Anemia - Laboratorio Clínico Hematológico
Anemia - Laboratorio Clínico Hematológico
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Ed u c a c i ó n E n Pr o m o c i ó n y Pr E v E n c i ó n E n Sa l u d<br />
La b o r a t o r i o CLíniCo He m a t o L ó g iC o<br />
<strong>Anemia</strong><br />
Un signo, no una enfermedad
Diseño y diagramación<br />
Editora Médica Colombiana S.A., Edimeco S.A. ©<br />
Carrera 43C No.5-33<br />
Teléfono: 444 49 00, Fax: 312 82 32<br />
e-mail: infoedi@edimeco.com<br />
Medellín, Colombia<br />
Germán Campuzano Maya, MD. Director-Editor<br />
Impresión: Litografía Francisco Jaramillo<br />
ISBN 958-96644-2-3<br />
ISBN 958-96644-0-7 (obra completa)<br />
Primera edición, 5.000 ejemplares, 1993<br />
Segunda edición, 15.000 ejemplares, 1998<br />
Tercera edición, 10.000 ejemplares, 2001<br />
Cuarta edición, 15.000 ejemplares, 2007<br />
Quinta edición, 15.000 ejemplares, 2010<br />
El Programa de “Educación en Promoción y Prevención en Salud” del <strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong><br />
<strong>Hematológico</strong>, está dirigido a la comunidad no-médica y busca proporcionar información útil acerca<br />
de la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades en donde la medicina de<br />
laboratorio y el laboratorio clínico juegan un papel importante. Los conceptos aquí expresados están<br />
debidamente soportados en la literatura médica mundial pero en ningún momento buscan sustituir<br />
la experiencia y el juicio clínico de su médico: esta información sólo puede ser utilizada como<br />
conocimiento, que en todos los casos debe compartir con su médico.<br />
Derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio<br />
sin previa autorización escrita.
<strong>Anemia</strong><br />
Un signo, no una enfermedad<br />
Germán Campuzano Maya, MD 1<br />
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia,<br />
con una prevalencia global que llega al 30% [1], es la manifestación<br />
clínica más frecuente en la especie humana, porcentaje<br />
que expresado en números absolutos, a la fecha (2010), con una población<br />
mundial por encima de 6.700 millones, correspondería a más de 2.000 millones<br />
de personas con algún grado de anemia. Además, los grupos más<br />
afectados son los jóvenes y las mujeres embarazadas con una prevalencia<br />
de 43% y 51% respectivamente, seguidos por los niños en edad escolar<br />
con 37%, las mujeres, incluyendo las embarazadas, con 35% y los hombres<br />
adultos con 18% [1] y para agravar el problema, cuando la prevalencia de la<br />
anemia en los países en vía de desarrollo es de 36%, en los países desarrollados<br />
es tan sólo el 8% [1].<br />
En Colombia, de acuerdo con el Plan Nacional de Alimentación y Nutrición<br />
para 1996-2005, el 47% de los escolares tiene anemia ferropénica (deficiencia<br />
de hierro), siendo mayor el riesgo en las niñas a partir de la menarquía<br />
(primera hemorragia menstrual), situación que tiende a agravarse con los<br />
embarazos y los partos [2].<br />
El material que tiene en sus manos hace parte de la serie «Ed u c a c i ó n En<br />
Pr o m o c i ó n y PrEvEnción En Sa l u d» d E l la b o r at o r i o clínico HE m at o l ó g i c o, dirigido<br />
a la comunidad no-médica que busca proporcionar información acerca<br />
de la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades<br />
en donde la medicina de laboratorio en general y el laboratorio clínico en<br />
particular juegan un papel importante. Los conceptos aquí expresados están<br />
soportados en la literatura médica mundial pero en ningún momento buscan<br />
sustituir la experiencia y el juicio clínico del médico. Esta información<br />
sólo puede ser utilizada como conocimiento, que en todos los casos, debe<br />
