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“El teatro desde el CCH”

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<strong>“El</strong> <strong>teatro</strong> <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong>


Máscaras<br />

<strong>“El</strong> <strong>teatro</strong> <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Segunda época, núm. 1, abril de 2015<br />

Coordinadores<br />

Reyna Barrera López<br />

Rubén Fischer Martínez<br />

Consejo Editorial Profesores<br />

Víctor M. Granados Garnica, Mariana<br />

Mercenario Ortega, Armando Segura<br />

Morales, María Luisa Trejo Márquez, Patricia<br />

Godínez Calderón<br />

Consejo de Redacción Profesores<br />

Olivia Barrera Gutiérrez, Laura Itz<strong>el</strong><br />

Hernández Muñoz, René Nájera Corvera,<br />

Haydée Hernández Ramírez, Eduardo Luna<br />

Ordaz<br />

Formación y diseño<br />

Reyna Barrera<br />

Rubén Fischer<br />

Editores<br />

Reyna Barrera López<br />

(reynab1013@hotmail.com)<br />

Rubén Fischer<br />

(rubenfischer05@yahoo.com)<br />

Consejo Editorial Alumnos<br />

Luis Rodrigo Martínez Jiménez<br />

Alma Gabri<strong>el</strong>a Núñez Martínez, Raymundo<br />

Navarrete Torres, Esteban V<strong>el</strong>asco Tinajero<br />

Consejo de Redacción Alumnos<br />

Dulce María Pérez Morales, Monsserrat<br />

Martínez Hernández, Gustavo Germánico<br />

Corona Rosas, César Cano Quiroz<br />

Iconografía<br />

Wendy Galicia Orihu<strong>el</strong>a<br />

D.R. COLEGIO DE CIENCIAS Y<br />

HUMANIDADES, 2015<br />

Proyecto INFOCAB PB 401715<br />

HECHO EN MÉXICO/PRINTED IN MEXICO<br />

DISTRIBUCIÓN GRATUITA


Contenido<br />

Tercera llamada: ¡Comenzamos!... 5<br />

Máscaras... 7<br />

El miedo o terror a las máscaras... 7<br />

Entre diálogos... 11<br />

Las fantasías de dirigir <strong>teatro</strong>... 11<br />

No eres tú... ni soy yo... 16<br />

A medias tintas... 27<br />

La agonía y <strong>el</strong> sangrar de la conciencia... 27<br />

Madre coraje y sus hijos... 31<br />

Nada ha cambiado... 34<br />

Medea, de Eurípides... 39<br />

Lisistrata, de Aristófanes... 43<br />

Dibujos... 47


Figuraciones... 49<br />

Esperando a Godot en La Roca... 49<br />

La esperanza detrás de la risa... 52<br />

Fuera máscaras... 71<br />

La estructura trágica en Filoctetes, de<br />

Sófocles... 71<br />

Máscara contra cab<strong>el</strong>lera... 85<br />

Fernando Wagner... 85<br />

Vicente Leñero... 85<br />

Convocatorias... 87<br />

Cart<strong>el</strong>era... 95


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Tercera llamada:<br />

¡Comenzamos!<br />

La revista “Máscaras: <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong> tiene <strong>el</strong> propósito de dar<br />

a conocer, a través de sus páginas, diversas actividades teatrales que<br />

se llevan a cabo en los plant<strong>el</strong>es d<strong>el</strong> Colegio de Ciencias y Humanidades.<br />

Asimismo, pretende impulsar por medio de fotos, reseñas, críticas o comentarios<br />

las expresiones artísticas r<strong>el</strong>acionadas con este género, de manera<br />

que los estudiantes, de cualquier grado d<strong>el</strong> bachillerato, expresen<br />

libremente sus opiniones acerca de las representaciones, talleres de <strong>teatro</strong>,<br />

danza moderna y contemporánea, baile folclórico o de salón, pintura,<br />

fotografía, música; diferentes opciones de pertenecer a las artes escénicas,<br />

aún las expresiones poéticas son acontecimientos artísticos que se<br />

realizan en un escenario.<br />

Imposible presentar en este número dicho panorama de difusión cultural,<br />

tan rico en experiencias r<strong>el</strong>acionadas con las artes escénicas, para <strong>el</strong>lo,<br />

baste revisar los grupos especializados de profesionales o estudiantiles<br />

que intervienen en una puesta en escena, que van <strong>desde</strong> maquillistas,<br />

iluminadores, vestuaristas, actores y escenógrafos hasta director y autor.<br />

Aquí encontrarás información sobre temas de <strong>teatro</strong> escritos por profesores<br />

y alumnos de los plant<strong>el</strong>es Vallejo, Sur y Naucalpan. En los apartados<br />

actuales de esta Segunda Época, encontrarás algunos temas ya aborda-<br />

5


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

dos, debido a que los lectores, en parte, son de nuevo ingreso y otros ya<br />

se encuentran realizando estudios superiores.<br />

Dar a conocer nuevas, conocidas significaciones, conocimientos o teorías<br />

sobre <strong>el</strong> significado de la máscara, la evolución teatral, grupos de actuación,<br />

directores y dramaturgos, será una experiencia innovadora en esta<br />

revista para estudiantes, donde <strong>el</strong>los y <strong>el</strong>las escriben junto a profesores y<br />

especialistas.<br />

Leerán aquí <strong>el</strong> ensayo La esperanza detrás de la risa ácida, escrito por<br />

<strong>el</strong> maestro Armando Segura, d<strong>el</strong> Plant<strong>el</strong> Vallejo, que parte de la obra de<br />

<strong>teatro</strong> Esperando a Godot, de Samu<strong>el</strong> Beckett, y una experiencia de vida<br />

d<strong>el</strong> dramaturgo Jaime Chabaud: Esperando a Godot en La Roca.<br />

La estructura trágica en Filoctetes de Sófocles, ha sido escrita por la Dra.<br />

Mariana Mercenario, d<strong>el</strong> Plant<strong>el</strong> Naucalpan, que ha enriquecido este número<br />

con su contribución literaria.<br />

En estas páginas también apreciarás una obra de <strong>teatro</strong> contemporáneo<br />

escrita por Gabri<strong>el</strong>a Ynclán,<br />

que puedes representar<br />

en tu aula, o ver en escena <strong>el</strong><br />

espectáculo unipersonal que<br />

presenta Beatriz Cecilia, quien<br />

se apoya en su magnífica voz,<br />

y sus habilidades en danza y<br />

<strong>teatro</strong>.<br />

Reyna Barrera López<br />

6


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Máscaras<br />

El miedo o terror a las máscaras<br />

Como muchos otros lectores, su<strong>el</strong>e suceder que se<br />

lee de aquí para allá páginas, portadas, párrafos<br />

sobre los pasajes rituales que describen los rituales<br />

con máscaras y tratándose de los antiguos griegos,<br />

las publicaciones se multiplican, así al pasar encontramos:<br />

El terror de las máscaras, de Dani<strong>el</strong> Domínguez.<br />

El encuentro d<strong>el</strong> Mito con <strong>el</strong> Rito en la Fiesta donde todo es posible, supone<br />

una liberación que pone al hombre en <strong>el</strong> camino de un nuevo conocimiento.<br />

En ese sentido, <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> representa un espectáculo demoníaco (daimon), es<br />

decir, debe trastornarnos. Dicho de otra forma, <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> debe causar un efecto.<br />

Encontramos información que habla sobre máscaras y rituales que comprenden<br />

las obras trágicas. Entre estas miradas a lo ajeno, alguna persona<br />

interesada tropieza con los comentarios de Francisco R. Adrados,<br />

autor de una obra importante entre las referencias sobre <strong>teatro</strong> griego:<br />

Fiesta, Comedia y Tragedia. Sobre los orígenes griegos d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong>.<br />

Cantidades increíbles de libros existen sobre cuál fue <strong>el</strong> origen de las<br />

7


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

artes y en particular cuál o cómo surgieron las artes; por tanto <strong>el</strong> libro<br />

mencionado Fiesta, Comedia y Tragedia. Sobre los orígenes griegos d<strong>el</strong><br />

<strong>teatro</strong> es fundamental para comprender o imaginar un proceso, un lugar,<br />

una actitud entre comunidades primitivas, fundadoras y remotas que dieron<br />

lugar a las civilizaciones actuales.<br />

El sabio Francisco R. Adrados cuestionó dichos orígenes encontrando la<br />

presencia de Dionisios e investigó sobre <strong>el</strong> sustrato campesino de los<br />

géneros dramáticos y, por tanto, indagó los itinerarios que guiaron los<br />

pasajes ocultos o recónditos que han interesado a los especialistas. El<br />

<strong>teatro</strong> griego sistematizaría <strong>el</strong>ementos de los rituales agrarios, satíricos y<br />

dionisíacos en la Tragedia, <strong>el</strong> primer género teatral, que sería incorporado<br />

en las fiestas en honor de Dionisos que se c<strong>el</strong>ebraban en Atenas.<br />

La tragedia surgió con <strong>el</strong> <strong>teatro</strong>, es <strong>el</strong> primero de los géneros teatrales,<br />

alrededor de 500 años antes de Cristo, durante las primeras fiestas comunales<br />

de que se tiene noticia, las “Grandes Dionisas”, fundadas por<br />

Pisístrato y <strong>el</strong> primer concurso trágico ganado por Tespis.<br />

Tespis es lo más cercano a un artista creativo que dio forma a la tragedia,<br />

Era un orkhestés -un bailarín- d<strong>el</strong> coro que inventó al primer actor, <strong>el</strong><br />

hypokrites, al separarse d<strong>el</strong> coro y convertirse en personaje protagónico.<br />

Aunque hay quien habla de un hypokrites anterior a Tespis, o a quienes<br />

represente (o enmascare) ese tal Tespis.<br />

Tespis visibiliza la mímesis con ayuda de la máscara, que conforma su<br />

origen terrorífico y grotesco de las divinidades de la vida y de la muerte,<br />

parábola d<strong>el</strong> renacer en las fiestas agrarias, cosecha y siembra, en <strong>el</strong><br />

cambio temporal donde al final cuando se recoge la cosecha se organiza<br />

8


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

<strong>el</strong> carnaval o entroido, también conocido como las carnestolendas de origen<br />

cristiano donde se representa a don Carnal y doña Cuaresma. 1<br />

Dicen las investigaciones sobre <strong>el</strong> origen de las máscaras que al inicio se untaban<br />

<strong>el</strong> rostro de albayade, 2 luego se lo cubrían de verdolaga y finalmente se introdujo<br />

la máscara de lino. Más tarde se generalizó <strong>el</strong> uso de la máscara en <strong>el</strong> <strong>teatro</strong><br />

grecolatino, que estuvo en manos de hombres y más tarde las mujeres también<br />

la utilizaron representando personajes cercanos o divinidades en escena.<br />

Pero lo terrorífico no alienta sólo en los orígenes de la máscara sino en<br />

su transformación por obra y gracia de la Tragedia griega en personaje, o<br />

mejor aún, en persona, que es lo que significa máscara.<br />

La clave terrorífica de la máscara en r<strong>el</strong>ación con la identidad: si somos la<br />

máscara que nos ponemos y cambiamos de máscara en la medida en que<br />

vivimos, ¿quiénes somos? Si somos la máscara a través de la cuál resuena<br />

la voz de la persona que representamos, ¿es nuestra voz o la voz de la<br />

máscara? Cómo no imaginar que tras la máscara no hay sino otra máscara.<br />

Quizá sin máscara, sencillamente no somos. Y no es que la máscara proteja<br />

nuestro yo, es que nuestro yo es una pura máscara. Y aun más, si la<br />

máscara es un espejo y nos reconocemos en las máscaras, ¿este mundo<br />

es algo más que un baile de máscaras? Eso explicaría que, si queremos<br />

contar, necesitamos una máscara -una voz narrativa, un sujeto de la<br />

enunciación, un proyector- que a la vez sea un espejo. Y así la condición<br />

humana cuaja en una pura danza macabra de máscaras que devienen la<br />

pi<strong>el</strong> d<strong>el</strong> ser. Y debajo de la pi<strong>el</strong>, nada, <strong>el</strong> vacío, <strong>el</strong> abismo.<br />

1 Leer <strong>el</strong> Libro d<strong>el</strong> buen amor, d<strong>el</strong> Acipreste de Hita.<br />

2 Un compuesto de carbono básico de plomo, sólido y de color blanco: carbonato.<br />

9


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Psique<br />

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Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Entre diálogos<br />

Las fantasías de dirigir <strong>teatro</strong><br />

Entrevista a la directora de Teatro Rocío Carrillo<br />

Rubén Fischer<br />

Rocío Carrillo fue alumna d<strong>el</strong><br />

Colegio de Ciencias y Humanidades<br />

Plant<strong>el</strong> Naucalpan y<br />

luego estudió la Licenciatura en<br />

Literatura Dramática y Teatro, en<br />

la Facultad de Filosofía y Letras<br />

de la UNAM. Se especializó en<br />

la dirección de escena, actividad<br />

que ha estado realizando <strong>desde</strong><br />

los años 80, cuando era estudiante<br />

y luego a niv<strong>el</strong> profesional. Ha<br />

sido becaria d<strong>el</strong> FONCA en varias<br />

ocasiones y recibido becas de<br />

distintas instituciones por su labor<br />

artística. También es productora<br />

e iluminadora. Esto es algo de lo<br />

que nos comparte con la alegría<br />

que la caracteriza.<br />

¿En qué escu<strong>el</strong>a estudiaste tu bachillerato<br />

y qué representó para<br />

ti ese momento de tomar decisiones<br />

cruciales en la vida?<br />

11


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Estudié en CCH Naucalpan. No<br />

estaba muy segura de qué quería<br />

estudiar: Pensaba que Comunicación.<br />

El <strong>teatro</strong> había estado conmigo<br />

<strong>desde</strong> la infancia, pero no tenía<br />

planeado que fuera mi carrera<br />

hasta que descubrí en la explanada<br />

d<strong>el</strong> CCH, a través de un folleto,<br />

que existía la licenciatura en la<br />

UNAM. Ahí lo decidí.<br />

¿Empezaste a hacer <strong>teatro</strong> antes,<br />

durante o después de estudiar tu<br />

bachillerato?<br />

Antes, empecé en la primaria.<br />

¿Por qué decidiste estudiar <strong>teatro</strong>?<br />

Descubrí, con muchas dudas, que<br />

eso quería hacer. Disfrutaba muchísimo<br />

siendo espectadora y las fantasías<br />

de dirigir se convirtieron en<br />

un propósito concreto.<br />

¿Cómo nació tu proyecto de <strong>teatro</strong><br />

personal y qué implicaciones<br />

tuvo en tu quehacer teatral<br />

actual?<br />

Checkpoint<br />

Teatro personal fue un mod<strong>el</strong>o que<br />

desarrolló <strong>el</strong> Dr. Gabri<strong>el</strong> Weisz en<br />

la carrera cuando impartía Dirección<br />

3 y 4. La idea de crear un <strong>teatro</strong><br />

que implicara una vía de conocimiento<br />

personal, que <strong>el</strong> proceso<br />

creativo en sí mismo significara<br />

un misterio a resolver en la escena,<br />

me atrapó profundamente. Esa<br />

búsqueda ha evolucionado <strong>desde</strong><br />

entonces, pasando de lo autobiográfico<br />

a la representación escénica<br />

d<strong>el</strong> mito, tema que ha ocupado<br />

mi atención en los últimos años.<br />

¿En qué momento decidiste<br />

que la dirección y no la actuación<br />

era lo que necesitabas hacer<br />

para realizarte como perso-<br />

12


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

na creativa?<br />

En los primeros años de la carrera.<br />

Estando en escena, percibía la<br />

mirada de una Rocío-directora en<br />

las butacas. Me apasiona mucho<br />

más estar frente al escenario que<br />

sobre él.<br />

¿Cómo ha sido para ti, como mujer,<br />

ir escalando p<strong>el</strong>daños en la<br />

realización de tus proyectos teatrales<br />

como directora?<br />

Ha significado continuar la labor<br />

que iniciaron Nancy Nárdenas, Jesusa<br />

Rodríguez, María Muro, entre<br />

otras; abrir espacios para mostrar<br />

un lenguaje propio, confrontar viejas<br />

estructuras en las que <strong>el</strong> director<br />

ha representado un poder<br />

absoluto, y asumir roles de exclusividad<br />

masculina, como la técnica<br />

y la iluminación.<br />

La beca me ha permitido dirigir<br />

e iluminar continuamente. Estoy<br />

dedicada a investigar, a generar<br />

ideas, a experimentar con la luz.<br />

Eso significa una oportunidad de<br />

crecimiento invaluable, la posiblidad<br />

de profundizar en los procesos<br />

creativos, de seguir aprendiendo.<br />

Ser becaria significa tener <strong>el</strong> privilegio<br />

de crear con tranquilidad y, por<br />

otro lado, ratificar mi responsabilidad<br />

social como artista.<br />

Cuéntanos un poco de tus últimos<br />

montajes, que han sido muy<br />

intensos.<br />

Los más recientes son Psique, Pen<strong>el</strong>opemaquias<br />

o la nueva ética de<br />

Ítaca, de Verónica Terán, y Chec-<br />

En este momento eres becaria<br />

d<strong>el</strong> Fonca, ¿qué ha significado<br />

este logro en tu carrera como<br />

directora?<br />

Pen<strong>el</strong>opemaquias o la nueva ética de Ítaca<br />

13


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

kpoint, de Verónica Maldonado.<br />

Los dos primeros abordan temas<br />

mitológicos en forma muy distinta.<br />

En Psique, representamos <strong>el</strong> mito<br />

de Eros y Psique a través de un<br />

<strong>teatro</strong> sin palabras, experimentando<br />

con una narrativa interdisciplinaria;<br />

predominantemente visual y<br />

sonora.<br />

Pen<strong>el</strong>opemaquias es un divertimento<br />

de 20 minutos que ocurre en<br />

una habitación pequeña; a Verónica<br />

y a mí nos interesó explorar <strong>el</strong><br />

concepto de “micro<strong>teatro</strong>” e invitar<br />

al público a sentarse en una sala de<br />

espera y presenciar las versiones<br />

que dos Penélopes –una antigua y<br />

una contemporánea– dan sobre la<br />

espera amorosa.<br />

Checkpoint aborda la perspectiva<br />

de dos madres, una palestina y una<br />

judía que han perdido a sus respectivos<br />

hijos en un atentado, sobre <strong>el</strong><br />

conflicto en Oriente.<br />

El repertorio de mi grupo, Organización<br />

Secreta Teatro, es una especie<br />

de misc<strong>el</strong>ánea teatral (risa).<br />

Sí, se trata de intereses aparentemente<br />

disímbolos que tienen en<br />

común explorar lo más íntimo d<strong>el</strong><br />

ser humano: <strong>el</strong> amor y la barbarie<br />

que nos igualan.<br />

¿De qué tratarán tus próximos<br />

montajes?<br />

Quemar las naves es un proyecto<br />

similar a Psique en <strong>el</strong> discurso:<br />

<strong>teatro</strong> interdisciplinario sin palabras.<br />

La obra representará <strong>el</strong> recorrido<br />

iniciático de una mujer que<br />

emprende un viaje marítimo, con<br />

ciertos arribos que aparecen en la<br />

Odisea, como las sirenas o la llegada<br />

a Ítaca, en busca de su propia<br />

identidad. Lo interesante para<br />

mí, <strong>el</strong> misterio en este caso, será<br />

descubrir cómo se r<strong>el</strong>aciona este<br />

personaje femenino con los mismos<br />

obstáculos d<strong>el</strong> héroe griego.<br />

El jardín secreto, de Verónica Maldonado<br />

(amiga y cómplice), es<br />

una farsa cómica-erótica. Un her-<br />

14


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

moso texto de Verónica para contar<br />

<strong>el</strong> desencuentro y reencuentro<br />

amoroso de la reina blanca y <strong>el</strong><br />

rey negro, monarcas de un tablero<br />

de ajedrez.<br />

¿Algo que le quieras decir a los<br />

alumnos d<strong>el</strong> Colegio de Ciencias<br />

y Humanidades en r<strong>el</strong>ación con<br />

<strong>el</strong> <strong>teatro</strong>?<br />

¡Sí, claro! El <strong>teatro</strong> es una carrera<br />

de resistencia; implica una enorme<br />

disciplina, la vocación permanente<br />

d<strong>el</strong> investigador y la voluntad d<strong>el</strong> artista.<br />

El talento no basta, pero cuando<br />

uno ha quedado atrapado en la<br />

compulsión de crear y expresar, <strong>el</strong><br />

<strong>teatro</strong> es mejor que una droga, es<br />

una pasión in<strong>el</strong>udible.<br />

Psique<br />

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Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

