17.04.2013 Views

Con el agua al cuello

Con el agua al cuello

Con el agua al cuello

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—The security man —dice.<br />

Mira por dónde, no tenía grandes medidas de<br />

seguridad en <strong>el</strong> banco pero sí en su casa. Aunque<br />

también es posible que contratara a un segurata porque<br />

notó <strong>al</strong>go sospechoso.<br />

S<strong>al</strong>go d<strong>el</strong> ascensor y me encuentro a Vasilis<br />

sentado en una silla detrás de la entrada. Al ver que me<br />

acerco, se pone de pie.<br />

—No estabas aquí cuando he llegado —le su<strong>el</strong>to<br />

a modo de introducción.<br />

—Tengo instrucciones de recorrer a cada hora <strong>el</strong><br />

perímetro d<strong>el</strong> edificio y <strong>el</strong> parque.<br />

—¿Todos los días o sólo hoy?<br />

—Todos los días. Es la rutina.<br />

—¿Has visto últimamente <strong>al</strong>go sospechoso,<br />

movimientos extraños, a <strong>al</strong>guien que vigilara la casa...?<br />

—Los días en que yo he estado, no, no he visto<br />

nada. Pero no soy <strong>el</strong> único vigilante, a veces mandan a<br />

otro. A mí me toca más o menos cinco días a la<br />

semana. De todas maneras, esta zona es como un<br />

cementerio. Desde que regularon <strong>el</strong> tráfico de Psijikó,<br />

pasa un coche cada hora y no se oye <strong>el</strong> vu<strong>el</strong>o de una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!