DISEÑO: ESTEVE DURBÁ - Comunidad Valenciana

DISEÑO: ESTEVE DURBÁ

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L
as tierras valencianas, desde las m‡s septentrionales de Els
Ports y El Maestrat hasta las m‡s meridionales de La Vega Baja,
ofrecen paisajes de gran variedad y riqueza. Entre las playas arenosas
y las cumbres venteadas; los carrizares de las zonas hœmedas
costeras y los sabinares de las monta–as; los regad’os y el
secano; los robledales y los palmerales, se extiende un territorio
repleto de contrastes geogr‡ficos. As’ es el mundo mediterr‡neo.
Sus caracter’sticas paisaj’sticas son conocidas desde hace siglos,
las han explicado los ge—grafos y cantado los poetas. La estrecha
articulaci—n entre mar y monta–as; su situaci—n de transici—n
desde las latitudes templadas hacia las semi‡ridas; la constante
presencia de la labor humana como un elemento m‡s del paisaje;
y, como rasgo unificador, el clima. Un clima de veranos l’mpidos
e inviernos benignos. Y en las monta–as, el invierno se hace
bien real con sus fr’os y nieves que bru–en el paisaje.
La Comunidad Valenciana, fiel a su ra’z mediterr‡nea, cumple
con todos y cada uno de estos preceptos. Sus algo m‡s de 20.000
km2 se extienden en sentido meridiano: m‡s de 450 km de costa
desarrollada de norte a sur; pero apenas 120 km de este a oeste
en el punto m‡s ancho. En esa estrecha franja el territorio valenciano
se levanta desde la orilla del mar hasta los 1.837 m del Alto
de las Barracas. El litoral y las monta–as se necesitan mutuamente
y nunca se pierden de vista. Desde Žstas, el mar es siempre
una constante referencia paisaj’stica. Desde cualquier playa
o cala se divisa un tel—n de fondo de serran’as donde el litoral
parece encontrar respaldo.

Las monta–as valencianas pertenecen a dos grandes alineaciones. La
parte septentrional y central es el dominio IbŽrico, que llega en
direcci—n noroeste-sureste con la secreta intenci—n de acercarse
cuanto pueda al mar. Las sierras de Espina-Espad‡n y Calderona se
estiran y adelgazan hasta casi tocar la playa. Cuando las monta–as
ibŽricas se funden con otras peque–as sierras paralelas a la costa dan
pie a sectores de costa acantilada (sierra dÕIrta, tramo Orpesa-
Benicˆssim). Las comarcas meridionales valencianas pertenecen al
sistema BŽtico, de directriz suroeste-noreste. Son relieves enŽrgicos,
alzados en paredes y crestas afiladas que se han labrado sobre duras
calizas de tonalidad blanca o rojiza. En su impulso las monta–as bŽticas
logran llegar en La Marina Alta y La Marina Baixa hasta el mar,
donde se zambullen en espectaculares acantilados. Los airosos cabos
de Sant Antoni, de la Nao o Moraira, el Morro de Toix, el Penyal dÕIfac,
la sierra Gelada, etc. alternan con calas y playas de aguas transparentes
en un paisaje de gran belleza.
En el litoral valenciano abundan las amplias playas de arena
que, a menudo, separan el mar de un rosario de humedales
(albuferas, marjales, salinas, etc.). Su singular valor ambiental
reside en las funciones hidrol—gicas y en la originalidad de su
ecosistema, organizado en torno al agua: comunidades vegetales
acu‡ticas y palustres, especies endŽmicas de peces y la gran
abundancia de aves nidificantes o hivernantes.
TambiŽn las ‡reas de secano y monta–a son ricas en flora. En
conjunto, la Comunidad Valenciana reœne unas 3.000 especies,
con abundancia de endemismos restringidos al ‡rea mediterr‡nea
e incluso m‡s locales, como ciertas ‡reas de La Marina o de
Els Ports y el Maestrat. La diversidad de ambientes se refleja en
la vegetaci—n. Predominan las especies mediterr‡neas (pino blanco,
carrasca, etc.) pero en las riberas de r’os y en las umbr’as
monta–osas crecen otras atl‡nticas y centroeuropeas (pinos
albar y rodeno, quejigo, fresno, arce y tilo). En las zonas m‡s
elevadas se encuentran valiosos sabinares; y en las sierras de
suelo sil’ceo aparecen alcornocales. Por todas partes, el matorral
mediterr‡neo henchido de aromas y colores acompa–a los
‡rboles.

Las tierras valencianas constituyen un espacio a la medida humana,
ningœn rasgo f’sico es desmedido. Desde los primeros pobladores
que habitaron en las cuevas del Parpall— o Bolomor, que
cazaron en la Valltorta y recolectaron miel en la cueva de la
Ara–a, etc. se han sucedido las civilizaciones enriqueciendo el
paisaje natural con las obras humanas. Las peque–as poblaciones
de monta–a, las vertientes dome–adas en bancales, los monasterios
en rec—nditos parajes, las huertas, los castillos, las mas’as,
las v’as pecuarias, los molinos, etc. se funden en el paisaje hasta,
en cierto modo, centrarlo y darle sentido.
Los cultivos tambiŽn se han convertido en paisaje. Olivo, algarrobo,
higuera, cerezo y otros frutales o el m‡s reciente almendro
protagonizan el del secano y la monta–a. En los llanos litorales
encontraremos naranjos y otros c’tricos, primorosos cultivos
de huerta, arroz, etc. All’ donde es posible se riega. Los m‡s
humildes manantiales y fuentes son aprovechados mediante sistemas
de riego, muchos de origen musulm‡n. Los amplios regad’os
costeros se alimentan de los r’os Mijares, Palancia, Turia,
Jœcar con sus afluentes Cabriel y Magro, Serpis, Vinalop— o Segura.
Los ciclos agr’colas deparan a lo largo del a–o momentos de
gran intensidad paisaj’stica: floraci—n de los naranjos, almendros
o cerezos, los arrozales de lÕAlbufera convertidos en un mar
verde esmeralda, etc.
Los paisajes valencianos combinan los valores naturales con el patrimonio
cultural. Su visita permite conocer la diversidad del territorio.
Con tal fin se han seleccionado algunas propuestas. Se ha incluido
entre ellas los 16 espacios naturales protegidos (en sus diferentes
modalidades de parque, paraje o reserva marina) con que cuenta la
Comunidad Valenciana. Pero la presente selecci—n no agota Ðno
podr’a hacerloÐ la n—mina de los paisajes valencianos. Hay otros
esperando a que el visitante los descubra. Para ello s—lo hay que
recorrer pausadamente estas tierras. La recompensa, tŽngalo por
seguro, ser‡ siempre grata.

