EMBAJADORA DE LA ALEGRÍA.
“yo pude echar para adelante, siempre con mi optimismo, aunque hubiese otras cosas que surgieron en mi vida desde niña. Nada paró este espíritu mío”. “¡Cállate niña, siéntate!”. Resulta que me di cuenta ahí que era una artista, así de cantar como Rocío Dúrcal. Y en un evento que hubo en Puerto Rico que se llamaba “Viva la gente”, que yo fui a verlo el primer año que pasé en la universidad, vi ese grupo y yo dije: “No, yo tengo que estar ahí en ese escenario”. Me di cuenta en esos dos momentos de que yo era para estar en escenarios, fue como que me tocó el corazón. Yo recuerdo que en el show entero yo lloraba, la gente aplaudía y yo lloraba, era como de emoción. RS: ¿Cómo lo tomó su familia en ese momento? CG: Recuerda que en mi familia existió un Freddy, que era muy conocido. Mi padre que era un abogado, era muy artista, un hombre con una afinación muy grande, aunque fue juez de la Suprema Corte de Justicia toda su vida hasta que murió, pero era un artista de espíritu. Recuerdo que cantaba canciones con él, con todo y que en mi casa había cierto problema; él fue que le dijo a Freddy Ginebra: “Mira, mi hija canta lindo”, quien empezaba el programa “Gente”, y Freddy dijo: “¡Ay, yo quiero conocerla!”. Cuando me conoció con mi pelo largo, canté en el show de Freddy Ginebra y de ahí en adelante ya me contrataron y seguí mi arte. RS: Cuéntenos de su infancia, con sus hermanas y padres. CG: Mi infancia, como cuento en mi libro, fue una infancia difícil, porque yo conocí la violencia doméstica. Fíjate que la violencia no tiene que ver con raza, ni colores, ni riqueza, ni pobreza, ni con clases sociales. Tristemente, está la violencia doméstica y tú la vives no importa donde tú estés, ni quien tú eres. Mi padre era un hombre que cuando bebía un trago era otra persona. Fue un hombre maravilloso, un juez maravilloso, pero cuando bebía un trago era un hombre de ira y de problemas muy grandes. Y yo crecí con eso, pero nunca permití que se me quitara la alegría. Yo le decía a mi mamá: “¿Mamá, yo sigo siendo “alegrica”, verdad?”. Me decía: “Sí, tú sigues Jueves 22 de diciembre de 2022 <strong>Ritmo</strong> <strong>Social</strong> > 41