Revista del Mundo Clásico - Facultad de Filosofía y Letras ...

ISSN 1989-7197
HERMES
Revista del Mundo Clásico
Número 10
Julio de 2012

Editorial
Troya, Segóbriga, el CIL II y mucho más
El lanzamiento del cómic de Marvel dedicado a la Guerra de Troya y la traducción, inédita hasta
ahora en castellano, de los diarios de Heinrich Schliemann han hecho que el gran mito de la Antigüedad
adquiera un gran protagonismo en Hermes 10. Pero hay mucho más.
El departamento de Filología Clásica de la UAM ha acudido un año más al Festival de Teatro Clásico
de Segóbriga, se han celebrado unas nuevas jornadas de CulturaClásica.com en Mérida y otra
edición de las ‘Primaveras Grecorromanas’ en Alcalá de Henares y hemos visitado las exposiciones
‘Egipto Mágico’ y ‘Mitologías sobre los cielos de Madrid’.
Felicitamos a los últimos licenciados en Filología Clásica de la UAM y damos la bienvenida a dos
nuevos miembros de nuestro Comité de Redacción, Natalia Elvira y Nicolás Giménez. Finalmente,
agradecemos a Helena Gimeno y a todo el equipo del CIL II el cariño y la simpatía con los que nos
han abierto las puertas del centro para que podamos disfrutar de su trabajo.
Directora
Raquel Fornieles
Comité Cientíco
Leticia Martín Fuertes, José Ramón Urízar
Diseño y Maquetación
Ester Belaire, Raquel Fornieles, Carlos Villanueva
Comité de edición
Eveling Garzón, Violeta Gomis, Jaime Gutiérrez, Alberto Pardal
Consejo de redacción
Helena Alonso, Ester Belaire, Sonia Blanco, Elena Cardeña, Jordi Crespo, Natalia Elvira, Sara Fernández, Eveling
Garzón, Nicolás Giménez, Violeta Gomis, Helena González, Jaime Gutiérrez, Leticia Martín-Fuertes, Antonio Moral,
Cristina Novillo, Alberto Pardal, Paloma Quicios, Rocío Rivas, José Ramón Urízar, Carlos Villanueva
Contacto
hermes.revista@hotmail.com

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PARA LOS AUTORES
Índice
ACTUALIDAD
Contenidos
Graduación de los alumnos de Clásicas . . 4-9
VIII Jornadas de CulturaClásica.com . 10-11
Actividades del Máster en Filología Clásica . 12
‘Mitologías sobre los cielos de Madrid’ . . . 13
‘Primaveras Grecorromanas’ . . . . . . . . 14
Feria del libro antiguo y de ocasión . . 15-16
Exposición ‘Egipto Mágico’ . . . . . . 17-18
OPINIÓN
‘Ira de Titanes’ . . . . . . . . . . . . . . . 19
ESPECTÁCULOS
‘Troyanas’ y ‘Cásina’ en Segóbriga . . . 20-21
TEXTOS
‘Cásina’ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22-23
LITERATURA
‘La Guerra de Troya’ . . . . . . . . . . . . . . 24
‘Ítaca, el Peloponeso y Troya’ . . . . . . . 25-26
EL PERSONAJE
Heinrich Schliemann . . . . . . . . . . . 27-29
EL REPORTAJE
Más allá de Homero: la ciudad de Troya 30-32
DE VISITA
CIL II en Alcalá de Henares . . . . . . . 33-35
LA ENTREVISTA
Helena Gimeno (directora del CIL II) . 36-39
NOTICIAS BREVES . . . . . . . . . . . . . . 40

Actualidad
GRADUACIÓN DE LOS
ALUMNOS DE CLÁSICAS
Imposición de becas a la última promoción de Filología Clásica de la UAM
De pie, de izquierda a derecha: Javier del Hoyo, Eduardo Fernández, Gonzalo García, Araceli Striano, Esperanza
Torrego, Emilio Nieto, Rosario López, Helena Maquieira, Carmen González, María Eugenia Rodríguez y Emilio
Crespo; agachados: Nicolás Giménez, Helena Suárez, Michael Zeitler, Marina Solís de Ovando, Sandra Cruz,
María Vaquero, Sara Sánchez-Molina y Héctor Skrzypczyk.
El pasado 14 de junio se celebró el acto de graduación
e imposición de becas de los alumnos
del último curso de Filología Clásica de la UAM.
En el acto tomaron la palabra el director del departamento,
Emilio Crespo, el profesor Jesús de
la Villa y los alumnos Michael Zeitler y Marina
Solís de Ovando Donoso. En las páginas siguientes
reproducimos algunos de los discursos que se
pronunciaron y los ilustramos con fotografías tomadas
tanto en el propio acto como en la cena.

Actualidad
Michael Zeitler
Buenas tardes, queridos invitados:
No puedo deciros de qué es de lo que más me alegro: de estar aquí en el campus de la Universidad Autónoma
con todos vosotros, que habéis venido de fuera, o de celebrar la graduación de este curso como
uno de los graduados. Y es que mientras a muchos de mis compañeros les resulta natural estar aquí, yo veo más
claro que nunca que es un gran honor graduarme en esta ciudad, a la que llegué desde Alemania hace apenas dos
años, y en esta universidad, que de una forma tan agradable ha cambiado el curso de mi vida. No quisiera echar
en falta ni un día de los que aquí he pasado. En esta universidad hay un sitio muy especial, el departamento de
Filología Clásica, que ha sido para nosotros, los alumnos, el lugar de nuestra formación, de intercambio de ideas
y de aprendizaje. Un sitio, como puedo aseguraros, único, pues he podido comparar cómo está la situación en
otras universidades nacionales e internacionales y, si he elegido este lugar, lo he hecho a propósito.
Creo que nuestras condiciones, con miras a nuestro departamento y a nuestra carrera, han sido únicas en
España. Pues esta licenciatura ha dejado testimonio de que no hay fundamento mejor para la formación
intelectual y el desarrollo de los estudios que un trato respetuoso, basado en la confianza y la cercanía, entre
todos los miembros del departamento, ya sean profesores o alumnos. Al haber conocido y entrado más tarde
que nadie en esta carrera, pude observar que tanto el ambiente de estudio como la situación académica, que aquí
consideramos normales, no lo son en absoluto en otras universidades, ¡por desgracia! Este modelo del que aquí
hemos disfrutado se caracteriza por la estrecha colaboración entre los alumnos y profesores, por las pequeñas
clases con su carácter de seminario y por el trato amistoso y personal entre los alumnos.
Otras impresiones que solo aquí he tenido son que los profesores de este departamento invitan a los alumnos
a tutorías para profundizar individualmente en determinados aspectos que se han visto en clase, dando
un ejemplo modélico de cómo hacerse responsable de la formación individual de cada uno de sus discípulos
a través de la transmisión de conocimientos. Aparte de la enseñanza en clase, dejan participar a los alumnos en
sus investigaciones, mostrándoles los métodos científicos, presentándoles sus campos de investigación y encomendándoles
sus propias publicaciones. De este modo, mis compañeros y yo hemos conseguido no solo una
formación amplia y profunda que también habríamos podido conseguir – aunque no de la misma calidad como
aquí – en otra universidad, sino que hemos adquirido, además y sobre todo, perspicacia, curiosidad e inquietudes,
un juicio crítico pero disciplinado, una agudeza de la mente por la que nos envidian nuestros coetáneos.
Especial mención merecen también las excursiones y viajes de estudio, organizados y guiados por los profesores
con altruismo, de modo que nos han sido enriquecedores no solo por la posibilidad de conocer
de cerca la materia, sino también por los preciosos momentos que quedan grabados en nuestra memoria para
siempre. Con todo eso, uno podría llegar a la conclusión de que la Autónoma es el sitio ideal para estudiar. Y
para mí lo es.

Actualidad
Michael Zeitler, Jesús de la Villa y Eduardo Fernández.
Por eso quiero dar las gracias a las personas que me han facilitado, o mejor dicho, que han hecho posible
que esté hoy aquí tras haber superado los obstáculos y trámites de una convalidación de estudios extranjeros,
que resultaría, como me advirtieron, problemática si no imposible. Que esté aquí tras haber concluido
mis estudios durante este curso con gran entusiasmo y concentración se lo debo, sobre todo, a tres personas:
María Eugenia Rodríguez, que cambió la situación con su intervención cuando ya todo parecía estar perdido;
Jesús de la Villa, que me exhortó a no perder el ánimo y procuró que todos los trámites se llevaran a cabo bajo
su atenta mirada, haciéndolo incluso sin que yo hubiera sido antes alumno suyo, y Emilio Crespo que, con sus
consejos e instrucciones, me dio seguridad en la ambigüedad de esta aventura y se comprometió personalmente
con ella. Sin la ayuda conjunta de estos tres profesores no habría sido posible que entrara en el último año de
una carrera tan célebre que cursaron aquí una cantidad enorme de filólogos, muchos de los cuales, a su vez, nos
han enseñado a nosotros.
Con nuestra salida, esta carrera se extingue definitivamente por una reestructuración o economización de la
oferta académica que evidentemente fue impuesta por el Ministerio de Educación sin tener en cuenta la
importancia de la Filología Clásica en nuestra cultura, ni la extraordinaria calidad de enseñanza, ni las condiciones
favorables que este sitio tan especial nos ha ofrecido.
Dicho esto, quizá os preguntéis ahora qué es lo que he aprendido yo durante mi estancia. Primero: articula
tus ideas, proyectos y pretensiones porque compartidos con otros tienen más vigor. Segundo: cuando
nadie te escucha, grita. Y tercero: merece la pena luchar en la vida, aunque la situación sea desfavorable. Quien
lucha, puede ganar. Quien no lucha, no gana. Haber conseguido esta formación, estas impresiones, conocimientos
y logros es para mí un honor especial. Es un honor figurar junto a mis compañeros entre los graduados de
la Licenciatura de Filología Clásica del curso 2011/2012.
Muchas gracias a todos.