1 Médico especialista en Hematología y Patología Clínica. Director, <strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong>.<br />
Carrera 43C # 5-33, e-mail: gcampuzano@hematologico.com. Medellín, Colombia.<br />
Un signo, no una enfermedad 1
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
compartir con su médico. Este documento busca que usted se actualice en<br />
temas, que como la anemia, son de vital importancia para la comunidad y<br />
la salud pública, y que conscientemente participe en el cuidado de su salud<br />
y la de los suyos.<br />
Figura 1. Función de los eritrocitos.<br />
2<br />
¿Qué es la anemia?<br />
La anemia no es una enfermedad sino un signo o síntoma que como la fiebre,<br />
el dolor y la cefalea está relacionada con muchas enfermedades y como<br />
en todos estos casos, el médico, antes que tratar el síntoma, debe identificar<br />
la causa e intervenirla. Frente a un paciente con anemia, el médico debe<br />
tener como principal objetivo establecer el diagnóstico, incluido el tipo de<br />
anemia y su causa, con el menor número posible de estudios de laboratorio,<br />
en el tiempo más corto, con la menor molestia para el paciente, idealmente<br />
ambulatorio y al menor costo posible [3].<br />
Antes de definir la anemia es indispensable conocer cómo funcionan los<br />
eritrocitos o glóbulos rojos. Como se esquematiza en la figura 1, los eritrocitos<br />
son las células encargadas de llevar el oxígeno desde los pulmones<br />
hasta los tejidos.<br />
La definición de la anemia tiene dos enfoques [4]:<br />
Desde el punto de vista fisiológico se define como una oxigenación de los<br />
tejidos (órganos) insuficiente.<br />
<strong>Anemia</strong>
Educación en promoción y prevención en salud<br />
Desde el punto de vista del laboratorio clínico se define como una masa de<br />
eritrocitos deficiente para trasportar adecuadamente oxígeno a los tejidos.<br />
La mayoría de los pacientes con anemia moderada pueden vivir gracias a<br />
mecanismos de adaptación, aun sin darse cuenta, pero no vale la pena convivir<br />
con un estado clínico que en buena parte puede ser corregido.<br />
¿Cuándo se presenta la anemia?<br />
Los eritrocitos que circulan en la sangre viven 120 días, las células que se<br />
envejecen o se dañan son removidas de la circulación por macrófagos (células<br />
especializadas en fagocitar partículas o células dañadas) en el bazo, el hígado<br />
y la medula ósea y son reemplazadas por células nuevas que la medula ósea<br />
produce gracias a un complicado mecanismo de retroalimentación, que regulado<br />
por el oxígeno en los tejidos y la eritropoyetina (hormona que estimula la<br />
producción de eritrocitos), mantiene en un equilibrio constante la masa total<br />
de eritrocitos [4]. La anemia se produce cuando se rompe el equilibrio entre<br />
la producción y la destrucción de los eritrocitos y la masa de eritrocitos es<br />
insuficiente para mantener adecuadamente oxigenados los tejidos.<br />
¿Cómo se manifiesta la anemia?<br />
Teniendo claro que la anemia es un síntoma y no una enfermedad, las manifestaciones<br />
clínicas del paciente que tiene anemia son muy variables y van a<br />
depender principalmente de la enfermedad con la cual está asociada, de la<br />
intensidad, de la edad y de la velocidad de instalación, entre otras muchas<br />
circunstancias. Las manifestaciones clínicas de la anemia propiamente dicha<br />
son las que se derivan de la falta de una adecuada oxigenación de los tejidos.<br />
En la figura 2 se relacionan algunas de ellas.<br />
En la anemia por deficiencia de hierro, que es la forma más frecuente de anemia,<br />
se presenta un síntoma particular que en la mayoría de los casos pasa<br />
desapercibido, conocido como «pica» y se manifiesta por un deseo incontrolable<br />
