El pensamiento, con ser funcion orgánica, está sujeto, como ...

PATOLndA GENERA
por acto de su voluntad, aquellas fantasmagorías, provoca otras
determinadas, congruentes con sus impresiones y necesidades
del momento, ó quizá con las previstas ó supuestas de lo por
venir; y en esta segunda forma del trabajo de ideacion, el encé
falo, dentro del estado normal, se somete á todas las exigencias
del espíritu.
El resultado de esta imposicion de la voluntad al encéfalo
es, en mi concepto, lo más sorprendente del mecanismo vial
superior y lo más maravilloso de todo cuanto ofrece la Natu
raleza. Recordar nombres, números, formas, leyes, paren?es
cos, sucesos de cualquier tiempo y lugar, sólo porque aj lo
quiero; asociar y organizar en la imaginacion, como artista, ó
en el entendimiento, como pensador, un sistema intrincado y
completo de elementos cuya reunion forme una obra de arte ó
de ciencia; poder expresar uno mismo su doctrina en diferen
tes lenguas, ó la obra de arte, si es musical, en varios tonos ó
en diversos instrumentos, supone, por parte del sujeto, una
eficacia de accion, y por la del cerebro una inquietud de re
gistros y una tal complicacion de excitaciones, comunicaciones,
transiciones, conmutaciones, trasformaciones, etc., etc., que
no hay imaginacion capaz de abarcarla, ni tan siquiera para
trazar de ella el más sencillo y elemental bosquejo.
Sin duda por esta razon, que no puede pasar inadvertida á
la perspicua opinion pública, no hay para las colectividades
mérito que entusiasme ni labor que interese tanto como la im
provisacion, así en poesía como en música, en oratoria como
en filosofía, en la danza como en la lucha. Y es que en la im
provisacion el reflujo de la voluntad sobre el encéfalo alcanza
todos los esplendores de la soberanía; mientras que en los tra
bajos ensayados ó ejecutados ya cien veces, pierde la labor en
resplandores de potencia, lo que gana sin duda alguna en ma
terial ejecutiva perfeccion. Porque en el trabajo ensayado ó
preparado se llega, á fuerza de reiterarse una misma serie de
actos voluntarios, á establecer entre el cerebro y la voluntad
una suerte de concordancia, en cuya virtud, adquiriendo el