Actualidad
Jesús de la Villa
Querido director del departamento, queridos compañeros, queridos padres y familiares de los alumnos
que hoy celebran su graduación y, sobre todo y ante todo, queridos alumnos, que sois los protagonistas
hoy de este acto.
Permitidme comenzar mis palabras agradeciéndoos, en primer lugar, la invitación a tomar la palabra hoy
aquí en representación de los profesores del departamento. Como algunos sabéis, no soy personalmente
muy dado a estos actos. Pero tratándose de un curso como el vuestro, al que he dado clase creo que todos o
casi todos los años de vuestra carrera, en materias tan dispares como la gramática griega, los historiadores, el
indoeuropeo o la métrica, no solo no podía negarme, sino que es una verdadera satisfacción y … ¿por qué no
decirlo?, un honor el poder hablar hoy desde esta tribuna. Creedme si os digo que, para bien o para mal…
espero que más para bien… me siento especialmente responsable de lo que haya sido vuestra formación a lo
largo de vuestro paso por esta universidad.
Pero dejando aparte estas expresiones de alegría y agradecimiento personales, quiero ante todo, en nombre
de todos los profesores del departamento, transmitiros nuestra enhorabuena por este diploma que recibís
en el acto de hoy. La beca representa la graduación, que algunos ya habéis obtenido virtualmente y otros tendréis
en los próximos meses o en el inmediato futuro. Pero, independientemente de lo que represente para cada
uno de vosotros, este acto es, sobre todo, un acto simbólico, el del reconocimiento mutuo entre la institución
– el departamento, la facultad, la universidad – que os ha acogido durante estos años, por un lado, y vosotros
mismos, por el otro, vosotros que acudisteis aquí un día en busca de formación y ahora habéis completado (o
casi) el programa de estudios que se os ofrecía.
Como todos los estudiantes que han elegido estos estudios, los de Filología Clásica, casi desde siempre,
pertenecéis a un grupo pequeño, el de los “espíritus selectos” que decía mi admirado profesor de latín
en el Bachillerato, que fue el responsable de que yo hiciera Clásicas. Es una evidencia constatable que detrás
de casi todo estudiante de Clásicas hay un gran profesor de Clásicas en el Bachillerato. Soy consciente, somos
conscientes, de que en muchos casos la elección no fue fácil. Podría pedir que levantara la mano aquel al que
en casa, al decir que iba a elegir estos estudios, no le hayan dicho sus padres o familiares que se lo pensara bien.
Estoy seguro de que muchos de vosotros, probablemente la mayoría, reconoceríais que fue así. Así fue también
en mi caso y en el de muchos de mis colegas en el departamento.
Como profesores, nuestra mayor recompensa sería que ahora, al final de vuestra carrera universitaria, pudierais
decir que no os equivocasteis. Que la elección, primero, y los largos años después de traducciones
de griego y latín, de estudio de la literatura, la gramática, la historia, la métrica, el indoeuropeo y otras muchas
materias relacionadas con el Mundo Clásico fueron una buena elección, a pesar de las dificultades que representa
el realizar seriamente unos estudios como los nuestros, mucho más exigentes que otros.

Recordaréis estos años, os lo puedo asegurar, como algunos de los mejores de vuestras vidas. Sin duda por
el sentimiento de libertad que, por suerte, se respira en nuestros centros; por los amigos, que, creedme,
os lo digo por experiencia personal, estarán entre los mejores que vayáis a tener en vuestras vidas; por los buenos
ratos pasados. Pero también por vuestro cambio y madurez personales. Los años pasados en la universidad son
aquellos en los que muchos de vosotros habéis pasado de la casi infancia a la condición de adulto … bueno, de
jóvenes adultos. No sé si vosotros lo notáis en vosotros mismos o en vuestros compañeros, pero nosotros sí lo
notamos. Aunque no os lo creáis, nosotros, los profesores, somos espectadores de vuestro desarrollo intelectual
y de cómo vais madurando a lo largo de los cursos.
Nosotros hablamos de vosotros, supongo que lo sabéis, igual que vosotros habláis de nosotros. Y son muchas
las veces que hemos comentado entre compañeros: “fíjate fulanito o menganita cómo ha cambiado,
cómo ha crecido”. Y si esto sucede es porque la universidad, en particular la universidad pública, y nuestros estudios,
a pesar de las dificultades, siguen proporcionando algo que ninguna otra institución da: una formación
general como persona, como ciudadano, que no puede adquirirse en ningún otro sitio. Para bien – sin duda para
bien – vosotros tenéis ya para siempre, para todas vuestras vidas, la condición de universitarios y eso no os lo
podrá quitar nadie y eso siempre se notará en vuestro trato con los demás.
Y
Actualidad
Michael Zeitler, Jesús de
la Villa, Emilio Crespo,
Javier del Hoyo y Marina
Solís de Ovando.
ahora habéis llegado al final. Tenéis el acerbo adquirido de vuestra formación y de la información que
aquí os hayamos podido transmitir o, lo que es más importante, os hayamos enseñado a adquirir. Y os
encontráis ante el mundo laboral, profesional, quizá de ampliación de estudios. Siempre, desde siempre, este
momento es un momento delicado. Muchos pensaréis, como Sócrates, que solo sabéis que no sabéis nada. El
encontraros ante la vida profesional os puede dar el mismo vértigo que tener ante vuestros pies la sima del
Vesubio o el Etna, con el fuego esperando abajo a los incautos que dan un paso en falso. Eso nos ha pasado a
todos, pero veréis pronto que no es así.
El alejaros de los estudios, cuando suceda, ahora o dentro de un año, cuando acabéis un máster, os permitirá
ver con una cierta distancia lo que habéis aprendido. Os daréis cuenta de que sabéis mucho más de lo que
creéis. Podréis empezar a situar en un conjunto vuestros conocimientos, quizá ahora un poco atomizados, viéndolo
como lo que es, una parte de un mundo maravilloso e incomparable, el origen de nuestra cultura, el mundo
de los griegos y los romanos. Y habéis tenido el privilegio, vosotros, con otros pocos, de poder adentraros un
poco más en él, de saber más que otros muchos.

Y
Actualidad
permitidme, para acabar, daros unos pocos consejos o, si lo preferís, sugerencias para el futuro. Lo hago
en nombre propio, pero estoy seguro de que la mayoría de mis compañeros las compartirán:
1º) No tengáis miedo al futuro. Tenéis una buena formación. A pesar de las dificultades del momento, el
mundo está a vuestro alcance, es para vosotros, para los espíritus selectos, sea cual sea la dirección profesional
que elijáis.
2º) No olvidéis nunca la ilusión con la que elegisteis esta carrera. Más allá de los temas, las traducciones, los
exámenes, tenéis que mantener el placer por el conocimiento, por el disfrute de todos los aspectos de la civilización
grecorromana. En pocos sitios encontraréis unidos un conjunto semejante de lengua, literatura, arte o
historia a vuestro alcance.
3º) Transmitid a quienes podáis, a vuestros alumnos si vais a dedicaros a la enseñanza, o a vuestros colegas en el
trabajo que sea, el mensaje de armonía, de sabiduría incomparables que encierran obras como las de Homero,
Sófocles, Heródoto, César, Cicerón o Virgilio. Y defended este mundo, el derecho a que se siga estudiando y
conociendo. Sería una pérdida irreparable para nuestra sociedad que se interrumpiera esa larga tradición que
comenzó en un lugar remoto del Egeo hace 3.500 años y ha continuado sin solución de continuidad hasta hoy.
Sin esa tradición nuestra cultura, nuestra lengua, serían incompresibles en gran medida.
4º) Finalmente manteneos en contacto con este mundo. Incluso si os dedicáis a otra cosa, no olvidéis todo lo
que habéis aprendido. Eso formará parte importante de vuestra vida y de vuestra riqueza intelectual.
En este acto acaba simbólicamente algo, vuestros estudios universitarios. Acaba también algo más: sois la
última promoción de Filología Clásica como tal en la UAM. Lo que no quiere decir que seáis los últimos
filólogos clásicos que se formen aquí. Aunque parezca que a algunos les da vergüenza utilizar la palabra “filología”,
el nuevo grado de Ciencias y Lenguas de la Antigüedad conserva, adaptándolo, el legado de 45 años de
Filología Clásica en la UAM. Somos muchos los que seguiremos luchando porque ese legado se mantenga y
aumente.
Voy a terminar. Deseo, en nombre de todos mis compañeros, agradeceros la atención, el respeto, el afecto
que siempre nos habéis manifestado y que hemos tratado de devolveros. Deseo también transmitiros
nuestras disculpas si en algo no hemos satisfecho vuestras expectativas. Dentro de poco vais a dejar de ser
alumnos nuestros. Desde ahora, como diría un sabio colega de nuestro departamento: “ya, como si fuéramos
iguales”.
S in
bromas, aquí estaremos siempre dispuestos a ayudaros en lo que podamos. Siempre seréis miembros de
este departamento y esta universidad.
He dicho.
Muchas gracias.

