades

bancarias a pesar del peligro probado de formación de burbujas de

crédito.

Las políticas de vivienda benefician a los bancos privados

Los bancos son empresas privadas que buscan la rentabilidad, y no

pretenden garantizar el acceso a una vivienda digna para todos; ésta es

una función de los Estados. Entre fomentar la propiedad privada e

invertir en el derecho de las personas a la vivienda, parece que hay que

elegir y que nuestros dirigentes y sus predecesores ya han elegido. Han

optado por desentenderse de los derechos fundamentales de sus

pueblos, y en particular del derecho a la vivienda, ya que asumen muy

poca responsabilidad al respecto (Madden y Marcuse, 2016). Como

consecuencia, millones de hogares tienen cada vez más dificultades para

encontrar una vivienda digna, asequible y adecuada en unos mercados

320


inmobiliarios cada vez más competitivos y con precios disparados. En

algunos países, como Grecia, los poderes públicos han abandonado

completamente su papel y no garantizan casi nada (Siatitsa, 2019).

Nos parece obvio que en un estado democrático que tenga cuenta y

respete los derechos fundamentales de las personas, los bancos

privados no deberían haber asumido este papel esencial y la propiedad

privada no debería haber estado en el centro de las políticas de vivienda.

En este sentido, consideramos que la concesión desproporcionada y

abusiva de hipotecas a los hogares –en parte titulizadas y por lo tanto

elevadas al altar de las finanzas –ha contribuido muy decisivamente a la

agudización del problema de la vivienda, en la misma medida que el

endeudamiento público se utilizó para recapitalizar los bancos después

de la crisis de 2007-2008. Dicho endeudamiento condujo a los años

oscuros de las políticas de austeridad, reforzando aún más el problema

de la desinversión y la desvinculación de los poderes públicos (Barbero,

2015).

Intentaremos explorar el vínculo entre la cuestión de la vivienda y las

deudas privada y pública desplazando el foco hacia el sistema bancario.

Nos parece esencial destacar la responsabilidad de los bancos privados

en los procesos de mercantilización y financiarización de la vivienda, que

privan a varios millones de personas de la posibilidad de una vivienda

digna sólo en los países del Norte. La cuestión es aún más fundamental

hoy en día, en plena crisis sanitaria, porque los incentivos a la compra

continúan mientras que las políticas a favor de la propiedad privada han

321


contribuido a excluir a una parte no despreciable de la población de la

posibilidad de acceder a una vivienda digna, adaptada y asequible.

Además, el efecto macroeconómico de las burbujas hipotecarias ha sido

desastroso, desde 2007, y ha afectado a las y los ciudadanos de forma

profundamente injusta. La austeridad impuesta como resultado de la

recapitalización de los bancos quedará como una experiencia grabada

para siempre en la memoria de las generaciones que vivieron la crisis

de 2007-2008. Nos resulta sorprendente que aparentemente no se haya

aprendido ninguna lección desde entonces, ya que las autoridades

públicas siguen desinvirtiendo en el mercado de la vivienda social y

pública. El control de la actividad bancaria sigue siendo casi inexistente

y las burbujas de crédito a los hogares siguen siendo la norma.

Nuestro análisis se centrará en el territorio europeo. En la primera parte,

explicaremos el papel de los bancos. También examinaremos

brevemente el contexto que favoreció la creación de grandes carteras

de crédito y sus efectos en el conjunto de la economía durante y después

de la crisis de 2007-2008. Los bancos han demostrado ser incapaces de

sobrevivir a una crisis financiera por sí mismos, aunque hayan sido en

gran parte responsables de ella, y parecen funcionar como máquinas de

producir crisis. Es a través de la inversión pública y, por tanto, del

aumento de la deuda pública, cómo muchos de ellos han podido seguir

en activo, con graves consecuencias para la población.

