0001INDICE 14 - IAPH. Instituto Andaluz del Patrimonio Historico
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PH<br />
Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
<strong>14</strong><br />
Publicación Trimestral, Año IV, Marzo 1996
Director<br />
Román Fernández-Baca Casares<br />
Redacción<br />
María <strong>del</strong> Carmen Ladrón de Guevara<br />
Marcelo Martín<br />
Valle Muñoz Cruz<br />
Isabel Ortega Vaquero<br />
Lorenzo Pérez <strong>del</strong> Campo<br />
Javier Rodríguez Barberán<br />
Carlos Romero Moragas<br />
Pilar Tassara Andrade<br />
Secciones Permanentes:<br />
Noticias y Comentarios. Calendario<br />
Departamentos de Formación y Difusión<br />
Memoria. Idea. Documento<br />
Centro de Intervención<br />
<strong>Patrimonio</strong> y literatura<br />
Departamento de Difusión<br />
Información de Bienes Culturales<br />
Información bibliográfica y documental<br />
Centro de Documentación<br />
Colaboradores en este número<br />
Isabel Guzmán (<strong>IAPH</strong>), Fátima Marín (<strong>IAPH</strong>),<br />
Pablo Hereza, Jesús Marín Fatuarte, Valme<br />
Muñoz Rubio, Concha Sanmartín Montilla, Elisa<br />
Torrente Escribano, Francisco Torres Rodríguez<br />
Coordinación Editorial<br />
Departamento de Difusión<br />
Gestión Administrativa<br />
Departamento de Administración y Régimen Interior<br />
Foto de Portada<br />
Eugenio Fernández Ruiz<br />
Diseño<br />
Iris Gráfico G. Recacha.<br />
Impresión y fotomecánica<br />
Imprenta Escandón - Sevilla<br />
CONSEJERÍA DE CULTURA<br />
JUNTA DE ANDALUCÍA<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Isla de la Cartuja, 1. 41092 Sevilla.<br />
Tel. 95 446 05 94 Fax 95 446 01 29<br />
Departamento de Administración<br />
Francisco Medina Izquierdo<br />
Tel. 95 446 05 94<br />
Centro de Documentación<br />
Tel. 95 446 10 74<br />
Centro de Intervención<br />
Tel. 95 448 06 49<br />
Departamento de Formación<br />
Tel. 95 446 02 19<br />
Departamento de Difusión<br />
Tel. 95 448 06 49<br />
ISSN 1136-1867<br />
Depósito Legal CA-267-1994<br />
Distribución nacional e internacional: 4.000 u.<br />
PH es una publicación trimestral <strong>del</strong> Instituo<br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. La publicación<br />
pretende la presentación de un amplio<br />
campo de informaciones, noticias y opiniones<br />
con el objeto de difundir y fomentar el debate<br />
sobre cuestiones de relevancia en torno <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. La totalidad de su contenido<br />
no debe ser interpretado como el punto<br />
de vista <strong>del</strong> Instituo <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, al menos que se especifique explícitamente.<br />
La Redacción intenta eludir inexactitudes,<br />
no obstante si el lector detecta algún error<br />
rogamos contactar con esta Redacción antes de<br />
emprender cualquier otro tipo de acción. Son<br />
bienvenidas las contribuciones de todos aquellos<br />
involucrados con tareas relacionadas con el<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. Si desea hacer llegar su<br />
colaboración envíenos un borrador o resumen<br />
de su trabajo o, si lo desea, llámenos telefónicamente<br />
para discutir previamente sus ideas.<br />
Una vez aceptado su trabajo se ruega entregarlo<br />
en diskette, programa WP 5.1. No podemos<br />
garantizar la devolución de manuscritos e ilustraciones<br />
por lo que rogamos nos envían copias<br />
y duplicados. La Redacción se reserva el derecho<br />
de editar total o parcialmente cualquier<br />
material que nos envíen. Todas las colaboraciones<br />
serán aceptadas bajo estas normas.<br />
Para envío de colaboraciones o pedido de suscripción<br />
remita su nombre y apelllidos, profesión,<br />
dirección, código postal y ciudad a:<br />
PH, Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Isla de la Cartuja 1, 41092 Sevilla.<br />
Tel. 34 (9) 5 448 06 49. Fax 34 (9) 5 446 01 29.<br />
PH<br />
Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Editorial 2<br />
Noticias y Comentarios 4<br />
Calendario 12<br />
Artículos <strong>14</strong><br />
La Arqueología <strong>del</strong> Paisaje como programa de 13<br />
gestión integral <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
Felipe Criado Boado<br />
Servicios Territoriales de <strong>Patrimonio</strong> Histórico 20<br />
Luis Benítez de Lugo Enrich<br />
El ocio y el reciclado: la conversión <strong>del</strong> 24<br />
vestigio arqueológico en producto de consumo<br />
Matilde González Méndez<br />
Propuestas para la implantación de un Mo<strong>del</strong>o Social 28<br />
de Gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Cultural en Andalucía<br />
José Antonio Ruiz Gil<br />
Intervención<br />
Memoria<br />
Casulla <strong>del</strong> terno blanco <strong>del</strong> Rey Fernando el Católico. 33<br />
Investigación y Tratamiento<br />
Gabriel Ferreras Romero, Araceli Montero Moreno,<br />
Ma. José González López, Rosario Villegas Sánchez,<br />
Raniero Baglioni<br />
Idea<br />
El Centro de Intervención en el <strong>Patrimonio</strong> Histórico. 47<br />
Método, Objetivo y Servicios<br />
Rosario Villegas Sánchez, María José González López,<br />
Antonio Torrejón Díaz, Eugenio Fernández Ruiz,<br />
José María <strong>del</strong> Pozo Gutiérrez, Antonio Rosal Carranza.<br />
Coordinación: Lorenzo Pérez <strong>del</strong> Campo<br />
Los organismos vivos como factores que contribuyen 57<br />
activamente al deterioro de nuestros monumentos<br />
S. García Murillo, A. Martín Pérez<br />
Inventario de la vegetación y estudio de la interferencia 67<br />
biocida con los materiales pétreos <strong>del</strong> yacimiento <strong>del</strong><br />
cerro de la plaza de armas de Puente Tablas (Jaén)<br />
Marta Sameño Puerto, Rosario Villegas Sánchez,<br />
Jorge García Rowe<br />
Documento<br />
Cómo obtener una vitrina desastrosa 75<br />
Gaël de Guichen, Cengiz Kabaoglu<br />
Una arquitectura adaptada al museo 78<br />
Bernard M. Feilden, Giovanni Scichilone<br />
Artículos<br />
La Ciudad Patrimonial 88<br />
Román Fernández-Baca Casares<br />
<strong>Patrimonio</strong> Arquitectónico y <strong>Patrimonio</strong> Natural 96<br />
Manuel Rodríguez de los Santos<br />
Arqueología y Medios de Comunicación 98<br />
Ana Carmen Lavín Berdonces, Ana Yáñez Vega,<br />
Mercedes Laín García<br />
Literatura y <strong>Patrimonio</strong><br />
La ciudad de las Columnas 75<br />
Alejo Carpentier<br />
Información Bienes Culturales<br />
La normalización <strong>del</strong> Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía: El Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico 110<br />
Valle Muñoz Cruz<br />
Información Bibliográfica y Documental<br />
El Proyecto de Información Bibliográfica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía: BIBLOS 116<br />
Isabel Ortega Vaquero<br />
La Norma ISAD (G), a debate 122<br />
Antonia Heredia Herrera<br />
El Control Ambiental en los Archivos como<br />
Medio para la Conservación 124<br />
Mª <strong>del</strong> Pilar Toro Sánchez-Blanco<br />
Selección Bibliográfica 130<br />
Reseña Bibliográfica 132<br />
PUBLICACIÓN<br />
TRIMESTRAL<br />
AÑO IV<br />
NÚMERO <strong>14</strong><br />
MARZO 1996<br />
INDICE
PH Editorial<br />
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Editorial<br />
PH. El comienzo de una nueva etapa para el Boletín<br />
El Boletín Informativo <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico ha cumplido ya tres años de<br />
existencia. A lo largo de este tiempo, el Boletín se ha mostrado ante sus lectores como un órgano especializado<br />
en los temas de <strong>Patrimonio</strong>, en el que tienen cabida informaciones y opiniones muy diversas.<br />
Desde los cuadernillos <strong>del</strong> primer año hasta la actualidad han sido muchos los cambios, y en todo<br />
momento hemos recibido como recompensa a nuestro esfuerzo un mayor reconocimiento por parte<br />
de la administración, las instituciones y los profesionales a los que nuestra revista se dirige. Llegado este<br />
momento, en el cual el Boletín se ha convertido en una publicación de referencia a nivel nacional, e incluso<br />
comienza a tener una parcela propia más allá de las fronteras españolas, creíamos necesario abrir<br />
una nueva etapa en su existencia. El producto de la misma es esta revista PH. Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Con dicho producto intentamos cumplir de manera más adecuada nuestra función, que no es otra que<br />
la de servir de referencia informativa y foro de debate especializado en el ámbito <strong>del</strong> patrimonio.<br />
Desde esta perspectiva, PH no significa una simple transformación superficial, que iría desde el propio<br />
título hasta las modificaciones en la portada o en su maqueta; su cambio, y esto es lo más importante,<br />
trasciende al terreno de los contenidos. A la consolidación de las secciones habituales en la publicación,<br />
que adquieren algunos matices, se une la aparición de nuevos espacios que amplían nuestra oferta, para<br />
atender con ella a las demandas de colectivos profesionales cada vez más especializados: las páginas que<br />
ocupa desde este número el Centro de Intervención <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> son un buen ejemplo de esta actitud.<br />
En ellas se desarrolla un interesante programa, a través de cuatro secciones. En la primera (Memoria),<br />
se difunde el método de trabajo y las técnicas usadas en cada momento por el Centro, a partir de las<br />
acciones más significativas realizadas en los talleres <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>; es en esta sección donde se produce,<br />
por primera vez, la entrada <strong>del</strong> color en la revista, de cara a ofrecer una completa información gráfica<br />
de la intervención. En la segunda sección (Idea) se profundiza en el conocimiento científico de la investigación<br />
aplicada a la conservación y restauración <strong>del</strong> patrimonio histórico, a través de la difusión de<br />
ensayos, análisis de técnicas, criterios metodológicos, etc. La tercera (Documento) pretende poner a<br />
disposición de los profesionales estudios y documentos fundamentales para el conocimiento y desarrollo<br />
de las ciencias y técnicas de la conservación, y cuyo acceso resulte dificultoso. Por último, la sección<br />
Crónica, que aparecerá una vez al año, proporcionará un resumen ágil de las actividades <strong>del</strong><br />
Centro en cada ejercicio.<br />
Todo lo comentado hasta aquí supone un esfuerzo cada vez mayor para quienes hacen posible la aparición<br />
periódica de la revista. Dicho esfuerzo implica a la Administración, puesto que sin el apoyo económico<br />
de la misma sería imposible que un trabajo de estas características llegue a su cita habitual con los<br />
lectores. Es por ello por lo que, dentro de una política de responsabilidad compartida, se está estudiando<br />
la posibilidad de que PH deje de ser una revista de distribución gratuita. No deseamos de ningún<br />
modo que ello sea obstáculo alguno en la línea de fi<strong>del</strong>idad demostrada por nuestros lectores; de ahí<br />
que estén en estudio diferentes fórmulas para dar concreción a este proyecto. Hemos pensado que lo<br />
mejor sería contar con su propia opinión, y por ello incluiremos, en el número <strong>del</strong> mes de Junio, una<br />
encuesta donde, además de otros temas, sea valorada esta posibilidad.<br />
Confiamos en que este arranque de PH. Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico sea<br />
considerado por todos los lectores como una confirmación <strong>del</strong> trabajo que a lo largo de estos años hemos<br />
desarrollado, así como una apuesta sólida por el futuro de nuestro patrimonio.<br />
2
PH Boletín<strong>14</strong> 3<br />
Bases para una Carta sobre <strong>Patrimonio</strong> y Desarrollo en Andalucía<br />
Durante los días 15 y 16 de febrero se han celebrado en Úbeda y Baeza las Jornadas de Presentación<br />
de las Bases para una Carta sobre <strong>Patrimonio</strong> y Desarrollo en Andalucía. El balance de estas Jornadas no<br />
ha podido ser más alentador. A ellas han acudido ponentes de muy diversa formación (arqueólogos, geógrafos,<br />
arquitectos, abogados, etc...), en sintonía con la procedencia de los numerosos asistentes (responsables<br />
<strong>del</strong> patrimonio, miembros de escuelas taller, integrantes de unidades de promoción local, universitarios,<br />
funcionarios de distintas instituciones públicas, etc...). Puede afirmarse que una tendencia<br />
nueva, que entronca con las propuestas para el Plan General de Bienes Culturales 1996-1999, y que ve<br />
en el patrimonio un recurso fundamental para el desarrollo social, económico y cultural, está creando<br />
una serie de expectativas que trascienden a los responsables centrales de la administración andaluza y<br />
que arraigan en iniciativas territoriales, comarcales y locales.<br />
El documento presentado en las Jornadas, las Bases, se propone como un producto abierto, dispuesto<br />
para la discusión y el debate, y cuyo principal objetivo es trasladar a la sociedad andaluza nuevas formas<br />
de concebir, mantener, gestionar, mejorar y rentabilizar el patrimonio, especialmente en el contexto actual<br />
de profundos cambios socioeconómicos, que obliga a la búsqueda y redefinición de los recursos<br />
disponibles. En el marco de una Europa de regiones muy competitivas entre sí, en la que las directivas y<br />
políticas comunitarias condicionan e, incluso, ponen en entredicho el desarrollo de sectores tradicionales,<br />
como el sector agrario, hacen necesaria la búsqueda de nuevos campos de oportunidades. El patrimonio<br />
puede convertirse, especialmente en su conexión con otras estrategias socioeconómicas, en una<br />
fuente de ventajas competitivas, en un motor para la creación de empresas y empleos, y, sobre todo, en<br />
un factor que contribuya a la mejora de la calidad de vida de los andaluces.<br />
Entre las ventajas de partida, Andalucía cuenta con el hecho de que su patrimonio es abundante, variado<br />
y se encuentra muy repartido en la región. Además, la interconexión entre patrimonio cultural y patrimonio<br />
natural revaloriza de forma sustancial muchas comarcas andaluzas que, especialmente las de<br />
montaña, tienen en este patrimonio tal vez el recurso potencial más importante desde el que plantear<br />
políticas de desarrollo local. Es precisamente en relación a esta necesidad de aprovechar el patrimonio<br />
como factor que potencie el reequilibrio territorial en la que se apoya la aplicación <strong>del</strong> concepto de<br />
sostenibilidad; y esto en la medida de que tal sostenibilidad debe asegurar el mantenimiento y mejora<br />
<strong>del</strong> patrimonio como recurso en el futuro y de que su rentabilidad social, económica y cultural se aproveche<br />
para aminorar las diferencias internas existentes entre las distintas comarcas andaluzas.<br />
Otro aspecto fundamental <strong>del</strong> patrimonio entendido como factor de desarrollo es la identificación <strong>del</strong><br />
sujeto como el protagonista y objetivo principal de la acción de progreso. La perspectiva <strong>del</strong> ciudadano<br />
andaluz, pero también la <strong>del</strong> visitante, <strong>del</strong> inmigrante, etcétera, ayuda a concebir al patrimonio como un<br />
elemento clave en la generación de nuevos valores colectivos que, de un lado, potencien las actitudes<br />
de consenso para crear y pactar nuevas culturas de desarrollo social, y, de otro, muestren la vía para<br />
compartir el patrimonio propio con individuos que acudan a Andalucía como turistas, trabajadores o<br />
por otro motivo, encontrando en el patrimonio claves para generar lugares de encuentro cultural.<br />
Probablemente con todo esto no se esté inventando nada nuevo. En otras épocas, Andalucía ya supo<br />
crear estos nexos interculturales; de hecho, el patrimonio andaluz es una buena muestra y producto de<br />
esa inveterada sabiduría para compartir, asimilar y recompartir.<br />
PH Editorial
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Noticias<br />
ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO DE MUSEOLOGÍA DE LA<br />
UNESCO. BRNO, REPÚBLICA CHECA<br />
En la ciudad de Brno, en la República Checa,<br />
Organismos se vienen celebrando desde hace 10 años, los e<br />
cursos de Museología <strong>del</strong> ISSOM. La Escuela<br />
Internacional de Verano de Museología de la<br />
UNESCO es un proyecto conjunto de la Cátedra<br />
de Museología de la Universidad Masaryk<br />
y el Museo de Moravia y se dedica a la<br />
formación profesional especializada de posgraduados.<br />
Las actividades <strong>del</strong> ISSOM reciben<br />
el apoyo <strong>del</strong> ICOM, y especialmente de su<br />
comité de Museología, el ICOFOM. La Universidad<br />
de Brno tiene una larga tradición en<br />
la realización de actividades formativas relacionadas<br />
con la Museología, estableciéndose<br />
en 1921 los primeros programas que trataban<br />
de los museos, siendo en 1963 cuando<br />
se constituye el Departamento de Museología<br />
propiamente dicho.<br />
La enseñanza se orienta al descubrimiento<br />
sistemático <strong>del</strong> conjunto de conocimientos<br />
museológicos y museográficos necesarios para<br />
un mejor desarrollo <strong>del</strong> trabajo en el museo.<br />
El ISSOM programa habitualmente un<br />
curso general de Museología –A– y dos cur-<br />
La política <strong>del</strong><br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong><br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, como<br />
institución especializada<br />
en el<br />
ámbito de los<br />
bienes culturales,<br />
ha tenido entre<br />
sus líneas principales<br />
de actuación<br />
el apoyo a<br />
los profesionales<br />
relacionados con<br />
su ámbito de<br />
trabajo, así como la colaboración con las instituciones<br />
vinculadas a este campo.<br />
De este modo, consideramos de interés para<br />
todo este conjunto de personas e instituciones<br />
sos especializados que se alternan cada año:<br />
B - Colecciones; C - Educación y Acción Cultural<br />
en el Museo.<br />
La formación en todos los cursos se organiza<br />
en forma de seminarios y conferencias que se<br />
completan mediante excursiones temáticas a<br />
los museos de la República Checa y los países<br />
vecinos. El director <strong>del</strong> Comité científico <strong>del</strong><br />
ISSOM es Vinos Sofka, presidente honorario<br />
<strong>del</strong> ICOFOM, siendo el responsable de la<br />
puesta en marcha de cada edición, el museólogo<br />
checo Zbynek Stransky. El profesorado<br />
<strong>del</strong> curso, que varía ligeramente cada año, está<br />
formado por especialistas de renombre internacional<br />
como André Desvallées, Peter Van<br />
Mensch, Tomislav Sola, Mathilde Bellaigue,<br />
Bernard Deloche, Michel Van Praët o los propios<br />
V. Sofka y Z. Stransky.<br />
La temática que abarca el curso es muy amplia,<br />
siendo el corpus central la museología, pero<br />
extendiéndose a otras áreas de conocimiento<br />
como la semiología, documentación, selección<br />
y presentación de objetos, principios básicos<br />
CATÁLOGO DE SERVICIOS DEL <strong>IAPH</strong><br />
la aparición <strong>del</strong> CATÁLOGO DE SERVICIOS<br />
DEL <strong>IAPH</strong>. Con él se pretende, en la medida<br />
de las posibilidades establecidas por los medios<br />
humanos y materiales de la institución, dar respuesta<br />
a una serie de demandas que se nos venían<br />
planteando, y que surgían, no sólo de la<br />
propia administración (Dirección General de<br />
Bienes Culturales de la Consejería de Cultura,<br />
sobre todo) sino de los profesionales e instituciones<br />
a las que antes hemos hecho alusión.<br />
En la actualidad, los servicios <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> abarcan<br />
áreas muy diversas: desde la Documentación a<br />
la Formación; o desde la Intervención hasta la<br />
Arqueología subacuática. No obstante, es importante<br />
resaltar el carácter complementario<br />
de todas ellas, así como la conexión establecida<br />
con el mundo de la investigación universitaria.<br />
Estos dos elementos han permitido (y permitirán,<br />
a medida que se desarrollen los servicios<br />
Comentarios<br />
de conservación, estudios de público, aprendizaje<br />
en el museo, etc., que se completan con<br />
análisis de exposiciones o salas de reserva visitadas<br />
y seminarios de debate y presentación<br />
de experiencias.<br />
El curso supone además una oportunidad<br />
ideal para establecer contactos a nivel profesional<br />
y humano, así como para intercambiar<br />
experiencias y establecer cooperaciones a nivel<br />
internacional en todos los ámbitos de trabajo<br />
<strong>del</strong> museo. El reducido número de alumnos<br />
y el régimen intensivo <strong>del</strong> curso hacen<br />
que el aprovechamiento <strong>del</strong> mismo sea muy<br />
elevado.<br />
Para este año 1996 el curso general de Museología,<br />
A, se ha programado durante el mes de<br />
Junio, y el curso especializado en gestión de colecciones,<br />
B, para el mes de Septiembre. Los<br />
cursos se imparten en inglés y/o francés.<br />
Información:<br />
ISSOM Secretary, Masaryk University,<br />
Zerotinovo nam.9<br />
Brno 601 77, República Checa.<br />
Tel/Fax: 42/ 5-42.12.82.37<br />
expuestos en el catálogo) un conocimiento cada<br />
vez más efectivo de las necesidades <strong>del</strong> patrimonio<br />
histórico andaluz, cuyo conocimiento,<br />
conservación y acrecentamiento son objetivos<br />
prioritarios de nuestro trabajo.<br />
Queremos señalar de manera expresa que,<br />
aunque la voluntad <strong>del</strong> catálogo es la de ofrecer<br />
un servicio a los distintos grupos y ámbitos de<br />
la vida andaluza integrados en la realidad <strong>del</strong> patrimonio,<br />
el desarrollo de los diferentes apartados<br />
<strong>del</strong> catálogo va a producirse de una manera<br />
escalonada. De hecho, en su primer año de implantación,<br />
los servicios <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> van a dirigirse<br />
de manera prioritaria a las Instituciones <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
en Andalucía, para ir extendiendo su<br />
campo de actuación en años sucesivos.<br />
4
PH Boletín<strong>14</strong> 5<br />
BECAS PARA EL MUSEO<br />
METROPOLITANO DE NUEVA YORK<br />
La Fundación Andrew Mellon oferta becas de<br />
trabajo en el Departamento de Conservación<br />
de Obras de Arte <strong>del</strong> Metropolitan Museum of<br />
Art de Nueva York. La duración de la estancia<br />
abarca desde el 2 de Septiembre de 1996 hasta<br />
el 31 de Agosto de 1997, con posibilidad de<br />
prórroga. La dotación anual de la beca es de<br />
20.000$ USA. Se exige acreditar un elevado nivel<br />
de experiencia y conocimiento en las ciencias<br />
y técnicas aplicadas a la conservación <strong>del</strong> patrimonio<br />
histórico.<br />
Información:<br />
Pia Quintana, Coordinator for Fellowship<br />
Education. Metropolitan Museum of Art.<br />
1000 Fith Avenue. New York, NY. 10028-<br />
0198 USA.<br />
EL MUSEO METROPOLITANO DE<br />
NUEVA YORK ABRE UN INSTITUTO<br />
ESPECIALIZADO EN<br />
CONSERVACIÓN DE TEXTILES.<br />
El Museo Metropolitano se lanza a una empresa<br />
de gran envergadura con la puesta en marcha<br />
de un <strong>Instituto</strong> especializado en la conservación,<br />
el análisis y la restauración de su<br />
colección de textiles. Se sitúa de este modo a<br />
la cabeza de otras instituciones de este tipo<br />
como el Victoria and Albert Museum de Londres,<br />
el Museo de Tejidos de Lyon o la Fundación<br />
Abbegg de Riggisberg. Esta amplia reestructuración<br />
(que consiste en reunir en un<br />
mismo lugar las ricas colecciones <strong>del</strong> museo,<br />
hasta un total de 36.000 piezas, hasta ahora<br />
dispersas en los respectivos departamentos),<br />
concentrará las energías de unos 15 conservadores<br />
bajo la dirección de Thomas Campbell,<br />
administrador general <strong>del</strong> centro. Entre las facilidades<br />
que esta nueva organización ofrecerá<br />
encontramos laboratorios de conservación<br />
que permitirá el análisis y todos los tratamientos<br />
modernos necesarios para la restauración<br />
y conservación de textiles así como zonas de<br />
almacén de fácil acceso y que cumplen todas<br />
las normas internacionales de seguridad y conservación.<br />
El Centro está además dotado de<br />
una gestión informatizada de las colecciones,<br />
gracias a un programa de tratamiento de la<br />
imagen numérica, al cual tendrán acceso tanto<br />
los conservadores e investigadores como el<br />
público en general. En un futuro próximo este<br />
nuevo centro textil podrá acoger a investigadores<br />
y especialistas en sus salas de consulta y<br />
asegurará igualmente su formación. Parte de<br />
los fondos necesarios para costear este nuevo<br />
centro los aporta la Fundación Antonio Ratti<br />
de Como, pasando por ello el instituto a denominarse<br />
Centro Textil Antonio Ratti.<br />
VI CONGRESO NACIONAL ANABAD:<br />
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS, CENTROS<br />
DE DOCUMENTACIÓN Y MUSEOS EN<br />
EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS.<br />
Murcia, 26-28 Junio, 1996.<br />
El VI Congreso Nacional de la ANABAD, se<br />
planteará un balance de la situación actual de<br />
las Instituciones patrimoniales: Archivos, Bibliotecas,<br />
Museos y Centros de Documentación.<br />
El congreso tratará de cómo han evolucionado<br />
estas Instituciones durante los últimos 15 años,<br />
desde la transferencia de las competencias por<br />
parte <strong>del</strong> Ministerio de Cultura a las diferentes<br />
autonomías; cómo les han afectado y en qué<br />
modo se ha concretado el traspaso de competencias;<br />
cómo queremos que sean estos<br />
Centros en un futuro, etc.<br />
Se abordarán las diferentes disposiciones emanadas<br />
de los parlamentos y gobiernos autonómicos<br />
en los últimos años: leyes de Archivos,<br />
Bibliotecas y Museos promulgadas, Reglamentos,<br />
decretos de creación de centros, servicios,<br />
etc. Se procederá a evaluar dicha Normativa,<br />
así como a estudiar el desarrollo de sistemas y<br />
redes y a valorar la gestión realizada.<br />
La organización ha previsto un programa de<br />
actividades paralelas con visitas culturales y actos<br />
complementarios.<br />
Información:<br />
ANABAD-Murcia,<br />
Apartado de Correos 4259<br />
30.080 Murcia.<br />
Tel: 968/22 05 01, Fax: 968/22 05 31<br />
e-mail: anabadmu @ fcu.um.es<br />
ARTÍCULOS 5<br />
ARTÍCULOS<br />
FINANCIACIÓN DE PROYECTOS<br />
CULTURALES DE COOPERACIÓN<br />
INTERREGIONAL A CARGO DEL<br />
FONDO PARA EL DESARROLLO<br />
REGIONAL (FEDER)<br />
El artículo 10 <strong>del</strong> nuevo reglamento <strong>del</strong> Fondo<br />
Estructural para el Desarrollo Regional (FE-<br />
DER), contempla, para el período 1995-1999,<br />
la posibilidad de contribuir a la financiación de<br />
proyectos pilotos de cooperación interregional,<br />
de carácter cultural, para los que se destinarán<br />
aproximadamente unos 15 millones de ECUS.<br />
Estos proyectos-piloto de cooperación tienen<br />
como objeto reforzar la cohesión económica y<br />
social de la Unión Europea mediante el establecimiento<br />
de redes, entre sus ciudades y regiones,<br />
a partir de la temática cultural, considerando<br />
el patrimonio cultural, regional y local,<br />
desde la perspectiva <strong>del</strong> desarrollo económico<br />
y la cooperación interregional.<br />
Además, esta acción pretende:<br />
1. Favorecer un mo<strong>del</strong>o de desarrollo integrado,<br />
movilizando, en torno a un proyecto de<br />
cooperación interregional de desarrollo<br />
económico de carácter cultural, tanto a los<br />
representantes políticos y administrativos,<br />
como a los dinamizadores económicos regionales<br />
y locales <strong>del</strong> sector público y/o privado,<br />
e incluso asociativo.<br />
2. Promover el intercambio de experiencias y<br />
conocimientos sobre el tema cultural entre<br />
las autoridades regionales y locales, dado su<br />
interés para la cohesión comunitaria.<br />
3. Promover la utilización de nuevas tecnologías<br />
de la información y de la comunicación.<br />
Estos proyectos-piloto de cooperación interregional<br />
de desarrollo económico de carácter<br />
cultural, se dirigen a las regiones y municipios<br />
incluidos dentro de los objetivos 1, 2, 5b y 6.<br />
Podrán presentarse tres temas, como máximo,<br />
por cada red de cooperación. Las propuestas<br />
pueden ir referidas a los temas/campos de cooperación<br />
relacionados con el patrimonio cultural<br />
europeo indicados a continuación, sin que<br />
estos sean excluyentes:<br />
• patrimonio histórico y arquitectónico<br />
(urbano, arqueológico, religioso, militar,<br />
marítimo...),<br />
• patrimonio industrial (textil, siderúrgico...),<br />
• patrimonio artesanal (oficios artísticos,<br />
oficios tradicionales,...)
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Noticias y Comentarios<br />
Se podrán tener en cuenta aquellos proyectos<br />
cuyos objetivos de cooperación contemplen<br />
manifestaciones culturales o de creación de<br />
nuevos productos culturales, siempre que estén<br />
orientados al desarrollo local y la valoración <strong>del</strong><br />
patrimonio.<br />
Los proyectos deberán acompañarse de un documento<br />
sintético de varias páginas, indicando<br />
los objetivos, los participantes, el marco de actuación<br />
y las acciones concretas, así como un<br />
presupuesto detallado.<br />
La duración de los proyectos no excederá de<br />
24 meses como máximo.<br />
Las redes deben englobar a representantes de<br />
colectividades locales o regionales de entre tres<br />
y seis regiones diferentes y de al menos tres estados<br />
miembros. El número de representaciones<br />
regionales o locales participando en la realización<br />
de la red no podrá exceder de seis,<br />
salvo excepción justificada.<br />
Deberán ser parte principal de la red el sector<br />
económico, público y/o privado, o las asociaciones,<br />
bajo la cobertura de las colectividades territoriales.<br />
La financiación de estos proyectos a cargo de<br />
los fondos FEDER sobrepasará el 75% <strong>del</strong> coste<br />
total por lo que respecta a las regiones y colectividades<br />
<strong>del</strong> Objetivo 1 y 6, y de un 50% <strong>del</strong><br />
coste total para los demás.<br />
El sector económico, público y/o privado, deberá<br />
ser parte activa en la realización <strong>del</strong> proyecto,<br />
con una participación de un 20 a un<br />
25% <strong>del</strong> presupuesto total.<br />
La información, que contiene una nota de información<br />
general, un formulario de participación,<br />
los criterios de selección y los procesos<br />
de admisión, puede solicitarse en:<br />
Comisión Europea<br />
Dirección General de la Política Regional y la<br />
Cohesión<br />
DG XVI<br />
Edificio CSM1, bureau 7/43<br />
Unidad A.2: Proyecto de cooperación de interés<br />
cultural<br />
Rue de la Loi 200<br />
1040 Bruselas<br />
Utilizar preferentemente el<br />
Fax: 32 - 2 - 295.01.38/39 ó 40,<br />
mencionando la DG XVI,<br />
artículo 10 FEDER.<br />
COMENTARIOS A LA PRIMERA<br />
REUNIÓN ANUAL DE LA<br />
ASOCIACIÓN EUROPEA DE<br />
ARQUEÓLOGOS: SANTIAGO 1995.<br />
Las reuniones comenzaron con la bienvenida a<br />
cargo <strong>del</strong> Presidente (Kristian Kristiansen), que<br />
introdujo la Conferencia Anual de la EAA, ofrecida<br />
por el Prof. Dr. Arturo Ruiz Rodríguez, de<br />
la Universidad de Jaén, titulada "Desde la Arqueología:<br />
Europa de la Diversidad".<br />
Se siguió el precedente establecido en la Reunión<br />
Inaugural en Ljubljana, realizándose una serie de<br />
cortas intervenciones de carácter general sobre<br />
aspectos de la investigación y la arqueología pública<br />
en Galicia, a cargo de representantes de la<br />
Universidad de Santiago, la Dirección Xeral do<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico e Documental de la Consellería<br />
de Cultura de la Xunta de Galicia, y la Asociación<br />
Profesional de Arqueólogos de Galicia.<br />
Los cinco temas principales de las sesiones<br />
científicas y las mesas redondas fueron:<br />
• La Interpretación <strong>del</strong> Registro Arqueológico<br />
• La Administración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
• La Reflexión <strong>del</strong> Registro Arqueológico<br />
• Arqueología y Paisaje<br />
• Más Allá de la Arqueología Europea<br />
Las mesas redondas estuvieron relacionadas<br />
con temáticas de interés actual: "Yacimientos en<br />
peligro: el caso de Foz Côa", "El papel de la Arqueología<br />
Contractual", "Enseñando Arqueología:<br />
el Proyecto SIGMA", "Parques Arqueológicos<br />
como Recurso Cultural", y "Arqueología de<br />
Rescate y Producción de Conocimiento". La<br />
mesa redonda plenaria, centrada en la necesidad<br />
de un Código Ético en la Arqueología Europea,<br />
se tradujo en una recomendación en la<br />
Reunión Anual de Trabajo.<br />
La Reunión Anual de Trabajo de la Asociación fue<br />
el último acontecimiento oficial de la conferencia,<br />
en la tarde <strong>del</strong> Sábado 23 de Septiembre. Kristian<br />
Kristiansen, ahora profesor de Arqueología en la<br />
Universidad de Göteborg (Suecia), tomó la palabra<br />
como Presidente y presentó su informe a los<br />
miembros. Esto fue seguido por la presentación<br />
de los planes a largo plazo de la Asociación y el<br />
anuncio de los resultados de la votación para la<br />
primera elección de cargos y miembros <strong>del</strong> Comité<br />
Ejecutivo en conformidad con los Estatutos<br />
(debemos recordar que los miembros <strong>del</strong> comité<br />
directivo original fueron elegidos en bloque en la<br />
Reunión Inaugural de Ljubljana, para servir durante<br />
un año como Comité interino hasta que los<br />
Estatutos entraran en vigor). Una pequeña enmienda<br />
a los Estatutos, propuesta por el Comité<br />
de Nominación, fue aprobada, como lo fue también<br />
una resolución sobre Foz Côa emanada de<br />
la mesa redonda. Todos estos asuntos fueron recogidos<br />
en artículos incluidos en la hoja informativa<br />
de la Asociación (The European Archaeologist,<br />
nº 4, December 1995).<br />
EOCONSID'95. II ENCUENTRO DE<br />
ORGANIZACIÓN DEL<br />
CONOCIMIENTO. Org.<br />
Capítulo Español de ISKO.<br />
La información me llegó a través de SEDIC y no<br />
tenía ni idea de qué era ISKO ni de quiénes eran.<br />
Solicité información a un teléfono de Zaragoza; a<br />
los pocos días recibí el programa y relación de intervenciones.<br />
Me resultó de lo más atractivo. Así<br />
que solicité en mi centro la comisión de servicios<br />
correspondiente y me fui a Madrid los días 16 y<br />
17 <strong>del</strong> pasado mes de noviembre.<br />
ECONSID'95 se celebró en el Aula Magna de la<br />
Universidad Carlos III, con la asistencia de más de<br />
150 inscritos que llenaron el Aula Magna durante<br />
las cuatro sesiones temáticas, desarrolladas con<br />
un total de 35 comunicaciones, y que dinamizaron,<br />
en los turnos de preguntas con los que concluían<br />
las sesiones, los contenidos expuestos.<br />
El jueves a las 9'45 h. Emilia Currás, de la Universidad<br />
Autónoma de Madrid, inauguraba el<br />
Encuentro con la conferencia "Caos y orden en<br />
la Organización <strong>del</strong> Conocimiento". Tras exponer<br />
los fundamentos y principios de algunas de<br />
las teorías caoístas desarrolladas principalmente<br />
por la Física, concluyó utilizando dichas teorías<br />
para defender la hipótesis de que "el caos no<br />
existe, sino que la capacidad humana es mínima<br />
para atender las leyes <strong>del</strong> orden..."<br />
A continuación, a las 11'30 h. aproximadamente,<br />
comenzó la Primera Sesión sobre "Fundamentos<br />
Teóricos". Las comunicaciones trataron<br />
aspectos teóricos y metodológicos de construcción<br />
y uso de lenguajes documentales. Sin restar<br />
relevancia a ninguna de las comunicaciones presentadas<br />
en esta sesión, destacaría las siguientes:<br />
la de Mª José López Huerta (Universidad de<br />
Granada), "Sobre el diseño de tesauros: algunas<br />
reflexiones teóricas y metodológicas", por el papel<br />
destacado que otorga el Usuario, siguiendo<br />
corrientes anglosajonas, como elemento metodológico<br />
en la construcción de tesauros. La de<br />
Miguel Ángel Esteban Navarro (Universidad de<br />
Salamanca), "El control de vocabulario aplicado<br />
a la construcción de lenguajes documentales",<br />
por su propuesta precisa y coherente de una<br />
metodología de construcción de tesauros basa-<br />
6
PH Boletín<strong>14</strong> 7<br />
da en un principio rector <strong>del</strong> control de vocabulario<br />
que consiste en la univocidad entre términos<br />
y conceptos, y en un marco de univocidad<br />
que es el sistema de conceptos y que se convierte<br />
en elemento clave de la construcción.<br />
También se podría reseñar –por lo atrevido y<br />
novedoso de su contenido– la comunicación de<br />
Fco. Javier y Luis Fernando García Marco, "El resumen<br />
de documentos literarios", quienes propusieron<br />
una primera aproximación a un esbozo<br />
de metodología de elaboración de<br />
resúmenes de textos literarios. Es difícil, aún<br />
queda mucho camino por recorrer, pero resulta<br />
gratificante descubrir que en nuestro ámbito<br />
hay investigaciones que, desde parámetros científicos<br />
interdisciplinares, aportan a nuestra disciplina<br />
cierta dosis de creatividad y originalidad.<br />
La Segunda Sesión de "Formación y Enseñanza"<br />
empezó a las 16 h. Se expusieron diferentes<br />
trabajos sobre aspectos pedagógicos de la enseñanza<br />
de las materias de organización <strong>del</strong> conocimiento<br />
en Facultades y/o Escuelas de Biblioteconomía<br />
y Documentación.<br />
El viernes a las 9 h. empezó la Tercera Sesión de<br />
"Investigación Aplicada", sesión en la que tuvieron<br />
cabida, entre otros, temas relacionados con<br />
el marco tecnológico de la Documentación. Algunos<br />
de los títulos de las comunicaciones fueron:<br />
el Hipertexto Documental, la Organización<br />
<strong>del</strong> conocimiento en Internet, etc... A las 11'30<br />
h. comenzó la Cuarta Sesión sobre "Organización<br />
y Descripción de la Documentación Administrativa",<br />
con temas como: las técnicas de documentación<br />
integral, principios archivísticos<br />
aplicados a la organización de la documentación<br />
administrativa, y la documentación administrativa<br />
departamental y periférica.<br />
La conferencia de clausura estuvo a cargo de Peter<br />
Jaenecke, Presidente de ISKO-Alemania, especialista<br />
en Ciencias Cognitivas y Filosofía de la<br />
Ciencia. El título de la conferencia fue "La actividad<br />
teorizadora como fundamento de la organización<br />
<strong>del</strong> conocimiento". En ella expuso la hipótesis<br />
de que la organización <strong>del</strong> conocimiento de<br />
una disciplina conlleva la construcción de una teoría<br />
que a su vez puede dar paso a una "ciencia". La<br />
conclusión fue que la disciplina Documentación<br />
aún está en la fase de construcción de su Teoría.<br />
Uno de los días <strong>del</strong> Encuentro ISKO-España celebró<br />
su Asamblea General de socios, a la que<br />
asistí como invitada. La verdad es que pedí que<br />
me invitaran porque sentía curiosidad por conocer<br />
al colectivo que había organizado el II Encuentro<br />
de Organización <strong>del</strong> Conocimiento, que<br />
tal como se iba desarrollando no estaba defrau-<br />
dando mis expectativas. En esta reunión me enteré<br />
de que ISKO-España era el Capítulo Español<br />
de la Society of Knowledge Organization (IS-<br />
KO), fundada en 1989, con sede en Alemania.<br />
ISKO está concebida como un círculo internacional<br />
de colegas –especialmente de aquellos<br />
procedentes de las Ciencias de la Documentación–<br />
que trabajan con problemas relacionados<br />
con la organización conceptual <strong>del</strong> conocimiento.<br />
Sus bases científicas residen en el metódico<br />
conocimiento acumulado en los campos de la<br />
Lógica, la Teoría de Sistemas, la Ciencia de la<br />
Organización, la Psicología, la Teoría de la Ciencia,<br />
la Informática, la Lingüística y la Filosofía, especialmente<br />
la Epistemología.<br />
El número de socios españoles no llega –no<br />
llegamos– a los cuarenta. Con carácter bianual<br />
organizan un encuentro. El primero fue en el<br />
93 y las actas <strong>del</strong> mismo se entregaron a los<br />
asistentes de EOCONSID'95 (Organización <strong>del</strong><br />
Conocimiento en Sistemas de Información y Documentación<br />
1; Zaragoza:ISKO-España/Vicerrectorado<br />
de Investigación, Universidad de<br />
Zaragoza, 1995. -286 pp.). Otra de las publicaciones<br />
de ISKO-España es la revista Scire, publicada<br />
con la colaboración de la Universidad de<br />
Zaragoza.<br />
En definitiva, el balance de la experiencia, tanto<br />
desde un punto de vista humano como académico,<br />
fue muy positivo (me compensó con creces<br />
el gripón que me traje de Madrid, aún no<br />
había llovido aquí y allí me puse chorreando).<br />
Sólo espero que las actas se publiquen pronto y<br />
que nos volvamos a encontrar en el 97.<br />
Irene Tenorio Vázquez<br />
Universidad de Sevilla<br />
JORNADAS SOBRE IDENTIDAD Y<br />
CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO<br />
CULTURALEN EL ÁMBITO EURO-<br />
MEDITERRÁNEO<br />
Los días 9 y 10 de Febrero pasados se han celebrado,<br />
con la organización de la Universitá<br />
<strong>del</strong> Mediterraneo, unas jornadas preparatorias<br />
de la reunión de ministros de Cultura de la<br />
Unión Europea (UE), cuya celebración está<br />
prevista para el mes de Abril en Bolonia (Italia).<br />
Estas jornadas continúan la línea marcada<br />
por la UE en su reunión de Barcelona, donde<br />
se acordaron una serie de compromisos para<br />
atender a las demandas que en esta materia<br />
fueran presentadas por los países <strong>del</strong> ámbito<br />
mediterráneo.<br />
Las jornadas, en las cuales ha tenido su representación<br />
el <strong>IAPH</strong> por invitación de los organizadores,<br />
han reunido a un total de treinta expertos<br />
de los países <strong>del</strong> área, quienes, a través<br />
de los grupos de trabajo compuestos por ellos,<br />
han protagonizado un fructífero intercambio de<br />
experiencias en los campo de la documentación,<br />
la conservación y la formación. Un apartado<br />
importante se ha dedicado también a los<br />
proyectos de cooperación, en los que se ha valorado<br />
el nivel de especialización y el carácter<br />
interdisciplinar de los mismos.<br />
De todo ello se han extraído las oportunas<br />
conclusiones, y se ha procedido a la propuesta<br />
de colaboraciones conjuntas en este área tan<br />
importante para la comprensión global de la<br />
realidad patrimonial europea. De los resultados<br />
de la reunión de ministros, así como de otras<br />
informaciones que se produzcan relacionadas<br />
con este tema, les mantendremos informados<br />
en números sucesivos.<br />
UN REGLAMENTO PARA LOS<br />
MUSEOS DE ANDALUCÍA<br />
En la Comunidad Autónoma de Andalucía se ha<br />
aprobado el nuevo Reglamento de Museos que<br />
regula la creación de nuevos museos y la gestión<br />
de los fondos museísticos de los Museos<br />
de la Comunidad Autónoma. Este Reglamento,<br />
publicado en el BOJA núm.5, de 16 de enero<br />
de 1996, desarrolla parcialmente la Ley de Museos<br />
de Andalucía 2/1984, de 9 de enero.<br />
El Reglamento regula el procedimiento referente<br />
a la autorización para la creación de Museos<br />
en el territorio de la Comunidad Autónoma,<br />
expediente que debe incluir un estudio de viabilidad<br />
y un proyecto que recoja el programa<br />
institucional, el programa museológico y el programa<br />
museográfico.<br />
Los museos autorizados serán inscritos en el<br />
Registro de Museos de Andalucía, en una de<br />
sus tres secciones:<br />
• Museos de titularidad autonómica.<br />
• Museos de titularidad pública no autonómica.<br />
• Museos de titularidad privada.<br />
El reglamento también regula la gestión de los<br />
fondos museísticos, los depósitos, la salida temporal<br />
de fondos pertenecientes a la Junta de<br />
Andalucía, las condiciones generales de préstamo<br />
para exposiciones temporales, la autorización<br />
para la salida de fondos de Andalucía y la<br />
accesibilidad para investigadores.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Noticias y Comentarios<br />
PUERTA DE CÓRDOBA EN<br />
CARMONA<br />
El pasado quince de diciembre el Centro de<br />
Intervenciones <strong>del</strong> I.A.P.H. dio comienzo al<br />
Proyecto de investigación arqueológica previa a la<br />
intervención de conservación / restauración de la<br />
Puerta de Córdoba de Carmona. Se enmarca en<br />
el ámbito de los trabajos necesarios para adquirir<br />
los conocimientos históricos y técnicos<br />
indispensables para confeccionar un futuro<br />
Prroyecto de Restauración.<br />
El objeto de la actuación es hoy día Bien de Interés<br />
Cultural y se localiza en el extremo NE<br />
<strong>del</strong> casco antiguo de esta localidad sevillana. Estructuralmente,<br />
la Puerta consiste en un arco<br />
de medio punto flanqueado por dos torreones<br />
poligonales que enlazan con el alcor mediante<br />
dos lienzos de muralla. Datada en los primeros<br />
años <strong>del</strong> siglo I d.C., desde la Edad Media se<br />
han ido sucediendo obras de reconstrucción y<br />
reparación, destacando entre ellas la remo<strong>del</strong>ación<br />
operada por el arquitecto José de Echamorro<br />
entre 1790 y 1800. No hay duda <strong>del</strong> valor<br />
estratégico de la Puerta de Córdoba y de<br />
su emblemática ubicación como único acceso<br />
visible de la inexpugnable Carmona desde el<br />
camino que unía los dos extremos <strong>del</strong> valle <strong>del</strong><br />
Guadalquivir a través de la Vía Augusta. Es precisamente<br />
este valor de “avanzada” de la ciudad<br />
ante el viajero el que probablemente influye<br />
en el marcado carácter escenográfico dado<br />
a su composición.<br />
La finalidad principal de los estudios previos<br />
que realizamos en el bien inmueble es, por una<br />
parte, garantizar su integridad –sin que esto va-<br />
ya en detrimento de la aplicación de soluciones<br />
apropiadas para su conservación–; y, por otra,<br />
hacer factible su lectura por parte no sólo de<br />
los profesionales implicados en el proceso sino,<br />
también, por la sociedad en general, así como<br />
preservar en toda su riqueza los valores culturales<br />
de que es exponente. Para todo ello, el<br />
I.A.P.H. está llevando a cabo el esquema racional<br />
que se aplica en la concepción de estos proyectos<br />
de intervención en bienes inmuebles, estableciendo<br />
tres pasos fundamentales previos al<br />
desarrollo <strong>del</strong> futuro Proyecto de Restauración:<br />
a) la adquisición de conocimientos mediante<br />
estudios previos históricos y técnicos;<br />
b) el diagnóstico o determinación de la problemática<br />
<strong>del</strong> edificio, y la confección de una<br />
primera valoración histórica;<br />
c) y la propuesta de métodos y criterios a desarrollar<br />
–definición <strong>del</strong> proyecto–.<br />
Los estudios necesarios han sido agrupados en<br />
dos bloques distintos pero complementarios<br />
que están siendo abordados, según las distintas<br />
disciplinas, por profesionales de los tres departamentos<br />
<strong>del</strong> Centro que intervienen de forma<br />
coordinada:<br />
1. Análisis físico-químicos de la estructura material<br />
de la Puerta y de los factores de degradación<br />
(caracterización de los materiales<br />
constitutivos mediante procesos químicos,<br />
disfracción de rayos X, estudios mineralógicos<br />
y petrográficos; aplicación de ultrasonidos…;<br />
diagnóstico y estudio de las patologías registradas<br />
y de los agentes de deterioro para intentar<br />
eliminarlos o, al menos, paliar sus efectos<br />
degradantes en la medida de lo posible).<br />
2. Estudios históricos sobre el B.I.C. (investigación<br />
bibliográfica y archivística; rastreo de toda la documentación<br />
iconográfica relativa a la Puerta;<br />
investigación arqueológica <strong>del</strong> Monumento...).<br />
Es precisamente la Investigación Arqueológica<br />
la que constituye el eje de los estudios previos<br />
que se llevan a cabo en la Puerta de Córdoba 1.<br />
Las líneas primordiales de esta actividad son:<br />
a) la documentación y lectura de alzados, a<br />
partir de los levantamientos planimétricos,<br />
como instrumento sumamente eficaz para<br />
comprender lo construido, en sus aspectos<br />
espacial, formal y funcional, desde una perspectiva<br />
histórica;<br />
b) los sondeos en el subsuelo,como complemento<br />
imprescindible para el conocimiento<br />
<strong>del</strong> bien inmueble;<br />
c) la microestratigrafía de los enlucidos, indispensable<br />
no sólo a efectos de la documentación<br />
arqueológica, sino también con vistas<br />
a la definición <strong>del</strong> cromatismo a restituir;<br />
d) y el estudio <strong>del</strong> entorno más inmediato,<br />
que contribuye a la contextualización <strong>del</strong><br />
objeto de la Investigación.<br />
La base de datos que el I.A.P.H. está configurando<br />
con el desarrollo de estos estudios previos<br />
se materializará en una valoración histórica y<br />
conceptual completa de la Puerta de Córdoba<br />
de Carmona, lo que, sin duda, beneficiará tanto<br />
a la propia restauración y conservación <strong>del</strong><br />
B.I.C. como a su puesta en valor futura.<br />
1. En esta labor el Excmo. Ayto. de Carmona coopera<br />
mediante la aportación de operarios <strong>del</strong> P.E.R.<br />
8
PH Boletín<strong>14</strong> 9<br />
Organismos e<br />
Instituciones<br />
INSTITUTO<br />
INTERDISCIPLINAR<br />
DE ESTUDIOS DE<br />
OCIO.<br />
UNIVERSIDAD DE<br />
DEUSTO. BILBAO<br />
Estudios de Ocio nace en<br />
1988, en el seno de la Facultad<br />
de Filosofía y Ciencias<br />
de la Educación, tras un<br />
largo proceso de maduración<br />
y definición. Su objetivo<br />
es la investigación, la formación<br />
y la documentación<br />
en temas relacionados con<br />
el Ocio, entendido en sus<br />
múltiples contextos (Cultura,<br />
Turismo, Deporte, Salud,<br />
Recreación y Desarrollo Comunitario). Desde<br />
entonces hasta el momento presente ha sido<br />
un largo camino de progresiva consolidación de<br />
un proyecto y un equipo. En septiembre de<br />
1992 concluye el proceso de reconocimiento<br />
académico como <strong>Instituto</strong>. Esta realidad jurídica<br />
permite a Estudios de Ocio desarrollar un esquema<br />
ágil y flexible de respuesta a una realidad<br />
emergente.<br />
A lo largo de este período se refuerza el carácter<br />
interdisciplinar <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong>, con la<br />
progresiva incorporación de miembros y colaboradores<br />
de campos <strong>del</strong> conocimiento diverso.<br />
La variedad de formación es un reto y<br />
una dificultad más en nuestros programas; pero<br />
apostamos por ella porque pensamos que<br />
el resultado final es beneficioso para el grupo<br />
de personas que los siguen y para cada persona<br />
en particular.<br />
En este tiempo el <strong>Instituto</strong> ha madurado un<br />
concepto <strong>del</strong> ocio abierto a cualquier perspectiva<br />
presente y futura, pero al mismo tiempo,<br />
entendido como marco de desarrollo humano<br />
y dentro de un compromiso social. Nos preocupa<br />
e interesa la acción <strong>del</strong> ocio, gratificante y<br />
no utilitaria, desde cualquiera de sus dimensiones:<br />
lúdica, creativa, festiva y social.<br />
Desde sus primeros pasos, el <strong>Instituto</strong> ha tenido<br />
una vocación de apertura a lo internacional,<br />
que conlleva el reconocimiento de la universidad<br />
de ciertos problemas <strong>del</strong> hombre actual y<br />
supone el apoyo a unos conocimientos sin tradición<br />
académica. El aspecto internacional se<br />
hace patente en el enmarque general de contenidos,<br />
en los equipos docentes, en la convivencia<br />
e intercambio de estudiantes, en la utilización<br />
de fuentes bibliográficas y en la<br />
realización de estudios transnacionales.<br />
La labor <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> se desarrolla en tres áreas<br />
fundamentales: Area de Formación, Area de Investigación<br />
y Area de Documentación.<br />
Area de Formación<br />
Actualmente, el <strong>Instituto</strong> organiza dos clases de<br />
programas formativos: los masters/cursos de<br />
postgrado, y los programas de formación permanente,<br />
tiempos de ocio.<br />
El proceso de formación tiene un carácter multidisciplinar<br />
y se imparte en dos modalidades<br />
diferentes: cursos intensivos (ocho semanas organizadas<br />
en dos años) o cursos extensivos de<br />
dos años de duración. Las especialidades <strong>del</strong><br />
programa son las siguientes: GESTIÓN DE<br />
OCIO (Gestión Turístico-Deportiva o Cultural),<br />
EDUCACIÓN DEL OCIO (Adultos y Tercera<br />
Edad-Infancia y Juventud), OCIO Y TU-<br />
RISMO (Animación Turística).<br />
En las modalidades de formación permanente<br />
se ofrece la posibilidad de participar en cursos<br />
que abordan temáticas específicas impartidas<br />
por un profesorado experto procedente <strong>del</strong><br />
mundo universitario o laboral. Además, los<br />
alumnos matriculados en los diferentes programas<br />
pueden especializarse en cualquiera de las<br />
Universidades extranjeras con las que el <strong>Instituto</strong><br />
mantiene intercambios.<br />
Area de Investigación<br />
Desde sus inicios, el <strong>Instituto</strong> ha dado prioridad<br />
al desarrollo de unas líneas de investigación<br />
transnacionales e interdisciplinares que<br />
favorecen el desarrollo teórico <strong>del</strong> campo <strong>del</strong><br />
ocio. En esta línea, miembros <strong>del</strong> equipo de<br />
Estudios de Ocio han participado en diversas<br />
investigaciones promovidas por organismos<br />
nacionales e internacionales, como el Consejo<br />
de Europa, la Unión Europea o Ayuntamientos<br />
<strong>del</strong> estado.<br />
Respecto a los alumnos, como requisito fundamental<br />
para la obtención <strong>del</strong> título, deberán<br />
completar su aprendizaje elaborando individualmente<br />
un trabajo de investigación<br />
final, de acuerdo con las líneas señaladas por<br />
el <strong>Instituto</strong>.<br />
ADOZ. Centro de Documentación en ocio<br />
Desde la creación <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> Interdisciplinar<br />
de Estudios de Ocio se detectó la necesidad de<br />
crear un Centro de Documentación que reco-<br />
ARTÍCULOS<br />
pilase/centralizase la información sobre el ocio,<br />
tema complejo e interdisciplinar por su propia<br />
naturaleza. Fruto de la sensibilidad que la Diputación<br />
Foral de Bizkaia mostró por el tema, y<br />
con objeto de llenar la laguna de información<br />
en ocio, se firmó el 5 de Mayo de 1993 el convenio<br />
de colaboración con el Departamento<br />
de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia<br />
para la creación de ADOZ: Centro de Documentación<br />
en Ocio.<br />
ADOZ nace como un instrumento para la investigación,<br />
así como para la intervención y<br />
gestión en temas de Ocio. Su vocación es<br />
convertirse en una herramienta de asesoramiento<br />
y consulta para todos los técnicos e<br />
investigadores de manera que se constituya<br />
en un punto de referencia, en un servicio público<br />
que facilite los medios informativos, las<br />
conexiones con el exterior y las condiciones<br />
necesarias para que las personas interesadas<br />
en este tema puedan desarrollar adecuadamente<br />
su labor.<br />
Su objetivo general es ofrecer una información<br />
exhaustiva sobre el tema <strong>del</strong> ocio y los diversos<br />
ámbitos en los que se manifiesta (cultura, turismo,<br />
deporte para todos...) y facilitar los instrumentos<br />
necesarios para la búsqueda y puesta al<br />
día de información en cualquier tema de interés<br />
de sus usuarios.<br />
La información y documentación de que dispone<br />
ADOZ se encuentra organizada en Bases<br />
de Datos Bibliográficas elaboradas desde<br />
el Centro de Documentación ADOZ. Consta<br />
de tres tipos de referencias: Libros relacionados<br />
con el mundo <strong>del</strong> Ocio, Revistas de investigación<br />
en Ocio y Documentos específicos,<br />
publicados y no publicados, sobre temas<br />
de Ocio. En conjunto, dispone de 10.692 registros<br />
informatizados. Además se ponen a<br />
disposición <strong>del</strong> usuario bases de datos externas<br />
generadas por otros centros como el<br />
CAB Internacional; Loisir, Recreation et Turisme<br />
(LORETO) y Unisport.<br />
Junto al acceso a estas bases de datos, desde la<br />
Universidad de Deusto se ofrecen los siguientes<br />
servicios: consulta de fondos documentales,<br />
reproducción de documentos y una línea directa<br />
de asesoramiento y búsqueda exhaustiva de<br />
información.<br />
Por último, ADOZ elabora catálogos de investigaciones,<br />
catálogos de publicaciones periódicas<br />
y el boletín ADOZ, de periodicidad<br />
trimestral, <strong>del</strong> que se envían 2.000 ejemplares<br />
a entidades, técnicos y personas especializadas.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Noticias y Comentarios<br />
Cátedra de ocio y minusvalías<br />
La Cátedra de Ocio y Minusvalías <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
Interdisciplinar de Estudios de Ocio es fruto<br />
<strong>del</strong> convenio de colaboración subscrito, en<br />
1994, por la Fundación de la Organización<br />
Nacional de Ciegos de España (ONCE) y la<br />
Universidad de Deusto. Pretende ser un foro<br />
de encuentro en el que se potencie la investigación<br />
y se den nuevas respuestas a los diversos<br />
aspectos relacionados con el libre ejercicio<br />
y disfrute <strong>del</strong> ocio de las personas con discapacidades.<br />
Para ello, la Cátedra colabora con<br />
los agentes sociales implicados en estos temas,<br />
apoyando la labor que realizan y generando<br />
nuevas iniciativas.<br />
Aunque la investigación, abordada desde una<br />
perspectiva multidisciplinar, es el pilar fundamental<br />
de la Cátedra, por otro lado, y respondiendo<br />
al espíritu docente de la Universidad y a<br />
la necesidad de formación, tanto de carácter<br />
reglado como permanente, la Cátedra se ocupa<br />
de las siguientes tareas:<br />
• Análisis continuado de las necesidades formativas<br />
de los profesionales.<br />
• Realización de cursos, laboratorios, seminarios.<br />
• Organización de jornadas, simposios y conferencias.<br />
La Cátedra cuenta con una Sección Especializada<br />
en Ocio y Minusvalías dentro <strong>del</strong> Centro de<br />
Documentación.<br />
Información:<br />
INSTITUTO INTERDISCIPLINAR DE<br />
ESTUDIOS DE OCIO<br />
Universidad de Deusto<br />
Avda. Universidades, 24<br />
48007 Bilbao<br />
Apdo. 1 - E 48080 Bilbao<br />
Teléf.: 94/446 55 84 ó 94/445 89 16<br />
Fax: 94/446 79 09<br />
CENTRO NACIONAL DE CULTURA<br />
DE PORTUGAL<br />
El Centro Nacional de Cultura (CNC) es una<br />
organización patrocinada por fondos públicos<br />
y privados. Se fundó en 1945, durante el período<br />
de la dictadura en Portugal. Su objetivo<br />
era proporcionar un foro dentro de una sociedad<br />
reprimida donde hacer posible el diálogo<br />
entre las diferentes tendencias políticas<br />
y culturales. Desde el establecimiento de la<br />
democracia en 1974, el CNC ha resurgido<br />
fomentando una nueva idea de cultura sin<br />
fronteras, geográficamente hablando: entre<br />
países; o culturalmente hablando: entre arte<br />
y ciencia.<br />
El CNC es un puente: las iniciativas agrupan a<br />
artistas y empresarios, a entidades públicas y<br />
privadas, lo nuevo y lo antiguo, revitalizando e<br />
informando de este modo a todos los participantes<br />
significativos en el ámbito cultural de<br />
Portugal.<br />
El CNC está primordialmente dedicado a la<br />
preservación y desarrollo de un creciente<br />
conocimiento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico en<br />
Portugal. Para gran parte de Europa, Portugal<br />
y sus tesoros son aún desconocidos. La cultura<br />
portuguesa, en su dimensión histórica,<br />
es una síntesis dinámica de múltiples y sucesivas<br />
influencias. Desde su origen la cultura<br />
portuguesa evidencia una fuerte vocación<br />
universal, caracterizada por su actitud constante<br />
de apertura e innovación para con la<br />
sedimentación cultural de otros pueblos y<br />
sus culturas, dinámica que se fomentó y amplió<br />
durante la era de los descubrimientos<br />
geográficos. Manifestaciones de este espíritu<br />
aparecen en todo el patrimonio artístico y<br />
arquitectónico portugués.<br />
El CNC, reconociendo su responsabilidad sobre<br />
este patrimonio, promueve el estudio y el<br />
diálogo cultural internacional, demostrando y<br />
destacando el papel jugado por nuestros antepasados<br />
en este fructífero intercambio.<br />
Al mismo tiempo apoya a los artistas jóvenes<br />
mediante becas y exposiciones, conscientes<br />
de que el patrimonio solamente adquiere sentido<br />
propio conectado con la creación contemporánea.<br />
El CNC pretende ser un nexo entre individuos e<br />
instituciones de países extranjeros interesados en<br />
la cultura portuguesa. Pertenece a varias redes<br />
de centros culturales europeos, y actúa como<br />
asesor de los organismos que deseen contactar<br />
con grupos interesados en la cultura portuguesa.<br />
El CNC organiza y patrocina itinerarios y visitas,<br />
exposiciones, cursos de formación de guías<br />
culturales, conferencias y seminarios.<br />
Información:<br />
CENTRO NACIONAL DE CULTURA<br />
Rua António Maria Cardoso, 68<br />
1200 Lisboa<br />
Teléfono: 351-1-3466722<br />
Telefax : 351-1-3428250<br />
10<br />
EL OBSERVATORIO INTERARTS,<br />
UN PROYECTO EUROPEO PARA LA<br />
COOPERACIÓN CULTURAL<br />
INTERNACIONAL<br />
El Observatorio INTERARTS es una organización<br />
dedicada a la cooperación cultural que<br />
promueve el encuentro y el diálogo entre las<br />
redes de desarrollo territorial y las artísticas y<br />
culturales.<br />
El Observatorio INTERARTS inicia sus actividades<br />
en 1995, capitalizando la experiencia de los<br />
últimos 15 años de descentralización regional y<br />
de políticas urbanas en distintos países europeos,<br />
entre ellos España.<br />
Los objetivos <strong>del</strong> proyecto se pueden resumir en:<br />
• Incrementar el conocimiento de las dinámicas<br />
culturales en las ciudades y regiones de Europa.<br />
• Impulsar la renovación de las políticas culturales<br />
territoriales.<br />
• Establecer sistemas de evaluación <strong>del</strong> impacto<br />
económico, social y ocupacional de las políticas<br />
culturales.<br />
• Fomentar nuevas vías de diálogo entre las redes<br />
urbanas y regionales y las redes culturales.<br />
• Construir un nuevo consenso político en Europa<br />
en torno a objetivos culturales.<br />
La base de datos "FACTUS"<br />
El eje vertebrador <strong>del</strong> Observatorio INTE-<br />
RARTS es la base de datos sobre políticas culturales<br />
urbanas y regionales. Iniciada en 1995<br />
con la consulta de 50 ciudades y 25 regiones<br />
de Europa, "FACTUS" permite interrogar una<br />
amplia muestra de colectividades territoriales<br />
sobre su actuación en campos tan diversos<br />
como el patrimonio, la participación cultural<br />
de las comunidades migrantes, el turismo cultural,<br />
la promoción <strong>del</strong> arte joven o las estrategias<br />
para la ocupación en el ámbito cultural.<br />
La estructura relacional de la base de datos<br />
permite cruzar informaciones sobre el perfil<br />
sociodemográfico y económico de la colectividad<br />
con los indicadores que acompañan las<br />
descripciones de las políticas culturales seleccionadas.<br />
"FACTUS" nace como un servicio público y sus<br />
explotaciones no tienen finalidad lucrativa. El<br />
acceso a sus datos puede realizarse a través de<br />
publicaciones <strong>del</strong> Observatorio INTERARTS,<br />
las informaciones disponibles a nivel público en<br />
el circuito Internet o a través de otras bases de<br />
datos con las que "FACTUS" tenga convenios<br />
establecidos.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
La transferencia de experiencias<br />
El Observatorio INTERARTS complementa sus<br />
funciones de seguimiento de la realidad cultural<br />
territorial y de las políticas que se aplican con<br />
su participación en programas específicos de<br />
elaboración y evaluación.<br />
Entre los temas objeto de elaboración y evaluación<br />
destacan:<br />
• Políticas de descentralización regional y urbana<br />
• Inserción de criterios culturales en la planificación<br />
territorial<br />
• Internacionalización de proyectos de conservación<br />
y difusión <strong>del</strong> patrimonio histórico y<br />
artístico<br />
• Programas de objetivos culturales y ecológicos<br />
• Turismo cultural y desarrollo territorial<br />
• Programas de cooperación cultural transfronteriza.<br />
• Promoción de políticas para la interculturalidad.<br />
• Establecimiento de sistemas de participación<br />
en la toma de decisiones sobre recursos culturales<br />
territoriales, de los consejos de barrio<br />
a las ONG internacionales.<br />
• Inserción <strong>del</strong> sector cultural en programas de<br />
creación de puestos de trabajo<br />
La formación<br />
INTERARTS participa activamente en múltiples<br />
programas de formación entre los que destacan:<br />
• Diploma de postgrado sobre "Políticas culturales<br />
europeas y relaciones culturales internacionales"<br />
con la Universitat Pompeu Fabra de<br />
Barcelona.<br />
• Programa piloto de formación sobre el papel<br />
de la acción cultural en los procesos globales<br />
de desarrollo a nivel local y regional, elaborado<br />
conjuntamente con diversas instituciones<br />
académicas y de poderes locales de Europa<br />
en el marco <strong>del</strong> programa "Leonardo" de la<br />
Comisión Europea.<br />
• Colaboración en el diseño de programas formativos<br />
con la Red Europea de Centros de<br />
Formación de Administradores Culturales.<br />
• Convocatoria de INTERARTS FORUM, universidad<br />
internacional de verano.<br />
La interacción<br />
El Observatorio INTERARTS incluye dentro de<br />
sus actividades elementos de síntesis y los concreta<br />
en los siguientes programas:<br />
• Impulsar la creación de la Conferencia ARC<br />
(Arte / Religión/ Ciudad); un espacio regular<br />
de encuentro de las redes territoriales con<br />
las culturales, en una clara voluntad de diálogo<br />
y cooperación.<br />
• Inventariar las redes que se ocupan de relaciones<br />
interculturales con el objetivo de promover<br />
el papel de la acción cultural en los<br />
procesos de cohesión social.<br />
• Crear un repertorio de redes culturales y territoriales<br />
implicadas en el desarrollo socioeconómico<br />
y la creación de empleo.<br />
Asociación INTERARTS para la<br />
cooperación cultural Norte-Sur y el<br />
diálogo intercultural<br />
La Asociación está elaborando una base de datos<br />
de colaboradores con el objeto de estimular<br />
ofertas y demandas concretas, poner en<br />
contacto personas e instituciones de contextos<br />
diversos, así como informar y diseñar proyectos<br />
específicos de cooperación cultural.<br />
Los objetivos de la Asociación INTERARTS se<br />
concretan en:<br />
• Sensibilizar a instituciones públicas y organizaciones<br />
no gubernamentales activas en otros<br />
ámbitos de la ayuda al desarrollo sobre la importancia<br />
estratégica y la viabilidad operativa<br />
de incorporar iniciativas y proyectos de carácter<br />
cultural a los programas de cooperación.<br />
• Crear condiciones para la promoción <strong>del</strong> voluntariado<br />
cultural activo en programas de<br />
cooperación al desarrollo, así como facilitar la<br />
incorporación de profesionales en el campo<br />
de las artes y la cultura a propuestas de intercambio<br />
cultural de una manera estable o<br />
puntual mediante la divulgación de información,<br />
el diseño de proyectos, etc.<br />
• Servir de puente entre las demandas y necesidades<br />
sociales y la experiencia y las expectativas<br />
de los profesionales en activo en el<br />
campo de las artes y la cultura.<br />
El Boletín MIRADOR<br />
La recepción <strong>del</strong> boletín trimestral MIRADOR<br />
(editado en 4 idiomas) es gratuita y se puede<br />
solicitar por escrito al Observatorio INTE-<br />
RARTS.<br />
Información:<br />
Observatorio INTERARTS<br />
Ronda Universitaria, 17 pral.3a.<br />
E-08007 Barcelona<br />
Tel: 34-3/3184925<br />
Fax: 34-3/3015117<br />
11
PH Boletín<strong>14</strong><br />
CALENDARIO<br />
Cursos<br />
Congresos<br />
Jornadas<br />
Seminarios<br />
CURSOS Y JORNADAS<br />
EN ANDALUCÍA Y ESPAÑA<br />
Diploma de posgrado en políticas culturales europeas<br />
y relaciones internacionales<br />
Abril-Octubre de 1996. Barcelona<br />
Información: Institut d'Educació Contínua. Marc Aureli,<br />
22-36. 08006 Barcelona. Tel: 93 5421800. Fax: 93<br />
5421808<br />
I Simposio de Prehistoria Cueva de Nerja. Las culturas<br />
<strong>del</strong> Pleistoceno Superior en Andalucía<br />
(Homenaje al Prof. Francisco Jordá Cerdá)<br />
27-30 de Abril de 1996. Nerja (Málaga)<br />
Información: Secretaría <strong>del</strong> I Simposio de Prehistoria<br />
Cueva de Nerja. Cueva de Nerja. Ctra. de Maro s/n.<br />
29787 Nerja (Málaga). Tel: 95 2529520. Fax: 95<br />
2529646.<br />
Máster en restauración y rehabilitación <strong>del</strong> patrimonio.<br />
Curso monográfico de procedimientos y<br />
técnicas constructivas <strong>del</strong> patrimonio<br />
3 de Mayo-15 de Junio,1996. Alcalá de Henares<br />
(Madrid)<br />
Información: Universidad de Alcalá. Plaza de Cervantes,<br />
8. 28801 Alcalá de Henares (Madrid). Tel: 91<br />
8854015. Fax: 91 8854188<br />
VI Jornadas Nacionales de Historia Militar "Fuentes<br />
para la Historia Militar en los archivos españoles".<br />
6-10 de Mayo de 1996. Sevilla<br />
Información: Cátedra General Castaños. Capitanía<br />
General de la Región Militar Sur. Plaza de España,<br />
s/n. 41013 Sevilla. Tel: 95 4231966, ext. 3167. Fax:<br />
95 4232755.<br />
Jornadas técnicas sobre desacidificación masiva de<br />
patrimonio documental y bibliográfico<br />
6-10 de Mayo de 1996. Bilbao<br />
Información: Servicio de <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Diputación<br />
Foral de Bizkaia. María Díaz de Haro, 11. 48013<br />
Bilbao. Tel: 94 4207725. Fax: 94 4276344<br />
Seminario MUSEO/MUSEUM, Organización, Gestión<br />
y Comunicación.<br />
20-22 de Mayo de 1996. Barcelona<br />
Información: <strong>Instituto</strong> de Estudios Norteamericanos.<br />
Tel: 93 2092211. Fax: 93 2020690<br />
III Congreso Internacional de Rehabilitación <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Arquitectónico y Edificación<br />
20-25 de Mayo de 1996. Granada<br />
Información: Viajes Sacromonte. Departamento de<br />
Congresos. Ganivet, nº 6. 18009 Granada. Tel: 958<br />
225599/244240. Fax: 958 224617/243117<br />
IX Jornadas Bibliotecarias de Andalucía. El bibliotecario<br />
ante la revolución tecnológica<br />
23-25 de Mayo de 1996. Granada<br />
Información: Biblioteca Pública Provincial de Granada.<br />
C/. Profesor Sainz Cantero, 6. 18002 Granada. Tel:<br />
958 272893/272192.<br />
12<br />
Jornadas sobre la Documentación en los Museos<br />
12-<strong>14</strong> de Junio de 1996. Madrid<br />
Información: Asociación Profesional de Museólogos<br />
de España. Museo Nacional de Antropología. Alfonso<br />
XII, 68. Madrid. Tel: 91 5395995<br />
Máster en restauración y rehabilitación <strong>del</strong> patrimonio.<br />
Curso monográfico de técnicas de la restauración<br />
y conservación<br />
21 de Junio-5 de Octubre de 1996. Alcalá de Henares<br />
(Madrid)<br />
Información: Universidad de Alcalá. Plaza de Cervantes,<br />
8. 28801 Alcalá de Henares (Madrid). Tel: 91<br />
8854015. Fax: 91 8854188<br />
<strong>Patrimonio</strong> y Turismo<br />
24-28 de Junio de 1996. Bilbao<br />
Información: Servicio de <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Diputación<br />
Foral de Bizkaia. María Díaz de Haro, 11. 48013<br />
Bilbao. Tel: 94 4207725. Fax: 94 4276344<br />
VI Congreso Nacional ANABAD: Archivos, Bibliotecas,<br />
Centros de Documentación y Museos en el<br />
Estado de las Autonomías.<br />
26-28 de Junio de 1996. Murcia<br />
Información: ANABAD Murcia. Apartado de Correos<br />
4259. 30080 Murcia. Tel: 968 220501. Fax: 968<br />
220531.<br />
II Congreso de Arqueología Peninsular<br />
26-30 de Septiembre de 1996. Zamora<br />
Información: Secretaría <strong>del</strong> II Congreso de Arqueología<br />
Peninsular. Area de Prehistoria. Facultad de Filosofía<br />
y Letras. Universidad de Alcalá de Henares.<br />
Calle de los Colegio, 2. 28802 Alcalá de Henares<br />
(Madrid)<br />
XI Jornadas estatales de Educación y Acción Cultural.<br />
Memoria, realidad y expectativas<br />
Octubre de 1996. Bilbao<br />
Información: Comité organizador de las Jornadas<br />
D.E.A.C. Museo de Bellas Artes de Bilbao. Plaza <strong>del</strong><br />
Museo, 2. 48011 Bilbao. Tel: 94 4410154. Fax: 94<br />
4273846<br />
XI Congreso de conservación y restauración de<br />
bienes culturales<br />
3-6 de Octubre de 1996. Castellón de la Plana<br />
Información: Francisca A<strong>del</strong>l. Grupo español <strong>del</strong> IIC.<br />
Servicio de conservación y restauración de bienes<br />
culturales de la Diputación de Castellón. Complejo<br />
Penyeta Roja. 12004 Castellón de la Plana. Tel: 964<br />
359565. Fax: 964 359589<br />
Máster en restauración y rehabilitación <strong>del</strong> patrimonio.<br />
Curso monográfico de gestión <strong>del</strong> patrimonio<br />
11 de Octubre-30 de Noviembre de 1996. Alcalá de<br />
Henares (Madrid)<br />
Información: Universidad de Alcalá. Plaza de Cervantes,<br />
8. 28801 Alcalá de Henares (Madrid). Tel: 91<br />
8854015. Fax: 91 8854188
PH Boletín<strong>14</strong><br />
CURSOS EN EL EXTRANJERO<br />
¿Debe seguir existiendo el coleccionismo? Desarrollo<br />
de una estrategia de futuro sobre el coleccionismo<br />
<strong>14</strong>-17 de Abril de 1996. Leicester. UK<br />
Información: Department of Museum Studies. Simon<br />
Knell/Kevin Moore. University of Leicester. 105 Pricess<br />
Road East. Leicester LE1 7LG. UK. Tel: 44 116<br />
2523963. Fax: 44 116 2523960<br />
Coloquio internacional sobre conservación y restauración<br />
de materiales en archivos y bibliotecas<br />
22-29 de Abril de 1996. Erice (Trapani). Italia<br />
Información: Erice 96, ICPL. Via Milano 76. I-00184<br />
Roma. Italia<br />
V Conferencia Internacional sobre métodos microanalíticos<br />
no destructivos y control ambiental para<br />
el estudio y la conservación de objetos artísticos<br />
6-10 de Mayo de 1996. Budapest. Hungría<br />
Información: Hungarian Chemical Society. "Non-destructive<br />
testing". H-1027 Budapest. Tel: 36 1<br />
2016883. Fax: 36 1 2018056<br />
Desalinización de materiales porosos<br />
9-10 de Mayo de 1996. Poitiers. Francia<br />
Información: Secrétariat de la SFIIC. 29 rue Paris.<br />
77420 Champs-sur-Marne. France. Tel: 33 1<br />
64113221. Fax: 33 1 64684687<br />
Museos de Bellas Artes e Industria. Historia y contemporaneidad<br />
15-17 de Mayo de 1996. San Petersburgo. Rusia<br />
Información: Academia de Bellas Artes e Industria<br />
de San Petersburgo. Museo de las Artes aplicadas y<br />
decorativas. 191028 San Petersburgo. Solianopy<br />
per., 13. Rusia. Tel: 812 2733258. Fax: 812<br />
2724595<br />
Primer Congreso Mundial <strong>del</strong> Centro Científico<br />
<strong>14</strong>-18 de Junio de 1996. Vantaa. Finlandia<br />
Información: Helena von Troil. Heureka-The Finnish<br />
Science Centre. P.O. Box 166. 01301 Vantaa. Finlandia.<br />
Tel: 358 0 85799. Fax: 358 0 8734<strong>14</strong>2<br />
Curso internacional sobre tecnología aplicada a la<br />
conservación de la madera<br />
1 de Julio-8 de Agosto de 1996. Oslo. Noruega<br />
Información: Prof. Dr. Knut Einar Larsen. Dept. of<br />
Architectural History. The Norwegian Institute of<br />
Technology. N-7034 Trondheim. Noruega. Tel: 47<br />
73 595090. Fax: 47 73 595083<br />
Simposium Internacional sobre la conservación de<br />
libros y de papel<br />
3-5 de Julio de 1996. Ljubljana. Eslovenia<br />
Información: Jedert Vodopivec. Archives of the<br />
Republic of Slovenia. 6100 Ljubljana. Zvezdarska 1.<br />
Slovenia<br />
Técnicas analíticas en la conservación<br />
8-13 de Julio de 1996. Winthertur, Delaware. USA<br />
Información: Training Program. The Getty Conservation<br />
Institute. 4503 Glencoe Avenue, Marina <strong>del</strong> Rey.<br />
CA 90292. USA. Tel: 1 310 8222299. Fax: 1 310<br />
8219409.<br />
Congreso sobre la conservación de las colecciones<br />
de Ciencias Naturales<br />
20-24 de Agosto de 1996. Cambridge. UK<br />
Información: Chris Collins. Department of Earth Sciences.<br />
University of Cambridge. Madingley Road. Cambridge<br />
CB3 0EZ. UK.<br />
Tel: 44 1223 62522. Fax: 44 1223 60779.<br />
XVI Congreso Internacional <strong>del</strong> International Institute<br />
of Conservation (IIC). Conservación arqueológica<br />