Actualidad
VIII JORNADAS DE
CULTURACLÁSICA.COM
Un año más, talleres y conferencias nos acercaron al mundo antiguo en Mérida
Antonio González Amador presenta a Carlos Goñi. Las fotografías de este artículo son de Ester Belaire y Elena Cardeña.
ESTER BELAIRE
Los días 13, 14 y 15 de abril de 2012 se celebraron las VIII Jornadas de CulturaClásica.com en la
maravillosa ciudad de Mérida. A lo largo de los tres días se produjeron numerosas conferencias
y talleres. El viernes 13 comenzó con la recepción de asistentes en el Centro Cultural Alcazaba y con
la inauguración de las jornadas. Carlos Goñi Zubieta hizo un paseo por el mundo antiguo a través
de algunas de sus obras. Una de ellas, Cuéntame una historia, fue reseñada por Raquel Fornieles en el
número 6 de esta revista.
Para finalizar la tarde, José Luis Navarro, presidente de EuroClassica, la Federación Europea de
Profesores de Cultura Clásica, explicó los nuevos curricula europeos de latín y griego. A través de
estos, se busca un certificado común europeo con el que se cambie la manera de presentar la Cultura
Clásica, puesto que afirma que el problema es que lo anticuado no es la cultura o la historia, sino la
manera de explicar en los centros escolares.

La adaptación de A greek Boy at Home.
Rutgarius Niehl, profesor de la universidad de Mannheim.
Actualidad
A la izquierda, el director del festival romano Tarraco Viva, Magí
Seritjol; a la derecha, uno de los talleres: Militaria.
El sábado amaneció con una gran
tormenta, lo que provocó que
todo se complicara un poco. Con unos
minutos de retraso comenzó la primera
sesión del día, Un niño griego en clase,
una adaptación al castellano del curso
de griego A greek Boy at Home, de W.
H. D. Rouse, a cargo de la profesora de
griego Ana Ovando Moros.
Las siguientes sesiones fueron íntegramente
en latín. La primera, Si
magister latine loquitur... -De condicionibus
methodisque latine in gymnasio sermocinandi¸
a cargo de Rutgarius Niehl, profesor
de la Universidad de Mannheim. La
segunda sesión fue Ars Latine scribendi
et dicendi, a cargo de Aloisius Miraglia,
presidente de la Fundación Mnemosyne
y director de la Accamedia Vivarium Novum
de Roma. Tras un descanso para
comer, nos dividimos en varios grupos
y disfrutamos de una visita guiada por
el Museo Nacional de Arte Romano.
Para terminar el día, estaba prevista
la representación de Las Troyanas en
el teatro de Mérida, pero la lluvia no lo
permitió, así que se hizo en el Centro
de Profesores y de Recursos. Después
algunos disfrutaron del convivium apud
sodales que se produjo en el Parador.
El último día hubo una conferencia a
cargo de Magí Seritjol, donde presentó
Tarraco Viva y el Proyecto Phoenix y
se celebraron las dos sesiones de talleres
de Cultura y Lenguas Clásicas.

Actualidad
ACTIVIDADES DEL MÁSTER
EN FILOLOGÍA CLÁSICA
Visita al Archivo Hispania Epigraphica de la Universidad Complutense de Madrid
El Máster Interuniversatario en Filología Clásica, en el que
participan la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad
Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá de
Henares emprenderá su cuarta edición en el curso 2012-2013.
Toda la información sobre los plazos de inscripción y matrícula,
plan de estudios y oferta docente se encuentra disponible en
el siguiente enlace:
h t t p : / / d i o n i s o s . d e c f. u a m . e s / fi l o l o g i a _ cl a s i c a /
Masterdepar t/
EVELING GARZÓN
El pasado miércoles 25 de abril, los estudiantes
del Máster Interuniversitario en
Filología Clásica tuvieron la oportunidad de
visitar el Archivo Hispania Epigraphica (UCM).
Durante la visita, guiada por Isabel Velázquez,
actual directora del proyecto, se dieron a conocer
los principales recursos con los que cuenta
este centro de investigación, entre los que
se destacan sus exhaustivos y especializados
fondos sobre las más de 27.000 inscripciones
latinas de la Península, la publicación de su revista
Hispania Epigraphica, que llega a diecisiete
entregas, y su página web (http://eda-bea.es/),
donde es posible consultar la descripción de los
corpora epigráficos peninsulares. Actualmente,
el Archivo Hispania Epigraphica se enfrenta a un
nuevo reto, la elaboración de la nueva base de
datos AEHTAM (Archivo Epigráfico de Hispania
Tardoantigua y Medieval).
Ya está en marcha la IV edición del Máster

Actualidad
MITOLOGÍAS SOBRE
LOS CIELOS DE MADRID
Antonio Bueno expone sus fotografías en Cibeles hasta el 16 de septiembre
Madrid a los
pies del edificio
de La Unión
y el Fénix
Español, actual
Mutua Madrileña.
Antonio
Bueno, VEGAP,
Madrid, 2012.
Imagen cedida por
CentroCentro.
SARIT F. OTERO
Durante el día y la noche, las calles bullen de actividad, el ruido de la ciudad lo cubre todo, la gente
pasa con prisa y pocas veces se detiene. En lo alto de las cornisas de los edificios más emblemáticos,
guardianes silenciosos llevan observando mucho tiempo en soledad el transcurrir de la vida. Ahora, por fin,
sus figuras nos hablan a través de las imágenes de una cámara, que ha tenido la osadía de querer mostrar sus
delicadas figuras al mundo.
En la planta cuarta del edificio CentroCentro, situado en la Plaza Cibeles, se exponen, desde el 29 de
marzo hasta el 16 de septiembre de 2012, un conjunto de fotografías realizadas por Antonio Bueno
que pretenden acercar al público una visión cercana y poco usual de todas aquellas esculturas que adornan
las calles del centro de Madrid y cuyos detalles pasan desapercibidos a la vista de los viandantes. El acceso es
completamente gratuito y, durante los meses de mayo y junio, el propio autor realizará en el área de interpretación
de la exposición varias lecturas de su obra, conocidas como Encuentros impertinentes.
Desde Gran Vía, la Puerta de Alcalá, el Ministerio de Agricultura y el Círculo de Bellas Artes entre otros,
el visitante disfrutará de bellas puestas de sol, vistas nocturnas y paseos diurnos entre las altivas figuras
de Minerva, Pegaso, dos aurigas, genios, multitud de alegorías, etc. Fantasmas que hasta hace poco habían
observado, fantasmas que ahora son observados.

Actualidad
‘PRIMAVERAS
GRECORROMANAS’
La temática de las jornadas de este año fue “La mujer en Grecia y Roma”
Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares.
PALOMA QUICIOS
Un año más, el Museo Arqueológico Regional
de Alcalá de Henares acoge las
Primaveras Grecorromanas organizadas desde
sus orígenes por la Universidad de Alcalá y
por el propio museo. Si bien en ediciones anteriores
las temáticas fueron la religión y diversas
personalidades del mundo antiguo, este
año la protagonista ha sido la mujer en Grecia
y en Roma.
Entre las conferencias más interesantes podemos
destacar la de la profesora Maria
del Val Gago Saldaña (Universidad de Alcalá),
en la que recibimos una interesante introducción
al mundo de las diosas y las heroínas en
la Antigüedad. Por su parte, Alicia Valmaña
nos explicó que, ante todo, la mujer romana
era considerada una menor de edad y que su
futuro estaba ligado al de un tutor.
El punto de vista de la mujer en la Grecia
Antigua lo dio Fernando García Romero
(Universidad Complutense de Madrid). La
situación en Grecia no era muy distinta a la
romana; siempre consideradas como menores,
tampoco podían salir del hogar sin contar con
el consentimiento del marido. En el caso griego,
además de las festividades religiosas, una
de las posibilidades que tenía la mujer para
sentirse libre era hacerse hetera. En general, a
lo largo del desarrollo de las ponencias, hemos
podido ver un desarrollo de cuál era el papel
de la mujer en Grecia y Roma, donde vemos
que siempre ha sido tratada como una menor:
principalmente, o está relegada al papel del
matrimonio y del hogar o puede participar en
fiestas religiosas.

Actualidad
XXXVI FERIA DEL LIBRO
ANTIGUO Y DE OCASIÓN
HELENA ALONSO
La lucha por el mantenimiento de la memoria
Un largo paseo donde disfrutar encontrando a pesar de la lluvia. Fotografías: Helena Alonso.
Tener la posibilidad de pasear, buscar y encontrar un rincón apartado en medio de una gran urbe
como Madrid, donde la única tecnología que importa son las farolas que arrojan luz para permitir
la continuación de la búsqueda cuando oscurece, y los lectores de tarjetas para no coartar la necesidad
de obtener lo que se ha encontrado según el dinero que se tenga en el bolsillo, es una auténtica
suerte que, aunque pasajera, no se puede dejar escapar.
La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión es una tradición larga en la historia de Madrid inaugurada en
1977, y que en su trigésima sexta edición y como siempre, ha acercado a muchas personas que,
movidas por la necesidad del saber, del recuerdo y la memoria de todo lo que conformó la historia pasada
y va conformando la presente, no han podido resistir la tentación de, al menos, echar un vistazo.