Deuda ilegítima, deuda ilegal, deuda odiosa

El desfase entre los ingresos y los gastos de una persona puede salvarse

mediante el endeudamiento. En la compra de una casa, un apartamento

322


u otro tipo de vivienda, las y los futuros compradores generarán un gasto

que supera ampliamente sus ingresos corrientes, por lo que solicitarán

a sus bancos préstamos hipotecarios. A cambio, tendrán que

comprometer una parte de sus ingresos durante los próximos años o

décadas. Por lo tanto, un préstamo hipotecario constituye una promesa

de trabajo a largo plazo, e incluso de ingreso, lo que ya es en sí un

problema si tenemos en cuenta que la economía capitalista neoliberal

está en crisis perpetua y que, en este contexto, una promesa de ingresos

para los próximos años es en gran medida materia de especulación, con

independencia de las propias intenciones de las y los deudores. En

efecto, éstas y estos son incapaces de controlar los efectos de una crisis

económica sobre su trabajo y sus ingresos, como lo demuestra la

situación de millones de deudores insolventes después de la crisis de

2007-2008; y la situación actual vinculada a la pandemia de la Covid-19

podría ser igualmente problemática para los hogares deudores. Si,

además, las y los futuros compradores no tienen más remedio que

endeudarse para pagar la vivienda, nos inclinamos a considerar sus

deudas como ilegítimas (García-Lamarca, M. y Kaika M., 2016).

Dado que los mercados de alquiler en la mayoría de las ciudades

europeas se han vuelto altamente competitivos, incluso saturados,

discriminatorios, caros y no regulados, con ofertas no siempre adaptadas

a las circunstancias de vida o a las formas de vivir, la compra aparece

como una alternativa. Ésta pretende ofrecer la posibilidad de una

vivienda digna, adaptada o adaptable, asequible, regulada y no

excluyente. Sin embargo, las cosas no siempre son tan sencillas. Para

323


que la compra se considere una opción real y libre, el alquiler tendría

que ofrecer posibilidades equivalentes. Sin embargo, a partir de los años

90, los hogares se endeudaron, en gran medida, ante la falta de

viviendas públicas y sociales, de políticas públicas destinadas a regular

el mercado del alquiler a largo plazo y de voluntad política para hacer

efectivo el derecho a la vivienda para todas y todos. Esta triple carencia

ha permanecido oculta tras un imaginario social construido sobre un

ideal político neoliberal. En Bélgica, la expresión “tener un ladrillo en la

barriga” atestigua la normalización de la aspiración a la propiedad

privada y, por lo tanto, al endeudamiento durante a veces 30 años

(Fares et al., 2020).

Hoy en día, cada vez más personas viven en viviendas inadecuadas,

incluso insalubres, en condiciones de hacinamiento; demasiado caras o

demasiado alejadas de sus lugares de trabajo o actividad, y el camino

hacia la vivienda puede ser difícil para muchas personas que sufren

discriminación social, de género y racial. Como resultado, millones de

personas están mal alojadas, mientras que miles más se encuentran sin

hogar. Dicha falta de vivienda ha tenido efectos dramáticos para gran

parte de la población, especialmente para las y los inquilinos, que no

han tenido acceso a las hipotecas bancarias que incitan a las y los que

pueden a endeudarse a cualquier precio (Desmond, 2016).

Al ser esta supuesta elección que hicieron muchas familias para comprar

sus viviendas el resultado de la citada carencia, podemos considerar que

las deudas hipotecarias pueden haber sido en gran medida ilegítimas y

324


por lo tanto deberían ser canceladas. Si las y los deudores hubieran

podido elegir entre dos posibilidades –alquilar o comprar una vivienda

adecuada, digna y asequible– y si las y los acreedores, es decir los

bancos, no sólo hubieran tratado de satisfacer a sus accionistas sino de

ofrecer sus servicios teniendo en cuenta las propias necesidades de los

deudores y la situación económica nacional y mundial, la cuestión habría

sido diferente. También hay que recordar que antes de 2007, un gran

número de deudoras y deudores ya no podían reembolsar sus hipotecas;

con la crisis, se les exigió que pagaran a toda costa, y en caso contrario

se les desalojó o se les amenazó con el desahucio (European Action

Coalition for the Right to Housing and the City, 2018).

