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The New Life Mission<br />

COMIENCE A lEER<br />

TABLA de CONTENIDOS<br />

G U<br />

UADEL SUARIO<br />

I`


Al pueblo de Jesucristo, Rey de reyes<br />

El Apóstol Mateo nos dice que la Palabra de Jesús se dijo a todo el mundo, ya<br />

que él veía a Jesús como el Rey de reyes. Ahora, cristianos de todas partes del<br />

mundo que acaban de nacer de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

que nosotros difundimos, están ansiosos por alimentarse del pan de vida. Sin<br />

embargo es difíc<strong>il</strong> mantener una relación de hermandad con ellos porque están lejos<br />

de nosotros.<br />

Por lo tanto, para satisfacer las necesidades espirituales de este pueblo de<br />

Jesucristo, el Rey de reyes, han sido preparados estos sermones como un nuevo pan<br />

de vida para que puedan fomentar su crecimiento espiritual. El autor afirma que<br />

aquellos que han recibido la remisión de los pecados al creer en la Palabra de<br />

Jesucristo, el Rey de reyes, deben alimentarse de Su Palabra pura para defender su<br />

fe y sustentar sus vidas espirituales.<br />

Este <strong>libro</strong> les proporcionará verdadero pan de vida espiritual a todos los que se<br />

han convertido en el pueblo real del Rey por su fe. Dios seguirá proporcionándoles<br />

este Pan de vida a través de Su Iglesia y Sus siervos. Que la bendición de Dios esté<br />

con todos ustedes que han nacido de nuevo del agua y el Espíritu y que desean tener<br />

una verdadera relación de hermandad con nosotros en Cristo Jesús.<br />

◄ Contenido ►


Serie de crecimiento<br />

espiritual de<br />

Paul C. Jong<br />

Serie 1<br />

El Evangelio según Mateo (I)<br />

Serie de crecimiento<br />

espiritual de<br />

Paul C. Jong<br />

Serie 1<br />

El Evangelio según Mateo (I)<br />

PAUL C. JONG<br />

Hephzibah Publishing House<br />

Un ministerio de THE NEW LIFE MISSION<br />

SEÚL, COREA<br />

◄ Contenido ►


Serie de crecimiento espiritual de Paul C. Jong Serie 1<br />

El Evangelio según Mateo (I)<br />

Copyright © 2004 by The New Life Mission<br />

Todos los derechos reservados.<br />

La reproducción total o parcial de este <strong>libro</strong>, no autorizada<br />

por la editorial, vulnera derechos reservados. Cualquier<br />

ut<strong>il</strong>ización deber ser previamente concertada.<br />

Las citas de las Escrituras son de la Sagrada Biblia:<br />

Versión directa de las lenguas originales (Nacar –<br />

Colunga).<br />

ISBN 89-8314-554-4<br />

◄ Contenido ►


Prólogo ----------------------------------------------- 8<br />

CAPÍTULO 1<br />

La genealogía de Jesucristo<br />

(Mateo 1:1-6) ----------------------------------- 12<br />

Demos gracias a nuestro Señor Jesús<br />

que vino a salvarnos<br />

(Mateo 1:18-25) -------------------------------- 20<br />

Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

(Mateo 1:18-25) -------------------------------- 33<br />

CAPÍTULO 2<br />

¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

(Mateo 2:1-12) ---------------------------------- 53<br />

Tabla de contenidos<br />

CAPÍTULO 3<br />

Difundir el verdadero Evangelio y la obra<br />

justa de Jesús<br />

(Mateo 3:1-17) ----------------------------------- 64<br />

Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

(Mateo 3:13-17) -------------------------------- 75<br />

CAPÍTULO 4<br />

La bendición de temer y servir a Dios<br />

(Mateo 4:1-11) -------------------------------- 110<br />

CAPÍTULO 5<br />

El sermón de la montaña<br />

(Mateo 5:1-16) -------------------------------- 125<br />

◄ Página de Cubierta ►


CAPÍTULO 6<br />

La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

(Mateo 6:1-15) -------------------------------- 147<br />

La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

(Mateo 6:5-15) -------------------------------- 172<br />

Vivan con sus corazones en el Señor<br />

(Mateo 6:21-23) ------------------------------ 192<br />

No se preocupen por sus vidas y pongan su<br />

confianza solo en Dios<br />

(Mateo 6:25-34) ------------------------------ 202<br />

Bástele a cada día su afán<br />

(Mateo 6:34) ---------------------------------- 221<br />

CAPÍTULO 7<br />

Al creer en el poder del Evangelio debemos<br />

entrar por la puerta estrecha<br />

(Mateo 7:13-14) ------------------------------ 232<br />

¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por<br />

el Señor en el último día?<br />

(Mateo 7:21-23) ------------------------------ 240<br />

La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

(Mateo 7:20-27) ------------------------------ 250<br />

Solo podemos entrar en el Cielo cuando<br />

conocemos y creemos en la voluntad de<br />

Dios Padre (Mateo 7:21-27) ---------------- 273<br />

Estén alerta de los falsos profetas que solo<br />

van detrás de su dinero<br />

(Mateo 7:13-27) ------------------------------ 282<br />

◄ Página de Cubierta ►


CAPÍTULO 8<br />

La curación de los leprosos espirituales<br />

(Mateo 8:1-4) ---------------------------------- 301<br />

“Di solo una palabra”<br />

(Mateo 8:5-10) -------------------------------- 324<br />

Primero sigue al Señor<br />

(Mateo 8:18-22) ------------------------------- 339<br />

◄ Página de Cubierta ►


8 Prólogo<br />

Prólogo<br />

A lo largo y ancho del mundo, mucha gente<br />

está recibiendo la remisión de sus pecados.<br />

Como consecuencia de ello, necesitamos gente<br />

para guiarlos y mostrarles el camino del Señor.<br />

Deberíamos reunir a todos aquellos que han<br />

recibido la remisión de sus pecados en una<br />

Iglesia. Espero fervientemente que aparezcan<br />

muchos líderes en todas las naciones del mundo.<br />

Me gustaría poder mandar a todo mi personal de<br />

trabajadores por todo el mundo como mensajeros<br />

de Dios, como misioneros. Sin embargo, si los<br />

mandara a otras naciones, ¿quién apoyaría aquí<br />

el Evangelio de la Justicia por la obra de Dios<br />

como los botones ornamentales de un<br />

candelabro? Así, espero que surjan trabajadores<br />

de Dios en todas y cada una de las naciones.<br />

◄ Contenido ►


Esta publicación es el primer <strong>libro</strong> de mis<br />

series de crecimiento espiritual para los futuros<br />

líderes de los redimidos. Mientras sirvo al Señor,<br />

creo que la gente de Dios se levantará. En<br />

anticipación a los futuros líderes, he preparado<br />

estos sermones previamente grabados en cintas y<br />

que ahora os presento aquí. Estos sermones, que<br />

han sido traducidos y editados con la intención<br />

de preparar a los líderes del mañana, os harán<br />

llegar a vuestros corazones mensajes para<br />

alimentar el alma.<br />

Creo firmemente que estos sermones serán<br />

alimento espiritual para todos. Debido a que nos<br />

es imposible mantener una relación de<br />

hermandad cara a cara con todos los creyentes y<br />

trabajadores de Dios de otras naciones, espero<br />

que al compartir este <strong>libro</strong> pueda estar en unión<br />

espiritual con aquellos que ya creen el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu. Demos gracias porque Él<br />

9 Prólogo<br />

nos ha hecho Sus trabajadores, alimentándonos<br />

con el Pan de la Vida.<br />

Hasta ahora hemos publicado 10 <strong>libro</strong>s en<br />

inglés y nos hemos dado cuenta que aquellos que<br />

han leído los <strong>libro</strong>s dan gracias por haber<br />

recibido la remisión de sus pecados al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Ahora, a través<br />

de los sermones para el crecimiento espiritual,<br />

testificaré una vez más que el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu es la única verdad que da vida.<br />

Estoy seguro de que entonces llegarán a darse<br />

cuenta que las Escrituras está llenas de la verdad<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu. Y al final,<br />

toda la gente del mundo entenderá que el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu es la única<br />

verdad. Una vez hayan aceptado la verdad y<br />

desechado su fe basada en meras emociones, sus<br />

corazones se llenarán del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que es el único camino hacia la<br />

redención eterna. Por tanto, gente de todas partes<br />

◄ Contenido ►


vivirá como los discípulos de Cristo. Entonces,<br />

nos convertiremos en instrumentos para salvar a<br />

las almas perdidas y haremos Su obra por las<br />

ovejas perdidas en todo el mundo con la fe en el<br />

poder del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Así como una planta florece y da fruto, creo<br />

que el poder del verdadero Evangelio, no sólo<br />

bendice a aquellos que creen en él, sino que<br />

también les permite vivir como trabajadores de<br />

Dios. Serán bendecidos física y espiritualmente.<br />

Ahora, los trabajadores de Dios en todas las<br />

naciones sembrarán las sem<strong>il</strong>las del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu y salvarán un número<br />

incontable de pecadores. Mientras predicamos el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, continuamos<br />

ganando. Daremos más frutos de Dios con la fe<br />

en el verdadero Evangelio. Vivimos en tiempos<br />

de cosecha y recogeremos una gran cantidad de<br />

frutos de salvación. Ahora, creeremos en Sus<br />

palabras, le daremos gracias y le glorificaremos.<br />

10 Prólogo<br />

Si Dios lo quiere, haremos todas estas cosas y<br />

más. Y creo que nos bendecirá a todos y cada<br />

uno de nosotros. Que Dios les dé abundantes<br />

bendiciones físicas y espirituales, las bendiciones<br />

de la santa fe del Cielo y la gordura de la tierra, a<br />

todo aquel que cree en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. <br />

Paul C. Jong<br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

1<br />

◄ Contenido ►


La genealogía de Jesucristo<br />

< Mateo 1:1-6 ><br />

“Genealogía de Jesucristo, hijo de David,<br />

hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac,<br />

Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos;<br />

Judá engendró a Fares y a Zara en Tamar;<br />

Fares engendró a Esrom, Esrom a Aram,<br />

Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón,<br />

Naasón a Salmón, Salmón a Booz en Rahab;<br />

Booz engendró a Obed en Rut; Obed<br />

engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David,<br />

David a Salomón en la mujer de Urías.”<br />

Para formar parte de la genealogía de<br />

Jesucristo debemos creer en Su Salvación. En<br />

otras palabras, creer en Su Salvación es la única<br />

manera de formar parte de su genealogía.<br />

12 La genealogía de Jesucristo<br />

Nuestro Padre no mandó ángeles para<br />

salvarnos, sino que mandó a nada menos que a<br />

Su único Hijo. Fue Jesucristo a quién envió<br />

nuestro Padre Dios para salvarnos de nuestros<br />

pecados. Hizo una alianza para que todo el que<br />

creyera en Jesús, que es el Hijo de Dios y nuestro<br />

Salvador, fuera perdonado por todos sus pecados<br />

de una vez por todas. En este contexto Mateo 1:1<br />

dice: “Genealogía de Jesucristo, hijo de David,<br />

hijo de Abraham.” Aquí “la genealogía de<br />

Jesucristo” se refiere al mundo espiritual, a cómo<br />

podemos convertirnos en hijos de Dios creyendo<br />

en Jesucristo, siendo salvados del poder de la<br />

oscuridad.<br />

Este pasaje describe qué es lo que necesita un<br />

pecador para ser salvado de sus pecados y<br />

convertirse en un hijo de Dios. En otras palabras,<br />

para convertirse en un hijo de Dios, se necesita<br />

tener la misma fe que tuvo Abraham. ¿Qué tipo<br />

de fe se necesita para entrar en el Reino de Dios?<br />

◄ Contenido ►


Tenemos que creer en la Palabra de Dios<br />

exactamente como Abraham lo hizo. ¿Cómo<br />

complació a Dios la fe de Abraham? Creyendo<br />

en la Palabra de Dios en su integridad y<br />

esperando lo que era imposible según la razón<br />

humana. Abraham creyó en la Alianza de Dios<br />

tal y como Él la hizo, aunque fuera más allá de la<br />

imaginación humana. Este es el completo alcance<br />

de su fe. Aunque la mujer de Abraham había<br />

pasado ya la edad de tener hijos y por tanto era<br />

imposible que concibiera un hijo, Abraham creyó<br />

en la Alianza que Dios había hecho con él, de<br />

que su descendencia sería tan extensa como las<br />

estrellas del cielo. Dios consideró este hecho<br />

como justicia y estuvo contento con él. Así fue<br />

como Abraham se convirtió en el padre de los<br />

justos a través de la fe.<br />

Hoy en día, ustedes y yo admiramos a<br />

Abraham como el padre de los creyentes porque<br />

creyó exactamente todo lo que Dios le dijo. De<br />

13 La genealogía de Jesucristo<br />

esta manera, debemos tener la clase de fe que<br />

Abraham tuvo para entrar en el Reino de Jesús.<br />

Esta es la única manera de recibir la remisión de<br />

los pecados y convertirse en una persona justa.<br />

Llegamos a entrar en el Reino de Dios y a recibir<br />

Su Salvación al aceptar a Jesús como nuestro<br />

Señor y Salvador.<br />

¿Cómo debemos creer en Jesús como nuestro<br />

Salvador para formar parte de la genealogía de<br />

Jesucristo? En otras palabras, ¿cómo debemos<br />

creer en la Salvación de los pecadores? Tenemos<br />

que creer en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

tal y como es.<br />

Nuestro Padre mandó a Su Hijo Jesús a este<br />

mundo para ser el Salvador y quitar todo el<br />

pecado del mundo. Por tanto, debemos admitir<br />

que Jesús quitó todo el pecado de los pecadores<br />

al ser bautizado en el río Jordán.<br />

Y la verdadera fe consiste en creer que Él fue<br />

crucificado por nuestros pecados, sangró y murió<br />

◄ Contenido ►


en la Cruz, se levantó de entre los muertos y<br />

salvó a los que creían en Él. “Pero Jesús le<br />

respondió: ‘Déjame hacer ahora, pues conviene<br />

que cumplamos toda justicia’. Entonces Juan se<br />

lo permitió. Bautizado Jesús, salió luego del<br />

agua; y he aquí que se abrieron los cielos, y vio<br />

al Espíritu de Dios descender como paloma y<br />

venir sobre él” (Mateo 3:15-16).<br />

Este pasaje muestra la verdad de cómo Jesús<br />

tomó todos los pecados del mundo en Su<br />

bautismo. Nuestro Dios Padre envió a nuestro<br />

Señor Jesús a los pecadores e hizo que Él tomara<br />

todos nuestros pecados al ser bautizado por Juan<br />

el Bautista para dejar nuestros pecados más<br />

blancos que la nieve y para abrir las puertas del<br />

Reino de Dios. Podemos convertirnos en los<br />

justos al aceptar Su Palabra en nuestros<br />

corazones y formar parte de Su fam<strong>il</strong>ia.<br />

Cualquiera que crea en la obra de Jesús puede<br />

pasar de ser un pecador a estar sin pecado. La<br />

14 La genealogía de Jesucristo<br />

manera de formar parte de la fam<strong>il</strong>ia de Dios es<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Para que un pecador se convierta en un hijo de<br />

Dios, debe tener la fe que cree que Jesús es el<br />

Salvador de los pecadores. En las Escrituras, “el<br />

hijo de David” indica que Jesús es descendiente<br />

de Judá. En el Antiguo Testamento, Dios hizo la<br />

Alianza de que habría reyes en la tribu de Judá,<br />

hijo de Jacob (Génesis 49:10). David es un<br />

hombre de la tribu de Judá de quien se habló en<br />

el Antiguo Testamento. Y Jesús nació de la tribu<br />

de Judá como el Rey. Como Abraham, formamos<br />

parte de la fam<strong>il</strong>ia real al creer en la Palabra de<br />

Dios. Nos convertimos en hijos de Dios<br />

espiritualmente. Y cualquiera que haya pasado a<br />

formar parte de la genealogía de Jesucristo a<br />

través de su fe, se ha convertido además en un<br />

hijo de Dios. Abraham engendró a Isaac, Isaac<br />

engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y sus<br />

hermanos y continuaron engendrando a sus<br />

◄ Contenido ►


descendientes. La gente que cree en la Palabra de<br />

Dios continúa engendrando a los hijos de Dios.<br />

Todos los que llegaron a formar parte de la<br />

genealogía de Jesús a través de la fe fueron<br />

aquellos que habían recibido la misericordia de<br />

Dios; y no fueron aquellos que tenían algo de lo<br />

que jactarse. Ellos eran hum<strong>il</strong>des y déb<strong>il</strong>es, pero<br />

creían en la Palabra de Dios. Por tanto, formaron<br />

una fam<strong>il</strong>ia con el Rey verdadero.<br />

Al formar parte de Su genealogía por la fe,<br />

necesitamos saber lo siguiente: que en la<br />

genealogía de Jesucristo hubo una prostituta<br />

llamada Rahab, así como una mujer llamada Rut,<br />

de los moabitas, los gent<strong>il</strong>es. Entonces, ¿cómo<br />

pudo una prostituta formar parte de la genealogía<br />

de Jesús? Fue por la fe de Rahab que ella pudo<br />

entrar en el Reino de Dios. Dios nos dice que la<br />

única manera de que un pecador se convierta en<br />

un hijo de Dios es creer en Su Palabra. Esto<br />

significa que la verdadera fe no consiste en vivir<br />

15 La genealogía de Jesucristo<br />

una vida recta, realizando buenas obras, sino en<br />

creer en la Palabra de Dios. ¿Cómo puede una<br />

prostituta vivir de acuerdo con la Voluntad de<br />

Dios? Sin embargo, Dios perdonó incluso los<br />

pecados de una prostituta, que había pecado,<br />

mediante la Salvación del Señor. Hasta una<br />

prostituta se pudo convertir en un hijo de Dios<br />

por tener fe en la verdad de la Salvación de Dios.<br />

Esto quiere decir que todo pecador en este<br />

mundo puede convertirse en un hijo de Dios.<br />

La Biblia nos habla de la fe que cree en Él y<br />

Su Palabra. En Mateo 1, la Biblia habla de la fe<br />

de Tamar. ¿Quién es Tamar? Ella era la nuera de<br />

Judá, que se acostó con su suegro. Si lo miramos<br />

desde el punto de vista moral, ¿cómo pudo una<br />

mujer que mantuvo una relación sexual con su<br />

suegro formar parte de la sagrada genealogía de<br />

Jesús? Sin embargo, Tamar fue aprobada por su<br />

fe, porque creía en la Alianza en que su suegro<br />

creía. Pasó a formar parte de la genealogía de<br />

◄ Contenido ►


Jesús a través de su fe en la Palabra que su<br />

suegro le había transmitido.<br />

Era costumbre en Israel que cuando el<br />

primogénito moría, el segundo hijo se daba en<br />

matrimonio a la esposa del primero. Si el<br />

primogénito moría sin descendencia, el suegro<br />

tenía la responsab<strong>il</strong>idad de dar su segundo hijo<br />

en matrimonio a la esposa. Tamar estaba casada<br />

con el hijo primogénito de Judá. Pero este hijo<br />

era malvado a los ojos del Señor, y Dios lo mató.<br />

Así que, según la costumbre, Judá dio su<br />

segundo hijo a Tamar. Sin embargo, el segundo<br />

sabía que la herencia no sería suya y para no<br />

engendrar hijo eyaculaba fuera de su mujer, así<br />

Dios lo mató también. El suegro tuvo que dar su<br />

tercer hijo a su nuera. No obstante, este hijo era<br />

demasiado joven, así que el suegro prometió que<br />

se lo daría cuando éste hubiera crecido. Tamar<br />

esperó al tercer hijo, pero el suegro no se lo dio,<br />

así que Tamar ideó un plan.<br />

16 La genealogía de Jesucristo<br />

Llegó el día del anual del esqu<strong>il</strong>eo de las<br />

ovejas. Entonces Tamar se quitó sus vestidos de<br />

viuda, se envolvió en un velo y se sentó en un<br />

espacio abierto. En Israel las prostitutas debían<br />

taparse la cabeza y la cara con un velo. Cuando<br />

Judá la vio de cuando iba de camino al esqu<strong>il</strong>eo<br />

de ovejas, quiso acostarse con ella. Así que le dio<br />

su sello, su cordón y su cayado como señal y se<br />

acostó con ella. Judá no sabía que esta mujer era<br />

su nuera. Meses más tarde, el embarazo de<br />

Tamar empezó a notarse. Se consideró adulterio,<br />

ya que era viuda por aquel entonces. En Israel,<br />

los adúlteros tenían que ser castigados siendo<br />

apedreados o quemados. Judá planeaba lapidarla,<br />

pero Tamar dijo entonces: “Estoy embarazada<br />

del hombre al que pertenecen este sello y este<br />

cayado.” Estos eran la señal que Judá dejó a la<br />

prostituta. Por tanto, Judá los reconoció y Tamar<br />

pudo engendrar hijos para continuar el linaje.<br />

◄ Contenido ►


Eso nos demuestra que Dios bendice a la gente<br />

que cree en Su Palabra de Alianza y vive según<br />

ella. Del mismo modo, todo aquel que entra a<br />

formar parte de la genealogía de Jesús, lo hace a<br />

través de la fe en la Palabra de Dios. Como está<br />

escrito en el pasaje: “Judá engendró a Fares y a<br />

Zara en Tamar”, Tamar dio a luz gemelos y<br />

continuó la genealogía de Jesús por su fe en la<br />

alianza que Dios hizo con Judá. Aquí, ningún<br />

israelita criticó a Tamar diciendo “has hecho<br />

mal”. En cambio alababan a Tamar por su fe,<br />

diciendo que era una fe de bendición. Del mismo<br />

modo, Dios acepta la fe de aquellos que creen en<br />

Su Palabra. Tamar pudo formar parte de la<br />

genealogía de Jesús porque creyó en la alianza de<br />

Dios. Si creemos en la Palabra de Dios, también<br />

nosotros podemos convertirnos en sus hijos.<br />

No nos hacemos justos mediante nuestras<br />

buenas acciones. Todo pecador puede convertirse<br />

en una persona justa y formar parte de la fam<strong>il</strong>ia<br />

17 La genealogía de Jesucristo<br />

de Dios si cree en el evangelio de la Justicia de<br />

Dios. La Biblia nos dice que no es nuestro buen<br />

comportamiento lo que nos hace ser hijos de<br />

Dios. En cambio, nos convertimos en hijos de<br />

Dios por nuestra fe en la Palabra de Alianza de<br />

Dios. Nos convertimos en hijos de Dios y<br />

entramos en el Reino de Jesús mediante nuestra<br />

fe que cree en la Palabra de Dios. Nos<br />

convertimos en hijos de Dios a través de la fe en<br />

la Palabra de Dios. Debemos saber y creer que<br />

somos justos y sin pecado cuando creemos en<br />

Jesús.<br />

La Biblia nos dice que la fe que cree en las<br />

Escrituras tal y como están escritas es la fe que<br />

cree en la Justicia de Dios. Para ser justos al<br />

aceptar en Jesús, tenemos que creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. La palabra<br />

“Santificación” se usa a menudo en todas las<br />

religiones del mundo. Sin embargo, Jesús nos<br />

dice que no hay nadie que haya entrado en el<br />

◄ Contenido ►


Reino de Dios después de haber sido santificado<br />

por sí mismo. Examinemos las Escrituras.<br />

Abraham presentó a su esposa como si fuera su<br />

hermana por el peligro que corría su seguridad.<br />

Isaac hizo lo mismo con su mujer. Abraham<br />

traicionó a su mujer e Isaac hizo lo mismo con la<br />

suya. Tamar y Rahab son también algunos<br />

ejemplos de personas que no podrían haber sido<br />

incluidas en la genealogía de Jesús de no haber<br />

sido por su fe. En el cristianismo, santificación<br />

significa hacerse santo gradualmente. No<br />

obstante, Tamar mantuvo relaciones sexuales con<br />

su suegro, Rahab era una prostituta, y Rut era<br />

una gent<strong>il</strong>. Ninguna de estas mujeres tenía el<br />

estatus para formar parte de la genealogía de<br />

Jesús desde una perspectiva humana. Sin<br />

embargo, la razón por la cual fueron llamadas<br />

justas y entraron a formar parte de la genealogía<br />

de Jesús es su fe absoluta en la alianza de Dios.<br />

Esta es la fe que nos lleva a sr hijos de Dios. A<br />

18 La genealogía de Jesucristo<br />

través de la Palabra de Justicia de Dios, llegamos<br />

a conocer el Evangelio del agua y el Espíritu por<br />

la fe que cree que Jesús es nuestro Salvador. En<br />

otras palabras, el hecho de que nos<br />

encontráramos sin pecado no se debe ni en un<br />

0,0001% a nuestros propios esfuerzos. Nos<br />

encontramos sin pecado al creer en Jesús como<br />

nuestro Salvador, que es el Hijo de Dios, y en la<br />

Palabra escrita de Dios, esto es, el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