Todo lo que creas que puedes encontrar y recordar y mucho más...
Cartel de la Feria.
El lugar de la Feria del Libro Antiguo y
de Ocasión y sus pequeñas reminiscencias
a un pasado con herencias clásicas.
Actualidad
Y
es que, en la Feria del Libro Antiguo
y de Ocasión, los sueños, esperanzas
y necesidades de todas las personas
de letras pueden verse cumplidos gracias
a que aún quedan personas dedicadas a
no perder las antiguas maneras de aprender,
de estudiar, de entretenerse y de leer
haciendo que los saberes más antiguos
no desaparezcan en el olvido, haciendo
que las hojas ya amarillentas de tantos y
tantos volúmenes sigan dando el servicio
para el que se concibieron, haciendo que
los más mayores puedan enseñar aún a los
más pequeños la belleza de lo que eran
las cosas hace muy poco tiempo, dando
una nueva oportunidad a la memoria de
los antiguos libros cuyas páginas y contenidos
nunca pasarán en balde. ¿Qué
persona de letras no recuerda el tacto de
un libro antiguo? ¿Qué persona de letras
puede olvidar el olor de las páginas amarillas
al pasar? ¿Qué persona de letras no
ha sostenido un libro antiguo con una
mano y acercado su cara al cuerpo del
mismo mientras con la otra mano hacía
pasar las hojas para absorber el aire que
desprendía?
P
ara cualquier persona de letras, académico
o no, literato o no, especialista
o no, la tenencia de su volumen o
libro preferido es un bien que no tiene
precio, porque en el momento en el que
lo compra lo hace de su propiedad, pero
en el momento en el que lo lee y lo marca,
lo subraya o lo escribe, lo hace suyo.
La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión
es uno de los pocos momentos y
lugares en los que lo raro es ver una pantalla
de ordenador o un libro electrónico,
donde a pesar de estar al aire libre, el olor
a cultura, a imaginación, a saber, a libro
antiguo y de viejo, lo inunda todo.

ROCÍO RIVAS
Actualidad
‘EGIPTO MÁGICO’
La galería Ars Historica ofreció con esta exposición un breve pero
interesante viaje por los 4000 años de historia del Antiguo Egipto.
Desde el 15 de marzo hasta el 15 de mayo pudimos visitar en la galería Ars Historica de Madrid,
la exposición Egipto Mágico, a través de la cual se realizaba un breve, pero interesante viaje por los
4000 años de historia del Antiguo Egipto. Así, mediante la muestra de unas 200 piezas únicas, procedentes
de colecciones privadas, la galería nos ha acercado a los diferentes ámbitos de la cultura del valle
del Nilo, desde la vida cotidiana hasta el mundo funerario, pasando por sus creencias religiosas. Todo
ello a través de joyas, amuletos, relieves, maquetas, cerámicas y esculturas.
Cerámica de Nagada I / Amraciense
Nagada I fue una cultura
predinástica que se desarrolló
entre el 4000- 3500 a. C.
en el Alto Egipto (entre Abydos
y Luxor). Conocida sobre todo
por sus necrópolis (Abydos, Hu,
etc.), en las que sus dueños eran
inhumados con un rico ajuar funerario,
formado por pulseras,
collares, paletas de esquisto, cuchillos
de sílex, figurillas de arcilla
y cerámica (esta última conocida
como Nagada I, una cerámica
modelada a mano de paredes muy
finas, pulidas y bruñidas, que presentan
colores rojos o marrones
en la parte inferior y en la boca
e interior negro, en ocasiones decoradas
con pequeñas incisiones
realizadas con un peine).
Cerámica de Nagada I, 4000 - 3500 a. C. Fotografías:
www.egiptologia.com.

Cuadrilla de Ushebtis,
Reino Medio,
2050-1750 a. C.
Actualidad
Conjunto de Ushebtis (‘el que responde’)
Son pequeñas figurillas momiformes que se depositaban junto al difunto y cuya
función era la de servir o sustituirle en los trabajos manuales que este debía
hacer en el Más Allá cada vez que se le llamase. De ahí que tuviesen escrito en su
cuerpo el capítulo sexto del Libro de los Muertos: “Si soy condenado a realizar trabajos
de todas las clases, si soy convocado para acometer los esfuerzos que normalmente
hacen los espíritus de los muertos en el Más Allá, ¡Oh figurilla, debes saber
que la carga te será infligida a ti, ya que debes obedecer al hombre en su necesidad!
Ahora ya posees ya útiles. Serás tú condenada en su lugar, apréndelo pues, por los
vigilantes de la Duat1 a sembrar campos, a llenar agua de los canales, a transportar
arena de Oriente a Occidente. Espero tus órdenes, me tienes aquí-responderás tú,
figurilla-. Iré a donde me mandes, Osiris N”.
1 El Más Allá de la mitología egipcia. La traducción es de Luis Tomás Melgar. El libro de los muertos.
Libsa, 2004.
Amuleto de Sekhmet sedente
Este es un amuleto de Sekhmet, una diosa de la guerra, la
fuerza imparable, el vigor, la energía1 . Pero también estaba
relacionada con las enfermedades que surgían del estancamiento
de las aguas del Nilo y con su curación. De hecho,
era patrona de los médicos. Así, la función de los amuletos
de Sekhmet era la de sanar la enfermedad, gracias a su fuerza
y energía.
En definitiva, esta exposición nos demuestra que el legado
histórico y material del Antiguo Egipto va más allá de
sus grandes monumentos, pues son realmente estas piezas las
que nos dan más información sobre la cultura egipcia y nos
ayudan a comprender cómo vivían y qué pensaban.
1 Según el mito su padre, Ra, la envió a la tierra para acabar con la humanidad
por haber dejado de adorarle. Tal fue su fuerza aniquiladora que los
demás dioses, preocupados, optaron por emborracharla.
Arriba, amuleto de Sekhmet sedente,
Tercer Periodo Intermedio (1.075-653
a. C). Abajo, interior de la galería.

Ira de Titanes es una película
dirigida por Jonathan Liebesman
y protagonizada por
Sam Worthington, secuela
de Furia de Titanes (2010). Si
la primera película era, por
llamarlo de alguna manera,
una “interpretación libre” del
mito de Perseo, esta ha ido un
paso más allá. Para un lector
entendido será suficiente crítica
el argumento de la película
(cuidado, spoilers). Los
dioses son traicionados por
Hades y Ares, ambos al parecer
resentidos con Zeus, uno
porque le exilió en el Orco, el
otro porque tiene envidia de
su hermanastro Perseo. Estos
matan a Posidón y hacen prisionero
a Zeus en el Tártaro.
Su maléfico plan es ir arrebatándole
lentamente su poder,
que sale de su cuerpo en forma
de lava, para otorgárselo a
Cronos y así despertarle de su
letargo. Perseo, mientras, tiene
que hallar las armas míticas: el
rayo de Zeus, la horca de Hades,
y el tridente de Posidón,
las únicas capaces de derrotar
a Cronos. Para ello recibirá la
ayuda del dios Hefesto, un anciano
que delira y habla solo,
que, antes de morir a manos
de Ares, le mostrará el cami-
Opinión
‘Ira de Titanes’
Nicolás Giménez
no para llegar al Tártaro. Con
todo, Perseo llega hasta su padre
y Hades, que no era tan malo, se
arrepiente y le ayuda a liberarlo.
A buenas horas, porque Cronos
ha despertado, no como dios del
tiempo, sino como un gigante de
fuego que lanza bramidos incoherentes.
Mientras Zeus y Hades
intentan contenerlo en el campo
de batalla, Perseo reta a muerte a
Ares, a quien acaba venciendo, y
une las tres armas en una definitiva:
la lanza de Triam.
Como si Pegaso fuese un X-
Wing y Cronos la Estrella de la
Muerte, Perseo se adentra por
la ígnea garganta de Cronos, le
clava la lanza en su punto débil
y explota. Zeus muere debilitado,
que no herido, por la batalla,
y Hades se aleja como mortal
por el desierto. A pesar de
todo, se puede afirmar que la
fuerza de la mitología clásica
subyace bajo un guión pésimo,
y resalta.
En la actualidad, el cine tiene
la capacidad tecnológica
suficiente para enfrentarse a
la imaginación de los antiguos
griegos, solamente falta que sus
directores se documenten no ya
en un diccionario de mitología,
pero sí, al menos, en Wikipedia.
Uno piensa que si tienen
en una mano dinero de Hollywood
y en la otra las obras
clásicas, el argumento de la película
ya estaría escrito. La Teogonía
de Hesíodo está llena de
guerra, violencia, monstruos,
dioses guapos y diosas guapas,
si es lo que les interesa. Pero
quizá la diferencia radique en
que a Hesíodo le inspiraron las
musas, y a ellos, los dólares.

Espectáculos
‘TROYANAS’ Y ‘CÁSINA’
La tragedia de Eurípides y la comedia de Plauto, representadas por el grupo
SKS Teatro en una nueva edición del Festival de Teatro Clásico de Segóbriga
ELENA CARDEÑA
Andrómaca se enfrenta a su suegra y al coro de troyanas. Fotografías: Elena Cardeña.
Un año más, el departamento de Filología Clásica de la UAM estuvo presente en el Festival de Teatro Clásico de
Segóbriga que, en su vigésimonovena edición, acogió a más de 4.000 alumnos y profesores de todo el país. El
día elegido fue el viernes 20 de abril, con las representaciones de Troyanas, de Eurípides, y Cásina, de Plauto, ambas
obras del grupo SKS Teatro, de Almuñécar (Granada), dirigido por Antonio Cantudo. Por desgracia, las condiciones
meteorológicas no acompañaron. La tragedia fue la que sufrió las consecuencias, pues las nubes se adelantaron
a las previsiones y descargaron toda su furia sobre los actores, que aguantaron estoicamente sin inmutarse. No así
el público, que se removía inquieto en las gradas a causa del frío y la lluvia. La organización decidió interrumpir la
obra y llevarla a Tarancón, escenario alternativo para estos casos, pero en el último momento el cielo se apiadó de
los presentes y permitió que las Troyanas continuaran con su sufrimiento en el teatro romano de Segóbriga.
Hécuba llenó el escenario con la potencia de su interpretación, conmoviendo a un público poco dispuesto
a escuchar y dejando ver el sufrimiento y las consecuencias de la guerra de la Troya, por todos conocida.
Menelao y Helena no hacían buena pareja y rompieron el ambiente serio que el coro de troyanas había conseguido
formar. El heraldo griego, Taltibio, interpretó su personaje con pasión. Tanta, que habría podido ser el gran
Menelao, rey de Esparta, que se esperaba ver y no se vio. Andrómaca puso el contrapunto con los reproches a
su suegra y con el sufrimiento extremo de una madre a la que le arrebatan a su bebé recién nacido de las manos.
Con todo, el aplauso final fue merecido tanto por la interpretación como por el aguante de los actores frente a las
inclemencias del tiempo y el frío.