Cuando, por ejemplo, cientos de miles de hogares en Estados Unidos y

España contrataron hipotecas demasiado elevadas para sus modestos

ingresos, resultó que estos préstamos eran en gran medida ilegítimos y

a veces incluso ilegales. Eran ilegítimos porque no beneficiaban

realmente a las y los deudores: eran demasiado caros, los contratos de

deuda no eran claramente ventajosos para aquéllos, las y los deudores

no tenían ninguna alternativa a la compra de sus viviendas y, por lo

tanto, se veían obligados a endeudarse. Un número importante de

hipotecas eran incluso ilegales, con cláusulas abusivas en los contratos

de préstamo. La ilegalidad de las hipotecas españolas fue puesta de

manifiesto por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), uno de

los mayores movimientos por el derecho a la vivienda en Europa, que

nació a raíz de la crisis hipotecaria española iniciada en 2008, la más

violenta del continente (García Cabeza M. y De Weerdt J., 2015) .

325


En Chipre y otros países, los bancos concedieron créditos al consumo

para que los hogares pudieran obtener una hipoteca, abusando e incluso

eludiendo las normas de crédito que exigían una determinada cantidad

de capital propio. A principios de la década de 2000, otra estafa consistió

en que los bancos europeos concedían hipotecas en francos suizos.

Luego, los bancos exigían que se les devolviera el dinero en moneda

local. Al subir el valor del franco suizo, los hogares se vieron incapaces

de devolver sus préstamos y sufrieron una situación de deuda perpetua.

Un millón de hogares deudores de Polonia, Eslovenia, Grecia, Francia y

otros países balcánicos fueron víctimas de esa estafa (Toussaint, 2019).

Estas prácticas demuestran dos cosas importantes: por un lado, que los

bancos adoptaron una actitud odiosa para obtener el

máximo beneficio y, por otro, que concedieron muchos más créditos de

los que debían, sin que fueran suficientemente controlados y sus

actividades suficientemente refrenadas, lo que demuestra la

responsabilidad de los Estados y, más en general, de las instituciones

europeas e internacionales. Cuando una o un acreedor presta dinero con

ánimo de lucro a sabiendas de que pone al deudor en una situación

imposible, se habla de deuda odiosa (Ludington et al., 2010). Los

conceptos de deuda ilegal, ilegítima y odiosa se aplican por igual al

crédito privado y a la deuda pública. Nos parece importante

mencionarlos porque es a partir de estos conceptos que reivindicamos

la necesidad de anular determinadas deudas públicas y privadas y salir

del dogma del reembolso a toda costa (Toussaint, 2017).

326


Cuando los gobiernos optaron por recapitalizar a los bancos privados a

pesar de las dudosas prácticas de éstos, provocaron un aumento

significativo de los niveles de deuda pública en relación con el PIB. Son

por ello las poblaciones enteras de los países endeudados las que han

pagado el precio. Hay algo fundamentalmente ilegítimo en pedir a la

gente que refinancie, mediante el aumento de los impuestos y la

austeridad, un sistema bancario que durante años se ha aprovechado

de sus ingresos y ha creado las condiciones para su dependencia por la

falta de alternativas a la deuda (Graeber, 2011). El gasto público que se

ha utilizado para recapitalizar el sistema bancario no ha servido para

socializar a los bancos, ni siquiera en parte, ni para someterlos a un

control más estricto, ni tampoco para limitar realmente su actividad

financiera. Por lo tanto, siguen beneficiándose de los ingresos de los

hogares de varias maneras: a escala individual, concediendo préstamos

a las familias y beneficiándose de su devolución; y a escala colectiva, al

haber sido recapitalizados con dinero público obtenido mediante los

impuestos y la deuda pública.

