PLANTEMIENTO DEL PROBLEMA

anestesia y la operación es la interrupción de su vida. “Lo real es que más del
setenta por ciento de los pacientes reconocen tener miedo, y que la visita y la
medicación preanestésica pueden disipar esta sensación en una elevada
proporción de casos”/ 9 . Y ya que los estímulos emocionales desencadenan
reacciones neurovegetativas y hormonales, las que repercuten no solo sobre el
aparato cardiocirculatorio sino, que pueden producir otras alteraciones
somáticas, es importante que el anestesista sepa reconocerlos para tratarlos
adecuadamente, esto no siempre es fácil, ya que la disponibilidad de métodos
precisos para evaluar el grado de ansiedad y su posible repercusión sobre la
anestesia no siempre se encuentra al alcance del anestesista.
Sin embargo, la respuesta emocional de los pacientes frente a la
inminencia del acto quirúrgico no es uniforme. Ella está condicionada por
muchos factores, entre otros elementos hospitalarios, la personalidad y las
9 / Roberto Dripss, Anestesiología, Pág. 13