17/10/2008, 12:26 - Comunistes

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puede, yo también. Conocí la forma de gobierno
de Rusia y los ideales que defendía el
Partido Comunista, sobre todo, la lucha por
la defensa de los trabajadores.
En 1935 ingresé en el Partido. Estábamos
en clandestinidad, pero el P.C.E se hacía grande
día a día. Nos reuníamos tres en la calle, a
la semana siguiente a lo mejor uno llevaba a
otro y entonces se volvía a hacer otra célula,
nunca sabíamos como nos llamábamos. Yo
encontré a uno de mi célula en el hospital
porque había perdido un ojo, y solo sabía de
él que era panadero porque pertenecía a
Artes Blancas.
Dada la situación de miseria y hambre que
tenían los trabajadores y para preparar las
próximas elecciones, se creó lo que se llamó
UHP (Unión de Hermanos Proletarios),
que era una unión de partidos de izquierdas.
En el 36, como las mujeres ya estábamos
más desenvueltas cuando gana la izquierda,
nos lanzamos al trabajo para hacer
lo que cada una podía o sabía hacer, sin una
verdadera preparación, porque todas no éramos
como Lina Ódena.
La defensa por los derechos recién adquiridos,
hizo que cuando empezó la guerra todas
las mujeres nos lanzáramos a la lucha, dentro
de las posibilidades de cada una. En mi caso,
como era enfermera, a la mañana siguiente
del 18 de Julio estaba ayudando a formar un
hospital de sangre, pero igual que yo había
otras compañeras que hacían lo mismo, se
lanzaban a la lucha con todo lo que tenían.
Recuerdo por ejemplo a Manola Rodríguez
que vio venir un camión con enfermos y
muertos y oyó que habían quedado fusiles
sin hombres, entonces cogió y se marcho al
frente o el caso de Rosario la Dinamitera que
estaba en un almacén sacando armamento
del sótano y tenía una bomba en la mano cuando
le avisaron que la tirara por que iba a explotar
y por no tirarla hacia adelante, porque
había personas a su alrededor, dio media vuelta
y le explotó en la mano. Las mujeres en la
guerra luchabamos con lo que podíamos.
Madrid estaba rodeada, toda la ciudad era
frente, solo quedaba libre la carretera de Valencia,
y se defendió con voluntariado desde
el primer día. El primer batallón que se constituyó
fue el 5º Regimiento que lo organizó
el Partido Comunista. A partir de ese momento
se fueron formando más batallones
y las mujeres que estaban en el frente pasaron
a la retaguardia, ocupándose de las necesidades
de la ciudad y sus habitantes, al
mismo tiempo que se procupaban por obtener
víveres para los soldados y todo tipo
de intendencia que les hacía falta; ropa, mantas,
papel, útiles de aseo…
Seguramente ese hubiera sido el destino de
Lina si no la hubieran matado tan joven. Apenas
había empezado la guerra y la mataron
en el frente de Granada. En Madrid, Barce-