LA TINEN‚A DE BENIFASSË
Las antiguas posesiones del monasterio de Benifassˆ se extend’an
por un conjunto monta–oso de alto valor ecol—gico. Entre
los espesos bosques de pino negro y albar es posible encontrar
tambiŽn tilos y hayas. All’ vive una variada fauna: la cabra montŽs,
el jabal’, el buitre, el ‡guila perdicera y el ‡guila calzada.
Una parte del territorio se integra en la Reserva Nacional de
Caza Puertos de Tortosa y Beceite. Una red de senderos se–alizados
une los siete pueblos de la Tinen a ÐBel, Bellestar, Boixar,
Castell de Cabres, Coratxar, Fredes y La Pobla de BenifassˆÐ en
itinerarios excursionistas que permiten conocer este paraje
extraordinariamente conservado.
El monasterio de Santa Mar’a de Benifassˆ y el pueblo de Vallibona se acogen a la hospitalidad
de las monta–as de la Tinen a y del Turmell (p‡gina izquierda). El sol se esconde tras la silueta
de Morella e ilumina el santuario de La Balma (p‡gina derecha).
VALLE DEL RêO CƒRVOL Y SERRA DEL TURMELL
El valle del r’o CŽrvol o de les Corses se abre entre la Tinen a
de Benifassˆ al norte y la sierra del Turmell al sur. En su centro
se ubica la recoleta localidad de Vallibona; en las vertientes se
alternan las mas’as con bosques de pino albar, de robles de hoja
peque–a, de carrascas, etc. Desde Vallibona puede accederse a
la cumbre del Turmell (1.281 m) y a la ermita de San Domingo.
ELS PORTS DE MORELLA: PAISAJES DE PIEDRA
Tierras altas presididas por la hist—rica ciudad de Morella de
silueta imborrable. En esta comarca el paisaje combina arm—nicamente
la vegetaci—n natural (ricos carrascales donde se
cr’a la trufa, robles, etc.) con las obras humanas. Cultivos en
terraza, v’as pecuarias entre muros de piedra, mas’as, ermitas
y santuarios conforman un paisaje del que tambiŽn es
parte el majestuoso vuelo de los buitres y ‡guilas. Abundan los
santuarios y ermitas: Vallivana (Morella), Sant Crist˜fol, Mare
de DŽu de la Font y Sant Pere (Castellfort), Mare de DŽu de la
Balma (Zorita del Maestrazgo), Virgen de la Naranja (Olocau
del Rey), etc. Todos y cada uno merecen la visita, pues ofrecen
amplias panor‡micas y rincones de especial encanto. Senderos
e itinerarios balizados facilitan el conocimiento directo
de esta comarca que sintetiza los sorprendentes paisajes de
las monta–as septentrionales valencianas.
La ciudad de Morella, protegida
por su castillo y murallas, se
encarama sobre las tierras de
Els Ports ofreciendo una imagen
singular y una riqueza hist—rica
en sus calles y plazas.

LÕALT MAESTRAT, UN MEDITERRçNEO
MONTA„ƒS
La agricultura y la ganader’a tradicionales han contribuido a
modelar un paisaje rico y sugerente: la huella de la labor
humana se alterna con carrascales y pinares. Para disfrutar
de sus panor‡micas son excelentes miradores el Tossal de la
Nevera (Cat’, 1.281 m); la Mola dÕAres (Ares del Maestre,
1.318 m) o la ermita de Sant Crist˜fol (Benasal). Para el descanso,
visite los balnearios de la Font de lÕAvellˆ o de la Font
dÕEn Segures. Los rincones m‡s solitarios los esconde el profundo
ca–—n del r’o Montlle—, accesible desde Culla o Vilafranca.
En invierno no ser‡ raro que la nieve acentœe el contraste
propio de este singular paisaje mediterr‡neo de
monta–a que debe degustarse de manera pausada.
Ares del Maestre, a m‡s de mil metros de altitud, se suelda a la roca para recibir todos
los vientos. El barranco de la Valltorta atesora en sus abrigos escenas de caza (abajo).
PINTURAS Y BARRANCOS: LA VALLTORTA
El encajado barranco de la Valltorta serpentea entre los tŽrminos
de Albocˆsser, Les Coves de Vinromˆ y T’rig. Es un paisaje
austero dominado por la roca caliza y una vegetaci—n
adaptada a condiciones de relativa aridez, como la garriga de
acebuche y el palmito. Para los pobladores del final del paleol’tico
y del neol’tico la Valltorta constitu’a un magn’fico lugar
de caza. En los abrigos de sus paredes se encuentra un impresionante
conjunto de pinturas rupestres del llamado arte
levantino. Las pinturas del barranco de la Gasulla (Ares del
Maestre) y del barranco dels Covarjos (Benasal) completan
este paisaje cuyos valores naturales y culturales le han convertido
en centro de un Parque Cultural. El Museu de la Valltorta
(T’rig, tel. 964 76 10 25) facilita mediante exposiciones
y visitas una mejor comprensi—n de este legado cultural.

Los œltimos rayos de sol
recortan la cumbre de
Penyagolosa e invitan a
descubrir los m‡s rec—nditos
parajes de estas tierras.
El r’o Mijares se abre paso por el estrecho de Chillap‡jaros (arriba). Agua y bosques conforman los
paisajes del Alto Mijares y la sierra de Espad‡n (p‡gina derecha).
EL MACIZO DEL PENYAGOLOSA
Se trata de un elevado y bien conservado nœcleo monta–oso
del Sistema IbŽrico. Culmina a los 1.813 m en la cumbre del
Penyagolosa, desde donde se domina un inmenso panorama
sobre las comarcas castellonenses y las vecinas tierras de
Arag—n. El santuario de Sant Joan de Penyagolosa Ðimportante
destino de romer’asÐ y extensos bosques de pino
negral, pino albar, roble rebollo, etc. componen este magn’fico
paraje. El acceso al macizo puede realizarse por las pintorescas
localidades de Villahermosa del R’o, Vistabella del
Maestrazgo y Xodos. Quien quiera unir esta simb—lica monta–a
con el mar dispone del Sendero de Gran Recorrido
GR-33, que llega hasta Castell— de la Plana.
CUENCA ALTA DEL MIJARES
El curso alto del r’o Mijares se encaja entre cortados y laderas
cubiertas de pinares antes de regar los campos de La Plana. El
agua de los r’os, las fuentes termales o los embalses es, sin
duda, uno de los protagonistas del paisaje. En las cercan’as de
Montanejos, los espectaculares barranco de la Maimona y
estrecho de Chillap‡jaros ofrecen a los escaladores magn’ficas
paredes. El r’o Villahermosa, afluente del Mijares, desciende
del macizo de Penyagolosa por Ludiente y Argelita. Diversos
senderos se–alizados, entre ellos el Sendero de Gran Recorrido
GR-7, facilitan a los visitantes el acceso a estos interesantes
parajes de monta–a media mediterr‡nea. Ya en la linde
con Arag—n, Cortes de Arenoso y San Vicente atesoran interesantes
paisajes de tierras altas y parameras.
PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE ESPADçN
Y SIERRA DE ESPINA
El Sistema IbŽrico parece querer llegar hasta el Mediterr‡neo
en las sierras de Espina y Espad‡n, que sirven de divisoria
entre las cuencas de los r’os Mijares y Palancia. La sierra Espina
culmina en el monte Santa B‡rbara de Pina (1.405 m) con
una valiosa vegetaci—n en sus umbr’as. En la sierra de Espad‡n,
la combinaci—n entre una litolog’a singular (areniscas
tri‡sicas) y una elevada pluviometr’a permite magn’ficos
alcornocales y pinares. Las localidades de A’n, Almed’jar, Eslida
o Villamalur Ðentre otrasÐ son las puertas de acceso al Parque
Natural de la sierra de Espad‡n, que cuenta con una red
de senderos se–alizados: el GR-36 y diversos Senderos de
Peque–o Recorrido. En torno a la festividad de San Juan (24 de
junio) la extracci—n del corcho anima el paisaje de los alcornocales:
los troncos oscuros se vuelven de un rojizo claro en
un m‡gico juego crom‡tico.

