EL EFECTO AHÁ! COMO HERRAMIENTA ... - CEP Azahar

concentrarse simultáneamente en dos pensamientos; el pensamiento que ha dejado de
ser prioritario pasa a una zona de penumbra.
En una situación real, cuando entramos a clase, los alumnos suelen estar levantados,
charlando entre ellos, a un volumen, digamos poco bajo, o muy poco bajo, o incluso, a
veces muy muy poco bajo. Si en esta situación, el tipo de alumnado es lo que solemos
calificar como “bueno”, con un simple: buenos días, hola, podría valer. Pero no en
todas las ocasiones nos encontramos en esa situación, me atrevería a decir que cada día
menos. Es un momento perfecto para empezar a dirigir la atención de nuestros alumnos,
lo que bien comienza bien acaba. Debemos convertir su rutina en nuestra pauta. Llegar a
clase con un efecto AHÁ preparado nos será de gran utilidad, buscamos con ello
convertir este comienzo en una rutina diaria que requiera acciones físicas y mentales
claras por parte del alumnado. Si somos capaces de llegar cada día con un efecto AHÁ
que cautive a nuestro alumnado, incluso puede llegarse a dar el caso que nuestros
alumnos estén esperándonos con entusiasmo.
EL EFECTO AHÁ
Va siendo el momento de que me ocupe directa y claramente de definir que entiendo
por efecto AHÁ. En su forma, en su construcción, no es más que una pregunta,
(recordemos, una pregunta requiere de la atención del cuestionado) pero no cualquier
tipo de pregunta. Estamos buscando preguntas que creen conflictos
reflexivos/pensativos en la mente de los alumnos y que los obligue intelectualmente a
“darle vueltas” a la cosa hasta que ésta sea resuelta por el profesor, ya que de este modo
el alumno está concentrado en la cuestión hasta que la misma se resuelve con máxima
intensidad.
Un símil que me parece a todas luces perfecto es la magia. Cuando un mago en su
actuación da a un espectador a elegir una carta, comienza la atención de todos cuantos
están allí. La tensión/atención se mantiene a su máximo nivel hasta que se resuelve la
adivinación. En este caso, el mago averigua la carta que eligió el espectador, pareciendo
no tener posibilidad alguna, pero hasta ese mismo momento todos los espectadores
están máximamente concentrados en todo lo que dice/hace el mago. La magia nos crea
un conflicto mental rotundo: ¡NO PUEDE SER!, decimos/pensamos todos cuando el