y sus consecuencias<br />
25-30 de Agosto de 1996. Copenhage. Dinamarca<br />
Información: International Institute of Conservation. 6<br />
Buckingham Street. London WC2N 6BA. UK. Tel: 44<br />
171 8395975. Fax: 44 171 9761564.<br />
Examen y conservación de superficies arquitectónicas<br />
28 de Agosto-18 de Octubre de 1996. Kartause<br />
Mauerbach. Austria<br />
Información: ICCROM. Fellowship Programme. 13, Via<br />
di San Michele. I-00153 Roma. Tel: 39 6 585531. Fax:<br />
39 6 58553349.<br />
XI Encuentro Trienal <strong>del</strong> Comité para la Conservación<br />
<strong>del</strong> ICOM<br />
1-6 de Septiembre de 1996. Edimburgo. UK<br />
Información: Secretary. SSCR. ICOM-CC 1996. The<br />
Glasite Meeting House. 33 Barony Street. Edinburgh<br />
EH3 2NX. UK.<br />
XXIX Congreso Internacional de Historia <strong>del</strong> Arte<br />
1-7 de Septiembre de 1996. Amsterdam. Holanda<br />
Información: XXIXth. International Congress of the<br />
History of Art, c/o Amsterdam RAI, OBA. P.O. Box<br />
77777. 1070 MS Amsterdam. Europaplein <strong>14</strong>, 1078<br />
GZ Amsterdam. Holanda. Tel: 31 20 5491212. Fax:<br />
31 20 6464469.<br />
XIII Congreso Internacional de Archivos. Los archivos<br />
ante el final <strong>del</strong> siglo: balance y perspectivas<br />
2-7 de Septiembre de 1996. Pekín. China.<br />
Información: XIIIth International Congres on Archives.<br />
21 Fent Sheng Hutong. Beijing 100032.China. Tel: 86<br />
1 6035213. Fax: 86 1 6079671.<br />
XIII Congreso de la Unión Internacional de las<br />
Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas<br />
8-<strong>14</strong> de Septiembre de 1996. Forli. Italia.<br />
Información: Segreteria XIII Congresso U.I.S.P.P. 12 Via<br />
Machesi. 47100 Forli. Italia. Tel: 39 54 335725. Fax:<br />
39 54 335805.<br />
Primeros encuentros <strong>del</strong> patrimonio histórico<br />
América Latina-Europa. Monumentos, sitios y documentos<br />
históricos<br />
10-13 de Septiembre de 1996. Namur. Bélgica<br />
Información: D. Gérimont. Servicio de Relaciones<br />
Exteriores. Facultades Universitarias de Namur. Rue<br />
de Bruxelles, 61. 5000 Namur. Tel: 32 81 724186.<br />
Fax: 32 81 724203<br />
Turismo y cultura: hacia el siglo XXI<br />
<strong>14</strong>-18 de Septiembre de 1996. Northumberland. UK<br />
Información: Tourism & Culture 21. Dr. Mike Robinson.<br />
Centre for Travel and Tourism. University if<br />
Northumbria. Newcastle upon Tyne NE1 8ST. UK.<br />
13<br />
VIII Congreso Internacional Sobre Deterioro y<br />
Conservación de la Piedra<br />
30 de Septiembre-4 de octubre de 1996. Berlín. Alemania.<br />
Información: Rathgen-Forschungslabor. Schloss-Str., 1a.<br />
D-<strong>14</strong>059 Berlín. Tel: 49 30 32091297. Fax: 49 30<br />
32216<strong>14</strong>.<br />
XI Asamblea General de ICOMOS<br />
5-9 de Octubre de 1996. Sofía. Bulgaria<br />
Información: Todor Krestev. Comité National Bulgare<br />
de l'ICOMOS. 16, Bul. Donbukov. 1000 Sofia. Tel:<br />
359 2 874801-585000. Fax: 359 2 581005<br />
Restoration 96. La tradición y el siglo XX<br />
18-20 de Octubre de 1996. Chicago. USA<br />
Información: The National Trust for Historic Preservation.<br />
1785 Massachusetts Avenue. Washington D.C.<br />
2006. Tel: 1 202 6734000. Fax: 1 202 6734038<br />
VI Conferencia <strong>del</strong> Comité Internacional para la<br />
Conservación de los mosaicos. La conservación in<br />
situ de los mosaicos en las zonas arqueológicas<br />
24-28 de octubre de 1996. Nicosia. Chipre<br />
Información: Prof. Demetrios Michaelides. Archaelogical<br />
Research Unit. University of Cyprus. Kallipoleos<br />
75. P.O. Box 537. CY-1678 Nicosia. Tel: 02 474658-<br />
474702. Fax: 02 474101.<br />
Curso Panamericano sobre la conservación y el manejo<br />
<strong>del</strong> patrimonio histórico-arqueológico de tierra<br />
10 de Noviembre-13 de Diciembre de 1996. Chan<br />
Chan, Trujillo. Perú<br />
Información: Training Program. The Getty Conservation<br />
Institute. 4503 Glencoe Avenue. Marina <strong>del</strong> Rey.<br />
CA90292. USA. Tel: 1 310 8222299. Fax: 1 310 8219409.<br />
Museos, Educación y Nuevas Tecnologías: las aplicaciones<br />
internet y multimedia ante el siglo XXI<br />
Primavera de 1997. Newark. USA<br />
Información: Museum Studies Program. D¡r. Bryant F.<br />
Tolles, Jr. 301 Old College. University of Delaware.<br />
Newark, Delaware 19716-2558. USA. Tel: 1 302<br />
8311251. Fax: 1 302 83<strong>14</strong>330.<br />
El interfaz entre ciencia y conservación<br />
3-5 de Abril de 1997. Londres. UK<br />
Información: Sara Carroll. Dept. of Conservation. The<br />
Bristish Museum. Great Russell Street. London WC1B<br />
3DG. UK. Tel: 44 171 3238550. Fax: 44171 3238636.<br />
Conferencia Internacional <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> de Conservación<br />
de Papel<br />
6-9 de Abril de 1997. Londres. UK<br />
Información: Contact Conference Secretariat. IPC<br />
International Conference. Index Communications<br />
Meeting Services. P O Box 79. Romsey. Hampshire<br />
SO51 0ZH. UK. Tel: 44 1794 511331/2. Fax: 44<br />
1794 51<strong>14</strong>55.<br />
Simposium 97 de conservación textil<br />
22-25 de Septiembre de 1997. Ottawa. Canadá<br />
Información: Michaela Keyserling. Symposium '97.<br />
Canadian Conservation Institute. Dept. of Canadian<br />
Heritage. 1030 Innes Road. Ottawa K1A 0M5. Canadá.<br />
Fax: 1 613 9984721
PH Boletín<strong>14</strong><br />
La Gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Asistimos, en los últimos tiempos, a una presencia conti-<br />
nua <strong>del</strong> término gestión en los foros de debate de los<br />
profesionales <strong>del</strong> patrimonio. Pero dicha presencia va<br />
más allá <strong>del</strong> tópico de lo recurrente: la preocupación por<br />
las posibilidades de la gestión <strong>del</strong> patrimonio es real, y<br />
conecta con criterios como movilización de la sociedad o<br />
desarrollo.<br />
Los artículos que aquí presentamos son una buena<br />
muestra de la diversidad de enfoques con que el tema de<br />
la gestión puede ser abordado.<br />
<strong>14</strong>
PH Boletín<strong>14</strong> 15<br />
La Arqueología <strong>del</strong><br />
Paisaje como programa de gestión<br />
integral <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico<br />
En un trabajo anterior propusimos reformular la gestión<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico como una práctica interpretativa,<br />
como una práctica que moviliza y produce valores<br />
intelectuales que tienen elementos físicos<br />
concretos como referentes. Argüimos asímismo que esa<br />
formulación permitiría integrar la investigación y administración<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico y superar la situación<br />
de fragmentación y multiplicidad que predomina actualmente<br />
en la gestión de ese <strong>Patrimonio</strong> que, como mínimo,<br />
diferencia, de un modo a menudo irreconciliable,<br />
entre labores de estudio, administración, divulgación e<br />
intervención directa. Todas ellas, en cambio, pueden ser<br />
subsumidas dentro de un mo<strong>del</strong>o de gestión unitario<br />
concebido como una cadena valorativa o, mejor, encadenamiento<br />
de valoraciones sucesivas que poseen los<br />
mismos referentes, pero se orientan hacia diferentes objetos<br />
y terminan por producir resultados distintos.<br />
En esta colaboración pretendemos ir dos pasos más allá.<br />
De un modo que intenta ser coherente con la reorganización<br />
de las prácticas arqueológicas según la cadena valorativa<br />
y, asímismo, con el proyecto de reconversión de la Arqueología<br />
en Tecnología, intentaremos explorar la<br />
funcionalidad práctica de estas propuestas y, al tiempo,<br />
proponer un mo<strong>del</strong>o de gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
fundado sobre un programa de investigación en Arqueología<br />
<strong>del</strong> Paisaje. Evidentemente no es la única alternativa<br />
posible, ni pretende ser mejor que otras. Es la que a<br />
nosotros se nos ocurre y, desde nuestro punto de vista,<br />
presenta varias ventajas que veremos a continuación.<br />
De la Arqueología de urgencia a la<br />
investigación arqueológica<br />
Hace ahora cuatro años, en octubre de 1991, la Dirección<br />
Xeral do <strong>Patrimonio</strong> Histórico e Documental de la<br />
Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia solicitó a la<br />
Universidad de Santiago de Compostela que se encargase<br />
de la dirección y coordinación de los proyectos de<br />
control <strong>del</strong> Impacto Arqueológico de las grandes Obras<br />
Públicas que se iban a desarrollar durante los años siguientes<br />
en nuestro país. Estas Obras se agrupaban esencialmente<br />
en dos conjuntos bien definidos: por una parte<br />
están el Oleoducto Coruña-Vigo promovido por CLH y la<br />
Red de Gasificación de Galicia, proyectada por ENAGAS,<br />
y por otra las Autovías Benavente-Lugo-Coruña y Benavente-Ourense-Vigo<br />
<strong>del</strong> MOPT.<br />
El Departamento de Historia 1 de la USC asumió ese<br />
encargo y, por su parte, responsabilizó <strong>del</strong> desarrollo <strong>del</strong><br />
mismo al firmante de este artículo. Para satisfacer estas<br />
demandas se constituyó un grupo universitario de investigación.<br />
Los trabajos se han realizado en colaboración<br />
con la Dirección Xeral do <strong>Patrimonio</strong> Histórico e Documental<br />
y con las Empresas promotoras, proyectistas o<br />
de construcción responsables de las obras. Esta línea de<br />
acción está auspiciada por la política en I+D que sigue la<br />
Universidad española (reconocida y propiciada por la<br />
Ley de Reforma Universitaria) y, en concreto, por la Universidad<br />
de Santiago (según ha sido regulado en sus Estatutos).<br />
El instrumento garante y coordinador de esta<br />
política de cooperación con la Empresa y otros servicios<br />
de la Administración es, concretamente, el Centro de<br />
Transferencia de Tecnología de la USC, que se ocupa de<br />
oficializar esas colaboraciones.<br />
Al mismo tiempo, llevados por el incremento de la<br />
demanda de acciones de puesta en valor <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, tuvimos la ocasión<br />
de diseñar diversos planes y proyectos<br />
de rentabilización socio-cultural<br />
de ese <strong>Patrimonio</strong>. Este ámbito reune<br />
la realización de: Planes Directores para<br />
yacimientos o parajes arqueológicos,<br />
proyectos de ordenación de<br />
recursos para ayuntamientos, exposiciones<br />
arqueológicas, asesoramientos<br />
y estudios básicos para plantear<br />
programas de musealización,<br />
consolidación o protección de<br />
monumentos y bienes arqueológi-<br />
ARTÍCULOS<br />
Felipe Criado Boado<br />
Grupo de Trabajo de<br />
Arqueología <strong>del</strong> Paisaje<br />
Departamento de Historia 1<br />
Universidad de<br />
Santiago de Compostela
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
cos, etc... En concreto, se realizó el Plan Director para<br />
la rentabilización socio-cultural <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
<strong>del</strong> Ayuntamiento de Toques, (Coruña) y se<br />
acometieron otros trabajos <strong>del</strong> mismo estilo y menor<br />
porte.<br />
La intervención directa de la Universidad en estos<br />
contextos, tradicionalmente reservados a empresas<br />
de Arqueología y arqueólogos liberales, puede resultar<br />
muy discutible. Con todo, y a pesar de que no es<br />
muy frecuente dentro de las Humanidades, representa<br />
una línea de acción bien conocida y justificada en<br />
otros ámbitos de la investigación universitaria y de la<br />
colaboración Universidad-Empresa. Como en cualquiera<br />
de estos otros casos, lo que legitima la introducción<br />
de la universidad en este mundo es la necesidad<br />
de: (a) establecer los criterios y metodologías de<br />
intervención en un campo de trabajo inédito, (b) formar<br />
los recursos humanos para actuar en él y (c), en<br />
definitiva, contribuir a la consolidación de este área<br />
de actividad. En síntesis, se trataba de readaptar la<br />
disciplina arqueológica para poder cubrir demandas<br />
sociales concretas y, en definitiva, para satisfacer una<br />
función tecnológica.<br />
Después de cuatro años de experiencia, creemos que<br />
la Universidad española tiene el desafío y la posibilidad<br />
de comprometerse de forma activa en estas funciones.<br />
Es cierto que los problemas prácticos son muchos, que<br />
el ambiente universitario y exterior no facilita este tipo<br />
de acciones y que el propio sistema universitario es, en<br />
muchos casos, demasiado rígido para poderse adaptar<br />
con flexibidad a estas necesidades. Por todo ello, el éxito<br />
de este tipo de empresas depende en gran medida<br />
de la existencia (como ocurrió en nuestro caso) de una<br />
intención decidida y un apoyo concreto por parte de la<br />
estructura universitaria, tanto por parte de los departamentos<br />
de Arqueología y Prehistoria, como de los órganos<br />
de decisión y representación. Además se precisa<br />
una voluntad clara por parte de la administración <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, que debe disponer de una<br />
idea muy bien definida de la función que la universidad<br />
debe jugar en estos contextos. Por último, es necesario<br />
el consenso de todos los sectores que intervienen sobre<br />
el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico: debe quedar claro para<br />
todas las partes que el papel de la universidad no es<br />
competir con el sector privado en su terreno de juego<br />
sino, como indicábamos más arriba, desarrollar las aplicaciones<br />
metodológicas (tecnológicas, diríamos) para actuar<br />
en él. Esta función terminará, a corto plazo, repercutiendo<br />
favorablemente sobre el propio sector<br />
privado y, sobre todo, beneficiará a todas las partes al<br />
contribuir de este modo a la vertebración de un área<br />
de trabajo tan invertebrada como la Arqueología. En<br />
concreto, esta colaboración permitiría superar la manida<br />
y destructiva oposición entre investigación y gestión<br />
y haría que la universidad, sin ceder un ápice en sus objetivos<br />
primarios, se comprometiera con las prioridades<br />
de la administración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
Sin embargo, el problema fundamental de esta línea de<br />
acción es alejarse de su estricta dimensión empírica y, en<br />
cambio, ser capaces de orientar el trabajo en ella desde<br />
una perspectiva cognitiva y crítica más amplio. Este tipo<br />
de actividades deben converger en y, es más, ser orientadas<br />
desde un programa de investigación concreto. Sólo<br />
éste puede aportar el planteamiento, la metodología,<br />
las hipótesis de trabajo, las convenciones de registro, los<br />
mo<strong>del</strong>os interpretativos e, incluso, los criterios de acción<br />
práctica, para poder satisfacer las demandas concretas y,<br />
sin embargo, ser capaces de remontarse sobre lo particular<br />
para apuntar hacia objetivos más generales.<br />
De hecho, el trabajo que nuestro grupo realiza en todas<br />
esas áreas de actividad, se concreta fundamentalmente<br />
en tres ámbitos complementarios:<br />
1. Desarrollo de los planteamientos teóricos y procedimientos<br />
metodológicos para intervenir en ellos desde la ArPa.<br />
2. Registro de la información recogida en los trabajos prácticos<br />
realizados.<br />
3. Utilización de esta información para generar interpretaciones<br />
y reconstrucciones <strong>del</strong> pasado arqueológico que puedan,<br />
en definitiva, retroalimentar el sistema de trabajo.<br />
Es necesario que la filosofía de trabajo prime el desarrollo<br />
simultáneo y armónico de los tres ámbitos anteriores.<br />
En la medida en que cada uno de ellos sea adecuadamente<br />
enfocado, era imprescindible interrelacionar en<br />
todo momento el trabajo técnico efectivo y las acciones<br />
de investigación.<br />
Como ya se ha dicho, la ArPa es el programa de investigación<br />
o estrategia cobertora que, en nuestro caso, orienta<br />
el trabajo concreto. Nuestro esfuerzo empezó siendo<br />
el de un equipo de investigación que utilizaba datos y recursos<br />
procedentes de asistencias técnicas para realizar<br />
estudios de los paisajes arqueológicos; siguió siendo el de<br />
un grupo de trabajo que, basándose en un programa de<br />
investigación específico, desarrolló las metodologías precisas<br />
para trabajar en esos trabajos; y terminó por ser el<br />
de una unidad de trabajo que afronta todas las fases de<br />
valoración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico adaptando un<br />
mo<strong>del</strong>o de gestión integral de ese <strong>Patrimonio</strong> que se<br />
concreta en la cadena valorativa y se proyecta como una<br />
Arqueología <strong>del</strong> Paisaje.<br />
En lo que resta de este comentario intentaremos mostrar<br />
la utilidad de la ArPa en este contexto.<br />
Hacia una Arquelogía <strong>del</strong> Paisaje<br />
16<br />
M. Go<strong>del</strong>ier (Lo ideal y lo material, trad. 1989) propuso<br />
que el ser humano, a diferencia de otros seres vivos, no<br />
sólo vive en el entorno, sino que crea su propio entorno<br />
para vivir o, dicho en otras palabras, construye su propio<br />
medio socio-cultural. Este principio es útil para fundar<br />
un estudio arqueológico <strong>del</strong> paisaje social. De hecho,<br />
aunque la artificialización progresiva <strong>del</strong> medio, se ha
PH Boletín<strong>14</strong> 17<br />
acelerado en la historia reciente de la Humanidad, este<br />
fenómeno no es exclusivo de las sociedades industriale,<br />
ni de las organizaciones sociales complejas y ni tan siquiera<br />
de la generalización (hace más de 7000 años) <strong>del</strong><br />
modo de vida agrícola. Este fenómeno es antes bien una<br />
característica básica que define qué es la Humanidad y<br />
diferencia a ésta de otras formas de vida.<br />
El estudio de este fenómeno desde el punto de vista de<br />
la Arqueología, constituye la Arqueología <strong>del</strong> Paisaje.<br />
Dentro de ella es necesario definir de forma explícita lo<br />
que se entiende por paisaje. Yendo más allá de la concepción<br />
empirista de éste, que lo entiende como una<br />
realidad ya dada y que, por diferentes razones, se niega<br />
a sí misma, y de la sociológica, que explica el paisaje como<br />
el medio y el producto de los procesos sociales,<br />
nosotros proponemos concebir el paisaje como el producto<br />
socio-cultural creado por la objetivación, sobre el<br />
medio y en términos espaciales, de prácticas sociales<br />
tanto de carácter material como imaginario.<br />
Complementariamente, podríamos definir la Arqueología<br />
<strong>del</strong> Paisaje como una estrategia de investigación que pretende<br />
reconstruir e interpretar los paisajes arqueológicos<br />
a partir de los objetos que los concretan. Esta declaración<br />
genérica quiere decir, en un sentido más práctico,<br />
que la ArPa es la inclusión de la práctica arqueológica<br />
dentro de coordenadas espaciales. A través de ella se trata<br />
de pensar el registro arqueológico y la cultura material<br />
desde una matriz espacial y, simultáneamente, de convertir<br />
al espacio en objeto de la investigación arqueológica.<br />
En este sentido, la ArPa constituye más un manifiesto sobre<br />
la forma de hacer Arqueología, que una orientación<br />
o escuela específica de la disciplina. En otros puntos hemos<br />
intentado establecer la posición teórica y práctica de<br />
la ArPa, según la definimos y aplicamos nosotros. Sus<br />
principales características serían, expuestas de un modo<br />
sintético y progresivo, las siguientes:<br />
1. El tratamiento de los elementos <strong>del</strong> registro arqueológico<br />
como entidades formales que son el producto o<br />
efecto de la acción social;<br />
2. el reconocimiento de que esas entidades sociales,<br />
siendo formas, se proyectan espacialmente y, por lo<br />
tanto, son visibles, esto es: pueden ser percibidas y<br />
descritas por la observación arqueológica;<br />
3. la asunción de que esas entidades son el resultado de<br />
un determinado pliegue o inflexión entre el mundo<br />
efectivo y el universo conceptual que lo posibilita;<br />
4. la presuposición de que todo lo visible es simbólico;<br />
5. la utilización de las condiciones de visibilidad <strong>del</strong> registro<br />
arqueológico como recurso de descripción e interpretación<br />
<strong>del</strong> mismo;<br />
6. la definición <strong>del</strong> contexto espacial <strong>del</strong> registro arqueo-<br />
lógico, tanto actual como original, como método de<br />
análisis <strong>del</strong> mismo;<br />
7. la reconstrucción de su contexto original buscando relaciones<br />
espaciales significativas entre las entidades <strong>del</strong><br />
registro arqueológico o sus proyecciones con otros<br />
códigos o niveles de su misma formación social;<br />
8. la utilización de una descripción densa, basada sobre<br />
todo en el análisis formal como procedimiento de<br />
trabajo, que permita aprehender los fenómenos considerados<br />
sin introducir un sentido extraño a ellos;<br />
9. y la interpretación <strong>del</strong> significado <strong>del</strong> contexto espacial<br />
<strong>del</strong> registro arqueológico mediante analogías débiles<br />
entre éste y el paisaje actual (o tradicional) en el que<br />
se aparece.<br />
Aplicaciones de la Arqueología <strong>del</strong> Paisaje<br />
La ArPa como línea de investigación comprende el estudio<br />
y reconstrucción de los paisajes arqueológicos o,<br />
mejor, el estudio con metodología arqueológica de los<br />
procesos y formas de culturización <strong>del</strong> espacio a través<br />
de la historia. En este sentido, tiene el doble objetivo de:<br />
1. Reconstruir los paisajes sociales de épocas prehistóricas<br />
y,<br />
2. estudiar los procesos de cambio y continuidad que<br />
han constituido el paisaje rural actual.<br />
Aunque la ArPa es compatible con la Landscape Archaeology<br />
británica, se diferencia de esta línea de investigación<br />
que, en muchos casos, es en realidad una Arqueología<br />
Rural y, por lo tanto, parte <strong>del</strong> segundo objetivo que<br />
se acaba de enumerar. En cambio, la estrategia de trabajo<br />
que nosotros entendemos como ArPa implica analizar<br />
las tres dimensiones que, de forma complementaria,<br />
constituyen el paisaje:<br />
A. El espacio en cuanto entorno físico o matriz<br />
medioambiental de la acción humana.<br />
Este trabajo sólo puede ser abordado<br />
desde la colaboración de la Arqueología<br />
con disciplinas medioambientales;<br />
la paleoecología y la geoarqueología<br />
ofrecen el marco<br />
básico para considerar esta<br />
dimensión.<br />
B. El espacio en cuanto entorno<br />
social o medio construido<br />
por el ser humano en el<br />
que se producen las relaciones entre<br />
individuos y grupos.<br />
C. El espacio en cuanto entorno simbólico o medio pensado<br />
que ofrece la base para desarrollar, y<br />
comprender, la apropiación humana de la<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
naturaleza.<br />
Desde esta triple dimensión, la ArPa comprende el estudio<br />
de todos los procesos sociales e históricos en su dimensión<br />
espacial y se orienta, entre otras cosas, hacia el<br />
estudio <strong>del</strong> poblamiento prehistórico e histórico, el análisis<br />
de las formas de utilización y modificación <strong>del</strong> medio,<br />
la caracterización <strong>del</strong> efecto humano sobre el medio<br />
natural y la reconstrucción de éste. Un horizonte específico<br />
de análisis es el estudio de las formas y estructuras<br />
de parcelación y uso <strong>del</strong> campo (terrazas agrícolas, bancales,<br />
parcelas, sistemas de riego...). Esta temática es especialmente<br />
significativa en un país como Galicia, dotado<br />
de un sistema agrario tradicional cuyo espesor histórico<br />
y permanencia ha dado lugar a un paisaje humanizado<br />
que, en su apariencia actual, conserva elementos antiguos.<br />
Sin embargo, más allá de los horizontes y dimensiones<br />
temáticas específicas de la ArPa, ésta posibilita generar<br />
una línea de aproximación que posee implicaciones relevantes<br />
en todos los ámbitos <strong>del</strong> registro y <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico. En concreto, y siguiendo una escala progresiva<br />
desde la investigación de carácter básico a la aplicada,<br />
desde la producción de conocimiento nuevo a la<br />
administración de las entidades arqueológicas, los principios<br />
y metodologías propios de la ArPa aportan una base<br />
eficaz no sólo para estudiar el registro arqueológico<br />
de una forma más plena, sino también para: (a) desarrollar<br />
planteamientos teóricos y procedimientos metodológicos<br />
para intervenir en el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico,<br />
(b) solventar problemáticas concretas de ese <strong>Patrimonio</strong>,<br />
y (c) satisfacer las nuevas funciones que la sociedad<br />
plantea a la Arqueología.<br />
Esta estrategia de trabajo facilita la resolución de muchos<br />
problemas prácticos vinculados al <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
por cuanto éstos tienen un inevitable carácter<br />
espacial. En la actualidad se tiende cada vez más a,<br />
como sancionó la convención Heritages for Europe convocada<br />
por el Consejo de Europa en septiembre de<br />
1994, ampliar el concepto de <strong>Patrimonio</strong> para comprender<br />
desde un elemento histórico concreto hasta el conjunto<br />
<strong>del</strong> paisaje como entorno construido y huella de la<br />
humanidad. Esto subraya ya no la conveniencia, sino la<br />
necesidad de poner a punto estrategias de investigación<br />
y evaluación <strong>del</strong> registro arqueológico que reintroduzcan<br />
a éste en su matriz espacial. Al fundir ese registro con el<br />
ambiente espacial al que pertenece, se facilita la interpretación,<br />
diagnóstico y administración tanto <strong>del</strong> uno<br />
como <strong>del</strong> otro.<br />
La cadena valorativa en Arqueología <strong>del</strong> Paisaje<br />
Así pues, la ArPa no constituye simplemente una línea<br />
de investigación, sino que representa una perspectiva<br />
rentable para diseñar y desarrollar un plan de gestión integral<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico que cumpla las condiciones<br />
enunciadas en nuestro anterior comentario. En<br />
18<br />
concreto, permite plantear y articular todas las fases de<br />
valoración y revalorización <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
que se desarrollan dentro de la Arqueología concebida<br />
como cadena interpretativa. Veremos a continuación cómo,<br />
utilizando los parámetros de la ArPa, se pueden<br />
modificar los sistemas, técnicas y criterios de trabajo en<br />
Arqueología.<br />
Recuperación<br />
Las intervenciones arqueológicas (la prospección y la excavación<br />
fundamentalmente) se pueden redefinir basándose<br />
en el hecho obvio de que son actuaciones de carácter<br />
territorial (que tienen el territorio por base y, a<br />
veces, objetivo). Además de ello, la consideración de variables<br />
espaciales precisa reformular la concepción y<br />
ejercicio de esas actuaciones. Sin embargo, en este sentido<br />
ya se ha avanzado mucho gracias a las aportaciones<br />
de la Arqueología <strong>del</strong> Territorio.<br />
Valoración<br />
En cambio, es más urgente redefinir las entidades arqueológicas<br />
para acomodarlas a la perspectiva que incorpora<br />
la ArPa. Esta, en realidad, se corresponde con la línea de<br />
acción que se abre en Arqueología cuando se asume como<br />
principio esencial el hecho de que las entidades arqueológicas<br />
(yacimientos, materiales, estructuras...) no<br />
existen aisladas, sino que son entidades espaciales, relacionadas<br />
significativamente con su contexto espacial y comprensibles<br />
(e incluso predecibles) desde esta dimensión.<br />
Así, por ejemplo, deberemos reformular el concepto de<br />
yacimiento arqueológico: éste no es una entidad aislada<br />
y autónoma, sino el eje (o núcleo) de un paisaje artificial<br />
prehistórico <strong>del</strong> que depende y al que representa. Igualmente,<br />
el estudio <strong>del</strong> registro arqueológico, desde el<br />
análisis de la cultura material arqueológica (cerámica,<br />
adorno, escultura...), hasta la distribución <strong>del</strong> poblamiento<br />
y el uso <strong>del</strong> suelo, pasando por las características <strong>del</strong><br />
espacio doméstico, pueden ser influidos por este tipo de<br />
planteamientos.<br />
En este ámbito se centran nuestros estudios primarios.<br />
Estos abordan una amplia variedad temática con ilazón<br />
argumental que comprende desde el análisis de la distribución<br />
diferencial de yacimientos arqueológicos a una escala<br />
de síntesis (realizado con el objetivo de componer<br />
mapas de comarcalización arqueológica de Galicia), hasta<br />
los análisis de emplazamiento de los yacimientos de diferentes<br />
momentos crono-culturales (realizados con el<br />
objetivo de reconstruir las estrategias de apropiación de<br />
la naturaleza y, a partir de ello, los patrones de racionalidad<br />
socio-cultural vigentes en cada uno de esos momentos).<br />
En esta misma línea abordamos el estudio de<br />
la cultura material arqueológica desde la perspectiva de<br />
la ArPa; aunque ello puede parecer contradictorio, en<br />
este caso lo que se pretende es examinar hasta qué<br />
punto los patrones de producción de la cultura material<br />
reproducen los mismos esquemas de racionalidad espacial<br />
presentes en otras escalas de las formaciones económico-sociales<br />
consideradas.
PH Boletín<strong>14</strong> 19<br />
Evaluación<br />
La valoración patrimonial, la transformación <strong>del</strong> registro<br />
en <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, y los criterios de selección<br />
que esta operación implican, pueden ser orientados y<br />
fundados sobre la ArPa. La consideración de los elementos<br />
arqueológicos en el seno de un paisaje más amplio<br />
y en relación con el registro en él existente, permitirá<br />
establecer su valor relativo y definir la novedad y<br />
unicidad de un determinado elemento en comparación<br />
con los demás.<br />
En nuestro caso concreto, la resolución de problemas<br />
prácticos como la evaluación y corrección de impacto<br />
arqueológico, se acomete desde esta perspectiva. Tiene<br />
la ventaja de que, dentro de una disciplina y problemática<br />
que son fundamentalmente subjetivas, la ArPa ofrece<br />
un marco que permite objetivar el proceso evaluador a<br />
partir de referentes externos y explícitos.<br />
Revalorización<br />
Los planes de rentabilización socio-cultural <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico también se pueden basar en la ArPa.<br />
Esta ofrece tanto un argumento o narrativa que hace accesible<br />
al público los elementos de ese <strong>Patrimonio</strong>, como<br />
recursos concretos (y económicos) para ponerlos<br />
en valor, además de una base práctica muy rentable<br />
constituida por el paisaje o paraje arqueológico-histórico-natural<br />
que los contiene.<br />
Todo ello permite diseñar soluciones que, a través de la<br />
integración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Natural y el Histórico, facilitan<br />
los trabajos de ordenación <strong>del</strong> territorio de una determinada<br />
zona, plantean vías de solución de los problemas<br />
de protección de ese <strong>Patrimonio</strong>, atienden a su<br />
exhibición y puesta en valor, y definen los criterios de<br />
uso, rentabilización y, en su caso, consolidación de los<br />
restos arqueológicos.<br />
Mercantilización<br />
Teniendo en cuenta el crecimiento de la demanda de<br />
Turismo Rural y de calidad, así como el interés actual en<br />
su promoción y desarrollo, y la riqueza en bienes arqueológicos<br />
con la que cuenta nuestro país, es necesario y<br />
viable adoptar formas de rentabilización y puesta en valor<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico que convierta a éstos<br />
en recursos factibles de ser aprovechados como productos<br />
turísticos y de otro tipo.<br />
Sistematización<br />
Finalmente, las necesidades cada vez más acuciantes de<br />
disponer de inventarios ágiles, dinámicos e integrales<br />
de entidades arqueológicas, se pueden responder conjugando<br />
los planteamientos que emanan de la ArPa,<br />
que permiten tratar la información arqueológica como<br />
datos geográficos, con el esquema valorativo y de toma<br />
de decisiones que se deriva de la cadena interpretativa.<br />
Sobre esta base se pueden diseñar y desarrollar<br />
sistemas de información que permitirían gestionar en<br />
todas sus dimensiones y con funcionalidad diferente re-<br />
cursos arqueológicos, y servirían como una herramienta<br />
básica de trabajo a cualquier grupo u organismo que<br />
necesite alimentar un Inventario complejo de Recursos<br />
Patrimoniales.<br />
En nuestro caso, hemos diseñado y programado un Sistema<br />
de Información Arqueológica (SIA) para gestionar<br />
los datos generados por nuestros propios trabajos. Después<br />
de dos años de esfuerzo propio en este sentido,<br />
empezamos a utilizar la base disponible para desarrollar<br />
un Sistema integrado de gestión de Inventarios de Recursos<br />
Culturales que, de hecho, se encuentra ahora en<br />
fase de pre-comercialización. Este sistema no sólo permite<br />
gestionar información concerniente a yacimientos y<br />
entidades arqueológicas, sino también comprender los<br />
restantes ámbitos <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Cultural (bienes etnográficos,<br />
históricos, arquitectónicos...) ■<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
Servicios<br />
Territoriales de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Luis Benítez de Lugo Enrich<br />
Arqueólogo. Antropólogo<br />
El municipio es el ente público más básico de la organización<br />
territorial <strong>del</strong> Estado que cuenta con algunas competencias<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Aunque son notables<br />
aquellos casos en los que ciertos ayuntamientos se<br />
han planteado llevar a cabo –en necesaria colaboración<br />
con las Administraciones regional y estatal– una política<br />
sobre la materia y han creado los elementos necesarios<br />
para ello (arqueólogos municipales, Servicios Municipales<br />
de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, etc.), no es menos cierto que<br />
esa es una realidad excepcional.<br />
A través de un análisis de la legislación, primero, y con<br />
un serie de propuestas, después, este trabajo quiere crear<br />
una conciencia en los responsables políticos municipales<br />
y regionales acerca de la conveniencia de incentivar<br />
las actuaciones locales en el campo <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
o Cultural (entendidos ambos como sinónimos, y<br />
unificados en su denominación a partir de este punto<br />
simplemente como "<strong>Patrimonio</strong>").<br />
Ayuntamiento, patrimonio y legislación<br />
A la hora de plantear cualquier iniciativa local sobre patrimonio<br />
es necesario conocer el marco legal que afecta<br />
al territorio de dicha actuación.<br />
Para aquellos municipios pertenecientes a comunidades<br />
autónomas que no hayan desarrollado una ley regional<br />
específica, la norma de aplicación es la de ámbito estatal:<br />
la Ley 16/85 de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español (en a<strong>del</strong>ante<br />
LPHE). Este cuerpo jurídico tendrá sólo un carácter supletorio<br />
en aquellas autonomías que sí hayan desarrollado<br />
su propia legislación en la materia.<br />
El tratamiento que han dado al municipio una parte de las<br />
leyes regionales obedece al mismo espíritu de la LPHE (en<br />
ocasiones son casi réplicas literales). Sólo las leyes más recientes<br />
suponen verdaderos avances cualitativos con respecto<br />
a la LPHE, contemplando explícitamente figuras innovadoras<br />
como la <strong>del</strong> arqueólogo municipal.<br />
Algunas de las disposiciones que afectan a los ayuntamientos<br />
en las distintas legislaciones sobre <strong>Patrimonio</strong> son:<br />
20<br />
Ley 16/85 de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español,<br />
Artículo 7:<br />
Los Ayuntamientos cooperarán con los organismos competentes<br />
para la ejecución de esta Ley en la conservación<br />
y custodia <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español comprendido<br />
en su término municipal, adoptando las<br />
medidas oportunas para evitar su deterioro, pérdida o<br />
destrucción. Notificarán a la Administración competente<br />
cualquier amenaza, daño o perturbación de la función<br />
social que tales bienes sufran, así como las dificultades y<br />
necesidades que tengan para el cuidado de estos bienes.<br />
Ejercerán, asimismo, las demás funciones que tengan<br />
expresamente atribuidas en virtud de esta Ley.<br />
Ley 4/1990 de <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Castilla-La Mancha,<br />
Artículo 4:<br />
Los Ayuntamientos (...) cooperarán con la Junta de Comunidades<br />
de Castilla-La Mancha en la conservación y<br />
custodia <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Castilla-La Mancha<br />
comprendido en su ámbito territorial de actuación,<br />
adoptando las medidas oportunas para evitar su deterioro,<br />
pérdida o destrucción. Vendrán obligados a notificar<br />
a la Consejería de Educación y Cultura cualquier<br />
amenaza, daño o perturbación de la función social que<br />
tales bienes sufran, así como las dificultades y necesidades<br />
que tengan para el cuidado de estos bienes. Ejercerán,<br />
asimismo, las demás funciones que tengan atribuidas<br />
en función de esta Ley.<br />
Ley 7/1990 de <strong>Patrimonio</strong> Cultural Vasco,<br />
Artículo 4:<br />
1. Son instituciones competentes a efectos de la presente<br />
Ley:<br />
a: El Gobierno Vasco.<br />
b: Las Diputaciones Forales.<br />
c: Los Ayuntamientos.<br />
2. En particular corresponde a los Ayuntamientos la misión<br />
de realzar y dar a conocer el valor cultural de los<br />
bienes integrantes <strong>del</strong> patrimonio histórico <strong>del</strong> pueblo<br />
vasco que radiquen en su término municipal. Les corresponde<br />
asimismo adoptar, en caso de urgencia, las medidas<br />
cautelares necesarias para salvaguardar los bienes<br />
<strong>del</strong> expresado patrimonio histórico cuyo interés se en-
PH Boletín<strong>14</strong> 21<br />
contrare amenazado. Todo ello sin perjuicio de las funciones<br />
que específicamente se les encomiende mediante<br />
esta Ley u otras disposiciones legales.<br />
Ley 1/1991 de <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía,<br />
Artículo 4:<br />
1. Corresponde a los Ayuntamientos la misión de realzar<br />
y dar a conocer el valor cultural de los bienes integrantes<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>Andaluz</strong> que radiquen<br />
en su término municipal.<br />
Les corresponde asimismo adoptar, en caso de urgencia,<br />
las medidas cautelares necesarias para salvaguardar<br />
los bienes integrantes <strong>del</strong> patrimonio Histórico <strong>Andaluz</strong><br />
cuyo interés se encontrare amenazado. Todo ello<br />
sin perjuicio de las funciones que específicamente se les<br />
encomiende mediante esta Ley o en virtud de la Ley<br />
16/85 de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español.<br />
Ley 9/1993 de <strong>Patrimonio</strong> Cultural Catalán:<br />
Artículo 3:<br />
1. En el ejercicio de sus competencias respectivas, la<br />
Administración de la Generalidad, los Consejos Comarcales<br />
y los Ayuntamientos velarán por la integridad <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Cultural catalán, tanto público como privado,<br />
y por la protección, conservación, acrecentamiento, difusión<br />
y fomento de este patrimonio, estimulando la participación<br />
de la sociedad, por lo que se dotarán de medios<br />
materiales y personales adecuados.<br />
3. Los Consejos Comarcales y los Ayuntamientos comunicarán<br />
inmediatamente a la Administración de la Generalidad<br />
cualquier situación de peligro en la que se encuentren<br />
los bienes integrantes <strong>del</strong> patrimonio cultural<br />
catalán.<br />
Artículo 6:<br />
1. Los municipios que tengan la consideración de histórico-artísticos,<br />
según lo que determina la legislación municipal<br />
y de régimen local de Cataluña, crearán un organismo<br />
de estudio y propuesta para la preservación,<br />
conservación, protección y vigilancia de su patrimonio<br />
cultural. Si se trata de un municipio de menos de mil<br />
habitantes, éste órgano será creado por el Consejo Comarcal,<br />
que asegurará en él una presencia significativa<br />
<strong>del</strong> municipio afectado.<br />
2. Corresponde a la potestad de autoorganización local<br />
determinar la composición y el funcionamiento de los<br />
órganos a los que se refiere el apartado 1, que contarán<br />
necesariamente con el apoyo de profesionales cualificados<br />
en el campo <strong>del</strong> patrimonio cultural, con las condiciones<br />
de formación y titulación que sean establecidas<br />
por reglamento.<br />
3. Los órganos a los que se refiere el apartado 1 emitirán<br />
informe previamente a la adopción de acuerdos<br />
municipales que afecten a la aprobación o a la modificación<br />
<strong>del</strong> planeamiento urbanístico.<br />
4. Los municipios histórico-artísticos elaborarán un Catálogo<br />
de <strong>Patrimonio</strong> Cultural Inmueble de su término, en<br />
el que se especificarán las medidas de protección de<br />
acuerdo con esta Ley y la Legislación urbanística.<br />
5. Los municipios con un <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico importante<br />
dispondrán de un arqueólogo municipal, cuya<br />
obligatoriedad y cuyas funciones generales se especificarán<br />
por reglamento. Corresponde a la facultad de autoorganización<br />
local nombrar dicho arqueólogo y determinar<br />
sus funciones específicas.<br />
Así pues, es posible establecer diferencias cualitativas importantes<br />
en las facultades y deberes con que cuentan<br />
los distintos municipios, dependiendo de su localización<br />
en una u otra Comunidad Autónoma.<br />
Mientras que la legislación castellano-manchega y la estatal<br />
se limitan a establecer que los ayuntamientos, en el<br />
territorio de su competencia, deben evitar unas acciones<br />
(de deterioro, pérdida o destrucción de bienes culturales)<br />
y notificar otras a la Administración competente (daños,<br />
amenazas o perturbación de la función social de los<br />
bienes culturales; y también las dificultades y necesidades<br />
que se encuentren en el cumplimiento de su labor), la<br />
vasca, la andaluza y, sobre todo, la catalana, van más allá.<br />
En estos últimos casos –País Vasco, Andalucía y Cataluña–<br />
las actuaciones de los ayuntamientos no deben limitarse a<br />
evitar o notificar ciertos hechos. Además de notificar los<br />
daños, amenazas, etc. sufridos por los bienes culturales,<br />
han de adoptar las medidas cautelares necesarias para salvaguardarlos.<br />
También se exhorta por ley a los entes locales<br />
a realzar, dar a conocer y difundir su <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Ambos imperativos legales suponen un paso notable en<br />
la autonomía organizativa de los municipios, que deben<br />
idear iniciativas originales<br />
que posibiliten esos<br />
mandatos legales. Este trabajo quiere crear conciencia en los respon-<br />
Cataluña, por su parte,<br />
la conveniencia de incentivar las actuaciones loca-<br />
da un trato especial a<br />
aquellos municipios que les en el campo <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico y Cultural<br />
cuentan con bienes arqueológicos<br />
o históricoartísticos.<br />
En ambos casos la ley contempla la creación<br />
de instancias administrativas (un arqueólogo municipal,<br />
en el primer caso, y un organismo específico, en el segundo)<br />
cuya labor se deberá centrar en la gestión de<br />
esos bienes culturales. En este punto, llama la atención<br />
el olvido al que se relegan aquellos bienes patrimoniales<br />
que no son arqueológicos o histórico-artísticos, como,<br />
por ejemplo, los etnográficos. Por otra parte, la legislación<br />
catalana faculta explícitamente a los Ayuntamientos<br />
a la hora de dotar con suficientes recursos humanos y<br />
materiales las tareas de protección, conservación, acrecentamiento,<br />
difusión y fomento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>. Este es<br />
un paso indiscutible en el tratamiento legal<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Por otro lado,<br />
a partir de la última frase<br />
<strong>del</strong> ya mencionado artículo 7 de la<br />
LPHE "(Los municipios) ejercerán, asimismo, las demás funciones<br />
que tengan expresamente atribuidas en virtud de<br />
esta Ley", puede entenderse la posible competencia <strong>del</strong><br />
municipio en supuestos como el contemplado en el artículo<br />
37 de esa ley: la expropiación forzosa.<br />
sables políticos municipales y regionales acerca de<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
Hasta ahora se ha visto que hay casos en los que las<br />
competencias de los ayuntamientos se concretan más<br />
que en otros. Ello no significa que los marcos legales<br />
menos precisos impidan desarrollar políticas locales de<br />
<strong>Patrimonio</strong>. Simplemente, al ser más vagos, requieren un<br />
mayor esfuerzo imaginativo y una voluntad política más<br />
clara para llevar a<strong>del</strong>ante proyectos.<br />
Arqueólogos territoriales<br />
Mientras que la figura de "arqueólogo provincial" se encuentra<br />
bastante –aunque, por desgracia, no completamente–<br />
extendida, la de arqueólogo municipal es menos<br />
habitual.<br />
La no existencia hasta el momento de una definición clara,<br />
precisa y exhaustiva de lo que pueda ser un arqueólogo<br />
territorial conlleva una multiplicidad en la forma y<br />
funciones que adopta esta figura. Si bien cualquier profano<br />
sería capaz de explicar que un arqueólogo territorial<br />
es aquel profesional de la Arqueología que se ocupa de<br />
gestionar los trabajos arqueológicos dentro de un determinado<br />
territorio (municipio o provincia), ésta es una<br />
definición vaga y poco satisfactoria. Como se trata, a pesar<br />
de todo, de una definición bastante extendida, es<br />
nuestra intención realizar algunas precisiones.<br />
Para empezar, la denominación de "arqueólogo territorial"<br />
deja fuera de su ámbito de actuación a otras parcelas<br />
relacionadas con el patrimonio no menos importantes<br />
que la Arqueología, tales como los archivos<br />
históricos, el <strong>Patrimonio</strong> arquitectónico, los bienes etnográficos,<br />
etc. Puede darse el extraño caso de que un municipio<br />
o provincia cuente con restos arqueológicos y no<br />
bienes culturales de otro tipo, pero no es lo habitual.<br />
Tampoco es frecuente que cuenten con un arqueólogo<br />
territorial, un antropólogo territorial, un archivero territorial<br />
y un paleontólogo territorial. Por el contrario, lo<br />
usual es que el arqueólogo territorial se ocupe de gestionar<br />
todos los asuntos relativos al <strong>Patrimonio</strong> Histórico de<br />
su zona. El conocimiento de la realidad pone de manifiesto<br />
que, ante lo limitado de los recursos públicos, es difícil<br />
encontrar una Administración regional o local que se<br />
plantee en serio la amplia dedicación a temas patrimoniales<br />
que supone la creación de puestos para técnicos en<br />
las diferentes áreas <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>. Parece razonable,<br />
pues, no limitar las pocas plazas laborales que se crean a<br />
una o dos materias, olvidando por completo las demás.<br />
El arqueólogo territorial que deje de lado, por poner un<br />
ejemplo, la catalogación <strong>del</strong> patrimonio arquitectónico de<br />
su municipio y su protección a través de las Normas<br />
Subsidiarias, por tratarse de una materia ajena a sus competencias,<br />
está haciendo un flaco servicio al <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Es cierto que la situación ideal supondría la existencia de<br />
un Servicio Territorial de <strong>Patrimonio</strong> que aglutinase a<br />
profesionales con distinta formación, tales como arqueólogos,<br />
antropólogos, historiadores <strong>del</strong> Arte, restauradores,<br />
conservadores, <strong>del</strong>ineantes, paleontólogos, museólogos,<br />
pedagogos, etc. La adecuación a la realidad actual<br />
provoca que este utópico despliegue de medios se vea<br />
restringido a uno o dos técnicos en <strong>Patrimonio</strong>, que deben<br />
enfrentarse a un amplio elenco de asuntos.<br />
22<br />
La invitación que desde aquí lanzamos hacia la reconversión<br />
de la figura <strong>del</strong> arqueólogo municipal o provincial<br />
en un Técnico en <strong>Patrimonio</strong> no debe confundirse con<br />
una apología al intrusismo profesional. Es evidente que<br />
un etnógrafo puede no saber nada de restauración, y lo<br />
mismo un conservador de los métodos arqueológicos.<br />
Por ello, a la hora de contratar a estos técnicos, es preciso<br />
fijar unos criterios de selección exigentes y permitirles,<br />
una vez contratados, continuar con su formación,<br />
adecuándola a la realidad <strong>del</strong> municipio o provincia en<br />
cuestión. Además, la gestión de estos técnicos debería<br />
contar con la colaboración puntual de otros profesionales<br />
cuando fuese necesaria.<br />
Servicios Territoriales de <strong>Patrimonio</strong><br />
Cuando el municipio o la provincia cuentan con un <strong>Patrimonio</strong><br />
rico es conveniente gestionar sus recursos patrimoniales<br />
a través de una instancia administrativa, que podemos<br />
llamar Servicio de <strong>Patrimonio</strong> Histórico (en<br />
a<strong>del</strong>ante SPH). El SPH aglutinaría personal de distinto tipo<br />
(administrativos, Técnicos en <strong>Patrimonio</strong>, etc.).<br />
Dado que las circunstancias son en cada caso particulares,<br />
es difícil dibujar un perfil exacto de lo que debe ser<br />
la línea de trabajo a seguir por un SPH. No obstante, sí<br />
es posible establecer un mínimo de objetivos predefinidos<br />
que deberían ser considerados en todo proyecto de<br />
creación de un SPH.<br />
Los objetivos de un SPH deberían ser:<br />
a. Investigación: La primera labor <strong>del</strong> SPH consistiría en<br />
conocer el <strong>Patrimonio</strong>. Este es requisito sine qua non<br />
ha lugar plantearse otras acciones, tales como proteger<br />
y difundir. Evidentemente, para proteger primero<br />
hay que saber qué hay que proteger.<br />
b. Protección: El <strong>Patrimonio</strong> sufre agresiones constantes<br />
de diversa índole. Identificar qué agresiones son las<br />
más graves, por qué motivo tienen lugar y plantear<br />
posibles soluciones para detenerlas constituye el segundo<br />
de los posibles objetivos <strong>del</strong> SPH.<br />
c. Conservación: El paso <strong>del</strong> tiempo y la acción humana<br />
son dos de los factores que más alteran los restos patrimoniales.<br />
Por ser factores ineludibles, o difícilmente<br />
eludibles, es preciso intentar la minimización de sus<br />
consecuencias.<br />
d. Difusión: Una labor prioritaria <strong>del</strong> SPH ha de ser la divulgación<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>. Con ello se facilitará el mayor<br />
aprecio de la población por el <strong>Patrimonio</strong>, circunstancia<br />
ésta básica para su protección y conservación.<br />
e. Rentabilización social: Los restos patrimoniales, según<br />
distintos cuerpos legales, han llegado a ser patrimoniales<br />
exclusivamente por la función social que cumplen.<br />
Conseguir que el conjunto de la población tenga acceso<br />
a su comprensión y disfrute es el medio para dotar<br />
al <strong>Patrimonio</strong> de una verdadera dimensión social.
PH Boletín<strong>14</strong> 23<br />
f. Asesoramiento técnico: Se colaborará con otros organismos<br />
de la Administración y con entidades públicas<br />
y privadas en todo asunto que pueda afectar al <strong>Patrimonio</strong><br />
(Normas Subsidiarias, Planes Generales,<br />
proyectos urbanísticos y de obras públicas, etc.).<br />
Para la consecución de estos objetivos básicos podrían<br />
desarrollarse, entre otras, las siguientes actuaciones:<br />
Objetivo a (Investigación):<br />
1. Inventario de recursos patrimoniales (carta arqueológica,<br />
catálogo de arquitectura popular, inventario de<br />
bienes culturales <strong>del</strong> Ayuntamiento, inventario de los<br />
fondos de los museos, ordenamiento de los archivos<br />
parroquiales y municipales, etc.).<br />
Objetivo b (Protección):<br />
1. Plan para la identificación y puesta en funcionamiento<br />
de los mecanismos que se muestren más eficaces en<br />
la protección <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
2. Formación de las Fuerzas de Seguridad locales y comarcales.<br />
3. Sensibilización de la población.<br />
Objetivo c (Conservación):<br />
1. Diagnóstico sobre el estado de conservación de los<br />
bienes culturales. Intervenciones sobre aquellos que<br />
presenten mayores problemas.<br />
2. Puesta en marcha de un Museo Municipal.<br />
Objetivo d (Difusión):<br />
1. Desarrollo <strong>del</strong> Departamento de Educación y Difusión<br />
<strong>del</strong> Museo Municipal y Provincial.<br />
2. Difusión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> a través de distintos medios<br />
(publicaciones, conferencias, cursos, reproducciones,<br />
etc.).<br />
Objetivo e (Rentabilidad Social):<br />
1. Fomento de un Turismo Cultural en la comarca. Creación<br />
de varios polos de atracción que favorezcan el<br />
desarrollo local y atraigan capitales externos.<br />
2. Búsqueda y puesta en funcionamiento de todos aquellos<br />
cauces que incidan en el acercamiento de la población<br />
hacia su <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Objetivo f (Asesoramiento Técnico):<br />
1. Intervención en la elaboración de los P.G.O.U., revisión<br />
de las NN.SS. o en todas aquellas actuaciones<br />
urbanísticas que pudieran suponer un peligro para la<br />
pervivencia <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Este cúmulo de propuestas, a menudo interrelacionadas<br />
entre sí, es de mínimos. Es decir, éstas deberían ser las<br />
aspiraciones mínimas de todo SPH, sin que existiesen límites<br />
máximos para el desarrollo de cualquier iniciativa<br />
imaginativa tendente a la investigación, protección, conservación,<br />
difusión, fomento, etc. <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Para llevar a cabo estas actividades –u otras similares–<br />
de una manera organizada y sistemática es precisa la<br />
existencia de uno o varios Técnicos en <strong>Patrimonio</strong>, a ser<br />
posible agrupados bajo la estructura administrativa que<br />
hemos llamado SPH.<br />
Este tipo de organismos coinciden plenamente con el<br />
espíritu de todas las leyes citadas anteriormente y tienen<br />
cabida con la legislación actual ■<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
El ocio y el reciclado:<br />
la conversión <strong>del</strong> vestigio arqueológico<br />
en producto de consumo<br />
Matilde González Méndez<br />
Grupo de Trabajo de<br />
Arqueología <strong>del</strong> Paisaje<br />
Dpto. de Historia 1<br />
Universidad de<br />
Santiago de Compostela<br />
1 Sean beneficios o simplemente<br />
ingresos que posibiliten el automantenimiento<br />
de los bienes.<br />
2 En arqueología y en nuestro<br />
país, donde la mayoría de los<br />
servicios que tienen que ver<br />
con la arqueología se ofrecen<br />
de forma gratuita, el beneficio<br />
se deberá medir en el número<br />
de visitas.<br />
3 Aunque consumir puede ser<br />
entendido como agotar, con<br />
relación al patrimonio arqueológico<br />
el término se entiende en<br />
su otra aceptación: la de usar.<br />
4 Con valores consentidos queremos<br />
referirnos a las ocasiones<br />
en que participamos en la descontextualización<br />
y trivialización<br />
<strong>del</strong> objeto arqueológico a fín de<br />
ser introducido en el mercado<br />
simplemente como mercadería<br />
económicamente rentable.<br />
En absoluto impuesto desde fuera, ni coyuntural, ese interés<br />
museográfico está en consonancia con la sensibilidad<br />
postmoderna en busca de identidad y comunicación, poco<br />
apasionada por el futuro histórico, agobiada por la idea de<br />
las destrucciones irreversibles. Aniquilar los vestigios es como<br />
asolar la naturaleza... Eso es la sociedad postmoderna;<br />
no es el más allá <strong>del</strong> consumo sino su apoteosis.<br />
Lipovetsky<br />
La demanda y consumo <strong>del</strong> pasado es cada vez mayor.<br />
Lo que hace sólo unos años era objeto de aprecio para<br />
unos pocos investigadores e interesados, en la actualidad<br />
lo es de un amplio y creciente sector de la sociedad, lo<br />
que sólo era materia de estudio o muestra de una cuidada<br />
educación, hoy es también medio de esparcimiento,<br />
lugar de ocio, punto de peregrinación y objeto de<br />
negocio. Y el vestigio arqueológico, fragmento material<br />
de ese pasado, no es ajeno a este hecho. Diversos indicadores<br />
así lo atestiguan, desde el incremento de las visitas<br />
a los museos y ruinas, hasta la fabricación y venta de<br />
reproducciones.<br />
Uno de los contextos en los que habitualmente se resuelve<br />
esta demanda de pasado es a través de su inclusión<br />
en los paquetes turísticos, como uno de los recursos<br />
que permiten atraer visitas a una zona. Y es que el<br />
turismo, actividad que satisface algunas de las mayores<br />
aspiraciones de la sociedad <strong>del</strong> bienestar: las vacaciones,<br />
el week-end, la jubilación... necesita de atracciones que<br />
permitan llenar este tiempo de ocio y el encuentro con<br />
el vestigio arqueológico puede ser una de ellas. En el viaje,<br />
recorrido en el espacio pero también metáfora de<br />
acceso al tiempo pretérito (así se ofrecen al público muchos<br />
vestigios), el patrimonio arqueológico, encuentra<br />
una de las posibilidades más claras para su conservación<br />
y divulgación al público.<br />
Concomitante al poder de atracción <strong>del</strong> vestigio y al desarrollo<br />
de la actividad turística, es el incremento de la<br />
producción de patrimonio arqueológico que se torna ac-<br />
24<br />
cesible al público. Los más novedosos métodos de recuperación,<br />
los más espectaculares sistemas de exposición,<br />
las últimas técnicas de gestión (independientes o integrando<br />
diversos ámbitos <strong>del</strong> patrimonio, o distintos sectores<br />
de la sociedad), están siendo puestas a prueba para<br />
tratar de satisfacer la demanda de patrimonio y de pasado,<br />
pero también, para intentar alcanzar una cartera de<br />
clientes, visitantes, que permita rentabilizar, o al menos<br />
justificar, las inversiones que a tales intentos se destinan.<br />
Pero, si bien podemos aceptar que : a) el interés por el<br />
patrimonio arqueológico es creciente y b), que a través<br />
<strong>del</strong> tursimo y las visitas este interés puede ser reconducido<br />
hacia la generación de dividendos 1, no es menos<br />
cierto, que el patrimonio arqueológico es sólo uno de<br />
los múltiples atractivos turísticos y de ocio que en una<br />
sociedad plural como la nuestra se ofrecen, o que en un<br />
paquete de viaje se pueden ofertar.<br />
En efecto, dejando ya a un lado la diverisificada oferta turísitica,<br />
que contiene todo lo que la fantasía <strong>del</strong> viajero pueda<br />
imaginar, basta pensar que el ámbito <strong>del</strong> turismo patrimonial<br />
y cultural en general, experimentó tal incremento<br />
que tratar de seducir al público con el pequeño y concreto<br />
espacio de lo arqueológico se convierte en un ejercicio<br />
de alta competición en el que la imaginación, ingenio y<br />
buen hacer, son constantemente puestos a prueba.<br />
Y es que, en una sociedad que se ha ganado como<br />
uno de sus apelativos más recurrentes el de sociedad<br />
de consumo, el patrimonio arqueológico, al igual que<br />
cualquier entidad que circula por la realidad social <strong>del</strong><br />
mundo capitalista, se halla inscrtito en los circuitos <strong>del</strong><br />
mercado, sometido al despotismo de la rentabilidad, esto<br />
es, a la obtención de un beneficio, ya sea material o inmaterial<br />
2, y forzado a competir con otros productos que<br />
satisfacen las carencias o deseos que puede cubrir el bien<br />
arqueológico.<br />
¿Podemos cuestionarnos la bondad o negatividad de este<br />
hecho que es, sobre todo, inevitable? ¿Cómo, desde este
PH Boletín<strong>14</strong> 25<br />
contexto económico y social, podemos crear un producto<br />
arqueológico de calidad y socialmente consumible?<br />
La reflexión sobre estas dos cuestiones conformará el<br />
agurmento de este trabajo.<br />
El primer interrogante, si es bueno o malo que el patrimonio<br />
arqueológico sea un bien de consumo de masas,<br />
encuentra una fácil respuesta cuando nos detenemos a<br />
examinar los elementos que intervienen en el proceso<br />
<strong>del</strong> consumo ya que éste se conforma a partir de una<br />
doble componente, la económica y la cultural.<br />
En efecto, el consumo 3 de un bien se halla tan intrínsecamente<br />
ligado a la lógica <strong>del</strong> mercado (la relación coste<br />
beneficio), como a la asimilación de los valores y símbolos<br />
que a él le son inherentes o les asociamos (nuestro<br />
deseo), es tanto una construcción mercantil como social<br />
(Torres, 1994:45-46).<br />
Desde esta perspectiva, se hace evidente que la circunstancia<br />
de que el bien arqueológico pase a formar parte<br />
de la categoría de bien de consumo no debe connotar<br />
una valoración negativa. Esta calidad o su contraria debería<br />
derivarse, sobre todo, de la componente social, de<br />
los valores y símbolos que al objeto arqueológico se le<br />
asocian cuando se consume. Y, en la medida en que estos<br />
valores pueden ser generados o consentidos 4 por el<br />
arqueólogo, es tarea nuestra definir y <strong>del</strong>imitar su alcance.<br />
En efecto, somos nosostros, como expertos con capacidad<br />
para producir y gestionar el bien arqueológico,<br />
(o lo que es igual, los vestigios de interés 5), quienes le<br />
otorgamos un valor 6, le inventamos una identidad o lo<br />
despojamos de ella, hacemos que diga lo que de él sabemos<br />
o lo que de él queremos, incluso hacemos que<br />
no diga nada 7.<br />
Es así como contribuimos a la construcción de los valores<br />
que luego se vinculan a lo arqueológico, y es así como<br />
esta construcción resulta atractiva para un determinado<br />
tipo de individuo, aquel que encontrando lo que<br />
busca en el vestigio demanda su consumo, aquel que se<br />
identifica con los valores que el bien conlleva 8.<br />
Llegados aquí, se podría entender que las ventajas que<br />
para la conservación y engrandecimiento <strong>del</strong> patrimonio<br />
arqueológico puede ofrecer el hecho de que sea consumido<br />
y demandado por el gran público, nos debería dejar<br />
las manos libres para, poniéndonos a tono con los<br />
tiempos, mercantilizar lo intangible, el valor simbólico y<br />
cultural <strong>del</strong> bien, tal y como desde el diseño y la publicidad<br />
se hace con la forma, la marca, el nombre... de todo<br />
lo que nos rodea, hasta de los objetos utilitarios que ya<br />
no son consumidos tanto por esta última cualidad, cuanto<br />
por la imagen que ofrecen <strong>del</strong> individuo que consume<br />
(Santamarina 1994).<br />
Desde esta perspectiva se nos ofrecen dos opciones claras<br />
y extremas. De un lado un uso o consumo selectivo<br />
<strong>del</strong> patrimonio, sólo para individuos capaces de alcanzar<br />
su sentido o apreciar su valor generando la identidad<br />
consumidor de patrimonio con individuo culto. En el<br />
otro extremo, se halla la posibilidad de convertir al bien<br />
arqueológico en objeto de consumo de masas, ofreciendo<br />
el bien al mercado a modo de resto material de valores<br />
perdidos como la identidad, el sentido de pertenencia<br />
a un grupo, la autenticidad... 9, bien como formas<br />
vacías, soportes de la técnica de los massmedia, simple<br />
entretenimiento que seduce y evade durante un rato.<br />
Pero también existe una vía intermedia en la que se<br />
pueden encontrar consumo y arqueología, negocio y<br />
ruina, existe un punto en el que se pueden fundir sin<br />
que por ello lo arqueológico pierda su esencia, sin que la<br />
bulimia <strong>del</strong> consumo se trague el valor <strong>del</strong> vestigio. Esta<br />
es la vía que proponemos tomar.<br />
Desde ella no es preciso rehusar a la re-creación de una<br />
imagen vendible <strong>del</strong> objeto arqueológico sino que propone<br />
derivar esta imagen de los valores que a él encontramos<br />
asociados.<br />
En efecto, sugerimos utilizar la imagen o re-construcción<br />
que de su estudio se deriva, la imagen interpretada, que<br />
por eso deja de ser imagen para convertirse en re-creación,<br />
como valor de inter-cambio, entre el individuo y el<br />
objeto, como bien de consumo.<br />
No se trata de que sólo atraiga lo que se ve (un yacimiento<br />
reconstruido con una técnica impecable), se trata<br />
de que además se consuma lo que podemos interpretar<br />
qué se veía ¿no es éste en última instancia el valor<br />
básico inherente al vestigio? entonces, ¿porqué sólo pretendemos<br />
vender la técnica que lo adorna, la fundamentación<br />
<strong>del</strong> proyecto político o económico de la instancia<br />
que lo sufraga, o el reconocimiento de los particularismos<br />
culturales?.<br />
Lo que proponemos es que el valor <strong>del</strong> vestigio arqueológico,<br />
la posibilidad de interpretar el pasado <strong>del</strong> que fue<br />
partícipe, sea un argumento que permita evocar al público<br />
otros tiempos y espacios (Criado y González 1994),<br />
que no tienen porque ser mejores, peores o más acogedores<br />
que el actual, sólo otros distintos que permitan hacer<br />
jugar a la imaginación, y trabajar al espíritu crítico relativizando<br />
nuestro tiempo y nuestra cultura,<br />
contribuyendo difundir la idea de que, antes como ahora,<br />
existieron otros pueblos, otras culturas, otros individuos.<br />
Pero además de lo que acabamos de apuntar, para que<br />
la re-construcción y re-creación <strong>del</strong> vestigio atraiga al<br />
público ha de conseguir responder a las preguntas que<br />
éste se puede hacer ante las evidencias de la presencia<br />
<strong>del</strong> otro. La re-creación <strong>del</strong> vestigio debe satisfacer la<br />
curiosidad <strong>del</strong> visitante, no el interés <strong>del</strong> investigador<br />
que planifica su recreación 10, pero no ofreciendo las<br />
respuestas que el visitante espera sino las que desde el<br />
bien se derivan. En otras palabras, se trata de satisfacer<br />
su curiosidad e interés antes que un simple deseo estético<br />
o sentimental.<br />
5 La identificación de vestigio de<br />
interés con patrimonio sólo trata<br />
de recordar que no todos los<br />
vestigios son considerados patrimonio,<br />
tanto los textos de organismos<br />
y reuniones internacionales<br />
así como las legislaciones de<br />
los estados reconocen como<br />
patrimonio sólo aquellos vestigios<br />
que tienen un interés histórico<br />
arqueológico... (Barrero<br />
1990: 73-123), valores culturales<br />
que no han sido definidos, pero<br />
que permiten legitimar la conservación<br />
y destrucción selectiva de<br />
los vestigios sin criterios claramente<br />
establecidos.<br />
6 Este valor que generalmente es<br />
distinto al <strong>del</strong> conjunto social en<br />
muchas ocasiones acaba siendo<br />
asumido por todos.<br />
7 Opción que elegimos en muchas<br />
ocasiones puesto que nos permite<br />
crear un discurso adecuado<br />
a cada uno de los contextos<br />
y circunstancias en los que el<br />
objeto arqueológico puede<br />
estar presente, tema que es<br />
analizado más detenidamente<br />
en (Criado y González 1994).<br />
8 Esto, que puede parecer una<br />
perogrullada es perfectamente<br />
asumible cuando sabemos que<br />
se está tratando de definir el<br />
perfil <strong>del</strong> demandante-tipo <strong>del</strong><br />
consumidor arqueológico y<br />
que, aún cuando no existen<br />
estudios detallados, conocemos<br />
su perfil genérico (Prentice<br />
1993; Guijarro 1995).<br />
9 Tal y como apuntan diversos<br />
sociólogos (Lipovetsky 1987;<br />
Braudillard 1993), estas son<br />
algunas de las principales carencias<br />
de las actuales sociedades<br />
occidentales; y el vestigio histórico,<br />
cuyo sentido puede ser<br />
constantemente reconstruido,<br />
se presta muy bien a su utilización<br />
como evidencia de una<br />
identidad presente aun cuando,<br />
en el mejor de los casos, es sólo<br />
una identidad pasada.<br />
10 Algunos de los argumentos<br />
que fundamentan las disposiciones<br />
de los elementos y vestigios<br />
arqueológicos al público, se<br />
resumen en la seriación cronológica<br />
y tipológica de los objetos<br />
o niveles constructivos de<br />
los yacimientos. Esta narrativa,<br />
que refleja tanto la profundidad<br />
<strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong> especialista<br />
como su interés, pasa totalmente<br />
desapercibida para el público<br />
quien se suele centrar en cuestiones<br />
de utilidad, reconstrucción<br />
<strong>del</strong> bien y su contexto...<br />
Esta circunstancia, que nos ha<br />
hecho notar F. Criado, ha podido<br />
ser asiduamente constatada<br />
en museos y yacimientos dispuestos<br />
para la visita.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
11 En el informe de la Comisión<br />
de las Comunidades Europeas<br />
com (94) 74 final Sobre las<br />
acciones comunitarias que afectan<br />
al turismo en su capítulo III<br />
apartado 6.1 sobre el destino<br />
de los fondos estructurales<br />
dedicados al turismo, entre el<br />
período 89-93 se atribuyó prioridad<br />
a “... aprovechar el patrimonio<br />
natural, histórico, arquitectónico<br />
y cultural con interés<br />
para los turistas”. (El subrallado<br />
es nuestro).<br />
12 Ejemplos de estas ambientaciones-espectáculo<br />
aunque centrados<br />
en la rehabilitación de edificios<br />
puede verse en el artículo<br />
de Vicente Verdú 1995).<br />
13 Un ejemplo de proyección para<br />
una zona con restos arqueológicos<br />
de diversas épocas y basado<br />
en una estrategia de investigación,<br />
puede verse en González<br />
1995.<br />
<strong>14</strong> A lo anterior debemos añadirle<br />
la amenaza derivada de la<br />
miopía dominante en algunos<br />
sectores de nuestro país, tanto<br />
privados como públicos, que<br />
perciben al patrimonio arqueológico,<br />
más como un obstáculo<br />
al desarrollo industrial y económico<br />
que como un recurso con<br />
capacidad de generar riqueza.<br />
En cualquier caso, hacemos<br />
coincidir el vestigio con la materia<br />
prima porque el producto, a<br />
la hora de “vender”, de atraer a<br />
la visita, es el resultado final de<br />
la interacción de un conjunto<br />
de servicios que conforman<br />
una experiencia.<br />
Pensamos que este debería ser el objetivo mínimo por<br />
alcanzar a la hora de introducir el patrimonio arqueológico<br />
en la sociedad de mercado, si queremos sortear el<br />
peligro que lo invade, el de la invención de unos valores,<br />
imágenes o identidades, acogedoras pero falsas, atractivas<br />
pero vacías, y sobre todo, distintas a las que le son inherentes.<br />
Desde nuestra perspectiva, es positivo que el patrimonio<br />
arqueológico se halle inmerso en el mercado porque,<br />
conjurando los peligros que subyacen, nos ofrece la posibilidad<br />
de reconducir una parte de nuestro trabajo y<br />
abordar nuevas tareas ya que, estar en el mercado ofreciendo<br />
un buen producto arqueológico beneficia el matenimiento<br />
y salvaguarda de los bienes, la generación de<br />
empleos directos e indirectos, o la dinamización de zonas<br />
retraídas.<br />
Pero, ofrecer un buen producto que, atendiendo las demandas<br />
anteriores, no diluya lo arqueológico en otras<br />
instancias de la realidad social implica:<br />
1. Anteponer la reconstrucción <strong>del</strong> sentido cultural <strong>del</strong> vestigio<br />
a su consolidación material y disposición al público.<br />
Esto no quiere decir otra cosa que estudiar y derivar<br />
interpretaciones basadas en ese estudio antes de diseñar<br />
la re-creación <strong>del</strong> bien. Esto además contribuye,<br />
en cierta medida, a corregir excesos empiristas de los<br />
que entienden el vestigio unicamente como resto material<br />
y/o listado de datos sin elaborar.<br />
2. Utilizar el conocimiento derivado <strong>del</strong> trabajo anterior<br />
para desde él definir la narrativa que se desea transmitir<br />
al público.<br />
3. Buscar entre las narrativas posibles aquellas que puedan<br />
satisfacer la curiosidad <strong>del</strong> público.<br />
Este punto y el anterior, contribuyen de forma decisiva a<br />
diferenciar el producto arqueológico en el mercado <strong>del</strong><br />
ocio y la cultura.<br />
4. Ir al encuentro de fórmulas distintas para hacer transparentes<br />
y comprensibles estos argumentos.<br />
5. Explorar mo<strong>del</strong>os de recuperación, ambientaciones y estéticas<br />
que sintonicen con el actual contexto social pero<br />
tambien con el vestigio.<br />
Aclaremos más este punto que nos parece de gran importancia<br />
porque, cuando la visión positiva <strong>del</strong> progreso<br />
y de la técnica son minoritarias entre el gran público, el<br />
paradigma de la recuperación de vestigios aún se sigue<br />
basando en fuertes inversiones de tecnología sobre los<br />
yacimientos y espacios expositivos.<br />
Cuando criticamos el hecho de vivir en la sociedad de la<br />
desinformación por la saturación de información, o de<br />
que el acontecimiento provoca en el espectador sólo<br />
26<br />
una reación emotiva o compulsiva que no supera la inmediatez<br />
<strong>del</strong> mismo acontecimiento, no dejamos de buscar<br />
en el vestigio excusas que nos permitan organizar<br />
Tuts shows (Mac Donald 1987) con bienes arqueológicos<br />
y culturales en general.<br />
Y sin embargo, sabemos que la destruccción <strong>del</strong> medio<br />
y el entorno acabó por derivar en una conciencia ecologista<br />
y conservacionista de la que en parte procede<br />
la actual atracción <strong>del</strong> vestigio. Sabemos también que<br />
esta conciencia es la base de la industria <strong>del</strong> reciclado,<br />
negocio que en la actualidad se constituye como uno<br />
de los que gozan de mayor salud económica 11 y mejor<br />
aprecio social.<br />
Y el reciclado, la reutilización de lo viejo, puede sintonizar<br />
muy bien con la recuperación de yacimientos arqueológicos,<br />
lo mismo que lo ecológico y verde que ya viene funcionando<br />
desde hace algún tiempo con la recuperación<br />
de paisajes y entornos de yacimientos, o con la creación<br />
de parques arqueológicos en medios rurales.<br />
El vestigo, útil a otros hombres en otro tiempo, nos<br />
devuelve una nueva utilidad como ocio y negocio que<br />
se basa en la aproximación a un pasado cada vez más<br />
distinto y distante de nuestra sociedad pero que, a la<br />
hora de ofrecerse al público, busca ambientes muy<br />
presentes.<br />
Parece oportuno entonces disminuir el énfasis de los<br />
mass media o la tecnología como motor de ambientaciones<br />
y recuperaciones y comenzar a probar otros mo<strong>del</strong>os<br />
más acordes con los tiempos, más sugerentes al gran<br />
público, pero también más ligados a la estética propia <strong>del</strong><br />
yacimiento, de la ruina arqueológica.<br />
Con ésto no negamos la utilidad de la tecnología en el<br />
trabajo de recuperación y difusión pública de los yacimientos,<br />
sino la oportunidad de crear diseños y ambientaciones<br />
presentes que recrean mejor el espacio <strong>del</strong> espectáculo<br />
o de la sala de juegos que el <strong>del</strong> encuentro<br />
con el otro y el pasado 12.<br />
Finalmente quizá debamos diversificar un poco más el<br />
esfuerzo arqueológico que corrientemente se invierte<br />
a la hora de disponer los bienes al público: invertir más<br />
en la comunicación de lo que creemos que representan,<br />
aún a costa de reducir recursos en su adecuación<br />
material (adecuar menos pero adecuar mejor). Tambien<br />
a costa de asumir que las interpretaciones que sobre<br />
ellos hacemos no son eternas y, probablemente,<br />
mudarán con el tiempo como igualmente cambiarán<br />
los vestigios y los intereses de los individuos que hoy<br />
son seducidos por ellos.<br />
Hemos hablado hasta aquí de la filosofía que debe subyacer<br />
a la mercantilización de lo arqueológico, nos toca<br />
ahora explorar, aunque sólo sea rápidamente, los mecanismos<br />
materiales que deberían posibilitar una mercantilización<br />
rentable.