La población endeudada no parece haber ganado nada con la

recapitalización de los bancos, por cuanto con ello se ha evitado el

colapso de un sistema bancario que concedió créditos a veces ilegales,

ilegítimos y odiosos, sin haber conseguido exigirles ninguna

compensación y quedando expuestos a nuevas crisis[1]. En este sentido,

los miles de millones de euros inyectados en los bancos, desde Bruselas

a Atenas, pasando por Nicosia, Madrid, Lisboa y Dublín, han creado una

deuda pública ilegítima que también debería haber sido cancelada.

327


Lo peor de esta historia es que al no ser la recapitalización bancaria

suficiente para salvar el sistema bancario de los países que la han llevado

a cabo, ha proporcionado oportunidades de inversión a los fondos

especializados en la compra de préstamos morosos, conocidos

como fondos buitre. Los fondos buitre son actores financieros privados

que han hecho de las deudas públicas o privadas insolventes su negocio.

Las compran en grandes cantidades, a precios de saldo en el mercado

secundario de deuda, y luego intentan beneficiarse de ellas de la forma

más odiosa posible. Para ello, disponen de diferentes técnicas adaptadas

al contexto y la naturaleza de los créditos que compran. En el caso de

la deuda pública, exigen el reembolso del 100% de un bono que han

recomprado a un precio ridículo, a veces tan sólo entre el 5% y el 20%

de su valor nominal. Así, por una inversión de 5.000 millones de euros

pueden exigir al país deudor 100.000 millones de euros de reembolso y

obtener beneficios colosales. Para lograr su objetivo, suelen recurrir a

las jurisdicciones de Nueva York o Londres, que sistemáticamente les

favorecen. En Bélgica existe una ley contra los fondos buitre que limita

la posibilidad de éstos de obtener este tipo de beneficios y que es única

en el mundo.

En el caso de las deudas privadas, los fondos buitre actúan de forma

algo diferente[2]. Compran créditos morosos a los bancos para “sanear”

los balances de éstos, consiguiendo así grandes cantidades de créditos

(y, por tanto, también de viviendas en cantidades que a veces superan

algunos miles de unidades) a precios excepcionalmente bajos y, al cabo

de unos años, venden sus activos inmobiliarios por unidad o, en el caso

328


de otras deudas, acosan a los deudores insolventes para obtener su

reembolso. Es fácil imaginar el beneficio que este procedimiento genera.

En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) insistió en que los bancos

aceptaran vender sus paquetes de préstamos morosos a estos fondos

porque consideraban que debían deshacerse de sus activos tóxicos a

toda costa. Esta fue la consigna del BCE en un momento en que los

préstamos morosos ascendían a más de un billón de dólares en Europa.

La actividad de los fondos buitre es claramente odiosa y, sin embargo,

han actuado y siguen actuando libremente en casi todo el mundo, entre

otros en Irlanda, Portugal, España, Chipre y Grecia. También actúan en

los países más ricos de Europa, como Alemania, donde la

financiarización del mercado inmobiliario residencial ha sido y sigue

siendo muy agresiva en los últimos años, despertando la ira de

crecientes movimientos sociales (Hoffrogge, 2019), especialmente en

Berlín. Blackstone, Vonovia, Cerberus, Apollo, Deutsche Wohnen y

muchos otros son nombres que los habitantes de las ciudades europeas

no olvidarán en mucho tiempo.

Metodología: Combinar la acción y la investigación

Con la introducción de las nociones de ilegitimidad, ilegalidad y

odiosidad, pero también con la aclaración de los papeles de los

diferentes actores que giran en torno a los bancos (poderes públicos,

fondos buitre, instituciones europeas y en particular el BCE), esperamos

haber puesto de manifiesto la forma en que se produce la transferencia

de riqueza a través de los créditos hipotecarios y las consecuencias de

dicha transferencia sobre el derecho a la vivienda. La centralidad de los

329


bancos en las políticas de vivienda y, por tanto, la centralidad de la

propiedad privada, no busca otra cosa que la realización de esa

transferencia. No es imposible imaginar las cosas de otra manera, e

incluso es urgente devolver la cuestión de la vivienda a su dimensión

colectiva.

Nuestra investigación tiene dos bases fundamentales. La primera se

nutre de nuestro trabajo de larga duración sobre la deuda pública en el

seno del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM).

