Nicolás Larenas, Gerente de Operaciones - alcorp

¿Cuáles fueron los primeros pasos de la empresa?
La visión empresarial y los primeros pasos en el área de la construcción comienzan
a tomar forma con mi padre José Luís Larenas Muñoz. Desde 1941 realizó numerosos
proyectos de construcción en la zona sur de Chile, de los cuales aún quedan poblaciones,
Cuando decidió independizarse, se asoció con un colega, don Emilio Collados, hermano
del ingeniero civil, Modesto Collados, en aquel entonces un asesor del Ministerio de Vivienda
y que más tarde fue Ministro de Vivienda, durante la presidencia de don Jorge Alessandri.
En 1955 mi padre formó esta sociedad constructora, lo cual marca el hito de inicio para
nuestra larga historia como empresa. Esta sociedad duró un par de años y posteriormente
siguió él solo al mando de la constructora. Al principio él era el constructor, jefe de
funcionamiento de esta empresa. Siempre cumplió a sus clientes con mucha humildad y
responsabilidad.
Fue así como construyó 27 estaciones de servicio COPEC, le construyó al Banco
del Estado, a las Aldeas Infantiles SOS, a la CORVI, y muchos trabajos a empresas y
particulares. Estuvo en el área de la construcción durante 37 años, hasta 1978, cuando
decidió retirarse y dedicarse al campo. Generó trabajo para miles de personas y su legado
perdura hasta el día de hoy. Un gran ejemplo para nosotros.
¿Cómo llegó la empresa a lo que es hoy?
Desde el año 1974, fecha en que me incorporé a esta empresa, fue cambiando la
forma administrativa. Contratamos a profesionales que fueron abarcando diferentes áreas
de la empresa, lo que nos permitió crecer y entrar al área inmobiliaria. Sin embargo, el gran
cambio se vio cuando se incorporó mi hijo José Luis en el año 1996, quien implementó
nuevas técnicas de administración y procedimientos de construcción que cambiaron el
rostro de la empresa. Más tarde, el año 2000 se incorporó mi hijo menor Nicolás, quien fue
clave para hacer competir a la empresa junto a los grandes del rubro. Fue un excelente
complemento a los cambios que se producían en la empresa. Ambos hijos estudiaron en
la Universidad Católica. También contamos con la ayuda externa de mi hijo Eduardo, quien
trabaja en Estados Unidos, y de mi hija María Teresa, que es periodista.
Todo fue para mejor, ya que hemos tenido la oportunidad de dar trabajo a una gran
cantidad de profesionales, especialistas y gente de terreno. La media en los últimos años ha
estado alrededor de 300 personas mensuales, entre gente de obra y planta.
¿Cuáles han sido los principales logros de estos últimos años?
Claramente ha sido el enfoque a obras de mayor envergadura y complejidad,
norte hasta la IX por el sur. Esto no habría sido posible sin dos factores que consideramos
clave: capacitación y prevención de riesgos.
En relación a la capacitación, la empresa que no capacita a su personal no puede optar
a trabajos más especializados. Con esta premisa y con la ayuda de la OTIC de la Cámara
Chilena de la Construcción, nuestra empresa ha realizado año a año cursos de capacitación
en terreno, los rendimientos y productividad claramente han aumentado. Al mismo tiempo
se hacen cursos para los familiares de nuestros trabajadores, lo que ha sido valorado por las
familias, ya que se le entregan herramientas adicionales para salir adelante y sobresalir.
Una de las materias en que hemos hecho mayor énfasis en los últimos años es en la
prevención de accidentes laborales. Hemos bajado nuestras estadísticas de accidentes de
posición de liderazgo entre todas las empresas constructoras de Chile.
El crecimiento ha traído cambios como la estructuración de una sociedad
anónima. ¿Qué implicancias tiene esto?
Hasta hace dos años éramos una sociedad de responsabilidad limitada. Sin embargo,
nos dimos cuenta que tanto desde el punto de vista comercial, tributario, como legal,
nos convenía transformar la empresa en una sociedad anónima, que nos permitiría tener
un crecimiento más ordenado y con mayores expectativas. Simultáneamente formamos
empresas que prestan servicios, lo cual ha originado un ordenamiento contable y legal que
nos ha permitido crecer en forma importante, a pesar de la crisis económica que se vive en
estos momentos.
ALCORP S.A. es una empresa familiar y a ella pertenece toda nuestra familia, mi señora
María Teresa, mis hijos, José Luis, Eduardo, Nicolás, Maria Teresa y yo.
¿Cómo conlleva y qué valores le da a la vida gremial?
Nuestro norte no es estar encerrado entre cuatro murallas. Lo importante es
convivir con el gremio que trabaja en el mismo rubro. Desde hace 15 años somos socios
de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), organismo que agrupa a las empresas
relacionadas con la construcción. Hace un año se creó la sede de la Cámara en Chillán y
fuimos los socios fundadores. Actualmente ocupo el cargo de Consejero Nacional de esta
organización.
Lo bueno de pertenecer a la CChC es que estamos al día con los cambios que
constantemente se producen, ya sea en las nuevas leyes y disposiciones de las autoridades
gubernamentales y de las últimas novedades que imparte la Cámara a nivel nacional.
Existen congresos, seminarios, cursos, charlas, viajes al extranjero para conocer nuevos
adelantos, cursos para nuestros trabajadores, ayuda a los trabajadores cesantes, entre
la CChC. Nos ayuda no sólo a estar actualizados, sino que también a emular las mejores
prácticas de otras constructoras a nivel nacional.
¿Cómo se plantea el futuro?
Chile es un país con muchas oportunidades y potencial de crecimiento. En ese
sentido, queremos seguir aportando nuestro grano de arena en regiones, ya que estamos
convencidos que la regionalización es parte importante del progreso de la nación.
Seguiremos cubriendo varios frentes de trabajo, incluyendo las obras públicas, obras
estos últimos podrán reactivarse a partir de este año, ya que se respiran aires de mayor
optimismo.
Seguiremos apostando por la capacitación y la prevención de riesgos. Al mismo
tiempo, invertiremos en nuevos equipos y maquinarias para hacer nuestro trabajo más
productivo y con mayor calidad.
entrevista
Deseamos ampliar nuestro espectro de clientes. Como así también tener en
nuestro cuadro de profesionales, personas con un alto sentido de la responsabilidad,
personas de excelencia y que humanamente sean solidarios, amigables y con sentido de
comunidad. Por último, que el aspecto societario cada día sea mejor y que la tolerancia y
el entendimiento entre nosotros sea nuestro norte como lo ha sido hasta ahora.
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