Cabezón 48

Hay una maldición china que dice así: “Ojalá vivas
en épocas interesantes”. No sé si es realmente
una máxima china o la frase célebre de alguien
olvidado, que a fuerza de la repetición, se ganó
fama oriental. Lo que sí creo es que no se trata de
ninguna maldición: para algunos, vivir épocas interesantes,
antes que ser un motivo de preocupación,
puede transformarse en la oportunidad para
crecer y descubrir cosas que, de otra manera, tardarían
años o décadas. Esto es lo que ha ocurrido
durante este año, tan interesante, y tan importante
para todos.
Me lo confirma el hecho de que ustedes, los verdaderos
afectados, hayan mantenido a flote a su
promoción con todas las herramientas que han recibido
de quienes los acompañamos durante tanto
tiempo. Y también ese es el motivo por el cual, al
terminar este ciclo, antes que recordar los obstáculos
y los malos momentos, decido celebrar todo
lo bueno y hermoso que lograron.
Primero, que en una época en la que se exigía distancia,
cada uno logró conectarse con su colegio y
con su promoción. Esto fue crucial, pues además
de mantener vivos los hilos que los mantenían
unidos, nos sirvió a los adultos para mantenernos
fuertes y con ganas de avanzar. Sin duda, algo de
mágico hubo durante estos días extraños, en los
que para conversar necesitamos cámaras y pantallas:
siento que la conexión cada día se mantuvo,
incluso cuando no podíamos vernos, y solo escucharnos;
o cuando no se pudieron conectar un
día, por algún motivo; o ya, el colmo, en esas raras
instancias en las que se mantuvieron conectados
y al llamarlos, no pudieron contestar.
Segundo, que en una época en la que se puso en
duda la posibilidad de mantener vivo el aprendizaje,
cada uno aprendió algunas de las cosas
más importantes de su vida. Aprendió a manejar
situaciones inauditas (no inéditas, como se dice
ahora), y conoció de qué es capaz. Y nos obligaron
a nosotros, los adultos, a aprender y desaprender
muchas cosas. Y ambos descubrimos
mucho. Ustedes descubrieron a Chayanne, por
ejemplo, y yo descubrí mi querida flecha online,
con la cual tomamos tantas decisiones de vital
importancia.
Finalmente, quiero dejar claro que han demostrado
al mundo, y se han demostrado a sí mismos,
que son actores de cambio. Por ejemplo, el hecho
de que pudieran encontrarse en una graduación
se debió a su deseo de volver a verse en su colegio,
y cerrar el ciclo que empezaron hace tiempo.
Por eso, y mucho más, me despido de ustedes con
mucho orgullo y un gran abrazo.
Luciano Boudri
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