BÚSQUEDAS EN DEMOCRACIA

esto no es tan sencillo, incluso tomando como ejemplo las bases del Índice General de la Policía
Federal y la del Registro de Personas Desaparecidas de la Provincia de Buenos Aires, que son las
más completas y mejor administradas que encontramos, la categorización de las personas por tipo de
desaparición es sumamente débil y se encuentra plagada de vacíos.
La categorización que efectuamos aquí es una clasificación propia, realizada a partir de lo que
fuimos observando en los distintos tipos de desapariciones con las que tuvimos contacto, pero esas
categorías no existen como tales en las listas institucionales que nos fueron remitiendo las policías o
ministerios de las distintas provincias. Este problema también es muy grave, dado que imposibilita la
generación de nóminas unificadas.
Es cierto que algunas de las medidas que deben tomarse -como la alerta migratoria por si
la persona buscada intenta cruzar un paso fronterizo-, son comunes a todos, o casi todos, los tipos
de búsqueda. Sin embargo, cómo proceder es, por cierto, otro tema que no debe ser estandarizado
pues se vincula a otras acciones que deben desarrollarse en los distintos tipos de búsqueda. Así,
las búsquedas de comparendo judicial, por ejemplo, son un problema estrictamente estatal, casi
circunscripto a las fuerzas de seguridad, mientras que las de personas desaparecidas por otros
motivos demandan la intervención de muchas más instituciones públicas y, en distintas ocasiones,
de organizaciones no gubernamentales, del soporte de los medios de comunicación, etc.
En definitiva, mejorando el estado actual de situación y manteniendo nóminas unificadas,
o subdividiendo las listas por categorías de desapariciones, lo cierto es que esas listas, como se
presentan en la gran mayoría de las jurisdicciones, no resultan eficientes para cumplir adecuadamente
su función.
Paralelamente al trabajo de los investigadores sobre hipótesis singulares del caso, las listas
o nóminas de personas buscadas pueden cumplir una función esencial en el hallazgo de personas
por medio de alertas y búsquedas automáticas. Sin embargo, estas funciones no se aprovechan en la
actualidad, no sólo porque no se encuentran reguladas sino, principalmente, por la inexistencia de
aquellas listas o por el modo inadecuado en que se encuentran confeccionadas.
La construcción de un sistema adecuado de listas, alertas y comunicación a nivel nacional es
uno de los principales desafíos pendientes que refleja este informe. Como se deriva de las distintas
estadísticas 2 , la gran mayoría de las desapariciones se resuelven con rapidez y el porcentaje relacionado
con ilícitos es bajo. Pero esto, lejos de apoyar argumentos hacia la pasividad, significa que hay que
tener una exigencia mucho más fuerte sobre las listas en términos de dinamismo y actualización
constante –online-, de las altas y también sobre las bajas que se dan por la aparición de las personas
buscadas.
En este marco, no puede justificarse una reacción estatal desinteresada aunque dentro del
conjunto de las desapariciones denunciadas por familiares, la gran mayoría de las personas reaparecen
de una manera relativamente rápida. El tiempo que transcurre hasta la aparición es relevante y actuar
para que ello ocurra lo antes posible disminuye los impactos de la ausencia. La reducción del tiempo
2. http://tiempo.infonews.com/nota/140519/en-lo-que-va-de-2014-se-perdieron-mas-de-2400-personas-en-la-argentina
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