Ello nos ha permitido identificar las principales causas del aumento de

la deuda pública en Europa tras la crisis de 2007-2008, entre las que se

encuentra la recapitalización bancaria. El trabajo de análisis de la deuda

griega, desarrollado en el seno de la Comisión de auditoría para la

Verdad sobre la Deuda Griega, en 2015 y continuado después, nos

ayudó a construir nuestro caso. Nuestros análisis a menor escala de la

deuda pública de otros países nos han mostrado que las deudas públicas

de Chipre, España, Portugal e Irlanda tienen características similares

(Comisión de la Verdad sobre la Deuda Pública Griega, 2015).

La segunda base es nuestra participación en las luchas populares por el

derecho a la vivienda. Desde hace años seguimos y apoyamos las luchas

de los colectivos miembros de la Coalición Europea de Acción por el

Derecho a la Vivienda y la Ciudad. También estamos implicadas e

implicados en las luchas locales en Bélgica y participamos activamente

en la defensa de las y los inquilinos frente a sus propietarios, muchas y

muchos de los cuales podrían considerarse a su vez “inquilinas” de sus

330


bancos. En este periodo de crisis sanitaria, hemos comprobado que las

políticas públicas de vivienda, incluso las que pretenden ser “urgentes”,

han resultado más beneficiosas para los bancos que para la población.

Esto nos ha permitido comprobar, con mucho pesar, que las

observaciones que hacíamos hace ya unos años siguen siendo válidas

hoy en día, mientras que la consigna de los gobiernos ante la crisis

sanitaria era quedarse en casa, lo que implicaba la posibilidad de tener

una vivienda.

Combinando la experiencia que hemos desarrollado sobre la deuda

pública y nuestra participación en las luchas por el derecho a la vivienda,

creemos que podemos demostrar la necesidad de transformar

profundamente el sistema bancario que afecta a nuestro derecho a vivir

en una vivienda digna y asequible.

Relación entre la crisis financiera y la crisis de la vivienda en la

última década

Un gasto público excesivo no fue la causa de la crisis de 2007-2008,

como han afirmado a menudo los dirigentes europeos, sino que fue

debida a la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime), es decir, el

momento en que estalló la burbuja hipotecaria creada por los bancos

estadounidenses (Toussaint, 2017). Para ilustrar la magnitud de esta

burbuja hipotecaria, recordemos que en Estados Unidos el número de

viviendas nuevas construidas en 2006 fue 1,5 veces superior al del año

2000, es decir, un aumento de 800.000 viviendas en un año (Coalición

Europea de Acción por el Derecho a la Vivienda y la Ciudad, 2018). En

331


determinado momento, estas viviendas no fueron ocupadas, dado que

la oferta no satisfacía ninguna demanda real. Esta sobreproducción de

viviendas fue de la mano del deseo de aumentar la cartera de activos

bancarios. Con la titulización de las deudas hipotecarias, la crisis de las

hipotecas de alto riesgo pronto se convirtió en una crisis financiera

mundial y, posteriormente, en una crisis de la deuda soberana en el

Norte.

Se observaron crisis similares en varios países de Europa Central y

Oriental, así como en Irlanda, el Reino Unido, España y los Países Bajos

en 2011-2012. El aumento de la deuda de los hogares entre 2000-2007

podría haber sido un precursor de lo que estaba por venir. En España,

por ejemplo, la deuda de los hogares como porcentaje del PIB aumentó

del 46% al 83%, a la vez que la deuda pública bruta cayó del 58% al

37% del PIB durante el mismo período. Se observaron tendencias

similares en Portugal, donde el porcentaje de deuda de los hogares

aumentó del 59% al 84%, mientras que la deuda pública bruta sólo

aumentó ligeramente durante el mismo periodo, del 49% al 63%. En

Grecia, la tasa de endeudamiento de los hogares, inicialmente muy baja

(14%), aumentó drásticamente hasta el 42% en siete años, mientras

que la deuda pública, ya muy elevada, apenas pasó del 104% al 106%

del PIB (en 2011 alcanzó el 162% del PIB). En el conjunto de la zona

euro, las deudas de los hogares han aumentado mucho menos: del 49%

al 54% del PIB, mientras que la deuda pública ha disminuido

ligeramente del 68% al 66% (Toussaint, 2014). Comparando estas

cifras, podemos ver que el aumento de la deuda privada de los hogares

332


ha sido mucho mayor en los países de la periferia de la UE, donde la

crisis de la vivienda asequible, debida a las hipotecas impagadas que

comenzó en 2008, fue más importante.