Nos convertimos en los hijos de Dios al<br />

aceptar a Jesús como nuestro Señor y nuestro<br />

Salvador. Dios, Nuestro Rey, nos dice que<br />

aquellos que viven con el Espíritu Santo son Su<br />

pueblo. Él llama a la gente como nosotros que<br />

tienen fe en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

“Mis hijos, los nacidos de nuevo”. En la Biblia,<br />

los hijos justos de dios son distintos a la gente<br />

normal que no ha sido salvada de sus pecados.<br />

Aquellos que han aceptado el Evangelio del agua<br />

◄ Contenido ►


y el Espíritu son diferentes del resto de la gente<br />

que todavía no ha recibido la remisión de sus<br />

pecados. Hemos sido salvados de todos nuestros<br />

pecados porque creemos en Jesús, que es nuestro<br />

Salvador, el Salvador en nuestros corazones.<br />

Sabemos que hemos recibido la remisión de<br />

nuestros pecados porque creemos que el Señor<br />

vino a este mundo donde fue bautizado y<br />

derramó Su sangre. Por tanto, nos convertimos<br />

en los hijos de dios a través del Hijo de Dios y de<br />

creer en esta Verdad.<br />

¡Aleluya! Demos gracias a nuestro Dios que<br />

nos ha dado este Evangelio del agua y el espíritu,<br />

la Justicia de Dios. <br />

19 La genealogía de Jesucristo<br />

◄ Contenido ►


Demos gracias a nuestro<br />

Señor Jesús que vino<br />

a salvarnos<br />

< Mateo 1:18-25 ><br />

“La concepción de Jesucristo fue así:<br />

Estando desposada María, su madre, con José,<br />

antes de que conviviesen, se halló haber<br />

concebido María del Espíritu Santo. José, su<br />

esposo, siendo justo, no quiso denunciarla y<br />

resolvió repudiarla en secreto. Mientras<br />

reflexionaba sobre esto, he aquí que se le<br />

apareció en sueños un ángel del Señor y le<br />

dijo: ‘José, hijo de David, no temas recibir en<br />

tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido<br />

en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz<br />

un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS,<br />

porque salvará a su pueblo de sus pecados’.<br />

20 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo<br />

que el Señor había anunciado por el profeta,<br />

que dice: ‘He aquí que una virgen concebirá<br />

parirá un hijo, y se le pondrá por nombre<br />

Emmanuel’, que quiere decir ‘Dios con<br />

nosotros’. Al despertar José de su sueño hizo<br />

como el ángel del Señor le había mandado,<br />

recibiendo en casa a su esposa, la cual, sin que<br />

él antes la conociese, dio a luz a un hijo, le<br />

puso por nombre JESÚS.”<br />

La Navidad ha llegado. Parece que va a ser<br />

una noche de paz y de amor este año. La ciudad<br />

está tranqu<strong>il</strong>a y s<strong>il</strong>enciosa. Apenas se ven luces o<br />

decoración navideñas en las calles, ya que<br />

estamos pasando por una crisis económica en<br />

Corea. Esto claramente refleja la mala situación<br />

económica actual; lo que nos recuerda que<br />

debemos aferrarnos a nuestra fe al celebrar la<br />

◄ Contenido ►


Navidad este año. Echemos un vistazo a este<br />

pasaje.<br />

El verso 21 dice: “Dará a luz un hijo, a quien<br />

pondrás por nombre JESÚS, porque salvará a su<br />

pueblo de sus pecados.” Nuestro Señor nació de<br />

una virgen en este mundo y se llamó Jesús. El<br />

nombre Jesús se refiere a aquél que salvará a Su<br />

pueblo de sus pecados.<br />

Nosotros, los que hemos encontrado a Jesús,<br />

estamos llenos de alegría al recibir la Navidad. Si<br />

embargo, la Navidad no tiene sentido si no<br />

entendemos el significado de este día. Si no<br />

recibimos la Navidad en el Señor, ¿qué<br />

significarían estas navidades para ustedes? Si<br />

recibimos la Navidad en el señor, vemos que el<br />

amor del Señor es abundante. La Navidad<br />

simboliza que Dios, el Rey de reyes, que creó el<br />

universo, mandó a Su único Hijo a este mundo<br />

para salvar a Su pueblo de sus pecados. Si<br />

21 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

estamos en Él, la Navidad es el día más feliz y<br />

grato.<br />

Esta es la razón por la que designamos un día<br />

como la Navidad para dar gracias a Dios. Por<br />

supuesto, esta no puede ser la fecha exacta que se<br />

describe en la Biblia. Algunos discuten que este<br />

era el día para adorar al dios sol. No obstante, no<br />

deberíamos quitar importancia al significado de<br />

la Navidad. Algunos creen que tenemos una<br />

fecha errónea del día en que Jesús nació. Sin<br />

tener en cuenta cuál fue la fecha exacta,<br />

deberíamos celebrar la Navidad para<br />

conmemorar el por qué Él vino a este mundo.<br />

Cuando celebramos la Navidad, debemos pensar<br />

con todas nuestras fuerzas en el Señor y en el<br />

amor y la Salvación que Él nos ha dado. En<br />

Jesús, tenemos que celebrar la venida del Señor y<br />

darle gracias admitiendo que Él nos ha salvado<br />

de todos nuestros pecados. Para ser capaces de<br />

◄ Contenido ►


celebrar la Navidad, debemos entender su<br />

verdadero significado.<br />

Estamos celebrando el oficio religioso del<br />

domingo. Son las 11:12 am. Ayer hubo unas<br />

11:12 am y mañana las habrá también. Esto<br />

quiere decir que el mundo continuará existiendo<br />

hasta la segunda venida de nuestro Señor. Este<br />

mundo existirá hasta que Dios lo termine. Sin<br />

embargo, si no entendemos el verdadero<br />

significado de la Navidad en el Señor, ¿qué tiene<br />

que ver este oficio religioso especial con<br />

nosotros? Las 11:12 am del 25 de diciembre son<br />

solamente una hora más que pasa cada año. A<br />

medida que nos acercamos a fin de año, tenemos<br />

que recordar el amor que Jesús nos ha dado, y la<br />

Salvación que hemos recibido. Todo en este<br />

mundo, incluso la vida misma y el tiempo que<br />

pasa, no tienen ningún sentido sin Jesús.<br />

Por otra parte, la Navidad tiene un gran<br />

sentido cuando la recibimos en el Señor.<br />

22 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Nuestros pecados fueron perdonados porque Él<br />

vino a salvarnos. Si Él no hubiera venido a<br />

salvarnos, seguramente hubiéramos estado<br />

condenados a la perdición, pero Jesús fue<br />

bautizado y crucificado para nuestra salvación.<br />

Vino a este mundo nacido de la Virgen María<br />

para salvar a Su pueblo de sus pecados. Por<br />

tanto, como cristianos, para nosotros la Navidad<br />

es un día verdaderamente sagrado.<br />

De ahí que el nacimiento de nuestro Señor<br />

tenga sentido para nosotros cuando lo vemos en<br />

el Señor, quien creó el universo y controla y<br />

supervisa el principio y el fin. Por tanto, tenemos<br />

que contemplar la obra nacida de Su amor<br />

verdadero, y el agua y el Espíritu. El mundo<br />

existe porque Dios creó el universo. Dios dijo<br />

que destruiría este mundo como ya había hecho<br />

una vez antes. Sentimos que el fin está cerca, tal<br />

y como podemos sentir y entender “¡Oh, esta es<br />

la obra de Dios!” cuando contemplamos en el<br />

◄ Contenido ►


Señor las estaciones: primavera, verano, otoño e<br />

invierno; también podemos sentir que Él está<br />

creando un nuevo mundo mientras nos salva de<br />

nuestros pecados.<br />

Él nos mostró Su Creación, para que<br />

supiésemos que el universo da vueltas porque el<br />

Todopoderoso tiene el control sobre éste. Los<br />

hombres creen cuando lo ven con sus propios<br />

ojos. Cuando estamos en Dios podemos entender<br />

claramente como obra. Sin embargo, cuando<br />

contemplamos las cuatro estaciones en el Señor,<br />

podemos ver la Providencia de Dios más<br />

claramente. Si observamos nuestras vidas en el<br />

Señor, podemos también ver nuestras vidas<br />

claramente. Cuando estamos en el Señor, vemos<br />

que la gente normal vive 70 o 80 años de una<br />

vida miserable hasta que mueren. Nosotros<br />

estábamos destinados a vivir y morir en la<br />

miseria. Podemos ver que nuestro Señor vino a<br />

este mundo, fue bautizado, crucificado y se<br />

23 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

levantó de entre los muertos para salvarnos a<br />

todos nosotros, a aquellos que estábamos<br />

destinados a la perdición por causa de nuestros<br />

pecados. Por Cristo, fuimos salvados de todos<br />

nuestros pecados a través del Evangelio del agua<br />

y del Espíritu, y librados de la destrucción y la<br />

maldición. Por tanto, debemos contemplar todas<br />

las cosas a través de los ojos de nuestra fe en<br />

Cristo.<br />

Algunos, dudan que María, siendo virgen,<br />

pudiera concebir un hijo. De hecho, incluso<br />

algunos pastores dudan que Jesús naciera de la<br />

Virgen María. Aunque prediquen y celebren Su<br />

encarnación, en realidad, no creen que Jesús<br />

fuera concebido m<strong>il</strong>agrosamente por la Virgen<br />

María. Esta gente demuestra su ignorancia de<br />

este modo. Cuando no vemos la obra de Dios a<br />

través de nuestra fe en el Señor, no creemos en<br />

ella. El pasaje nos dice que Jesús nació por obra<br />

del Espíritu Santo, y que antes de que naciera,<br />

◄ Contenido ►


Dios ordenó que se le llamara Jesús. Todo esto se<br />

hizo para cumplir lo que se había ordenado.<br />

Unos 700 años antes de que Jesús naciera,<br />

Dios profetizó a través del profeta Isaías: “He<br />

aquí que la virgen grávida da a luz, y le llama<br />

Emmanuel” (Isaías 7:14). Esta era la profecía de<br />

que Dios vendría al mundo en un cuerpo humano<br />

para salvar a los hombres. Cuando lo<br />

contemplamos en el Señor, nos damos cuenta de<br />

que es obra de Dios salvar a la gente de sus<br />

pecados. Esto es así para que nos demos cuenta y<br />

creamos que Dios nos creó y nos salvó de<br />

nuestros pecados.<br />

Este hecho sería imposible de creer si lo<br />

contemplásemos desde nuestro punto de vista<br />

humano e intentáramos entenderlo por la razón<br />

humana. Como consecuencia de esto algunos<br />

piensan que Dios no sólo disfruta Su Creación,<br />

sino que también disfruta el sufrimiento humano<br />

al haber comido del árbol de Bien y del Mal.<br />

24 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Algunos dicen: Dios disfruta de la Creación de<br />

los hombres y también piensa que es muy<br />

divertido ver como sufren al comer del Árbol del<br />

conocimiento del Bien y del Mal. Pero, hermano<br />

cristiano, el hecho de que la Tierra y los demás<br />

planetas giren en su órbita, de que exista la Vía<br />

Láctea, de que la Tierra tenga las condiciones<br />

adecuadas para la vida humana, de que haya día<br />

y noche, y todas las obras misteriosas y m<strong>il</strong>agros<br />

de la vida que la ciencia no logra explicar, nos<br />

dice que Dios es bondad.<br />

Cuando el Señor vino al mundo, fue<br />

concebido por el Espíritu Santo, nació y se<br />

convirtió en Emmanuel para cumplir Su alianza.<br />

En otras palabras, Él estableció la Providencia de<br />

su Salvación antes de crear el universo, nos la<br />

prometió a nosotros los hombres y la cumplió tal<br />

cual. El mero hecho de que naciera de una virgen<br />

es una bendición para nosotros y por ello damos<br />

gracias a Dios.<br />

◄ Contenido ►


Cuando confiamos en Jesús, no debemos<br />

mostrar ninguna duda. Cuando dudamos, todo<br />

parece confuso. Esto ocurre porque estamos<br />

cegados por nuestros pecados, todos nos parece<br />

dudoso y nuestra fe está incompleta, por tanto no<br />

podemos ver todas las cosas marav<strong>il</strong>losas que<br />

Dios ha hecho. Pero cuando confiamos<br />

plenamente en Dios, el Espíritu Santo abre<br />

nuestros ojos y entonces podemos aceptar a Jesús<br />

para poder ser salvados de nuestros pecados.<br />

Nosotros, que creemos en la Justicia de Dios,<br />

hemos sido salvados de nuestros pecados al creer<br />

en Jesucristo porque en realidad contemplamos<br />

sus obras en la Justicia del Señor. Nos<br />

beneficiamos de la Salvación porque la<br />

contemplamos desde la Justicia del Señor. Pero<br />

aquellos que no creen en la Justicia de Dios no<br />

pueden recibir el verdadero significado de la<br />

Navidad.<br />

Jesús vino al mundo como Emmanuel para<br />

25 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

estar con nosotros. Fue concebido por el Espíritu<br />

Santo y nació siendo el niño Jesús. Y tomó todos<br />

los pecados de los hombres sobre sí mismo al ser<br />

bautizado a los 30 años de edad; fue crucificado<br />

llevando todos los pecados del mundo sobre sí<br />

mismo y se levantó de entre los muertos<br />

convirtiéndose en Emmanuel, Dios, que ha de<br />

venir de nuevo. Y es nuestro Señor, que fue<br />

concebido por el Espíritu Santo, nació siendo el<br />

niño Jesús, creció y tomó todos nuestros pecados<br />

sobre sí mismo al se bautizado, y nos salvó al<br />

derramar su sangre en la Cruz, quien reside y<br />

obra en nuestros corazones bajo la forma del<br />

Espíritu Santo. Y el espíritu Santo, que reside en<br />

los corazones que tienen fe en la Justicia de Dios,<br />

nos da la gracia de la Salvación y la Paz, nos<br />

bendice y nos hace creer que Jesús vino como<br />

nuestro eterno Salvador.<br />

El 25 de diciembre es un día para conmemorar<br />

el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y para<br />

◄ Contenido ►


dar gracias a Dios. Damos gracias a Dios por<br />

poder celebrar este día. Si no hubiera Navidad el<br />

25 de diciembre, la Tierra sería un lugar triste. La<br />

humanidad viviría desdichada sin Jesús. No<br />

habría nada de lo que alegrarse. La humanidad<br />

renueva su esperanza por el hecho de que su<br />

Salvador, el Salvador de los pecadores, el<br />

Salvador de los que van camino de la perdición,<br />

vino al mundo. Sin tener en cuenta cuán<br />

miserable fue el pasado, tenemos nueva<br />

esperanza en el futuro en el Señor.<br />

¿Qué esperanza quedaría en este mundo si<br />

Jesús no hubiera venido? ¿Qué habrían hecho los<br />

llamados sabios y los santones como Sócrates,<br />

Sakyamuni o Confucio por nosotros? Aportaron<br />

simplemente enseñanzas morales. ¿Quién no<br />

quiere vivir una vida digna en este mundo? Ellos<br />

no nos dieron ni la Salvación, ni el Juicio ni la<br />

destrucción.<br />

Jesús es el único que nos ha salvado a ti y a mí<br />

26 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

de nuestros pecados: Él vino al mundo para<br />

perdonar todos nuestros pecados mediante su<br />

bautismo y crucifixión. Sólo los que creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, es decir, en la<br />

Justicia de Dios, son salvados de sus pecados.<br />

Los que no creen en la Justicia de Dios no<br />

pueden ser nacidos de nuevo. Desde este punto<br />

de vista, recibimos la remisión de nuestros<br />

pecados al creer que el Señor es el Rey de reyes<br />

y a través de la fe que cree que Él vino a este<br />

mundo, fue bautizado, murió en la cruz y<br />

resucitó de entre los muertos para convertirse en<br />

nuestro Salvador. Recibimos una nueva vida y<br />

nos convertimos en hijos de Dios con derecho a<br />

entrar en el Cielo porque el Señor ha venido a<br />

este mundo a salvarnos.<br />

La historia de la humanidad lleva a la<br />

perdición ya que nos carcomemos y tragamos<br />

unos a otros. Hasta ahora, sólo hemos vivido la<br />

historia carcomiéndonos, engulléndonos,<br />

◄ Contenido ►


matándonos unos a otros. El pecado de matar fue<br />

transferido a nuestro Señor en el río Jordán<br />

cuando fue bautizado por el hombre más grande<br />

de la historia de la humanidad, y fuimos salvados<br />

de nuestros pecados de una vez cuando Él fue<br />

crucificado para nuestra Salvación. Pero Jesús<br />

vino a este mundo, tomó todos los pecados de<br />

aquellos que se carcomían y se mataban unos a<br />

otros al ser bautizado en el río Jordán por el<br />

hombre más grande de la historia de la<br />

humanidad, y nos salvó de todos los pecados del<br />

mundo de una vez al ofrecerse a morir en la Cruz.<br />

Debemos creer en está verdad sin dudar, de<br />

esta manera el Señor nos da la esperanza en la<br />

Salvación. No debemos renunciar a la fe que cree<br />

y confía en Jesucristo según nuestras<br />

experiencias personales o desde el punto de vista<br />

de la historia de la humanidad. Sin Jesucristo no<br />

habría historia. Sin Jesucristo no existirían los<br />

valores fam<strong>il</strong>iares. Sin Jesucristo no habría fe<br />

27 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

verdadera o salvación. Ustedes podrían decir,<br />

“Eso lo dice porque es un predicador.” Pero no<br />

es así. Me gustaría poner un ejemplo: acabo de<br />

decir que no habría historia de la humanidad sin<br />

Jesús; examinemos si esta afirmación es correcta.<br />

Gran Bretaña conquistó muchos países en el<br />

pasado y de ahí el dicho “el sol nunca se pone en<br />

el Imperio británico.” No pasaba ni un día en que<br />

el sol se pusiese en Gran Bretaña. Mientras el sol<br />

se ponía en una de las colonias británicas, en otra<br />

empezaba a amanecer. Así el sol nunca se ponía<br />

en el Imperio británico. Gran Bretaña era así de<br />

poderosa y gracias a su poder conquistaron el<br />

mundo. Había muchos puritanos en Gran Bretaña<br />

por aquel entonces. Los puritanos creían en Jesús<br />

como su Señor y su Salvador y tuvieron que huir<br />

de Gran Bretaña e irse a América. No podían<br />

vivir en un país en el que se les perseguía por<br />

razón de su fe. Cuando los puritanos se fueron de<br />

Gran Bretaña, la reputación de que el sol nunca<br />

◄ Contenido ►


se pone se desvaneció. La prosperidad y el poder<br />

que tenían en el mundo desapareció, y hoy en día<br />

son conocidos únicamente por se un país de<br />

caballeros.<br />

Los puritanos que se marcharon a América,<br />

difundieron su evangelio, fuera o no correcto, al<br />

resto del mundo. Mientras esto ocurría, América<br />

se levantó como una nueva potencia mundial.<br />

¿Cree que esto es misterioso? Los americanos<br />

llevaron el evangelio a Corea, y ahora la<br />

economía de Corea está experimentando un gran<br />

crecimiento, siendo conocida como “el dragón<br />

asiático”. El símbolo del dragón no es el símbolo<br />

religioso adecuado, pero, para los no creyentes,<br />

el dragón es una figura fuerte que incluso sirven<br />

como a un dios. Esta es la razón por la que el<br />

crecimiento económico de Corea se conoce como<br />

“el dragón asiático” o “el tigre asiático”.<br />

Si echamos un vistazo a la historia del mundo,<br />

podemos observar que los países que sirven a<br />

28 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Jesús y que difunden el Evangelio<br />

experimentaron, de una manera u otra, un<br />

resurgimiento económico. Cuando un país se<br />

separa de Jesús y persigue a los creyentes, su<br />

economía muere. La prosperidad de un país<br />

depende de algún modo de que éste difunda el<br />

Evangelio.<br />

Como podemos observar, Jesús es el centro de<br />

la historia del mundo. Jesús es el Señor y<br />

Salvador más bendito de la historia de la<br />

humanidad. Este mundo no podría estar<br />

bendecido sin Jesús. Jesús está vivo y reina sobre<br />

el universo y sobre nuestras vidas, y llena de paz<br />

nuestros corazones. Debemos admirarle, adorarle<br />

y darle gracias por su abundante gracia. Al vivir<br />

nuestras vidas en este mundo, debemos mirar<br />

todo en el Señor y vivir con fe en Él. Repito, en<br />

el Señor. En este mundo, tenemos que ver los<br />

incidentes de la historia de la humanidad, incluso<br />

los cambios económicos, con las lentes de la fe.<br />

◄ Contenido ►


Sólo podemos ver correctamente cuando<br />

miramos las cosas a través de las lentes de<br />

Jesucristo. Del mismo modo, esta es la única<br />

manera de ser salvados de nuestros pecados.<br />

¿Quién es Jesucristo para nosotros? Él es el<br />

Rey de reyes. Deberíamos estar agradecidos por<br />

el hecho de que el Rey ha venido al mundo a<br />

salvar a su pueblo. Su Rey ha venido a salvarles<br />

a ustedes de sus pecados. ¿Le están agradecidos a<br />

Él que vino en la misma carne de un hum<strong>il</strong>de<br />

humano como ustedes?<br />

Alguien podría preguntarse, “¿qué es lo que<br />

tengo que agradecer?” En un día como este, sería<br />

agradable tomar una buena comida, una copa y<br />

salir por ahí. Si alguien me invitase a una copa,<br />

probablemente se lo agradecería… ¿Qué es lo<br />

que tengo que agradecer? Esto lo dicen porque<br />

ven con los ojos físicos. Queridos hermanos<br />

cristianos, la verdadera felicidad no se encuentra<br />

en asuntos triviales, sino en reconocer que el<br />

29 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Señor ha venido como el Rey y les ha salvado a<br />

ustedes de sus pecados, por ello estamos<br />

agradecidos. El Rey vino y nos salvó. Y esto es<br />

por lo que deberíamos estar agradecidos.<br />

Debemos estar agradecidos por el hecho de<br />

que el Rey de reyes vino a salvarnos, y de que<br />

nos salvó. A nuestros ojos físicos, podríamos<br />

estar agradecidos a quien nos diera suficiente<br />

dinero para pagar todas las deudas en nuestra<br />

vida, pero en realidad, de lo que deberíamos estar<br />

realmente agradecidos es que el Rey de reyes<br />

vino a salvarnos, ya que estábamos condenados<br />

al infierno. Queridos hermanos cristianos, ¿es<br />

esto cierto o no? —Sí, es cierto.—<br />

Estamos agradecidos si nos miramos a<br />

nosotros mismos en el Señor. Yo predico el<br />

evangelio observando todo en el Señor, y<br />

creyendo en las bendiciones del Señor estando<br />

agradecido por ello. Al mirar todo en el Señor,<br />

estoy agradecido y satisfecho aunque no tenga<br />

◄ Contenido ►


nada. Cuando miro en el Señor, estoy satisfecho<br />

con saber que Él vino a salvarme. Si no<br />

observamos estando en el Señor, pero miramos<br />

con nuestros ojos físicos, nada nos satisface.<br />

Tenemos que ver la salvación que el Señor nos<br />

ha dado y estar agradecidos en el Señor.<br />

Tenemos que ver todo en el Señor. Tenemos que<br />

relacionarnos con otros con nuestra fe, examinar<br />

la historia con nuestra fe; deberíamos afrontar<br />

todo con nuestra fe. Tenemos que ver a las otras<br />

personas en el Señor, tenemos que ver la historia<br />

del mundo en el Señor, y tenemos que ver todo<br />

en el Señor. Cuando afrontamos el mundo con<br />

nuestra fe, tenemos paz verdadera y bendiciones<br />

en nuestros corazones. Cuando hacemos esto,<br />

tenemos verdadera vida, paz y bendiciones en el<br />

Señor. Por eso estamos agradecidos.<br />

Cada vez que miramos en el Señor, podemos<br />

ser fieles al mandamiento “Estad siempre<br />

gozosos, orad sin cesar y en todo dad gracias”.<br />

30 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

Cuando no miramos en el Señor, no hacemos<br />

más que “llorar siempre, llorar sin cesar, en todo,<br />

llorar”. Ustedes y yo debemos ver todo en el<br />

Señor. Al recibir esta Navidad, tenemos que dar<br />

gracias porque el Rey de reyes vino a salvarles a<br />

ustedes y les salvó, y porque Él me salvo a mí<br />

también, y porque limpió todos los pecados de la<br />

humanidad. Tenemos que recibir estas Navidades<br />

con esta fe y estar agradecidos.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿debemos estar<br />

agradecidos por esto o no? Sí, estamos<br />

agradecidos. ¿Es esto un cuento de hadas o es la<br />

verdad? Es la verdad. Las Escrituras dicen, Todo<br />

esto sucedió para que se cumpliese lo que el<br />

Señor había anunciado por el profeta, que dice:<br />

“He aquí que una virgen concebirá y parirá un<br />

hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (Mateo<br />

1:22-23).<br />

¿Puede una mujer soltera concebir un hijo en<br />

esta Tierra? Bueno, una mujer soltera puede tener<br />

◄ Contenido ►


un hijo antes de su boda. Muchas mujeres tienen<br />

hijos fuera del matrimonio. Esto resulta evidente<br />

si visitamos un orfanato. Muchas madres solteras<br />

abandonan a sus hijos en orfanatos. Algunas<br />

fam<strong>il</strong>ias de países extranjeros adoptan a estos<br />

niños nacidos fuera del matrimonio. Por<br />

supuesto, existen casos de mujeres solteras que<br />

tienen hijos. Sin embargo, es diferente que una<br />

virgen de a luz a un niño, aunque es posible que<br />

una mujer soltera conozca varón.<br />

No hay ninguna virgen en la Tierra que haya<br />

dado a luz a un niño sin mantener ninguna<br />

relación con un hombre. Ustedes podrían decir,<br />

“¿No sería posible si se hiciera la inseminación<br />

artificial?” La mujer es un ser con útero, es decir<br />

que la diferencia entre hombre y mujer es que el<br />

hombre no tiene útero. La mujer, que tiene útero,<br />

da a luz a un niño. Pero el hombre es necesario<br />

inevitablemente para que una mujer tenga un<br />

bebé, ya que el hombre tiene las sem<strong>il</strong>las que el<br />

31 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

útero necesita para tener niños. María era una<br />

mujer que también tenía útero. Sin embargo, no<br />

había un hombre involucrado. María concibió un<br />

hijo sólo por obra del Espíritu Santo. Esto fue<br />

profetizado unos 700 años antes del nacimiento<br />

de Jesús: “He aquí que la virgen grávida da a<br />

luz, y le llama Emmanuel.” El ángel Gabriel se<br />

apareció para comunicar el mensaje de Dios, que<br />

María quedaría embarazada de Jesús.<br />

El ángel dijo, “Salve María, llena de gracia, el<br />

Señor es contigo. Darás a luz a un gran Hombre.”<br />

Entonces María preguntó, “¿Cómo podrá ser<br />

esto, pues yo no conozco varón?”<br />

“E Isabel, tu parienta, también ha concebido<br />

un hijo en su vejez.” El hecho de que Isabel, la<br />

mujer de Zacarías, hubiera concebido un niño a<br />

su avanzada edad, o el hecho de que una virgen<br />

concibiera un niño se produjo por el<br />

cumplimiento de la profecía mediante la especial<br />

Providencia de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Entonces María dijo, “¡He aquí la esclava del<br />