COMUNIDAD
VALENCIANA
Las tierras altas del Palancia
alimentan de agua el embalse
del Regajo y forman espacios
de absoluta tranquilidad en
plena naturaleza (arriba).
También el agua es el
protagonista del paisaje en el
Prat de Cabanes-Torreblanca
(abajo derecha).
CUENCA ALTA DEL PALANCIA
Desde la monumental ciudad de Segorbe se puede visitar
varios parajes de alto valor patrimonial en la cuenca alta del
Palancia. Las altas montañas de El Toro son estribaciones de
la vecina sierra de Javalambre con una vegetación adaptada
a las duras condiciones climáticas: pino albar, sabinas albar y
rastrera. El espectacular encajamiento donde nace el río
Palancia y el barranco del Resinero son dos parajes accesibles
desde Bejís. Las localidades de Canales y Sacañet están al pie
del cerro de la Bellida (1.319 m) donde se conservan los restos
de más de 50 ventisqueros para la conservación de la
nieve que se bajaba a la ciudad de Valencia y comarca de
l’Horta.
PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE
IRTA Y LITORAL DE CASTELLÓN
El litoral de las comarcas castellonenses, conocido como
Costa Azahar, presenta una notable variedad paisajística.
Las frecuentes playas arenosas alternan con las de grava
(Cabanes, Moncofa o Torreblanca) y con dos sectores de
costa acantilada. El primero se halla entre Benicàssim y
Orpesa. El segundo es la sierra d’Irta (Alcalà de Xivert y
Peñíscola) magníficamente conservada. A lo largo del litoral
se suceden zonas húmedas de gran valor ambiental. En
el marjal de Peñíscola, la desembocadura del río Millars
(Vila-real), l’Estany de Nules, el marjal de Chilches-Almenara,
etc. un peculiar ecosistema se ha organizado en torno
al agua: una vegetación formada por interesantes comunidades
acuáticas y palustres; especies endémicas de peces,
como el “fartet” (Aphanius iberus) o el “samaruc” (Valencia
hispanica); y una rica diversidad de aves tanto nidificantes
como hivernantes o errantes.
PARQUE NATURAL DEL PRAT DE CABANES-
TORREBLANCA
El Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca es un humedal
de extraordinario valor. Su restinga –franja que la separa del mar–
es un cordón de gravas, cantos y depósitos arenosos. La zona
lacustre, antes conocida como Albalat dels Anecs, alberga la
canastera y el aguilucho cenizo. En las cercanías puede visitarse
varías de las antiguas torres de vigía del litoral: la de Capicorb
(Alcalà de Xivert), la de Torrenostra (Torreblanca) y Torre la Sal
(Cabanes). Funciona un Centro de Información del parque en el
Centro Experimental de Acuicultura de Torre la Sal ubicado en la
localidad de Ribera de Cabanes (tel. 608 04 84 31).

Las rocas volc‡nicas de las Islas Columbretes destacan por su
color oscuro y forman un paisaje espectacular. Los pinares
recubren el relieve enŽrgico del Desert de les Palmes (abajo).
PARQUE NATURAL DE LAS ISLAS COLUMBRETES
Constituye uno de los puntos de mayor interŽs del Mediterr‡neo occidental
y, desde luego, del litoral castellonense por la singularidad y
riqueza de sus ecosistemas terrestres y marinos. Se trata de un archipiŽlago
formado por peque–os islotes de origen volc‡nico. El mayor
de ellos es lÕIlla Grossa y su forma evidencia que es un antiguo cr‡ter.
De entre sus habitantes destacan el halc—n de Eleonor, la gaviota
de Adouin y la tortuga boba. Las comunidades de sus fondos marinos
son igualmente variadas y ricas. El Centro de Informaci—n del
parque est‡ ubicado en el Planetario de Castell— (tel. 964 28 29 68).
PARQUE NATURAL DEL DESERT DE LES PALMES
Esta serran’a litoral, autŽntico hito paisaj’stico de La Plana, se
extiende por los tŽrminos de Benicˆssim, Borriol, Castell— de la
Plana, Orpesa y La Pobla Tornesa. El nombre de Desierto no se refiere
a la vegetaci—n, sino a la hist—rica denominaci—n de los monasterios
carmelitas en busca de retiro espiritual. Se conservan peque–os
alcornocales, pinares, carrascales y formaciones de matorral (brezales,
tomillares, etc.). Les Agulles de Santa Ëgueda son unos airosos
relieves de rodeno rojizo desde donde se disfruta de una magn’fica
panor‡mica. Otros puntos de interŽs son la cumbre del Bartolo
(729 m), los castillos de Miravet y de MontornŽs, el convento carmelitano
o la ermita de les Santes. El Centro de Informaci—n de la Bartola
se halla en el propio parque (kil—metro 7,8 de la carretera de la
Magdalena al Desert; tel. 964 76 07 27).
EL RINCîN DE ADEMUZ
El Rinc—n de Ademuz, aislado del resto del territorio valenciano,
constituye un enclave entre las tierras aragonesas y castellanas. Por
su centro discurre el r’o Turia o Blanco en una alternancia de peque-
–os estrechos y ensanchamientos, aprovechados Žstos para establecer
huertas y modernas plantaciones de chopos. A ambos lados de
este pasillo central los relieves se elevan. Hacia levante conectan
con el macizo del Javalambre en unas hermosas monta–as que albergan
valiosos sabinares y bosques de pino albar. La cumbre del territorio
valenciano se halla precisamente aqu’: el Alto de las Barracas
o cerro Calder—n (1.837 m). Todas las localidades del Rinc—n de Ademuz
est‡n enlazadas por una red de Senderos de Peque–o Recorrido
que permite adentrarse en estos paisajes de la monta–a ibŽrica.
La Puebla de San Miguel, el r’o Ebr—n, detalles de Ademuz y Los Santos... es el secreto encanto del Rinc—n de Ademuz.