PH Boletín<strong>14</strong> 27<br />
Para que un producto sea consumido ha de ser primero<br />
elaborado y luego demandado puesto que el consumo<br />
aparece sujeto tanto a las formas de producir, esto es, a<br />
la fabricación como a la demanda que hace de ese producto<br />
un objeto necesario o deseable.<br />
Dado que el interés por el patrimonio arqueológico está<br />
en alza, que la demanda existe, y que tenemos la posibilidad<br />
de asociarlo a valores muy en boga (el preservacionista,<br />
el reciclado....) podemos afirmar que puede ser un<br />
producto socialmente necesario o atractivo.<br />
Pero, para que un producto que en principio es atractivo<br />
sea además rentable, necesita de la concurrencia de al<br />
menos otros dos factores: calidad mínima y adecuada<br />
gestión empresarial derivada de un plan previo.<br />
Llevando estas ideas al terreno <strong>del</strong> patrimonio arqueológico<br />
se puede decir respecto a lo primero, a la calidad<br />
<strong>del</strong> producto, que en el ámbito español más que un producto<br />
de calidad existe una buena materia prima que necesita<br />
ser elaborada.<br />
En efecto, nuestro conjunto arqueológico, y cultural en<br />
general, se caracteriza tanto por su ingencia como por su<br />
relevancia, pero hasta la actualidad, salvo pocas excepciones,<br />
no es otra cosa que un conjunto de ruinas más o<br />
menos exhumadas y más o menos accesibles al público,<br />
sin un proyecto comunicativo que ilustre al visitante su<br />
valor y sentido 13, sin un plan de gestión con objetivos<br />
económicos y sociales marcados y sin una instancia que,<br />
velando por su mantenimiento, lo ampare de los efectos<br />
nocivos de las visitas <strong>14</strong>. Mientras no tengamos las tres cosas<br />
anteriores:<br />
1. Proyecto comunicativo, argumento o narrativa que ilustre<br />
sobre el bien y guíe la puesta en valor,<br />
2. plan de puesta en valor y de gestión con unos objetivos<br />
claramente <strong>del</strong>imitados y temporalizados, y con una evluación<br />
constante de su grado de cumplimentación que<br />
posibilite su reorientación.<br />
3. Instancias responsables comprometidas en la puesta en<br />
marcha <strong>del</strong> plan anterior y en un continuo seguimiento<br />
<strong>del</strong> mismo.<br />
las ruinas son sólo recursos, materia prima para crear un<br />
producto socialmente atractivo. En nuestro país pocos<br />
son los proyectos y trabajos de puesta en valor que cumplen<br />
estas condiciones. La recuperación física y material<br />
de la ruina es el principio y el fin <strong>del</strong> trabajo. Estamos con<br />
ello olvidando que la arqueología mostrada al público debe<br />
traslucir su doble componente la material, el objeto físico,<br />
y la narrativa, el discurso que el arqueólogo deriva<br />
<strong>del</strong> estudio de ese material ■<br />
Bibliografía:<br />
Braudillard, J. 1993. La ilusión <strong>del</strong> fin. Anagrama. Barcelona.<br />
Criado Boado, F. y González Méndez,M. 1994: La puesta en valor <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> arqueológico desde la perspectiva de la arqueología <strong>del</strong><br />
paisaje. En VVAA. Cuadernos III de Conservación Arqueológica IAAP.<br />
Junta de Andalucía. Sevilla.<br />
Castillo Castillo, J. 1994. La vida social <strong>del</strong> consumo. Revista de Occidente<br />
nº 162, noviembre.<br />
González Méndez, M. 1995. La concepción de un proyecto de valorización<br />
social <strong>del</strong> patrimonio arqueológico. El plan de Toques como<br />
referente. Archivo Español de Arqueología nº 68 (en prensa).<br />
Guijarro, L. 1995. Sandalias al viento. MOPTMA nº431, mayo.<br />
Lipovetsky, G. 1987. La era <strong>del</strong> vacío. Anagrama. Barcelona.<br />
Mac Donal G.1987. El futuro de los museos en la comunidad mundial.<br />
Museum nº 155.<br />
Prentice, R. 1993. Tourism and Heritage atractions. Routledge. Londres.<br />
Santamarina, C. 1994. Las palabras <strong>del</strong> mercado. Revista de Occidente<br />
nº 162, noviembre.<br />
Torres López, J. 1994. Formas de producción y pautas de consumo<br />
en la crisis <strong>del</strong> estado <strong>del</strong> bienestar. Revista de Occidente nº 162, noviembre.<br />
Madrid.<br />
Verdú, V.1995. Edificios punk. El país, Babelia, 7 octubre.<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
Propuestas para la<br />
implantación de un Mo<strong>del</strong>o Social de<br />
Gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Cultural en<br />
Andalucía<br />
José Antonio Ruiz Gil<br />
Arqueólogo y Pedagogo,<br />
Presidente de la Comisión de<br />
Arqueología <strong>del</strong> Colegio de<br />
Doctores y Licenciados en<br />
Filosofía y Letras y en<br />
Ciencias de Cádiz.<br />
Diagnóstico de la situación actual<br />
La gestión <strong>del</strong> patrimonio histórico y cultural está inmersa<br />
en la actualidad en el mo<strong>del</strong>o de carácter administrativo,<br />
tradicional en España y por extensión en los<br />
países <strong>del</strong> arco Mediterráneo europeo. Este mo<strong>del</strong>o,<br />
que prima la intervención de la Administración, tiene<br />
su principal objetivo en la conservación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>,<br />
motivo por el que se le puede denominar "mo<strong>del</strong>o<br />
conservacionista".<br />
En el presente se ha operado un cambio importante,<br />
cual ha sido el efectuado en virtud de las transformaciones<br />
políticas acaecidas en nuestro país en los últimos<br />
años. Este cambio ha afectado a la gestión <strong>del</strong> patrimonio<br />
en cuanto a su concepción administrativa, introduciendo<br />
la gestión <strong>del</strong> mismo entre las competencias propias<br />
de las Comunidades Autónomas. Esta situación,<br />
unida a la inclusión <strong>del</strong> concepto de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
y Cultural en los derechos y libertades constitucionales<br />
ha supuesto un mayor aporte presupuestario desde<br />
las administraciones públicas.<br />
Sin embargo, estas mejoras políticas evidentes no han<br />
supuesto cambios de tipo estructural en la gestión de<br />
nuestro <strong>Patrimonio</strong>.<br />
El mo<strong>del</strong>o que denomino "conservacionista" parte de<br />
una concepción <strong>del</strong> patrimonio arqueológico o histórico<br />
carente de valor económico y extraña al ámbito social y<br />
político. La valoración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> entra dentro <strong>del</strong><br />
carácter estético y voluntarista de las Bellas Artes, de la<br />
cultura en general. Independientemente de que podamos,<br />
o no, estar de acuerdo con estos puntos de vista,<br />
hay que reconocer en los mismos una auténtica falacia,<br />
pues de todos es sabido que el sector de la cultura, y<br />
más concretamente el <strong>Patrimonio</strong> Histórico y Arqueológico,<br />
ha participado siempre de valores económicos: coleccionismo,<br />
compra-venta, contratos, trabajadores, etc.<br />
No sólo es que el conservacionismo haya sido poco creativo,<br />
es que además ha existido de espaldas a la realidad.<br />
28<br />
"La Ciencia, o es aplicada o no es Ciencia", estas palabras<br />
de Juan Oró deben retumbar en nuestras conciencias<br />
a la hora de evaluar la conveniencia de continuar<br />
con un mo<strong>del</strong>o que no tiene futuro, que está<br />
acabado.<br />
El mo<strong>del</strong>o conservacionista parte de la premisa de que<br />
el <strong>Patrimonio</strong> ha de estar tutelado, creo que todos estamos<br />
de acuerdo con esto, tal vez no con la forma en<br />
que hacemos efectiva esta tutela. El conservacionismo<br />
es profundamente intervencionista, está dotado de esa<br />
carga ideológica que prima como bondadosa toda acción<br />
administrativa por su naturaleza jurídica. La tutela,<br />
pues, se ejerce interviniendo sobre el <strong>Patrimonio</strong> para<br />
garantizar su conservación. Pero como el <strong>Patrimonio</strong> es<br />
algo muy extenso, se produce una clara contradicción<br />
entre el servicio que teóricamente se quiere prestar y<br />
el que realmente se puede prestar, dados los medios<br />
disponibles. A esta contradicción se llega justamente<br />
por el mo<strong>del</strong>o aplicado, que es contradictorio en sí: se<br />
considera como servicio público algo cuya valoración<br />
económica se niega. Al ser de difícil evaluación y no de<br />
primera necesidad, sus inversiones no pasan de ser meramente<br />
representativas.<br />
En el mejor de los casos, si el <strong>Patrimonio</strong> está definido y<br />
si los medios para tutelarlo son aceptables, se puede hacer<br />
una labor correcta con este mo<strong>del</strong>o; que, de hecho,<br />
en algunos paises europeos ha funcionado, no así en áreas<br />
mediterráneas, de contados recursos y rico patrimonio.<br />
El Consejo de Ministros Europeos de Cultura celebrado<br />
en Cintra (Portugal), concluyó en la fecha no tan<br />
remota de 1987 que la escasez de medios era una realidad<br />
palpable en toda Europa Occidental.<br />
El siguiente elemento <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o está relacionado con<br />
la participación ciudadana y con aquellos que deben hacer<br />
que el mo<strong>del</strong>o funcione. El conservacionismo ha fijado<br />
sus objetivos en los objetos a transmitir, no en<br />
quienes lo transmiten y a quien. Lo que en la Ley de<br />
1933 fue un enunciado, que la Sociedad sepa qué es lo
PH Boletín<strong>14</strong> 29<br />
que tiene, en la actualidad se está intentando hacer realidad.<br />
Los programas de difusión se están introduciendo<br />
inexorablemente, como ejemplo podemos citar los Gabinetes<br />
Pedagógicos de Bellas Artes de la Junta de Andalucía,<br />
o cursos como el de Diseño Curricular de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico impartido en el Colegio de<br />
Doctores y Licenciados de Cádiz. Por otro lado, el sector<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> (y muy especialmente el arqueológico)<br />
es capaz de generar una gran atención <strong>del</strong> público,<br />
siendo potencialmente un sector a desarrollar por los<br />
publicitarios.<br />
En cuanto a los profesionales, partimos de una concepción<br />
fragmentada de las distintas profesiones que intervienen<br />
en el <strong>Patrimonio</strong> Histórico: historiadores, arquitectos,<br />
antropólogos, arqueólogos, etc. La actuación de<br />
los profesionales es dispar por cuanto la problemática es<br />
muy diversa. Hay profesiones que vienen de ramas técnicas,<br />
como los arquitectos y que presentan una estructura<br />
profesionalizada. Otros profesionales, como los arqueólogos,<br />
actúan como tales pero carecen de títulos y<br />
de reconocimiento profesional. El intervencionismo de<br />
la administración es menor en las profesiones regladas<br />
que en aquellas que no lo están. Esta situación es conocida<br />
y hay una recomendación al respecto por parte <strong>del</strong><br />
Comité Directivo para la Conservación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico (CDPH) <strong>del</strong> Consejo de Europa (Recomendación<br />
de 13 de junio de 1989) sobre mayores garantías<br />
profesionales para el colectivo de arqueólogos.<br />
La gestión <strong>del</strong> patrimonio arqueológico en un sistema<br />
intervencionista se fundamenta en la imposibilidad<br />
de acceso directo a los bienes de naturaleza arqueológica,<br />
no sólo <strong>del</strong> profesional, si es que se<br />
puede denominar de esta forma, sino de cualquier<br />
administrado. El acceso es restringido mediante la figura<br />
legal de la autorización. La discrecionalidad de la<br />
administración en la concesión de las autorizaciones<br />
se ha intentado paliar mediante la constitución de<br />
comisiones de carácter técnico que velen por la conveniencia<br />
científica de las solicitudes. El resultado<br />
tampoco ha sido el mejor, pues como concluye una<br />
reciente sentencia <strong>del</strong> Tribunal Superior de Justicia<br />
de Andalucía, en el caso de la negación contumaz de<br />
autorización a un profesor universitario, el derecho<br />
de éste se apoya no sólo en su condición profesional<br />
(como profesor universitario, no como arqueólogo),<br />
sino en el derecho constitucional a investigar. En el<br />
caso de reconocer la Arqueología como profesión, la<br />
negación de autorización incurriría en la negación al<br />
derecho constitucional al trabajo.<br />
La situación formativa <strong>del</strong> presunto profesional <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico no está mucho mejor, ya que si no<br />
se reconoce la profesión difícilmente se puede programar<br />
una acción formativa en el sector. En los últimos<br />
años ha disminuido la oferta de puestos de aprendizaje<br />
en excavaciones, paralelamente a un aumento cuantitativo<br />
en el número y presupuesto de las mismas.<br />
En resumen, se niega el valor económico <strong>del</strong> patrimonio<br />
arqueologico, no se llega adecuadamente a sus potenciales<br />
clientes y se prescinde de profesionales; sin embargo,<br />
existe la compraventa, hay público al que le atrae la Ar-<br />
queología, y se abonan sueldos y subvenciones públicas<br />
en este concepto. La Arqueología en España hoy día es<br />
una paradoja.<br />
Tratamiento propuesto<br />
Participación social<br />
El conservacionismo ha hurtado a la sociedad su <strong>Patrimonio</strong><br />
(se supone que para bien, pero el planteamiento<br />
es terriblemente paternalista). La Sociedad tiene que recuperar<br />
lo que es suyo mediante organizaciones no gubernamentales<br />
y de iniciativa privada, independientemente<br />
de la existencia de una labor administrativa a la<br />
que no podemos suplantar.<br />
La Cultura, el <strong>Patrimonio</strong>, siempre ha contado con la<br />
participación popular, excepto en la gestión. Es preciso<br />
contar con una participación social estructurada que<br />
gestione o cogestione nuestro <strong>Patrimonio</strong>. Esto es un<br />
hecho en paises de nuestro entorno y nosotros no debemos<br />
ser una excepción. Resulta cómico que en estos<br />
momentos se planteen acciones de voluntariado en materia<br />
de <strong>Patrimonio</strong>, desconociendo u olvidando que, en<br />
concreto en Arqueología, la dosis de voluntarismo es<br />
prácticamente total, no sólo por parte de los profesionales<br />
sino de los aficionados.<br />
Todo redunda en la necesidad de vertebrar el sector en<br />
torno a asociaciones sin ánimo de lucro u ONG's, de<br />
cuyos resultados asociaciones como ADELPHA, HISPA-<br />
NIA NOSTRA o CONTEXTO son ejemplos a seguir<br />
(Jornadas de Protección <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español,<br />
Madrid, 1994); y en torno a empresas de la cultura.<br />
El sistema cerrado Administración-<strong>Patrimonio</strong>,<br />
altamente burocratizado como consecuencia <strong>del</strong><br />
intervencionismo, cuya única posibilidad<br />
de apertura se encuentra en la figura<br />
legal de la Autorización a un administrado<br />
cualificado, ha de ser sustituido<br />
por un sistema abierto que permita<br />
la gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> con instrumentos<br />
mercantiles propios de una<br />
economía social de<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
mercado. Hoy en día, la aplicación de las leyes <strong>del</strong> mercado<br />
a un sector no implica necesariamente la práctica<br />
de un "capitalismo salvaje". Existen otros conceptos como<br />
creación de empleo, creación de riqueza, diversificación<br />
de la actividad productiva, etc. La compatibilidad<br />
<strong>del</strong> desarrollo económico y la conservación <strong>del</strong> legado<br />
de nuestros ancestros con destino a nuestros descendientes<br />
es factible mediante el desarrollo sostenible. Un<br />
mo<strong>del</strong>o patrimonial basado en el desarrollo sostenible<br />
conserva más el <strong>Patrimonio</strong> que el mo<strong>del</strong>o conservacionista<br />
tradicional.<br />
En esta línea se han introducido las empresas de arqueología,<br />
hasta el momento ocupando las actividades más tradicionales<br />
<strong>del</strong> quehacer arqueológico, como pueden ser<br />
las excavaciones. A nuestro entender esta participación<br />
ha de ser más amplia, abarcando a toda la actividad <strong>del</strong><br />
sector, pero es necesario promulgar un Decreto que regule<br />
la participación y gestión privados en el <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía, de modo similar a como se regula<br />
en la legislación medioambiental.<br />
El mo<strong>del</strong>o conservacionista referido, no sólo hurta a la<br />
Sociedad su papel protagonista, sino también a los entes<br />
administrativos locales. Cuando hablamos de intervención<br />
administrativa estamos hablando <strong>del</strong> ente que<br />
celosamente ejerce sus competencias y de sus órganos<br />
desconcentrados. La experiencia actual demuestra que<br />
una de las descompensaciones políticas y administrativas<br />
de nuestro Estado radica en el desigual reparto de<br />
cargas y servicios entre las administraciones central, autonómica<br />
y local. Los entes locales tienen importantes<br />
competencias y servicios culturales y urbanísticos; sin<br />
embargo, esto no sucede en el ámbito <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Esta descoordinación es el germen <strong>del</strong> foco<br />
de las contradicciones <strong>Patrimonio</strong>-Urbanismo y Administración<br />
autónoma y Administraciones Locales. La<br />
gestión local <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> ha de ser reivindicada por<br />
cada uno de nuestros municipios mediante la creación<br />
de una Mesa Local <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. En Puerto<br />
Real, Cádiz, estamos animando esta iniciativa, que proponemos<br />
debe articularse en una política local de control<br />
de obras (realización de informe arqueológico preceptivo<br />
y vinculante a la concesión de la Licencia<br />
Municipal de Obras); en la constitución de un Museo o<br />
Servicio Municipal; y en la formación de entes mixtos<br />
con la Consejería de Cultura, contemplados en la Ley<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía.<br />
Participación de los profesionales<br />
La primera cuestión a considerar es si el arqueólogo es<br />
un profesional. En el mo<strong>del</strong>o conservacionista el arqueólogo<br />
no es un profesional. Si queremos tener profesionales<br />
en arqueología hemos de formarlos, y de esto es<br />
consciente la propia Administración. Se pueden arbitrar<br />
varias fórmulas, desde optar por la creación de una titulación<br />
propia (que sería lo más lógico) hasta hacer cursos<br />
de especialización o másteres. La Administración no<br />
debe intervenir en la vida de los colectivos profesionales,<br />
los arqueólogos debemos tener nuestros propios foros<br />
de debate y autoregulación. A nuestro juicio, como<br />
ya se ha publicado en otro lugar (Ruiz, 1995) la acción<br />
30<br />
formativa debe ir protagonizada por la Universidad y debe<br />
contener al menos apartados referentes a la estratigrafía<br />
arqueológica, a la arqueología urbana y de gestión,<br />
y a la arqueología histórica o postmedieval, además de<br />
contemplar un número de créditos prácticos.<br />
La necesidad obligada de que los arqueólogos sólo puedan<br />
trabajar mediante autorización administrativa se entiende<br />
si suponemos la negación de la profesión por<br />
parte de la Administración. Pero esto es contradictorio,<br />
pues significaría que la propia Administración niega la<br />
posibilidad de que unos titulados universitarios se ganen<br />
la vida, además de que se estarían realizando trabajos<br />
públicos sin la profesionalidad que requieren las leyes. Si<br />
reconocemos que los arqueólogos son profesionales, no<br />
podemos continuar con el sistema de la autorización administrativa,<br />
sería necesario efectuar la tutela mediante<br />
el visado de proyectos o la creación de un registro administrativo<br />
de profesionales. De hecho, la existencia <strong>del</strong><br />
sistema de visado se contempla en la Ley <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía, pero para los "técnicos competentes"<br />
en la conservación y restauración <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Esta situación discriminadora se ha perpetuado en los<br />
Reglamentos de Actividades Arqueológicas y de Protección<br />
y Fomento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
La Administración andaluza no debe ni puede decidir<br />
quien realiza la actividad arqueológica, sino inspeccionar<br />
que la persona autorizada cumple con los requisitos legales.<br />
La tutela <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico se ha de<br />
realizar sobre la legalidad de las actuaciones y no sobre<br />
la personalidad de los actuantes.<br />
El procedimiento de autorización implica un grado de<br />
discrecionalidad que se ha intentado paliar con la introducción<br />
de un dictamen consultivo por parte de comisiones<br />
técnicas. Lo curioso es que no todas las comisiones<br />
previstas legalmente han funcionado. Y de las<br />
comisiones que han existido, la de Arqueología destaca<br />
por su opacidad. Se precisa la apertura de las comisiones<br />
técnicas asesoras mediante la introducción de personal<br />
no universitario. La política de subvenciones, hasta<br />
el año 1995 íntimamente ligada a la concesión de autorizaciones,<br />
alimón entre la Administración y la Comisión<br />
consultiva, ha de ser racionalizada y adecuada al cumplimiento<br />
de las obligaciones legales, por ejemplo plazos y<br />
memorias.<br />
Por todo esto, consideramos la oportunidad de que la<br />
Administración andaluza cuente, de forma decidida, con<br />
la colaboración de administración institucional, léanse<br />
Colegios Profesionales. Desde la Comisión de Arqueología<br />
<strong>del</strong> Colegio de Doctores y Licenciados de Cádiz<br />
además de las iniciativas ya brindadas, aportamos nuestro<br />
Código Deontológico, el primero constituido para la<br />
profesión por los propios arqueólogos.<br />
Inserción <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Cultural en otras políticas<br />
El mo<strong>del</strong>o patrimonial implantado en Andalucía se fundamenta<br />
en un instrumento de política cultural, cual es<br />
el Plan General de Bienes Culturales, de singular valor ya<br />
que parte de su aprobación por el Parlamento de Anda-
PH Boletín<strong>14</strong> 31<br />
lucía. El primer Plan, aprobado en 1989 y vigente hasta<br />
1995, contó con un importante consenso político, que<br />
creemos ha de ser renovado en el II Plan (1996-1999).<br />
Sin embargo, consideramos que el "proceso de redacción<br />
inspirado en los principios de participación, coordinación<br />
e información" que legalmente "garantiza la participación<br />
de los ciudadanos y de los diferentes agentes y<br />
profesionales" es papel mojado, ya que como hemos dicho<br />
se parte de unas organizaciones cualitativa y cuantitativamente<br />
pequeñas, a las que sólo se les otorga la capacidad<br />
de informar el documento provisional aprobado<br />
por una Comisión de Redacción a la que no tienen acceso,<br />
con la posibilidad de modificar el texto sólo si<br />
cuentan con informe positivo de una Ponencia Técnica<br />
(Decreto 106/1995).<br />
Para la formulación de este II Plan se incide en viejos<br />
errores. Se continúa la intervención exorbitante de la<br />
Administración autónoma, y se dificulta la acción social.<br />
No este un Plan que pueda permitir, en principio, una<br />
gestión social <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Cultural.<br />
Como ejemplo, vamos a centrarnos en el tratamiento<br />
de un campo específico. En concreto el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
La Arqueología en la actualidad no sólo es<br />
investigación, también forma parte de la vida cotidiana.<br />
En el mo<strong>del</strong>o conservacionista, la actividad arqueológica<br />
ha estado reservada al personal universitario, lo cual en<br />
muchos casos ha venido acompañado de un descuido<br />
de la acción formativa y <strong>del</strong> desarrollo profesional de los<br />
alumnos.<br />
La Arqueología hoy día, dado su carácter paciente, afecta<br />
a la ordenación <strong>del</strong> territorio, al desarrollo local, a la formación<br />
y creación de empleo, al turismo y al medio ambiente.<br />
Todos estos campos, sobre todo los implicados<br />
en las grandes obras públicas, implican la consideración<br />
de una arqueología urbana, que en Andalucía se planea<br />
con un programa propio, y de una arqueología <strong>del</strong> territorio.<br />
La arqueología urbana está afectada por leyes como<br />
las de Arrendamientos, Rehabilitación o Suelo; mientras<br />
que la <strong>del</strong> territorio lo está por planes<br />
territoriales, planes de Obras Públicas y de medio<br />
ambiente (ayudas a la reforestación, Parques<br />
Naturales, etc.).<br />
La práctica cotidiana de la arqueología en Andalucía<br />
nos indica que hay que diferenciar los programas<br />
de arqueología urbana de los efectuados, con urgencia o<br />
sin ella, en el campo. Como ya indicamos en su momento,<br />
el Programa de Arqueología Urbana de la Consejería<br />
de Cultura de la Junta de Andalucía debe ser público, y<br />
ha de estar regulado mediante una Orden o Decreto.<br />
No es normal que este programa se gestione separadamente<br />
<strong>del</strong> Reglamento de Actividades Arqueológicas.<br />
Hay que clarificar separadamente la actuación de las Delegaciones<br />
Provinciales <strong>del</strong> papel de los arqueólogos, en<br />
las actividades arqueológicas de urgencia. Esto implica<br />
remo<strong>del</strong>ar el Reglamento de Actividades Arqueológicas.<br />
La gestión de la Arqueología desde las Delegaciones<br />
Provinciales de Cultura conduce sin remedio a prácticas<br />
no deseables porque permite que quien tiene la información<br />
indique quien debe hacer la actividad. Salvando<br />
las distancias es como si el juez instructor fuera también<br />
quien dictara la sentencia. A nuestro juicio esta práctica<br />
sólo se puede eliminar si las Delegaciones Provinciales<br />
se abstienen totalmente de la designación de arqueólogos,<br />
permitiendo una relación contractual normal entre<br />
las empresas promotoras y los arqueólogos. Esto que<br />
decimos no sólo no es una utopía, no sólo no es una<br />
reivindicación ética, sino que responde al contenido de<br />
la Recomendación de 13 de junio de 1989 <strong>del</strong> Comité<br />
Directivo para la Conservación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
(CDPH) <strong>del</strong> Consejo de Europa, ya citada.<br />
Resumen de las propuestas<br />
Promulgación de un nuevo Decreto que regule:<br />
• la participación y gestión de profesionales y empresas<br />
en el <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía, de modo<br />
similar a como se regula en la legislación medioambiental.<br />
• la participación y fomento de asociaciones y ONG's<br />
en el <strong>Patrimonio</strong> Cultural.<br />
• la participación institucional de los entes locales (creación<br />
de Museos,<br />
a partir<br />
de los 10.000<br />
habitantes);<br />
y la<br />
formación<br />
de los órganos<br />
mixtos de gestióncontemplados<br />
en la Ley <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico<br />
de Andalucía.<br />
Renovación<br />
<strong>del</strong> Reglamento de<br />
Actividades<br />
Arqueológicas:<br />
• introduciendo<br />
el Programa de Arqueología<br />
Urbana de forma propia y separada.<br />
• introduciendo un capítulo<br />
de financiación,<br />
donde se desarrolle el<br />
artículo 48 <strong>del</strong> Reglamento<br />
de Protección y<br />
Fomento, en el sentido<br />
de garantizar la financiación<br />
por parte de los<br />
promotores, públicos o<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
privados, y la libre relación entre éstos y los arqueólogos.<br />
• normalizando <strong>del</strong> sistema de contratación entre la Junta<br />
de Andalucía y los arqueólogos. La Comisión de<br />
Arqueología de Cadiz, como colectivo organizado, nos<br />
hemos dotado de un Turno de Oficio de acceso público.<br />
También se puede introducir un sistema objetivo<br />
fijo, como un Registro Profesional.<br />
• introduciendo un artículo que modifique la situación<br />
discriminadora en los Reglamentos de Actividades Arqueológicas<br />
y de Protección y Fomento, en el sentido<br />
de contemplar el sistema de visado de proyectos arqueológicos<br />
redactados por "técnico competente" .<br />
Es decir, se trata de que la administración no diga quién<br />
es arqueólogo, para eso está el Colegio Profesional.<br />
Apertura <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o de gestión imperante,<br />
permitiendo la participación de los Colegios Profesiona-<br />
32<br />
les, de instituciones públicas y privadas (Universidad,<br />
Fundaciones, etc.), y de las Corporaciones Locales en las<br />
distintas Comisiones Asesoras en materia de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Para conseguir esto es necesaria una reforma<br />
<strong>del</strong> Reglamento de Organización Administrativa <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía.<br />
Así mismo, se propone la sustitución <strong>del</strong> Decreto<br />
106/95, de formulación <strong>del</strong> II Plan General de Bienes<br />
Culturales, por otro que permita la participación social<br />
en la fase de redacción <strong>del</strong> documento provisional. A<br />
nuestro juicio, partiendo de la necesidad de una política<br />
consensuada de <strong>Patrimonio</strong> Histórico andaluz, es preferible<br />
dedicar más tiempo para obtener resultados más<br />
reales y de mayor rentabilidad social ■
MEMORIA<br />
Proyectos y Acuaciones<br />
Casulla <strong>del</strong> terno blanco<br />
<strong>del</strong> Rey Fernando el Católico<br />
Gabriel Ferreras Romero<br />
Araceli Montero Moreno<br />
Ma. José González López<br />
Rosario Villegas Sánchez<br />
Raniero Baglioni<br />
Investigación y Tratamiento
PH Boletín<strong>14</strong><br />
1. Encasamento <strong>del</strong> orfre<br />
decorado con arco conopial<br />
e imaginería.<br />
Estudio Histórico-Artístico<br />
Por Real Cédula dada en Medina <strong>del</strong> Campo el día 13<br />
de septiembre de 1504, doce años después de la conquista<br />
de Granada, los Reyes Católicos decidieron la<br />
fundación de su propia capilla sepulcral en dicha ciudad.<br />
La enriquecieron con una magnífica colección de<br />
pintura flamenca, italiana e hispano-flamenca, ricos objetos<br />
de platería y suntuosos ornamentos bordados,<br />
que junto a numerosos enseres personales, constituyen<br />
un patrimonio de gran valor histórico-artístico. Manuel<br />
Gómez Moreno nos describe (1874) que entre<br />
los objetos litúrgicos donados por el rey a la Capilla<br />
Real granadina, se encontraban cinco ternos, de los<br />
que en la actualidad sólo se conserva parte <strong>del</strong> conocido<br />
como terno blanco "chapado" <strong>del</strong> rey Fernando el<br />
Católico. Eisman Lasaga (1989) encuentra que este<br />
conjunto de tejidos es citado por primera vez en 1536,<br />
34<br />
La intervención de la casulla <strong>del</strong> terno<br />
blanco chapado <strong>del</strong> Rey Fernando el Católico<br />
se enmarca dentro de las actividades <strong>del</strong><br />
Proyecto de Investigación, Intervención y<br />
Acondicionamiento Museográfico que dirige<br />
y coordina el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico (<strong>IAPH</strong>). Esta<br />
intervención, pionera en el territorio andaluz,<br />
tiene como objetivo establecer una<br />
metodología de estudio y actuación dentro<br />
de la conservación-restauración <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Textil de nuestra región, similar a<br />
la que se viene aplicando para otros bienes<br />
culturales.<br />
en el Libro de Visitación <strong>del</strong> Archivo de la Capilla Real,<br />
bajo la denominación "brocado carmesí pelo de armas<br />
sembrados"; esta misma autora realiza una primera<br />
descripción de la casulla objeto <strong>del</strong> presente estudio.<br />
En el Libro de Visitación antes citado, se hace referencia<br />
a los diferentes componentes de este terno:<br />
casulla, capa pluvial, dos dalmáticas con sus respectivos<br />
collares, frontal de altar, varias estolas, manípulos,<br />
amitos y albas. En los sucesivos inventarios posteriores,<br />
que se conservan en el Archivo de la Capilla Real<br />
(1572, 1655, 1657, 1781, 1787, 1794, 1800, 1827,<br />
1859 y 1870, entre otros), se constata la desaparición,<br />
en parte consecuencia <strong>del</strong> uso y en parte posiblemente<br />
debido a transformaciones o a expolio, de<br />
un gran número de tales piezas. Así, en los inventarios<br />
de 1794 (Leg.58, pág.6) y 1800 (Leg.58, pág.7)<br />
se hace referencia a capa pluvial, casulla, dalmáticas y
PH Boletín<strong>14</strong> 35<br />
collares, todo bordado con lentejuelas de plata, pero<br />
ya no se citan manípulos ni estolas. En el de 1870 sólo<br />
aparece registrada la existencia de la casulla y de<br />
dos dalmáticas, una sin su collar. Lo recogido en este<br />
último inventario es lo único que se conserva en<br />
Granada en la actualidad. La capa pluvial está expuesta<br />
en el Museo Histórico de Tejidos de la ciudad<br />
francesa de Lyon, que según figura en los fondos documentales<br />
<strong>del</strong> propio museo, la adquirió en subasta<br />
pública celebrada en París el día 16 de junio de 1893,<br />
junto con otras quince piezas de tejido, todas procedentes<br />
de la colección Spitzer, siendo la capa la de<br />
mayor precio de la venta.<br />
La casulla <strong>del</strong> terno blanco chapado existente en la Capilla<br />
Real de Granada se compone de cuatro partes:<br />
cuerpo o soporte, orfre o cenefa central, galón y forro.<br />
El cuerpo está confeccionado de un tejido cuya técnica<br />
es de terciopelo, alternando fondos lisos, bucles de<br />
hilos dorados y pelos de seda carmesí; su decoración<br />
está constituida por rombos formados por gruesos tallos<br />
con brotes de vegetación engarzados por coronas,<br />
en cuyo interior se alternan los distintos emblemas<br />
heráldicos de los monarcas (león rampante y coronado<br />
<strong>del</strong> reino de León, castillo con tres torres y almenado<br />
de Castilla, barras de Aragón, águila de Sicilia y la<br />
granada, símbolo de la ciudad conquistada).<br />
El orfre, que recorre verticalmente la casulla, es de<br />
terciopelo rojo, bordado en realce de imaginería con<br />
hilo de oro, sedas matizadas y chapas horadadas, en<br />
cuya aleación aparecen distintos metales (oro, plata y<br />
cobre ), dispuesta en forma de escamas, siendo a éste<br />
2. Detalle <strong>del</strong> cuerpo, decorado por<br />
rombos en cuyo interior aparecen los<br />
emblemas heráldicos de los Reyes Católicos.<br />
último adorno al que alude la denominación, terno<br />
chapado, por la que se conoce el conjunto de la obra.<br />
Tanto en la parte anterior como en la posterior, aparece<br />
estructurado por tres encasamentos separados<br />
entre sí por pequeños zócalos, a los que están cosidas<br />
lentejuelas formando dibujos geométricos y florales.<br />
En el interior de cada encasamento existe una estructura<br />
arquitectónica en forma de capilleta de estilo gótico,<br />
excepto en el superior de la parte anterior que<br />
es el más pequeño, y está decorado por una estrella,<br />
centrada y entrelazada, de ocho puntas de las que salen<br />
motivos vegetales. Los restantes encasamentos están<br />
decorados por imaginería y arcos conopiales apoyados<br />
en columnas anilladas y entorchadas con altos<br />
basamentos, todo ello en realce. La iconografía hace<br />
referencia a santos de cuerpo entero, sedentes y nimbados,<br />
que tienen a la altura de la cabeza filacterias<br />
MEMORIA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
MEMORIA<br />
1. GROS DE TOURS:<br />
Ligamento derivado <strong>del</strong> tafetán<br />
con la particularidad de que<br />
por cada hilo de urdimbre<br />
pasan dos de trama. Nombre<br />
general <strong>del</strong> acanalado horizontal<br />
de dos pasadas de trama.<br />
2. TRAMA DE LANZADO:<br />
Trama suplementaria que pasa<br />
por todo el ancho de la tela.<br />
3. TRAMA ESPOLINADA:<br />
Trama utilizada para efectos de<br />
decoración insertada con espolines,<br />
nombre que reciben las<br />
pequeñas lanzaderas usadas<br />
por el tisaje de este tipo de<br />
tramas.<br />
onduladas; en éstas quedan algunas letras, o parte de<br />
ellas, formadas por chapas metálicas, pudiéndose leer<br />
aún en la actualidad, aunque con cierta dificultad, versículos<br />
en latín <strong>del</strong> Símbolo Apostólico. En los tres encasamentos<br />
de la parte posterior y en el central de la<br />
anterior, aparecen figuras que, atendiendo a criterios<br />
iconográficos, es decir considerando las leyendas y los<br />
atributos que portan, presumiblemente representan<br />
Apóstoles. La única excepción es el encasamento inferior<br />
de la parte anterior: aparece un personaje con<br />
hábito franciscano, tonsura clerical, libro en la mano<br />
izquierda y bandera plegada en la derecha; en su filacteria,<br />
que se lee con menos dificultad que las restantes,<br />
aparece RESURRECTIONEM CARNIS. Los lados<br />
<strong>del</strong> orfre están <strong>del</strong>imitados por retorcha ornamentada<br />
con flores de cinco pétalos y hojas carnosas encontradas;<br />
la simetría de estos dibujos puede interpretarse<br />
como un anuncio de la llegada <strong>del</strong> Renacimiento.<br />
En torno al orificio central, como parte independiente<br />
pero unida al orfre, existe un ancho galón bordado en<br />
relieve, con motivos de plantas y frutas que dibujan<br />
una especie de tallo serpenteante con pequeñas hojas,<br />
anillas y granadas, dispuestas armónicamente.<br />
En el Archivo de la Curia de Granada, existe un documento<br />
fechado en 1604 (Leg.118, pág.13), referente a<br />
un proyecto de restauración de los ternos propiedad<br />
de la Capilla Real, según el cual los bordadores Alonso<br />
Núñez de Villarroel y Juan de Villalón, ambos de Granada,<br />
valoran en mil ducados el arreglo de "un terno<br />
de brocado carmesí que dio el rey de Aragón con las<br />
guarniciones de chapería de plata y oro, el cual estaba<br />
muy estragado (estropeado)". Creemos que el terno<br />
citado, objeto de aquella posible restauración, debe<br />
ser el que nos ocupa.<br />
Parece evidente que a lo largo de su historia, esta<br />
pieza ha sufrido diversas intervenciones, algunas de<br />
las cuales han debido modificar su forma original. En<br />
la época en que es realizada, las casullas tenían forma<br />
casi circular (tipo planeta); prueba de ello son la casulla<br />
<strong>del</strong> terno de cardenal Mendoza, que se conserva<br />
en la catedral de Toledo, y numerosas representaciones<br />
pictóricas que así lo atestiguan. Pero en los siglos<br />
posteriores hay una tendencia a reducir las dimensiones<br />
de esta vestimenta litúrgica, para mayor comodidad<br />
<strong>del</strong> oficiante. En su forma actual, la casulla <strong>del</strong> terno<br />
chapado carece de caídas laterales; y, además,<br />
durante los trabajos de restauración, apareció un trozo<br />
<strong>del</strong> mismo tejido <strong>del</strong> que está hecho el cuerpo,<br />
guardado bajo el forro.<br />
El origen de la casulla debe situarse en los últimos<br />
años <strong>del</strong> siglo XV y primer tercio <strong>del</strong> XVI. Históricamente<br />
es una donación <strong>del</strong> rey Fernando el Católico.<br />
La técnica de realización <strong>del</strong> tejido <strong>del</strong> cuerpo es similar<br />
a la utilizada para la fabricación de los tejidos usados<br />
en los ternos de los cardenales Mendoza (+<strong>14</strong>95)<br />
y Cisneros (1517) que se conservan en la catedral toledana,<br />
y los rojos son fibras teñidas con kermes, tintura<br />
utilizada desde la antigüedad. Sin embargo, los análisis<br />
químicos ahora realizados, han revelado que el<br />
teñido en rojo de las fibras de terciopelo <strong>del</strong> orfre fue<br />
36<br />
realizado con la sustancia denominada cochinilla americana,<br />
tinte que no se comercializa en Europa hasta<br />
bien entrado el siglo XVI. Asimismo, aunque estilísticamente<br />
la decoración principal <strong>del</strong> orfre es claramente<br />
encuadrable en el gótico tardío, en la retorcha se incorporan<br />
motivos renacentistas propios <strong>del</strong> grutesco.<br />
Parece evidente que el orfre de la casulla podría ser<br />
resultado de un enriquecimiento de los elementos <strong>del</strong><br />
terno, posterior a su donación por el rey Católico.<br />
Obras de este excepcional valor artístico ponen de<br />
manifiesto el gran impulso dado en esa época a la industria<br />
textil y al arte <strong>del</strong> bordado en toda Europa.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
• Eisman Lasaga, C., 1989. El arte <strong>del</strong> bordado en Granada<br />
(siglos XVI al XVIII). Granada.<br />
• Gómez Moreno, M., 1874. "Apuntes que pueden servir de<br />
historia <strong>del</strong> bordado de imaginería en Granada". Rev. El liceo<br />
de Granada. Imp. Ventura Sabatel, Granada.<br />
Datos técnicos de la obra<br />
Las características técnicas de los tejidos y riqueza de<br />
la ornamentación de las piezas principales de la casulla<br />
–cuerpo y orfre– hacen que esta obra sea única en su<br />
género y una de las pocas conservadas hasta nuestros<br />
días. Por ello consideramos de interés dedicar un<br />
apartado específico a los aspectos técnicos y datos<br />
constructivos de la misma.<br />
Tras el atento examen de la obra en el taller de tejidos<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> mediante inspección visual y en algunos casos<br />
ayudados de instrumentos de aumento, como es la lupa<br />
binocular, se ha podido determinar la descripción<br />
técnica de los tejidos y de la ornamentación empleada<br />
en su realización, como veremos a continuación:<br />
Cuerpo: Constituido por dos laterales unidos al orfre<br />
para configurar la morfología de la casulla. El tipo de<br />
tejido utilizado en su construcción es conocido técnicamente<br />
bajo la denominación de terciopelo labrado de<br />
un cuerpo sobre fondo "Gros de Tours" 1 (gráfico nº1). La<br />
materia base es la seda de color amarillo en la trama,<br />
y de colores amarillo y rojo en la urdimbre; esta última<br />
tonalidad es empleada para configurar el terciopelo de<br />
la decoración. Todo el tejido está a su vez cubierto<br />
por una "trama de lanzado" 2 de hilos metálicos enrollado<br />
en un alma de seda, también de color amarillo, que<br />
crea el efecto de bucle o de hilo llano, tanto en el fondo<br />
como en los emblemas heráldicos, mientras que<br />
en la corona, se emplea para obtener el mismo efecto,<br />
un hilo metálico de mayor grosor que el anterior y<br />
una trama diferente denominada "espolinada" 3. La<br />
complejidad de la propia construcción <strong>del</strong> tejido configura<br />
su decoración, sin necesidad de ningún tipo de<br />
elementos complementarios superpuestos.<br />
Orfre o cenefa de decoración central: Esta pieza está<br />
constituida por una retorcha 4 y por un galón que circunda<br />
el cuello. Su construcción corresponde a la técnica<br />
de bordado en relieve o realce aplicado sobre un
PH Boletín<strong>14</strong> 37<br />
Tabla nº 1 Descripción técnica de la Casulla<br />
DIMENSIONES<br />
CALIFICACIÓN TÉCNICA<br />
DE LOS TEJIDOS<br />
TIPO DE FIBRAS<br />
TIPO DE<br />
ORNAMENTACIÓN<br />
MATERIA Y TÉCNICA DE<br />
LA ORNAMENTACIÓN<br />
Anverso: <strong>14</strong>6 x 069 cm<br />
Reverso: <strong>14</strong>6 x 089 cm<br />
Terciopelo labrado de un cuerpo sobre<br />
fondo "Gros de Tours" y trama de lanzado<br />
y espolinado metálica<br />
Seda e hilos<br />
metálicos<br />
Terciopelo, hilos metálico<br />
buclados y llanos<br />
Seda e hilo metálico<br />
tejido en telar manual<br />
fondo de terciopelo simple de un cuerpo 5 de color<br />
rojo de seda sobre el cual se desarrolla una amplia gama<br />
de técnicas de ornamentación.<br />
La forma plástica de la decoración se obtiene por relleno<br />
de diversos materiales estratificados. En los personajes<br />
sólo se ha podido identificar el estrato más superficial<br />
por ser el único que nos facilitó la posibilidad<br />
de tomar una pequeña muestra, tratándose de lana de<br />
color amarillo, mientras que en los restantes motivos<br />
ornamentales sí se ha podido determinar la secuencia<br />
de estratos, encontrándonos seda de color morado,<br />
lana de color amarillo y lino de color crudo por este<br />
orden. Los personajes y encasamentos se encuentran<br />
aplicados sobre una base de pergamino muy duro que<br />
hace las veces de patrón.<br />
La decoración con lentejuelas se realiza sobre el estrato<br />
más superficial de lana, fijándolas una a una al soporte<br />
de base con hilos de seda amarillos y dispuestas<br />
con técnica de escama de pez. Se han detectado <strong>14</strong><br />
tipos diferentes que varían en tamaño y forma.<br />
El colorido final es obtenido, bien mediante la matización<br />
de las lentejuelas con hilos de seda de diversos<br />
colores para configurar las vestiduras y los motivos ornamentales,<br />
o bien, como en el caso de las carnacio-<br />
Anverso:111 x 031 cm<br />
Reverso:<strong>14</strong>6 x 031 cm<br />
Terciopelo simple de un cuerpo,<br />
con refuerzo posterior de tejido de tafetán<br />
Numerosos estratos<br />
de seda, lana y linos<br />
Bordados en realce aplicados sobre una<br />
base de terciopelo simple<br />
Base de pergamino. Relleno<br />
Lentejuelas y sedas matizadas<br />
nes, directamente en seda con punto de matiz sobre<br />
el tejido de lana a fin de obtener el efecto denominado<br />
"pintado a la aguja".<br />
Con objeto de dar protección a toda la composición y ayudar<br />
a soportar también el peso de los bordados toda la superficie<br />
<strong>del</strong> orfre está fijado sobre un tejido de tafetán de base 6.<br />
Unión de las diferentes piezas constitutivas<br />
Los cuerpos realizados en ocho piezas diferentes y el<br />
forro se unen al orfre mediante costura simple realizada<br />
manualmente con punto de pespunte siguiendo<br />
siempre una sola dirección y empleando para ello un<br />
hilo de algodón muy grueso, de un color ocre claro<br />
<strong>del</strong> mismo tono que el forro.<br />
A continuación, el forro se une al resto de la composición<br />
mediante dos costuras de fijación llevadas a cabo<br />
a trescm. <strong>del</strong> borde <strong>del</strong> orfre, realizadas también con<br />
punto de pespunte y empleando para ello hilo de algodón<br />
muy grueso de color ocre claro.<br />
Por último la fijación <strong>del</strong> galón que circunda todo el<br />
borde de la casulla y mantiene unidas a todas las piezas,<br />
se realiza mediante un punto de remate que apro-<br />
Gráfico 1. Construcción<br />
interna <strong>del</strong> tejido: tipo de<br />
ligamento "Gros de Tours".<br />
L1: Urdimbre ligamento base<br />
D: Urdimbre pelo roja<br />
L2: Urdimbre ligamento hilo<br />
metálico amarilla<br />
CUERPO ORFRE FORRO<br />
Anverso: <strong>14</strong>3 x 066 cm<br />
Reverso: <strong>14</strong>3 x 086 cm<br />
Tafetán<br />
Algodón<br />
No presenta<br />
No presenta<br />
MEMORIA<br />
4. RETORCHA:<br />
Tejido que <strong>del</strong>imita en sentido<br />
vertical ambas partes <strong>del</strong> orfre<br />
o cenefa central de una casulla.<br />
5. TERCIOPELO SIMPLE<br />
DE UN CUERPO:<br />
Tela sin decoración cuya superficie<br />
está cubierta de pelo formando<br />
una sola urdimbre.<br />
6. TEJIDO DE TAFETÁN:<br />
Nombre con el que se designan<br />
los tejidos de seda cuyo<br />
ligamento se limita a dos hilos<br />
de urdimbre y a dos pasadas<br />
de trama, según el cual los<br />
hilos pares y los impares alternan<br />
a cada pasada, por debajo<br />
y por encima de la trama.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
3. Detalle <strong>del</strong> interior<br />
<strong>del</strong> cuerpo izquierdo<br />
donde se aprecia un<br />
parche recortado<br />
de la propia pieza.<br />
4. Vista general <strong>del</strong><br />
reverso de la casulla<br />
antes de la intervención.<br />
vecha la composición técnica de dicho galón, a modo<br />
de pequeñas anillas en el borde, para pasar el hilo que<br />
realiza el punto de unión con el resto de la casulla.<br />
Estado de conservación<br />
El estado de conservación de la pieza a su llegada a las<br />
instalaciones <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> se podía considerar como muy<br />
deficiente presentando un gran número de importantes<br />
alteraciones localizadas en puntos vitales de la misma,<br />
fundamentalmente en la zona de los hombros y<br />
en el pectoral (foto nº 3).<br />
38<br />
Estas alteraciones han sido consecuencia directa de<br />
una serie de agentes de deterioro generalmente externos<br />
a la propia obra, tales como: suciedad superficial,<br />
medioambiente, uso frecuente que ha sufrido la<br />
pieza hasta hace pocos años en determinadas épocas<br />
<strong>del</strong> año, manipulación inadecuada, intervenciones anteriores<br />
y sistema expositivo, al igual que derivados de<br />
la propia naturaleza y constitución de la pieza, entre<br />
los que destacamos envejecimiento natural de la fibra<br />
y perdida de elasticidad.<br />
La casulla presentaba múltiples intervenciones realizadas<br />
con criterios, técnicas y materiales poco idóneas.<br />
Los datos de que disponemos no nos permiten precisar<br />
la época en que fueron realizadas, pero sí podemos<br />
determinar la localización y naturaleza de los materiales<br />
empleados, así como las alteraciones por ellos<br />
provocadas, como veremos a continuación:<br />
• Aplicación de un forro de algodón de color ocre<br />
claro a toda la superficie de la casulla por su reverso,<br />
de dimensiones más reducidas. En concreto se han<br />
detectado tres centímetros de diferencia en todo el<br />
perímetro de ambas piezas, dando lugar a la aparición<br />
de tensiones locales y de deformaciones importantes<br />
en las piezas originales.<br />
• Remate de todo el perímetro de la casulla con un<br />
galón de color verde-amarillento realizado en seda e<br />
hilo metálico dorado que une todo el conjunto.<br />
• Se han encontrado 40 parches de materiales y colores<br />
diversos en el interior <strong>del</strong> cuerpo de la casulla,a fin de<br />
resanar las lagunas y desgastes existentes. Por lo general<br />
son de mayor dimensión que la pérdida correspondiente.<br />
En concreto se tratan de 5 parches de seda<br />
amarilla tejidos con técnica de damasco, 25 de lana<br />
<strong>del</strong> mismo color, 9 de lino de color crudo, ambos en<br />
técnica de tafetán y 1 de la misma pieza de la casulla<br />
que corresponde al lateral izquierdo <strong>del</strong> anverso <strong>del</strong><br />
cuerpo. Estas piezas están fijadas de cualquier manera<br />
con hilos de diferentes colores a los cuerpos, siendo<br />
éstos visible por su anverso ( foto nº 4).<br />
• Realización de múltiples zurcidos y fijación por hilos<br />
con objeto de unir rajas, rotos, desgarros, elementos<br />
sueltos y costuras abiertas. En el cuerpo se han<br />
detectado diversos colores: hilos amarillos y rojos,<br />
que desteñían en presencia de humedad, e hilos de<br />
color crudo de algodón más fuertes que el tejido de<br />
base original. Se localizan en un porcentaje más elevado<br />
en la parte superior de los hombros de ambos<br />
cuerpos. Como ya se ha comentado es la zona más<br />
deteriorada y por tanto la más intervenida. En el orfre<br />
encontramos otro tipo de hilo de color rosa en<br />
algodón muy fuerte.<br />
La mayoría de estos cosidos y adiciones han provocados<br />
desgarros y rotos puntuales en zonas adyacentes<br />
a las alteraciones que pretendían subsanar,<br />
debido fundamentalmente a la fortaleza <strong>del</strong> material<br />
seleccionado en esta operación. En la mayoría de<br />
los casos al ofrecer mayor resistencia que el original<br />
termina por romperlo.
PH Boletín<strong>14</strong> 39<br />
Principales alteraciones<br />
Con independencia de las ya comentadas derivadas<br />
de las intervenciones anteriores que ha sufrido la casulla,<br />
se ha detectado una fuerte acumulación generalizada<br />
de polvo y suciedad por toda su superficie. Las<br />
más importantes las describimos a continuación:<br />
Lagunas. Quizá la más significativa de la alteraciones<br />
presentes era el gran número de lagunas existentes<br />
tanto en el soporte como en la decoración<br />
(foto nº5). La morfología, tamaño y localización es<br />
muy variada en el conjunto de la pieza. En el cuerpo<br />
las de mayor dimensión se localizan en la parte<br />
superior de los hombros y corresponden a pérdidas<br />
de hilos metálicos y <strong>del</strong> soporte, mientras en el orfre<br />
las más evidentes son la pérdida de las lentejuelas<br />
y <strong>del</strong> matizado en hilo de seda.<br />
En general corresponden a un solo estrato o a varios<br />
según las zonas. En función <strong>del</strong> nivel en el que se manifiesta<br />
se han detectado 5 tipologías diversas, dos en<br />
el cuerpo y tres en el orfre:<br />
• Los cuerpos laterales presentan lagunas en profundidad<br />
que corresponde a la pérdida <strong>del</strong> soporte, es<br />
decir, desaparición total <strong>del</strong> tejido base o <strong>del</strong> terciopelo<br />
labrado, y otra superficial que agrupa a las múltiples<br />
pérdidas <strong>del</strong> hilo metálico existentes.<br />
• Respecto al orfre se detectan tres tipos de lagunas:<br />
pérdidas de soportes totales que nos dejan ver el<br />
forro de base que protege toda la cenefa de la decoración,<br />
desaparición de numerosas lentejuelas,<br />
fundamentalmente porque al ser los elementos<br />
más superficiales están más expuestos al roce, y<br />
por último, la pérdida <strong>del</strong> matizado en seda tanto<br />
de las carnaciones de los personajes como de las<br />
lentejuelas.<br />
En el forro aparece una sola tipología de lagunas correspondiente<br />
a pérdidas <strong>del</strong> tejido de tafetán de base.<br />
Rotos y desgarros. Aparece esta alteración de forma<br />
generalizada por toda la superficie de la casulla,<br />
si bien se hace más patente en la parte anterior de<br />
los hombros. En general son consecuencia de la manipulación<br />
inadecuada de la pieza, de enganches y<br />
de roces provocados por el uso. Se localizan principalmente<br />
en las zona de los brazos a la altura <strong>del</strong><br />
pecho y de los hombros, concretamente son más<br />
numerosos en el lateral derecho. En el orfre sólo<br />
encontramos rotos localizados concretamente en la<br />
zona <strong>del</strong> cuello, que es, en este sentido, el área más<br />
castigada por el uso.<br />
Los rotos y desgarros de forma inmediata originan lagunas,<br />
de aquí la importancia de su pronto tratamiento.<br />
Las dimensiones de los desgarros son en general de<br />
tamaño reducido, con la excepción de aquellos que se<br />
localizan en la parte anterior derecha <strong>del</strong> cuerpo y<br />
que abarcan casi el ancho total de ambos laterales,<br />
concretamente 19cm.<br />
Desgastes. El carácter de vestimenta litúrgica, conlleva<br />
necesariamente a utilizarla como objeto cultural, al<br />
menos de forma ocasional. Este hecho contribuye en<br />
gran medida a su degradación. En este caso concreto,<br />
la casulla ha sido empleada como vestimenta por los<br />
capellanes reales en determinadas fechas históricas<br />
hasta hace relativamente pocos años.<br />
Los desgastes son muy abundantes en la obra. Se manifiestan<br />
bajo dos formas diferentes según la profundidad<br />
en la que se localizan. La primera corresponde al<br />
desgaste de las zonas más superficiales y <strong>del</strong>icadas cuya<br />
materia es la seda. En concreto nos referimos tanto<br />
al pelo <strong>del</strong> terciopelo rojo de los cuerpos, el cual se<br />
ha perdido casi por completo en todos los contornos<br />
de los motivos heráldicos, siendo más evidente en<br />
aquellas zonas donde la concentración de terciopelo<br />
era mayor, como ocurre con las barras y los castillos-,<br />
como a los desgastes de los hilos de seda que crea y<br />
matiza las carnaciones, las lentejuelas de los personajes<br />
y los motivos decorativos <strong>del</strong> orfre.<br />
El segundo tipo se presenta en las zonas interiores <strong>del</strong><br />
relleno <strong>del</strong> orfre, el cual se ha quedado al descubierto<br />
tras perder las lentejuelas que los protegían. Este tipo<br />
de alteración se corresponde con los mismas áreas<br />
donde existen lagunas de lentejuelas en el orfre.<br />
5 Detalle de hilos metálicos<br />
sueltos en el cuerpo.<br />
MEMORIA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
MEMORIA<br />
6. Detalle de hilos<br />
metálicos sueltos en<br />
el cuerpo.<br />
Deformaciones. Otra de las alteraciones detectadas<br />
son las numerosas deformaciones que presentaba<br />
la obra tras el desmontaje de la percha en la que<br />
ha estado expuesta. Si bien esta alteración se presenta<br />
de forma generalizada se caracteriza en esta<br />
pieza por manifestarse bajo diferentes tipologías, en<br />
función de las causas que las han originado, destacando<br />
las siguientes:<br />
• Deformaciones derivadas <strong>del</strong> estiramiento de la fibra<br />
original por pérdida de elasticidad, fundamentalmente<br />
en la zona de los hombros, dando lugar en<br />
algunos casos al a<strong>del</strong>gazamiento de la fibra, y de<br />
consecuencia, a su rotura.<br />
• Plegamientos tanto en el sentido vertical como en el<br />
horizontal provocados por el sistema expositivo.<br />
Tensiones y encogimientos como consecuencia de<br />
la adaptación <strong>del</strong> tejido original a los parches subyacentes<br />
a los que se mantenía sujeto, y por último,<br />
• Abolsados localizados en todo el perímetro de la casulla<br />
como consecuencia de la adaptación <strong>del</strong> forro que le<br />
sirve de base.<br />
Pérdida de fijación de elementos constitutivos. Esta<br />
alteración se manifiesta bajo dos formas diferentes.<br />
40<br />
En primer lugar los descosidos, muy abundantes por<br />
toda la superficie de la obra aunque no llegan a tener<br />
grandes dimensiones. En el orfre se advierten la separación<br />
de algunas de las piezas de la decoración de los<br />
personajes y fundamentalmente de las costuras de la<br />
retorcha, producida por la pérdida <strong>del</strong> hilo que mantiene<br />
la unión entre diferentes piezas.<br />
En segundo lugar los hilos sueltos, alteración muy numerosa<br />
y significativa de la obra. El mayor porcentaje<br />
corresponde a los hilos metálicos que se encuentran<br />
en ambos cuerpos (foto nº 6). Las causas la encontramos<br />
en el hecho de que al ir en superficie fijados sólo<br />
por una urdimbre de ligadura de seda, es mucho más<br />
fácil que se produzca su rotura como consecuencia de<br />
estar más expuesto a los roces, al desgaste <strong>del</strong> hilo de<br />
seda y a las manipulaciones.<br />
Alteraciones cromáticas. Se advierte una cierta<br />
pérdida homogénea <strong>del</strong> colorido original de la casulla<br />
producida principalmente por los efectos que<br />
la luz (natural y artificial) ha causado en la casulla a<br />
través <strong>del</strong> tiempo. La exposición prolongada en el<br />
interior de una vitrina dotada de sistema de iluminación<br />
incandescente que proporcionaban una elevada<br />
potencia calorífica y alto porcentaje de infrarrojos,<br />
unido al hecho de que en el interior <strong>del</strong><br />
Museo incidía la luz solar, ha contribuido a provocar<br />
o acelerar la decoloración de los tintes y colorantes<br />
empleados y a degradar la fibra de los soportes<br />
textiles.<br />
Alteraciones de los complementos decorativos. Se<br />
limita esta alteración casi exclusivamente a las lentejuelas<br />
las cuales se ven afectadas por desgastes, roturas,<br />
deformaciones, pérdida <strong>del</strong> hilo de seda que las<br />
mantiene sujeta al soporte y oxidación de la plata<br />
cuando quedan en contacto con el aire por perdida<br />
<strong>del</strong> oro que las recubre.<br />
Estudio analítico<br />
Este estudio analítico ha tenido por objeto básicamente<br />
la identificación de los principales materiales constitutivos<br />
de la casulla, así como la determinación de sus<br />
características y comportamiento. Para ello se han extraído<br />
muestras de la pieza en puntos no estratégicos<br />
de la misma, y siempre en lugares donde existía alguna<br />
alteración.<br />
Los resultados de esta investigación han aportado<br />
datos significativos sobre los materiales constitutivos<br />
(naturaleza, composición, características técnicas<br />
y mecánicas), sobre la solidez y firmeza <strong>del</strong> color;<br />
de interés para la correcta aplicación de<br />
determinados tratamiento, al igual que para la determinación<br />
de la época de uso de algunos de los<br />
tintes empleados que han contribuido al estudio<br />
histórico de la pieza.<br />
El estudio analítico de la obra ha constado fundamentalmente<br />
en dos partes.
PH Boletín<strong>14</strong> 41<br />
Caracterización <strong>del</strong> tejido:<br />
• Identificación de las fibras textiles empleadas por<br />
medio de la microscopía óptica de la sección transversal<br />
y longitudinal de las mismas y con ensayos microquímicos<br />
con reactivos específicos.<br />
• Identificación de la estructura de los hilos y otros<br />
elementos metálicos, por microscopía electrónica de<br />
barrido con microsonda de Rayos X (SEM-EDX), y<br />
• Determinación cuantitativa de la composición de dichos<br />
elementos por Fluorescencia de Rayos X.<br />
Análisis de colorantes por cromatografía líquida de alta<br />
resolución (HPLC) combinada con análisis por espectroscopía<br />
ultravioleta mediante detector de matriz<br />
de diodos.<br />
Se han tomado 27 muestras intentando cubrir los distintos<br />
materiales y zonas de la pieza, que se han analizado<br />
por las distintas técnicas anteriormente mencionadas.<br />
Los resultados obtenidos los exponemos a<br />
continuación:<br />
Las fibras empleadas varían en función de la utilización<br />
<strong>del</strong> tejido. Para el forro se ha utilizado tejido de algodón,<br />
salvo en los añadidos que presenta esta pieza<br />
que son de lino. El cuerpo es de seda. Los relieves de<br />
la decoración <strong>del</strong> orfre se han conseguido superponiendo<br />
tres estratos de diferentes tejidos, el inferior<br />
de seda, el intermedio de lana y el superior de lino.<br />
Los hilos metálicos están formados por un alma de seda<br />
y una lámina de plata aleada en distintas proporciones<br />
con cobre y chapada en oro (foto nº 7). Las<br />
muestras analizadas podrían englobarse dentro de dos<br />
grupos con diferente composición de la aleación.<br />
Tipo I Tipo II<br />
Plata 68-75% Plata c.a. 85%<br />
Cobre 21-28% Cobre c.a. 11%<br />
Oro c.a. 2% Oro c.a. 2,5%<br />
Las lentejuelas están compuestas también por una aleación<br />
de cobre y plata, en proporciones <strong>del</strong> 5 y 79%<br />
respectivamente, doradas con una mayor cantidad de<br />
oro, 15% aproximadamente.<br />
Los colorantes utilizados son los siguientes:<br />
Amarillos Gualda y zumaque veneciano<br />
Azul Índigo<br />
Negro Ácido gálico<br />
Rojo Kermes y cochinilla americana<br />
Rosa Palo brasil<br />
Verde Gualda+índigo<br />
El zumaque veneciano, solo o mezclado con gualda, se<br />
usa para los hilos amarillos chapados con metal y la<br />
gualda sola para los hilos amarillos descubiertos.<br />
La cochinilla americana es un colorante utilizado con<br />
posterioridad al descubrimiento de América, a partir<br />
<strong>del</strong> siglo XVI, y se ha encontrado en muestras de terciopelo<br />
rojo utilizado en el orfre.<br />
Tratamiento realizado<br />
Los criterios seleccionados en la intervención de la casulla<br />
han estado condicionados por el grado de degradación,<br />
así como por la importancia de las alteraciones<br />
que presentaba, tanto en diversidad, como en localización<br />
y dimensión. Estos factores nos han inducido a<br />
abordar la actuación desde la perspectiva meramente<br />
conservativa, es decir, eliminando al máximo los deterioros<br />
existentes, y recuperando la lectura integral de<br />
la pieza sin recurrir en ningún momento a la reconstrucción<br />
parcial o total. Para ello se ha empleado una<br />
metodología de trabajo que parte de los resultados de<br />
los estudios preliminares efectuados sobre la pieza (históricos,<br />
analíticos, características técnicas y diagnóstico)<br />
con objeto de aplicar única y exclusivamente los tratamientos<br />
mínimos y necesarios que requiere la pieza<br />
para devolverle la integridad y unidad perdida.<br />
El estado de conservación y el proceso de intervención<br />
ha sido documentado tanto gráfica como fotográficamente<br />
con distintas técnicas (macro y micro fotografías,<br />
luz rasante, iluminación normal).<br />
En la aplicación de los diferentes tratamientos se han<br />
empleado materiales, inocuos e inalterables que garantizan<br />
la estabilidad y duración de la intervención sin<br />
consecuencias negativas para el original y tratamientos<br />
que permiten la reversibilidad de la actuación en caso<br />
necesario.<br />
La intervención se inició con la eliminación de la suciedad<br />
superficial que presentaba la totalidad de la<br />
casulla mediante microaspiración ayudándose de<br />
brochas y pinceles suaves e interponiendo una gasa<br />
de protección.<br />
7. Observación al microscopio<br />
electrónico de una de las muestras<br />
de hilos metálicos, puede<br />
apreciarse su estructura, y además,<br />
como en algunas zonas<br />
(áreas más oscuras) el dorado<br />
está desapareciendo y queda al<br />
descubierto la plata.<br />
MEMORIA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
MEMORIA<br />
8. Protección con tul <strong>del</strong><br />
cuerpo derecho como<br />
medida preliminar al<br />
proceso de lavado.<br />
9. Proceso de lavado<br />
10. Selección de los<br />
soportes e hilos de seda<br />
en base a su naturaleza<br />
y cromatismo.<br />
Con objeto de poder aplicar determinados tratamientos,<br />
y teniendo en cuenta que en este caso concreto,<br />
las costuras no eran las originales, se procedió a separar<br />
las diferentes partes constitutivas que componen<br />
la casulla: galón, orfre, cuerpos y forro, y a realizar patrones<br />
de las mismas, indispensables en el correcto<br />
montaje final de la obra.<br />
Posteriormente se eliminaron las restauraciones existentes<br />
de antiguas fijaciones y consolidaciones <strong>del</strong> soporte<br />
<strong>del</strong> cuerpo y <strong>del</strong> orfre, que como hemos visto<br />
estaban realizadas con materiales inadecuados que<br />
afectaban a la integridad <strong>del</strong> original (parches, zurcidos,<br />
fijación de hilos, etc).<br />
Concluidas estas actuaciones se inició el proceso de<br />
limpieza de la casulla. Las características técnicas de<br />
la obra no ha permitido efectuar el mismo método<br />
en las diferentes partes constitutivas, optándose por<br />
realizar un lavado en húmedo de ambos cuerpos, forro<br />
y galón, mientras que para el orfre se eligió una<br />
limpieza en seco con disolventes. El motivo de esta<br />
decisión se basa fundamentalmente en las características<br />
intrínsecas <strong>del</strong> orfre, fundamentalmente en el<br />
elevado número de estratos que configura su decoración<br />
y en la diversidad de materiales que intervienen<br />
en su estructura (relleno y ornamentación) cuyo<br />
comportamiento durante el secado, provocaría distintas<br />
reacciones durante la limpieza en húmedo y el<br />
posterior secado.<br />
42<br />
Como medida preliminar se protegieron con tules<br />
aquellas partes que como los cuerpos y el galón presentaban<br />
riesgos de perdidas de elementos durante el<br />
proceso <strong>del</strong> lavado (foto nº 8). La limpieza <strong>del</strong> galón,<br />
cuerpos y forro se efectuó en plano y por separado<br />
en una cuba de lavado con agua desmineralizada y desionizada<br />
y detergente neutro (Lisapol en proporción<br />
de 0.07 gr x litro de agua), enjuagándose las veces que<br />
fueron necesaria hasta la eliminación total <strong>del</strong> detergente<br />
empleado (foto nº 9).<br />
La limpieza <strong>del</strong> orfre se llevó a cabo en seco con disolvente<br />
(tricloroetileno) y papel absorbente, salvo las<br />
lentejuelas que se limpiaron con un hisopo humedecido<br />
en agua desmineralizada y alcohol al 5%.<br />
Con objeto de ordenar las tramas y urdimbres y eliminar<br />
con ello todas las deformaciones, se procedió<br />
a la alineación de las piezas lavadas en húmedo, una<br />
a una, en una mesa de secado sobre la que se dispusieron<br />
los patrones y se alinearon las piezas fijando<br />
las partes dañadas y los perímetros con alfileres de<br />
entomología. El secado se efectuó al aire sin necesidad<br />
de medios auxiliares.<br />
Una vez lavada, seca y corregida las deformaciones se<br />
procedió a la selección de los soportes (algodón<br />
100% y crepelinas de seda 100%) e hilos (seda natural<br />
de 4 cabos), a su lavado y desaprestado, a su tinción<br />
con tintes sintéticos (Ciba Geigy), y a su posterior<br />
alineación siguiendo el mismo método que para<br />
las partes originales. Todas estas operaciones previas<br />
nos permitieron disponer de los materiales necesarios<br />
para efectuar la posterior consolidación de las diferentes<br />
piezas constitutivas.<br />
La consolidación de las piezas se realizó reforzando su<br />
reverso con los soportes seleccionados, en base a su
PH Boletín<strong>14</strong> 43<br />
resistencia y a su cromatismo, mediante líneas de fijación<br />
con hilo de algodón y punto de bastilla simple<br />
(foto nº 10).<br />
Tras esta operación se efectuó la fijación de todos los<br />
elementos sueltos o desprendidos existentes en su<br />
estructura o superficie, es decir, hilos sueltos (metálicos<br />
o de seda) y lentejuelas, así como de los bordes<br />
de lagunas, desgarros, etc. La fijación se realizó con<br />
hilo de seda <strong>del</strong> matiz más aproximado posible al original<br />
previa ordenación de los distintos elementos<br />
(foto nº 11). Las lagunas se matizaron previamente<br />
con crepelinas de seda de la tonalidad adecuada para<br />
obtener la integridad cromática en el conjunto de la<br />
pieza, y se fijaron mediante punto de restauración<br />
(foto nº 12) y de escapulario (foto nº 13) según los<br />
casos (foto nº <strong>14</strong>).<br />
Una vez finalizada la fijación se procedió al montaje final<br />
de las distintas piezas integrantes de la misma realizándose<br />
en tres fases: cuerpos y orfre, forro y galón.<br />
En la unión de los cuerpos al orfre el método seguido<br />
para la intervención fue la costura, empleándose<br />
para ello un punto de bastilla muy cerrado excepto<br />
en la zona superior de los hombros donde se llevó a<br />
cabo un punto de pespunte, más fuerte que el anterior<br />
y que confería mayor consistencia.<br />
El hilo utilizado para estas costuras debía tener gran<br />
resistencia ya que su finalidad era mantener la unión<br />
de las costuras, por lo que se eligió una mezcla de algodón<br />
y acrílico. Tras el montaje de estas piezas los<br />
cuerpos se reforzaron con una tela de algodón que<br />
hacía las veces de entretela, fijándose a un cm. de distancia<br />
<strong>del</strong> orfre mediante un punto de bastilla.<br />
El montaje <strong>del</strong> forro y la adaptación a la obra fue una<br />
de las tareas más difíciles de este proceso debido a<br />
que el forro era tres cm. más pequeño que la casulla<br />
en todo su perímetro. La forma de conservarlo y<br />
adaptarlo perfectamente a la misma se consiguió añadiendo<br />
una nueva pieza en la zona <strong>del</strong> cuello la cual<br />
fue fijada mediante costura.<br />
La fijación <strong>del</strong> forro al resto <strong>del</strong> conjunto se llevó a cabo<br />
mediante un punto de bastilla simple a 1cm. <strong>del</strong> borde<br />
<strong>del</strong> orfre con hilo de algodón de color similar al original.<br />
Por último se montó el galón en todo el perímetro de<br />
la casulla mediante un punto de pespunte e hilo de algodón,<br />
manteniendo de este modo unidas a todas las<br />
piezas integrantes que componen la obra (foto nº 15).<br />
Sistema expositivo<br />
Antecedente<br />
La casulla en el antiguo montaje expositivo <strong>del</strong> Museo<br />
de la Capilla Real de Granada se encontraba en el interior<br />
de una vitrina de madera conjuntamente con<br />
otras piezas textiles, en concreto un frontal de altar, un<br />
dosel o altar de campaña y dos dalmáticas pertenecientes,<br />
como la casulla, al terno <strong>del</strong> rey Fernando el<br />
Católico. Además en su interior se encontraban expuestas<br />
diversas piezas de orfebrería entre la que des-<br />
11. Detalle de los hilos<br />
metálicos ordenados y<br />
fijados tras su intervención.<br />
12. Fijación de lagunas<br />
en el cuerpo mediante<br />
punto de restauración.<br />
13. Fijación de lagunas<br />
en el cuerpo mediante<br />
punto de escapulario.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
MEMORIA<br />
<strong>14</strong>. Detalle <strong>del</strong><br />
tratamiento de lagunas<br />
tras la intervención.<br />
15. Vista general <strong>del</strong><br />
reverso de la casulla<br />
concluida la intervención<br />
44<br />
tacaba el espejo de la reina Isabel la Católica. El espacio<br />
de la vitrina no era suficiente para exponer todo<br />
este material, de tal forma, que para aprovecharlo mejor<br />
las piezas de este terno se encontraban depositadas<br />
sobre una percha de uso doméstico colocada sobre<br />
un trípode, de altura no superior al metro y<br />
medio, y plegada por su base, con objeto de que el espectador<br />
pudiese ver las restantes piezas (foto nº 16).<br />
A este montaje expositivo se unía el hecho <strong>del</strong> tipo y<br />
ubicación de la iluminación empleada, consistente en<br />
12 tubos incandescente de 40 watios cada uno, colocados<br />
internamente en ambos laterales y en su frontal.<br />
Todos ello contribuía a crear un ambiente considerado<br />
no idóneo desde el punto de vista conservativo y<br />
museográfico.<br />
Con objeto de estudiar el ambiente <strong>del</strong> interior <strong>del</strong><br />
Museo y de las vitrinas que en él se encontraban, se<br />
instaló una pequeña central microclimática de 8 canales<br />
que ha permitido adquirir y grabar los parámetros<br />
microambientales (temperatura (T) y humedad relativa<br />
(Hr)). Las sondas se colocaron tanto en el exterior<br />
como en el interior <strong>del</strong> Museo y de la vitrina.<br />
Las conclusiones ambientales <strong>del</strong> estudio <strong>del</strong> antiguo<br />
Museo de la Capilla Real han permitido definir tres situaciones<br />
diferentes:<br />
• No existe una interferencia directa <strong>del</strong> exterior en el<br />
interior <strong>del</strong> Museo. Sí se ha detectado cómo la<br />
apertura y clausura de la sala al público incide en la<br />
evolución ambiental interna.<br />
• El comportamiento térmico de la sala es análogo al<br />
<strong>del</strong> interior de la vitrina, pero en la vitrina el salto<br />
térmico es notablemente superior. Este hecho implica<br />
un gran estrés físico para los objetos en ella contenidos.<br />
Este aumento se explica por el sistema de<br />
iluminación adoptado.<br />
• Se ha detectado un comportamiento inestable en el<br />
contenido de vapor en el interior de la vitrina en relación<br />
con los niveles existentes en la sala, condicionado<br />
por el horario de apertura-clausura. Cuando<br />
la vitrina está encendida se observa un aumento de<br />
vapor considerablemente superior al de la sala,<br />
mientras que cuando se apaga, desciende a niveles<br />
inferiores <strong>del</strong> resto <strong>del</strong> Museo.<br />
Este comportamiento climático es extremadamente<br />
dañino para la conservación de materiales higroscópicos<br />
como los tejidos, ya que la contínua dilatacióncontracción<br />
de las fibras los deteriora fácilmente.<br />
Nuevo montaje expositivo<br />
Centrándonos únicamente en el diseño y características<br />
<strong>del</strong> nuevo montaje expositivo de los tejidos <strong>del</strong><br />
Museo de la Capilla Real, y en concreto de la casulla,<br />
tenemos que decir que gracias a los estudios preliminares<br />
efectuados por el equipo de especialistas que ha<br />
intervenido en este trabajo y al seguimiento realizado
PH Boletín<strong>14</strong> 45<br />
por el <strong>IAPH</strong>, se ha podido hacer compatible con la<br />
conservación de la piezas expuestas, la exposición al<br />
público de la colección de tejido de la Capilla Real.<br />
Los tejidos se encuentran expuestos en el interior de<br />
una vitrina de madera que reúne las siguientes características<br />
(foto nº 17):<br />
• La vitrina está constituida por dos compartimentos<br />
diferentes, el primero de ellos que sirve de expositor<br />
de las piezas expuestas y el segundo dotado de<br />
unos cajones debidamente calibrados en función <strong>del</strong><br />
volumen de la vitrina para contener el gel de sílice<br />
necesario para asegurar la estabilidad climática interior,<br />
en aquellos casos que sea necesario intervenir<br />
con un material tampón. Ambos compartimentos<br />
se comunican entre sí y están aislado <strong>del</strong> exterior.<br />
• Las dimensiones de la vitrina han sido estudiadas en<br />
relación directa con el volumen de las piezas expuestas<br />
y con el tipo de montaje expositivo seleccionado<br />
para las mismas (perchas adecuadas a su morfología).<br />
• La vitrina es completamente estanca. Este hecho garantiza<br />
la no penetración de polvo y de los agentes<br />
contaminantes, al mismo tiempo que contribuye a<br />
mantener un microclima fácil de controlar.<br />
• Fácil acceso desde el exterior para facilitar el mantenimiento.<br />
• Para esta vitrina se ha estudiado un sistema de iluminación<br />
innovativo en el campo de la conservación<br />
denominado "guía de luz". Las ventajas de este nuevo<br />
sistema respecto a los tradicionales son las siguientes:<br />
se obtiene una alta eficiencia luminosa sin<br />
emisión de radiaciones consideradas nocivas (infrarrojas<br />
y ultravioletas), no emite calor que podría desestabilizar<br />
el equilibrio microclimático de la vitrina<br />
ya que la fuente luminosa está colocada en su exterior.<br />
Además, no altera el cromatismo de las piezas<br />
expuestas ya que emite una luz cromáticamente<br />
considerada ideal para poder apreciar los tonos cálidos<br />
y fríos sin distorsión (temperatura de color de<br />
3.150 grados kelvin).<br />
Para iluminar la vitrina se han utilizado dos guías de<br />
luz empleándose como fuente luminosa cuatro lámparas<br />
dicróicas de 50 watios y 12 voltios cada una<br />
de ellas. Con este sistema de iluminación se ha logrado<br />
una iluminación uniforme en su interior que<br />
no supera los 100 lux.<br />
En cuanto al sistema expositivo seleccionada para esta<br />
pieza tenemos que decir que reúne las características<br />
técnicas necesarias para hacer compatible su presentación<br />
con su conservación. La pieza se expone en vertical<br />
sobre una percha de madera que reúne las siguientes<br />
condiciones:<br />
• Brazos de forma redondeada (media circunferencia<br />
de unos diez a quince cm. de diámetro) que aporta<br />
una amplia superficie de apoyo para los hombros y<br />
a su vez son articulables con el fin de obtener la inclinación<br />
de hombros exacta y conseguir la perfecta<br />
adaptación a su morfología.<br />
• Dotada de una barra extensible que permite graduar<br />
la altura hasta lograr la adecuada.<br />
• Equipada con un soporte separador en la parte inferior<br />
para mantener los extremos de la pieza abiertos<br />
y evitar que los cuerpos se plieguen hacia el interior,<br />
tanto por su anverso como por su reverso.<br />
La parte superior de la percha sobre la que descansará<br />
el peso de la casulla, es decir los brazos, está conve-<br />
16. Detalle de la casulla en el<br />
anterior montaje museográfico.<br />
MEMORIA<br />
17. Vista general de la vitrina<br />
donde irá ubicada la casulla en el<br />
Museo de la Capilla Real.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
MEMORIA<br />
nientemente forrada con muletón de algodón para<br />
amortiguar los ángulos, rellenar huecos y repartir de<br />
forma uniforme el peso de a fin de evitar que éste no<br />
recaiga sobre un punto específico de la pieza y prevenir<br />
alteraciones en ella.<br />
Conclusiones<br />
Con esta intervención el <strong>IAPH</strong> ha abierto una línea metodológica<br />
de investigación e intervención en el <strong>Patrimonio</strong><br />
Textil <strong>Andaluz</strong>, al tratarse de la primera actuación<br />
que se ha llevado a cabo siguiendo los actuales<br />
criterios en la especialidad de conservación-restauración<br />
Equipo de trabajo <strong>IAPH</strong><br />
Dirección de la intervención: Mª José González López.<br />
Jefe <strong>del</strong> Dpto. Tratamiento. Centro de Intervención<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Estudios histórico-artístico: Gabriel Ferreras Romero.<br />
Historiador <strong>del</strong> Arte. Dpto. de Investigación, Centro de Intervención<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Análisis de fibras: Lourdes Martín García. Química.<br />
Dpto. de Análisis. Centro de Intervención <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Agradecimientos<br />
Asesoramiento técnico en conservación-restauración:<br />
Mª <strong>del</strong> Socorro Mantilla de los Ríos.<br />
Identificación de colorantes y elementos metálicos:<br />
Enrique Parra y Mª Dolores Gallo. Laboratorio de Química<br />
<strong>del</strong> ICRBC. Madrid<br />
La caracterización al microscopio electrónico de las<br />
fibras metálicas se ha efectuado en el <strong>Instituto</strong> de<br />
Ciencia de Materiales (Universidad de Sevilla- CSIC).<br />
46<br />
de Tejido sobre una pieza textil de la importancia y<br />
complejidad técnica y de tratamiento, como es la casulla<br />
<strong>del</strong> terno blanco chapado <strong>del</strong> rey Fernando el Católico.<br />
Los estudios preliminares realizados anterior a la propia<br />
intervención (histórico, analítico, técnico, ambientales,<br />
etc), así como la nueva instalación museográfica<br />
<strong>del</strong> Museo de la Capilla Real de Granada, acción coordinada<br />
por este <strong>Instituto</strong>, han permitido que desde el<br />
<strong>IAPH</strong> se desarrolle la actuación y la aplicación de los<br />
tratamientos que necesitaba la pieza con la máxima<br />
profesionalidad y garantías, al igual que asegurar su<br />
conservación temporal en un montaje expositivo afín<br />
a sus características morfológicas y técnicas.<br />
Intervención de conservación-restauración: Araceli<br />
Montero Moreno y Carmen Ángel Gómez. Restauradoras.<br />
Dpto. Tratamiento. Centro de Intervención <strong>del</strong><br />
<strong>IAPH</strong>.<br />
Fotografía: Eugenio Fernández Ruiz. Fotógrafo. Dpto.<br />
de Análisis. Centro de Intervención <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Sistema expositivo e iluminación: Raniero Baglioni.<br />
Sector Conservación Preventiva. Centro de Intervención<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Nuestro particular agradecimiento a los especialistas y a las Instituciones que han colaborado en el desarrollo de<br />
los estudios, investigaciones e intervenciones realizadas en esta pieza, y gracias a su dedicación y esfuerzo hoy día<br />
podemos mostrar el resultado de este trabajo.<br />
Estudio ambiental y de luminotecnía: Carlos Cacace y<br />
Fabio Aramini. Laboratorio de Física <strong>del</strong> ICR. Roma<br />
Diseño <strong>del</strong> nuevo montaje museográfico de la Capilla<br />
Real: Pedro Salmerón Escobar.<br />
Suministros de tintes y colorantes: Ciba -Geigy.<br />
Barcelona.
IDEA Criterios y Métodos<br />
El Centro de Intervención<br />
en el <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Rosario Villegas Sánchez<br />
María José González López<br />
Antonio Torrejón Díaz<br />
Eugenio Fernández Ruiz<br />
José María <strong>del</strong> Pozo Gutiérrez<br />
Antonio Rosal Carranza<br />
Coordinación<br />
Lorenzo Pérez <strong>del</strong> Campo<br />
Método, Objetivo y Servicios<br />
E<br />
l <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
es una institución científica de la Comunidad<br />
Autónoma de Andalucía, dependiente<br />
de la Consejería de Cultura. Tiene<br />
por misión el estudio, investigación, documentación<br />
y conservación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía, así como la formación y especialización<br />
de técnicos y profesionales en la tutela de<br />
este patrimonio.<br />
El <strong>Instituto</strong> tiene cinco grandes áreas funcionales en las<br />
que agrupa y vertebra servicios especializados en información<br />
y documentación <strong>del</strong> patrimonio histórico;<br />
intervención, conservación y restauración <strong>del</strong> patrimonio<br />
histórico, difusión <strong>del</strong> patrimonio histórico, formación<br />
de técnicos especialistas en patrimonio histórico y
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
arqueología subacuática. Sus trabajos y actividades<br />
responden al control crítico de las disciplinas interesadas,<br />
las ciencias de la materia, las artes y oficios <strong>del</strong> arte<br />
y la historia <strong>del</strong> arte. El <strong>Instituto</strong> es, en suma, una<br />
asociación de profesionales de la conservación, documentalistas<br />
y archiveros, científicos, arquitectos, arquitectos<br />
técnicos, restauradores e historiadores, cuya<br />
misión es complementaria a la de las instituciones <strong>del</strong><br />
patrimonio histórico y de la historia <strong>del</strong> arte de la<br />
Comunidad Autónoma.<br />
Antecedentes<br />
El <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> Histórico tiene su<br />
origen en el Plan General de Bienes Culturales (1989-<br />
1995). Este instrumento de planificación entendió necesario<br />
dotar a la Comunidad Autónoma de una institución<br />
moderna, especializada en tutela <strong>del</strong><br />
patrimonio histórico, que intermediase y trabajase en<br />
colaboración con los distintos organismos e instituciones<br />
públicas y privadas interesadas, actuando como<br />
centro planificador y supervisor de las investigaciones<br />
que en esta materia se llevasen a cabo en la Comunidad,<br />
recibiendo y aplicando las mismas. Además de esto,<br />
la institución debía llevar a cabo por sí misma determinadas<br />
actuaciones e intervenciones en el<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico previamente programadas, basándose<br />
en distintos criterios científicos y técnicos.<br />
En este marco conceptual, el Decreto 107/1989, de<br />
16 de mayo (BOJA núm. 46, de 13 de junio), crea<br />
efectivamente el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
como servicio administrativo sin personalidad<br />
jurídica dependiente de la Consejería de Cultura a través<br />
de la Dirección general de Bienes Culturales. Con<br />
nivel orgánico de servicio y dependientes de la dirección<br />
<strong>del</strong> <strong>Instituto</strong>, el Decreto autoriza la creación de<br />
una secretaría general, un centro de documentación y<br />
un centro para intervención en el patrimonio histórico.<br />
Al <strong>Instituto</strong> en general, y a los distintos servicios en<br />
particular, se le asignaron funciones específicas de<br />
acuerdo con los criterios y objetivos desarrollados en<br />
el programa 7.1 <strong>del</strong> citado Plan General de Bienes<br />
Culturales.<br />
En concreto, en materia de tutela <strong>del</strong> patrimonio histórico<br />
de Andalucía, conservación, restauración e intervención<br />
en bienes culturales, y de formación de<br />
profesionales, se residencian en el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico las siguientes funciones:<br />
a. El análisis, estudio, desarrollo y difusión de las teorías,<br />
métodos y técnicas aplicados a la administración, protección,<br />
investigación, difusión, conservación y restauración<br />
<strong>del</strong> patrimonio histórico y de sus instituciones<br />
b. La realización de diagnosis, informes, proyectos y<br />
actuaciones concretas en materias de administración,<br />
protección, investigación, difusión y conservación<br />
y restauración <strong>del</strong> patrimonio histórico y de<br />
sus instituciones. Estas actuaciones le serán solicitadas<br />
por la Dirección general de Bienes Culturales,<br />
de oficio o a instancia de otras instituciones y organismos<br />
públicos y privados<br />
c. La sistematización de la documentación en materia<br />
de patrimonio histórico generada por el propio <strong>Instituto</strong><br />
y la remitida por la Dirección general de Bienes<br />
Culturales y otros organismos públicos<br />
d. La formación <strong>del</strong> Registro de profesionales de la<br />
Comunidad Autónoma en materia de patrimonio<br />
histórico<br />
e. La acreditación de especialistas en materia de patrimonio<br />
histórico en los casos en los que se requiera<br />
f. La formación de técnicos y personal especializado<br />
en materia de patrimonio histórico en colaboración<br />
con el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de la Administración Pública,<br />
mediante la realización de cursos de Conservadores<br />
de Bienes Culturales y de otros profesionales<br />
cuya actividad está relacionada con el patrimonio<br />
histórico<br />
g. La propuesta de formalización de convenios con otras<br />
Administraciones Públicas y entidades públicas y privadas<br />
necesarios para el desarrollo de sus funciones<br />
El edificio<br />
48<br />
La sede <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
se sitúa en un sector <strong>del</strong> antiguo monasterio cartujo<br />
de Sevilla; en concreto en la llamada “zona fabril”. Se
PH Boletín<strong>14</strong> 49<br />
trata de un conjunto de edificaciones próximas al núcleo<br />
primitivo de la Cartuja que incluye el claustro de<br />
legos, con sus celdas y huertos, así como una serie de<br />
construcciones destinadas a almacenes, graneros, etc.,<br />
de las cuales destacan, por su mayor valor y entidad,<br />
los almacenes covitanos, piezas que <strong>del</strong>imitan los bordes<br />
sur y poniente. En esta zona, durante el siglo XIX<br />
se realizaron una serie de construcciones específicamente<br />
industriales sin valor monumental. De la organización<br />
primitiva se mantienen, sin grandes alteraciones,<br />
los almacenes covitanos citados y algunos muros y soportes<br />
<strong>del</strong> claustro de legos.<br />
En el vacío resultante de las demoliciones efectuadas<br />
entre la nave sur y el edificio de celdas de legos se<br />
han construido cuatro naves cubiertas con semibóvedas<br />
de hormigón, de las cuales tres son de nueva<br />
planta, que se destinan a los talleres de pintura, escultura<br />
y textiles <strong>del</strong> centro de intervención. Hacia el este,<br />
contigua a estas naves, otra de gran tamaño, que<br />
aparece cortada en forma sesgada sirve de residencia<br />
al laboratorio de fotografía y radiografía. Este espacio<br />
guarda conexión directa con la zona de recepción de<br />
obras de arte.<br />
La planta sótano alberga los depósitos de obras de arte<br />
y materiales y productos químicos así como los<br />
vestuarios <strong>del</strong> personal facultativo. Otros espacios están<br />
ocupados por la cámara de climatización y las instalaciones<br />
para el servicio y seguridad de los talleres y<br />
laboratorios.<br />
Enfrente de este cuerpo, y en forma de “L”, se arbitran<br />
los espacios destinados a laboratorio de química y<br />
laboratorio de física y ensayos de materiales, así como<br />
a la dirección <strong>del</strong> departamento de análisis; todo ello<br />
en planta baja. La planta superior se destina a departamento<br />
de investigación y a la coordinación <strong>del</strong> centro<br />
de intervención.<br />
También se ubica en esta planta superior el área técnica<br />
responsable de la infraestructura e instalaciones<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
El Centro de Intervención en el patrimonio<br />
histórico<br />
Es la unidad administrativa responsable de la formulación<br />
y ejecución de los programas de conservación y<br />
actuación sobre el patrimonio histórico que ejecuta el<br />
<strong>Instituto</strong>, de la investigación de las fuentes, métodos y<br />
técnicas que contribuyen al conocimiento completo<br />
de los bienes sobre los que se proyecta la intervención,<br />
y de la prestación de los servicios técnicos y<br />
científicos necesarios para las mismas.<br />
La utilización <strong>del</strong> concepto intervención para enunciar<br />
esta unidad se hace de una manera consciente, usando<br />
el término acuñado en nuestros días (Solá-Morales),<br />
con el propósito de hacer ver la diversidad de objetos<br />
que constituyen nuestro patrimonio histórico, la<br />
diversidad de formas de entenderlos y, sobre todo, la<br />
diversidad de maneras de actuar sobre ellos.<br />
En este sentido, el concepto “intervención” recoge, y<br />
a la vez intenta superar, otros como conservación, restauración,<br />
rehabilitación, restitución, etc., conceptos<br />
tradicionales y contenidos, formulados en las diferentes<br />
teorías de la restauración existentes. Todos estos<br />
conceptos tienen que ver con una manera concreta, y<br />
en una época determinada, de entender la acción sobre<br />
el objeto bien de interés cultural.<br />
La moderna ciencia de la intervención sobre los bienes<br />
culturales es una disciplina con principios teóricos y metodológicos<br />
claramente establecidos. Su práctica exige<br />
que las decisiones estén precedidas y basadas en la<br />
identificación de su materialidad física y en la determinación<br />
de sus valores estéticos, históricos y documentales.<br />
Las decisiones deben estar fundamentadas en evidencias<br />
y conocimientos firmes y jamás en suposiciones.<br />
Por eso, la acción sobre el bien se enuncia desde unas<br />
bases conceptuales muy en consonancia con el pensamiento<br />
y filosofía artística <strong>del</strong> momento, pero con la<br />
cautela <strong>del</strong> rigor histórico; es decir, formulando la acción<br />
desde unas bases y estudios –de carácter científico–<br />
que nos den la mayor seguridad posible de planteamientos,<br />
sobre los que la acción pueda ser<br />
respetuosa a la vez que libre. Además, la complejidad<br />
de la acción exige la incorporación al método de tra-<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
bajo, en evitación de riesgos, <strong>del</strong> estudio de la estructura<br />
material <strong>del</strong> objeto, la compatibilidad con esta estructura<br />
de los productos y materiales de restauración,<br />
así como el contexto o ambiente en el que el<br />
objeto y la acción sobre él van a realizarse.<br />
Ahora bien, en contraposición a aquellos momentos<br />
donde se estudiaban proyectos estereotipados sobre<br />
los objetos, en un intento de negar la creación, nuestra<br />
época reconoce la diversidad mencionada en el párrafo<br />
anterior y que las adherencias de la historia o las interpretaciones<br />
–en el estudio y en la acción– deben tenerse<br />
en cuenta; por ello, no habrá dos proyectos<br />
idénticos. Ésta y otras consideraciones dan relevancia al<br />
estudio y práctica de la metodología como hilo conductor<br />
de las distintas variables <strong>del</strong> estudio <strong>del</strong> objeto y<br />
su contexto, y de la acción. Así pues, el método es el<br />
corpus de conocimiento que reconoce las distintas visiones<br />
de las áreas de conocimientos y de técnicas aplicadas<br />
procurando un debate sobre cada acción concreta<br />
y, tras acumular experiencias, formular un corpus<br />
de intervención sobre los bienes culturales.<br />
Además de su función administrativa, este corpus de<br />
intervenciones se desarrolla con la intención de facilitar<br />
a los profesionales de la conservación y restauración<br />
de los bienes culturales una herramienta útil en el<br />
ejercicio de su actividad.<br />
Esta importancia <strong>del</strong> método y <strong>del</strong> estudio científico no<br />
significa, en modo alguno, que el centro de intervención<br />
dé menos importancia a la habilidad, los conocimientos<br />
y la experiencia <strong>del</strong> profesional encargado de<br />
la intervención, sino sencillamente que el envejecimien-<br />
50<br />
to de los materiales de interés cultural es fundamentalmente<br />
un problema científico, y que la ciencia y la tecnología<br />
modernas han puesto a nuestra disposición<br />
nuevas técnicas para explorar la composición, la estructura<br />
y la alteración de los materiales culturales que<br />
deben preservarse. El contacto diario y la colaboración<br />
entre el científico, el historiador y el restaurador son la<br />
clave <strong>del</strong> éxito <strong>del</strong> método de trabajo que se formula<br />
en el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
En este marco conceptual básico formula y desarrolla<br />
sus actividades el centro de intervención en el patrimonio<br />
histórico. En concreto, le corresponden:<br />
a. El estudio científico y la investigación de teorías, métodos,<br />
proyectos y actuaciones en el patrimonio<br />
histórico de Andalucía, así como el análisis de su<br />
administración<br />
b. El análisis y experimentación de materiales y técnicas<br />
mediante laboratorios de ensayos y aplicación<br />
c. El tratamiento de materiales y técnicas mediante talleres<br />
especializados<br />
d. El análisis, estudio, desarrollo y difusión de las teorías,<br />
métodos y técnicas aplicadas a la conservación<br />
y restauración <strong>del</strong> patrimonio histórico de Andalucía<br />
y sus instituciones<br />
e. La realización de diagnosis, informes, proyectos y<br />
actuaciones concretas en materia de conservación<br />
y restauración <strong>del</strong> patrimonio histórico de Andalucía<br />
y sus instituciones<br />
La proyección investigadora <strong>del</strong> centro le lleva a formular<br />
y importantes proyectos de investigación propios y con<br />
otras instituciones científicas nacionales y extranjeras.<br />
Los resultados de la investigación y de la intervención<br />
tienen que ser accesibles. En otras palabras, deben ser<br />
difundidos, lo que constituye otra de las funciones<br />
principales <strong>del</strong> centro de intervención en el marco de<br />
los programas que desarrolla el área de difusión <strong>del</strong><br />
patrimonio histórico <strong>del</strong> propio <strong>IAPH</strong>.<br />
La estructura orgánica <strong>del</strong> centro está articulada en<br />
relación con las diversas fases en que la moderna metodología<br />
adoptada desarrolla la intervención en el patrimonio<br />
histórico: investigación, análisis y tratamiento.<br />
El Departamento de Investigación<br />
Unidad de estudios y metodología<br />
Corresponde a esta unidad el estudio genérico de las<br />
ciencias de la conservación, restauración y rehabilitación<br />
de los bienes culturales, así como de las Instituciones<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. La unidad estudia,<br />
propone y desarrolla la teoría que sustenta las actuaciones<br />
concretas de intervención, definiendo el marco<br />
conceptual de éstas y aplicando criterios definitorios<br />
coherentes con la formulación teórica determinada.