Después de 2007, los bancos privados limitaron los préstamos a los

hogares y las empresas no financieras en esos países y siguieron

produciendo activos destinados a las empresas no financieras. Las ratios

de deuda pública bruta aumentaron fuertemente en los tres países entre

2007 y 2011, del 37% al 62% del PIB en España, del 63% al 96% en

Portugal y del 108% al 162% en Grecia. El hecho de que la deuda

privada se haya estancado durante este periodo mientras que la deuda

pública ha aumentado ilustra en parte el proceso de recapitalización

bancaria comentado anteriormente.

Ahora, con una crisis sanitaria que dura ya más de un año, con unos

paquetes de estímulo de la Unión Europea que anuncian nuevas deudas

y con unos déficits públicos en crecimiento, las cifras de la deuda

soberana han alcanzado cotas nunca antes imaginadas, y los niveles de

deuda de España, Portugal y Grecia de 2011 pueden parecer ridículos.

Sin embargo, el rigor presupuestario definido por el Tratado de

Maastricht obligaba hasta hace poco a los países miembros a limitar su

ratio deuda/PIB al 60% y su déficit público al 3% del PIB. El rigor

impuesto por la normativa europea ha allanado el camino para los años

de austeridad.

El ejemplo de Grecia es especialmente revelador y contribuye a ilustrar

el impacto de la austeridad sobre el derecho a la vivienda. En Grecia, la

333


austeridad fue impuesta por la Troika al gobierno, bajo su tutela durante

años, sin que el país llegara a salir realmente de ella. Así, las y los

acreedores del país pudieron exigir cambios legislativos para beneficiar

a los bancos, especialmente cambios en la ley Katseli (creada para

limitar el desahucio de los hogares insolventes mediante el embargo de

su residencia principal por deudas impagadas) (Gotev, 2019). En febrero

de 2019, por ejemplo, el Eurogrupo había amenazado abiertamente a

Grecia con no pagarle los intereses de su deuda en manos del BCE si no

realizaba una drástica reforma de la ley Katseli. Finalmente, ésta sufrió

numerosas modificaciones en beneficio de los bancos, facilitando las

ejecuciones hipotecarias.

La misma suerte corrió la legislación chipriota. El derecho a la vivienda

de los hogares estaba consagrado en la legislación desde 1965. En 2014,

el gobierno modificó la ley que garantizaba el derecho a la vivienda

según las exigencias de sus acreedores. Esto permitió a los bancos

desalojar a los hogares deudores insolventes tras 60 días de impago,

que es el periodo definido para que un préstamo se considere moroso.

Los hogares deudores insolventes seguían teniendo la posibilidad de

retrasar su desahucio renegociando su deuda. En 2018, una nueva

enmienda legislativa anuló la posibilidad de renegociar su crédito y los

procedimientos de desahucio se privatizaron y automatizaron,

cercenando así cualquier posibilidad de recurso.

Los hogares insolventes en España se enfrentaron a situaciones

igualmente trágicas. La legislación vigente, que permitía a los bancos

desahuciar a varios cientos de miles de hogares insolventes durante los

334


años de la crisis, databa del periodo de la dictadura franquista. Era

especialmente injusta porque permitía el desahucio antes de la subasta

de la vivienda, a diferencia de lo que ocurre en otros países, y no eximía

a los hogares de su obligación de reembolso incluso después de haber

sido desahuciados. Debido a esta ley, los desahucios han sido mucho

más rápidos en España. En 2018, los bancos españoles tenían en su

poder 3,5 millones de viviendas vacías, las de personas que no podían

pagar sus hipotecas, las de empresas constructoras que producían

viviendas que no se correspondían con una demanda real y las de

empresas constructoras que habían quebrado.