PARQUE NATURAL DE LA SERRA CALDERONA
La sierra Calderona es el constante tel—n de fondo del paisaje de
las comarcas de lÕHorta, El Camp de Tœria y El Camp de Morvedre.
Separa las cuencas fluviales del Palancia, al norte, y del Turia y
Carraixet, al sur. Su abrupto relieve se ha labrado en areniscas tri‡sicas
ÐrodenosÐ y en calizas formando un mosaico de paisajes en el
que abundan los pinares y algunos alcornocales. Su m‡xima altura
es el Gorgo (907 m) accesible desde G‡tova y Olocau. La cumbre
del Garb’ (601 m), al que se llega desde las localidades de Serra,
N‡quera o Segart, constituye un magn’fico mirador sobre las
comarcas vecinas. En sus tranquilos valles buscaron el sosiego
comunidades religiosas que fundaron hist—ricos monasterios: Cartujas
de Portaceli (Serra) y Vall de Crist (Altura) y el convento franciscano
de Sant Esperit (Gilet). El Sendero de Gran Recorrido GR-10
y una red de Senderos de Peque–o Recorrido invitan al excursionismo
por estos amables paisajes.
EL ALTO TURIA
El r’o Turia, aguas arriba del pueblo de Chulilla, discurre entre monta–as
cubiertas de espesos pinares. A lo largo del curso se han habilitado
‡reas recreativas y de acampada que son punto de inicio de
variados itinerarios hacia los embalses de BenagŽber y de Loriguilla,
la cascada de Barchel, las numerosas fuentes o las interesantes muestras
de vegetaci—n de ribera. Las obras humanas, como el santuario
de la Virgen del Remedio y su cercano mirador o el impresionante
acueducto de Pe–a Cortada, se funden armoniosamente en el paisaje.
Las localidades de Chelva, Sinarcas, Titaguas y TuŽjar dan acceso
a esta amplia zona que constituye una de las m‡s importantes masas
forestales valencianas. Tras la visita, los balnearios de Fuencaliente
(Chulilla) o Ba–os de Verche (Dome–o) invitan al descanso reparador.
La cumbres de rodeno de la sierra Calderona ofrecen extensos
panoramas (abajo). Junto a estas l’neas, el embalse de Loriguilla
y el r’o TuŽjar, paisajes de azul y verde del Alto Turia.

Cascada en Chera; las aguas del embalse del Buseo riegan la llanura litoral.
El ca–—n del Jœcar, cerca de Cortes de Pall‡s, y la Cueva de Don Juan en Ayora son
escenarios id—neos para la pr‡ctica de los deportes de aventura (p‡gina derecha).
EL RêO REATILLO Y LA SIERRA DEL TEJO
El r’o Reatillo es un afluente del Turia que drena las aguas de las sierras
del Tejo y del Negrete por el que discurre el Sendero de Gran
Recorrido GR-7. En su curso se construy— el embalse de Buseo en una
amplia cuenca de pinares. Desde los pueblos de Chera, Siete Aguas o
Sot de Chera se puede visitar el singular barranco de la Hoz, el pico
del Tejo (1.250 m) y su interesante vegetaci—n o la Hoya de Cherales.
EL CURSO DEL RêO CABRIEL
El r’o Cabriel sirve de divisoria entre las tierras valencianas y castellanas
durante m‡s de 50 km, desde el embalse de Contreras
hasta su confluencia con el r’o Jœcar en Cofrentes. El sinuoso curso
del r’o es el eje de una ampl’sima ‡rea muy poco transformada y
excepcionalmente conservada, h‡bitat de una rica vegetaci—n de
ribera y de aves protegidas como el ‡guila real, el ‡guila perdicera
o el bœho real. Desde Villargordo del Cabriel se llega a las espectaculares
agujas de los Cuchillos y el valle de Fuenseca. Entre los
parajes de Vadoca–as y Villatoya, el Cabriel se encaja en una serie
de meandros conocidos como las Hoces. Hasta Villatoya y la aldea
de Casas del R’o se llega desde Requena.
LA MUELA DE CORTES Y EL MACIZO DEL CAROIG
Una vasta plataforma tabular que culmina en el pico Caroig
(1.126 m) se extiende entre El Valle de Ayora, La Canal de NavarrŽs
y el profundo ca–—n por el que discurre encajado el r’o Jœcar. Lentiscares
y coscojares dominan el paisaje vegetal, pero tambiŽn crecen
interesantes encinares y grupos de fresnos. Los cursos de los
r’os Fraile, Ludey o Grande son de gran belleza y en ellos vive el
gal‡pago. Abundan los puntos de interŽs geol—gico y geomorfol—gico:
restos volc‡nicos del cerro de Agr‡s (Cofrentes), Las Quebradas
(Teresa de Cofrentes), la Cueva de Don Juan (Jalance) habilitada
para la visita tur’stica, el ca–—n del r’o Jœcar, etc. Son numerosas
las muestras de arte rupestre prehist—rico; las pinturas de la Cueva
de la Ara–a y del barranco Moreno cuentan con servicio de gu’as
para la visita (informaci—n en el Ayuntamiento de Bicorp,
tel. 96 226 91 10). Desde cualquiera de las poblaciones del Valle de
Ayora o de La Canal de NavarrŽs se pueden iniciar excursiones por
la muela de Cortes y el macizo del Caroig que forman parte de la
Reserva Nacional de Caza Muela de Cortes.

LAS SIERRAS DE CORBERA Y DE LES AGULLES
Entre las poblaciones de Alzira y Tavernes de la Valldigna se extienden
estos relieves de directriz ibŽrica. El abandonado monasterio
jer—nimo de la Murta (Alzira) se encuentra en un valle de excepcional
riqueza bot‡nica en el que se han inventariado cerca de 1.000
especies vegetales, muchas de ellas endŽmicas. Como muestra de
climas m‡s fr’os aœn quedan fresnos, as’ como carrascas y algœn
roble. Los caminos tradicionales cruzan la sierra uniendo las fuentes
del Barber, de Sangonera, la Casella, lÕOuet, etc. Se practica la
escalada en diversos puntos del ‡rea y una red de senderos balizados
que parten de Alzira, Corbera y Tavernes de la Valldigna invitan
a recorrer estas monta–as litorales. Las cumbres del Ratlla (626 m),
Cavall Bernat (585 m) o de les Creus (540 m) ofrecen amplias panor‡micas
sobre el litoral.
De las monta–as del Buixcarr— se obtiene un valorado m‡rmol (arriba). Entre
los naranjos de Marxuquera, la sierra del Moll—, cerca de Gandia (p‡gina izquierda).
MACIZO DEL MONTDòVER Y SIERRA DEL
BUIXCARRî
La roca caliza de estas monta–as ha sido modelada por la erosi—n
c‡rstica en un paisaje de dolinas, cavidades, etc., cuyo centro lo
ocupa el poljŽ de Barx: sus aguas no tienen salida superficial y son
drenadas subterr‡neamente a travŽs de lÕAvenc de la Donzella. En
las cuevas de Bolomor (Tavernes de la Valldigna), del Parpall— (Gandia)
o de les Malladetes (Barx) los primeros habitantes valencianos
dejaron numerosos restos de su cultura. Adem‡s de las poblaciones
citadas, Pinet y Xeresa son punto de inicio de recorridos para conocer
la interesante vegetaci—n y el peculiar paisaje c‡rstico. La cumbre
del Mondœver (841 m) corona el macizo y constituye un excelente
mirador sobre la costa de la Safor.
SIERRAS DE LA SAFOR Y DE LÕALMIRALL
El macizo de la Safor, cercano a la hist—rica ciudad de Gandia, est‡
limitado al norte por la profunda brecha del r’o Serpis, en la que
destacan los parajes de lÕEstret de lÕInfern y el Rac— de Duc. Los
valores paisaj’sticos Ðuna cinta de agua entre monta–asÐ se unen a
los ambientales, con una rica variedad de fauna y vegetaci—n. El
recorrido de este corredor es posible desde lÕOrxa o Villalonga aprovechando
la plataforma del antiguo ferrocarril Alcoi-Gandia. El Circ
de la Safor levanta sus espectaculares paredes hasta los 1.010 m y
depara una amplia panor‡mica a quien ascienda hasta Žl.