Señor! Hágase en mí según tu palabra”, así<br />

aceptó el mensaje que el ángel le había traído y<br />

el niño creció en su vientre. Este es Jesucristo.<br />

Esta es la verdad, no es mentira, por eso los que<br />

creemos en ella estamos bendecidos. Nosotros,<br />

los que estamos en Cristo, no podemos estar<br />

suficientemente agradecidos a Dios por habernos<br />

dado a su único Hijo.<br />

Sin embargo, para aquellos que no creen en<br />

esta verdad, la Navidad es sólo un día más para<br />

pagar el diezmo para cubrir el presupuesto de la<br />

iglesia. Varios cientos de m<strong>il</strong>es de dólares<br />

pueden ser asignados a través de “las ofrendas<br />

especiales de Navidad” bajo el pretexto de la<br />

Navidad. Mucha gente da sus nombres cuando<br />

hacen ofrendas especiales, pero Dios no está<br />

contento con esto. Debemos dar gracias que<br />

nuestro culto no es un encuentro fingido, sino<br />

32 Demos gracias a nuestro Señor Jesús que vino a salvarnos<br />

verdadero para celebrar el nacimiento de Jesús y<br />

dar gracias a Dios.<br />

Damos gracias al Señor por venir a salvarnos<br />

de la destrucción y el pecado, y por librarnos de<br />

todos nuestros pecados. La Navidad es el día del<br />

año para conmemorar que hemos recibido las<br />

noticias más benditas del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Debemos estar agradecidos creyendo en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu con nuestros<br />

corazones, y en la salvación en el Señor.<br />

Debemos creer y juzgar todo con la fe y los ojos<br />

que ven en el Señor y seguir con fe también el<br />

año que viene.<br />

¿Están todos agradecidos a Dios? Nuestro<br />

Señor nos ha dado verdadera gracia<br />

extraordinaria. Porque el Señor está con<br />

nosotros, estamos tan agradecidos que no<br />

sabemos cómo empezar a darle gracias. Gloria a<br />

nuestro Dios. <br />

◄ Contenido ►


Jesús fue concebido por el<br />

Espíritu Santo<br />

< Mateo 1:18-25 ><br />

“La concepción de Jesucristo fue así:<br />

Estando desposada María, su madre, con José,<br />

antes de que conviviesen, se halló haber<br />

concebido María del Espíritu Santo. José, su<br />

esposo, siendo justo, no quiso denunciarla y<br />

resolvió repudiarla en secreto. Mientras<br />

reflexionaba sobre esto, he aquí que se le<br />

apareció en sueños un ángel del Señor y le<br />

dijo: ‘José, hijo de David, no temas recibir en<br />

tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido<br />

en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz<br />

un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS,<br />

porque salvará a su pueblo de sus pecados’.<br />

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo<br />

33 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

que el Señor había anunciado por el profeta,<br />

que dice: ‘He aquí que una virgen concebirá<br />

parirá un hijo, y se le pondrá por nombre<br />

Emmanuel’, que quiere decir ‘Dios con<br />

nosotros’. Al despertar José de su sueño hizo<br />

como el ángel del Señor le había mandado,<br />

recibiendo en casa a su esposa, la cual, sin que<br />

él antes la conociese, dio a luz a un hijo, le<br />

puso por nombre JESÚS.”<br />

El capítulo 1 del evangelio según Marcos<br />

describe el nacimiento de Jesús detalladamente.<br />

Según la razón humana, es imposible que una<br />

virgen que no ha estado nunca con un hombre<br />

pueda tener un niño. Un embarazo sólo es<br />

posible cuando se ha tenido lugar una relación<br />

sexual entre un hombre y una mujer. Por tanto, a<br />

lo largo de toda la historia, este tipo de<br />

nacimiento extraordinario sólo se ha visto en el<br />

◄ Contenido ►


mito. Sin embargo, éste fue posible gracias a<br />

Dios.<br />

Podremos entender esto si examinamos<br />

minuciosamente la razón por la que Jesús nació.<br />

La razón por la que Jesucristo, que es Dios en Su<br />

esencia, nació de la Virgen María en forma<br />

humana, fue la salvación de Su pueblo de todos<br />

sus pecados. En otras palabras, para salvar a los<br />

pecadores de sus pecados, Él mismo tuvo que<br />

venir como el Salvador. Para salvar a los<br />

pecadores, era necesario Uno que estuviera sin<br />

pecado para la propiciación por nuestros pecados<br />

(1 Juan 2:2), y ese era Jesucristo, que era Dios<br />

mismo.<br />

Para una virgen que está prometida en<br />

matrimonio, el tener un hijo fuera del<br />

matrimonio es un acto criticable por la sociedad<br />

como un acto <strong>il</strong>ícito. Este pecado merecía la pena<br />

de muerte ente los judíos por aquel entonces. La<br />

Ley de Israel ordenaba que quien cometiera<br />

34 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

adulterio debía ser lapidado. Según el pasaje de<br />

las escrituras de hoy, María y José estaban<br />

prometidos en matrimonio; ambos temían a Dios.<br />

Así, debido al marav<strong>il</strong>loso acontecimiento que<br />

tuvo lugar, aprendieron a seguir los planes de<br />

Dios con fe temiendo a Dios.<br />

Las Escrituras recogen en concreto este hecho<br />

histórico en Isaías 7:14: “El Señor mismo os<br />

dará por eso la señal: He aquí que la virgen<br />

grávida da a luz, y le llama Emmanuel.” Y<br />

también en Isaías 9:6 dice: “Porque nos ha<br />

nacido un niño, nos ha sido dado un hijo que<br />

tiene sobre los hombros la soberanía, que se<br />

llamará marav<strong>il</strong>loso Consejero, Dios fuerte,<br />

Padre sempiterno, Príncipe de la paz.”<br />

Así mismo en Miqueas está escrito: “Pero tú,<br />

Belén de Efratá, pequeña entre los clanes de<br />

Judá, de ti saldrá quien señoreará en Israel,<br />

cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy<br />

remota antigüedad.” Este pasaje profetiza el<br />

◄ Contenido ►


nacimiento de Jesús clara y concretamente.<br />

Los Libros de Miqueas e Isaías son profecías<br />

escritas por los profetas Miqueas e Isaías, ya que<br />

la Palabra de Dios estaba en ellos, inspirados por<br />

el Espíritu Santo. Sabían, a través de la profecía<br />

de Dios, acerca del nacimiento de Jesús, quien<br />

nacería unos 700 años después, y lo dejaron por<br />

escrito.<br />

A parte de estos pasajes, existen muchos otras<br />

partes de la Biblia que profetizan el nacimiento<br />

de Jesús directa o indirectamente. Esto es<br />

asombroso. El nacimiento de Jesús era un<br />

misterio impensable, a no ser que estuviera<br />

diseñado y hecho por Dios mismo. Esto<br />

demuestra que Dios Padre planificó el<br />

nacimiento de Jesús desde la eternidad, desde el<br />

principio, antes de que existiera la Tierra<br />

(Proverbios 8:23).<br />

La Biblia está compuesta de 39 Libros del<br />

Antiguo Testamento y 27 Libros del Nuevo<br />

35 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Testamento, haciendo en total 66 Libros. El<br />

Antiguo Testamento se compone de los Libros de<br />

la Ley y los Libros de las profecías; mientras que<br />

el Nuevo Testamento alberga los Evangelios, las<br />

Epístolas y el Apocalipsis. El Antiguo<br />

Testamento se encuentra en gran parte escrito en<br />

hebreo y arameo, y el Nuevo Testamento en<br />

griego. La fuerza del hebreo reside en su<br />

significado preciso y la del griego en su extenso<br />

vocabulario.<br />

Se dejó constancia de la Biblia durante 1600<br />

años, en varios siglos, por más de cuarenta<br />

personas en diferentes lugares. Como<br />

consecuencia existe una falta de credib<strong>il</strong>idad en<br />

su unificación por lo general. Sin embargo ésta<br />

no fue escrita por la inteligencia de ningún<br />

hombre, sino que fue escrita mediante la<br />

inspiración del Espíritu Santo. Por tanto, todas<br />

las profecías del nacimiento de Jesús coinciden<br />

con los acontecimientos y los hechos históricos.<br />

◄ Contenido ►


2 Timoteo 3:15-17 dice: “Y porque desde la<br />

infancia conoces las Letras Sagradas, que<br />

pueden instruirte en orden a la salud por la fe en<br />

Jesucristo. Pues toda Escritura es divinamente<br />

inspirada y út<strong>il</strong> para enseñar, para argüir, para<br />

corregir, para educar en la justicia, a fin de que<br />

el hombre de Dios sea perfecto y consumado en<br />

toda obra buena.” Este pasaje demuestra<br />

claramente que la Biblia es auténtica y que su<br />

autor es Dios mismo. Y debemos saber que, no<br />

sólo en Isaías, sino en los 66 Libros del Antiguo<br />

y Nuevo Testamento de la Biblia, existen<br />

profecías y pruebas del nacimiento y la obra de<br />

Jesucristo.<br />

Lucas 24:27 dice: “Y comenzando por Moisés<br />

y por todos los profetas, les fue declarando<br />

cuanto a El se refería en todas las Escrituras,” y<br />

el verso 44 dice: Les dijo: “Esto es lo que yo os<br />

decía estando aún con vosotros, que era preciso<br />

que se cumpliera todo los que está escrito en la<br />

36 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Ley de Moisés, y en los Salmos de mí.” Estos<br />

pasajes esclarecen que Jesucristo es el maestro de<br />

quien se habla en la Biblia.<br />

Entonces, ¿por qué nació Jesús, quien fue<br />

profetizado y testificado a través de los siglos,<br />

del cuerpo de la Virgen María como un ser<br />

humano? En el nombre “Jesús”, la intención y el<br />

significado de Su nacimiento quedan claramente<br />

reflejados. Del mismo modo en que damos<br />

significado a los nombres cuando nombramos las<br />

cosas, Jesús significa “el que salvará a su pueblo<br />

de sus pecados” El hecho de que recibiera el<br />

nombre de Jesús de entre todos los nombres es<br />

una señal que muestra la propósito de Su<br />

nacimiento.<br />

El Creador Todopoderoso vino a este mundo<br />

en un hum<strong>il</strong>de forma humana. Esto demuestra la<br />

asombrosa gracia que Él tiene para nosotros. La<br />

razón por la que Jesús vino como un ser humana<br />

es que Él nos quiere muchísimo.<br />

◄ Contenido ►


Juan 3:16 dice: “Porque tanto amó Dios al<br />

mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que<br />

todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga<br />

vida eterna.” Lo que este pasaje nos quiere decir<br />

es que cualquiera que crea en Dios puede entrar<br />

en el Cielo.<br />

No habría nadie en este mundo que sacrificase<br />

a su hijo por un criminal. Esto es así en los seres<br />

humanos, de ahí que el hecho de que el Creador<br />

naciera en un cuerpo humano para los humanos,<br />

que son como insectos, nos dice cuanto ama el<br />

Dios de la Trinidad este mundo. Por tanto, si<br />

alguien rechaza su amor incondicional, se merece<br />

ser condenado por tal terquedad.<br />

Juan 8:24 dice: “Os dije que moriríais en<br />

vuestro pecado, porque, si no creyereis que yo so<br />

Él, moriréis en vuestros pecados.”<br />

Aquí, ¿qué significa el pasaje “si no creyereis<br />

que yo soy Él?” Esto quiere decir “si no crees<br />

que Dios mandó a su único Hijo y que ese único<br />

37 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Hijo es Jesucristo.” La razón por la que Jesús<br />

vino a este mundo fue salvar a los pecadores de<br />

todos sus pecados tal y como está escrito en el<br />

capítulo primero del evangelio de Mateo.<br />

La obra del Antiguo y Nuevo Testamento es<br />

obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es real<br />

y está vivo. Del mismo modo que es verdad que<br />

Jesús vino a este mundo para tomar todos los<br />

pecados del mundo, que fue crucificado en la<br />

Cruz y que resucitó al tercer día, el Espíritu<br />

Santo es otra Persona, y el verdadero Espíritu del<br />

Dios Santo como Jesús. El Espíritu de Dios, el<br />

Espíritu Santo es también Dios mismo.<br />

Como he mencionado antes, la obra de la<br />

Biblia es obra del Espíritu Santo. En Génesis 1:2<br />

está escrito: “La tierra estaba confusa y vacía y<br />

las tinieblas cubrían la haz del abismo, pero el<br />

espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de<br />

las aguas.” El Espíritu de Dios en este pasaje es<br />

el Espíritu Santo. El Espíritu Santo existe<br />

◄ Contenido ►


ealmente tal y como Dios Padre y Jesús existen<br />

realmente. El Espíritu Santo ha sido mencionado<br />

en el pasaje de las Escrituras que hemos leído<br />

hoy: “Estando desposada María, su madre, con<br />

José, antes de que conviviesen, se halló haber<br />

concebido María del Espíritu Santo.” Este pasaje<br />

nos dice que Jesús fue concebido por el Espíritu<br />

Santo en la Virgen María.<br />

Así pues, en realidad, Dios Padre, Dios Hijo y<br />

el espíritu Santo son el mismo Dios para<br />

nosotros. Para que Jesús viniera al mundo como<br />

nuestro Salvador, hubo colaboración entre Dios<br />

Padre y el Espíritu Santo que hizo posible que<br />

Jesús fuera nuestro Salvador. Sin embargo,<br />

algunas personas encuentran esta parte difíc<strong>il</strong> de<br />

creer y piden pruebas que expliquen esto,<br />

diciendo que es absurdo. Entonces puedo<br />

explicarle a esta gente la obra de la Trinidad<br />

detalladamente basándome en las Escrituras de la<br />

obra de Dios Padre, Jesús el Hijo y el espíritu<br />

38 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Santo. Exactamente igual que usted existe, Jesús,<br />

el Espíritu Santo y Dios Padre realmente existen.<br />

De la misma manera que todos somos humanos,<br />

pero cada individuo es diferente y único con<br />

respecto a los demás, la función de cada uno en<br />

la Trinidad es diferente, pero son un único Dios.<br />

Le digo que el Espíritu Santo es el Espíritu<br />

divino.<br />

Espíritu divino, el Espíritu Santo es una<br />

Persona que tiene su propio personalidad<br />

independiente. Fue obra del Dios de la Trinidad<br />

que el Salvador de la humanidad, Jesús, vino a<br />

este mundo a través de María. Así sabemos que<br />

en la obra de la salvación, el Padre, el Hijo y el<br />

Espíritu Santo trabajaron juntos. Por esto Jesús<br />

mandó a sus discípulos: “Id, pues; enseñad a<br />

todas las gentes, bautizándolas en el nombre del<br />

Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo<br />

28:19) en el momento antes de ascender a los<br />

Cielos. La obra de Dios que creó el universo y<br />

◄ Contenido ►


todas las obras de Dios no las hace Dios Padre<br />

solo, o Su Hijo Jesucristo, sino que las hacen<br />

Dios Padre, Jesús el Hijo, y el Espíritu Santo<br />

juntos al tomar decisiones sobre todas las obras y<br />

llevarlas a cabo.<br />

Fuimos salvados de nuestros pecados por creer<br />

en lo que el Salvador ha hecho por nosotros. Del<br />

mismo modo que Jesús es un ente real, el<br />

Espíritu Santo es un ente real como otra<br />

personalidad del Dios marav<strong>il</strong>loso. Así como<br />

Jesús es un Ser real, el Espíritu Santo es un Ser<br />

real como otra Persona del Dios marav<strong>il</strong>loso<br />

como Jesús lo es. Por lo tanto, todas las obras del<br />

universo son obra del Dios de la Trinidad. De<br />

hecho, el Espíritu Santo, no sólo reside en los<br />

corazones de aquellos que creen en el Evangelio<br />

del agua y del Espíritu, sino que también nos<br />

habla y nos enseña la verdad, y nos guía en el<br />

camino de la vida.<br />

39 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Echémosle un vistazo a Juan, capítulo 14.<br />

Juan 14:25-26 dice: “Os he dicho estas cosas<br />

mientras permanezco entre vosotros; pero el<br />

Abogado, el Espíritu Santo, que el Padre enviará<br />

en mi nombre, ése os lo enseñará todo y os<br />

traerá a la memoria todo lo que yo os he dicho.”<br />

Esta es la razón por la que la Biblia llama al<br />

Espíritu Santo el Abogado. El espíritu Santo que<br />

el Padre enviará “os lo enseñará todo y os traerá<br />

a la memoria todo lo que yo os he dicho.” El<br />

Abogado Espíritu Santo nos enseña la verdad. Él<br />

nos enseña la verdad sobre todas las cosas, tales<br />

como lo que complace a Dios Padre y cuál es Su<br />

voluntad. También es el Espíritu Santo quien nos<br />

recuerda lo que el Señor nos enseñó. Por eso la<br />

Biblia nos dice: “La unción que de Él habéis<br />

recibido perdura en vosotros, y no necesitáis que<br />

nadie os enseñe” (1 Juan 2:27). Esto significa<br />

que el Espíritu Santo nos enseña cosas sobre<br />

Dios y reside en nuestros corazones. Por eso el<br />

◄ Contenido ►


Espíritu Santo es el Abogado.<br />

Las Escrituras describen a Jesucristo en detalle<br />

así como las obras del Espíritu Santo. Todos los<br />

Libros del Nuevo Testamento, como por ejemplo<br />

los cuatro Evangelios, los Actos de los<br />

Apóstoles, las Epístolas de Pablo, Santiago,<br />

Pedro y Juan, e incluso el Apocalipsis son<br />

enseñanzas de Jesús. En la época de los cuatro<br />

Evangelios, el Señor mismo nos enseñó. Cuando<br />

la época de los cuatro Evangelios terminó, Jesús<br />

ascendió al Cielo. Él prometió que mandaría el<br />

Espíritu Santo el día de Pentecostés, y desde<br />

entonces ha sido la era del Espíritu Santo.<br />

Estamos en la época del Espíritu Santo. Esta<br />

época en la que usted y o vivimos es la época en<br />

la que el Espíritu Santo obra. Esta época en la<br />

que usted y yo vivimos es la época del Espíritu<br />

Santo, y el Espíritu Santo reside en nosotros, y<br />

nos hace difundir el evangelio. Y Él nos ayuda a<br />

entender la Verdad, reprocha nuestros pecados,<br />

40 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

nos quía a seguir la voluntad de Dios, y nos<br />

proporciona aquello que nos falta. También nos<br />

ayuda a darnos cuenta de lo que está mal, y nos<br />

recuerda la Palabra de Dios.<br />

El Evangelio del agua y el Espíritu es el<br />

evangelio del Espíritu Santo. Esto quiere decir<br />

que el Espíritu Santo obra con el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. ¿Por qué hace el trabajo el<br />

