Telenovela_y_Reflexividad
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subraya la representación de lo cotidiano, mientras la otra subraya el aspecto
emocional-lacrimógeno que, en jerga popular, se ha llamado lo “cebollero”; mientras
una postura señala que el melodrama representa los problemas de las personas
comunes y corrientes, la otra postura desprecia a las audiencias que disfrutan del
melodrama. El mismo realizador es presentado como representante chileno del
género, mientras el aludido declara que el melodrama no es un género que ha
trabajado. Estas posturas discrepantes muestran la dificultad de definir el género del
melodrama, mirado desde la obra audiovisual.
Frente a esta falta de claridad, la mirada hacia el melodrama y lo
melodramático se ha enriquecido con nuevas perspectivas multidisciplinares, como
los fuertes cambios en la comprensión del horizonte político-cultural de amplios
grupos latinoamericanos, la semiótica de la representación en diversos lenguajes y
géneros, nuevas concepciones acerca de la percepción y de la emocionalidad, el
hecho de la globalización de la telenovela; todas estas nuevas miradas
interdisciplinares obligan a complejizar las concepciones previas acerca del
melodrama.
1. Contexto socio-político y narración audiovisual
Las décadas de los setenta y ochenta están caracterizadas en Chile por el
fracaso del proyecto socialista de la Unidad Popular, con sus terribles
consecuencias de dictadura, muerte, y exilio. Una cantidad considerable de la
militancia política chilena y de la intelectualidad académico-cultural —vinculada al
centro político, pero mayoritariamente a una variopinta izquierda con importantes
diferencias internas— vivirá un prolongado exilio en Europa occidental y en la
Europa del Este, experimentando el socialismo real en su propia vida cotidiana.
Este exilio de unos veinte años permitió una doble experiencia a los
refugiados chilenos. Desde un punto de vista teórico-ideológico, el exilio en Europa
permitió el contacto intelectual con la profunda revisión de los paradigmas
deterministas que, desde la física clásica de los siglos XVIII y XIX, se habían
proyectado hacia las ciencias sociales 2 . La implosión del determinismo proyectado a
2 El determinismo de la física de Newton (siglo XVIII) y convertido por Laplace (siglo XIX) en la
norma epistemológica de la ciencia condujo a algunas disciplinas sociales a esfuerzos por la
búsqueda de leyes determinísticas bajo la noción de causa-efecto para la vida social, y a