PH PH Boletín<strong>14</strong><br />
51<br />
Asimismo, enuncia el planteamiento inicial de estudios<br />
y acciones concretas considerando las diferentes visiones<br />
o metodologías parciales e incardinándolas en un<br />
proceso complejo pero implementado y organizado.<br />
El departamento presta especial atención al estudio<br />
de otras experiencias nacionales e internacionales que<br />
hayan formulado una metodología de interés por su<br />
carácter experimental.<br />
El conocimiento completo <strong>del</strong> bien exige, en primer<br />
lugar, una investigación histórica, entendida ésta como<br />
un proceso histórico-crítico con fases sucesivas, en su<br />
caso, de investigación filológica, restitución de la imagen<br />
y/o de las formas, análisis iconográfico y valoración<br />
figurativa. La ejecución de estas fases se lleva a cabo a<br />
través de los consiguientes programas de inspección,<br />
documentación y análisis de los elementos formales,<br />
geométricos, estructurales y constructivos. Todas estas<br />
funciones corresponden, asimismo, al área de estudios<br />
y metodología.<br />
Unidad de diagnosis y proyectos<br />
Corresponde a esta unidad el estudio y desarrollo de<br />
los programas de las Instituciones <strong>del</strong> patrimonio histórico<br />
y el desarrollo de los proyectos de intervención<br />
en el patrimonio inmueble (Monumentos, Zonas Arqueológicas,<br />
etc.), profundizando en el instrumento<br />
proyectual.<br />
Otra importante función de la unidad es la formulación<br />
de los Proyectos Pilotos de Intervención en el<br />
patrimonio, y de otras acciones tutelares encaminadas<br />
a profundizar en problemáticas complejas y significativas<br />
que puedan ser de utilidad al conjunto de acciones<br />
que deben establecerse desde la administración cultural.<br />
En este último campo, merece citarse, entre otros,<br />
las investigaciones e intervenciones en materia de<br />
conservación preventiva.<br />
El Departamento de Análisis<br />
El departamento de análisis tiene como objetivo la investigación<br />
de los bienes <strong>del</strong> patrimonio histórico andaluz<br />
mediante la aplicación de métodos científicos.<br />
Las actividades realizadas dentro de este Departamento<br />
se encaminan a permitir un conocimiento<br />
completo de los bienes culturales y de su entorno<br />
mediante el examen de la composición y de las estructuras<br />
de la materia constitutiva de los diferentes<br />
monumentos y obras de arte; la identificación de la<br />
naturaleza, causas y formas de su degradación, así como<br />
la orientación y el control de los tratamientos de<br />
conservación.<br />
Antes de llevar a cabo cualquier intervención sobre el<br />
patrimonio histórico es imprescindible realizar una serie<br />
de estudios previos sobre los objetos y el medio<br />
ambiente que los rodea, de forma que los datos que<br />
se obtengan con los distintos métodos analíticos deben<br />
ser básicos para determinar la actuaciones de<br />
conservación y/o restauración necesarias.<br />
En numerosas ocasiones, actuar sobre el patrimonio<br />
sin conocer su composición material, los agentes de<br />
alteración extrínsecos e intrínsecos que actúan sobre<br />
él y las características <strong>del</strong> medio en el que se encuentra,<br />
ha conducido a alteraciones más graves que las<br />
iniciales o, en el mejor de los casos, no ha producido<br />
ninguna mejora en el estado de las obras. Igual consideración<br />
se puede hacer sobre los productos de tratamiento;<br />
si no se realizan ensayos para evaluar su posible<br />
comportamiento previamente a su aplicación a la<br />
obra, puede llegarse a provocar alteraciones mayores<br />
que las existentes previamente.<br />
Para desarrollar este programa, el departamento dispone,<br />
en la actualidad, de laboratorios de química y<br />
análisis medioambiental, física y ensayos de materiales,<br />
biología y fotografía y radiografía.<br />
Las actividades que se llevan a cabo en los distintos laboratorios<br />
cumplen una serie de objetivos que se<br />
pueden englobar en cuatro categorías básicas:<br />
1. Conocimiento de la estructura material de las<br />
obras, para lo cual es necesario determinar la composición<br />
química, las características físicas y mecánicas<br />
de los materiales de que se compone, así como<br />
la estructura formal de la misma. En ocasiones será<br />
necesario determinar la procedencia de los materiales<br />
y su datación.<br />
2. Estudio <strong>del</strong> medio ambiente que rodea la obra, determinando<br />
el microclima adyacente (tanto interno<br />
como externo), la posible contaminación atmosférica,<br />
las características geológicas e hidrogeológicas<br />
<strong>del</strong> terreno, etc.<br />
3. Estudio <strong>del</strong> estado de conservación, analizando los<br />
productos formados como consecuencia de la alteración<br />
sufrida por la obra. Este dato, junto con las<br />
características <strong>del</strong> medio, permite definir los posibles<br />
agentes de alteración (químicos, físicos, mecánicos,<br />
biológicos) que actúan sobre las obras, realizando<br />
ensayos de deterioro acelerado en el<br />
laboratorio en caso necesario.<br />
4. Evaluación de los productos, materiales y técnicas<br />
empleados en restauración: compatibilidad con los<br />
materiales originales y efecto sobre las características<br />
de las obras, comportamiento frente a los agentes<br />
de alteración a que se encontrará sometida la<br />
obra restaurada.<br />
Para conseguir estos objetivos, en el departamento se<br />
trabaja fundamentalmente en la investigación y puesta<br />
a punto de las técnicas y métodos de análisis útiles para<br />
medir todas los parámetros mencionados anteriormente:<br />
técnicas instrumentales de análisis, métodos de<br />
análisis y examen no destructivos, técnicas de medida<br />
in situ, ensayos microbiológicos, ensayos específicos<br />
para evaluar materiales y productos.<br />
El laboratorio de química y análisis medioambiental<br />
trabaja e investiga en las aplicaciones de la química a la<br />
conservación de obras de arte.<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
IDEA<br />
El trabajo de este laboratorio permite poner a disposición<br />
de los proyectos de intervención una serie de<br />
técnicas científicas que tienen por objeto la identificación<br />
de los materiales constitutivos de la obra de arte,<br />
el estudio interno de las mismas, así como la morfología<br />
de sus superficies. El laboratorio emplea técnicas<br />
clásicas de análisis y técnicas de análisis instrumental<br />
que le permiten desarrollar los siguientes servicios:<br />
1. Análisis cuantitativo instrumental de muestras inorgánicas<br />
mediante espectrometría de absorción atómica<br />
y mediante espectrometría Un-Vis<br />
2. Microscopía electrónica con microonda de Rayos-X<br />
3. Análisis cuantitativo y semicuantitativo instrumental<br />
de muestras inorgánicas mediante difracción de Rayos-X,<br />
espectroscopía FTIR y microscopía electrónica<br />
SEM-EDX<br />
4. Análisis químico por vía húmeda de materiales de<br />
construcción y material cerámico<br />
5. Microscopía óptica de láminas <strong>del</strong>gadas de materiales<br />
de construcción y cerámicos<br />
6. Estudio petrográfico y mineralógico por difracción<br />
de Rayos-X<br />
7. Microscopía óptica de muestras de estratigrafía e<br />
identificación cualitativa de pigmentos, cargas y<br />
aglutinantes en muestras de pintura y escultura<br />
8. Análisis cualitativo instrumental de componentes<br />
orgánicos de películas pictóricas, mediante cromatografía<br />
gaseosa, espectroscopía FTIR y cromatografía<br />
HPLC<br />
9. Microscopía óptica de tejidos para la identificación<br />
de fibras<br />
10. Identificación de tintes y colorantes en tejidos mediante<br />
cromatografía HPLC y cromatografía en capa fina<br />
11. Caracterización de hilos y elementos metálicos en<br />
tejidos por SEM-EDX<br />
12. Estudios metalográficos mediante microscopía óptica<br />
En materia de análisis medioambiental, el laboratorio<br />
realiza investigaciones y presta servicio en materia de:<br />
1. Caracterización de microclima, interior o exterior,<br />
<strong>del</strong> entorno de obras de arte. Determinación de<br />
parámetros de temperatura, humedad relativa, insolación,<br />
velocidad de viento, pluviometría, etc.<br />
2. Medidas de contaminación atmosférica en el entorno<br />
de bienes culturales. Determinación de niveles<br />
de emisión de partículas, anhídrido sulfuroso, óxidos<br />
de nitrógeno.<br />
El laboratorio de física y ensayos de materiales trabaja<br />
en la determinación de las características mecánicas<br />
de los materiales constitutivos <strong>del</strong> patrimonio histórico<br />
y de aquéllos a emplear en las intervenciones, estableciendo<br />
la adecuación y eficacia de los productos y<br />
técnicas aplicadas a la conservación y restauración. En<br />
concreto, se prestan los siguientes servicios:<br />
1. Determinación <strong>del</strong> contenido de humedad en estructuras<br />
arquitectónicas<br />
2. Determinación de la absorción de agua en estructuras<br />
arquitectónicas<br />
3. Determinación de propiedades hídricas en materiales<br />
de construcción: absorción de agua, absorción<br />
52<br />
por capilaridad, absorción por inmersión y curva de<br />
secado de agua<br />
4. Determinación de porosidad y tamaño de poros en<br />
materiales de construcción y cerámicos<br />
5. Determinación de propiedades mecánicas de materiales<br />
de construcción. En concreto, resistencia a la<br />
compresión, resistencia a la flexión, dureza superficial<br />
y velocidad de ultrasonido<br />
6. Realización de ensayos de alteración acelerada para<br />
evaluación de productos y técnicas de tratamiento<br />
y para determinación de resistencia de materiales<br />
frente a la alteración, mediante el estudio de la cristalización<br />
de sales, ciclos termo-higrométricos de<br />
radiación y lluvia, ciclos de hielo/deshielo y atmósferas<br />
contaminadas<br />
El laboratorio de biología realiza todos los ensayos y<br />
análisis relacionados con la alteración biológica de los<br />
materiales y obras constitutivos <strong>del</strong> patrimonio histórico<br />
andaluz.<br />
1. Análisis microbiológico mediante cultivos y/o microscopía<br />
óptica<br />
2. Identificación de insectos<br />
3. Análisis de líquenes , identificándolos mediante microscopía<br />
óptica y estudiando el efecto sobre el soporte<br />
por SEM-EDX<br />
4. Análisis de otros agentes biológicos (plantas, musgos,<br />
algas...)<br />
5. Identificación de maderas<br />
6. Evaluación de las técnicas y productos para eliminar<br />
organismos causantes de deterioros<br />
7. Evaluación de la compatibilidad de las técnicas y<br />
productos para eliminar organismos en relación con<br />
los materiales constitutivos de las obras de arte o<br />
de los productos empleados en la restauración<br />
8. Desinsectación de obras de arte con gases inertes.<br />
La fotografía en el <strong>Instituto</strong> es practicada como medio<br />
de control de las restauraciones y como documento<br />
científico. La aplicación de la fotografía al examen científico<br />
de obras de arte permite obtener documentos<br />
permanentes de las diversas etapas <strong>del</strong> tratamiento,<br />
incluidos los estados inicial y final, y la imagen visible<br />
necesaria para comparar con otros documentos, con<br />
vistas a la interpretación de los datos obtenidos por<br />
los distintos métodos de análisis.<br />
El medio es desarrollado en el laboratorio de fotografía<br />
y radiografía. El equipamiento <strong>del</strong> laboratorio<br />
permite la realización de trabajos en blanco y negro,<br />
color y transparencias formato 35m/m en todas<br />
las técnicas aplicables al análisis y restauración<br />
<strong>del</strong> patrimonio histórico: fotomicrografía, fotomacrografía,<br />
luz rasante, luz ultravioleta y luz infrarroja.<br />
En 6 x 7cm. : fotomicrografía y ultravioleta. En gran<br />
formato se pueden obtener trabajos en 9 x 12cm.<br />
y 18 x 24cm.<br />
La radiografía tiene muchas y variadas aplicaciones<br />
en el examen interno o en profundidad de obras<br />
de arte, fundamentalmente para la determinación<br />
<strong>del</strong> estado material <strong>del</strong> bien, amplitud de alteraciones,<br />
intervenciones, etc. Facilita interesante infor-
PH PH Boletín<strong>14</strong><br />
53<br />
mación sobre el soporte, preparación y capa pictórica.<br />
En el laboratorio de fotografía y radiografía es<br />
posible obtener trabajos hasta 105 Kv, registrables<br />
en placas de 30 x 40cm. o bien en rollpack con una<br />
medida mínima de 40cm. de ancho y hasta 350cm.<br />
de longitud.<br />
El laboratorio también dispone <strong>del</strong> servicio de reflectrografía<br />
infrarroja, aplicación básica en el estudio <strong>del</strong><br />
dibujo subyacente. El equipamiento videográfico permite<br />
el registro, en sistemas VHS y U-MATIC de micro<br />
y macrografía.<br />
El Departamento de Tratamiento<br />
El departamento de tratamiento desarrolla, de forma<br />
orgánica, las intervenciones programadas por el<br />
<strong>IAPH</strong> en las diferentes tipologías de bienes que integran<br />
el <strong>Patrimonio</strong> histórico <strong>Andaluz</strong>. También actúa<br />
en el campo de la conservación preventiva a partir<br />
de propuestas específicas encaminadas a determinar<br />
las medidas más adecuadas para la eliminación y<br />
control de los agentes nocivos y la correcta exposición,<br />
traslado, embalaje y mantenimiento de los bienes<br />
culturales.<br />
Para el desarrollo de estas actividades se ponen a<br />
punto métodos de estudio y conocimiento de los bienes<br />
y técnicas de tratamiento generales y específicas,<br />
con objeto de establecer y aplicar la metodología concreta<br />
que requieran en base a su casuística.<br />
El departamento realiza las siguientes acciones:<br />
1. Estudios, intervenciones, informes técnicos y asesoramientos<br />
de aquellos bienes culturales que se le<br />
encomienden de acuerdo con los criterios establecidos<br />
por el <strong>IAPH</strong> en función <strong>del</strong> interés históricoartístico<br />
<strong>del</strong> bien, particular complejidad técnica, especifidad<br />
<strong>del</strong> tratamiento, o bien porque resulten<br />
de interés con las líneas de investigación y/o formación<br />
<strong>del</strong> centro de intervención.<br />
2. Aplicación y desarrollo de la metodología (de estudios<br />
previos, diagnosis y tratamiento) específica<br />
puesta a punto por este Departamento.<br />
3. Desarrollo de nuevas tecnologías de tratamiento,<br />
materiales y productos aplicados al conocimiento e<br />
intervención de bienes muebles.<br />
4. Elaboración de proyectos y dirección de aquellas<br />
actuaciones de conservación-restauración que por<br />
su particular complejidad les sea encomendada.<br />
5. Potenciar la cooperación con otras entidades para<br />
el estudio y conocimiento de bienes culturales.<br />
En la actualidad el Departamento dispone de Talleres<br />
de Pintura, Escultura y Textiles. Esta estructura se ampliará<br />
próximamente con la puesta en funcionamiento<br />
de los talleres de material arqueológico y papel.<br />
En el Taller de Pintura se residencia la conservación y<br />
restauración de los objetos pictóricos realizados sobre<br />
distintos soportes, principalmente madera, tela,<br />
cuero y cobre. Las instalaciones existentes y el instrumental<br />
técnico permite realizar los diferentes estudios<br />
y la aplicación de los diversos tratamientos que requieren<br />
estas obras, tanto en los soportes como en<br />
la capa de color.<br />
El equipamiento actual de este taller permite abordar<br />
actuaciones integrales sobre obras de pequeño y gran<br />
formato. En síntesis:<br />
• Desinfección-desinsectación de soportes<br />
• Entelados tradicionales y actuales (mesa caliente de vacío)<br />
• Ensamblado de piezas constitutivas de soportes lígneos<br />
con la ayuda de la máquina de ensamblar, y/o<br />
con la aplicación de engatillados móviles<br />
• Resane de soportes pictóricos<br />
• Estudios de micro-catas para determinar superposiciones<br />
pictóricas a la capa de color, con la ayuda de<br />
la lupa binocular<br />
• Realización de microtest de solubilidad de disolventes<br />
(fotos o grabación)<br />
• Limpieza de capas pictóricas con o sin la ayuda de la<br />
lupa binocular<br />
• Fijación de estratos pictóricos (tradicionales y con<br />
mesa caliente y vacío)<br />
• Estucados de lagunas y reintegración cromática<br />
• Protección final<br />
En el Taller de Escultura se lleva a cabo la conservación<br />
de las obras y objetos artísticos tallados en made-<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
ra o mo<strong>del</strong>ados en otros soportes, ya sean escultóricos,<br />
ornamentales o de otro tipo, policromados o no.<br />
Se dispone de unas instalaciones distribuidas en área<br />
de tratamiento de soporte y área de estudios y tratamiento<br />
de policromías. Como en el taller de pintura,<br />
el equipamiento existente permite efectuar intervenciones<br />
complejas sobre obras de pequeño y gran<br />
formato, entre otras:<br />
• Desinfección-desinsectación de soportes<br />
• Consolidación de soportes<br />
• Ensamblados de piezas y resane de soportes<br />
• Estudios de micro-catas para determinar superposiciones<br />
pictóricas a la capa policroma original, y su<br />
inmediata correspondencia, con la ayuda de la lupa<br />
binocular<br />
• Realización de microtest de solubilidad de disolventes<br />
(fotos o grabación)<br />
• Limpieza de capas pictóricas con o sin la ayuda de la<br />
lupa binocular<br />
• Remoción de policromías con la ayuda de la lupa binocular<br />
• Fijación de estratos pictóricos<br />
• Estucados de lagunas y reintegración cromática<br />
• Protección final<br />
El Taller de Textiles tiene como cometido la realización<br />
de las acciones de conservación y restauración de <strong>Patrimonio</strong><br />
textil: tejidos, tapicerías, bordados, encajes, materiales<br />
etnográficos realizados sobre soportes textiles,<br />
etc. Este taller es pionero en Andalucía en conservación<br />
y restauración de estos bienes culturales.<br />
Su equipamiento e instalaciones específicas permiten<br />
abordar acciones conservativas o integrales sobre soportes<br />
y revestimientos en obras de pequeño y gran<br />
formato:<br />
• Estudios de la estructura interna <strong>del</strong> tejido (calificación<br />
técnica de los ligamentos) con la ayuda de la lupa<br />
binocular<br />
• Desinfección de soportes<br />
• Eliminación de intervenciones anteriores<br />
• Limpieza por micro-aspiración<br />
• Desmontaje de piezas<br />
• Protección y limpieza de piezas en húmedo (mesa<br />
de lavado o vapor) o en seco<br />
• Preparación de nuevos soportes e hilos (desaprestado,<br />
descrudado, tinciones, secado y alineación de<br />
tramas y urdimbres)<br />
• Consolidación y refuerzo de soportes<br />
• Reintegración cromática de lagunas<br />
• Fijación de hilos, elementos desprendidos, etc.<br />
• Montaje de piezas<br />
Instalaciones al servicio <strong>del</strong> Centro de<br />
Intervención<br />
Energía eléctrica<br />
El suministro de energía eléctrica lo realiza la C.S.E. en<br />
media tensión (20 KV) al centro de transformación<br />
propio <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> histórico.<br />
54<br />
Este centro está formado por dos transformadores encapsulados<br />
de 800 KVA cada uno marca IMEFI, acoplados<br />
en paralelo, con sus correspondientes aparellajes;<br />
esto permite recibir en los laboratorios y talleres una<br />
tensión de 380/220 V. El centro está dotado de un sistema<br />
auxiliar de protección de maniobras y alarmas.<br />
Con el fin de suplir el suministro de red en los servicios<br />
preferentes se ha instalado un grupo electrógeno<br />
IFERCA de 650 KVA de potencia de alternador, capaz<br />
de suministrar un total de 520 KW. La puesta en marcha<br />
<strong>del</strong> grupo se realiza automáticamente a través de<br />
un cuadro de mando y maniobra al fallar el suministro<br />
de red. Al normalizarse el servicio, vuelve de nuevo la<br />
carga a la red, y se detiene el grupo.<br />
Para la compensación de la energía reactiva se dispone<br />
de una batería de condensadores trifásica, autorregulable<br />
de 180 KVAR junto al cuadro general de distribución,<br />
y dos baterías de condensadores trifásicos de<br />
36 KVAR, cada una fija a cada uno de los transformadores<br />
de potencia.<br />
Del centro de transformación, se distribuye a través<br />
de los cuadros de B.T. correspondiente a cuadros secundarios<br />
para la alimentación de los diferentes servicios<br />
de alumbrado y fuerza motriz, que componen la<br />
instalación.<br />
La mencionada instalación de alumbrado está alimentada<br />
mediante un sistema trifásico de 380/220V desde<br />
los respectivos cuadros secundarios de distribución.<br />
Los distintos talleres disponen de vapor de mercurio<br />
con halogenuros metálicos para alumbrado directo e<br />
indirecto de la nave.<br />
La instalación de fuerza motriz de cada dependencia<br />
de la edificación se alimenta de los cuadros secundarios<br />
de distribución previsto en cada una de ellas. Todos<br />
los cuadros disponen de embarrado exclusivo de<br />
red y embarrado preferente.<br />
Los talleres de pintura, escultura y textiles disponen<br />
de raíles electrificados en los embarrados laterales de<br />
220/380V, que permiten la movilidad de dichas tomas<br />
a todo lo largo <strong>del</strong> taller.<br />
Para facilitar el transporte de las piezas, los talleres de<br />
escultura, pintura y laboratorio de fotografía y radiografía<br />
poseen puentes grúa, para cargas de 1.000Kg. Por su<br />
parte, el taller de piedra tiene instalado un puente grúa<br />
que permite elevar pesos de hasta 5.000Kg. Todos los<br />
equipos de carga son de la marca VINCA.<br />
Climatización<br />
Cada uno de los talleres dispone de una climatizadora<br />
Termoven de 27.000Fr/h con baterías de frío/caliente,<br />
y resistencia de apoyo, servidos por circuitos independientes<br />
de agua fría/caliente producidos por dos máquinas<br />
enfriadoras Carrier mo<strong>del</strong>o 30 HR 121 con<br />
una potencia en cada una de ellas de 164.000Fr/h /<br />
239.000Kcal/h.
PH PH Boletín<strong>14</strong><br />
55<br />
Este sistema permite la simultaneidad de suministro<br />
frío o calor dependiendo de las necesidades de las diferentes<br />
dependencias.<br />
Como complemento, cada taller cuenta con equipos<br />
autónomos de 40.800Fr/h AIRDATA, humectadores<br />
DEFENSOR, y deshumectadores portátiles.<br />
Para el tratamiento específico de obras de arte se<br />
cuenta con una cámara climática de 6.197 Fr/h y<br />
3.087Kcal/h más 8 KW de potencia eléctrica.<br />
Por su parte, el depósito de obras de arte dispone de<br />
una potencia climática de 17,794Fr/h y 9.857Kcal/h<br />
más 12KW de potencia eléctrica.<br />
Los límites óptimos de temperatura y humedad relativa<br />
en todas las zonas relacionadas con la obra de arte se estiman<br />
entre 0ºC y 50ºC y 0% y 100%, respectivamente.<br />
Tratamiento de aguas residuales<br />
El tratamiento de las aguas residuales producidas por<br />
los diferentes laboratorios y talleres <strong>del</strong> centro se logra<br />
mediante el equipo de depuración compuesto por fosa<br />
de aneación, fosa de decantación y filtro biológico.<br />
Seguridad<br />
La seguridad <strong>del</strong> centro de intervención, como la de<br />
todo el <strong>Instituto</strong>, está controlada a través de los siguientes<br />
sistemas:<br />
a. Estación autónoma STA-128:<br />
Es una unidad que tiene la función de centralizar todos<br />
los datos adquiridos de los módulos de seguridad<br />
procesándolos posteriormente, permitiendo<br />
conocer el estado de los detectores de alarmas instantáneamente.<br />
Posee un bloque de alimentación<br />
de seguridad que se activa cuando falta la energía<br />
exterior.<br />
b. Protección interna:<br />
Los laboratorios y talleres <strong>del</strong> centro están protegidos<br />
con detectores volumétricos de doble tecnología<br />
(Doopler e infrarrojos), apoyados por un circuito<br />
cerrado de televisión además de otros dos tipos<br />
detectores contra aperturas y aperturas con golpes<br />
<strong>del</strong> tipo magnético.<br />
c. Circuito cerrado de televisión:<br />
Laboratorios, talleres y otras zonas internas vitales,<br />
disponen de un sistema de circuito cerrado de TV<br />
que funciona, además, en consonancia con el sistema<br />
de detección. El sistema permite la selección de<br />
la zona alertada, grabando la imagen, fecha, hora y<br />
cámara. Puede ser controlado manual y automáticamente.<br />
d. Control de accesos:<br />
Es un sistema centralizado, gestionado por ordenador<br />
que utiliza tarjetas magnéticas codificadas y<br />
con autorización y negación de accesos por jerarquías<br />
y horarios.<br />
e. Vigilancia presencial:<br />
Se dispone de los servicios de una empresa de seguridad,<br />
durante las 24h. <strong>del</strong> día, para la vigilancia<br />
de las instalaciones y control de los sistemas de seguridad<br />
e incendios.<br />
Detección de incendios<br />
Los laboratorios y talleres disponen de un sistema de detección<br />
automática de incendios. El sistema permite indicar<br />
de forma inmediata el principio de un incendio, evitando<br />
desencadenar falsas alarmas al tiempo que pone<br />
en marcha la extinción asignada, aun sin la intervención<br />
humana, transmitiendo las alarmas correspondientes.<br />
Los detectores de humos son en una gran mayoría <strong>del</strong><br />
tipo iónicos y el resto son de detección lineal.<br />
Estos detectores, en combinación con pulsadores, están<br />
distribuidos en 44 Zonas de riesgo, enlazados por<br />
unidades de extinción, con la central de detección y<br />
extinción.<br />
Esta central es <strong>del</strong> tipo microprocesado en rak de<br />
"19", con terminal de mando centralizado, que recibe<br />
y procesa las señales enviadas por los detectores y<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
pulsadores, activando los dispositivos de alarma y disparo,<br />
si fuese necesario.<br />
Corresponde al mo<strong>del</strong>o 664-F Fichet, y presenta las<br />
siguientes características:<br />
• 64 líneas de detección convencional para libre programa.<br />
• 1016 puntos de detección individual.<br />
• Memoria de alarma, tiempo de señalización, dependencia<br />
de doble línea, pantalla de texto de 2 x 16<br />
dígitos, programa de test de simulacro integrado,<br />
posibilidad de código de acceso, registro de memoria<br />
con hora y fecha.<br />
• 6 módulos de zona (8 zonas cada uno).<br />
• Alimentación red/batería: 220 V.C.A./12 V.C.C.<br />
Sistemas de extinción de incendios<br />
La extinción <strong>del</strong> posible incendio está prevista por los<br />
siguientes sistemas:<br />
a. Extinción automática por halon 1301:<br />
Compuesta por 16 estaciones de extinción de halon<br />
1301 situadas en los lugares de riesgo considerados,<br />
unidas a la central de incendios por unidades<br />
de extinción. El peso total de halon es de<br />
5.306Kg. Cuando una señal llega a la central desde<br />
un pulsador el disparo es inmediato. Si la señal proviene<br />
desde un detector, la central espera otra señal<br />
de otro detector contiguo, y cuando ésta llega,<br />
después de un breve retardo, ordena el disparo automático.<br />
Se dispone de unidades de extinción<br />
CEF2 de Fichet.<br />
b. Extinción móvil:<br />
Está formada por un número de extintores de tres<br />
tipos, en función <strong>del</strong> riesgo considerado: halon,<br />
CO2 y polvo polivalente. Su distribución se adecúa<br />
a la normativa vigente.<br />
c. Extinción por bocas de incendios equipadas (BIES):<br />
En todo el recinto, se han instalado BIES en número<br />
conveniente, que están permanentemente cargadas<br />
de agua a presión, conectadas a los equipos de<br />
mangueras. La red se abastece de un equipo de<br />
bombeo que a su vez lo hace de un aljibe.<br />
56<br />
Se dispone de un equipo de bombeo ubicado junto<br />
al aljibe, <strong>del</strong> que se alimenta, para a su vez abastecer<br />
a las BIES. Es un conjunto monobloc montado<br />
en bancada, formado por una bomba principal eléctrica,<br />
que se pone en marcha automáticamente<br />
cuando entra en función algún equipo de manguera.<br />
Una bomba secundaria, jokey, mantiene la presión<br />
<strong>del</strong> conjunto.<br />
Todos estos equipos tiene cubierto su funcionamiento<br />
en caso de falta de energía, por un grupo electrógeno.<br />
Instalaciones radiactivas<br />
La instalación comprende un equipo generador de Rayos-X<br />
destinado al radiografiado de obras de arte.<br />
Ocupa la nave identificada como laboratorio de fotografía<br />
y radiografía, especialmente preparada para esta<br />
función. Para su funcionamiento, la instalación cuenta<br />
con la pertinente licencia concedida por el Consejo<br />
de Seguridad Nuclear.<br />
El taller dispone de dos accesos con puertas debidamente<br />
blindadas, una normal (190 x 80cm.) para el<br />
paso <strong>del</strong> personal y otra (300 x 200cm. ) para el acceso<br />
de obras de arte. La fábrica es de ladrillo macizo<br />
de 60cm. de espesor, y está recubierta interiormente<br />
hasta una altura de 460 cm. por hoja de plomo de<br />
1,5m/m de espesor, forrada a su vez con panel decorativo.<br />
Los ventanales están forrados, asimismo, de lámina<br />
de plomo.<br />
El equipo generador de Rayos-X es un aparato PHI-<br />
LIPS PRACTIX 30. Puede trabajar a una tensión máxima<br />
de 105Kvp, disponiendo de una intensidad máxima<br />
de 50 mA (a 30Kv). La filtración inherente es de<br />
2,5m/m Al, disponiendo su haz de una geometría en<br />
forma de cono de 40º. Por su tensión de trabajo, este<br />
equipo permite clasificar a la instalación como de tercera<br />
categoría, de acuerdo con el vigente Reglamento<br />
de Instalaciones Nucleares y Radiactivas.
IDEA Criterios y Métodos<br />
Los organismos vivos como<br />
factores que contribuyen<br />
activamente al deterioro de<br />
nuestros monumentos<br />
S. García Murillo<br />
A. Martín Pérez<br />
Dpto. de Química y Edafología.<br />
Facultad de Ciencias.<br />
Universidad de Navarra<br />
pesar de que, como algún autor1 A<br />
señala,<br />
existen referencias de fenómenos de alteración<br />
de edificios provocados por organismos<br />
vivos, que datan de incluso 2500 años, la importancia<br />
que a estos fenómenos se les ha<br />
dado, en el campo de la conservación, no ha sido relevante<br />
si se compara con otras causas de alteración.<br />
Es universalmente conocido que siempre existe algún<br />
tipo de organismo vivo capaz de crecer y desarrollarse<br />
sobre cualquier tipo de sustrato y en cualquier tipo<br />
de clima 2. También es sabido que todo ser vivo en su<br />
metabolismo genera una serie de productos de deshecho<br />
o, simplemente cuando muere, deja sobre el<br />
lugar donde estaba restos orgánicos. Lo que no estaba<br />
tan claro, hasta ahora, o por lo menos no se le había<br />
concedido la importancia que merece, es que un número<br />
elevado de estos organismos, que crecen sobre<br />
57<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
1. Nave lateral Sur <strong>del</strong> Templo<br />
de la Catedral de Pamplona.<br />
Las humedades provocadas por<br />
el mal estado de algunas estructuras,<br />
el desarrollo de plantas superiores,…<br />
favorecen el crecimiento<br />
de numeroros organismos vivos<br />
(algas, líquenes, bacterias,…)<br />
los monumentos de nuestro patrimonio artístico, son<br />
capaces de generar sustancias que tienen la facultad<br />
de alterar irreversiblemente el material pétreo con la<br />
consiguiente pérdida de sus propiedades, lo que con<br />
el tiempo puede provocar o, por lo menos, acelerar<br />
un proceso de ruina.<br />
Una situación similar, aunque no exactamente la misma,<br />
se da en la formación de suelos 3 . Los procesos<br />
de formación de los mismos incluyen la participación<br />
de microorganismos en la alteración natural de las rocas,<br />
con liberación de compuestos minerales, que conducen<br />
a la formación de suelos fértiles. En el caso de<br />
los monumentos los organismos van a operar de la<br />
misma forma, es decir, a través<br />
de los mismos mecanismos;<br />
la diferencia clara está<br />
en el resultado obtenido,<br />
mientras que en la formación<br />
<strong>del</strong> suelo esos procesos son<br />
algo deseable y beneficioso,<br />
en el desarrollo sobre monumentos<br />
supone una pérdida<br />
irreparable en el patrimonio<br />
artístico de la humanidad 4, 5.<br />
El problema que el desarrollo<br />
de los organismos puede<br />
representar sobre los diferentes<br />
edificios varia de una<br />
construcción a otra en función<br />
de las distintas características<br />
que se dan en su entorno,<br />
como el clima propio<br />
de la zona, el tipo de piedra,<br />
la misma orientación <strong>del</strong><br />
edificio, la mayor o menor<br />
contaminación atmosférica y<br />
toda una serie de peculiaridades<br />
presentes en esa<br />
obra. Por todo ello, al llevar<br />
a cabo un estudio de bioalteración<br />
se hace necesario tener en cuenta todas las<br />
posibles variables constituyentes de una situación<br />
ecológica concreta, que repercuten en el desarrollo<br />
de los organismos. Incluso, se debe tener en cuenta<br />
la posibilidad de que esos organismos presentes estén<br />
dando una protección al material pétreo frente a<br />
ataques de tipo físico y/o químico 1, 6; es decir, hay<br />
que ver que organismos, de todos los que proliferan<br />
en la superficie de estos edificios, son realmente responsables<br />
de un verdadero ataque biológico y cuales<br />
únicamente están presentes y no causan alteración<br />
considerable.<br />
Frecuentemente, las alteraciones provocadas por los<br />
seres vivos pueden reconocerse claramente y adscribirlas<br />
a la presencia de organismos vivos. En otros casos,<br />
sin embargo, no resulta fácil reconocer a simple<br />
vista la presencia de agentes biológicos como factores<br />
alterantes y sólo a través de los resultados derivados<br />
de análisis pueden ponerse en evidencia.<br />
La situación está alcanzando actualmente límites insospechados,<br />
derivados de la fuerte contaminación ambiental<br />
de los últimos años, de forma que, monumentos<br />
que durante siglos han conservado un buen<br />
aspecto, en las últimas décadas han evolucionado negativamente<br />
haciéndose necesario atajar el rápido<br />
proceso degradativo.<br />
Bacterias, algas, actinomicetos, líquenes, musgos, hongos,<br />
plantas superiores y animales han sido reconocidos<br />
como organismos capaces de alterar el sustrato<br />
sobre el que se desarrollan.<br />
Microflora bacteriana<br />
La hipótesis de que la microflora bacteriana, presente<br />
en los monumentos, contribuye a su bioalteración<br />
ha sido apuntada desde hace tiempo, y numerosas<br />
investigaciones como la <strong>del</strong> Palacio de Justicia en Milán<br />
7 la Iglesia Monolítica de Aubeterre en Dronne 8<br />
la Basílica de la Puerta Mayor en Roma 9, la Portada<br />
de la Iglesia de Saint-Trophime en Arles 10, o la Fuente<br />
<strong>del</strong> Tritón en Roma 11, han mostrado una conexión<br />
entre la presencia de un elevado número de<br />
microorganismos y la existencia de áreas altamente<br />
alteradas. Como corroboración a esta hipótesis<br />
existen ensayos de bioalteración llevados a cabo en<br />
el laboratorio 12, 13, <strong>14</strong> que muestran que estos atacan<br />
el sustrato pétreo por medio de mecanismos químicos,<br />
y que los procesos de solubilización <strong>del</strong> sustrato<br />
siempre van acompañados de una acidificación <strong>del</strong><br />
medio.<br />
Entre los microorganismos de este tipo que se establecen<br />
sobre la superficie de los monumentos, y que<br />
indiscutiblemente toman parte en sus degradación, se<br />
encuentran bacterias quimiolitotróficas pertenecientes<br />
principalmente a las bacterias <strong>del</strong> ciclo <strong>del</strong> azufre y <strong>del</strong><br />
nitrógeno 15, y bacterias heterótrofas.<br />
Bacterias <strong>del</strong> ciclo <strong>del</strong> azufre<br />
58<br />
Dentro <strong>del</strong> ciclo <strong>del</strong> azufre, son las bacterias sulfooxidantes<br />
pertenecientes al género Thiobacillus y las bacterias<br />
sulforeductoras <strong>del</strong> género Desulfovibrio, las<br />
que principalmente representan un posible problema<br />
en la conservación de ciertos monumentos, ya que la<br />
acción <strong>del</strong> ácido sulfúrico y <strong>del</strong> ácido sulfhídrico, producido<br />
por ellas, puede ejercer un efecto corrosivo<br />
sobre el sustrato.<br />
El desarrollo y multiplicación de estas bacterias varía<br />
con la composición y estructura de los materiales pétreos<br />
empleados en la construcción de los monumentos<br />
y con las condiciones ambientales. Aunque
PH Boletín<strong>14</strong> 59<br />
dentro de este grupo genérico, tanto el pH de crecimiento<br />
como los requerimientos nutricionales presentan<br />
un amplio intervalo o variabilidad, cada especie<br />
requiere, en sí misma, condiciones de crecimiento<br />
específicas 16.<br />
Dada la necesidad de un aporte de compuestos <strong>del</strong><br />
azufre y su incapacidad para obtener energía a través<br />
de la oxidación <strong>del</strong> dióxido de azufre atmosférico, su<br />
presencia es prioritaria en la base de los muros 17,<br />
donde hay un aporte directo desde el suelo, y bajo<br />
cornisas o en zonas húmedas 18, donde el aporte de<br />
azufre es a través de colonizaciones biológicas previas.<br />
El tipo de alteración 4 a que normalmente dan lugar<br />
estas bacterias es la formación de una costra oscurecida,<br />
algunas veces negra, que se rompe y desprende fácilmente.<br />
Con el tiempo, esa costra se hace más dura<br />
y sólida ofreciendo un aspecto sano hasta que no se la<br />
daña mecánicamente. Bajo esa costra hay normalmente<br />
una capa de piedra pulverulenta sin cohesión. En un<br />
estado avanzado de deterioro, la costra se desprende<br />
de la superficie.<br />
La actividad de estas bacterias ha sido puesta de manifiesto<br />
en las alteraciones presentes sobre diferentes tipos<br />
de sustratos pertenecientes a varios edificios en<br />
Roma y Tivoli 16, 19, L´Alquila 20 y Aubeterre 21.<br />
Bacterias <strong>del</strong> ciclo <strong>del</strong> nitrógeno<br />
Son dentro de este grupo las bacterias nitrificantes, y<br />
más concretamente las especies Nitrobacter (nitrificante)<br />
y Nitrosovibrio (nitrosante), las que se muestran<br />
especialmente activas en los procesos de alteración<br />
de la piedra. Estas bacterias atacan la piedra<br />
utilizándola como fuente de carbono y produciendo<br />
ácidos nítrico y nitroso a partir de amoníaco, compuesto<br />
que se encuentra comúnmente en atmósferas<br />
contaminadas22, 23, 24.<br />
Los resultados de los trabajos de investigación sobre<br />
diferentes monumentos en Alemania han evidenciado<br />
correlaciones entre el contenido en nitratos y la actividad<br />
de las bacterias nitrificantes, demostrando con<br />
ello la participación activa de estos organismos en los<br />
procesos de bioalteración25; actividad ésta que también<br />
ha sido demostrada mediante experiencias de laboratorio<br />
que simulan, hasta cierto punto, los procesos<br />
naturales22, 26.<br />
Análisis estadísticos han demostrado también que los<br />
materiales con una componente carbonosa son buenos<br />
sustratos para las bacterias nitrificantes y que estos<br />
organismos prefieren sustratos con un tamaño de<br />
poro entre 1-10_µm y pH alcalinos de 7,0 a 8,0 27; algunas<br />
especies son capaces de soportar concentraciones<br />
salinas altas 23. Se han encontrado especialmente<br />
activas en lugares con excrementos de aves.<br />
Estas bacterias nitrificantes son organismos endolíticos<br />
cuyo porcentaje, respecto a la microflora total, aumenta<br />
al hacerlo la profundidad en el sustrato, si bien el<br />
número total de microorganismos decrece en el mismo<br />
sentido. Ese aumento de la flora nitrificante va<br />
acompañado de un aumento en el pH <strong>del</strong> sustrato 22.<br />
Aunque, como se ha dicho, el amoníaco puede derivar<br />
directamente de una atmósfera contaminada, también<br />
la ascensión capilar de aguas desde el suelo a los<br />
muros da lugar a un aporte importante, que estas<br />
bacterias aprovechan, creciendo así en los niveles inferiores<br />
de muros 18.<br />
Aunque con menor importancia, tanto en lo que se<br />
refiere a su presencia cuantitativa como a su actividad<br />
bioalterante, ciertas bacterias como Azotobacter y<br />
Clostridium, presentes sobre los materiales pétreos,<br />
son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico, contribuyendo<br />
de esa forma a la formación de compuestos<br />
orgánicos nitrogenados que pueden ser utilizados en<br />
su metabolismo por organismos heterótrofos (hongos,<br />
líquenes). Estos compuestos son igualmente susceptibles<br />
de ser descompuestos por bacterias amonificantes,<br />
que los convierten en amoníaco, producto que<br />
como se ha visto puede ser oxidado a nitratos por las<br />
nitrificantes 28.<br />
Bacterias heterótrofas<br />
Según recogen algunos autores 4, las bacterias heterótrofas<br />
más activas en la descomposición de la piedra<br />
son los bacilos gram negativos, no esporulados, debido<br />
a la considerable cantidad de ácido 2-oxoglucónico<br />
que producen, prefiriendo para su desarrollo sustratos<br />
de pH neutro.<br />
IDEA<br />
2. Jarrones que adornan la fachada<br />
Oeste <strong>del</strong> Templo de la<br />
Catedral de Pamplona.<br />
Los líquenes, organismos capaces<br />
de desarrollarse sobre cualquier<br />
tipo de superficie, se muestran<br />
más activos en su desarrollo<br />
sobre superficies horizontales, y<br />
en exposiciones con grado de<br />
humedad más elevado.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
3. Nave lateral Norte <strong>del</strong> Templo<br />
de la Catedral de Pamplona.<br />
Las zonas de mayor humedad y<br />
menor insolación se prestan al<br />
desarrollo intenso de musgos<br />
y algas que pueden dar lugar,<br />
como en la fotografía, a depósitos<br />
superficiales y películas biológicas,<br />
respectivamente.<br />
Grandes poblaciones de este tipo de microorganismos<br />
han sido aisladas de la superficie pétrea de varios<br />
monumentos2, <strong>14</strong>, 29, 30 y, aunque ha existido controversia<br />
en cuanto a su participación en fenómenos de<br />
alteración31, su capacidad bioalterante ha sido probada<br />
bajo condiciones experimentales12, 32, 33, 34.<br />
Bacterias quimiorganotróficas, extremadamente halotolerantes<br />
y moderadamente halófilas, han sido aisladas<br />
en microhabitats con alto contenido salino, como son<br />
las eflorescencias (Na2SO4) y las costras salinas<br />
(CaSO4), y su estudio en el laboratorio 35 indica que estos<br />
grupos de organismos pueden jugar un papel significativo<br />
en los procesos de bioalteración por la excreción<br />
de grandes cantidades de ácidos orgánicos e inorgánicos,<br />
álcalis y/o por la formación de CO2 que ataca el<br />
carbonato 36. Además, la producción de pigmentos, por<br />
su parte, da lugar a alteraciones cromáticas.<br />
También se ha observado una fluctuación de los recuentos<br />
a lo largo <strong>del</strong> año 32, 35, sugiriéndose que depende<br />
de la temperatura y de la presión osmótica. De<br />
hecho, se ha visto en el laboratorio como efectivamente<br />
la variación de la temperatura influye en su porcentaje<br />
de crecimiento, e incluso en su pigmentación 37.<br />
Actinomicetos<br />
Entre estos microorganismos los más frecuentes son<br />
los streptomicetes, organismos capaces de utilizar nitritos<br />
y nitratos y de reducir sulfatos, y de atacar las<br />
piedras calizas y los minerales silíceos con sus productos<br />
metabólicos (CO2, HNO3, H2SO4 y otros ácidos<br />
orgánicos más débiles) 5.<br />
60<br />
Su aparición resulta especialmente importante en sustratos<br />
pétreos alterados, allí donde hay una elevada<br />
humedad.<br />
El estudio de la bioalteración de la Basílica de San Clemente<br />
en Roma 38 ha mostrado en sus muros la presencia<br />
problemática de este tipo de organismos en asociación<br />
con algas. También la Basílica de la Puerta Mayor en Roma<br />
9 muestra un problema de bioalteración ligado, entre<br />
otros organismos, a la presencia de actinomicetos.<br />
Organismos botánicos<br />
Distintos organismos pertenecientes al reino vegetal<br />
pueden desarrollarse sobre nuestros monumentos y<br />
actuar como agentes alterantes <strong>del</strong> material pétreo 39.<br />
Los más representativos son algas, líquenes, musgos,<br />
hongos y plantas superiores.<br />
Líquenes<br />
Los líquenes saxícolas, especies que crecen sobre piedra,<br />
pueden clasificarse 39 teniendo en cuenta el aspecto<br />
morfológico que ofrecen, en crustáceos, foliáceos,<br />
escuamulosos y fructiculosos. Los primeros<br />
crecen directamente sobre el sustrato al que se adhieren<br />
firmemente a través de sus hifas formando una<br />
masa compacta y adherida; pueden subdividirse en<br />
endolíticos (inmersos en el sustrato) y epilíticos (crecen<br />
sobre la superficie). Los líquenes foliáceos tienen<br />
talos ligeramente ondulados y alzados sobre el sustrato.<br />
Los líquenes escuamulosos aparecen como pequeñas<br />
escamas, sin raicillas, que se adhieren por los<br />
bordes. Los fructiculosos tienen formas arbóreas, ramificadas,<br />
es decir, con talos pedunculados poco adheridos<br />
al sustrato.<br />
De estos tipos, y teniendo en cuenta lo que se ha dicho<br />
sobre su anclaje al sustrato, resulta evidente que<br />
los más dañinos son los crustáceos, los cuales, si las<br />
condiciones ambientales son favorables, adquieren extensiones<br />
notables. La Giralda de Sevilla 40 o los monumentos<br />
en Selinuntine 41 representan un ejemplo de<br />
este tipo, en el que su acción no se limita a un daño<br />
estético, sino que provocan una verdadera alteración<br />
sobre el sustrato.<br />
También, aunque con menor intensidad, ciertos autores<br />
consideran que los líquenes foliáceos pueden resultar<br />
dañinos 39 si bien otros 18 consideran que su recubrimiento<br />
protege a la piedra de su alteración posterior.<br />
En este sentido, se han hecho experiencias 42 sobre láminas<br />
<strong>del</strong>gadas de piedra para medir la profundidad a<br />
que penetran los líquenes entre los cristales de granito,<br />
llegándose a la conclusión de que los líquenes foliáceos<br />
no penetran en su interior, mientras que la penetración<br />
de los líquenes crustáceos es importante, a menudo<br />
mayor de 10 mm. Incluso, se ha observado como sobre<br />
algunos materiales pueden llegar a profundidades<br />
de varios centímetros 18, lo que origina, por vía mecánica<br />
o química, la decohesión de los granos de rocas calcáreas<br />
o de cristales de rocas cristalinas.
PH Boletín<strong>14</strong> 61<br />
Los líquenes son organismos con una distribución<br />
ecológica muy amplia y su presencia es conocida sobre<br />
cualquier tipo de sustrato. La colonización por este<br />
tipo de organismos comienza a aparecer generalmente<br />
en tres o cuatro años, pudiendo, por ello,<br />
considerarse a estos organismos como recubrimientos<br />
normales de muros y tejados. La implantación de unas<br />
especies u otras está ligada a factores ecológicos, tales<br />
como el agua, el viento, la luz, la temperatura, el tipo<br />
de sustrato y el grado de contaminación ambiental.<br />
Hay quién 43 ha tratado de establecer un cierto tipo de<br />
secuencia característica, en la que los líquenes crustáceos<br />
son los que actúan como pioneros, seguidos en<br />
su implantación por los líquenes foliáceos y por último<br />
los fructiculosos.<br />
Se ha observado que sobre piedras calcáreas se desarrollan<br />
especies calcícolas y sobre piedra granítica lo hacen<br />
especies acidófilas 18; que ciertas especies de líquenes<br />
se fijan mucho más rápidamente sobre sustratos que<br />
contienen nitritos, y que los sustratos porosos presentan<br />
un elevado número de líquenes endolíticos, mientras en<br />
los menos porosos prevalecen los epilíticos 44.<br />
Varios autores 40, 43, 45 coinciden en señalar que los excrementos<br />
de las aves, principalmente de palomas, favorecen<br />
el establecimiento de líquenes, debido al aporte<br />
extra de nitrógeno y fósforo. Son líquenes ornitocoprófilos.<br />
De la misma forma, en otras ocasiones, se ha especulado<br />
con la posibilidad de que exista una "simbiosis"<br />
entre líquenes y ciertas bacterias que en su<br />
metabolismo sean capaces de generar sustancias nitrogenadas<br />
y estimular el crecimiento de los líquenes 28.<br />
En cuanto a las condiciones ambientales, los líquenes<br />
son organismos que pueden desarrollarse sobre lugares<br />
expuestos directamente a la luz <strong>del</strong> sol, ya que,<br />
aunque en su constitución se incluye un componente<br />
algal, la presencia de los hongos supone una protección<br />
frente a la radiación ultravioleta. Son capaces de<br />
sobrevivir en ambientes poco aptos para el desarrollo<br />
de organismos vivos, superando con facilidad largos<br />
períodos de sequía o de frío intenso. Las características<br />
condiciones ambientales que envuelven a un monumento<br />
serán, por lo tanto, determinantes <strong>del</strong> desarrollo<br />
de unas u otras especies, como se comprueba<br />
en los estudios llevados a cabo en la Península Salentina<br />
en Puglia sobre las Iglesias de la Santa Cruz y Mayor<br />
en Lecce, la Iglesia de San Salvador en Sanarica, el<br />
convento de los Agustinos en Melpignano y el Muro<br />
de Gallipoli, que se corresponden con un ambiente<br />
urbano el primero, rural el segundo y tercero y marino<br />
el cuarto 46.<br />
También, en un ámbito más reducido como es la misma<br />
zona o el propio edificio, las condiciones ambientales<br />
varían favoreciendo el desarrollo de especies diferentes;<br />
estudios de este tipo son los realizados sobre<br />
Fossanova Abbey en la provincia Latina 47.<br />
Aunque los líquenes son, como se ha comentado, capaces<br />
de sobrevivir en ambientes poco aptos para el desarrollo<br />
de otros organismos, son, sin embargo, muy<br />
sensibles a la contaminación atmosférica, que además<br />
de una influencia directa y determinante en el estado<br />
de conservación de los monumentos, proporciona a los<br />
organismos unas condiciones para su desarrollo diferentes,<br />
que dan lugar a modificaciones, tanto de tipo<br />
cuantitativo como cualitativo, en las poblaciones que están<br />
afectando directamente el estado de conservación<br />
de la piedra. Este tipo de influencia se ha puesto especialmente<br />
de manifiesto en las poblaciones liquénicas,<br />
cuyo estudio ha llevado a una serie de conclusiones:<br />
a. Los sustratos calcáreos son más favorables para la<br />
colonización por líquenes (también musgos), ya<br />
que su pH alto ejerce una acción tampón o neutralizante<br />
en la toxicidad <strong>del</strong> ambiente urbano, con<br />
lo que las especies que aparecen sobre sustratos<br />
ácidos son más sensibles al SO2 que las que aparecen<br />
sobre sustratos básicos, manteniendo este tipo<br />
de sustratos (calizas, cementos, morteros) su flora<br />
durante más tiempo 40.<br />
b. Las condiciones ambientales que normalmente reinan<br />
en las ciudades reducen la diversidad de especies,<br />
y el pequeño número de plantas inferiores presentes<br />
tienen una alta capacidad reproductiva 40.<br />
c. Una escasa variedad de especies de líquenes es indicativo<br />
de un nivel moderado de contaminación o<br />
de una situación sinantrópica dominante, como<br />
puede ser la presencia en superficie de un depósito<br />
químicamente definido (por ejemplo, compuestos<br />
nitrogenados) que se superpone a los factores<br />
naturales, anulándolos 46.<br />
d. Característicamente, unas pocas especies son toxitolerantes<br />
y participan de la ventaja de una reducida<br />
competencia de especies, y algunas veces incluso<br />
pueden ser estimuladas metabólicamente por ciertos<br />
contaminantes presentes en la atmósfera 48.<br />
Diversos autores han señalado que los recientes cambios<br />
ambientales han conducido a un aumento de especies<br />
de líquenes con comportamiento agresivo sobre<br />
el sustrato, lo que explicaría por qué, además de<br />
los conocidos problemas que resultan de la contaminación<br />
atmosférica, los monumentos que han permanecido<br />
inalterados durante siglos aparecen ahora vulnerables<br />
al ataque de los líquenes y en unas<br />
condiciones de conservación precarias 49.<br />
Se ha acuñado el término de especies paleófilas 46 para<br />
aquellas especies que florecen en hábitats urbanos de<br />
una forma particularmente intensa. Estas especies son<br />
capaces de soportar niveles discretos de contaminación<br />
y hábitats hasta cierto punto "incómodos", extendiéndosen<br />
por sustratos que han sido dejados libres<br />
por otros líquenes menos competitivos en tales condiciones.<br />
Un caso claro, en el que el aumento de diferentes contaminantes<br />
ha tenido como consecuencia una variación<br />
rápida de las condiciones ecológicas, provocando la regresión<br />
de unas especies liquénicas y la proliferación<br />
súbita de otras mejor adaptadas a las nuevas condicio-<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
4. Figuras que coronan la<br />
arquería <strong>del</strong> Claustro de la<br />
Catedral de Pamplona.<br />
La asidua presencia de aves<br />
sobre los monumentos conduce<br />
a la formación de biodepósitos<br />
de guano, cuyo carácter ácido<br />
provoca fenómenos de<br />
biocorrosión <strong>del</strong> sustrato.<br />
5. Fachada Sur <strong>del</strong> Templo de la<br />
Catedral de Pamplona.<br />
Las superficies horizontales de<br />
contrafuertes, arbotantes y<br />
cañerías son lugares donde está<br />
especialmente favorecida la<br />
retención de material particulado<br />
y la alteración de morteros por<br />
parte de los agentes atmosféricos,<br />
lo que brinda una oportunidad<br />
adecuada al desarrollo de plantas<br />
superiores; organismos que<br />
afectan de forma importante<br />
al desarrollo de conservación<br />
de la Obra.<br />
nes, es la Basílica de Notre-Dame de L´Epine50, 51, 52,<br />
donde se ha dado una rápida proliferación de especies<br />
nitrófilas sobre casi todo el batimento y las especies<br />
antiguas no nitrófilas han desaparecido o han quedado<br />
confinadas a lugares protegidos <strong>del</strong> viento y <strong>del</strong> agua. El<br />
origen de todo ello parece ser el aumento significativo,<br />
en los últimos años, en el uso de abonos líquidos fácilmente<br />
dispersables.<br />
La acción bioalterante de los líquenes sobre el sustrato<br />
se lleva a cabo a través de diferentes mecanismos40, 49, 53:<br />
producción de una variada colección de ácidos liquénicos,<br />
que atacan el sustrato solubilizándolo; secreción de<br />
ácidos orgánicos simples (oxálico, cítrico, glucónico...)<br />
capaces de complejar cationes metálicos; aumento en<br />
el grado de condensación y retención de agua en la superficie<br />
pétrea; los cambios de volumen en sus hifas, entre<br />
los periodos secos y húmedos, lo que supone para<br />
la piedra un mecanismo de alteración mecánica; el mucus<br />
producido por el micobionte, en estado seco, que<br />
puede producir altas fuerzas de adhesión 54 , además de<br />
que muchas de estas sustancias mucilaginosas son agresivas<br />
y activas en superficie; el propio crecimiento de la<br />
masa liquénica, en contacto íntimo con el sustrato, supone<br />
un mecanismo de bioalteración; por último, la<br />
producción de pigmentos, que conlleva una variación<br />
cromática <strong>del</strong> sustrato 55 y el depósito producido por su<br />
desarrollo, suponen mecanismos estéticos de bioalteración.<br />
Por tanto, se puede concluir que estos organismos<br />
pueden provocar bioalteración tanto a través de procesos<br />
físicos, químicos como estéticos, llevando en el primer<br />
caso a una disrupción y fracturación <strong>del</strong> sustrato,<br />
en el segundo a una desestabilización química <strong>del</strong> sustrato<br />
y en el tercero a una apariencia desagradable <strong>del</strong><br />
mismo.<br />
62<br />
A pesar de la demostrada capacidad de los líquenes<br />
para alterar el sustrato sobre el que crecen, no siempre<br />
su presencia es indicativa de que realmente se esté<br />
dando un proceso importante de bioalteración. En<br />
algunas ocasiones, se ha señalado que el daño producido<br />
por los líquenes es exclusivamente de tipo estético,<br />
perturbando el aspecto de la obra e impidiendo su<br />
correcta apreciación. En otras ocasiones se ha apuntado<br />
que, dado el conjunto de características que confluyen,<br />
lo que la presencia de estos organismos supone<br />
es una barrera protectora para la piedra evitando<br />
que ésta sea erosionada o atacada por el ambiente, o<br />
por otro tipo de organismos, es decir, su presencia sería<br />
beneficiosa para el buen estado de conservación<br />
de la piedra47, 50, 54.<br />
Algas<br />
El tipo de algas que se desarrollan sobre los sustratos<br />
pétreos de monumentos suele ser algas microscópicas,<br />
unicelulares, aisladas o reunidas en filamentos o<br />
masas más o menos grandes, pertenecientes principalmente<br />
a las cianobacterias o algas azules, y a las algas<br />
verdes o clorofíceas.<br />
La clasificación que aquí se hace de las algas obedece a la<br />
necesidad de distinguir aquellas que realmente están provocando<br />
un daño sobre el sustrato; se distinguen, por<br />
ello, algas recubrientes, corrosivas y perforantes 56, 57. Esta<br />
clasificación puede ser correlacionada con la que otros<br />
autores 5 hacen de las algas en epilíticas, chasmolíticas y<br />
endolíticas, respectivamente.<br />
Las algas recubrientes crecen principalmente sobre<br />
material deteriorado, alterado de alguna manera por<br />
los factores ambientales, y, como su nombre indica, recubren<br />
el sustrato, tanto por su mera presencia como<br />
por la <strong>del</strong> polvo y suciedad que son capaces de retener.<br />
Las algas corrosivas, cuyo establecimiento viene<br />
favorecido por el agua de lluvia retenida en las irregularidades<br />
<strong>del</strong> sustrato, son capaces de excretar metabolitos<br />
ácidos con los que atacan el sustrato; el daño<br />
que son capaces de provocar es mayor que el de las<br />
recubrientes. Las algas perforantes, ejercen una acción<br />
más dañina mediante mecanismos físicos, además de<br />
reacciones químicas; penetran activamente en el sustrato<br />
formando microcavidades.<br />
La cantidad de algas presentes y su distribución está sujeta<br />
a la influencia de factores pedo-climatológicos 58.<br />
Como el crecimiento de las algas depende de la disponibilidad<br />
de calcio y magnesio, muestran especial<br />
preferencia por las rocas calcáreas 39 , como el mármol<br />
<strong>del</strong> Foro de Trajano, Foro Romano o de la Pirámide<br />
de Caestius 59.<br />
Muchas algas muestran una marcada sensibilidad al pH<br />
<strong>del</strong> sustrato. Así, las rocas silíceas ácidas (granitos,<br />
gneis...) están colonizadas por algas silicotrófilas, principalmente<br />
algas verdes, y las rocas alcalinas (calizas,<br />
mármoles...) están colonizadas por algas calcitrófilas,<br />
principalmente algas azules 4.
PH Boletín<strong>14</strong> 63<br />
Normalmente, las algas se encuentran en orientaciones<br />
hacia el norte o sobre zonas no expuestas a la luz<br />
directa, porque, aunque necesitan la luz para la fotosíntesis,<br />
son altamente sensibles a la radiación ultravioleta.<br />
Además, se desarrollan preferentemente sobre<br />
zonas de humedad acumulada 39. Los lugares de mayor<br />
humedad y menor temperatura favorecen el crecimiento<br />
de algas verdes frente a las cianobacterias.<br />
También la contaminación atmosférica muestra su influencia<br />
sobre este tipo de organismos, de forma tal<br />
que, por ejemplo en el estudio de Ortega-Calvo 60,no<br />
lograron aislar cianobacterias con heterocistos capaces<br />
de fijar el nitrógeno atmosférico, probablemente debido<br />
a la abundante presencia de nitrógeno combinado<br />
en la atmósfera.<br />
Según se trate de ambientes con elevado número de<br />
contaminantes (ciudades, zonas industriales) o ambientes<br />
poco contaminados (ambiente rural), parece<br />
existir una evolución diferente en el proceso de recubrimiento<br />
de los muros 61.<br />
Las algas producen y segregan una gran variedad de<br />
productos metabólicos, entre los que predominan los<br />
ácidos orgánicos, incluyendo ácido láctico, oxálico, succínico,<br />
acético, glicólico y pirúvico, que disuelven directamente<br />
los compuestos de la piedra o incrementan<br />
su solubilidad 4.<br />
Por otra parte, las algas son capaces, mediante contracciones<br />
y dilataciones sucesivas, de provocar alteraciones<br />
de origen mecánico18. Así, Ortega-Calvo60, para<br />
quién el mecanismo químico anteriormente citado<br />
no resulta relevante, demuestra la presencia sobre distintos<br />
monumentos (catedrales de Sevilla, Salamanca,<br />
Toledo, Lund, Mechelen y Bruselas; basílica Tongeren;<br />
Iglesias St. Truiden, Readskelde y Ghent) de una amplia<br />
variedad de especies, la mayoría de las cuales presentan<br />
una vaina con gran capacidad para retener<br />
agua, lo que juega un importante papel en el proceso<br />
de bioalteración invocado18. También el mucus producido<br />
por las algas, en su estado seco, puede producir<br />
altas fuerzas de adhesión44, 54.<br />
La propia película algal que recubre el sustrato, que ya<br />
de por si causa un efecto estético, ligado tanto a su presencia<br />
como a la transferencia de pigmentos55, 62, favorece<br />
la formación de depósitos superficiales de partículas<br />
de polvo, residuos, esporas y otras sustancias57, 61 y<br />
el crecimiento de otros organismos, tales como hongos<br />
y bacterias con alto potencial destructivo18, 60.<br />
Cabe también mencionar que, cuando las algas llevan<br />
a cabo sus procesos de fotosíntesis sobre medios porosos<br />
cargados de bicarbonato cálcico, utilizan el CO2<br />
disuelto, pudiendo precipitar carbonato cálcico 18.<br />
Musgos<br />
Dada su estructura, los musgos necesitan para crecer<br />
un estrato disgregado, aunque sea fino, sobre el que<br />
anclar sus primitivas raíces, es decir, no son capaces de<br />
desarrollarse directamente sobre el sustrato pétreo,<br />
sino que necesitan de un depósito previo de materia.<br />
También necesitan unas condiciones ambientales que<br />
contemplen la presencia constante de agua y una protección<br />
de la luz solar 39.<br />
Se ha señalado que este tipo de organismos crece de<br />
forma preferencial sobre morteros, provocando pronunciados<br />
efectos desintegrantes, debido a la penetración<br />
de los rizoides 43. Este sustrato resulta muy apropiado<br />
para ellos, ya que se trata de un material<br />
poroso y permeable que facilita el transporte de agua<br />
y sales en solución y que posee una superficie irregular<br />
que hace posible la captura de partículas <strong>del</strong> aire, polvo,<br />
materia orgánica y esporas 63.<br />
Puesto que los musgos no tienen usualmente órganos<br />
para la absorción de elementos minerales <strong>del</strong> suelo y<br />
el contacto entre la planta y su sustrato está escasamente<br />
desarrollado, las sales minerales y los aerosoles,<br />
suministrados por la lluvia y la deposición seca de partículas,<br />
son las principales fuentes de elementos nutritivos.<br />
De ahí la sensibilidad de la mayoría de ellos a los<br />
contaminantes atmosféricos, tales como el dióxido de<br />
azufre, ozono, fluoruros e incluso metales pesados,<br />
que ocasionan su casi completa desaparición de los<br />
núcleos urbanos e industriales 64 y que hacen que sientan<br />
preferencia por sustratos cálcareos, que como ya<br />
ha sido comentado, son capaces de neutralizar, en<br />
cierta medida, la acidez que de ellos deriva 40.<br />
La acción bioalterante llevada a cabo por los musgos<br />
es tanto a través de mecanismos físicos como químicos,<br />
aunque la acción mecánica que ejercen es muy<br />
pequeña. La acción química se desarrolla a través de<br />
los mismo mecanismos que en plantas superiores, observándose<br />
que las plantas no evolucionadas filogenéticamente<br />
tienen una capacidad más alta para extraer<br />
cationes, debido a la mayor acidez de sus raíces 5.<br />
A pesar de lo arriba expuesto, muchos autores consideran<br />
que el principal daño que producen es de naturaleza<br />
estética 39, y que uno de los peligros que representan es<br />
que su presencia origina un enriquecimiento en materia<br />
orgánica e inorgánica que abre el camino a la invasión<br />
por plantas vasculares mucho más destructivas 63.<br />
Los estudios que contemplan el desarrollo de los<br />
musgos sobre edificios con interés histórico-artístico<br />
son escasos. Destacan los de la Giralda de Sevilla 40 y la<br />
Catedral de Sevilla 64, que evidencian la participación<br />
de los musgos en los procesos de bioalteración; y los<br />
de los mosaicos romanos de Itálica, donde su presencia<br />
supuso un grave problema para la conservación de<br />
los mismos, y en los que su eliminación mediante el<br />
empleo de brochas, resultó ser un método inadecuado<br />
dado que los musgos son capaces de reproducirse<br />
a partir de fragmentos de la planta original 63.<br />
Plantas superiores<br />
También aquí, se pretende hacer una diferenciación<br />
entre los diferentes tipos de plantas que crecen sobre<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
los muros, atendiendo exclusivamente a la mayor o<br />
menor alteración que son capaces de provocar. Por<br />
ello, se pueden distinguir entre especies estacionales o<br />
perennes con crecimiento continuo, en las que la expansión<br />
progresiva de sus tallos provoca presiones cada<br />
vez mayores, y especies herbáceas, arbustivas o arbóreas,<br />
en las que el grado de alteración mecánica<br />
aumenta en el mismo orden 39.<br />
Este tipo de organismos representa un grave problema,<br />
principalmente, en la conservación de áreas arqueológicas,<br />
puesto que son lugares donde su crecimiento<br />
está especialmente favorecido 65; sin embargo,<br />
su presencia sobre cualquier tipo de monumento supone<br />
un peligro para su conservación.<br />
El deterioro <strong>del</strong> sustrato causado por este tipo de organismos<br />
es mecánico y químico, aunque no debe olvidarse<br />
la alteración de parámetros climáticos, la obstrucción<br />
física o visual y la presencia antiestética que<br />
suponen 66.<br />
Mecánicamente hay que considerar la presión ejercida<br />
por el crecimiento de las raíces, tanto apicales como<br />
radiales 6, 67, 68 que se traduce en la fracturación <strong>del</strong><br />
material sometido. Químicamente, hay que destacar:<br />
el intercambio iónico en las puntas de las raíces y la<br />
acción complejante y ácida de los exudados, que redundan<br />
en una disgregación <strong>del</strong> sustrato 5.<br />
Las plantas superiores, además, llevan a cabo indirectamente<br />
importantes fenómenos de bioalteración. Su presencia<br />
induce modificaciones climáticas importantes en<br />
los sustratos adyacentes (reducción de la insolación y <strong>del</strong><br />
viento, aumento en la retención de agua y partículas)<br />
que repercuten negativamente en el estado de conservación,<br />
tanto por sí mismas, como porque favorecen la<br />
implantación y desarrollo de otros organismos vivos.<br />
Hongos<br />
Los hongos son también organismos capaces de llevar<br />
a cabo una acción dañina sobre el sustrato, como evidencia,<br />
por ejemplo, el estudio físicoquímico, petrográfico<br />
y biológico <strong>del</strong> basalto de los monumentos de<br />
Randazzo en la región <strong>del</strong> Etna, en Sicilia 69.<br />
Se trata de organismos aislados especialmente en áreas<br />
tropicales 5, con altos índices de humedad relativa 70.<br />
En cuanto al tipo de sustratos, parece ser que las rocas<br />
ígneas básicas son más susceptibles al ataque fúngico<br />
5, comprobándose experimentalmente que los<br />
excrementos de paloma estimulan el desarrollo de<br />
ciertos hongos, con también un significativo aumento<br />
de los procesos de alteración a los que dan lugar4, 45.<br />
No obstante, otro tipo de sustratos se muestran<br />
también aptos para su desarrollo; así, hay especies<br />
que se muestran activas sobre sustratos salinos, como<br />
las eflorescencias de las pinturas murales estudiadas<br />
en Santa María de la Rábida en Huelva48, donde<br />
se ha comprobado una variación estacional de estos<br />
organismos.<br />
64<br />
Los hongos producen CO2, HNO3, H2SO4 5 y numerosos<br />
ácidos orgánicos4, 71, capaces estos últimos de<br />
formar complejos con cationes metálicos <strong>del</strong> sustrato.<br />
De esta forma disuelven piedras calizas, minerales silíceos,<br />
minerales de hierro y magnesio y distintos fosfatos.<br />
Obviamente, su acción va acompañada de un incremento<br />
en la acidez <strong>del</strong> medio72, 73.<br />
Mecánicamente, al igual que los líquenes, los cambios<br />
de volumen, la retención de agua, el propio crecimiento<br />
y la penetración de sus hifas provocan disgregaciones<br />
en el sustrato40, 49, 53, 54, 74.<br />
Krumbein 55 y Bassi 62 demostraron que son capaces de<br />
provocar alteraciones cromáticas en la superficie pétrea<br />
donde se desarrollan, bien a través de la excreción<br />
de productos metabólicos, la precipitación de<br />
óxidos de manganeso o hierro, o la producción de<br />
gran cantidad de clamidosporas.<br />
Animales<br />
En las áreas urbanas, son principalmente las palomas<br />
las que toman parte en procesos de bioalteración; en<br />
las áreas costeras y fluviales, las gaviotas; en los entornos<br />
subterráneos, como cuevas, los murciélagos; en<br />
los lugares arqueológicos se tendrá que tener en<br />
cuenta la fauna que pasta y en los monumentos históricos<br />
sumergidos, el papel de moluscos y poliquetos.<br />
La acción destructiva directa es tanto mecánica como<br />
química. La acción mecánica ejercida por rozamiento,<br />
picoteo, etc es especialmente dañina sobre aquellos<br />
sustratos de escasa adhesión. La acción química la causan<br />
los excrementos ricos en nitrógeno orgánico y<br />
fosfatos, en forma principalmente de ácido úrico, fosfórico<br />
y nítrico.<br />
La acción destructiva indirecta es llevada a cabo por la<br />
contribución de sustancias orgánicas que sirven como<br />
sustancias nutritivas a la microflora heterótrofa (bacterias,<br />
hongos). La flora autótrofa, también, puede verse<br />
favorecida por la presencia de estas sustancias.<br />
Debe tenerse en cuenta a su vez la actuación de estos<br />
organismos como vectores en la propagación de otras<br />
especies, cuyas estructuras reproductoras pueden<br />
quedar adheridas a sus pelos o patas y de esta forma<br />
ser transportadas sobre el sustrato pétreo; o como<br />
controles de las poblaciones de otros seres vivos de<br />
los que se alimentan 48.<br />
Por último, debe considerarse la actividad <strong>del</strong> hombre,<br />
quién además de ser responsable directamente <strong>del</strong> alto<br />
grado de contaminación atmosférica actual, su mera<br />
presencia, incluso en actitud respetuosa con las<br />
obras, puede provocar su deterioro, lo que como en<br />
el caso de las cuevas de Lascaux o la cueva de Altamira<br />
llevó a su cierre al público. Sobran los comentarios<br />
sobre las acciones vandálicas que es capaz de realizar<br />
en la paz y en la guerra.
PH Boletín<strong>14</strong> 65<br />
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(1987)<br />
68. Tiano, P.; Caneva, G.: Procedures for the elimination of vegetal<br />
biodeteriogens from stone monuments. Preprints of the 8th<br />
Triennal Meeting of ICOM Committee for Conservation,<br />
Sydney, Vol.III, 1201-1205 (1987)<br />
69. Lanza, S.; Sergi, S.; Stagno, F.; Triscari, M.; Grasso, S.;<br />
Gugliandolo, C.; Maugeri, T.; Ciliberto, E.; Fragala, I.; Torrisi, A.:<br />
Microbial attack on basalts from the Etna Region: A SIMS and<br />
IR study. 7th International Congress on Deterioration and<br />
Conservation of Stone, 471-480 (1992)<br />
70. Lim, G.; Tan, T.K.; Toh, A.: The fungal problem in buildings in the<br />
humid tropics. Internatinal Biodeterioration 25, 1-3, 27-37<br />
(1989)<br />
71. Kuroczkin, J.; Bode, K.; Petersen, K.; Krumbein, W.E.: Some physiological<br />
characteristics of fungi isolated from sandstone. VIth<br />
International Congress on Deterioration and Conservation of<br />
Stone, 21-25 (1989)<br />
72. Eckhardt, F.E.W.: Mechanisms of the microbial degradation of<br />
minerals in sandstone monuments, medieval frescoes and plaster.<br />
Actes Cong. Int. Alteration Conservation Pierre, 5th.,<br />
Lausanne 25, 643-652 (1985)<br />
73. Petersen, K.; Kuroczkin, J.; Strzelczyk, A.B.; Krumbein, W.E.:<br />
Distribution and effects of fungi on and in sandstone.<br />
Biodeterioration 7, 123-128 (1988)<br />
74. Salvadori, O.; Zitelli, A.: Monohydrate and dihydrate calcium<br />
oxalate in living lichen incrustations biodeteriorating marble<br />
columns of the Basilica of Santa Maria Assunta on the Island of<br />
Torcello (Venice). Proceeding of International Symposium The<br />
Conservation of Stone II, Bologna, 379-390 (1981)
Inventario de la vegetación<br />
y estudio de la interferencia<br />
biocida con los materiales<br />
pétreos <strong>del</strong> yacimiento <strong>del</strong><br />
cerro de la plaza de armas<br />
de Puente Tablas (JAÉN)<br />
Marta Sameño Puerto<br />
Rosario Villegas Sánchez<br />
Departamento de Análisis<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Jorge García Rowe<br />
Departamento de<br />
Biología Vegetal y Ecología<br />
Fac. de Farmacia, Universidad de Sevilla<br />
L<br />
as rocas pueden sufrir procesos de alteración<br />
de tres tipos: físicos, químicos y<br />
biológicos. La alteración biológica se debe<br />
a la influencia ejercida por los vegetales,<br />
superiores e inferiores, y por los<br />
animales. La vegetación puede producir alteraciones<br />
por varias causas:<br />
Musgos y líquenes: actúan como acumuladores de humedad.<br />
El sustrato permanece húmedo más tiempo y<br />
esto favorece su alteración. No obstante, los líquenes<br />
pueden ejercer un efecto protector contra agentes<br />
degradantes puesto que forman un revestimiento sobre<br />
la superficie de la piedra.<br />
67<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Plantas superiores: sus raíces pueden provocar efectos<br />
mecánicos de disgregación de materiales, provocando<br />
desprendimientos periódicos. Sin embargo, la<br />
vegetación es beneficiosa en cuanto a que retarda la<br />
erosión, estabiliza la pendiente, etc.<br />
Los lienzos de muralla y demás estrucuras de habitación<br />
(fig. 1) sacadas a la luz por las excavaciones en el<br />
yacimiento arqueológico de Puente Tablas, sufren un<br />
fuerte problema de colonización de diversas especies,<br />
fundamentalmente de plantas superiores. Se ha llevado<br />
a cabo un análisis de la vegetación existente, determinando<br />
y describiendo cada especie, así como su correspondiente<br />
biotipo que indica de qué forma dicha<br />
especie altera el sustrato.<br />
Generalmente, cuando se restaura un edificio o monumento<br />
de piedra, los principales objetivos incluyen<br />
tratamientos de limpieza, de ahí la importancia <strong>del</strong> estudio<br />
sobre tratamientos biocidas efectivos que limpien,<br />
inhiban y erradiquen crecimientos macro y microbiológicos<br />
en obras de arte pétreas.<br />
La efectividad de los biocidas ha sido ampliamente estudiada,<br />
pero no así el efecto de estas sustancias sobre<br />
los componentes de la piedra. El objetivo de este estudio<br />
es verificar el efecto de los tratamientos biocidas<br />
sobre los materiales pétreos, utilizando diversos ensayos<br />
y métodos de aplicación de los productos (L. Schnabel,<br />
1991).<br />
Los productos biocidas, su concentración y el método<br />
de aplicación se han seleccionado para subrayar la posible<br />
interacción de los mismos con la superficie de la<br />
piedra. Las características de las piedras ensayadas se<br />
han determinado antes y después <strong>del</strong> tratamiento biocida.<br />
Se han usado las siguientes técnicas: medida de la<br />
absorción de agua por capilaridad y de la alteración<br />
cromática y observaciones con microscopio electrónico<br />
de barrido (M. P. Nugari, P. Pallechi y D. Pinna,<br />
1993). Por último se han realizado ensayos de envejecimiento<br />
acelerado.<br />
1.<br />
INVENTARIO DE LA VEGETACIÓN<br />
Biotipos<br />
Se distinguen distintos biotipos que afectan desigualmente<br />
a las estructuras emergentes (J. García Rowe y<br />
C. Sáiz-Jiménez, 1991).<br />
Biotipos de líquenes y briofitos<br />
Crustáceo. Talo fuertemente adherido al sustrato por<br />
toda su superficie, carece de córtex inferior y se fija a<br />
través de las hifas <strong>del</strong> hongo que penetran en el sustrato.<br />
El talo puede desarrollarse totalmente incrustado en<br />
rocas (endolítico) o bien sobre el sustrato (epilítico).<br />
Desde el punto de vista de la erosión química y mecánica<br />
son los talos que presentan un mayor efecto negativo.<br />
Foliáceo. El talo presenta un córtex inferior bien definido<br />
y se adhiere al sustrato mediante ricinas producidas<br />
por el hongo <strong>del</strong> líquen. La erosión química es menos<br />
acusada, si bien la erosión mecánica producida por las<br />
ricinas puede ser mayor que en el caso anterior.<br />
Escuamuloso. Talo formado por escamas con los bordes<br />
laxamente adheridos al sustrato, a veces superpuestas.<br />
Algunos no tienen córtex inferior, otros sí.<br />
Fruticuloso. Talo que tiene la forma de un pequeño<br />
arbusto erecto o pendiente y que se fija al sustrato<br />
por un punto (disco de fijación), por lo cual la erosión<br />
química es mucho menos acusada, pero la erosión<br />
mecánica es igual o superior que en el caso de los foliáceos.<br />
Las ramificaciones pueden ser cilíndricas o<br />
aplanadas (lacinias).<br />
Folioso. Biotipo de briofitos que supone el mismo impacto<br />
que los talos foliáceos de los líquenes porque se<br />
adhieren al sustrato mediante rizoides.<br />
Taloso. Biotipo de hepáticas. Similar en cuanto a impacto<br />
al caso anterior.<br />
Biotipos de plantas superiores<br />
68<br />
Terófito. Plantas que cumplen su ciclo vital completo<br />
en la estación favorable (anuales). No hay estructuras<br />
perdurables excepto las semillas. El grado de desarrollo<br />
alcanzado por los terófitos depende de la especie<br />
considerada.<br />
Hemicriptófito. Plantas en las que la parte aérea muere<br />
cada año, quedando las yemas perdurantes a ras<br />
<strong>del</strong> suelo. No suelen alcanzar tallas tan altas como los<br />
terófitos, pero al ser perennes la erosión mecánica<br />
puede ser más grave para el sustrato.<br />
Caméfito. Plantas leñosas de poco porte, con yemas<br />
perdurantes que no se elevan más de 20-25<br />
cm <strong>del</strong> suelo.
