Producción de Pitahaya.pdf

Dirección
Agrícola
Monografía de la producción de pitaya
M. C. Felipe de Jesús Ramírez Mireles
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Secretaría de Desarrollo Rural del Estado de Puebla
Derechos Reservados 2007. Se autoriza el uso de la información contenida en este
documento para fines de enseñanza, investigación y divulgación del conocimiento, así
mismo se solicita se den los créditos correspondientes y se notifique a la Secretaría de
Desarrollo Rural del Estado de Puebla.
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26 Norte 1202, Edificio “B”, Col. Humboldt.
Tel. 777-6559
Correo electrónico: cadenasproductivas@sdr.gob.mx
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DIRECTORIO
Lic. Mario Marín Torres
Gobernador Constitucional del Estado de Puebla
Ing. F. Alberto Jiménez Merino
Secretario de Desarrollo Rural del Estado de Puebla
M.V.Z. Miguel Ángel Estrada Calderón
Subsecretario de Ganadería y Acuacultura
Ing. Anselmo Venegas Bustamante
Subsecretario de Agricultura
Dra. Amy Arellano Huacuja
Coordinadora General de Cadenas Productivas
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1. INTRODUCCIÓN.
2. PROPIEDADES DE LA PITAYA.
INDICE
3. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL MUNDIAL.
4. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL NACIONAL.
5. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL ESTATAL.
6. INDUSTRIALIZACIÓN.
7. USOS.
8. COMERCIALIZACIÓN
9. ORGANIZACIÓN.
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1. INTRODUCCIÓN.
La pitaya, Stenocereus sp es una fruta del grupo de las cactáceas, de consumo tradicional y
considerada exótica. Aunque esta fruta esta cubierta de espinas, al madurar estas se
desprenden con facilidad. Con este nombre, también se denomina a otros frutos similares
de cactáceas de los géneros Hylocereus y Selenicereus, sin embargo en esta monografía
solo se trataran de aquellos de interés del género Stenocereus.
Estas frutas han sido aprovechada desde tiempos anteriores a la colonia española por los
nativos de América, conocida como “Teonochtli” en la cultura Mexica, como “dichi” en la
cultura Mixteca, donde tuvo gran importancia en la misma y como pitaya en las antillas,
donde los españoles entraron en contacto por primera vez con este tipo de fruta y razón por
la cual se difundió este nombre en el resto de las regiones donde se conocía. Actualmente
solo en México tiene importancia económica relevante, sin embargo, de manera local en
otras regiones son importantes para las zonas rurales, tanto de Centroamérica y Sudamérica
y recientemente en países como Israel, donde se ha introducido algunas especies de los
géneros Stenocereus y Cereus.
Son diferentes las especies del género Stenocereus que producen pitayas, siendo las más
importantes la pitaya de mayo (S. griceus en la mixteca y S. queretaroensis en el Pacífico
Norte), la Pitaya de aguas del Pacífico Norte (S. fricii) y el xoconoxtle (S. stellatus). Otros
frutos similares de otros géneros son la Jiotilla (Escontria chiotilla), Chende (Polaskia
chende) Chichipe (P. chichipe), Tetetzo (Pachycereus weberi) y Chimalayo (P.
marginatus). En Sudamérica un género similar a las pitayas es Cereus, del que sobresale C.
peruvianus como de importancia local y que se ha estado fomentando como cultivo.
Las pitayas son apreciadas por su sabor jugoso y dulce, pero lamentablemente su
distribución comercial abarca principalmente mercados locales debido a que son frutos muy
delicados después de cosechados siendo muy perecederos y soportando poco recorridos
largos. También son frutos de estación corta de producción, estando disponibles en unos
cuantos meses del año. Actualmente se esta promoviendo el procesamiento de estos frutos
de tal forma que puedan ser aprovechados y disfrutados durante más tiempo del año.
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Pitaya de Mayo S. griceus Pitaya Xoconoxtle S. stellatus
2. PROPIEDADES DE LA PITAYA.
La pitahaya se consume principalmente por ser un fruto refrescante y sabor muy dulce. Sin
embargo los frutos cuentan con propiedades nutricionales de buen nivel, pero sobre todo
cuentan con propiedades orgánicas que promueven la buena salud.
Como en otros frutos cactáceos, tienen propiedades digestivas que ayudan a la buena
digestión y evitan la congestión intestinal. Las pitayas cuentan con una gran cantidad de
pigmentos rojos del grupo de la betalainas, que tienen propiedades antioxidantes y que
disminuyen las probabilidades de formación de cáncer y ataques del corazón.
3. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL MUNDIAL.
