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Libro - El universo del prematuro - Hospital La Serena

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Mi vida antes de él cómo extranjera y negra pues era muy pretenciosa,

siempre arreglada con mi pelo impecable, actualizada en la moda y mi

hobby era ir a la tienda y comprar zapatos, hoy en día me río a

carcajadas porque todo cambio en el momento que me dieron la noticia

que iba ser madre. En realidad lo único que deseaba era darle mi vida

a ese angelito que luchaba por su vida.

En realidad a veces me olvidaba que existía un cepillo de pelo, mi mejor

y más apreciado peinado era una cola recogida que casi me llegaba a la

frente yo misma lo apodé el moño Lety, es que ya había una persona que

esperaba por mí en la UCIN. Cada día me sentía tan acogida con ese lugar con

las personas que trabajan ahí todo el personal llegué a admirar el trabajo

que hacían porque con dedicación y esfuerzo luchaban por cada bebé

para sacarlo adelante, yo visualizaba todo.

Nunca deje de sentir miedo, recuerdo que me acerque a la

psicóloga le pregunté si existía una Virgen para ir a orar, ella

amablemente me llevó hasta ahí ,la verdad me sentí muy

agradecida con ella porque eso era lo que yo necesitaba tener un lugar

donde orar ,llorar y hasta reírme con los videos que le hacía a mi niño. La verdad no sé

dónde he sacado tantas fuerzas, mi caso era terrible complicado prácticamente sola en el

país. A veces cuestionaba a Dios ,le preguntaba “por qué tantas pruebas mi Dios”. Quizá

nadie me entienda pero yo sentía una presencia muy fuerte cada momento que oraba , es

ahí donde día tras día conocía personas, veía varias mamitas llorando ,muy tristes

desoladas y yo las invitaba a orar, yo quizá con más problemas que todas pues las

escuchaba las aconsejaba y les decía confía en Dios que todo va a estar bien. A veces ellas

llegaban y me guardaban mi lugar mi silla, la verdad me sentía bien haciendo el bien ahí.

Después ya no éramos sólo las mamitas, se estaban acercando el personal del hospital,

éramos un grupo grande. La verdad no sé, de repente me volví consejera, pues le

aconsejaba que vinieran a ver a sus hijos les decía que la presencia nuestra hacía ellos les

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