septiembre2012

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14 Años sirviendo a nuestra comunidad / 14 Years serving our community
Septiembre/September 19, 2012- Octubre/October 16, 2012
Querido DiálogoEcológico: Hemos estado oyendo por años cómo
la producción de carne de vaca es mala para el ambiente y mala
para nuestra salud. ¿Cómo se comparan en este sentido el pescado,
la lechería y las proteínas vegetales en función de su impacto
sobre el ambiente y la salud? Julia Saperstein, por correo
electrónico
No todos los tipos de proteína son creados
iguales en cuanto a sus implicaciones
ambientales y de salud al consumirlos.
Un estudio de 2011 por la organización sin fines
lucrativos Environmental Working Group
(EWG) encontró que “diversas carnes y sistemas
de producción tienen impactos diferentes
sobre la salud, el clima y otros aspectos ambientales”.
La cantidad de abonos químicos, de combustible
y de otros “insumos de producción” utilizados,
las diferencias en condiciones de suelos y
sistemas de producción y el grado en que se han
implementado mejores prácticas tales como cultivos
de sombrío, apacentar intensivo o gestión
del estiércol, todo afecta la cantidad de emisiones
de gas invernadero que un producto de carne
termina engendrando. A saber, el cordero, la
carne de res, el queso, el puerco y el salmón cultivado
“convencionalmente” (por ejemplo con
insumos que incluyen hormonas y antibióticos y
comida derivada de cosechas crecidas con pesticidas
y abonos químicos) fueron identificados
por EWG como las fuentes de la mayoría de los
gases invernaderos.
EWG se afilió con la empresa de análisis ambiental
CleanMetrics para evaluar los impactos
climáticos a través de mediciones de ciclo vital
de 20 tipos populares de carne, pez, lechería y
proteínas vegetales. La evaluación de EWG calculó
la huella completa de carbón “de principio
a fin” de cada artículo alimentario basado en las
emisiones de gas invernadero engendradas antes
y después de que dejó la granja—de los pesticidas
y abonos utilizados para cultivar alimentos
de animales al pastoreo, cría de animales,
procesamiento, transporte, cocinado e incluso
disposición de alimentos no usados (ya que los
norteamericanos botan un 20 por ciento de la
carne comestible).
Según EWG, el cordero convencionalmente
criado, la carne de res, el queso y el
puerco también engendran, kilo por kilo, más
desechos contaminantes. De éstos, el cordero
tiene el impacto más grande, seguido por
la carne de res y enseguida por el queso—de
modo que los vegetarianos que comen productos
lácteos no están impunes. La carne de
res tiene más de dos veces las emisiones de
puerco, casi cuatro veces más que el pollo y
más de 13 veces las de proteínas vegetales
como frijoles, lentejas y tofú,” resume EWG.
En el frente de salud, el EWG indica que
“comiendo demasiado de estas carnes más generadoras
de gases invernadero aumenta la ex-
posición a toxinas y el riesgo de una gran variedad
de problemas graves de salud, inclusive
las enfermedades cardíacas, ciertos cánceres, la
obesidad y, en algunos estudios, la diabetes”.
Aparte de eliminar enteramente las proteínas
de origen animal, lo mejor que podemos
hacer para nuestra salud y el ambiente es reducir
nuestro consumo de carne y escoger solamente
carnes de animales alimentados humana
y orgánicamente con pasto, así como huevos y
lechería obtenidos por métodos similares. “En
Un estudio del Environmental Working Group
(Grupo de Trabajo Ecológico) evaluó los
impactos climáticos de 20 tipos populares
de carne, pescado, productos lácteos, y proteínas
vegetales y concluyó que la carne de
vacuno tiene más del doble de las emisiones
de cerdo, casi cuatro veces más que las de
pollos, y más de 13 veces las de proteínas
vegetales como frijoles, lentejas y tofu.
términos generales, estos productos representan
las elecciones menos perjudiciales y más
éticas,” dice EWG, agregando que los productos
derivados de animales alimentados a base
de pastizales o en pradera son típicamente más
nutritivos y llevan menos riesgo de contaminación
bacteriana. “Aunque mejores prácticas
de gestión pueden reducir demostrablemente
las emisiones generales y el daño ambiental,
la manera más efectiva y eficiente de reducir
emisiones de gas invernadero e impactos ambientales
del ganado son sencillamente comer,
malgastar y producir menos carne y lechería”.