Las pitayas del género Stenocereus, se puede decir que solo en México se explotan, ya sea
como recolección de las áreas naturales, como cultivo de huertas de traspatio o huertas
comerciales. Recientemente en Israel, buscando materiales vegetales que se adaptaran a sus
condiciones climáticas, se han estado investigando especies de este género con el propósito
de explotarlas comercialmente. Por esta, se puede considerar que por el momento,
mundialmente México no cuenta con países competidores en el mercado de las pitayas.
Existe un tipo de pitaya sin espinas, llamada Kuobo (Cereus peruvianus), que podría ser
competitivo con los tipos mexicanos, el cual se produce a pequeña escala en Sudamérica y
recientemente en Israel.
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Koubo Cereus peruvianus Plantación de Kuobo en Israel
4. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL NACIONAL.
sureste del Eje Volcánico Transversal. (Sánchez, 1984).
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En México el género Stenocereus se
distribuye en casi toda la República
Mexicana, desde la Península de Baja
California, en la vertiente del Pacífico
desde Sonora hasta Chiapas y en la
vertiente del Golfo de México, desde
Veracruz hasta Tamaulipas (Bravo,
1978), siendo más abundante al sur y
Existen dos grandes regiones donde se explotan las pitayas. En la Subcuenca de Sayula, que
incluye parte de los estados de Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Querétaro,
donde se estima una superficie de 1000 has, donde predomina la pitaya de mayo (S.
queretaroensis) y en menor proporción la pitaya de aguas (S. fricii). De la pitaya de mayo,
existen variedades como “Blanca”, “Amarilla”, “Mamey”, “Rosada”, “Enchilada”, “Pitire-
Pachón”, “Pachona”, que oscilan entre 30 y 75 g de peso. Los colores de la pulpa van desde
el blanco, amarillo, naranja y hasta el rojo intenso. La pitaya de aguas se distribuye más en

el estado de Michoacán y se mencionan variedades como la “Roja Grande”, “Roja Chica”,
“Amarilla”, “Guinda”, que tienen un peso entre 120 y 300 g. Los colores de estas frutas van
del amarillo, naranja, rojo y hasta rojo intenso. La mayoría de estas variedades tienen la
desventaja de partirse al llegar a la madurez, por lo que su consumo debe de ser de
inmediato.
La otra región de producción de pitaya se encuentra
en la mixteca, ubicada en los estados de Oaxaca y
Puebla, donde se concentran alrededor de 690 has,
en su mayoría de pitaya de mayo (S. griceus) y en
menor proporción por pitaya Xoconoxtle (S.
stellatus).
La pitaya de mayo, por su ancestral origen y antiguo
ligamiento a la vida de los pobladores de la Mixteca,
desde antes de la conquista, presenta una gran
variabilidad de materiales cultivados, siendo en una
buena medida, endémicos de alguna región o
población en específico. De esta forma, en ocasiones
las variedades, aunque similares entre poblaciones
vecinas, tienen nombres diferentes. Entre la
variedades más distribuidas son “Amarilla”, “Jarro”,
“Espina Negra”, “Cántaro”, “Burra”, “Sandía”,
“Chicalía”, “Liquit”, “Abrileña”, “Hormiga”, entre
otros más. El tamaño de los frutos varía mucho de
acuerdo de la variedad, siendo desde 100 g, en
“Hormiga” y hasta cerca de 800 g en algunas
variedades como “Burra”. El color de los frutos varia desde el amarillo pálido en “Liquit”,
rosa pálido en la “Rosada”, amarillos, naranjas, como “Kua” hasta el rojo intenso como la
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“Espina Negra”. Estas variedades propiamente no se parten al madurar, solo cuando se
presentan las lluvias en la madurez fisiológica ocurre este fenómeno.
Por su parte, la pitaya xoconoxtle, se conforma en
su mayoría por variedades rústicas, formando
cercas vivas, sin embargo, en huertas tipo
comerciales, existen diversas variedades de buena
calidad, entre las que se mencionan “Kaya
Kushi”, Blanca de sabor dulce “Kaya Kua”, de
color amarilla, “Dichi n`doko”, roja grande y
dulce de cerca de 300 g, “Cuyera”, roja de menos
de 100 g entre otras. Estas variedades tienden a
abrir poco, solo cuando el agua es excesiva en la
maduración.
5. EL CULTIVO DE LA PITAYA A NIVEL ESTATAL.
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En tiempos anteriores, existía una gran
área de cultivo de pitaya, en la Mixteca,
en el Valle de Tecamachalco y Valle de
Tehuacán. Sin embargo, por la apertura
de pozos y disponibilidad de riego en los
Valles de Tehuacan y Tecamachalco, la
superficie fue disminuyéndose
considerablemente. En la actualidad, en
casi toda la Mixteca, se puede localizar pitayos, sin embargo esto es en pequeña escala, en
huertos de traspatio. Por la disminución en la disponibilidad de agua, incluso para beber, se
ha retomado el establecimiento de huertas de pitaya, como una mejor opción a los cultivos
anuales.