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SEMIOLOGÍA DE LOS SINDROMES SENSITIVOS

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Cap 4<br />

Semiología de los síndromes sensitivos. Dr. Conrad Stephens K. 26<br />

<strong>SEMIOLOGÍA</strong> <strong>DE</strong> <strong>LOS</strong> <strong>SINDROMES</strong><br />

<strong>SENSITIVOS</strong><br />

Dr. Conrad Stephens K.<br />

Los trastornos sensitivos son difíciles<br />

de evaluar pues no hay modo de objetivar o de<br />

apreciar lo que otro individuo dice sentir, y por eso<br />

hay que tomar muy en cuenta factores de<br />

personalidad, cultura, estado de conciencia, e<br />

incluso de ánimo, del paciente, para obtener<br />

conclusiones adecuadas. De lo contrario, se<br />

puede sobrevalorar o desestimar una condición y<br />

llegar a un diagnóstico, o a un dimencionamiento<br />

errado de la situación del enfermo.<br />

La evaluación de un paciente comienza<br />

por la descripción por éste de las sensaciones<br />

anormales que pueda sufrir, o la falta de<br />

sensaciones en alguna parte del cuerpo. Sin<br />

embargo, no es infrecuente que el paciente no<br />

presente queja alguna, y que solo durante un<br />

examen acucioso sea posible que el paciente y el<br />

examinador decubran un trastorno de la<br />

sensibilidad. Por eso el examen neurológico debe<br />

hacerse completo y metódico, no solamente<br />

dirigido hacia las molestias expresadas por el<br />

paciente.<br />

No describiremos aquí la técnica del<br />

examen, que será aprendida en forma práctica<br />

junto al paciente y dirigidos por un docente. Nada<br />

más diremos que se evalúan las diferentes<br />

modalidades de sensibilidad, tratando de obtener<br />

los umbrales de ellas y haciendo varias<br />

comprobaciones y contrapruebas.<br />

Primero definiremos algunos términos, que<br />

frecuentemente emplearemos, al enfrentarnos a un<br />

paciente afectado de una enfermedad neurológica<br />

y que presente alteraciones de la sensibilidad.<br />

Anestesia ; corresponde a la desaparición<br />

de todas las sensaciones en una parte del cuerpo.<br />

También puede ser la desaparición completa de una<br />

modalidad sensitiva, pero en ese caso se expresa la<br />

modalidad afectada agregando una palabra o un<br />

prefijo, por ej.: anestesia termoalgésica, cuando se<br />

pierde la sensación de dolor y temperatura , o<br />

cinetoanestesia si se pierde la sensación de<br />

movimiento<br />

Hipoestesia; es la disminución de una<br />

sensación, que es menor que la esperada para la<br />

intensidad del estímulo aplicado. Frecuentemente se<br />

expresa por un ascenso del umbral, se precisa de<br />

un estímulo mayor que lo normal para evocar la<br />

sensación esperada.<br />

Disestesia ; decimos que existe una<br />

disestesia cuando la sensación está perturbada y la<br />

persona siente distinto a lo esperado, y<br />

generalmente resulta desagradable. Por ej. al tocar<br />

suavemente un objeto, su textura se siente diferente<br />

a lo que debiera y provoca una sensación<br />

desagradable, un poco dolorosa.<br />

Hiperestesia ; es cuando la sensación es<br />

más intensa que lo esperado para el estímulo<br />

aplicado.<br />

Hiperpatía ; cuando habiendo hipoestesia en<br />

una zona, o sea, que se precisa de un estímulo<br />

mayor para alcanzar el umbral, una vez alcanzado<br />

éste, la sensación es mayor a lo que corresponde a<br />

la intensidad del estímulo.<br />

Parestesia ; es una sensación en una parte<br />

del cuerpo que no está siendo estimulada, y<br />

frecuentemente se sienten como "hormigeo".<br />

Disociación ; se pierde una modalidad de<br />

sensación y se conserva otra, en la misma región<br />

del cuerpo.<br />

<strong>SINDROMES</strong> <strong>SENSITIVOS</strong><br />

Haz espinotalámico.<br />

Todos los Derechos Reservados © 2003 – Dr. Oscar Jiménez Leighton – Prohibida su reproducción parcial o total