No eres tú... ni soy yo<br />

Espectáculo unipersonal<br />

Gabri<strong>el</strong>a Ynclán<br />

Todos llevamos dentro muchos<br />

seres, pero no todos los dejamos salir<br />

Personajes<br />

(Todos son la misma actriz. Y usan<br />

<strong>el</strong> mismo vestuario.)<br />

Laura: 50 años<br />

Beatriz: 2ª personalidad de Laura<br />

Lola: 3ª personalidad de Laura<br />

Psicólogo: 4 personalidad<br />

La doctora Argente: Otra personalidad<br />

Lugar: Una sala de hospital psiquiátrico.<br />

Época: Actual<br />

(Todos los <strong>el</strong>ementos utilizados en<br />

escena, menos los dos bancos son<br />

imaginarios.)<br />

En escena cámara negra, dos bancos<br />

o dos sillas.<br />

Laura entrando como si cerrara la<br />

puerta.<br />

Laura: (Como si hablara para sí<br />

misma) Qué pena, qué pena, se me<br />

hizo tarde, pero estamos a tiempo,<br />

¿verdad? ¡No me responda, no me<br />

responda! Tengo que platicarle que<br />

descubrí algo terrible. Me siento eh,<br />

16


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

no, mejor me voy a servir un vaso<br />

con agua, ¿un vaso con agua se<br />

dice? ¿Verdad? ¡No me responda,<br />

no me responda! Tengo que decirle<br />

lo terrible que es vivir con Beatriz y<br />

con Lola; bueno usted sabe de qué<br />

le hablo, no hay nada, nada, nada<br />

de mí que usted no sepa. Todo,<br />

todo, todo se lo cuento. (Pausa larga.)<br />

Pero hay momentos en que<br />

todo esto me agobia. Lola por ejemplo<br />

es un desorden, se levanta y no<br />

es capaz de lavar un traste, imagínese<br />

que la cama donde duerme la<br />

tiendo yo, así como lo oye, pero eso<br />

sí, sale peinada y maquillada como<br />

si fuera a la entrega de los Ari<strong>el</strong>es,<br />

no que de los Ari<strong>el</strong>es de los Fénix,<br />

los premios esos nuevos de cine,<br />

pues así sale, se lo juro doc. Se<br />

acomoda una espantosa p<strong>el</strong>uca, y<br />

se súper colorea, haga de cuenta<br />

charola michoacana, pestaña postiza<br />

y kilos de maquillaje, y con un<br />

vestido de noche de esos de la Lagunilla.<br />

(Ríe. Pausa larga.) Beatriz<br />

a veces me ayuda pero si lo hace,<br />

no deja de quejarse y eso es pretexto<br />

para que en cuanto aparece<br />

esté de malas, nada, nada, nada le<br />

parece, todo, todo, todo le molesta.<br />

Bueno doc. ¿Por qué no me calla y<br />

me pregunta qué es eso tan terrible<br />

que descubrí? ¿No le inquieta?<br />

¡En verdad es terrible! (Hace como<br />

si sacara un cigarro y se lo fumara<br />

mientras habla, se da cuenta que<br />

no lo ha encendido. Saca un encendedor<br />

imaginario que luego apaga<br />

como si fuera un cerillo y lo tira.)<br />

¿Usted sabe que Beatriz tiene un<br />

amante? ¿Si se lo había dicho? Tal<br />

vez se lo dijo. Aquí la única que no<br />

estaba enterada soy yo. Lo peor<br />

d<strong>el</strong> caso y eso si no creo que usted<br />

lo sepa, porque <strong>el</strong>la no se lo va a<br />

decir es que tiene un amante vulgar,<br />

un taxista, debo aclararle para<br />

que no me malinterprete, no tengo<br />

nada contra los taxistas, excepto<br />

que cobran mucho, se aprovechan<br />

de la client<strong>el</strong>a, hablan y hablan, son<br />

un caso, él que no le pone a uno<br />

un disco de canciones cristianas<br />

(canta una canción cristiana), habla<br />

de sus problemas con su mujer,<br />

la toman a una de su terapeuta. Y<br />

17


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

mire que yo he aprendido muchas<br />

cosas con usted, pero no tantas<br />

como para darle orientaciones a un<br />

taxista. (Pausa. Habla como niña<br />

chiqueada.)<br />

Usted me va a recriminar porque<br />

hablo de los taxistas de manera<br />

despectiva, lo siento y créame, <strong>el</strong><br />

problema no es que <strong>el</strong> fulano ese<br />

sea taxista, mesero o albañil, <strong>el</strong><br />

problema es que trata a Bety, no,<br />

perdón, rectifico (apaga <strong>el</strong> cigarro),<br />

la trataba como si fuera su carro<br />

de alquiler. (Pausa.) ¡Me explico,<br />

me explico! Se sube en <strong>el</strong>la cuando<br />

quiere y a veces, aunque usted<br />

no lo crea, quiere que otros clientes<br />

ocupen <strong>el</strong> lugar de atrás. (Habla<br />

como chiqueada.) No me haga esa<br />

cara doc., se lo juro.<br />

Usted sabe que yo nunca, nunca,<br />

nunca miento. (Pausa.) ¿Qué<br />

piensa doc? ¿Dígame qué piensa?<br />

Bueno, no me diga, yo le digo<br />

lo que pienso. ¿Pero ya se lo dije?<br />

¿Verdad?<br />

(Se levanta y camina hacia atrás<br />

d<strong>el</strong> escenario hace como si se pusiera<br />

algún saco o gabardina.)<br />

(Con una actitud totalmente diferente,<br />

y otro tono de voz llega al centro<br />

d<strong>el</strong> escenario. Trae un paraguas, se<br />

detiene, ve que no llueve, cierra <strong>el</strong><br />

paraguas.)<br />

Beatriz: Llevo una semana de maldición<br />

china, todo me sale mal, una<br />

cosa tras otra. Las compañeras d<strong>el</strong><br />

trabajo son unas pesadas, mi jefe<br />

un estúpido, estoy cansada y he<br />

subido de peso. Tengo que r<strong>el</strong>ajarme,<br />

debo respirar. (Respira, luego<br />

hace algunos ejercicios, que no corresponden<br />

al Yoga.) Estoy haciendo<br />

yoga y me siento mucho mejor.<br />

(Transición. Como si estuviera recitando.)<br />

Me gusta salir a caminar<br />

cuando llueve, sí, en plena lluvia,<br />

sentir <strong>el</strong> agua, sobre todo si estoy<br />

verdaderamente enfurecida; hoy<br />

lo estoy. (Camina por <strong>el</strong> escenario<br />

dando la vu<strong>el</strong>ta, como si tratara de<br />

calmarse. Saca una zanahoria imaginaria<br />

y la muerde.) (Vu<strong>el</strong>ve al tono<br />

poético.)<br />

18


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

A veces me alejo demasiado de<br />

la casa y de regreso tomo un taxi.<br />

(Transición.) Eso no es poético,<br />

más bien es patético (Pausa.) Así<br />

conocí a Berebundo, un hombre<br />

atractivo, rústico, sí, la palabra es<br />

rústico y primitivo, pero simpático,<br />

<strong>desde</strong> que subí a su taxi me hizo<br />

reír y yo eso lo agradezco mucho.<br />

Hace tiempo que perdí <strong>el</strong> sentido<br />

d<strong>el</strong> humor, ¿dónde lo dejé, no sé?<br />

Lo he buscado incesantemente.<br />

Pero lo perdí. Le juro que en mi<br />

casa no está, ahí menos que en<br />

ningún lado, pero en la oficina tampoco<br />

(transición), bueno, ese no es<br />

un buen lugar para guardar <strong>el</strong> sentido<br />

d<strong>el</strong> humor. Ni modo, no hay remedio,<br />

ya ni llorar es bueno, y reír<br />

tampoco porque lo perdí ¡Lo perdí,<br />

lo perdí! No estoy enojada. (Escupe<br />

lo que mastica de la zanahoria.) Así<br />

escupo yo. El gran error, no, mi gran<br />

error fue llevar a Bere, es más fácil<br />

decirle así, a la casa y acostarme<br />

en <strong>el</strong> sillón con él, primero porque<br />

ese maldito sillón es muy incomodo<br />

y viejo, todos los resortes se metían<br />

en mis huesos y luego porque no<br />

tardaron en aparecer, mis dos, mis<br />

dos, ¿cómo será bueno llamarlas?<br />

(Pausa.) ¿Gem<strong>el</strong>as? (Ríe.) No, hermanas,<br />

no, compañeras, no, bueno<br />

esa dos locas, estúpidas que no por<br />

gusto, sino porque así es la vida,<br />

forman parte de mi vida, y están<br />

siempre conmigo. (Pausa.) ¡Lola y<br />

Laura, taradas no hay a cual irle!<br />

(Transición.)<br />

Todavía no lo puedo creer. Desde<br />

<strong>el</strong> principio Lola se hacía presente<br />

y coqueteaba descarada y abiertamente,<br />

sin ningún recato, ni disimulo.<br />

Con <strong>el</strong> hombre llamado Berebundo,<br />

le preparaba botanitas y<br />

estupidez y media que yo no hago<br />

porque no soy así. ¡Desde luego<br />

que no! No soy sirvienta, ni esclava<br />

de los hombres ni sexual ni doméstica,<br />

y me chocan las pendejas que<br />

lo hacen. Dios mío, porque a mí no<br />

me hiciste fea como a <strong>el</strong>las. Porque<br />

lo bonito es lo bonito. Me daba<br />

cuenta, que muy a mi pesar, y por<br />

más esfuerzos que yo hacía, esa<br />

loca se hacía presente, cuando <strong>el</strong><br />

conchudo de Bere salía con: “Pre-<br />

19


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

párame algo de comer mi amor”.<br />

(Imitando a Berebundo.) “¿Qué<br />

te pasa Bety?, ayer eras otra.” ¡Y<br />

claro que era yo otra! “Estabas tan<br />

amable mamacita.” ¡Y sí! ¡Estaba<br />

muy, pero muy amable! Y <strong>el</strong> baboso<br />

seguía diciendo: “Me encanta cuando<br />

juegas conmigo, te vistes con<br />

mallas de tigresa, me enseñas las<br />

tetas y me bailas como si estuvieras<br />

en un tabledance”. ¿Quéééé?<br />

¿Cuándo hice eso? ¡Qué espanto,<br />

qué atrocidad! Hay momentos en<br />

que yo, no soy yo, sino Lola, la estúpida<br />

de Lola, la banal y superflua<br />

de Lola. (Pausa.) Mientras Bere me<br />

decía todas esas cosas, yo no hacía<br />

más que pensar: ¡Desgraciada<br />

inf<strong>el</strong>iz¡ (Saca un látigo imaginario,<br />

golpea con él varias veces.) ¡Yo la<br />

mato, la mato, no sabe con quién<br />

se metió! (Pausa.) ¡Y tenía que ser!<br />

Apareció Laura, con su cara de<br />

buena, con su tonito de voz pituda,<br />

con su saquito y me dijo: (con la<br />

voz de Laura) “No la puedes matar<br />

Bety, sabes que no puedes, no la<br />

puedes matar, no la puedes matar<br />

porque me matas a mí y de pasó<br />

a ti”. (Pausa.) Y no obstante tenía<br />

razón, yo seguía con esta maldita<br />

rabia (tono poético) que ni <strong>el</strong> agua<br />

de lluvia que me lava la cara, me<br />

puede quitar.<br />

Y entonces pensé. No puedo matar<br />

a Lola pero si puedo, claro que<br />

puedo matar a Berebundo. (Con <strong>el</strong><br />

látigo imaginario cruza la Z como <strong>el</strong><br />

Zorro.) (Camina hacia atrás d<strong>el</strong> escenario<br />

hace como si se quitara las<br />

botas se quita la gabardina. Como<br />

si pusiera una bata, y se amarra <strong>el</strong><br />

p<strong>el</strong>o en una cola de caballo.)<br />

Psicólogo: (Hace varios tics, nervioso.<br />

Luego respira.) Siéntese<br />

Laura, ¿es usted Laura? No es<br />

Laura, no, ya me di cuenta que trae<br />

sus mallas de tigresa. Pero hace un<br />

rato estaba aquí Laura. Vamos a ver<br />

Lola, qué la trae por estos andurriales,<br />

a qué debo <strong>el</strong> honor de sus visitas.<br />

(Pausa.) Cuénteme. Hábleme<br />

con toda confianza, ya sabe que a<br />

mí realmente me pagan por escuchar,<br />

en general es lo único que<br />

hago, escuchar y escuchar, y luego<br />

20


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

les digo que se acabó <strong>el</strong> tiempo, me<br />

levanto y me voy. Y si siguen hablando<br />

pues es su problema, a mí<br />

me vale. (Silencio. Hace un tic nervioso.<br />

Respira.) ¿No quiere hablar?<br />

¿Por qué no deja entonces salir a<br />

Laura para que yo hable con <strong>el</strong>la?<br />

No, verdad, a mí sólo me pagan por<br />

escuchar, bueno para que <strong>el</strong>la hable<br />

conmigo. (Se levanta y se quita<br />

la bata, con actitud muy sensual,<br />

habla con algún acento caribeño.)<br />

Lola: Usted me encanta, bueno,<br />

todos los hombres me rencantan,<br />

pero usted me atrae porque por<br />

más que me le aviento, no lo logro<br />

convencer y eso me encapricha.<br />

¿Le gusto doctor, dígame si le<br />

gusto? Véame bien aún estoy muy<br />

potable, ¿potable? ¡Qué tontería ni<br />

que fuera agua! Estoy bien, véame<br />

doctor, tóqueme, y sienta mi dureza.<br />

Guapo y reguapo. Como hoy<br />

he venido dispuesta a conquistarlo,<br />

preparé un numerito. ¡No se imagina!<br />

Estoy ensayando, quiero montar<br />

un espectáculo, afrocaribeño,<br />

con flores frutas y verduras. Así es<br />

que acomódese doc, voy a cantarle<br />

y bailarle. Usted me va a servir<br />

de termómetro, si se calienta vamos<br />

bien y si se enfría lo v<strong>el</strong>amos<br />

y lo entierro, no, no haga pucheros,<br />

usted lo entierra ¡No me mire así.<br />

Estoy muy entusiasmada con <strong>el</strong> espectáculo,<br />

y es que yo tengo además<br />

de este cuerpo y esta cara, dotes<br />

de cantante y bailarina (Canta y<br />

baila de manera muy sensual.) No<br />

se quede así, cierre la boca doctor.<br />

(Hace como si abrazara al doctor.)<br />

Lo voy a besar, lo voy a besar y no<br />

se resista, o sí, si quiere resístase,<br />

eso me enardece más. ¡Mucho<br />

más! Voy a ver cómo está <strong>el</strong> termómetro.<br />

(Hace como si él la estuviera<br />

abrazando.) Así, así. Vamos bien.<br />

¡Ya me di cuenta cochinón! Mente<br />

caliente todo se siente.<br />

Doctor: (El doctor se separa de <strong>el</strong>la<br />

y la tira, la ve en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o.) ¡ Dónde<br />

estás perro descalzo! (Hace varios<br />

tics. Respira.) ¡Levántese, levántese!<br />

No ve que hoy no vino a trapear<br />

la señora de la limpieza. (Pausa.)<br />

Además no me gusta humillar a las<br />

mujeres, y así, usted se ve muy hu-<br />

21


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

millada. ¿Se siente humillada? ¡Se<br />

ve humilladísima!<br />

Lola: (En <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o, arrastrándose.)<br />

Me importa un churro y dos líneas<br />

si me veo humillada, y no siento ni<br />

madres, no sea mamilongo doctorsongo,<br />

tómeme (Pausa.) ¿O es usted<br />

putiflais? (Ella baila.)<br />

Psicólogo: Lola usted es caliente,<br />

digo mi cliente, digo mi paciente,<br />

yo no soy caliente, ni su cliente, ni<br />

su paciente. ¿Si me entiende? Y si<br />

no me entiende no importa. ¡Párese<br />

ya y deje de bailar! (Él la mira<br />

como si <strong>el</strong>la se subiera al banco,<br />

él la detiene.) ¿Dónde estás perro<br />

descalzo? ¡Deje de hacer eso que<br />

me pone nervioso, no le basta con<br />

tener tanta desgraciada personalidad!<br />

¡Escúcheme bien Lola, Laura<br />

o como carajos se llame…! (Hace<br />

como si la levantara d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y la<br />

sacude por los hombros.) Escúcheme<br />

porque esta situación me tiene,<br />

me tiene, me tiene… ¿Dónde estás<br />

perro descalzo?<br />

Laura: (Subida en <strong>el</strong> banco.) ¿Doctor<br />

qué le pasa? ¡Me está lastimando!<br />

(Llora. Se mira asombrada la ropa y<br />

<strong>el</strong> peinado.) ¿Vino Lola? ¡No, no me<br />

conteste, no me conteste! Seguro y<br />

vino, mire estas fachas. Estaba yo<br />

diciéndole, le estaba… ¡Válgame la<br />

virgen ya se me olvido! ¿Qué le estaba<br />

diciendo? (Se recoge <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o.)<br />

Ah, sí, ya me acordé, le estaba diciendo<br />

que Bety, ¿no ha olvidado<br />

a Bety? ¡No, no me responda, no<br />

me responda! Yo sé que no la puede<br />

olvidar, porque la única vez que<br />

<strong>el</strong>la apareció por aquí le metió una<br />

cachetada. Ella a usted, no usted a<br />

<strong>el</strong>la. (Pausa.) Mire doc, yo lo aprecio,<br />

me cae muy bien porque usted<br />

fue quien descubrió en mí a Bety,<br />

antes, <strong>el</strong>la casi no salía. Pero a partir<br />

d<strong>el</strong> día ese en que le dio la cachetada,<br />

no me la puedo quitar de<br />

encima, así que no sé si me hizo un<br />

mal o un bien, ¿usted qué piensa?,<br />

no me responda, no me responda.<br />

(Pausa.) Me hizo un mal porque<br />

Bety, la malvada Bety, hizo algo terrible,<br />

terrible. (Pausa.) El problema<br />

no es lo que hizo sino las consecuencias<br />

que esto va a traer, porque<br />

22


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Lola y yo quedamos embarradas,<br />

manchadas. ¡Sí, no me diga nada,<br />

no me diga nada! Ambas tres, juntas<br />

a la vez, estamos manchadas. ¡De<br />

sangre, doctor! ¿Me comprende?,<br />

no se crea que estoy hablando en<br />

sentido figurado, es la puritita verdad.<br />

(Laura se agacha y se convierte<br />

en Beatriz.)<br />

Beatriz: ¿Qué fue lo que Laura le<br />

contó sobre mí? ¡Le exijo que me lo<br />

diga en este mismo momento! No va<br />

usted a creerle, ¿verdad? ¡No puede<br />

creerle! Laura pretende desaparecerme,<br />

sí, así como oye, piensa<br />

exterminarme y por eso me difama,<br />

nada de lo que <strong>el</strong>la dice sobre mí,<br />

es verdad. ¡Se lo juro! ¡Nada!, ¿me<br />

escuchó?, nada! Yo soy tranquila,<br />

muy tranquila y no sería capaz de<br />

asesinar a nadie, ni siquiera a Berebundo,<br />

que con ese nombre, la<br />

verdad, dan ganas de… asesinarlo.<br />

Lola: (Se para y se convierte en<br />

Lola.) Cómo les gusta complicarse<br />

la vida, monitas locas, las dos. Laura<br />

con sus nervios y Beatriz con sus<br />

c<strong>el</strong>os desfundados. Por eso yo sólo<br />

quiero ser f<strong>el</strong>iz. Doctor, creo que<br />

usted debe hacer algo y dejarme a<br />

mí como única dueña de este cuerpecito<br />

y no volver a admitir en este<br />

consultorio a esas dos mujeres locas.<br />

¡Dígame que sí doctor, dígame<br />

que sí! Mire, cuando yo me voy, a<br />

Laura le da la compulsión por comer<br />

y a la Beatriz por matar. (Pausa.)<br />

Así no se puede, de qué sirve<br />

que yo haga tanto ejercicio.<br />

Laura: Doctor, Beatriz es una asesina,<br />

una asesina, anoche cuando<br />

yo llegué <strong>el</strong>la estaba sobre un cuerpo<br />

dándole de puñaladas, yo no<br />

pude ver más y me desmayé. Doctor<br />

tiene que hacer algo, diga algo.<br />

¡No, no diga nada! Porque mejor le<br />

habla a la policía. ¡No, qué estoy diciendo¡<br />

¡A la policía no, no! Si <strong>el</strong>los<br />

se enteran nos van a extorsionar.<br />

¡Lo de la policía no, en nombre de<br />

la humanidad!<br />

Psicólogo: (Toma su bata.) Estoy a<br />

punto de volverme loco. No puedo<br />

más, no puedo más. Mi cabeza se<br />

23


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

siente flotando, como un globo de<br />

gas que no puedo alcanzar. (Hace<br />

como si tratara de alcanzar <strong>el</strong> globo<br />

imaginario, se lo amarra en la<br />

mano.) ¡Les exijo que no afloren ni<br />

invadan este espacio! Ni Laura ni<br />

Beatriz ni Lola existen ¡No existen!<br />

Así que no pretendan confundirme,<br />

ni a mí ni a mi globo. (Pausa.) Hoy<br />

he llegado de un congreso. (Pausa<br />

larga. Hace varios tics.) Ahí se habló<br />

durante treinta horas de la enfermedad<br />

mental de la personalidad<br />

múltiple y resulta, escúchenme<br />

bien, que todo es una gran, gran<br />

mentira, todo lo que se dijo durante<br />

años, no es verdad. ¡Así como ustedes<br />

lo oyen! ¿Me entienden? Según<br />

la mayoría de quienes participaron<br />

en ese maldito congreso de treinta<br />

malditas horas, esta enfermedad es<br />

provocada por los mismos psicoterapeutas,<br />

que pretendemos ayudar<br />

al paciente induciéndolo a que tome<br />

diferentes personalidades. (Pausa,<br />

camina tratando de convencerse.)<br />

Beatriz, Laura y Lola no existen. ¡No<br />

existen! Tú eres <strong>el</strong> único que existe,<br />

<strong>el</strong>las son una forma de defensa<br />

para diferentes problemas. Así es<br />

que a la basura todo. Hoy mismo<br />

me deshago de todos los vestuarios.<br />

Ni <strong>el</strong> numerito de Lola ni <strong>el</strong> taxista<br />

muerto de Beatriz, ¡nada, nada<br />

existe! No es verdad que yo tenga<br />

muchas personalidades. (Pausa.)<br />

Sólo ésta: la de terapeuta gordo. Sí,<br />

sólo ésta, un pobre terapeuta que<br />

todos los días atiende a un gran<br />

número de pacientes desequilibrados<br />

y desequilibradas (pausa) y, por<br />

cierto, debo aclarar que no soy <strong>el</strong><br />

doctor González sino la doctora Argente.<br />

(Se levanta y habla como argentina.)<br />

Mira, la hora de mi pastilla<br />

y yo tengo que atender a una serie<br />

de pacientes. Debo ir a mi cuarto a<br />

descansar. Es la enfermera que viene<br />

por mí. Vení, pebeta, vení... es<br />

una perra.<br />

(Canta <strong>el</strong> tango d<strong>el</strong> perro descalzo.)<br />

24


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Dónde estás perro descalzo<br />

Qué no te puedo encontra<br />

Te han llevado a la perrer<br />

Y vos no podés ladrar<br />

Te vi muy triste esa noche<br />

Y no te volví a mira<br />

Si alguien sabe de ese perro<br />

Regrés<strong>el</strong>o por piedad<br />

Perro, perro descalzo<br />

Dónde, dónde, dónde estás<br />

Perro, perro descalzo<br />

No puedo vivir en paz<br />

Dónde estás perro descalzo<br />

Nunca te podré olvidar<br />

Que se pierda mi marido<br />

Pero tú jamás, jamás<br />

Oscuro final<br />

25


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

A medias tintas<br />

La agonía y <strong>el</strong> sangrar de la conciencia<br />

Katia Itz<strong>el</strong> Flores Carrasco*<br />

Madre Coraje y sus hijos es una<br />

obra d<strong>el</strong> dramaturgo Bertolt<br />

Brecht, cuya primera representación<br />

fue <strong>el</strong> 19 de abril de 1941 en<br />

Zúrich. Tiene lugar en <strong>el</strong> siglo XVII<br />

durante la llamada “Guerra de los<br />

treinta años”, mediante esto se ilustran<br />

diversas desgracias que ocurren<br />

durante las guerras.<br />

La obra se sitúa en la Revolución<br />

Mexicana, donde se reflejan las<br />

problemáticas actuales que parecen<br />

tener diversas similitudes<br />

con las anteriores. Es bien sabido<br />

que, las revoluciones son acciones<br />

que se llevan a cabo debido a<br />

distintas circunstancias o causas<br />

que ocasionan un descontento en<br />

la sociedad.<br />

Pero ¿realmente es necesario llegar<br />

a las revoluciones o guerras<br />

* Alumna d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Sur, grupo 322.<br />

27


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

para poder expresar las ideas o<br />

realizar las acciones correctas?<br />

Esto es algo que nos tenemos que<br />

cuestionar día a día y analizar lo<br />

ocurrido tanto anteriormente como<br />

en la actualidad.<br />

En la obra, no sólo se cuestionan<br />

las guerras, también la sociedad<br />

debido a la falta de valor para expresar<br />

lo que se quiere y piensa<br />

ante las diversas situaciones que<br />

llegan a ocurrir durante las mismas.<br />

Igualmente se critica lo que ocurre<br />

actualmente, tanto en Ayotzinapa<br />

como en todo México, pero sobre<br />

todo d<strong>el</strong> actual presidente Enrique<br />

Peña Nieto, debido a la ignorancia,<br />

incapacidad para gobernar así<br />

como cada acción sucedida durante<br />

su gobierno.<br />

Madre Coraje (Alejandra Ley), es<br />

una vendedora ambulante que<br />

posee una carreta con diversos<br />

artículos, es un personaje de carácter<br />

fuerte y decidido respecto<br />

a las problemáticas que surgen a<br />

lo largo de la obra. Tiene tres hijos,<br />

Elifgardo (Emmanu<strong>el</strong> Cortés),<br />

Oaxaca (Alberto Carlos López)<br />

y Catalina (Alondra Hidalgo), a<br />

quienes protege por sobre todas<br />

las cosas.<br />

A pesar d<strong>el</strong> carácter que posee, tiene<br />

un lado emocional con respecto<br />

a lo que ocurre con sus hijos, ya<br />

que éstos mueren y <strong>el</strong>la se queda<br />

sola condenada a seguir en lo mismo<br />

por <strong>el</strong> resto de su vida.<br />

Los distintos personajes tienen importancia<br />

durante la representación,<br />

la soldadera (Joana Camacho,<br />

con pap<strong>el</strong>es misc<strong>el</strong>áneos –mujer<br />

herida y Ad<strong>el</strong>ita), quien es una mujer<br />

imponente ante <strong>el</strong> resto de las<br />

personas, sargento (Rodrigo Murray,<br />

con pap<strong>el</strong>es misc<strong>el</strong>áneos –reportero<br />

y coron<strong>el</strong> Guardado), es un<br />

hombre con actitud de superioridad<br />

por pertenecer al ejército, cocinero<br />

(Eugenio Bartilotti, con pap<strong>el</strong> misc<strong>el</strong>áneo<br />

–padre campesino), quien<br />

en <strong>el</strong> pasado mantuvo un romance<br />

con Yvette Puttie (Lorena Martínez,<br />

con pap<strong>el</strong>es misc<strong>el</strong>áneos –Ad<strong>el</strong>ita y<br />

28


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

mujer herida), quien es una prostituta<br />

francesa a quien le interesa su<br />

físico, viejo sargento (Larissa Urbina,<br />

con pap<strong>el</strong>es misc<strong>el</strong>áneos –Ad<strong>el</strong>ita<br />

y madre campesina), prometido<br />

de Yvette Puttie, maestro de ceremonias<br />

(Artús Chávez, con pap<strong>el</strong>es<br />

misc<strong>el</strong>áneos –general, <strong>el</strong> tuerto<br />

y soldado carrancista), es quien<br />

agrega parte d<strong>el</strong> humor durante la<br />

obra, y <strong>el</strong> soldado yanqui (Omar<br />

Saavedra, con pap<strong>el</strong>es misc<strong>el</strong>áneos<br />

–soldado carrancista y joven<br />

campesino),es un gringo que gusta<br />

de dar órdenes.<br />

La obra se adaptó y fue dirigida por<br />

Iona Weissberg y Aline de la Cruz,<br />

traducida por Juan Alberto Alejos.<br />

La obra me pareció específicamente<br />

de gran importancia, debido<br />

a que lo ocurrido durante las guerras<br />

anteriormente no está lejano<br />

a la actualidad, vivimos bajo la represión<br />

d<strong>el</strong> gobierno, pero no deja<br />

de lado la importancia que tiene <strong>el</strong><br />

pueblo sobre las acciones ya que<br />

se deja influenciar e intimidar por<br />

los gobernantes.<br />

En <strong>el</strong> transcurso de la obra se realizaron<br />

musicales con los diferentes<br />

personajes, la música, dirigida por<br />

Mario Santos, fue original y rítmica<br />

con instrumentos como acordeón,<br />

contrabajo, percusiones, trompeta<br />

y guitarra acústica.<br />

El vocabulario utilizado durante la<br />

obra fue entendible, palabras altisonantes<br />

y frases coloquiales<br />

formaron parte de los diálogos de<br />

acuerdo al contexto pero de forma<br />

apropiada.<br />

El volumen utilizado permitió que<br />

<strong>el</strong> público asistente pudiera escuchar<br />

con claridad a pesar de las<br />

diversas modificaciones en <strong>el</strong> tono<br />

dependiendo de lo que se quería<br />

expresar.<br />

Los efectos constaron de la utilización<br />

de juegos de luces claras a lo<br />

largo de la obra, rojas durante las<br />

situaciones trágicas y una variedad<br />

durante los musicales.<br />

Durante la obra se encontró como<br />

29


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

escenografía la carreta de Madre<br />

coraje con artículos como ropa, sillas,<br />

vasos, focos, garrafones, trastos,<br />

entre otros. También se utilizaron<br />

una casa de campaña hecha de<br />

lonas, una pequeña iglesia, una cabaña,<br />

mesa, sillas, en <strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong><br />

escenario había un t<strong>el</strong>ón de tono<br />

lila con transparencia que permitía<br />

la vista hacia los músicos. Igualmente<br />

<strong>el</strong> t<strong>el</strong>ón de la parte frontal d<strong>el</strong><br />

escenario tenía transparencia, con<br />

tonalidad amarilla y tenía <strong>el</strong> titulo de<br />

la obra y dramaturgo.<br />

Por lo anteriormente descrito recomiendo<br />

ésta obra al público en general<br />

para ampliar <strong>el</strong> panorama con<br />

respecto a lo que está ocurriendo<br />

en la actualidad.<br />

30


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Madre coraje y sus hijos<br />

Paulina Nundehui Cortés López*<br />

El <strong>teatro</strong> es poesía<br />

que sale d<strong>el</strong> libro<br />

para hacerse humana<br />

Federico García Lorca<br />

Es bien sabido que la época revolucionaria<br />

marcó una era de<br />

cambio d<strong>el</strong> país, fue <strong>el</strong> trance de<br />

dictadura a democracia, ésta construyó<br />

uno de los mayores cimientos<br />

d<strong>el</strong> México que conocemos hoy,<br />

por ende la revolución fue muestra<br />

impecable de la libertad que buscaban<br />

los mexicanos en 1910.<br />

Iona Weissberg y Aline de la Cruz en<br />

Madre coraje y sus hijos (obra original<br />

de Bertolt Brecht), nos incitan<br />

a despertar nuestro interés hacia la<br />

rama d<strong>el</strong> arte que representa historias<br />

frente a una audiencia: <strong>el</strong> <strong>teatro</strong>.<br />

Al llegar a la sala presenciamos<br />

<strong>el</strong> contacto de los actores con su<br />

público, Oaxaca (Alberto López)<br />

y Elifgardo (Emanu<strong>el</strong> Cortés) vende<br />

dulces a 40 centavos de dólar,<br />

mientras que Joana Camacho en<br />

su pap<strong>el</strong> de soldadera se preocupa<br />

por reclutar hombres para Rodrigo<br />

Murray en la representación de un<br />

sargento.<br />

La música en vivo; <strong>el</strong> acordeón,<br />

<strong>el</strong> contrabajo, las percusiones, la<br />

trompeta y guitarra acústica, así<br />

como la iluminación, <strong>el</strong> vestuario y<br />

<strong>el</strong> escenario hacen a la obra más<br />

emb<strong>el</strong>esante y atractiva para <strong>el</strong><br />

espectador. En todo momento nos<br />

sentimos a mitad d<strong>el</strong> campo de batalla;<br />

<strong>el</strong> vestuario es un rasgo que<br />

permite identificar la clase social de<br />

* Alumna d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Sur, grupo 322.<br />

