El Texto clave - Sitio Oficial Asociación Metropolitana de Chile

to para su equipo. Cada vez que alguien
conteste mal, dan un paso para atrás o
se les resta un punto. Continúen jugando
hasta que ya no haya más preguntas
o hasta que alguien llegue a la línea. Los
que lleguen a la línea primero o sumen
más puntos pueden recibir alguna dulce
recompensa o tener algún tipo de beneficio
por conocer mejor la lección.
J U V E N I L E S
En cuanto a los contenidos específicos
de cada lección, este trimestre estudiaremos:
1. Conócete a ti mismo, conoce a
Dios. Cuando nos conocemos a nosotros
mismos, y a la persona en
la que nos convertimos gracias a la
obra de Cristo en nosotros, somos
capaces de transformar nuestras
vidas en dones para los demás.
2. La puerta se cierra, los libros
se abren. Dios declarará “no culpable”
a todo aquel que confiese
sus pecados y reclame la sangre
de Cristo para su vida. Ahora es el
momento de tomar esa decisión.
3. El “síndrome”. Uno de los más
grandes misterios de la historia humana
tiene que ver con la comprensión
del origen del mal. El conocer
a Dios nos ayuda en este aspecto.
4. Entre ángeles y demonios. ¿Cómo
se revela el poder de Dios sobre
el mal y a favor de su pueblo,
en los días que estamos viviendo?
5. Belleza falsa. ¿Es realmente importante
lo que comprendamos sobre
la muerte? Veamos lo que dice
Dios acerca de esto.
6. El poder echa a perder. ¿Cómo
podemos nosotros, los adventistas,
vivir y dar un mensaje de convicción
inquebrantable para esta generación
corrupta?
7. El peor terrorista del mundo. Satanás
ha lanzado un ataque terrorista
de gran escala, con el propósito
de destruir a la mayor cantidad
posible de personas.
8. Descubramos nuevas disciplinas.
¿Qué estamos dispuestos a hacer
para tener una relación duradera y
significativa con Dios?
9. Corre por tu vida. A medida que
el mundo se sumerge cada vez
más profundamente en el peligro,
las buenas noticias son que el Espíritu
Santo de Dios nos dará poder
especial para proclamar su
mensaje al mundo.
10. El tiempo de angustia. Aunque se
avecinan tiempos difíciles, Dios ha
prometido que sus seguidores fieles
resistirán hasta el final.
11. El fin del mundo como lo conocemos.
Muy a menudo nos centramos
en las dificultades del tiempo
del fin y nos olvidamos de hacerlo
basándonos en el poder de Dios
para librarnos.
12. Borrón y cuenta nueva. La imagen
de Dios destruyendo a los malvados
no es una de las más agradables.
Pero tendremos la oportunidad
de preguntarle y saber por qué
Dios hizo lo que hizo.
13. Edición celestial de la transformación
extrema. Un día, el gran
conflicto entre Dios y Satanás terminará.
La tierra será hecha nueva.
Y veremos a nuestro Creador
cara a cara.
Sugerencias
La lección general se titula Un libro
abierto, por lo que se puede hacer un libro
para cada alumno, diciendo que cada
uno de ellos tendrá y representará “un libro
abierto”. Para armar los libros pueden
utilizar un cuaderno común o tapas
de cartón forradas colocándole anillos
(como las carpetas de artística).
La tapa del “libro” será decorada por su
dueño a su gusto con su nombre, sus fotos,
frases que ellos quieran colocar, etc.
El sábado anterior al comienzo del trimestre
se les puede dar la indicación de
que para el siguiente sábado traigan fotos,
tijeras y revistas que se puedan recortar
para decorar sus libros. Usted
puede llevar elementos como: pegamentos,
lapiceras, marcadores, etc.
Dentro del libro se colocarán hojas
donde cada sábado se trabajará con el tema
de esa lección. La idea es que esté escrita
la primera parte de una oración a
Dios con palabras referidas al tema de
esa semana, dejando espacio para que
los alumnos puedan completar esa ora-
ción con sus palabras con el fin de estimularlos
a tomar una decisión respecto
a lo aprendido en la lección. Por ejemplo:
Lección 1: “Querido Padre Celestial,
gracias porque mediante tu Palabra vemos
que eres un Dios de victorias; ayúdame a
conocerme y a conocerte para… (Espacio
para que cada uno complete su oración)…”
Lección 2: “Padre nuestro, gracias porque
eres un Dios justo y misericordioso,
hoy oro porque reclamo el perdón que nos
prometiste a través de la sangre de Cristo.
Quiero confesarte…”
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