2010 - Colegio Seminario Padre Alberto Hurtado
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primer Ciclo<br />
Querida Comunidad Hurtadiana<br />
Seguramente este año <strong>2010</strong> será recordado por los<br />
grandes sucesos vividos como país, entre ellos, los provenientes<br />
de la naturaleza, que en su momento nos trajeron<br />
dolor y desconcierto. Hoy miramos a la distancia y nos<br />
cuesta aún asumirlo. También ha sido un año de alegrías<br />
y esperanzas, como fue, por ejemplo, la participación<br />
de nuestro país en el mundial de fútbol en Sudáfrica.<br />
Cuando nos preparábamos para concretar varios<br />
eventos de la conmemoración del Bicentenario de<br />
nuestra Independencia, nos encontramos nuevamente<br />
como país frente a una inesperada tensión<br />
y vigilia por lo ocurrido a nuestros hermanos mineros<br />
en la mina San José.<br />
En consecuencia, nos asiste la gran interrogante<br />
¿qué podremos sacar de todo esto? Probablemente<br />
podemos decir, desde la mirada evangélica de<br />
nuestro Santo Patrono San <strong>Alberto</strong> <strong>Hurtado</strong>, que<br />
ha sido una visita de Dios a nuestra patria.<br />
¿Y qué nos trae esta gran visita? Podríamos<br />
expresar varias cosas. Por ejemplo,<br />
que han sido muchas las oportunidades<br />
para reencontrarnos como familia, amigos,<br />
hermanos, compatriotas y miembros<br />
de la comunidad universal.<br />
Han sido oportunidades para valorar<br />
lo que realmente perdura y, a la par, la<br />
ocasión para orientar a nuestros queridos<br />
niños en el aprendizaje de que lo<br />
más valioso que poseemos es la vida<br />
que Dios nos ha dado.<br />
Esta visita de Dios no puede pasar<br />
desapercibida en nuestra comunidad<br />
escolar hurtadiana, pues es la oportunidad<br />
para renovar nuestro compromiso<br />
con la vida, para identificar<br />
con mayor claridad lo que nos<br />
acerca o nos aleja de Dios y del<br />
prójimo. Pero, sin duda, es la<br />
gran oportunidad para enmendar<br />
los rumbos que pudieron<br />
desviarse y dar gracias a Dios<br />
por poder seguir educando<br />
en nuestro rol de padres y<br />
como profesores a nuestros<br />
niños y jóvenes.<br />
Norma Castro Rubilar<br />
Directora Primer Ciclo<br />
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Formando Líderes Cristianos