31


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

La obra aborda la crisis económica<br />

que vive una madre durante <strong>el</strong><br />

tiempo revolucionario, la puesta en<br />

escena nos transporta al norte d<strong>el</strong><br />

país, donde la protagonista, Madre<br />

Coraje, es una mujer sencilla que<br />

viste ropa humilde y huaraches,<br />

es interpretada por Alejandra Ley,<br />

<strong>el</strong>la se gana la vida haciendo negocio<br />

durante la revu<strong>el</strong>ta, posee<br />

una carreta en la que <strong>el</strong> comprador<br />

encuentra cualquier menester<br />

y Madre Coraje lo vende al mejor<br />

precio.<br />

cada personaje, no es lo mismo ver<br />

<strong>el</strong> atuendo de Catalina, una chica<br />

sencilla, con un vestido desgastado<br />

de color verde (Alondra Hidalgo)<br />

que <strong>el</strong> de Yvette Puttie (Lorena Martínez)<br />

una chica con descendencia<br />

francesa que portaba más de un<br />

atuendo a lo largo de la función,<br />

esto nos dice que, <strong>desde</strong> entonces,<br />

la sociedad se encontraba terriblemente<br />

desencantada.<br />

La escenografía consta de una carreta,<br />

un campamento militar, mesas,<br />

sillas, una iglesia, una cocina<br />

perteneciente a Eugenio Bartilotti,<br />

<strong>el</strong> cocinero d<strong>el</strong> regimiento, una escalera,<br />

un cañón y una pequeña<br />

choza que se vislumbra al final de<br />

la realización.<br />

Todos los actores interpretan a uno<br />

o más personajes, a excepción de<br />

Coraje y Catalina. Al desarrollarse<br />

la obra aparecen actores secundarios,<br />

como: Omar Saavedra que<br />

interpreta a un soldado yaqui y Larissa<br />

Urbina, que es Ad<strong>el</strong>ita.<br />

Madre Coraje recibe <strong>el</strong> seudónimo<br />

de “Coraje” debido a que es una<br />

mujer valiente, se cuenta que en un<br />

fuego cruzado <strong>el</strong>la corría para salvar<br />

su vida, mientras no perdía la<br />

oportunidad de vender sus mante-<br />

32


les y al final ni <strong>el</strong>la ni ningún mant<strong>el</strong><br />

sufrió un impacto de bala.<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

El lenguaje, la dicción y <strong>el</strong> volumen<br />

de la voz de los actores adentra al<br />

público a la obra, la mayor parte de<br />

ésta, utiliza un lenguaje coloquial<br />

(salvo las apariciones de Rodrigo<br />

Murray, él habla retóricamente con<br />

estructura de verso y prosa), un<br />

lenguaje digno de esos tiempos,<br />

también se hace uso de groserías<br />

en momentos precisos, lo que hace<br />

que nos sintamos familiarizados<br />

con la obra, más en casa.<br />

Además de ser innovadora, la obra<br />

cuenta con un toque humorístico<br />

que mantiene a la audiencia perpleja<br />

y divertida ante los actos. A<br />

pesar se centrarse en un solo tema,<br />

durante sus doce escenas que integran<br />

dos actos, podemos escuchar<br />

al maestro de ceremonias:<br />

Artús Chávez hablando de acontecimientos<br />

actuales en México,<br />

como los 43 estudiantes desaparecidos<br />

de Ayotzinapa, <strong>el</strong> “extenso”<br />

conocimiento literario de nuestro<br />

presidente o la matanza de Tlataya,<br />

esto nos evoca que no importa<br />

cuánto tiempo haya pasado, no hay<br />

cambio significativo de la sociedad<br />

de ese entonces a la sociedad que<br />

conformamos ahora. Artús se convirtió<br />

en mi actor predilecto.<br />

Madre Coraje y sus hijos narra la<br />

historia de una madre que a lo largo<br />

de la revolución pierde a sus tres<br />

hijos y que día a día experimenta<br />

la cru<strong>el</strong>dad de una guerra, situación<br />

que le hace ir reconociendo <strong>el</strong> amor<br />

que le tiene a sus hijos y las agallas<br />

que posee para subsistir ante una<br />

revolución; la función resalta los valores<br />

de valentía y coraje, es una<br />

obra que además de ser humorística,<br />

nos da enormes lecciones de<br />

nuestro pasado como mexicanos.<br />

33


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Nada ha cambiado<br />

Elizabeth Saraí Domínguez Barrera*<br />

Una obra de <strong>teatro</strong> sorprendente,<br />

renovadora, d<strong>el</strong>iciosa y humorística,<br />

es como se describe Madre<br />

Coraje y sus hijosde Bertolt Brecht,<br />

donde su directora IonaWeissberg<br />

y Aline de la Cruz demuestran su<br />

capacidad de llevar la obra a otros<br />

límites y nos plantean un contexto<br />

de la revolución mexicana donde<br />

hacen alusión a temas polémicos<br />

de hoy en día, demostrando con<br />

dolor que no es casi nada lo que<br />

hemos cambiado.<br />

En Madre Coraje podemos apreciar<br />

10 actos y 25 escenas con un trabajo<br />

impecable y estupendo. Donde<br />

vestuarios y escenografía nos<br />

hacen adentrarnos más a la época.<br />

Cada actor despierta en cada asis-<br />

* Alumna d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Sur, grupo 322.<br />

tente un sentimiento distinto, pero<br />

todos con un toque común, todos<br />

tienen un típico molde de mexicanos,<br />

pero claro <strong>el</strong> personaje no será<br />

la imitación tal cual, todos los personajes<br />

innovan, recrean al estereotipo<br />

mexicano. Y además de apreciar<br />

a los actores cantando, podemos<br />

d<strong>el</strong>eitarnos con estupendo músicos<br />

que llevan a nuestros oídos música<br />

en vivo de distintos géneros, como<br />

corridos y rancheros que son muy<br />

característicos de México.<br />

34


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

La obra es humorística en la mayor<br />

parte. Y juega con los espectadores<br />

en más de dos ocasiones, interactuando<br />

con nosotros, nos hace sentir<br />

parte de la obra. El lenguaje que<br />

se ocupa en la obra es d<strong>el</strong> tiempo<br />

de la revolución mexicana con un<br />

toque actual. La obra nos habla de<br />

una familia que pasa de un lugar a<br />

otro por la guerra, por la revolución<br />

mexicana. Son tres hijos, los cuales<br />

son arrebatados de su madre dejándole<br />

un gran dolor y sola.<br />

Antes de dar inicio,Madre Coraje<br />

despierta muy buenas expectativas,<br />

jugando con nosotros los espectadores<br />

con personajes de determinados<br />

actores, donde todo es inesperado.<br />

Al dar inicioMadre Coraje<br />

tenemos una explicación de la época<br />

por <strong>el</strong> actor Artús Chávez, quien<br />

es en ese momento <strong>el</strong> maestro de<br />

ceremonias que durante la obra<br />

nos demuestra que es un gran actor,<br />

comprometido con lo que hace,<br />

porque además de representar al<br />

maestro de ceremonias interpreta 7<br />

pap<strong>el</strong>es más en la obra, donde podemos<br />

apreciar su originalidad para<br />

representarlos, sin confundirse. Y<br />

así como Artús nos demuestra su<br />

eficacia, apreciamos a 8 actores<br />

más que nos presentan más de 3<br />

personajes, cada personaje con un<br />

vestuario.<br />

En <strong>el</strong> vestuario podemos establecer<br />

<strong>el</strong> gran trabajo d<strong>el</strong> diseñador Emilio<br />

Rebollar, que con cada personaje<br />

supo lucir y, más que lucirlo, nos<br />

hizo enamorarnos de los vestidos<br />

que usaron las Ad<strong>el</strong>itas y Puttie,<br />

nos enseñó lo b<strong>el</strong>lo de los vestidos<br />

mexicanos y lo significativo de cada<br />

pieza. En <strong>el</strong> vestido de las Ad<strong>el</strong>itas<br />

podemos d<strong>el</strong>eitarnos con la combinación<br />

blanco y azul con <strong>el</strong> típico<br />

vestido d<strong>el</strong> folclore mexicano. Y<br />

con <strong>el</strong> vestuario de la intrépida Yvette<br />

Puttie nos enseña la sensualidad<br />

d<strong>el</strong> personaje y la moda de<br />

Francia. Emilio, junto con Rog<strong>el</strong>io<br />

Valdés que es <strong>el</strong> diseñador gráfico,<br />

nos demostraron su amor por <strong>el</strong> diseño<br />

de la escenografía, que es un<br />

factor muy importante en la obra, y<br />

también podemos apreciar una ilu-<br />

35


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

minación bastante eficaz y una producción<br />

exc<strong>el</strong>ente.<br />

Regresando al inicio, los actores<br />

empiezan con un musical respecto<br />

al nombre de la obra, y de fondo la<br />

carreta de Madre Coraje, que es tan<br />

característico de la obra, un artefacto<br />

utilizado a la perfección, cuya<br />

carreta era <strong>el</strong> negocio, sustento y<br />

casa de la familia de Ana Fierling.<br />

Al principio nos encontramos en escena<br />

con unos militares que buscan<br />

reclutar a jóvenes para la revolución,<br />

y quieren llevarse al hijo mayor,<br />

y lo logran. Madre Coraje nos<br />

muestra <strong>el</strong> gran dolor que siente,<br />

porque sabe que llevarlo a la guerra<br />

es llevarlo a la muerte. Con <strong>el</strong> dolor<br />

en su corazón tiene que seguir viajando<br />

para poder vender y darle de<br />

comer a sus hijos. Al transcurrir la<br />

obra nos encontramos con romance,<br />

musicales y una serie de transcursos<br />

muy peculiares y divertidos.<br />

Al ir conociendo más personajes, la<br />

obra te envu<strong>el</strong>ve cada vez más.<br />

Oaxaca, hijo de Madre Coraje,<br />

guarda dinero, pero se da cuenta<br />

que ya no es seguro que esté más<br />

en la carreta, así que decide irlo a<br />

enterrar por un río, pero un militar<br />

lo escucha y se va tras de él y trata<br />

de negociar su vida por <strong>el</strong> dinero<br />

de la caja, entonces la caja se ha<br />

caído al río, así que Puttie les presta,<br />

pero no creen que sea suficiente<br />

y lo mata, y llega <strong>el</strong> momento que<br />

Madre Coraje tiene que reconocer<br />

a su hijo, pero le advierte <strong>el</strong> reportero<br />

que si lo hace hay muerte segura<br />

para todos, así que se llena de<br />

valor y no lo reconoce. Al pasar los<br />

días, se dice que según ya hay paz,<br />

y agarran a Elifgardo, hijo mayor de<br />

Madre Coraje, y lo matan, aunque<br />

le dan la oportunidad de irse a despedir<br />

de su madre, pero al llegar no<br />

estaba y murió sin verla.<br />

Madre Coraje sigue ad<strong>el</strong>ante con<br />

su hija Catalina y en un momento<br />

tiene que dejarla sola para ir a vender,<br />

en ese momento llegan militares,<br />

porque van a matar a Emiliano,<br />

<strong>el</strong>la se arma de valor y se sube<br />

a una choza y toca con su tambor<br />

36


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

para poder avisar que lo iban a matar,<br />

y los militares al ver la reacción<br />

de Catalina la matan, y al llegar su<br />

madre le cantan una canción que te<br />

rompe <strong>el</strong> alma, y tiene que huir con<br />

su carreta, y así sola tendrá que seguir<br />

en la guerra, con solo su carreta<br />

que vio tantas alegrías y tantas<br />

tristezas.<br />

Todos los personajes de la obra<br />

son asombrosos cada uno te deja<br />

un mensaje, un mensaje que podemos<br />

llevara cabo en la vida cotidiana.<br />

Personajes que se destacan de<br />

otros dependiendo d<strong>el</strong> espectador,<br />

pero creo que como espectadora<br />

quedé d<strong>el</strong>eitada por <strong>el</strong> gran trabajo<br />

de Alondra Hidalgo, cuyo personaje<br />

era Catalina, hija d<strong>el</strong> personaje<br />

principal, porque a pesar de que<br />

era muda, sus expresiones hablaban,<br />

te gritaban, te enseñaban lo<br />

que estaba sintiendo, si estaba f<strong>el</strong>iz,<br />

triste, enojada y sin poder decir<br />

ni una palabra en ningún momento,<br />

su personaje estuvo fenomenal.<br />

Madre Coraje juega con la situación<br />

que está viviendo México, a pesar<br />

de ser una obra con humor nos deja<br />

un gran mensaje y nos enseña porqué<br />

la obra lleva tal nombre, nosotros<br />

debemos tener <strong>el</strong> coraje que<br />

tienen las madres al momento en<br />

que gracias a la guerra le quitan lo<br />

que aman sobre todas la cosas, les<br />

quitan a sus hijos, y no por un momento:<br />

les arrebatan la vida; Ana<br />

Fierling y la obra nos enseñan eso,<br />

hay que tener coraje para expresar<br />

lo que sentimos cuando tengamos<br />

la oportunidad, hay que estar furiosos<br />

sin nos quitan algo al pueblo y<br />

nadie más que al pueblo. Reconoce<br />

que la corrupción está cada vez<br />

peor que en la revolución mexicana,<br />

no ha habido un cambio significativo<br />

en México y, si contamos,<br />

han pasado décadas <strong>desde</strong> que la<br />

revolución acabó y seguimos siendo<br />

conformistas.<br />

El espectador adora la obra, aplauden<br />

al quedar fascinados por <strong>el</strong><br />

gran trabajo de adaptación y traducción,<br />

porque una adaptación y<br />

una traducción no es nada fácil, ni<br />

37


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

mucho menos un cambio tan drástico<br />

de Alemania a México, <strong>el</strong> trabajo<br />

logrado por actores, músicos,<br />

productores, diseñadores, los de<br />

iluminación, escenografía, vestuario,<br />

quedan asombrados por <strong>el</strong> gran<br />

trabajo de equipo de todos.<br />

Madre Coraje no es una obra cualquiera,<br />

es una obra con todos los<br />

puntos a favor para que te diviertas<br />

y obtengas un gran mensaje de<br />

toda la situación actual en México.<br />

38


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Medea, de Eurípides<br />

José de Jesús Arista Acosta*<br />

Anécdota<br />

Jasón, <strong>el</strong> esposo de Medea, se<br />

va a casar con la princesa de<br />

Corinto, lo que ocasiona furia, rencor<br />

y <strong>el</strong> enojo de Medea.<br />

Creón, rey de Corinto, es quien organiza<br />

la boda de su hija, pero teme<br />

que Medea, mujer sabia y hábil, se<br />

vengue de todos, así que ordena su<br />

destierro inmediato.<br />

Medea fingiéndose sumisa pide un<br />

solo día de plazo para ser desterrada,<br />

en es tiempo trama todo un<br />

plan para deshacerse de la hija de<br />

Creón; <strong>el</strong> plan consiste en regalarle<br />

unos dones nupciales, que estarán<br />

hechizados para matarla, parte d<strong>el</strong><br />

maléfico plan es matar a sus pro-<br />

pios hijos para que Jasón pague<br />

todo lo que ha hecho, y por último<br />

salir d<strong>el</strong> país.<br />

Todo su plan se lleva a cabo al pie<br />

de la letra, terminando la obra con<br />

Medea subiéndose al carro que la<br />

llevará con Egeo, con quien ya tenía<br />

pactada su huida, teniendo un<br />

último encuentro con Jasón, donde<br />

ambos se culpan por todo lo suce-<br />

* Alumno d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Vallejo, grupo 601.<br />

39


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

como una r<strong>el</strong>ación autodestructiva<br />

de una pareja que nunca debió casarse,<br />

ya que estaban destinados<br />

al fracaso.<br />

Género<br />

dido, después de la discusión ambos<br />

se alejan d<strong>el</strong> lugar.<br />

Conflicto<br />

Se da entre Medea, la protagonista,<br />

y Jasón, <strong>el</strong> antagonista, ya que<br />

tienen una perspectiva diferente<br />

de las decisiones que toman uno y<br />

otro, porque él la dejó para casarse<br />

con otra mujer, para tener una<br />

mejor posición económica y poder<br />

darles una mejor calidad de vida<br />

a sus hijos, pero Medea se venga<br />

matando a sus hijos y a la futura<br />

esposa de Jasón.<br />

Esta situación se puede interpretar<br />

Esta obra es una tragedia por <strong>el</strong><br />

tono serio, tenso y maléfico en que<br />

se cuenta la historia; aparte tiene<br />

otros aspectos o características<br />

d<strong>el</strong> género tragedia, por ejemplo, <strong>el</strong><br />

personaje principal está destinado<br />

a que le suceda lo que ya está previsto,<br />

habla sobre ciudades y dioses<br />

griegos, y otro punto importante es<br />

que <strong>el</strong> autor de esta obra es uno de<br />

los escritores trágicos más conocidos<br />

hasta la época actual.<br />

Personajes<br />

Medea: es la protagonista de la<br />

obra, es una mujer de tez blanca,<br />

de carácter muy fuerte y trastornada<br />

mentalmente, que demuestra y<br />

quiere dar a conocer cuánto detesta<br />

a su marido, psicológicamente<br />

es muy p<strong>el</strong>igrosa, ya que guarda<br />

40


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

un gran odio hacia su ex esposo y<br />

todo lo que provenga de él; fue capaz<br />

de matar a sus propios hijos y<br />

a la nueva esposa de Jasón, por lo<br />

mal que está; es una persona muy<br />

necia, porque cuando le surge una<br />

idea no acepta opiniones de nadie.<br />

Económicamente no tenía carencias,<br />

porque en Corinto su ex marido<br />

le da una buena vida. Medea<br />

hace un pacto con Egeo para no<br />

quedar desamparada si saliera de<br />

ese reino, por otra parte, no trabaja,<br />

tiene servidumbre y tiene demasiado<br />

tiempo libre para idear y tramar<br />

todo lo que hace.<br />

Jasón: Es <strong>el</strong> antagonista de la obra,<br />

se representa como un convenenciero<br />

e interesado que sólo busca<br />

la satisfacción económica, esto se<br />

demuestra cuando deja a Medea<br />

por la princesa de Corinto sólo por<br />

dinero. También da la impresión de<br />

ser un cobarde por cómo se desenvu<strong>el</strong>ve<br />

en la historia; económicamente<br />

está bien, pero ambiciona<br />

mucho más, ya que se casará con<br />

la hija d<strong>el</strong> rey.<br />

Creón, rey de Corinto: imponente,<br />

grande, poderoso, tiene la ambición<br />

de que su hija se case con Jasón,<br />

por lo que destierra a Medea; <strong>el</strong><br />

amor de padre que tiene hacia su<br />

hija no tiene límites, ya que muere<br />

envenenado cuando él la toca; económicamente<br />

tiene mucho dinero.<br />

Nodriza y Ayo: Son una anciana y<br />

un anciano que ayudan Medea con<br />

sus hijos; <strong>el</strong>los los cuidan, son personas<br />

humildes y de buen corazón,<br />

porque sólo buscan <strong>el</strong> bien de los<br />

niños y su madre; tienen que trabajar<br />

sirviendo a Medea porque necesitan<br />

sobrevivir.<br />

41


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Egeo, rey de Atenas: Un hombre<br />

poderoso, joven, con barba, con<br />

mucho dinero, cuyo deseo es tener<br />

hijos, por lo que pacta ayudar<br />

a Medea cuando ésta sea desterrada,<br />

con la condición de que <strong>el</strong>la le<br />

ayude a engendrar a los niños que<br />

desea.<br />

Coro de mujeres: intentan aconsejar<br />

a Medea para que no cometa<br />

errores con sus hijos, dando a entender<br />

que la parecían, pero ésta<br />

nunca los escucha, y <strong>el</strong> rencor y <strong>el</strong><br />

odio la superan.<br />

Contexto<br />

La época que se representa es la<br />

Grecia antigua, entre los siglos VI<br />

a IV a. de C. Se mencionan algunos<br />

dioses griegos, hay coro, las<br />

clases sociales que se muestran<br />

en esta obra son reyes, princesas<br />

y servidumbre, aunque la historia<br />

gira en torno a la clase alta; <strong>el</strong><br />

momento histórico es la sociedad<br />

h<strong>el</strong>enística, donde los griegos generaban<br />

conocimiento mediante la<br />

contemplación, la filosofía y la poesía;<br />

su democracia sólo se basaba<br />

en pobres y ricos; cabe mencionar<br />

que esta obra es escrita por Eurípides,<br />

uno de los tres grandes poetas<br />

trágicos, junto con Sófocles y<br />

Esquilo, y fue escrita exactamente<br />

en <strong>el</strong> año 431 a. de C.<br />

Tema<br />

Hay temas como la soberbia, la intolerancia<br />

y los c<strong>el</strong>os, pero <strong>el</strong> tema<br />

principal son las r<strong>el</strong>aciones autodestructivas,<br />

porque básicamente<br />

toda la obra se basa en <strong>el</strong>las para<br />

que ocurra la tragedia.<br />

Tiempo<br />

Esta historia se lleva a cabo en un<br />

solo día, <strong>desde</strong> lo que cuenta la nodriza,<br />

<strong>el</strong> destierro, <strong>el</strong> encuentro con<br />

Egeo, la matanza de la princesa, <strong>el</strong><br />

rey y los niños, y las discusiones<br />

con Jasón; todo transcurre en sólo<br />

24 horas.<br />

42


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Lisistrata, de Aristófanes<br />

Isaac Aarón Pérez Juárez*<br />

Si a la comedia griega nos referimos,<br />

este género en particular<br />

está estrechamente r<strong>el</strong>acionado<br />

con la tragedia, principalmente al<br />

pertenecer a la misma época tienen<br />

una considerable cantidad de similitudes,<br />

que si en ocasiones no suman<br />

una mayor importancia dentro<br />

de las historias son, sin embargo,<br />

detalles que se pueden considerar<br />

para la comprensión de la estructura<br />

de los mismos. Así, pues, tales<br />

son los casos de que en su mayoría<br />

<strong>el</strong> prólogo es la manera en que<br />

inicia la obra, le siguen los párodos<br />

(o entrada d<strong>el</strong> coro). También<br />

tienen algunas singularidades en<br />

su interpretación, tales como romper<br />

lo que muchos denominan “la<br />

cuarta dimensión”, 1 la cual consiste<br />

1 En realidad se denomina: “cuarta pared”,<br />

que sería la franja “invisible” que separa a los<br />

en salir fuera d<strong>el</strong> espacio escénico<br />

para la interacción con <strong>el</strong> público. El<br />

personaje principal no es un héroe<br />

de mito sino un héroe d<strong>el</strong> pueblo, o<br />

trabajador, que generalmente parodia<br />

a los grandes o antiguos guerreros,<br />

además de que en general<br />

son usados festines o fiestas para<br />

terminar la obra. A diferencia de la<br />

tragedia, que podría considerarse<br />

como un acto serio, la comedia es<br />

lo opuesto a ésta, que va de lo cóactores<br />

d<strong>el</strong> público.<br />

* Alumno d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Vallejo, grupo 601.<br />

