15.02.2013 Views

813.54-S642d-Despertar_cronicas_vampiricas_I

813.54-S642d-Despertar_cronicas_vampiricas_I

813.54-S642d-Despertar_cronicas_vampiricas_I

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

L. J. Smith <strong>Despertar</strong><br />

—¿Escuuzi? —dijo Tyler con voz de falsete—. ¿Escuuzi a mí? ¿A mí<br />

escuuzi? ¿Jacuzzi?<br />

Los dos rieron.<br />

Elena vio cómo los músculos se tensaban bajo la camiseta que tenía<br />

delante. Aquello era totalmente injusto; los dos eran más altos que Stefan<br />

y las espaldas de Tyler eran casi el doble de anchas.<br />

—¿Sucede algo?<br />

Elena se sobresaltó tanto como los dos muchachos ante la nueva voz a<br />

su espalda. Dio media vuelta y se encontró con Matt. Sus ojos azules<br />

tenían una mirada dura.<br />

Elena se mordió los labios para contener una sonrisa mientras Tyler y<br />

Dick se apartaban despacio, con resentimiento. El bueno de Matt, se dijo.<br />

Pero ahora el bueno de Matt entraba en el aula acompañando a Stefan, y<br />

ella se tenía que resignar con seguirlos, observando la parte posterior de<br />

dos camisetas. Cuando se sentaron, se deslizó en el pupitre situado detrás<br />

de Stefan, desde donde podía observarle sin que la viera. Su plan tendría<br />

que esperar hasta que finalizara la clase.<br />

Matt hacía sonar monedas en su bolsillo, lo que significaba que quería<br />

decir algo.<br />

—Eh, oye —empezó por fin, incómodo—. Esos chicos, ya sabes...<br />

Stefan rió. Fue un sonido amargo.<br />

—¿Quién soy yo para juzgar?<br />

Había más emoción en su voz de la que Elena había oído antes, incluso<br />

cuando había hablado al señor Tanner. Y aquella emoción era infelicidad<br />

total.<br />

—De todos modos, ¿por qué tendría que ser bienvenido aquí? —finalizó,<br />

casi para sí mismo.<br />

—¿Por qué no deberías serlo? —Matt había estado mirando fijamente a<br />

Stefan, y en ese momento su mandíbula se irguió con determinación—.<br />

Oye —dijo—, ayer hablaste sobre rugby. Bien, nuestro mejor receptor<br />

abierto se ha roto un ligamento, y necesitamos un sustituto. Las pruebas<br />

son esta tarde. ¿Qué te parece?<br />

—¿Yo? —Stefan pareció verse cogido por sorpresa—. Ah... No sé si<br />

podría.<br />

—¿Sabes correr?<br />

—¿Correr...?<br />

Stefan se medio giró hacia Matt, y Elena vio cómo un leve atisbo de<br />

sonrisa curvaba sus labios.<br />

—Sí.<br />

~29 29~

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!