de comer tierra, tiza, hielo, almidón, entre otros. También hay cefalea (dolor<br />
de cabeza) de tipo pulsátil que los pacientes relatan como «tuntún», vértigo<br />
y síncope (pérdida repentina del conocimiento), particularmente después de<br />
ejercicio, tinnitus (ruido en el oído cuando no hay fuente sonora externa que<br />
lo genere), irritabilidad, dificultad para dormir bien y para concentrarse, pérdida<br />
de la libido (apetito sexual) e impotencia en algunos casos.<br />
De acuerdo con la enfermedad con la cual está asociada, el médico puede<br />
encontrar crecimiento de órganos como los ganglios (adenopatías), el hígado<br />
(hepatomegalia) o el bazo (esplenomegalia), y palidez de la piel y de<br />
Un signo, no una enfermedad 3
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
Figura 2. Principales signos y síntomas que aparecen como manifestaciones clínicas en los<br />
pacientes con anemia, independiente de la causa.<br />
las mucosas (especialmente en la cavidad oral y en la conjuntiva). En las<br />
anemias por destrucción de los eritrocitos, denominadas anemias hemolíticas,<br />
hay ictericia (color amarillo de la piel y de las mucosas) que puede<br />
confundirse fácilmente con hepatitis u otras enfermedades del hígado. En<br />
las anemias severas o crónicas se puede encontrar crecimiento del corazón<br />
y soplos cardiacos. En personas de edad, la anemia puede presentarse como<br />
un cuadro de angina de pecho (dolor precordial) muy similar a un infarto del<br />
miocardio y éste puede ser la primera manifestación de anemia.<br />
4<br />
¿Cómo saber si se tiene anemia?<br />
En la práctica, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hay anemia<br />
cuando la hemoglobina está por debajo de los valores que se relacionan<br />
en la tabla 1 [6].<br />
Además, debe considerarse que hay anemia cuando se presenta un descenso<br />
brusco o gradual de más 2 g/dL de la cifra de hemoglobina habitual de un<br />
individuo, incluso aunque se mantenga dentro de los límites normales para<br />
<strong>Anemia</strong>
Educación en promoción y prevención en salud<br />
Tabla 1. Niveles de hemoglobina que definen el concepto de anemia de acuerdo con<br />
la OMS [6].<br />
Niños < 11,0 g/dL<br />
Mujeres gestantes < 11,0 g/dL<br />
Mujeres no gestantes en edad reproductiva
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
Gracias al desarrollo tecnológico del laboratorio clínico en las últimas décadas,<br />
y particularmente a los contadores electrónicos de células, es posible<br />
tener un hemograma muy confiable, a partir del cual se derivan muchas de<br />
las pruebas complementarias en el diagnóstico y en el manejo del paciente<br />
con anemia, de ahí que la mayoría de los laboratorios clínicos deberían estar<br />
en capacidad de ofrecer esta tecnología [4]. Además, los hemogramas de<br />
cuarta generación, recientemente integrados a la tecnología colombiana en<br />
unos pocos laboratorios clínicos, traen nuevas mediciones que como la hemoglobina<br />
reticulocitaria permite identificar estados de anemia [5-6] antes<br />
de que la hemoglobina disminuya a los valores definidos por la OMS [6].<br />
Vale la pena enfatizar que un hemograma electrónico normal, cuantitativa<br />
(relacionado con las cantidades que mide) y cualitativamente (relacionado<br />
con la calidad de las células que analiza), descarta el diagnóstico de anemia,<br />
aun en los casos mínimos o en la conocida «anemia sin anemia», en la cual<br />
no hay disminución de la hemoglobina, pero hay deficiencia en la producción<br />
o en la maduración, o aumento en la destrucción de los glóbulos rojos.<br />
Cualquier alteración en los parámetros eritrocitarios del hemograma electrónico<br />