PH Boletín<strong>14</strong> 69<br />
Criptófito. Plantas cuyas partes perdurantes quedan<br />
bien protegidas bajo la superficie <strong>del</strong> sustrato, acomodándose<br />
en fisuras, grietas y superficies de escorrentía.<br />
Desde el punto de vista de la erosión mecánica son<br />
las que pueden provocar un mayor daño.<br />
Fanerófito. Plantas leñosas arbóreas. Su grado de<br />
desarrollo se ve claramente condicionado por la accesibilidad<br />
y la riqueza <strong>del</strong> sustrato así como por la<br />
abundancia de agua. Desde el punto de vista mecánico<br />
son las más perjudiciales debido al tamaño y<br />
volumen que pueden alcanzar sus raíces.<br />
Material y métodos<br />
La información necesaria para la realización de este<br />
estudio se ha obtenido de las siguientes fuentes:<br />
el material bibliográfico utilizado y el material recolectado<br />
en las excursiones realizadas al yacimiento<br />
arqueológico.<br />
El proceso seguido se estructura en 3 fases: recogida<br />
<strong>del</strong> material, determinación <strong>del</strong> mismo y elaboración<br />
de datos.<br />
Las muestras tomadas para el estudio <strong>del</strong> biodeterioro,<br />
son las que aparecen sobre las estructuras excavadas<br />
o próximas a ellas.<br />
Líquenes<br />
La toma de muestra se ha realizado en aquellos puntos<br />
de la superficie de la piedra en los que las alteraciones<br />
eran más significativas y representativas. Se han<br />
registrado las características <strong>del</strong> área elegida, sustrato,<br />
orientación, etc.<br />
Se han tomado muestras con distintas especies en zonas<br />
de distinta ecología (ver fig. 2). También se ha tomado<br />
1 muestra de la piedra que presentaba pequeñas<br />
punteaduras quizás producidas por los talos de<br />
líquenes endolíticos (biopitting).<br />
Para su determinación y descripción se ha consultado<br />
la clave de P. Ozenda y G. Clauzade (1970) y se han<br />
utilizado los siguientes reactivos, indicando en cada caso<br />
si la reacción es positiva y el color:<br />
Briofitos<br />
K: Solución concentrada de KOH en agua.<br />
Cl: Hipoclorito sódico en solución acuosa<br />
comercial (lejía concentrada).<br />
I: Solución de yodo en yoduro potásico.<br />
N: Acido nítrico concentrado.<br />
Se han tomado 4 muestras de musgos aún estériles.<br />
Sin embargo no se ha observado que estos organismos<br />
intervengan de forma significativa en los procesos<br />
de alteración biológica <strong>del</strong> yacimiento, por lo que no<br />
se procedió a su determinación.<br />
Plantas superiores<br />
En el caso de Puente Tablas se trata de una vegetación típica<br />
de lugares secos e incluso semiáridos (fig. 3), que se<br />
encuentra en los afloramientos calizos y en algunas laderas<br />
y llanuras no aptas para el cultivo. También en los<br />
márgenes de caminos.<br />
La toma de muestras se ha llevado a cabo en las visitas<br />
realizadas al yacimiento. Para su determinación y<br />
descripción se ha utilizado la clave de G. Bonnier y G.<br />
de Layens (1988) y la de B. Valdés, S. Talavera y E. Fernández-Galiano<br />
(eds.) (1987).<br />
3.<br />
IDEA<br />
2.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
RESULTADOS<br />
Líquenes<br />
Se ha realizado un listado de las distintas especies.<br />
ESPECIE BIOTIPO ESPECIE BIOTIPO<br />
Acarospora cervina (Pers.) Massal Escuamuloso<br />
Acarospora laqueata Stizenb. Escuamuloso<br />
Aspicilia hoffmanii (Ach.) Flag. Crustáceo<br />
Aspicilia radiosa H. Magn. Crustáceo<br />
Caloplaca erytrocarpa (Pers.) Zw. Crustáceo<br />
Caloplaca sp1 Crustáceo<br />
Caloplaca sp2 Crustáceo<br />
Caloplaca teicholyta (Ach.) Steiner Crustáceo<br />
C. velana (Massal) Du Rietz. var. dolomitícola (Hue) Zahlbr. Crustáceo<br />
Caloplaca vitellinula (Nyl.) Oliv. Crustáceo<br />
Plantas superiores<br />
Se ha realizado un listado de las distintas especies.<br />
Aegilops ovata L. M. Terófito<br />
Allium pallens L. M. Criptófito<br />
Althaea longiflora Boiss & Reuter M. Terófito<br />
Alyssum symplex (L.) Rudolphi M./C Terófito<br />
Anacyclus clavatus (Desf.) Pers. C. Terófito<br />
Anchusa azurea C. Hemicriptófito<br />
Anchusa undulata subsp. granatensis<br />
(Boiss.) Valdés C. Hemicriptófito<br />
Anthemis arvensis L. M./C. Terófito<br />
Artemisia barrelieri Besser C Caméfito<br />
Asparagus albus L M. Caméfito<br />
Aspho<strong>del</strong>us fistulosus L C. Hemicriptófito<br />
Asteriscus spinosus L. C. Terófito<br />
Astragalus hamosus L. C. Terófito<br />
Atractylis cancellata L.<br />
Avena barbata Pott & Link<br />
M. Terófito<br />
subsp. barbata C. Terófito<br />
Avena sativa L. M. Terófito<br />
Ballota hirsuta Bentham C. Hemicriptófito<br />
Bellardia trixago (L.) All. M. Terófito<br />
Bombycilaena discolor (Pers.) Laínz M. Terófito<br />
Brachypodium distachyon (L.) Beauv. M. Terófito<br />
Bromus matritensis L. C. Terófito<br />
Bromus rubens L. M./C. Terófito<br />
Bupleurum semicompositum L. M. Terófito<br />
Cachrys sicula L. M. Hemicriptófito<br />
Caléndula arvensis L. C. Terófito<br />
Capparis ovata Desf. C. Caméfito<br />
Carduus bourgeanus Boiss. & Reuter C. Hemicriptófito<br />
Catanche lutea L. M./C. Terófito<br />
Centaurea mellitensis L. M./C. Terófito<br />
70<br />
Can<strong>del</strong>ariella xanthostigma (Pers.) Lett. Crustáceo<br />
Collema tenax (Sw.) Ach Foliáceo<br />
Lecania erysibe (Ach.) Mudd.<br />
Lecanora muralis (Schreb.) Rabenh<br />
Crustáceo<br />
var. versicolor (Pers.) Tuck. Crustáceo<br />
Lecanora prominens Clauz. et Vèzda. Crustáceo<br />
Poeltinula aff. cerebrina (DC.) Hafellner Crustáceo<br />
Rinodina calcarea (Hepp.) Arn. Crustáceo<br />
Verrucaria sp. Crustáceo<br />
ESPECIE LOCALIZACIÓN BIOTIPO ESPECIE LOCALIZACIÓN BIOTIPO<br />
Chamaemelum nobile (L.) All. C. Hemicriptófito<br />
Cichorium intybus L. M. Hemicriptófito<br />
Cleonia lusitanica L. M. Terófito<br />
Convolvulus althaeoides L. C Hemicriptófito<br />
Convolvulus arvensis L. C. Hemicriptófito<br />
Crepis vesicaria L. C. Terófito<br />
Dactylis glomerata L. M./C. Hemicriptófito<br />
Daucus carota L. subsp. carota M. Hemicriptófito<br />
Diplotaxis virgata (Cav.) DC. M./C. Terófito<br />
Ecbalium elaterium L. C. Hemicriptófito<br />
Echinops strigosus L. M. Hemicriptófito<br />
Echium creticum L. C. Hemicriptófito<br />
Erodium ciconium (L.) L'Hér. M./C. Hemicriptófito<br />
Erodium malacoides (L.) L'Hér.<br />
Eruca sativa Miller subsp. longirostris<br />
C. Terófito<br />
(Uechtr.) Jahandiez & Maire M. Terófito<br />
Eryngium campestris L. C. Hemicriptófito<br />
Euphorbia serrata L. M. Hemicriptófito<br />
Evax pigmaea L. M. Terófito<br />
Filago lutescens Jordan<br />
Foeniculum vulgare Miller subsp.<br />
C. Terófito<br />
piperitum (Ucria) Sweet C. Hemicriptófito<br />
Fumaria faurei (Pugsley) Lidén C. Terófito<br />
Galium aparine L. C. Terófito<br />
Galium parissiense L. C. Terófito<br />
Galium verrucosum Hudson C. Terófito<br />
Glacium corniculatum (L.) J.H.Rudolph C. Hemicriptófito<br />
Hedysarum glomeratum F. G. Dietrich<br />
Hordeum murinum subsp.<br />
M. Terófito<br />
leporinum (Link) Arcangeli C. Terófito<br />
Lamarckia aurea (L.) Moench. C. Terófito
PH Boletín<strong>14</strong> 71<br />
Leontodon longirostis<br />
(Finch & P.D. Sell) Talavera M. Terófito<br />
Lepidium subulatum L. C. Caméfito<br />
Linaria latifolia Desf. C. Terófito<br />
Linum strictum L. C. Terófito<br />
Linum tenue Desf. M. Terófito<br />
Lygeum spartum L. M. Hemicriptófito<br />
Marrubium vulgare L. C. Hemicriptófito<br />
Medicago minima (L.) Bartal M./C. Terófito<br />
Medicago polymorpha L. C. Terófito<br />
Moricandia arvensis L. M. Hemicriptófito<br />
Muscari commosum (L.) Miller M./C. Criptófito<br />
Nigella papillosa G. López M. Terófito<br />
Ononis natrix L. M./C. Hemicriptófito<br />
Ononis viscosa L. M. Terófito<br />
Onopordum nervosum Boiss. C. Hemicriptófito<br />
Onosma tricerosperma Lag. M. Hemicriptófito<br />
Ornithogalum narbonense L. M. Criptófito<br />
Papaver hybridum L. C. Terófito<br />
Papaver rhoeas L. C. Terófito<br />
Parentucellia viscosa (L.) Caruel M. Terófito<br />
Piptaterum miliaceum (L.) Cosson C. Hemicriptófito<br />
Plantago afra L. C. Terófito<br />
Plantago albicans L. M./C. Hemicriptófito<br />
Plantago bellardii All. C. Terófito<br />
Plantago lagopus L. M./C. Hemicriptófito<br />
Plantago lanceolata L. C. Hemicriptófito<br />
Discusión<br />
Actualmente los líquenes no juegan un papel importante<br />
en el deterioro de las estructuras presentes en<br />
el yacimiento, esto es debido a que éstas han sido<br />
descubiertas no hace mucho tiempo; no obstante se<br />
ha procedido a su determinación con objeto de conocer<br />
las distintas especies existentes, ya que los líquenes<br />
son los organismos que inician la sucesión<br />
biológica, seguidos por los briofitos y las plantas superiores.<br />
De los biotipos presentes el más abundante es el<br />
crustáceo, se observa algún escuamuloso y algún<br />
foliáceo.<br />
En cuanto a las plantas superiores, se trata de una<br />
vegetación típica de lugares secos e incluso semiáridos<br />
que se encuentra frecuentemente en los<br />
márgenes de los caminos. Se han observado matorrales<br />
de distintas especies adaptadas a la sericidad:<br />
presencia de pelos en el envés de la hoja, hojas<br />
con bordes revolutos, etc. El objetivo de estas<br />
adaptaciones es evitar la pérdida de agua por<br />
transpiración.<br />
Las familias que más abundan son las compuestas, las<br />
gramíneas y las papilonáceas. También existen algunas<br />
labiadas. Por otro lado, se ha visto que el porcentaje<br />
de las distintas familias es muy similar en las 2 localidades<br />
de muestreo.<br />
Platycapnos spicata (L.) Bernh. C. Terófito<br />
Rapistrum rugosum (L.)<br />
All. subsp. lineanum M. Terófito<br />
Reseda lanceolata Lag. C. Terófito<br />
Reseda phyteuma L C. Terófito<br />
Retama sphaerocarpa (L.) Boiss. C. Caméfito<br />
Rubia peregrina L. C. Hemicriptófito<br />
Salvia argentea L. M. Hemicriptófito<br />
Salvia verbenaca L. M. Hemicriptófito<br />
Scabiosa stelata L. M. Terófito<br />
Scorzonera laciniata L. C. Hemicriptófito<br />
Silene colorata Poiret C. Terófito<br />
Silene inflata (Salisb.) Sm. M. Hemicriptófito<br />
Silene nocturna L. C. Terófito<br />
Silene rubella L. subsp. bergiana<br />
(Lindman) Malagarriga C. Terófito<br />
Sonchus asper (L.) Hill C. Terófito<br />
Sonchus tenerrimus L. C. Hemicriptófito<br />
Stipa capensis Thumb. C. Terófito<br />
Stipa parviflora Desf. M. Hemicriptófito<br />
Thapsia villosa L. C. Hemicriptófito<br />
Thymus zygis Loefl. & L. subsp.<br />
gracilis (Boiss.) R. Morales M. Caméfito<br />
Tragopogon porrifolius L. C. Hemicriptófito<br />
Trifolium stellatum L. M. Terófito<br />
Trigonella mospeliaca L. C. Terófito<br />
Con respecto a los biotipos presentes, el más abundante<br />
es el terófito seguido por el hemicriptófito.<br />
También se han inventariado, en menor porcentaje,<br />
muchos caméfitos (arbustos) y algunos criptófitos<br />
(plantas bulbosas). Así pues, esto nos da una idea <strong>del</strong><br />
tipo de alteración producida.<br />
Conclusiones<br />
El análisis y determinación de la flora y la vegetación<br />
que crece en el yacimiento debe ser considerado como<br />
una contribución importante e imprescindible al<br />
estudio de tratamientos biocidas para la conservación.<br />
Estos análisis son útiles para el control de la vegetación<br />
ruderal y el biodeterioro. El estudio de los distintos<br />
biotipos que predominan en el yacimiento han<br />
ayudado a la posterior elección de los biocidas que se<br />
van a emplear para su control.<br />
INTERFERENCIA DE LOS BIOCIDAS<br />
CON LOS MATERIALES PÉTREOS<br />
Materiales<br />
Litotipos<br />
C.: Zona de casas y sus alrededores. M.: Zona de muralla y sus alrededores.<br />
Se ha usado el tipo de piedra característico <strong>del</strong> yacimiento,<br />
una caliza micrítica (caliza roja), que presenta<br />
un cierto porcentaje de hierro en su compo-<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
INCREMENTO PESO %<br />
sición, y una caliza dolomítica (caliza gris). Se han<br />
utilizado probetas de 2x2x5cm.<br />
Productos herbicidas<br />
Los herbicidas utilizados han sido<br />
(C. de Liñán Vicente, 1993):<br />
1) PARACUAT, 20%, p/v. LS. Referido como producto A.<br />
2) GLIFOSATO, 18 % + MCPA, sal isopropilamina,<br />
18%, p/v. LS. Referido como producto B.<br />
3) TRIBENURON, 25 % + TIFENSULFORON, 50%.<br />
GR. Referido como producto C.<br />
Se han disuelto en agua destilada a unas concentraciones<br />
que pueden reproducir el efecto de tratamientos<br />
repetidos (tratamientos estacionales). Los dos primeros<br />
se han usado al 2,5% y el último al 1%.<br />
Aplicación de los herbicidas<br />
Los herbicidas se han aplicado de distinta forma según<br />
el ensayo al que se fueran a someter las probetas.<br />
Antes de aplicar los productos, se han lavado las<br />
muestras con agua destilada y se han secado a 60ºC<br />
(ICR-CNR, 1985).<br />
Impregnación por capilaridad. Las probetas se colocan<br />
sobre papel de filtro impregnado en los productos<br />
durante 24 horas. Las muestras así tratadas se usan<br />
para determinar la alteración cromática y la absorción<br />
de agua por capilaridad.<br />
Impregnación por inmersión de las muestras durante 48<br />
horas. Dichas muestras se han utilizado para la observación<br />
al SEM de las posibles alteraciones producidas.<br />
Gráfica 1. Caliza gris. Alteración acelerada<br />
0,4<br />
0,2<br />
0<br />
-0,2<br />
0 2 4 6 8 10<br />
CICLOS<br />
12 <strong>14</strong> 16 18 20<br />
Producto A Producto B Producto C Agua destilada<br />
Métodos de análisis y ensayos<br />
Absorción de agua por capilaridad<br />
El ensayo de capilaridad se realiza sobre probetas previamente<br />
lavadas con agua destilada y secadas en estufa.<br />
Las probetas se colocan sobre una capa de papel<br />
de filtro que se mantiene saturado de agua durante<br />
todo el ensayo, cuidando de que el agua no toque las<br />
caras laterales de la probeta, de forma que penetre en<br />
ella sólo por la cara inferior (ICR-CNR, 1985). Las<br />
medidas se han realizado con 3 muestras de cada tipo<br />
de caliza, con cada uno de los 3 herbicidas, antes y<br />
después de la impregnación.<br />
Microscopio electrónico de barrido<br />
La microscopía electrónica de barrido es muy valiosa<br />
para el estudio de diversos mecanismos responsables<br />
de la alteración de la piedra:<br />
• la formación y crecimiento de cristales en la superficie<br />
tras el tratamiento biocida,<br />
• la corrosión, lavado o disolución de constituyentes minerales<br />
como consecuencia de las soluciones ácidas,<br />
• el crecimiento sobre la piedra de organismos tales<br />
como bacterias, algas, hongos y líquenes, con las correspondientes<br />
consecuencias físicas y químicas.<br />
La principal ventaja de este método se basa en la posibilidad<br />
de realizar microanálisis, en una zona o punto previamente<br />
seleccionados, mediante un detector de espectrometría<br />
de energía dispersada (ICR-CNR, 1981).<br />
Color<br />
El posible cambio de color que se produce en las probetas<br />
tras el tratamiento biocida es cuantificado mediante<br />
el "Munsell soil color charts". La medida <strong>del</strong> color<br />
se ha realizado en las muestras tratadas por<br />
capilaridad con los herbicidas.<br />
Ensayo de alteración acelerada<br />
El ensayos de envejecimiento acelerado ha consistido en:<br />
72<br />
•pesada inicial <strong>del</strong> material,<br />
•inmersión en las 3 soluciones de los distintos biocidas<br />
y en la solución testigo (agua destilada) durante<br />
3 h,<br />
•secado en estufa a 60ºC durante 20 h,<br />
•estabilización a temperatura ambiente durante 1h,<br />
•pesada <strong>del</strong> material.<br />
Este ciclo se repite 20 veces (RILEM-V1a, V1b, V-2, V-<br />
3; DIN 52104, 52111, 52250; ASTM C-67, C-88, C-<br />
218, C-290, C-291; UNE 7-062, 7-136, 7-192, 22-174,<br />
22-184, 22-193). Se han realizado observaciones al<br />
microscopio electrónico de barrido a la mitad (10º ciclo)<br />
y al final (20º ciclo) <strong>del</strong> ensayo.
PH Boletín<strong>14</strong> 73<br />
Resultados y discusión<br />
Absorción de agua por capilaridad<br />
Los resultados aparecen en la tabla 1. Se ha observado<br />
que la absorción de agua después <strong>del</strong> tratamiento biocida<br />
en ambos tipos de caliza disminuye apreciablemente<br />
en todos los casos, salvo en el producto A. Esta variación<br />
de absorción de agua puede ser debida a cambios<br />
producidos en la microporosidad de la superficie.<br />
Tabla 1. Absorción de agua por capilaridad (mg/cm 2)<br />
En ambos tipos de piedra el tratamiento con el producto<br />
B disminuye considerablemente la absorción, si<br />
bien en la caliza rojiza esta disminución es muy grande<br />
al inicio <strong>del</strong> ensayo y algo menor al final. Este resultado<br />
puede estar relacionado con la alta viscosidad <strong>del</strong> producto<br />
u otras características químicas. Con el producto<br />
C, la disminución inicial es menor, pero al final <strong>del</strong><br />
ensayo la reducción es mayor que en el caso anterior<br />
(para la caliza roja). Las muestras tratadas con el producto<br />
A no muestran variaciones significativas.<br />
Alteración cromática<br />
La alteración cromática se muestra en la tabla 2. Para<br />
cuantificar el posible cambio de color producido en las<br />
distintas muestras de piedra se ha utilizado el "Munsell<br />
soil color charts". El tratamiento herbicida causa variaciones<br />
cromáticas, con respecto al color obtenido con<br />
agua destilada, en la caliza gris, sin embargo no se ha<br />
observado variación en la caliza roja (fig. 4).<br />
La alteración es evidente en la caliza gris tratada con<br />
el producto A y el B. Con el producto A la piedra<br />
muestra un evidente color verdoso (el mismo que el<br />
<strong>del</strong> herbicida). En contraste, el tratamiento con el producto<br />
B causa una coloración blanquecina (gris más<br />
claro). Sin embargo, ambas alteraciones no aparecen<br />
cuando el contacto piedra-biocida es menos intenso,<br />
por ejemplo por pulverización.<br />
Observación al SEM<br />
Las observaciones realizadas con el microscopio electrónico<br />
de barrido, no han mostrado una alteración<br />
muy evidente de la piedra tras la impregnación por inmersión.<br />
La caliza gris presenta en su superficie, tras<br />
el tratamiento con el producto B, unos cristales de<br />
aproximadamente 400 µm; mientras que los cristales<br />
que presenta la caliza roja son más pequeños y menos<br />
numerosos, lo cual puede ser debido a la presencia<br />
de óxido de hierro en la piedra (fig. 5 y 6). Un microanálisis<br />
de estos cristales muestra un pico de calcio y<br />
otro menor de fósforo, lo que indica una posible reacción<br />
<strong>del</strong> herbicida con la piedra.<br />
CALIZA ROJA CALIZA GRIS<br />
30 min 60 min 3 h 24 h 30 min 60 min 3 h 24 h<br />
A 38 47 58 84 26 26 26 36<br />
A* 33,2 42 61,6 79,2 15,2 16,4 26,4 37,2<br />
B 36 45 57 80 25 25 26 35<br />
B* 7,2 8 29,6 68 10,4 8 10,8 5,2<br />
C 37 47 57 80 24 25 26 36<br />
C* 25,2 32,4 38,4 48,4 10 9,6 <strong>14</strong>,4 19,6<br />
A,B,C = Antes <strong>del</strong> tratamiento. A*,B*,C* = Después <strong>del</strong> tratamiento con los distintos productos.<br />
Tabla 2. Variación cromática<br />
INCREMENTO PESO %<br />
0,4<br />
0,2<br />
0<br />
-0,2<br />
0 2 4 6 8 10<br />
Producto A<br />
CALIZA ROJA CALIZA GRIS<br />
Producto A 10 YR 6/4 5 Y 6/2<br />
Producto B 10 YR 6/4 2,5 YR 7/0<br />
Producto C 10 YR 6/4 2,5 YR 6/2<br />
Blanco 10 YR 6/4 2,5 YR 6/2<br />
Gráfica 2. Caliza rojiza Alteración acelerada<br />
CICLOS<br />
12 <strong>14</strong> 16 18 20<br />
Producto B Producto C Agua destilada<br />
IDEA
PH Boletín<strong>14</strong><br />
IDEA<br />
4.<br />
6.<br />
Ensayo de alteración acelerada<br />
Los resultados se muestran en las gráficas 1 y 2. Se<br />
han observado resultados diferentes en los 2 tipos de<br />
caliza que se han utilizado.<br />
Tras finalizar el ensayo, en la caliza roja se ha producido<br />
una ganancia de peso <strong>del</strong> 0,13% para el producto<br />
A, 0,26% para el producto B y 0,04% para el producto<br />
C. En el caso <strong>del</strong> agua destilada no se produce ganancia<br />
(0,01%) ni pérdida de peso.<br />
En la caliza gris se ha observado sin embargo una pérdida<br />
de peso <strong>del</strong> 0,07% para el producto B, 0,03% para<br />
el producto C y una ganancia <strong>del</strong> 0,05% para el<br />
producto A. Para el agua destilada se mantiene el mismo<br />
peso (ganancia <strong>del</strong> 0,01%).<br />
Nuevamente se ha observado al microscopio electrónico<br />
de barrido la caliza gris tratada con el producto<br />
B, detectándose la presencia de cristales semejantes a<br />
los que aparecen tras la impregnación por inmersión,<br />
aunque de menor tamaño. Esto puede explicarse por<br />
el hecho de que, en el segundo ensayo se ha provocado<br />
la cristalización y solubilización sucesivas repetidas<br />
veces, de forma que los cristales formados son más<br />
pequeños (fig. 4). Los resultados de un microanálisis<br />
de estos cristales coinciden con los anteriores.<br />
En resúmen, la variación de peso de las probetas con<br />
cada uno de los tratamientos es muy baja, y la alteración<br />
microscópica también es poco significativa, por lo<br />
que puede considerarse que dichos tratamientos ejercen<br />
un efecto prácticamente inapreciable.<br />
Conclusiones<br />
No se observa ningún cambio significativo de color <strong>del</strong><br />
material empleado con ninguno de los productos ensayados<br />
en el período de reacción estudiado, excepto en<br />
el caso <strong>del</strong> producto A, que causa una ligera coloración<br />
verdosa en la caliza gris por lo que no se aconseja su<br />
uso en zonas próximas a las estructuras emergentes.<br />
5.<br />
Las propiedades físicas de las calizas no varían significativamente<br />
después <strong>del</strong> contacto con los herbicidas;<br />
por observación al SEM se aprecian en la superficie de<br />
la piedra, en el caso <strong>del</strong> producto B, cristales producidos<br />
posiblemente por reacción <strong>del</strong> mismo, aunque dicha<br />
reacción es muy superficial.<br />
Bibliografía<br />
74<br />
• ASTM C-67, C-88, C-218, C-290, C-291.<br />
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• VALDÉS, B., S. TALAVERA & E. FERNANDEZ-GALIANO<br />
(eds.) (1987). Flora vascular de Andalucía occidental. Ketres.
DOCUMENTO<br />
Reflexiones en el tiempo<br />
Cómo obtener una<br />
vitrina desastrosa<br />
textos:<br />
Gaël de Guichen<br />
conservador<br />
dibujos:<br />
Cengiz Kabaoglu<br />
arquitecto<br />
1. Asegúrese bien de que la vitrina se bambolea. De esa manera,<br />
en cuanto se acerque un visitante empezarán a vibrar todos los<br />
objetos. Éste es un medio eficaz de dar vida a un museo sin recurrir<br />
a un servicio de animación.<br />
Artículo extraído de la revista MUSEUM (Copyright: UNESCO 1985. Reproduced by permission of UNESCO), a cuya dirección queremos<br />
agradecer la colaboración prestada. Hacemos también ésta extensiva a los autores.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
2. Haga todo lo posible para que la<br />
cerradura sea alevosamente visible.<br />
3. Sea generoso: deje bastante espacio entre las puertas<br />
corredizas para que el visitante pueda agregar (o<br />
sustraer) un objeto, según su gusto. Otra solución<br />
podría ser suprimir simplemente la parte superior,<br />
haciendo una vitirna estilo acuario.<br />
4. Haga todo lo posible por iluminar al máximo el<br />
área que rodea la vitrina.<br />
5. Haga de su vitrina un espejo.<br />
6. Evite cerrar herméticamente la vitrina, pues<br />
los objetos lucen mucho mejor si están cubiertos<br />
de una capa uniforme de polvo.<br />
76
PH Boletín<strong>14</strong> 77<br />
7. Instale reflectores dentro de la vitrina y siéntese<br />
cómodamente a observar los daños causados.<br />
8. Olvide que la vitrina bien diseñada estabiliza las<br />
variaciones ambientales y sirve ventajosamente<br />
como sistema de aire acondicinado.<br />
9. Organice una imaginativa carrera de obstáculos –o, si prefiere, una pista de slalom– para regocijo de los<br />
empleados encargados de cambiar las lámparas quemadas. Recompense al ganador con una prima anual.<br />
DOCUMENTO<br />
10. Y, sobre todo , dé absoluta prioridad a la estética.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
DOCUMENTO<br />
Una arquitectura<br />
adaptada al museo<br />
Artículo extraído de la revista<br />
MUSEUM (Copyright. UNESCO<br />
1982. Reproduced by permission<br />
of UNESCO), a cuya dirección<br />
queremos agradecer la colaboración<br />
prestada. Hacemos también<br />
ésta extensiva a los autores.<br />
Bernard M. Feilden<br />
Giovanni Scichilone<br />
78<br />
Bernard M. Feilden es arquitecto y antiguo<br />
director <strong>del</strong> Centro Internacional de Estudios<br />
de Conservación y Restauración de<br />
los Bienes Culturales (ICCROM). Antes<br />
de entrar en el ICCROM dirigía un importante taller<br />
de arquitectura y participó en múltiples proyectos: la<br />
construcción de varias universidades, de una cervecería<br />
y de una fábrica de productos químicos, entre<br />
otros. Pero su especialidad es la conservación de monumentos<br />
históricos, habiendo realizado igualmente<br />
importantes trabajos en el monasterio de York así como<br />
en las catedrales de Saint Paul y de Norwich. La<br />
calidad de toda su obra es el resultado de haber considerado<br />
que los edificios deben construir ecosistemas<br />
espaciales.
PH Boletín<strong>14</strong> 79<br />
Giovanni Scichilone nació en 1934. En 1956 se diplomó<br />
en arqueología clásica en Palermo. Recibió una<br />
beca Fullbright para estudiar en la Academia Americana<br />
de Roma en 1958-1959. Alumno de la Escuela Italiana<br />
de Arqueología de Atenas en 1960, llevó a cabo<br />
un cierto número de estudios y de tareas sobre el terreno<br />
en Italia, Grecia y Libia. Funcionario <strong>del</strong> servicio<br />
de patrimonio cultural de la administración italiana<br />
desde 1964, fue sucesivamente adscrito a la superintendencia<br />
de Etruria meridional y al Museo Arqueológico<br />
Nacional de Roma en 1976 y luego nombrado<br />
superintendente de arqueología para la región de los<br />
Abruzzos y director <strong>del</strong> Museo Arqueológico Nacional<br />
de Chieti. Consultor en materia de seguridad y de<br />
conservación <strong>del</strong> patrimonio cultural ante diversas organizaciones<br />
internacionales gubernamentales y no gubernamentales,<br />
introdujo en el museo que dirige una<br />
metodología de avanzada en estas esferas.<br />
Museum ha entrevistado a Bernard M. Feilden y Giovanni<br />
Scichilone para plantearles algunas cuestiones<br />
fundamentales sobre el museo y la conservación y poder<br />
suscitar de este modo un intercambio de puntos<br />
de vista entre ellos. ¿Qué puede aprender de un arquitecto,<br />
que acaba de terminar un mandato de cuatro<br />
años en el puesto de director <strong>del</strong> ICCROM, un arqueólogo<br />
conservador de museo, y viceversa? La<br />
yuxtaposición de algunos de sus conceptos sorprenderá<br />
tal vez a los lectores. Sus conclusiones, lo deseamos,<br />
darán una idea más justa de todos los imperativos<br />
que deben ser tomados en consideración para<br />
llegar a realizar una verdadera conservación en un<br />
museo digno de ese nombre.<br />
MUSEUM: Sr. Scichilone, ¿considera usted que los museos<br />
son el lugar adecuado para preservar las colecciones?<br />
SCICHILONE: Francamente, estimo que la mayoría de<br />
los museos están equipados y organizados en forma<br />
completamente inadecuada para preservar las colecciones.<br />
Y ello pese a que durante siglos el mundo occidental<br />
ha considerado obvio y natural que colecciones<br />
de toda clase de objetos se conviertan en piezas<br />
de museo. Algunos tipos de museos –tales como los<br />
geológicos, los de historia natural y los antropológicos–<br />
fueron creados con un exclusivo propósito didáctico;<br />
los "museos de arte", sin embargo, adquirieron<br />
inmediatamente las características de lugares de<br />
"atesoramiento" (y, por consiguiente, de protección)<br />
de objetos que, de una vez por siempre, fueron considerados<br />
"valiosos" 1. Es por ello que somos muchos los<br />
que en la actualidad consideramos la existencia de los<br />
museos –cualquiera sea la forma en que son administrados–<br />
en relación a la satisfacción cultural que puede<br />
aportarnos y dejando de lado el hecho de que un museo,<br />
de un cierto punto de vista, no es sino una simple<br />
"abstracción".<br />
Pienso que el único significado duradero y objetivo de<br />
un museo es ser un lugar donde las colecciones puedan<br />
ser protegidas contra los estragos <strong>del</strong> tiempo y<br />
<strong>del</strong> hombre. Un museo que no cumpla y respete esta<br />
función como la máxima prioridad es, en mi opinión,<br />
una mera abstracción.<br />
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los museos no<br />
cumplen hoy sus funciones de protección. Durante los<br />
últimos treinta años las demandas para ver, exhibir y<br />
hacer circular las colecciones aumentaron enormemente.<br />
Los riesgos para las colecciones son inmensos y<br />
debemos admitir que hemos perdido objetos importantes.<br />
Durante el mismo período los museos siguieron<br />
esta evolución. Su personal recibe una formación muy<br />
similar a la que se brindaba a un conservador de hace<br />
una generación. Los antiguos museos no han sido casi<br />
modificados y la mayoría de los edificios nuevos son<br />
inadecuados porque los arquitectos raramente consideran<br />
la preservación como un factor esencial.<br />
El diseño requiere un trabajo de equipo<br />
MUSEUM: Sólo unos pocos arquitectos tienen la oportunidad<br />
de construir un museo o de adaptar un edificio antiguo.<br />
¿Cómo elegiría usted al arquitecto?<br />
SCICHILONE: Tendrá que tener una paciencia infinita<br />
para atender las necesidades y prioridades más dispares,<br />
pero deberá tener también mucho valor para defender<br />
"su idea" y una gran dosis de humildad para<br />
atacar los centenares de problemas que son típicos de<br />
un museo, adquirir el complejo conocimiento que<br />
probablemente no volverá a usar nunca más, escuchar<br />
a todo el mundo (y tal vez comprobar que algunas veces<br />
puede aprender de un guardián lo que un director<br />
o un conservador ha olvidado).<br />
Durante el período de planeamiento mantendrá contactos,<br />
posiblemente difíciles, seguramente limitados:<br />
se entrevistará con el "cliente", con algunos de los asesores<br />
<strong>del</strong> cliente, con unos pocos técnicos y con uno<br />
o dos colegas. Pero no conocerá la opinión <strong>del</strong> público,<br />
conocerá probablemente sólo una reducida fracción<br />
<strong>del</strong> futuro equipo. En una palabra, sólo conocerá<br />
la parte visible de ese enorme iceberg que es el museo.<br />
Sólo una gran imaginación ("amor", tal vez) lo<br />
ayudará a proyectar una estructura suficientemente<br />
flexible. Pero también tendrá que tener la clarividencia<br />
suficiente para recordarse a sí mismo –y a otros, en<br />
caso necesario– que la validez de un proyecto de museo<br />
no se juzga por el aspecto de sus salas de exposi-<br />
DOCUMENTO<br />
1 Esta actitud es mucho más evidente<br />
en tiempos de crisis económica<br />
y política. Desde hace<br />
dos mil trescientos años o más,<br />
el hombre -al menos en<br />
Europa- se ha interesado por<br />
el valor de los objetos de arte<br />
para protegerse de la inflación.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
DOCUMENTO<br />
ción sino por la calidad de las instalaciones técnicas, a<br />
menudo invisibles. Un museo no debe ser sólo el medio<br />
de expresar un proyecto arquitectónico personal.<br />
He callado <strong>del</strong>iberadamente la "experiencia científica".<br />
Conozco algunos museos espléndidos creados por arquitectos<br />
que carecían de "experiencia específica", y conozco<br />
un gran número de fracasos –para decirlo con<br />
indulgencia– proyectados con "expertos en museología".<br />
Creo que las calificaciones comúnmente llamadas<br />
"talento profesional" o "creatividad" son mucho más importantes<br />
que la llamada "experiencia científica".<br />
Creo en la colaboración entre diferentes especialistas<br />
pero muchos museos son proyectados y construidos<br />
sólo por arquitectos y entregados entonces a un director<br />
que tiene que salvar lo que puede salvar, con la<br />
ayuda de un conservador si es suficientemente afortunado<br />
para tener uno.<br />
MUSEUM: Sr. Feilden, ¿es verdad que los nuevos museos<br />
son proyectados y construidos sin la constante colaboración<br />
entre un director y un arquitecto?<br />
FEILDEN: A ambos nos parece que ésta es una afirmación<br />
inconcebible. Pero esto ocurre porque los administradores<br />
tienen gran confianza en la reputación de los arquitectos,<br />
forjada por revistas de lujo que promueven sus<br />
ventas con ilustraciones de los ejemplos más extraños de<br />
arquitectos de vanguardia –a menudo con valores plásticos<br />
fascinantes– pero casi siempre carentes de utilidad<br />
práctica para los usuarios o para las colecciones. Recuerdo<br />
casos recientes, cuyos resultados fueron inmediatamente<br />
desastrosos. Conservadores independientes predijeron<br />
la catástrofe pero no fueron escuchados.<br />
En ambos casos el arquitecto partía de una concepción<br />
previa que prosiguió con obstinación, engañándose<br />
a sí mismo y engañando naturalmente a su cliente.<br />
En ambos casos fueron proyectadas estructuras ligeras<br />
y en ambos casos aparecieron goteras en los techos y<br />
la humedad relativa fue incontrolable, con el resultado<br />
de que la colección padeció un rápido deterioro. El<br />
arquitecto lo sacrificó todo a su concepción estética<br />
en desmedro <strong>del</strong> principio de "comodidad" de los<br />
ocupantes y <strong>del</strong> contenido <strong>del</strong> museo.<br />
En un caso, se está pensando en construir un nuevo<br />
edificio; el antiguo, construido hace sólo quince años,<br />
no durará mucho más, ya que su impermeabilización<br />
está asegurada por junturas de plásticos.<br />
También cabe mencionar el caso de un museo inaugurado<br />
en 1968 y que nunca fue abierto al público porque<br />
la colección tiene que ser restaurada constantemente<br />
por los daños producidos por un insuficiente<br />
control de la climatización.<br />
MUSEUM: ¿Cuál sería la composición ideal de un equipo<br />
encargado de planificar un museo?<br />
FEILDEN: El equipo ideal debe contar con representantes<br />
<strong>del</strong> usuario y de la persona que paga por él, esto<br />
es, el cliente corriente. Los verdaderos clientes son<br />
80<br />
la colección y los visitantes. Las dificultades surgen<br />
cuando el responsable de la construcción es una organización<br />
multifacética y resulta difícil lograr decisiones<br />
correctas y equilibradas. El equipo <strong>del</strong> proyecto debería<br />
incluir a un especialista en administración o dirección,<br />
un ecónomo, un conservador, un aparejador, un<br />
ingeniero competente en materia de medio ambiente<br />
y un arquitecto que debería estar apoyado, si lo desea,<br />
por un museografista o diseñador de interiores y por<br />
un arquitecto paisajista. Algunos arquitectos prefieren<br />
combinar las últimas tres funciones, y para un trabajo<br />
de gran calidad creo que esto es plausible, pero consumirá<br />
probablemente todo el tiempo de un arquitecto<br />
durante dos o tres años. Al arquitecto deberá preguntársele<br />
cómo trabaja, cuál será su participación<br />
personal y qué tareas <strong>del</strong>egará en el resto <strong>del</strong> equipo.<br />
El administrador deberá engrasar los engranajes y vigilar<br />
la ejecución <strong>del</strong> programa. El especialista en dirección<br />
deberá realizar un estudio de todos los aspectos <strong>del</strong><br />
museo para asegurar su funcionamiento correcto no sólo<br />
hasta el día de la apertura sino a partir de dicho día.<br />
El director tiene la responsabilidad de la colección, debe<br />
saber qué parte de la colección debe ser expuesta, qué<br />
parte debe ser guardada, cuáles son los problemas de<br />
seguridad y cómo comunicarse con los visitantes.<br />
El conservador aconseja al director y, a través de él, al<br />
arquitecto y al ingeniero, respecto al medio ambiente<br />
apropiado para la colección, distribuyéndola en grupos<br />
según su sensibilidad a la luz, la humedad y otros<br />
factores ambientales.<br />
El museólogo se especializa en la exposición de los<br />
objetos, teniendo presente las condiciones de medio<br />
ambiente adecuadas.<br />
El arquitecto tiene la responsabilidad de conjunto <strong>del</strong><br />
proyecto <strong>del</strong> edificio y de las construcciones ambientales.<br />
El arquitecto paisajista se ocupa <strong>del</strong> entorno <strong>del</strong> edificio<br />
proyectado por el arquitecto; naturalmente, el arquitecto<br />
debe ser sensible al genius loci y a la significación<br />
simbólica <strong>del</strong> museo. El proyectista paisajista<br />
puede crear un microclima favorable en torno al museo<br />
mediante el empleo <strong>del</strong> agua, las plantas y los árboles.<br />
También puede reducir los efectos <strong>del</strong> viento y<br />
<strong>del</strong> polvo, por lo que debe ser informado también<br />
respecto a las necesidades generales <strong>del</strong> museo.<br />
El equipo puede ser completado con un ingeniero de<br />
estructuras, quien ayudaría al arquitecto a integrar el diseño<br />
y la estructura. El especialista en servicios ambientales<br />
tiene una tarea muy especial, y debe comprender<br />
las diferencias que hay entre las necesidades <strong>del</strong> museo<br />
y las de los edificios comerciales; debe considerar la acción<br />
<strong>del</strong> edificio como un "ecosistema espacial".<br />
El aparejador calcula los costos –una buena estimación<br />
permite al arquitecto utilizar el dinero de su cliente<br />
con el mayor rendimiento posible, una mala puede tan<br />
sólo hacer bajar los gastos finales por debajo <strong>del</strong> presupuesto,<br />
malogrando así, tal vez, el proyecto.
PH Boletín<strong>14</strong> 81<br />
Podría agregarse al equipo un consultor en materia de<br />
conservación <strong>del</strong> edificio, quien aconsejaría sobre los<br />
problemas de mantenimiento planteados por el proyecto.<br />
Debería colaborar muy estrechamente con el<br />
conservador, dado que ambos tienen por misión garantizar<br />
que el medio ambiente <strong>del</strong> museo no sea causa<br />
<strong>del</strong> deterioro de la colección.<br />
Un buen proyecto aporta soluciones sencillas a problemas<br />
complicados. Las cualidades a las que se aspira<br />
fueron señaladas por Sir Henry Wooton, embajador<br />
de la Reina Isabel I en Venecia: "comodidad, solidez y<br />
belleza". La belleza carece de sentido sin comodidad,<br />
esto es, sin una concepción funcional que preserve la<br />
colección. Actualmente debemos considerar también<br />
la economía tanto en los costos de funcionamiento<br />
como en los de mantenimiento de los edificios. Un<br />
proyecto flexible es a la larga el más barato; la previsión<br />
debe basarse sobre unos cien años de utilización.<br />
En este sentido, el equipo encargado <strong>del</strong> proyecto debería<br />
leer Museum environment, de Garry Thomson, y<br />
luego visitar por lo menos tres o cuatro museos y analizarlos.<br />
Entonces comenzarán todos a hablar el mismo<br />
lenguaje y a comprenderse.<br />
Pero debemos también tener presente que a menudo<br />
los pequeños museos no pueden permitirse tener<br />
más de dos personas: un arquitecto y un director.<br />
MUSEUM: Si el equipo se limita a un arquitecto y un director<br />
¿el arquitecto recibe <strong>del</strong> director una información<br />
completa sobre los problemas de conservación?<br />
FEILDEN: No. A causa de su inadecuada preparación<br />
en materia de conservación sólo unos pocos directores<br />
son capaces de informar a un arquitecto sin la ayuda<br />
de un conservador competente 2.<br />
MUSEUM: ¿Existen, a su juicio, malentendidos frecuentes<br />
entre directores de museos y arquitectos?<br />
FEILDEN: Sí, me temo que sea así. El problema parece<br />
general, ¡salvo en los casos excepcionales en los que<br />
director y arquitecto son la misma persona¡<br />
Estoy seguro de que el Sr. Scichilone estará de acuerdo<br />
en que el problema fundamental radica en el diálogo<br />
y en la formación de ambas partes. Como se mencionó<br />
antes, visitar museos con problemas análogos<br />
ayuda a establecer un lenguaje común. Es responsabilidad<br />
<strong>del</strong> arquitecto establecer una buena comunicación,<br />
pero el director debe tener tiempo suficiente para<br />
desempeñar bien su función.<br />
El director medio no recibe ninguna preparación en<br />
una disciplina esencial como es la museología. Es probablemente<br />
un historiador <strong>del</strong> arte o un arqueólogo<br />
igualmente especializado. Si es un historiador <strong>del</strong> arte<br />
poseerá espíritu crítico, pero dudará de sus propias<br />
cualidades de creación. Si es un arqueólogo puede estar<br />
más interesado en usar el museo como una base<br />
para su trabajo específico. O puede querer ser director<br />
sencillamente por tratarse de un función social-<br />
mente prestigiosa. Hablo claramente y espero no resultar<br />
grosero, pero pienso que la ausencia de formación<br />
para una función importante es el origen de muchas<br />
dificultades poco aparentes de los museos. Y esta<br />
carencia de formación es una de las razones fundamentales<br />
que explica por qué tan pocos museos han<br />
sido bien proyectados.<br />
El arquitecto puede pensar que el cometido <strong>del</strong> proyectar<br />
un museo es una oportunidad que le cae de los<br />
cielos para hacer algo grande que verdaderamente lo<br />
inmortalice. Aquí radica el peligro, porque así se olvida<br />
de la colección. Su preparación en conservación es insignificante,<br />
y aun cuando tenga la información técnica<br />
necesaria, puede ignorarla si considera que ella perturba<br />
su idea <strong>del</strong> proyecto.<br />
Tales arquitectos tienen un don particular para proporcionar<br />
fotografías llamativas que encandilan a los<br />
clientes potenciales y a los estudiantes de arquitectura<br />
ignorantes, perpetuando así los errores de su proyecto.<br />
Yo mostré algunas fotografías de un nuevo museo<br />
en el Reino Unido a estudiantes norteamericanos<br />
–ellos lo reconocieron sin que yo dijera cuál era–, pero<br />
el breve comentario de Garry Thomson cuando<br />
salió de este museo fue: "No fue proyectado para la<br />
conservación".<br />
Para proyectar bien, los arquitectos deben comprender<br />
los problemas de conservación. En mi opinión, si los ignoran,<br />
son legalmente culpables de negligencia, porque la<br />
información existe.<br />
Los errores provienen de la falta de comunicación, la<br />
carencia de recursos presupuestarios racionales para<br />
las necesidades <strong>del</strong> control <strong>del</strong> medio ambiente y <strong>del</strong><br />
almacenamiento. En la etapa de proyecto, no se consideran<br />
los problemas de mantenimiento y limpieza, ni<br />
se evalúan y previenen los peligros vinculados al clima<br />
y el medio ambiente.<br />
Pero tal vez el fracaso mayor consista en no dar facilidades<br />
al director y al conservador para que puedan<br />
inspeccionar la colección a intervalos regulares. Tales<br />
inspecciones son la base de una conservación científica<br />
destinada a evitar el deterioro y deben tener un carácter<br />
prioritario en la concepción de un museo.<br />
MUSEUM: Sr. Scichilone, ¿qué información o instrucciones<br />
daría usted a un arquitecto?<br />
SCICHILONE: Durante cerca de un año tuve el privilegio<br />
de tener a un arquitecto con dedicación exclusiva<br />
en mi museo y por eso puedo referirme con facilidad<br />
a los provechosos resultados de nuestra<br />
colaboración. Como ocurre frecuentemente, esta joven<br />
arquitecta nunca había tenido nada que ver con<br />
un museo, pero tenía buena formación y experiencia<br />
<strong>del</strong> trabajo. Comencé proporcionándole una bibliografía<br />
técnica (como es natural, en primer término el libro<br />
de Garry Thomson) y mantuvimos amplias discusiones<br />
acerca de los museos que cada uno de<br />
nosotros había visitado y de los proyectos que conocíamos<br />
por la bibliografía.<br />
DOCUMENTO<br />
2 Comparto totalmente la opinión<br />
de Philip Ward para quien<br />
"el error frecuente de los<br />
directores de museo y de los<br />
arquitectos consiste en diseñar<br />
-y a menudo organizar- una<br />
exposición (y a veces un<br />
museo) sin consultar a un conservador.<br />
En muchos países,<br />
esta práctica, más que cualquier<br />
otra, es la causa <strong>del</strong> descrédito<br />
de que adolece la conservación.<br />
En efecto, cuando el<br />
conservador es consultado se<br />
encuentra ante el hecho consumado,<br />
es decir, cuando ya es<br />
tarde o cuando costaría demasiado<br />
caro corregir los errores.<br />
De ahí que los consejos <strong>del</strong><br />
conservador parezcan negativos<br />
o carentes de realismo. Por<br />
el contrario, si se le hubiera<br />
consultado antes de comenzar<br />
los trabajos, su intervención<br />
hubiera sido positiva y constructiva<br />
por la simple razón de<br />
que se la hubiera podido integrar<br />
sin dificultad".
PH Boletín<strong>14</strong><br />
DOCUMENTO<br />
Seguidamente comenzamos a hablar de "nuestro problema":<br />
una amplia reconversión de nuestras superficies<br />
de exposición <strong>del</strong> museo sin ninguna intervención radical<br />
en la estructura <strong>del</strong> edificio (una quinta <strong>del</strong> siglo<br />
XIX), con una completa transformación de aproximadamente<br />
40 por ciento de sus galerías. Queríamos exponer<br />
todo tipo de materiales arqueológicos y, por<br />
consiguiente, debíamos enfrentar muchos e importantes<br />
problemas de conservación. Además, íbamos a crear<br />
un salón con documentación histórico-topográfica de<br />
nuestra zona arqueológica y un salón plurifuncional para<br />
las actividades educacionales y culturales <strong>del</strong> museo.<br />
El primer paso consistió en decidir qué y cuánto material<br />
(o grupos de material en cuestión) sería expuesto:<br />
esto requirió la colaboración <strong>del</strong> equipo científico<br />
<strong>del</strong> museo y dio a la arquitecta una idea exacta de la<br />
"dimensión" <strong>del</strong> problema.<br />
Estuvimos de acuerdo en que nuestras prioridades<br />
eran: control <strong>del</strong> clima y de la luz, seguridad activa y<br />
pasiva de las colecciones, circulación <strong>del</strong> público (que<br />
debía ser facilitada sin modificar sustancialmente el volumen<br />
interno <strong>del</strong> edificio). Por razones de costo inicial<br />
y de mantenimiento, tratamos entonces de disponer<br />
de vitrinas modulares, de modo que pudieran ser<br />
fácilmente reunidas o usadas separadamente, según las<br />
necesidades. Finalmente, acordamos que era aconsejable<br />
mejorar la estabilidad higrométrica y térmica <strong>del</strong><br />
edificio, entonces satisfactoria, mediante el empleo de<br />
paneles de madera donde fuera necesario, especialmente<br />
en los salones donde iban a ser expuestas las<br />
coleccione numismáticas. Esta etapa duró aproximadamente<br />
cuatro meses, y en ella la "idea" comenzó a<br />
plasmarse por sí misma de manera casi imperceptible.<br />
Entonces comenzó la fase <strong>del</strong> anteproyecto. Un año<br />
después de nuestro primer encuentro, los planes están<br />
ahora prontos para ser ejecutados y creemos que<br />
en 1982 nuestros colegas y visitantes estarán en condiciones<br />
de juzgar el resultado final de nuestra labor.<br />
Es verdad que el nuestro fue un caso especial: teníamos<br />
que resolver una renovación parcial y contamos<br />
con una arquitecta con dedicación total que se compenetró<br />
pronto de todos los problemas <strong>del</strong> museo, de<br />
las colecciones y <strong>del</strong> personal. Sin embargo, creo que<br />
si se hubiera tratado de un proyecto de construcción<br />
nueva, o que hubiera implicado modificaciones estructurales<br />
radicales, mis prioridades hubieran sido exactamente<br />
las mismas. Si hubiera tomado una arquitecto<br />
"de afuera" le habría brindado estimaciones adecuadas<br />
sobre el número de visitantes, datos precisos sobre<br />
todas las actividades previstas para el edificio, una selección<br />
clara y definitiva de los objetos y grupos de<br />
objetos a ser expuestos y de aquellos a ser destinados<br />
a los lugares de almacenamiento, definiciones precisas<br />
respecto a las condiciones especiales de conservación<br />
de cada tipo de material. Habría insistido sobre los<br />
métodos de almacenamiento y de investigación empleados<br />
con los objetos y habría especificado todas las<br />
restricciones de acceso previstas para zonas determinadas<br />
<strong>del</strong> edificio, y una cosa más, muy importante,<br />
que a menudo se olvida: habría tratado de calcular<br />
con seguridad el ritmo de crecimiento de la colección,<br />
82<br />
lo que precisamente constituye la diferencia entre la<br />
asfixia o una vida serena para nuestros museos.<br />
MUSEUM: Sr. Feilden, como arquitecto ¿habría usted pedido<br />
más información?<br />
FEILDEN: Sí, principalmente datos sobre el clima <strong>del</strong><br />
edificio, por lo menos durante un año. Esto me permitiría<br />
descubrir con más precisión qué reacción se produce<br />
en el edificio y cuáles son los salones más adecuados<br />
desde el punto de vista de la conservación (humedad<br />
relativa estable, alta y baja humedad relativa, etc.).<br />
En algunos países, la orientación <strong>del</strong> edificio y la ubicación<br />
de la colección pueden simplificar enormemente los problemas<br />
de conservación, sin gastos suplementarios.<br />
MUSEUM: En su opinión, ¿los directores, arquitectos y<br />
administradores tienen conciencia de los problemas de<br />
conservación producidos por el exceso de visitantes?<br />
FEILDEN: El problema <strong>del</strong> exceso de visitantes no parece<br />
haber sido considerado. Los funcionarios se ven desbordados<br />
por turistas ansiosos, cuya experiencia se malogra<br />
porque no pueden ver el objeto y oír al guía; el<br />
museo pierde así su carácter de lugar de contemplación.<br />
El exceso de visitantes también produce daños por desgaste<br />
y facilita los actos de vandalismo. Los niños son las<br />
primeras víctimas de estos amontonamientos y tarde o<br />
temprano terminan por alejarse de los museos.<br />
Los administradores y directores deben controlar la situación<br />
y vigilarla constantemente, cómo se hace en<br />
los museos <strong>del</strong> Vaticano. Los métodos sutiles e indirectos<br />
de control de la multitud son los mejores; por<br />
ejemplo, se puede dividir a los visitantes que vienen<br />
en autobuses en tres pequeños grupos y proporcionarles<br />
guías <strong>del</strong> museo o folletos especiales que indiquen<br />
los objetos más importantes, de modo que puedan<br />
disponer libremente de su tiempo y recurrir al<br />
guía sólo para cuestiones específicas.<br />
MUSEUM: Como director de un museo, Sr, Scichilone,<br />
¿cree usted que hay incompatibilidad entre el disfrute de<br />
una colección por un público numeroso y su conservación?<br />
SCICHILONE: La discusión sobre el conflicto entre<br />
conservación y usufructo es reciente y aún limitado.<br />
Presenta algunas destacadas analogías conceptuales con<br />
la más difundida y sin duda más antigua controversia sobre<br />
la relación ideal entre la circulación simplificada <strong>del</strong><br />
conocimiento ("vulgarización") y la ciencia misma.<br />
En este caso particular, sin embargo, el riesgo que corre<br />
un museo que difunde al máximo sus propios<br />
"contenidos" (es decir que abre ampliamente sus<br />
puertas a las multitudes que de modo creciente acuden<br />
a los museos) es el de causar a sus colecciones<br />
ciertos daños materiales a corto o largo plazo, daños<br />
que han sido científicamente probados y que son a veces<br />
irreversibles.<br />
Además, ese daño es mucho mayor y se produce con<br />
mayor rapidez cuando el museo está sometido al de-
PH Boletín<strong>14</strong> 83<br />
terioro provocado por grupos numerosos de visitantes.<br />
Todos los directores saben que este daño es serio<br />
y progresivo, y cualquiera puede encontrar documentación<br />
impresionante e indiscutible sobre el tema.<br />
Aún más, en el estado actual de la tecnología es prácticamente<br />
inimaginable que sea posible acceder fácilmente<br />
y a un costo accesible a equipos capaces de compensar<br />
instantáneamente todas las variaciones (de<br />
temperatura, humedad relativa, microvibraciones, carga<br />
bacterial, etc.) producidas por la asistencia diaria de miles<br />
y aun de decenas de miles de visitantes en el espacio<br />
de diez o doce horas, en un medio ambiente cerrado<br />
donde las zonas internas son relativamente pequeñas.<br />
Desgraciadamente, el problema tiene a menudo implicaciones<br />
políticas y económicas porque, aunque es fácil<br />
calcular los ingresos engañosos que resultan de mayores<br />
ventas de publicaciones, documentos y entradas, es<br />
casi imposible calcular las pérdidas directas e indirectas,<br />
mucho mayores, producidas por el exceso de afluencia.<br />
Hay también muchas "justificaciones" culturales (¿pseudo<br />
justificaciones?), según las cuales ese perjuicio sería<br />
compensado por los beneficios <strong>del</strong> progreso cultural.<br />
Si esto es verdad en el caso de programas educacionales,<br />
profesionales y de proyectos, no lo es en el caso de<br />
esa misa ritual ridícula, si no trágica, organizada por las<br />
agencias de viajes en todo el mundo. En este caso la sociedad<br />
padece tanto el injustificado deterioro de las colecciones,<br />
como la inmerecida y frecuentemente irreversible<br />
circulación de pseudo ideas e inexactitudes 3.<br />
Creo que los directores de los museos que sufren este<br />
problema tienen el derecho de oponerse a este<br />
riesgo y sé que todos nosotros tenemos ahora a<br />
nuestra disposición métodos educativos y medios tecnológicos<br />
que ciertamente pueden reemplazar y mejorar<br />
ampliamente los resultados alcanzados hasta<br />
ahora por esas "visitas masivas".<br />
Mejorar la seguridad a partir <strong>del</strong> diseño<br />
MUSEUM: ¿Qué aconsejaría usted al arquitecto sobre<br />
los problemas de seguridad, para reducir los riesgos?<br />
SCICHILONE: En los últimos años, aun cuando algo tardíamente,<br />
el tema de la seguridad de los museos acumuló<br />
mucha experiencia y documentación en relación con la<br />
gravedad de estos problemas. Por consiguiente, ni el arquitecto<br />
ni el director tienen dificultad en disponer de un<br />
conocimiento profundo y actualizado sobre esta materia.<br />
Como es obvio, cuando se elabora un proyecto de<br />
museo, se debe tener presente los innumerables problemas<br />
específicos de una influencia decisiva en la calidad<br />
final <strong>del</strong> museo, especialmente respecto a medidas<br />
de seguridad contra el robo y el vandalismo.<br />
El lugar elegido para el edificio, el volumen actual de<br />
circulación y el previsto para el futuro, el tipo de <strong>del</strong>incuencia<br />
ya conocido en la zona o la región, son todos<br />
elementos fundamentales que pueden influir en la for-<br />
ma y la estructura <strong>del</strong> edificio. El proyecto de las zonas<br />
interiores abiertas al público estará condicionado, a su<br />
vez, por el tipo de colección exhibido –con o sin vitrinas,<br />
con vitrinas pequeñas o grandes, para ser vistas a<br />
distancia, de cerca o de muy cerca–. La experiencia de<br />
otros museos puede ayudar al director a prever si, por<br />
ejemplo, el nuevo museo correrá mayor o menor riesgo<br />
de robo, de vandalismo, o de ambas cosas; además,<br />
deberá proporcionar una estimación razonablemente<br />
precisa <strong>del</strong> número promedio y <strong>del</strong> número máximo<br />
de visitantes que la colección podrá recibir por lo menos<br />
durante una década.<br />
Estos factores facilitarán el trabajo <strong>del</strong> arquitecto para<br />
prever la disposición correcta de los objetos y de las<br />
vitrinas de exposición y, por tanto, calcular la distribución<br />
de los "refuerzos de seguridad" entre los empleados<br />
y los equipos de protección.<br />
Por otra parte, un punto de vital importancia será el<br />
de la interrelación o la separación de las diversas funciones<br />
dentro <strong>del</strong> edificio, y aquí también la experiencia<br />
<strong>del</strong> director es un factor decisivo. Para alcanzar un<br />
alto nivel de seguridad, los lugares de almacenamiento,<br />
las oficinas, laboratorios, otras dependencias técnicas,<br />
las salas de conferencias y galerías de exposición deben<br />
ser distribuidos en el espacio disponible de modo<br />
funcional para la vida <strong>del</strong> museo, pero también de tal<br />
modo que no presenten obstáculos o riesgos, especialmente<br />
de robo.<br />
Probablemente será más sencillo –y ciertamente dentro<br />
de la competencia <strong>del</strong> arquitecto– proteger el edificio<br />
<strong>del</strong> fuego, de los efectos de terremotos e inundaciones,<br />
pero el cliente que ordena el trabajo tiene la<br />
responsabilidad de decidir si el museo debe ser concebido<br />
para poder ser evacuado o si debe servir de<br />
"refugio sin salida".<br />
Pienso, sin embargo, que la "filosofía" y el nivel de seguridad<br />
de un museo deben ser determinados por anticipado<br />
y con gran realismo: es inútil ensayar aparatos<br />
de seguridad de tecnología muy avanzada si uno no<br />
está seguro de poderlos hacer funcionar correctamente<br />
y tener un presupuesto adecuado. También es inútil,<br />
aunque muy frecuente, la idea de economizar haciendo<br />
elecciones de compromiso: en esta materia, sin<br />
embargo, debería dársele al arquitecto orientaciones<br />
definitivas e irreversibles.<br />
Además, es habitual que el arquitecto mantenga una<br />
prolongada entrevista con el responsable de la seguridad<br />
<strong>del</strong> museo, o, en su defecto, con un asesor de experiencia<br />
probada. Sin embargo, yo le aconsejaría invitar<br />
a cenar, separadamente, a dos o tres porteros <strong>del</strong><br />
museo: ni demasiado jóvenes, porque probablemente<br />
no tendrían demasiado apego por su trabajo y, de todos<br />
modos, preferirían artefactos técnicos; ni demasiado<br />
viejos, porque podrían estar demasiado cansados<br />
para pensar en el futuro <strong>del</strong> museo. Como me ha<br />
ocurrido a menudo, es posible que –con un poco de<br />
buena suerte y una botella de buen vino– el arquitecto<br />
aprenda de esa cena lo que los directores y asesores<br />
de seguridad se olvidaron de decirle.<br />
DOCUMENTO<br />
3 Aquellos que han decidido<br />
cerrar temporariamente o aun<br />
definitivamente los museos o<br />
los establecimientos similares<br />
amenazados por un exceso de<br />
visitantes constituyen una<br />
minoría valiente e ilustrada. Sin<br />
embargo, en la mayoría de los<br />
casos, los conservadores y los<br />
directores están obligados a<br />
cerrar los ojos ante ciertos<br />
peligros de los que son perfectamente<br />
conscientes.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
DOCUMENTO<br />
Las partes <strong>del</strong> iceberg<br />
MUSEUM: En su museo, ¿cuáles son los aspectos materiales<br />
que más le preocupan?<br />
SCICHILONE: Esta pregunta puede sin duda ser entendida<br />
tanto en su sentido material como figurado,<br />
de modo que trataré de contestar brevemente desde<br />
los dos ángulos diferentes. En un sentido material, los<br />
aspectos que más me preocupan son, en primer término,<br />
los lugares de almacenamiento, luego, los servicios<br />
de documentación y de conservación, los servicios<br />
educacionales y de información, y finalmente, las<br />
galerías de exposición. Creo que toda la vida <strong>del</strong> museo,<br />
desde la investigación científica hasta la promoción<br />
de la cultura, depende de los lugares de almacenamiento<br />
a condición de que éstos estén organizados<br />
racionalmente, bien equipados, sean seguros y, desde<br />
luego, capaces de garantizar una conservación adecuada.<br />
Incluso los efectos de un correcto almacenamiento<br />
se advertirán en la "productividad": la rapidez y la eficacia<br />
con que se encuentra un objeto facilita el funcionamiento<br />
<strong>del</strong> servicio en su conjunto.<br />
Los servicios de documentación y de conservación<br />
(que en mi opinión deberían tener prioridad en las distribución<br />
de las zonas y espacios <strong>del</strong> museo) son evidentemente<br />
esenciales no sólo por las razones técnicas<br />
científicas y éticas que ya mencionamos, sino también<br />
por una razón que a veces no se valora suficientemente:<br />
los efectos que produce su eficaz funcionamiento<br />
en la moral y, por consiguiente, en el rendimiento general<br />
<strong>del</strong> personal. Los visitantes sólo pueden percibir<br />
un aspecto parcial de la complejidad de nuestros problemas.<br />
Por otro lado, cualquiera que vive y trabaja en<br />
un museo no sólo tiene una visión realista de todas o<br />
casi todas nuestras limitaciones y problemas, sino también,<br />
al menos según mi experiencia, refleja en su buena<br />
o mala disposición las limitaciones o la eficiencia de<br />
la institución. Créame, es muy fácil ganar la atención y<br />
la alabanza de los demás con una exposición o la apertura<br />
de una nueva galería, pero quien dedica muchos<br />
84<br />
años de su vida al museo espera con todo derecho<br />
mucho más. Además, mis colaboradores me han enseñado<br />
que la satisfacción de trabajar en buenas condiciones,<br />
con competencia profesional y con eficacia asegurada<br />
por una buena organización, cuenta mucho más<br />
de lo que los visitantes puedan imaginar.<br />
Consideraciones análogas pueden aplicarse también a<br />
los servicios didácticos y de información. Si están equipados<br />
con los materiales necesarios, si disponen de<br />
espacio adecuado y de financiamiento suficiente, tienen<br />
una flexibilidad potencial superior a cualquiera de<br />
las otras estructuras técnicas <strong>del</strong> museo. Conozco museos<br />
donde, a pesar de grandes problemas de personal,<br />
de espacio y de financiamiento se logra realizar un<br />
trabajo excelente de promoción cultural gracias a la<br />
flexibilidad de sus programas didácticos. Como es obvio,<br />
existe el peligro de transformar la enseñanza y la<br />
información en rutina. Cuando esto ocurre, el museo<br />
cesa de transmitir cultura y se limita a difundir un producto<br />
que se asemeja tanto a la cultura como el alimento<br />
para bebé a un buen filete. Pero nuestros visitantes,<br />
gracias a Dios, son capaces a menudo de<br />
advertirnos el peligro y nos ayudan a evitarlo.<br />
Las galerías de exposición constituyen únicamente la<br />
parte visible <strong>del</strong> iceberg. Ellas muestran nuestras limitaciones<br />
y nuestras capacidades, la imagen oficial de<br />
nuestra colección y una parte, quizás, de nuestras ilusiones.<br />
Sin embargo, dudo que puedan transmitir el<br />
mensaje final que mencioné al comienzo (el mensaje<br />
que todos soñamos con transmitir) si nos olvidamos...<br />
de la parte oculta de iceberg.<br />
Finalmente, en un sentido figurado, las zonas de mayor<br />
preocupación en mi profesión (y no sólo en mi museo,<br />
actualmente) son la conservación, la seguridad, la<br />
promoción de la investigación científica dentro <strong>del</strong><br />
contexto histórico-cultural que rodea al museo y la<br />
educación. Me es imposible, aquí, dedicar más de unas<br />
pocas palabras a temas tan importantes, pero reconforta<br />
señalar que en todo el mundo nuestra profesión<br />
está incesantemente ganando experiencia, precisamente<br />
en esos campos. Una de las razones –si se me<br />
permite una referencia personal– por las que yo desearía<br />
haber nacido treinta años más tarde es que actualmente<br />
quienquiera que se dedica a abrazar nuestra<br />
profesión tiene a su disposición posibilidades de<br />
aprendizaje y de formación profesional que eran completamente<br />
inimaginables hace unas pocas décadas. En<br />
la actualidad, un solo consejo será suficiente: encontrar<br />
una buena biblioteca y... leer.<br />
Del almacenamiento a la exposición<br />
MUSEUM: Usted acaba de acordar la prioridad absoluta<br />
al almacenamiento. ¿En su opinión, los arquitectos y directores<br />
prestan suficiente atención a la climatización de<br />
las zonas de almacenamiento?<br />
SCICHILONE: En casi todos los museos, la zona de almacenamiento<br />
es la cenicienta, muy poco visitada por<br />
el director e incluso por los conservadores. En museos<br />
importantes, el 99 por ciento de la colección pue-
PH Boletín<strong>14</strong> 85<br />
de encontrarse en depósito. En algunos museos, donaciones<br />
recibidas una generación atrás no fueron aún<br />
desembaladas y fumigadas, aunque los donantes creen<br />
que están a salvo.<br />
Buen almacenamiento no significa solamente buena<br />
utilización <strong>del</strong> espacio. Significa buenas condiciones climáticas,<br />
especialmente la circulación <strong>del</strong> aire hasta los<br />
rincones más alejados, para reducir los riesgos de moho<br />
y de hongos. Aunque las condiciones de clima de<br />
la zona de almacenamiento son más fáciles de controlar,<br />
tienden a ser olvidadas porque como dice el refrán<br />
"ojos que no ven, corazón que no siente". Debe dárseles<br />
prioridad porque la mayor parte de la colección<br />
se encontrará en la zona de almacenamiento.<br />
El proyecto de las zonas de almacenamiento requiere<br />
muchos conocimientos especializados sobre cómo<br />
guardar objetos, especialmente textiles y material etnográfico,<br />
sin acelerar su deterioro. Lamento decir que<br />
este campo ha sido descuidado hasta ahora por la<br />
mayoría de los profesionales.<br />
MUSEUM: ¿Cuáles son los principales errores cometidos<br />
en el diseño de vitrinas?<br />
SCICHILONE: Como arqueólogo y director de un<br />
museo, yo diría que, ante todo, la vitrina es la última y<br />
la más importante "defensa activa" construida en torno<br />
a las colecciones. Es un "recipiente técnico" que<br />
debe en primer lugar y ante todo satisfacer parámetros<br />
funcionales y técnicos; la calidad estética de una<br />
vitrina para mí tiene sólo un interés accesorio, <strong>del</strong> mismo<br />
modo que para un cirujano la estética de una mesa<br />
de operaciones es de importancia secundaria. Pero<br />
a menudo se tiene la impresión de que la tentación (o<br />
la tentativa) de usar la vitrina como un ejercicio de "diseñó<br />
interior" determinó que las prioridades técnicas<br />
fuesen descuidadas.<br />
Además, existen muchos errores técnicos asombrosamente<br />
frecuentes, pobre estabilidad estructural de la<br />
vitrina y deficiente aislamiento de las vibraciones <strong>del</strong><br />
edificio (conozco un museo donde cada dos semanas<br />
los objetos tienen que volver a ser colocados en su lugar);<br />
pasaje de calor proveniente <strong>del</strong> equipamiento luminoso<br />
dentro de la vitrina (tanto por radiación como<br />
por conducción a través de la propia vitrina), ausencia<br />
de control espectral de la luz (aun cuando esto sea<br />
aconsejable o absolutamente necesario); pobre protección<br />
<strong>del</strong> polvo (especialmente en galerías con pisos<br />
alfombrados); escasa movilidad de los estantes interiores<br />
y, sobre todo, ausencia de "áreas técnicas" para<br />
materiales de amortiguamiento (silicato combinado,<br />
etc.) y para equipo de seguridad (cuando puede preverse<br />
su futura instalación).<br />
Diría también que he visto algunas vitrinas que son un<br />
éxito completo desde el punto de vista <strong>del</strong> diseño y,<br />
sin embargo, absolutamente impecables a nivel técnico.<br />
Puede ser interesante destacar que descubrí todas<br />
sus cualidades sólo después de haber hablado con los<br />
colegas que las habían empleado. Desgraciadamente,<br />
una buena vitrina no es algo evidente.<br />
Las exposiciones temporarias e itinerantes<br />
MUSEUM: ¿Qué piensa usted de las exposiciones temporarias<br />
e itinerantes?<br />
SCICHILONE: Un día tal vez alguien hable de las exposiciones<br />
itinerantes o temporarias como de una<br />
epidemia particularmente violenta que se declaró en<br />
el siglo XX de nuestra era. Constituyen sin embargo<br />
un estímulo excepcional para la vitalidad de los museos<br />
y contribuyen a la difusión cultural; pero presentan<br />
peligros extremadamente graves, y ello sin contar los<br />
peligros inherentes a la integridad de las obras expuestas.<br />
Por ejemplo, pocos museos pueden organizar<br />
una exposición importante, sin descuidar las obligaciones<br />
y la rutina cotidianas que garantizan la adecuada<br />
protección de las colecciones. Además, algunos de los<br />
principios fundamentales de la profesión de museólogo<br />
son aplicados de forma muy diferente de un museo<br />
a otro, así como objetos semejantes reciben una<br />
atención muy diversa según los museos. Incluso cuando<br />
tenemos la impresión de estar aplicando criterios<br />
idénticos, nuestros márgenes de error son diferentes.<br />
Por ejemplo, un museo puede requerir para uno de<br />
sus objetos una humedad relativa de 17 por ciento<br />
con un margen máximo de 1 por ciento y este requisito<br />
puede ser aceptado por otro museo al cual el objeto<br />
es prestado. No obstante, sus métodos e instrumentos<br />
para registrar y controlar el clima varían tanto<br />
que el margen máximo está realmente demasiado alejado<br />
<strong>del</strong> valor nominal requerido. Incluso en exposiciones<br />
excepcionalmente importantes he visto dispositivos<br />
de climatización en todas las salas,<br />
desconectados en su totalidad.<br />
Además, sólo en muy pocas exposiciones el comité<br />
organizador acepta los consejos de uno o más especialistas<br />
de la conservación o de especialistas en seguridad,<br />
embalaje y trasporte. Tengo la impresión de<br />
que muchas exposiciones son organizadas de modo<br />
impecable desde el punto de vista científico y cultural,<br />
pero a menudo están improvisadas desde el punto de<br />
vista de la conservación y la seguridad 4.<br />
Tengo plena conciencia de que éste es un tema difícil<br />
y también sé que tiene implicaciones políticas complejas.<br />
Digo "políticas" en sentido literal y metafórico, tanto<br />
a nivel local como internacional. Pero también sé<br />
que la responsabilidad moral y profesional de proteger<br />
y conservar las colecciones de un museo debe incluir<br />
una cuidadosa evaluación de todos los riesgos que implica<br />
sacar a los objetos de su medio natural. Finalmente.<br />
pienso que es una actitud cínica e inaceptable<br />
la de aquéllos que, seguros <strong>del</strong> conocimiento de que<br />
disponen sobre los medios tecnológicos adecuados<br />
para el transporte y la exposición de un objeto venido<br />
de un "museo pobre", en un clima controlado, pretenden<br />
incluso ignorar que este "cambio de clima" es un<br />
trauma innegable.<br />
A menos que los organizadores de las exposiciones<br />
–así como todos los profesionales involucrados–<br />
muestren mayor respeto por los objetos, nuestros laboratorios<br />
de restauración estarán repletos, después<br />
de la exposición, de cadáveres "impresentables".<br />
DOCUMENTO
PH Boletín<strong>14</strong><br />
DOCUMENTO<br />
4. Me pregunto, por ejemplo,<br />
cuántos organizadores han<br />
leído la recomendación de la<br />
Unesco de 1978 sobre la protección<br />
de los bienes culturales<br />
muebles, referente a los riesgos<br />
involucrados en el transporte y<br />
el tránsito de las obras de arte.<br />
¿Cuántas exposiciones podrían<br />
llevarse a cabo si se observaran<br />
literalmente las disposiciones<br />
de esta recomendación?<br />
Medio ambiente estable<br />
MUSEUM: Sr. Feilden, hasta ahora usted nos ha hablado<br />
mucho de clima estable y de medio ambiente estable.<br />
¿El aire acondicionado es una solución ideal?<br />
FEILDEN: Para muchos directores el aire acondicionado<br />
representa la esperanza de poder liberarse de la<br />
responsabilidad de preservar sus colecciones.<br />
Pero muy pocos museos, probablemente sólo el 5 por<br />
ciento, disponen de medios para instalar sus colecciones,<br />
en exposición o en reserva, en una atmósfera climatizada.<br />
Algunos, como el Museo Británico, instalaron<br />
pequeños equipos que funcionan dentro de las<br />
vitrinas, lo que reduce considerablemente los gastos.<br />
Sin embargo, <strong>del</strong> mismo modo que esta especie de<br />
sueño se convierte en realidad, puede también transformarse<br />
fácilmente en pesadilla, ya que el mantenimiento<br />
de un equipo de este tipo resulta muy caro y<br />
se necesitan técnicos para hacerlo funcionar. Estos<br />
técnicos muy a menudo no dependen de la misma administración<br />
que el resto <strong>del</strong> museo, lo que limita las<br />
intervenciones <strong>del</strong> conservador en materia de climatización.<br />
Además los repuestos necesarios no siempre<br />
se consiguen de inmediato; pueden producirse huelgas<br />
y cortes de energía eléctrica. La falta de recursos puede<br />
hacer necesaria la interrupción <strong>del</strong> funcionamiento<br />
durante la noche. El funcionamiento intermitente <strong>del</strong><br />
equipo es peor que la ausencia total de climatización.<br />
Debe recordarse también que la mayoría de las veces<br />
los ingenieros de aire acondicionado están más preocupados<br />
por el control de la temperatura que por el<br />
de la humedad relativa. Si el control de la temperatura<br />
falla, tanto los visitantes como los miembros <strong>del</strong> personal<br />
reaccionarán de inmediato, pero si el control de<br />
la humedad relativa no funciona, nadie percibirá la diferencia.<br />
Pero los objetos reaccionarán y a menudo<br />
muy intensamente.<br />
Un consejo para quienes disponen en su museo de una<br />
unidad de aire acondicionado: emplear un termohidrógrafo<br />
para comprobar que la humedad relativa, y no sólo<br />
la temperatura, está verdaderamente estabilizada.<br />
MUSEUM: Usted dice que el 95 por ciento de los museos<br />
no tienen una unidad de aire acondicionado. ¿Existe algún<br />
material tradicional o alguna técnica que no se adecuadamente<br />
explotada para mejorar el control de los factores<br />
climáticos en los museos modernos?<br />
FEILDEN: En una respuesta anterior abordé este problema,<br />
pero ahora trataré de ampliar y de explicar mi<br />
frase de que un edificio es un "ecosistema espacial".<br />
En la práctica, un edificio funciona térmicamente absorbiendo<br />
calor <strong>del</strong> sol, de los ocupantes, de la iluminación<br />
artificial y de otras clases de aparatos y, a medida que<br />
absorbe calor, la temperatura asciende; de noche pierde<br />
calor, de modo que la temperatura desciende. Por<br />
consiguiente, cuanto mayor es la masa térmica <strong>del</strong> edificio,<br />
más estables son la temperatura resultante y la humedad<br />
relativa (suponiendo que la humedad absoluta<br />
es constante). De modo que la masa térmica es como<br />
86<br />
un volante que acumula calor durante el día desprendiéndolo<br />
por la noche y ayudando así a mantener un<br />
nivel más regular de la humedad relativa, lo que es muy<br />
favorable para la colección.<br />
Pero los edificios, también acumulan y liberan la humedad,<br />
efecto amortiguador valioso frecuentemente ignorado.<br />
La gente y la vegetación interior aumentan la<br />
humedad. El aire transporta esa humedad en forma<br />
de vapor que puede atravesar con razonable lentitud<br />
la mayoría de los materiales de construcción, salvo si<br />
hay un aislante contra el vapor. En verano, cuando no<br />
hay calefacción, la mayoría de los edificios absorben<br />
humedad y la expelen en invierno, ayudando así a<br />
mantener la humedad relativa que se reduce por la<br />
calefacción requerida normalmente en los países de<br />
clima templado. De modo que el edificio consta de<br />
dos ecuaciones: una para incorporación y pérdida <strong>del</strong><br />
calor, otra para pérdida y aumento de humedad, y<br />
ambas encadenan sus efectos sobre la humedad relativa<br />
<strong>del</strong> edificio. Ese es el punto esencial. El edificio es<br />
un sistema porque todos los factores se influyen recíprocamente.<br />
Desgraciadamente la mayoría de los especialistas no<br />
consideran el edificio como un sistema. Por ejemplo,<br />
los ingenieros de luminotecnia introducen energía de<br />
calor suplementario, que deber extraer los ingenieros<br />
de aire acondicionado, o los arquitectos proyectan<br />
amplias ventanas de modo que a veces se cuadruplican<br />
las pérdidas de calor en invierno y el rendimiento<br />
<strong>del</strong> aire acondicionado en verano. Es lamentable crear<br />
problemas debido a un mal proyecto y resolverlos<br />
luego mediante equipos técnicos caros, pero esto es<br />
precisamente lo que hacen los especialistas poco<br />
competentes, para su mayor provecho. Por ello, al referirme<br />
al servicio encargado <strong>del</strong> funcionamiento, hablé<br />
de "ingeniería ambiental", porque ese servicio debe<br />
concebir el comportamiento <strong>del</strong> edificio como un sistema<br />
total. Las normas de funcionamiento exigidas<br />
por un museo son mucho más estrictas que las de los<br />
edificios comerciales.<br />
De modo más bien irónico diría que el edificio más caro<br />
que puede imaginarse sería aquel en el que todos<br />
los especialistas hubieran aportado la solución mejor y<br />
más compleja de su especialidad. Pero lo mejor desde<br />
el punto de vista de un especialista puede ser un desastre<br />
para otro. Es el arquitecto quien debe coordinar el<br />
comportamiento ambiental global de un edificio.<br />
En un clima árido y tórrido, o aun templado, una<br />
construcción con materiales pesados y absorbentes<br />
puede reducir en gran medida la energía necesaria para<br />
mantener el nivel de temperatura deseado y la humedad<br />
relativa necesaria para una buena conservación.<br />
Puede argumentarse que una estructura pesada<br />
es más cara, pero ello será compensado por los costos<br />
inferiores <strong>del</strong> equipo y las grandes reducciones de<br />
los gastos de energía para el mismo nivel de comodidad<br />
y de conservación.<br />
En climas tórridos y húmedos la temperatura es casi siempre<br />
notablemente constante, por lo que hay que prestar<br />
prioritariamente atención a la circulación <strong>del</strong> aire, de modo
PH Boletín<strong>14</strong> 87<br />
que llegue hasta los rincones más aislados, donde el aire estancado<br />
facilita la proliferación <strong>del</strong> moho y los hongos. No<br />
debe olvidarse fumigar secciones enteras <strong>del</strong> museo (previendo<br />
salones no mayores de 200 metros cuadrados).<br />
Otra dificultad reside en que el mejor y más moderno<br />
aparato mecánico envejece al cabo de diez años, incluso<br />
en menos tiempo, y si no se dispone de los repuestos<br />
necesarios, habrá que procurarse una instalación<br />
nueva. Los proyectos deben guardar relación también<br />
con las posibilidades reales de conservación existentes.<br />
Esta digresión era necesaria para explicar cómo aprovechar<br />
los materiales y las técnicas para un mejor de<br />
control de los factores climáticos en los museos. Mis<br />
sugestiones son las siguientes:<br />
• Emplear materiales porosos, térmicamente buenos y<br />
muy aislantes;<br />
• Emplear la madera, sometida a buen estacionamiento<br />
y desprovista de ácidos, pues es un buen aislante<br />
y reduce los peligros de condensación;<br />
• Emplear yeso Vermiculite, pues es un material que<br />
amortigua y también aísla; desgraciadamente es demasiado<br />
blando y no resiste a la abrasión;<br />
• Evitar las pinturas plásticas porque obturan los materiales<br />
absorbentes;<br />
• Evitar el hormigón armado en terminaciones de interiores<br />
y morteros con cemento porque son materiales<br />
muy pobres desde el punto de vista térmico y<br />
<strong>del</strong> aislamiento y porque provocan a menudo condensación<br />
y desprenden un polvo peligroso durante<br />
los dos primeros años;<br />
• Asegurarse de que el edificio está bien orientado;<br />
• Colocar las colecciones en los salones donde el clima<br />
es más adecuado;<br />
• Colocar los objetos más <strong>del</strong>icados en vitrinas.<br />
MUSEUM: ¿Cómo cree usted que la crisis de energía<br />
afectará a los museos en el futuro inmediato?<br />
FEILDEN: Con todo respeto, ¡la crisis de la energía no<br />
es una crisis! Históricamente, hemos regresado a la situación<br />
normal en la que es cara la energía. Desde la<br />
década de 1950 vivimos en una situación artificial y<br />
me alegra que el jeque Yamani nos haya hecho volver<br />
a la realidad en 1973. Él rompió una lanza en favor de<br />
la conservación de los recursos mundiales. Esto puede<br />
sorprenderlo, pero gran parte de la arquitectura de<br />
postguerra no sobrevivirá porque resultará demasiado<br />
costosa en términos de energía. En París, un nuevo<br />
edificio de oficinas con una fachada de vidrio gasta<br />
cuatro veces más energía en verano y en invierno, por<br />
ocupante, que un edificio contiguo de hormigón armado<br />
prefabricado, no tan eficiente. Lo conveniente<br />
es disponer de una arquitectura duradera, flexible en<br />
el uso y de poca energía –poca energía en la construcción,<br />
poca energía en el mantenimiento–.<br />
¿No es curioso que las características que acabo de<br />
señalar sean las de un edificio histórico?<br />
En el futuro próximo la situación energética (y no de<br />
crisis) afectará sobre todo a los museos que fueron<br />
mal proyectados. En invierno la calefacción deberá ser<br />
apagada y la humedad relativa ascenderá rápidamente<br />
perjudicando la colección. En verano el aire acondicionado<br />
también tendrá que ser interrumpido y de<br />
nuevo la humedad relativa puede variar drásticamente.<br />
El director debe examinar su presupuesto, prever<br />
suficientes reservas de combustible y hacer funcionar<br />
sus equipos de modo que se puedan evitar, por lo<br />
menos, los cambios bruscos. En invierno las temperaturas<br />
serán tal vez un poco más bajas y en verano un<br />
poco más altas. Con un museo proyectado de acuerdo<br />
con las pautas que recomiendo, la misma cantidad<br />
de energía brindará seguramente buenas condiciones<br />
ambientales de conservación y, por consiguiente, la<br />
colección no correrá riesgos. Sin embargo, como las<br />
colecciones de los museos son invalorables e irremplazables,<br />
considero que los gobiernos deberían dar a<br />
los museos la misma prioridad que a los hospitales.<br />
Cuando el clima lo permita, habrá que estudiar las posibilidades<br />
de calefacción solar mediante acumulación<br />
térmica. Si se dispone de una fuente de calor de importancia<br />
secundaria,<br />
como un río, la bomba<br />
térmica será una eficaz<br />
aplicación de energía,<br />
como lo demuestra la<br />
escuela politécnica federal<br />
de Zurich.<br />
MUSEUM: Usted nos ha<br />
hecho ver aspectos desconocidos<br />
de la protección<br />
de los museos. El visitante<br />
de un museo no<br />
tiene ni idea de las dificultades<br />
técnicas que implica<br />
la protección de las<br />
colecciones, incluso dentro<br />
de las vitrinas. ¿Piensa<br />
usted que sería útil<br />
explicar esto al público?<br />
FEILDEN: No sólo es útil, sino necesario. Si, por<br />
ejemplo, no se explica que los textiles necesitan un<br />
nivel bajo de iluminación, el público se quejará de no<br />
poder apreciar bien la colección. Si no se dan explicaciones,<br />
el público no entenderá por qué los museos<br />
necesitan técnicos. Del mismo modo, si no disponen<br />
de información, los futuros arquitectos y los futuros<br />
directores seguirán cometiendo los mismos errores, y<br />
los presupuestos no proporcionarán recursos para la<br />
conservación de los museos. Algunos museos reciben<br />
a diario 15.000 visitantes, es decir 15.000 personas<br />
potencialmente dispuestas a contribuir a la obra de<br />
conservación.<br />
DOCUMENTO
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
La Ciudad<br />
Patrimonial<br />
Román Fernández-Baca<br />
Casares<br />
Arquitecto y Director <strong>del</strong><br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
El presente texto es una revisión<br />
de la comunicación presentada<br />
al congreso La ciudad extensa.<br />
Cádiz, Octubre de 1995.<br />
Cuando se me propuso, por Mariano Peñalver, en mi<br />
condición de director <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>, participar en estas jornadas<br />
con el equipo de Julio Pérez Serrano, me animaban<br />
dos aspectos determinantes: la ilusión que muestran<br />
estas personas por todo aquello que tiene relación con<br />
el <strong>Patrimonio</strong> Histórico y la juventud <strong>del</strong> citado equipo;<br />
vertientes éstas que para un <strong>Instituto</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> no<br />
han de pasar desapercibidas.<br />
El utilizar el concepto de Ciudad Patrimonial me parecía<br />
más adecuado para la exposición que voy a desarrollar,<br />
por varios motivos: por reforzar el referente ideal de ciudad,<br />
que busca proteger su legado cultural, y conservarlo<br />
desde una posición crítica; por mejorar la actividad de<br />