43


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

mico a lo absurdo donde, por cierto,<br />

usar <strong>el</strong>ementos fantásticos u obscenos<br />

tiene un pap<strong>el</strong> verdaderamente<br />

considerable para su <strong>el</strong>aboración.<br />

Si hablamos de los mayores representantes<br />

de la comedia griega,<br />

nos encontramos desgraciadamente<br />

muy limitados, al considerar sólo<br />

a este género se puede mencionar<br />

a Cratino, Ferécrates, Eupolis y,<br />

aparentemente al más representativo,<br />

Aristófanes, ya que es de este<br />

último de quien se han encontrado<br />

más obras teatrales, siendo once<br />

las que se han recuperado de él.<br />

Aristófanes era un hombre que, por<br />

lo que se ha podido rescatar de si<br />

vida, se sabe estuvo muy r<strong>el</strong>acionado<br />

con <strong>el</strong> mundo político y literario<br />

de su época. Siendo a su vez un<br />

defensor de los viejos ideales de su<br />

región, haciendo burla y rechazando<br />

nuevos movimientos sociales,<br />

así como la desigualdad cotidiana,<br />

es como se presenta hacia nosotros<br />

en todas sus obras, y Lisistrata<br />

es un buen ejemplo de la mayor<br />

parte de los <strong>el</strong>ementos usados por<br />

él. Si hablamos de su sentido d<strong>el</strong><br />

humor, algo que consideraba muy<br />

importante era <strong>el</strong> uso de la lengua,<br />

la parodia d<strong>el</strong> lenguaje, mejor dicho,<br />

con una gran cantidad de juegos de<br />

palabras, mezclando a la vez vulgarismos<br />

en sus obras poéticas.<br />

Si hablamos de la estructura de su<br />

obra, sigue <strong>el</strong> orden general de las<br />

obras teatrales, sin embargo, los<br />

temas que se presentan son distintos<br />

por obvias razones, y son los<br />

siguientes:<br />

• Prólogos, “prólogo”, una<br />

escena que abre la obra, de<br />

tipo expositivo, antes de la<br />

entrada d<strong>el</strong> coro.<br />

• Párodos, “entrada d<strong>el</strong> coro”,<br />

escena en la que <strong>el</strong> coro entra<br />

y se le presenta al público.<br />

• Agón, “debate” entre dos<br />

adversarios con argumentos<br />

a favor y en contra d<strong>el</strong> tema<br />

capital de la obra.<br />

• Parábasis, “marcha hacia<br />

d<strong>el</strong>ante”. Tras <strong>el</strong> agón todos<br />

los personajes abandonan<br />

<strong>el</strong> escenario, <strong>el</strong> coro “se<br />

44


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

ad<strong>el</strong>anta” y<br />

<strong>el</strong> corifeo se<br />

dirige al público<br />

directamente<br />

en<br />

tetrámetros<br />

anapésticos,<br />

sin que <strong>el</strong><br />

contenido de<br />

sus palabras<br />

tenga mucho<br />

que ver con <strong>el</strong> argumento.<br />

• Episóidia. Siguiendo a la<br />

parábasis viene una serie<br />

de episodios separados por<br />

breves cantos d<strong>el</strong> coro que a<br />

veces continúan la línea de<br />

la trama principal, aunque<br />

por regla general se limitan a<br />

dar pie a la conclusión.<br />

Si hablamos ya más concretamente<br />

a lo que la obra se refiere, podemos<br />

decir que <strong>el</strong> espacio temporal<br />

en que se desarrolla la obra está<br />

presente la guerra, sin embargo,<br />

esta es una guerra sin razón, sin<br />

motivos de ser, <strong>el</strong> tener una guerra<br />

sólo por tener una guerra, cosa que<br />

a nuestro personaje, Lisistrata, le<br />

molesta mucho, al no tener motivos<br />

la susodicha guerra es completamente<br />

absurda su existencia. Si hablamos<br />

d<strong>el</strong> tiempo transcurrido que<br />

abarca esta obra, es r<strong>el</strong>ativamente<br />

difícil de definir correctamente, <strong>el</strong><br />

motivo es sencillo, a primera vista<br />

uno podría decir que por <strong>el</strong> niv<strong>el</strong><br />

de desesperación que poseen los<br />

hombres durante esta obra, nos lleva<br />

a pensar que han pasado días, o<br />

semanas incluso, ya que <strong>el</strong> tiempo<br />

no está definido en su totalidad durante<br />

la misma. […]<br />

Los eventos suceden en la Acrópolis,<br />

de Atenas. Grecia está en guerra,<br />

los hombres p<strong>el</strong>ean por p<strong>el</strong>ear,<br />

tal vez son de una competencia de<br />

virilidad, y quienes más sufren estos<br />

eventos no son los hombres, a<br />

<strong>el</strong>los les gusta vivir así. No, no son<br />

los hombres los que sufren, son las<br />

mujeres, sus esposas con quienes<br />

han jurado estar para formar una<br />

familia, son <strong>el</strong>las las que sufren la<br />

ausencia d<strong>el</strong> marido, a servir sólo<br />

y únicamente como un objeto se-<br />

45


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

xual, a sólo servir a la casa, a no<br />

disfrutar los placeres de la vida, que<br />

no tenían otra cosa que ver que los<br />

deseos libidinosos de sus maridos.<br />

Una terrible injusticia, ¿verdad? Es<br />

así como Lisistrata convoca a todas<br />

las mujeres de la ciudad de Atenas<br />

y las colindantes, para hacer algo<br />

que nunca se había hecho: una<br />

hu<strong>el</strong>ga de sexo, puesto que eran<br />

para lo único que servían las mujeres<br />

según los hombres; arrebatándoles<br />

eso <strong>el</strong>las tendrían <strong>el</strong> control,<br />

<strong>el</strong>las tendrían <strong>el</strong> poder sobre un<br />

hombre al ser, aparentemente ésta,<br />

su única pasión para con sus mujeres.<br />

Una guerra de sexos, <strong>el</strong> mejor<br />

tiene <strong>el</strong> poder, <strong>el</strong> control, y <strong>el</strong> más<br />

int<strong>el</strong>igente y <strong>el</strong> que más aguante<br />

sus instintos animales, vencerá.<br />

Es así como Lisistrata y las demás<br />

mujeres obtienen <strong>el</strong> poder sobre los<br />

hombres y deciden, así, acabar con<br />

una guerra tan sin sentido.<br />

Si hablamos de algún personaje,<br />

quien merece toda la pena d<strong>el</strong> mundo<br />

es obviamente Lisistrata, la cual<br />

se podría considerar como un pilar<br />

en la igualdad de género actual, al<br />

darse cuenta de que <strong>el</strong>la, así como<br />

los hombres tienen poder, tiene un<br />

poder que puede llegar a ser incluso<br />

mayor que <strong>el</strong> de un hombre.<br />

En la obra realmente ni los hombres<br />

ni las mujeres ganan en sí, puesto<br />

que ambos son dominados por la lujuria,<br />

y es en este momento en <strong>el</strong> que<br />

decide Lisistrata mediar una solución<br />

para ambos bandos, y así poder salirse<br />

con la suya a costa de la abstinencia<br />

que sufrían tanto los hombres<br />

como las mujeres de la ciudad.<br />

46


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

47


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

48


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Figuraciones<br />

Esperando a Godot<br />

en La Roca<br />

Jaime Chabaud<br />

En 1996 tuve la fortuna de encontrarme<br />

con <strong>el</strong> legendario director<br />

de escena norteamericano Allan<br />

Mand<strong>el</strong> en Barc<strong>el</strong>ona. Esto fue en<br />

la Sala Beckett que comandaba <strong>el</strong><br />

dramaturgo valenciano José Sanchis<br />

Sinisterra. Mand<strong>el</strong> se volvió famoso<br />

por montar la obra Esperando<br />

a Godot, de Samu<strong>el</strong> Beckett en La<br />

Roca, en la prisión de San Quintín<br />

en <strong>el</strong> año 1957. Ese histórico montaje,<br />

de hecho, cambiaría la visión<br />

sobre la obra beckketiana que se<br />

había catalogado como <strong>teatro</strong> d<strong>el</strong><br />

absurdo.<br />

El r<strong>el</strong>ato de cómo se produjo este<br />

montaje y lo que ocurriría después<br />

con un preso llamado Rick Clucci<br />

es de verdad fascinante.<br />

Allan Mand<strong>el</strong> comienza a trabajar a<br />

principios de la década d<strong>el</strong> 50 con<br />

<strong>el</strong> grupo San Francisco Actors Workshop.<br />

En EU no se escenificaban<br />

con frecuencia las obras de Ibsen,<br />

Chejov, Brecht, pero <strong>el</strong>los sí. Su grupo<br />

estaba a la caza de materiales<br />

contemporáneos que sacudieran <strong>el</strong><br />

viejo repertorio que se estrenaba<br />

en los escenarios norteamericanos.<br />

49


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

En 1955, Allan regresa de un viaje a<br />

París con Esperando a Godot bajo <strong>el</strong><br />

brazo y la montan de inmediato fascinados<br />

y desconcertados por esta<br />

extraña textualidad. “Mis compañeros<br />

Jules Irwing y Herbert Blau –nos<br />

r<strong>el</strong>ata Mand<strong>el</strong>– estaban tan perplejos<br />

como yo, pero accedieron a que<br />

trabajaramos <strong>el</strong> texto de manera<br />

experimental. Y es que, cuando hablas<br />

de esta obra de Beckett, estás<br />

hablando básicamente de ti mismo”.<br />

El San Francisco Actors Workshop<br />

recibió una llamada d<strong>el</strong> administrador<br />

de la prisión de San Quintín<br />

pidiéndoles que llevaran una obra.<br />

Los requisitos eran muy claros: no<br />

mujeres, pocos actores y una escenografía<br />

muy simple. Se le ofreció<br />

Esperando a Godot y aceptaron.<br />

Aunque al grupo le daba miedo que<br />

los más de mil presos no aceptaran<br />

la convención teatral, la presentaron<br />

y la sorpresa resultó mayúscula.<br />

Recibieron con aplausos y zapateos<br />

<strong>el</strong> final de la obra porque quién<br />

mejor que un preso puede entender<br />

<strong>el</strong> significado de la “espera”. Fue<br />

sobrecogedor. La empatía entre<br />

los presos y la obra de Beckett fue<br />

completa. Identificaron al personaje<br />

de Pozzo con <strong>el</strong> Alcaide, <strong>el</strong> condenado<br />

a muerte era Lucky, y los presos<br />

Vladimir y Estragon. Inclusive<br />

a partir de entonces bautizaron <strong>el</strong><br />

pasillo que servía tanto para entrar<br />

a la prisión como para salir rumbo<br />

a su ejecución (los condenados a<br />

pena capital) con <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong><br />

personaje Lucky, que casualmente<br />

quiere decir suertudo.<br />

Hubo tal entusiasmo entre los presos<br />

ante <strong>el</strong> evento teatral, que decidieron<br />

crear un grupo que llamaron San<br />

Quintín Drama Workshop. De inmediato<br />

comenzaron a montar su ver-<br />

50


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

sión de Esperando a Godot, e invitaron<br />

a Alan Mand<strong>el</strong>l a ver cómo iban<br />

sus ensayos. Les propuso entonces<br />

dirigirlos y a <strong>el</strong>los les pareció estupendo.<br />

El estreno de Esperando a<br />

Godot en la prisión de alta seguridad<br />

se produjo en 1957 y cambió completamente<br />

la visión sobre la obra de<br />

Beckett, porque no era en absoluto<br />

“<strong>teatro</strong> d<strong>el</strong> absurdo” dado que en <strong>el</strong><br />

contexto carc<strong>el</strong>ario cobraba un sentido<br />

muy específico y concreto.<br />

Quien quedó a cargo d<strong>el</strong> grupo San<br />

Quintín Drama Workshop era un joven<br />

preso condenado a cadena perpetua<br />

por asesinato y por ataque a<br />

mano armada. Lo asumió con tal entusiasmo<br />

que al cabo de unos cuantos<br />

años trabajando con <strong>el</strong> grupo y<br />

por buena conducta le fue conmutada<br />

la pena y se pudo reincorporar a la<br />

sociedad como un trabajador d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong><br />

bajo libertad condicional. Este joven<br />

preso era Rick Clucci. Becket se<br />

había enterado de su trabajo y dado<br />

que Clucci se encontraba en Europa,<br />

<strong>el</strong> dramaturgo lo invitó a trasladarse<br />

a Berlín donde preparaba <strong>el</strong> montaje<br />

de La última cinta de Krapp.<br />

Clucci comenzó a trabajar como<br />

asistente de dirección de Becket<br />

y éste consintió dirigir Final de<br />

Partida con <strong>el</strong> San Quintín Drama<br />

Workshop. Fue entonces cuando<br />

llamaron a Alan Mand<strong>el</strong>l para incorporarse<br />

al <strong>el</strong>enco y así, <strong>el</strong> director-actor<br />

norteamericano conoció a<br />

Samu<strong>el</strong> Beckett, gracias a un preso.<br />

51


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

La esperanza detrás de la risa ácida<br />

(Acercamiento a la intertextualidad simbólica como estrategia<br />

irónica literaria en Esperando a Godot, de Samu<strong>el</strong> Beckett)<br />

Armando Segura Morales*<br />

La ironía nos libera hacia un valor positivo;<br />

<strong>el</strong> humor nos libera de un valor negativo,<br />

de una adversidad.<br />

J<br />

INTRODUCCIÓN<br />

En cierta ocasión un amigo me invitó<br />

a ver un examen final de actuación.<br />

Todavía recuerdo que se trataba<br />

de una puesta en escena de<br />

la obra d<strong>el</strong> autor irlandés Samu<strong>el</strong><br />

Beckett: Esperando a Godot (Waiting<br />

for Godot), por cierto, muy buen<br />

ejercicio teatral. Después de disfrutar<br />

la obra, un grupo de amigos y<br />

yo nos dirigimos a tomar un café<br />

para comentar los pormenores. Fue<br />

entonces cuando a nuestra mesa<br />

llegó una conocida de mi amigo,<br />

* Profesor d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Vallejo.<br />

una argentina,<br />

compañera de<br />

clase que tenía<br />

la fama de “ser<br />

poco agradable”.<br />

Ante tan<br />

“inesperada<br />

visita”, nuestro<br />

plan de comentar<br />

<strong>el</strong> examen se vio frustrado. En<br />

esos momentos comenzó a llover,<br />

la gente corría para guarecerse, nosotros<br />

mirábamos <strong>el</strong> suceso, casi<br />

con tanta atención como lo hicimos<br />

con la obra teatral mientras platicábamos<br />

trivialidades. Súbitamente,<br />

un r<strong>el</strong>ámpago nos sacó de nuestras<br />

cavilaciones, su trueno iluminó<br />

52


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

buena parte de la zona, la “invitada<br />

argentina” de mi amigo dio una<br />

bocanada a su cigarro, bebió café<br />

y con una amplia e irónica sonrisa<br />

en los labios, y <strong>desde</strong> luego con su<br />

inconfundible tono gauchesco, dijo:<br />

—¡No se alarmen queridos! Es Dios<br />

que me está sacando una foto...<br />

Mi amigo y yo guardamos silencio,<br />

no salíamos de nuestro asombro.<br />

Cuál habrá sido la cara que pusimos<br />

que inmediatamente, antes de<br />

darnos tiempo a reaccionar, la mujer<br />

cambió repentinamente su actitud<br />

y de la amplia sonrisa, pasó a<br />

un gesto ácido y ad<strong>el</strong>antándose a<br />

cualquier comentario, dijo:<br />

—De esa manera nos bromean a<br />

los argentinos... ¿no es cierto? ¡No<br />

se sorprendan, sólo me ad<strong>el</strong>anté...!<br />

se alejaba a grandes zancadas debajo<br />

de la lluvia.<br />

La anécdota anterior me hace reflexionar<br />

sobre la intempestiva actitud<br />

irónica que tuvo la mujer argentina,<br />

pero sobre todo me hace pensar<br />

en las diversas actitudes paradójicas,<br />

que manifestamos a diario<br />

y que socialmente reconocemos<br />

como ironía, sarcasmo, grotesco,<br />

etcétera. De este modo, éstas son<br />

una manera sutil de enmascarar<br />

aqu<strong>el</strong>lo que es evidente y que no<br />

queremos mostrar.<br />

En las siguientes líneas no me referiré<br />

a los mecanismos irónicos<br />

de la vida cotidiana, más bien me<br />

centraré en la utilización de la ironía<br />

como estrategia narrativa en <strong>el</strong><br />

discurso literario o artístico, en este<br />

Inmediatamente se levantó de la<br />

mesa, nos plantó un beso en la mejilla<br />

y se retiró. Pasamos d<strong>el</strong> asombro<br />

al mutismo gélido. Con sendos<br />

ojos observábamos a la mujer que<br />

53


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

caso a la obra dramática que me<br />

sirvió de pretexto para iniciar mi introducción,<br />

me refiero a Esperando<br />

a Godot, de Samu<strong>el</strong> Beckett.<br />

Antecedentes: <strong>el</strong> estudio de<br />

la ironía y su problema de<br />

ubicación con otras figura<br />

retóricas<br />

Los actuales estudios literarios sobre<br />

la ironía, concebida ésta como<br />

una estrategia retórica y literaria<br />

que pone de manifiesto la condición<br />

paradójica de los seres humanos,<br />

ha permitido revalorar <strong>el</strong> término<br />

y convertirlo en un signo dinámico<br />

que exige un auditorio capaz de leer<br />

y reconocer las diversas estrategias<br />

de autocuestionamiento que <strong>el</strong> mismo<br />

discurso pone en movimiento.<br />

Es decir, en la medida en que <strong>el</strong><br />

discurso irónico gana terreno como<br />

estrategia privilegiada adquiere un<br />

grado de significación más complejo<br />

y, por ende, exige mayor atención<br />

y pericia a su lector.<br />

Lauro Zavala 1 propone abordar los<br />

1 Humor, Ironía y Lectura. Las fronteras de la<br />

tres niv<strong>el</strong>es de análisis d<strong>el</strong> estudio<br />

de la ironía:<br />

• casuístico o formal,<br />

• propositivo o funcional, y<br />

• <strong>el</strong> dialógico.<br />

Dichos niv<strong>el</strong>es ponen de manifiesto<br />

la tríada de posibilidades estructurales<br />

que se entr<strong>el</strong>azan, y a su vez<br />

complejizan, a la ironía. El investigador,<br />

apunta al respecto:<br />

El primero de estos niv<strong>el</strong>es es casuístico<br />

o formal; en él se identifican<br />

únicamente los recursos lingüísticos<br />

y estilísticos de la ironía.<br />

[...] El siguiente niv<strong>el</strong>, propositivo o<br />

funcional, es aqu<strong>el</strong> en <strong>el</strong> que podrán<br />

identificarse las intenciones d<strong>el</strong> autor<br />

implícito, es decir, la visión d<strong>el</strong><br />

mundo y de la literatura que éste<br />

pone de manifiesto al emplear la<br />

ironía. El último niv<strong>el</strong>, dialógico,<br />

requiere de la identificación de las<br />

competencias que la presencia de<br />

la ironía presupone en <strong>el</strong> lector implícito,<br />

así como la identificación de<br />

las rupturas que la ironía su<strong>el</strong>e establecer,<br />

especialmente en la narrativa<br />

moderna, frente a las formas de<br />

escritura literaria. UAM-X, 1993.<br />

54


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

continuidad textual (fragmentación,<br />

metaficción, etcétera) e intertextual<br />

(parodia, alusión irónica, ironía “polifónica”,<br />

etcétera) (1993: 34-35.)<br />

Las categorías propuestas por Zavala<br />

toman en cuenta no sólo <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong><br />

discurso irónico, evidente en <strong>el</strong> texto<br />

(casuístico), y que detectamos por<br />

sus marcas textuales (sobre todo comillas),<br />

sino también los que emanan<br />

d<strong>el</strong> autor y su contexto de producción<br />

(propositivo) y <strong>el</strong> que afecta al lector<br />

y su interpretación (dialógico).<br />

Es claro que dichas categorías ayudan<br />

a entender <strong>el</strong> propósito de la ironía<br />

en <strong>el</strong> complejo discurso literario,<br />

sin embargo, también hay que tomar<br />

en cuenta otras aristas que <strong>el</strong> término<br />

puede traer consigo, sobre todo al<br />

confundirlo con otras figuras retóricas<br />

(parodia, sarcasmo, etcétera).<br />

Las fronteras entre la ironía y otras<br />

formas similares de enunciación<br />

retórica (parodia, sarcasmo, burla,<br />

farsa, etcétera), su<strong>el</strong>en tornarse<br />

difusas e incluso confundirse. Al<br />

respecto, Roland Barthes 2 aclara<br />

la diferencia d<strong>el</strong> discurso irónico<br />

frente a sus similares; menciona<br />

que la ironía tiene un carácter paradójico<br />

que “desempeña <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />

de un anuncio y en consecuencia<br />

destruye la multivalencia que podría<br />

esperarse de un discurso citacional”<br />

(1980:36); a su vez, aclara<br />

que otros discursos, por ejemplo<br />

la parodia, es “la ironía puesta en<br />

acción” (1980: 36). Con mayor precisión,<br />

Lauro Zavala reconoce que<br />

“la ironía es <strong>el</strong> producto de la presencia<br />

simultánea de perspectivas<br />

diferentes.<br />

55<br />

Esta coexistencia se manifiesta al<br />

yuxtaponer una perspectiva explícita<br />

que aparenta describir una<br />

2 S/Z. Siglo XXI, 1980.


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

situación, y una perspectiva implícita,<br />

que muestra <strong>el</strong> verdadero<br />

sentido paradójico, incongruente o<br />

fragmentario de la situación observada<br />

(1993:39); además, <strong>el</strong> mismo<br />

autor hace la distinción entre ironía<br />

accidental e intencional. 3 Valeriano<br />

Bozal, 4 encuentra <strong>el</strong> origen d<strong>el</strong> discurso<br />

fársico y grotesco, y por ende<br />

d<strong>el</strong> irónico, en los festivales teatrales<br />

d<strong>el</strong> mundo grecolatino, para <strong>el</strong>lo<br />

cita a Horacio, <strong>el</strong> cual dice en su Ars<br />

Poética, que la risa, la burla surge<br />

al introducir “motivos inadecuados,<br />

indecorosos en un mundo de decoro”<br />

(2001:15), todo <strong>el</strong>lo, apunta<br />

<strong>el</strong> mismo Bozal, introduce en <strong>el</strong> espectador<br />

un sentimiento, una vista,<br />

una perspectiva incongruente.<br />

3 En Humor, ironía y lectura, Lauro Zavala distingue<br />

las diferencias entre ironía accidental e<br />

ironía intencional. La segunda exige la existencia<br />

de un ironista, cuya intención consiste,<br />

precisamente en mostrar la presencia de una<br />

situación paradójica; es decir, todo enunciado<br />

irónico (ironical) se refiere a una determinada<br />

situación irónica (ironic), percibida como<br />

tal por un observador. La ironía accidental da<br />

cuenta de una situación incongruente o un giro<br />

paradójico de los acontecimientos, percibidos<br />

como tales por un observador que yuxtapone<br />

distintas perspectivas.<br />

4 Introducción a Lo cómico y lo grotesco, en<br />

Charles Baud<strong>el</strong>aire, Lo cómico y la caricatura,<br />

España, A. Machado, Libros, 2001.<br />

Finalmente, <strong>el</strong> mismo autor menciona<br />

que los autores teatrales, sobre<br />

todo los comediógrafos latinos,<br />

introducían un factor de distorsión<br />

sobre <strong>el</strong> personaje pivote que se encargaba<br />

de desatar toda la acción y<br />

de esta manera, <strong>el</strong> giro cómico adquiría<br />

un giro satírico inesperado.<br />

Si bien es cierto que la ironía es<br />

un recurso poético eminentemente<br />

complejo que otrora era valorado<br />

únicamente como un recurso discursivo<br />

(casuístico), con la aparición<br />

d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato moderno y posmoderno,<br />

adquiere r<strong>el</strong>evancias insospechadas;<br />

es decir, no sólo se toma<br />

en cuenta la marca textual de la<br />

ironía, también se preconiza con <strong>el</strong><br />

contexto <strong>desde</strong> donde <strong>el</strong> autor ironiza;<br />

y aún más, <strong>el</strong> lector re<strong>el</strong>abora<br />

<strong>el</strong> discurso y lo interpreta, erigiéndose<br />

como único responsable de la<br />

lectura d<strong>el</strong> texto.<br />

En pocas palabras, la utilización<br />

de estrategias irónicas como recurso<br />

literario pone de manifiesto su<br />

efectividad al desentrañar discursos<br />

paradójicos que con dificultad<br />

56


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

serían entendibles sin <strong>el</strong> soporte de<br />

la ironía como estrategia de lectura.<br />

En este sentido, la utilización de<br />

la ironía como estrategia narrativa<br />

nos llevan re<strong>el</strong>aborar formas indecorosas<br />

en un mundo de decoro,<br />

que al igual que un calidoscopio,<br />

dependiendo de la intensidad de<br />

giro que le demos, adquirirá formas<br />

variadas, <strong>desde</strong> la sátira, <strong>el</strong> humor,<br />

la parodia, la farsa teatral, y por<br />

resultado tendremos la risa mesurada,<br />

la evidente, hasta llegar a la<br />

desaforada o escandalosa.<br />

La ironía y su aplicación al<br />

discurso fársico teatral<br />

Mencioné líneas arriba <strong>el</strong> propósito<br />

de este trabajo: la utilización de la<br />

ironía como estrategia narrativa en<br />

<strong>el</strong> discurso literario, en las próxima<br />

líneas me auxiliaré de las categorías<br />

de análisis expuestas con anterioridad<br />

con <strong>el</strong> fin de incidir en la<br />

producción de algunas imágenes<br />

simbólicas alusivas intertextuales,<br />

como estrategia narrativa en <strong>el</strong> texto<br />

dramático Esperando a Godot, de<br />

Samu<strong>el</strong> Beckett.<br />

La diferencia expresa entre <strong>el</strong> texto<br />

dramático y otros textos literarios estriba<br />

en la susceptibilidad de que los<br />

primeros pueden ser llevados a escena,<br />

es decir, adquieren sentido al ser<br />

escenificados. De tal forma, resulta<br />

problemático proponer una definición<br />

puntual de texto dramático dado<br />

que la tendencia actual de la escritura<br />

dramática consiste en reivindicar<br />

cualquier texto como susceptible de<br />

una eventual puesta en escena. En<br />

esta línea, la propuesta de estrategias<br />

de lectura para abordar textos<br />

dramáticos y otro tipo de textos narrativos,<br />

radica en <strong>el</strong> seguimiento de<br />

la acción, a partir de lo narrado, lo<br />

cual, indudablemente nos llevará a la<br />

evolución d<strong>el</strong> personaje dentro de los<br />

cánones d<strong>el</strong> universo creado por <strong>el</strong><br />

dramaturgo.<br />

Es evidente que las estrategias<br />

de lectura de textos dramáticos y<br />

otros textos literarios (cuento y nov<strong>el</strong>a,<br />

por ejemplo), comparten más<br />

<strong>el</strong>ementos estratégicos de lectura<br />

que diferencias, <strong>desde</strong> luego, considerando<br />

las características es-<br />

57


tructurales propias de cada texto<br />

(presencia o ausencia de narrador,<br />

diálogo como estructura literaria).<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Atendiendo a lo anterior, la ironía se<br />

