estudio “implantación de un sddr obligatorio para ... - Ecoembes

ESTUDIO
“IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO
PARA ENVASES DE BEBIDAS. CONSECUENCIAS
ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN”
Junio 2011
Informe realizado para Ecoembalajes España, S.A.

IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
Equipo realizador del Estudio: Juan Ramón Meléndez Agudín
Amaya Cebrián García
Jose Luis Moreno Palacios
Francisco Callao Vicente (Colaborador)
Contacto: acebrian@gruposismega.es
Referencia del documento: ESTUDIO SDDR 200711.docx
2

1 INFORME EJECUTIVO
IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
ÁMBITO MATERIAL: Estarían sometidos al SDDR los envases de PET, acero y aluminio, con
capacidad superior a 0,1 litros e inferior a 3 litros, de los siguientes productos: refrescos, aguas,
zumos, cervezas y combinadas con alcohol. Según la información existente en Ecoembes y
Ecovidrio, durante 2009 se pusieron en el mercado español:
IMPORTANTE: Estas toneladas
suponen aproximadamente el 9% del
total adherido al ámbito SIG (EE y
ECV).
Actualmente Ecoembes tiene una tasa de reciclado de este conjunto de envases objeto del estudio
de alrededor del 68% (la tasa global de reciclado de Ecoembes en 2010 es del 65,9%). Si mediante la
implantación de un SDDR se alcanzase una tasa de retorno del 90% de este conjunto de envases
estudiados, ello supondría reciclar 71.150 toneladas adicionales y aumentar 2,4 puntos
porcentuales la tasa global de reciclado de los SIG (4 puntos considerando sólo el ámbito
Ecoembes).
MARCO GENERAL: Todos los comercios, independientemente de su tamaño, tendrían la obligación
legal de aceptar el retorno de los envases y reembolsar al ciudadano el importe del depósito
previamente pagado por éste (0,25 € por envase), siempre que el establecimiento comercializase
bebidas envasadas en el mismo material que el envase retornado. Esta imposición llevaría a los
comercios de un determinado tamaño a equiparse con máquinas RVM para automatizar dicha
tarea, ya que realizarla con medios humanos es más costoso y operativamente más complicado.
El SDDR basa su recogida en el comercio,
por lo que la estructura y dispersión de
este sector en España resulta una variable
fundamental y diferencial respecto de
otros países europeos donde está
funcionando. Según los datos obtenidos de
Nielsen y de La Caixa habría un mínimo de
91.000 establecimientos involucrados, sin
contar HORECA ni máquinas “vending”. Se
estima que aproximadamente 80.000 de
ellos al ser pequeño comercio no tendrían
volumen suficiente para equiparse con
máquinas RVM (su precio medio ronda los
18.000 €), por lo que tendrían que
gestionar la devolución manualmente.
MATERIALES TMS
MILES DE
MILLONES DE
ENVASES
PET 151.569 5,2
ACERO 147.297 5,5
ALUMINIO 20.489 1,5
TOTAL 319.355 12,2
35.803
440 2.971 4.953
27.648
9.107
10.517
Nº DE COMERCIOS
(BEBIDAS)
Hipermercados
Supermercados 1.000-2.499 m2
Supermercados 999-400 m2
Supermercados 399 - 100 m2
Supermercados < 100 m2
Tradicionales
Estimación Otros puntos de venta
HIPÓTESIS DE PARTIDA: La tasa efectiva de retorno de los envases será de un 90%. El depósito
correspondiente al 10% de los envases no retornados supondrá un ingreso que servirá para
amortiguar los costes del sistema.
6