Cásina. Las mujeres se ríen de su plan contra los hombres.
Por la tarde, y con el tiempo de nuevo amenazante,
los mismos actores cambiaron
los lamentos por las risas y llevaron a cabo una
gran representación de Cásina de Plauto, que
gustó mucho más al público adolescente que
la tragedia. El mismo Menelao se convirtió en
el granjero Olimpión, un papel que bordó sin
mucho esfuerzo y al que el público aplaudió
hasta aburrirse. Hécuba pasó de reina de Troya
a matrona romana y estuvo de nuevo a la altura.
Pero el que dio de verdad la sorpresa fue
el actor que interpretó al viejo Lisidamo, pues
se sirvió de su gracia andaluza para interactuar
con el público haciéndole cómplice de sus planes
y arrancando carcajadas a cada frase que
pronunciaba. El tiempo permitió que la comedia
acabara en el teatro, porque no llovió, pero
el pobre Lisidamo, que acabó en cueros, hubiera
agradecido que hiciera algo más de calor.
Apesar de todo, pudimos apreciar la calidad
del escenario, del vestuario, algo deslucido
por la lluvia y el frío, pero especialmente
la calidad de los actores, que sufrieron por el
tiempo pero que se atrevieron a actuar delante
de un teatro lleno sin micrófonos, tal y como
se hacía entonces.
Espectáculos
Arriba, una escena de Cásina; abajo, el grupo al completo
saludando al final del día.

Textos
‘CÁSINA’
Lisidamo, paradigma de senex libidinoso en la comedia Plautina
NATALIA ELVIRA
Si se busca el paradigma del viejo
libidinoso de la comedia plautina,
es imposible no pensar en el ateniense
Lisidamo de Cásina. Él es, sin
duda, el protagonista de esta obra,
que toma su argumento de la comedia
Κληρούμενοι de Dífilo (de ahí que
también se la llame Sortientes, “los sorteadores”).
Representa el típico enredo
en el que padre e hijo, en este caso
Lisidamo y Eutinico, se enamoran de
la misma mujer, la esclava Cásina, que
da nombre a la obra y a la que cada
uno pretende casar con un esclavo para
tenerla como concubina. Sin embargo,
destaca la ausencia de los dos jóvenes
enamorados en la obra, Eutinico y Cásina,
que sirve para que se multiplique
la presencia de los esclavos, personajes
fundamentales en las obras de Plauto
por ser liantes y payasos.
Así, todos los personajes se organizan
en dos bandos para conseguir
el amor de Cásina: por una parte
Lisidamo con su vecino Alcésimo y su
capataz Olimpión y por otra Cleóstrata,
esposa de Lisidamo, con su vecina
Mírrina, su esclava Pardalisca y el
escudero Calino, que están a favor de
Eutinico. Aunque Lisidamo envía a su
hijo de viaje, consiguiendo así ventaja,
todavía le esperan un sorteo y numerosos
engaños que trama su esposa
para evitar el encuentro.
Arriba, retrato de Plauto; abajo, Lisidamo en la Cásina
representada en Segóbriga (fotografía realizada por
Miguel Morata).

Textos
L
isidamo es un senex especialmente humorístico. Continuamente lo estafan y lo burlan y él se muestra
enamorado de una forma absurda. Según avanza la obra, lo van ridiculizando cada vez más, pierde su
autoridad llegando a arrodillarse ante su propio esclavo y sufre humillaciones hasta el punto de quedarse
desnudo en escena. Es el mismo personaje que, con el nombre de Nicómaco, retrata Maquiavelo en su
comedia Clizia. Un personaje querido por el público, ya que es el que más interactúa con él, el más abierto
a la improvisación y el que mayor risa provoca. Es una muestra de que las comedias clásicas pueden
conseguir éxito entre el público actual.
LISIDAMO – (Solo) […] Esto lo sé por experiencia propia, y no de oídas, porque, cuanto
más me enamoro de Cásina, voy sobrepasando con mis elegancias a la Elegancia en persona.
No dejo descansar a los perfumistas todos; donde encuentro un perfume de tono, me lo
pongo, para gustarle a ella. Y le gusto, según creo. Pero mi mujer me atormenta, porque se
empeña en vivir. (Ve a Cleóstrata) Ahí la veo, firme, de morros; tendré que hablarle con
cariño a ese mal bicho. (A Cleóstrata) Mujercita mía, encanto, ¿qué haces?
CLEÓSTRATA – Largo de aquí, y quítame esa mano.
LISIDAMO – Vamos, Juno mía, no puedes tratar así a tu Júpiter. ¿Y por qué te vas?
CLEÓSTRATA – Déjame.
[…]
CLEÓSTRATA – Me estás matando.
LISIDAMO – (Entre dientes) Ya quisiera yo.
CLEÓSTRATA – Eso sí que te lo creo.
LISIDAMO – Mira para mí, encanto de mi vida.
CLEÓSTRATA – Sí, como tú de la mía. Dime, por favor, ¿de dónde salen esos perfumes?
LISIDAMO – (Aparte) ¡Ay, muerto soy! […]
PLAUTO, Cásina. Introducción y traducción de A. Pociña y A. López. Ediciones Clásicas, 2010.

Literatura
‘LA GUERRA DE TROYA’
Marvel lanza un cómic sobre el principal mito del mundo antiguo
ALBERTO PARDAL
La mayor editorial del mundo del cómic, Marvel
(creadora, entre otros, de Spiderman, los X-men
o los Vengadores), se lanza a relatar el mayor mito del
mundo antiguo: el de la guerra librada en torno a
Troya por el rapto de Helena. Dioses y héroes se reparten
el protagonismo en este cómic que repasa la
historia de la guerra desde sus primeros antecedentes.
Así, Zeus decide reducir el exceso de población sobre
la tierra provocando una gran guerra. Tras esto, los
episodios del mito se suceden a un ritmo trepidante:
el juicio de Paris, Ifigenia en Áulide, el abandono de
Filoctetes o la llegada a Troya y los primeros asaltos.
El contenido de la Ilíada, que cuenta con otro cómic a
cargo de los mismos autores, queda reducido a una página.
Tras ello, todos los hechos que desencadenaron
la caída de Troya.
Diez años de guerra resumidos en poco más de
cien páginas obliga a que el relato sea excesivamente
episódico e inconexo. Las muertes de grandes
héroes como Pentesilea o Memnón quedan reducidas
a un par de viñetas y se pierden la causalidad de los
hechos y los sentimientos de los personajes. Quedan,
sin embargo, guiños al texto antiguo y a la tradición
clásica. El lector atento podrá identificar pasajes homéricos
con facilidad en el guion de Roy Thomas o
percibir en el arte de Miguel Ángel Sepúlveda el peso
de la tradición y el arte de temática clásica.
Puede no ser el mejor de los cómics escritos ni el
mejor relato existente sobre la Guerra de Troya.
Sin embargo, su valor reside principalmente en que
tiende un puente entre dos culturas. Un puente que
invita al amante del cómic a conocer la cultura clásica
y a quien está interesado en el mundo antiguo a acercarse
a una narrativa totalmente distinta de la homérica,
aunque abiertamente deudora de esta.
La Guerra de Troya. Guión de Roy Thomas,
dibujo de Miguel Ángel Sepúlveda,
Marvel Cómics España, Panini, 2012.

Literatura
‘ÍTACA, EL PELOPONESO,
TROYA. INVESTIGACIONES
ARQUEOLÓGICAS’
Los diarios de Heinrich Schliemann durante su viaje a Grecia y Asia Menor
SONIA BLANCO
El libro Ítaca, el Peloponeso, Troya. Investigaciones
arqueológicas recoge los
diarios que Heinrich Schliemann realizó
durante su viaje a Grecia y Asia Menor en
el verano de 1868. Estos, publicados en
francés y alemán en 1869, permanecieron
inéditos en castellano hasta la presente
edición y traducción de Hugo Francisco
Bauzá.
El libro está dividido en 22 capítulos
breves de fácil lectura. Tras el estudio
preliminar sobre la figura de Schlieman
realizado por el editor, nos encontramos
el prefacio, obra del propio arqueólogo
y, a continuación, los diarios de su viaje.
Guiándose de la lectura de Homero, Pausanias
y Estrabón, así como de sus vastísimos
conocimientos del mundo clásico,
refleja los asombrosos descubrimientos e
innumerables peripecias de su viaje. A lo
largo de la obra Schliemann realiza una
detallada descripción de los lugares que
visita, aportando todo tipo de detalles
como las dimensiones de las ruinas de
Micenas, de la isla de Ítaca, cómo son las
gentes que la habitan, la vegetación del
lugar, dónde se debería situar el palacio
de Ulises, el campo de Laertes. Todos estos
datos están siempre justificados con
los textos antiguos.
SCHLIEMANN, HEINRICH,
Ítaca, el Peloponeso, Troya. Investigaciones
arqueológicas. Traducción de Hugo Francisco
Bauzá, Madrid, Akal, 2012.