amerita plenamente los estudios complementarios.<br />
6<br />
Recuento de reticulocitos<br />
Mide la producción de eritrocitos en la medula ósea. Podría decirse que el<br />
reticulocito es un eritrocito «recién nacido» con una edad menor de 48 horas.<br />
Mediante el recuento de reticulocitos se tiene una medida objetiva de<br />
la producción de eritrocitos que característicamente está disminuida en las<br />
anemias por daño o freno de la medula ósea o aumentada en las anemias hemolíticas<br />
y en los estados poshemorrágicos y postratamiento. El recuento de<br />
reticulocitos debe ser, idealmente con métodos precisos como la citometría<br />
de flujo, parte integral de los estudios de clasificación en todos los pacientes<br />
con anemia. Como en el caso anterior, los hemogramas de cuarta generación,<br />
recientemente integrados a la tecnología colombiana en unos pocos laboratorios<br />
clínicos, traen incorporado, como una medición de rutina, el recuento de<br />
reticulocitos y los nuevos parámetros con ellos relacionados [10] [11].<br />
Ferritina<br />
Esta prueba, como la anterior, a pesar de su gran utilidad clínica, es poco<br />
utilizada en nuestro medio, mide el depósito de hierro disponible para la<br />
eritropoyesis (producción de eritrocitos) en la medula ósea, el bazo y el<br />
hígado. Debido a que la deficiencia de hierro es la causa más frecuente<br />
de anemia, la ferritina se debe medir en todos los pacientes con anemia,<br />
<strong>Anemia</strong>
Educación en promoción y prevención en salud<br />
a no ser que la causa sea muy obvia y ésta no sea necesaria. La ferritina<br />
permite identificar estados deficientes, antes de que se presenten cambios<br />
en el hemograma, especialmente antes de que la hemoglobina disminuya<br />
por debajo de los criterios definidos por la OMS, previamente descritos [3],<br />
o que se presenten los síntomas de la deficiencia como la caída del cabello<br />
[12] o los cambios en la piel y las uñas.<br />
Sideremia<br />
Esta prueba estudia tres parámetros relacionados con el hierro, principal<br />
componente de la hemoglobina: el hierro sérico, la capacitad total de fijación<br />
del hierro y la saturación de la transferrina. La prueba es complementaria<br />
a la medición de la ferritina, mide el hierro utilizable, y usualmente se<br />
modifica cuando lo hace la ferritina. Esta prueba es de importancia en el<br />
diagnóstico diferencial de las anemias por deficiencia de hierro y las enfermedades<br />
crónicas y malignas. Se recomienda en los estudios de clasificación<br />
de todos los pacientes con anemia [3].<br />
Medula ósea<br />
La sangre se produce en la medula ósea. El estudio de la medula, ya sea por<br />
biopsia o aspirado (mielograma), permite tener una evaluación objetiva de los<br />
precursores de la hematopoyesis (producción de sangre) en general y de la eritropoyesis<br />
(producción de eritrocitos) en particular. El estudio medular, particularmente<br />
el aspirado medular, hasta hace poco considerado como una prueba<br />
indispensable en el estudio de los pacientes con anemia, hoy se considera<br />
que sólo está indicado cuando los estudios de sangre como el hemograma, el<br />
recuento de reticulocitos, la ferritina y la sideremia no son lo suficientemente<br />
claros para sustentar un diagnóstico o cuando se tenga sospecha clínica o por<br />
las pruebas de laboratorio de una enfermedad infiltrativa de la medula ósea<br />
como una leucemia, una metástasis, parásitos y hongos. El estudio de la medula<br />
ósea no debe considerarse como una prueba más del laboratorio clínico,<br />
éste lo deben hacer sólo profesionales conocedores del procedimiento y con<br />
capacidad para interpretarlo, idealmente por un hematólogo.<br />