Espíritu Santo? Porque esta es la época del<br />

Espíritu Santo. Jesucristo nació en este mundo,<br />

tomó nuestros pecados sobre sí mismo mediante<br />

su bautismo, fue juzgado, ascendió al Cielo, y<br />

volverá algún día. Hasta que Jesús vuelva, el<br />

Espíritu Santo obra junto con la Palabra escrita.<br />

El Espíritu Santo es el Dios que obra a través<br />

de la Palabra de Dios. Cuando María aceptó el<br />

mensaje de Dios, el Espíritu Santo obró para<br />

tener al niño Jesús. Él Espíritu Santo aportó la<br />

hab<strong>il</strong>idad que hizo posible que el niño Jesús<br />

naciera porque María, que escuchó las palabras<br />

◄ Contenido ►


de Dios, aceptó su mensaje diciendo: “¡He aquí<br />

la esclava del Señor! Hágase en mí según tu<br />

palabra.” Así, el Espíritu Santo obra a través de<br />

lo que fue profetizado.<br />

Mateo 1:22-23 dice: “Todo esto sucedió para<br />

que se cumpliese lo que el Señor había<br />

anunciado por el profeta, que dice: “He aquí que<br />

una virgen concebirá y parirá un hijo, y se le<br />

pondrá por nombre ‘Emmanuel’, que quiere<br />

decir ‘Dios con nosotros’”” Debemos saber que<br />

el Espíritu Santo obra por aquellos que creen el<br />

la Palabra escrita de Dios.<br />

En Lucas, la Biblia nos dice que el ángel<br />

Gabriel, que se apareció a Isabel, también se le<br />

apareció a María y le dijo: “¡Bendita tú eres<br />

entre todas las mujeres! ¡Darás a luz a un hijo<br />

que será grande!”. Con “un hijo que será grande<br />

se refería al Salvador”. Entonces María tuvo<br />

miedo y le preguntó: “¿Cómo podrá ser esto,<br />

pues yo no conozco varón?”. Gabriel le dijo: “E<br />

41 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Isabel, tu parienta, también ha concebido un hijo<br />

en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que<br />

era estér<strong>il</strong>.” Entonces María aceptó las palabras<br />

de Dios que el ángel le había dicho y ella dijo:<br />

“¡He aquí la esclava del Señor! Hágase en mí<br />

según tu palabra.” Y el ángel se marchó, y<br />

entonces Jesús nació de ella. Este es un buen<br />

ejemplo de cómo obra el Espíritu Santo.<br />

En esta era, el Espíritu Santo sigue en el<br />

mundo obrando en nuestros corazones. ¿Cómo<br />

obra el Espíritu Santo? Si creemos en la Palabra<br />

escrita de Dios, el Espíritu Santo obra a través de<br />

la Palabra de Dios. Cuando difundimos el<br />

Evangelio a aquellos que todavía no han<br />

aceptado a Jesús, es el Espíritu Santo quien obra<br />

en ellos. Cuando usted y yo difundimos el<br />

Evangelio y la Palabra de Dios, el Espíritu Santo<br />

que está en nosotros obra en aquellos que todavía<br />

no han nacido de nuevo. Cuando el Evangelio ha<br />

sido difundido, el Espíritu Santo obra en ellos,<br />

◄ Contenido ►


ayudándoles a entender el Evangelio. Cuando la<br />

gente lo escucha y piensa en el Evangelio, el<br />

Espíritu Santo les enseña el significado de la<br />

Palabra de Dios, y obra en ellos para ayudarles a<br />

entender el Evangelio. Consecuentemente, la<br />

gente recibe la remisión de los pecados. Ya que<br />

Dios nos da el conocimiento mediante Su<br />

Palabra, el Espíritu Santo obra a través de lo que<br />

está escrito en las Escrituras.<br />

Nuestra Salvación fue ideada por Dios en<br />

Jesucristo antes de la Creación, y Jesucristo, el<br />

Hijo vino a este mundo y llevó a cabo nuestra<br />

salvación a través del agua de Su bautismo y Su<br />

sangre. Y el Espíritu Santo aseguró la redención<br />

que hemos recibido y que fue ideada por Dios<br />

Padre y ejecutada por el Hijo. El Espíritu Santo,<br />

como el Abogado, nos ayuda a tener una gran fe,<br />

diciendo: “Estás creyendo correctamente, cree<br />

así, es lo correcto.”<br />

Así, el Espíritu Santo es el Abogado y el<br />

42 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

Maestro de cada uno de nosotros. Por eso, la<br />

época del Espíritu Santo es la época del Nuevo<br />

testamento, y la época del Nuevo Testamento es<br />

la época del Espíritu Santo. Por tanto, debemos<br />

saber que estamos viviendo la época del Espíritu<br />

Santo.<br />

Es cierto que María concibió un hijo por obra<br />

del espíritu Santo al aceptar la Palabra de Dios<br />

que Él le dio, y por obra del Espíritu Santo, el<br />

niño Jesús nació en este mundo. Damos gracias a<br />

nuestro Dios que nos dio la salvación. La obra<br />

del Espíritu Santo nos permite ser salvados.<br />

El haber sido concebido por el Espíritu quiere<br />

decir que la salvación viene de Dios. No viene de<br />

un gran fundador de una religión, sino que es<br />

obra de Dios Padre, el Hijo y el Espíritu Santo<br />

para hacernos Sus hijos. Así es como fuimos<br />

salvados de nuestros pecados y recibimos la<br />

remisión de los pecados. Así es como el hecho de<br />

que fuéramos salvados es obra del Espíritu<br />

◄ Contenido ►


Santo. Y así es como estamos agradecidos.<br />

Por norma general, conocemos a Jesús<br />

bastante bien, pero no sabemos mucho del<br />

Espíritu Santo. Sin embargo, en realidad, es el<br />

Espíritu Santo quien reside en nosotros. Así<br />

como se dice que Jesús está en el Espíritu Santo<br />

y el Espíritu Santo en Jesucristo, el Hijo en el<br />

Padre y el Padre en el Hijo, fue Jesús quien<br />

limpió todos nuestros pecados antes de ascender<br />

al cielo, y ahora es el Espíritu Santo quien reside<br />

en nosotros por nuestra fe. Jesucristo, de verdad,<br />

vino a este mundo, perdonó todos nuestros<br />

pecados, los suyos y los míos, y ascendió, y<br />

ahora tenemos la fe que cree en Jesucristo y en la<br />

Palabra de Dios, y el Espíritu Santo reside en<br />

nuestros corazones. Ustedes y yo estamos bajo el<br />

control del Espíritu Santo.<br />

Por tanto, debemos conocer muy bien al<br />

Espíritu Santo. Si ustedes y yo no dejamos<br />

satisfecho al Espíritu Santo que reside en<br />

43 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

nosotros, disgustamos a Dios. Si complacemos al<br />

Espíritu Santo que vive en ustedes y en mí al<br />

seguir sus instrucciones, no sólo somos felices,<br />

sino que además Dios está contento. Por tanto, al<br />

mismo tiempo que nuestra fe que cree en<br />

Jesucristo en nuestros corazones debería<br />

permanecer inalterable, ustedes tienen también<br />

que ser conscientes de que el Espíritu Santo está<br />

con ustedes. Cuando somos conscientes del<br />

Espíritu Santo, entonces podemos tener una<br />

relación adecuada con Dios. Y sólo cuando<br />

somos conscientes del Espíritu Santo, Él obra en<br />

nosotros, e intercede ante Dios por nosotros, nos<br />

ayuda a entender la voluntad de Dios, y nos guía<br />

por los caminos de la Justicia. Pero si no<br />

satisficiéramos al Espíritu Santo, se pondrá de<br />

mal humos y nos diría: “Vale, haz lo que quieras,<br />

ocúpate de ello por tu cuenta”, entonces nos<br />

sentiríamos como si hubiéramos sido<br />

abandonados por Dios y estaría deprimidos y<br />

◄ Contenido ►


confusos, y nos sentiríamos separados por Dios<br />

por unas 9000 m<strong>il</strong>las. Entonces, debemos<br />

conocer bien al Espíritu Santo que vive en<br />

nosotros. A través de la obra del Espíritu Santo<br />

en ustedes y en mí, Jesús nos ha salvado y el<br />

Espíritu Santo continúa obrando en nosotros para<br />

guiar nuestro camino.<br />

¿Entiende esto? —Sí—. La razón por la que<br />

ustedes entienden esto es porque han recibido la<br />

remisión de sus pecados, y ahora el Espíritu<br />

Santo vive en ustedes. Aquellos que no han sido<br />

salvados y, por consiguiente, no tienen el<br />

Espíritu Santo en sus corazones, no pueden<br />

entender la Palabra de Dios y dicen que no tiene<br />

sentido. No hay nada más lógico que la Biblia,<br />

que fue escrita e inspirada por el Espíritu Santo.<br />

La introducción, el cuerpo y la conclusión están<br />

claros y son obvios en la Biblia. No obstante,<br />

aquellos que no han nacido de nuevo todavía no<br />

pueden ver la autenticidad de la Biblia en<br />

44 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

absoluto. Jesús los llama ciegos, diciendo:<br />

“¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No<br />

caerán ambos en el hoyo?” (Lucas 6:39).<br />

Una vez conocí a un pastor. Este pastor me<br />

dijo un día: “Si me puede explicar mediante la<br />

razón humana cómo pudo Jesús hacer del cuerpo<br />

de una virgen, entonces creeré en la Palabra de<br />

Dios tal y como es.” Este pastor tenía este tipo de<br />

fe como muchos otros teólogos. Me quedé<br />

consternado al oírle decir que creería en Jesús si<br />

le podía explicar cómo una virgen que no conoce<br />

varón pudo tener un hijo. Entonces le pregunté:<br />

“¿Eres pastor?”.<br />

“Sí, soy pastor, y además soy el director de<br />

una asociación de estudiantes cristianos en una<br />

universidad.”<br />

“¿Director? ¿Cuál es la función de un<br />

director?”.<br />

“La función es ayudar a los estudiantes a<br />

entender el Cristianismo para que tengan fe.”<br />

◄ Contenido ►


“Como director, ¿no cree usted en el<br />

nacimiento de Jesús? ¿No cree que Jesús fue<br />

concebido por el espíritu Santo en la Virgen<br />

María, que nació en este mundo, y que nos salvó<br />

de nuestros pecados?”.<br />

“No, lo creo.”<br />

“Entonces, en primer lugar debería<br />

avergonzarse de sí mismo. En segundo lugar, no<br />

puede hacerse llamar pastor que guía a sus<br />

ovejas. Usted es simplemente un pastor<br />

profesional que ejerce para ganarse la vida.”<br />

También dijo que una gallina puede poner<br />

huevos sin fert<strong>il</strong>izar, pero tener un hijo sin<br />

conocer varón es imposible.<br />

Yo le dije: “Por eso digo que usted no puede<br />

ser un pastor auténtico, sino que hace este trabajo<br />

para ganarse la vida. ¿Cómo puede guiar a los<br />

estudiantes hacia Jesús si ni siquiera entiende ni<br />

tiene fe en esto? Debería dejar la organización<br />

cristiana de estudiantes que dirige. No los puede<br />

45 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

guiar hacia Jesús. Está arruinando sus almas.”<br />

Es lamentable que alguien que se hace llamar<br />

pastor no entienda el nacimiento de Jesús por<br />

obra del Espíritu Santo. A decir verdad, si el<br />

Espíritu Santo no vive en ti, es imposible<br />

entender el nacimiento de Jesús tal y como está<br />

escrito en la Biblia. ¿Cómo entienden ustedes el<br />

nacimiento de Jesús? Existe una cosa llamada<br />

inseminación artificial hoy en día; sin embargo,<br />

ésta requiere esperma y un óvulo para la<br />

concepción. Entonces ¿cómo pudo ser posible<br />

que naciera con tan sólo uno de ellos? No<br />

obstante, el nacimiento de Jesús fue posible<br />

porque fue obra de Dios.<br />

El acontecimiento del nacimiento del niño<br />

Jesús de la virgen María por obra del Espíritu<br />

Santo fue profetizado unos 700 años antes de que<br />

Jesús naciera. ¿Por qué se escribió el pasaje en<br />

Isaías: “He aquí que la virgen grávida da a luz, y<br />

le llama Emmanuel”? Cuando Dios nos quiere<br />

◄ Contenido ►


hacer saber Su asombroso plan para nosotros,<br />

normalmente lo revela a través de un<br />

acontecimiento especial que no es posible<br />

mediante la fuerza humana.<br />

Hubo una vez en que Israel fue tomado por<br />

sus enemigos y todo el pueblo de Israel fue<br />

hecho prisionero. Era imposible recuperar este<br />

país de los enemigos. Sin embargo, Dios<br />

prometió que este país sería restaurado en 70<br />

años. Nadie creyó, pero el m<strong>il</strong>agro ocurrió en<br />

manos de Dios.<br />

Igualmente el asombroso m<strong>il</strong>agro profetizado<br />

por el profeta Isaías, “He aquí que la virgen<br />

grávida da a luz, y le llama Emmanuel”, ocurrió<br />

realmente. Es imposible desde la razón humana,<br />

pero Dios había prometido que obraría este<br />

m<strong>il</strong>agro, y Él realmente lo hizo. ¿Cómo obra<br />

Dios para salvarnos a ustedes y a mí? Del mismo<br />

modo que mandó a sus profetas para profetizar,<br />

Él todavía manda a Sus siervos, los ángeles, para<br />

46 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

entregar Sus mensajes y salva a cualquiera que<br />

crea en los Mensajes. Por tanto, la salvación para<br />

ustedes y para mí es la obra del Espíritu Santo.<br />

A través de las obras del Dios de la<br />

Trinidad—Dios Padre, Jesús el Hijo, y el Espíritu<br />

Santo— hemos sido salvados. Incluso ahora,<br />

Dios manda el Espíritu Santo a cualquiera que<br />

acepta Su Palabra y los hace hijos de Dios.<br />

Cuando fuimos salvados, ¿fuimos salvados o<br />

recibimos el Espíritu Santo porque alguien gritó:<br />

“Recibe el fuego” o “Recibe el Espíritu Santo”?<br />

No. El Espíritu Santo obra siempre a través de la<br />

Palabra escrita. Ya leamos la Palabra nosotros<br />

mismos o ya alguien nos la predique, si creemos<br />

en la Palabra, el Espíritu Santo obra en nosotros<br />

para ayudarnos a entender la Palabra y darnos<br />

seguridad. Así, el Espíritu Santo cumple la<br />

Palabra en nosotros tal cual está escrita. Por eso<br />

Dios da el Espíritu Santo como un regalo a<br />

aquellos que creen en la Palabra.<br />

◄ Contenido ►


Ustedes y yo recibimos una asombrosa<br />

salvación por obra del Espíritu Santo. Aquí, que<br />

la Virgen María concibiera al niño Jesús por su<br />

fe en la Palabra, y que ustedes y yo seamos<br />

salvados por creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, es el mismo principio. Si crees en la<br />

