DISCURSO DE APERTURA DEL 35 CONGRESO ... - PSOE

35 CONGRESO
Discurso de Manuel Chaves en el acto de apertura (21 de julio de 2000)
Me refiero, como os imagináis, a las resistencias más o menos explícitas que
en ocasiones ha tenido que vencer la causa de la democracia paritaria; me
refiero, también, a las dificultades que en ocasiones ha encontrado nuestro
compromiso de incrementar la presencia de jóvenes en cargos orgánicos o en
cargos de representación institucional. Por una u otra vía, muchos hemos visto
en peligro nuestra cómoda posición. Y no nos hemos dado cuenta de que
obstaculizar la incorporación a tareas de responsabilidad de mujeres y de
jóvenes es negarnos el futuro colectivo de todos nosotros.
Durante estos años, en fin, se ha visto desvirtuada, al menos a los ojos de
buena parte de la opinión pública, la condición federal de nuestro Partido. Más
que nunca ha habido declaraciones, decisiones, no explicadas suficientemente,
que han confundido a la sociedad sobre nuestra concepción del Estado. Más
que nunca, probablemente por haber perdido el poder unificador de posiciones
que derivaba del ejercicio del gobierno, ha sido difícil fijar posiciones políticas a
escala federal que contasen con el respaldo real de una amplia mayoría del
partido.
En este clima, a nadie le debería extrañar el desasosiego, la inquietud, la
irritación, incluso, de muchos militantes.
Es algo que los miembros de la Comisión Política hemos tenido presente en
cuantas ocasiones hemos abordado las tareas derivadas del encargo que nos
hizo el Comité Federal del Partido: dirigir el proceso de preparación y
celebración del 35 Congreso Federal.
Es, os lo recuerdo, un Congreso ordinario. Así lo permiten nuestros Estatutos.
Así decidimos que fuese pese a las circunstancias ciertamente excepcionales
en las que se convocó y en las que finalmente se realiza.
Al hacerlo así, buscábamos dos objetivos. Por un lado, fortalecer a la nueva
dirección del Partido al dotarla de estabilidad para toda la legislatura. Por otro
lado, posibilitar que el Congreso, además de elegir a la nueva dirección,
revisase las bases de nuestra estrategia y de nuestro proyecto político.
En nuestra labor de preparación del Congreso, dos han sido los principios de
actuación que nos hemos impuesto en la Comisión Política: neutralidad y
flexibilidad. Los dos quieren garantizar, a todos, la transparencia y la igualdad
de oportunidades con que tomamos nuestras decisiones.
Los dos derivan de nuestra propia conciencia de que, aunque plenamente
legítima y democrática, la Comisión Política es una dirección provisional que
carece, en consecuencia, del margen de juego que normalmente corresponde
a la Comisión Ejecutiva que suele convocar nuestros Congresos.
Yo no aspiro a ocupar responsabilidades en la dirección que salga del
Congreso. Con esa libertad, me siento obligado a pediros, como depositarios
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