SIERRAS DE BENICADELL Y AGULLENT
Esta alargada alineaci—n monta–osa separa La Vall dÕAlbaida, al
norte, de lÕAlcoiˆ-Comtat, al sur. Desde la poblaci—n de Ontinyent
se accede al paraje del Pouclar en el r’o Clariano; o se sigue la senda
dels enginyers que recorre la sierra. A partir de Albaida, Atzeneta
dÕAlbaida o Beniatjar se inician recorridos hacia la Covalta, el
barranco de Fontanars, la Font Freda o la cumbre de Benicadell
(1.104 m). En la cresta cimera de la sierra y en su vertiente septentrional
se alinean una docena de neveras o pous de neu, dedicados
a la conservaci—n de la nieve hasta el inicio del siglo XX. Desde las
alturas de la sierra se entiende perfectamente la raz—n por la que
los ‡rabes llamaron blanca (albaida) a estas tierras: los dep—sitos
que han rellenado el valle tienen una bella coloraci—n blanca festoneada
por las cintas oscuras de la vegetaci—n de los barrancos.
EL LITORAL DE VALENCIA
El litoral de las comarcas valencianas est‡ formado por una costa
baja en la que predominan las playas de arena y gravas. Numerosas
restingas, algunas de ellas con sistemas dunares (Arenals de
Canet y Devesa del Saler) aislaban del mar un rosario de zonas
hœmedas. Pese a su valor ambiental Ðdebido a su fauna, flora y funciones
hidrol—gicasÐ muchas han sido desecados. La Marjal dels
Moros (Pu ol, Sagunt) ha sido declarada Zona de Especial Importancia
para las Aves y en la cercana Alquer’a dels Frares funciona
un Centro de Educaci—n Ambiental (tel. 96 268 00 00). Otras zonas
hœmedas de interŽs son la Marjal de Cullera (Bassa de Sant Lloren
, lÕEstany Gran y el Brosquil); Marjal de Tavernes; y Marjal de
Xeraco-Xeresa. En todas ellas es posible disfrutar de una vegetaci—n
singular y la variada avifauna asociada. Un buen punto de
observaci—n sobre las playas y humedales de lÕHorta, La Ribera
Baixa y La Safor es la Muntanya de les Raboses (234 m) situada en
Cullera.
Barcas de pesca en lÕEstany de Cullera.
El esbelto Benicadell vigila la comarca
de la Vall dÕAlbaida.
PARQUE NATURAL DE LÕALBUFERA
La Albufera, situada al sur de la ciudad de Valencia, es uno de los
m‡s valiosos espacios naturales mediterr‡neos debido a la singularidad
de sus aguas dulces. En el cord—n litoral que separa el lago
del mar se desarrollan formaciones dunares, separadas por depresiones
denominadas mallades. Parte de la restinga es la Devesa del
Saler, cubierta por pino blanco con un rico sotobosque. Tres golas o
canales (dos naturales y uno artificial) comunican el lago y el marjal
circundante con el mar. Cada uno de estos ambientes cuenta
con su vegetaci—n caracter’stica y su fauna asociada. La Albufera
es un importante lugar de nidificaci—n e hivernada de aves migratorias.
El Centro de Informaci—n ayuda a conocer e interpretar el
Parque Natural de lÕAlbufera; se ubica en el Rac— de lÕOlla (carretera
del Palmar; tel. 96 162 73 45).
Las dunas y su vegetaci—n, canales,
arrozales, el lluent o lago... la
Albufera es un mosaico de paisajes
al lado de la ciudad de Valencia.

El marjal de Pego-Oliva a los pies de las monta–as (abajo). Entre DŽnia y Xˆbia,
el Montg— y los acantilados costeros forman un paisaje de gran valor (p‡gina derecha).
PARQUE NATURAL DE LA MARJAL DE PEGO Y OLIVA
Los relieves c‡rsticos de las sierras de Mostalla, Segˆria y Migdia alimentan
este amplio marjal que fue una antigua albufera separada del
mar por una restinga con algunos sistemas dunares. En la actualidad
subsisten balsas de aguas limpias, casi permanentemente inundadas y
amplias extensiones de ca–izares en los que se puede avistar el aguilucho
lagunero o el porr—n pardo. Diversas intervenciones antr—picas
han creado una red de canales y acequias en los que viven el samaruc
o la colmilleja. El Centro de Informaci—n del Parque Natural de la Marjal
de Pego-Oliva se halla en la localidad de Pego (tel. 96 640 02 51).
PARQUE NATURAL DEL MONTGî
Altivo macizo calizo de 753 m de altitud situado junto al mar entre
las poblaciones de DŽnia y Xˆbia. Conecta con el Cap de Sant Antoni
mediante la plataforma elevada de Les Planes, donde se puede apreciar
la huella del antiguo paisaje agr’cola. La flora del parque es muy
rica con m‡s de 600 especies entre las que se encuentran numerosos
endemismos. La ascensi—n a la cumbre del Montg—, factible desde
todas sus vertientes, es una gozosa excursi—n que atraviesa diferentes
unidades paisaj’sticas: pedrizas, cultivos, pinares, carrascales,
etc. Desde la cima la amplia panor‡mica se extiende en ocasiones
hasta la isla de Ibiza. El Centro de Informaci—n ubicado en Torrecremada
(DŽnia, tel. 96 642 32 05) ayuda a conocer el valor ambiental
del parque. El ‡rea de acantilados del Cap de Sant Antoni y sus fondos
marinos han sido declarados Reserva Natural Marina.