presenta en <strong>el</strong> texto dramático Esperando<br />

a Godot, de Samu<strong>el</strong> Beckett,<br />

como una estrategia narrativa<br />

que muestra <strong>el</strong> mundo paradójico,<br />

ácido, vacío, eminentemente trágico<br />

y en ocasiones autoirónico (igual<br />

que la anécdota de la argentina que<br />

enuncié al principio de este escrito),<br />

de los personajes involucrados:<br />

sobre todo de Estragón y Vladimir.<br />

El recurso textual d<strong>el</strong> que se valen<br />

los personajes es esencialmente <strong>el</strong><br />

diálogo y las acotaciones, didascalias<br />

o indicaciones escénicas; metatextos<br />

que dan sentido y movimiento<br />

paradójicos a lo escénicamente<br />

argumentado. Es decir, se trata de<br />

recursos literarios que significan (en<br />

<strong>el</strong> texto) y a la vez potencian (en la<br />

acción) un mundo de incertidumbre,<br />

paradójico, donde lo evidente se<br />

convierte en confuso y cobra niv<strong>el</strong>es<br />

de lo absurdo, con grandes dosis de<br />

violencia como soporte de la tensión<br />

dramática. Es necesario aclarar que<br />

la naturaleza d<strong>el</strong> texto dramático<br />

gira en torno a la representación, sin<br />

embargo, al igual que otros discursos<br />

es esencialmente narrativo. Es<br />

decir, cuenta una historia utilizando<br />

sus propios recursos (diálogos, acción<br />

dramática, recursos escénicos,<br />

etcétera) y obedece a reglas de<br />

género y tono específicas; en este<br />

caso, la farsa.<br />

La farsa se erige entonces, como<br />

un discurso vanguardista de la antirepresentación<br />

que se enmarca<br />

dentro de las propuestas teatrales<br />

de vanguardia d<strong>el</strong> siglo XX. En las<br />

siguientes líneas haré un acercamiento<br />

al texto de Beckett, y por<br />

ende a la farsa. El análisis mirará<br />

58


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

hacia dos direcciones: la primera,<br />

contextualización de la obra y explicación<br />

d<strong>el</strong> género farsa como<br />

soporte dramático de la obra en<br />

cuestión. Segunda, análisis de algunas<br />

momentos d<strong>el</strong> primer acto<br />

de la obra, en esencia aqu<strong>el</strong>los que<br />

denoten la producción de imágenes<br />

simbólicas intertextuales y que de<br />

alguna manera sirven como estrategia<br />

narrativa que permite que avance<br />

la acción, en general, gracias a<br />

escenas violentas, en un género tan<br />

hostil e híbrido como es la farsa.<br />

La farsa: lo irreal enunciado<br />

<strong>desde</strong> lo verosímil<br />

Una de las grandes estudiosas d<strong>el</strong><br />

género fársico en nuestro país es<br />

sin duda, la maestra Luisa Josefina<br />

Hernández, quien en uno de sus estudios<br />

(UNAM, 1997) penetra en <strong>el</strong><br />

artificio nebuloso de la farsa. De las<br />

dos obras analizadas (Esperando a<br />

Godot y Final de partida) la autora<br />

concluye que enfrentarse a <strong>el</strong>las es<br />

acudir a una “lectura traumática”<br />

(1997:11) En este sentido, la farsa<br />

se erige como un género que deja<br />

un choque emocional duradero en<br />

su auditorio, juega con las leyes de<br />

la lógica humana, complica lo no<br />

complicado y hace no evidente lo<br />

evidente, utilizando como estrategia<br />

<strong>el</strong> abuso de la paradoja y borrar<br />

la realidad para construir otra, absurda<br />

y alternativa.<br />

La gran producción de obras fársicas<br />

en pleno siglo XX vino a reajustar<br />

las concepciones teóricas<br />

que respecto al subgénero se tenía.<br />

Una de las ideas básicas d<strong>el</strong> Arte<br />

Poética, de Aristót<strong>el</strong>es, se refiere a<br />

la cualidad d<strong>el</strong> material dramático<br />

como un conjunto de sucesos probables,<br />

queriendo decir con <strong>el</strong>lo que<br />

la historia, y en especial la épica, se<br />

ocupan de sucesos posibles o sea<br />

innegables, pero no correspondientes<br />

a una secuencia previsible de<br />

una situación dada. Esta idea de lo<br />

probable ha sido, sin duda, muy fértil<br />

en cuanto a sus aplicaciones en<br />

la literatura, tanto que, cuando nos<br />

referimos al realismo como corriente<br />

literaria, ya está implícita la idea de<br />

una s<strong>el</strong>ección de hechos probables<br />

59


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

que han de darnos inevitablemente<br />

la equivalencia de la realidad. La<br />

farsa en cambio se encarga de borrar<br />

la realidad, utilizando una serie<br />

de estrategias que van <strong>desde</strong> enfatizar<br />

<strong>el</strong> carácter catártico d<strong>el</strong> género<br />

hasta <strong>el</strong> uso de la violencia (física o<br />

psicológica) que pueden desencadenarse<br />

a lo largo d<strong>el</strong> texto.<br />

El efecto de sentido que crea la farsa<br />

en <strong>el</strong> público, va <strong>desde</strong> una risa<br />

insospechada, hasta <strong>el</strong> más profundo<br />

y gélido mutismo.<br />

Desde <strong>el</strong> punto de vista lingüístico,<br />

entre la farsa y los demás géneros<br />

se da la misma r<strong>el</strong>ación que existe<br />

entre la palabra y la metáfora, es decir,<br />

farsa y metáfora son metalenguajes,<br />

que guardan una r<strong>el</strong>ación con él<br />

o los lenguajes, de manera, que se<br />

amplia su significado, o bien permitan<br />

asociarse con otros significados.<br />

La farsa no puede existir como<br />

subgénero dramático autónomo,<br />

forzosamente deberá apoyarse de<br />

otros subgéneros (tragedia, comedia,<br />

m<strong>el</strong>odrama, pieza, etcétera),<br />

ya que al privilegiar <strong>el</strong> proceso de<br />

simbolización como estrategia dramática,<br />

juega con las paradoja y<br />

todo <strong>el</strong> tiempo imprimirá en su lector<br />

un mensaje bipolar (risa-llanto,<br />

dolor-placer, etcétera).<br />

Tanto <strong>el</strong> carácter como la anécdota<br />

y <strong>el</strong> lenguaje fársicos, van a aglutinar<br />

una cantidad de datos que<br />

serán captados, en una primera<br />

etapa por <strong>el</strong> subconsciente, para<br />

después ser traducidos y desglosados<br />

por la conciencia hasta quedar<br />

conformada una visión de conjunto<br />

que le “denuncia” la realidad. Si <strong>el</strong><br />

realismo establece una r<strong>el</strong>ación de<br />

carácter general de la realidad, y <strong>el</strong><br />

no realismo sólo la alude, la farsa,<br />

por su parte, borra la realidad, es<br />

decir, la anula totalmente y da paso<br />

a un mundo cargado de imágenes<br />

simbólicas e inconscientes.<br />

El proceso de simbolización o acción<br />

fársica supone una tarea de sustitución<br />

de la realidad; esta sustitución<br />

se hace mediante los <strong>el</strong>ementos<br />

estructurales semióticos d<strong>el</strong> drama,<br />

60


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

aunque no todos los <strong>el</strong>ementos (personajes,<br />

tiempo, espacio, lenguaje,<br />

etcétera) deberán presentar una sustitución<br />

de la realidad, basta con que<br />

cualquiera de <strong>el</strong>los, en cualquier momento<br />

en que transcurre <strong>el</strong> drama,<br />

sufra esa transformación para que<br />

podamos hablar de una farsa.<br />

La farsa persigue sobre todo sacudir<br />

al espectador y a su vez involucrarlo<br />

en lo que están sintiendo los<br />

personajes en ese preciso momento.<br />

Para hacer entrar al público a su<br />

“juego simbólico” se vale de varias<br />

estrategias, todas <strong>el</strong>las paradójicas:<br />

• El discurso irónico, que muestra en<br />

<strong>el</strong> trasfondo algo que no corresponde<br />

al lo que se está comunicando (juego<br />

de lo falso y lo real con lo ambiguo).<br />

• La violencia exacerbada (explicita<br />

o implícita) propia de las sociedades<br />

modernas.<br />

• El tono grotesco, que se produce<br />

al enviar al espectador un sin fin de<br />

mensajes contradictorios que provocan<br />

una lectura paradójica de la<br />

realidad. El tono grotesco siempre<br />

va implicado con sentimientos de<br />

horror, vergüenza, o <strong>el</strong> más refinado<br />

cinismo; ya que propone al<br />

espectador un juego donde deberá<br />

comprender mucho con pocos <strong>el</strong>ementos<br />

o, en su extremo, exagerar<br />

con demasiada información.<br />

• Su estructura dramática es fractal<br />

o fragmentada, compuesta por pequeñas<br />

escenas que en la lógica y<br />

atendiendo a las leyes d<strong>el</strong> subgénero,<br />

dan una totalidad, pero que<br />

independientemente podrían funcionar<br />

como autónomas.<br />

La densidad de la farsa se produce<br />

porque entran en contacto varios<br />

significados, que se presentan ante<br />

<strong>el</strong> espectador simultáneamente,<br />

así, <strong>el</strong> espectador observa cómo un<br />

acto cualquiera reviste una serie de<br />

61


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

implicaciones que desnudan o borran<br />

la realidad. La farsa enfrenta al<br />

espectador con la realidad descarnada,<br />

es decir, se va a identificar,<br />

se va a ver a sí mismo en un espejo<br />

que le devu<strong>el</strong>ve la imagen vergonzante<br />

que agranda cualquier defecto<br />

a dimensiones dolorosas. Ante<br />

estas características, la farsa proporciona<br />

<strong>el</strong> placer de contemplar lo<br />

ilícito, lo prohibido, lo escondido, lo<br />

deformado, que espera <strong>el</strong> momento<br />

preciso para esconderse detrás de<br />

la risa ácida d<strong>el</strong> público.<br />

Esperando a Godot: la risa<br />

ácida detrás de la esperanza<br />

Empezaré mi exposición mencionando<br />

<strong>el</strong> género dramático de la<br />

obra de Beckett: tragedia fársica.<br />

Anteriormente informé sobre la importancia<br />

de tener en cuenta la función<br />

que <strong>el</strong> tono ejerce en <strong>el</strong> género<br />

dramático de la obra. En este caso,<br />

al funcionar la tragedia como base<br />

o estructura de apoyo, se observa<br />

un fenómeno interesante: <strong>el</strong> material<br />

que trata Esperando a Godot<br />

adquiere dimensiones trágicas, sin<br />

necesidad de haber tocado o transgredido<br />

<strong>el</strong> cosmos, requisito indispensable<br />

de lo trágico 5 (Rey Lear,<br />

Edipo Rey, Hamlet, etcétera). El<br />

plano en que se mueve la obra de<br />

Beckett es <strong>el</strong> de las paradójicas r<strong>el</strong>aciones<br />

humanas. Al respecto, Luisa<br />

Josefina Hernández, comenta:<br />

El caso singular de Beckett es que<br />

no cree en las r<strong>el</strong>aciones humanas,<br />

ni siquiera en las básicas: padres-hijos,<br />

hijos-padres, marido-mujer. En<br />

Esperando a Godot se perciben<br />

dos órdenes de r<strong>el</strong>aciones, una de<br />

amistad entre dos hombres, muy<br />

estable, y otra también entre dos<br />

hombres sujeta a cambios; pero<br />

ambas están envu<strong>el</strong>tas en una nebulosidad<br />

que nos plantea preguntas<br />

de respuestas variables, es decir,<br />

no obligatoria de acuerdo con<br />

una verdad aceptada (1997:13).<br />

Es interesante observar cómo la<br />

obra funciona en una bipolaridad,<br />

5 En general, <strong>el</strong> material trágico se sostiene de<br />

la trayectoria d<strong>el</strong> personaje, es decir, se trata<br />

d<strong>el</strong> héroe trágico que se enfrenta a fuerzas<br />

superiores, en este caso <strong>el</strong> cosmos, y como<br />

alternativa d<strong>el</strong> enfrentamiento, al transgredir<br />

<strong>el</strong> orden establecido <strong>el</strong> personaje perece en <strong>el</strong><br />

intento. Otra alternativa es sublimar la situación<br />

y reintegrarse al orden que pretendió romper.<br />

62


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

es decir, su tratamiento estético adquiere<br />

dimensiones insospechadas<br />

en <strong>el</strong> auditorio, por un lado <strong>el</strong> público<br />

se identifica con las acciones<br />

humanas y las iconiza. Por <strong>el</strong> otro,<br />

repudia esos mismos iconos, reconocidos<br />

por los indicios teatrales<br />

(identificación y reconocimiento);<br />

pero al pasar al plano de lo grotesco<br />

utiliza la risa o <strong>el</strong> silencio total<br />

como catarsis para salir liberado<br />

antes de que termine la función.<br />

Esperando a Godot, la primera obra<br />

teatral de Beckett, 1952-53, estrenada<br />

en francés y escrita por <strong>el</strong> autor<br />

en inglés, presenta como <strong>el</strong>ementos<br />

escénicos un espacio casi vacío,<br />

igual que la esperanza de sus personajes,<br />

o mejor aún, de la humanidad<br />

completa. Sólo existe una protuberancia<br />

de tierra, un árbol y dos<br />

vagabundos: Vladimir y Estragón.<br />

Cualquier parte de la obra que<br />

abordemos nos dará la lectura d<strong>el</strong><br />

vacío, apoyada en diálogos ligeros,<br />

en apariencia faltos de consecuencia.<br />

En este sentido, resulta difícil<br />

seguir de cerca la acción dramática<br />

de la obra, ya que su estructura se<br />

compone de pequeños fragmentos<br />

(fractalidad) que cuentan historias<br />

de manera independiente y en su<br />

mayoría de manera irónica. La respuesta<br />

inmediata al texto es aqu<strong>el</strong>la<br />

que nos hace <strong>el</strong>aborar una serie<br />

de preguntas: ¿quiénes son estos<br />

personajes?, ¿qué se proponen?,<br />

¿qué dicen?, ¿qué quiere decir<br />

esta obra?<br />

Tal incertidumbre me lleva a contextualizar<br />

la obra en un momento específico<br />

dado; a Beckett le toca vivir<br />

la experiencia de las dos guerras<br />

mundiales y con <strong>el</strong>lo cargar con un<br />

estigma: la pérdida de la esperanza,<br />

la incomunicación total d<strong>el</strong> hombre,<br />

lo absurdo que resulta vivir en una<br />

sociedad violenta y devastadora.<br />

El contexto real se transfigura y da<br />

paso a una serie de símbolos que<br />

cobran crudeza y muestran la estupidez,<br />

<strong>el</strong> aislamiento, la soledad d<strong>el</strong><br />

individuo, que entre más avanza<br />

la tecnología y atiende a un nuevo<br />

63


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

orden social, emanado de la experiencia<br />

de las dos guerras mundiales:<br />

perdedores y triunfadores,<br />

cada vez, encuentra menos sentido<br />

y coherencia al transcurrir cotidiano<br />

de la humanidad. En este sentido,<br />

al inicio d<strong>el</strong> siglo XX <strong>el</strong> cuestionamiento<br />

que se dio a partir de la Segunda<br />

Guerra Mundial determinó<br />

un <strong>teatro</strong> fársico, <strong>el</strong> llamado d<strong>el</strong> absurdo<br />

que puso en t<strong>el</strong>a de juicio la<br />

brillantez y forma de comportarse<br />

de los hombres en sociedad heredada<br />

por <strong>el</strong> siglo anterior.<br />

La farsa, entonces, va más allá de<br />

la idea de representar una realidad,<br />

por <strong>el</strong> contrario, la borra, la cuestiona,<br />

se cuestiona la existencia de<br />

Dios, se pregunta por lo económico<br />

e incluso pone en t<strong>el</strong>a de juicio la<br />

vida misma. Dicha visión trágica y<br />

paradójica utiliza como estrategia<br />

narrativa la ironía, la cual, valiéndose<br />

d<strong>el</strong> lenguaje, proporciona una<br />

serie de símbolos, ricos en imágenes<br />

que dan cuenta, a su vez, de lo<br />

grotesco y al igual que la sociedad<br />

de la que emana, ejerce una fuerte<br />

crítica a la cultura occidental. De<br />

todos estos vericuetos, hay una señal<br />

de esperanza, irónica, pero al<br />

fin esperanza: la llegada de Godot,<br />

que se abre cada vez más en un<br />

nebuloso compás de espera y se<br />

convierte en una sonrisa ácida que<br />

esconde toda esperanza.<br />

La alusión simbólica<br />

intertextual en Esperando a<br />

Godot<br />

En las siguientes líneas me auxiliaré<br />

d<strong>el</strong> método de análisis intertextual,<br />

propuesto por Lauro Zavala, 6<br />

con <strong>el</strong> fin de desentrañar las estrategias<br />

irónicas de las que se vale<br />

Beckett en algunos momentos d<strong>el</strong><br />

6 Elementos de análisis de la intertextualidad.<br />

México, UAM-X.<br />

64


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

primer acto, con <strong>el</strong> objetivo de construir<br />

intertextos irónicos que aluden<br />

a la cultura occidental.<br />

Entendemos la intertextualudad<br />

como “todo tipo de texto que está<br />

r<strong>el</strong>acionado con otros textos, como<br />

producto de una red de significación”<br />

(Zavala, 1993); es decir, <strong>el</strong><br />

intertexto “es <strong>el</strong> conjunto de textos<br />

con los que un texto cualquiera<br />

está r<strong>el</strong>acionado” (Zavala, 1993). El<br />

análisis d<strong>el</strong> texto de Beckett, forzosamente<br />

nos remite a otros textos,<br />

a través de la alusión y la ironía, que<br />

significan “algo acotado” dentro de<br />

la red compleja de significación de<br />

la obra misma. En ese sentido, podemos<br />

afirmar que hay tantas miradas<br />

como ojos o intertextos existen.<br />

El título de la obra: Esperando a<br />

Godot, posibilita un espectro amplio<br />

de interpretación, Godot es un<br />

juego de palabras que viene d<strong>el</strong> inglés<br />

Good, que significa Dios. De<br />

cualquier forma, <strong>el</strong> título nos remite<br />

a la idea de lo bueno, de la esperanza,<br />

sobre todo para dos vagabundos<br />

(Vladimir y Estragón) que<br />

han perdido todo, incluso la visión<br />

d<strong>el</strong> mundo que habitan. Sus únicas<br />

pertenencias: los objetos basura<br />

que cargan en sus bolsillos, un<br />

campo, una noche y un árbol; lo demás<br />

no existe.<br />

Si se lee <strong>el</strong> texto con cuidado, en<br />

cada escena puede ocurrir <strong>el</strong> encuentro<br />

de una clave que nos remita<br />

a la “verdad” que plantea la obra;<br />

por ejemplo, en <strong>el</strong> siguiente diálogo:<br />

Vladimir: (...) Gogo...<br />

Estragón: ¿Qué?<br />

Vladimir. ¿Y si nos arrepintiésemos?<br />

Estragón: ¿De qué?<br />

Vladimir: Pues... (Piensa.) No sería<br />

necesario entrar en detalles.<br />

Estragón: ¿De haber nacido? (Vladimir<br />

empieza a reír a carcajadas pero<br />

se reprime y se lleva la mano al pubis,<br />

<strong>el</strong> rostro crispado.) (Beckett, 1995:17).<br />

El antecedente inmediato para entender<br />

<strong>el</strong> sentido de la cita, es considerar<br />

<strong>el</strong> diálogo anterior, en donde<br />

Vladimir alude a los evang<strong>el</strong>ios al<br />

hablar d<strong>el</strong> arrepentimiento y traer a<br />

cuenta la historia d<strong>el</strong> ladrón bueno<br />

65


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

y malo (Dimas y Gestas). El diálogo<br />

citado recoge la preocupación de<br />

Vladimir acerca d<strong>el</strong> camino de los<br />

ladrones y los arrepentimientos. Siguiendo<br />

en la alusión al simbolismo<br />

bíblico, éstos se hacen presentes a<br />

lo largo d<strong>el</strong> primer acto y momentos<br />

antes de que arribe Pozzo y Lucky<br />

(la representación paradójica de la<br />

opresión y la libertad). Intempestivamente<br />

Estragón realiza un diálogo<br />

sincero y a la vez detestable:<br />

Estragón: Recuerdo los mapas de<br />

Tierra Santa. A colores. Muy bonitos.<br />

El mar muerto era azul pálido. Con mirarlo<br />

me sentía sediento. Allí iremos,<br />

me decía, allí iremos a pasar nuestra<br />

luna de mi<strong>el</strong>. Nadaremos. Seremos f<strong>el</strong>ices<br />

(Beckett, 1995:17).<br />

La primera característica de éste<br />

diálogo es la fractalidad. En éste<br />

se cuentan varias historias, cada<br />

punto y seguido funciona como independiente.<br />

Las alusiones inmediatas<br />

giran en torno a lo bíblico<br />

y a momentos de satisfacción d<strong>el</strong><br />

personaje.<br />

La respuesta a este comentario es<br />

sorprendente y d<strong>el</strong>iciosa, pues quizá<br />

esperábamos un reproche de<br />

Vladimir: “Deberías haber sido poeta”,<br />

dice (Beckett, 1995:17). Aquí<br />

quisiera mencionar la importancia<br />

que tienen las acotaciones o didascalias,<br />

cuya función específica en<br />

este diálogo es acentuar <strong>el</strong> sentido<br />

irónico y paradójico de la frase: <strong>el</strong><br />

momento en que Vladimir expresa<br />

<strong>el</strong> diálogo, <strong>el</strong> autor nos acota la ropa<br />

andrajosa de Estragón, haciendo<br />

ironía sobre <strong>el</strong> modus vivendi de<br />

los poetas en nuestra sociedad.<br />

Así expresa Beckett su opinión sobre<br />

lo que “<strong>el</strong> mundo piensa de los<br />

poetas”. Enseguida Vladimir cae en<br />

una extensa explicación de la presencia<br />

d<strong>el</strong> ladrón en los evang<strong>el</strong>ios<br />

y Estragón se comporta como si<br />

aqu<strong>el</strong>lo le fuera desconocido (cuando<br />

en realidad no lo es). En la conversación<br />

anterior también queda<br />

claro que Estragón no sabe quién<br />

es <strong>el</strong> Salvador, a qué vino ni quiénes<br />

eran los ladrones, y mucho menos<br />

qué es <strong>el</strong> infierno. Dicha ignorancia<br />

provocada por <strong>el</strong> autor, no es<br />

66


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

real, cualquier individuo conoce la<br />

alusión a las escrituras sagradas, lo<br />

que creo intentó significar Beckett<br />

es la profunda y oscura ignorancia<br />

que vive la humanidad entera.<br />

En cuanto a Godot, siempre interpretado<br />

como una manera juguetona<br />

de llamar a Dios, sigue haciendo<br />

presente y continúa en las diversas<br />

citaciones que hacen los personajes,<br />

de hecho, lo único que tiene<br />

continuidad a lo largo de la obra<br />

es la obsesión por encontrarse con<br />

Godot.<br />

La mayor sorpresa d<strong>el</strong> primer acto<br />

de la obra ocurre cuando aparecen<br />

dos personajes más: Pozzo y<br />

Lucky. Pozzo, a quién en algún momento<br />

se le llama Bozzo, <strong>el</strong> nombre<br />

típico de los payasos, y Lucky, una<br />

ironía, porque en verdad él es quien<br />

menos suerte tiene (juega <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />

de esclavo). El juego entre Lucky<br />

y Pozzo es sadomasoquista, con<br />

cru<strong>el</strong>dades meramente psicológicas.<br />

Pozzo y Lucky son un esclavo<br />

y un amo, la diferencia es de autoridad<br />

económica y de fuerza física. A<br />

Estragón y Vladimir, que al principio<br />

lo confundes con Godot, les aterra<br />

que Pozzo, <strong>el</strong> torturador, pudiera<br />

ser <strong>el</strong> que estaban esperando.<br />

El último símbolo irónico que abordaré<br />

tiene que ver con la preocupación<br />

de los personajes sobre <strong>el</strong><br />

valor de la amistad. El diálogo dice<br />

lo siguiente:<br />

Estragón: (riendo ruidosamente)<br />

¡Quiere saber si somos amigos!<br />

Vladimir: Quiere decir amigos suyos.<br />

Estragón: ¿Y bien?<br />

Vladimir: Lo hemos probado ayudándolo.<br />

Estragón: Exactamente. ¿Lo hubiéramos<br />

ayudado si no fuéramos sus amigos?<br />

Vladimir: Posiblemente.<br />

67


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Estragón. Es cierto.<br />

(Beckett, 1995: 54)<br />

Vladimir pone en duda <strong>el</strong> valor de<br />

la amistad, es decir, lo independiza<br />

de cualquier acción humana, denotando<br />

la angustia y la desconfi anza<br />

que es característico de los seres<br />

humanos.<br />

El humor que utilizan los personajes<br />

es angustiante; así, como espectadores<br />

nos encontramos ante<br />

la paradoja de unos personajes que<br />

dicen y hacen exactamente lo que<br />

los seres humanos detestamos hacer<br />

y que es parte de nuestra práctica<br />

cotidiana.<br />

A manera de conclusión<br />

Sólo abordé algunos símbolos d<strong>el</strong><br />

primer acto. He de aceptar que mi<br />

análisis, en ese sentido, resulta muy<br />

limitado, sin embargo, la intención<br />

d<strong>el</strong> trabajo no pretendió ir más allá.<br />

Con la interpretación de algunos pasajes<br />

simbólicos, sobre todo los que<br />

aluden a los evang<strong>el</strong>ios, <strong>el</strong> poder y<br />

la amistad, observamos la intención<br />

irónica d<strong>el</strong> autor por mostrar un mundo<br />

decadente que se desmorona<br />

gajo a gajo y que la percepción d<strong>el</strong><br />

mismo varía para todos sus habitantes.<br />

Tomando en cuenta dicha diversidad,<br />

Beckett logra una descripción<br />

trágica d<strong>el</strong> hombre, detallada, pero<br />

subyacente, con un método temático<br />

muy estricto desarrollado en orden<br />

de intensidades, principio básico<br />

estético<br />

de la literatura.<br />

Esta<br />

iconización<br />

permite variantes<br />

en<br />

los cuatro<br />

personajes<br />

(Vladimir,<br />

Estragón,<br />

Pozzo y<br />

Lucky), de carácter, de metas, de<br />

situación económicas, de dolencias<br />

físicas, de atrocidades, de deterioro.<br />

A partir d<strong>el</strong> carácter trágico de la<br />

obra, la maestra Luisa Josefina Hernández<br />

(1997:58), apunta:<br />

Es, pues, una tragedia subyacente,<br />

superficialmente se trata de la presencia<br />

escénica de un par de vaga-<br />

68


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

bundos sujetos a las vaguedades de<br />

su juego escénico y quienes reciben<br />

dos visitas de una pareja extravagante,<br />

muy diferente a <strong>el</strong>los y de un<br />

muchacho que también aparece dos<br />

veces para anunciarles que Godot<br />

todavía no está listo. Está es la dinámica<br />

fársica realizada con la mayor<br />

profundidad y destreza en este<br />

siglo XX que hemos vivido y leído, y<br />

que si bien ha tenido maestros de la<br />

farsa, no hay uno solo quien como<br />

Beckett haya manejado conceptos<br />

tan amplios y profundos. Beckett en<br />

esta obra no nos dice cómo tolerar<br />

la vida, sólo nos muestra que es intolerable<br />

y lo trágico es que algunos<br />

hombres tienen int<strong>el</strong>igencia para<br />

comprenderla y otros resistencia<br />

para sufrirla (1997: 58).<br />

Es evidente que la visión trágica,<br />

atenuada por la estrategia irónica,<br />

muestra los vacíos incontenibles<br />

de los personajes, que a través de<br />

lo icónico se convierte en la visión<br />

simbólica de todos los hombres<br />

d<strong>el</strong> mundo, se presentan como<br />

pequeñas historias fragmentadas<br />

(fractales) que dan cuenta<br />

de la visión irónica que sobre la<br />

realidad tiene <strong>el</strong> autor (ironía propositiva).<br />

Como ya mencioné, la<br />

carga irónica funciona también en<br />

las acotaciones (metatextos) que<br />

funciona como <strong>el</strong>emento indicativo<br />

que emplaza los movimientos<br />

dramáticos, todos <strong>el</strong>los paradójicos<br />

(Estragón realiza una rutina<br />

donde lucha por descalzarse y lo<br />

consigue mucho tiempo después)<br />

que en lugar de ayudar al avance<br />

de la acción, vista de manera clásica,<br />

donde se avanza y a la vez hay<br />

enfrentamientos, aquí, por <strong>el</strong> contrario,<br />

retarda su desarrollo.<br />

Quizás las escenas que evidencian<br />

<strong>el</strong> avance de la acción dramática<br />

son aqu<strong>el</strong>las en que la violencia se<br />

hace presente; por ejemplo, en <strong>el</strong><br />

primer acto, la perorata que sostienen<br />

Vladimir y Estragón, deja en<br />

<strong>el</strong> público una sensación de aletargamiento,<br />

de irritación, ante la<br />

excesiva información de alusiones<br />

intertextuales (bíblicas, sobre la<br />

amistad) para posteriormente con<br />

la aparición de Pozzo y Lucky, romper<br />

con la rutina y arrojar al público<br />

a la expectativa de saber qué su-<br />

69


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

cederá con <strong>el</strong> encuentro de parejas<br />

tan divergentes.<br />

De cualquier forma, esperar a Godot<br />

es posar nuestra mirada crítica<br />

sobre la esperanza que se esconde<br />

detrás de la sonrisa ácida de personajes,<br />

aparentemente vagabundos<br />

que articulan frases inconexas y que<br />

esperan algo con <strong>el</strong> fin de seguir por<br />

<strong>el</strong> camino de la impunidad, es decir,<br />

esperar a Godot, a la “esperanza”<br />

misma, es seguir en <strong>el</strong> vacío, es<br />

continuar con la idea de depositar<br />

en otros, lo que no somos capaces<br />

de asumir como humanidad.<br />

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Zavala, Lauro. Humor, ironía y lectura.<br />