Palabra de Dios, recibes la remisión de tus<br />

pecados y entonces te conviertes en un hijo de<br />

Dios. Cuando te conviertes en hijo de Dios, el<br />

Espíritu Santo vive en ti.<br />

Jesucristo es el Hijo de Dios, que vino por<br />

obra del Espíritu Santo. Jesús, el Hijo de Dios<br />

estaba sin pecado. Él obra en nosotros del mismo<br />

modo en que está escrito el pasaje de hoy.<br />

Cuando María aceptó el mensaje de los ángeles,<br />

la Palabra se convirtió en carne y nació el niño<br />

Jesús. Así obra la Palabra. Así es como Jesús se<br />

convirtió en nuestro Salvador.<br />

Al decir “obra del Espíritu Santo”, podemos<br />

pensar que el Espíritu Santo se apareció a María<br />

47 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

y le dijo: “Obraré a través de ti a partir de ahora”,<br />

e hizo una especie de magia. Eso no es lo que<br />

pasó. Así no fue como Dios obro. Cuando Dios<br />

manda Su Palabra, si la aceptamos Su Palabra, el<br />

Espíritu Santo obra en nosotros junto con la<br />

Palabra de Dios y como consecuencia, la Palabra<br />

se cumple en nosotros al haber creído. El mismo<br />

principio se puede aplicar al nacimiento de Jesús<br />

y ser nacido de nuevo. Así es como ocurrió<br />

cuando ustedes recibieron la remisión de sus<br />

pecados Así ocurrió cuando yo nací de nuevo.<br />

Cuando aceptamos y creemos en la Palabra de<br />

Dios, nuestros pecados son perdonados<br />

realmente y el Espíritu Santo nos lo asegura.<br />

Así es como Jesús y el Espíritu Santo obran.<br />

¿No es asombroso? María aceptó la Palabra de<br />

dios y el niño Jesús nació. ¿Qué ocurrió cuando<br />

ustedes y yo aceptamos la Palabra de Dios a<br />

través del bautismo de Jesús y la sangre<br />

derramada en la Cruz? ¿Nacieron sus almas de<br />

◄ Contenido ►


nuevo convirtiéndose en los justos o no? Sí,<br />

nacieron de nuevo. ¿Estaba el Espíritu Santo en<br />

Jesús o no? Sí, estaba en Jesús. El Espíritu Santo<br />

estuvo en Jesús desde Su nacimiento. ¿Está el<br />

Espíritu Santo en nosotros que hemos sido<br />

nacidos de nuevo del agua y el Espíritu? Sí, lo<br />

está. Es el mismo m<strong>il</strong>agro. Es la misma Palabra.<br />

¿Entiendes la Palabra de que Jesús nació por<br />

obra del Espíritu Santo? —Sí—. Es la misma<br />

obra. Es asombrosa. Por tanto, cuando recibimos<br />

la remisión de nuestros pecados al aceptar a<br />

Jesús, esto no es el final. El Espíritu Santo que<br />

vive en nosotros, nos enseña y nos guía como un<br />

Maestro. Así pues, es el Espíritu Santo reina<br />

sobre nosotros, enseñándonos y guiándonos.<br />

Por tanto, no estamos solos. Dios, el espíritu<br />

Santo está siempre con ustedes. Ustedes están<br />

con Dios. Del mismo modo, el Espíritu Santo<br />

también nos ayuda en nuestra flaqueza cuando<br />

tenemos problemas o estamos en apuros. Porque<br />

48 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene;<br />

mas el Espíritu Santo aboga por nosotros con<br />

gemidos inenarrables (Romanos 8:26). Cuando<br />

no sabemos qué hacer, es el Espíritu Santo quien<br />

nos enseña, “Eso no se debe hacer, esto sí.” Nos<br />

recuerda la Palabra de Dios y nos conforta. En<br />

nuestras penas, alivia nuestros corazones y nos<br />

conforta. Así estamos siempre con el Espíritu<br />

Santo.<br />

Ustedes y yo recibimos la asombrosa<br />

salvación. La salvación que ustedes y yo hemos<br />

recibido es realmente asombrosa. El Padre, el<br />

Hijo y el Espíritu Santo crearon el universo para<br />

que ustedes y yo pudiéramos recibir esta<br />

salvación y convertirnos en hijos de Dios.<br />

Debemos saber esto.<br />

¿Por qué creó Dios el mundo? Él creó el<br />

mundo para que gente como ustedes y yo,<br />

aquellos que han recibido la remisión del pecado,<br />

pudiéramos ser señores de este lugar. Por eso<br />

◄ Contenido ►


nuestra salvación fue planificada antes de la<br />

creación. Había estado planificado desde tiempos<br />

inmemorables que hoy, ustedes y yo, seríamos<br />

salvados de nuestros pecados. Según la Divina<br />

Providencia que Dios planificó antes de la<br />

Creación, no sólo hemos sido salvados de<br />

nuestros pecados, sino que nos hemos convertido<br />

en hijos de Dios en los que el Espíritu Santo<br />

vive. Por tanto, en realidad, vivimos como<br />

príncipes y princesas, como hijos de Dios, en Su<br />

Reino. Aunque no seamos príncipes y princesas<br />

en este mundo, somos hijos de dios y príncipes y<br />

princesas en Su Reino. Somos gente muy<br />

importante, los verdaderos Vips. Somos gente<br />

importante que ha recibido la verdaderamente<br />

asombrosa salvación.<br />

Por eso la Navidad es extraordinaria y tiene un<br />

gran significado. Cuando el niño Jesús nació tras<br />

haber sido concebido por el Espíritu Santo, al<br />

haber aceptado María la Palabra de Dios, y al<br />

49 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

nacer el niño Jesús a los 10 meses; la obra de<br />

nuestra salvación empezó. Por eso recordamos y<br />

celebramos la Navidad. Cantamos “Noche de<br />

paz, noche de amor; ha nacido el Señor” el día en<br />

que el Señor nació de la Virgen María, que<br />

aceptó la Palabra de Dios que Dios le envió.<br />

Conmemoramos el día de tan marav<strong>il</strong>losa obra.<br />

Para ser precisos, el día en que nació Jesús no<br />

fue un día frío que heló la superficie de las aguas,<br />

sino un día cálido en que los pastores salieron<br />

con sus ovejas. Más que darle importancia a la<br />

fecha exacta. Hemos designado un día en el que<br />

el mundo entero se reúne para conmemorar el día<br />

que abrió las puertas de la salvación, tras la<br />

concepción por obra del Espíritu Santo, y para<br />

recordar la salvación recibida en nuestros<br />

corazones. Lo que es importante no es el día en sí<br />

mismo, sino el hecho de que Jesús vino a este<br />

mundo, y que María aceptó la Palabra de Dios<br />

para que el niño Jesús naciera.<br />

◄ Contenido ►


Meditamos sobre la asombrosa salvación una<br />

vez más al conmemorar este día. Debemos<br />

obligarnos a ser de nuevo aquellos que<br />

complacen al Espíritu Santo al recordar la<br />

salvación recibida por obra del Espíritu Santo y<br />

que Él vive en nosotros. Hermanos cristianos,<br />

somos gente realmente bendecida con<br />

asombrosas bendiciones. María se consideraba la<br />

bendita, pero ustedes y yo estamos igual de<br />

bendecidos. ¿Es esto cierto? —Sí—.<br />

¿Es la Navidad un día para irse de juerga con<br />

nuestros amigo, amigas, pecadores y fam<strong>il</strong>iares?<br />

¿O es una noche de paz, noche de amor que<br />

debemos pasar haciendo buenas obras mientras<br />

conmemoramos y recordamos que el Señor vino<br />

a salvarnos? Es un día para hacer obras buenas.<br />

Se lo digo por adelantado. Se lo digo por miedo a<br />

que haya alguien aquí que haya malinterpretado<br />

el significado de la Navidad y se arrepienta de no<br />

estar por ahí de fiesta. Digo esto por miedo a que<br />

50 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

pueda haber alguien que piense: “¿Por qué no<br />

estoy por ahí bebiendo como el resto del mundo,<br />

en vez estar aquí en s<strong>il</strong>encio?”; y se sienta<br />

dominado por el complejo de inferioridad. La<br />

mejor manera de pasar la Navidad es hacerlo de<br />

manera tranqu<strong>il</strong>a, meditando sobre el significado<br />

es este día, o haciendo buenas obras. No podría<br />

haber unas navidades más memorables si<br />

proclamáramos el Evangelio en estas Navidades,<br />

y como consecuencia, alguien recibiera la<br />

remisión de los pecados. Tal y como el niño<br />

Jesús nació porque María aceptó la Palabra de<br />

Dios; si un pecador se convierte en una persona<br />

justa y nace de nuevo como un niño Jesús en este<br />

mundo al aceptar la Palabra cuando compartimos<br />

el Evangelio, ¿puede haber una Navidad más<br />

significativa que esa? Espero que ustedes tengan<br />

este tipo de Navidad justa, y si es posible, una<br />

Navidad significativa.<br />

Les animo a mirar a su alrededor para ver si<br />

◄ Contenido ►


hay alguien en pena o dolor en estas navidades.<br />

La Navidad es un día de fiesta que todo el mundo<br />

celebra. No obstante, debemos recordar que<br />

puede ser un día triste para algunos para poder<br />

hacer esta Navidad, una Navidad que beneficie a<br />

otros.<br />

La Navidad es un día feliz y grato. Por mi<br />

parte, espero que la publicación de nuestros<br />

<strong>libro</strong>s sobre el evangelio sea rápida para poder<br />

repartirlos en Navidad. He oído que mi primer<br />

<strong>libro</strong> será enviado a América mañana, y espero<br />

que el <strong>libro</strong> pueda ser colocado en Amazon.com<br />

pronto, para que más gente los pueda leer el año<br />

que viene. Ya que hay <strong>libro</strong>s que se están<br />

publicando en chino, espero que la publicación<br />

se haga pronto para ser distribuidos en Hong<br />

Kong y China el año que viene. Del mismo modo<br />

en que María concibo al niño Jesús al aceptar la<br />

Palabra de Dios, espero que los chinos acepten a<br />

Jesús y reciban la remisión del pecado también.<br />

51 Jesús fue concebido por el Espíritu Santo<br />

¿No esperan ustedes lo mismo? —Sí—. Espero<br />

que tengan una Navidad significativa y<br />

acogedora con otras personas justas si es posible<br />

de alguna manera.<br />

Demos gracias a Dios por nuestra salvación y<br />

Su protección. Vemos muchos accidentes todos<br />

los períodos navideños, y damos gracias a Dios<br />

por protegernos de estos accidentes. Hay muchos<br />

accidentes de tráfico causados por conducir bajo<br />

los efectos del alcohol; así como crímenes<br />

cometidos por gente joven por dinero para cubrir<br />

el presupuesto para sus placeres. Deberíamos<br />

tener cuidado durante las vacaciones navideñas.<br />

Espero que recen constantemente por Su<br />

protección, por la difusión del Evangelio, por Su<br />

Reino, por tu seguridad, por la seguridad de Su<br />

Iglesia, y la seguridad de los siervos de Dios y<br />

hermanos cristianos, y por la salvación de las<br />

almas. <br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

2<br />

◄ Contenido ►


¿Dónde podemos<br />

encontrar al Señor?<br />

< Mateo 2:1-12 ><br />

“Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en<br />

los días del rey Herodes, llegaron del oriente a<br />

Jerusalén unos magos, diciendo: ‘¿Dónde está<br />

el rey de los judíos que acaba de nacer?<br />

Porque hemos visto su estrella al oriente y<br />

venimos a adorarle’. Al oír esto, el rey<br />

Herodes se turbó, y con él toda Jerusalén, y<br />

reuniendo a todos los príncipes de los<br />

sacerdotes y a los escribas del pueblo, les<br />

preguntó dónde había de nacer el Mesías.<br />

Ellos contestaron: ‘En Belén de Judá pues así<br />

está escrito por el profeta:<br />

‘Y tú, Belén, tierra de Judá,<br />

53 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

de ninguna manera eres la menor entre los<br />

clanes de Judá, pues de ti saldrá un caud<strong>il</strong>lo<br />

que apacentará a mi pueblo Israel.’’<br />

Entonces Herodes llamando en secreto a los<br />

magos, les interrogó cuidadosamente sobre el<br />

tiempo de la aparición de la estrella; y,<br />

enviándolos a Belén, les dijo: ‘Id e informaos<br />

exactamente sobre este niño, y, cuando le<br />

halléis, comunicádmelo, para que vaya<br />

también yo a adorarle’. Después de haber oído<br />

al rey, se fueron, y la estrella que habían visto<br />

en oriente les precedía, hasta que vino a<br />

pararse encima del lugar donde estaba el niño.<br />

Al ver la estrella sintieron grandísimo gozo, y,<br />

llegando a la casa, vieron al niño con María,<br />

su madre, y de hinojos le adoraron, y,<br />

abriendo sus cofres, le ofrecieron como dones<br />

oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de<br />

no volver a Herodes, se tornaron a su tierra<br />

por otro camino.”<br />

◄ Contenido ►


Hay mucha gente viviendo es este mundo. De<br />

entre esta gente, muchos consideran que Jesús es<br />

su Señor sólo en teoría. En América, Asia y<br />

Europa, mucha gente quiere recibir la salvación<br />

de sus pecados al creer en Jesucristo. Como está<br />

escrito en el capítulo 2 de Mateo, no deberíamos<br />

confundirnos como los reyes magos que viajaron<br />

para conocer al niño Jesús, guiados por la<br />

estrella, pero que cayeron en la confusión cuando<br />

se detuvieron en Jerusalén. Incluso hoy en día<br />

hay personas que intentan por todos los medios<br />

conocer a Jesús para recibir la salvación, pero<br />

nunca llegan a conocer al Salvador. La razón es<br />

que intentan conocer a Jesús según sus propias<br />

ideas fijas.<br />

Los cristianos de todo el mundo tienen que<br />

conocer verdaderamente a Jesús, que vino por el<br />

agua y el Espíritu, y ser salvados de sus pecados<br />

para convertirse en el pueblo de Dios. Sin<br />

embargo, en realidad, no es así. La razón por la<br />

54 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

que no es así es que esta gente no sigue la<br />

Palabra de Dios, sino que siguen sus propias<br />

ideas fijas. La fe de mucha gente en este mundo<br />

se encuentra en un estado de confusión. Mucha<br />

gente en el mundo no conoce al Rey de reyes sin<br />

dificultad porque tiene la idea fija de que el “Rey<br />

nacerá en Jerusalén.”<br />

Sin embargo, Él tuvo que venir al mundo<br />

como un hum<strong>il</strong>de humano para salvar a los<br />

pecadores hum<strong>il</strong>des. Por tanto, es normal que la<br />

gente no reciba la salvación cuando intentan<br />

conocer a Jesús y se salvados de sus pecados a<br />

través de sus ideas fijas. Incluso hoy en día,<br />

mucha gente comete la misma equivocación,<br />

pensando: “Será fác<strong>il</strong> encontrar a Jesucristo si<br />

voy a esa iglesia grande, y si voy a esa iglesia<br />

grande a escuchar el sermón, escuchará la<br />

correcta Palabra de Dios.” Pero cuando se trata<br />

de la Verdad de la Palabra de Dios no es cuestión<br />

de escucharla en una iglesia grande o en una<br />

◄ Contenido ►


iglesia pequeña. Cuando la gente predica según<br />

sus propias ideas fijas, impiden a los pecadores<br />

escuchar el verdadero Evangelio y ser salvados<br />

de sus pecados al recibir al Espíritu Santo.<br />

Ayer fue Nochebuena y hoy es Navidad. Al<br />

pensar en los sermones de Navidad de estos dos<br />

días pasados, me rompe el corazón que todavía<br />

hora hay muchos cristianos que no han conocido<br />

a Jesucristo auque crean en Él. Además, esto nos<br />

recuerda una vez más la verdad de que nadie<br />

puede conocer al Señor según sus propias ideas<br />

fijas.<br />

En Navidad, algunas iglesias hacen una figura<br />

tamaño natural del niño Jesús envuelto en<br />

pañales y yaciendo en un pesebre. Además,<br />

algunas iglesias sólo están interesadas en las<br />

ofrendas especiales que se hacen el día en que el<br />

niño Jesús nació. Algunas iglesias hacen el bien a<br />

través de la caridad con la intención de ayudar a<br />

los pobres. No obstante, la razón por la que el<br />

55 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

niño Jesús nació, fue salvar a toda la humanidad<br />

de los pecados del corazón y hacerlos el pueblo<br />

de Dios.<br />

La Biblia nos dice que los reyes magos se<br />

encontraron con muchas dificultades porque<br />

siguieron sus propias ideas fijas. Y esto provocó<br />

que muchos niños pequeños murieran. Aunque<br />

Jesucristo tenía que nacer era en el área de Belén,<br />

como fue profetizado por los profetas, ellos<br />

creyeron que nacería en Jerusalén por sus propias<br />

ideas fijas, y el resultado fue el caos y la muerte<br />

de muchos niños pequeños. Incluso ahora,<br />

debido a que mucha gente cree en Jesucristo<br />

como su Salvador según las propias ideas fijas de<br />

la carne, no pueden conocer a Jesucristo, que<br />

vino por el agua y el Espíritu. La gente tiene que<br />

saber que no puede conocer a Jesucristo, el Rey<br />

de la Verdad, como es debido a sus ideas fijas.<br />

Muchos cristianos de hoy en día tienen<br />

tendencia a pensar que pueden ser curados de sus<br />

◄ Contenido ►


enfermedades o hacerse ricos si creen en Jesús.<br />

Pero esto es meramente una de sus ideas fijas.<br />

Cuando alguien cree en Jesús por motivos<br />

carnales, no puede recibir la salvación o el<br />

Espíritu Santo. No se recibe el Espíritu Santo por<br />

creer en Jesús como el Salvador según las<br />

propias ideas fijas.<br />

Mucha gente se siente satisfecha cuando dan<br />

culto en una iglesia grande, escuchando órganos<br />

de tubos y enormes coros. Sin embargo, debemos<br />

reconocer que esta creencia de que podemos<br />

conocer a Dios sólo si le damos culto en una<br />

iglesia grande es una falsa creencia que proviene<br />

de nuestras inút<strong>il</strong>es ideas mundanas. Por tanto,<br />

debemos admitir que no podemos conocer a<br />

Jesucristo, que nos trajo el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, según nuestras ideas humanas. Lo<br />

que es realmente lamentable es que alrededor de<br />

todo el mundo, la gente se regocija en el<br />

nacimiento de Jesucristo sólo con placer<br />

56 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

mundano, sin conocer el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

Si visitamos un campus de una universidad,<br />

vemos a menudo estudiantes cantando y<br />

adorando a Dios con guitarras. La escena de<br />

adoración a Dios es hermosa. Sin embargo,<br />

cuanto más escuchas sus alabanzas, más se puede<br />

sentir la sed de sus almas. Se puede sentir que<br />

sus almas estas desesperadamente sedientas<br />

porque, aunque alaben a Dios con sus labios, no<br />

han tenido éxito en conocer al Dios de la Verdad,<br />

incluso cuando lo hubieran querido<br />

ansiosamente. No obstante, su deseo de conocer<br />

al Señor sin el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

no es nada más que un deseo. Aunque digan que<br />

creen en Dios, están buscando a Dios como<br />

pecadores ya que no han encontrado el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu. Esto quiere decir que los<br />

pecadores que no son nacidos de nuevo hoy en<br />

◄ Contenido ►


día en las iglesias cristianas, cantan canciones<br />

llenas de sed por conocer a Dios.<br />

Sin embargo, la gente que cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu da un culto lleno<br />

de acción de gracias ya que han conocido al<br />

Señor, que perdonado todos sus pecados y los ha<br />

salvado. Los justos ofrecen culto de acción de<br />

gracias por la salvación recibida de Dios. Pero<br />

los pecadores no pueden ofrecer culto de acción<br />

de gracias ya que intentan dar culto a Dios sin<br />

conocer el Evangelio del agua y el Espíritu. Los<br />

pecadores no pueden conocer a Jesucristo, el<br />

Salvador, porque intentan conocerle sin el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Cuando observamos el estado actual de las<br />

iglesias cristianas, no podemos evitar estar de<br />

acuerdo con los reproches del mundo de que las<br />

iglesias cristianas hoy en día están dirigidas<br />

como compañías mundanas. Esto quiere decir<br />

que las iglesias no están cumpliendo sus<br />

57 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

funciones básicas. Hoy en día, el objetivo de las<br />

iglesias cristianas es alcanzar hacer un<br />

presupuesto de las finanzas anuales y cumplir<br />

con el presupuesto mediante las ofrendas de<br />

Navidad y las ofrendas de acción de gracias.<br />

Debemos enfatizar en la difusión del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, ya que la Iglesia<br />

de Dios tiene la responsab<strong>il</strong>idad de dar al mundo<br />

la vida verdadera. Pero, en realidad, la mayoría<br />

de las iglesias han sido criticadas por muchos, ya<br />

que su objetivo es simplemente perseguir valores<br />

mundanos. Además están destruyendo almas que<br />

no deberían morir con falsos evangelios<br />

(Ezequiel 13:19). No obstante, el problema es<br />

que los líderes de las iglesias cristianas no se dan<br />

cuenta de la seriedad de la corrupción espiritual<br />

en sus iglesias.<br />

Mis hermanos cristianos, ¿qué ocurrió cuando<br />

los reyes magos dejaron de seguir la estrella y<br />

adoptaron sus propios pensamientos? ¡Hubo<br />

◄ Contenido ►


tanta confusión! Los reyes magos no pudieron<br />

encontrar a Jesús al principio en su camino<br />

porque siguieron sus propios pensamientos, pero<br />

luego cambiaron sus pensamientos y buscaron a<br />

Jesús basándose en la Palabra de Dios, y<br />

finalmente conocieron a Jesús, el Salvador, de la<br />

manera adecuada.<br />

En la Biblia, los reyes magos pudieron<br />

conocer al niño Jesús adecuadamente porque<br />

preguntaron a los escribas y a los sacerdotes,<br />

siguieron las profecías que estaban escritas en la<br />

Biblia, y fueron a Belén. La razón por la que los<br />

reyes magos pudieron encontrarle fue que<br />

siguieron la Palabra de Dios que estaba escrita.<br />

Esto es lo mismo que conocer al verdadero<br />

Salvador espiritualmente al conocer el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu y creer en él. Los reyes<br />

magos no podían encontrar a Jesús por mucho<br />

que lo intentaban cuando ignoraban las profecías<br />

escritas de Dios. Todos nosotros podemos ser<br />

58 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

perdonados por todos nuestros pecados y ofrecer<br />

verdadera fe a Jesús sólo cuando nos aferramos a<br />

la Palabra de Dios escrita y creemos en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Los reyes<br />

magos pudieron presentar la fe mediante sus tres<br />

regalos.<br />

Deberíamos saber que todo aquel que es<br />

nacido de nuevo recibe de Dios la Palabra de fe<br />

que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Todos nosotros debemos saber que podemos<br />

conocer a Jesús exactamente cuando aceptamos<br />

el Evangelio del agua y del Espíritu de Dios en<br />

nuestros corazones. Todo nosotros nos<br />

convertimos en el verdadero sacerdote en<br />

espíritu, por lo que podemos recibir a Jesús en<br />

nuestros corazones y rezar al Salvador por la fe<br />

que cree en la Palabra escrita de Dios. Fuimos<br />

capaces de conocer a Jesús verdaderamente,<br />

adorarle, y recibir Su orientación a través del<br />

eterno Evangelio del agua y el Espíritu. El<br />

◄ Contenido ►


incidente de los reyes magos que pudieron<br />

conocer a Jesús nos enseña que fue posible<br />

gracias a la fe que creyó en la Palabra escrita de<br />

las profecías.<br />

Lo que está escrito en Mateo 2:6 es la<br />

consecución de la profecía que está escrita en el<br />

Antiguo Testamento, en Miqueas 5:2: “Pero tú,<br />

Belén de Efratá, pequeña entre los clanes de<br />

Judá, de ti me saldrá quien señoreará en Israel,<br />

cuyos orígenes serán de antiguo.” Dios había<br />

prometido, a través del profeta Miqueas, que<br />

Jesucristo, Rey de reyes, nacería en Belén.<br />

Belén significa “casa de pan” y era una<br />

pequeña ciudad rural en Israel. Esta ciudad era la<br />

ciudad natal de David. Ya que Dios había<br />

prometido a Judá, uno de los doce hijos de Jacob,<br />

en el <strong>libro</strong> del Génesis que “el trono será<br />

continuado por tus descendientes, Judá”, ocurrió<br />

como Él profetizó. Por tanto, como en la profecía<br />

que Dios había dado a Judá, nuestro Señor nació<br />

59 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

en Belén. Nuestro Señor nació realmente en este<br />

mundo en un cuerpo humano como el Rey de<br />

reyes. Así, como Dios prometió y profetizó a<br />

través de los profetas y como fue escrito, nuestro<br />

Señor nació en una pequeña ciudad llamada<br />

Belén.<br />

Nuestro Señor nos enseña cómo Él obra a<br />

través de Su Palabra escrita. Nuestro Señor nos<br />

habla en la Verdad y cumple Su Palabra tal y<br />

como Él la ha dicho. Por tanto, cuando creemos<br />

en Dios y le seguimos, a veces es necesario negar<br />

nuestros propios pensamientos. Ya que es posible<br />

equivocarnos con nuestros propios pensamientos<br />

al seguir al Señor, debemos negar<br />

constantemente nuestros propios pensamientos y<br />

seguirle con la fe que cree en la Palabra escrita<br />

de Dios.<br />

Los reyes magos, guiados de nuevo por la<br />

estrella, llegaron finalmente a Belén y<br />

encontraron al niño Jesús. Si queremos que todo<br />

◄ Contenido ►


el mundo conozca a Jesús, debemos difundir la<br />

Palabra escrita de Dios. Sólo podemos conocer a<br />

Jesús cuando creemos y seguimos la Palabra<br />

escrita de Dios. No es posible conocer y<br />

encontrar a Jesús como el Salvador por nuestras<br />

propias ideas, si no es a través de la Palabra de<br />

Dios escrita.<br />

Cuando creemos y seguimos la Palabra de<br />

Dios escrita, llegamos a entender que Jesús nació<br />

por nosotros, fue bautizado por Juan para tomar<br />

los pecados de la humanidad sobre sí mismo,<br />

tomó todos los pecados del mundo sobre sí<br />

mismo, sangró y murió en la Cruz, fue resucitado<br />

y cumplió la Salvación por nosotros cuando se<br />

levantó de nuevo. Esta es la única manera de<br />

conocer a Jesús, el Rey de reyes. Por eso<br />

debemos creer en Jesús a través de la Palabra de<br />

Dios y del Evangelio del agua y el Espíritu para<br />

poder conocer e Jesús, el Salvador. Debemos<br />

recordar que no podemos de ninguna manera<br />

60 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

conocer a Jesús, el Salvador, a menos que sea a<br />

través de la Palabra de Dios escrita.<br />

Los tres regalos, oro, incienso y mirra, eran<br />

valiosos. La mirra simboliza la Palabra de Dios<br />

inamovible, y si no tenemos la Palabra de Dios,<br />

la Verdad, no podemos creer en Jesús o recibir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Si los reyes<br />

magos hubieran dado sólo dos regalos, oro e<br />

incienso, no serían más que hombres religiosos.<br />

Esta sería una fe incorrecta que proviene de<br />

pensamientos humanos, y no la fe correcta a los<br />

ojos de Dios. Debemos considerar que también<br />

nosotros debemos darle los tres regalos al Señor.<br />

Si queremos conocer a Jesús, primero debemos<br />

recibir el Evangelio del agua y el Espíritu, la<br />

remisión de los pecados, y seguirle sólo por la fe.<br />

Cuando los reyes magos encontraron a Jesús<br />

en Belén después de haber seguido la Palabra de<br />

Dios escrita, el niño Jesús yacía en un pesebre.<br />

Fue entonces cuando ellos se inclinaron ante el<br />

◄ Contenido ►


niño Jesús, presentaron sus regalos y confesaron<br />

su fe. Como Pedro confesó: “Tú eres el Cristo, el<br />

Hijo del Dios viviente”, también ellos confesaron<br />

lo mismo. Si los reyes magos no hubieran<br />

dependido en la Palabra escrita, sino en sus<br />

propios pensamientos, y hubiesen recorrido la<br />

vecindad de Jerusalén buscando a Jesús, no<br />

podrían haber encontrado a Señor. Sin embargo,<br />

cuando llegaron al lugar sobre el que estaba<br />

escrito, el niño Jesús estaba allí. Igualmente, en<br />

estos días, todo el que realmente quiera ser<br />

nacido de nuevo tiene que seguir la Palabra de<br />

Dios escrita y ser nacido de nuevo al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Independientemente de quien sea, uno tiene<br />

que creer en la Palabra de Dios escrita tal y como<br />

es para encontrar al niño Jesús hoy en día. Y<br />

debemos librarnos del tipo de fe que cree en<br />

nuestros propios pensamientos, y volver al<br />

Salvador creyendo en Jesús, que nos salvó de<br />

61 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

todos nuestros pecados a través de la Palabra<br />

escrita, y el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Todos los cristianos del mundo deben conocer<br />

este Evangelio del agua y el Espíritu y volver a<br />

Dios. Debemos volver a la Palabra y encontrar al<br />

Señor. Esta es la única manera en que podemos<br />

ofrecer nuestra fe firme a Dios y ser aprobados.<br />

La gente de este mundo que no conoce<br />

Jesucristo todavía, debe volver a Dios creyendo<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos<br />

volver a la Palabra de Dios y conocer a Jesucristo<br />

en la Verdad. Cuando creemos y seguimos la<br />

Palabra de Dios tal y como es, nos convertimos<br />

en creyentes de una fe firme. En realidad, toda la<br />

gente del mundo debería volver al Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. En vez de buscar las llamadas<br />

denominaciones ortodoxas o iglesias en edificios<br />

grandes, deberíamos recibir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu a través de la Palabra de Dios,<br />

haciéndonos hum<strong>il</strong>des.<br />

◄ Contenido ►


Aunque el mundo entero sabe que Jesús vino,<br />

la mayoría no ha conocido a Jesucristo como su<br />

Salvador. Esta gente todavía busca al Señor en<br />

un palacio terrestre. Sin embargo, deben ir a<br />

Belén. Cuando vayan al pueblecito de Belén,<br />

podrán encontrar allí a Jesús. No pueden<br />

encontrarlo en ningún otro sitio. El niño Jesús no<br />

está, ni mucho menos, en un palacio. Hermanos<br />

cristianos, ¿entienden? El niño Jesús no vive, ni<br />

mucho menos, con el Rey Herodes. Debemos ir a<br />

Belén para conocer a Jesús. Esto quiero decir que<br />

debemos ir a la cada de pan, en otras palabras, la<br />

iglesia donde vive la Palabra de Dios, para<br />

conocer a Jesús. Debemos ir a la iglesia de Dios<br />

para tener pan, comida, agua y sirvientes. Por<br />

tanto el Belén de hoy se refiere a la iglesia de los<br />

nacidos de nuevo.<br />

Toda la humanidad puede ser salvada de todos<br />

sus pecados sólo por la fe en la salvación de Dios<br />

a través de la Verdad del Evangelio del agua y el<br />

62 ¿Dónde podemos encontrar al Señor?<br />

Espíritu. No obstante, mucha gente todavía anda<br />

despistada en confusión, intentando encontrar a<br />

Jesús con sus propias ideas, como hicieron los<br />

reyes magos. Algunos lo buscan durante 50 años,<br />

y otros incluso buscan durante 70 años.<br />

Nosotros tenemos la obligación de arrastrar a<br />

aquellos que no han encontrado al niño Jesús, el<br />

Salvador, y llevarles el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu para que ellos también puedan conocer a<br />

Jesús, el Salvador. Debemos abrir los ojos de<br />

nuestra fe de par en par y ver más allá. Somos<br />

sacerdotes que debemos pasar el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu a todo el mundo en todas<br />

partes de la tierra. <br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

3<br />

◄ Contenido ►


Difundir el verdadero<br />

Evangelio y la obra justa<br />

de Jesús<br />

< Mateo 3:1-17 ><br />

“En aquellos días se presentó Juan el<br />

Bautista predicando en el desierto de Judea,<br />

diciendo: ‘Arrepentíos, porque el reino de los<br />

cielos está cerca’. Este es aquel de quien habló<br />

el profeta Isaías cuando dijo:<br />

‘Voz del que clama en el desierto:<br />

‘Preparad el camino del Señor,<br />

haced rectas sus sendas.’’<br />

Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba<br />

un cinturón de cuero a la cintura y se<br />

alimentaba de langostas y miel s<strong>il</strong>vestre.<br />

Salían entonces hacia él Jerusalén y Judea en<br />

pleno y toda la región del Jordán, y eran por<br />

64 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

él bautizados en el río Jordán y confesaban<br />

sus pecados. Como viera a muchos fariseos y<br />

saduceos venir a su bautismo, les dijo: ‘Raza<br />

de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira<br />

que está a punto de llegar? Haced frutos<br />

dignos de penitencia y no os gloriéis<br />

diciéndoos: ‘Tenemos a Abraham por padre’.<br />

Porque yo os digo que Dios puede hacer surgir<br />

de estas piedras hijos a Abraham. Ya está<br />

puesta el hacha a la raíz de los árboles, y todo<br />

árbol que no dé buen fruto será cortado y<br />

arrojado al fuego. Yo, cierto, os bautizo en<br />

agua con vistas a la penitencia; pero en pos de<br />

mí viene otro más fuerte que yo, cuyas<br />

sandalias no soy digno de llevar; él os<br />

bautizará en el Espíritu Santo y en fuego.<br />

Tiene ya el bieldo en su mano, y limpiará su<br />

era y recogerá su trigo en el granero, pero<br />

quemará la paja en fuego inextinguible’. Vino<br />

Jesús de Gal<strong>il</strong>ea al Jordán y se presentó a<br />

◄ Contenido ►


Juan para ser bautizado por él. Juan se<br />

oponía diciendo: ‘Soy yo quien debe ser por ti<br />

bautizado, ¿y vienes tú a mí?’ Pero Jesús le<br />

respondió: ‘Déjame hacer ahora, pues<br />

conviene que cumplamos toda justicia’.<br />

Entonces Juan se lo permitió. Bautizado<br />

Jesús, salió luego del agua; y he aquí que se<br />

abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios<br />

descender como paloma y venir sobre él,<br />

mientras una voz del cielo decía: ‘Este es mi<br />

hijo amado, en quien tengo mis<br />

complacencias.’”<br />

En la Biblia, Juan el Bautista debió ser una<br />

figura extremadamente importante. Juan el<br />

Bautista clamó por el arrepentimiento del pueblo<br />

de Israel. Debemos recordar precisamente la obra<br />

de Jesús y Juan el Bautista. Jesús, que vino a este<br />

mundo, salvó a la humanidad, obedeciendo la<br />

65 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

voluntad de Dios junto con Juan el Bautista. Juan<br />

el Bautista y Jesús vinieron a este mundo y<br />

realizaron obras justas.<br />

Juan el Bautista animó al pueblo de Israel a<br />

volver a Dios. Podemos ver en Mateo 3:7 que<br />

Juan el Bautista reprendió audazmente a los<br />

fariseos y saduceos diciendo: “Raza de víboras,<br />

¿quién os enseñó a huir de la ira que está a<br />

punto de llegar?” cuando los vio acercarse a él<br />

cuando estaba bautizando. Este Juan el Bautista<br />

reprendía al pueblo de Israel severamente como<br />

profeta: “¡Arrepentíos, raza de víboras!”. Juan el<br />

Bautista fue un profeta que realizó obras justas a<br />

los ojos de Dios y fue el último profeta del<br />

período del Antiguo Testamento.<br />

Algunos se preguntan cómo Juan el Bautista,<br />

como profeta de Dios, pudo haber pronunciado<br />

tan horrible expresión como “raza de víboras”.<br />

Sin embargo, está escrito en la Biblia y en ella se<br />

dice que fue una obra justa a los ojos de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Todos los profetas deberían ser gente que pudiera<br />

clamar por la justicia de Dios. Y vino Otro que<br />

realizó obras justas aparte de Juan el Bautista.<br />

Ese fue Jesús.<br />

En la Biblia, los saduceos son políticos. Son<br />

políticos del mundo. Le dan más importancia a la<br />

política de este mundo que a servir a Dios. No<br />

obstante, los fariseos eran los líderes religiosos<br />

conservadores. Al mismo tiempo que decían que<br />

creían en la Palabra de Dios, negaban a Jesús.<br />

Dios estaba muy disgustado cuando vio a esta<br />

gente. A los ojos de Dios, ¿son estas personas<br />

malas o no? Los fariseos y los saduceos son<br />

personas malas a los ojos de Dios.<br />

Los fariseos no creían en Jesús como el<br />

Mesías. Por eso fue correcto que Juan el Bautista<br />

les llamase raza de víboras. Juan el Bautista no<br />

se comprometió con los hombres religiosos de la<br />

época. En vez de comprometerse con los fariseos<br />

y los saduceos, él intentó convertirlos<br />

66 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

reprendiéndolos como una raza de víboras. Juan<br />

el Bautista enseñó a la gente que estaba<br />

volviendo a Dios que arrepentirse no era<br />

suficiente, sino que necesitaban obtener los<br />

frutos de su arrepentimiento, y tenían que dejar<br />

de hacer el mal. Por ejemplo, tenían que volver y<br />

devolver todo el dinero que habían usurpado.<br />

Entonces podrían volver a él para ser bautizados<br />

y volver a Dios.<br />

Si escuchamos sus reivindicaciones, podemos<br />

ver sin ninguna duda que él era un siervo de<br />

Dios. La época en que Juan el Bautista apareció,<br />

fue la época en la que Jesucristo empezó Su<br />

ministerio público. Por aquel entonces, no había<br />

habido un siervo de Dios para el pueblo de Israel<br />

durante 400 años. Por tanto, la aparición de Juan<br />

el Bautista fue también una oportunidad para que<br />

la gente de Israel oyese la Providencia y la voz<br />

de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Juan el Bautista clamó: “Raza de víboras,<br />