conservación; y por incorporar nuevos usos y una cultura<br />
actual, para finalmente generar la valoración y rentabilización<br />
social <strong>del</strong> mismo. Por ello, los términos de ciudad<br />
histórica y de conjunto histórico, usados desde la<br />
ciencia urbanística y la legislación de patrimonio respectivamente,<br />
me parecían insuficientes para el objetivo de la<br />
temática a tratar en esta ponencia. El entramado legal<br />
en relación al <strong>Patrimonio</strong> Histórico, los avances disciplinares<br />
motivados por la investigación y la acción de tutela,<br />
obligan a precisar y profundizar en la singularidad: los<br />
conceptos de <strong>Patrimonio</strong> y Cultura, como conceptos<br />
más idóneos que el de Historia.<br />
Vamos a centrar esta ponencia especialmente en el <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico y en el contexto de los Bienes Culturales<br />
en el medio urbano; insistiendo en la necesidad<br />
de conectarlos con la realidad social. Por la vía de la formalización<br />
o comunicación, ejemplificando proyectos<br />
concretos; o en el intento de implementar otras políticas<br />
sectoriales (Turismo, Medio Ambiente, etc.) en operaciones<br />
estratégicas, de difusión y desarrollo, en la perspectiva<br />
de una concepción genérica <strong>del</strong> proyecto de ciudad<br />
que conecta por un lado pasado, presente y futuro; y por<br />
otro investigación, conservación y difusión con desarrollo.<br />
1. SOBRE EL PATRIMONIO<br />
ARQUEOLÓGICO<br />
La dirección marcada desde los Planes de Investigación<br />
de Arqueología y Etnología, promovidos por la Administración<br />
Cultural <strong>Andaluz</strong>a y apoyados en el criterio de<br />
las Comisiones <strong>Andaluz</strong>as de Arqueología y Etnología,<br />
ha procurado el avance de estas materias en su relación<br />
88<br />
con la tutela <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico y Cultural. Las<br />
memorias científicas han ido mostrando una decantación<br />
cada vez mayor, en el tiempo, de la investigación histórica<br />
hacia la realidad en que se encuentra el <strong>Patrimonio</strong><br />
andaluz y en especial en su relación con el <strong>Patrimonio</strong><br />
Urbano y la superposición de estructuras y culturas.<br />
En el año 88, Arturo Ruiz ya nos situaba en el marco<br />
conceptual de la Arqueología andaluza, incidiendo especialmente<br />
en la necesidad de un rigor cada vez mayor en<br />
la investigación histórica, bien a través <strong>del</strong> proyecto arqueológico<br />
sistemático, bien a través <strong>del</strong> proyecto de urgencia<br />
u otras formas de actuación, “... sustituyendo el<br />
concepto tradicional de actuación por el de proyecto arqueológico;<br />
la matriz secuencial, excavación-conservación,<br />
por otra estructural y dialéctica, y entendiendo la<br />
necesidad de pasar de la difusión selectiva de los bienes<br />
arqueológicos a la difusión social...” y por ende a la proximidad,<br />
valoración y acercamiento <strong>del</strong> legado a la sociedad<br />
a la que pertenece 1.<br />
El panorama más concreto de la arqueología urbana,<br />
analizado y definido por diversos autores como V. Salvatierra<br />
2, nos sitúa la investigación arqueológica en la ciudad<br />
como instrumento indispensable para el conocimiento,<br />
clasificación, definición y gestión <strong>del</strong> legado<br />
arqueológico en la Ciudad Patrimonial. Rodríguez Temiño,<br />
en su ponencia de Priego, y citando a Butzer, nos sitúa<br />
los aspectos conceptuales para el estudio y el conocimiento<br />
3.<br />
Desde los inventarios como método elemental de localización<br />
y clasificación de los bienes arqueológicos e instrumento<br />
de protección básico, se fue avanzando hacia<br />
la necesidad de implementación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
en la redacción <strong>del</strong> planeamiento municipal. La<br />
exigencia de protección urbanística en la ciudad requiere,<br />
entre otras cuestiones, una precisa <strong>del</strong>imitación de<br />
los bienes inventariados, una adecuada definición de los<br />
niveles de protección y la posible conservación de los<br />
mismos como legado cultural 4.<br />
La consolidación de los conceptos de "Arqueología preventiva"<br />
y "de urgencia", entendidos respectivamente como<br />
acciones tendentes a anticipar la respuesta de la arqueología<br />
en la ciudad y como defensa inmediata de los<br />
bienes ante el riesgo de pérdida, constituyen la antesala<br />
de la Ley 16/85, como marco que establece el esperado
PH Boletín<strong>14</strong> 89<br />
vínculo entre las legislaciones urbanísticas y de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico.<br />
Con la promulgación legal se producen hechos significativos,<br />
a considerar desde la perspectiva que abordamos:<br />
• La obligatoriedad de redacción de un planeamiento<br />
especial <strong>del</strong> área afectada en la ciudad por la declaración<br />
como bien de interés cultural.<br />
• La necesaria aprobación <strong>del</strong> instrumento de planeamiento<br />
por la administración competente en Bienes<br />
Culturales, y por consiguiente, su supervisión e implicación.<br />
• La división <strong>del</strong> área afectada por la declaración en áreas<br />
competenciales, en función de la importancia de los<br />
objetos.<br />
• Y finalmente, una vía abierta a la necesaria relación<br />
entre los catálogos patrimoniales y urbanísticos, hasta<br />
entonces disociados.<br />
De esta forma, también, se crea la conexión entre la administración<br />
municipal y autónoma en la protección <strong>del</strong><br />
patrimonio arqueológico urbano y el perfeccionamiento<br />
continuo de los instrumentos técnicos para su protección-conservación.<br />
Sin embargo, con la declaración de Bien de Interés Cultural,<br />
como Zona Arqueológica, según la ley 16/85, se<br />
produce una protección genérica <strong>del</strong> área afectada, y si<br />
ésta no viene suficientemente pormenorizada y clasificada,<br />
se genera un régimen de protección poco flexible.<br />
La necesidad de <strong>del</strong>imitar, proteger y especificar el fin último<br />
de los bienes arqueológicos, clasificándolos adecuadamente,<br />
es de vital importancia para la permanencia<br />
<strong>del</strong> legado. Pero ello solamente es posible sustentándose<br />
en un proyecto de investigación arqueológica. Alguna<br />
Comunidad, como la andaluza, y a través de la legislación<br />
regional, han querido matizar el régimen genérico<br />
de protección de la ley estatal, y la inflexibilidad para actuar,<br />
entre otras cuestiones por la implicación de diversos<br />
agentes para la gestión eficaz; y han definido la Catalogación<br />
específica, que supone la posibilidad de<br />
establecer normas particulares que se adecúen caso a<br />
caso, y poder armonizar con mayor fundamento las legislaciones<br />
de suelo y <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Sin embargo, uno de los problemas esenciales es que<br />
todo resto arqueológico no puede ser legado a otras<br />
generaciones y exige una priorización. Este autor recogía<br />
para las Jornadas de Catalogación celebradas en el <strong>IAPH</strong><br />
en Abril de 1995, un artículo <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> de Conservación<br />
Getty que nos comenta:<br />
"El mundo actual es sumamente diferente <strong>del</strong> mundo de hace<br />
sesenta años. Ésta es la era de la aldea global en la que<br />
el flujo de la información y el creciente turismo en todo el<br />
mundo crean una conciencia general mayor <strong>del</strong> patrimonio<br />
cultural. Es también una era de orgullo nacional y étnico renovado,<br />
un orgullo frecuentemente incorporado en el patrimonio<br />
cultural de una sociedad. Es también una era de proliferación<br />
en la colección de objetos, una actividad que<br />
presiona aún más nuestra capacidad para proporcionar un<br />
cuidado apropiado a los objetos. La conservación encara ne-<br />
cesidades crecientes y recursos que disminuyen. En el futuro,<br />
las restricciones económicas limitarán para los conservadores<br />
el lujo de creer que a todo objeto o monumento se le<br />
puede dar el mismo elevado nivel de atención. En la actualidad,<br />
el concepto de la selección (la noción de la fijación de<br />
prioridades) es discutido abiertamente entre el personal de<br />
los museos y los administradores de los sitios arqueológicos.<br />
La labor científica de la conservación no se lleva a cabo en<br />
un vacío político. Las decisiones<br />
concernientes a la asignación<br />
de recursos y la conservación<br />
de las propiedades<br />
culturales a menudo implican<br />
consideraciones políticas. Un<br />
mayor apoyo político para la<br />
conservación dependerá de<br />
una mayor conciencia pública<br />
de su necesidad. La profesión<br />
conservacionista, por lo tanto,<br />
deberá convertirse en eficaz y<br />
competitiva, en abogar por sus necesidades; de lo contrario<br />
quizás nunca logre la posición política y el apoyo público para<br />
hacer frente a los retos sustanciales <strong>del</strong> futuro ..." 5.<br />
El entramado legal en relación al <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, los avances disciplinares motivados<br />
por la investigación y la acción de tutela, obligan<br />
a precisar y profundizar en la singularidad: los<br />
conceptos de <strong>Patrimonio</strong> y Cultura, como<br />
conceptos más idóneos que el de Historia.<br />
Por ello deben existir criterios que nos hagan, en una<br />
primera aproximación (con independencia <strong>del</strong> caso a caso),<br />
tomar partido. Podríamos decir que todos aquellos<br />
bienes arqueológicos de valor histórico-cultural, que<br />
pueden constituirse como definidores de la Ciudad Patrimonial,<br />
tangibles en su comprensión para el usuario y<br />
que se pueden adecuar en función <strong>del</strong> espacio y en relación<br />
de escala a la estructura urbana de la ciudad son<br />
merecedores de un régimen de protección lo más extenso<br />
posible, deberían excavarse y debería establecerse<br />
la vía instrumental de su conservación y posterior puesta<br />
en valor.<br />
Por otro lado estableceríamos y clasificaríamos los bienes<br />
arqueológicos de carácter más fragmentario, pero<br />
de alto valor histórico, con dificultades de conexión con<br />
el usuario (incluso con la utilización de instrumentos de<br />
comunicación); y donde, estimo, debería ejercerse una<br />
acción más contenida, registrándolos, documentándolos<br />
y guardándolos para generaciones futuras. Estos bienes<br />
diríamos que están sometidos exclusivamente a un régimen<br />
de protección.<br />
Pero para tener la visión pertinente que pudiera hacernos<br />
distinguir entre un caso u otro es imprescindible una<br />
visión genérica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> arqueológico en la ciudad,<br />
por un equipo que investigue y gestione con el mismo<br />
criterio el conjunto de los bienes arqueológicos urbanos.<br />
Un solo equipo, con independencia de la fragmentación<br />
competencial intradministrativa verá, desde la óptica disciplinar,<br />
la concepción genérica de la Ciudad Patrimonial<br />
en relación a la arqueología y podrá discernir qué se<br />
protege y/o conserva, tendiendo a valorarlo en el contexto<br />
genérico urbano, huyendo de la visión concreta y<br />
fragmentada, e incorporando una estrategia de gestión<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> arqueológico.<br />
Es importante, desde mi criterio, el establecimiento de<br />
las vías de gestión de este patrimonio, tendiendo a ser<br />
justos con la sociedad a la que pertenecen como legado.<br />
ARTÍCULOS<br />
1. Arturo Ruiz. "De las Arqueologías<br />
a la Arqueología". Andalucía:<br />
Diez años de cultura 1978-<br />
1988. En este texto se explican<br />
las circunstancias que definen la<br />
política en los primeros años<br />
de Autonomía <strong>Andaluz</strong>a: "Proyecto<br />
arqueológico. Como instrumento<br />
que implica y ordena<br />
la actuación <strong>del</strong> arqueólogo<br />
responsable <strong>del</strong> mismo en el<br />
campo de la tutela; pormenorizando<br />
las acciones, programándolas<br />
y evaluándolas con la intencionalidad<br />
de extraer la<br />
información-testificación de<br />
nuestro pasado".<br />
2. Vicente Salvatierra Cuenca. "El<br />
<strong>Patrimonio</strong> Arqueológico Urbano".<br />
Jornadas de Conservación<br />
Arqueológica. 1992. La<br />
Conservación Arqueológica. Cuaderno<br />
III. <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. Consejería<br />
de Cultura.<br />
3. Ignacio Rodríguez Temiño. "La<br />
Protección de zonas arqueológicas<br />
en ámbito rural". Jornadas<br />
de Priego sobre el <strong>Patrimonio</strong><br />
(pendiente publicación): "La geografía<br />
donde vive determinada<br />
sociedad, por fin, deja de ser<br />
una mera nota introductoria, a<br />
modo de encuadre general, al<br />
estudio de ese grupo humano,<br />
para convertirse en fuente de<br />
información imprescindible para<br />
el conocimiento de como se<br />
desenvolvió la vida de esa comunidad"<br />
4. Bartolomé Ruiz González. Arqueología<br />
y Urbanismo. Excma.<br />
Diputación Provincial de Málaga.<br />
1980.<br />
5. Artículo <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> de Conservación<br />
Getty. Volumen IV,<br />
número I.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
1. El plano de base ha sido realizado<br />
por Dpto. de Proyectos Arquitectónicos.<br />
Taller 1-10. Escuela<br />
Técnica Superior de Arquitectura<br />
de Sevilla".<br />
2<br />
Esto es un ejercicio complicado y<br />
tiene que ver con el perfil más técnico,<br />
deseable <strong>del</strong> arqueólogo en la<br />
ciudad. Consiste en planificar por el<br />
equipo arqueológico en función de<br />
la dinámica de construcción de la<br />
ciudad; <strong>del</strong> suelo clasificado desde<br />
la investigación; de los medios humanos<br />
y económicos para llevar a<br />
cabo la gestión; y <strong>del</strong> programa de<br />
intervención arqueológica pormenorizado.<br />
Ahora bien, la propuesta de gestión<br />
<strong>del</strong> suelo arqueológico (protección-conservación)<br />
no debe<br />
obedecer a acciones casuales o a<br />
una filosofía de zonificación de los<br />
restos en “macro-<strong>del</strong>imitaciones”.<br />
La ciudad exige perfilar con exactitud<br />
el subsuelo, definir la metodología<br />
arqueológica y establecer los<br />
mecanismos de gestión. La sociedad,<br />
estimo, así nos lo exige. Para<br />
ello es fundamental apoyarse:<br />
a. En el proyecto general de investigación de la ciudad<br />
que, como diría Salvatierra, considere la ciudad como<br />
un todo y utilice el método de investigación <strong>del</strong> arqueólogo,<br />
contrastando la información obtenida de<br />
laboratorio o la documentación histórico-arqueológica<br />
con la obtenida a través de la materialidad arqueológica,<br />
aplicando las técnicas auxiliares en continua<br />
evolución (topografía, geofísica o la información implementada<br />
y georreferenciada, etc.) y con el aprovechamiento<br />
máximo <strong>del</strong> registro y la información obtenida.<br />
De esta forma se traza el ideario de sustituir<br />
la arqueología de urgencia por la preventiva, y la actuación<br />
por el proyecto; se tiende a conocer la ciudad<br />
desde su contexto físico y social, primando la<br />
puesta en valor de los bienes.<br />
b. En el proyecto general de Ciudad Patrimonial, o<br />
consideración de las colecciones arqueológicas (y de<br />
90<br />
otro signo) en el marco actual-real. Definidos, como<br />
mencionábamos en párrafos precedentes, en función<br />
de su posible adecuación espacial y urbana. Que se<br />
presenta o muestra, apoyado en el proyecto de investigación<br />
de la ciudad. Y que se entienda desde la<br />
perspectiva de proyecto finalizado, compuesto por el<br />
ejercicio de conectar y potenciar el discurso patrimonial,<br />
instrumentando, en la medida de lo posible, el<br />
vínculo con otras políticas sectoriales afines (Medio<br />
Ambiente, consideración turística <strong>del</strong> conjunto, etc.)<br />
Podríamos utilizar un caso concreto de ejemplificación,<br />
muy particular y no generalizable, y donde no entraremos<br />
en detalles más propios de los conocedores de su<br />
historia. Tomo este ejemplo, pensando exclusivamente<br />
en intentar explicar lo que quiero decir. Si observamos<br />
un plano de la ciudad de Mérida (Fig. 1) y su entorno,<br />
podemos observar la constitución genérica de elementos:<br />
la estructura urbana actual, conformada por un caserío<br />
producto de la renovación urbana tradicional en<br />
nuestro país, y en general de escaso valor arquitectónico;<br />
una serie de hitos o bienes arqueológico-arquitectónicos<br />
procedentes de las excavaciones en la ciudad y<br />
que se localizan en su parte central (nos referimos al<br />
Templo de Diana, Foro, villas romanas, etc.); otra serie<br />
de elementos de gran potencia urbana, de escala casi-territorial,<br />
de alto valor histórico-cultural y con un alto valor<br />
simbólico en la definición de la identidad actual de la<br />
ciudad, cuyo emplazamiento se extiende por los bordes<br />
urbanos (nos referimos a la Muralla, Alcázar, en la ribera<br />
<strong>del</strong> Guadiana, Acueductos, Circo, Teatro, anfiteatro,<br />
etc.(Fig. 2); y, finalmente, el contexto rural o paisaje circundante<br />
de la ciudad y su relación con otras piezas de<br />
gran interés (embalse de Proserpina, etc.)<br />
Es esencial la posible conexión de estas grandes piezas<br />
<strong>del</strong> borde urbano (teatro, anfiteatro, circo, acueducto, alcázar<br />
...), implementadas en una también nueva realidad<br />
paisajística que valore convenientemente los bordes de la<br />
ciudad, que conecte el discurso entre el patrimonio cultural<br />
y el paisaje o patrimonio ambiental. La relación que<br />
idealizamos entre los monumentos, los bienes arqueológicos<br />
y el verde (o parque urbano-arqueológico) es una<br />
constante de las sociedades actuales. Ello permitiría incluso<br />
promocionar otras políticas sectoriales, como el turismo,<br />
para la mejor rentabilización de su patrimonio.<br />
En definitiva, a las colecciones <strong>del</strong> borde urbano, se les<br />
superpone un nuevo orden, conformado por las relaciones<br />
entre objetos, trazados con aportaciones de verde,<br />
etc., que configuran una nueva presentación paisajística y<br />
estética <strong>del</strong> conjunto; y donde debe considerarse el itinerario,<br />
la atención a los visitantes, la ubicación de centro<br />
de interpretación, etc. Por otro lado, y como complemento<br />
de lo anterior, el área central de la ciudad<br />
presenta su historia y sus colecciones, como es habitual,<br />
en la compatibilidad con la estructura urbana actual.<br />
Así pues, la suma de las colecciones arqueológicas <strong>del</strong><br />
área central, más las colecciones <strong>del</strong> borde (las primeras<br />
incardinadas en el caserío; las segundas en la redefinición<br />
de los bordes mediante la aportación consciente <strong>del</strong><br />
verde, y éste a su vez, en su conexión con la realidad<br />
paisajística rural), nos proyectarían el pasado sobre el
PH Boletín<strong>14</strong> 91<br />
3 , 4<br />
proyecto de futuro (o proyecto general de Ciudad Patrimonial)<br />
donde no es ajena la presentación y rentabilización<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Y con ello quiero exponer que pasado, presente y futuro<br />
están irremediablemente unidos, y no se puede hacer oídos<br />
sordos a la necesidad de implementar el <strong>Patrimonio</strong><br />
en el presente y hacia el futuro. El proyecto de investigación<br />
histórico-arqueológico en la ciudad –fundamentalmente<br />
inductivo– debe de pensar, desde el inicio, en su<br />
proyección final y a partir de ello ser más deductivo.<br />
Ahora bien, la tradición reciente nos muestra la dificultad<br />
de armonización entre estructuras urbanas, como es<br />
el caso práctico que exponemos <strong>del</strong> Teatro de Itálica, involucradas<br />
en operaciones de difícil conexión (Fig. 3),<br />
<strong>del</strong> nexo de escalas, problemas espaciales o estructuras<br />
a diferentes niveles etc., donde no es posible generalizar,<br />
si no es operando en lo concreto, en el caso a caso, con<br />
soluciones arquitectónicas o urbanas entre retazos de la<br />
ciudad preexistente y la actual, que obligan a la consideración<br />
previa de la intervención que ha de realizarse,<br />
desde el análisis previo.<br />
La intervención sobre los objetos patrimoniales en la ciudad<br />
evoluciona desde la idea de considerarlos “restos<br />
embalsamados” hacia la filosofía que apunta Pérez Escolano<br />
6 de “musealizar, pues, como estrategia cultural en pos<br />
<strong>del</strong> ideal de instrucción pública, pero también como manifestación<br />
cultural de modernización, espejo colosal, instrumento<br />
de revitalización y expresión vital de la identidad<br />
comunitaria en su historia y en su destino”; entendiendo<br />
como alternativas aquellas ejemplificaciones que intentan,<br />
a través de la arquitectura, ayudar a la expresión de objetos<br />
poco reconocibles, aplicando acciones complementarias<br />
de comunicación y revitalización (Fig. 4).<br />
Pero quisiéramos llamar la atención sobre la frecuencia<br />
en que los bienes arqueológicos presentes en la ciudad,<br />
al practicar acciones de mantenimiento o restauraciones,<br />
éstas no se realizan convenientemente. Múltiples ejemplos<br />
no contemplan un mínimo de sensibilidad y conocimiento<br />
<strong>del</strong> proyecto de conservación y de la práctica<br />
restauradora, así como de la oportuna o mínima relación<br />
que ha de producirse, mediante estudio y adecuación,<br />
de los bienes arqueológicos con su entorno próximo.<br />
Por contrario, los tratamientos <strong>del</strong> pavimento <strong>del</strong><br />
entorno de la Acrópolis <strong>del</strong> arquitecto Pikionis presentan<br />
una considerable preocupación por el diseño y los<br />
detalles (Fig. 5).<br />
Finalmente, en este apartado, experiencias como la de<br />
Piazza Armerina en Sicilia, motivo de discusión y debate<br />
de la Conferencia sobre Conservación de Sitios Arqueológicos<br />
en las Regiones <strong>del</strong> Mediterráneo, organizada<br />
por el <strong>Instituto</strong> de Conservación Getty, genera el dilema<br />
entre la conservación de la villa tal cual (Fig. 6), o la presentación<br />
al público <strong>del</strong> conjunto villa-mosaicos (Fig. 7),<br />
mediante estructura superpuesta de cristal que representa<br />
un mo<strong>del</strong>o superpuesto. La experiencia de Minissi<br />
ARTÍCULOS<br />
6. Victor Pérez Escolano. "Musealizar<br />
versus Museificar. Destino y<br />
Riesgo de la Ciudad Contemporánea".<br />
Jornadas de Priego.<br />
Delegación Provincial de Cultura<br />
de Córdoba. Excmo. Ayuntamiento<br />
de Priego.<br />
5
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
6 , 7<br />
y la influencia ejercida por Brandi generan una nueva<br />
concepción que, con independencia de los problemas<br />
de mantenimiento, sirve para continuar en la búsqueda<br />
de soluciones ideales.<br />
2. CONTEXTO MONUMENTAL ENTRE LA<br />
CONSERVACIÓN Y LA INTERVENCIÓN<br />
Trasladándonos a la problemática suscitada por los bienes<br />
culturales de carácter arquitectónico que estructuran<br />
la ciudad “emergente”, estructuras y espacios urbanos<br />
(elementos arquitectónicos determinantes y<br />
estructurantes de la ciudad) o marcos (paisajes urbanos)<br />
que la sociedad reconoce como señas <strong>del</strong> emplazamiento<br />
urbano, máximos ejemplos de la arquitectura y <strong>del</strong><br />
carácter monumental de la Ciudad Patrimonial, éstos requieren<br />
por nuestra parte, una cierta reflexión.<br />
Para ello, pongamos por <strong>del</strong>ante<br />
tres enfoques o aproximaciones,<br />
precisados magníficamente<br />
por Florencio Zoido,<br />
sobre la valoración <strong>del</strong> paisaje<br />
urbano:<br />
• “La primera, en la que coinciden<br />
la Ecología, la Geografía<br />
y otras disciplinas, lo consideran<br />
el resultado de un sistema<br />
de relaciones; desde<br />
este enfoque se pone más<br />
interés en reconocer las causas<br />
que sus consecuencias. El<br />
paisaje formal resulta una especie<br />
de fenotipo de menor<br />
interés frente a la comprensión<br />
de los hechos que lo<br />
producen”.<br />
• “La segunda valoración es<br />
esencialmente formal y es la<br />
propia <strong>del</strong> paisajismo, desa-<br />
92<br />
rrollado principalmente por la arquitectura y la ingeniería...<br />
las características <strong>del</strong> lugar pueden ser tomadas<br />
en consideración o totalmente transformadas, según<br />
convenga a un proyecto, generalmente, muy valorado<br />
en sí mismo”.<br />
• “La valoración <strong>del</strong> paisaje tiene siempre en su base un<br />
sentimiento estético de origen cultural, sea su percepción<br />
individual o colectiva...”; y añade como conclusión:<br />
“el conocimiento de los fundamentos naturales o<br />
históricos que explican los paisajes mejora las posibilidades<br />
de intervenir adecuadamente; su desconocimiento<br />
u olvido conduce a una acción paisajista de<br />
maquillaje, más que de integración...” (lo que suscribo,<br />
no sólo para el paisaje, sino también para los Bienes<br />
Culturales).<br />
Los tres enfoques aportan suficiente interés para ser tenidos<br />
en consideración en distintas situaciones en el<br />
campo de los bienes culturales, máxime ante el valor<br />
que toma el paisaje en las ciudades actuales y sus entornos;<br />
motivado esto por la rápida transformación de los<br />
espacios y construcciones urbanas, producto de la industrialización<br />
y edificación de la ciudad contemporánea<br />
que implica además la pérdida de los paisajes urbanos y<br />
sus entornos 7.<br />
En línea con lo anterior, es importante señalar que, desde<br />
una cultura actualizada de carácter patrimonialista (y<br />
desde mi óptica), no debe entenderse el paisaje urbano<br />
exclusivamente como lugar para la intervención, testificador<br />
<strong>del</strong> origen o de las trazas preexistentes, de alto<br />
valor estético, etc.; sino también como marco de las relaciones<br />
sociales y espacio determinante de las identidades<br />
colectivas. En esto creo que todos estamos de<br />
acuerdo: en el Seminario organizado por el Excmo.<br />
Ayuntamiento de Córdoba y la Delegación de Cultura<br />
de la Junta de Andalucía sobre la Puerta <strong>del</strong> Puente Romano<br />
y su entorno (en el que tuve la ocasión de participar<br />
8), la opinión de todos los profesionales coincidía<br />
mayoritariamente en el alto valor paisajístico y medioambiental<br />
<strong>del</strong> río Guadalquivir en el área referida. Ya desde<br />
hace tiempo presentaba un interés, resaltado desde<br />
fuentes documentales o referencias históricas (Fig. 8)<br />
mantenidas hasta nuestros días (como reserva natural,<br />
parque <strong>del</strong> río, marco de la propia cultura, etc.), por ese<br />
vínculo entre arquitecturas <strong>del</strong> agua y la naturaleza <strong>del</strong><br />
río, presente desde hace mucho tiempo, y que nos remite<br />
por un lado a su decidida protección como a sentirlo<br />
y valorarlo en su justa unión con el conjunto de inmuebles<br />
patrimoniales (esto es, Mezquita, Puente<br />
Romano, Puerta <strong>del</strong> Puente, etc.) que conforman un todo<br />
de alto valor cultural, natural y social.<br />
A su vez, y creo que es importante puntualizarlo, se llamaba<br />
la atención en el seminario sobre la presencia “negativa<br />
y degradante” de la vía de circulación rápida que<br />
corre en la actualidad paralela al Guadalquivir, nido de<br />
polución y caja de ruidos, y que produce una alteración<br />
importante al lugar privilegiado; conformándose, además,<br />
como frontera dura entre el río y la ciudad y los<br />
monumentos. Un estudio a fondo de la ribera <strong>del</strong> río<br />
Guadalquivir debería proponer soluciones acordes con<br />
el lugar, que supongan la pertinente mejora urbana.
PH Boletín<strong>14</strong> 93<br />
Y este concepto de mejora es determinante entenderlo<br />
en la acción patrimonial, pues no basta con el ejercicio<br />
de “congelar” situaciones sin un afán crítico; es preciso<br />
entrar en el fondo de la cuestión y situar desde el estudio<br />
las situaciones que producen degradación para su<br />
solución presente o futura.<br />
Este concepto de mejora debemos extenderlo a la<br />
atención en explorar el estado de conservación de los<br />
bienes culturales, la bondad de las actuaciones realizadas<br />
sobre ellos (máxime en ámbitos tan sugerentes como<br />
éste) y la conservación de tradiciones y materiales constructivos.<br />
Con ello, en definitiva, pretendemos decir que<br />
no basta con el régimen jurídico de protección, sino la<br />
“protección activa y promocional” que obligue a la conservación<br />
<strong>del</strong> patrimonio y a la corresponsabilidad entre<br />
instituciones con obligaciones compartidas, entendiendo<br />
que las actuaciones en el patrimonio se materializan en<br />
el tiempo con un determinado “ritmo”, que contenga<br />
posibles impactos edificatorios. También hay que poner<br />
el punto de mira, y siguiendo criterios muy consolidados,<br />
en la consideración <strong>del</strong> marco urbano o caserío como<br />
parte indisoluble “<strong>del</strong> todo” ya expresado (nos referimos<br />
al vínculo Monumentos-Río-Caserío). En este<br />
sentido, también en el debate existía la preocupación<br />
sobre la necesaria protección que requieren “los patios”<br />
de la estructura edificatoria (vacíos urbanos <strong>del</strong> caserío)<br />
que funcionan como pulmón de las arquitecturas menores.<br />
La desaparición de ellos se considera una agresión<br />
importante para la cultura, la ciudad y los ciudadanos.<br />
Culminaba un arquitecto presente entre el público con<br />
una reflexión: “(Podemos decir que) debemos mirar<br />
más hacia la tierra (y se refería a la consideración de la<br />
historia-cultura) y más hacia el cielo”, en referencia a los<br />
vacíos urbanos, la naturaleza y el medio ambiente.<br />
Y esta reflexión sintética me recuerda el texto de Jan<br />
Rosvall relativo a la conservación 9, donde, formulando<br />
las recomendaciones propuestas por la Comisión<br />
Brondtland de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente<br />
y Desarrollo, nos dice: “Los Estados deben conservar<br />
y utilizar el medio ambiente y los recursos naturales<br />
en beneficio de las generaciones actuales y<br />
futuras”; aludiendo a continuación al consenso social, generalizado,<br />
en la defensa de lo Natural, Social, Cultural e<br />
Histórico, o dicho de otra forma, en el mantenimiento<br />
de especies, sistema inmaterial y estructuras antropogénicas<br />
en riesgo de desaparición o transformación.<br />
Pero cuando hablamos <strong>del</strong> concepto de paisaje urbano,<br />
en los términos expresados, quisiera recordar los conceptos<br />
formulados por Antón Capitel 10, en referencia al<br />
Monumento y el lugar: “Fue principalmente Giovanonni<br />
(1873-1947) quien reacciona, como es sabido, contra<br />
estos derribos y aislamientos, logrando incorporar a la<br />
Carta de Atenas su defensa <strong>del</strong> entorno en un edificio<br />
monumental como constitutiva <strong>del</strong> primer valor y de la<br />
autenticidad <strong>del</strong> mismo, al tiempo que introducirá la valoración<br />
intrínseca de las arquitecturas menores y de los<br />
conjuntos urbanos. Enunció el concepto de ambiente,<br />
que si bien ha sido beneficioso para la conservación de<br />
estos entornos y conjuntos, fue interpretado frecuentemente<br />
de modo superficial al cuidarse únicamente aspectos<br />
visuales y externos. Pues, en general, las ideas de<br />
8<br />
7. Florencio Zoido Naranjo. "La<br />
Ciudad en el Territorio". <strong>Patrimonio</strong><br />
y ciudad. Cuaderno V.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Jornadas de Priego.<br />
Delegación Provincial de<br />
Cultura de Córdoba. Excmo.<br />
Ayuntamiento de Priego.<br />
8. Seminario sobre la Puerta <strong>del</strong><br />
Puente y su entorno. Excmo.<br />
Ayuntamiento y Delegación<br />
Provincial de Cultura de la Junta<br />
de Andalucía. Córdoba, Marzo<br />
de 1995. Eugenio González.<br />
Gabriel Ruiz Cabrero. Enric Soria.<br />
Edouard Bru. Román Fernández-Baca<br />
Casares.<br />
9. Jan Rosvall y colaboradores.<br />
"Perspectivas internacionales<br />
sobre planificación estratégica<br />
para la investigación y la formación<br />
en relación con la conservación".<br />
Convegno internazionale<br />
di studi Giovanni Secco<br />
Suardo. La Cultura <strong>del</strong> Restauro<br />
Tutela e Conservazione<br />
<strong>del</strong>l'Opere d'Arte.<br />
10. Antón González Capitel. "El<br />
tapiz de Penélope. Apuntes hacia<br />
la idea de restauración e intervención<br />
arquitectónica". Arquitectura.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
11. Reflexiones <strong>del</strong> grupo para la<br />
declaración de Ubeda/Baeza<br />
como <strong>Patrimonio</strong> de la Humanidad.<br />
Marcelino Sánchez Ruiz<br />
y Françoise Deschamps, Directores<br />
<strong>del</strong> Trabajo. Grupo de<br />
Reflexión: Victor Pérez Escolano,<br />
Arsenio Moreno, Pedro<br />
Galera, Pedro Salmerón, Román<br />
Fernández-Baca.<br />
Giovanonni se entendieron en favor de una conservación<br />
aparencial, fachadista y pseudohistórica, demandadora<br />
de una banal escenografía a veces próxima al folklore<br />
turístico...”.<br />
Es bastante usual entender el patrimonio y las relaciones<br />
entre objetos exclusivamente desde una visión epidérmica,<br />
y no profundizando en el origen <strong>del</strong> lugar, las relaciones<br />
que se producen y la materialidad que compone<br />
el patrimonio y la ciudad, cuya protección es determinante<br />
en la mayoría de los casos en función de su valor<br />
cultural o el carácter singular de los mismos.<br />
En Úbeda, en la Plaza de los Vázquez de Molina/El Salvador,<br />
el conjunto conformado por los inmuebles Palacio<br />
de los Vázquez de Molina el Palacio <strong>del</strong> Dean Ortega<br />
(hoy Parador de Turismo), la Capilla <strong>del</strong> Salvador y Sta.<br />
María de los Reales Alcázares, nos define uno de los espacios<br />
urbanos más importantes de nuestra región, con<br />
la presencia de arquitecturas entrelazadas, que generan<br />
una visión escenográfica, producto <strong>del</strong> cuidado en las relaciones<br />
de los objetos (paisaje urbano). Dicha visión ha<br />
de tener su correspondencia en el cuidado de los valores<br />
de la materialidad de la ciudad, parcelario, espacialidad,<br />
estructuras murarias, tradiciones constructivas, etc.<br />
de interés, y de cuyo análisis y estudio deben extraerse<br />
conclusiones para su protección y conservación.<br />
Asimismo, los bienes más representativos requieren<br />
también el cuidado en la intervención en coherencia,<br />
con el proyecto general de intervención en la ciudad.<br />
Las reflexiones <strong>del</strong> grupo de trabajo para la Declaración<br />
de Ubeda/Baeza como <strong>Patrimonio</strong> de la Humanidad 11<br />
exponían la necesidad de recuperación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
histórico-cultural, así como <strong>del</strong> paisaje urbano y de las<br />
extensiones que bordean la ciudad. Para ello se entendía<br />
indispensable operar sobre aquellos lugares degradados<br />
mediante la corrección de los factores negativos, el análisis<br />
de la normativa urbanística y su incidencia en la<br />
transformación coherente de la Ciudad Patrimonial.<br />
Finalmente, se entendía también indispensable estudiar<br />
la presentación eficaz <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> mediante la difusión<br />
<strong>del</strong> mismo, y se consideraba interesante la adhesión<br />
ciudadana al proyecto de declaración como manera de<br />
implicación colectiva en la protección y conservación de<br />
los bienes culturales, con independencia de las corresponsabilidades<br />
interinstitucionales.<br />
La observación en el cuidado de las extensiones urbanas<br />
no es baladí. Muchos casos así nos lo demuestran: algún<br />
ejemplo como la construcción en la extensión urbana de<br />
inmuebles de uso hospitalario, y de tanta edificabilidad sobre<br />
suelo prácticamente sin edificar, sorprende por la falta<br />
de sensibilidad hacia el medio físico. Estos espacios, no sujetos<br />
todavía, y por lógica, a protección desde el ámbito<br />
cultural, requieren una reflexión en la conveniencia de<br />
protección de los “entornos rurales” de lo que podríamos<br />
denominar “municipios medios”, en evitación <strong>del</strong> desarrollismo<br />
de las extensiones urbanas de algunas ciudades<br />
andaluzas, ya difícilmente recuperables.<br />
Otros espacios, degradados, que no encuentran su sentido<br />
en la ciudad, pueden ser transformados a través <strong>del</strong><br />
94<br />
proyecto urbano y la arquitectura. La inclusión de nueva<br />
arquitectura, o de nueva cultura, debe considerarse un<br />
factor positivo, si se realiza desde los presupuestos culturales<br />
actuales; y ello en la necesidad de la sociedad de<br />
SER, más allá exclusivamente de HABER SIDO.<br />
El Centro Gallego de Arte Contemporáneo, cuyo autor<br />
es Alvaro Siza (1993), y que está situado en el interior<br />
<strong>del</strong> recinto de la antigua huerta <strong>del</strong> Convento de<br />
Santo Domingo de Bonaval, contribuye, no sin polémica,<br />
a la ordenación de una amplia zona de edificaciones<br />
bien distintas y de espacios libres. Ha transformado en<br />
un tejido coherente el aglomerado de espacios donde<br />
se sitúa: su implantación longitudinal hace que su entrada<br />
se aproxime al Convento e Iglesia de Sto. Domingo,<br />
de fuerte expresividad arquitectónica; y el tejido urbano<br />
formado por edificios de muy distinta escala y significado,<br />
obliga a un cuidadoso estudio de volúmenes,<br />
materiales y lenguaje. Es un mediador de las escalas urbanas<br />
<strong>del</strong> entorno; es un edificio para Santiago de<br />
Compostela (Fig. 9).<br />
Finalmente, el pequeño Museo de la Colegiata de Sta.<br />
María en La Coruña, de Manuel Gallego, obliga a una<br />
proximidad en los detalles y escalas, que se complica<br />
con la buscada unidad y continuidad espacial <strong>del</strong> recinto.<br />
La dificultad de ubicar la escalera sugiere la transformación<br />
<strong>del</strong> propio museo en escalera. La fachada respeta la<br />
unidad interior y se integra en el conjunto remo<strong>del</strong>ado<br />
<strong>del</strong> entorno de una manera sobria y <strong>del</strong>icada.<br />
Con estas ejemplificaciones he intentado expresar la<br />
“extensión” de problemas que atañen al patrimonio en<br />
la ciudad. Desde la investigación histórica hasta la ordenación<br />
de espacios urbanos, pasando por actuaciones<br />
singulares. Y quiero añadir, haciendo hincapié, que la<br />
pertinente conexión entre disciplinas, como componente<br />
instrumental y enriquecimiento cultural, no evita la vigencia<br />
de la intervención contemporánea en la ciudad.<br />
La aportación de la “nueva cultura” y de las opciones<br />
creativas, es consustancial a nuestro tiempo, entendiéndola<br />
en este momento contextualizada en lo históricocultural,<br />
ambiental y social.<br />
3. LA NECESIDAD DE LA GESTIÓN DEL<br />
PATRIMONIO<br />
Hemos incidido especialmente en el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
y en el contexto de los Bienes Culturales en el medio<br />
urbano; y hemos intentado insistir en la necesidad de<br />
conectarlos con la realidad social. Por la vía de la formalización<br />
o comunicación, a través de proyectos concretos, como<br />
es el caso <strong>del</strong> proyecto para la Muralla en el aparcamiento<br />
de la Plaza de la Marina, en Málaga; o en el intento<br />
de implementar otras políticas sectoriales (Turismo, Medio<br />
Ambiente), como he querido apuntar, con la extensión urbana<br />
de Mérida y la organización desde la formalización<br />
genérica y como operación de carácter estratégico.<br />
Ya lo comentábamos en las Jornadas de Catalogación,<br />
recordando el texto <strong>del</strong> Estudio Económico Financiero<br />
<strong>del</strong> Plan General de Bienes Culturales: “la inserción <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Cultural en el desarrollo socio-económico
PH Boletín<strong>14</strong> 95<br />
vuelve irrelevante la dicotomía entre salvaguarda en sí<br />
misma y la salvaguarda para su disfrute, pues el papel<br />
que desempeñan los recursos culturales en una sociedad<br />
deben ser analizados desde la perspectiva de su<br />
contribución a los objetivos <strong>del</strong> desarrollo de esa misma<br />
realidad, marco en el que cobran verdadero significado”.<br />
No quisiera hacer una traducción economicista de este<br />
principio, que pudiera parecer un intento de explotación<br />
de los recursos culturales. Pero sí es importante reconocer<br />
que los bienes culturales pertenecen a la sociedad, y<br />
que el objetivo de todos los que tenemos responsabilidad<br />
consiste en protegerlos, conservarlos y devolverlos<br />
a la sociedad a la que pertenece; pero también debemos<br />
entenderlo como un recurso que aporte beneficio,<br />
sin que suponga atentar a su conservación.<br />
También he intentado exponer la complejidad existente<br />
en la ciudad en referencia al <strong>Patrimonio</strong>. Las distintas disciplinas<br />
se interrelacionan, con distintas visiones, con un<br />
denominador que debe ser común, cual es la tutela de<br />
los Bienes Culturales.<br />
Es conveniente, pues, si queremos trabajar con rigor, generar<br />
la suma de conocimientos y la visión compartida e<br />
interdisciplinar. De esta forma, existirán mayores garantías<br />
en la solución de los problemas reales de nuestro <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico.<br />
Ahora bien, es importante, y de ahí esta ponencia, catalizar<br />
y dirigir el esfuerzo investigador y disciplinar hacia<br />
una planificación integrada <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico/Cultural<br />
en la ciudad, con la finalidad de converger acciones<br />
e impulsarlas, por la vía instrumental. Desde un Programa<br />
que planifique las actividades de conocimiento, régimen<br />
jurídico, conservación de colecciones de inmuebles-muebles<br />
en sus correspondientes contextos y la<br />
difusión-desarrollo de los bienes patrimoniales para el<br />
disfrute de los ciudadanos, podremos ordenar básicamente<br />
la gestión. Un programa que puede tener un mo<strong>del</strong>o<br />
en la organización <strong>del</strong> Plan General de Bienes Culturales,<br />
para la gestión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>, según:<br />
a. Acciones genéricas de Investigación Histórica y Protección<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>, que inician sus actividades<br />
con la clasificación, inventario y catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
en la ciudad y la definición <strong>del</strong> régimen jurídico,<br />
recordando lo expuesto para el patrimonio arqueológico.<br />
b. Acciones genéricas de Conservación e Intervenciones<br />
en la ciudad, con el establecimiento <strong>del</strong> diagnóstico<br />
general de las colecciones (inmuebles, muebles) en el<br />
contexto urbano general de la ciudad, e intervenciones<br />
obedeciendo a los siguientes criterios:<br />
b.1 Conservación sistemática como establecimiento<br />
de las inversiones en función de los criterios de<br />
urgencia, valor y propiedad patrimonial.<br />
b.2 Conservación Preventiva, o acciones que inciden<br />
sobre las causas <strong>del</strong> deterioro y aseguran la salvaguardia<br />
de colecciones de bienes muebles e inmuebles.<br />
b.3 Conservación estratégica e integrada; actuaciones<br />
conductoras de inversiones, generadoras de rentabilidad<br />
social (fomento de empleo, usos nuevos<br />
y adecuados, rehabilitación de áreas deprimidas,<br />
etc.), o que incidan en el vínculo con otras políticas<br />
afines (Medio Ambiente, Turismo ...)<br />
b.4 Mantenimiento de Bienes Culturales, a través de<br />
recomendaciones normativas y directrices, así como<br />
en la observación y seguimiento de actuaciones<br />
realizadas.<br />
c. Acciones genéricas de Difusión-Desarrollo, que signifiquen<br />
la puesta en valor <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>; la creación de<br />
nuevos usos mediante los estudios pertinentes; el establecimiento<br />
de la red de difusión; la tutela de las visitas<br />
escolares o de público general; la creación de<br />
Centros de interpretación y puntos de información al<br />
visitante; la coordinación con otras iniciativas y desde<br />
otras ópticas (Turismo, Empleo, Medio Ambiente)<br />
Estas acciones genéricas forman parte de una secuencia,<br />
en permanente dialéctica, por la que los Bienes Culturales,<br />
alcanzan todo su potencial como legado ■<br />
9<br />
ARTÍCULOS
P<br />
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
atrimonio Arquitectónico<br />
y <strong>Patrimonio</strong> Natural<br />
Manuel Rodríguez de los Santos El <strong>Patrimonio</strong> histórico-artístico de<br />
nuestra región constituye una pieza fun-<br />
Departamento de Protección damental de nuestra cultura que ha in-<br />
de Fauna y Flora. fluido en el carácter y costumbres de la<br />
Consejería de Medio Ambiente sociedad andaluza. Los valores arquitectónicos,<br />
representados por castillos, ermitas,<br />
palacios, mezquitas, alcazabas, juderías, etc., mezcla<br />
de numerosos pueblos y culturas en nuestra región, han<br />
establecido las condiciones de vida de los andaluces y han<br />
condicionado las relaciones con otras regiones españolas,<br />
principalmente hasta finales <strong>del</strong> siglo XV. La sobriedad exterior<br />
y el lujo interno de la cultura árabe, contrasta fuertemente<br />
con la grandiosidad exterior de las construcciones<br />
cristianas. El avance y retroceso de las fronteras<br />
durante la reconquista cristiana de al-Andalus motivó un tipo<br />
de construcción diferente a los existentes en los territorios<br />
ya conquistados siglos antes por los castellanos: las<br />
torres vigías y albarranas, atalayas, empalizadas, fortalezas y<br />
murallas, constituían la base de las edificaciones de estos<br />
inestables territorios limítrofes, hoy dominio de los hijos<br />
<strong>del</strong> Corán, mañana de los cristianos obedientes a Roma.<br />
Es evidente que las invasiones y guerras han moldeado la<br />
estructura física de las ciudades, pueblos y villas. Así, una<br />
ciudad volcada hacia el exterior presenta edificaciones distintas<br />
y contrapuestas a las ciudades y pueblos amurallados.<br />
Este rico patrimonio arquitectónico debe ser inexcusablemente<br />
conservado, no sólo por su valor artístico sino<br />
también por el histórico, ya que constituyen el reflejo de<br />
los valores, intereses, sentimientos y aspiraciones de las<br />
distintas culturas y pueblos que han habitado el suelo andaluz<br />
a lo largo de toda su existencia.<br />
Sin embargo, no menos importante es el <strong>Patrimonio</strong> natural<br />
de nuestra región, constituido por más de 4.000 especies<br />
de plantas vasculares, lo que supone el 40% de las<br />
existentes en toda la Unión Europea. Asimismo, considerando<br />
sólo los vertebrados protegidos, habitan Andalucía<br />
420 especies animales, lo que representa el 43% de la<br />
Unión Europea, a lo que habría que sumarle la ingente<br />
cantidad de especies de invertebrados, tanto terrestres<br />
como marinos y dulceacuícolas. Entre los vertebrados<br />
protegidos mencionados anteriormente, destacan las<br />
aves, con 300 especies, es decir el 71.4% <strong>del</strong> total para<br />
Andalucía. Dentro de este grupo zoológico, muchas especies<br />
de aves se han hecho urbanas y conviven con los<br />
habitantes de nuestras ciudades y pueblos, compartiendo<br />
con ellos los cambios y evolución sufridos a lo largo de<br />
toda la historia de la sociedad andaluza. Numerosas especies<br />
de la avifauna urbana han adaptado sus hábitos y<br />
96<br />
costumbres a los cambios de los distintos estilos arquitectónicos<br />
que se han producido en Andalucía a lo largo<br />
de toda su historia, colonizando estas edificaciones y<br />
construyendo sus nidos en ellas para reproducirse. De<br />
esta manera se convierten en nuestros habitantes espontáneos,<br />
cuya vida está condicionada por la <strong>del</strong> ser humano,<br />
que gozan además de la libertad de no someterse a<br />
las leyes de los hombres sino a las que dicta la naturaleza.<br />
Así, mientras la esclavitud era costumbre habitual en la<br />
Edad Media, las aves de nuestros pueblos, villas rurales y<br />
aldeas gozaban de mayor libertad que sus habitantes. La<br />
historia ha provocado cambios profundos en el paisaje<br />
arquitectónico, derruyendo, levantando o cambiando con<br />
los siglos estas construcciones a medida que avanzan y<br />
desaparecen las costumbres o las culturas.<br />
La propia estructura inerte de los edificios históricos <strong>del</strong><br />
núcleo urbano proporciona por sí sola numerosos cobijos<br />
y habitáculos donde la avifauna puede refugiarse y guarecerse.<br />
Muchas especies de aves comparten con los andaluces<br />
su vida cotidiana, en la mayoría de los casos sin que<br />
éste se percate de ello. Es fundamentalmente en primavera<br />
cuando la mayor parte de estas especies de la fauna<br />
aviar viven entre nosotros, utilizando estas edificaciones<br />
arquitectónicas para construir sus nidos y sacar a<strong>del</strong>ante a<br />
sus crías que, acompañadas de sus progenitores, volverán<br />
al año siguiente a estas mismas estructuras para continuar<br />
con el ciclo de la vida. Las cigüeñas, desde tiempo inmemorial,<br />
nidifican en las espadañas y torres de nuestras iglesias,<br />
conventos, ermitas y palacios. Los cernícalos primillas<br />
aprovechan los huecos y mechinales de estas construcciones<br />
para criar a sus polluelos. Los vencejos, aviones y golondrinas<br />
surcan continuamente el cielo urbano alimentándose<br />
de insectos y mosquitos que pululan en ordas<br />
incesantemente en el aire. El bullicioso gorrión aprovecha<br />
y recicla los restos y desperdicios humanos, soporte de su<br />
alimentación básica. No olvidemos a la Lechuza común<br />
con una actividad cazadora crepuscular y nocturna, encargada<br />
de limpiar de roedores nuestros castillos, iglesias, ermitas<br />
y parroquias. Otras especies de la fauna aviar que<br />
conviven en estas construcciones son: la Grajilla, el Estornino<br />
negro, el Estornino pinto, la Paloma bravía, el Gorrión<br />
chillón, el Vencejo común y el Vencejo pálido. Aunque<br />
existen muchas otras especies de aves urbanas, no se<br />
mencionan aquí por carecer de interes para las construcciones<br />
artísticas de carácter histórico.<br />
Dificilmente descriptible por su espectacularidad es la<br />
imagen tradicional <strong>del</strong> crotoreo de la cigüeña al atarde
PH Boletín<strong>14</strong> 97<br />
cer en las torres de las iglesias y conventos de nuestros<br />
pueblos, o el incesante trinar de los vencejos y aviones<br />
que velozmente, en grupos, atraviesan las estrechas callejuelas<br />
de los barrios más típicos de nuestras ciudades.<br />
La importancia de la arquitectura histórico-artística de Andalucía<br />
para la avifauna es enorme. Así, un censo de Cigüeñas<br />
efectuado en 1994 en las provincias de Cádiz,<br />
Huelva y Sevilla arroja un alto porcentaje de ocupación de<br />
estos edificios <strong>del</strong> patrimonio arquitectónico (tal como<br />
puede observarse en la Figura nº 1). En Huelva, por ejemplo,<br />
el 43.19% de los nidos de Cigüeña común se ubican<br />
en edificios históricos frente al 16.31% en Cádiz y el 20%<br />
en Sevilla. Igualmente, un censo de la población nidificante<br />
de Cernícalo primilla en toda Andalucía realizado en 1995,<br />
ha puesto de manifiesto que numerosos monumentos artísticos<br />
son de vital importancia para la supervivencia de<br />
esta ave. Las Murallas o el Castillo de los Guzmanes de<br />
Niebla (Huelva), el Convento de Sto. Domingo en Alcalá<br />
de los Gazules (Cádiz), la Iglesia de la Asunción en Castro<br />
<strong>del</strong> Rio (Córdoba), la Iglesia de Ntra. Sra. de la Purificación<br />
en Manzanilla (Huelva), el Convento La Campana en Trigueros<br />
(Huelva), la Iglesia de Santa Ana en Carmona (Sevilla),<br />
el Castillo de Luna en Mairena <strong>del</strong> Alcor (Sevilla), la<br />
Iglesia de San Juan Bautista en Marchena (Sevilla), la Iglesia<br />
de El Salvador y la Catedral y Giralda de Sevilla, son claros<br />
ejemplos de ello y destacan por el alto número de parejas<br />
reproductoras allí ubicadas. Este Cernícalo, asociado a las<br />
construcciones humanas, se encuentra en regresión en toda<br />
Europa, siendo estas poblaciones andaluzas las de mayor<br />
importancia (20.2%), y suponen además el 67.33% de<br />
la población total española, de ahí el interes en conservarla<br />
y en proteger sus nidos frente a las graves efectos de las<br />
restauraciones de estos edificios históricos. Como vemos<br />
en la Figura nº 2, la importancia de las construcciones <strong>del</strong><br />
patrimonio arquitectónico para las colonias de reproducción<br />
de esta pequeña rapaz es enorme en algunas de las<br />
provincias andaluzas, destacando las provincias de Huelva<br />
(96%), Sevilla (76%), Córdoba (64.3%) y Málaga (53.2%)<br />
en las que existe una clara preferencia por estas edificaciones<br />
artísticas para ubicar sus nidos, y en menor medida en<br />
las provincias de Cádiz (44.5%), Jaén (32.4%) y Granada<br />
(11.8%), no existiendo en Almería por el momento nidos<br />
situados en construcciones históricas.<br />
Los principales problemas que afectan a la supervivencia<br />
de estas aves son:<br />
• El cegado, cierre y tapado definitivo de huecos y mechinales<br />
en las restauraciones de estas edificaciones<br />
histórico-artísticas. Esta situación se presenta con mayor<br />
gravedad durante el periodo de nidificación, afectando<br />
a pollos y adultos de Cernícalo primilla que<br />
quedan materialmente enterrados vivos.<br />
• El derribo de nidos de aviones y golondrinas de los<br />
aleros y repisas de los edificios con valor arquitectónico,<br />
a pesar de que el daño que causan es mínimo o<br />
inexistente.<br />
• El derribo de nidos de Cigüeñas de espadañas y torres,<br />
alegándose que ensucian con palos y ramas el suelo o<br />
causan daños al edificio por filtraciones de agua.<br />
Para todos estos problemas hay soluciones alternativas<br />
satisfactorias si realmente existe una conciencia y sensi-<br />
bilidad por compatibilizar el patrimonio arquitectónico<br />
con el natural, al que todos los ciudadanos andaluces<br />
tenemos igual derecho y deber de conservar y proteger.<br />
Así, las restauraciones deben respetar los huecos<br />
donde nidifican las aves, debiendo trasladarse las obras<br />
a períodos fuera de la reproducción para evitar molestias<br />
al proceso de cría. No obstante, pueden llevarse a<br />
cabo obras parciales durante este período en zonas <strong>del</strong><br />
edificio que no afecten a la reproducción de las aves.<br />
Igualmente, no deben instalarse redes de protección en<br />
los edificios en restauración mientras dure la nidificación<br />
de las aves, pudiendo retrasarse o a<strong>del</strong>antarse el comienzo<br />
de estas obras para no hacerlos coincidir con el<br />
proceso reproductor, evitándose el derribo de nidos,<br />
principalmente de aviones y golondrinas. Asimismo,<br />
existen ya diseños de nidos artificiales para cigüeñas<br />
ampliamente experimentados cuya instalación en torres<br />
y espadañas evita el riesgo por filtración de aguas de lluvia<br />
al edificio.<br />
NIDOS DE CIGÜEÑA COMÚN. CÁDIZ, HUELVA Y SEVILLA.<br />
1995<br />
Total 1.062<br />
77,3%<br />
NIDOS DE CERNÍCALOS PRIMILLA. ANDALUCÍA.<br />
1000<br />
800<br />
600<br />
400<br />
200<br />
0<br />
Almería Cádiz Córdoba Granada<br />
Total provincia <strong>Patrimonio</strong> Arquitectónico<br />
Patrim. Arquitec. 311<br />
22,7%<br />
Hoy en día sabemos que el 54% de los nidos de Cigüeña<br />
blanca y Cernícalo primilla se ubican en construcciones<br />
histórico-artísticas andaluzas, lo cual supone una<br />
gran responsabilidad compartida entre los encargados<br />
de la conservación y protección de estas especies amenazadas<br />
de extinción y los responsables de la conservación<br />
y restauración de estas edificaciones. El patrimonio<br />
arquitectónico y natural, así pues, están estrechamente<br />
ligados, debiendo existir una necesidad de entendimiento<br />
para la conservación de ambos, que forma parte de<br />
los pilares básicos en los que se sustenta la cultura y<br />
tradiciones andaluzas. La sociedad actual andaluza reclama<br />
este entendimiento en pro de la conservación de<br />
estos valores para las generaciones venideras ■<br />
Sevilla 62<br />
Huelva 203<br />
Cádiz 46<br />
Huelva Jaén Málaga Sevilla<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
Arqueología y<br />
Medios de Comunicación<br />
Ana Carmen Lavín Berdonces<br />
Ana Yáñez Vega<br />
Mercedes Laín García<br />
Alumnas de Doctorado de los<br />
Deptos. de Prehistoria, Derecho<br />
Administrativo y Arqueología de la<br />
Universidad de Castilla-La Mancha<br />
1. Aclaración y<br />
planteamientos<br />
El presente trabajo no pretende ser un<br />
análisis exhaustivo y estadístico sobre el<br />
tratamiento de la Arqueología y el <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico en los medios<br />
de comunicación masivos. Por el contrario,<br />
hemos querido hacer un estudio<br />
sobre la información que reciben aquellas personas que<br />
hojean el periódico con cierta asiduidad y se encuentran<br />
una noticia sobre el expolio de un yacimiento, o encienden<br />
el televisor justo en el momento en que se emite<br />
un programa sobre Arqueología. En este análisis hemos<br />
dejado fuera las publicaciones y medios audiovisuales especializados<br />
en la materia, pues se les supone un mínimo<br />
rigor científico y porque, al fin y al cabo, son adquiridas<br />
por aquellos con algún interés por la Arqueología.<br />
Nos hemos centrado en los temas que tratan los medios<br />
de comunicación, en el contenido de dicha información<br />
(si es correcta o no), en su extensión y calidad, y siempre<br />
teniendo en cuenta que la persona que la recibe no es<br />
una experta ni tiene un interés especial por las cuestiones<br />
arqueológicas. Es este colectivo, cuyo conocimiento<br />
de la Arqueología se reduce al adquirido a través de los<br />
medios de comunicación, es objeto de nuestro análisis,<br />
porque es precisamente al que, dependiendo de la información<br />
que se le ofrezca, se puede sensibilizar y despertar<br />
su interés por la materia que tratamos.<br />
2. Difusión arqueológica y<br />
Medios de comunicación<br />
En el momento que vivimos, donde todo es información,<br />
los medios de comunicación juegan un decisivo papel sobre<br />
el qué y cómo llega a los ciudadanos. Y esto es importante<br />
desde el instante en que la información puede<br />
producir cambios de actitud y de opinión en aquellos<br />
que la reciben. La transformación de una realidad puede<br />
ser percibida por los que trabajan directamente con ella.<br />
Pero es muy difícil que el resto la descubra si los medios<br />
de comunicación no se hacen eco de la misma.<br />
Parece incuestionable que las nuevas orientaciones arqueológicas<br />
obligan a los/las profesionales a realizar un mayor<br />
esfuerzo a la hora de difundir los resultados de sus investigaciones,<br />
dotándolas de un carácter más social y no res-<br />
tringiéndolas exclusivamente a un círculo de privilegiados.<br />
No puede olvidarse que el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, así<br />
como los resultados y conclusiones a los que llega la Arqueología,<br />
son propiedad de todos y debemos dar opción<br />
a la sociedad de ser receptora de los mismos.<br />
Y es aquí donde los medios de comunicación masivos<br />
juegan un papel determinante; prensa, radio y televisión<br />
pueden y deben ser unos aliados estupendos a la hora<br />
de divulgar la realidad arqueológica al gran público; pero<br />
por otro lado, mal utilizados, se convierten en un arma<br />
de doble filo que podrían llegar a perjudicar seriamente<br />
nuestro <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
Los arqueólogos/as estamos poco acostumbrados a valernos<br />
de ellos para difundir los resultados de nuestro<br />
trabajo (cuando se habla de prensa no se hace referencia<br />
a publicaciones de alto nivel científico, sino a escritos<br />
de amplia tirada al alcance de todos); pero en nuestras<br />
manos está el saber servirnos de ellos de la forma correcta<br />
para cumplir los fines que perseguimos.<br />
Hasta el momento el trato que se ha dispensado a la Arqueología<br />
en los medios de comunicación no ha sido<br />
agasajador, culpa, en parte, de nuestra apatía; los programas<br />
que tocan estos temas son escasos y las noticias en<br />
prensa esporádicas, y casi siempre ligadas a algún hallazgo<br />
o a algún expolio. En contadas ocasiones aparece una información<br />
monográfica sobre una investigación en curso<br />
(quizá sean los casos de Altamira, Atapuerca y Orce los<br />
más emblemáticos). A ello debemos añadir la multitud<br />
de datos erróneos que los periodistas vierten en sus crónicas<br />
y las interpretaciones tergiversadas de muchas de<br />
las respuestas de los profesionales; y es que, de un tiempo<br />
a esta parte, no son los arqueólogos y arqueólogas<br />
quienes escriben los artículos, sino redactores no especializados<br />
en temas tan concretos, ganando quizá en divulgación,<br />
pero perdiendo en carácter científico. El resultado<br />
final que llega al gran público puede ser desolador.<br />
Pero mejor analicemos todo esto mediante ejemplos ...<br />
2.1 La Televisión<br />
98<br />
La televisión es el medio de comunicación más importante<br />
en nuestra sociedad. Quizá sea por aquello de que<br />
una imagen vale más que mil palabras, pero lo cierto es<br />
que cualquier programa de Arqueología que se emite a<br />
través de la pequeña pantalla consigue un impacto social
PH Boletín<strong>14</strong> 99<br />
mucho mayor que el mejor artículo periodístico. Sin embargo<br />
los espacios televisivos dedicados a temas arqueológicos<br />
son ciertamente escasos, debido en gran parte a<br />
su baja competitividad frente a otros productos de mayor<br />
aceptación y audiencia; y es que debemos tener presente<br />
que, aunque la Arqueología despierta interés en<br />
un numeroso sector social, nunca va a conseguir el espectro<br />
de público de una telenovela o un partido de fútbol,<br />
al igual que cualquier espacio cultural, y por tanto el<br />
número de programas que se emitan siempre será inferior<br />
y nunca en horas punta de audiencia.<br />
Como muestra analicemos algunos de los programas de<br />
Arqueología que se han emitido en los últimos años. Estos<br />
han sido recogidos al azar en 1992 y 1995 y constituyen<br />
un pequeño sondeo aleatorio de la oferta televisiva.<br />
Dicho sea de paso, realizar un estudio exhaustivo de las<br />
emisiones de este tipo de programas resulta harto difícil<br />
debido a los cambios constantes de programación, las horas<br />
intempestivas en los que se ponen en antena algunos<br />
de ellos y la escasa publicidad que reciben, lo que provoca<br />
que mayoritariamente pasen desapercibidos, con lo que<br />
ver alguno, a menos que el telespectador se atrinchere<br />
<strong>del</strong>ante de su aparato televisivo provisto <strong>del</strong> mando a distancia,<br />
suele ser una verdadera suerte. Todo ello resulta<br />
muy significativo a la hora de calibrar el peso específico de<br />
la Arqueología, y de los programas culturales en general,<br />
en nuestras cadenas televisivas, es decir, casi ninguno.<br />
De entre los comentarios que podemos realizar al hilo de<br />
los datos recogidos, comprobamos lo que ya sabíamos de<br />
antemano: los programas televisivos dedicados a temas arqueológicos<br />
son escasísimos. Hay que rebuscar con esmero<br />
entre toda la programación para dar con alguno y confiar<br />
en que no se emita a las dos de la madrugada,<br />
compitiendo en audiencia con los telediarios <strong>del</strong> Sr. Carrascal,<br />
a menos que se posea un video, aunque esta opción<br />
tampoco es <strong>del</strong> todo satisfactoria debido a los cambios de<br />
horario y de día de emisión de muchos espacios a los que<br />
nos tienen acostumbrados los directivos televisivos.<br />
En líneas generales, TV2 es la cadena que más espacios<br />
dedica a la Arqueología, con unos horarios de emisión<br />
que oscilan entre la sobremesa y la madrugada y con una<br />
media de una hora por programa. El resto de las cadenas<br />
sólo se ocupan de ella esporádicamente y con temas más<br />
relacionados con el expolio <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
Comentario aparte merecen las televisiones autonómicas,<br />
que en general sí dedican programas, aunque sea de forma<br />
circunstancial, a la Arqueología de sus respectivas Comunidades<br />
Autónomas. Estos espacios suelen tener tres<br />
focos de atención; por una parte aquellos que tratan el<br />
estado de las investigaciones en curso y que suelen rodar<br />
se durante el desarrollo de las campañas de excavaciones<br />
de verano con las consiguientes visitas a los yacimientos;<br />
oscilan entre reportajes más o menos amplios hasta meras<br />
noticias en los informativos locales y muchas veces<br />
son los responsables de la afluencia de público a una determinada<br />
excavación tras su emisión. Por otro lado tenemos<br />
otra serie de programas dedicados a la situación <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Arqueológico de la Comunidad, que hasta hace<br />
poco eran rarísimos, pero que de un tiempo a esta<br />
parte van aumentando debido a la mayor conciencia so-<br />
cial sobre el estado lamentable en el que se encuentra<br />
nuestro <strong>Patrimonio</strong> Cultural. Y por último, tenemos otro<br />
grupo de emisiones, más frecuentes, que muestran la Historia<br />
de cada Comunidad insertando los elementos arqueológicos.<br />
Suelen ser series documentales de carácter<br />
etno-arqueológico, con bonitas imágenes y una documentación<br />
aceptable, que también recogen elementos relacionados<br />
con las costumbres y tradiciones populares, uniendo<br />
así Historia, Arqueología y Etnología de la región.<br />
Resulta prácticamente imposible seguir estos programas<br />
si no se dispone de una antena parabólica y se domina<br />
más o menos el idioma en el que se emiten, pero<br />
aún así podemos decir que suelen ser frecuentes (dentro<br />
de la frecuencia con la que se emiten programas<br />
arqueológicos) en todas las autonómicas (Tele Madrid,<br />
Canal Sur, TV3, Euskal Telebista...) y que casi todas tratan<br />
de hacerse eco de la Arqueología de "su" Comunidad,<br />
algo muy loable, con cierta tendenciosidad hacia<br />
ideas de corte político-nacionalista, algo mucho menos<br />
loable. Pero el tema de la instrumentalización de la Arqueología<br />
sería demasiado complejo, aunque no es ni<br />
infrecuente ni ajeno al desarrollo de la disciplina arqueológica,<br />
para analizarlo aquí sin una base de datos bien<br />
documentada.<br />
Arqueología y Medios de Comunicación.<br />
TEMAS TRATADOS EN PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO<br />
% 80<br />
% 80<br />
60<br />
40<br />
20<br />
0<br />
60<br />
40<br />
20<br />
0<br />
Defensa<br />
Estado<br />
Premios<br />
Arqueología y Medios de Comunicación. LUGARES REFERIDOS<br />
España Extranjero<br />
Acciones<br />
Normativa<br />
Detectores<br />
Artículos Totales<br />
Años 1900-1995<br />
España: 105<br />
Extranjero: 35<br />
Otro punto a destacar sería el <strong>del</strong> tipo de programas<br />
que se ocupan de temas arqueológicos. En general suelen<br />
ser documentales en el caso de las series sobre Arqueología<br />
divulgativa y debates o reportajes en los casos<br />
de expolio <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, aunque no faltan<br />
espacios de corte poco científico y con cierto carácter<br />
"esotérico" siendo los menos frecuentes.<br />
Año 1900-1995<br />
Defensa: 10<br />
Estado: 69<br />
Premios: 1<br />
Acciones: 6<br />
Normativa: 7<br />
Detectores: 2<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
1 En el reportaje emitido el 21<br />
de enero de 1995 dentro de<br />
la serie Línea 900, titulado<br />
"Ruinas de España", los periodistas<br />
desenterraron un<br />
mosaico de una villa romana<br />
en Mérida, echándole un cubo<br />
de agua encima y señalando<br />
la facilidad para la extracción<br />
de este tipo de<br />
piezas que además alcanzan<br />
un alto precio en el mercado;<br />
literalmente se dijo que<br />
un medallón de un mosaico<br />
romano de las características<br />
y la calidad <strong>del</strong> que estaban<br />
desenterrando podía alcanzar<br />
los dos millones de pesetas<br />
en los circuitos clandestinos.<br />
2 Se trata <strong>del</strong> programa emitido<br />
también en TV2 el 28 de<br />
octubre de 1995 de la serie<br />
Un país en la mochila, conducido<br />
por José Antonio Labordeta,<br />
en el que se invitaba<br />
a un expoliador provisto<br />
de un detector de metales a<br />
proseguir con su labor y<br />
mostrarla a las cámaras de<br />
televisión en el paraje de las<br />
Hoces <strong>del</strong> Duratón, muy rico<br />
en yacimientos arqueológicos.<br />
3 Baste recordar los numerosos<br />
programas en los que ha<br />
aparecido Erik el Belga, uno<br />
de los mayores expoliadores<br />
de nuestro <strong>Patrimonio</strong> en<br />
los últimos años y que sistemáticamente<br />
es presentado<br />
como un "caballeresco ladrón<br />
de guante blanco que<br />
robaba a los incultos y bárbaros<br />
ciudadanos españoles<br />
que no valoraban sus objetos<br />
históricos y que por lo<br />
tanto, no los merecían, para<br />
dar esas piezas a aquellas almas<br />
elevadas y cultas de distintos<br />
países, especialmente<br />
septentrionales, que harían<br />
un mejor uso de ellos". Por<br />
un módico precio, claro está.<br />
Respecto a los temas de Arqueología que se recogen, ya<br />
hemos venido apuntando que oscilaban claramente entre<br />
dos extremos: aquellos que muestran una etapa cultural<br />
concreta con carácter divulgativo ("El Neolítico",<br />
"Los Celtas", "Los Castros en Asturias"...) y que suelen<br />
coincidir con los programas tipo documental, y los que<br />
muestran los problemas y la situación de los Bienes Arqueológicos<br />
("Ruinas de España", "Tráfico de Antigüedades"...),<br />
debates y reportajes de actualidad en general.<br />
El tratamiento que estos temas reciben es normalmente<br />
aceptable. Los grandes reportajes y las series documentales,<br />
al igual que muchos coloquios, suelen estar asesorados<br />
por especialistas que intentan transmitir al gran<br />
público unos conocimientos básicos en la materia, haciéndolos<br />
comprensibles y atractivos, y siempre ajustándose<br />
a la realidad. Sin embargo no faltan ocasiones en las<br />
que el trato que los periodistas dispensan a algunos temas<br />
deja bastante que desear, y no pocos profesionales<br />
conocen la experiencia de contestar a las preguntas de<br />
los informadores que muchas veces recurren a los tradicionales<br />
tópicos sobre tesoros, tumbas fabulosas, mitos,<br />
etc., para luego llevarse la mayor sorpresa de sus vidas al<br />
ver que todo lo que han dicho ha sido manipulado y refundido<br />
o que sólo se ha emitido la parte más anecdótica<br />
y "menos científica" de su trabajo. Así que no resulta<br />
extraño que algunos arqueólogos y arqueólogas huyan<br />
de los medios de comunicación como de la peste, ya<br />
que resulta muy duro ver como se trivializan importantes<br />
investigaciones que constituyen muchos años de su trabajo<br />
y esfuerzo. Con todo ello no estamos justificando<br />
de ninguna manera una actitud de enconada aversión hacia<br />
los medios de comunicación; es más, estamos convencidas<br />
de su utilidad y abogamos por un mejor y mayor<br />
uso <strong>del</strong> que se viene haciendo hasta ahora.<br />
Otro caso diferente es el de los programas televisivos en<br />
los que se trata el estado <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, su<br />
destrucción y su expolio. Este tipo de reportajes, que como<br />
ya hemos señalado viene siendo más frecuente en los<br />
últimos años, puede convertirse en un arma de doble filo.<br />
Por una parte cumple una estupenda labor de concienciación<br />
social retratando fielmente una situación de hecho y<br />
haciendo que cada vez un mayor número de personas,<br />
tanto particulares como administraciones, se preocupen<br />
por atajar el deterioro de sus bienes arqueológicos. Pero<br />
por otro lado, algunas de sus actuaciones rayan claramente<br />
en la ilegalidad ya que muchos de ellos animan a los expoliadores<br />
a mostrarles su labor, realizan pequeñas catas<br />
en yacimientos o simplemente alientan el comercio de antigüedades,<br />
como en el caso de un reportaje emitido por<br />
TV2 a principios de 1995 1. No nos quejamos de la veracidad<br />
de la información, pero consideramos que el tema requeriría<br />
una mayor prudencia, primero porque, aunque se<br />
deja entrever un cierto aire de ilegalidad en ese tipo de<br />
actos, en ningún momento se indicó de forma explícita<br />
que aquella era una actividad ilícita sancionada por la ley, y<br />
en segundo lugar porque divulgando algunos datos se anima<br />
a los expoliadores a realizar su labor con más ahínco,<br />
especialmente tras ver lo jugosos que pueden llegar a ser<br />
los beneficios económicos.<br />
Un ejemplo algo más lamentable y cercano se tuvo con<br />
la emisión de otro programa a fines <strong>del</strong> mismo año 2, el<br />
100<br />
cual provocó un buen número de llamadas y cartas de<br />
protesta a Televisión Española, la publicación de la noticia<br />
en el diario El País el día 11 de noviembre, y que el<br />
Director General de <strong>Patrimonio</strong> de la Comunidad de<br />
Castilla y León tomara carta en el asunto (curiosamente,<br />
Castilla y León es la única Autonomía que posee un decreto<br />
sobre el uso de detectores). Pero lo que en realidad<br />
se pone de manifiesto ante este tipo de hechos es<br />
el casi absoluto desconocimiento de la sociedad española,<br />
no sólo de la legislación que opera en materia de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, algo demasiado utópico, sino que estas<br />
actuaciones pueden ser constitutivas de infracción o<br />
<strong>del</strong>ito. Suponemos que el presentador y los realizadores<br />
<strong>del</strong> programa en ningún momento llegaron a imaginar<br />
que estaban haciendo algo ilegal, de lo contrario no se<br />
hubiera emitido. Al menos preferimos creerlo así.<br />
Lo que se aprecia en todo esto es que no existe una<br />
clara conciencia de respeto hacia los bienes arqueológicos<br />
y que los medios televisivos hacen un tratamiento<br />
bastante sui géneris <strong>del</strong> tema, amparando, suponemos<br />
que por total desconocimiento, actuaciones bastante<br />
dudosas e individuos no menos dudosos 3.<br />
2.2 Arqueología y <strong>Patrimonio</strong> arqueológico en la<br />
prensa escrita.<br />
Arqueología<br />
Aunque la prensa escrita tiene un menor impacto social<br />
que la televisión, ya que su alcance es más restringido,<br />
en una primera aproximación podemos a<strong>del</strong>antar que el<br />
número total de noticias referidas a temas arqueológicos<br />
es mayor.<br />
Del análisis de algunos de los escritos recogidos en los<br />
últimos cinco años se desprende que han sido los hallazgos,<br />
los acontecimientos más destacados. El mayor índice<br />
de noticias al respecto proviene de aquellos efectuados<br />
fuera <strong>del</strong> territorio nacional. Básicamente en la<br />
construcción de estos artículos se incluye una descripción<br />
de la forma en que ocurrió el evento, un replanteamiento<br />
de cuáles serán las aportaciones a la investigación,<br />
para terminar con un pequeño resumen histórico<br />
sobre el tema con el que se relaciona. Pero en la mayoría<br />
de las ocasiones la noticia se reduce a una exposición<br />
escueta y somera <strong>del</strong> hecho en sí.<br />
En los ejemplos de reportajes un poco extensos el lenguaje<br />
utilizado es muy diverso, abarcando una amplia gama<br />
donde predominan los artículos redactados como<br />
pequeños relatos de aventuras, aparecidos normalmente<br />
en los suplementos dominicales de los periódicos, y que<br />
evocan una Arqueología fastuosa de resultados espectaculares<br />
que incita, en cierta medida, a querer ser uno<br />
mismo el protagonista de la siguiente empresa. Dichos<br />
reportajes se ilustran con grandes fotografías y reconstrucciones<br />
parciales, para adentrarnos en una historia<br />
que sucedió hace miles de años.<br />
Periodistas y redactores elaboran titulares llamativos<br />
donde palabras como "misteriosos constructores", "desconocido"<br />
o "mítico", acompañados de unas buenas fotografías,<br />
tratan de captar la atención <strong>del</strong> lector, espole-
PH Boletín<strong>14</strong> 101<br />
TÍTULO TIPO DE PROGRAMA CADENA FECHA Y HORA EMISIÓN DURACIÓN<br />
El Nacimiento de Europa Serie Documental T.V. 2 1992 (3:30 a 4:30) 1 h.<br />
Los Celtas Documental Debate Programa: “La Tabla Redonda” T.V. 2 1992 Madrugada 1h. 30 min.<br />
Textos <strong>del</strong> Qumram Documental Debate Programa: “La Tabla Redonda” T.V. 2 1992 Madrugada 1h. 30 min.<br />
Los Castros Documental T.V. 2 1992 Sobremesa 30 min.<br />
Ruinas de España Reportaje. Programa: “Línea 900” T.V. 2 21-I-1995 (9 noche) 1h.<br />
Tráfico de Antigüedades Reportaje. Programa: “Sucedió en Madrid” T.M. 3 17-III-1995 (10 noche) 15 min.<br />
Erik el Belga Entrevista T.V. % 19-X-1995 (11 noche) 2 h.<br />
Los Mayas Documental T.V. 2 8-XI-1995 1 h.<br />
El Expolio Arqueológico en Andalucía Documental Canal Sur Enero 1995 (10:30 noche) 30 min.<br />
ando su imaginación. Muestra de ello es, sin duda, la<br />
gran cantidad de referencias a Egipto, uno de los temas<br />
preferidos por la prensa junto a otras de las mas exuberantes<br />
civilizaciones como la Mesopotámica y con aquellas<br />
que se desarrollaron en el ámbito Mesoamericano.<br />
Son sin duda las riquezas materiales las que hacen que<br />
estos temas se vendan bien en el mercado. Es por ello<br />
que el término "tesoro" se repite frecuentemente, anteponiéndose<br />
a otros aspectos que deberían también resaltarse<br />
como el grado de desarrollo alcanzado en épocas<br />
remotas, el estado actual de las investigaciones o la<br />
importancia de la noticia en sí.<br />
Comparando el número de artículos sobre hallazgos con<br />
los de investigaciones arqueológicas en curso, se desprende<br />
la menor presencia de estos últimos. Su aparición obedece<br />
a un avance significativo en la historia de la investigación,<br />
como el desciframiento de algún tipo de escritura,<br />
los resultados de análisis de laboratorio que aportan nuevas<br />
fechas para la Historia, la realización de las cartas arqueológicas<br />
de alguna provincia etc.<br />
El tema <strong>del</strong> origen de la humanidad es uno de los más<br />
recurrentes para atraer al lector; la utilización en el lenguaje<br />
de determinadas expresiones o frases hechas como<br />
"el antepasado mas lejano", "los primeros pobladores"<br />
o "el eslabón perdido" son prueba de ello. La típica<br />
y tópica frase "de donde venimos..." no sólo no está obsoleta,<br />
sino que sigue estando tan vigente y esplendorosa<br />
como desde que hiciera su aparición en nuestro vocabulario.<br />
A ello hay que añadir que España cuenta con<br />
algunos de los yacimientos más importantes de Europa,<br />
como los casos de Atapuerca y Orce.<br />
Mención aparte merece el tema de la Arqueología submarina,<br />
muy atractivo para los lectores, que inmediatamente<br />
lo asocian a la búsqueda de tesoros en barcos<br />
hundidos. Es sin duda por ello que este tipo de artículos<br />
es elaborado con un gran despliegue de medios, tanto fotográficos<br />
como técnicos. Los reportajes publicados oscilan<br />
entre dos extremos: por una parte, aquellos que se<br />
centran exclusivamente en la "caza" <strong>del</strong> tesoro, olvidando<br />
toda la labor científica que hay tras ello; por otra, los que<br />
muestran con todo lujo de detalles el proyecto de excavación<br />
y recuperación de los pecios. Ejemplo de este último<br />
apartado es el artículo aparecido en la revista Blanco<br />
y Negro el día 1 de octubre de 1995, sobre los trabajos<br />
realizados para sacar a la luz los restos de un barco fenicio<br />
encontrado en la bahía de Mazarrón (Murcia).<br />
Otros temas que se reflejan, aunque con un carácter<br />
marginal en la prensa nacional son los relacionados con<br />
la arqueología urbana, experiencias como los Campos<br />
de Trabajo arqueológicos, la consolidación y conservación<br />
de los restos hallados, así como las exposiciones y<br />
los congresos. La escasa resonancia de estos temas hace<br />
que este tipo de noticias aparezcan mayoritariamente en<br />
periódicos de carácter regional o local, que solo llegan al<br />
lector de un determinado ámbito geográfico.<br />
El <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
Otro de los grandes bloques temáticos que hemos podido<br />
detectar en la prensa es el <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico,<br />
su importancia, sus problemas, la situación en que se<br />
encuentra, los puntos controvertidos en torno a él ... El<br />
hecho de que no sólo aparezcan artículos sobre hallazgos<br />
de restos arqueológicos nos hace pensar que, tal vez, empieza<br />
a crearse una conciencia general, preocupada por lo<br />
que pueda ocurrir con los vestigios de nuestro pasado.<br />
El punto más tratado por los diarios es el estado lamentable<br />
en que se encuentra el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico,<br />
debido fundamentalmente al expolio de yacimientos, a<br />
los destrozos producidos por las obras, al comercio ilegal<br />
de piezas arqueológicas y a las falsificaciones que se realizan<br />
de las mismas.<br />
Las noticias sobre expolio de lugares arqueológicos suelen<br />
limitarse a comentar el hecho. No son muchas las que,<br />
además, explican cuál es el verdadero problema con que<br />
se encuentran los arqueólogos/as cuando han de acometer<br />
la excavación de un yacimiento que ha sido víctima de<br />
clandestinos o cuando recuperan para su estudio piezas<br />
que han sido expoliadas. Frases como: "cuando se produce<br />
el expolio, es decir cuando uno de los ladrones de la<br />
historia sustrae un objeto arqueológico <strong>del</strong> contexto histórico<br />
que lo ha albergado durante siglos o milenio, hace<br />
que se pierda una información valiosísima e irrecuperable<br />
sobre la vida de las gentes que lo fabricaron o construyeron"<br />
(Diario 16 de 22 de marzo de 1992), se echan de<br />
menos en la mayoría de las columnas. No sólo es necesario<br />
que los medios de comunicación denuncien acciones<br />
reprobables como las que comentamos, sino también que<br />
expliquen cual es el daño que se está causando. Y que<br />
"una agresión a un yacimiento arqueológico, por pequeña<br />
ARTÍCULOS
PH Boletín<strong>14</strong><br />
ARTÍCULOS<br />
que sea, es totalmente irrecuperable" (Heraldo de Aragón<br />
de 26 de abril de 1992).<br />
Un tema de suma importancia, y también relacionado<br />
con el expolio, es la imagen que se ha difundido, en ocasiones<br />
alentada por los propios clandestinos, de que buscar<br />
monedas u objetos con el detector de metales es un<br />
entretenimiento. Debería quedar claro que la búsqueda<br />
de materiales arqueológicos, con o sin detectores, no es<br />
una afición, sino una infracción administrativa o un <strong>del</strong>ito<br />
o falta penal, siempre que no se cuente con el pertinente<br />
permiso de la Administración. No existen los buscadores<br />
de tesoros, ni los arqueólogos aficionados; existen infractores<br />
de la ley que, consciente o inconscientemente, perjudican<br />
de forma muy grave la investigación arqueológica.<br />
Quién comete expolio es otro de los puntos que suele<br />
aparecer en los artículos de publicaciones de gran tirada.<br />
Y, en general, es un tema que se trata con corrección.<br />
Aunque hemos encontrado frases como que "los excavadores<br />
clandestinos no suelen ser grupos organizados,<br />
ni redes de <strong>del</strong>incuentes profesionales" (Heraldo de<br />
Aragón de 12 de junio de 1990), la idea que predomina<br />
es que existen dos tipos de expoliadores:<br />
• Los que por afición o por entretenimiento (mal entendidos)<br />
se dedican a recorrer los campos durante los fines<br />
de semana, y las piezas que encuentran suelen pasar<br />
a formar parte de sus colecciones o las entregan a<br />
algún museo (los menos).<br />
• "Los traficantes, que forman grupos perfectamente organizados<br />
y documentados, actuando por propia iniciativa<br />
o bien por encargo" y "saben perfectamente lo<br />
que buscan". Estos "no tienen reparos en saquear por<br />
completo un yacimiento e incluso destruir todo aquello<br />
que no resulta atractivo para la venta" (Heraldo de<br />
Aragón de 27 de febrero de 1995).<br />
Estos últimos, los más peligrosos, suelen estar agrupados<br />
en redes que se dedican a vender las piezas arrancadas a<br />
los yacimientos a coleccionistas y museos nacionales y, mayoritariamente,<br />
