baja

dificaciones implementadas por el Gobierno Nacional
generaron movimientos excepcionales en
el intercambio comercial durante los primeros
meses (salida de stocks agrícolas y recomposición
de stocks de vehículos importados), los cuales se
fueron moderando en el transcurso del año. Las
ventas externas se recuperaron 1,7%, a partir del
incremento de las cantidades exportadas que logró
compensar con holgura la reducción del precio
medio de exportación; mientras que las importaciones
retrocedieron 6,9%, en un contexto en el
cual el incremento de las cantidades importadas
no logró neutralizar la fuerte reducción del precio
medio de importación. Tal comportamiento derivó
en la recuperación del superávit comercial que permitió
revertir el saldo negativo verificado en 2015.
La performance del sistema financiero argentino
también estuvo fuertemente influenciada por los
cambios del esquema macroeconómico. El efecto
positivo de las medidas sobre las expectativas de recuperación
de la economía permitió mejorar los precios
de los activos financieros argentinos. A su vez, la
regularización de la deuda pública derivó en notorios
descensos en el riesgo asociado a los títulos públicos
argentinos (incluyendo mejoras en la calificación de
la deuda soberana), facilitando la reinserción de Argentina
en los mercados internacionales. Asimismo,
el acuerdo con los acreedores posibilitó la financiación
en el exterior que se tradujo en la diversificación
de las fuentes de fondeo y en la implementación de
las operaciones parar mejorar el perfil financiero del
país. La desinflación y las tasas de interés pasivas reales
positivas, junto con condiciones que favorecen
una mayor competencia, generaron incentivos para
que las entidades reestructuren sus modelos de negocios,
en un contexto en el que el volumen real de
intermediación financiera empezara a recuperarse en
la segunda parte del año.
No obstante, el sector bancario mostró un menor dinamismo
durante 2016 en términos de intermediación
financiera.
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