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Descarga - Tolo Payeras

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La historia nos cuenta que la casta torera de muchos<br />

diestros ha superado la falta de visión en un ojo<br />

Juan José Padilla reaparece el próximo 4 de marzo en la feria de Olivenza,<br />

pero no será el primer diestro que ha hecho el paseíllo con un parche en un<br />

ojo como toreó en su época Desperdicios.<br />

EL MUNDO DE BALEARES<br />

La cornada mortal de Manolo Granero esta perfectamente representada en el Museo de Cera de Madrid<br />

<strong>Tolo</strong> <strong>Payeras</strong><br />

Palma del Mallorca.- Se produce el milagro; Juan José Padilla ya ha matado varios toros a<br />

puerta cerrada y se ha encontrado en perfectas condiciones para su vuelta a los ruedos, algo<br />

impensable hasta inicios de este mismo año, después de sufrir intervenciones quirúrgicas<br />

delicadas, largísimas y luciendo un espléndido parche en el ojo el diestro jerezano vuelve el<br />

próximo 4 de marzo en la feria de Olivenza para lidiar una corrida de Núñez del Cuvillo<br />

acompañado de Morante de la Puebla y Manzanares.<br />

Sin menospreciar la proeza, no será el primer diestro que por su propia casta y pundonor<br />

vuelve a torear a pesar de haber perdido la visión de un ojo, tan importante para los toreros ya<br />

que su vida depende de sus propias facultades y entre ellas, el reflejo para sortear las<br />

embestidas de los astados. El primer torero que encontramos en la historia que superó la<br />

pérdida de un ojo para seguir dedicado a su profesión es Manuel Domínguez Campos<br />

Desperdicios. La leyenda nos dice que debe su apodo precisamente con el que se anunciaba


en los carteles, desde que perdió un ojo de una cornada en el gaditano Puerto de Santa María<br />

en 1857 cuando el toro Barrabás lo empitonó provocando que se desorbitara el ojo izquierdo,<br />

el torero se levantó rabioso arrancándose el guilindrajo de carnes y gritó: ¡No quiero<br />

desperdicios! Nunca se ha sabido si es una fábula o una verdad porque Manuel Domínguez<br />

fue uno de los primeros alumnos de la Escuela Taurina de Sevilla que se había fundado por<br />

Mandato Real donde ingresó como aprendiz y aficionado práctico bajo las enseñanzas del<br />

gran maestro Pedro Romero, y este al verle torear exclamó: ¡este muchacho no tiene<br />

desperdicios! Lo cierto es que Manuel Domínguez figura en carteles después de aquella<br />

trágica fecha con el sobrenombre de Desperdicios y de este modo rivalizó con el coloso del<br />

toreo Francisco Montes Paquiro y viajó a América para torear, entre importantes corridas hay<br />

que destacar los festejos de la exaltación al trono de Pedro I, Rey de Brasil.<br />

Pero no todos los toreros corneados en la cara han tenido la misma suerte, es el caso del fino<br />

torero valenciano Manolo Granero, que perdió la vida en Madrid tras la cornada del toro<br />

Pocapena de Veragua cuando el astado lo prendió y lo tiró bajo el estribo y allí le infirió la<br />

cornada mortal. Todo el toreo quedó conmocionado por esta trágica cogida, pues Granero era<br />

considerado por su estilismo, gusto y finura, el seguidor de la tauromaquia de Joselito,<br />

fallecido en 1920. Culto y de educación esmerada Granero había estudiado música y aquel 7<br />

de mayo de 1922 se nota que debía de predecir algo, pues mando a llamar a su novia desde<br />

Valencia el día anterior para que le acompañara y antes de acudir al festejo quiso pasar por el<br />

estudio de un fotógrafo para hacerse una foto con aquel traje de luces gris y oro que se<br />

serviría momentos después de mortaja.<br />

Fresca estaba la muerte del diestro cuando sucedió también la de Gallito de Talavera y en<br />

1945 nos encontramos al leonés Antonio Velásquez herido por el toro Escultor de Zapcatebec<br />

en la plaza El Toreo de México. También la carretera ha dado sus cornadas como la sufrida<br />

por Juan José que si no hubiera sido por este percance su carrera taurina habría sido muy<br />

brillante, por cierto la temporada de 1970 toreó varias tardes en El Coliseo Balear antes del<br />

accidente. Al principio no quiso retirarse pero finalmente la falta de reflejos le obligó a<br />

claudicar su propio deseo. Actualmente es el director de la Escuela Taurina de Salamanca.<br />

Tampoco podemos olvidarnos de Lucio Sandín que formó parte de aquellos Príncipes del<br />

Toreo junto a José Cubero Yiyo y Julián Maestro, una terna que no tuvo fortuna, Yiyo muerto<br />

por un toro, Maestro paso a las filas de los subalternos después de varios percances y Lucio<br />

Sandín ya antes de doctorarse, el 12 de junio de 1983 un novillo de Baltasar Ibán le sacó al<br />

entrar a matar el globo ocular derecho, pese a ello tomó la alternativa en la misma Sevilla de<br />

manos de Curro Romero el 7 de abril de 1985, finalmente se retiró de los ruedos también<br />

impresionado por la muerte de su compañero Yiyo y la poca fortuna de Julián Maestro. En<br />

Cuenca fue Luís de Pauloba el que perdió el ojo izquierdo al sufrir una cornada en la boca con<br />

salida por la órbita ocular y en 1997 Franco Cardeño sufrió una gravísima cornada de las que<br />

hacen historia en la feria de Sevilla cuando sufrió un pitonazo seco al recibir a portagayola su<br />

primer toro de Prieto de la Cal dejándole la cara colgando, Cardeño nos ofreció una exclusiva<br />

para El MUNDO DE BALEARES en la misma clínica Virgen del Rocío de Sevilla tan solo<br />

cinco días después del percance que conmocionó todo el mundo taurino, finalmente se<br />

recuperó sin problemas, se retiró del toreo y actualmente regenta con su esposa una tienda de<br />

recuerdos en Sevilla.<br />

En Guadalajara (México) fue corneado en la cara el recordado maestro César Girón cuando<br />

realizaba una faena que había brindado a El Cordobés, y en Caracas fue Diamante Negro el<br />

que sufrió una terrible cornada que se salvó gracias a la destreza de Ángel Peralta que evitó


que el torero se ahogara con su propia sangre ya que la cornada había provocado invasión de<br />

las fosas nasales y la boca. Podemos seguir la lista con El Niño de la Capea y Joselito en<br />

Madrid con cornadas en la boca, aún que la más traumática fue la sufrida por Julio Aparicio<br />

en Madrid en la feria de San Isidro de 2010, corneado en el cuello y saliendo el pitón del toro<br />

por la boca.<br />

Incluso las banderillas han sido un arma contra los toreros: El Niño de la Taurina, Javier<br />

Vázquez y Javier Cardozo que fueron heridos por las banderillas y perdieron la visión de uno<br />

de los ojos provocando la retirada de los ruedos. Acabamos con las cornadas de espejo que<br />

han sufrido El Juli en Bilbao así como Miguel Abellán y Sergio Aguilar, de este modo<br />

llegamos a Juan José Padilla en Zaragoza. Esperemos que la falta de visión no le afecte para<br />

su profesión como afectó a la mayoría de los reseñados en este artículo que finalmente les<br />

obligó la retirada de los ruedos.

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