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Listín Diario 18-09-2021

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8 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />

SÁBADO <strong>18</strong> DE SEPTIEMBRE DE <strong>2021</strong><br />

Figuras<br />

asiáticas<br />

quedan<br />

apartadas<br />

ARTE Y DISEÑO<br />

Por ROBERT ITO<br />

En el firmamento de los superhéroes<br />

de Marvel, están Spider Man y<br />

Iron Man y el Capitán América y...<br />

¿Shang-Chi?<br />

Uno de los miembros menos conocidos<br />

en el listado de la compañía<br />

de cómics, Shang-Chi, también<br />

conocido como el Maestro del Kung<br />

Fu, no era familiar para muchos de<br />

los creadores que Disney y Marvel<br />

Studios contrataron hace años para<br />

dar vida cinematográfica al personaje.<br />

Destin Daniel Cretton, director<br />

de Shang-Chi y la Leyenda de los<br />

Diez Anillos, ahora en estreno mundial,<br />

nunca había oído hablar del<br />

personaje cuando era niño. Tampoco<br />

el actor canadiense Simu Liu,<br />

que interpreta a Shang-Chi en el<br />

filme.<br />

Cuando al guionista David Callaham,<br />

fanático de Marvel de mucho<br />

tiempo, le propusieron el proyecto<br />

y le dijeron que incluiría a un superhéroe<br />

asiático, pensó que tenía que<br />

ser Amadeus Cho, también conocido<br />

como el Hulk coreano-estadounidense.<br />

Cuando Callaham se enteró<br />

de que sería Shang-Chi, “dije: ‘no<br />

sé qué es eso’”.<br />

Mucha gente tampoco lo sabía.<br />

Esto brindó a los creadores mucha<br />

libertad para crear Shang-Chi, estelarizada<br />

por Liu como un joven<br />

valet de hotel de origen chino-estadounidense<br />

que trata de escapar<br />

del control de su autoritario padre.<br />

La cinta es la primera y única<br />

película de superhéroes de Marvel<br />

estelarizada por un protagonista<br />

asiático, con un director y guionista<br />

asiático-americano, y basada en un<br />

personaje que en realidad era asiático<br />

en el cómic original.<br />

Cuando The Hands of Shang-Chi,<br />

Master of Kung Fu fue publicada<br />

por primera vez en 1974, la serie<br />

presentaba peinados de los años 70<br />

y material original que databa de la<br />

Inglaterra de los años 20. También<br />

fue una de las más racialmente problemáticas<br />

de Marvel, con rostros<br />

Cineastas reinventaron al héroe Shang-Chi para combatir estereotipos racistas. Simu Liu, como Shang-Chi.<br />