Literatura
Q
uizá, lo más interesante del libro sea cómo llegó a dar con el emplazamiento de Troya. Anteriormente
a sus descubrimientos, solía sostenerse que las ruinas de la mítica ciudad debían
hallarse en Bounarbaschi. Por su parte, Schliemann defiende que esos estudiosos no habían hecho
trabajos de campo, sino que habían esbozado tal suposición a partir de referencias no corroboradas
de viajeros e historiadores de la Antigüedad. Schliemann, Ilíada en mano, realiza un minucioso estudio
del terreno en la mencionada Bounarbaschi, recorriendo tres veces, al igual que Aquiles y Héctor,
lo que se suponía que era el emplazamiento de la ciudad, calculando la distancia de esta con la playa,
donde habría estado establecido el campamento griego, y concluye que jamás podría haber sido la
antigua Troya, puesto que la orografía de esa aldea y la distancia con el río Simunte no coincidían con
las referencias homéricas. Así, comenzó a explorar la llanura de Hisarlik donde, dos años más tarde,
en 1.870, comenzaría las excavaciones y daría con las murallas de la antigua ciudad de Príamo.
Muralla de Troya. Fotografía cedida por Luis M. Macía.
La obra deja entrever el entusiasmo de Schliemann quien, pese a haber llegado a ser una de las
personas más ricas de la Europa del siglo XIX, durante su viaje no tuvo ningún inconveniente
en alimentarse con pan de cebada, dormir casi siempre a la intemperie y aguantar las elevadas temperaturas
que se alcanzan allí en agosto.

El Personaje
HEINRICH SCHLIEMANN
Una historia de fe y pasión por la cultura clásica
Retrato de Heinrich Schliemann.
Fuente: Galerie Bassenge.
LETICIA MARTÍN-FUERTES
Heinrich Schliemann nació en Neubukow,
una ciudad del norte de Alemania,
el 6 de enero de 1822. A su padre
le apasionaba la Historia Antigua y le contaba
los relatos homéricos, siempre como
si Troya hubiera desaparecido por completo.
Cuando Heinrich tenía ocho años, vio
en un libro una ilustración que reflejaba la
destrucción de la ciudad. “¡Padre, debes de
estar equivocado! El autor ha visto Troya,
porque la ha dibujado aquí”, le dijo, y este
le contestó que se trataba de un dibujo
imaginario. Pero a Heinrich le pareció que
si alguna vez habían existido aquellos muros
tan poderosos, no podrían haber sido
destruidos del todo, sino que estarían enterrados
bajo el polvo y los escombros de
tantos siglos. De modo que padre e hijo
acordaron que algún día Heinrich excavaría
las ruinas de Troya.
Tuvo una dura juventud: entre los 14
y los 19 años trabajó en una tienda,
pero por cuestiones de salud tuvo que dejarlo.
Decidió enrolarse en un barco rumbo
a Venezuela que naufragó en la costa
de Holanda y, en Ámsterdam, con ayuda
del cónsul general prusiano, empezó a trabajar
en una oficina de comercio. A partir
de entonces no dejó de ascender en su carrera
y demostró que no se le daba nada
mal aprender idiomas, pues a los 24 años
ya dominaba ocho. Su método consistía en
leer traducciones en alto y aprenderlas de
memoria; afirmaba que de esta manera lograba
dominar un idioma en seis semanas.

El Personaje
En 1852 ya se había independizado como negociante y amasaba una gran fortuna. Entonces se casó
con una aristócrata rusa con quien tuvo tres hijos. Cayó enfermo de tifus, pero eso no le impidió
realizar numerosos viajes de negocios. Se hizo banquero en California, incrementó su fortuna y llegó a
dominar 15 idiomas. Fue en París, en 1866, donde estudió Ciencias de la Antigüedad y Lenguas Orientales
en la Universidad de la Sorbona. Visitó Egipto, China, La India y Japón. En Pompeya, considerada
una mera leyenda durante un tiempo, volvió a cuestionarse la desaparición de Troya, por lo que en 1868
visitó Grecia y realizó pequeñas excavaciones en Ítaca y Micenas sin mucho éxito. Tan inmerso quería
estar en la cultura griega que se divorció y se casó con una joven griega, Sophia Engastromenos, con quien
tuvo dos hijos, llamados Andrómaca y Agamenón. Se doctoró en Arqueología y fue en 1870 cuando
encontró los restos de Troya en la colina de Hisarlik, Ilíada en mano.
“En esta casa vivió entre 1838 y 1841
como aprendiz de comerciante el investigador
de la Antigüedad Heinrich Schliemann,
fundador de la arqueología moderna”.
Placa conmemorativa en la calle Brandenburger,
46 (Fürstenberg, Alemania).
T
res años después descubrió una colección de objetos y joyas de oro que llamó Tesoro de Príamo
y trasladó ilegalmente a Grecia, por lo que el Imperio otomano le acusó de robo de bienes nacionales
y lo condenó a pagar una multa. Para que las autoridades turcas le permitieran volver a excavar,
Schliemann pagó una indemnización mayor y donó algunos hallazgos al museo de Constantinopla. Por
estas razones, la comunidad científica cuestionaba sus métodos y sus resultados. Sin embargo, gracias a
su correcta interpretación tanto de Homero como de Pausanias logró estos descubrimientos en Troya y
más tarde otros en Micenas, donde se creía que las tumbas legendarias de las que hablaba el historiador
se hallarían fuera de la acrópolis hasta que Schliemann encontró cinco en el interior, en un recinto que
se denominó Círculo funerario A.

C
ontinuó emprendiendo excavaciones
en Ítaca, Orcómeno y
Tirinto, donde desenterró un palacio
micénico de considerables dimensiones
junto a su colaborador Wilhelm
Dörpfeld. Finalmente, murió en
Nápoles el 26 de diciembre de 1890
a causa de una dolencia en el oído
que le afectó al cerebro. Sus restos
mortales fueron llevados a Atenas.
Tiene publicados siete libros y una
autobiografía póstuma compuesta
por su mujer y Adolf Brückner sobre
textos del propio Schliemann.
L
a labor de Schliemann como
arqueólogo resulta difícil de calificar:
por un lado hizo importantes
contribuciones a la arqueología
antigua que solo se podían haber logrado
con esa obstinada pasión que
demostró; por otro lado, el exceso de
pasión por lo que hacía le llevó a cometer
excentricidades. Pero esto no
significa que no podamos aprender
algo de él: nunca dejó de creer en lo
que le fascinaba de niño; de hecho,
cumplió la promesa infantil que hiciera
a su padre. Creyó en su sueño,
se esforzó y lo dio todo por él, como
demuestra el que estudiara griego antiguo
y tantos otros idiomas, y el que
dedicara el producto del trabajo de
toda una vida a realizar una actividad
completamente diferente a la que estaba
acostumbrado, cuando con tal
fortuna podía haberse acomodado y
olvidado de todo.
El Personaje
Tumba de Schliemann en Atenas. Imagen de Troels Myrup.
“Descontento con su suerte, se dio a la bebida, pero sin
olvidarse, no obstante, de su Homero, pues la noche
mencionada nos recitó no menos de cien versos de este
poeta, midiéndolos con toda pasión. Aunque no entendí
ni una palabra de todo aquello, su melodioso ritmo
me causó una gran impresión y unas lágrimas cálidas
se deslizaron por mi cara afligida. (…) Desde aquel
instante no cesaba de pedir a Dios que, en su gracia, me
deparara la dicha de poder aprender griego algún día”.
Extracto de ‘El hombre de Troya, autobiografía, de
Heinrich Schliemann’ (traducción al español: Interfolio,
Madrid 2010) donde se relata una de las anécdotas
más famosas de su vida.

El Reportaje
MÁS ALLÁ DE HOMERO:
LA CIUDAD DE TROYA
El sueño de Schliemann era demostrar que la Ilíada narraba hechos reales
CLAUDIA VALERIA ALONSO
El mundo clásico de la Antigüedad
nunca tuvo dudas: había existido una
guerra de Troya. Homero, en la Ilíada, nos
muestra la cabeza de un próspero reino y
la vida que bulle en él: puede que Ilión
no sea más que el escenario en el que se
desarrolla la historia de Aquiles, pero vivimos
y sufrimos en esta ciudad en guerra.
El sueño de demostrar que la Ilíada
narraba unos acontecimientos verdaderos
llevó al aventurero Heinrich Schliemann,
entre 1870 y 1890, a realizar varias campañas
de excavación en la colina de Hisarlik,
identificada con el lugar descrito por
Homero.
Tras su muerte, los trabajos fueron
continuados por el arquitecto alemán
Wilhelm Dörpfeld, colaborador habitual
de Schliemann, y por el arqueólogo
americano Carl Blegen. Desde que Blegen
finalizara sus excavaciones en 1938 hubo
un vacío en la investigación de 50 años.
En 1988, el arqueólogo y prehistoriador
alemán Manfred Korfmann capitaneó un
equipo que estuvo trabajando hasta el año
2000, y que ha sacado a la luz la verdadera
historia de la mítica Troya, una rica ciudad
anatolia comercial y residencial, que se vio
inmersa, en el Bronce Final, en los conflictos
que enfrentaron al Imperio hitita
y a un pueblo conocido como Ahhiyawa,
identificado como el país de los griegos
micénicos. Este periodo, alrededor del
1200 a. C., es, por tanto, uno de los más
interesantes de toda la historia de Troya.
Copia de varios de los elementos integrantes
del Tesoro de Príamo del Neues Museum
de Berlín. Los originales se encuentran
en el Pushkin Museum de Moscú. Si bien
Schliemann pensó que estas piezas pertenecieron
al periodo en el que vivió el rey de
la Ilíada, se ha demostrado que son más
de mil años anteriores a la época en la que
podemos enmarcar el conflicto troyano.

