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VOLVEMOS AL
NORTE…
P O R M . A M P A R O S O L E R
Un recorrido por la gastronomía y
los paisajes norteños, unos de los
mejores de España
Vista de las montañas hacia el mar Cantábrico
Volvemos al norte, sí, al norte de la Península
Ibérica, al norte de España, a uno de los parajes
más atrayentes de la geografía europea… Aquí
viven dos buenas amigas, que nos reciben en su
casa frente al mar Cantábrico, y donde llega una
fresca brisa que nos recuerda a nuestra niñez…
V I S T A D E L O S P I C O S D E E U R O P A D E S D E F U E N T E D É
Hola Isabel. Hola Marta… Muchas gracias
por recibirnos en este inigualable entorno.
Isabel: Gracias a ti por hacernos esta
entrevista y por permitirnos mostrar los
encantos de nuestra tierra a todas las lectoras.
Marta: Absolutamente. Muchas veces, cuando
tengo un mal día, me basta con mirar por la
ventana y ver el mar… ¡Mi actitud cambia de
manera flagrante!
Playa de Merón
Marta: ¡Nos hace mucha ilusión dar a conocer
nuestra “tierruca” (es así como la llamamos
aquí, utilizando nuestro sufijo característico) a
los lectores de Mexicanísima!
No sé si os pasa como a mí…, pero los que
hemos nacido cerca del mar, nunca podemos
pasar demasiados meses alejados de él…
Isabel: Sí, es una suerte poder disfrutar de su
inmensidad y vivir cerca de él. ¡La ciencia ya
ha demostrado que tiene muchos beneficios
para la salud! Es muy fácil caer rendido ante
la belleza salvaje y la bravura del mar
Cantábrico.
Playa de Los Locos
(Suances)
Isabel en el Monte La Picota
Contadnos, ¿qué tiene de especial el norte de
España y por qué amáis vivir rodeadas de
estos paisajes tan verdes? Desde luego, son
espectaculares…
Isabel: La majestuosidad y la cercanía de la
imponente cordillera Cantábrica y la costa…
Es un lugar que te permite practicar deportes
de invierno por la mañana y, por la tarde,
estar en la playa. Se trata de una región que, a
pesar de que no cuenta con grandes
dimensiones, posee una gran diversidad de
paisajes naturales.
Marta en el mirador de Santa Catalina
Marta: Sí, pese a ser menos conocida
internacionalmente, Cantabria tiene muchos
pequeños (y grandes) encantos. Puedes
perderte en cualquier punto y encontrar un
rincón verde precioso que te conduce a una
pequeña senda o a una gran montaña.
Vistas del puerto de Montaña de Palombera
Senda fluvial de Nansa, en el camino lebaniego
Y, para nuestras lectoras de MEXICANÍSIMA,
¿qué lugares recomendáis para una visita
imprescindible a vuestras tierras?
Isabel: Se puede comenzar por la capital,
Santander, con un paseo por su bahía, una de
las más bellas del mundo, y el Palacio de la
Magdalena, la residencia de verano de la
familia real española en el siglo pasado, para
terminar disfrutando del atardecer en el faro
de Cabo Mayor. Igualmente, visita obligada
son pueblos como la villa medieval de
Santillana del Mar y Comillas, que cuenta con
numerosas obras arquitectónicas modernistas.
Asimismo, si nos vamos al interior, una
excelente excursión es el valle de Liébana en
los Picos de Europa, cuya capital es Potes. En
cuanto a las playas, las visitas obligatorias son
San Vicente de la Barquera, Suances, Somo y
Langre. También es muy recomendable un
paseo por los acantilados de Costa Quebrada.
Además, hay una gran cantidad de cuevas
prehistóricas, como las de Altamira o las de
Monte Castillo.
Marta: Sí, la lista de lugares con encanto que
visitar es infinita, los pueblos que ha
comentado Isabel son mis favoritos. En
Comillas, donde está la universidad en la que
trabajo (un edificio del siglo XIX precioso), los
turistas siempre se sorprenden porque,
además de los paisajes tan emblemáticos, es
posible encontrar enclaves tan pintorescos
como el Capricho de Gaudí o el cementerio
modernista asomado al mar sobre las ruinas
de una antigua iglesia. Hay muchos rincones
más, pero no queremos revelarlos, ¡tienen que
venir a conocerlos!
Sin lugar a dudas, se trata de sitios que,
aunque sea una vez en la vida, no podemos
dejar de conocer… Pero, por lo que sé,
Cantabria, Asturias… son comunidades
españolas en las que podemos encontrar
muchos otros atractivos, ¿verdad? ¿Qué otras
cosas, no solo les atrapan a ustedes, sino que
enamorarían a cualquier persona que venga
por estas tierras?
El Capricho de Gaudí (Comillas)
Isabel: Además de los paisajes, la gastronomía
es una de estas cosas, por supuesto. También,
el carácter de la gente y sus tradiciones, como
La Vijanera, una mascarada de invierno que se
celebra el primer domingo de cada año; o el
Camino Lebaniego, un camino de
peregrinación hasta el monasterio de Santo
Toribio de Liébana, declarado Patrimonio
Mundial de la UNESCO. Los visitantes que
deciden pasar unos días en esta zona del
norte de España siempre repiten, ¡por algo
será! Animamos a todas y todos a descubrirlo.
Famosa credencial que se otorga al peregrino
al realizar el Camino de Liébana
Marta: ¡Y la comida! ¡No podemos olvidarnos
de la comida, como ha comenzado diciendo
Isabel! La mezcla de mar y campo que
tenemos en estas tierras norteñas de España
nos permite tener una gastronomía exquisita
tanto en carne como en pescado y, por
supuesto, podemos presumir de bebidas como
el orujo o el vino. ¡Disfrutar de una copa con
vistas al Cantábrico es inigualable!
Esos gustos los compartimos…: el buen vino,
la buena gastronomía…
Isabel: Así es, Cantabria es un deleite para los
sentidos.
¿Qué grandes restaurantes encontramos por
aquí y cuáles son los platillos más típicos?
Isabel: Sin duda, los pescados y los mariscos
del Mar Cantábrico. Hay que destacar las
anchoas (bocartes con aceite de oliva y sal),
los embutidos y los quesos. También en
invierno, cuando las temperaturas son bajas,
son muy típicos el cocido montañés y el
cocido lebaniego, platos de cuchara que son
propios de zonas de interior. Y…, como dulces,
los que se elaboran con leche de las vacas
frisonas, como la quesada, los sobaos
pasiegos, el arroz con leche o la leche frita…
Degustación de quesos cántabros / Surtido de embutidos típicos
Cocido montañés
Marta: Sí, efectivamente, no podemos
olvidarnos de los dulces. Particularmente, yo
soy una enamorada de un pequeño dulce de
hojaldre llamado “corbata”, típico de la zona
costera de Unquera.
Tomamos nota de todas estas ideas, amigas.
Isabel y Marta se despiden. Ambas son
profesoras de lenguas en la universidad y
deben volver a sus despachos y a sus clases.
Eso sí, no saben qué vistas tienen desde sus
ventanas… Envidiables… En cuanto puedan,
no duden en venir, ellas nos invitan a un
buen café, o a un buen vino…
Vistas desde el edificio universitario en Comillas