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Centurion Argentina Winter 2014

Centurion Argentina 2014 Winter Edition

Villa Manzu se erige en

Villa Manzu se erige en su propia península privada en el océano Pacífico, frente al litoral noroccidental de Costa Rica LA NUEVA ELEGANCIA DE COSTA RICA Este paraíso para los que aman las actividades al aire libre y el contacto con la naturaleza alberga un glamoroso enclave que está cada vez más presente en los itinerarios del jet set. Jessica Flint explora la península Papagayo El trayecto que separa la península Papagayo, en la provincia de Guanacaste al noroeste de Costa Rica, del Aeropuerto Internacional de Liberia dura 30 minutos. Estamos en plena estación seca y, aunque la tierra se ve parda, salvaje y polvorienta, el cielo no puede ser más azul. El ambiente es algo húmedo, pero los 30 °C de temperatura son perfectos para vestir shorts, playera y un sombrero de Panamá. A pesar de toda la polémica en torno al excesivo desarrollo urbanístico de Costa Rica, a lo largo de la sinuosa carretera asfaltada se observan muchas vacas y caballos pastando. Mi chofer llega a la caseta de seguridad que franquea la entrada de la península Papagayo y enseguida se abre el portón. De pronto, las praderas se convierten en un pasto cuidado que cede el paso a una deslumbrante alberca donde se levanta el Génesis de Papagayo, una gran escultura en mármol de Carrara, obra del artista costarricense Jorge Jiménez Deredia, que representa a una mujer descansando en una postura infantil. Avanzamos lentamente por un camino adoquinado de ocho kilómetros que serpentea entre las 1,619 hectáreas montañosas de la península, con 37 kilómetros de escarpada costa y 31 playas de arena. La zona cuenta con cuatro resorts, 59 viviendas y 400 de las más de 1,000 especies de animales y aves que habitan en Costa Rica. Un discreto letrero de color café señala el camino hacia el recientemente inaugurado Andaz Peninsula Papagayo (papagayo.andaz.hyatt.com), un resort oculto tras un acantilado, y hacia Marina Papagayo (marinapapagayo.com), uno de los dos únicos puertos deportivos de categoría internacional en toda América Latina que cuenta con 180 amarres. Hoy está anclado Venus, el yate de 80 metros diseñado por Philippe Starck para el desaparecido Steve Jobs. Pocas semanas antes atracó Eclipse, la embarcación de 163 metros de eslora, propiedad del multimillonario ruso Román Abramóvich. Por el camino vemos multitud de FOTOGRAFÍA © VILLA MANZU 20 CENTURION-MAGAZINE.COM PARA RESERVACIONES CONTACT CONTACTE CENTURION AL SERVICIO SERVICE DE FOR CENTRURION BOOKINGS

BLACKBOOK ÚLTIMA HORA FOTOGRAFÍAS DESDE ARRIBA: © EXCLUSIVE RESORTS; © VILLA MANZU monos capuchinos jugueteando en el bosque tropical y una iguana gigante deambulando carretera abajo. Muy cerca de allí se encuentra el Four Seasons Resort Costa Rica en Península Papagayo (fourseasons.com), un extenso resort construido hace una década, con múltiples estructuras de color café que se mimetizan perfectamente con el entorno, así como las 21 exuberantes villas privadas del Exclusive Resorts (exclusiveresorts.com), una iniciativa basada en la multipropiedad de lujo perteneciente a Revolution, el fondo de capital riesgo del fundador de AOL Steve Case. Después de girar hacia el noroeste en dirección a una península privada y atravesar zonas densamente pobladas de palmas coyol, llego finalmente a mi destino: Villa Manzu (villamanzu.com) con 2,787 m 2 de terreno. Esta impresionante nueva propiedad de ocho habitaciones ofrece todas las amenidades que uno pueda imaginar: dos albercas con agua de mar y climatizadas; una playa escondida; un spa exterior con sauna y baño turco; cine; gimnasio; sala de juegos con bar y mesa de billar; una cava con capacidad para 128 botellas de vino; garage con un Range Rover, un Ford Expedition, un Jeep y dos carritos de golf, así como innumerables accesorios para practicar deportes como el surf o el paddle board. Sin olvidar las 22 personas que componen su plantilla de lujo, entre ellos, mayordomos, cocineros, meseros, choferes y guías para la aventura, que siempre se muestran dispuestos a satisfacer nuestros caprichos, ya sea traernos una pipa –un coco con popote– u organizar un espectáculo de fuegos artificiales. He venido a Costa Rica para averiguar por qué de repente, después de un largo periodo de sequía urbanística, ha surgido en Guanacaste un puñado de resorts de súper lujo. Está claro que me encuentro en la zona cero. Villa Manzu es una vivienda inteligente e impecablemente diseñada. El arquitecto costarricense Abraham Valenzuela, un fanático del detalle, y la interiorista radicada en Houston, Lynn Yellen, han sabido combinar a la perfección el estilo antiguo y de inspiración indonesia –grabados en jeroglífico y paredes recubiertas de bambú– con modernos paneles que controlan por computadora la iluminación, la música y las persianas de cada habitación. Sin embargo, esta sofisticada megamansión también tiene un cierto aire informal y despreocupado. El terreno da lugar a una enorme diversidad de hábitats listos para el turismo Arriba: la alberca de inmersión infinita de la villa Jicaro 16 del Exclusive Resorts; abajo: la suite La Lora es una de las ocho habitaciones de Villa Manzu Surgido de la ingeniosa creatividad de Patrick Callahan –promotor de resorts de viajes de aventura y también dueño del Mica Heliskiing Lodge (micaheli.com) en Columbia Británica–, Villa Manzu, con una extensión de dos hectáreas de terreno, está pensada para alojar grupos grandes (la semana anterior a mi llegada, 34 huéspedes consumieron 240 pipas y 350 galletas de chocolate). La organización de la estadía de los clientes corre a cargo de Chris Celiceo y Jennifer Cowles, el amable matrimonio que dirige el resort y planifica un sinnúmero de actividades: kajak, pesca deportiva, surf, buceo, recorridos en bicicleta, baños de lodo, senderismo entre los cráteres, paseos a caballo y viajes en helicóptero. Justo por eso me encuentro ahora en Witch’s Rock Canopy Tour (witchsrockcanopytour.com), a diez minutos de distancia en auto, enredada en un arnés de nylon con mosquetones, guantes de protección y un casco sobre mi sombrero de Villa Manzu (así no tengo que usar una red para el pelo; esta gente piensa en todo). En un principio me niego rotundamente a la tirolesa. «Es el equivalente costarricense de un parque de diversiones», le digo a Celiceo. Me responde que no. Villa Manzu reserva todo el lugar para sus huéspedes. No hay colas, ni esperas. Celiceo incluso llega a ofrecer los servicios de un guía naturalista local, Felipe Artiñano, para fines educativos. «Asegúrese de mirar hacia abajo –me indica Artiñano mientras bajamos por el cable número 7 (de 11)–. Hay un estanque con caimanes al fondo». Parece ser que el nivel de lujo y servicio en Villa Manzu es exactamente el que siempre había imaginado el gobierno de Costa Rica para Papagayo. Enclavado entre Nicaragua y Panamá, Costa Rica es un país pequeño, con una superficie equivalente a 60% del área metropolitana de Los Ángeles. El terreno está dividido de Norte a Sur por cadenas montañosas, como una escarpada espina dorsal que separa el Pacífico del mar Caribe y da lugar a una enorme diversidad de hábitats –selvas tropicales, bosques de niebla, volcanes y playas– que han estado CENTURION-MAGAZINE.COM 21

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