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216 pp.<br />

70


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Fuera máscaras<br />

Introducción<br />

La estructura trágica en Filoctetes,<br />

de Sófocles<br />

Mariana Mercenario*<br />

Bajo la tiranía de Pericles, Atenas<br />

se convirtió en la ciudad principal<br />

de Grecia, la más b<strong>el</strong>la y con<br />

mayor progreso cultural, merced a<br />

las guerras ganadas y a su prosperidad<br />

comercial. Durante este período<br />

se construyeron <strong>el</strong> Partenón y diversas<br />

estatuas y templos en la cima<br />

de la Acrópolis. Éste es <strong>el</strong> tiempo en<br />

<strong>el</strong> que convivieron Herodoto, Tucídices,<br />

Anaxágoras, Fidias, así como<br />

los grandes dramaturgos Esquilo,<br />

Eurípides y Sófocles. 1 Este último<br />

1 Grimberg, C. Historia universal Daimon T.<br />

II Grecia, 4a. ed., México, Daimon, 1987, pp.<br />

escribió alrededor de 120 tragedias,<br />

de las cuales sólo siete han podido<br />

conservarse: Edipo rey, Edipo en<br />

Colona, Antígona, Ayante, Electra,<br />

Las Traquinias y Filoctetes.<br />

175-177.<br />

* Profesora d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Naucalpan.<br />

71


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Vale la pena señalar que según<br />

Aristót<strong>el</strong>es, <strong>el</strong> magistral analista de<br />

la Antigüedad, la tragedia surgió<br />

por improvisación y los autores<br />

que componían en loor de Baco, es<br />

decir, los ditirámbicos, fueron dándole<br />

forma y definición hasta hacer<br />

posible la evidencia de una caracterización<br />

basada, en principio, en<br />

sus pautas de composición: la<br />

fábula, los caracteres, la <strong>el</strong>ocución,<br />

la manera de pensar de los<br />

personajes, <strong>el</strong> espectáculo y <strong>el</strong><br />

canto. Las posibilidades creativas<br />

y enfáticas de dichas partes, a su<br />

vez, dieron pie a la observación de<br />

una latente tipología de tragedia:<br />

las simples, complejas, patéticas<br />

y de carácter. Por otra parte, en<br />

su Arte poética, <strong>el</strong> Estagirita explica<br />

que la extensión de la tragedia<br />

se apegaba a lo que la memoria d<strong>el</strong><br />

espectador pudiera retener con facilidad,<br />

a partir de cuatro partes estructurales:<br />

<strong>el</strong> prólogo, <strong>el</strong> episodio,<br />

<strong>el</strong> éxodo y los cantos de coro.<br />

La convergencia de una mente analítica,<br />

como la de Aristót<strong>el</strong>es, junto<br />

con <strong>el</strong> genio estético de un dramaturgo,<br />

como Sófocles, no siempre<br />

ocurren en la historia de las culturas,<br />

por lo que en este artículo intento<br />

mostrar cómo van encontrando<br />

cauce en creación y apreciación<br />

de diversas obras, y cuya configuración<br />

característica puede observarse<br />

en la tragedia Filoctetes. 2<br />

De la tradición a la creación<br />

Fi<strong>el</strong> a la tradición, como lo recomendaba<br />

Aristót<strong>el</strong>es, en La Iliada<br />

(Canto II, vv. 721-725), Homero<br />

nos da nosticia de Filoctetes como<br />

rey capitán de los guerreros procedentes<br />

de los campos de Metona<br />

y Taumacia, y de las ciudades de<br />

M<strong>el</strong>ibea y Olizón, encabezando siete<br />

naves en la primera expedición<br />

hacia Troya, y quien gozara de la<br />

fama de ser un hábil arquero poseedor<br />

de un arco omnipotente y de<br />

flechas tan certeras como infalibles,<br />

intrumentos heredados de Heracles<br />

cuando éste dio fuego a la pira en la<br />

que fue convertido en cenizas. Por<br />

2 Sófocles, Tragedias, 3ª. ed., trad. de Ignacio<br />

Errandonea, México, Ediciones Ateneo-México,<br />

1984.<br />

72


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

infortunio, sin embargo, Filoctetes<br />

fue mordido por un reptil ponzoñoso<br />

y sus lamentos, que impedían los<br />

sacrificios propiciatiorios de buenos<br />

augurios para la batalla, fueron la<br />

causa para que los aqueos decidieran<br />

abandonarlo en la desierta isla<br />

de Lemnos. Después de diez años,<br />

los dioses demandaron <strong>el</strong> rescate<br />

de Filoctetes, pues <strong>el</strong> oráculo señalaba<br />

que sin él y sus armas no<br />

podría tomarse Troya.<br />

Con base en lo anterior podemos<br />

saber que la tradición griega de la<br />

época mostraba a Filoctetes como<br />

un hombre de valor y estirpe que,<br />

ante una desgracia, había sido<br />

abandonado pero años más tarde<br />

rescatado, gracias a lo cual Troya<br />

pudo ser tomada.<br />

Esta historia que, de entrada es<br />

desafortunada, en Sófocles adquiere<br />

bríos emocionales que llevan a<br />

la conmiseración, ya que <strong>el</strong> gran<br />

acierto de dramaturgo consistió en<br />

imaginar los padecimientos por los<br />

que <strong>el</strong> capitán debió pasar: su amor<br />

al honor, su aprecio a la dignidad, <strong>el</strong><br />

odio por la traición, la intensa soledad,<br />

<strong>el</strong> cotidiano dolor físico, la frustración<br />

ante injusticia, la añoranza<br />

de su patria y la restitución de su<br />

honor.<br />

De esta manera, si bien la historia<br />

de una desgracia de un hombre en<br />

específico puede ser ajena a otro,<br />

los valores, las convicciones y los<br />

miedos primordiales representan<br />

esferas y escenarios comunes a la<br />

humanidad universal, si logran mimetizarse<br />

a través de una técnica<br />

tan ejemplar como su esencia. Esto<br />

es lo que convierte a la historia de<br />

Filoctetes en una tragedia: la capacidad<br />

mimética y <strong>el</strong> dominio de<br />

una técnica en plenitud.<br />

La creación de un conflicto<br />

En la composición estética creada<br />

por Sófocles, corresponde al traidor<br />

Odiseo la primera intervención<br />

en la obra: primero para situar espacialmente<br />

al espectador, describiendo<br />

grosso modo <strong>el</strong> lugar donde<br />

ocurrirán las acciones de los perso-<br />

73


najes, esto es, la isla de Lemnos,<br />

y en segundo lugar, para dev<strong>el</strong>ar<br />

su propósito en concordancia con<br />

su manera de pensar: obtener las<br />

preciadas armas de Filoctetes a<br />

través d<strong>el</strong> engaño. Con <strong>el</strong>lo, Odiseo<br />

reencarna al hombre para quien los<br />

fines justifican los medios, en este<br />

caso las intrigas gestadas por la cobardía<br />

son campo fértil de los dolos<br />

y las oscuras intenciones.<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

No obstante, dando vu<strong>el</strong>ta de tuerca<br />

a la historia, <strong>el</strong> ejecutor no podrá<br />

ser <strong>el</strong> mismo que imprimió la falta<br />

y de quien dependió la decisión de<br />

abandonar al héroe: Odiseo buscará<br />

otros medios de engaño y convertirá<br />

<strong>el</strong> ingenuo Neptolemo, hijo<br />

de Aquiles, en agente de sus deseos.<br />

Con un sorprendente inicio en la<br />

boca d<strong>el</strong> antagonista, Sófocles<br />

mata dos pájaros de un tiro, pues al<br />

mismo tiempo que sitúa al espectador,<br />

extiende indicaciones sobre la<br />

disposición d<strong>el</strong> escenario donde las<br />

acciones transcurrirán y la dirección<br />

que éstas tomarán en lo próximo de<br />

acuerdo a los propósitos d<strong>el</strong> antihéroe.<br />

Si bien la descripción no llega<br />

al detalle, vale la pena subrayar<br />

que <strong>el</strong>lo coincide con las observaciones<br />

aristotélicas de que <strong>el</strong> canto<br />

y la escenografía como motivos<br />

adicionales, y no escenciales, a<br />

la tragedia. Por <strong>el</strong>lo, las primeras<br />

intervenciones rev<strong>el</strong>an la dirección<br />

de las acciones en complicidad: la<br />

línea de comportamiento de Odiseo<br />

se sustenta en la trampa y la intriga,<br />

mientras que la de Neptolemo<br />

se erige en una nobleza endeble,<br />

propia de una juventud aún maleable<br />

y que es terreno próspero para<br />

<strong>el</strong> engaño.<br />

74


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Sófocles hace hincapié en <strong>el</strong> carácter<br />

de Odiseo a través de un monólogo<br />

interno, a modo de conjetura,<br />

en <strong>el</strong> que intuye la presencia próxima<br />

de Filoctetes y teme al presentir<br />

<strong>el</strong> odio de éste por él, por lo que la<br />

función de Neptolemo es subsidiaria<br />

de las palabras d<strong>el</strong> antagonista<br />

quien justifica la trampa como una<br />

eufemística “cooperación”. Con<br />

<strong>el</strong>lo, <strong>el</strong> espectador observa cómo<br />

Odiseo va convirtiéndose, paulatinamente,<br />

en <strong>el</strong> ejecutor int<strong>el</strong>ectual<br />

de las acciones de Neptolemo.<br />

Aquí <strong>el</strong> dramaturgo logra una mímesis<br />

inmejorable de un carácter<br />

astuto y análítico de sus piezas en<br />

juego, como lo es Odiseo, quien<br />

formula justificaciones a través de<br />

las cuales Neptolemo logra la simpatía<br />

de Filoctetes. Así, según la<br />

manera de proceder d<strong>el</strong> personaje,<br />

<strong>el</strong> espectador d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> griego<br />

clásico percibe a un Odiseo para<br />

quien es más importante la fama,<br />

los logros obtenidos y su reconocimiento<br />

público, aunque los medios<br />

de proceder sean poco dignos de<br />

un hombre de bien, y para quien<br />

es fácil encontrar espíritus débiles,<br />

tal vez por inexpertos, que sirvan<br />

como medios de un plan egoísta,<br />

pues aunque Neptolemo en un primer<br />

momento se resiste a mentir,<br />

resulta de dócil convencimiento.<br />

Con <strong>el</strong>lo se cierra la primera parte<br />

de la tragedia que precede a la<br />

intervención d<strong>el</strong> coro, es decir, <strong>el</strong><br />

prólogo.<br />

Aparecen, luego los cantos corales<br />

que en total constituyen seis<br />

intervenciones; en la primera de<br />

<strong>el</strong>las, <strong>el</strong> párodo, es decir, <strong>el</strong> primer<br />

fragmento que canta <strong>el</strong> coro está<br />

conformado por los marinos de<br />

la expedición aquea, quienes se<br />

muestran serviciales con Neptolemo,<br />

conocen lo tramado por Odiseo,<br />

pero también son sabios de<br />

los sentimientos de justicia. El coro<br />

hace que <strong>el</strong> joven Neptolemo logre<br />

una reflexión más profunda que <strong>el</strong><br />

mero cometido truculento, y enfatiza,<br />

por ejemplo, <strong>el</strong> dolor que Filoctetes<br />

siente por la enfermedad, <strong>el</strong><br />

abandono y la soledad.<br />

75


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Posteriormente siguen siete episodios,<br />

es decir, las partes completas<br />

de la tragedia que se hallan<br />

entre los cantos completos d<strong>el</strong><br />

coro, posteriores a los cuales aparece<br />

Filoctetes con amable talante,<br />

alentado por la presencia de otro<br />

ser humano después de muchos<br />

años de total soledad y ante quien<br />

se presenta con humildad, ávido<br />

de escuchar a otro y revivir con su<br />

voz la presencia de su patria y de<br />

su especie.<br />

Sófocles introduce entonces los<br />

reconocimientos o anagnórisis:<br />

Neptolemo se presenta recordando<br />

muy sucintamente su linaje, aunque<br />

finge no saber quién es Filoctetes<br />

que, lamentándose, expresa su<br />

rencor, pues él decidió luchar por<br />

su pueblo y, no obstante, se halla<br />

condenado al anonimato y al dolor.<br />

Aquí <strong>el</strong> héroe cuenta la historia de<br />

su desgracia que deja ver la deshonestidad,<br />

<strong>el</strong> nulo auxilio de sus<br />

compañeros, su desilusión y soledad<br />

en la isla y la importancia de<br />

sus armas para lograr la supervivencia,<br />

su espera inagotada por ser<br />

rescatado algún día y la confianza<br />

en <strong>el</strong> auxilio desinteresado de sus<br />

compatriotas.<br />

Las palabras de Filoctetes van conmoviendo<br />

a Neptolemo y al coro por<br />

un lado, y al espectador por otro,<br />

pues al mismo tiempo que somos<br />

testigos de las quejas de Filoctetes,<br />

efecto de una desgracia en <strong>el</strong> pasado,<br />

también sabemos d<strong>el</strong> acuerdo<br />

entre Neptolemo y Odiseo para<br />

aprovecharse d<strong>el</strong> abandonado.<br />

En la composición de Sófocles, Filoctetes<br />

se interesa por saber de<br />

Aquiles y dicho interés cae, por supuesto,<br />

en la conciencia de Nep-<br />

76


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

tolemo, hijo d<strong>el</strong> héroe de los pies<br />

ligeros. Este hombre al que Neptolemo<br />

va a dañar, muestra una alta<br />

estimación por <strong>el</strong> padre d<strong>el</strong> verdugo,<br />

por cuya boca siguen hablando<br />

las intenciones de Odiseo. Las<br />

palabras de Neptolemo tienen por<br />

función, hasta ese momento, la<br />

apariencia: mostrar la deshonestidad<br />

y la prepotencia de Odiseo por<br />

la que pervive la intransigencia de<br />

los Atridas.<br />

Aparece luego la segunda intervención<br />

d<strong>el</strong> coro quien, con sus palabras,<br />

apoya la solicitud de Neptolemo.<br />

Cuando <strong>el</strong> hijo de Aquiles<br />

entera a Filoctetes de la muerte de<br />

otros guerreros amigos de éste, se<br />

incrementa <strong>el</strong> dolor en <strong>el</strong> corazón<br />

d<strong>el</strong> heroe. La queja de Filoctetes se<br />

dirige entonces a los dioses, pues<br />

expresa que ni siquiera en <strong>el</strong>los puede<br />

encontrar justicia alguna y con<br />

<strong>el</strong>lo se acentúa su deslación y aumenta<br />

la compasión d<strong>el</strong> espectador.<br />

Después lograr la simpatía de Filoctetes,<br />

Neptolemo le anuncia, fementidamente,<br />

que la expedición está a<br />

punto de partir. Sófocles muestra<br />

entonces <strong>el</strong> sentimiento más doloroso<br />

y a flor de pi<strong>el</strong> de Filoctetes,<br />

suplicante de cualquier ayuda para<br />

hacerlo llegar a su tierra y poder estar<br />

con sus seres amados.<br />

En su tercera intervención, <strong>el</strong> coro<br />

funge como aparente intercesor,<br />

cooperando con las súplicas d<strong>el</strong><br />

arquero. Filoctetes, agradecido,<br />

presenta a los objetos que evidencian<br />

su padecimiento y los cuales<br />

producen un fuerte remordimiento<br />

en Neptolemo. Aparece entonces<br />

Odiseo para obstaculizar la simpatía,<br />

esta vez, sincera entre Filoctetes<br />

y Neptolemo. De esta manera,<br />

la presencia d<strong>el</strong> antagonista sirve<br />

para seguir con la intriga y renovarla,<br />

recordando <strong>el</strong> propósito práctico<br />

de la estancia de los aqueos en la<br />

isla: robar las armas de Filoctetes.<br />

El anciano arquero reacciona indignado<br />

y es entonces más solícito<br />

d<strong>el</strong> socorro de Neptolemo, a quien<br />

le exige su simpatía entregándole,<br />

77


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

deseperado, su arco que sólo puede<br />

ser obtenido por medio de acciones<br />

bondadosas. Con esto, se<br />

dev<strong>el</strong>a la forma de ser profunda d<strong>el</strong><br />

carácter: Filoctetes es un hombre<br />

confiado en la amistad, agradecido<br />

y bondadoso. Asimismo <strong>el</strong> espectador<br />

llega hasta <strong>el</strong> suspenso, pues<br />

sabe que Neptolemo no debiera<br />

poseer <strong>el</strong> arco, pues su adquisición<br />

no obedecew a una acción bondadosa,<br />

ya que se ha dejado llevar<br />

por las propuestas deshonestas de<br />

Odiseo.<br />

En su cuarta intervención, <strong>el</strong> coro se<br />

complace en la impresión que tiene<br />

Filoctetes por Neptolemo: <strong>el</strong> primero<br />

no le ha hecho mal alguno, y sin<br />

embargo, Neptolemo sigue con <strong>el</strong><br />

engaño tramado por <strong>el</strong> rey de Ítaca.<br />

El coro imagina los probables padecimientos<br />

por los que pasó Filoctetes:<br />

le hace ver al espectador<br />

que éste se encuentra en desventaja<br />

en r<strong>el</strong>ación con un “nosotros”,<br />

pues está condenado a las injusticias<br />

de un destino, ha estado y<br />

permanece enfermo, sin amigos,<br />

sin placer alguno, a pesar de ser<br />

un hombre mucho mejor que <strong>el</strong><br />

promedio humano.<br />

Surge entonces <strong>el</strong> clímax d<strong>el</strong> hecho<br />

patético, es decir, <strong>el</strong> punto<br />

máximo de una acción que hace<br />

sufrir al personaje: la reverberación<br />

de la herida. El espectador observa<br />

cómo, a pesar d<strong>el</strong> gran dolor<br />

que siente Filoctetes, prefiere éste<br />

reprimirse para no causar aversión<br />

a quienes han prometido ayudarlo,<br />

con lo que se incrementa la compasión<br />

d<strong>el</strong> espectador, quien deberá<br />

escuchar que, con gritos y quejas,<br />

<strong>el</strong> dolor d<strong>el</strong> héroe se agrava,<br />

al grado de pedir la muerte. Poco<br />

después Filoctetes se desmaya<br />

consumido por la intensidad d<strong>el</strong> sufrimiento.<br />

Así all quedar así dormido.<br />

Todo queda pues, al albedrío de<br />

Neptolemo.<br />

Ante esta situación <strong>el</strong> espectador<br />

sabe que no existen más que dos<br />

opciones: o bien en Neptolemo<br />

vencerá su deber moral y se com-<br />

78


portará como un hombre bueno y<br />

amigo, o bien mantendrá <strong>el</strong> engaño<br />

utilitario de Odiseo y tratará de robar<br />

las armas a Filoctetes.<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

En su quinta intervención, <strong>el</strong> coro<br />

le hace ver lo apropiado y oportuno<br />

para llevar a cabo <strong>el</strong> robo de las<br />

armas, pero entonces comienza<br />

<strong>el</strong> arrepentimiento de Neptolemo,<br />

pues siente injusto e innecesario <strong>el</strong><br />

robo aprovechándose d<strong>el</strong> desmayo<br />

de Filoctetes. El coro insiste en <strong>el</strong><br />

favor d<strong>el</strong> viento para la huida, pero<br />

Neptolemo se niega. Con esta acción<br />

observaremos en ad<strong>el</strong>ante un<br />

Neptolemo distinto, más comprometido<br />

consigo, con sus propios<br />

intereses y no con los de Odiseo,<br />

lo que anuncia una nueva situación<br />

en la que sólo en <strong>el</strong> Renacimiento<br />

florecería: un héroe de conciencia y<br />

no de destino.<br />

En su inocencia, después de despertar,<br />

Filoctetes agradece la fid<strong>el</strong>idad<br />

de Neptolemo a quien tiene por<br />

<strong>el</strong> mejor y más noble de los hombres.<br />

Neptolemo dubita, se muestra<br />

inseguro, se da cuenta de que, en<br />

realidad, se hubo traicionado a sí<br />

mismo al hacer aqu<strong>el</strong>lo que no correspondía<br />

con su manera de pensar.<br />

Así comienza a decir la verdad<br />

paulatinamente.<br />

Filoctetes experimenta entonces <strong>el</strong><br />

cambio de fortuna, a través de<br />

la peripecia, es decir, cuando <strong>el</strong><br />

sentido de la acción cambia en<br />

dirección contraria a como venía<br />

ocurriendo en la historia: todo lo<br />

que creía iba a procurarle un bien,<br />

ha cambiado radicalmente de sentido.<br />

Se siente traicionado, engañado<br />

porque ha comprendido que la<br />

imagen de creía de Neptolemo no<br />

lo refleja en realidad.<br />

79


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Con este cambio de fortuna se produce<br />