Pruebas de función renal<br />
En todo paciente con anemia se debe estudiar la función renal con el nitrógeno<br />
ureico o BUN, la creatinina y el citoquímico de orina. Muchas de las<br />
anemias resistentes al tratamiento se explican por fallas en la función renal,<br />
que no fueron estudiadas oportunamente a no ser que se sospeche o se<br />
estudien rutinariamente.<br />
Un signo, no una enfermedad 7
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
8<br />
Eritropoyetina<br />
Esta es la hormona que regula la producción de sangre mediante mecanismos<br />
dependientes del oxígeno a nivel del riñón. La eritropoyetina puede estar<br />
disminuida en pacientes con enfermedades renales crónicas, cáncer e inmunodeficiencia<br />
adquirida. Los pacientes con estas enfermedades que presenten<br />
anemia y/o niveles bajos de eritropoyetina son candidatos para recibir la hormona<br />
por vía parenteral (inyección subcutánea), reduciendo significativamente<br />
el número de transfusiones requeridas para el manejo de la anemia.<br />
Otros estudios<br />
En los pacientes con sospecha de deficiencia de hierro, además del estudio<br />
renal básico (urea, creatinina, citoquímico de orina) y del coprológico,<br />
es indispensable buscar sangre en la materia fecal, idealmente utilizando<br />
pruebas que identifican la presencia de sangre humana en la materia fecal<br />
que, a diferencia de las pruebas convencionales, no da resultados falsos positivos<br />
que pueden generar estudios innecesarios con costos y pérdidas de<br />
oportunidad. En las anemias macrocíticas (con el tamaño de los eritrocitos<br />
aumentado) y en algunas formas de anemia normocítica (con el tamaño de<br />
los eritrocitos disminuido) se deben ordenar estudios de tiroides (TSH y T4<br />
libre). En las anemias ferropénicas [7-8] y en las anemias macrocíticas por<br />
deficiencia de vitamina B12 [9] se debe considerar la posibilidad de que el<br />
paciente esté infectado por Helicobacter pylori y en estos casos el tratamiento<br />
de la anemia se inicia con la erradicación de la infección. La mejor<br />
manera de evaluar la infección por Helicobacter pylori, cuando no está indicada<br />
la endoscopia digestiva alta, es la prueba que los organismos de salud<br />
recomiendan como la mejor opción, conocida como la prueba de aliento<br />
con urea marcada con carbono 13 [10-11], disponible en el medio.<br />
Clasificación de las anemias<br />
En la práctica, las anemias se clasifican de acuerdo con la causa y de acuerdo<br />
con las características de los eritrocitos. La primera es la clasificación etiológica<br />
que debe ser la meta del médico en todos los pacientes y la segunda es<br />
la clasificación morfológica. En la gran mayoría de los casos la clasificación<br />
morfológica permite al médico llegar a la clasificación etiológica como se<br />
analizará con mayor detalle en los dos subtítulos siguientes.<br />
Clasificación etiológica de las anemias<br />
Se refiere a la enfermedad asociada con la anemia. Desde el punto de vista<br />
de la causa, o clasificación etiológica, la anemia puede ser clasificada en tres<br />
<strong>Anemia</strong>
Educación en promoción y prevención en salud<br />
grandes grupos a saber: por pérdida de sangre, por producción disminuida<br />
y por aumento en la destrucción. Como se ha expresado, la mejor aproximación,<br />
si no la única, a la clasificación etiológica de la anemia es a partir de<br />
la clasificación morfológica basada en un hemograma electrónico (tercera o<br />
cuarta generación).<br />
Por pérdida de sangre<br />
La hemorragia crónica representa la causa más frecuente de anemia. En los<br />
casos de hemorragia crónica, después de un tiempo relativamente largo y<br />