Cap 4<br />

Semiología de los síndromes sensitivos. Dr. Conrad Stephens K. 27<br />

La lesión completa del haz<br />

espinotalámico en la médula espinal, tal como se<br />

muestra en el esquema provoca una anestesia<br />

termoalgésica (temperatura y dolor superficial) del<br />

lado der. del cuerpo desde uno o dos segmentos<br />

por debajo de la lesión. Esto debido a que el axón<br />

centrípeto de la neurona sensitiva del ganglio<br />

espinal, luego de ingresar a la médula espinal,<br />

formando parte de la división lateral de la raíz<br />

dorsal, asciende uno o dos segmentos por el<br />

tracto de Lissauer, antes de hacer sinapsis en la<br />

cabeza del asta dorsal , con la segunda neurona<br />

de esta vía, cuyo axón cruza por la comisura<br />

blanca anterior para ascender por la parte<br />

ventrolateral del cordon anterolateral del lado<br />

contrario, formando parte de la porción lateral del<br />

haz espinotalámico, que asciende hasta el núcleo<br />

ventrolateral posterior del tálamo.<br />

La porción ventral del haz espinotalámico<br />

conduce las fibras relacionadas con el tacto<br />

protopático, pero del punto de vista clínico, no se<br />

advierte un trastorno sensitivo, al permanecer<br />

inalterado el tacto epicrítico. Al estar conservado el<br />

tacto, y alterada la sensación de dolor y<br />

temperatura, decimos que hay una disociación<br />

termoalgésica, a la que también se llama<br />

disociación siringomiélica. .<br />

En el caso de una lesión parcial<br />

del haz espinotalámico, se produce hipoestesia<br />

termoalgésica del lado contrario a la lesión, y<br />

frecuentemente disestesias, e hiperpatía.<br />

Cordón posterior .<br />

La lesión de un cordón posterior de la<br />

médula espinal como se muestra en el esquema<br />

siguiente, interrumpe la conducción de los<br />

impulsos nerviosos relacionados con las<br />

sensaciones tactiles epicríticas, cinestésicas ( de<br />

movimiento), y propioceptivas (de posición),<br />

causando anestesia tactil epicrítica, propiceptiva y<br />

cinestésica del mismo lado de la lesión y desde el<br />

mismo nivel de ésta hacia abajo, al dañar los<br />

axones centrípetos del ganglio raquídeo, que<br />

ingresando a la médula espinal en la división medial<br />

del nervio, ascienden directamente por los cordones<br />

posteriores hasta los núcleos gracilis y cuneatus<br />

del bulbo raquídeo, donde sinapta con la segunda<br />

neurona, que a su vez envía su axón formando parte<br />

del lemnisco medial, y luego de decusarse, hasta el<br />

núcleo ventrolateral posterior del tálamo del lado<br />

contrario. También en este caso hay disociación de<br />

la sensación, pero al revés del caso anterior;<br />

estando conservada la sensación tremoalgésica y<br />

alterada la tactil epicrítica. Se la llama disociación<br />

tabética.<br />

Este trastorno sensitivo tiene un efecto muy<br />

importante sobre el movimiento, ya que la<br />

sensibilidad es muy importante en el control de<br />

éste. Aparece en los segmetos corporales<br />

comprometidos, ataxia, esto es; los movimientos<br />

son desmedidos y torpes e incoordinados, lo que se<br />

compensa en parte por el control visual, pero si se<br />

cierran los ojos esta alteración se hace mucho más<br />

evidente.<br />

Hace algún tiempo, antes del uso<br />

generalizado de la penicilina, y de los sistemas de<br />

control sanitario, era muy frecuente la sífilis. Esta<br />

enfermedad, en una etapa tardía de su evolución,<br />

algunos años despuéa de haber sido contagiada,<br />

puede afectar al sistema nervioso central, y una de<br />

las formas que puede adoptar es la llamada "tabes<br />

dorsal". En ésta el Treponema pallidum afecta a<br />

las raíces posteriores al ingresar a la médula espinal<br />

y altera fundamentalmente la división medial de ellas<br />

en los segmentos lumbares y dorsales, de manera<br />

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Cap 4<br />

Semiología de los síndromes sensitivos. Dr. Conrad Stephens K. 28<br />