RESULTADOS:
A. INVERSIONES NECESARIAS:
IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
El montante principal (357 millones de €) corresponde a la compra de 19.786 máquinas
“RVM” que los 12.885 comercios con tamaño suficiente tendrían que adquirir para
acometer la aceptación de los envases.
Para atender los envases que se recuperarían a través de los 78.585 establecimientos con
aceptación manual se ha estimado que sería necesario construir 79 plantas de conteo,
con un desembolso de 108 millones de €.
Suponiendo que de media el consumidor español tarda un mes en consumir estos
productos sometidos a SDDR desde que los adquiere hasta que los retorna, el montante
económico de dicho depósito supone una inmovilización financiera de casi 255 millones
de €.
B. COSTES:
Los costes directos anuales para recuperar 287.305 Tm de PET y latas (90% de retorno)
serían de 910 millones de € (incluye las compensaciones a los comercios, la recogida, el
conteo y el transporte del material).
Se ha supuesto un gasto en campañas de comunicación (para dar a conocer a todas las
partes sus respectivas obligaciones y derechos) y en estructura de la entidad gestora (que
deberá compensar los flujos económicos y de información) de un 5% del coste directo: 45
millones € anuales. Incluso en un sistema optimizado y con gran tradición como el
noruego este concepto supone más: el 9,2% del coste directo.
El inmovilizado financiero que se acumula en forma de depósito (casi 255 millones de €) a
un coste de capital del 5% supone: 13 millones € anuales.
El coste anual sería por tanto de 968 millones de €.
C. INGRESOS:
INVERSIÓN EN MÁQUINAS 357
INVERSIÓN EN PLANTAS CONTEO 108
INMOVILIZACIÓN FINANC. POR DEPÓSITO 255
TOTAL INVERSIONES 720
COSTES DIRECTOS
INVERSIONES (MILLONES €)
COSTE ANUAL (MILLONES €)
COSTE ESTRUCTURA Y COMUNICACIÓN ANUAL
La venta de materiales supondría 69 millones de €, en base a un promedio histórico del
mercado europeo en los últimos años (250 €/Tm de PET y 180 €/Tm de acero y 600 €/Tm
de aluminio). Es importante resaltar la permanente oscilación de los precios.
910
COSTE DE CAPITAL DE INMOV. FINANC. 13
TOTAL COSTE ANUAL
45
968
7

IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
La explotación publicitaria de los kioscos de las máquinas generaría unos ingresos de 9
millones de €.
El depósito correspondiente al 10% de los envases no devueltos supone un ingreso para
el sistema, que minora los demás costes del mismo: 307 millones € anuales.
Los ingresos suman 385 millones de € anuales.
POR TANTO EXISTE UN DÉFICIT ANUAL DE 583 MILLONES DE € QUE ALGUIEN DEBERÁ
CUBRIR.
PRINCIPALES CONCLUSIONES:
INGRESO ANUAL (MILLONES €)
INGRESOS VTA MATERIAL 69
INGRESOS PUBLICIDAD RVM 9
INGRESO DEPÓSITO NO DEVUELTO 307
TOTAL INGRESO ANUAL
El SDDR requiere una fuerte inversión inicial: 720 millones de €.
De ella el capítulo mayoritario, 357 millones, tendría que ser acometido para la
adquisición las máquinas RVM en el comercio.
El SDDR supondría implantar un sistema complementario al de la actual recogida
selectiva.
El nuevo sistema tendría un coste anual añadido de 968 millones de €. ¿Quién lo
sufragaría?
¿QUIÉN SUFRAGARÍA EL SISTEMA? MILLONES DE € %
1 PUBLICIDAD 9 1%
2 VENTA DE MATERIALES RECUPERADOS 69 7%
3 CONSUMIDORES NO RECICLADORES 307 32%
4 TODOS LOS CONSUMIDORES 583 60%
TOTAL 968 100%
Todo ello para aumentar la tasa de reciclado del 68% al 90%, pero sólo de un 9% de los
envases. Consideraciones:
o Son los envases que técnicamente tienen mejor resueltos sus procesos de
recuperación y reciclado a través de SIG.
o Son los envases que los ciudadanos han interiorizado mejor en sus hábitos de
separación y que más se reciclan. La implantación del SDDR les añade una doble
exigencia: que adelanten dinero (los depósitos) y que separen una nueva bolsa en
el hogar.
o La tasa actual de reciclado de estos envases es alta (68%), viene creciendo
ininterrumpidamente desde que se implantó la recogida selectiva y con seguridad
lo seguirá haciendo en los próximos años, gracias al esfuerzo voluntario de los
385
8

IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
ciudadanos. Por otro lado es previsible que la implantación de un SDDR también
necesitaría algunos años para alcanzar la tasa de retorno del 90%.
o Los envases metálicos pueden ser recuperados fácil y económicamente mediante
vías complementarias a la recogida selectiva que por falta de recorrido del sistema
actual aún no han sido debidamente generalizadas (por ejemplo mediante
separación magnética en las plantas de tratamiento de basura en masa), sin
necesidad de implicar a comercios y ciudadanos.
Aunque el SDDR obtuviese un retorno del 90% se reciclarían 71.150 toneladas adicionales
a las actualmente obtenidas por el SIG. La mejora global del conjunto de los envases sería
muy relativa ya que significaría elevar la tasa global de reciclado del conjunto de los
envases Ecoembes, de un 65,9% hasta un 69,9%.
Esos 4 puntos de reciclado adicionales tendrían un coste neto anual de 583 millones de €,
mientras que los 65,9 puntos actuales de Ecoembes se corresponden con unos ingresos
por punto verde de 327 millones en 2009.
Si la tasa de retorno fuese superior el coste neto anual aún sería mayor:
TASA DE RETORNO COSTE NETO ANUAL (DÉFICIT)
90% 583 millones de €
95% 812 millones de €
99% 941 millones de €
El SDDR es un sistema muy costoso:
o Considerando que en el SDDR se retornase el 90% de los envases y se asumiese la
pérdida del depósito del restante 10%, entonces una familia promedio pasaría de
pagar 4,13 € al año en concepto de punto verde (SIG), a pagar 51,12 € al año por el
SDDR.
o El SDDR implicaría un incremento de coste para los ciudadanos muy importante
aunque retornasen el 100% de los envases: Una familia promedio en España
consume al año 704 envases de este tipo y pasaría de pagar 4,13 € al año en
concepto de punto verde (SIG), a pagar 33,52 € al año en concepto de contribución
unitaria (SDDR) aunque retornase el 100% de dichos envases al sistema.
o En España el coste neto anual del SDDR por envase sería 8,1 veces mayor que el
actual del SIG.
Contribución unitaria por envase sometido a SDDR: 0,047615 €
Punto verde promedio por envase sometido a SIG: 0,005865 €
o Incluso en Noruega donde el sistema fiscal de los envases, la estructura comercial, la
concentración demográfica y los hábitos de comportamiento hacen que el SDDR sea
muy eficiente, su coste por envase es 2,6 veces más costoso que el punto verde
español.
El SDDR impone al ciudadano una serie de obligaciones que supondrá importantes
cambios en su conducta:
o Con la implantación del SDDR el modelo de participación deja de ser voluntario: el
cobro de un depósito en el momento de la compra que sólo se reembolsa si el
9

IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
consumidor devuelve el envase constituye un modelo obligatorio y, en la práctica,
sancionador en caso de incumplimiento. Esto no es intrínsecamente malo, ya que
penaliza los comportamientos indeseados, pero debe ser claramente advertido por
el legislador y comunicado a la sociedad antes, durante y después de la
implantación. El SDDR mercantiliza el impulso reciclador de la ciudadanía pues
presupone que no tiene voluntad de seguir incrementando su compromiso con la
separación de los envases; por ello le penaliza en la compra y sólo se neutraliza el
gravamen en el caso de la devolución efectiva.
o En los hogares se hace necesario ampliar la separación de la basura, añadiendo una
nueva fracción a las que ya se pudiera tener, en función del modelo de gestión de
residuos implantado en el municipio. A través del SIG todos los envases ligeros se
gestionan en una única bolsa (generalmente amarilla), mientras que con el SDDR
para el mismo propósito habrá que tener dos: la tradicional bolsa amarilla para los
envases sometidos a SIG y cuyo punto de aportación seguirá siendo el contenedor
amarillo, y otra bolsa para los envases sometidos a SDDR cuyo lugar de entrega será
el comercio.
o La participación ciudadana se complica y se hace más incómoda:
Menos puntos de aportación: La aportación de los residuos de envases
ligeros sometidos a SIG se realizaba mayoritariamente en una densa red de
281.000 contenedores ubicados en la vía pública, mientras que los envases
sometidos a SDDR sólo pueden devolverse en 91.440 comercios. Esto reviste
especial importancia en el ámbito rural, donde la cercanía de los domicilios a
los contenedores es mucho mayor que a los comercios.
Menos días disponibles para aportar los envases: Los contenedores están
disponibles para ello 365 días al año, mientras que los comercios únicamente
los 314 días anuales de apertura.
Menos tiempo disponible para aportar los envases: Los contenedores están
disponibles para recibir la aportación ciudadana prácticamente durante todo
el día, mientras que los comercios sólo durante 11 horas diarias.
Menos rapidez: El tiempo necesario para materializar la aportación en los
contenedores es mucho menor, que en los comercios donde la operación
requerirá una máquina o un dependiente, no pudiendo darse por concluida
hasta que se recupere el dinero del depósito correspondiente a los envases
retornados, lo que implicará aguardar la cola de la caja.
El argumento de que los residuos de envases se pueden llevar cómodamente
al comercio aprovechando que los consumidores tienen que ir a comprar es
muy relativo, ya que no siempre se ejercitan los actos de compra desde el
lugar en el que se tienen acumulados los residuos de envases. Es decir, a
menudo los ciudadanos se dirigen a los comercios desde el trabajo o desde
otros lugares en los que no tienen almacenados los residuos de envase. Es
previsible que la limitada capacidad de almacenamiento de residuos de
envases en el hogar obligue frecuentemente a realizar desplazamientos al
comercio que no se realizarían de no ser por la necesidad de liberar ese
10

IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO PARA ENVASES DE BEBIDAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y DE GESTIÓN
espacio o recuperar los depósitos de dichos envases, lo que sin duda
aumenta la incomodidad.
COMPARACIÓN SIG SDDR
Puntos de aportación 281.000 91.440
Días posibles de aportación 365 314
Horas disponibles de aportación 24 11
Tiempos de aportación - +
El SDDR carga de obligaciones operativas al sector comercial al atribuirles la
responsabilidad de la aceptación de los envases, su gestión y la devolución del depósito a los
consumidores. Su implantación obligaría a los comercios a modificar sus requerimientos de
espacio, de personal, de equipamiento y de organización, para poder acometer las nuevas
tareas respecto de los residuos de envases.
No es objeto del presente estudio la determinación de cuándo, cómo y cuánto se ha de
pagar a cada uno de los diferentes actores de la cadena de gestión, pero dependiendo de la
política retributiva que establezca el gestor del SDDR, se puede establecer un reparto justo
de las responsabilidades financieras o introducir agravios comparativos adicionales,
especialmente entre los diversos tipos de establecimientos comerciales.
El SDDR puede suponer una grave amenaza competitiva para el pequeño comercio, que
tendría que aceptar manualmente la devolución de los envases (al no disponer de masa
crítica suficiente para poder amortizar las máquinas RVM). Esto puede conducir al
consumidor a comprar en las grandes superficies donde la comodidad del retorno será
mayor, al estar automatizada.
La amortización de las inversiones realizadas (especialmente desde 2006) en automatización
de las plantas de selección de envases ligeros están siendo compensadas por el SIG, pero la
reducción del tonelaje en el flujo de la recogida selectiva que produciría la implantación del
SDDR supondrá un fuerte impacto que algún agente deberá compensar.
11