PARQUE NATURAL DEL PENYAL DÕIFAC
Los 332 m de roca caliza del Penyal dÕIfac se alzan en un solo impulso
desde el mar, unidos a tierra tan s—lo por un estrecho istmo. A sus pies
se extienden la poblaci—n y el puerto de Calp. Varios son los valores
ambientales del parque: la vegetaci—n rup’cola (propia de paredes
rocosas) en las que hay interesantes endemismos; la maquia de palmito
y sabina negra; o las m‡s de 80 especies de aves entre nidificantes,
migratorias y errantes. Su car‡cter de atalaya en el litoral le confiere
un alto valor paisaj’stico. Se puede ascender hasta la cumbre por un
sendero y los escaladores disponen de numerosos itinerarios. Junto al
pe–—n se hallan las Salines de Calp, otro interesante enclave natural.
El Aula de Naturaleza del Penyal dÕIfac facilita la visita y conocimiento
del parque (tel. 96 597 20 15).
La Cala de la Granadella es un
lugar ideal para disfrutar el
paisaje de la costa mediterránea.
La cala de la Granadella es un
lugar ideal para disfrutar el
paisaje de la costa mediterr‡nea.
El Penyal dÕIfac y los sectores de acantilado de La Marina son el h‡bitat de plantas que crecen en las paredes y de aves.
DEL CABO DE SANT ANTONI AL CABO BLANC
Desde el cabo de Sant Antoni (Xˆbia) hasta el cabo Blanc (Teulada) se
extiende un litoral accidentado y enŽrgico. Las monta–as bŽticas se
zambullen en el Mediterr‡neo conformando un paisaje œnico: acantilados,
recoletas calas y algunas playas. El cabo de Sant Antoni domina
desde sus 160 m de acantilado el mar; por el valor de sus fondos marinos,
el ‡rea ha sido declarada Reserva Natural Marina. DespuŽs de la
bah’a de Xˆbia sigue un sector de costa acantilada con islotes (el Portitxol,
el Descobridor), calas y los cabos de Sant Mart’ o Prim, Negre y
de la Nao. Siguiendo hacia el sur se encuentra la cala de la Granadella
y Les Morres de Benitatxell, dominadas por el Puig de Na Lloren a
(445 m) con una rica vegetaci—n con numerosos endemismos. La Punta
de Moraira protege la rada con el pintoresco puerto. En este sector de
singular belleza se encuentran algunas antiguas torres de vig’a, como
las del Cap Prim, del Descobridor o del Cap de Moraira. Sus fondos marinos
rocosos Ðal fin y al cabo, otro paisaje valencianoÐ constituyen toda
una invitaci—n a la pr‡ctica del buceo.

El bosque mediterr‡neo se ha
conservado casi intacto en el
Carrascar de la Font Roja.
PARQUE NATURAL DE LA SIERRA MARIOLA
La sierra de Mariola es un macizo monta–oso situado entre las poblaciones
de Agres, Alfafara, Alcoi, Banyeres de Mariola, Bocairent y
Cocentaina. Su altitud y gran tama–o propician la diversidad de paisajes.
Las aguas de sus barrancos y fuentes alimentan los r’os Vinalop—,
Serpis, Barxell, etc. La sierra es de gran interŽs bot‡nico por
sus plantas medicinales y arom‡ticas; por sus masas forestales de
pino, con presencia puntual de roble, arce, fresno, tejo, etc. El
barranco del Sinc es una profunda entalladura que, desde Alcoi, se
adentra en la sierra entre espectaculares paredes. La cima del Montcabrer
(1.390 m) corona el macizo y ofrece una gran panor‡mica
sobre las monta–as bŽticas. En Mariola se guardaba la nieve que se
consum’a en La Costera y La Ribera en diversas neveras o cavas:
Gran, de Don Miguel, de lÕHabitaci—, del Buitre, etc. Diversos senderos
se–alizados (Sendero de Gran Recorrido GR-7 y Senderos de
Peque–o Recorrido) y dos refugios de monta–a facilitan los recorridos
por la sierra.
PARQUE NATURAL DEL CARRASCAR DE LA
FONT ROJA
Este espacio natural protegido ocupa la sierra del Menejador
(1.352 m) en los tŽrminos de Alcoi e Ibi. Su orientaci—n este-oeste
acentœa el contraste entre la vertiente de umbr’a y la de solana, de
modo que enriquece la variedad paisaj’stica. Alberga un bosque
mediterr‡neo extraordinariamente conservado, con presencia del
carrascal de umbr’a (carrasca, roble de hoja peque–a, arce), de
bosque caducifolio (tejo, fresno de flor) y de carrascal de solana.
Cada uno de los ambientes tiene su propia fauna asociada entre la
que hay mam’feros (jabal’, gineta, gato salvaje, tej—n, etc.), reptiles
y, sobre todo, numerosas aves (‡guila perdicera, ‡guila real, buitre,
bœho real, etc.). Existen itinerarios marcados para conocer el
medio natural y humano (mas’as, neveras, etc.) que parten del Centro
de Informaci—n del parque natural, instalado en el paraje del
santuario de la Font Roja (tel. 96 533 76 20).
La sierra de Mariola culmina en el pico Montcabrer (arriba). El Puig Campana muestra
sus dos cumbres Ðel Pic Prim y el Pic GrosÐ por encima de Finestrat (abajo).
SIERRA AITANA Y EL PUIG CAMPANA
Entre las comarcas de La Marina y lÕAlcoiˆ-Comtat se alza este imponente
conjunto monta–oso muy cercano al mar. Sus paredes, agujas
y crester’as labradas en roca caliza infunden al paisaje un car‡cter
brav’o y vertical. TambiŽn atraen escaladores de toda Europa al
Ponoig (Polop, 1.181 m); Puig Campana (Finestrat, 1.410 m); Penyal
Div’ (Sella); etc. Las monta–as enmarcan valles con localidades de
sabor morisco y paisajes rurales de olivos y almendros. La sierra Aitana
culmina a los 1.558 m, la vertiente sur desciende bruscamente
hacia la inmediata costa; la vertiente norte atesora una valiosa vegetaci—n
e interesantes parajes (Simes de Partagat, Font Forata, etc.).
Las poblaciones de Alcoleja, Benifato, Confrides, Sella, etc. son algunas
de las que rodean el macizo.