Estos diferentes contextos ilustran una presión extraordinariamente

fuerte por parte de las y los acreedores y los Estados para despojar a

los hogares insolventes de sus viviendas una vez que se ha comprobado

que no pueden pagar sus hipotecas. También demuestra la

responsabilidad y el protagonismo de los bancos tanto en la concesión

de préstamos como en la desposesión de los hogares deudores

insolventes. Los bancos y sus accionistas siempre se han negado a

aceptar su responsabilidad en la crisis de 2007-2008, y por consiguiente

en la incapacidad de los hogares para devolver sus préstamos; y han

insistido en recuperar todos los compromisos de reembolso que se les

hicieron, a pesar de su recapitalización a cargo de los contribuyentes,

entre ellos, también los de los hogares deudores concretamente a través

de los impuestos. En este sentido, los desahucios (sin devolución de la

parte de los préstamos ya pagada) y las ejecuciones hipotecarias fueron

335


profundamente injustas y parecen ser también una forma de

recapitalización bancaria.

Hoy en día, puede sorprender que en algunos países la deuda

hipotecaria siga siendo extremadamente popular. En Bélgica, por

ejemplo, la deuda hipotecaria privada equivale al 54,7% del PIB. En

2018, los bancos belgas habían concedido un total de 242.700 millones

de euros en préstamos hipotecarios, de los cuales 60.900 millones

estaban titulizados (Aalbers, 2019). En la actualidad, tres millones de

personas están endeudadas con los bancos al haber contratado

préstamos hipotecarios; es decir, el 55% de la población activa[3]. En

15 años, los precios del mercado inmobiliario casi se han duplicado en

todo el país, y el acceso al crédito hipotecario para los hogares menos

pudientes ha disminuido[4], agravando aún más el problema de acceso

a la vivienda. Esto significa que los bancos belgas no han restringido la

concesión de créditos hipotecarios, a pesar de que también en Bélgica

el Estado tuvo que recapitalizar algunos bancos de primer orden, entre

otros Dexia, ahora conocido como Belfius.

En España, el incentivo a la compra se reanudó a partir de 2019, como

si no hubiera pasado nada, mientras que entre enero y agosto del mismo

año se producían 100 desahucios al día por impago de alquileres, y 42

por impago de hipotecas. [5] Cerberus, Blackstone y otros fondos buitre

habían invertido en 2012-2013 en los stocks de créditos morosos de los

bancos españoles hasta el punto de poseer suficientes viviendas para

influir en gran parte del mercado residencial y hacer subir los precios

creando burbujas de alquiler. Seis años más tarde, los fondos buitre

336


querían revender las viviendas adquiridas a precios bajos pero por

unidad, considerando que la burbuja del alquiler había llegado a su límite

y que obtendrían más beneficios en el mercado de compra. [6]

En Grecia, el programa “Hércules”, introducido en octubre de 2019, ha

permitido a los bancos reducir su stock de créditos morosos del 43% en

2019 al 27% a finales de marzo de 2021. La Comisión Europea se

congratuló por ello y aprobó la ampliación del programa hasta 2022, a

pesar de la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19. [7] Al

igual que en España, los bancos griegos han titulizado sus créditos

morosos, haciéndolos circular por los mercados financieros y abriendo

la puerta a los fondos buitre con garantías estatales por valor de 12.000

millones de euros sólo para la prórroga del programa. Las y los

ciudadanos griegos probablemente sufrirán las mismas consecuencias

que los del Estado español.