que las fibras de los cordones posteriores se<br />

atrofian severamente y el paciente presenta<br />

intensa ataxia de la marcha, por la alteración de la<br />

propioceptividad de las piernas. Si el enfermo<br />

cierra los ojos, no puede permanecer de piés, o lo<br />

hace con dificultad ( signo de Romberg).<br />

Y debido a la afección del componente<br />

medial de las fibras sensitivas de la raíz dorsal, se<br />

altera la función de la sustancia gris del asta<br />

dorsal, y el paciente presenta intensos dolores del<br />

abdomen y las piernas. También pierde la<br />

capacidad de sentir la posición y el movimiento de<br />

sus piernas y del tronco.<br />

En lesiones menos severas de los<br />

cordones posteriores solamente pruebas de<br />

discriminación espacial (advertir como separados<br />

dos estímulos simultáneos aplicados a cierta<br />

distancia entre sí), o de movimientos que exijan<br />

precisión en su realización, hacen posible su<br />

detección.<br />

Normalmente si a una persona que tiene<br />

los ojos cerrados se le "dibujan" números o letras<br />

sobre la piel, es capaz de reconocerlos. Se llama<br />

agrafoestesia a la pérdida de esta capacidad y<br />

puede verse como manifestación de alteración de<br />

los cordones posteriores .<br />

Finalmente; son los receptores y las fibras<br />

sensitivas gruesas de conducción rápida, ligadas<br />

al sistema de los cordones posteriores, las que<br />

permiten detectar la vibración. Si aplicamos sobre<br />

la piel un diapasón de baja frecuencia, que esté<br />

vibrando, normalmente es posible detectarla.<br />

Muchas veces la primera evidencia de alteración<br />

de este sistema sensitivo es la pérdida de esta<br />

capacidad ( muy frecuentemente desaparece en<br />

personas de edad, solo por el envejecimiento ).<br />

Síndrome talámico.<br />

Se produce por lesiones profundas en un<br />

hemisferio cerebral y que afecten al núcleo<br />

ventrolateral posterior del tálamo. El paciente<br />

presenta anestesia para todo tipo de sensaciones<br />

en la mitad del cuerpo contralateral a la lesión y lo<br />

característico es que alcanza en forma muy nítida<br />

hasta la línea media del cuerpo, excepto en la región<br />

perioral, donde respeta un pequeño márgen en torno<br />

a ella , tal como se presenta en el esquema.<br />

Después de un tiempo de ocurrida la lesión<br />

talámica, es frecuente que el paciente presente<br />

dolores espontáneos, o a veces al estimular por<br />

contacto, o por movimiento, el lado afectado. Se les<br />

llama dolores talámicos, aunque también se pueden<br />

presentar en lesiones del lemnisco medial, o incluso<br />

de la sustancia blanca hemisférica, pero con mucho<br />

menor frecuencia que en las afecciones del tálamo.<br />

Siringomielia .<br />

Es ésta una enfermedad del sistema<br />

nervioso en que crecen unos quistes en la parte<br />

ventral del epéndimo, y puede afectar tanto al bulbo<br />

(siringobulbia) como a la médula espinal, y lo más<br />

frecuente es que lo haga en los segmentos<br />

cervicales bajos y dorsales altos.<br />

Estos quistes se extienden por algunos<br />

segmentos, interrumpiendo la decusación de las<br />

fibras sensitivas del haz espinotalámico en la<br />

comisura anterior, causando anestesia de dolor y<br />

temperatura en un segmento "suspendido" del<br />

cuerpo, y por supuesto, con conservación el tacto y<br />

propioceptividad, de allí el nombre de disociación<br />

siringomiélica de la sensibilidad. Pero obviamente no<br />

es la siringomielia la única causa de este trastorno,<br />

puesto que un tumor intramedular ventral puede<br />

causar una lesión semejante, o un proceso<br />

inflamatorio, o un trauma, etc.<br />

Una vez que los quistes, o el tumor, o lo<br />

que sea aumente su tamaño, se afectarán las<br />

estructuras vecinas, y aparecen manifestaciones del<br />

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sindrome de segunda motoneurona en los<br />

