Bajar Revista - BM Editores

Editorial
E n verdad me causó mucha risa la noticia de que
en Sonora el Congreso Local había establecido en
el paquete fiscal 2013 un impuesto por la tenencia de burros
y caballos. De acuerdo a este gravamen cada propietario
deberá pagar una cantidad “económica” de 100 pesos al
año al Estado por cada cabeza que posea de estos animales.
En un programa de televisión de Canal 13 coincidentemente
Enrique Martínez y Martínez, Titular de la SAGARPA,
comentó también que se trataba de “un impuesto de risa”.
Sin embargo, a mí la risa se me congeló al escuchar más
adelante, que los flamantes diputados del PAN en la Ciudad
de México, estaban haciendo una propuesta para que se
cobrará un impuesto a los animales de compañía, concretamente,
perros y gatos.
Ya analizando fríamente la situación de estos dos “nuevos
impuestos”, realmente está complicada y salida de contexto. Se
debería de considerar que quien tiene un burro, mayormente
lo utiliza como insumo de trabajo para laborar en el campo
o como medio de transporte, es decir, no creo que alguien
tenga un jumento para llevársela presumiéndolo. En el caso
de los caballos, es un poco diferente, ya que hay quien los usa
para los menesteres arriba mencionados, pero hay quien sí
posee ejemplares de razas muy finas de varios miles de pesos
y su único fin es la presunción, ejemplos hay muchos en el
propio estado del noroeste del país ¿o ya se olvidaron de las
famosas cabalgatas pasadas o de ciertos ranchos?, ¿sus dueños
pagarán los mismos 100 pesos de impuestos por estos
finísimos animales de alto valor económico?... que injusticia.
Es así que la función de burros y caballos es de suma
importancia para el productor del sector primario, y hablando
de las mascotas, ya conocemos del importante papel que
desempeñan ayudando a elevar la calidad de vida de niños
y ancianos que las poseen, sin mencionar que en México el
80% de los hogares poseen perros, y el 12.5% gatos.
Sabemos de la importancia de pagar nuestros impuestos,
y de hecho las personas físicas y morales pagamos diversos
¿Impuesto… Animal?
gravámenes por diversas actividades. Lo que no se vale es
que esos impuestos vayan a las arcas personales de nuestros
“políticos”, muchos de los cuales, actualmente han estado dejando
en bancarrota impunemente a municipios y entidades.
Tampoco se vale que para despojar de su magra economía
a la población sigan imponiéndole rarezas en impuestos para
cubrir sus lujos y caprichos, como lo establece el periódico
Reforma, que en su edición del miércoles 30 de enero del 2013,
informa que en la Cámara de Diputados se decidió adquirir
en arrendamiento 130 lujosos automóviles con un valor de
57.3 millones de pesos… entre otros excesos.
Es preocupante pensar que más adelante vengan más
políticos “innovadores” a quienes se les ocurra para salvar las
finanzas (estatales, municipales o personales), querer gravar
a cada unidad avícola, porcícola o bovina, mientras la seguridad
de la población sigue desplazada a un segundo término.
Y cuidado, 50 “NUEVOS PARTIDOS”, han solicitado su reconocimiento
como tal al IFE. ¿Cuántos de ellos lo lograrán?
¿A cuántos partidos más habrá que designarles una partida
económica salida de nuestros impuestos? ¿Cuántos partidos
han desaparecido sin haberle rendido cuentas a nadie de sus
presupuestos asignados?, no lo recuerdo… y lo peor, mucho
menos recuerdo que hayan dejado ni siquiera alguna iniciativa
importante para el país.
Alguien dijo que “los partidos políticos actuales y los que
viene, son para conseguirles “chamba” a sus simpatizantes”,
se le olvidó mencionar que también a sus líderes.
Dios nos libre.
BM Editores S.A. de C.V.
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