en <strong>el</strong> espectador una catarsis,<br />

es decir, la purificación que<br />

se obtiene a través de la compasión.<br />

Sentimos que Filoctetes no<br />

merece ser engañado, como lo fue<br />

al ser abandonado por tantos años<br />

en esa isla, y a la vez sentimos temor<br />

pues la traición, <strong>el</strong> engaño y <strong>el</strong><br />

abandono pueden llegar a sucedernos,<br />

cuando cualquiera de nosotros<br />

cae en una desgracia.<br />

La reacción de Filoctetes es indudablemente<br />

la misma que sentiría alguien<br />

cuando observa que ha sido<br />

utilizado, dejándl desvalido y sin la<br />

amistad que creía honesta, pues <strong>el</strong><br />

arco que ha sido su medio de supervivencia,<br />

ya no sólo representa<br />

un objeto, sino <strong>el</strong> futuro de su vida,<br />

pues sin él no podrá defenderse de<br />

las fieras de la isla. Ahora <strong>el</strong> arco, al<br />

igual que su vida, está en manos de<br />

Neptolemo, quien a su vez, se halla<br />

en las de los Atridas. ¿Puede haber<br />

mayor coraje y tristeza para un<br />

hombre que <strong>el</strong> ver que su existencia<br />

depende de sus adversarios?<br />

La queja de Filoctetes expresa su<br />

dolor, muestra su sorpresa ante la<br />

dirección contraria de los hechos,<br />

se siente perdido, y aún así solicita<br />

la rectificación de Neptolemo. Aparece<br />

entonces Odiseo, que quiere<br />

consumar sus planes originales y<br />

reprocha a Neptolemo su compasión,<br />

pues ha violado <strong>el</strong> pacto acordado<br />

en un principio.<br />

Filoctetes reclama justicia, pero<br />

Odiseo se empeña en la necesidad<br />

de hacerse conforme a las circunstancias,<br />

muestra su v<strong>el</strong>eidad y<br />

finalmente su cru<strong>el</strong>dad: a modo de<br />

presión, dice que es mejor marchar<br />

sin Filoctetes y dejarlo abandonado<br />

en la isla hasta su muerte.<br />

En <strong>el</strong> coro cabe una visión más sensata,<br />

pues está consciente de las<br />

circunstancias de ese momento y,<br />

conforme con <strong>el</strong>las, trata de encontrar<br />

la solución más favorable para<br />

todas las partes: cierto que Filoctetes<br />

ha sido traicionado, victimado y<br />

utilizado, pero ahora se le ofrece la<br />

oportunidad de salir de la isla, de<br />

80


lograr lo que alguna vez pensó, es<br />

decir, <strong>el</strong> triunfo derrotando Troya y<br />

sin embargo, <strong>el</strong> héroe permanece<br />

ligado a su dolor, insulta y se queja,<br />

lo que poco ayuda a salir d<strong>el</strong><br />

conflicto.<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

El coro hace ver que la desgracia<br />

de Filoctetes depende en ese momento<br />

de sí mismo: él tiene la oportunidad<br />

de permanecer con vida y<br />

convertirse en héroe, es su albedrío<br />

y no hay imposición alguna.<br />

Con la intervención anterior, se<br />

cierra la parte de cantos d<strong>el</strong> coro<br />

y prosigue <strong>el</strong> éxodo, es decir, la<br />

salida de los personajes. Neptolemo<br />

quiere hacer lo que le dicta su<br />

conciencia y desobedecer a Odiseo,<br />

quien lo amenaza con valerse<br />

d<strong>el</strong> ejército para atacarlo, pero<br />

aqu<strong>el</strong> realiza una acción acorde a<br />

su nobleza: devu<strong>el</strong>ve las armas a<br />

Filoctetes. Ante la determinación de<br />

Neptolemo, Odiseo muestra su carácter<br />

cobarde y huye. Esto remite<br />

al espectador a la caracterización<br />

aristotélica de que los personajes<br />

deben ser apropiados, verosímiles<br />

y constantes, así Odiseo no<br />

puede ser de otra manera más que<br />

cobarde, mentiroso, deshonesto y<br />

traidor.<br />

Las palabras dirigidas por Neptolemo<br />

a Filoctetes tienen por función<br />

recordar la obligación de los hombres<br />

con respecto de las decisiones<br />

de los dioses: acatar <strong>el</strong> destino,<br />

evitar males que sean evadibles y<br />

así no provocar la desgracia propia,<br />

y que en la obra significa sacar<br />

a Filoctetes de su necedad, hacerle<br />

ver la opción que la fortuna le<br />

da para salvarse, exponerle con<br />

sinceridad lo dicho en <strong>el</strong> oráculo y<br />

finalmente hacerle ver que de su<br />

acción dependen los intereses de<br />

81


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

su pueblo y no los particulares de<br />

sus enemigos.<br />

A su vez, Filoctetes le reclama a<br />

Neptolemo ceder a los intereses<br />

de los Atridas y no ser lo suficientemente<br />

valiente y firme <strong>desde</strong> un<br />

inicio, pues ha permitido la subordinación<br />

a hombres que dieron las armas<br />

de su padre Aquiles a alguien<br />

que no las merecía.<br />

El espectador se da cuenta de que<br />

a ambas partes obedece la razón<br />

bajo sus circunstancias y su forma<br />

de ser, es decir, también a nosotros<br />

se nos transmite la sensación de<br />

no poder decidir qué interés debe<br />

prevalecer sobre <strong>el</strong> otro. Esto, obviamente,<br />

no se logra sino a través<br />

de una buena <strong>el</strong>ocución, es decir,<br />

de una expresión adecuada<br />

a la situación y al pensamiento<br />

de los personajes por medio d<strong>el</strong><br />

lenguaje.<br />

Después de una discusión infructuosa<br />

entre Filoctetes y Neptolemo, en<br />

éste pesa más la amistad que la ambición<br />

de fama, pero hace necesaria<br />

la intervención d<strong>el</strong> Deux ex machina,<br />

es decir, de la llegada de un<br />

recurso divino para resolver <strong>el</strong><br />

conflicto que los hombres no han<br />

podido lograr. Heracles aparece<br />

para ratificar a Filoctetes que no se<br />

trata de trampas, sino de designios<br />

divinos; <strong>el</strong> hombre debe sumisión a<br />

los dioses y le garantiza su triunfo.<br />

Filoctetes, ante las palabras d<strong>el</strong><br />

semidios y exc<strong>el</strong>so guerrero, ejemplo<br />

de valentía y fortaleza, accede<br />

a marcharse de la isla que fue su<br />

martirio y <strong>el</strong> coro acompaña a los<br />

héroes con sus buenos deseos.<br />

Conclusión<br />

Recordemos que para Aristót<strong>el</strong>es,<br />

la tragedia es un tipo de reproducción<br />

por imitación que tiene,<br />

por medio, la palabra dispuesta con<br />

ritmo, m<strong>el</strong>odía y métrica; por objeto,<br />

las acciones de hombres mejores<br />

que nosotros porque son principalmente<br />

esforzados y buenos, y cuyo<br />

carácter ético exalta la virtud; y por<br />

82


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

modo, la presentación de personajes<br />

en acción y obra.<br />

De esta manera, los personajes<br />

que aparecen en esta tragedia representan<br />

las acciones de hombres<br />

de una calidad superior a la<br />

nuestra. Filoctetes, por ejemplo,<br />

manifiesta su dignidad y fortaleza<br />

ante <strong>el</strong> dolor, pues ha tenido que<br />

soportar muchos años las dolencias<br />

de la enfermedad, la soledad<br />

y la dificultad de hacerse de alimentos<br />

para poder sobrevivir. Asimismo,<br />

es evidente su tendencia o<br />

inclinación a la amistad, su gratitud,<br />

su amor filial, su aprecio hacia<br />

sus amigos (Aquiles, Patroclo, los<br />

Ayaces, Néstor), su desprecio por<br />

la traición (Odiseo, Tersites y los<br />

Atridas), y su odio por la injusticia<br />

(los Atridas y los dioses).<br />

Por otro lado, Neptolemo representa<br />

al hombre que rechaza <strong>el</strong><br />

engaño (si accede ante la petición<br />

de Odiseo es únicamente en función<br />

de los beneficios futuros d<strong>el</strong><br />

triunfo de su pueblo, consolidación<br />

de los guerreros de la primera expedición,<br />

entre <strong>el</strong>los, su padre); es<br />

noble, pues finalmente se sincera<br />

con Filoctetes, a pesar de las amenazas<br />

de Odiseo; es honesto, pues<br />

devu<strong>el</strong>ve las armas a su dueño; es<br />

sensato, pues comprende tanto a<br />

Filoctetes como lo designado por<br />

los dioses; y principalmente, es un<br />

guerrero amante de su pueblo.<br />

Como ya se ha explicado al principio<br />

de esta ponencia, las intervenciones<br />

de los personajes, sus<br />

palabras y sus acciones siempre<br />

tienen una función, es decir, <strong>el</strong> autor<br />

ha sabido r<strong>el</strong>acionar y ensamblar<br />

los hechos que giran en torno<br />

de una acción, la cual –recordemos–<br />

debe ser una y completa:<br />

convencer a Filoctetes para que<br />

acompañe a la expedición y así<br />

poder conquistar Troya; éste es<br />

<strong>el</strong> cometido y <strong>el</strong> drama interno d<strong>el</strong><br />

personaje que si bien aquí no es<br />

<strong>el</strong> principal o protagónico, es para<br />

quien enfrenta una decisión que<br />

modifica sustancialmente su carácter:<br />

Neptolemo.<br />

83


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

En cuanto al tiempo, la extensión de<br />

la acción presentada comprende<br />

<strong>el</strong> tiempo de un solo día: <strong>desde</strong> la<br />

llegada de la expedición griega a la<br />

isla de Lemnos, hasta su partida.<br />

Finalmente, creo que esta reflexión<br />

sobre la composición poética en<br />

una obra trágica como Filoctetes de<br />

Sófocles puede ayudarnos a disfrutar<br />

con mayor detenimiento cómo<br />

se realiza un texto literario, esto<br />

es, a valorar con cuidado cómo <strong>el</strong><br />

creador o dramaturgo procede en <strong>el</strong><br />

todo y en sus partes para procurar<br />

una emoción en <strong>el</strong> espectador plasmando<br />

diversos momentos de profunda<br />

humanidad en las palabras y<br />

acciones de sus personajes a través<br />

de la lengua.<br />

Obras consultadas<br />

Aristót<strong>el</strong>es. Arte poética, trad. d<strong>el</strong><br />

griego, prólogo y notas de<br />

José Goya y Muniain, Madrid,<br />

Taurus, 1984.<br />

Grimberg, Carl. Historia universal<br />

Daimon T. II Grecia, México,<br />

Daimon, 1987, pp. 175-177.<br />

Homero. La Ilíada. Madrid, Editorial<br />

Juventud, 1990.<br />

Sófocles. Tragedias, trad. de Ignacio<br />

Errandonea, México, Ediciones<br />

Ateneo-México, 1984.<br />

84


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Máscara contra<br />

cab<strong>el</strong>lera<br />

Fernando Wagner<br />

Un alemán muy mexicano,<br />

en la enseñanza y <strong>el</strong> hacer d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> universitario en México<br />

Rubén Fischer*<br />

Aunque no parezca, <strong>el</strong> <strong>teatro</strong><br />

universitario le debe mucho<br />

a Fernando Wagner, un germano-mexicano<br />

que, por circunstancias<br />

familiares, se estableció en<br />

nuestro país y decidió desarrollar<br />

una brillante en <strong>el</strong> emblemático <strong>teatro</strong><br />

universitario que tantas satisfacciones<br />

nos ha dado a lo largo de su<br />

historia.<br />

La historia de Fernando Wagner empieza<br />

así: nace en Göttingen, Alemania,<br />

apenas iniciado <strong>el</strong> siglo pasado<br />

(1905),<br />

pero era<br />

mexicano<br />

gracias a<br />

su abu<strong>el</strong>o<br />

paterno,<br />

quien en <strong>el</strong><br />

siglo XIX<br />

había sido<br />

naturalizado<br />

en un<br />

documento<br />

cuya firma era nada más y nada<br />

* Profesor d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Vallejo<br />

85


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

menos que d<strong>el</strong> presidente Benito<br />

Juárez. El abu<strong>el</strong>o Wagner estableció<br />

en la Ciudad de México una tienda<br />

de música en 1851, que llevaba<br />

por nombre “Casa Wagner Levien”,<br />

una de las más importantes de esa<br />

época. El padre de Fernando Wagner<br />

ya era mexicano de nacimiento,<br />

pero regresó a Alemania para establecerse<br />

ahí y desarrollarse junto<br />

con su familia.<br />

Cuando <strong>el</strong> joven Fernando Wagner<br />

definió su vocación de vida, enfrentó<br />

lo que muchos jóvenes de diversas<br />

épocas vivieron cuando sus padres<br />

se enteraron de tan descab<strong>el</strong>lada<br />

idea: estudiaría <strong>teatro</strong>; por supuesto<br />

recibió la prohibición absoluta<br />

de estudiar <strong>teatro</strong> y, también como<br />

muchos de esos jóvenes, en respuesta<br />

a tan reacia negativa abandonó<br />

la casa paterna, se instaló en<br />

Berlín, donde estudió lo que quería<br />

y unos años después se estaba licenciando<br />

en Ciencias Teatrales en<br />

la Universidad de Berlín. Hizo sus<br />

primeras apariciones como actor de<br />

<strong>teatro</strong>, pero luego de un tiempo, la<br />

falta de recursos le obligó humildemente<br />

a regresar con la familia y su<br />

padre lo castigó enviándolo a México<br />

para atender <strong>el</strong> negocio familiar.<br />

Es de suponer que <strong>el</strong> señor Wagner<br />

no sabía qué consecuencias tendría<br />

para <strong>el</strong> joven establecerse en<br />

México (1930) quien, ya sin la presión<br />

paterna, inició una fructífera<br />

carrera, primero como declamador<br />

y director musical, y luego tanto en<br />

la enseñanza d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> como en <strong>el</strong><br />

campo de la actuación y de la dirección.<br />

Como es de suponer, Fernando<br />

Wagner arriba a un país que<br />

está en plena efervescencia artística<br />

y cultural, en la que están pre-<br />

86


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

sentes los grandes poetas, int<strong>el</strong>ectuales<br />

y artistas d<strong>el</strong> momento, con<br />

quienes estará en contacto y colaboración<br />

constante, como Salvador<br />

Novo y Xavier Villaurrutia, quienes<br />

crearon <strong>el</strong> Teatro Ulises (1927), junto<br />

con Antonieta Rivas Mercado, y<br />

formaban parte d<strong>el</strong> grupo de “Los<br />

Contemporáneos” (1928).<br />

Al tener un título universitario, no<br />

fue difícil que su primer contacto<br />

con la enseñanza empezara en la<br />

Escu<strong>el</strong>a Nacional Preparatoria, de<br />

la entonces Universidad Nacional,<br />

hoy UNAM, en 1932, donde impartió<br />

clases de alemán; para 1934<br />

recibió un edicto de don Artemio<br />

d<strong>el</strong> Valle Arizpe, donde le asigna la<br />

responsabilidad de impartir un curso<br />

de práctica teatral en la entonces<br />

Facultad de Filosofía y B<strong>el</strong>las<br />

Artes.<br />

En 1935, se estrenan los primeros<br />

montajes dirigidos por <strong>el</strong> maestro<br />

Wagner: en mayo, Entre los bastidores<br />

d<strong>el</strong> alma, de Nicolás Evreinoff,<br />

y El viajero y <strong>el</strong> amor, de Paul<br />

Morand, en <strong>el</strong> Teatro Orientación,<br />

de la SEP; le siguen Riders to the<br />

sea, de John M. Synge (montada<br />

en <strong>el</strong> idioma original), y Las preciosas<br />

ridículas, de Molière, que<br />

se presentó en una correccional y<br />

una penitenciaría; en septiembre<br />

se estrenaron las obras Bunbury<br />

o la importancia de ser formal, de<br />

Oscar Wilde, que recibiera exc<strong>el</strong>entes<br />

críticas por las actuaciones<br />

femeninas. En seguida, en <strong>el</strong> Palacio<br />

de B<strong>el</strong>las Artes se presenta la<br />

obra Peribáñez y <strong>el</strong> comendador<br />

de Ocaña, de Lope de Vega, con<br />

<strong>el</strong> que se conmemora <strong>el</strong> tricentenario<br />

luctuoso de Lope de Vega,<br />

que reúne a grandes figuras, como<br />

a Günter Gerzo, que se hizo cargo<br />

de la escenografía, y la música en<br />

vivo dirigida por Áng<strong>el</strong> Salas; este<br />

montaje se considera como <strong>el</strong> inicio<br />

d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> universitario. Otro detalle<br />

que es conveniente mencionar<br />

es que <strong>el</strong> trabajo emprendido en<br />

esta actividad teatral también será<br />

<strong>el</strong> detonador de carreras en <strong>el</strong> arte<br />

de la actuación.<br />

87


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

En 1936, José Attolini dirige a sus<br />

compañeros de grupo en un proyecto<br />

denominado “Teatro sin máscara”,<br />

con las obras Vivamos un<br />

sueño, de Sacha Guitry, El otro, de<br />

Migu<strong>el</strong> de Unamuno, Ligados, de<br />

O’Neill, y El balcón, de Heilberg,<br />

que más allá d<strong>el</strong> su éxito o fracaso,<br />

lo que hace es abrir nuevos caminos<br />

para dejar de lado las formas<br />

convencionales de hacer <strong>teatro</strong>, característica<br />

intrínseca d<strong>el</strong> quehacer<br />

universitario.<br />

Aunada a su labor teatral en la<br />

Universidad, y cuando <strong>el</strong> mundo<br />

se encuentra en plena Segunda<br />

Guerra Mundial, entre 1939 y 1943<br />

Fernando Wagner organiza y realiza<br />

un movimiento teatral que lleva<br />

como título “Teatro Panamericano”,<br />

proyecto que surge en Chicago, y<br />

que logra presentar alrededor de 22<br />

obras, la mayoría de <strong>el</strong>las en idioma<br />

inglés y que por alguna razón<br />

estaban censuradas en Estados<br />

Unidos, aunque también presentó<br />

obras de dramaturgos mexicanos y<br />

latinoamericanos. De acuerdo con<br />

Rodolfo Usigli<br />

Rodolfo Usigli (1941), este proyecto<br />

respondía a la necesidad que tenía<br />

<strong>el</strong> maestro Wagner de presentar<br />

un repertorio de obras que no podía<br />

montar en las escu<strong>el</strong>as en que<br />

daba clases (Universidad Nacional,<br />

B<strong>el</strong>las Artes y Escu<strong>el</strong>a de Artes<br />

para Trabajadores).<br />

Este movimiento, poco mencionado<br />

en la historia d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> mexicano,<br />

incluyó en su <strong>el</strong>enco a actores de<br />

la talla de Isab<strong>el</strong>a Corona, Pedro<br />

Armendáriz, Clementina Otero y<br />

un distinguido grupo de actores de<br />

origen estadounidense, además<br />

de otros que luego destacarían en<br />

<strong>el</strong> mundo d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong>, entre los que<br />

88


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

se encontraban Xavier Rojas, Fernando<br />

Torre Lapham, Víctor Junco<br />

y José Elías Moreno. La mayoría<br />

de las presentaciones se llevarían<br />

a cabo en <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> d<strong>el</strong> Palacio de<br />

B<strong>el</strong>las Artes, siempre iniciando con<br />

<strong>el</strong> t<strong>el</strong>ón Tiffany iluminado, o en <strong>el</strong><br />

Salón Verde, acondicionado como<br />

<strong>teatro</strong> de cámara, concepto escénico<br />

que también se debe a Wagner<br />

en su afán innovador.<br />

1941 es un año importante de mencionar<br />

en <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> universitario,<br />

porque a la labor académica de la<br />

enseñanza d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> emprendida<br />

por <strong>el</strong> profesor Wagner se suma<br />

la de Rodolfo Usigli para iniciar la<br />

enseñanza de la dramaturgia, con<br />

<strong>el</strong> curso Análisis d<strong>el</strong> Texto Teatral y<br />

que avalara <strong>el</strong> entonces director Julio<br />

Jiménez Rueda. Tres años más<br />

tarde se sumará al cuadro de profesores<br />

de la Facultad <strong>el</strong> licenciado<br />

Enrique Ru<strong>el</strong>as.<br />

En 1942, Fernando Wagner, junto<br />

con <strong>el</strong> profesor Enrique Ru<strong>el</strong>as, creará<br />

<strong>el</strong> grupo de <strong>teatro</strong> preparatoriano,<br />

Enrique Ru<strong>el</strong>as<br />

cuyas dos primeras obras se estrenarán<br />

con redoblado júbilo en <strong>el</strong> <strong>teatro</strong><br />

d<strong>el</strong> Palacio de B<strong>el</strong>las Artes: Contigo<br />

pan y cebolla, de Manu<strong>el</strong> E. de<br />

Gorostiza, y A ninguna de las tres, de<br />

Fernando Calderón. Como una nota<br />

adicional, es conveniente mencionar<br />

la importante labor que Enrique<br />

Ru<strong>el</strong>as tuvo en <strong>el</strong> quehacer teatral<br />

universitario y <strong>el</strong> <strong>teatro</strong> en general, ya<br />

que de cierta manera, <strong>el</strong> proyecto de<br />

representación de los Entremeses,<br />

de Cervantes, en plazas públicas de<br />

Guanajuato dio origen a la creación<br />

de uno de los festivales internacionales<br />

más importantes d<strong>el</strong> siglo XX: <strong>el</strong><br />

Cervantino (1972).<br />

89


En 1957, Fernando Wagner obtuvo<br />

<strong>el</strong> grado de maestro en la Facultad<br />

de Filosofía y Letras.<br />

Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Publicó los trabajos: Deutsche Lyrik<br />

Seit Rilke. An Anthology (Poesía<br />

alemana <strong>desde</strong> Rilke. Antología,<br />

edición bilingüe inglés-alemán, editado<br />

en Nueva York, 1939), La t<strong>el</strong>evisión.<br />

Técnica y expresión dramática<br />

(Labor, 1972), y Teoría y<br />

técnica teatral (Labor, 1952 y 1959;<br />

Editores Mexicanos Unidos, 1990).<br />

Desde su arribó a México, junto<br />

con su actividad teatral, <strong>el</strong> maestro<br />

Wagner desarrolló una importante<br />

labor como declamador, actor<br />

y director de ópera y de t<strong>el</strong>evisión<br />

tanto en Estados Unidos como en<br />

nuestro país, cosechando sendos<br />

reconocimientos. En la pantalla sobresalió<br />

por interpretar algunos villanos<br />

siniestros aprovechando su<br />

acento alemán.<br />

Entre sus logros debe resaltarse <strong>el</strong><br />

que creó una técnica de actuación<br />

que respondiera a las necesidades<br />

que le planteaba la enseñanza d<strong>el</strong><br />

<strong>teatro</strong> y la dirección de actores. En<br />

ese sentido es conveniente tener<br />

presente que la técnica creada por<br />

Constantin Stanislavski no era d<strong>el</strong><br />

todo de su agrado, <strong>desde</strong> que iniciara<br />

sus estudio en Alemania había<br />

sido heredero d<strong>el</strong> Frei Bühne<br />

(escenario libre), creado en 1889<br />

que buscaba romper con la vieja<br />

escu<strong>el</strong>a de actuación. En este sentido,<br />

Wagner (1982:32) expresó:<br />

No hay que olvidar que Stanislavski<br />

escribió para los actores de<br />

su tiempo, que debían vencer, y<br />

vencieron, <strong>el</strong> tono falso y vacío<br />

de la vieja escu<strong>el</strong>a teatral […]…<br />

El sentir una verdadera emoción<br />

era, por tanto, para <strong>el</strong> actor viciado<br />

de aqu<strong>el</strong> entonces indispen-<br />

90


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

sable para poder representar las<br />

obras d<strong>el</strong> naturalismo. Pero que<br />

<strong>el</strong> actor se deje arrastrar completamente<br />

por la obra y llevar<br />

por sus emociones no sería una<br />

práctica recomendable en <strong>el</strong> <strong>teatro</strong>;<br />

por lo menos para <strong>el</strong> actor<br />

hispanoamericano tiene suma<br />

importancia saber dominar los<br />

sentimientos en escena.<br />

Otro aspecto que vale la pena resaltar<br />

es que tenía un gran conocimiento<br />

musical, por lo que también<br />

fue director escénico de varias óperas<br />

en <strong>el</strong> Palacio de B<strong>el</strong>las Artes.<br />

Murió en 1973 a consecuencia<br />

de un accidente automovilístico y,<br />

como homenaje a su contribución<br />

al desarrollo d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> universitario,<br />

uno de los <strong>teatro</strong>s-aula d<strong>el</strong> Colegio<br />

de Literatura Dramática y Teatro de<br />

la Facultad de Filosofía y Letras lleva<br />

su nombre.<br />

Frente al Movimiento de Teatro Panamericano<br />

dirigió las siguientes<br />

obras de <strong>teatro</strong>:<br />

• Strange Bedf<strong>el</strong>lows (Extraños<br />

compañeros), de John Mc-<br />

Gee, en <strong>el</strong> Teatro d<strong>el</strong> Pueblo,<br />

con apoyo de Julio Jiménez<br />

Rueda.<br />

• Arms and the Man (Héroes),<br />

de George Bernard Shaw, actuación<br />

de Pedro Armendáriz<br />

y escenografía de Günther<br />

Gerzso.<br />

• Bury the Dead (Enterrad a los<br />

muertos), de Irwin Shaw, con<br />

música original de Áng<strong>el</strong> Salas.<br />

• Goodbye Again (Adiós otra<br />

vez), de Scott y Haight.<br />

• Rain (Lluvia), de Colton y Randolph,<br />

basada en una historia<br />

de W. S. Maugham.<br />

• Mexican Mural, d<strong>el</strong> yucateco<br />

Ramón Naya, que ganó un<br />

premio en EU.<br />

• Boy meets Girl (Muchacho conoce<br />

muchacha), de Sam y<br />

B<strong>el</strong>la Spewak, con Fernando<br />

Torre Lapham como actor y<br />

asistente de dirección.<br />

• Night must Fall (Al caer la noche),<br />

de Emlyn Williams.<br />

91


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

• Ashes of Dreams (Escombros<br />

de sueño), de C<strong>el</strong>estino Gorostiza.<br />

• Yes my Darling Daughter (Sí,<br />

mi amada hija), de Mark Reed.<br />

• Dangerous Corner (Esquina<br />

p<strong>el</strong>igrosa), de J. B. Priesley.<br />

• Mañana is Another Day (Mañana<br />

será otro día), de Apstein<br />

y Morris (que transcurre en la<br />

ciudad de Cuernavaca).<br />

• The Second Man (El segundo<br />

hombre) de N. S. Behrman.<br />

• Enterrad a los muertos, Anna<br />

Christie, de O’Neill, con las actuaciones<br />

de Isab<strong>el</strong>a Corona y<br />

Arturo de Córdoba.<br />

• D<strong>el</strong> brazo y por la calle, de A.<br />

Moock.<br />

• Petticoat Fever (Amor a 55<br />

grados), de M. Reed, con actuación<br />

de Pedro Armendáriz.<br />

• You Can’t Take it With You<br />

(Vive como quieras), de Kaufman<br />

y Hart.<br />

• Ladies in Retirement (Damas<br />

retiradas), de Percy and Denham.<br />

• Three Men on a Horse (Tres<br />

hombres en un caballo), de<br />

Holm y Abbott, que contó con<br />

las actuaciones d<strong>el</strong> mexicano<br />

Jorge Martínez de Hoyos y <strong>el</strong><br />

español Paco de Valera.<br />

• Blind Alley (Callejón sin salida),<br />

de J. Warwick.<br />

• Life with Father (La vida con<br />

papá), de Clarence Day, con la<br />

actuación de Margot Wagner y<br />

la dirección musical de Áng<strong>el</strong><br />

Salas.<br />

Como actor participó en los siguientes<br />

trabajos:<br />

• La familia Dress<strong>el</strong> (1935)<br />

• Sinfonía de una vida (1946)<br />

92


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

• La perla (1947)<br />

• Tarzan and the Mermaids<br />

(1948)<br />

• Sofía (1948)<br />

• My Outlaw Brother (1951)<br />

• El señor fotógrafo (1952)<br />

• Un príncipe de la iglesia (1952)<br />

• El monstruo resucitado (1953)<br />

• El jugador (1953)<br />

• La bruja (1954)<br />

• De ranchero a empresario<br />

(1954)<br />

• Garden of Evil (1954)<br />

• El valor de vivir (1954)<br />

• Seven Cities of Gold (1955)<br />

• Sierra Baron (1958)<br />

• Virgin Sacrifice (1959)<br />

• Cuando viva Villa es la muerte<br />

(1960)<br />

• La estr<strong>el</strong>la vacía (1960)<br />

• Cri cri, <strong>el</strong> grillito cantor (1963)<br />

• ¡Viva María! (1965)<br />

• El derecho de nacer II (1966)<br />

• Su exc<strong>el</strong>encia (1966)<br />

• La vu<strong>el</strong>ta d<strong>el</strong> mexicano (1967)<br />

• The Wild Bunch (1969)<br />

• El ci<strong>el</strong>o y tú (1971)<br />

• Los corrompidos (1971)<br />

Dirigió las t<strong>el</strong>enov<strong>el</strong>as:<br />

• Virgin sacrifice (1959)<br />

• Cartas de amor (1960)<br />

• Amor sublime (1967)<br />

• Un áng<strong>el</strong> en <strong>el</strong> fango (1967)<br />

• El cuarto mandamiento<br />

(1967)<br />

• Chucho <strong>el</strong> roto (1968)<br />

• Rubí (1968)<br />

• La familia (1969)<br />

• Yesenia (1970)<br />

• La maldición de la blonda<br />

(1971)<br />

• La recogida (1971)<br />

• El amor tiene cara de mujer<br />

(1971)<br />

Referencias<br />

Usigli, Rodolfo, “Realidad y espejismo<br />

d<strong>el</strong> Teatro Panamericano”,<br />

en Excélsior, abril, México,<br />

1941.<br />

Wagner, Aimée, “Fernando Wagner,<br />

difusor de la cultura mexicana<br />

en México”, en Hanffsteng<strong>el</strong>,<br />

Renata von y Cecilia Tercero<br />

(ed.), México, <strong>el</strong> exilio bien<br />

temperado, México, Instituto<br />

93


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Goethe México, A. C./Secretaría<br />

de Cultura d<strong>el</strong> Estado<br />

de Puebla/unam/Instituto de<br />

Investigaciones Interculturales<br />

Germano-Mexicanas, A.<br />

C., 1995, pp. 313-316.<br />

Wagner y Mesa, M. Aimée, “La enseñanza<br />

teatral en la Facultad<br />

de Filosofía y Letras”, en<br />

Manu<strong>el</strong> González Casanova<br />

y Hugo Alberto Figueroa Alcántara<br />

(coord.), Historia d<strong>el</strong><br />

Teatro en la UNAM, México,<br />

FFyL-DGAPA-UNAM, 2011,<br />

pp. 17-92.<br />

Wagner, Fernando, Teoría y Técnica<br />

Teatral, México, Editores<br />

Mexicanos Unidos, 1986,<br />

375 pp.<br />

94


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Vicente Leñero<br />

Reyna Barrera López*<br />

Vicente Leñero, paladín d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong><br />