arrepentíos y volver a Dios. Dar la espalda a la<br />

idolatría. Tenéis que renunciar a los dioses<br />

extranjeros y volver a Dios para evitar el juicio<br />

de Dios”. Fue una bendición para el pueblo de<br />

Israel que un sirviente de Dios pudiera<br />

reprenderles y aconsejarles así. La nación entera<br />

estaba agitada por los gritos de Juan el Bautista.<br />

El m<strong>il</strong>agro de los Sumos Sacerdotes, los<br />

saduceos y los fariseos yendo a Juan el Bautista,<br />

arrepintiéndose volviendo a Dios ocurrió.<br />

Juan el Bautista testificó sobre las hab<strong>il</strong>idades<br />

de Jesucristo: “Yo, cierto, os bautizo en agua con<br />

vistas a la penitencia; pero en pos de mí viene<br />

otro más fuerte que yo, cuyas sandalias no soy<br />

digno de llevar; él os bautizará en el Espíritu<br />

Santo y en fuego. Tiene ya el bieldo en su mano,<br />

y limpiará su era y recogerá su trigo en el<br />

granero, pero quemará la paja en fuego<br />

inextinguible” (Mateo 3:11-12). Él testifica que<br />

67 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

hace la obra de dios al volver a la gente hacia<br />

Dios, reprendiéndoles; pero el que viene detrás<br />

de él les bautizará en el Espíritu Santo y en<br />

fuego.<br />

Juan el Bautista dijo que la gente que es<br />

nacida de nuevo al creer en Jesús será reunida,<br />

como trigo, en el Cielo; y los que no son nacidos<br />

de nuevo serán separados con Su bieldo como<br />

paja y serán quemados en un fuego inextinguible.<br />

Debemos saber que Juan el Bautista clamó por<br />

arrepentimiento en Dios, y que Jesucristo,<br />

cuando Él vino al mundo, recibió el bautismo de<br />

Juan el Bautista. Según el Evangelio de Lucas,<br />

Jesús tenía unos treinta años cuando fue<br />

bautizado (Lucas 3:23). Aquí, ¿por qué quiso<br />

Jesús ser bautizado cuando tenía treinta años? La<br />

razón por la que tenía “unos treinta años” es que<br />

uno debía tener treinta años para poder<br />

desempeñar Su tarea como Sumo Sacerdote.<br />

Dios dijo en el Antiguo Testamento que los hijos<br />

◄ Contenido ►


de los Sumos Sacerdotes eran capaces de asumir<br />

su responsab<strong>il</strong>idad cuando cumplían 30 años<br />

(Números 4:35). Del mismo modo, cuando Jesús<br />

cumplió 30, fue bautizado por Juan el Bautista.<br />

Jesús recibió el bautismo de Juan el Bautista<br />

para cumplir toda justicia de Dios. Jesús fue<br />

bautizado por Juan el Bautista para tomar sobre<br />

sí mismo los pecados de todos nosotros.<br />

Sin embargo, algunos están confundidos y no<br />

entienden por qué Jesús fue bautizado por Juan el<br />

Bautista. El bautismo de Jesús por Juan es un<br />

secreto desvelado en la Biblia. Muchos no<br />

entienden el secreto del bautismo y<br />

malinterpretan por qué Jesús fue bautizado.<br />

Piensan que fue para dar ejemplo o mostrar<br />

modestia.<br />

Debemos saber que Jesús vino a este mundo y<br />

fue bautizado para salvar a todos los de este<br />

mundo de sus pecados. Jesús cumplió la obra<br />

justa de tomar todos los pecados del mundo<br />

68 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

sobre sí mismo al ser bautizado por Juan cuando<br />

Él vino a este mundo. Esta obra justa es que<br />

Jesús tomó todos los pecados del mundo sobre sí<br />

mismo al mismo tiempo al ser bautizado por<br />

Juan. El bautismo de Jesús fue para cumplir toda<br />

justicia de Dios y fue la voluntad de Dios, que le<br />

fue grata. Nuestro Señor vino a este mundo para<br />

salvarnos de todos nuestros pecados. Él fue<br />

bautizado para tomar mis pecados y sus pecados<br />

de una vez por todas a través de Su bautismo, y<br />

sangró por nosotros. El Señor tomó sobre sí<br />

mismo todos los pecados del mundo de una vez<br />

por todas.<br />

En Mateo 3:15, toda justicia, quiere decir que<br />

Jesús tomó todos los pecados del mundo al ser<br />

bautizado por Juan, y sangró en la Cruz. En aquel<br />

momento, Jesús tomó todos los pecados del<br />

mundo sobre sí mismo, todos nuestros pecados.<br />

¿Cuán afortunado es esto, y cuán agradecidos<br />

estamos?<br />

◄ Contenido ►


Hermanos cristianos, ¿cometemos pecados en<br />

este mundo o no? Sí, cometemos pecados. De<br />

estos pecados, ¿cometemos sólo unos pocos<br />

pecados por aquí y por allá? ¿O pecamos en<br />

grandes cantidades? Ustedes cometen muchos<br />

pecados en este mundo, y sus pecados están<br />

incluidos en todos los pecados del mundo. Jesús<br />

tomó todos los pecados del mundo de una vez<br />

por todas al ser bautizado por Juan el Bautista, y<br />

sangró en la Cruz de una vez por todas, y borró<br />

los pecados y el juicio.<br />

¿Cómo podríamos ser ustedes y yo los que<br />

están sin pecado si Jesús no hubiera tomado<br />

todos los pecados, suyos y míos, de una vez por<br />

todas? Esta es la justicia que nuestro Señor<br />

cumplió al ser bautizado y al sangrar cuando<br />

vino a este mundo. Jesús es el Salvador que vino<br />

a este mundo como el Hijo de Dios y se encargó<br />

de los pecados del mundo y del juicio de los<br />

pecados por nosotros.<br />

69 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

Lo que necesitamos recordar<br />

Al recibir la Navidad este año, debemos<br />

recordar que Juan el Bautista y Jesús cumplieron<br />

la justicia de Dios que nadie más podía haber<br />

cumplido. Al recibir la Navidad, tenemos que<br />

pensar: “¿Cómo puedo unirme a la obra justa<br />

durante esta Navidad, al conmemorar a nuestro<br />

Señor que cumplió la justicia?”, en vez de:<br />

“¿Cómo puedo pasármelo bien? ¿Cómo puedo<br />

hacer que me queden buenos recuerdos?”.<br />

Podemos recordar con toda certeza la obra de<br />

Juan el Bautista y Jesús. Nosotros también<br />

deberíamos ser aquellos que piensan en Jesús y<br />

Juan el Bautista, quienes cumplieron toda<br />

justicia, en esta Navidad. Nuestras vidas deberían<br />

estar dedicadas únicamente a difundir la justicia<br />

de Dios. Tras recibir la remisión del pecado al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

◄ Contenido ►


debemos continuar llevando una vida que<br />

difunda este Evangelio.<br />

¿Quiénes seríamos si no nos ofreciéramos a<br />

este ministerio que difunde el Evangelio de agua<br />

y el Espíritu? ¿Cómo podemos esperar que Dios<br />

nos de Su bendición si no participamos en este<br />

justo ministerio? Debemos participar ya que<br />

sabemos que Jesús nos ha salvado al tomar sobre<br />

sí mismo todos los pecados de la humanidad.<br />

¿No creen que es necesario difundir por todo el<br />

mundo el Evangelio del agua y el Espíritu?<br />

¿Podemos hacer obras justas según la carne?<br />

¿Podemos evitar cometer pecados al intentar no<br />

cometerlos? ¿Cómo podemos nosotros, los<br />

insuficientes, vivir una vida justa tras recibir la<br />

remisión del pecado? ¿Sería posible al difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu que nos salvó de<br />

los pecados del mundo a través de Jesús, que<br />

vino a este mundo, llevó todos los pecados a la<br />

Cruz, sangró y murió para que Él pudiera recibir<br />

70 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

el juicio de los pecados por nosotros? ¿Cuál sería<br />

verdaderamente la buena obra que ustedes y yo<br />

pudiéramos hacer en este mundo? ¿Estaría Dios<br />

contento con nuestro buen comportamiento y<br />

obras memorables?<br />

La obra más justa para nosotros en este mundo<br />

es difundir el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Lo que es justo es dedicar todo nuestro corazón y<br />

nuestras energías a difundir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Cualquiera que sea su<br />

apariencia, Dios sólo estará contento cuando se<br />

involucre en la obra de difundir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

¿Qué quiere decir lo que Jesús dijo cuando<br />

estaba siendo bautizado: “pues conviene que<br />

cumplamos toda justicia” (Mateo 3:15)? Estas<br />

son las palabras del testimonio que nos dice que<br />

Jesús tomó todos los pecados del mundo que<br />

habíamos cometido sobre sí mismo a través del<br />

bautismo que recibió de Juan el Bautista. Cuando<br />

◄ Contenido ►


Jesús fue bautizado por Juan, todos los pecados<br />

del mundo fueron pasados a Jesús de una vez por<br />

todas. Jesús recibió todos los pecados del mundo,<br />

que son suyos y míos, a través de Su bautismo de<br />

una vez por todas. Así es como el cuerpo de<br />

Jesús pudo tomar todos los pecados del mundo<br />

sobre sí mismo, y así es como fue posible que Él<br />

se afrontara el juicio mientras Sus dos manos y<br />

Sus dos pies eran crucificados en la Cruz. Sin<br />

embargo, esto no significa que el pecado<br />

estuviera en Su alma. Debe creer que ha recibido<br />

la salvación al creer que Jesús vino a este mundo<br />

y cumplió la justicia de Dios, y que Juan el<br />

Bautista también participó en este marav<strong>il</strong>loso<br />

ministerio al pasar los pecados a Jesús a través de<br />

la imposición de manos.<br />

Juan el Bautista hizo dos cosas como siervo de<br />

Dios, el mayor representante de entre los nacidos<br />

de mujer.<br />

71 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

La primera fue apuntar la maldad de la gente.<br />

Clamó para que la gente volviera a Dios<br />

reprendiéndoles, diciendo: “Servir a otros dioses<br />

aparte de Dios es pecado”. La segunda fue<br />

bautizar a Jesús para pasar los pecados de todo el<br />

mundo. Esta es la justicia de Dios para ustedes y<br />

para mí. Esta es la misma justicia que el Señor<br />

vino a cumplir al mundo.<br />

Jesús vino al mundo para recibir los pecados<br />

suyos y míos y los tomó sobre sí mismo. Y<br />

recibió el bautismo para tomar sobre sí mismo<br />

los pecados de todo el mundo, sus pecados, y los<br />

pecados de sus descendientes, y los pecados de<br />

los descendientes de estos, los pecados de sus<br />

padres, los de los ancestros de sus ancestros, los<br />

pecados de todos desde Adán mientras el mundo<br />

exista hasta el último día; aunque no sepamos<br />

cuando la tierra cesará de existir. Jesús recibió el<br />

bautismo para perdonar nuestros pecados y para<br />

limpiarnos de nuestros pecados.<br />

◄ Contenido ►


La palabra “bautizar” significa “limpiar<br />

mojando o sumergiendo, lavar, limpiar con agua,<br />

lavarse, o bañar”. Por tanto, Jesús fue bautizado<br />

para tomar todos los pecados del mundo sobre sí<br />

mismo. Jesús limpió nuestros pecados al<br />

recibirlos a través de Juan el Bautista. Tal y<br />

como su ropa se queda limpia cuando la lava con<br />

agua, tal y como su suciedad se limpia cuando<br />

toma un baño con agua; Jesús limpió nuestros<br />

pecados al recibir el bautismo y tomar todos los<br />

pecados de nuestros corazones sobre sí mismo a<br />

través de Juan el Bautista.<br />

Mis hermanos cristianos, ¿creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? —Sí—. ¿Creen<br />

que el Señor vino a este mundo, fue bautizado, y<br />

murió en la Cruz para cumplir la justicia de<br />

Dios?<br />

Al recibir la Navidad debemos recordar a<br />

Jesús, nuestro Señor que cumplió la justicia por<br />

nosotros. Se dijo: “Ya comáis, ya bebáis o ya<br />

72 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

hagáis alguna cosa, hacedlo todo para gloria de<br />

Dios” (1 Corintios 10:31). Al recibir la Navidad,<br />

debemos meditar qué es realmente justo, cómo<br />

podemos llevar una vida justa y creer<br />

firmemente. Ustedes y yo necesitamos mantener<br />

nuestra fe en Jesucristo en este mundo y un día<br />

volver a Dios. Debemos vivir la vida que<br />

tenemos en este mundo haciendo obras justas.<br />

¿Qué tipo de obras tenemos que hacer ante Dios?<br />

Primero hemos de pensar en la justicia una vez.<br />

Antes de pensar si debemos o no vivir por la<br />

justicia de Dios, primero debemos pensar que es<br />

la justicia en sí.<br />

Estoy enormemente agradecido a Dios al<br />

recibir esta Navidad. Y espero que ustedes hagan<br />

la cosa justa. ¿Qué tipo de cosa justa pueden<br />

hacer ante Dios? ¿Podemos hacer una cosa justa<br />

haciendo el bien con nuestra carne? Ni se les<br />

ocurra pensarlo. Intentar hacer cosas justas<br />

mediante la carne es como una torre construida<br />

◄ Contenido ►


sobre arena que se vendrá abajo en cualquier<br />

momento. Incluso aunque fueran buenos durante<br />

toda su vida, si hicieran un movimiento en falso,<br />

toda la justicia humana quedaría destrozada.<br />

La verdadera justicia es difundir cada día el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, con el cual dios<br />

ha borrado todos nuestros pecados. Participar en<br />

esta difusión es participar en la obra de Dios.<br />

Ustedes y yo vivimos por el propósito de esta<br />

obra. Ya trabaje para una compañía o dirija su<br />

propio negocio, es justo para ustedes dedicarse<br />

plenamente al Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Si no lo pueden hacer ustedes mismos, es justo<br />

hacerlo a través de oraciones o pequeñas<br />

aportaciones materiales. Hagan lo que hagan, ya<br />

coman o beban, vivir para difundir este<br />

Evangelio es justicia.<br />

Hermanos cristianos, aunque no hayamos<br />

leído la Biblia verso por verso, ustedes han oído<br />

estas palabras por lo general. Pienso que ustedes<br />

73 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

creen en estas palabras como la Verdad. ¿Creen<br />

en que Jesús vino a este mundo y cumplió toda<br />

justicia? ¿Creen en que el Señor ha cumplido la<br />

mayor obra que borra todos los pecados, suyos y<br />

míos? —Sí—.<br />

Es tan afortunado que Jesús tomara todos los<br />

pecados sobre sí mismo, y estamos tan<br />

agradecidos de que Él cumpliera “toda justicia”.<br />

¿Cuán miserable sería si Él hubiera tomado sólo<br />

algunos pecados y no otros? Sin embargo,<br />

cualquier pecado que hayan cometido, Jesús los<br />

tomó todos. Tengan una fe sólida. Espero que<br />

complazcan dios con su fe y que hagan obras<br />

justas mediante su fe. Espero que vivan mediante<br />

la fe. Y espero que vayan al Cielo por su fe.<br />

Espero que sean personas sin pecado por su fe.<br />

Espero que sean personas que reciban el Espíritu<br />

Santo al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

◄ Contenido ►


Doy gracias sinceramente a Dios una y otra<br />

vez porque creo en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Hermanos cristianos, ¿creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? —Sí—. Espero<br />

que todos ustedes sean aquellos que creen<br />

verdaderamente en el verdadero Evangelio al<br />

recibir la Navidad. ¡Aleluya! <br />

74 Difundir el verdadero Evangelio y la obra justa de Jesús<br />

◄ Contenido ►


Jesús vino para perdonar<br />

nuestros pecados<br />

< Mateo 3:13-17 ><br />

“Vino Jesús de Gal<strong>il</strong>ea al Jordán y se<br />

presentó a Juan para ser bautizado por él.<br />

Juan se oponía diciendo: ‘Soy yo quien debe<br />

ser por ti bautizado, ¿y vienes tú a mí?’ Pero<br />

Jesús le respondió: ‘Déjame hacer ahora, pues<br />

conviene que cumplamos toda justicia’.<br />

Entonces Juan se lo permitió. Bautizado<br />

Jesús, salió luego del agua; y he aquí que se<br />

abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios<br />

descender como paloma y venir sobre él,<br />

mientras una voz del cielo decía: ‘Este es mi<br />

hijo amado, en quien tengo mis<br />

complacencias.’”<br />

75 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

Aunque los cristianos de hoy en día profesan<br />

su fe en Jesús como su salvador, muchos de ellos<br />

no saben que Jesús es el Señor que nos ha librado<br />

a todos nosotros de nuestros pecados a través del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Es necesario,<br />

por tanto, demostrarles mediante este Evangelio<br />

del agua y del Espíritu, que Jesús es ciertamente<br />

su Salvador. Ya que todos nacemos como<br />

pecadores, para limpiar nuestros pecados, todos<br />

debemos creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. En otras palabras, para ser nacido de<br />

nuevo, ellos deben creer en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, y solamente cuando crean podrían<br />

conocer al Señor. El poder o no recibir la<br />

remisión de nuestros pecados y ser nacidos de<br />

nuevo depende de si conocemos y creemos en<br />

Jesucristo correctamente.<br />

Para nosotros, la clave para encontrar la<br />

verdad de la remisión del pecado es conocer y<br />

creer quién es el Señor y que ha hecho el Señor.<br />

◄ Contenido ►


Cuando Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién<br />

decís que soy?”, Pedro contestó diciendo: “Tú<br />

eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Que<br />

Pedro confesara así su verdadera fe sucedió<br />

porque había sido guiado y enseñado por Dios<br />

Padre para llegar a este razonamiento.<br />

Ahora, nosotros también debemos alcanzar el<br />

correcto conocimiento del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, y como Pedro, debemos ser capaces<br />

de hacer la verdadera confesión de fe a nuestros<br />

Señor. Lo que todos debemos entender es la<br />

necesidad de reconocer y creer que el bautismo y<br />

el derramamiento de sangre en la Cruz de Jesús<br />

fueron exactamente el sacrificio que nuestro<br />

Señor hizo para cargar con nuestros pecados y<br />

ser condenado por esos pecados. Si creemos esto,<br />

podemos ser completamente liberados de todos<br />

nuestros pecados.<br />

La Palabra de Dios está dividida en dos partes:<br />

el Antiguo y el Nuevo Testamento. El Nuevo<br />

76 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

Testamento es el cumplimiento de las profecías<br />

prometidas en el Antiguo Testamento. Y también<br />

es el testimonio de anunciación profética del<br />

nuevo mundo por venir, que el Señor ha<br />

prometido a Sus discípulos. El Antiguo<br />

Testamento es también la verdadera Palabra de<br />

Dios que recoge la profecía de la salvación de la<br />

humanidad, que dice que el Hijo de Dios vendría<br />

a la tierra, y tal y como se hacía la imposición de<br />

manos en el sacrificio de expiación del Antiguo<br />

Testamento y al derramar su sangre, Él tomaría<br />

todos los pecados del mundo sobre sí mismo de<br />

una vez al ser bautizado por Juan, derramar Su<br />

sangre en la Cruz; y de ese modo salvar a todos<br />

los pecadores del mundo de sus pecados. A<br />

través del sacrificio de la redención manifestado<br />

en el Tabernáculo, nuestro Señor nos ha revelado<br />

que Él es el Salvador que cumpliría esta<br />

promesa, y que de hecho Él ha la ha cumplido.<br />

Dicho de otra manera, el Antiguo Testamento<br />

◄ Contenido ►


entero es llevado a cabo exactamente a través del<br />

Nuevo Testamento por nuestro Señor Jesucristo.<br />

Jesús nos ha dado el verdadero Evangelio del<br />

agua y el Espíritu para que cuando creamos en Él<br />

como nuestro Salvador, podamos todos entender<br />

correctamente que el Salvador que ha de venir,<br />

profetizado en el Antiguo Testamento, es de<br />

hecho nuestro Señor Jesucristo.<br />

El sacrificio de la redención en el Antiguo<br />

Testamento fue el trampolín de la Revelación de<br />

Dios para alcanzar completamente la verdad de<br />

Su salvación, y nos ayuda a recibir<br />

infaliblemente la remisión de nuestros pecados al<br />

entender y cree en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Jesús nos ha permitido darnos cuenta de<br />

por qué tuvo que ser bautizado por Juan el<br />

Bautista, y cómo, por causa de este bautismo,<br />

tuvo que derramar Su sangre en la Cruz. Sólo<br />

cuando alcanzamos el conocimiento correcto de<br />

esta verdad evangélica podemos ser salvados y<br />

77 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

convertirnos en el pueblo de Dios. La verdad<br />

evangélica del agua y el Espíritu que Jesús nos<br />

ha dado es lo que nos permite entender<br />

correctamente y creer en Sus ministerios<br />

públicos de salvación.<br />

Estos son los ministerios del agua y el<br />

Espíritu que Jesús cumplió cuando<br />

vino a la tierra<br />

La palabra más importante del Nuevo<br />

Testamento es esta: Al venir a la tierra, Jesús<br />

tomó todos los pecados del mundo sobre sí<br />

mismo a través del bautismo que recibió de Juan,<br />

y así ha pagado el precio del pecado con Su<br />

sangre. La vida y la muerte de sus almas depende<br />

en si entienden correctamente y creen en este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Y, en realidad,<br />