extranjeros. El hecho de que nuestro <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico salga ilegalmente <strong>del</strong> país hacia Estados<br />
Unidos, vía Londres, es algo de lo que los medios de<br />
comunicación se han hecho eco en más de una ocasión,<br />
sobre todo cuando el Ministerio de Cultura ha tenido que<br />
intervenir para intentar recuperar algunas de estas piezas.<br />
Para finalizar el tratamiento <strong>del</strong> expolio, hay que hacer referencia<br />
a las obras que, en numerosas ocasiones, arrasan<br />
sin ningún miramiento zonas arqueológicas, y que son el<br />
tercer elemento (no en importancia) destructor de nuestro<br />
pasado. La relevancia de este tema se hace patente en<br />
los medios de comunicación, ya que representan casi una<br />
cuarta parte <strong>del</strong> total de noticias que sobre el <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico aparecen publicadas. Frases como las que a<br />
continuación transcribimos son representativas de un sentimiento<br />
generalizado consistente en la difícil convivencia<br />
entre Arqueología, Urbanismo y Obras Públicas:<br />
• "En los últimos siete años, el yacimiento ha sufrido una<br />
destrucción sistemática en favor de diversas obras públicas<br />
y privadas, relacionadas con la puesta en regadío de<br />
las tierras" (Heraldo de Aragón de 17 de abril de 1994).<br />
102<br />
• "En pleno corazón <strong>del</strong> yacimiento se ha construido un<br />
camino, de aproximadamente un kilómetro de longitud,<br />
que ha causado serios daños a niveles, estructuras<br />
y restos arqueológicos" (Heraldo de Aragón de 3 de<br />
junio de 1994).<br />
• "Resulta tan grave o más que la acción de los furtivos<br />
la destrucción <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> a consecuencia de grandes<br />
obras públicas, así como el deterioro sufrido en<br />
yacimientos a causa de su falta de conservación" (Heraldo<br />
de Aragón de 27 de febrero de 1995).<br />
Este tipo de noticias, que denuncian actuaciones tanto de<br />
la Administración como de los particulares, suelen ser iniciativa<br />
de los propios arqueólogos/as, que se ponen en<br />
contacto con el periódico correspondiente, muchas veces<br />
como último recurso después de haber intentado paralizar<br />
las obras por los cauces establecidos institucionalmente.<br />
Cuantitativamente, el segundo gran tema tratado por la<br />
prensa es el de la necesidad de protección, defensa y conservación<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, junto con aquellos<br />
que explican, normalmente en las columnas de opinión qué<br />
es, precisamente, nuestro común <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
En este apartado las perspectivas son mucho más alentadoras.<br />
Suelen realizarse propuestas concretas sobre<br />
qué se puede hacer para una mayor protección de los<br />
bienes arqueológicos, llegando a la sociedad la idea de<br />
que todavía queda mucho por realizar,y es tarea de todos<br />
llevar a cabo esta labor pues "es cierto que el <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico no tiene un propietario, ya que tiene<br />
miles de dueños: cada uno de los miembros que<br />
integramos la sociedad" (Heraldo de Aragón de 10 de<br />
abril de 1995).<br />
Uno de los principales males que afectan a nuestro <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico y que aparece recogido en diversos<br />
artículos es el de la falta de medios humanos y<br />
materiales dedicados a la protección <strong>del</strong> mismo. "En los<br />
recortes de los presupuestos públicos la defensa <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
siempre se ve duramente afectada" (ABC de 1<br />
de mayo de 1995). Esto pudiera dar la imagen de que<br />
el <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico es algo caro y al que, en<br />
definitiva, no puede sacarse mucha rentabilidad. Pero<br />
no dejan de surgir voces, sobre todo más recientemente,<br />
que dan cierta importancia a la rentabilidad social y<br />
a una rentabilidad económica basada en la inclusión de<br />
Parques Arqueológicos y yacimientos visitables en las<br />
nuevas rutas de turismo cultural que empiezan a tener<br />
una cierta aceptación.<br />
Otro aspecto que se incluye en las páginas de los periódicos,<br />
aunque mucho más escasamente, es el de la normativa<br />
que establece el régimen jurídico <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico.<br />
Y esto es importante que llegue a la sociedad,<br />
para que cambie la idea de la Arqueología como afición o<br />
aventura, y se sepa que es algo regulado y controlado.<br />
Por último, vamos a referirnos a una cuestión que nos<br />
ha parecido especialmente sangrante, y que no es otra<br />
que la utilización de detectores de metales para buscar<br />
supuestos "tesoros arqueológicos". Pero no es sólo que<br />
el propio lenguaje que se utiliza pueda llevar a engaño<br />
en ciertas ocasiones y sea, cuando menos, ambiguo. Es
PH Boletín<strong>14</strong> 103<br />
que se han publicado artículos en los que, de forma<br />
consciente, se está animando a que se utilicen estos<br />
aparatos para realizar actividades que en todo caso son<br />
ilícitas. A continuación transcribimos una frase localizada<br />
en uno de estos artículos: "la oferta de detectores de<br />
metales abarca desde las 25.000 pesetas para el detector<br />
más simple, hasta los cuatro millones para aquellos<br />
caprichosos que quieran hallar el tesoro de Abderraman<br />
III" (El País de 3 de octubre de 1993). La impresión que<br />
informaciones como ésta pueden producir en personas<br />
que no estén al tanto de cuestiones sobre el <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico es que eso de buscar tesoros arqueológicos<br />
no sólo debe ser interesante y divertido, sino incluso<br />
rentable. Y así, la tarea que durante mucho tiempo<br />
hemos realizado los/las que nos dedicamos a la protección<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, se desmorona en pocos<br />
minutos: lo que se tarda en leer la columna y en<br />
asumir que si el periódico lo dice, será verdad. Para<br />
nuestro consuelo, no son muchos los artículos que se<br />
han publicado en este sentido. Y desde aquí nos atrevemos<br />
a pedirles a estos medios, que tanta relevancia tienen<br />
en la creación de la opinión pública, que entierren<br />
para siempre la idea de que una persona con un detector<br />
de metales paseando por el campo es un ilustrado<br />
en busca de placeres espirituales e históricos, sino alguien<br />
que hace mucho daño a algo que tenemos el deber<br />
de conservar para las generaciones venideras.<br />
Reflexión final<br />
Ya hemos podido comprobar que tanto la prensa escrita<br />
como la televisión suelen hacerse eco de noticias relacionadas<br />
con la Arqueología. El problema es calibrar<br />
cuánto, dónde y cómo, para que de esta manera, y una<br />
vez conocidos los resultados, podamos incidir en el grado<br />
de sensibilización e interés por la Arqueología y en<br />
definitiva en la conservación y protección de nuestro <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico.<br />
Resulta curioso comprobar que son las noticias sobre<br />
hallazgos los que más "venden" y que mayor cobertura<br />
reciben en todos los mass media. Cada vez que se produce<br />
un nuevo descubrimiento arqueológico, suele aparecer<br />
en los noticiarios de todas las cadenas televisivas<br />
(en horarios de máxima audiencia por tanto), y también<br />
en los principales diarios de tirada nacional, donde frecuentemente<br />
van acompañados de fotos espectaculares,<br />
cuando no se les dedica un reportaje monográfico. Todo<br />
ello nos induciría a pensar que la Arqueología interesa y<br />
que por tanto es noticia.<br />
El cada vez mayor número de referencias hacia la problemática<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico, su conservación<br />
y protección, nos harían creer que sí se está produciendo<br />
un incremento en la concienciación en temas como<br />
la situación tan desastrosa en que éste se encuentra, la<br />
defensa <strong>del</strong> mismo, el expolio, etc.<br />
Pero no nos engañemos, ni nos dejemos llevar por la<br />
euforia. Si realizamos una reflexión más profunda vemos<br />
que, en general, lo que realmente interesa a los<br />
medios de comunicación es el dato anecdótico o la<br />
noticia espectacular que incremente su audiencia/venta,<br />
Arqueología y Medios de Comunicación. TEMAS TRATADOS EN ARQUEOLOGÍA<br />
% 50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
10<br />
0<br />
Arqueología y Medios de Comunicación. EXTENCIÓN DE LOS ARTÍCULOS<br />
% 80<br />
60<br />
40<br />
20<br />
0<br />
A. Submarina<br />
muy pocas veces realizar una labor social de protección,<br />
difusión y revalorización. Se debería aprovechar<br />
que la Arqueología vende (señalemos que ciertos tipos<br />
de reportajes aparecen en determinadas fechas: por<br />
ejemplo, en Navidades el número de programas y publicaciones<br />
dedicados a la Arqueología Bíblica aumenta<br />
considerablemente) para conseguir una mayor concienciación<br />
y protección de nuestro <strong>Patrimonio</strong>. En todo<br />
ello juega un importante papel el tratamiento y el<br />
lenguaje utilizados en la noticia, documental etc, y más<br />
aún si se produce en un medio tan incisivo como es la<br />
televisión; un mal uso de los medios de comunicación<br />
puede ser muy dañino para nuestro <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
■<br />
Bibliografía<br />
A. Urbana<br />
Menos de<br />
1 página<br />
Congresos<br />
Exposiciones<br />
Hallazgos<br />
Investigación<br />
1 página Más de<br />
1 página<br />
Consolidación<br />
Campos T. de Arq.<br />
• AZKARATE, A. 1992: "La difusión: conclusiones" en Jornadas Internacionales<br />
sobre Arqueología de Intervención. Centro de <strong>Patrimonio</strong><br />
Cultural Vasco, pp.429-430.<br />
• GARCIA CASTRO, J. 1995: "La gestión difusora: arqueología y<br />
gran público" en Actas <strong>del</strong> simposio la Gestión de la Arqueología en<br />
Extremadura. Junta de Extremadura (e.p.)<br />
• GARCÍA RODRÍGUEZ, F. 1995: "Arqueólogos, historiadores, escritores<br />
y periodistas", en Actas <strong>del</strong> II Congreso Internacional de Historiografía<br />
de la Arqueología en España (s. XVIII-XX), C.S.I.C. (en<br />
prensa).<br />
• LEMERT, JAMES B. 1983: Después de todo ... ¿Puede la Comunicación<br />
masiva cambiar la opinión pública?. Un nuevo enfoque al análisis<br />
de efectos. Publigrafics, S.A. Méjico.<br />
• LÓPEZ, A. 1993: "Arqueología y función social", en Actas <strong>del</strong> Coloquio,<br />
Arqueología y Territorio Medieval, Jaén, pp. 51-53.<br />
• MARTÍN, M. 1993: "Difusión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> I" en, Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, 5, Diciembre, pp. 6-7.<br />
• MARTÍN, M. 1994: "Difusión <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> II" en, Boletín <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, 6, Marzo, pp. 34-37.<br />
Artículos Totales: <strong>14</strong>0<br />
Año 1900-1995<br />
A. Submarina: 4<br />
A. Urbana: 3<br />
Congresos: 1<br />
Exposiciones: 1<br />
Hallazgos: 20<br />
Investigación: 13<br />
Consolidación: 1<br />
Campos T. de Arq.: 2<br />
Año 1900-1995<br />
Menos de 1 página: 101<br />
De 1 página: 17<br />
Más de 1 página: 22
LITERATURA<br />
y <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
La ciudad de<br />
las Columnas<br />
Alejo Carpentier<br />
104<br />
E<br />
l aspecto de La Habana, cuando se entra<br />
en su puerto –escribía Alejandro<br />
de Humboldt en los primerísimos años<br />
<strong>del</strong> siglo pasado– es uno de los más<br />
rientes y de los más pintorescos que<br />
puedan gozarse en el litoral de la América equinoccial,<br />
al norte <strong>del</strong> ecuador. Este lugar, celebrado por los viajeros<br />
de todas las naciones, no tiene el lujo de vegetación<br />
que adorna las orillas <strong>del</strong> río Guayaquil, ni la salvaje<br />
majestad de las costas rocosas de Río de janeiro,<br />
puertos <strong>del</strong> hemisferio austral, pero la gracia que, en<br />
nuestros climas, embellece los paisajes de naturaleza<br />
culta, se mezcla aquí a la majestad de las formas vegetales,<br />
al vigor orgánico que caracteriza la zona tórrida<br />
Solicitado por tan suaves impresiones, el europeo se<br />
olvida <strong>del</strong> peligro que le amenaza en el seno de las ciu-
PH Boletín<strong>14</strong> 105<br />
dades populosas de las Antillas; trata de entender los<br />
elementos diversos de un vasto paisaje, contemplar<br />
esas fortalezas que coronan las rocas al este <strong>del</strong> puerto,<br />
ese lago interior, rodeado de poblados y de haciendas,<br />
esas palmeras que se elevan a una prodigiosa altura;<br />
esa ciudad medio oculta por una selva de mástiles y<br />
los velámenes de las naves"... Pero, añade el amigo de<br />
Goethe, dos páginas más a<strong>del</strong>ante, al referirse a la Calle<br />
de los Mercaderes: "Aquí, como en nuestras más<br />
antiguas ciudades de Europa, sólo con suma lentitud se<br />
logra enmendar el mal trazado de las calles."<br />
Urbanismo, urbanistas, ciencia de la urbanización. Todavía<br />
recordamos las conjunciones que de la palabra<br />
"Urbanismo" se daba, con espesos caracteres entintados,<br />
en los ya clásicos artículos que publicaba Le Corbusier<br />
hace más de cuarenta años, en las páginas <strong>del</strong><br />
"Esprit Nouveau". Tanto se viene hablando de urbanismo,<br />
desde entonces, que hemos acabado por creer<br />
que jamás ha existido, antes, una visión urbanística,<br />
o al menos, un instituto <strong>del</strong> urbanismo. Humboldt se<br />
quejaba, en su tiempo, <strong>del</strong> mal trazado de las calles<br />
habaneras. Pero llega uno a preguntarse, hoy, sino se<br />
ocultaba una gran sabiduría en ese "mal trazado" que<br />
aún parece dictado por la necesidad primordial –trópica–<br />
de jugar al escondite con el sol, burlándole superficies,<br />
arrancándole sombras, huyendo de sus tórridos<br />
anuncios de crepúsculos, con una ingeniosa<br />
multiplicación de aquellas "esquinas de fraile" que tanto<br />
se siguen cotizando, aún ahora, en la vieja ciudad<br />
de lo que fuera "intramuros" hasta comienzos <strong>del</strong> siglo.<br />
Hubo, además, mucho embadurno –en azafrán<br />
oscuro, azul sepia, castaños claros, verdes de oliva–<br />
hasta los comienzos de este siglo. Pero ahora que<br />
esos embadurnos se han quedado en los pueblos de<br />
provincia entendemos, acaso, que era una forma <strong>del</strong><br />
brise-soleil, neutralizador de reverberaciones, como lo<br />
fueron también, durante tanto tiempo, los medios<br />
puntos de polícroma cristalería criolla que volvemos a<br />
encontrar como constantes plásticas definidoras, en la<br />
pintura de Amelia Peláez o René Portocarrero. Mal<br />
trazadas estarían, acaso, las calles de La Habana visitadas<br />
por Humboldt. Pero las que nos quedan, con todo<br />
y mal trazadas como pudieran estar, nos brindan<br />
una impresión de paz y de frescor que difícilmente<br />
hallaríamos en donde los urbanistas conscientes ejercieron<br />
su ciencia.<br />
La vieja ciudad, antaño llamada de intramuros es ciudad<br />
en sombras, hecha para la explotación de las<br />
sombras –sombra, ella misma, cuando se la piensa en<br />
contraste con todo lo que le fue germinando, creciendo,<br />
hacia el Oeste, desde los comienzos de este siglo,<br />
en que la superposición de estilos, la innovación de<br />
estilos, buenos y malos, más malos que buenos, fueron<br />
creando a La Habana ese "estilo sin estilo" que a<br />
la larga, por proceso de simbiosis, de amalgama, se<br />
erige en un barroquismo peculiar que hace las veces<br />
de estilo, inscribiéndose en la historia de los comportamientos<br />
urbanísticos. Porque, poco a poco, de lo<br />
abigarrado, de lo entremezclado, de lo encajado entre<br />
realidades distintas, han ido surgiendo las constantes<br />
de un empaque general que distingue La Habana de<br />
otras ciudades <strong>del</strong> continente.<br />
II<br />
Al principio fue el Alarife, el hombre de la plomada y<br />
el mortero, de cuyo temprano paso al Nuevo Mundo<br />
queda constancia en los asientos de Pasajeros a Indias<br />
de la Casa de la Contratación de Sevilla. (Seis habían<br />
pasado ya a la Isla Española, antes de que se iniciara la<br />
colonización de Cuba.) De ahí que, independientemente<br />
de aquella Habana anterior a La Habana que<br />
–según se dice– alzaron unos cuantos colonos en las<br />
orillas <strong>del</strong> río Almendares, hemos de buscar el verdadero<br />
núcleo generador de la ciudad en aquellos humildes<br />
y graciosos vestigios que aún perduran en uno de<br />
los patios <strong>del</strong> antiguo Convento de Santa Clara, cerca<br />
de las clásicas tabernas pecaminosas <strong>del</strong> puerto bajo la<br />
presencia de un pequeño mercado, de un baño público<br />
y de una Fuente Municipal que, a pesar de su modestia,<br />
ofrece una evidente nobleza de factura.. Trabajo<br />
todo, de alarife, como aquella "Casa <strong>del</strong> Marino", más<br />
ambiciosa, que aún puede verse a una escasa distancia<br />
de lo que fuera, en un tiempo, ágora entre manglares,<br />
plaza entre malezas, y que al ser revelada al público, en<br />
días de nuestra adolescencia, tras de larga reclusión<br />
impuesta por el envolvente crecimiento de un monasterio<br />
de clarisas, ostentaba todavía un borroso letrero<br />
que la identificaba como la "Casa <strong>del</strong> Pan".<br />
Alejo Carpentier nació en La Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de<br />
un arquitecto francés establecido en las Antillas dos años antes. Fue miembro<br />
fundador <strong>del</strong> llamado "Grupo Minorista". A partir de 1924, organizó<br />
varios Conciertos de Música Nueva. En 1928 fue encarcelado por motivos<br />
políticos. Poco después marchó a Paris, donde dirigió la revista Imán. En<br />
1937 participó en el Congreso de Escritores celebrado en Madrid y Valencia.<br />
De regreso a Cuba (1939), trabajó en la radio y realizó diversas investigaciones<br />
musicológicas. En 1945 se trasladó a Caracas, donde permaneció<br />
hasta 1959, año en que, con el triunfo de la Revolución, regresó a su país.<br />
Posteriormente vivió en París, donde formó parte de la representación diplomática<br />
de Cuba, hasta su muerte acaecida en abril de 1980.<br />
No es nuestro propósito –y temprano debemos advertirlo–<br />
hacer un bosquejo histórico de la arquitectura<br />
cubana, obra que requería todo un aparato erudito,<br />
sino llevar al lector, de la mano, hacia algunas de las<br />
"constantes" que han contribuido a comunicar un estilo<br />
propio, inconfundible, a la ciudad aparentemente<br />
"sin estilo" (si nos atenemos a las nociones académicas<br />
que al estilo se refieren) que es La Habana, para pasar<br />
luego a la visión de "constantes" que pueden ser consideradas<br />
como específicamente cubanas, en todo lo<br />
que significa el ámbito de la isla. Al principio fue el Alarife.<br />
Pero las casas empezaron a crecer, mansiones mayores<br />
cerraron el trazados de las plazas y la columna<br />
–que no ya el mero horcón de los conquistadores–<br />
apareció en la urbe. Pero era una columna interior,<br />
grácilmente nacida en patios umbrosos, guarnecidos<br />
de vegetaciones, donde los troncos de palmeras –veáse<br />
cuan elocuentemente queda ilustrada la imagen en<br />
el soberbio patio <strong>del</strong> Convento de San Francisco–<br />
LITERAAATURA Y PATRIMONIO
PH Boletín<strong>14</strong><br />
LITERAAATURA Y PATRIMONIO<br />
convivieron con el fuste dórico. En un principio, en casas<br />
de sólida traza, un tanto toscas en su aspecto exterior,<br />
como la que se encuentra frente a frente a la Catedral<br />
de La Habana, pareció la columna cosa de<br />
refinamiento íntimo, destinada a sostener las arcadas<br />
de soportales interiores. Y era lógico que así fuera<br />
–salvo en lo que se refería a la misma Plaza de la Cate-<br />
dral, a la Plaza Vieja, a la plaza donde se alzaban los<br />
edificios destinados a la administración de la isla– en<br />
cuyas calles eran tenidas en voluntaria angostura, propiciadora<br />
de sombras, donde ni los crepúsculos ni los<br />
amaneceres enceguecían a los transeúntes, arrojándoles<br />
demasiado sol en la cara. Así, en muchos viejos palacios<br />
habaneros, en algunas ricas mansiones que aún<br />
han conservado su traza original, la columna es elemento<br />
de decoración interior, lujo y adorno, antes de<br />
los días <strong>del</strong> siglo XIX, en que la columna se arrojará a<br />
la calle y creará –aún en días de decadencia arquitectónica<br />
evidente–una de las más singulares constantes<br />
<strong>del</strong> estilo habanero: la increíble profusión de columnas,<br />
en una ciudad que es emporio de columnas, columnata<br />
infinita, última urbe en tener columnas en tal demasía;<br />
columnas que, por lo demás, al haber salido de los<br />
patios originales, han ido trazando una historia de la<br />
decadencia de la columna a través de las edades. No<br />
hace falta recordar aquí que, en La Habana, podría un<br />
transeúnte salir <strong>del</strong> ámbito de las fortalezas <strong>del</strong> puerto,<br />
y andar hasta las afueras de la ciudad, atravesando todo<br />
el centro de la población, recorriendo las antiguas<br />
calzadas de Monte o de la reina, tramontando las cal-<br />
106<br />
zadas <strong>del</strong> cerro o de Jesús <strong>del</strong> Monte, siguiendo una<br />
misma y siempre renovada columnata, en la que todos<br />
los estilos de la columna aparecen representados, conjugados<br />
o mestizados hasta el infinito. Columnas de<br />
medio cuerpo dórico y medio cuerpo corintio, jónicos<br />
enanos, cariátides de cemento, tímidas ilustraciones o<br />
degeneraciones de un Vignola compulsado por cuanto<br />
maestro de obra contribuyera a extender la ciudad,<br />
desde fines <strong>del</strong> siglo pasado, sin ignorar a veces la existencia<br />
de cierto "modern-style" parisiense de comienzos<br />
<strong>del</strong> siglo, ciertas ocurrencias de arquitectos catalanes.,<br />
y, para quienes, en los barrios primeros, querían<br />
sustituir las ruinosas casonas de antaño por edificaciones<br />
más modernas (hay dos de este tipo, notables, casi<br />
hermosas al cabo <strong>del</strong> tiempo, en ángulos de la antigua<br />
Plaza Vieja), las reposteras innovaciones de "estilo<br />
Gran Vía" de Madrid.<br />
III<br />
En todos los tiempos fue la calle cubana bulliciosa y<br />
parlera, con sus responsos de pregones, sus buhoneros<br />
entrometidos, sus dulceros anunciados por campanas<br />
mayores que el propio tablado de las pulpas, sus carros<br />
de frutas, empenachados de palmeras como procesión<br />
en Domingo de Ramos, sus vendedores de cuanta cosa<br />
pudieron hallar los hombres, todo en una atmósfera<br />
de sainete a lo Ramón de la cruz antes de que las mismas<br />
ciudades engendraran sus arquetipos criollos, tan<br />
atractivos ayer en los escenarios de bufos, como, más<br />
tarde, en la vasta imaginería –mitología– de mulatas barrocas<br />
en genio y figura, negras ocurrentes y comadres<br />
presumidas, pintiparadas, culiparadas, trabadas en regateos<br />
de lucimiento con el viandero de las cestas, el carbonero<br />
de carros entoldados a la manera goyesca, el<br />
heladero que no trae sorbetes de fresa el día en que<br />
sobran los mangos, o aquel otro que eleva, como el<br />
Santísimo, un mástil erizado de caramelos verdes y rojos<br />
para cambiarlos por botellas. Y, por lo mismo que<br />
la calle cubana es parlera, indiscreta, fisgona, la casa cubana<br />
multiplicó los medios de aislarse, de defender, en<br />
lo posible, la intimidad de sus moradores.<br />
La casa criolla tradicional –y esto es más visible aún en<br />
las provincias– es una casa cerrada sobre sus propias<br />
penumbras, como la casa andaluza, árabe, de donde<br />
mucho procede. Al portón claveteado sólo asoma el<br />
semblante llamado por la mano <strong>del</strong> aldabón. Rara vez<br />
aparecen abiertas –entornadas, siquiera– las ventanas<br />
que dan a la calle. Y, para guardar mayores distancias,<br />
la reja afirma su presencia, con increíble prodigalidad,<br />
en la arquitectura cubana.<br />
Decíamos que La Habana es ciudad que posee columnas<br />
en número tal que ninguna población <strong>del</strong> continente,<br />
en eso, podría aventajarla. Pero también tendríamos<br />
que hacer un inmenso recuento de rejas, un<br />
inacabable Catálogo de los Hierros, para definir <strong>del</strong><br />
todo los barroquismos siempre implícitos, presentes,<br />
en la urbe cubana. Es, en las casa <strong>del</strong> vedado, de Cienfuegos,<br />
de Santiago, de Remedios, la reja blanca, enrevesada,<br />
casi vegetal por la abundancia y los enredos de
PH Boletín<strong>14</strong> 107<br />
sus cintas de metal, con dibujos de liras, de flores, de<br />
vasos vagamente romanos, en medio de infinitas volutas<br />
que enmarcan, por lo general, las letras <strong>del</strong> nombre<br />
de mujer dado a la villa por ella señoreada, o una<br />
fecha, una historicista sucesión de cifras, que es frecuentemente<br />
–en el Vedado– de algún año de los 70,<br />
aunque, en algunas, se remonta la cronología <strong>del</strong> herraje<br />
a los tiempos que coinciden con los años iniciales<br />
de la Revolución Francesa. Es también la reja residencial<br />
de rosetones, de colas de pavo real, de arabescos<br />
entremezclados, o en las carnicerías prodigiosas –de la<br />
Calzada <strong>del</strong> Cerro– enormemente lujosa en este ostentar<br />
de metales trabados, entrecruzados, enredados<br />
en sí mismos, en busca de un frescor que, durante siglos,<br />
hubo de solicitarse a las brisas y terrales. Y es<br />
también la reja severa, apenas ornamentada, que se<br />
encaja en la fachada de madera de alguna cuartería, o<br />
es la que pretende singularizarse por una gótica estampa,<br />
adornarse de floreos nunca vistos, o derivar<br />
hacia un estilo sorprendentemente sulpiciano. A veces<br />
la reja se acompaña de marmóreos leones vigilantes,<br />
de barandales que multiplican un motivo de cisnes<br />
wagnerianos, de esfinges que –como unas, que pueden<br />
verse en Cienfuegos– responden a la más pura<br />
estética de Mucha y la Exposición de 1900, con un indefinible<br />
sabor entre prerrafaelista y wildiano. Puede la<br />
reja cubana remedar el motivo capruno de las rejas de<br />
la Casa <strong>del</strong> Greco, evocar alguna morada de Aranjuez,<br />
o alojarse en ventanas que imitan las de algún castillo<br />
<strong>del</strong> Loire (y no falta en Cuba, los alcázares moriscos<br />
de reciente edificación, ni los castillos medioevales de<br />
remozada factura, ni las más inesperadas alusiones a<br />
Blois o Chambord), lo peculiar es que esla reja sabe<br />
enderezarse en todos los peldaños de la escala arquitectónico-social<br />
(palacio, cuartería, residencia, solar,<br />
covacha) sin perder una gracia que le es propia, y que<br />
puede manifestarse, de modo inesperado, en la sola<br />
voluta de forja que cierra el rastrillo de una puerta de<br />
pobrísima y despintada tabla.<br />
Cuando, con este siglo, empezaron a crecer balcones en<br />
las fachadas –obsérvese que en las viejas mansiones coloniales<br />
los balcones, por lo general, son escasos y exiguos,<br />
salvo en las que los tienen de sobradillo y balaustrada de<br />
madera– enlazándose, en proceso de continuidad, de<br />
una esquina a otra, aparecieron esos elementos inseparables<br />
de la rejería cubana que son los "guardavecinos" –nacidos<br />
para deslindar las porciones <strong>del</strong> aéreo mundo destinado<br />
a los altos municipales de éste o aquél. El<br />
"guardavecinos" fue como una frontera decorativa, puesta<br />
en el límite de una casa, o, en todo caso, de un piso, repitiéndose,<br />
en él –multiplicándose, por lo tanto–, toda la temática<br />
decorativa que ya había nacido en las rejas puestas<br />
al nivel de las calles, aupándose, elevándose con ello el<br />
barroquismo de los elementos arquitectónicos acumulados<br />
por la ciudad criolla al nivel de la calle. Nacieron allí,<br />
en lo alto, nuevas liras, nuevas claves de sol, nuevos rosetones,<br />
remozándose un arte de la forja que estaba en peligro<br />
de desaparecer con los últimos portafaroles (todavía<br />
quedan algunos, muy hermosos y ocurrentes, en La Habana)<br />
que solían sacar el brazo propicio sobre el arco<br />
mayor de la puerta mayor cuyos "guardacantones", por lo<br />
demás, se integraban en un mundo peculiar, contemporáneo<br />
de los coches con calces de metal.<br />
Todavía quedan algunos guardacantones, en las ciudades<br />
cubanas, verdecitos por el salitre, empastados de<br />
herrumbres, entre cuyos arabescos decorativos ha<br />
descubierto la cámara reveladora de Paolo Gasparini<br />
un inesperado mundo poblado de signos solares, de<br />
toscos motivos ornamentales que pueden tomarse<br />
por figuraciones de estrellas –vagos petroglifos que<br />
añaden su personalidad a cuanto se les integra en lo<br />
exterior–. Con la columna, la reja, el guardavecino, el<br />
guardacantón– a veces un motivo de adorno, en el remate<br />
de una ventana; un encaje de madera calada; un<br />
mascarón; una boca de gárgola en la esquina de un tejado–<br />
el estilo cubano se ha definido para la calle. Nos<br />
falta, ahora, conocer los barroquismos interiores.<br />
IV<br />
Así como los alarifes españoles quisieron, en los días de<br />
la temprana colonia, que las urbes de esta "llave y antesala<br />
<strong>del</strong> Nuevo Mundo" tuviesen el mayor número posible<br />
de "esquinas de fraile" –hasta el punto de anhelar el<br />
imposible de que todas lo fuesen y, para ello, recurrie-<br />
ron, más de una vez, al ardid de la encrucijada de cinco<br />
calles–, el interior de la casa cubana fue durante siglos,<br />
tradicionalmente, guardador de penumbras e invitación<br />
a la brisa, con un juicioso aprovechamiento de sus rumbos.<br />
No había casa, en los días de mi infancia, donde no<br />
estuviese perfectamente localizado el "lugar <strong>del</strong> fresco",<br />
LITERAAATURA Y PATRIMONIO
PH Boletín<strong>14</strong><br />
LITERAAATURA Y PATRIMONIO<br />
que solía desplazarse de primaveras a otoños, cuyo ámbito<br />
era juiciosamente aprovechado por los moradores,<br />
quienes, en prueba de amistad, revelaban sus arcanos a<br />
algunos visitantes escogidos. El "lugar <strong>del</strong> fresco" rompía,<br />
por lo demás, con las reglas de la urbanidad al uso. Si el<br />
"lugar <strong>del</strong> fresco" estaba allá, en un rincón <strong>del</strong> traspatio, o<br />
en la proximidad de las cocinas, no tardaban los habitantes,<br />
luego de una conversación protocolaria en un gran<br />
salón que era siempre, como por casualidad, el lugar<br />
menos fresco de la casa, en trasladar sillones y butacas<br />
adonde empezara a descender el terral de las nueve, o,<br />
en ciertos meses, una "brisa de Cojimar" que, por encima<br />
<strong>del</strong> puerto, traía sus alientos de lluvias lejanas. De ahí<br />
que la obsesión de tener amaestrado algún "lugar <strong>del</strong><br />
fresco" originaria la multiplicación de las mamparas.<br />
Si acudiésemos a las definiciones de un diccionario corriente,<br />
tendríamos de la mampara –"cancel movible<br />
hecho de un bastidor de madera, de tela o cuero..."<br />
etc.– una idea muy distinta, en verdad, <strong>del</strong> importantísimo<br />
elemento decorativo y arquitectónico que se inscribió<br />
en la residencia cubana hace siglos, desempeñando<br />
una función que fue determinativa <strong>del</strong> estilo de<br />
la vivienda. Porque la mampara, puerta trunca a la altura<br />
<strong>del</strong> hombre, fue la verdadera puerta interior de la<br />
casa criolla, durante centenares de años, creando un<br />
concepto peculiar de las relaciones familiares y, en general,<br />
de la vida en común. La mampara clásica de la<br />
clase media cubana era todavía, en días de nuestra<br />
adolescencia, una puerta superpuesta –en cuanto a la<br />
colocación de los goznes– a la puerta real, que nunca<br />
se cerraba o abría, sino en casos de enfermedad o<br />
muerte <strong>del</strong> morador de una estancia, o cuando soplaban<br />
"los nortes" <strong>del</strong> invierno. Su parte inferior que, en<br />
las casas de vivienda –no así en las oficinas– era de<br />
madera, se adornaba en la parte superior, por lo general,<br />
de dos piezas de cristal opaco a menudo adornadas<br />
de calcomanías, rematadas, en lo alto, por una<br />
moldura de madera de diseño un tanto ojival, cuyos<br />
dos cuerpos eran cerrados por una borla de madera<br />
semejante a una granada. Las calcomanías decorativas,<br />
según fuese el gusto <strong>del</strong> morador, representaban manojos<br />
de flores, pequeños paisajes, o escenas humorísticas<br />
de tipo callejero –el requiebro a la mulata, el marinero<br />
de juerga, el asno empecinado– cuando no<br />
conjugaban el tema geométrico (greca, astrágalos, arabescos...)<br />
comprados al metro en alguna locería bien<br />
108<br />
surtida. La mampara, que aislaba a los moradores lo<br />
suficientemente para que no pudiesen verse unos a<br />
otros, originaba, en las casas de mucha prole y ,mucha<br />
parentela, el hábito de conversar a gritos, de un extremo<br />
a otro de la vivienda, para mejor información al<br />
vecino de menudos conflictos familiares. El problema<br />
de la "incomunicabilidad", tantas veces planteado por<br />
los novelistas recientes no se planteaba en casa de<br />
mamparas, vibrante de cristales que transmitían cualquier<br />
pregón hasta las últimas penumbras <strong>del</strong> patio de<br />
las arecas y albahacas.<br />
En la morada señorial, en cambio, la mampara era majestuosa<br />
y maciza. Se adornaba de espesas tallas inspiradas<br />
en motivos vegetales que en mucho evocaban<br />
los encrespamientos <strong>del</strong> Borromini.<br />
En los días de mamparas vivas, expresivas, obra de artesanías<br />
presentes, no era lo mismo una mampara de<br />
casa–vivienda, una mampara de colegio –las había que<br />
ostentaban un JHC o un Santiago Apóstol– que una<br />
mampara recortadísima, en lo bajo, donde deseábase<br />
que los transeúntes, al pasar ante una taberna, viesen<br />
que alguna mujer <strong>del</strong> rumbo estaba sentada allí, de ligas<br />
bien puestas, con las piernas al desgaire. Por el empaque<br />
de la mampara, se sabía donde se estaba, quiénes<br />
eran los amos y qué comportamiento había que adoptar.<br />
La mampara participaba <strong>del</strong> moblaje, de la decoración<br />
interior, de la heráldica, y hasta de la ética de la<br />
mansión. Estaba a medio camino entre las vegetaciones<br />
<strong>del</strong> patio y aquella polícroma frontera entre lo que era<br />
la penumbra y lo que era <strong>del</strong> sol, que era el medio punto,<br />
elemento fundamental <strong>del</strong> barroquismo cubano.<br />
V<br />
El medio punto cubano –enorme abanico de cristales<br />
abierto sobre la puerta interior, el patio, el vestíbulo,<br />
de casas acostilladas de persianas, y solamente presentado<br />
con iluminación interna, palaciega, en las ventanas<br />
señoras de edificaciones de mucho empaque –es el<br />
brise-soleil inteligente y plástico que inventaron los alarifes<br />
coloniales de Cuba–, por seguro razonamiento,<br />
mucho antes de que ciertos problemas relacionados<br />
con la luz y la penetración de la luz preocuparan, en<br />
Río de Janeiro, a un famoso arquitecto francés. Pero<br />
cabe señalar aquí, de paso, que el brise-soleil de Le<br />
Corbusier no colabora con el sol; quiebra el sol, rompe<br />
el sol, aliena el sol, cuando el sol es, en nuestras latitudes,<br />
una presencia suntuosa, a menudo molestas y<br />
tiránica, desde luego, pero que ha de tolerarse en plano<br />
de entendimiento mutuo, tratando de acomodarse<br />
con él, de domesticarlos en cuento sea posible. Pero,<br />
para entablar un diálogo con el sol hay que brindarle<br />
espejuelos adecuados. Espejuelos que sirvan al sol para<br />
ser más clemente con los hombres. De ahí que el<br />
medio punto cubano haya sido el Intérprete entre el<br />
Sol y el Hombre –el Discurso <strong>del</strong> Método en plano<br />
de inteligibilidad recíproca–. Si el sol estaba presente,<br />
tan presente que a la diez de la mañana su realidad se<br />
hacía harto deslumbrante para las mujeres de la casa,<br />
había que modificar, atenuar, repartir sus fulgores: había<br />
que instalar, en la casa, un enorme abanico de cris-
PH Boletín<strong>14</strong> 109<br />
tales que quebrara los impulsos fulgentes, pasando lo<br />
demasiado amarillo, lo demasiado aúreo, <strong>del</strong> incendio<br />
sideral, a un azul profundo, un verde de agua, un anaranjado<br />
clemente, un rojo de granadina, un blanco<br />
opalescente, que dese sosiego al ser acosado por tanto<br />
sol y resol de Sol. Crecieron las mamparas cubanas.<br />
Se abrieron, en su remate, los abanicos de cristales y<br />
supo el Sol que para entrar en las viejas mansiones<br />
–nuevas entonces– había que empezar por tratar con<br />
la aduana de los medios puntos. Ahí estaban los almojarifazgos<br />
de la luz. Ahí se pagaban, en atenuaciones,<br />
los derechos de alcabala de lo solar.<br />
Pero el medio punto cubano, visto de modo crítico, no<br />
pasa de sre un vitral de fraccionamientos amplios,<br />
inapto a las detallísticas <strong>del</strong> historiar, que no se hace<br />
propicio a la narración de algo. A veces en el medio<br />
punto se insinúa la figuración de una flor, de un motivo<br />
de heráldica, de algún penacho barroco. pero nunca<br />
se llega ahí a la figuración. La construcción plana, de<br />
cristales traspasados por un sol mitigado, amaestrado,<br />
es de composición abstracta antes de que alguien<br />
pensara el alguna posibilidad de abstraccionismo sistemático.<br />
Triángulos combinados, ojivas entrelazadas,<br />
despliegues de colores puros, manos de enormes cartas,<br />
definidos y barajados en cien casa de La Habana,<br />
que explican pro su presencia a la vez añeja y activa,<br />
ciertas características de la pintura cubana contemporánea.<br />
La luz, en los cuadros que esa pintura representa,<br />
les viene de adentro. Es decir: de fuera. <strong>del</strong> sol colocado<br />
detrás de la tela. Puesto atrás <strong>del</strong> caballete.<br />
En cuanto a los millares de columnas que modulan<br />
–es decir: que determinan módulos y medidas, un modulor...<br />
en el ámbito habanero, habría que buscar en su<br />
insólita proliferación una expresión singular <strong>del</strong> barroquismo<br />
americano. Cuba no es barroca como México,<br />
como Quito, como Lima. La Habana está más cerca,<br />
arquitectónicamente, de Segovia y de Cádiz, que de la<br />
prodigiosa policromía <strong>del</strong> San Francisco de Ecatepec<br />
de Cholula. Fuera de uno que otro altar o retablo de<br />
comienzos <strong>del</strong> siglo XVIII donde asoman los San Jorges<br />
alanceando dragones, presentados con el juboncillo<br />
festoneado y el coturno a media pierna que Louis<br />
Jouvet identificaba con los trajes de los héroes de Racine,<br />
Cuba no llegó a propiciar un barroquismo válido<br />
en la talla, la imagen o la edificación. Pero Cuba, por<br />
suerte, fue mestiza –como México o el Alto Perú–. Y<br />
como todo mestizaje, por proceso de simbiosis, de<br />
adición, de mezcla, engendra un barroquismo, el barroquismo<br />
cubano consistió en acumular, coleccionar,<br />
multiplicar, columnas y columnatas en tal demasía de<br />
dóricos y corintios, de jónicos y compuestos, que acabó<br />
el transeúnte por olvidar que vivía entre columnas,<br />
que era acompañado por columnas, que era vigilado<br />
por columnas que le medían el tronco y lo protegían<br />
<strong>del</strong> sol y de la lluvia, y hasta que era velado por columnas<br />
en las noches de sus sueños. La Multiplicación<br />
de las Columnas fue la resultante de un espíritu barroco<br />
que no se manifestó –salvo excepciones– en el atirabuzonamiento<br />
de pilastras salomónicas vestidas de<br />
enredaderas doradas, sombreadoras de sacras hornacinas.<br />
Espíritu barroco, legítimamente antillano, mestizo<br />
de cuanto se transculturizó en estas islas <strong>del</strong> Mediterráneo<br />
americano, que se tradujo en un irreverente<br />
y desacompasado rejuego de entablamentos clásicos,<br />
para crear ciudades aparentemente ordenadas y serenas<br />
donde los vientos de ciclones estaban siempre al<br />
acecho <strong>del</strong> mucho orden, para desordenar el orden<br />
apenas los veranos, pasados a octubres, empezaran a<br />
bajar sus nubes sobre las azoteas y tejados. Las columnatas<br />
de La Habana, escoltando sus Carlos III de mármol,<br />
sus leones emblemáticos, su India reinando sobre<br />
una fuente de <strong>del</strong>fines griegos, me hace pensar –troncos<br />
de selvas posibles, fustes de columnas rostrales,<br />
foros inimaginables– en los versos de Bau<strong>del</strong>aire que<br />
se refieren al "temple où de vivants piliers-laissent parfois<br />
sortir de confuses paroles".<br />
LITERAAATURA Y PATRIMONIO
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Información<br />
DE BIENES CULTURALES<br />
La normalización <strong>del</strong> Sistema de Información<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía:<br />
El Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Valle Muñoz Cruz<br />
Centro de Documentación <strong>IAPH</strong><br />
Universidad de Sevilla<br />
El Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía<br />
El objetivo de esta exposición es la presentación <strong>del</strong> proyecto<br />
de elaboración <strong>del</strong> Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
desarrollado por el Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico (<strong>IAPH</strong>) en colaboración<br />
con la Universidad y las Instituciones de <strong>Patrimonio</strong>; sin<br />
embargo se hace necesario contextualizarlo en el proceso<br />
de normalización <strong>del</strong> Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía (SIPHA).<br />
El SIPHA es el instrumento que se está gestionando para la<br />
sistematización de la información sobre los Bienes Culturales.<br />
El Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico es el lenguaje documental<br />
que va a facilitar el tratamiento de la información y su eficaz<br />
recuperación por parte de todos los usuarios <strong>del</strong> Sistema.<br />
La normalización ha sido un elemento importante, presente<br />
desde la puesta en marcha <strong>del</strong> Sistema de Información. En la<br />
actual fase de desarrollo <strong>del</strong> Sistema se procede a la integración<br />
de las diferentes bases de datos que lo configuran y<br />
hace aún más necesario el esfuerzo de normalización de<br />
todos los procesos documentales.<br />
Es objetivo de esta exposición concienciar a todos los agentes<br />
de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, que de alguna manera están<br />
implicados en la sistematización de la información, sobre la<br />
importancia de la normalización de todos los procesos realizados<br />
en el marco <strong>del</strong> Sistema de Información, y sobre la<br />
necesidad de su colaboración en esta labor.<br />
Para comprender las actuaciones que sobre sistematización<br />
de la información de <strong>Patrimonio</strong> Histórico el Centro de<br />
Documentación viene desarrollando desde hace algunos<br />
años, en colaboración con la Universidad, la Dirección<br />
General de Bienes Culturales (DGBC) y las Instituciones <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong>, es importante situarlas en el contexto general<br />
de la política de <strong>Patrimonio</strong>.<br />
En este sentido se ha de destacar la importancia que el<br />
conocimiento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico por parte de la<br />
Administración y de la sociedad en general tiene para la<br />
tutela <strong>del</strong> mismo, aspecto recogido en la ley de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico Español 1. Así pues, es responsabilidad de la Administración<br />
instrumentar medidas que favorezcan el acceso a<br />
la información como factor fundamental para una política<br />
eficaz de los Bienes Culturales.<br />
110<br />
El Plan General de Bienes Culturales 2 y el Decreto de Creación<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> 3, siguiendo esta misma línea, establecen<br />
como uno de sus objetivos fundamentales "el conocimiento<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico mediante su documentación", porque<br />
difícilmente podrán tutelarse los Bienes Culturales sin<br />
un conocimiento exhaustivo de ellos.<br />
Desde la importancia que el conocimiento y el acceso, a la<br />
información de los Bienes Culturales tiene para una tutela<br />
integral y efectiva <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, en sus diferentes<br />
vertientes: gestión, investigación, difusión, etc. debe entenderse<br />
la configuración <strong>del</strong> Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía.<br />
El concepto de Sistema de Información está estrechamente<br />
relacionado con el de Gestión de la Información; ambos conceptos<br />
han alcanzado una importancia fundamental por<br />
cuanto implican organización y sistematización de los procesos<br />
documentales y de información de las organizaciones con<br />
el objetivo de favorecer la actividad que éstas desarrollan.<br />
Esta aplicación de la Ciencia Documental, como medio para<br />
mejorar la actividad de cualquier entidad, implica la organización<br />
y sistematización de todos los flujos informativos<br />
tanto internos como externos de la misma. Sin duda en el<br />
fondo de esta aplicación de la Documentación ha de ubicarse<br />
"el paso de la concepción de información como servicio<br />
a la de recurso económico, a la de bien informativo" 4.<br />
Efectivamente la información es un bien capaz de generar un<br />
valor determinado en cuanto que puede favorecer la gestión<br />
y el desarrollo de cualquier organización incidiendo en una<br />
acertada toma de decisiones.<br />
La configuración y puesta en marcha de un Sistema de Información<br />
de <strong>Patrimonio</strong> Histórico ha de concebirse como una<br />
respuesta a las necesidades detectadas en materia de documentación<br />
e información sobre el <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
necesidades por otro lado constatadas en el Plan General de<br />
Bienes Culturales que recoge la necesidad de crear un Centro<br />
de Documentación que cubriera todas las deficiencias en<br />
esa materia. Un Centro de Documentación "que se nutriese<br />
de la información elaborada en los distintos campos de<br />
la política de los bienes culturales en Andalucía. La información<br />
almacenada recibiría controles temporales y sistemáticos<br />
a través de rutinas de trabajo y de campañas específicas<br />
de revisión. Este Centro de Documentación que<br />
podría ubicarse en el <strong>IAPH</strong>, estaría informatizado y prestaría<br />
información a los diversos agentes que intervienen en<br />
la tutela <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, en su sentido más<br />
amplio y participativo, recibiendo a la vez de estos agentes<br />
otros datos actualizados o novedosos" 5. Información<br />
que estaría a disposición de la Administración, investigadores<br />
y estudiosos <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>Andaluz</strong>, así como<br />
de entidades particulares y público en general.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Efectivamente, como recoge el Plan General, los instrumenos<br />
de conocimiento que se habían utilizado hasta entonces<br />
(inventarios y catálogos) eran generalizadores e incompletos<br />
por cuanto ofrecían una visión de los Bienes Culturales descontextualizada,<br />
sin las implicaciones espaciales y ambientales<br />
que lo condicionan. Por otro lado, la aplicación de la<br />
documentación gráfica era escasa y la de las nuevas tecnologías<br />
inexistente. Era evidente la necesidad de racionalizar y<br />
sistematizar la documentación e información sobre los Bienes<br />
Culturales en el marco de un Sistema de Información,<br />
concebido como una estructura de información que posibilite<br />
el desarrollo de diferentes bases de datos y permita la<br />
interrelación <strong>del</strong> objeto con el territorio y el ambiente,<br />
mediante la aplicación de las Nuevas Tecnologías y de un<br />
soporte informático que facilite la integración de todas ellas<br />
y el acceso a esa información a través de una red informática<br />
6. El SIPHA no sólo ofrece información sobre el <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico sino que debe ser alimentado por los usuarios<br />
reales y potenciales <strong>del</strong> Sistema: Dirección General de Bienes<br />
Culturales (DGBC), Delegaciones Provinciales de Cultura<br />
(DDPP), <strong>IAPH</strong>, Instituciones de <strong>Patrimonio</strong>, Universidad...<br />
El SIPHA permite la sistematización de toda la información<br />
generada y que se genere sobre los Bienes Culturales. Por<br />
tanto el desarrollo de este Sistema debe basarse en principios<br />
de integración y coordinación entre las instituciones y<br />
organismos que contienen documentación e información<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Son necesarios, por tanto, dos<br />
elementos fundamentales para el desarrollo <strong>del</strong> Sistema:<br />
coordinación y normalización. Sobre este último vamos a<br />
centrar nuestra exposición.<br />
La puesta en marcha <strong>del</strong> SIPHA debe hacerse de forma<br />
modular y progresiva a través de la coordinación de todos<br />
aquellos proyectos que de alguna manera están sistematizando<br />
la documentación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Fue así<br />
como en 1993 se puso en marcha un Programa de Coordinación<br />
de diferentes proyectos con objeto de hacer confluir<br />
los esfuerzos que se estaban produciendo en la misma<br />
dirección para la configuración <strong>del</strong> SIPHA. Algunos de estos<br />
proyectos son desarrollados directamente por el Centro de<br />
Documentación, otros en colaboración con la Universidad o<br />
los Museos y otros por la DGBC.<br />
La normalización <strong>del</strong> Sistema de<br />
Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de<br />
Andalucía<br />
Todo Sistema de Información se configura en una serie de<br />
procesos de entrada, tratamiento y difusión de la información.<br />
La creación <strong>del</strong> SIPHA implica la normalización de<br />
todos estos procesos documentales, así como de los sopor-<br />
tes de esa información, es decir equipos para el tratamiento<br />
y comunicación de la información.<br />
Al respecto convendría hacer algunas precisiones sobre qué<br />
es la normalización y por qué es tan importante su aplicación<br />
a cualquier actividad. De acuerdo con Sanders, la normalización<br />
"es la forma de aplicar y establecer reglas con el<br />
fin de poner en orden un campo de actividad determinado,<br />
con el interés y concurso de todos los sectores afectados" 7.<br />
Todo proceso de normalización implica la aplicación de<br />
reglas, sea cual sea el campo de actuación, con un objetivo<br />
fundamental: poner orden en una actividad. Y esta "puesta<br />
en orden" posee unos componentes muy importantes de<br />
racionalidad, eficacia, economía..., elementos fundamentales<br />
en el desarrollo de cualquier actividad industrial, empresarial...,<br />
pero también documental. Es importante resaltar la<br />
necesidad de consenso de los sectores implicados a la hora<br />
de crear y aplicar una norma.<br />
La normalización de equipos para el tratamiento y comunicación<br />
de la información y de técnicas y productos de información,<br />
con objeto de favorecer el intercambio y el acceso<br />
a la información tanto nacional como internacional, es un<br />
elemento fundamental de<br />
toda Política Nacional de<br />
Información. Y es éste también<br />
el objetivo <strong>del</strong> programa<br />
internacional UNISIST<br />
auspiciado por la UNESCO:<br />
contribuir al establecimiento<br />
de un Sistema Internacional<br />
de Información Científica y<br />
Técnica8. Luego, debe ser<br />
objetivo de todo Centro de<br />
Documentación e Información,<br />
como componente <strong>del</strong><br />
Sistema Nacional de Información,<br />
contribuir a la compatibilidad e interconexión entre los<br />
diferentes sistemas de información; de ahí la importancia de<br />
conocer y aplicar, en la medida de lo posible, las normas que<br />
en relación con los procesos de entrada, tratamiento y salida<br />
de la información se generan por los organismos competentes<br />
(ISO, AENOR...). Éste es el hilo conductor que ha<br />
marcado las actuaciones desarrolladas por el Centro de<br />
Documentación.<br />
Siempre se ha considerado prioritario la coordinación e integración<br />
entre las diferentes bases de datos <strong>del</strong> SIPHA y la<br />
posible interconexión con otros sistemas de información, de<br />
tal forma que cuando han existido normas, reglas aprobadas,<br />
se han intentado aplicar con las adaptaciones necesarias, y<br />
en el caso de no existir, se ha procurado conformarlas con<br />
el consenso de los sectores implicados. Conscientes siempre<br />
de que con la normalización de los procesos de entrada, tra-<br />
111<br />
1 Ley 16/1985, de 25 de junio,<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español.<br />
BOE núm. 155 (29 de<br />
junio, 1985)<br />
2 Plan General de Bienes Culturales.<br />
Sevilla 29 de Marzo de<br />
1989. BOPA núm. 281 (18 de<br />
abril, 1989)<br />
3 Decreto 107/1989, de 16 de<br />
mayo, por el que se crea el<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. BOJA, núm.46<br />
(13 de junio, 1989)<br />
4 López Yepes, José: Introducción<br />
al estudio de los sistemas<br />
de información y documentación<br />
en las organizaciones. En<br />
Fundamentos de Información y<br />
Documentación. Madrid: Eudema,<br />
1989. Pág.204<br />
5 Ibídem 2, pág.9353<br />
Respecto de la normalización terminológica, la<br />
envergadura y complejidad <strong>del</strong> SIPHA es<br />
suficientemente importante para plantearse como<br />
objetivo prioritario la creación de un Tesauro de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico, concebido en relación con el<br />
contexto en que se desarrolla y desde una<br />
interpretación polivalente <strong>del</strong> mismo<br />
6 Para más información sobre el<br />
SIPHA véase: Ladrón de Guevara,<br />
Mª <strong>del</strong> Carmen: Experiencias<br />
<strong>del</strong> Centro de Documentación:<br />
El Sistema de Información<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
(SIPHA). En Catalogación <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. Sevilla:<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, 1996, pp.58-71.<br />
7 SANDERS, T.R.B.: Objectifs et<br />
Principes de la Normalisation,<br />
Pr. de Olle Sturen, Genève,<br />
International Organization for<br />
Standardization, p.19<br />
8 UNESCO-UNISIST. Informe<br />
<strong>del</strong> estudio sobre la posibilidad<br />
de establecer un sistema mundial<br />
de información científica.<br />
París, 1970
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIENES CULTURALES<br />
9 Ley 1/1991 de 3 de Julio de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía.<br />
BOJA, Año XIII, núm. 59<br />
(13, julio, 1991)<br />
10 Ibídem 2, Preámbulo y art.2<br />
11 Martínez Montiel, Luis F. "La<br />
Base de Datos de Bienes Muebles<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
<strong>Andaluz</strong>". En Boletín Informativo,<br />
Año III, Número 10, Marzo<br />
1994, pp.46-49.<br />
12 Plata García, Fuensanta: Inventario<br />
y Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Etnológico de Andalucía.<br />
Antecedentes, Objeto y<br />
Proyectyo Inicial. En Catalogación<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Sevilla: <strong>IAPH</strong>, 1996, pp.86-93<br />
Talego Vázquez, Félix: El Inventario<br />
de Arquitectura Popular<br />
de producción y transformación:<br />
el enfoque etnológico. En<br />
Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Sevilla: <strong>IAPH</strong>, 1996,<br />
pp.94-107<br />
13 Informe sobre el viaje realizado<br />
a Roma con motivo de la<br />
celebración de la "VIII Settimane<br />
per i Beni Culturali e<br />
Ambientali" (Roma, 7-13<br />
Diciembre, 1992)<br />
<strong>14</strong> Decreto 19/1995, de 7 de<br />
febrero, por el que se aprueba<br />
el Reglamento de Protección y<br />
Fomento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
de Andalucía. BOJA núm.<br />
43 (17 de marzo, 1995)<br />
tamiento y salida de la información contribuiríamos a favorecer<br />
la calidad de la información y su eficaz recuperación,<br />
en resumen, a la eficacia <strong>del</strong> Sistema de Información. Evidentemente<br />
aún queda trabajo que desarrollar para la normalización<br />
<strong>del</strong> SIPHA.<br />
Podemos establecer como objetivo fundamental <strong>del</strong> Sistema<br />
el posibilitar y favorecer el acceso a la información<br />
de los Bienes Culturales. Para hacer posible este objetivo<br />
fundamental se desarrollan una serie de procesos documentales.<br />
• Procesos de entrada: consisten en la definición y captación<br />
de la información <strong>del</strong> SIPHA. Implica el establecimiento<br />
de criterios que determinen qué información<br />
debe formar parte <strong>del</strong> Sistema, la normalización de los<br />
circuitos documentales y el desarrollo de directrices para<br />
la elaboración de la documentación gráfica de los Bienes<br />
Culturales.<br />
• Procesos de tratamiento: relacionados con la organización<br />
y el análisis de la documentación y la información<br />
para favorecer la recuperación eficaz de esa información<br />
por parte de los usuarios <strong>del</strong> Sistema. Se incluyen entre<br />
los procesos de tratamiento:<br />
a) El diseño de las bases de datos, el establecimiento de<br />
los niveles de descripción y las normas de cumplimentación.<br />
b) Y la normalización terminológica de la información que<br />
entra en el Sistema. Para ello se está elaborando el<br />
Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
• Procesos de salida: relacionados con el acceso a la<br />
información que ha sido previamente seleccionada y<br />
tratada. Estos procesos están estrechamente relacionados<br />
con los anteriores; así el Tesauro de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico es un instrumento para el tratamiento y la<br />
recuperación de información. Se incluyen también<br />
entre estos procesos:<br />
a) El establecimiento de niveles de acceso a la Información.<br />
Dependiendo <strong>del</strong> tipo de <strong>Patrimonio</strong> y <strong>del</strong><br />
nivel de protección legal en el que se incluya, hay<br />
información a la que sólo tendrán acceso determinados<br />
usuarios <strong>del</strong> Sistema. Es por tanto importante<br />
establecer cuál es esa información y crear los filtros<br />
que sean necesarios en la consulta de las bases<br />
de datos.<br />
b) El diseño de los módulos de consulta de las bases de<br />
datos de acuerdo con los niveles de acceso establecidos.<br />
Por último es importante señalar que junto a la normalización<br />
de los procesos documentales ha de existir una normalización<br />
de los soportes de esa información: nos referimos<br />
a los equipos para el tratamiento y comunicación de la<br />
información. En el desarrollo <strong>del</strong> Sistema de Información se<br />
están siguiendo las recomendaciones y normas establecidas<br />
por el Servicio de Coordinación Informática de la Consejería<br />
de Gobernación.<br />
112<br />
Antes de centrarnos en la normalización de los procesos de<br />
tratamiento comentaremos brevemente la situación de los<br />
procesos de entrada de la información al Sistema.<br />
El Sistema de Información se configura en dos grupos de<br />
bases de datos. El primer grupo incluye las bases de datos<br />
de información de los Bienes Culturales y el segundo las<br />
bases de datos de información bibliográfica, gráfica y documental<br />
de los Bienes Culturales y <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
en general.<br />
Bases de Datos <strong>del</strong> Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico (1).<br />
– Base de datos de Bienes Inmuebles<br />
– Base de datos de <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico<br />
• Catálogo de yacimientos Arqueológicos<br />
• Registro de Excavaciones Arqueológicas (2)<br />
– Base de datos de Bienes Muebles<br />
– Inventario de Bienes Muebles de la Iglesia Católica<br />
– Base de Datos de Museos<br />
– Base de datos <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Etnológico (3)<br />
– Base de datos <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Documental y Bibliográfico<br />
(4)<br />
– Base de datos de las Fuentes de Información Bibliográfica<br />
• Base de Datos de Información Bibliográfica (BIBLOS)<br />
• Directorio de Bibliotecas<br />
• Directorio de Revistas de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
• Catálogo de Bases de Datos <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
– Base de datos de las Fuentes de Información Documental<br />
• Guía de Fuentes<br />
• Base de Datos de Información Documental<br />
• Base de Datos Gráfica<br />
– Base de datos de Actividades <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
(1) Para más información véase:<br />
Sistemas de Información sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico. I Jornadas<br />
sobre Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico (Sevilla, 19-22 de<br />
abril de 1995).<br />
Catálogo de Servicios <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
1996.<br />
(2) Desarrollado por el Servicio de Investigación de la DGBC en<br />
colaboración con la Universidad de Granada.<br />
(3) Desarrollada por el Servicio de Investigación de la DGBC.<br />
(4) Por desarrollar.<br />
El establecimiento de criterios para seleccionar la información<br />
que ha de incluirse en el Sistema es un proceso de normalización<br />
fundamental en el desarrollo de cada una de<br />
estas bases de datos. En el caso de las bases de datos de los<br />
Bienes Culturales (Bienes Muebles, Inmuebles, <strong>Patrimonio</strong><br />
Arqueológico, <strong>Patrimonio</strong> Etnológico, <strong>Patrimonio</strong> Bibliográfico<br />
y <strong>Patrimonio</strong> Documental) es importante determinar qué<br />
bienes y actividades deben formar parte <strong>del</strong> Sistema.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Es éste un aspecto directamente relacionado con la protección<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. La Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
Español y la Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía 9<br />
establecen el nivel mínimo para que un bien sea protegido<br />
legalmente, y es su consideración como <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Según la Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español "integran<br />
el <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español los inmuebles y objetos<br />
muebles de interés artístico, histórico, paleontológico,<br />
arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman<br />
parte <strong>del</strong> mismo el patrimonio documental y bibliográfico,<br />
los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los<br />
sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico,<br />
histórico o antropológico" 10.<br />
Este concepto amplio de <strong>Patrimonio</strong> Histórico debe ser el<br />
punto de partida para la concreción de criterios que establezcan<br />
que un determinado objeto o actividad forma parte<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico y por tanto ha de incluirse en el<br />
Sistema de Información. Los responsables de las bases de<br />
datos de los Bienes Culturales trabajan en el desarrollo de<br />
estos criterios que deberán consensuarse con todas las partes<br />
implicadas, entre otras el Servicio de Protección de la<br />
DGBC. En este mismo Boletín se han presentado ya algunos<br />
criterios normalizados, en concreto referentes a la base de<br />
datos de Bienes Muebles 11, así como en las I Jornadas de<br />
Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico celebradas en abril de<br />
1995 12. Somos conscientes de la importancia <strong>del</strong> establecimiento<br />
de criterios de selección de información para el<br />
desarrollo de un Sistema de Información de calidad sobre el<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía.<br />
En relación con las bases de datos documentales (Bibliográfica,<br />
Gráfica y Documental), se conciben fundamentalmente<br />
como instrumentos de información de los Bienes<br />
Culturales, de ahí que sean éstos el punto de referencia en<br />
el establecimiento de los criterios de selección e inclusión<br />
de información. Ahora bien, junto a ese criterio fundamental,<br />
en ocasiones también se selecciona información en función<br />
de una temática o línea de investigación general <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
La normalización de los circuitos de la documentación e<br />
información generada sobre los Bienes Culturales para su<br />
incorporación al Sistema de Información es otro aspecto<br />
importante de los procesos de entrada al Sistema, y para su<br />
desarrollo es fundamental la coordinación con todos los<br />
organismos e Instituciones de <strong>Patrimonio</strong>.<br />
Desde el Centro también se trabaja en el desarrollo de<br />
criterios normalizados para la elaboración de la documentación<br />
gráfica de los Bienes Culturales, criterios que deberán<br />
tenerse en cuenta a la hora de incluir esta información<br />
en el SIPHA.<br />
En relación con los procesos de tratamiento de la Información<br />
es importante determinar el nivel de descripción<br />
de las diferentes bases de datos con objeto de establecer<br />
una homogeneidad entre todas ellas. Desde nuestro<br />
punto de vista, el SIPHA es fruto de la integración de dos<br />
mo<strong>del</strong>os de sistematización de la información de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico: el mo<strong>del</strong>o italiano, que ha optado por la elaboración<br />
de un instrumento de descripción de un alto<br />
nivel de especificidad, que pretende recoger la máxima<br />
información sobre los Bienes Culturales; y el mo<strong>del</strong>o francés,<br />
que ha optado por un instrumento de información<br />
básica que remite a la localización de la información existente<br />
en formato papel, donde se puede ampliar la información<br />
sobre el Bien 13.<br />
El mo<strong>del</strong>o que se está configurando podría considerarse un<br />
instrumento intermedio entre estos dos. En el diseño de las<br />
bases de datos se ha trabajado siempre desde un concepto<br />
de instrumento para el conocimiento; por tanto, se ha<br />
querido superar el nivel de descripción de inventario y<br />
desarrollar un mo<strong>del</strong>o de instrumento que nos acercara al<br />
catálogo de conocimiento. De esta manera el SIPHA asume<br />
el concepto de Catálogo recogido en el Reglamento de<br />
Protección y Fomento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía,<br />
entendido como instrumento administrativo y científico<br />
que posibilite la tutela jurídico-administrativa y que contribuya<br />
al conocimiento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico y a la divulgación<br />
<strong>del</strong> mismo <strong>14</strong>.<br />
En líneas generales puede decirse que, con las bases de<br />
datos desarrolladas hasta el momento, se ha cubierto una<br />
primera fase de información de los Bienes Culturales para<br />
la gestión. Ahora bien, el Sistema está concebido como un<br />
instrumento de conocimiento no sólo para la gestión sino<br />
también para las demás vertientes de la tutela <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong>:<br />
investigación, conservación, difusión... En este sentido la<br />
informática ha puesto a nuestra disposición la posibilidad de<br />
configurar un instrumento flexible que permite incluir una<br />
información básica sobre el bien, pero que posibilita la<br />
ampliación y cualificación de esa información de manera<br />
que el Sistema pueda cumplir su objetivo fundamental de<br />
servicio de información para la tutela integral <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico.<br />
En relación con la normalización de los formatos de las<br />
bases de datos es importante la definición de los bloques de<br />
información y la organización y distribución de los mismos<br />
en la estructura general de la base de datos. A este respecto,<br />
en la actualidad se trabaja en la definición de las tablas<br />
comunes de las diferentes bases de datos para proceder a<br />
su integración.<br />
En el diseño de las bases de datos de los Bienes Culturales<br />
(Bienes Muebles, Inmuebles, <strong>Patrimonio</strong> Arqueológico...),<br />
se han estudiado diferentes mo<strong>del</strong>os de fichas, tales<br />
como las <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> Centrale per il Catálogo e la Documentazione<br />
de Roma, Bases de Datos <strong>del</strong> Ministerio de<br />
Cultura Francés, Carta Arqueológica de Aragón, Base de<br />
Datos Arcat de Arte Románico catalán (Centre D'Art<br />
Románic Catalá), Base de Datos de Yacimientos Arqueológicos<br />
de la Comunidad de Madrid, etc. Asimismo, en el<br />
diseño de las bases de datos documentales (bibliográfica,<br />
gráfica y documental) se han análizado normas internacionales,<br />
tales como las Reglas de Catalogación para monografías<br />
y materiales especiales <strong>del</strong> Ministerio de Cultura, la<br />
Norma Internacional General de Descripción Archivística<br />
(ISAD (G)) aprobadas por el Consejo Internacional de<br />
Archivos (CIA), etc. También se han elaborado unas normas<br />
de cumplimentación de todas las bases de datos diseñadas<br />
hasta el momento.<br />
113<br />
INFORMACIÓN BIENES CULTURALES
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIENES CULTURALES<br />
15 Sistemas de Información sobre<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. Presentación<br />
de experiencias. I Jornadas<br />
sobre Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico (Sevilla, 19 al 22 de<br />
Abril de 1995)<br />
16 Para éstas y otras experiencias<br />
similares véase: Barroso Ruíz, Mª<br />
Soledad: La normalización terminológica<br />
en los museos. El Tesauro.<br />
En Revista General de Información<br />
y Documentación.<br />
Vol.4(2). Editorial Complutense.<br />
Madrid. 1994. Pp.121-160.<br />
El Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
En cuanto a la normalización terminológica, la envergadura y<br />
complejidad <strong>del</strong> Sistema era lo suficientemente importante<br />
como para que se planteara como objetivo prioritario el<br />
desarrollo de un Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico concebido<br />
como lenguaje documental <strong>del</strong> Sistema de Información<br />
que permita la integración de las bases de datos y facilite de<br />
forma efectiva la recuperación de la información.<br />
El Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico que se desarrolla en<br />
colaboración con la Universidad y las Instituciones de <strong>Patrimonio</strong><br />
es un proyecto ambicioso y complejo. Hay una serie<br />
de elementos que sin duda lo condicionan y caracterizan, y<br />
que conviene analizar para comprender las necesidades que<br />
esta herramienta de trabajo debe cubrir en el desarrollo <strong>del</strong><br />
Sistema de Información.<br />
En primer lugar la Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español,<br />
como ya hemos comentado, expone un concepto muy<br />
amplio de <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Son varias las disciplinas que<br />
conforman ese concepto: Arqueología, Etnología, Arte y<br />
Arquitectura..., y el lenguaje documental <strong>del</strong> Sistema debía<br />
ser útil a todas ellas.<br />
En segundo lugar el Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico debía<br />
permitir la interrelación y la recuperación de información no<br />
sólo sobre objetos (muebles, inmuebles, ...) y actividades,<br />
sino también sobre documentación (bibliográfica, gráfica y<br />
textual). Ésta era otra condición que debía tenerse presente<br />
en su desarrollo, pues evidentemente no son los mismos<br />
descriptores los que se utilizan cuando analizamos un objeto<br />
que cuando se trata de un libro, o un documento textual<br />
o gráfico: el tipo de descriptor, el nivel de especificidad...<br />
varía de forma notable.<br />
A partir de estos condicionantes la cuestión fundamental<br />
que debía solucionarse era si se elaboraría un Tesauro de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico o un Tesauro para cada una de las disciplinas<br />
que integran el <strong>Patrimonio</strong> Histórico: Arqueología,<br />
Etnología y Arte y Arquitectura... Para responder a esta<br />
cuestión analizaremos brevemente las actuaciones que fueron<br />
desarrollandose y ayudaron a resolverla.<br />
En una primera fase se procuró conocer la existencia de<br />
experiencias similares desarrolladas en España y fuera de<br />
nuestras fronteras, pues siempre hemos sido conscientes <strong>del</strong><br />
coste de este tipo de proyectos y de la necesidad por tanto<br />
de no repetir esfuerzos. Así fue como conocimos experiencias<br />
como la desarrollada por la Sección de Museos de la<br />
Generalitat de Cataluña en relación con el programa DAC,<br />
Programa de Documentación Asistida de Colecciones, que<br />
está siendo llevado a cabo, conjuntamente por esa Sección<br />
y el Ayuntamiento de Barcelona. En este proyecto existen<br />
ochenta Diccionarios 15.<br />
Por otro lado, en lo que respecta a los Museos de Titularidad<br />
Estatal, la Dirección de los Museos Estatales de la<br />
Dirección General de Bellas Artes y Archivos <strong>del</strong> Ministerio<br />
de Cultura, a través de una Comisión de Documentación<br />
está desarrollando un proyecto de documentación en<br />
museos. Dicha Comisión está elaborando vocabularios de<br />
1<strong>14</strong><br />
diferentes materias con objeto de que en un futuro puedan<br />
desarrollarse tesauros 16.<br />
Se contactó también con el Centro de Información y Documentación<br />
<strong>del</strong> CSIC (CINDOC) para conocer los tesauros<br />
existentes relativos a <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Se analizaron<br />
algunos de ellos tales como: el Tesauro de Arte y Arquitectura<br />
de la Fundación Paul Getty (AAT), el Tesauro Iconográfico<br />
de F. Garnier (1981), el Tesauro Arqueológico de la<br />
Comisión Real de Monumentos Históricos de Inglaterra<br />
(1986), El Sistema de Clasificación de Documentación Etnográfica<br />
Española (1993), entre otros. Ninguno de ellos servía<br />
íntegramente para el desarrollo <strong>del</strong> Sistema. Sin embargo, se<br />
observó que de todos ellos, así como de otros que se han<br />
utilizado posteriormente, se podía extraer información útil<br />
para el desarrollo <strong>del</strong> lenguaje documental.<br />
Nuestra primera intención fue cubrir las necesidades de<br />
cada una de las disciplinas que forman parte <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, elaborando un lenguaje documental para cada<br />
una de ellas. En relación con Etnología se contaba con el Sistema<br />
de Clasificación de Documentación Etnográfica Española,<br />
respecto a Arte y Arquitectura existía el Tesauro de<br />
Arte y Arquitectura de la Fundación Paul Getty. Y fue precisamente<br />
<strong>del</strong> análisis de este tesauro de donde extrajimos<br />
conclusiones que serían definitivas para el desarrollo <strong>del</strong><br />
Tesauro. Casi inmediatamente se observó que la estructura<br />
por facetas que presentaba era lo suficientemente flexible<br />
como para permitir una posible integración de las diferentes<br />
disciplinas de <strong>Patrimonio</strong> Histórico en un único Tesauro.<br />
Aunque se pensó en un primer momento la posibilidad de<br />
traducir el tesauro, pronto comprendimos que la traducción<br />
sólo habría resuelto en parte nuestras necesidades: en primer<br />
lugar porque el tesauro era sólo de Arte y Arquitectura<br />
y quedaba aún la especialidad de Arqueología sin cubrir;<br />
y, por otro lado, porque incluso para la disciplina de Arte y<br />
Arquitectura, la realidad <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> artístico andaluz y<br />
español era sustancialmente diferente a la realidad recogida<br />
en el AAT, lo que implicaba adaptaciones sustanciales en el<br />
Tesauro de la Fundación.<br />
Se adaptó la estructura por facetas <strong>del</strong> AAT y se comenzó<br />
a trabajar en el desarrollo de un primer borrador, al hilo de<br />
las necesidades surgidas en el área de Bienes Muebles, en<br />
concreto en el desarrollo <strong>del</strong> Inventario de Bienes Muebles<br />
de la Iglesia. Este borrador fue el punto de partida para<br />
extraer una serie de conclusiones que marcarían el desarrollo<br />
<strong>del</strong> Tesauro.<br />
Conforme se trabajaba en la recopilación de términos de<br />
Arte y Arquitectura y en el desarrollo de las primeras facetas<br />
(Estilos y Periodos Culturales, Materiales, Técnicas, Tipologías,<br />
Mitología e Iconografía...) percibimos que había algunas<br />
que podían ser comunes a las distintas disciplinas. Había<br />
bastantes elementos comunes como para que se concibiera<br />
la posibilidad de desarrollar un lenguaje documental que<br />
permitiera la integración de todas ellas, aunque respetando<br />
las especificidades de cada una. Efectivamente, esta primera<br />
experiencia nos permitió tomar conciencia de que realmente<br />
tenía sentido plantear el desarrollo de un único instrumento:<br />
un Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico que fuera útil a<br />
todas las bases de datos que se estaban configurando.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Existen razones prácticas que justifican el desarrollo de un<br />
único tesauro para el SIPHA, razones que resultaron evidentes<br />
cuando se formó el grupo de trabajo para su desarrollo,<br />
como es la cantidad de términos comunes entre las<br />
diferentes disciplinas, lo que hacía inviable el desarrollo de<br />
un tesauro para cada disciplina. Pero quizás la razón más<br />
importante es que el <strong>Patrimonio</strong> Histórico no está formado<br />
por compartimentos estancos independientes sin ningún<br />
tipo de relación, sino que por el contrario el <strong>Patrimonio</strong> ha<br />
de concebirse en relación con el contexto en que se desarrolla,<br />
como ya hemos apuntado anteriormente, y desde una<br />
interpretación polivalente <strong>del</strong> mismo. Así pues ese concepto<br />
integrador <strong>del</strong> conocimiento e interpretación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Hitórico que recoge el Sistema de Información, debía<br />
hacerlo suyo el lenguaje documental de ese Sistema. En este<br />
sentido, un instrumento que permita la posibilidad de acercarse<br />
al <strong>Patrimonio</strong> desde diferentes enfoques y posibilite la<br />
descripción de un mismo objeto desde diferentes perspectivas<br />
(artística, antropológica y arqueológica), nos parecía sin<br />
duda ambicioso y novedoso.<br />
Fuimos conscientes de las dificultades que este proyecto<br />
entrañaba en sí mismo, por razones bastante obvias. Los<br />
intentos de integración <strong>del</strong> lenguaje documental de diferentes<br />
disciplinas pueden generar recelos por razones diversas<br />
que no vamos a analizar aquí. Por otro lado, también es cierto<br />
que ese esfuerzo de integración implica la realización de<br />
concesiones por parte de cada disciplina, pero estamos convencidos<br />
de que son muchas más las ventajas que los inconvenientes<br />
<strong>del</strong> proceso de integración. Por último, no es ésta<br />
la primera ni la única experiencia de tesauros o macrotesauros<br />
multidisciplinares. Son numerosas las experiencias en<br />
este sentido, tales como el Tesauro de la UNESCO entre<br />
otros.<br />
En cualquier caso creemos que el intento de integración y<br />
acercamiento entre diferentes disciplinas con puntos en<br />
común es importante por cuanto supone un enriquecimiento<br />
que sin duda debe significar un avance.<br />
A pesar de todas estas reflexiones internas, creímos conveniente<br />
realizar un debate en el que estuvieran presentes<br />
todos los futuros usuarios <strong>del</strong> Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
con objeto de concretar el tipo de tesauro que demandaba<br />
el Sistema de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Así<br />
fue como se organizó un Seminario especializado en metodología<br />
de construccción de Tesauros en Junio de 1995, que<br />
fue impartido por Don Antonio García Gutiérrez, Catedrático<br />
de Documentación de la Facultad de Ciencias de la<br />
Información de la Universidad de Sevilla. En el seminario<br />
estuvieron presentes representantes de la Universidad y de<br />
las Instituciones de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, con objeto de que<br />
expusieran sus puntos de vista.<br />
El tema central <strong>del</strong> debate fue el tipo de tesauro a realizar.<br />
Se discutieron dos posibilidades: un macrotesauro <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico que abarcara todas las especialidades, o<br />
bien realizar varios tesauros paralelos por cada especialidad.<br />
Hubo opiniones a favor y en contra de ambas opciones. En<br />
resumen las conclusiones <strong>del</strong> debate fueron:<br />
• Se acordó la elaboración de estructuras independientes<br />
por disciplinas, para posteriormente intentar determinar<br />
los elementos comunes de las tres especialidades.<br />
• El Tesauro debía ser un instrumento útil para el análisis de<br />
objetos y de documentación e información bibliográfica,<br />
gráfica y textual.<br />
Una vez concluido el seminario se formó un grupo de trabajo<br />
para el desarrollo <strong>del</strong> Tesauro integrado por representantes<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>, la Universidad y las Instituciones de <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico. Fueron necesarias pocas reuniones para<br />
que los integrantes <strong>del</strong> grupo de trabajo llegaran a las mismas<br />
conclusiones que habían llegado los documentalistas <strong>del</strong><br />
Centro de Documentación: había razones cuando menos<br />
prácticas que evidenciaban la necesidad de elaborar un<br />
único Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico estructurado por<br />
facetas.<br />
El grupo de trabajo está siguiendo la metodología recogida<br />
en la Norma ISO 2788-1986 (E) de "Directrices para el establecimiento<br />
y desarrollo de tesauros monolingües". Hasta el<br />
momento han concluido la macroestructura <strong>del</strong> Tesauro<br />
que fue presentada el 19 de Enero a la Comisión de Seguimiento<br />
<strong>del</strong> Tesauro que está integrada asimismo por representantes<br />
de las Instituciones de <strong>Patrimonio</strong> y de la Universidad.<br />
La macroestructura <strong>del</strong> Tesauro recoge diferentes facetas,<br />
tales como: <strong>Patrimonio</strong> Histórico, Culturas Históricas, Estilos<br />
Artísticos, Periodos Geológicos, Periodos Históricos, Agentes,<br />
Materiales, Actividades, Objetos, Estructuras, Disciplinas,...<br />
y una serie de listados auxiliares en los que se incluyen<br />
los Bienes Culturales codificados, Iconografía y Mitología,<br />
Términos geográficos de Andalucía,...<br />
Está previsto que en el verano de 1996 se presente la primera<br />
versión <strong>del</strong> Tesauro de <strong>Patrimonio</strong> Histórico. En su<br />
momento lo haremos público con objeto de que el trabajo<br />
realizado por el <strong>IAPH</strong> pueda ser útil a cuantos tengan necesidades<br />
similares en el conocimiento y sistematización de la<br />
documentación e información de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, con<br />
el convencimiento de que en el ámbito de la Documentación<br />
como en cualquier otro sector de actividad hay que<br />
evitar la repetición de proyectos costosos en tiempo y en<br />
recursos ■<br />
115<br />
INFORMACIÓN BIENES CULTURALES
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Información<br />
BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
El Proyecto de Información<br />
Bibliográfica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía: BIBLOS<br />
Isabel Ortega Vaquero<br />
Asesor Técnico <strong>del</strong> Centro<br />
de Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong><br />
El Inventario de Fuentes de Información <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía<br />
La Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico Español recoge la<br />
importancia que el conocimiento <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
tiene para su protección y conservación, siendo<br />
responsabilidad de la Administración instrumentar<br />
medidas que permitan el acceso a la información como<br />
factor fundamental para una política eficaz de los Bienes<br />
Culturales. Esta idea está recogida en el Plan General de<br />
Bienes Culturales así como en la Ley de <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
de Andalucía y en el Decreto de Creación <strong>del</strong><br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico que establece<br />
como uno de sus objetivos fundamentales "el conocimiento<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico mediante su<br />
documentación", porque difícilmente podrán protegerse<br />
