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ekilikua teatro bernarda calva (en busca de pepe el romano) PRESSBOOK
Una de las formas iniciales de cambiar este punto de vista ha sido el hecho
de cambiar el género sexual del personaje, ya que más de uno estará a nuestro
favor al creer que el hombre piensa y reacciona de forma diferente a la mujer. De
esta manera, los papeles que en un principio estaban pensados ser realizados por
mujeres, son ideados en Bernarda Calva (en busca de Pepe el Romano), para
hacerlos por hombres.
Otro punto de inflexión está en el estilo del clown. La obra no está pensada
para ser interpretada en un estilo realista. Los diálogos son sumamente rápidos, las
contestaciones a veces disparatadas, no se conservan esquemas de relación
personal muy intensas,… El texto está escrito en un formato sumamente personal,
fácilmente reproducible para una mente abierta y juguetona que decide darle a las
palabras un significado más allá de la realidad, la cual llega al punto de parecer
obsoleta y aburrida. Con este cambio de estilo teatral se llega más lejos,
retorciendo las palabras, buscando las connotaciones más absurdas, (aunque
existentes), y haciendo que el texto sea en cierta manera el “pretexto” para dar
rienda suelta a la imaginación.
Por otro lado, la lectura de esta obra no tendría ningún sentido si no se hace
bajo el cristal deformador del absurdo. Más que leer un texto absurdo da la
sensación de leer didascalias del absurdo y es debido a que el cuerpo del actor
forma parte muy esencial en la obra. Siempre podríamos prescindir de actuar sin
voz, dando a toda la técnica corporal necesaria para hacernos entender; pero
nunca se podría representar Bernarda Calva (en busca de Pepe el Romano), sin el
gesto, la intencionalidad y la mirada. Como dijimos antes, el texto es el pretexto
para jugar, de manera que el cuerpo buscará en su técnica los elementos necesarios
para convertir el texto aséptico en un texto de un absurdo contemporáneo.
Muertos… de risa
La obra plantea un gran número de enfrentamientos donde la moral
autoritaria y rígida queda relevada al ámbito de lo ridículo y los convencionalismos
sociales se basan en frescas ocurrencias muy alejadas de los convencionalismos
conocidos en el mundo real. Bernarda lleva este cargo dictatorial procurando
sobrepasar el límite humanamente aceptado. Sus hijas, temerosas, buscarán el
modo de escapar de esa autoridad creando en el contraste un tipo de comedia
sencilla e inocente, a la vez que irónica y mordaz.
PEPO VERDEJO, Departamento de Prensa www.ekilikuateatro.com info@ekilikuateatro.com / Tel. 638.44.98.89
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