◄ Contenido ►


los 39 <strong>libro</strong>s del Antiguo Testamento y los 27 del<br />

Nuevo Testamento describen detalladamente esta<br />

verdad fundamental del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

La ofrenda animal que se ofrecía en el<br />

Tabernáculo del Antiguo Testamento por los<br />

pecados del pueblo de Israel podía quitar todos<br />

sus pecados, ya que ellos tenían que poner las<br />

manos sobre su cabeza y ofrecer su sangre y<br />

carne a Dios. Sólo al alcanzar un conocimiento<br />

comparativo de este sacrificio de expiación del<br />

Antiguo Testamento y el bautismo y<br />

derramamiento de sangre de Jesús en el Nuevo<br />

Testamento, podemos entender correctamente la<br />

remisión de nuestros pecados y creer en ella. En<br />

otras palabras, tal y como un cordero o cabra que<br />

iba a ser sacrificado había aceptado las<br />

iniquidades de los pecadores a través de la<br />

imposición de manos del Sumo Sacerdote, Jesús<br />

aceptó los pecados del mundo al ser bautizado<br />

78 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

por Juan el Bautista y derramó Su sangre en la<br />

Cruz.<br />

Aunque no sepamos todos los detalles de la<br />

Biblia, si llegamos a un conocimiento claro y<br />

concreto del bautismo y el derramamiento de<br />

sangre de Jesús en el Nuevo testamento,<br />

comparado con el sacrificio de expiación del<br />

Antiguo Testamento, podemos recibir la<br />

remisión del pecado por la fe. Debemos creer en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu para recibir la<br />

remisión del pecado que Dios nos ha dado.<br />

Jesús escribió el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, como Palabra de Dios, que puede borrar<br />

todos nuestros pecados. Él ha confiado el<br />

sacerdocio a los que creen en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, para que cualquiera en esta<br />

tierra pudiera limpiar sus pecados mediante su fe.<br />

En el Antiguo testamento, este sacerdocio era<br />

concedido solamente a los descendientes de Leví.<br />

Eran estos descendientes de Leí a quienes se les<br />

◄ Contenido ►


concedía las tareas de intercesores que borraban<br />

los pecados de los israelitas y cumplían el amor<br />

justo de Dios. Así, nosotros, los que creemos en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu debemos<br />

entender el sacrificio de expiación del Antiguo<br />

Testamento, y de este modo llegar a un<br />

conocimiento más profundo del bautismo de<br />

Jesús y su crucifixión para cumplir este<br />

sacerdocio correctamente ante Dios en esta era<br />

del Nuevo Testamento.<br />

Hace ahora 2004 años que Jesucristo nación<br />

en este mundo. Este Jesús vino a la tierra como el<br />

Salvador y, al recibir el bautismo de Juan y ser<br />

crucificado para derramar Su sangre, Él ha<br />

borrado nuestros pecados para siempre. Por<br />

tanto, es justo que el año del nacimiento de Jesús<br />

se convirtiera en el punto de referencia<br />

cronológico de la historia del mundo. Esto<br />

simboliza el hecho de que el principio de todas<br />

las cosas es Jesucristo, ya que, en cuanto a<br />

79 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

nosotros se refiere, Jesucristo es Dios mismo<br />

quien creó el universo, el Salvador que perdonó<br />

todos nuestros pecados mediante Su agua y su<br />

sangre, y también se sitúa en el centro de la<br />

historia del universo.<br />

¿Nos habla el pasaje de las escrituras<br />

de hoy sobre el traspaso de nuestros<br />

pecados?<br />

En el pasaje de las escrituras de hoy está<br />

escrito: “Vino Jesús de Gal<strong>il</strong>ea al Jordán y se<br />

presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan<br />

se oponía diciendo: ‘Soy yo quien debe ser por ti<br />

bautizado, ¿y vienes tú a mí?’ Pero Jesús le<br />

respondió: ‘Déjame hacer ahora, pues conviene<br />

que cumplamos toda justicia’. Entonces Juan se<br />

lo permitió. Bautizado Jesús, salió luego del<br />

◄ Contenido ►


agua; y he aquí que se abrieron los cielos, y vio<br />

al Espíritu de Dios descender como paloma y<br />

venir sobre él, mientras una voz del cielo decía:<br />

‘Este es mi hijo amado, en quien tengo mis<br />

complacencias.’”<br />

Todos nosotros somos descendientes de Adán,<br />

nacidos con doce ingredientes de pecado desde el<br />

mismo día en que nacimos en este mundo, y por<br />

tanto no teníamos ninguna otra opción que morir<br />

por nuestros pecados y ser condenamos por ellos<br />

ante Dios (Marcos 7:21-23). No podíamos evitar<br />

vivir acobardados y morir sin esperanza por<br />

causa de nuestros pecados; y todos estábamos<br />

destinados al terrorífico fuego del Infierno. Sin<br />

embargo, Jesús nació en este mundo cuando<br />

estábamos al borde de la eterna destrucción.<br />

Nació bajo una apariencia hum<strong>il</strong>de para salvar a<br />

la humanidad de todos los pecados del mundo. El<br />

Señor vino a este mundo encarnado en la carne<br />

de un hombre para librar a gente como ustedes y<br />

80 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

como yo de los pecados eternos del mundo.<br />

Cuando nuestro Señor cumplió 30 años, cargó<br />

con todos los pecados del mundo al ser bautizado<br />

por Juan en el río Jordán. Por aquel entonces,<br />

Juan el Bautista impartía su bautismo de<br />

arrepentimiento a muchos israelitas que les hacía<br />

volver a Dios. Pero el bautismo que Juan el<br />

Bautista le dio a Jesús fue para cumplir con toda<br />

justicia de Dios. Fue un bautismo para pasar<br />

todos los pecados de este mundo al cuerpo de<br />

Jesucristo, el Cordero de Dios.<br />

Juan el Bautista era el representante de toda la<br />

humanidad (Mateo 11:11). Y él fue el último<br />

profeta del Antiguo Testamento, el representante<br />

bíblico legítimo que nació de entre la casa del<br />

Sumo Sacerdote, y así, realizó su ministerio<br />

como el último sacerdote de la era del Antiguo<br />

Testamento (Lucas 1:1-21). Por tanto, todos<br />

nosotros debemos entender el ministerio de Juan<br />

el Bautista sin falta antes de intentar entender el<br />

◄ Contenido ►


ministerio de Jesús. La verdad es que Jesús<br />

aceptó todos los pecados del mundo a través de<br />

Su bautismo recibido de Juan. Debemos entender<br />

esta verdad y creer en ella. Sólo cuando<br />

alcanzamos un conocimiento en profundidad del<br />

ministerio de Juan el Bautista podemos<br />

entenderlo en conexión con el ministerio de Jesús<br />

y conocer a fondo la totalidad de la verdad de la<br />

remisión del pecado, de la verdadera expiación.<br />

El Antiguo y Nuevo Testamento hacen<br />

profundas profecías y detalladas descripciones<br />

del ministerio de Juan el Bautista. Mateo 11:11<br />

describe a Juan el Bautista así: “En verdad os<br />

digo que entre los nacidos de mujer no ha<br />

aparecido uno más grande que Juan el<br />

Bautista”. En los capítulos 3 y 4 del Libro de<br />

Malaquías en el Antiguo Testamento fue<br />

profetizado que Dios mandaría a Elías.<br />

Malaquías 4:5 dice: “He aquí que enviaré a<br />

Elías el profeta antes que venga el día de Yahvé,<br />

81 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

grave y terrible”; seguido del verso 6: “Él<br />

convertirá el corazón de los padres a los hijos, y<br />

el corazón de los hijos a los padres, no sea que<br />

venga yo y entregue la tierra toda al anatema”.<br />

La Biblia nos enseña que este Elías sobre quien<br />

se profetizó en el Libro de Malaquías en el<br />

Antiguo Testamento era nada más ni nada menos<br />

que Juan el Bautista que pasó los pecados de la<br />

humanidad, los pecados del mundo, a Jesús a<br />

través de Su bautismo.<br />

En el Nuevo Testamento, Jesús mismo dijo de<br />

Juan el Bautista que “entre los nacidos de mujer<br />

no ha nacido uno más grande que Juan el<br />

Bautista” y “él es Elías que ha de venir” (Mateo<br />

1:11-12). ¿Cuál es, entonces, el papel que Juan el<br />

Bautista desempeñó cuando Él vino a este<br />

mundo? Como representante de la humanidad,<br />

Juan el Bautista fue el que pasó los pecados del<br />

mundo a Jesús al bautizarle. Él fue quien<br />

cumplió el ministerio que volvió los corazones<br />

◄ Contenido ►


de los pecadores hacia Dios, así como el que<br />

bautizó a Jesús para pasar los pecados del mundo<br />

a Él. Al haber nacido de la casa de Arón, el<br />

Sumo Sacerdote, por la Providencia de Dios,<br />

Juan el Bautista estaba cualificado para llevar a<br />

cabo las tareas del Sumo Sacerdote (Lucas 1:1-<br />

10). Por tanto, Juan el Bautista fue el que<br />

cumplió su tarea sacerdotal de pasar los pecados<br />

de todos a Jesús a través de Su bautismo.<br />

Juan tuvo que venir al mundo para pasar los<br />

pecados del mundo a Jesús mediante Su<br />

bautismo. Y Juan el Bautista fue quien reprendió<br />

a la gente que se había separado de Dios y<br />

testificó que Jesucristo es el Hijo de Dios, el<br />

Cordero de la expiación que perdonaría los<br />

pecados del mundo con Su bautismo y el<br />

derramamiento de Su sangre. Jesús cumplió la<br />

profecía sobre la imposición de manos sobre la<br />

cabeza del sacrificio expiatorio escrita en el<br />

Libro de Levítico (Levítico 1:3-5) al ir a Juan el<br />

82 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

Bautista como el sacrificio expiatorio que haría<br />

desaparecer los pecados del mundo y al ser<br />

bautizado por él.<br />

Por eso Juan el Bautista tuvo que bautizar a<br />

Jesús y pasarle los pecados del mundo, y de ese<br />

modo cumplir la justicia de Dios, la voluntad de<br />

Dios Padre. Jesús era el Cordero de Dios que<br />

aceptó los pecados de todo el mundo al ser<br />

bautizado por el hombre más grande nacido de<br />

mujer. En otras palabras, Jesús fue bautizado por<br />

Juan el Bautista porque Él quiso aceptar los<br />

pecados de este mundo de una vez por todas.<br />

Cuando Jesús estaba impartiendo el bautismo<br />

de arrepentimiento al pueblo de Israel, Jesús vino<br />

a él y le dijo: “Déjame hacer ahora, pues<br />

conviene que cumplamos toda justicia” (Mateo<br />

3:15). Para cargar con todos los pecados del<br />

mundo, Jesús tuvo que recibir el bautismo a<br />

manos de Juan el Bautista, ya que fue a través del<br />

bautismo que tomó todos los pecados del mundo<br />

◄ Contenido ►


sobre sí mismo. Al cargar así con todos los<br />

pecados del mundo a través de su bautismo<br />

recibido de Juan el Bautista, y al ser crucificado<br />

para derramar Su sangre y levantarse de entre los<br />

muertos al tercer día, Jesús se ha convertido en el<br />

Salvador eterno.<br />

Entonces, Jesús fue bautizado porque era<br />

conveniente para Él cumplir la voluntad de Dios<br />

Padre (Mateo 3:15). Y fue por la voluntad de<br />

Dios Padre que Juan el Bautista le bautizó. En<br />

otras palabras, Jesús recibió la imposición de<br />

manos espiritual y derramó Su sangre como en el<br />

sacrificio expiatorio del Antiguo Testamento. En<br />

Levítico 16, podemos ver que dos cabras<br />

expiatorias aceptaban los pecados anuales del<br />

pueblo de Israel a través de la imposición de<br />

manos por el Sumo Sacerdote. Del mismo modo,<br />

Jesús aceptó todos los pecados del mundo de una<br />

vez por todas a través del bautismo que recibió<br />

de Juan el Bautista y derramó Su preciosa sangre<br />

83 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

en la Cruz. Jesús es, por tanto, el Salvador de la<br />

humanidad que tomó sus pecados sobre Su<br />

cabeza al ser bautizado.<br />

Jesús es el Hijo unigénito de Dios Padre y el<br />

Sumo Sacerdote celestial del Reino de Dios. Así,<br />

para que Juan el Bautista, el representante de la<br />

humanidad, pudiera cumplir su sacerdocio, como<br />

Sumo Sacerdote terrenal, tuvo que conocer a<br />

Jesús, el Sumo Sacerdote del Reino de los<br />

Cielos, y cumplir toda justicia de Dios Padre. A<br />

través del bautismo de Jesús, el amor justo de<br />

Dios se hizo realidad.<br />

¿Quién, entonces, es más grande Jesús o Juan?<br />

Por supuesto, Jesús, el Sumo Sacerdote celestial<br />

es más grande que Juan el Bautista. Jesús es más<br />

exaltado que ningún otro, puesto que Él es Dios<br />

mismo, que creó el universo entero, y que es<br />

además el Hijo de Dios que vino al mundo para<br />

salvar a la humanidad de los pecados del mundo.<br />

Jesús vino al mundo y fue bautizado por Juan el<br />

◄ Contenido ►


Bautista para salvar a la humanidad de los<br />

pecados del mundo. Jesús no es una mera<br />

criatura como nosotros.<br />

En el bautismo que Jesús recibió de Juan está<br />

presente la obra especial de Dios. Cuando Jesús<br />

fue a Juan el Bautista para ser bautizado, Juan le<br />

dijo a Jesús: “Soy yo quien debe ser por ti<br />

bautizado, ¿y vienes tú a mí?”. Como podemos<br />

ver, al principio Juan se negó a pasar todos los<br />

pecados a Jesús bautizándole; pero al final no<br />

pudo resistirse, puesto que Jesús mismo quería<br />

ser bautizado por él y, de ese modo, cargar con<br />

todos los pecados del mundo. Entonces Jesús<br />

ordenó a Juan que le bautizara, diciendo:<br />

“Déjame hacer ahora, pues conviene que<br />

cumplamos toda justicia” (Mateo 3:15).<br />

Antes de que Jesús fuera bautizado por Juan el<br />

Bautista, tanto los gent<strong>il</strong>es como los judíos tenían<br />

pecados en sus corazones y por tanto no podían<br />

evitar ser condenados y destruidos por sus<br />

84 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

pecados. Sabemos muy bien que todos somos<br />

seres frág<strong>il</strong>es que no pueden evitar ser destruidos<br />

por pecar contra Dios en este mundo. Por eso<br />

Jesús tomó todos los pecados del mundo al ser<br />

bautizado por Juan. Nuestro Señor tuvo que<br />

cumplir esta obra a través de Juan el Bautista.<br />

Para que Jesús pudiera tomar todos los pecados<br />

de esta gente sobre sí mismo, él tuvo que recibir<br />

de Juan el bautismo que pudiera cumplir toda<br />

justicia de Dios.<br />

“Déjame hacer ahora, pues conviene que<br />

cumplamos toda justicia” (Mateo 3:15). Aquí,<br />

“toda justicia” es “pa'san dikaiosuvnhn” (pasan<br />

dikaiosunen) en griego. Esta palabra<br />

“dikaiosune” quiere decir “el estado más justo” o<br />

“justicia”.<br />

Como en el sacrificio expiatorio del Antiguo<br />

Testamento había perdonado todos los pecados<br />

de los israelitas al cargar con todos ellos; en el<br />

Nuevo Testamento Jesús borró todos los pecados<br />

◄ Contenido ►


de la humanidad entera al venir a la tierra y<br />

cargar con todos los pecados al ser bautizado por<br />

Juan. Básicamente, Jesús vino a este mundo<br />

como el Cordero de Dios, y convirtiéndose así en<br />

el sacrificio expiatorio por nuestros pecados, nos<br />

ha librado de los pecados de este mundo. La<br />

razón por la que el Salvador se hizo hombre y<br />

buscó ser bautizado por Juan el Bautista, reside<br />

en el cumplimiento de esta justicia de Dios.<br />

Jesús dijo: “Déjame hacer ahora, pues<br />

conviene que cumplamos toda justicia”. Esto<br />

significa espiritualmente: “Me conviene tomar<br />

los pecados de todo el mundo de una vez por<br />

todas al ser bautizado por ti y borrarlos todos”.<br />

Esto también significa que el bautismo que Jesús<br />

recibió de Juan el Bautista fue el cumplimiento<br />

de la imposición de manos del Antiguo<br />

Testamento, que, a la vez significa que Jesús, en<br />

realidad, aceptó los pecados de la humanidad de<br />

una vez por todas. Por tanto, todos nosotros<br />

85 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

debemos tener la fe que conoce y creer en esta<br />

verdad manifestada en el bautismo que Jesús<br />

recibió. Debemos conocer el resultado del<br />

bautismo que Jesús recibió de Juan el Bautista y<br />

Su derramamiento de sangre en la Cruz, y<br />

debemos entender y creer esto correctamente.<br />

La iglesia presbiteriana da una versión<br />

resumida del bautismo, en que sus seguidores<br />

son bautizados, no por inmersión completa en el<br />

agua, sino rociando con agua en el nombre del<br />

Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En las<br />

Sagradas Escrituras, este tipo de bautismo se da<br />

en las regiones con escasez de agua, como por<br />

ejemplo en las zonas desérticas. Así fue como,<br />

por ejemplo, Felipe bautizó al eunuco etiope.<br />

Pero cuando Jesús fue bautizado por Juan, el<br />

agua del río Jordán le llegaba a la cintura. En el<br />

bautismo que Jesús recibió de Juan, éste puso sus<br />

dos manos sobre la cabeza de Jesús,<br />

sumergiéndole en el agua y después sacándole de<br />

◄ Contenido ►


nuevo. Este bautismo era el mismo que en la<br />

imposición de manos del Antiguo Testamento, en<br />

que el Sumo Sacerdote había pasado los pecados<br />

de los israelitas al poner sus dos manos sobre la<br />

cabeza del sacrificio. El bautismo que Jesús<br />

recibió de Juan fue el bautismo a través del cual<br />

Él aceptó los pecados del mundo para cargar con<br />

todos ellos.<br />

¿Qué significa el hecho de que Juan el<br />

Bautista pusiera sus manos sobre Jesús para<br />

bautizarle? En el Antiguo Testamento, el ritual<br />

de imposición de manos se realizaba en los<br />

siguientes casos: 1) para pasar los pecados de<br />

uno mismo al sacrificio expiatorio (Levítico 1:1-<br />

10; 4:1-25); 2) para consagrar a los siervos de<br />

Dios (Números 8:10; 27:18); y 3) para devolver<br />

la blasfemia al blasfemo (Levítico 24:14).<br />

Fuese el caso que fuese, “la imposición de<br />

manos” era la manera de “pasar algo a”. Cuando<br />

un siervo es consagrado como pastor, por<br />

86 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

ejemplo, los pastores mayores imponen sus<br />

manos sobre su cabeza, simbolizando que los<br />

poderes y regalos que Dios les ha dado, se han<br />

pasado al nuevo pastor también. Esto significa<br />

que a través de la imposición de manos, todos los<br />

regalos y el poder que habían sido concedidos a<br />

los pastores mayores, son ahora conferidos<br />

también al nuevo pastor.<br />

Sin embargo, el caso más típico de la<br />

imposición de manos era el del sacrificio<br />

expiatorio, que se llevaba a cabo para pasar los<br />

pecados al animal del sacrificio. Y<br />

paralelamente, Juan el Bautista puso sus manos<br />

sobre la cabeza de Jesús para pasarle todos los<br />

pecados del mundo. Por eso, incluso hoy en día,<br />

cuando los pastores bautizan a los creyentes,<br />

siempre ponen sus manos sobre sus cabezas.<br />

¿Por qué se hace esto? Es una prueba de su fe,<br />

para demostrar que creen que Jesús cargó con los<br />

pecados del mundo a través de su bautismo, que<br />

◄ Contenido ►


sean bautizados.<br />

Como Salvador, Jesús tomó los pecados del<br />

mundo sobre sí mismo al ser bautizado por Juan<br />

el Bautista, el representante de toda la<br />

humanidad. Esto era lo mismo que el Sumo<br />

Sacerdote del Antiguo Testamento pasando los<br />

pecados del pueblo de Israel al sacrificio<br />

expiatorio a través de la imposición de manos<br />

sobre su cabeza (Levítico 16:11).<br />

Al ser bautizado por Juan el Bautista,<br />

representante de la humanidad, Jesús fue inmerso<br />

en el agua y después salió de ella. En el plano<br />

espiritual, esto simboliza el hecho de que al<br />

haber tomado todos nuestros pecados del mundo<br />

de una vez por todas al ser bautizado por Juan, Él<br />

moriría en la Cruz al final, se levantaría de entre<br />

los muertos, y de ese modo se convertiría en el<br />

perfecto Salvador. Esto nos dice que Jesús aceptó<br />

los pecados del mundo a través de Su bautismo,<br />

cargó con nuestros pecados, y fue condenado por<br />

87 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

todos los pecados al derramar Su sangre en la<br />

Cruz.<br />

Resumiendo, el bautismo de la imposición de<br />

manos implica que Él aceptó los pecados del<br />

mundo, Su inmersión en el agua simboliza Su<br />

muerte en la Cruz, y el salir del agua indica su<br />

Resurrección. Por todos nosotros, en otras<br />

palabras, Jesús ha cumplido la justicia de Dios al<br />

satisfacer los requisitos de la ley del pecado y la<br />

muerte que nosotros teníamos que afrontar. Por<br />

eso la Biblia dice: “Pues lo que a la Ley era<br />

imposible, por ser déb<strong>il</strong> a causa de la carne,<br />

Dios, enviando a su propio Hijo en carne<br />

semejante a la del pecado y por el pecado,<br />

condenó el pecado a la carne, para que la<br />

justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, los<br />

que no andamos según la carne, sino según el<br />

Espíritu” (Romanos 8:3-4).<br />

En ese momento, cuando Jesús salió del agua,<br />

Dios Padre abrió las puertas del Cielo y dijo:<br />

◄ Contenido ►


“Este es mi hijo amado, en quien tengo mis<br />

complacencias” (Mateo 3:17). Dios había<br />

planeado perdonar todos los pecados de la<br />

humanidad a través de Su Hijo antes de la<br />

Creación. Y esta obra la cumplió Su Hijo al venir<br />

a la tierra, tomar los pecados de la humanidad<br />

sobre sí mismo al ser bautizado por Juan,<br />

derramar Su sangre, y de ese modo librar a Sus<br />

creyentes del pecado perfectamente. Al ser<br />

bautizado y derramar Su sangre, nuestro Señor<br />

cumplió la voluntad de Dios de una vez por<br />

todas.<br />

Por tanto, cuando Jesús obedeció la voluntad<br />

de Dios al tomar todos los pecados de la<br />

humanidad sobre sí mismo a través de Su<br />

bautismo, Dios Padre estaba contento con Su<br />

Hijo Jesús, diciendo: “Este es mi hijo amado, en<br />

quien tengo mis complacencias”. Por eso los<br />

cristianos debemos creer en el bautismo que<br />

Jesús recibió de Juan, así como en la sangre que<br />

88 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

Jesús derramó en la Cruz como condena por<br />

todos nuestros pecados. Por eso Dios Padre abrió<br />

las puertas del Cielo y dijo que El que estaba<br />

siendo bautizado en ese momento ere Su Hijo, en<br />

quien tenia Sus complacencias.<br />

“He aquí el cordero de Dios que quita<br />

el pecado del mundo”<br />

Ahora, pasando a Juan 1:29, ustedes y yo<br />

debemos entender la prueba que demuestra que<br />

Jesús tomó los pecados del mundo de una vez<br />

por todas al ser bautizado por Juan el Bautista, y<br />

debemos creer esto con todo nuestro corazón.<br />

Juan Bautista, viendo a Jesús a quien había<br />

bautizado, viniendo hacia él el día después de Su<br />

bautismo, testificó: “He aquí el Cordero de Dios<br />

que quita el pecado del mundo”.<br />

Dicho de otra manera, Juan testificó: “Nadie<br />

◄ Contenido ►


más que Jesús, el mismísimo Salvador de la<br />

humanidad, el Salvador que aceptó todos los<br />

pecados mediante Su bautismo y que derramó Su<br />

sangre por ellos”. Al día siguiente, viendo a<br />

Jesús de nuevo, Juan testificó una vez más: “He<br />

aquí el cordero de Dios”. Puesto que Jesús había<br />

sido bautizado por Juan el Bautista, y ahora había<br />

aceptado todos los pecados del mundo, tenía que<br />

ser crucificado y derramar su sangre. Por eso<br />

Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de<br />

Dios que quita el pecado del mundo”.<br />

Debemos entender la frase el pecado del<br />

mundo y decidir si creemos o no en la verdad de<br />

Su bautismo. ¿Cuál es el correcto conocimiento<br />

de los pecados de este mundo? Mucha gente<br />

generalmente piensa que “mundo” aquí, de<br />

manera temporal, sólo comprende su propio<br />

pequeño mundo —es decir, todo lo que han<br />

conocido desde que nacieron hasta su presente.<br />

Pero el conocimiento exacto de los pecados del<br />

89 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

mundo requiere que consideremos el mundo aquí<br />

como el tiempo que lo abarca todo desde el<br />

principio del universo hasta su fin.<br />

Me contaron una vez que existe una clase de<br />

mosca que vive como mucho un día. Para tales<br />

insectos, vivir 12 horas significa vivir media<br />

vida. Si vivieran un poco más, se encontrarían en<br />

su ocaso, y si vivieran hasta 24 horas, hubieran<br />

vivido su vida entera. Entonces, naturalmente, el<br />

concepto del “mañana” no tiene sentido para<br />

ellos.<br />

Del mismo modo, puesto que sólo vivimos<br />

entre 70 y 80 años, no tenemos un conocimiento<br />

exacto de conceptos como “eternidad” o<br />

“infinidad”. Sin embargo, nuestro Señor, el Dios<br />

Todopoderoso, nos dice: el mundo es el tiempo<br />

desde el principio del universo hasta el día en<br />

que termine. En otras palabras, nuestro concepto<br />

del tiempo es definitivamente diferente al<br />

concepto temporal del mundo del que Dios nos<br />

◄ Contenido ►


está hablando aquí. El tiempo del mundo del que<br />

nuestro Señor nos está hablando es mucho más<br />

extenso que nuestra concepción.<br />

Nuestra fe debe basarse en la Palabra de Dios<br />

—es decir, debemos creer en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu escrito en la Palabra de Dios.<br />