As’ es el territorio valenciano: monta–as como B rnia y el Maigm— (arriba y p‡gina derecha); y costa
con humedales y salinas donde las aves encuentran el habitat id—neo (abajo y p‡gina derecha).
SIERRA DE BéRNIA
La sierra de B rnia se extiende perpendicular a la costa entre
Callosa dÕEn Sarriˆ y la Punta de Toix. Su parte superior es una afilada
cresta caliza que culmina a los 1.129 m. Al sur de la cumbre
se encuentran los restos del Fort de B rnia mandado construir por
Felipe II para controlar posibles rebeliones de los moriscos que
poblaban estas monta–as y las cubrieron de bancales y muros de
piedra. Los moriscos eran habitantes de tradici—n musulmana en
la Valencia cristiana que acabar’an siendo expulsados en 1609. Es
recomendable el itinerario (se–alizado como Sendero de Peque–o
Recorrido) que parte de Cases de B rnia (Xal—) por la vertiente
norte hasta el Forat de B rnia, una espectacular tœnel natural que
atraviesa la cresta. Una vez cruzado se regresa por la vertiente sur
pasando por el Fort. La excursi—n ofrece unas privilegiadas panor‡micas
sobre la bah’a de Altea.
MACIZO DEL MAIGMî Y SIERRA DE LÕARGUENYA
Las sierras de lÕArguenya o Carrascar de Castalla y el macizo del Maigm—
separan la Foia de Castalla, al este, del valle del Vinalop—, al
oeste. Las monta–as de lÕArguenya, con formaciones vegetales de
pinar y matorral, culminan en la Replana de la Font del Llop (1.228
m). Destaca en ellas el Pou del Neu del Carrascar de planta hexagonal
y cuya b—veda de sillares est‡ recubierta de grandes lajas de piedra
tallada. El macizo del Maigm— (1.296 m) conserva amplios pinares y
formaciones de carrascal; desde la cumbre o desde el llamado Balc—n
de Alicante se disfruta de una extensa panor‡mica. A sus pies se halla
el hist—rico embalse de Tibi (1595) construido para almacenar las
aguas del r’o Verd y regar las huertas de Alacant. Diversos senderos
se–alizados invitan al paseo.
TABARCA Y EL PARQUE NATURAL DE LAS SALINAS
DE SANTA POLA
En este antiguo humedal cercano a Santa Pola, se instalaron a principios
del s. XX salinas en el Bra del Port, el Pinet, etc. que transformaron
por completo su fisonom’a. El actual parque natural protege
diversos ambientes: las explotaciones salineras cercanas al mar, las
balsas de agua dulce permanentemente inundadas y sus ‡reas perifŽricas;
y una franja de terreno cultivado. La fauna y la flora se adaptan
a las condiciones de humedad y de alta salinidad. Son espectaculares
las concentraciones de flamencos que llegan a sumar varios
millares de ejemplares. Las dunas del Pinet son otro punto de interŽs
del parque, que tiene su Centro de Informaci—n en el Museo de la Sal de
Santa Pola (tel. 96 669 35 46). Cerca de Santa Pola se encuentra la Isla
Plana de la Nueva Tabarca (Alacant) o simplemente Tabarca, cuyos
valiosos ecosistemas costeros y marinos han merecido la declaraci—n
de Reserva Natural Marina. Hay servicio de barcos desde el puerto de
Santa Pola y tambiŽn desde Alicante.

PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA
Y TORREVIEJA
En los términos municipales de Torrevieja, Los Montesinos y Guar-
damar del Segura se extienden las Lagunas de la Mata y Torrevie-
ja. Esta es utilizada como salina: un saloducto proveniente del
Cabeç de la Sal (Pinoso) aporta la salmuera que se dejará secar
hasta obtener la sal. Ambos humedales constituyen una importan-
te área de nidificación e hivernada para más de un centenar de
aves como el flamenco, zampullín cuellinegro o diversas especies
de patos. Al norte de la Laguna de la Mata y en la desembocadura
del río Segura, se encuentran las dunas de Guardamar, fijadas
mediante la repoblación de pinos y otras especies para impedir que
su avance cubriera la población. El Centro de Información del par-
que natural se halla ubicado en la Casa Forestal de la Mata (tel. 96
692 04 04).
Al sur de la Comunidad Valenciana, diversas zonas hœmedas constituyen
un enclave de importancia internacional por su flora y fauna.
PARQUE NATURAL DEL FONDÓ Y EL PALMERAL
D'ELX
Las obras de bonificación y desecación del cardenal Belluga (s. XVIII)
redujeron la amplia extensión de l’Albufera d’Elx. Lo que resta de
aquel humedal original son Les Salines de Santa Pola y el Fondó u
Hondo que junto a las Lagunas de la Mata y Torrevieja constituyen
un triángulo de zonas húmedas de excepcional importancia por su
singular flora y por sus poblaciones de aves y peces. El Parque Natu-
ral del Fondó se extiende por los términos de Elx y Crevillent con
ambientes diversos, según el grado de encharcamiento y la calidad
de las aguas. El papel del Fondó es tanto ecológico como agrícola,
ya que el agua de sus embalses sirve para el riego. Cuenta con un
Centro de Información en la San Felipe Neri en Crevillente (tel. 96 667 85 15).
La visita al parque puede completarse con la de la histórica y monu-
mental ciudad de Elx y su palmeral, conjunto de huertos de palme-
ras de gran belleza paisajística. Considerado el mayor de Europa, fue
declarado patrimonio de la Humanidad en el año 2000 y cuenta con
más de 200.000 ejemplares y 150.000 m 2 de superficie.

LOS LUGARES MçS ELEVADOS...
La Comunidad Valenciana, como tantos otros lugares mediterr‡neos,
es muy monta–osa. Su altitud media sobrepasa los 500 m; y cerca
de una cuarta parte de su territorio supera los 800 m. Los relieves
ibŽricos que se extienden entre La Plana de Utiel-Requena y Els
Ports forman un vasto conjunto de tierras altas, en la que una veintena
de poblaciones se ubican por encima de los 1.000 m. Las m‡s
elevadas se hallan en las comarcas castellonenses: Vistabella del
Maestrazgo se encuentra a 1.246 m; Coratxˆ a 1.235 m; Ares del
Maestre a 1.194 m; Castellfort a 1.181 m; Castell de Cabres a 1.134;
Villafranca y sus modernas f‡bricas textiles a 1.125 m; y Culla a
1.121 m. En las comarcas valencianas, los pueblos m‡s altos son La
Yesa a 1.008 m; le siguen Puebla de San Miguel (1.000 m), Alpuente
(974 m) y Vallanca (950 m). Las monta–as bŽticas accidentan la
parte sur del territorio valenciano, pero en ellas las poblaciones
alcanzan menor altitud. As’ las m‡s elevadas de las comarcas alicantinas
son Banyeres de Mariola (816 m), Confrides (785 m), La
Torre de les Ma anes (788 m) y Tollos (773 m). La visita a cualquiera
de estos pueblos y su entorno depara una grata sorpresa por su
patrimonio cultural y por el interŽs paisaj’stico de sus emplazamientos.
...Y LOS MçS PROFUNDOS
En las comarcas septentrionales se hallan los pueblos m‡s elevados:
Vilafranca o en la Tinen a de Benifassˆ (p‡gina izquierda). TambiŽn el
interior de las cuevas o los fondos marinos son paisajes valencianos.
En el territorio valenciano predominan las litolog’as calizas que,
bajo climas pretŽritos, fueron objeto de una intensa carstificaci—n:
modelado del paisaje con formas espec’ficas (cavidades,
ca–ones, simas, poljŽs, dolinas, etc.) debido a la disoluci—n de
la roca caliza. Se cuentan alrededor de 5.000 cavidades todas
ellas protegidas por la vigente Ley de Espacios Naturales de la
Comunidad Valenciana. Hay cavidades de grandes dimensiones y
de especial interŽs por su geomorfolog’a (cuevas submarinas;
cuevas en yesos; cuevas inundadas; formaciones; etc.) o por ser
el h‡bitat de singulares formas de vida animal y vegetal. La
mayor’a s—lo pueden ser visitadas en recorridos que exigen el
conocimiento de tŽcnicas de espeleolog’a. Pero se cuenta tambiŽn
con varias cuevas habilitadas para la visita tur’stica. Les
Coves de Sant Josep (La Vall dÕUix—) est‡n formadas por la surgencia
de un r’o subterr‡neo que se recorre en barca. La Cueva
de Don Juan (Jalance) cuenta con interesantes formaciones y se
halla en el valioso entorno del Valle de Ayora. La Cova del Rull
(La Vall dÕEbo) es una obligada visita para quienes recorren las
monta–as de La Marina Alta. En la legendaria Cova de les Calaveres
(Benidoleig) se encontraron importantes restos arqueol—gicos.
La Cova dels Canelobres (Busot) impresiona por sus grandes
dimensiones Ðen ocasiones se han celebrado conciertos en su
interiorÐ y sus espectaculares formas.