Observaciones finales: La socialización de los bancos es necesaria

para hacer efectivo el derecho a la vivienda para todos

Hoy, catorce años después de la crisis de las hipotecas de alto riesgo

(subprime), las consecuencias de la crisis financiera de 2007-2008

siguen golpeando a las personas, ya que los procesos de

mercantilización y financiarización de la vivienda continúan. Al igual que

el sector de la vivienda, el sector sanitario también se ha visto afectado

por años de privatización, recortes presupuestarios, financiarización y,

en algunos casos, por la acción de los fondos buitre. El resultado ha sido

que este último sector no estaba suficientemente equipado para hacer

frente a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, que implicaba que

337


las personas se quedasen en sus domicilios. El acceso a la vivienda ya

estaba gravemente comprometido para una gran parte de la población.

Los mercados inmobiliarios residenciales de varias ciudades de los países

periféricos, pero también de Europa central, se han visto afectados por

los fondos buitre. Es el caso de Berlín, donde el gobierno berlinés se vio

obligado a reaccionar introduciendo una congelación de los alquileres

durante cinco años. Esta congelación fue anulada recientemente por el

Tribunal Constitucional Federal alemán, que dictaminó que los Länder no

eran competentes para limitar los alquileres, afirmando así el “derecho”

de los propietarios a cobrar a sus inquilinas e inquilinos un alquiler

excesivo. En la doctrina neoliberal, el derecho a la propiedad es más

fuerte que el derecho a vivir, ya que contribuye a alimentar el sistema

bancario.

El aspecto social de la vivienda debería haber sido tenido en cuenta con

más interés. Habría sido fácil imaginar que todo el mundo pudiera

beneficiarse de una vivienda adecuada, asequible y segura, mediante la

regulación del mercado privado de alquileres, la limitación de la

propiedad privada (control de los alquileres, primacía de uso para evitar,

por ejemplo, la turistización de las ciudades, etc.) o la inversión en

vivienda social y pública. No habría sido necesario dar tanto

protagonismo a los bancos, ni obligar a tanta gente a recurrir a los

préstamos hipotecarios. Tenemos razones para temer que se estén

creando nuevas burbujas cuyo estallido tendrá consecuencias mucho

peores que las descritas en nuestro análisis. La urgencia de imaginar

338


políticas de vivienda que no fomenten el recurso al endeudamiento de

los hogares está presente desde hace tiempo.

También es urgente transformar fundamentalmente el sistema bancario

e imponer su socialización. Los bancos, tal como funcionan hoy,

refuerzan las desigualdades sociales. Son las y los más pobres los que

se llevan la peor parte de las crisis que provocan, como demuestran los

cientos de miles de desahucios por créditos impagados que se han

producido en Europa durante la segunda década del siglo XXI. El

aumento de los precios del mercado inmobiliario y de alquiler en la

mayoría de las ciudades es también el resultado de las burbujas

crediticias creadas por la excesiva actividad bancaria.

Los préstamos morosos no deberían haberse titulizado y vendido a

fondos buitre. Deberían haber sido condonados en beneficio de los

hogares deudores, ya que los Estados, a través de los impuestos, y por

tanto del dinero de los contribuyentes, ya habían recapitalizado los

bancos. Si un Estado europeo hubiera querido impedir que un banco

vendiera sus créditos morosos, para garantizar que los hogares

mantuvieran sus viviendas y no pagaran el precio de la crisis, habría

tenido que tomar el control de los bancos asegurándose de ser al menos

un accionista mayoritario, y enfrentarse a las instituciones europeas y,

de forma más general, a sus acreedores.

Así pues, los interrogantes que plantea la anulación de las deudas

privada y pública, ilegítimas, ilegales y odiosas están fundamentalmente

relacionados y suponen un profundo cuestionamiento del sistema

339


bancario y del papel de los Estados. En lugar de garantizar los beneficios

de los accionistas de los bancos, éstos deberían garantizar que todo el

mundo pudiera disfrutar de sus derechos fundamentales, incluido el

derecho a la vivienda.

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housingnotprofit.org

www.actionlogementbxl.org

afectadosporlahipoteca.com

Traducción: J. A. Julián, para el CADTM

Fuente: https://vientosur.info/como-la-crisis-de-la-deuda-ha-agravado-elproblema-de-la-vivienda/

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