Sucesión de los estratos de población en la
colina de Hisarlik según las excavaciones de
Manfred Korfmanngen.
El Reportaje
La colina de Hisarlik, con una elevación
actual de 37 metros, se encuentra en la
estribación de una meseta de piedra caliza, a
6 km al oeste de la costa del mar Egeo y a
4,5 km al sur del estrecho de los Dardanelos.
Hoy podemos asegurar que la ocupación
de este cerro comenzó en época prehistórica,
aproximadamente hacia el 3000 a. C., y que
estuvo ocupada y fortificada sin interrupción
hasta aproximadamente el año 1000 a. C., así
como que la fase que Schliemann identificó
como el escenario de la Ilíada pertenece, en
realidad, a una de los períodos más antiguos
de la ocupación del cerro. El núcleo de la Troya
del Bronce Final lo compuso una pequeña
ciudadela rodeada de un imponente muro de
bastiones de piedra y adobe.
El interior de la fortaleza estaba formado
por una serie de terrazas concéntricas.
Probablemente, en el centro estuvo el palacio,
pero entre finales del siglo IV y el III a.
C. toda esta zona fue allanada y los posibles
restos que quedasen, destruidos. Las casas
y la técnica constructiva de las mismas son,
simplemente, magníficas y nos hablan del alto
nivel de vida de sus ocupantes, probablemente
la familia real y la aristocracia.
Si bien Schliemann creía que la ciudad de
Príamo no se extendió más allá de los límites
de esta ciudadela, Korfmann descubrió
una ciudad baja de unos 180.000 m2 , donde
debieron de vivir artesanos, comerciantes,
jornaleros, ganaderos, agricultores y esclavos,
aunque la documentación disponible no nos
permite conocer la estructura social en detalle.
Sin embargo, sí podemos asegurar que los
troyanos se dedicaban al cultivo de cereales y
viñas, a la cría de caballos, y que consumían
carne de vaca y de otros animales domésticos,
así como pescado de los Dardanelos y, por un
sello que se halló en 1995, que pudieron ser
hablantes de una lengua luvita.

Hacia el 1200 a. C. la ciudad fue destruida.
Los abundantes restos de incendio y muros
y casas derruidos se han interpretado como el resultado
de una conquista, siendo, pues, el elemento
inspirador del poema homérico. Sin embargo, no se
han encontrado ni armas ni restos de seres humanos,
por lo que también habría que considerar la
posibilidad de que en realidad estuviéramos ante las
consecuencias de un terremoto. Habría, pues, que
considerar si el yacimiento de Hisarlik equivale a
Troya y, en ese caso, si en verdad pudo haber una
guerra de Troya.
Los documentos hititas del siglo hablan de un
reino de Wilusa, vasallo de Hatti, que se ha
interpretado como la forma antigua Filios, de la
que derivaría en último término Ilión, cuya “f ” se
pronunciaría “w”. La Carta de Manapa-Tarhunda
y el Tratado de Alaksandus, dos textos hititas del
1300 a. C. y del 1280 a. C. respectivamente, son los
documentos fundamentales para la equiparación de
Wilusa con Ilión, ya que lo sitúan al norte del país
del río Seha, en la Tróade. Hay que decir también
que el contexto en el que aparece es siempre de conflicto,
bien porque algún rey de Wilusa era destronado,
bien porque el territorio había sido ocupado
por los enemigos de los hititas.
El Reportaje
Así pues, teniendo en cuenta que los micénicos
estuvieron involucrados en la historia política
y militar de Anatolia occidental en el siglo XIII
a.C., así como que, según las fuentes textuales y arqueológicas,
esta zona fue escenario de conflictos,
no podemos sino pensar que, en efecto, la leyenda
de Troya tiene un núcleo histórico. En la imagen de arriba, Troya y sus alrededores en la
actualidad (en negro se han marcado los límites del Parque
Nacional). En el centro, extensión y fortificaciones de Troya
VI. Abajo, reconstrucción de Troya VI.
BIBLIOGRAFÍA
GAMER-WALLERT, INGRID (ed.). Troia. Brücke zwischen Oriente und Okzident. Attempto Verlag, Tübingen, 1992.
HERTEL, DIETER. Troya. Arqueología, Historia, Mito. Madrid, Acento Editorial, 2003.
LATACZ, JOACHIM. Troya y Homero. Hacia la resolución de un enigma. Barcelona, Ediciones Destino, 2003.

De Visita
‘CIL II’ EN ALCALÁ DE HENARES
Nos adentramos en el centro que coordina los trabajos de la nueva edición
del volumen de Hispania del Corpus Inscriptionum Latinarum
Centro de trabajo del CIL II. Todas las imágenes de este reportaje nos han sido facilitadas por el propio centro. Su
sede está en la Universidad de Alcalá de Henares y, gracias a su iniciativa, los estudiantes del Máster Interuniversitario
en Filología Clásica tienen la posibilidad de ampliar su formación epigráfica en la Universidad de Poitiers.
JAIME GUTIÉRREZ
Pasillo tras pasillo, en un sótano de uno de los monumentales edificios que forman la universidad
de Alcalá, encontramos un cartel en una puerta que da una idea al estudiante del lugar al que
llega: el Centro CIL II. Como todas las obras de su magnitud, la colección del Corpus Inscriptionum
Latinarum tuvo su origen en la Alemania del siglo XIX, llevada a cabo por una serie de emprendedores
que, bajo el patrocinio de la Academia de Berlín, decidieron realizar una edición crítica en latín (método
que se mantiene a día de hoy) de las inscripciones latinas antiguas cotejando in situ los textos
conocidos y editando los nuevos hallazgos.

E.W. Emil Hübner (Düsseldorf,
1834 - Berlín, 1901).
CIL II, editado por
E. Hübner en 1892.
De Visita
En el caso de Hispania, esta labor
la llevó a cabo Emil Hübner, que
llegó a recoger hasta 6.000 inscripciones
en el volumen de la colección
(CIL II). Pasado el tiempo y varias
guerras, los nuevos descubrimientos
hicieron necesaria la reedición de esta
obra. Con un total de inscripciones
que hoy ronda las 25.000, desde
1997 la coordinación del corpus de
Hispania se realiza en el Centro CIL
II, regido por un convenio entre la
Kommission für Alte Geschichte und
Epigraphik del Instituto Arqueológico
Alemán (AEK) y la Universidad
de Alcalá representada por José Luis
Moralejo y dirigido por Helena Gimeno
(UAH) y Peter Rothenhöfer
(DAI-AEK).
En este volumen -en el que colaboran
profesores e investigadores
de varias instituciones- las inscripciones
se organizan por conventus (división
administrativa romana inferior a
la provincia), estando actualmente en
marcha el conventus Caesaraugustanus,
Carthaginensis e Hispalensis, cuyos
centros de trabajo están ubicados en
Barcelona, Alicante y Alcalá de Henares/
Kommission de Munich. Así, el
Centro CIL II tiene un doble trabajo:
por un lado el de revisar y organizar el
material que reciben de Sevilla para la
elaboración de las inscripciones de su
conventus, y por otro el de coordinar
el trabajo de todas las inscripciones
de Hispania (según Helena Gimeno
“todo lo que sea una letra incisa y no
de molde”), haciendo accesible el material
de las publicaciones a sus respectivos
centros (y todo en constante
colaboración con el instituto arqueológico
alemán).

De Visita
Arriba, P. Rothenhöfer y J. L. Ramírez Sádaba, profesor de la universidad de Cantabria, revisando inscripciones del
conventus Hispalensis. Abajo, a la izquierda, Helena Gimeno en primer término subida en un andamio en Caravaca
de la Cruz realizando la autopsia de la inscripción situada en el dintel de la iglesia de la Soledad; a la derecha, dos
licenciados trabajadores del centro revisando una inscripción de la provincia de Guadalajara.
Esta ingente labor la llevan a cabo entre menos de 15 personas en un sótano de unos 120 m2 . Y trabajo no
les falta: una edición crítica de las inscripciones no es una labor sencilla, pues no solo se trata de recoger
in situ las que van apareciendo, sino que deben ponerse al día en cuanto a publicaciones ya hechas sobre las
mismas a la hora de establecer un aparato crítico con nuevas lecturas. Para esta labor han sido de mucha ayuda
las nuevas tecnologías, pues no solo vemos online un sinnúmero de artículos, sino que muchas bibliotecas y
archivos han subido a la red, mediante un escaneo digital, una gran cantidad de códices y manuscritos, algunos
de ellos escritos por testigos de primera mano de algunas inscripciones ahora perdidas y que nos ayudan de
este modo a desentrañar muchos de los secretos que siguen guardando hoy en día.

La Entrevista
“LA EPIGRAFÍA TIENE UNA
ENORME RIQUEZA: ES TEXTO,
SOPORTE Y CONTEXTO”
Helena Gimeno, directora del Centro CIL II, nos descubre el
interesante mundo de las inscripciones latinas de Hispania
Helena Gimeno.
ENTREVISTA: VIOLETA GOMIS
El centro coordinador de la edición de
las inscripciones de Hispania del Corpus
Inscriptionum Latinarum (CIL II) nos
recibió con las puertas abiertas. Helena Gimeno
y parte de su equipo nos enseñaron las
instalaciones y nos explicaron con detalle las
actividades que llevan a cabo.
- ¿Cómo acabó en el CIL II?
- A mí me gustaban mucho las inscripciones,
sobre todo la paleografía, las letras... Conocí
a una persona que trabajaba como ayudante
en el CIL y me trajo. Me encantó. Pregunté
si podía hacer algo ahí y me quedé.
- ¿Qué tipo de centro es?
- El CIL lo publica la Academia de Berlín.
Este es un centro hispano-alemán por convenio
de la Universidad de Alcalá y la comisión
de Epigrafía e Historia Antigua del Instituto
Arqueológico Alemán (Munich). Aquí nos
encargamos de coordinar los trabajos para la
redacción del CIL II, el vaciado de las publicaciones
y la redacción del Hispalensis, con
otros investigadores alemanes y profesores
de Sevilla y de Cantabria: P. Rothenhöfer, A.
Stylow, J. González, A. Caballos Rufino y J.
L. Ramírez Sádaba.
- Entonces, ¿hay otras sedes en España?
- Sí, claro. Una obra así no la puede hacer
solo una persona. Ahora está en marcha el
Conventus Caesaragustanus, que lo hacen en
Barcelona con M. Mayer y multitud de gente
más de Zaragoza, Logroño; el Carthaginensis,
en Alicante con J. M. Abascal; del Tarraconensis
G. Alföldy dejó ya lista la parte que
falta de Tarraco y su territorio. Actualmente
están trabajando en el corpus unas 40 personas
entre profesores e investigadores.