y conservarse los Bienes Culturales sin un conocimiento<br />
exhaustivo de ellos.<br />
En este sentido, el Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong><br />
<strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico (<strong>IAPH</strong>) en el<br />
desarrollo <strong>del</strong> Programa de Documentación e Información,<br />
se planteó desde sus inicios la necesidad de recopilar<br />
y sistematizar las fuentes de información que se<br />
habían producido, de forma dispersa y muchas veces de<br />
forma repetitiva, debido a la amplia temática abarcada<br />
por el <strong>Patrimonio</strong> Histórico, a la diversidad de instituciones<br />
implicadas, y a la falta de una sistematización de<br />
la documentación. Todo ello imposibilitaba ofrecer una<br />
información unitaria y completa, a la vez que impedía<br />
avanzar en nuestro conocimiento sobre los Bienes Culturales<br />
en Andalucía, ya que un paso previo para abordar<br />
un estudio exhaustivo e innovador <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico <strong>Andaluz</strong> es conocer toda la documentación<br />
generada por los diversos agentes que de forma retrospectiva<br />
o actual se han dedicado a gestionar o investigar<br />
alguno de los aspectos incluidos en la temática de los<br />
Bienes Culturales. Esta función se presentaba como una<br />
novedad dentro de la gestión de los Bienes Culturales,<br />
ya que ningún órgano hasta la creación <strong>del</strong> Centro de<br />
Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> tenía entre sus competencias<br />
esta función.<br />
Por ello, en 1991 se formula dentro <strong>del</strong> Programa de<br />
Documentación e Información <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> el Inventario de<br />
Fuentes de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía<br />
como un proyecto de investigación de las fuentes de<br />
información existentes, ante las carencias detectadas en<br />
116<br />
materia de información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>Andaluz</strong>,<br />
caracterizadas por el individualismo, el aislamiento de los<br />
esfuerzos y la deficiente difusión de los resultados. El<br />
Inventario de Fuentes de Información tiene como finalidad<br />
genérica cumplir una función informativa, consistente<br />
en la disponibilidad de las fuentes de información<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía, y no en la<br />
posesión de los fondos documentales pertenecientes a<br />
otras instituciones; mediante la localización y captación<br />
sistemática y/o puntual de la información contenida en las<br />
fuentes existentes (bibliográficas, textuales, gráficas, etc.),<br />
con el fin de posibilitar la disponibilidad y acceso a dichas<br />
fuentes de información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico en<br />
general y de los Bienes Culturales en particular.<br />
Los objetivos genéricos quese establecen son a grandes<br />
líneas:<br />
• Conocer todas aquellas instituciones, organismos, entidades,<br />
etc., que contengan información de interés sobre<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
• Localizar y conocer la situación en que se encuentran<br />
los fondos documentales y bibliográficos existentes, de<br />
acuerdo con unos parámetros: cronología, cobertura<br />
geográfica y temática, soportes, tratamiento documental,<br />
tratamiento informático, etc.<br />
• Valorar y seleccionar la información de interés, de<br />
acuerdo con las necesidades informativas.<br />
• Sistematizar la información seleccionada, mediante el<br />
diseño y creación de bases de datos bibliográficas y<br />
documentales, aplicando criterios de normalización<br />
documental.<br />
• Poner a disposición de los usuarios (Administración,<br />
Universidades, Investigadores y Público en general)<br />
toda la información sistematizada.<br />
• Servir de instrumento básico para el desarrollo de futuros<br />
trabajos sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico, impulsando<br />
los estudios e investigaciones documentales de los Bienes<br />
Culturales de Andalucía.<br />
El acceso y disponibilidad de las fuentes de información<br />
al servicio de las necesidades de la administración, los<br />
investigadores, entidades y público en general, reporta<br />
una serie de beneficios en cuanto a la cualificación de la<br />
toma de decisiones de los órganos gestores <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, a la agilización de las investigaciones y de<br />
los estudios que se aborden al hilo de una actuación sistemática<br />
o concreta, y a la economización de los recursos<br />
humanos y técnicos.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Para la consecución de los objetivos reseñados se plantearon<br />
diversos criterios de planificación atendiendo a la<br />
tipología de las fuentes de información (bibliográficas,<br />
documentos de archivo, ...), al factor institucional (archivos<br />
históricos y administrativos, bibliotecas, fototecas, hemerotecas,<br />
...), a la tipología de los bienes culturales, etc. Las<br />
diferentes alternativas no se presentan de forma excluyente,<br />
sino mediante una priorización y faseado temporal<br />
que las aglutine en el desarrollo global <strong>del</strong> proyecto.<br />
Como criterio previo, debido a la especificidad tipológica,<br />
se estableció la vertebración <strong>del</strong> Inventario de Fuentes<br />
de Información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de<br />
Andalucía en dos vertientes: el Proyecto de Información<br />
Bibliográfica, y el Proyecto de Fuentes Documentales.<br />
El Proyecto de Información Bibliográfica<br />
De acuerdo con los objetivos y finalidad <strong>del</strong> Inventario de<br />
Fuentes de Información de Andalucía se priorizó el Proyecto<br />
de Información Bibliográfica, atendiendo a la gran<br />
relevancia de las fuentes bibliográficas en cuanto que son<br />
el medio de difusión de los trabajos y estudios de investigación<br />
sobre diferentes áreas de conocimiento, a la<br />
demanda informativa detectada entre un gran número<br />
de usuarios, así como a la mayor accesibilidad de esta<br />
información, debido a la disponibilidad de los catálogos<br />
de las bibliotecas y centros especializados, bibliografías,<br />
bases de datos en CD-ROM, etc.<br />
El Proyecto de Información Bibliográfica nace con una verticalidad<br />
propia, a través de unos objetivos y una metodología<br />
concreta, cuyo fin último es la configuración y<br />
desarrollo de la Base de Datos de Información Bibliográfica<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía. Sin embargo,<br />
esta verticalidad no se concibe con un carácter cerrado<br />
sino que contempla su interrelación con otros proyectos,<br />
tanto puntuales como integradores, de sistematización de<br />
la información <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>Andaluz</strong>. Por ello,<br />
se articula a través de una doble vertiente:<br />
A. Línea vertical de actuaciones sistemáticas de localización<br />
y captación de la información bibliográfica, consistente<br />
en la captación directa de los fondos de las<br />
bibliotecas y centros especializados, y en la captación<br />
indirecta a través de CD-ROM, Catálogos, Bibliografías,<br />
etc.<br />
B. Línea horizontal de apoyo metodológico e incorporación<br />
de la información bibliográfica resultante de los<br />
proyectos o actuaciones planteadas para el estudio,<br />
normalización y sistematización de los Bienes Culturales.<br />
En este sentido, se establece como experiencia<br />
piloto la investigación de fuentes bibliográficas <strong>del</strong><br />
proyecto de Capilla Real de Granada.<br />
Paralelamente, el proyecto de información bibliográfica<br />
contempla como uno de sus objetivos principales servir<br />
a la configuración y cualificación de la información bibliográfica<br />
de las Bases de Datos de los Bienes Culturales<br />
que se encuentra desarrollando el Centro de Documen-<br />
tación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>, mediante la normalización de los datos<br />
y la incorporación de unos campos claves comunes que<br />
posibiliten su interrelación y complementariedad.<br />
El Proyecto de Información Bibliográfica se configura<br />
como una actuación con una cobertura temporal de gran<br />
amplitud, desarrollándose hasta la actualidad en las<br />
siguientes fases:<br />
Planificación<br />
Durante 1991 se procedió, tras el planteamiento inicial <strong>del</strong><br />
Inventario de Fuentes de Información, a la planificación<br />
general <strong>del</strong> Proyecto de Información Bibliográfica, mediante<br />
el análisis y desarrollo de las siguientes cuestiones:<br />
1. Delimitación <strong>del</strong> ámbito temático: Arqueología,<br />
Arquitectura, Arte, Historia,<br />
Legislación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
Museología, Ordenación de<br />
Territorio, etc., atendiendo a los<br />
aspectos de historia de las disciplinas,<br />
teoría, métodos, técnicas,<br />
materiales, tipología y usos, épocas y<br />
estilos históricos, conservación y restauración,<br />
etc.<br />
2. Establecimiento de la cobertura institucional,<br />
mediante la selección y priorización de las instituciones<br />
más relevantes con fondos bibliográficos<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
117<br />
3. Estudio de la información bibliográfica sobre <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico, en cuanto a las especificidades de las<br />
diferentes tipologías de fuentes (monografías, enciclopedias,<br />
publicaciones periódicas, congresos, tesis,<br />
etc.), localizaciones (bibliotecas, centros de documentación,<br />
instituciones, etc.), estado <strong>del</strong> tratamiento<br />
documental e informatización, etc. En el desarrollo de<br />
este estudio se planteó la necesidad de elaborar una<br />
serie de productos de<br />
apoyo a la planificación,<br />
El Inventario de Fuentes de Información tiene<br />
que sirven además al<br />
usuario como instru- como finalidad genérica cumplir una función<br />
mentos de orientación<br />
informativa, consistente en la disponibilidad de<br />
referencial: Directorio<br />
de Bibliotecas, Catálogo las fuentes de información sobre <strong>Patrimonio</strong><br />
de Bases de Datos, y<br />
Histórico de Andalucía, y no en la posesión de los<br />
Catálogo Colectivo de<br />
Publicaciones Periódicas fondos documentales pertenecientes a otras<br />
dentro <strong>del</strong> ámbito <strong>del</strong> instituciones<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
4. Diseño <strong>del</strong> formato de entrada de datos, de acuerdo<br />
con las Normas para la Descripción Bibliográfica<br />
(ISBD), y el formato MARC.<br />
5. Diseño de la aplicación informática. De acuerdo con<br />
el formato establecido así como con las necesidades<br />
derivadas de la especificidad <strong>del</strong> propio proyecto la<br />
Universidad de Córdoba desarrolló el programa de<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
captación bibliográfica BIBLOS, en el lenguaje Clipper<br />
5.1, que de acuerdo con las necesidades detectadas<br />
en el desarrollo <strong>del</strong> proyecto, cuenta en la actualidad<br />
con cuatro módulos:<br />
• Introducción de Datos: que contiene cuatro formatos<br />
(libro, parte de obra, capítulo, artículo) destinados a las<br />
altas, bajas, modificaciones y duplicaciones de la descripción<br />
bibliográfica en una pantalla principal, desde la<br />
que se accede a las pantallas complementarias de localizaciones<br />
(F5), materias (F6), códigos geográficos y de<br />
bienes culturales (F7), resumen (F8), y fichas analíticas<br />
(F9), correspondientes las tres primeras a los ficheros<br />
auxiliares de Instituciones, Tesauro e Identificadores.<br />
Además la introducción de datos cuenta con unos filtros<br />
de contrastación que impide la incorporación de<br />
registros duplicados, y permite asociar a un registro<br />
múltiples localizaciones, ya que la finalidad es constituir<br />
un catálogo colectivo donde la información relativa a<br />
cada publicación sólo esté referida una vez pero a la<br />
que se añadan tantas localizaciones (código y denominación<br />
de la institución más signatura) como sea posible<br />
identificar.<br />
• Búsquedas, Edición y Listados: módulo destinado a la<br />
recuperación de la información a través de siete búsquedas<br />
predefinidas (tesauro identificadores, autor/es,<br />
descriptores, número de control, ...), y una opción de<br />
búsqueda libre.<br />
El resultado de la<br />
búsqueda efectuada<br />
se visualiza<br />
en primer<br />
lugar a través<br />
de una pantalla<br />
c o n<br />
los<br />
datos<br />
mínimos(número<br />
de control,<br />
autor y título), a través<br />
de la cual podemos acceder<br />
a los registros bibliográficos completos<br />
desde cualquier punto. Por otro<br />
lado, nos permite listar el resultado completo<br />
de la búsqueda o marcar sólo aquellos registros de<br />
nuestro interés (F2), en formato completo o en formato<br />
síntesis con destino a la impresora o a un fichero ASCII.<br />
• Ficheros Auxiliares: contiene el fichero de Instituciones<br />
con las denominaciones y códigos de las bibliotecas<br />
y centros con fondos sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
para la cumplimentación de las localizaciones; el fichero<br />
Tesauro con los códigos y denominaciones de<br />
materias adoptados por la Clasificación Decimal Uni-<br />
118<br />
versal (CDU); y el fichero de Identificadores con los<br />
códigos y denominaciones provinciales, municipales y<br />
de los bienes culturales andaluces.<br />
• Utilidades: con dos opciones, indizar las bases de datos,<br />
y modificar los atributos de color.<br />
6. Establecimiento de la metodología más adecuada para<br />
la consecución de los objetivos planteados, consistente<br />
en la elección <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o de funcionamiento, la<br />
definición de las funciones, tanto <strong>del</strong> equipo coordinador<br />
como de los grupos de investigación, faseado<br />
<strong>del</strong> proyecto, establecimiento de prioridades, cronograma,<br />
etc.<br />
Un punto importante lo constituye la adopción <strong>del</strong> proceso<br />
más idóneo para la constitución de un catálogo<br />
colectivo de información bibliográfica referencial sobre<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico contenida en múltiples instituciones.<br />
Para ello fue necesario establecer un proceso de<br />
catalogación compartida entre los diferentes grupos de<br />
trabajo, mediante la acotación <strong>del</strong> ámbito a cubrir por<br />
cada grupo (distribución temática, alfabética, institucional,<br />
de títulos de revistas, etc.) con el fin de evitar la duplicación<br />
de esfuerzos y configurar un catálogo colectivo sin<br />
necesidad de corregir posteriormente las duplicaciones<br />
de información. Asimismo se dotó al programa informático<br />
de unos filtros que impidieran la incorporación duplicada<br />
de las referencias bibliográficas, y que permitiera la<br />
incorporación de múltiples localizaciones de un mismo<br />
registro bibliográfico.<br />
7. Establecimiento de la normalización de la información,<br />
mediante la confección de instrucciones de cumplimentación<br />
<strong>del</strong> registro bibliográfico, normas para la<br />
cumplimentación de descriptores libres, y la incorporación<br />
en el programa informático BIBLOS de listados<br />
normalizados en los ficheros auxiliares de:<br />
• Instituciones, con las denominaciones y códigos de las<br />
bibliotecas y centros con fondos sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
de acuerdo con la codificación establecida por<br />
el Ministerio de Cultura en el Directorio de Bibliotecas<br />
(1989), datos que además se han ido completando en<br />
el desarrollo <strong>del</strong> Directorio de Bibliotecas <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico de Andalucía.<br />
• Tesauro, consistente en la adaptación de la Clasificación<br />
Decimal Universal (CDU), que si bien consideramos<br />
que para una temática muy especializada no es la<br />
más adecuada por su carácter enciclopédico puede<br />
servir, al menos, como punto de partida. La clasificación<br />
adoptada se considera provisional, ya que está<br />
prevista la incorporación <strong>del</strong> Tesauro <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico que se encuentra en proceso de elaboración<br />
por el Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
• Identificadores, con los códigos y denominaciones provinciales,<br />
municipales y de los Bienes Culturales de<br />
Andalucía. Este fichero además de contribuir a la normalización<br />
de la información, sirve para la interrelación<br />
de la base de datos bibliográfica con las bases de datos
PH Boletín<strong>14</strong><br />
de los Bienes Culturales, desarrolladas por el Centro<br />
de Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
8. Formación <strong>del</strong> equipo humano para el desarrollo <strong>del</strong><br />
trabajo, mediante el establecimiento de Cooperaciones<br />
con los grupos de investigación de los departamentos<br />
de arte de las Universidades de Cádiz,<br />
Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. La elección <strong>del</strong><br />
equipo humano vino determinada fundamentalmente<br />
ante la necesidad de contar con los profesionales o<br />
especialistas en la temática de <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
que procedieran a la adecuada selección de las fuentes<br />
de información <strong>del</strong> ámbito temático determinado.<br />
9. Establecimiento de un sistema para el control, revisión<br />
y evaluación <strong>del</strong> proceso. En el desarrollo de cada una<br />
de las fases <strong>del</strong> proyectos se han establecido unos<br />
mecanismos de control, seguimiento, corrección y<br />
validación de la información aportada por los grupos<br />
de investigación de las Universidades, mediante el<br />
análisis de los informes realizados por dichos grupos<br />
y la validación de la información incorporada en el<br />
programa BIBLOS, detectando todos aquellos datos<br />
incorrectos y/o incompletos. Por otro lado se han<br />
establecido controles para la comprobación de la<br />
metodología de trabajo, así como para la idoneidad<br />
de la información resultante y, de acuerdo con los<br />
resultados obtenidos, se ha procedido a la corrección,<br />
ampliación o redistribución de los procesos.<br />
1ª Fase<br />
Se desarrolla durante 1992-1993, consistente en la selección,<br />
localización y captación de información bibliográfica<br />
sobre temáticas genéricas de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, priorizando<br />
fundamentalmente las monografías localizadas en<br />
las bibliotecas universitarias de Cádiz, Córdoba, Granada,<br />
Málaga y Sevilla.<br />
Uno de los problemas por resolver fue la necesidad de<br />
establecer una catalogación compartida entre los diferentes<br />
grupos de trabajo, que nos permitiera disponer de<br />
la información bibliográfica de forma unitaria pero con<br />
múltiples localizaciones, con el fin de dirigir al usuario<br />
hacia la localización física de las publicaciones de la forma<br />
más completa posible. Sin embargo, no disponíamos de<br />
una red informática que permitiera interconectar las<br />
labores desarrolladas por cada grupo de trabajo y de<br />
éstos con el Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>, por lo<br />
cual se adoptaron una serie de medidas que posibilitaran<br />
dicha catalogación compartida. Por un lado, se distribuyó<br />
la captación de acuerdo con una acotación temática, institucional<br />
y alfabética de autores, y por otro se incorporaron<br />
al programa informático unos filtros que impidieran<br />
la duplicación de registros, como por ejemplo el ISBN<br />
para monografías. Además cada grupo de trabajo aportó<br />
tanto la localización de los registros bibliográficos correspondientes<br />
a la línea propia, como posteriormente las<br />
localizaciones de las líneas <strong>del</strong> resto de los grupos de<br />
investigación.<br />
El resultado obtenido en la 1ª fase fue la disponibilidad<br />
de unos 5.000 registros bibliográficos, correspondientes<br />
en su mayoría a monografías básicas sobre <strong>Patrimonio</strong><br />
Histórico.<br />
2ª Fase<br />
Una vez recopilada esta información genérica y tras un<br />
estudio de la situación actual en cuanto al tratamiento de<br />
las publicaciones, se consideró necesario abordar durante<br />
1994 la 2ª fase de desarrollo consistente en el vaciado<br />
de artículos de revistas sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico; se<br />
priorizó, debido a la mayor accesibilidad de la información<br />
correspondiente, las monografías en catálogos de<br />
bibliotecas, bibliografías impresas, bases de datos accesibles<br />
en CD-ROM y online, etc., ya que la información<br />
contenida en las publicaciones periódicas supone una<br />
fuente informativa fundamental pero de difícil acceso.<br />
Con ello, no se daba por concluida la incorporación de<br />
monografías, sino que consideramos oportuno abordar<br />
esta tarea desde la línea sistemática de captación indirecta<br />
de los productos de información existentes, y las cooperaciones<br />
institucionales. Por ello, de forma paralela, se<br />
inició la elaboración <strong>del</strong> Catálogo de Bases de Datos<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico, con el fin de conocer y valorar<br />
los productos elaborados por otros organismos.<br />
De acuerdo con el objetivo marcado para el desarrollo<br />
de la 2ª Fase, se procedió al estudio de las publicaciones<br />
periódicas de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, a través de repertorios,<br />
catálogos, bases de datos, distinguiendo tres tipos de<br />
publicaciones: revistas especializadas, revistas de estudios<br />
locales y misceláneas, y revistas que sólo incluyen artículos<br />
sobre arte esporádicamente. Asimismo, de forma<br />
complementaria y paralela, se inició la confección <strong>del</strong><br />
Directorio de Revistas de <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Además<br />
era necesario conocer la disponibilidad de estos títulos<br />
en las bibliotecas y otros centros, priorizando su existencia<br />
y números disponibles en cada una de las bibliotecas<br />
universitarias, mediante los listados facilitados por los grupos<br />
de investigación y los catálogos de las bibliotecas universitarias.<br />
Una vez detectados los principales títulos de revistas<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico y su localización en las bibliotecas<br />
seleccionadas, se procedió al establecimiento de los<br />
criterios de selección e inclusión de las revistas en la 2ª<br />
fase <strong>del</strong> proyecto:<br />
• Tipo de publicaciones: revistas especializadas en ámbitos<br />
temáticos referidos al <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
• Ámbito geográfico: revistas de ámbito andaluz.<br />
• Tipo de institución editora: instituciones científicas<br />
como academias de bellas artes, departamentos universitarios,<br />
organismos públicos, etc.<br />
• Localización: disponibilidad de los fondos en las bibliotecas<br />
universitarias andaluzas.<br />
Las revistas seleccionadas se distribuyeron entre los gru-<br />
119<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
pos de investigación, en correspondencia con el ámbito<br />
geográfico y los fondos existentes en las bibliotecas<br />
correspondientes; exceptuando aquellos artículos disponibles<br />
en otros repertorios bibliográficos, destacando<br />
entre ellos los productos en CD-ROM.<br />
Para la captación de los artículos, dentro de las revistas<br />
establecidas, se atendió a los siguientes criterios:<br />
• Restricción a la temática específica de <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
excluyendo, en el caso de revistas misceláneas<br />
o genéricas de humanidades, temas referidos a literatura,<br />
filosofía, música, historia general, etc., e incluyendo<br />
los aspectos relativos a teoría, estética, historia <strong>del</strong><br />
arte, técnicas, conservación, legislación, etc.; así como la<br />
información sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>Andaluz</strong>, referida<br />
específicamente a los Bienes Culturales y a los<br />
aspectos de interés para su contextualización.<br />
• Ámbito cronológico desde el inicio de las publicaciones,<br />
porque dentro de las investigaciones en el campo<br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, al contrario de lo que ocurre<br />
en el ámbito científico, las antiguas publicaciones siguen<br />
siendo de actualidad porque aportan información<br />
sobre obras de arte desaparecidas o completamente<br />
transformadas.<br />
Además <strong>del</strong> establecimiento de los criterios para la puesta<br />
en marcha de la 2ª fase, se procedió a la actualización<br />
<strong>del</strong> programa informático BIBLOS (versión 1.3), de<br />
acuerdo con las necesidades detectadas a lo largo de la<br />
1ª fase. Asimismo tras la cumplimentación de materias y<br />
descriptores de los registros bibliográficos correspondientes<br />
a la 1ª fase, se comprobaron las deficiencias de<br />
dicho sistema; sin embargo, su posible modificación sólo<br />
podía ser parcial, debido a la fase de elaboración <strong>del</strong><br />
mencionado Tesauro. Ante dicha problemática, consideramos<br />
conveniente mantener la clasificación original, y<br />
posponer su sustitución a la finalización <strong>del</strong> Tesauro de<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Por otro lado, en cuanto al establecimiento <strong>del</strong> proceso<br />
más adecuado para proceder a la catalogación compartida,<br />
se procedió a la distribución de los títulos de revistas<br />
por grupos de trabajo, con lo cual se evitaba a priori la<br />
duplicación de información, reforzada por los filtros de<br />
contrastación incorporados al programa informático. En<br />
cuanto a las localizaciones de los artículos de revistas,<br />
cada grupo de investigación debía indicar exclusivamente<br />
las localizaciones correspondientes a las bibliotecas de su<br />
ámbito geográfico, cumplimentándose desde el Centro<br />
de Documentación las localizaciones <strong>del</strong> resto de las<br />
bibliotecas seleccionadas, a través de la consulta de los<br />
listados y catálogos de las publicaciones periódicas de las<br />
bibliotecas correspondientes.<br />
Como complemento a la labor realizada por los grupos<br />
de investigación de las Universidades, se desarrolló una<br />
labor sistemática de localización, selección y captación<br />
indirecta de artículos de revistas contenidos en productos<br />
elaborados (bibliografías, bases de datos en CD-ROM,<br />
etc.), completando la información relativa al análisis de<br />
120<br />
contenido mediante el campo descriptores y los ficheros<br />
auxiliares Tesauro e Identificadores, y a los datos referidos<br />
a las localizaciones en las bibliotecas incorporadas al proyecto.<br />
Para cada producto de información se ha establecido<br />
una codificación, que permite identificar cada uno de<br />
los productos utilizados.<br />
El resultado de la 2ª fase fue la incorporación de unos<br />
9.000 registros bibliográficos, correspondientes al vaciado<br />
de artículos de 80 títulos de revistas con información<br />
sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
Ampliación de la 2ª Fase<br />
Como continuación de la línea sistemática de captación<br />
de la información bibliográfica sobre el <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
de Andalucía, en 1995 se plantea la Ampliación de la<br />
2ª Fase, con el fin de completar la labor desarrollada en<br />
la misma, mediante el vaciado de los números no localizados,<br />
así como a través de la ampliación de nuevos títulos<br />
de revistas.<br />
Para su planificación se procedió al estudio de la situación<br />
de los 80 títulos de revistas seleccionadas en la 2ª fase,<br />
en cuanto a los números localizados y captados, los<br />
números pendientes por su no disponibilidad en la Universidad<br />
asignada, su localización en otras bibliotecas, etc.<br />
A partir de este estudio se procede a una nueva redistribución<br />
de los títulos de revistas por Universidades, con<br />
el fin de disponer de la información completa de cada<br />
título. En segundo lugar, se seleccionaron nuevos títulos<br />
de revistas no incluidos en la 2ª fase, que serán incorporados<br />
íntegramente, con excepción de los artículos vaciados<br />
en otros repertorios bibliográficos localizados.<br />
Los criterios adoptados para la selección de los títulos de<br />
las publicaciones periódicas, el vaciado de artículos, y la<br />
distribución por títulos de revistas, son los mismos que se<br />
establecieron en la 2ª fase; así como los referidos a la normalización,<br />
localizaciones, etc. Sin embargo, ante la necesidad<br />
de localizar los números de las revistas no realizados<br />
en la 2ª fase, la acotación institucional no se limita a las<br />
bibliotecas universitarias, sino que se amplia a cualquier<br />
biblioteca <strong>del</strong> ámbito provincial correspondiente.<br />
Por otro lado, en esta fase se mantiene la línea sistemática<br />
de localización, selección y captación de información<br />
bibliográfica contenida en productos informativos pertenecientes<br />
a otros organismos e instituciones, priorizando<br />
aquellos títulos de revistas incorporados al proyecto con<br />
el fin de obtener el barrido completo por títulos de revistas<br />
sobre nuestra temática. Paralelamente se está procediendo<br />
a la incorporación de monografías, ya que este<br />
aspecto se encuentra de forma deficitaria en la base de<br />
datos BIBLOS, así como a la incorporación de la información<br />
bibliográfica resultante de proyectos de investigación<br />
(Capilla Real de Granada), de proyectos de<br />
catalogación de Bienes Culturales (<strong>Patrimonio</strong> Arqueológico,<br />
Bienes Muebles de la Iglesia Católica), y otros productos<br />
impresos de interés.<br />
En cuanto al programa informático se procedió a las
PH Boletín<strong>14</strong><br />
modificaciones y actualizaciones de BIBLOS (versión<br />
1.4) de acuerdo con el proceso de evaluación <strong>del</strong> propio<br />
proyecto.<br />
Esta fase se encuentra actualmente en desarrollo, estando<br />
prevista su finalización en junio de 1996 con una<br />
aportación total de unos 7.000 registros bibliográficos<br />
relativos a artículos de revistas sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
procedentes <strong>del</strong> vaciado de 172 títulos de revistas.<br />
Una vez finalizada la fase actual se procederá al mantenimiento,<br />
revisión y actualización de la información de<br />
forma global, y se realizará un Informe de Situación <strong>del</strong><br />
Proyecto de Información Bibliográfica, aportando los<br />
datos relativos al número total de registros, distribución<br />
por tipologías, distribución por Universidades, bibliotecas<br />
integradas, fuentes de información utilizadas, situación de<br />
cada uno de los títulos de revistas, etc.<br />
Conclusión<br />
El resultado global <strong>del</strong> desarrollo <strong>del</strong> Proyecto de Información<br />
Bibliográfica (1992-1995) se evalúa aproximativamente<br />
en unos 20.000 registros bibliográficos sobre<br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico, con un porcentaje significativamente<br />
superior de artículos de revistas (alrededor de 15.000<br />
registros), así como de ámbitos temáticos relativos a<br />
Arqueología, Arquitectura, Escultura, Artes Suntuarias,<br />
Arte Hispanomusulmán, Urbanismo e Historia Local. Esta<br />
información se encuentra disponible en la Base de Datos<br />
de Información Bibliográfica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de<br />
Andalucía (BIBLOS), accesible actualmente a través de<br />
los servicios de información <strong>del</strong> Centro de Documentación<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>.<br />
Con la exposición <strong>del</strong> desarrollo <strong>del</strong> Proyecto de Información<br />
Bibliográfica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía<br />
desde sus inicios hasta la actualidad, no podemos dar<br />
por concluida esta actuación. La labor no está cerrada,<br />
sino todo lo contario, ya que su carácter de línea sistemática<br />
le confiere una amplia cobertura temporal.<br />
Los objetivos a corto plazo son completar el barrido de<br />
los principales títulos de publicaciones periódicas de<br />
mayor interés, con el fin de elaborar un CD-ROM de<br />
artículos de revistas sobre <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Asimismo,<br />
completar, actualizar y editar los directorios que se<br />
han ido elaborando como apoyo a la planificación de<br />
este proyecto, considerados a la vez como útiles instrumentos<br />
de orientación referencial al servicio de los usuarios:<br />
Directorio de Bibliotecas, Catálogo de Bases de<br />
Datos, y Directorio de Revistas, referidos al ámbito <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico.<br />
A medio plazo, se plantea la captación por ámbitos<br />
temáticos, independientemente de su tipología documental,<br />
priorizándose la temática de Arquitectura, y estableciendo<br />
la interrelación con la Base de Datos de los<br />
Bienes Inmuebles <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía,<br />
desarrollada por el Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong>,<br />
con los objetivos de elaborar un producto de informa-<br />
ción bibliográfica sobre este ámbito y servir de apoyo y<br />
cualificación al plan sectorial de Bienes Inmuebles. Este<br />
criterio de planificación y desarrollo se irá abordando de<br />
forma faseada para el resto de los ámbitos temáticos, con<br />
la consecuente interrelación con los planes sectoriales<br />
correspondientes (Arqueología, Bienes Muebles, Museos,<br />
Etnología, <strong>Patrimonio</strong> Bibliográfico y Documental).<br />
De forma paralela, se irá completando la información<br />
correspondiente a monografías, que se encuentra actualmente<br />
escasamente representada, así como la información<br />
relativa a ámbitos temáticos inexistentes o<br />
abordados parcialmente, como por ejemplo Museografía,<br />
<strong>Patrimonio</strong> Bibliográfico y Documental, Arte Contemporáneo,<br />
etc.<br />
En resumen, el Proyecto de Información Bibliográfica <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico de Andalucía no se concibe como<br />
un proyecto cerrado y concluso, sino como una línea sistemática<br />
y de apoyo a los Bienes Culturales encuadrada<br />
dentro <strong>del</strong> Programa de Documentación e Información<br />
<strong>del</strong> Centro de Documentación <strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico, al servicio de las necesidades informativas<br />
de la Administración, los investigadores, y el<br />
público en general.<br />
Nota: en el próximo número aparecerá un artículo monográfico<br />
sobre el programa informático BIBLOS, desarrollado en el<br />
Proyecto de Información Bibliográfica <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico<br />
de Andalucía.<br />
121<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
La Norma ISAD (G), a debate<br />
Antonia Heredia Herrera<br />
Directora <strong>del</strong> Archivo General de Andalucía<br />
En el mundo de los archivos, la incorporación a las<br />
nuevas tecnologías ha tenido como primera consecuencia<br />
la incentivación de los estudios de normalización.<br />
Con independencia de una inquietud constatada desde<br />
antiguo (construcción de un vocabulario, gestión documental,<br />
tratamiento archivístico, etc), ha sido en la década<br />
de los 80 cuando de una manera acuciante, a todos<br />
los niveles, se ha discutido, se ha trabajado, se ha publicado<br />
sobre el tema. Como culminación y tras los trabajos<br />
laboriosos de una Comisión Internacional, en la que<br />
han estado representados bastantes paises –incluido el<br />
nuestro–, ha visto la luz en 1995 la primera Norma internacional<br />
de aplicación a los documentos de archivo.<br />
La mentada Norma con las siglas que constituyen una<br />
denominación propia, ISAD (G), está avalada por el Consejo<br />
Internacional de Archivos y por la Unesco.<br />
La Norma ISAD (G) viene a satisfacer una aspiración<br />
reclamada a voces para unificar el concepto y la metodología<br />
de una de las tareas prioritarias de cualquier profesional<br />
de archivos: la descripción archivística.<br />
Todos, pues, podemos estar satisfechos de contar a partir<br />
de ahora con ese instrumento normalizador que debe<br />
facilitar nuestro trabajo y la difusión <strong>del</strong> mismo.<br />
La laboriosidad, las dificultades, los esfuerzos que suponen<br />
la elaboración de una Norma internacional son indiscutibles;<br />
sin embargo, su plasmación y sobre todo su<br />
aplicación deben ser discutidas por el colectivo científico<br />
de archiveros de los respectivos países articulando los<br />
medios para, con una representatividad más contundente<br />
a partir de su puesta en marcha, lograr un consenso<br />
más generalizado.<br />
En el segundo semestre de 1995 se difundió el texto de<br />
la Norma en inglés y en francés, las lenguas oficiales <strong>del</strong><br />
CIA. Ha sido en noviembre de dicho año cuando la versión<br />
en castellano 1 , realizada por Luis Martínez García,<br />
Rosana Díaz de Andrés Díaz y Victoria Arias Roca, se ha<br />
hecho pública por la Subdirección General de los Archivos<br />
estatales en una reunión, celebrada en Madrid en el<br />
Archivo Histórico Nacional con la colaboración de ANA-<br />
BAD (Madrid), a la que fueron convocados los directores<br />
de los archivos generales <strong>del</strong> Estado, los responsables<br />
122<br />
de los Servicios de archivos autonómicos y los presidentes<br />
de las Asociaciones de archiveros, entre otros. Andalucía<br />
estuvo presente por medio de la Asociación de<br />
archiveros andaluces y por el AGA, que fue especialmente<br />
invitado a compartir la presidencia de la reunión.<br />
Se ha abierto a partir de este momento un plazo preceptivo<br />
de cinco años para la experimentación de la<br />
Norma antes de la formulación de otro nuevo texto.<br />
Existe la posibilidad de que la Subdirección General de<br />
Archivos <strong>del</strong> Ministerio de Cultura pueda presentar un<br />
texto alternativo, consensuado entre los archiveros de<br />
lengua española que sea algo más que una simple traducción.<br />
A los asistentes se nos pidió una colaboración activa que<br />
permita conseguir esa alternativa hispana. La articulación<br />
de la colaboración por Autonomías se ha solicitado a las<br />
Asociaciones y a los Servicios de archivos, o equivalentes,<br />
respectivos.<br />
El Archivo General de Andalucía, asumiendo en este<br />
momento la colaboración requerida, ha establecido un<br />
calendario de trabajo sujeto a las previsiones <strong>del</strong> Ministerio<br />
de Cultura. En primer lugar ha difundido a todos los archivos<br />
vinculados al Sistema andaluz de archivos un ejemplar<br />
<strong>del</strong> texto en castellano. En segundo lugar ha convocado y<br />
celebrado el pasado 22 de diciembre, con la colaboración<br />
<strong>del</strong> <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> de <strong>Patrimonio</strong> Histórico, una jornada<br />
de estudio y debate sobre la Norma ISAD (G), con dos<br />
ponencias –una a cargo de Mª Jesús Álvarez Coca <strong>del</strong><br />
A.H.N. y otra de la que suscribe– y con una asistencia de<br />
cerca de doscientos archiveros andaluces. En tercer lugar<br />
ha remitido un cuestionario que permite el pronunciamiento,<br />
las sugerencias y los cambios a proponer al texto<br />
de dicha Norma. En cuarto lugar ha organizado una Mesa<br />
de trabajo, en la que están presentes directores de archivos<br />
centrales de las Consejerías (Mercedes Cuevas, Mª<br />
José Trías), de los Archivos Histórico-Provinciales (Joaquín<br />
Rodríguez Mateo), de los archivos locales (Remedios Rey<br />
de las Peñas) y <strong>del</strong> propio Archivo General, que ha celebrado<br />
la primera reunión el 7 de febrero. En dicha Mesa se<br />
examinarán las contestaciones remitidas al Cuestionario y<br />
se elaborarán a partir de las mismas y de la experimentación<br />
de la aplicación de la Norma por parte de los archivos<br />
representados, una propuesta alternativa que pueda<br />
ser tenida en cuenta en la propuesta nacional prevista.<br />
Quede bien entendido que la Norma ISAD(G) no va a<br />
resolver problemas que afectan a otros aspectos <strong>del</strong> tratamiento<br />
archivístico previos a la descripción. Esos<br />
habrán de estar resueltos antes de su aplicación. Lo que<br />
sí ha de pedírsele es su validez en cualquier clase, tipo o<br />
categoría de archivos.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
La Norma ISAD (G) viene a satisfacer una aspiración<br />
reclamada a voces para unificar el concepto y<br />
la metodología de una de las tareas prioritarias de<br />
cualquier profesional de archivos: la descripción<br />
archivística.<br />
Ante los recelos que se puedan presentar de una primera<br />
lectura, mi opinión personal es que esta Norma, que<br />
puede resolver con su aplicación la unificación de análisis<br />
–a todas luces necesaria– para los fondos y sus partes<br />
integrantes y para las colecciones documentales, no viene<br />
en absoluto a socavar unos principios y una tradición<br />
archivísticos instalados en nuestra área profesional, sino<br />
todo lo contrario. Puede suponer un afianzamiento de<br />
los mismos.<br />
Apostar por esta Norma internacional, sin embargo, no<br />
nos exime de su discusión y debate científicos para su<br />
mejora.<br />
1 C.I.A.: ISAD(G). Norma internacional general<br />
de descripción archivística, adoptada<br />
por la Comisión ad hoc de Normas<br />
de descripción. Estocolmo, Suecia 21-23 enero 1993<br />
(versión final aprobada por el CIA). Ministerio de<br />
Cultura, Madrid, 1995, 27 págs.<br />
123<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
El Control Ambiental en los<br />
Archivos como Medio para la<br />
Conservación<br />
Mª <strong>del</strong> Pilar Toro Sánchez-Blanco<br />
Asesora técnica de Conservación e Investigación<br />
<strong>del</strong> Archivo Histórico Provincial de Sevilla<br />
La conservación es el conjunto de operaciones que<br />
tiene como objeto prolongar la vida de un ente material,<br />
merced a la previsión <strong>del</strong> daño o a la corrección <strong>del</strong><br />
deterioro.<br />
La finalidad en el campo de los archivos es mantener las<br />
propiedades físicas y culturales de aquellos documentos<br />
que han alcanzado la categoría de tales.<br />
Por ello este tipo de conservación se fundamenta en el<br />
principio de que todo documento posee una naturaleza<br />
corpórea o física, un soporte y unos elementos sustentados<br />
que albergan el mensaje privativo <strong>del</strong><br />
documento. Por tanto la conservación tiene que atender<br />
tanto a la integridad física <strong>del</strong> mismo como a la funcional;<br />
es decir, debe mantener la permanencia, que<br />
hace referencia a la conservación de la naturaleza física,<br />
y la durabilidad, a la capacidad de transmitir información,<br />
de la pieza en cuestión.<br />
Para conservar la materia existen dos vías de actuación:<br />
la prevención <strong>del</strong> deterioro (preservación) y la reparación<br />
<strong>del</strong> daño (restauración).<br />
La preservación en archivos, así como en toda institución<br />
que custodie bienes culturales, va encaminada a eliminar<br />
el daño ocasionable por factores ambientales o fortuitos,<br />
que se ciernen en el medio que rodea el bien a conservar;<br />
por tanto los métodos y medios preventivos no suelen<br />
ser de aplicación directa, sino que se dirigen al<br />
ambiente para controlar las condiciones microclimáticas,<br />
con objeto de erradicar los agentes nocivos o los elementos<br />
que temporal o permanentemente pueden<br />
influir en la degradación.<br />
Los criterios de preservación advierten de la necesidad<br />
de crear un medioambiente acorde a las exigencias de<br />
permanencia y durabilidad. Este principio implica el conocimiento<br />
previo <strong>del</strong> comportamiento físico y químico de<br />
la estructura y elementos <strong>del</strong> bien a conservar, y las causas<br />
potenciales de su deterioro, teniendo en cuenta la<br />
variedad, tamaño y formato de soportes y elementos<br />
sustentados que pueden encontrarse en los archivos:<br />
papel, pergamino, cristal, celuloide, soportes magnéticos<br />
y ópticos y tintas caligráficas, de impresión o pictóricas,<br />
emulsiones fotosensibles, sellos pendientes de metal o<br />
cera, de placa...<br />
124<br />
Los métodos preventivos van dirigidos de esta manera a<br />
frenar, en lo posible, el proceso degradatorio. Así, la preservación<br />
es tarea prioritaria en la conservación, pues<br />
aunque se restaure es necesaria para evitar futuros<br />
daños.<br />
Atendiendo al origen de las causas de degradación se<br />
puede hablar de extrínsecas (localizadas en el medio y<br />
acondicionamiento de los documentos) e intrínsecas<br />
(derivadas de los materiales que los conforman y<br />
estructuran).<br />
Las causas extrínsecas son ajenas al documento y la<br />
mayoría de ellas son totalmente previsibles al ser consustanciales<br />
al microclima que rodea el documento. Hacia<br />
estas causas llamadas naturales van dirigidas preferentemente<br />
los procedimientos preventivos, porque las alteraciones<br />
de origen intrínseco son fomentadas no pocas<br />
veces, por la agresividad <strong>del</strong> ambiente.<br />
Dentro de las causas naturales son de gran importancia<br />
las alteraciones provocadas por el binomio temperaturahumedad<br />
relativa.<br />
Cuando la humedad alcanza valores extremos, puede llegar<br />
a degradar los materiales orgánicos, favorecer la<br />
corrosión de los metales y la proliferación de organismos<br />
biodegradadores (bacterias, hongos, pececillos de plata y<br />
termes). La temperatura, en estrecha relación con la<br />
humedad, actúa acelerando o retardando la actividad<br />
biológica y las reacciones químicas; la ventilación si es<br />
incontrolada, puede alterar los niveles adecuados de<br />
humedad relativa y temperatura <strong>del</strong> aire, permitir la<br />
entrada de contaminantes gaseosos, polvo, hollín, esporas<br />
e insectos que favorecerían procesos corrosivos,<br />
manchas y proliferación de plagas sobre los documentos;<br />
y si excede ciertos niveles de velocidad, 0’3 m/seg.,<br />
puede producir depósitos de suciedad.<br />
Las características de construcción <strong>del</strong> edificio (tipo de<br />
aislamiento de los muros; proporción y distribución de<br />
vanos y paramentos..) que produzcan focos de humedad<br />
y acúmulos de suciedad pueden influir en los anteriores<br />
factores, disminuyendo la efectividad de las medidas de<br />
control de las condiciones ambientales que dispongamos.<br />
Por otro lado la actividad humana intervendrá positiva o<br />
negativamente en el mantenimiento de un ambiente<br />
“sano” para la documentación.<br />
Sin embargo no podemos olvidar que todos estos factores<br />
están interrelacionados y que la modificación de<br />
uno solo de ellos afectará al resto, alterándolos en<br />
mayor o menor grado. Por tanto, antes de actuar hemos
PH Boletín<strong>14</strong><br />
de valorar el sistema complejo formado por los documentos<br />
como bien cultural a conservar, el edificio como<br />
continente que los alberga y los factores que los condicionan<br />
y afectan.<br />
Por ello, y para poder establecer un plan coherente de<br />
medidas de conservación, es necesario conocer la construcción<br />
y equipamientos técnicos de nuestro edificio,<br />
pues constituirán las medidas pasivas de prevención; aunque<br />
por muy buenas y adecuadas que sean nunca podremos<br />
asegurar la protección total de los documentos y<br />
siempre será necesario recurrir a medidas activas de<br />
lucha contra los factores de degradación.<br />
El análisis <strong>del</strong> edificio debe<br />
comenzar por sus condicionantes<br />
externos, fundamentalmente<br />
el clima de la zona y la ubicación y el entorno <strong>del</strong><br />
mismo.<br />
Dependiendo de las características <strong>del</strong> clima local, los<br />
depósitos deben tener la orientación que mejor tienda a<br />
mantener la estabilidad en el grado de humedad relativa<br />
y temperatura adecuados a la conservación de los fondos,<br />
así como la cantidad de luz que pueden recibir. El<br />
edificio tiene que ser como una membrana protectora<br />
de los cambios climáticos, pero interesará saber hasta<br />
qué punto los amortigua; por ello influirá, además de las<br />
características constructivas, la orientación <strong>del</strong> mismo con<br />
respecto a la luz solar y a los vientos.<br />
El tipo de suelo (flojo o deslizable, húmedo, seco y polvoriento,<br />
infectados o propensos a la contaminación<br />
biológica, inundable...), sobre el que se asiente el edificio<br />
de archivos, exige medidas constructivas que corrijan los<br />
aspectos que puedan resultar perjudiciales para la conservación.<br />
La proximidad al centro cultural, y la calidad de las redes<br />
de comunicación, determinarán la facilidad de acceso<br />
para investigadores y público en general, así como el índice<br />
de contaminación atmosférica, acústica, biológica y el<br />
nivel de vibraciones. Ser un edificio exento, rodeado por<br />
otras construcciones o adosado a ellas, así como si es de<br />
nueva planta o adaptado, influirá notablemente en las<br />
medidas preventivas de protección y barrera.<br />
En cuanto a los condicionantes internos que pueden<br />
modificar el microclima <strong>del</strong> edificio debemos tener en<br />
cuenta las características constructivas y arquitectónicas<br />
<strong>del</strong> edificio en general.<br />
El cerramiento exterior tiene que asegurar la estanqueidad<br />
y el aislamiento de la humedad y la temperatura, de<br />
manera que se mantenga la inercia térmica <strong>del</strong> interior<br />
<strong>del</strong> edificio amortiguando los saltos de temperatura de la<br />
noche al día. Si se produce un problema de humedad en<br />
los elementos constructivos tenemos que identificar el<br />
origen de la misma, es decir, si procede de filtración, capilaridad<br />
o condensación. En principio todas son consecuencia<br />
<strong>del</strong> defecto de equipamiento en los mismos; sin<br />
embargo, la condensación depende más de la conjunción<br />
de los factores ambientales, pues se manifiesta en aquellas<br />
zonas de un paramento interior en zonas oscuras y<br />
mal ventiladas, cuya temperatura superficial es más fría<br />
que la interior <strong>del</strong> edificio y que el valor estimado como<br />
punto de rocío.<br />
El emplazamiento de los depósitos dentro <strong>del</strong> edificio<br />
también influirá en las condiciones ambientales de cada<br />
uno de ellos, así como las medidas preventivas contra<br />
incendios, robos y actos vandálicos estarán en función de<br />
la adecuada distribución de los circuitos de la documentación<br />
y <strong>del</strong> público en general.<br />
125<br />
Para<br />
profundizar<br />
en el<br />
estudio de<br />
los depósitos, independientemente<br />
de su ubicación, debemos analizar el<br />
mobiliario que contienen, ya que su distribución dentro<br />
de él, así como el material <strong>del</strong> que esté construido, reaccionarán<br />
de distinta manera a unas mismas condiciones<br />
ambientales. El mobiliario<br />
más habitual lo constituyen<br />
las estanterías fijas o móviles Los criterios de preservación advierten de la nece-<br />
y los planeros; estos últimos<br />
sidad de crear un medioambiente acorde a las<br />
para la instalación en horizontal<br />
de los documentos exigencias de permanencia y durabilidad. Este<br />
que, por contener sellos<br />
principio implica el conocimiento previo <strong>del</strong> com-<br />
pendientes, por su formato<br />
o por el estado de conserportamiento físico y químico de la estructura y<br />
vación así lo requieran.<br />
elementos <strong>del</strong> bien a conservar<br />
Las estanterías de madera<br />
son buenas reguladoras de la temperatura y humedad<br />
relativa; sin embargo deben tener un tratamiento ignífugo<br />
y antitermitas. Las metálicas por el contrario pueden<br />
sufrir condensación de humedad ante un descenso brusco<br />
de la temperatura.<br />
Por otra parte, las estanterías fijas, sean de madera o metal,<br />
no deben estar adosadas a la pared y tener la balda inferior<br />
separada <strong>del</strong> suelo al menos 6 cms. De esta manera<br />
facilitamos la limpieza <strong>del</strong> suelo y evitamos la acumulación<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
de polvo y suciedad, agentes favorables para la proliferación<br />
de insectos. Por otra parte impedimos la condensación<br />
de la humedad en los paramentos y su contagio a la<br />
documentación, pues destruye los puentes de hidrógeno<br />
de la celulosa, foco de atracción para las termes. Además<br />
estos insectos lucífugos son capaces de crear unos conductos<br />
sobre la pared o las estanterías que los facultan<br />
para llegar hasta dicho alimento protegidos de la luz.<br />
Una vez consideradas a priori todas las circunstancias que<br />
pueden afectar a la estabilidad de la temperatura y la<br />
humedad relativa en los depósitos debemos proceder al<br />
control de ambos factores.<br />
Partimos de la base de la necesidad de conocer cuáles<br />
son las condiciones ideales de conservación para cada<br />
tipo de soporte, pero aún más es saber si en nuestros<br />
depósitos se cumplen.<br />
Es frecuente encontrar en la bibliografía especializada<br />
unas condiciones ambientales óptimas para la conservación<br />
de los distintos soportes tales como: 18-20ºC de<br />
temperatura y 45-60% de humedad relativa para el papel;<br />
entre 35-58% HR para el pergamino y entre 25-35% para<br />
fotografías en color.<br />
Sabemos que una humedad relativa alta unida a una temperatura<br />
alta propicia el desarrollo de hongos, bacterias<br />
e insectos tanto en papel como en negativos fotográficos;<br />
que una humedad relativa baja y temperatura alta, resquebraja<br />
y abarquilla los pergaminos, vuelve frágil al papel<br />
y cuartea los negativos.<br />
Esto demuestra la importancia de la relación entre temperatura<br />
y humedad relativa como factor de estabilización<br />
o por el contrario, de degradación en la<br />
conservación de los documentos. Sin embargo lo que la<br />
mayoría de las veces desconocemos es que más perjudicial<br />
que sobrepasar los parámetros aconsejables para cada<br />
soporte, son las oscilaciones tanto diarias como estacionales,<br />
y especialmente los cambios bruscos y rápidos de uno o<br />
ambos factores. Cuestión a tener muy en cuenta en<br />
aquellos depósitos climatizados artificialmente o en las<br />
salidas de documentos para exposiciones temporales o<br />
bien simplemente a la sala de lectura.<br />
En caso de préstamo de documentos, las condiciones<br />
microclimáticas que deben exigirse durante el transporte<br />
y en la exposición a la que vayan destinados, no serán las<br />
óptimas que hemos expresado más arriba, sino precisamente<br />
aquellas a la que están habituados.<br />
El control de las condiciones ambientales adecuadas nos<br />
exige conocer realmente los niveles de estos factores y<br />
sus oscilaciones durante un período mínimo anual. Para<br />
ello necesitaremos un equipo básico compuesto por termohigrógrafos<br />
para la medición continua y registro de la<br />
temperatura y humedad relativa dispuestos en cada<br />
depósito, en la sala de lectura y en la de exposiciones, si<br />
la hubiere, y un termohigrómetro electrónico para medidas<br />
puntuales y para tomarlo como referencia para calibrar<br />
los anteriores aparatos.<br />
126<br />
Los termohigrógrafos más habituales en nuestros archivos<br />
recogen en una gráfica durante siete días la temperatura<br />
y humedad relativa, siendo conveniente cambiar la<br />
gráfica cada semana el mismo día y a la misma hora. La<br />
colocación dentro <strong>del</strong> depósito debe ser a una altura<br />
media sobre la pared, entre 0.80 y 1.50m <strong>del</strong> suelo, evitando<br />
la proximidad de puertas, ventanas, conductos de<br />
aireación o salidas de aire acondicionado. La calibración<br />
de este aparato debe hacerse cada tres meses para obtener<br />
lecturas fiables y puede hacerse comparando con un<br />
termohigrómetro electrónico, como ya hemos indicado.<br />
Una vez instalado el equipo obtendremos las medidas de<br />
temperatura y humedad relativa de nuestros depósitos a<br />
través de las gráficas, pero para poder controlar las condiciones<br />
ambientales debemos analizar dichas medidas.<br />
Para ello es conveniente diseñar unos impresos de recogida<br />
de datos teniendo en cuenta el tipo de aparatos y<br />
los datos que suministran.<br />
Los mo<strong>del</strong>os que presentamos como ejemplo han sido<br />
diseñados en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla y<br />
son el resultado de la evolución producida según las<br />
necesidades y la experiencia obtenida a lo largo de más<br />
de un año.<br />
Son tres los impresos de recogida de datos: de control<br />
semanal de cada depósito, el resumen de datos semanales<br />
de todos los depósitos y el de control mensual.<br />
En este mo<strong>del</strong>o se presentan dos cuadros.<br />
En el primero, en la columna vertical de la izquierda (fecha)<br />
debe rellenarse el día concreto <strong>del</strong> mes y año a que<br />
corresponde cada día de la semana. Cada día a su vez está<br />
subdividido en dos líneas, una para los valores obtenidos<br />
de la humedad relativa y otra para los de la temperatura.<br />
Los casilleros numerados de 2 a 24 se refieren a las horas<br />
<strong>del</strong> día y se corresponden con las mismas franjas horarias<br />
de las gráficas de los termohigrógrafos, de manera que los<br />
datos reflejados son las medidas correspondientes a las<br />
intersecciones <strong>del</strong> registro continuo cada dos horas.<br />
En las dos columnas finales se dispondrán las medias aritméticas<br />
diarias de la humedad relativa y de la temperatura;<br />
y la oscilación diaria de ambas, obtenida de restar a<br />
la máxima la mínima.<br />
El sombreado de las casillas correspondientes a las horas<br />
entre las 8 y las <strong>14</strong>, de lunes a viernes, obedece al interés<br />
en saber hasta qué punto afecta al depósito el permanecer<br />
abierto durante la jornada laboral o si por el<br />
contrario no existe influencia alguna, pues hemos podido<br />
comprobar que durante esas horas en días de trabajo los<br />
depósitos pueden llegar a sufrir importantes y bruscas<br />
oscilaciones de humedad relativa, mientras que la temperatura<br />
no muestra variación apenas. Durante los días<br />
no laborables estos depósitos mantienen la temperatura<br />
y humedad relativa constantes; es decir, que cuando se<br />
mantienen cerrado se produce la inercia térmica y la<br />
estanqueidad a la que antes habíamos hecho mención<br />
respecto al edificio.
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Depósito<br />
DATOS SEMANALES. Medias de :<br />
HR<br />
Oscilación<br />
Temperatura<br />
Oscilación<br />
OBSERVACIONES<br />
RESÚMEN DE DATOS SEMANALES DE LOS DEPÓSITOS<br />
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SEVILLA<br />
Fecha C1 B1 C2 B2<br />
HR OSC T OSC HR OSC T OSC HR OSC T OSC HR OSC T OSC<br />
OBSERVACIONES<br />
CONTROL SEMANAL DE HUMEDAD RELATIVA Y TEMPERATURA<br />
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SEVILLA<br />
FECHA 2 4 6 8 10 12 <strong>14</strong> 16 18 20 22 24 Media Oscil.<br />
Diaria Diaria<br />
Miérc.<br />
HR<br />
T<br />
Miérc.<br />
HR<br />
T<br />
Miérc.<br />
HR<br />
T<br />
Jueves<br />
HR<br />
T<br />
Viern.<br />
HR<br />
T<br />
Sábado HR<br />
T<br />
Domin. HR<br />
T<br />
127
PH Boletín<strong>14</strong><br />
CONTROL MENSUAL DE HUMEDAD RELATIVA Y TEMPERATURA<br />
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SEVILLA<br />
MES AÑO<br />
C1 B1 C2 B2<br />
1<br />
2<br />
3<br />
4<br />
5<br />
6<br />
7<br />
8<br />
9<br />
10<br />
11<br />
12<br />
13<br />
<strong>14</strong><br />
15<br />
16<br />
17<br />
18<br />
19<br />
20<br />
21<br />
22<br />
23<br />
24<br />
25<br />
26<br />
27<br />
28<br />
29<br />
30<br />
31<br />
Med.<br />
mens.<br />
HR T HR T HR T HR T<br />
Med. Osc Med. Osc Med. Osc Med. Osc Med. Osc Med. Osc Med. Osc Med. Osc<br />
Diaria Diaria Diaria Diaria Diaria Diaria Diaria Diaria<br />
OBSERVACIONES:<br />
El segundo cuadro se ha dejado para resumen de los<br />
datos semanales obtenidos de la media aritmética de los<br />
diarios (humedad relativa y su oscilación; temperatura y su<br />
oscilación) y para las observaciones, en donde tiene cabida<br />
todo aquello que pueda ser de interés o que creamos<br />
que pueda influir en las condiciones ambientales: días de<br />
lluvia, tiempo atmosférico aproximado, fecha de limpieza<br />
<strong>del</strong> depósito, funcionamiento o desconexión de ventiladores,<br />
humidificadores, deshumidificadores..., medidas que<br />
se establecen para mejorar dichas condiciones; o bien<br />
sobre el propio termohigrógrafo, fecha de calibración,<br />
diferencias de grados y porcentaje al ser calibrado...<br />
128<br />
El segundo impreso recoge el resumen de los datos<br />
semanales de todos los depósitos. La primera columna, la<br />
de fecha, debe expresar las extremas de lunes a domingo<br />
de cada semana.<br />
Este mo<strong>del</strong>o ha sido diseñado para comparar las medidas<br />
de cuatro depósitos. La distribución dentro <strong>del</strong> edificio<br />
puede ser de interés a la hora de agruparlos dentro<br />
de cada impreso.<br />
Dentro de cada semana y depósito pondremos los datos<br />
medios semanales tomados <strong>del</strong> segundo cuadro <strong>del</strong>
PH Boletín<strong>14</strong><br />
impreso anterior. Se han calculado quince semanas como<br />
promedio de las que ocupa cada estación anual ; de tal<br />
manera que en cuatro de estos mo<strong>del</strong>os podemos tener<br />
reflejado un año entero.<br />
Por último, en el recuadro de las observaciones deben<br />
reflejarse todas aquellas incidencias surgidas al comparar<br />
unos depósitos con otros y que puedan estar relacionadas<br />
con la situación dentro <strong>del</strong> edificio, la orientación, la<br />
altura... En el Archivo Histórico Provincial de Sevilla los<br />
depósitos con termohigrógrafos, que son ocho, están distribuidos<br />
en cuatro plantas y en ellos la temperatura es<br />
mayor conforme vamos ascendiendo en altura; dos<br />
depósitos además están en una entreplanta sin ventilación<br />
directa al exterior, por lo que las oscilaciones diarias<br />
de humedad relativa son menores que en los restantes.<br />
Este mo<strong>del</strong>o ofrece la posibilidad, por tanto, de comparar<br />
las condiciones de los depósitos, desde ligeras variaciones<br />
a cruciales diferencias; a nosotros corresponde<br />
valorarlas e identificar en lo posible las causas.<br />
Un último mo<strong>del</strong>o establece la recogida de datos de todo<br />
el mes en cada depósito. Estos se disponen en la primera<br />
columna de la izquierda (C1 al B2) y los datos que se<br />
reflejarán serán las medias aritméticas diarias de la temperatura<br />
y humedad relativa y las oscilaciones correspondientes<br />
de ambos factores. Estos datos proceden de las<br />
dos últimas columnas de la derecha <strong>del</strong> primer mo<strong>del</strong>o.<br />
En la columna de medias mensuales se obtendrá la media<br />
aritmética de: la humedad relativa media diaria, la oscilación<br />
diaria, la temperatura media diaria y la oscilación diaria<br />
de la misma por depósitos. En las observaciones<br />
haremos igual que en los mo<strong>del</strong>os anteriores: valorar los<br />
datos, señalar cualquier anomalía y sus posibles causas, y<br />
reseñar las medidas tomadas en caso de ser necesario<br />
intervenir sobre las condiciones ambientales de uno o<br />
más depósitos.<br />
La cumplimentación de estos mo<strong>del</strong>os nos permite<br />
conocer de manera objetiva cuáles son las condiciones<br />
ambientales que se mantienen a lo largo <strong>del</strong> año en cada<br />
depósito, las oscilaciones diarias y estacionales y sobre<br />
todo si es necesario influir de manera directa sobre ellas<br />
para corregirlas, cuándo y por cuánto tiempo o si por el<br />
contrario estamos desestabilizando unas adecuadas<br />
condiciones naturales.<br />
Para concluir, debemos considerar que para poder conservar<br />
adecuadamente el patrimonio documental a nuestro<br />
cargo, los profesionales de archivo necesitamos<br />
contar con medios técnicos suficientes y con una mayor<br />
formación e información en el campo de la conservación<br />
preventiva..<br />
Bibliografía<br />
DUCHEIN, Micheil. El edificio como medio de protección de<br />
los archivos. UIMP. Sevilla, 1995.<br />
HERRÁEZ, Juan Antonio; RODRÍGUEZ LORITE, Miguel<br />
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PESCADOR DEL HOYO, Mª <strong>del</strong> Carmen. El archivo. Instalaciones<br />
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129<br />
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Información<br />
BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
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Ordieres Díez, Isabel: Historia de la restauración<br />
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Madrid: <strong>Instituto</strong> de Conservación y Restauración<br />
de Bienes Culturales, 1995<br />
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en el patrimonio histórico-artístico<br />
cordobés (1835-1905): la Comisión de Monumentos<br />
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Consejería de Cultura, 1995<br />
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Ximénez de Rada, siglo XIII: su estudio y restauración.<br />
Madrid: <strong>Instituto</strong> de Conservación y Restauración<br />
de Bienes Culturales, 1995<br />
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General de Bienes Culturales, 1995<br />
ANUARIO Estadístico Andalucía: 1990. Sevilla:<br />
<strong>Instituto</strong> de Estadística de Andalucía, 1991<br />
PATRIMONIO HISTÓRICO<br />
CULTURA y desarrollo: (contenido <strong>del</strong> Seminario<br />
"La cultura y su dimensión económica",<br />
Santander 3-7 julio de 1995). Madrid: Ministerio<br />
de Cultura, 1995<br />
Greffe, Xavier. La valeur économique du patrimoine:<br />
la demande et l'offre de monuments.<br />
París: Anthropos, 1990<br />
JORNADAS SOBRE CATALOGACIÓN DEL<br />
PATRIMONIO HISTÓRICO (1ª.1994. Sevilla).<br />
Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico: contenido<br />
de las I Jornadas sobre Catalogación <strong>del</strong><br />
<strong>Patrimonio</strong> Histórico. (Sevilla): <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong><br />
<strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, 1995<br />
PERFIL y formación de gestores culturales. Anexo<br />
MIOR. Madrid: Ministerio de Cultura, 1995<br />
El PATROCINIO empresarial de la cultura en<br />
España. Madrid: Ministerio de Cultura, 1992
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Información<br />
BIBLIOGRÁFICA Y DOCUMENTAL<br />
Reseñas Bibliográficas<br />
Varios autores.<br />
CATALOGACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO<br />
Volumen VI de la Colección Cuadernos.<br />
Junta de Andalucía. Consejería de Cultura.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Sevilla, 1996.<br />
Antonio García Gutiérrez.<br />
PROCEDIMIENTOS DE ANÁLISIS DOCUMENTAL<br />
AUTOMÁTICO. ESTUDIO DE CASO<br />
Volumen 1 de la colección Cuadernos Técnicos.<br />
Junta de Andalucía. Consejería de Cultura.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Sevilla, 1996.<br />
Un nuevo volumen de la Colección Cuadernos,<br />
el sexto, mantiene y eleva los objetivos planteados<br />
por el <strong>IAPH</strong> en el campo de la actualización<br />
y debate profesional en los principales<br />
temas <strong>del</strong> patrimonio histórico. En este caso<br />
se analiza desde una visión pluridisciplinar la<br />
Catalogación <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico, a través<br />
de diecinueve artículos, producto de las I<br />
Jornadas sobre el tema, llevadas a cabo en el<br />
<strong>IAPH</strong> en abril de 1995, guiadas por el principio<br />
de integración disciplinar que debe formar<br />
parte indisoluble de cualquier enfoque operativo<br />
contemporáneo.<br />
Una de las instituciones tradicionales <strong>del</strong> trabajo<br />
patrimonial es la catalogación. De manera<br />
que este trabajo incluye entre sus iniciativas<br />
tiene su fundamento en dicha integración disciplinar.<br />
En la gestión de la salvaguarda y tutela<br />
de los bienes culturales, la catalogación es un<br />
instrumento operativo básico. Pero también<br />
es un sistema de conocimiento crucial en la<br />
definición y establecimiento de toda acción<br />
patrimonialista. Definir el patrimonio implica<br />
entenderlo; una comprensión que la cultura<br />
contemporánea viene desarrollando sin cesar.<br />
Las ponencias aquí reunidas recogen la totalidad<br />
de las intervenciones habidas en las citadas jornadas.<br />
Su pluralidad es la mejor garantía <strong>del</strong> éxito<br />
de su propósito y un acicate que busca<br />
generar en los catalogadores la conciencia de<br />
que su tarea es un acto de imaginación y apuesta<br />
por el futuro, como dice uno de los autores<br />
publicados –Antoni González Navarro– o en<br />
expresión de otro de ellos –Ángel Isac– cuando<br />
dice que el catálogo nos ha de servir para dirigir,<br />
provocar, dar forma a la investigación.<br />
En palabras de Víctor Pérez Escolano, director<br />
de las Jornadas, “con la lectura de este libro,<br />
quisiéramos contribuir a establecer una reflexión<br />
conceptual renovada, orientada a trabajos<br />
seriales estratégicos, una apertura a campos<br />
hasta hoy infravalorados o desatendidos,<br />
una confrontación fructífera entre especialistas,<br />
destacando sus diversos contenidos científicos<br />
específicos, y buscando experiencias para<br />
la integración operativa y eficaz de la catalogación<br />
en la planificación y en los proyectos<br />
conducentes a la dinamización social <strong>del</strong> patrimonio<br />
histórico de Andalucía”.<br />
Además, la colección tiene ahora una nueva<br />
vertiente, Cuadernos Técnicos. Fruto de la complementación<br />
de los objetivos <strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> en<br />
cuanto a formación y difusión, la nueva serie<br />
que se inicia pretende abrir un nuevo rumbo<br />
en la conformación de un corpus teórico-práctico<br />
donde se plasmen todas aquellas actuaciones<br />
referenciales y metodológicamente<br />
novedosas en cuanto a investigación, documentación,<br />
tutela y conservación. Este primer<br />
volumen de Cuadernos Técnicos confirma<br />
estos propósitos presentando un título singular,<br />
Procedimientos de análisis documental automático.<br />
Estudio de caso, <strong>del</strong> catedrático de<br />
Ciencias de la Información Antonio García<br />
Gutiérrez.<br />
La investigación que se presenta forma parte<br />
de un campo de mayor envergadura, cuyo<br />
132
PH Boletín<strong>14</strong><br />
término es la producción de analizadores<br />
automáticos para la documentación de los distintos<br />
discursos culturales, entre los que se<br />
encuentra el periodístico, generado por el rico<br />
cruce de la información de actualidad con la<br />
Documentación, ciertas disciplinas de las<br />
denominadas ciencias <strong>del</strong> conocimiento y un<br />
determinante referencial tecnológico.<br />
Entendida la Documentación, en virtud de su<br />
área de investigación denominada “Análisis y<br />
lenguajes documentales”, como conjunto de<br />
procedimiento que se ocupan de la organización<br />
y circulación <strong>del</strong> conocimiento y de la<br />
cultura de masas, investigar en documentación<br />
periodística supone observar, describir y proponer<br />
los modos y medios por los que circula<br />
y debe organizarse el conocimiento periodístico<br />
para la producción de nuevo conocimiento<br />
que coadyuve al desarrollo, al entendimiento y<br />
a la profundización de las identidades culturales<br />
contemporáneas.<br />
Finalmente anunciamos que habrá más títulos<br />
en estas dos Colecciones, éste es el empeño<br />
<strong>del</strong> <strong>IAPH</strong> frente a las exigencias de profesionales<br />
e instituciones abocadas a investigar, conservar<br />
y difundir el patrimonio histórico.<br />
PERFIL Y FORMACIÓN DE LOS GESTORES<br />
CULTURALES<br />
Ministerio de Cultura. Madrid, 1995.<br />
Esta publicación se considerada como un anexo<br />
<strong>del</strong> Mapa de Infraestructuras, Operadores<br />
y Recursos Culturales (MIOR) publicado, en el<br />
mismo año, por el Ministerio de Cultura.<br />
El trabajo se divide en dos partes: la primera<br />
trata sobre el "Perfil Profesional de los Gestores<br />
Culturales", que presenta Xavier Marcé; la<br />
segunda se titula "La Formación de Gestores<br />
Culturales en España", a cargo de Alfons Martinell.<br />
Ambos autores son coordinadores académicos<br />
de los cursos de postgrado sobre<br />
gestión y políticas culturales que la Universidad<br />
de Barcelona ofrece, desde hace años, en<br />
colaboración con la Diputación de Barcelona y<br />
el Ministerio de Cultura.<br />
El mercado laboral en el sector cultural es<br />
cada vez más fuerte y dinámico. Esta circunstancia<br />
ha propiciado un proceso de profesionalización<br />
muy rápido con poca base técnica,<br />
sin la necesaria concreción acerca de las habilidades<br />
y conocimientos precisos que determinan<br />
la figura profesional <strong>del</strong> técnico o gestor<br />
cultural y sin la estabilidad necesaria para ofrecer<br />
un mercado laboral homogéneo.<br />
Los programas de formación de gestores y<br />
técnicos culturales sufren la consecuencia de<br />
esta situación. A falta de un sistema de formación<br />
normalizado, bien sea a nivel universitario<br />
o bien sea simplemente a nivel de formación<br />
profesional, las demandas de formación se han<br />
cubierto tradicionalmente con propuestas formativas<br />
nacidas <strong>del</strong> impulso de escuelas o centros<br />
de estudios de iniciativa pública, generalmente<br />
municipal.<br />
En esta publicación se definen los diversos<br />
perfiles profesionales dentro de la gestión cultural<br />
(hasta siete perfiles distintos) y se concretan<br />
sus funciones, características personales,<br />
requisitos formativos, actitudes, aptitudes y<br />
necesidades curriculares de formación.<br />
El libro se cierra con un anexo sobre centros<br />
de formación, nacionales e internacionales, en<br />
gestión cultural.<br />
Varios autores.<br />
VESTIDURAS PONTIFICALES DEL ARZOBISPO<br />
RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA. S. XIII. SU<br />
ESTUDIO Y RESTAURACIÓN<br />
Ministerio de Cultura. <strong>Instituto</strong> de Conservación y<br />
Restauración de Bienes Culturales. Madrid, 1995.<br />
El 10 de junio de 1247 era enterrado en el<br />
monasterio cisterciense de Santa María de<br />
Huerta (Soria) el arzobispo Rodrigo Ximénez<br />
133<br />
de Rada. La figura histórica de este insigne prelado<br />
ha sido estudiada, entre otros, por<br />
Grassotti, Gorrosterazu, Rashdall y Fernández<br />
Valverde, quién, precisamente analiza la personalidad<br />
<strong>del</strong> prelado navarro en el libro que<br />
comentamos. Ximénez de Rada desempeñó<br />
importantes papeles políticos, eclesiásticos y<br />
culturales en la Castilla <strong>del</strong> siglo XIII. Nombrado<br />
Arzobispo de Toledo, fue albacea testamentario<br />
de Alfonso VIII de Castilla, Canciller Mayor<br />
<strong>del</strong> reino con Enrique I y Fernando III, Legado<br />
Pontificio en Hispania para la Cruzada y asistente<br />
al Concilio de Letrán; hombre de cultura,<br />
D. Rodrigo impulsó, en este campo, dos<br />
importantes empresas: la construcción de la<br />
Catedral de Toledo, de la que puso la primera<br />
piedra, y la fundación de la Universidad de<br />
Palencia, la más antigua de Castilla. Como historiador<br />
es responsable de la “Historia de los<br />
hechos de España”, y hoy la moderna crítica<br />
acepta como suyas otras cinco monografías.<br />
Conforme a su dignidad episcopal y prestigio<br />
social, Rodrigo Ximénez de Rada fue enterrado<br />
revestido de lujosas vestiduras litúrgicas. Su<br />
ajuar ha llegado hasta nosotros y forma un<br />
conjunto de notable valor histórico y excepcional<br />
interés técnico, hasta tal punto que la<br />
crítica especializada insiste en que “no hay en<br />
el mundo otro traje completo <strong>del</strong> siglo XIII de<br />
mayor calidad a éste”.<br />
El equipo pontifical que llevaba el Arzobispo está<br />
completo. Se compone de Mitra, Palio, Guantes,<br />
Casulla, Dalmática, Tunicela, Cíngulo, Estola,<br />
Alba, Amito, Camisas, Cáligas, Calzas, Sandalias,<br />
Pañuelo y otras piezas difíciles menores. Existe<br />
tendencia a suponer que estas vestiduras, de factura<br />
hispanomusulmana, a excepción de las piezas<br />
de uso litúrgico, formaron parte de un obsequio<br />
de estado formulado por el monarca nazarita<br />
al rey Fernando III de Castilla.<br />
El estado de conservación de este patrimonio,<br />
hizo que en 1968, la administración cultural<br />
decidiera su restauración en el entonces<br />
<strong>Instituto</strong> Central de Conservación y Restauración<br />
adscrito a la Dirección general de Bellas<br />
Artes. El proyecto, finalizado en 1994, ha<br />
supuesto una de las empresas más ambiciosas<br />
que en materia de conservación y restauración<br />
<strong>del</strong> patrimonio textil ha emprendido la administración<br />
cultural española. La historia de la restauración<br />
de las vestiduras pontificales <strong>del</strong> arzobispo<br />
Ximénez es, prácticamente, la crónica de<br />
la restauración textil en nuestro país. Pero no<br />
sólo en el valor histórico y calidad artística de<br />
las piezas reside la importancia de la empresa.<br />
Lo sustancial, a nuestro juicio, <strong>del</strong> proceso de<br />
conservación de este ajuar es la caracterización<br />
conceptual, calificación técnica y rigor científico
PH Boletín<strong>14</strong><br />
Reseñas Bibliográficas<br />
<strong>del</strong> método y técnicas de trabajo desarrolladas<br />
en el programa, absolutamente en línea<br />
con los criterios y líneas de trabajo de los más<br />
reputados centros e institutos de conservación<br />
internacionales especializados en tejidos<br />
como el Institut Royal du Patrimoine<br />
Artistique belga o el Abbeg-Stiftung suizo.<br />
La obra analiza de forma individual todas y<br />
cada una de las piezas restauradas siguiendo<br />
un riguroso proceso: descripción de la pieza,<br />
identificación de soportes y fibras, diagnosis,<br />
estudios analíticos y tratamiento. En este<br />
apartado se incluye una minuciosa descripción<br />
de productos y técnicas utilizadas, de<br />
gran interés para el profesional.<br />
Se han verificado con claridad los modos de<br />
ejecución técnica y de los materiales utilizados,<br />
distinguiendo las partes originales de<br />
aquellas extrañas o añadidas, determinando,<br />
de forma aproximada, sus respectivas fechas.<br />
Esta verificación ha sido corroborada por<br />
análisis y exámenes de carácter físico, químico<br />
y biológico, elegidos con absoluta prioridad<br />
entre aquellos no destructivos. Análisis,<br />
exámenes y proceso de intervención han<br />
sido cuidadosamente documentados como<br />
podemos apreciar en el enorme aparato gráfico<br />
que contiene la obra.<br />
Buena parte de la información es conocida a<br />
través de diferentes trabajos científicos publicados<br />
en revistas especializadas e incluso defendidos<br />
en forma de comunicaciones y/o ponencias<br />
en encuentros, jornadas y otras reuniones<br />
de carácter profesional. Creemos que ello no<br />
resta validez y oportunidad a la obra. El uso de<br />
este material parece obligado y sólo de esta<br />
forma puede mantener el programa el carácter<br />
unitario y ejemplificado que testimonia.<br />
Lorenzo Pérez <strong>del</strong> Campo<br />
Varios autores (Iñaki Díaz Balerdi, coord.).<br />
MISCELANEA MUSEOLÓGICA<br />
Universidad <strong>del</strong> País Vasco. Bilbao, 1994.<br />
Este libro publicado recientemente (pese a la<br />
fecha que figura en los créditos) por la<br />
Universidad <strong>del</strong> País Vasco, viene a enriquecer<br />
la escasa bibliografía en castellano relacionada<br />
con los museos y la práctica museológica.<br />
Se estructura como un compendio o recopilación<br />
de artículos de diferentes temas, reflejo<br />
de la interdisciplinareidad que presenta el<br />
trabajo diario en el museo. Esta edición se<br />
podría considerar como uno de los resultados<br />
<strong>del</strong> Máster de Museología impartido<br />
durante los cursos 89/90 y 90/91, en la<br />
Facultad de Filología y Geografía e Historia de<br />
la Universidad <strong>del</strong> País Vasco/E.H.U. coordinado<br />
por el prof. D. Iñaki Díaz Balerdi, ya que<br />
recoge las intervenciones de diferentes profesores<br />
así como la visión de algunos de los<br />
alumnos que participaron en el mismo.<br />
Los contenidos se han agrupado en diversos<br />
bloques temáticos:<br />
I. Conceptos y propuestas, con aportaciones<br />
en el campo de lo conceptual abordando el<br />
tema de la definición <strong>del</strong> museo, historia de<br />
las tipologías expositivas;<br />
II. Colecciones y Documentación, centrado<br />
en la importancia de la documentación e<br />
informatización en los museos;<br />
III. Conservación y Restauración, donde se<br />
analiza la situación actual de la conservación<br />
en España, los agentes de deterioro, las condiciones<br />
climáticas y ambientales idóneas así<br />
como el examen material de la obra de arte,<br />
IV. Iluminación, que incluye un estudio experimental<br />
de la iluminación de esculturas,<br />
V. Público y Difusión; accesibilidad en el<br />
museo, presentando algunas experiencias con<br />
minusválidos,<br />
VI. Gestión de museos.<br />
En definitiva, no se trata de un manual, pero<br />
sitúa al lector ante el cambiante panorama<br />
museológico aportándole útiles de reflexión, e<br />
indirectamente un complemento bibliográfico,<br />
y unos interrogantes de candente actualidad.<br />
Varios autores (Víctor Fernández Salinas, dir.).<br />
BASES PARA UNA CARTA SOBRE PATRIMONIO<br />
Y DESARROLLO EN ANDALUCÍA<br />
Junta de Andalucía. Consejería de Cultura.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico. Sevilla, 1996.<br />
Estas Bases, resultado <strong>del</strong> trabajo de profesionales<br />
representantes de diversas áreas de la<br />
Administración Autonómica coordinados por<br />
el <strong>Instituto</strong> <strong>Andaluz</strong> <strong>del</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico,<br />
han sido elaboradas por Víctor Fernández<br />
Salinas, profesor de Geografía de la Universidad<br />
de Sevilla, para su publicación y presentación en<br />
las Jornadas celebradas en Úbeda-Baeza los<br />
días 15 y 16 de febrero de 1996.<br />
La consideración <strong>del</strong> patrimonio como un<br />
factor que potencie el desarrollo económico<br />
y social es una línea de trabajo que ofrece<br />
resultados muy positivos en numerosos países.<br />
Las múltiples posibilidades respecto al<br />
patrimonio de una región como Andalucía<br />
han generado un debate, que trasciende a los<br />
propios responsables de este patrimonio,<br />
sobre cómo aprovecharlo de una forma útil,<br />
responsable y que asegure su rentabilidad<br />
económica, social y cultural hacia el futuro<br />
actuando sobre su conservación presente.<br />
Desde la Administración, asumir el patrimonio<br />
como un factor de desarrollo significa<br />
encontrar vías que integren y equiparen la<br />
política sobre este patrimonio a otras políticas<br />
de desarrollo regional, adoptando además<br />
una perspectiva territorial en su gestión que<br />
permita su descentralización y el protagonismo<br />
de la escala local en esta gestión.<br />
La publicación incluye, junto con una introducción,<br />
los siguientes apartados: por una definición<br />
nueva <strong>del</strong> patrimonio andaluz; el patrimonio<br />
es un campo de coincidencias múltiples,<br />
o cómo hacer un decálogo sobre el patrimonio<br />
en andalucía; patrimonio y desarrollo desde la<br />
perspectiva <strong>del</strong> territorio andaluz. A modo de<br />
conclusión se presentan diez principios para<br />
una Carta.<br />
Con la presentación de estas Bases se pretende,<br />
además, trasladar el debate <strong>del</strong> patrimonio<br />
como factor de desarrollo al conjunto<br />
de la sociedad andaluza. Una de las premisas<br />
de las Bases se fundamenta en que no hay<br />
patrimonio si éste no es asumido por un<br />
colectivo que se reconoce en él, y no habrá<br />
política patrimonial correcta si este colectivo<br />
no adopta una actitud participativa, crítica,<br />
constructiva y creativa. La Consejería de<br />
Cultura, convencida de este argumento, presenta<br />
las Bases con el objeto de incorporar<br />
los colectivos y agentes de todos los sectores<br />
implicados al debate sobre la futura Carta<br />
<strong>Andaluz</strong>a sobre <strong>Patrimonio</strong> y Desarrollo.<br />
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000<strong>14</strong><br />
8 401136 018679