asiáticos representados en llamativos<br />

naranjas y amarillos.<br />

Su estrella pasaba gran parte de<br />

su tiempo sin camisa y descalzo,<br />

soltaba clichés de galletas de la fortuna<br />

en un inglés poco natural y se<br />

juntaba con chicos británicos.<br />

Luego estaba su papá. El padre<br />

de Shang-Chi era Fu Manchu, el archivillano<br />

creado por el novelista<br />

británico Sax Rohmer en 1913.<br />

“Fu Manchu era problemático<br />

por mil millones de razones”, señaló<br />

Callaham, por lo que no fue<br />

incluido en la película.<br />

Aun sin Fu Manchu, Marvel quería<br />

preservar la relación familiar al<br />

centro de la historia, pero con una<br />

figura paterna que atrajera a un actor<br />

eminente.<br />

“Cuando preguntaron a quién deberíamos<br />

conseguir para interpretar<br />

al padre, el primer nombre que<br />

salió de mi boca fue Tony Leung”,<br />

dijo Cretton.<br />

Contratar a Leung fue parte de<br />

un esfuerzo más grande para llenar<br />

la historia con asiáticos, algo que<br />

los cómics rara vez hacían.<br />

Este relato más reciente de artes<br />

marciales está repleto de rostros<br />

asiáticos, incluyendo a estrellas de<br />

Hong Kong como Leung y Michelle<br />

Yeoh, y actores asiático-americanos<br />

como Awkwafina, Fala Chen y<br />

el comediante Ronny Chieng.<br />

Durante mucho tiempo, dijo Liu,<br />

“el género de las artes marciales<br />

se centró en esta historia del pez<br />

fuera del agua, que a menudo se<br />

desenvolvía en el Estados Unidos<br />

de raza blanca y se enfocaba en<br />

personajes blancos. Creo que ya<br />

era hora de verdaderamente reivindicar<br />

esa narrativa y contar<br />

una historia bajo nuestros términos<br />

sin una lente enfocada en la<br />

raza blanca”.<br />

Eso significaba dar un reinicio al<br />

propio Shang-Chi. Atrás quedó el<br />

vestuario anticuado y el inglés poco<br />

natural. Este héroe sería alguien<br />

con que la gente se podía identificar,<br />

incluso chistoso.<br />

Los creadores hicieron una lista<br />

de estereotipos de Hollywood<br />

sobre los asiáticos que esperaban<br />

disipar. En su película, la comedia<br />

provendría de los personajes asiáticos<br />

y no serían el blanco de los<br />

chistes.<br />

“También estábamos muy interesados<br />

en retratar a Shang-Chi como<br />

románticamente viable, como hombre<br />

asiático”, dijo Callaham, “y a la<br />

vez muy consciente del estereotipo<br />

opuesto de las mujeres asiáticas,<br />

donde están sobresexualizadas o<br />

son como un fetiche”.<br />

JASIN BOLAND/ESTUDIOS MARVEL<br />

Para Callaham, uno de los momentos<br />

más memorables en la<br />

creación de la película no tuvo nada<br />

que ver con las escenas de artes<br />

marciales.<br />

“Estaba escribiendo una secuencia<br />

en la que Shang-Chi está en San<br />

Francisco y convive con sus amigos”,<br />

dijo.<br />

“Por lo general, me contratan<br />

para escribir un papel de estrella<br />

de cine para que podamos atraer a<br />

una estrella de cine, y típicamente<br />

no han sido rostros asiáticos”, explicó.<br />

“Por lo general, es un hermoso<br />

hombre blanco llamado Chris o<br />

algo así. Y qué bien por ellos, pero<br />

siempre he tenido que ponerme<br />

en una posición de imaginar cómo<br />

sería ser otra persona. Ésta fue la<br />

primera vez en mi vida que he podido<br />

sentarme y ya no tener que<br />

imaginarlo”.<br />

Venta de obras falsas se multiplica<br />

Por MILTON ESTEROW<br />

Cualquiera que piense que las<br />

obras de arte declaradas como falsas<br />

simplemente desaparecen en<br />

la desgracia o son destruidas debe<br />

hablar con Jane Kallir, autora del<br />

catálogo razonado de Egon Schiele,<br />

el pintor austriaco. Fue ofrecida<br />

la misma acuarela falsa de Schiele<br />

para su autenticación, dijo, 10 veces<br />

por 10 coleccionistas diferentes.<br />

O tal vez charlar con David L. Hall,<br />

el exfiscal estadounidense que<br />

solía manejar casos del personal de<br />

delitos de arte del FBI. Le contará<br />

de una acuarela de Andrew Wyeth<br />

que salió al mercado tres veces<br />

después de que el propio Wyeth la<br />

declaró falsa. Un comerciante había<br />

pagado 20 mil dólares por ella, y<br />

cuando intentó venderla en el 2008,<br />

el curador de la colección de Wyeth<br />

la reconoció y llamó al FBI, que la<br />

confiscó.<br />

El FBI se la entregó a Hall como<br />

muestra de agradecimiento por todos<br />

los años que pasó investigando<br />

estos casos. “Está en un estante de<br />

mi oficina”, dijo. “Al recibirla, escribí<br />

‘falsificación’ con tinta en la parte<br />

de atrás”.<br />

Las obras declaradas falsas a<br />

menudo siguen disfrutando de diversas<br />

vidas, según los agentes.<br />

Algunas son conservadas por universidades<br />

como instrumentos de<br />

estudio, otras como legado de donadores<br />

bien intencionados que carecían<br />

de un ojo experto. Unas fueron<br />

usadas por un agente de fuerzas del<br />

orden con el fin que de crear una falsa<br />

apariencia de riqueza con pinturas<br />

de lujo en un yate como parte de<br />

una operación encubierta.<br />

Pero muchas obras tienen una segunda<br />

vida que se parece mucho a la<br />

primera: como falsificaciones recicladas<br />

para compradores incautos.<br />

Jack Flam, director del Dedalus<br />

Foundation, fundada por el artista<br />

Robert Motherwell para fomentar<br />

la comprensión del arte moderno,<br />

dijo que mientras armaba el catálogo<br />

razonado de las obras de Motherwell,<br />

le dijo a un coleccionista<br />

que su cuadro no sería incluido por<br />

ser falso. Varios años más tarde<br />

apareció otro coleccionista que<br />

compró ese cuadro falso al primer<br />

coleccionista, y recibió la misma<br />

noticia decepcionante.<br />

Kallir, experta en Schiele y presidenta<br />

del Kallir Research Institute,<br />

dijo que veía, en promedio, una<br />

falsificación a la semana. “A veces,<br />

vuelven una y otra vez, pero con diferentes<br />

dueños”, dijo.<br />

El tema es complicado porque el<br />

hallazgo de que algo es falso a menudo<br />

no es más que una opinión,<br />

confiable, de un experto. Los propietarios<br />

no siempre están dispuestos<br />

a aceptar que han sido engañados,<br />

especialmente si han pagado<br />

mucho por la obra desacreditada.<br />

KALLIR RESEARCH INSTITUTE; JEENAH MOON PARA THE NEW YORK TIMES<br />

“El coleccionista no quiere anunciar<br />

al mundo que tiene una obra<br />

falsa”, dijo James Roundell, comerciante<br />

de arte en Londres.<br />

Los Harvard Art Museums, en<br />

Massachusetts, tienen alrededor<br />

de 250 obras falsas donadas por<br />

coleccionistas y comerciantes. Miriam<br />

Stewart, curadora de la colección<br />

de la división de arte europeo y<br />

estadounidense, dijo que las obras<br />

falsas van desde Daumier y Corot,<br />

hasta Matisse y George Inness.<br />

“Durante mucho tiempo éramos<br />

Obras atribuidas<br />

incorrectamente<br />

al pintor Egon<br />

Schiele en<br />

un cajón del<br />

Kallir Research<br />

Institute, en<br />

Nueva York.<br />

conocidos como una especie de bodega<br />

de obras falsas”, dijo. “Ahora<br />

no las aceptamos activamente”.<br />

Por muy convincentes que puedan<br />

ser las falsificaciones, pierden<br />

valor una vez desenmascaradas.<br />

“Tengo tres óleos y casi 20 obras<br />

en papel falsas de Schiele que en su<br />

mayoría fueron abandonadas por<br />

personas que originalmente las<br />

trajeron para su autenticación”,<br />

dijo Kallir. “Después de que les dimos<br />

nuestra opinión, no las quisieron<br />

de vuelta”.

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