de acuerdo con la intensidad de la hemorragia, los depósitos de hierro terminan<br />
consumidos y la producción de eritrocitos se disminuye; además, los<br />
que se producen son de mala calidad debido a que la cantidad de hemoglobina<br />
que los compone disminuye en forma proporcional con la deficiencia<br />
de hierro.<br />
La pérdida de sangre se puede producir en forma aguda por sangrado<br />
externo o interno. La pérdida crónica de sangre usualmente no es perceptible<br />
para el paciente y en la mayoría de los casos es un proceso de<br />
muchos meses o años. Las causas de hemorragia crónica más frecuentes<br />
en mujeres son las originadas en el tracto genitourinario, en particular las<br />
de origen uterino asociadas con miomatosis uterina (tumores benignos<br />
del útero) y trastornos del ciclo menstrual, y en el tracto gastrointestinal;<br />
en hombres la causa más frecuente son las hemorragias del tracto<br />
gastrointestinal.<br />
Por producción disminuida<br />
Los glóbulos rojos se producen en la medula ósea mediante el proceso de<br />
la eritropoyesis, que es mediada por la hormona conocida como eritropoyetina<br />
y otros elementos como el hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico. La<br />
producción de glóbulos rojos puede estar disminuida en varias circunstancias,<br />
como se analizará a continuación.<br />
Por daño de la medula ósea<br />
Se presenta cuando la medula ósea es infiltrada por células malignas propias<br />
como sucede en las leucemias o por células extrañas como ocurre cuando<br />
hay metástasis a la medula ósea o hay reemplazo de la medula ósea por fibrosis.<br />
También puede haber falta de producción cuando los precursores de<br />
la eritropoyesis han sido destruidos, como acontece en la anemia aplástica<br />
(destrucción del tejido hematopoyético productor de la sangre) por medicamentos,<br />
químicos o radiación.<br />
Un signo, no una enfermedad 9
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
10<br />
Por falta de elementos para la eritropoyesis normal<br />
Se presenta en las enfermedades renales en donde característicamente están<br />
disminuidos la eritropoyetina o los elementos necesarios para la normal<br />
eritropoyesis, como sucede en la deficiencia de hierro, de vitamina B y de 12<br />
ácido fólico.<br />
Por aumento de la destrucción de los glóbulos rojos<br />
En estado normal, los eritrocitos viven un promedio de 120 días. Por varias<br />
circunstancias, la vida media de los eritrocitos se puede disminuir, situación<br />
que se conoce como hemólisis, que a su vez, es el proceso que lleva a la<br />
anemia hemolítica. La vida media de los eritrocitos puede verse disminuida<br />
por múltiples mecanismos: mecánicos, cuando el bazo se encuentra crecido<br />
(esplenomegalia) o cuando hay válvulas cardíacas mecánicas, enfermedades<br />
hereditarias como la esferocitosis hereditaria, las talasemias y las<br />
hemoglobinopatías y enfermedades adquiridas como las relacionadas con<br />
anticuerpos contra los eritrocitos como sucede en la anemia hemolítica por<br />
anticuerpos y en el lupus eritematoso diseminado.<br />
Clasificación morfológica de las anemias<br />
Con la incorporación de los contadores electrónicos de células al laboratorio<br />
clínico, las anemias pueden ser clasificadas en grupos según el tamaño de<br />
los eritrocitos expresado en el parámetro volumen corpuscular medio y la<br />
variación en el tamaño de ellos expresado en el parámetro ancho de distribución<br />
de los eritrocitos. De acuerdo con estos dos parámetros del hemograma,<br />
esto es el volumen corpuscular medio y el ancho de distribución de<br />
los eritrocitos, las anemias se clasifican en seis grupos a saber [12]:<br />
Normocítica homogénea<br />
Se caracteriza por un volumen corpuscular medio normal (entre 85 y 95 fL) y<br />