Para más información, examine en línea la
guía gratuita de EWG, Meat Eater’s Guide
[Guía Para el Carnívoro”].
CONTACTOS: EWG Meat Eater’s Guide, www.ewg.org/meateatersguide.
EarthTalk® (DiálogoEcológico) es escrito y editado por Roddy Scheer y Doug Moss
y es una marca registrada de E - La Revista Ecológica (www.emagazine.com). Traducción
española de Patrice Greanville. Sírvase enviar sus preguntas a: earthtalk@
emagazine.com. Suscripción: www.emagazine.com/subscribe. Pida un número gratis:
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DIÁLOGO ECOLÓGICO/EARTH TALK
EL AGUILA
Dear EarthTalk: We’ve been hearing for years how producing red
meat is bad for the environment while consuming it is bad for
our health. How do other types of meat, fish, dairy and vegetable
proteins stack up in terms of environmental and health impacts?
-- Julia Saperstein, via e-mail
Not all forms of protein are
created equal as to the environmental
and health implications
of raising and consuming
them. A 2011 assessment by the nonprofit
Environmental Working Group
(EWG) found that “different meats
and different production systems have
varying health, climate and other environmental
impacts.”
A study by the Environmental Working
Group assessed the climate impacts
of 20 popular types of meat, fish, dairy
and vegetable proteins and concluded
that beef has more than twice the emissions
of pork, nearly four times more
than chicken and more than 13 times
as much as vegetable proteins such as
beans, lentils and tofu.
The quantity of chemical fertilizers,
fuel and other “production inputs” used,
the differences in soil conditions and production
systems and the extent to which
best practices such as cover cropping, intensive
grazing or manure management
are implemented all affect the amount
of greenhouse gas emissions a meat product
is responsible for generating. To wit,
lamb, beef, cheese, pork and farmed salmon
raised “conventionally” (e.g. with
inputs including hormones and antibiotics
and feed derived from crops grown
with chemical pesticides and fertilizers)
were determined by EWG to generate the
most greenhouse gases.
EWG partnered with the environmental
analysis firm CleanMetrics to
assess the climate impacts via lifecycle
assessments of 20 popular types of meat,
fish, dairy and vegetable proteins. EWG’s
assessment calculated the full “cradleto-grave”
carbon footprint of each food
item based on the greenhouse gas emissions
generated before and after it left the
farm—from the pesticides and fertilizer
used to grow animal feed all the way
through the grazing, animal raising, processing,
transportation, cooking and even
disposal of unused food (since some 20
percent of edible meat gets thrown away
by Americans).
According to EWG, conventionally
raised lamb, beef, cheese and pork also
generate more polluting waste, pound for
pound. Of these, lamb has the greatest impact,
followed by beef and then by cheese—so
vegetarians who eat dairy aren’t off
the hook. “Beef has more than twice the
emissions of pork, nearly four times more
than chicken and more than 13 times as
much as vegetable proteins such as beans,
lentils and tofu,” summarizes EWG.
On the health front, EWG reports that
“eating too much of these greenhouse
gas-intensive meats boosts exposure to
toxins and increases the risk of a wide
variety of serious health problems, including
heart disease, certain cancers, obesity
and, in some studies, diabetes.”
Besides cutting out animal-derived
proteins altogether, the best thing we can
do for our health and the environment is
to cut down on our meat consumption
and choose only organic, humane and/or
grass-fed meat, eggs and dairy. “Overall,
these products are the least harmful, most
ethical choices,” says EWG, adding that
grass-fed and pasture-raised products are
typically more nutritious and carry less
risk of bacterial contamination. “While
best management practices can demonstrably
reduce overall emissions and environmental
harm, the most effective and
efficient way to reduce greenhouse gas
emissions and environmental impacts
from livestock is simply to eat, waste and
produce less meat and dairy.” For more
information, check out EWG’s free online
“Meat Eater’s Guide.”
CONTACTS: EWG Meat Eater’s Guide, www.ewg.org/meateatersguide.
EarthTalk® is written and edited by Roddy Scheer and Doug Moss and is a registered
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