mismos segmentos, y posteriormente incluso<br />

signos piramidales de la lesión hacia abajo, una<br />

vez que se comprometa la parte profunda de los<br />

cordones laterales, donde van los haces<br />

corticoespinales cruzados.<br />

Síndrome de Brown-Séquard.<br />

Con este nombre se conoce a las<br />

alteraciones que ocurren cuando una lesión afecta<br />

a todo un lado de un segmento de la médula<br />

espinal. Se produce: anestesia tactil epicrítica y<br />

propioceptiva ipsilateral a la lesión, paresia con<br />

sindrome de segunda motoneurona del mismo<br />

lado de la lesión, y que se extiende la misma<br />

altura del segmento medular comprometido,<br />

sindrome de primera motoneurona, también<br />

ipsilateral, por debajo de la lesión y , finalmente,<br />

anestesia termoalgésica contralateral desde uno<br />

dos segmentos por debajo de la lesión.<br />

Sección medular completa.<br />

En caso de sección de toda la<br />

médula espinal la sensibilidad se afecta en todas<br />

sus modalidades desde la lesión hacia caudal.<br />

Otros casos.<br />

En enfermedades sistémicas de los nervios<br />

periféricos, o polineuropatía , con compromiso de las<br />

fibras sensitivas, es frecuente que se produzca un<br />

patrón llamado en calcetín y guante , pues se altera<br />

sin un límite preciso, sino difuminado, la sensilidad<br />

distal de las extremidades. Predominará en algunos<br />

casos la alteración del tacto, o del dolor y<br />

temperatura, dependiendo el tipo de fibras más<br />

afectado, pero generalmente se alteran en igual<br />

cuantía.<br />

Si se altera la función de una sola raíz<br />

sensitiva de un nervio raquídeo, es muy probable que<br />

se altere la sensibilidad de una zona muy pequeña<br />

de piel, o que no se detecte ningún defecto, puesto<br />

que hay una importante superposición de los<br />

dermatomas vecinos. Lo mismo ocurre con las<br />

lesiones de una rama sensitiva distal de un nervio<br />

periférico.<br />

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Semiología de los síndromes sensitivos. Dr. Conrad Stephens K. 30<br />

Pero si la lesión es de dos o más raíces<br />

contiguas, o de un tronco nervioso importante sí va<br />

a ser notorio un defecto sensitivo tactil y doloroso<br />

en el dermatoma, o en el sector correpondiente de<br />

distribución del nervio.<br />

Muy característica es la alteración<br />

sensitiva cuando, especialmente por una<br />

obstrucción vascular, se afecta la región<br />

pósterolateral del bulbo ( s. de Wallenberg ), en<br />

que hay anestesia termoalgésica ipsilateral de la<br />

cara por compromiso de la raíz y del núcleo<br />

espinal del trigémino, anestesia termoalgésica de<br />

tronco y extremidades contralaterales, por<br />

interrupción del haz espinotalámico lateral, y<br />

anestesia tactil epicrítica y propioceptiva<br />

ipsilateral de tronco y extremidades, debido a que<br />

la lesión incluye a los núcleos gracilis y<br />

cuneiforme .<br />

Para terminar, explicaremos las<br />

alteraciones que presenta un paciente cuando sufre<br />

una lesión cortical parietal, por detrás del área<br />

sensitiva primaria. . Dado que se trata de una zona<br />

de asociación, y que es en esta parte del cerebro<br />

donde se evalúa y se interpreta la información que<br />

llega hasta el área somestésica primaria, son<br />

precisamente esas capacidades las que se alteran.<br />

De este modo, el paciente tiene unos umbrales<br />

sensitivos normales, pero sus movimientos son<br />

atáxicos en el lado contrario al hemisferio afectado,<br />

y presenta agrafoestesia (no reconoce letras ni<br />

números dibujados sobre la piel ), y astereognosia<br />

(no puede reconocer la calidad y forma de objetos<br />

puestos en su mano, cuando está con los ojos<br />

cerrados). Estos dos hechos pueden también<br />

presentarse en una lesión de cordones posteriores,<br />

pues la información que es conducida hasta el<br />

cerebro puede ser insuficiente, pero además hay<br />

alteración de la sensación de vibración, que no se<br />

altera en una lesión cortical parietal posterior.<br />

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