un ancho de distribución de los eritrocitos normal (por debajo de 15%). Esta<br />
forma de anemia se asocia con enfermedades crónicas, especialmente del<br />
hígado, del riñón y las enfermedades infecciosas e inflamatorias. También<br />
puede estar relacionada con leucemias y estados hemorrágicos agudos.<br />
Normocítica heterogénea<br />
Se caracteriza por un volumen corpuscular medio normal (entre 85 y 95 fL)<br />
y un ancho de distribución de los eritrocitos alto (por encima de 15%). Esta<br />
forma de anemia se asocia con las primeras etapas de las anemias carenciales<br />
tales como la deficiencia de hierro, de vitamina B12 o de ácido fólico, las<br />
enfermedades hepáticas y en las hemoglobinopatías.<br />
<strong>Anemia</strong>
Microcítica homogénea<br />
Educación en promoción y prevención en salud<br />
Se caracteriza por un volumen corpuscular medio disminuido (por debajo<br />
de 85 fL) y un ancho de distribución de los eritrocitos normal (por debajo<br />
de 15%). Esta forma de anemia se asocia con la anemia hereditaria conocida<br />
como beta-talasemia y algunas enfermedades crónicas inflamatorias o<br />
infecciosas.<br />
Microcítica heterogénea<br />
Se caracteriza por un volumen corpuscular medio disminuido (por debajo<br />
de 85 fL) y un ancho de distribución de los eritrocitos alto (por encima de<br />
15%). Esta forma de anemia se asocia, hasta que no se demuestre lo contrario,<br />
con deficiencia de hierro, la forma más frecuente de anemia. Unos<br />
pocos casos que no corresponden a la situación antes enunciada están asociados<br />
con enfermedades donde hay fragmentación de los eritrocitos.<br />
Macrocítica homogénea<br />
Se caracteriza por un volumen corpuscular aumentado (por encima de 96<br />
fL) y un ancho de distribución de los eritrocitos normal (por debajo de 15%).<br />
Esta forma de anemia se asocia con endocrinopatías, especialmente las de la<br />
glándula tiroides, enfermedades del hígado sobre todo las relacionadas con el<br />
alcoholismo y las enfermedades malignas de la sangre como las leucemias.<br />
Macrocítica heterogénea. Se caracteriza por un volumen corpuscular aumentado<br />
(por encima de 96 fL) y un ancho de distribución de los eritrocitos<br />
alto (por encima de 15%). Hasta que no se demuestre lo contrario, esta<br />
forma de anemia se asocia con deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico.<br />
También puede estar asociada con las anemias hemolíticas, por destrucción<br />
de eritrocitos.<br />
¿Cómo tratar la anemia?<br />
Para tener éxito en el tratamiento de la anemia es importante que tanto el<br />
médico tratante como el paciente afectado comprendan cinco conceptos<br />
básicos:<br />
La anemia es un signo, no una enfermedad.<br />
La anemia es un proceso dinámico que usualmente se instala paralelo con<br />
la enfermedad de base con la cual está asociada.<br />
Antes de tratar la anemia, el médico debe buscar, y el paciente exigir, la<br />
causa íntima con la cual está asociada. El diagnóstico de anemia requiere<br />
un programa de trabajo apoyado en la clínica y el laboratorio, debidamente<br />
coordinado por un médico conocedor del tema.<br />
Un signo, no una enfermedad 11
<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />
En muchos casos, el tratamiento de la enfermedad de base corrige la<br />
anemia. Los tratamientos empíricos de la anemia no tienen ninguna justificación<br />
y en más de una oportunidad atrasan el diagnóstico.<br />
La transfusión de sangre en el paciente con anemia sólo está indicada<br />
cuando se pone en riesgo la vida o cuando hay falla cardiaca.<br />
Epílogo<br />
La anemia no es una enfermedad, es un signo que acompaña a muchas enfermedades.<br />
