TFMartaLopezCamachoRodin
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MENA. TRANSICIÓN A LA VIDA ADULTA 16
El número de plazas disponibles para los mayores de edad varía en función del
territorio, pero se estima que oscila entre 13 y 80 plazas. Si hablamos de su
disponibilidad, no siempre existen plazas suficientes. En el caso de Málaga, se tuteló a
38.816 menores en el año 2008, siendo el total de plazas unas veinte para toda la
provincia (Blancas y Jurado, 2010). En cuanto a los problemas que existen como
consecuencia de la falta de recursos, debemos añadir que durante la estancia en los
centros, estos jóvenes han tenido sus necesidades básicas cubiertas y se han podido
también beneficiar de los recursos que la administración destina, siendo acompañados
en el proceso por un equipo de profesionales. Sin embargo, al cumplir 18 años, esta
realidad se transforma por completo. Los menores que no disponen de un recurso
después de su salida de los centros viven situaciones de sinhogarismo, deterioro de su
salud, prostitución masculina y ausencia de apoyo afectivo y familiar, entre otras
muchas (Blancas y Jurado, 2010). En relación con esto mismo, la Asociación Pro
Derechos Humanos en Córdoba (2009), realizó un estudio sobre la situación de estos
jóvenes extutelados y reflejaba que de los dieciocho casos valorados, tan solo tres de
ellos se encuentran en una vivienda normalizada y seis jóvenes viven en circunstancias
extremas de sinhogarismo o viviendas ruinosas.
Esta falta de recursos para extutelados conlleva, en muchos casos, que las pocas
plazas disponibles se destinen a jóvenes con mejor pronóstico de inserción, y por lo
tanto, se descarte a aquellos que presenten problemas de tipo mental, adicciones o
causas pendientes con la justicia (Bravo et al. , 2010). De esta manera, y siguiendo el
informe de la Fundación Internacional Simetrías (2014), uno de los perfiles de éstos en
España se corresponde con menores extutelados que al cumplir la mayoría de edad no
tiene acceso a pisos de autonomía y quedan abocados a graves situaciones de exclusión
social. El mismo informe se muestra contundente en este aspecto apuntando que “se les
rescata de menores para dejar que se hundan solos al cumplir los 18 años” (Simetrías
Fundación Internacional, 2014, p.112). Por lo que podríamos decir que esta limitación
está generando problemas añadidos que repercuten directamente en los jóvenes.
El proceso de transición a la vida adulta es un hecho que les genera a estos
chicos y chicas una sensación de incertidumbre y desconcierto. Éstos, deben hacer
frente a una serie de cambios relacionados con su ubicación física, referentes adultos, su
condición de protegidos a ciudadanos adultos y el cambio de recursos en cuanto a
necesidades que deben cubrir por sí mismos de manera sumamente rápida. Todo ello
unido a que se encuentran en un periodo del ciclo vital, como es la adolescencia en el