DISCURSO DE APERTURA DEL 35 CONGRESO ... - PSOE
DISCURSO DE APERTURA DEL 35 CONGRESO ... - PSOE
DISCURSO DE APERTURA DEL 35 CONGRESO ... - PSOE
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>35</strong> <strong>CONGRESO</strong><br />
Discurso de Manuel Chaves en el acto de apertura (21 de julio de 2000)<br />
incorporación de España al euro, el largo período de paz social o las<br />
esperanzas generadas por la tregua terrorista.<br />
Pero también se ha beneficiado de las variaciones profundas en la estructura<br />
social española que se han trasladado al comportamiento electoral de los<br />
españoles; del deseo profundo de los ciudadanos de impedir la reproducción<br />
del clima de crispación política en el que, como fruto de una acción programada<br />
hasta el detalle, tuvimos que vivir la última legislatura de nuestro Gobierno; del<br />
pacto tácito de silencio con que el poder, sus apoyos económicos y gran parte<br />
de los medios de comunicación han decidido ocultar o, cuando era imposible<br />
evitarlo, minimizar cuantos escándalos, corruptelas, abusos de poder, rupturas<br />
de las reglas del juego o lesiones a los derechos de los ciudadanos se han<br />
producido; de la renovada inquietud que ha brotado en sectores amplios de la<br />
ciudadanía en relación con el futuro de España como nación.<br />
Pero como muchos de entre nosotros han puesto de relieve durante el debate<br />
precongresual, nos engañaríamos si creyésemos que la fuerza de esos datos<br />
bastaba para producir el resultado electoral que hace cuatro meses obtuvimos.<br />
No es así. Lo peor que podríamos hacer en este momento de nuestra historia<br />
es no comprender la influencia que ha tenido en los resultados electorales que<br />
hemos cosechado el deterioro creciente de la organización, el funcionamiento y<br />
la vida de nuestro Partido.<br />
En cuatro años, hemos comparecido ante los ciudadanos con cuatro liderazgos<br />
distintos. Primero fue Felipe; después Joaquín Almunia; más tarde, Pepe<br />
Borrell; por último, Joaquín de nuevo. Cada uno de estos cambios ha ido<br />
acompañado, además, de estilos diferentes, prioridades políticas distintas,<br />
equipos diversos, conflictos públicos o pulsos latentes. ¿A alguien le puede<br />
extrañar lo que ha pasado?<br />
Tomamos la decisión de aceptar un nuevo sistema de proceder a la elección de<br />
nuestros candidatos a la Presidencia del Gobierno, de las Comunidades<br />
Autónomas, de los Ayuntamientos. Nos sentimos entusiastas cuando<br />
percibimos el impacto que esa iniciativa tuvo en la opinión pública. Pero no<br />
tuvimos en cuenta todas las hipótesis ni supimos prever todas las<br />
consecuencias y el resultado fue que a costa de bicefalias, de discutir sobre<br />
preeminencias políticas u orgánicas, o, en casos extremos, de utilizar el<br />
procedimiento de primarias para resolver cuestiones distintas de las que<br />
constituían su aparente objetivo, lo que fue nuestra mejor baza durante ese<br />
período, acabó provocando deserciones entre quienes se nos habían acercado.<br />
Junto a ello, en estos años hemos tenido que contrastar en la práctica -en<br />
nuestra práctica interna- la firmeza de nuestras convicciones cuando hemos<br />
tenido que llevar a lo concreto la aplicación de algunas medidas que nos<br />
habíamos autoimpuesto.<br />
11<br />
<strong>PSOE</strong>