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Centurion Argentina Spring 2017

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Los Ángeles

Los Ángeles –glamorosa, tranquila y sórdida– nunca ha destacado por ser una meca gastronómica. Pero, de pronto, el renombre culinario de la ciudad está en pleno ascenso ahora que la escena artística desata su locura y profesionales recién llegados inyectan nueva vida a barrios conocidos por su mala reputación. Jóvenes chefs locales (además de algún intruso que no es del estado) son las nuevas estrellas de la película y nosotros sus afortunados extras. Al omnipresente binomio de mar y sol se suman ahora las hojas de pandán y las semillas de chía, las sardinas vuelven a estar de moda y ¡sorpresa! parece que la gordura ha regresado a una metrópoli que ya no está tan obsesionada con su físico. Si el tamal de palmito no se le atraganta al ver la imagen de Gandhi besándose con Mick Jagger, entonces el Erven (ervenrestaurant. com), el nuevo restaurante de Nick Erven en Santa Mónica, está pensado para usted. A diferencia del tan añorado Santa Martha en Koreatown, que incluía carne en su carta, el chef elabora ahora un menú totalmente vegano, con una cocina orgánica que ensalza «tanto las materias primas como las elaboradas». Aunque todo esto no suene demasiado apetecible, realmente lo es. Sus doritos de algas marinas para compartir son increíblemente apetitosos (tanto que, de hecho, cuesta compartirlos) y sus cavatelli de kale despertaron sensaciones nuevas en quien escribe estas líneas. La carta de vinos también es orgánica y en ella destacan especialmente los tintos nacionales y españoles, con una buena selección de jerez. Al oeste, en un minimercado un tanto destartalado, todo gira en torno a la comida del Kato (katorestaurant.com), el nuevo local de Jonathan Yao. Lo cierto es que no atrae por su decoración, ni tampoco es un lugar confortable –sus bancos sin respaldo son una tortura para los riñones–, pero aquí no se viene a holgazanear una tarde de domingo. El Kato busca ofrecer cocina «taiwanesa llena FOTOGRAFÍAS DESDE LA IZQUIERDA: RAY KACHATORIAN, DYLAN + JENI 64 CENTURION-MAGAZINE.COM PARA CONOCER DÓNDE HOSPEDARSE Y DIVERTIRSE EN LOS ÁNGELES, VISITE: CENTURION-MAGAZINE.COM

Arriba: Kevin Meehan trabajando en el Kali; a la derecha, pollo jidori asado del Georgie Página opuesta: el refinado interior del Gwen; filete tártaro del Here’s Looking at You FOTOGRAFÍAS DESDE ARRIBA: © KALI, © GEORGIE de creatividad» y absolutamente increíble, donde los platillos se presentan al estilo Omakase y el precio no supera los US. No se sirve alcohol. En Beverly Hills, en la misma calle que el Spago y el Bouchon Bistro de Thomas Keller, está el Montage, un hotel que nació con aspiraciones de grandeza, pero tuvo problemas con su sofisticado restaurante italiano Scarpetta. El hueco lo llenará ahora Geoffrey Zakarian, un chef y restaurantero con la palabra “grandioso” escrita en su ADN, quien ha bautizado al nuevo establecimiento del Montage con el nombre de su hijo: Georgie (georgierestaurant.com). En este restaurante la materia prima, en su mayoría local, habla por sí misma y el cangrejo de caparazón suave y el chimichurri de costillas causan sensación. Sus maravillosas mesas cerradas están equipadas con puertos para conectar dispositivos digitales. En la era en la que «tomaré lo mismo que ella» puede significar que quiere un jugo para recargar la batería del iPhone, incorporar puertos de recarga al lado de las mesas podría ser la próxima tendencia. Siguiendo en dirección este, nos encontramos con la apuesta de Curtis Stone, famoso por el Maude de Beverly Hills. Se trata de Gwen (gwenla.com), la nueva carnicería y restaurante de moda en Hollywood donde Stone se ha asociado con su hermano Luke. Precisamente ahora que todos los chefs barbudos y tatuados del país luchan contra el fine dining, los hermanos Stone nadan a contracorriente. Por suerte, sus éxitos demuestran que es demasiado pronto para certificar la defunción de la alta cocina. Se ha eliminado esa norma tonta de pagar un anticipo a la entrada, aunque lo cierto es que nadie se queja por el precio de este festín culinario: cinco sensacionales platillos a los que se van sumando otras muchas especialidades (imagine a Pierre Gagnaire en su versión más creativa). El menú es el escaparate perfecto de la carne que venden en la carnicería adyacente. El cordero asado en horno de leña es un platillo tan espectacular como el que se come en Madrid PARA RESERVACIONES CONTACTE AL SERVICIO DE CENTURION CENTURION-MAGAZINE.COM 65

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