El objetivo del médico frente al paciente con anemia debe estar<br />
dirigido a establecer el diagnóstico, incluido el tipo de anemia y su causa,<br />
con el menor número posible de estudios de laboratorio, en el tiempo más<br />
corto, con la menor molestia para el paciente, idealmente ambulatorio, y<br />
al menor costo posible. La mayoría de los pacientes con anemia moderada<br />
pueden vivir, aun sin saber que son anémicos, gracias a mecanismos de<br />
adaptación, pero no vale la pena permanecer con un estado clínico que en<br />
buena parte puede ser corregido.<br />
12<br />
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the management of Helicobacter pylori infection: the Maastricht III Consensus Report. Gut 2007; 56:<br />
772-781.<br />
11. Campuzano-Maya G. An optimized 13C-urea breath test for the diagnosis of H pylori infection. World<br />
J Gastroenterol 2007; 13: 5454-5464.<br />
12. Bessman JD, Gilmer PR, Jr., Gardner FH. Improved classification of anemias by MCV and RDW. Am<br />
J Clin Pathol 1983; 80: 322-326.<br />
<strong>Anemia</strong>
ed u C a C i ó n en Pr o m o C i ó n y Pr e v e n C i ó n en Sa L u d<br />
La b o r a t o r i o CLíniCo He m a t o L ó g iC o<br />
1993 <strong>Anemia</strong>. Antes que tratarla, establecer la causa que la está produciendo. Primera edición,<br />
5.000 ejemplares<br />
1993 Cáncer de próstata. Su diagnóstico precoz. Primera edición, 5.000 ejemplares<br />
1994 Cáncer de cuello uterino. Una enfermedad por la cual ninguna mujer debería morir. Primera<br />
edición, 10.000 ejemplares<br />
1996 Hepatitis B. Una enfermedad potencialmente mortal: prevenirla, responsabilidad de todos.<br />
Primera edición, 10.000 ejemplares<br />
1998 <strong>Anemia</strong>. Antes que tratarla, establecer la causa que la está produciendo. Segunda edición,<br />
15.000 ejemplares<br />
1998 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Segunda edición, 15.000<br />
ejemplares<br />
1999 Helicobacter pylori. La bacteria responsable de las enfermedades gástricas y duodenales.<br />
Primera edición, 10.000 ejemplares<br />
2001 <strong>Anemia</strong>. Antes que tratarla, establecer la causa que la está produciendo. Tercera edición,<br />
10.000 ejemplares<br />
2001 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Tercera edición, 10.000 ejemplares<br />
2001 Helicobacter pylori. La bacteria responsable de las enfermedades gástricas y duodenales.<br />
Segunda edición, 10.000 ejemplares<br />
2002 Helicobacter pylori. El único Helicobacter bueno, es un Helicobacter muerto.Tercera<br />
edición, 10.000 ejemplares<br />
2003 Helicobacter pylori. El único Helicobacter bueno, es un Helicobacter muerto. Cuarta<br />
edición, 10.000 ejemplares<br />
2004 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Cuarta edición, 20.000 ejemplares<br />
2004 Helicobacter pylori. El único Helicobacter bueno, es un Helicobacter muerto. Quinta<br />
edición, 15.000 ejemplares<br />
2007 <strong>Anemia</strong>. Más que una enfermedad, es un signo que debe investigarse. Cuarta edición,<br />
15.000 ejemplares<br />
2007 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo les sucede a los demás. Quinta edición, 20.000<br />
ejemplares<br />
2008 Helicobacter pylori. De la gastritis al cáncer gástrico. Sexta edición, 30.000 ejemplares<br />
2009 <strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong>. Un compromiso irrenunciable con la calidad. Primera<br />
edición, 5.000 ejemplares<br />
2010 <strong>Anemia</strong>. Más que una enfermedad, es un signo que debe investigarse. Quinta edición,<br />
15.000 ejemplares<br />
2010 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Cuarta edición, 15.000 ejemplares
ISO 9001<br />
Código SC 511-1<br />
ISO 14001<br />
Código SA 101-1<br />
OHSAS 18001<br />
Código OS 020-1