- ¿Por qué hay tantos volúmenes nuevos del
CIL II?
- Había que reeditar el volumen de las inscripciones
de Hispania (vol. II), primero se
pensó en hacer un supplementum, pero ha aumentando
tanto el número de inscripciones
que ya no se puede hacer en un solo volumen.
Cuando se retomó en España el proyecto,
hace casi 40 años, había inscripciones mal
editadas y se decidió que era mejor hacer una
nueva edición de todo incluyendo las nuevas.
Lleva mucho trabajo. Como le falta tanta información
al CIL antiguo, hay que reestudiar
todas las piezas, añadiéndole los problemas
de la metodología moderna. Ahora la epigrafía
no se ve como la veían Mommsen o Hübner,
tiene una riqueza de información que no
tienen otras piezas arqueológicas. Tiene texto,
soporte y contexto. Aunque en algunas
ediciones lo hemos perdido, tenemos otros
recursos para reconstruirlo. La información
que damos en la edición es mucho más completa
y hay que tenerlo todo en cuenta.
La Entrevista
Revisando la plantilla del mapa de la edición del Hispalensis en el Centro CIL II.
- ¿Trabajan también con información de los
manuscritos?
- Gracias a ellos tenemos mucha información.
Por ejemplo, estamos cerrando el Hispalensis
porque llevamos diez años trabajando
en él y ahora se nos ha puesto delante un manuscrito
de la Academia de la Historia que
tiene inscripciones inéditas del Hispalensis o
la primera lectura que conocemos de algunas
hoy perdidas. ¡Y tiene unos dibujos! Nos da
información acerca de los soportes, nos confirma
lecturas, nos ofrece otras versiones de
un texto... Ahora tenemos que volver a hacer
las fichas de algunas inscripciones.
Manuscrito con inscripciones latinas.

- ¿Cómo se reparten el trabajo?
- La redacción del Hispalensis está repartida entre
los que editamos el conventus y, entre ellos, Peter
Rothenhöfer y yo; los demás que trabajan en el
Centro hacen el vaciado de publicaciones y manuscritos.
Cada inscripción tiene su ficha, ahora
digitales; en ellas ponemos toda la información
que necesitamos. Este es uno de los trabajos más
importantes, el que hacen los becarios y la gente
que trabaja aquí: revisan sistemáticamente todas
las publicaciones de epigrafía, arqueología, historia
antigua, filología clásica... Escanean todo
el material sobre las inscripciones que pueden
recopilar y después lo releen en detalle. Luego
viene la parte más complicada: seleccionar solo
la información que al redactor y al investigador o
colaborador del CIL le sea útil, y hay que ponerlo
en la ficha de manera muy ordenada.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer la base documental
online ADCILII?
- Pretendíamos que los investigadores no tuvieran
que venir aquí a ver nuestros ficheros, que lo
tuvieran a su disposición, pero resulta que todo
lo que hay posterior a 1930 tiene derechos, y
en el gabinete jurídico de aquí nos dijeron que
teníamos que crear una serie de perfiles de acceso
con algunas restricciones, además tenemos
mucho material inédito.
- ¿Todo lo que tienen está ahí?
- No, solo Complutum está completo en la base
de datos. En 2008 pedimos un proyecto a la Comunidad
Autónoma de Madrid para digitalizar
todo el fichero de esa zona, queríamos ver cuánto
costaba, y sólo eso, unas 160 inscripciones,
costó 20.000 euros y actualmente tenemos unas
25.000 inscripciones de Hispania... La verdad es
que es una obra titánica, exige muchísimo dinero
y muchísimo esfuerzo, porque además el CIL se
escribe en latín.
- ¿Se está haciendo lo mismo en otros lugares?
- Sí. En Italia, por ejemplo, están haciendo supplementa,
también por zonas y en latín, porque es la
lengua vehicular, aunque cada dos por tres sale
una voz que plantea hacerlo en inglés, o en la lengua
local, de hecho el nuevo Corpus Inscriptionum
Iudaeae/Palaestinae lo están haciendo también en
lenguas semíticas entre ellas hebreo, en griego,
latín... pero es muy difícil por el aparato de referencias,
las abreviaturas, las convenciones...
La Entrevista
Arriba, calco de una inscripción y comprobación
de lectura de una inscripción gracias a los calcos
que hay en el centro; abajo, dibujo epigráfico del
siglo XIX en los papeles de Fidel Fita del archivo
de los jesuitas de Alcalá.

Helena Gimeno con el conductor de la grúa, preparándose
para trabajar con las inscripciones del Puente de Alcántara.
La Entrevista
Arriba, fragmento
de inscripción al
emperador Trajano
en el puente de
Alcántara; abajo,
grafitos árabes del
puente de Alcántara.
Todas las imágenes
que publicamos
en esta sección han
sido cedidas por el
Centro CIL II.
- ¿Qué le gusta más, la epigrafía de bota o de bata?
- A mí la de bota me encanta, ¡pero la de bata también!
Me gusta todo (risas). Una complementa a la otra. Es
muy importante también ir a ver y a documentar las
inscripciones que publicamos, las describimos, les hacemos
fotos... esta es otra diferencia con respecto a la
edición antigua, publicamos todo el material gráfico.
Hacemos todo lo necesario para dar la mejor lectura
que podamos del texto.
- De todas las que ha visto, ¿hay alguna que le llame
especialmente la atención, o que sea muy rara o relevante,
por el motivo que sea?
- ¡Qué difícil! Especialmente a mí siempre me han llamado
mucho la atención las inscripciones del puente
de Alcántara: es un conjunto epigráfico impresionante,
tiene epigrafía desde época romana hasta época de
Isabel II, y hay tres tipos de inscripciones y cada uno
de estos epígrafes tienen una función distinta, de época
romana hay una inscripción imperial a Trajano, con
desdoble porque hay dos caras del arco, tanto por la
parte que da a España como por la parte que da a Portugal.
Hay otro epígrafe del que prácticamente no se
conserva nada, que menciona los municipia que sufragaron
la obra del puente. En el dintel de un templete
que hay a la entrada del puente hay otra, yo pienso que
ésa no es antigua, lo dije en un artículo, y también hay
placas de la reconstrucción que manda hacer Carlos V
en 1543 y otras conmemorando la reconstrucción que
se vuelve a hacer en el siglo XIX por Isabel II; pero
además, la inscripción de Trajano está llena de grafitos
árabes. Es decir, la epigrafía del puente de Alcántara
tiene condensada la historia de toda la península desde
época romana. Es muy interesante...
- ¿Puede contarnos alguna anécdota curiosa que le haya
ocurrido en el centro, o alguna cosa que le haya sorprendido
con las inscripciones?
- El puente de Alcántara. Subimos al arco -nos dejaron
una grúa para trabajar arriba-, y cuando estábamos allí,
hacíamos calcos, porque queríamos que los estudiasen
los arabistas... y desde abajo, como había turistas, gritaban:
“¡Eh! Os vamos a denunciar! ¡Que están empapelando
el puente!” (risas) Y yo me asomaba desde la
grúa: “¡No, no, no! ¡cuando esté seco lo quitamos!”. Sí,
casi llaman a la Guardia Civil porque estábamos atentando
contra el patrimonio, empapelando el puente...
Cosas de esas hay muchas, las podría contar sin parar...
¡muchísimas! (risas).

Noticias Breves
‘DIOSES Y HOMBRES: MITOLOGÍAS Y ACADEMIAS’
La Biblioteca Manuel Alvar acoge, desde el día 1 hasta el 30
de junio, la exposición Dioses y hombres: mitologías y academias.
La muestra es un viaje en el tiempo que enfrenta retratos de dioses
y diosas por un lado y hombres y mujeres de carne y hueso por
otro. Hay grabados de tema mitológico grecorromano de los siglos
XVIII, XIX y XX y dibujos de academia de los siglos XIX y XX.
‘ANFITRIÓN’ EN LOS ‘VERANOS DE LA VILLA’
Entre los días 17 y 19 de agosto, en los Jardines de Sabatini y
como parte del programa de los Veranos de la Villa 2012, se representará
Anfitrión, de Plauto. Se trata de una versión de Eduardo
Galán dirigida por Juan Carlos Pérez y protagonizada por Roberto
Álvarez, Juanjo Cucalón, Natalia Millán y Jorge Roelas.
ALIANZA PRESENTÓ SU COLECCIÓN ‘¡CLÁSICOS!’
El pasado 10 de junio, la editorial Alianza presentó, en la clausura
de la Feria del Libro de Madrid, la colección ¡Clásicos!
En el acto intervinieron Miguel Ángel Aguilar, Alberto Manguel
y Luis Antonio de Villena.