info
NOTAS PRçCTICAS
La Comunidad Valenciana cuenta con un completo servicio de
informaci—n tur’stica que le ayudar‡ a preparar su viaje y le atender‡
durante la realizaci—n del mismo. Abundantes publicaciones
tur’sticas le permitir‡n conocer los paisajes valencianos y escoger
aquellos que desea visitar. En la red Tourist Info, formada por
m‡s de 90 oficinas, le atender‡ personal profesional y encontrar‡
folletos y publicaciones tur’sticas.
Tourist Info Alicante
Rambla MŽndez Nœ–ez, 23 á 03002 Alacant
Tel. 96 520 00 00 á Fax: 96 520 02 43
Correo electr—nico: touristinfo.alicante@turisme.m400.gva.es
Tourist Info Castell—n
Pl. Mar’a Agustina, 5 á 12003 Castell— de la Plana
Tel. 96 435 86 88 á Fax: 96 435 86 89
Correo electr—nico: touristinfo.castell—n@turisme.m400.gva.es
Tourist Info Valencia
Paz, 48 á 46003 Valencia
Tel. 96 398 64 22 á Fax: 96 398 64 21
Correo electr—nico: touristinfo.valencia@turisme.m400.gva.es
Puede ampliar esta informaci—n en la direcci—n de Internet:
www.comunitatvalenciana.com.
CîMO LLEGAR A LA COMUNIDAD VALENCIANA
La Comunidad Valenciana est‡ conectada por numerosos vuelos
charter y l’neas regulares a travŽs de sus dos aeropuertos: el de
Manises, junto a la ciudad de Valencia; y el de El Altet (Elx). En
Valencia, Gandia, DŽnia y Alacant dispone de puertos mar’timos
con l’neas regulares de viajeros. Hay adem‡s un gran nœmero de
puertos pesqueros y deportivos donde es posible atracar si se
llega con una embarcaci—n de recreo. Las comunicaciones por
ferrocarril y autobœs de l’nea son r‡pidas y frecuentes hacia
todas las ciudades y regiones espa–olas; as’ como con algunas
ciudades europeas.
Si se accede por carretera, el eje b‡sico de comunicaciones es el
formado por la autopista A-7 y la carretera N-340, que discurren
paralelas a la costa y conectan las principales ciudades valencianas.
Para desplazarse por las comarcas de interior de la Comunidad
Valenciana puede emplear la red de autobuses pœblicos y las
l’neas de ferrocarril. Si utiliza su veh’culo encontrar‡ una moderna
y cuidada red de carreteras, pero le recomendamos disfrutar
de los paisajes conduciendo con prudencia. A la entrada de todas
las poblaciones valencianas encontrar‡ una se–al con indicaci—n
de los recursos y atractivos tur’sticos.

N-301
PAISAJES
N-420
N- 322
N-301
Ríos
N-420
500 - 1000 m
-7
18
Superior a 1000 m
N-234
A-3
N-330
N- 322
N-330
14 Ademuz
Utiel
río Cabriel
Espacios Naturales Protegidos
Aeropuertos
Requena
N-301
N-330
N-420
N-234
A-7
N-330
N-420
16 Chelva
Ayora
17
19
N-344
Villena
N-340
río Vinalopo
N-330
Elda
N-325
río Turia
34
río Segura
9
36
A-7
Lliria
A-3
N-330
N-332
N-340
N-234
VALENCIA
Ontinyent
N-340
ALICANTE
Elx
35
37
Orihuela
31
Segorbe
N-430
Xàtiva
30
7
15
58
25
51
20 59
67
N-225
N-332
río JucarAlzira
23
Alcoi
35
6
río Mijares
A-7
50
Sant Mateu Vinaròs
4 5
43
46
47
48
49
21 Gandia
60
66
N-340
3
24
BENIDORM
N-332
65
N-232
Lucena del Cid
8
río Palancia
río Serpis
61 22
26
32
Morella
2
N-332
13 45
62
33 63
64
A-7 A-7
1
N-232
A-7
44
CASTELLÓN
Dénia
27
28
29
11
N-340
10
A-7
42
N-340
12
M A R M E D I T E
R R Á N E O
Mapa de localizaci—n de las zonas de interŽs paisaj’stico y parques naturales.
1. La Tinença de Benifassà
2. Valle del río Cérvol y Serra del Turmell
3. Els Ports de Morella: paisajes de piedra
4. L’Alt Maestrat, un Mediterráneo montañés
5. Pinturas y barrancos: la Valltorta
6. El macizo del Penyagolosa
7. Cuenca alta del Mijares
8. Parque Natural de la sierra de Espadán y sierra de Espina
9. Cuenca alta del Palancia
10. Parque Natural de la Sierra de Irta y Reserva Natural Marina de Irta
11. Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca
12. Parque Natural de las Islas Columbretes
13. Parque Natural del Desert de les Palmes
14. El Rincón de Ademuz
15. Parque Natural de la Sierra Calderona
16. El Alto Turia
17. El río Reatillo y la sierra del Tejo
18. El curso del río Cabriel
19. La Muela de Cortes y el macizo del Caroig
20. Las sierras de Corbera y de les Agulles
21. Macizo del Montdúver y sierra del Buixcarró
22. Sierras de la Safor y de l’Almirall
23. Sierras de Benicadell y Agullent
24. El litoral de Valencia
25. Parque Natural de l’Albufera
26. Parque Natural de la Marjal de Pego y Oliva
27. Parque Natural del Montgó
28. Parque Natural del Penyal d’Ifac
29. Del cabo de Sant Antoni al cabo Blanc
30. Parque Natural de la Sierra Mariola
31. Parque Natural del Carrascar de la Font Roja
32. Sierra Aitana y el Puig Campana
33. Sierra de Bèrnia
34. Macizo del Maigmó y sierra de l’Arguenya
35. Tabarca y Parque Natural de las Salinas de Santa Pola
36. Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja
37. Parque Natural del Fondó

© Ag ncia Valenciana del Turisme
Texto: Jorge Cruz
Fotograf’as: E. Cant—, Grupo
Panor‡mica y Taller Fotogr‡fico.