nacional, nació en Guadalajara,<br />

Jalisco en 1933, egresado de la carrera<br />

de Ingeniería Civil de la UNAM,<br />

fue un escritor integral; escribió obras<br />

de <strong>teatro</strong>, y guiones para cine y radio;<br />

como periodista estuvo a cargo de<br />

gran parte de la revista Proceso. Murió<br />

en México <strong>el</strong> 3 diciembre de 2014,<br />

mientras que Julio Scherer, periodista<br />

eminente, amigo y colaborador, batalló<br />

con su vida hasta enero 2015.<br />

Máscaras recuerda al maestro, quien<br />

junto con Emilio Carballido y Hugo Argü<strong>el</strong>les,<br />

formó la “Santísima Trinidad<br />

d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong> mexicano de fin de milenio”<br />

misma que promovió una valiosa generación<br />

de autores a través de sus<br />

talleres de dramaturgia. Pueblo rechazado,<br />

Los albañiles, Compañero,<br />

El juicio, Los hijos de Sánchez, La mudanza,<br />

Alicia tal vez, La visita d<strong>el</strong> áng<strong>el</strong>,<br />

El martirio de Mor<strong>el</strong>os, Jesucristo<br />

Gómez, Nadie sabe nada, La noche<br />

de Hernán Cortés, Todos somos Marcos,<br />

Hace ya tanto tiempo, Los perdedores<br />

y Don Juan en Chapultepec.<br />

* Profesora d<strong>el</strong> CCH Plant<strong>el</strong> Vallejo<br />

95


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Estudió lo necesario para llegar a ser<br />

universitario ejemplar, pensando en<br />

que leía literatura todo <strong>el</strong> tiempo que<br />

era posible, así fueron sus maestros<br />

de la escena literaria: Rodolfo Usigli,<br />

Salvador Novo, Sergio Magaña,<br />

Emilio Carballido, C<strong>el</strong>estino Gorostiza,<br />

Luis Basurto, Luisa Josefina<br />

Hernández, Jorge Ibargüengoitia,<br />

Héctor Azar y Juan García Ponce.<br />

Un hombre alto con una sonrisa un<br />

poco burlona para quienes lo sorprendíamos<br />

<strong>desde</strong> los bajos fondos<br />

d<strong>el</strong> espíritu, mientras <strong>el</strong> avanzaba<br />

en su teoría sobre <strong>el</strong> arte escénico,<br />

la construcción de la obra, <strong>el</strong> trazo<br />

lineal de la acción de los personajes,<br />

<strong>el</strong> levantamiento de fosos artificiales<br />

y grandes monumentos.<br />

Agreguemos a <strong>el</strong>lo la habilidad indomable<br />

de algunos actores para<br />

plantear o realizar escenas fantásticas,<br />

tanto que p<strong>el</strong>lizcaban <strong>el</strong>ambiente,<br />

para que entonces <strong>el</strong> se<br />

acercara a decirles sobre conceptos<br />

actuales de la dramaturgiaseguidos<br />

de ideas aun por deciraun<br />

por oír; pero que ya estaban en su<br />

voz significativa.<br />

Era necesario saber que <strong>el</strong> ingeniero<br />

había construido un monumento teatral,<br />

sin siquiera pestañear apenas,<br />

esa sonrisa tan casi transparente,<br />

tan lujosa, penetrante y tan cercana<br />

para cerrar <strong>el</strong> escenario; dejando a<br />

la espera d<strong>el</strong> público, <strong>el</strong> goloso, que<br />

esperara la realidad que le partiría<br />

<strong>el</strong> corazón en mil pedazos, todos de<br />

admiración por <strong>el</strong> obsequio de una<br />

realidad más allá de sí misma.<br />

Fue ingeniero civil, participó en <strong>el</strong><br />

tinglado que levantó ciudad universitaria;<br />

fue maestro de literatura, nov<strong>el</strong>ista,<br />

dramaturgo, cuentista, periodista;<br />

como cronista y ensayista,<br />

escribió radionov<strong>el</strong>as y t<strong>el</strong>enov<strong>el</strong>as<br />

además de ser guionista cinematográfico.<br />

Esto era en parte Vicente<br />

Leñero, lo miré de lejos, sabía que<br />

era maestro de Leonor Azcárate,<br />

Est<strong>el</strong>a Leñero, Víctor Hugo Rascón<br />

Banda, Jesús González Dávila y<br />

Sabina Berman, entre otros.<br />

Esperaba a sus alumnos interrumpiendo<br />

su reiterada y obsesiva razón<br />

de escribir por lo que utilizó, como si<br />

jugara beisbol, todos los bates, porque<br />

todos fueron suyos, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> periodista<br />

incansable, <strong>el</strong> de dramaturgo<br />

inigualable, <strong>el</strong> de nov<strong>el</strong>ista inolvidable,<br />

con todos <strong>el</strong>los anotó jonrones,<br />

cosecho aplausos y se instituyó en<br />

<strong>el</strong> mejor maestro, junto con Hugo<br />

Argü<strong>el</strong>les de los dramaturgos de la<br />

modernidad d<strong>el</strong> siglo XX en México.<br />

96


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Convocatorias<br />

Convocatoria 2015<br />

La Organización General de la Cuadrienal de Praga en México (PQMéxico) convoca a creadores<br />

de las artes escénicas de todo <strong>el</strong> país, a participar en la convocatoria para la s<strong>el</strong>ección de piezas<br />

que integrarán la exhibición d<strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón de México en la Cuadrienal de Praga 2015, que se llevará<br />

acabo en la capital de la República Checa d<strong>el</strong> 18 al 28 de junio d<strong>el</strong> presente año. En esta<br />

ocasión, los lineamientos artísticos de la cuadrienal buscan proyectos que estén basados o r<strong>el</strong>acionados<br />

con tres conceptos básicos: a) “La música como una visión espacial”; b) “<strong>el</strong> clima como<br />

atmósfera de lo intangible”; y, c) “<strong>el</strong> espacio como dimensión política”. En principio, se espera que<br />

estos tres temas estén implícitos <strong>desde</strong> los planteamientos originales d<strong>el</strong> diseño y creación de las<br />

propuestas; sin embargo, también será posible considerar aqu<strong>el</strong>las piezas que, no habiendo sido<br />

pensadas <strong>desde</strong> esas perspectivas, puedan incorporarse al discurso curatorial. El contenido d<strong>el</strong><br />

pab<strong>el</strong>lón estará encaminado a formular algún <strong>el</strong>emento de reflexión crítica sobre las temáticas<br />

propuestas y al mismo tiempo, sobre las prácticas escénicas nacionales.<br />

BASES<br />

Las piezas a s<strong>el</strong>eccionar formarán parte de la exhibición que se montará en <strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón Mexicano<br />

en la Cuadrienal de Praga (PQ). Además de la representación nacional que este evento implica,<br />

todas las obras s<strong>el</strong>eccionadas también podrán concursar en las categorías de premiación establecidas<br />

por la propia Cuadrienal.<br />

1. La PQMéxico presentará una s<strong>el</strong>ección de trabajos realizados en diversos formatos de registro.<br />

Además, se contempla la posibilidad de realizar una o varias piezas colectivas que serán discutidas<br />

y planeadas toda vez que se hayan <strong>el</strong>egido a los participantes.<br />

2. Podrán participar diseñadores de escenografía, vestuario, iluminación, grupos y directores que<br />

se desarrollen profesionalmente en los campos de las artes escénicas en general, con un mínimo<br />

de 5 años de trayectoria comprobable. Los candidatos podrán postular proyectos realizados en<br />

México o en <strong>el</strong> extranjero por creadores mexicanos de manera individual o grupal.<br />

3. Los participantes podrán ser mexicanos o extranjeros. Estos últimos deberán asegurar cinco<br />

años de residencia mínima comprobable en México.<br />

4. Los proyectos enviados deberán haber sido realizados y presentados durante <strong>el</strong> período comprendido<br />

entre <strong>el</strong> 1 junio d<strong>el</strong> 2009 y <strong>el</strong> 31 de diciembre d<strong>el</strong> 2014.<br />

97


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

5. Esta convocatoria queda abierta a partir de su publicación y la fecha límite de recepción de<br />

propuestas es <strong>el</strong> 22 de marzo d<strong>el</strong> 2015 a las 23:59 hrs.<br />

POSTULACIÓN<br />

Para la postulación a esta convocatoria es necesario:<br />

1. Mandar <strong>el</strong> formato de inscripción debidamente llenado, disponible en la página www.pqmexico.<br />

com, a la dirección <strong>el</strong>ectrónica: infopqmx@gmail.com<br />

2. Escribir una descripción detallada d<strong>el</strong> proyecto en un máximo de tres cuartillas donde puedan<br />

identificarse: a) <strong>el</strong> sustento teórico sobre <strong>el</strong> que se apoya la pieza, b) una descripción d<strong>el</strong> montaje,<br />

c) los argumentos que, a juicio d<strong>el</strong> postulante, permiten ubicar la pieza en alguna de las categorías<br />

establecidas y, d) una breve trayectoria de la pieza propuesta, en caso de que hubiera.<br />

3. Anexar a lo anterior, un dossier con fotografías y videos de bocetos, planos, storyboard, fotos de<br />

maqueta, render 3D, textos, etcétera. Que den cuenta d<strong>el</strong> trabajo, sus contextos y sus búsquedas<br />

creativas.<br />

4. Se solicita un mínimo de 5 imágenes y un máximo de 20, por postulante; en formato JPG<br />

800×600, a 300 dpi que no excedan los 2.5MB por imagen y una cédula descriptiva de la imagen<br />

que incluya dramaturgo, director, diseñadores que colaboraron y la disciplina d<strong>el</strong> creador participante<br />

(escenografía, vestuario, iluminación u otro). El envío de esta información será vía wetransfer<br />

al correo: infopqmx@gmail.com<br />

5. El postulante podrá enviar, de manera opcional además de las fotos, un video de duración no<br />

mayor a 2 minutos, en formato .mov, .mpg4 o .flv, que no exceda los 50MB, o una liga a un servidor<br />

de video en internet como youtube, vimeo, u otros. El envío de esta información será vía wetransfer<br />

al correo: infopqmx@gmail.com<br />

NOTAS<br />

• En caso de ser s<strong>el</strong>eccionados, los postulantes de los proyectos <strong>el</strong>egidos serán responsables<br />

de obtener los permisos de derecho de autor necesarios para utilizar las fotografías, maquetas,<br />

videos o piezas de audio que documenten su proyecto.<br />

• El comité curatorial se reserva <strong>el</strong> derecho de realizar invitaciones directas a participar en la<br />

presente convocatoria.<br />

• Cualquier situación no prevista será resu<strong>el</strong>ta conjuntamente por <strong>el</strong> comité curatorial.<br />

• La decisión d<strong>el</strong> comité curatorial será inap<strong>el</strong>able<br />

• La participación en la presente convocatoria implica la aceptación de las bases mismas.<br />

• El comité curatorial se compromete con los postulantes s<strong>el</strong>eccionados a presentar su trabajo<br />

en <strong>el</strong> Pab<strong>el</strong>lón de México en la Cuadrienal de Praga 2015 en la sección de Países y Regiones.<br />

• Las dudas o aclaraciones serán recibidas y atendidas en <strong>el</strong> correo <strong>el</strong>ectrónico:<br />

infopqmx@gmail.com<br />

98


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

La Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, a través de la Dirección de Teatro; La Dirección<br />

de Literatura a través de la Revista Punto de Partida y la Revista Paso de Gato, te invitan<br />

a participar en Convocatoria abierta a todo público. Recepción de escritos hasta las 11:59 d<strong>el</strong> 7<br />

de julio de 2015.<br />

Criticón 9<br />

Concurso de crítica teatral<br />

Se convoca a participar a universitarios y público en general, que estén interesados en hacer<br />

crítica de alguna de las obras que se presentan en <strong>el</strong> período de marzo - julio d<strong>el</strong> 2015 en la<br />

Dirección de Teatro.<br />

A fin de estimular la reflexión, <strong>el</strong> diálogo, <strong>el</strong> desarrollo de nuevas tendencias y puntos de vista<br />

dentro d<strong>el</strong> quehacer teatral. El jurado estará integrado por críticos de <strong>teatro</strong> de reconocido<br />

prestigio.<br />

Bases<br />

1.- Podrá participar cualquier persona interesada que se registre o esté registrada en www.<br />

<strong>teatro</strong>.unam.mx/entusiasta<br />

2.- La crítica teatral es acerca de alguna de las siguientes obras:<br />

99


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

• El último encuentro de Christopher Hampton, basada en la nov<strong>el</strong>a de Sándor Márai, adaptación<br />

y dirección de Raúl Quintanilla<br />

• M<strong>el</strong>ville en Mazatlán de Vicente Quirarte, dirección de Eduardo Ruiz Saviñó<br />

• Reincidentes de Alonso Ruiz palacios y David Gaitán. Basada en r<strong>el</strong>atos clínicos de Oliver<br />

Sacks, dirección Alonso Ruiz palacios<br />

• Posada es <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> juego de Hugo Hiriart, adaptación y dirección de Carlos Corona<br />

• Humboldt. México para los mexicanos dramaturgia Ernesto Anaya, dirección: Davod Psalmon.<br />

3.- Los escritos deben tener una extensión mínima de 1 cuartilla y máximo de 2 (mínimo 1800<br />

caracteres, máximo 3600 contando espacios blancos). Escrita en tipografía times o arial de<br />

12 puntos.<br />

4.- Se enviará por correo <strong>el</strong>ectrónico a critica<strong>teatro</strong>unam@gmail.com firmada con seudónimo<br />

y con los datos personales: nombre, edad, domicilio, t<strong>el</strong>éfono, grado de escolaridad y escu<strong>el</strong>a<br />

de procedencia.<br />

5.- Se registrará en www.<strong>teatro</strong>.unam.mx/registrocriticon llenando los datos solicitados.<br />

6.- La recepción de escritos será hasta las 11:59 d<strong>el</strong> 7 de julio de 2015.<br />

7.- El fallo d<strong>el</strong> jurado será inap<strong>el</strong>able y se reserva <strong>el</strong> derecho de declarar desierto <strong>el</strong> premio.<br />

8.- El texto ganador será dado a conocer en <strong>el</strong> mes de septiembre de 2015.<br />

Premios<br />

1.- La crítica ganadora recibirá $5,000.00 (cinco mil pesos 00/100 M.N.), que serán entregados<br />

en la primera función de Entusiastas de Teatro UNAM d<strong>el</strong> segundo semestre de 2015.<br />

2.- Publicación de la crítica en la Revista Paso de Gato<br />

3.- Publicación en la Revista Punto de Partida<br />

Notas<br />

• Los asuntos no especificados en la presente Convocatoria serán resu<strong>el</strong>tos por Teatro UNAM.<br />

• La participación al concurso implica la aceptación de las condiciones especificadas en la presente<br />

convocatoria.<br />

Mayores informes en los t<strong>el</strong>éfonos: 5606 0679 y 5622 6955, de lunes a viernes de 9:00 a<br />

17:00 h; o al correo critica<strong>teatro</strong>unam@gmail.com<br />

100


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Cart<strong>el</strong>era<br />

El último encuentro fue escrito por <strong>el</strong> húngaro<br />

Sándor Márai en 1900 y publicado en<br />

1942. El tema central d<strong>el</strong> libro es, en esencia,<br />

la amistad. Esta es una versión para<br />

<strong>teatro</strong> realizada por Christopher Hampton,<br />

escritor inglés nacido en Portugal.<br />

Hampton se ha destacado por sus traducciones<br />

y adaptaciones de clásicos d<strong>el</strong> <strong>teatro</strong>,<br />

además de escribir sus propios dramas,<br />

comedias y guiones para cine.<br />

El último encuentro<br />

Sigue en <strong>el</strong> Teatro Juan Ruiz de Alarcón<br />

*Ciclo Narradores al Teatro<br />

**Versión para <strong>teatro</strong>: Christopher Hampton<br />

***Basada en la nov<strong>el</strong>a de Sándor Márai<br />

Continúa la temporada de la puesta en escena<br />

El último encuentro, versión para <strong>teatro</strong><br />

de Christopher Hampton, basada en la<br />

nov<strong>el</strong>a de Sándor Marai, bajo la dirección<br />

de Raúl Quintanilla, en <strong>el</strong> Teatro Juan Ruiz<br />

de Alarcón d<strong>el</strong> Centro Cultural Universitario<br />

(Insurgentes Sur 3000).<br />

Esta puesta en escena será dirigida por uno<br />

de los más destacados directores dentro d<strong>el</strong><br />

quehacer teatral mexicano, Raúl Quintanilla.<br />

Sandor Marai nos acerca al código secreto<br />

de las amistades quebradas; en una larga<br />

noche en v<strong>el</strong>a, en la que dos seres humanos<br />

tratan de conciliar sus odios. No se han<br />

visto en más de cuarenta años y, atrás de<br />

este mutuo abandono, existe <strong>el</strong> sentido trágico<br />

de la pérdida de una esperanza construida<br />

por ambos.<br />

El último encuentro es uno de los textos literarios<br />

más b<strong>el</strong>los d<strong>el</strong> Siglo XX, así lo expresa<br />

Quintanilla. “Sándor Márai fue un hombre<br />

excluido de la sociedad socialista húngara<br />

se le condenó a la damnatium olvidai, que<br />

nadie sepa de ti, que nadie pronuncie tu<br />

nombre, mandarlo al olvido, porque <strong>el</strong> olvido<br />

es <strong>el</strong> lugar donde los demás no quieren<br />

nunca estar”.<br />

101


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

“Posteriormente<br />

la Editorial Ad<strong>el</strong>phi<br />

localizó <strong>el</strong> texto,<br />

convirtiéndolo<br />

en un gran texto<br />

literario importante<br />

por su calidad<br />

humana. En él se<br />

narra <strong>el</strong> encuentro<br />

de dos hombres<br />

de sententa<br />

y tantos años que<br />

se reúnen, después<br />

de cuarenta<br />

y un años de no verse. Esa separación fue<br />

provocada por una ruptura emocional, en la<br />

cual tuvo que ver una mujer fallecida treinta<br />

y tanto años atrás.<br />

Este reencuentro será un espacio de recuerdos,<br />

m<strong>el</strong>ancolías, soledades, distanciamientos,<br />

en donde dos hombres se reúnen<br />

una noche para hablar y tratar de decir la<br />

verdad. La verdad cuando aparece destruye<br />

a los seres humanos, la gran pregunta<br />

de Nietzsche es, qué tanta verdad podemos<br />

soportar como personas y en ese espacio<br />

de enorme lucidez, de enorme sentido trágico.<br />

Dos hombres hablarán de lo que ha<br />

sido su existencia, se referirán a los conceptos<br />

más importantes en la vida, que son: <strong>el</strong><br />

amor, la pasión, <strong>el</strong> olvido, la amistad, siendo<br />

este último <strong>el</strong> gran tema de la obra.”<br />

En cuanto al reparto de la obra, lo conforman<br />

Sergio Klainer y Julián Pastor, dos actores<br />

con una enorme capacidad de festinar<br />

cualquier acto, según declara <strong>el</strong> Mtro. Quintanilla,<br />

entendiendo <strong>el</strong> concepto de festinar<br />

como ac<strong>el</strong>eración. Gracias a su trabajo actoral<br />

proporcionarán credibilidad, verosimilitud<br />

y aportarán su enorme capacidad para<br />

conmover al espectador. Además de estos<br />

dos grandes actores se contará con la participación<br />

de Martha Martilla, quien hace su<br />

debut en <strong>teatro</strong> con <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de nana.<br />

El trabajo de iluminación y escenografía es<br />

de Philippe Amand, considerado como uno<br />

de los artistas más importantes de nuestro<br />

país. También se contará con la participación<br />

de Marco Antonio Silva, en <strong>el</strong> diseño<br />

bio expresivo.<br />

El último encuentro, bajo la dirección de Raúl<br />

Quintanilla, se presenta hasta <strong>el</strong> 31 de mayo,<br />

en <strong>el</strong> Teatro Juan Ruiz de Alarcón d<strong>el</strong> Centro<br />

Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).<br />

Funciones: miércoles a viernes/20 horas,<br />

sábado/19 horas y domingo/18 horas.<br />

Admisión de $150.00 con descuento d<strong>el</strong><br />

50% a estudiantes, maestros, UNAM, INA-<br />

PAM, y jubilados d<strong>el</strong> ISSSTE e IMSS con<br />

credencial vigente. Jueves $30.00.<br />

Hampton retoma para la versión teatral, la escena<br />

d<strong>el</strong> encuentro, donde <strong>el</strong>los se integran y,<br />

<strong>el</strong>iminando lo que no es importante, nos presenta<br />

<strong>el</strong> reencuentro de estas personas y sus<br />

emociones ante la verdad y <strong>el</strong> lenguaje. En<br />

esta puesta en escena las palabras van a provocar<br />

conmoción y emoción ante <strong>el</strong> sufrimiento<br />

por <strong>el</strong> dolor de estos dos seres humanos.<br />

102


Máscaras. <strong>“El</strong> Teatro <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

M<strong>el</strong>ville en Mazatlán<br />

La obra es<br />

<strong>el</strong> encuentro<br />

entre<br />

un Herman<br />

M<strong>el</strong>ville de<br />

60 años y<br />

un Herman<br />

M<strong>el</strong>ville de<br />

24. Puede<br />

tener lugar<br />

en 1844,<br />

año en que<br />

<strong>el</strong> joven regresa<br />

a su<br />

natal Nueva York, o puede ocurrir en 1883,<br />

año en que <strong>el</strong> propio M<strong>el</strong>ville se encuentra<br />

en decaimiento físico y mental, lejos de la<br />

vida literaria.<br />

Es una obra en un acto, escrita por <strong>el</strong> poeta<br />

Vicente Quirarte, bajo la dirección de<br />

Eduardo Ruiz Saviñón, cuenta con las actuaciones<br />

de Arturo Ríos y Pedro de Tavira.<br />

La obra puede tener lugar en 1844, año<br />

en que M<strong>el</strong>ville vu<strong>el</strong>ve a Nueva York, tras<br />

largas navegaciones y está a punto de dar<br />

comienzo a su carrera de nov<strong>el</strong>ista, breve,<br />

intensa, de consecuencias amargas. También<br />

puede ocurrir en 1883, año en que<br />

M<strong>el</strong>ville se encuentra en decaimiento físico<br />

y mental, lejos de la vida literaria, aunque<br />

siempre con la voluntad de ser fi<strong>el</strong> a la tarea<br />

de llevar a la letra lo que la sangre dicta.<br />

Su hijo mayor se ha suicidado, Herman se<br />

ha jubilado de su trabajo como inspector de<br />

aduanas y, aunque está desilusionado de<br />

su obra y lleva más de veinte años de silencio,<br />

está a punto de terminar de escribir su<br />

obra póstuma, Billy Bud.<br />

Foro Sor Juana Inés de la Cruz<br />

Centro Cultural Universitario, Insurgentes<br />

Sur 3000, CU<br />

D<strong>el</strong> 20 de marzo d<strong>el</strong> 2015 al 24 de mayo<br />

d<strong>el</strong> 2015<br />

De Miércoles a Viernes: 20:00, Sábado:19:00<br />

y Domingo:18:00.<br />

PRECIO: General: $150.00, Jueves: $30.00<br />

Citerea<br />

“En este <strong>teatro</strong> la fantasía se aventura en<br />

escenas p<strong>el</strong>igrosas...”<br />

“Aquí nada es real y sin embargo, todo resulta<br />

verdadero.” “Ahora serán conducidos<br />

al mirador interior y por favor no se sobresalten<br />

si al cruzar <strong>el</strong> umbral d<strong>el</strong> edificio lo<br />

primero que sienten es miedo”<br />

Foro d<strong>el</strong> CUT<br />

Atrás de la Sala Nezahualcoyotl, Insurgentes<br />

Sur No. 3000 . CCU 56227104<br />

D<strong>el</strong> 19 de marzo d<strong>el</strong> 2015 al 05 de julio<br />

d<strong>el</strong> 2015<br />

Horario: jueves: 19:00 a 21.30, Viernes:19:00<br />

a 21:30, sábado:19:00 a 21:30,<br />

domingo:18:00 a 20:30,<br />

ENTRADA LIBRE<br />

103


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE<br />

MÉXICO<br />

Dr. José Narro Robles<br />

Rector<br />

Dr. Eduardo Bárzana García<br />

Secretario General<br />

Ing. Leopoldo Silva Gutiérrez<br />

Secretario Administrativo<br />

Dr. Francisco José Trigo Tavera<br />

Secretario de Desarrollo Institucional<br />

Lic. Enrique Balp Díaz<br />

Secretario de servicios a la Comunidad<br />

Dr. César Iván Astudillo Reyes<br />

Abogado General<br />

Lic. Renato Dávalos López<br />

Director General de Comunicación Social<br />

COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES<br />

Dr. Jesús Salinas Herrera<br />

Director General<br />

Ing. Migu<strong>el</strong> Áng<strong>el</strong> Rodríguez Chávez<br />

Secretario General<br />

Dra. Rina Martínez Romero<br />

Secretaria Académica<br />

Lic. Aurora Arac<strong>el</strong>i Torres Escalera<br />

Secretaria Administrativa<br />

Lic. José Ruiz Reynoso<br />

Secretario de Servicios de Apoyo al Aprendizaje<br />

Mtra. Beatriz A. Almanza Huesca<br />

Secretaria de Planeación<br />

C. D. Alejandro Falcón Vilchis<br />

Secretario Estudiantil<br />

Dr. José Alberto Monzoy Vásquez<br />

Secretario de Programas Institucionales<br />

Lic. María Isab<strong>el</strong> Gracida Juárez<br />

Secretaria de Comunicación Institucional<br />

M. en I. Juventino Ávila Ramos<br />

Secreatrio de Informática<br />

DIRECTORES DE LOS PLANTELES<br />

Lic. Sandra Aguilar Fonseca<br />

Azcapotzalco<br />

Dr. Benjamín Barajas Sánchez<br />

Naucalpan<br />

Dr. J. Jesús Ceja Pizano<br />

Vallejo<br />

Lic. Arturo D<strong>el</strong>gado González<br />

Oriente<br />

Mtro. Luis Aguilar Almazán<br />

Sur


Máscaras. <strong>“El</strong> <strong>teatro</strong> <strong>desde</strong> <strong>el</strong> <strong>CCH”</strong><br />

Segunda Época, núm 1<br />

Proyecto INFOCAB PB 401715<br />

Se terminó de imprimir en abril de<br />

2015, en los talleres de<br />

Con un tiraje de 2000 ejemplares.

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