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su única esperanza de escapar de la maldición. ¡Mentirosos! Él podría hacer que ella se enamorara de él con
bastante facilidad si se veía como antes: guapo, bien arreglado, algunos podrían decir arrogante.
Entonces, las mujeres se manejaban fácilmente. Unas cuantas palabras floridas de amor, fingiendo cierto interés
en lo que tenía que decir, tal vez mostrando una pretensión de vulnerabilidad y la chica era suya. Y a menudo ni
siquiera necesitaba recurrir a esas tonterías; sólo si la chica era extremadamente hermosa se molestaría en tratar de
ganarse su admiración. Por lo general, su apariencia por sí sola era suficiente para atraparlos hechizados.
Pero la forma en que se veía ahora ... No tenía idea de cómo hacer esto con Belle. Se puso de pie,
sintiendo las sábanas ásperas y andrajosas con las yemas de sus patas. Quizás él debería deja entrar a los
sirvientes para hacer la cama, limpiar las ventanas y fregar los pisos. Que viviera más como un ser humano
que como el monstruo en el que se había convertido.
Se puso de pie con las piernas temblorosas, todavía mareado por la oleada de ira animal que había sentido cuando
escuchó a Belle llamarlo monstruo. Se trasladó a la repisa de la chimenea, donde guardaba el espejo encantado que las
hermanas le habían regalado mucho antes. Se quedó allí por un momento, respirando profundamente antes de mirarse a
sí mismo. Había pasado demasiado tiempo desde que había visto su propio reflejo. Tenía que ver cómo sus odiosas
hazañas se habían grabado en su rostro.
Su pata descansaba sobre la sábana que cubría el marco. Luego, en un movimiento,
arrancó la sábana y la arrojó a un lado, revelando el espejo y el reflejo empañado que le
devolvía la mirada.
¡Monstruo!
El único indicio de lo que había sido una vez fueron sus conmovedores ojos azules, que rebosaban de
humanidad. Esos no habían cambiado. Seguían siendo suyos.
Pero en todos los demás aspectos, se había convertido exactamente en lo que temía. Y, de hecho, era
peor de lo que jamás hubiera imaginado.
Sus rodillas se doblaron cuando su mundo comenzó a cerrarse. Su alcance se volvió más estrecho hasta que se
encontró en la más absoluta oscuridad, girando en espiral hacia una visión de su pasado, de sí mismo como había sido
antes, antes de convertirse en un monstruo. Antes de el