La Gorda Magazine Año 8 Edición Número 84 Enero 2022 Portada: Andrés Barreras

Un hombre que se hizo
ídolo y ahora comienza la
Leyenda.
“Tú sabes conocer a un
gran artista como Vicente,
lo que me encanta de él, es
que es único en su clase”,
estas fueron las sencillas,
pero concretas palabras del
emblemático artista de Jazz,
el gran Tony Bennett hacia
“El Charro de Huentitán”.
La música fue el amor de sus amores,
arte que transformó en sentimiento y
con el paso del tiempo se alojó en algún
rincón de su corazón junto con todo
lo que amó, el nombre de la leyenda
mexicana y su increíble legado musical
vivirán para la posteridad.
No solamente la industria musical, ni los
millones de fans alrededor del mundo
perdieron al último charro mexicano
que transformó la música Ranchera
y la expuso en alto con el corazón, sino
también cada una de las personas que han
vibrado y han experimentado esa sensación
extraña en la piel con las canciones de
“Chente Fernández”, como le decíamos
todos con cariño y respeto.
Su música se centraba a menudo
en el amor y la pérdida, aunque
también con un alto grado de
confianza y actitud. Su icónica
interpretación de la canción “Volver
Volver” lo impulsó a la fama, pero es
en otro gran éxito, “Por Tu Maldito
Amor”, donde su agonía y su anhelo se
manifiestan plenamente.
Vicente Fernández brilló por sí solo, su
voz, carisma y sencillez completaban el
porte y personalidad que naturalmente
manejaba el ídolo mexicano, fuere donde
fuere, estuviera con quien estuviera.
De trabajar de bolero, lavaplatos, peón
de albañil, pintor y algunas más labores
que realizó en Tijuana a lado de su padre,
Vicente Fernández se convirtió en un ídolo
para el pueblo mexicano consecuencia de
su increíble vos y la manera sorprendente
de interpretar música como nadie, un
artista real.
Sin duda, después de tantas décadas de
influencia, Vicente Fernández y su obra
seguirán siendo queridos. Su música
perdurará en el cancionero mexicano.
- Su primer sueldo como cantante fue
de 35 pesos, en La Calandria Musical,
programa del canal 6 de Guadalajara,
donde ganó un concurso.
- En 1975 subió al escenario a su hijo
Alejandro, de cuatro años,
y cantaron juntos por
primera vez.
“El Ídolo de México”
“El Sinatra de las
Rancheras”
“El Rey de la Canción
Ranchera”
“El Cuarto Gallo”
HOMENAJE
“El Charro de Huentitán”
#LGM / ENERO 2022
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