Por tanto si consideramos lo que Juan dijo—“El<br />

cordero de Dios que quita el pecado del mundo”<br />

—o lo que nuestro Señor mismo dijo— “Pues<br />

conviene que cumplamos toda justicia”—<br />

debemos entender que Jesús tomó los pecados de<br />

todos los hombres a través de Su bautismo y los<br />

llevó a la Cruz; nosotros debemos creer esto con<br />

nuestros corazones.<br />

¿Cuándo cargó Jesús con los pecados de este<br />

mundo? Jesús tomó los pecados del mundo sobre<br />

sí mismo de una vez por todas cuando aceptó<br />

todos los pecados al ser bautizado en el río<br />

Jordán por Juan. En el original griego aparece la<br />

palabra “hutos gar”, que significa “sólo de esta<br />

90 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

manera”, o “no hay otra manera aparte de esta”.<br />

Esto demuestra que Jesús tomó irreversiblemente<br />

los pecados del mundo sobre sí mismo a través<br />

del bautismo que recibió de Juan. En otras<br />

palabras, Jesús pudo redimir los pecados del<br />

mundo, sin falta, sólo cuando fue bautizado por<br />

Juan. Debemos, entonces, comprender<br />

invariablemente el bautismo de Jesús y su<br />

derramamiento de sangre como la remisión de<br />

nuestros pecados y creerlo así.<br />

Con este método de pasar los pecados del<br />

mundo a Jesús, al imponer Juan el Bautista sus<br />

manos sobre la cabeza de Jesús, Él tomó todos<br />

los pecados del mundo sobre sí mismo de una<br />

vez, derramó Su sangre, y de ese modo completó<br />

nuestra expiación para la perfección. Este era el<br />

fin del bautismo de Jesús. Entendemos que en el<br />

Antiguo Testamento, la imposición de manos en<br />

el sacrificio expiatorio y su derramamiento de<br />

sangre significaba la expiación de los israelitas.<br />

◄ Contenido ►


Igualmente, debemos creer que a través de Su<br />

bautismo, Jesús borró los pecados de todos los<br />

hombres al aceptar los pecados los pecados del<br />

mundo, y que hemos sido santificados de una vez<br />

a través del sacrificio del cuerpo de Cristo<br />

(Hebreos 10:10).<br />

La palabra bautismo, “baftisma” (baptisma),<br />

en griego, significa ser sumergido. Por tanto,<br />

bautizar significa literalmente sumergir debajo<br />

del agua. Para ser precisos, significa: 1) limpiar<br />

mojando o sumergiendo, lavar, limpiar con agua,<br />

lavarse, o bañar; 2) abrumar; 3) enterrar; 4)<br />

pasar.<br />

Aquí reside la razón por la que ustedes deben<br />

entender el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

correctamente y creer en él. En primer lugar,<br />

todos sus pecados fueron pasados a Jesús a través<br />

del bautismo que recibió de Juan. Puesto que<br />

Jesús aceptó todos nuestros pecados del mundo a<br />

través de Su bautismo, todos aquellos que creen<br />

91 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

en esto están ahora sin pecado. Ya que Jesús al<br />

ser bautizado ha borrado todos los pecados del<br />

mundo, ya no puede haber más pecado. Jesús era<br />

el cordero de Dios que quitó el pecado del<br />

mundo. Estos pecados del mundo incluyen todos<br />

los pecados que hayan cometido y los que<br />

cometerán; desde los que cometieron en su<br />

infancia hasta su edad adulta, y los que<br />

cometerán hasta el día en que mueran. Al ser<br />

bautizado por Juan, Jesús cumplió toda justicia,<br />

cargando con todos estos pecados y llevándolos a<br />

la Cruz.<br />

En segundo lugar, el significado de lavar<br />

denota que al pasar los pecados del mundo a<br />

Jesús con Su bautismo, todos esos pecados<br />

fueron borrados. En tercer lugar, el significado<br />

de entierro implica que cuando los pecados del<br />

mundo estaban en nosotros, teníamos que<br />

cumplir la condena del pecado y ser echados al<br />

fuego del Infierno; pero cuando nuestros pecados<br />

◄ Contenido ►


habían sido pasados a Jesús a través de nuestra fe<br />

en Su bautismo, Jesús tuvo que morir por<br />

nuestros pecados en nuestro lugar. Por eso Jesús<br />

fue bautizados en lugar nuestro, fue crucificado y<br />

sangró hasta morir en lugar nuestro, fue<br />

enterrado en lugar nuestro, y resucitó de entre los<br />

muertos. Al ser así bautizado, crucificado y<br />

enterrado; al levantarse de entre los muertos; al<br />

estar sentado a la derecha de Dios Padre; y al<br />

permitir que todos los pecadores lleguen a<br />

conocer el Evangelio del agua y el Espíritu, Jesús<br />

ha hecho posible que todo el que cree en esto<br />

reciba la remisión de sus pecados simplemente<br />

por fe.<br />

Cuando somos salvados al creer en Jesús<br />

como el Salvador, en Su bautismo y Su sangre en<br />

la Cruz, entonces podemos convertirnos<br />

realmente en los hijos de Dios. Para nosotros,<br />

esto significa que nuestros pecados fueron<br />

pasados a Jesús. Puesto que Jesús fue bautizado<br />

92 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

por Juan y derramó Su sangre en la Cruz,<br />

nuestros pecados ya no están en nosotros. Todos<br />

nuestros pecados, desde los cometidos en nuestra<br />

infancia hasta los cometidos en la edad adulta, y<br />

hasta el día en que muramos, fueron pasados en<br />

su totalidad al cuerpo de Jesús y ya han sido<br />

condenados. Debido a que todos nuestros<br />

pecados fueron pasados a Jesús, Él derramó Su<br />

sangre en la Cruz en lugar nuestro, murió y se<br />

levantó de entre los muertos, y nos ha dado así<br />

una nueva vida.<br />

Entonces, si creemos en Jesús como el<br />

Salvador, todos podemos estar sin pecado.<br />

Aquellos de ustedes que a partir de ahora<br />

conozcan el Evangelio del agua y el Espíritu, lo<br />

entiendan, y crean en él de todo corazón, serán<br />

justos. Ya no son pecadores. Ahora son justos. Al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

pueden hacerse justos. No podemos alcanzar<br />

nuestra salvación mediante nuestros propios<br />

◄ Contenido ►


esfuerzos, ya que continuaríamos siendo<br />

insuficientes y pecando; pero el Señor ha borrado<br />

todos nuestros pecados a través del bautismo que<br />

Él recibió de Juan y la sangre que derramó en la<br />

Cruz. Entonces, al saber la verdad la salvación<br />

llega a nuestros corazones.<br />

El Evangelio del agua y el Espíritu<br />

demostrado por el sacrificio<br />

expiatorio del Tabernáculo del<br />

Antiguo Testamento<br />

En primer lugar, permítanme describir la<br />

disposición física del Tabernáculo del Antiguo<br />

Testamento. El Tabernáculo en sí era una<br />

estructura relativamente pequeña, pero estaba<br />

rodeado por un patio externo cercado por p<strong>il</strong>ares<br />

y velos de lino tejido. Había una puerta en este<br />

93 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

patio, y pasando la puerta, al acercarse al<br />

Tabernáculo, se encontraba el altar para los<br />

holocaustos, y la p<strong>il</strong>a de bronce situada después<br />

del altar. El Tabernáculo en sí mismo, estaba<br />

dividido en dos partes: el lugar santo y el<br />

santísimo. Las puertas de esta casa de Dios (una<br />

para el lugar Santo y otra para el Santísimo), así<br />

como la puerta del patio, estaban todas tejidas de<br />

h<strong>il</strong>o azul, púrpura y escarlata, y lino fino.<br />

¿Por qué hizo Dios todas las puertas del<br />

Tabernáculo tejidas con estos h<strong>il</strong>os azules,<br />

púrpuras y escarlata, y lino fino? Para predecir, a<br />

través de ellas, cómo vendría Jesús a esta tierra,<br />

tomando los pecados del mundo sobre sí mismo<br />

de una vez por todas mediante el bautismo que<br />

recibiría de Juan, su crucifixión y derramamiento<br />

de sangre. Al ser bautizado por Juan el Bautista y<br />

ser crucificado por los pecados del mundo, Jesús<br />

tomó su propio cuerpo como un sacrificio<br />

expiatorio para nosotros.<br />

◄ Contenido ►


Al creer en Jesús como el Salvador, y al creer<br />

en la Palabra que nos dice que Jesús, que se<br />

convirtió en el h<strong>il</strong>o azul, púrpura escarlata, tomó<br />

todos los pecados del mundo sobre sí mismo al<br />

ser bautizado, podemos de una vez ser librados<br />

de todos nuestros pecados, por la fe. Jesús ut<strong>il</strong>izó<br />

este h<strong>il</strong>o azul, púrpura y escarlata, y lino fino<br />

tejido para la puerta del Tabernáculo para<br />

decirnos que Él es el Rey de reyes, y que nos ha<br />

salvado de nuestros pecados al ser bautizado y<br />

crucificado. El h<strong>il</strong>o azul, púrpura y escarlata, y el<br />

lino fino tejido, son nada más y nada menos que<br />

el prototipo de la salvación, que nos dice que el<br />

Señor nos ha salvado perfectamente (1 Pedro<br />

3:21).<br />

Por eso si abriéramos la puerta del patio del<br />

Tabernáculo y entrásemos, veríamos la p<strong>il</strong>a de<br />

bronce detrás del altar de los holocaustos. El altar<br />

de los holocaustos enseña la ley de la justicia de<br />

Dios anterior a Su ley de la salvación, porque<br />

94 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

“está señalado que los hombres mueran una vez,<br />

y después de esto el juicio”. Mediante el altar de<br />

los holocaustos, en otras palabras, Dios nos<br />

mostró de antemano que seríamos condenados<br />

por nuestros pecados. Si realmente creemos en<br />

Jesús como el Salvador, debemos darnos cuenta<br />

que en el Antiguo Testamento, para que los<br />

israelitas fueran salvador de sus pecados y de la<br />

condena de los pecados, ellos tenían que pasar<br />

sus pecados al sacrificio expiatorio y sacrificarlo<br />

ante el altar.<br />

De igual modo, Jesús tomó los pecados del<br />

mundo sobre sí mismo de una vez por todas al<br />

ser bautizado por Juan, y así pudo ser crucificado<br />

y derramar Su sangre por nosotros. Al venir a<br />

esta tierra, nuestro Señor cargó con nuestros<br />

pecados al ser bautizado por Juan el Bautista y<br />

cargó con la condena del pecado de una vez.<br />

Resumiendo, al ser bautizado, derramar Su<br />

sangre, y resucitar de entre los muertos para<br />

◄ Contenido ►


salvarnos de nuestros pecados y la condena,<br />

Jesús se convirtió en nuestro Salvador verdadero.<br />

¿Dónde se encuentran ahora nuestros<br />

pecados personales?<br />

¿Qué debemos entonces hacer con nuestros<br />

pecados personales que continuamos cometiendo<br />

diariamente mientras vivimos? Hermanos y<br />

hermanas, si recordamos diariamente que todos<br />

nuestros pecados fueron pasados a Jesús cuando<br />

fue bautizado en el río Jordán, es decir, si<br />

continuamos creyendo en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu con todo nuestro<br />

corazón, permaneceremos sin pecado. ¿Por qué?<br />

Porque Jesús, sabiendo que pecaríamos todos los<br />

días, tomó todos los pecados del mundo al ser<br />

bautizado por Juan, los llevó a la Cruz, derramó<br />

Su sangre, se levantó de entre los muertos, y<br />

95 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

borró todos los pecados de una vez por todos.<br />

Sin embargo, esta verdad de salvación, el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, es sólo efectiva<br />

cuando verdaderamente la entendemos y creemos<br />

de todo corazón. Podemos estar perfectamente<br />

sin pecado tan sólo recordando y creyendo que<br />

todos nuestros pecados fueron pasados a Jesús y<br />

borrados cuando Él fue bautizado por Juan, ya<br />

que pecamos cada día. Hemos sido limpiados de<br />

todo pecado original y personal por nuestra fe en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Queridos hermanos cristianos, si quieren ser<br />

redimidos de todos sus pecados, deben entender<br />

y creer que todos sus pecados fueron pasados a<br />

Jesús cuando fue bautizado. Y deben siempre<br />

meditar sobre la Palabra del verdadero<br />

Evangelio, especialmente cuando cometan<br />

pecados reales. Sólo entonces pueden sus<br />

corazones estar limpios, y sólo entonces pueden<br />

estar cualificados para servir las obras justas de<br />

◄ Contenido ►


Dios. El Evangelio del agua y el Espíritu consiste<br />

en que nuestros pecados fueron pasados a Jesús<br />

cuando fue bautizado por Juan, y en que Él fue<br />

condenado por ellos en la Cruz. Es a través del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu como la Biblia<br />

nos habla de la remisión del pecado.<br />

Todos nosotros debemos creer en la Palabra<br />

de Dios y considerarla como la verdad. Si creen<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu, es<br />

imposible que tengan ningún pecado. Si<br />

realmente creemos en Jesucristo como el<br />

Salvador, entonces somos la gente de fe que cree<br />

que Jesús de una vez por todas tomó todos los<br />

pecados de este mundo sobre sí mismo,<br />

cualesquiera que sean, a través del bautismo que<br />

recibió de Juan. El bautismo que Jesús recibió de<br />

Juan nos ha hecho estar sin pecado, tal y como el<br />

Libros de Romanos nos dice: “Pues como, por la<br />

desobediencia de un solo hombre muchos se<br />

constituyeron en pecadores, así también, por la<br />

96 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

obediencia de uno, muchos se constituirán en<br />

justos” (Romanos 5:19).<br />

Mientras vivimos en este mundo, pecamos<br />

cada día. ¿Han sido ya todos sus pecados pasados<br />

a Jesús? Todos sus pecados fueron pasados al<br />

cuerpo de Jesús hace mucho tiempo, más de<br />

2000 años atrás. ¿Fueron también pasados a<br />

Jesús los pecados que cometeremos en el futuro a<br />

causa de nuestra deb<strong>il</strong>idad? Y, ¿fue Él<br />

condenado por ellos también? Sí, eso es cierto.<br />

¿Significa esto que está bien que cometamos a<br />

nuestro antojo todo tipo de pecados? No, esto no<br />

es así. Incluso los que han nacido de nuevo al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu están,<br />

por supuesto, destinados a continuar pecando por<br />

causa de su deb<strong>il</strong>idad. No obstante, todavía<br />

pueden mantener sus corazones limpios en todo<br />

momento al meditar sobre el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu. Las personas pecan más por causa<br />

de su deb<strong>il</strong>idad que de su propia voluntad.<br />

◄ Contenido ►


Por tanto, cuando los que creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu sufren deb<strong>il</strong>idad,<br />

no pueden hacer otra cosa que estar agradecidos<br />

al Señor aún más, renovando su fe en Su<br />

bautismo y derramamiento de sangre, puesto que<br />

el Señor ha borrado todos los pecados con Su<br />

bautismo y Su derramamiento de sangre en la<br />

Cruz, y ha sido condenado por ellos. Ahora, ya<br />

no son prisioneros del pecado, sino que difunden<br />

orgullosamente esta verdad a otros. Al hacer<br />

esto, nuestros corazones se alegran todavía más.<br />

¿Y ustedes qué? ¿Creen ustedes que para<br />

borrar todos sus pecados, Jesús vino a este<br />

mundo, fue bautizado por Juan el Bautista,<br />

derramó Su sangre hasta morir, y se levantó de<br />

entre los muertos? Sí, damos gracias a Jesús que<br />

vino a borrar nuestros pecados a la perfección. Y,<br />

de hecho, Él los ha hecho desaparecer por<br />

completo.<br />

En el Tabernáculo del Antiguo Testamento, al<br />

97 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

entrar por la puerta del patio y pasar al lado del<br />

altar de los holocaustos, no encontraríamos con<br />

la p<strong>il</strong>a de bronce. Aunque se especificaban<br />

medidas y límites para todos los demás utens<strong>il</strong>ios<br />

del Tabernáculo, no había tales medidas para la<br />

p<strong>il</strong>a de bronce. En el plano espiritual, esto<br />

simboliza el hecho de que al ser bautizado y<br />

derramar Su sangre, Jesús ha borrados todos<br />

nuestros pecados <strong>il</strong>imitadamente. Igualmente, la<br />

p<strong>il</strong>a de bronce tiene la eficacia <strong>il</strong>imitada de<br />

limpiar todos nuestros pecados. Tiene el poder de<br />

lavarlos todos.<br />

Esta p<strong>il</strong>a estaba hecha de bronce, implicando<br />

que todos nuestros pecados debían ser<br />

condenados. Pero contenía el agua donde los<br />

sacerdotes se lavaban las manos y los pies. Esto<br />

nos dice que el Señor ha lavado completamente<br />

los pecados del mundo al ser bautizado. Cuando<br />

los sacerdotes del Antiguo Testamento ofrecían<br />

sacrificios ante el altar de los holocaustos, se<br />

◄ Contenido ►


manchaban con todo tipo de suciedad, desde<br />

sangre animal hasta heces, al matar los<br />

sacrificios de expiación después de haber puesto<br />

las manos sobre ellos. Era el agua de la p<strong>il</strong>a la<br />

que ut<strong>il</strong>izaban para limpiarse esa suciedad. De<br />

este modo, esta p<strong>il</strong>a de bronce insinúa el<br />

bautismo de Jesús que ha lavado pecados sucios.<br />

Todos los pecados personales que cometemos en<br />

este mundo han sido borrados a través del<br />

bautismo de Jesús. Esto es lo que la p<strong>il</strong>a de<br />

bronce revela. Al creer en esta verdad podemos<br />

ser redimidos de todos nuestros pecados y vivir<br />

por siempre con la conciencia tranqu<strong>il</strong>a.<br />

¿Cuántas veces fue Jesús bautizado por Juan<br />

el Bautista para aceptar los pecados de este<br />

mundo? Él fue bautizado una sola vez. Al recibir<br />

el bautismo de Juan el Bautista una sola vez,<br />

Jesús ha lavado para siempre todos los pecados<br />

de este mundo perfectamente. ¿Por qué fue<br />

bautizado una sola vez? Porque Jesús es el Hijo<br />

98 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

eterno de Dios que tenía el poder de aceptar<br />

todos los pecados del mundo desde su principio<br />

hasta el fin, de una vez por todas, a través de Su<br />

bautismo. Como Jesús dijo: “Yo soy el alfa y el<br />

omega”, Él es Dios, el Ser eterno. Puesto que<br />

Jesús es el Hijo del Dios viviente, Él pudo<br />

cumplir Su eterna salvación de una vez por<br />

todas: Él vino al mundo una vez; cargó con todos<br />

los pecados del mundo de una vez al ser<br />

bautizado por Juan el Bautista una vez; fue<br />

crucificado y derramó Su sangre una vez; y así<br />

limpió todos nuestros pecados de una vez.<br />

Debemos conocer la verdad del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu y creer en Jesús como el<br />

Salvador. Fue al ser bautizado una vez como<br />

Jesús limpió los pecados del mundo. Sus pecados<br />

fueron pasados a Jesús de una vez por todas<br />

cuando Él fue bautizado. Al ser así bautizado una<br />

sola vez, Jesús cumplió la justicia de Dios que<br />

borra todos los pecados del mundo. Deben<br />

◄ Contenido ►


aceptar que todos sus pecados fueron pasados a<br />

Jesús a través de Su bautismo. Y ustedes deben<br />

creer esto. No tienen nada que perder por creer<br />

esto. Es a través de nuestra fe en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, que podemos recibir la<br />

remisión eterna de nuestros pecados.<br />

Si se encuentran a ustedes mismo pidiendo<br />

perdón por sus pecados cada día, entonces<br />

deberían saber que no han nacido de nuevo<br />

todavía. Y ustedes deben entender la verdad del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, y deben creer<br />

en Jesús como su verdadero Salvador otra vez.<br />

Los pastores de todo el mundo que han<br />

malinterpretado el bautismo de Jesús, deben<br />

volver a creer en Él de nuevo. Muchos pastores<br />

no tienen el conocimiento adecuado del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu que ha limpiado<br />

sus pecados. ¿Cómo, entonces, creen que es<br />

posible que ellos ayuden a otros a recibir la<br />

remisión del pecado, cuando ellos mismos no la<br />

99 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

han recibido? Si, por casualidad, han estado<br />

fingiendo ser santos mediante sus obras y su<br />

apariencia carnal aunque sus corazones estén<br />

llenos de pecado, entonces son meros religiosos<br />

hipócritas e hijos de la destrucción. La gente no<br />

podría recibir la remisión del pecado con su<br />

ayuda.<br />

Sin embargo, sus almas pueden ser liberadas<br />

de todos sus pecados cuando puedan discernir la<br />

verdad de la salvación de las falsas religiones del<br />

mundo con la fe que conoce y cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Sólo cuando<br />

entiendan correctamente el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, la Palabra de vida de Dios, y crean en<br />

él correctamente en sus corazones, sus pecados<br />

podrán ser borrados. Aunque mucha gente<br />

permanece inconsciente al hecho de que los<br />

pecados del mundo fueran pasados a Jesús<br />

cuando fue bautizado por Juan. Por tanto, ustedes<br />

mismos deben primero aceptar hum<strong>il</strong>demente el<br />

◄ Contenido ►


Evangelio del agua y el Espíritu. Jesús dijo:<br />

“pues conviene que cumplamos toda justicia”<br />

(Mateo 3:15). Jesús cumplió la justicia de Dios<br />

cuando fue bautizado. A través del bautismo que<br />

Él recibió, Jesús aceptó todos los pecados del<br />

mundo. Con su bautismo, todos sus pecados<br />

también fueron aceptados por Jesús.<br />

¿No son ustedes la gente de este mundo? Por<br />

supuesto que lo son. ¿No están sus pecados<br />

incluidos en los pecados del mundo? Por<br />

supuesto que lo están. Una vez acepten esto,<br />

podrán ser liberados a través de la verdad de que<br />

Jesús cargó con todos sus pecados al ser<br />

bautizados. Aceptar que son pecadores<br />

destinados a ser condenados por sus pecados es<br />

el trampolín que lleva a darse cuenta de que su<br />

único Salvador es Cristo.<br />

¿Han entrado en Cristo? O, ¿están todavía<br />

situados fuera de Cristo? Deben saber con<br />

claridad dónde se encuentran. Ustedes son la<br />

100 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

gente de este mundo. ¿Fueron sus pecados<br />

pasados a Jesús o no? Sí, lo fueron. ¿Admiten,<br />

entonces, que los cristianos que dice: “Señor,<br />

todavía soy un pecador” no son los santos<br />

nacidos de nuevo? A pesar de creer en Jesús, no<br />

entienden que nuestros pecados fueron pasados a<br />

Jesús a través de Su bautismo, y como resultado<br />

confían sólo en la sangre en la Cruz, y sufren<br />

cada día, pidiendo a Dios que perdone sus<br />

pecados.<br />

No obstante, ¿qué nos dijo el Apóstol Pablo?<br />

Él nos dijo: “Estad, siempre gozosos y orad sin<br />

cesar. Dad en todo gracias a Dios, porque tal es<br />

su voluntad en Cristo respecto a vosotros” (1<br />

Tesalonicenses 5:16-18). Entonces, si nos<br />

aferramos al Señor lamentándonos, pidiéndole<br />

constantemente que perdone nuestros pecados, lo<br />

único que estamos haciendo es blasfemar Su<br />

bautismo y derramamiento de sangre, incluso<br />

cuando profesamos creer en Él. Esta clase de fe<br />

◄ Contenido ►


es únicamente un insulto a Jesús.<br />

¿Creemos todos nosotros en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu?<br />

Jesús fue bautizado por Juan el Bautista.<br />

Todos nuestros pecados fueron pasados a Jesús<br />

en ese mismo momento de una vez por todas.<br />

Habiendo aceptado los pecados del mundo a<br />

través de Su bautismo, Jesús derramó Su sangre<br />

y murió en la Cruz. Y se levantó de entre los<br />

muertos a los tres días y ahora está sentado a la<br />

derecha del trono de Dios.<br />

Es imperativo que primero sepamos si Jesús<br />

tomó los pecados del mundo, incluyendo sus<br />

pecados, cuando Él fue bautizado, o no. Al<br />

entender el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

creer en él, debemos responder a la salvación de<br />

Dios. Debemos responder a lo que Dios hizo por<br />

101 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

nosotros diciendo: “¡Exacto!”. Cuando la Biblia<br />

nos dice que el Señor tomó todos los pecados del<br />

mundo al ser bautizado, debemos abandonar<br />

nuestros propios pensamientos y responder a esto<br />

creyendo en la Palabra tal y como es. Si el Señor<br />

no hubiera borrado sus pecados a través de Su<br />

bautismo, Su derramamiento de sangre en la<br />

Cruz hubiera sido en vano. Debemos creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu de todo corazón.<br />

El Señor ha borrado completamente los pecados<br />

del mundo.<br />

La fe y la salvación no dependen de sus<br />

propios esfuerzos. Su salvación depende de si<br />

tienen o no la fe que cree en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu que Jesús nos ha dado.<br />

¿Reconocen ahora que el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu es el único evangelio verdadero? Y,<br />

¿quieren admitir ahora esta verdad en sus<br />

corazones? Entonces deben confesar lo siguiente:<br />

“Señor, hasta hoy no sabía que Tú cargaste con<br />

◄ Contenido ►


los pecados del mundo de una vez al ser<br />

bautizado; lo había entendido y creído mal. Pero<br />

te doy gracias por hacerme ver, ahora, que había<br />

malinterpretado Tu salvación. Ahora que he<br />

llegado a entender y conocer la verdad del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, creo y te doy<br />

gracias por ello”.<br />

Ustedes también deben entender ahora el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, darse cuenta<br />

que es por su propio bien, y aceptarlo en sus<br />

corazones como tal. La fe se trata de aceptar la<br />

salvación tal y como es en tu corazón, y esta es la<br />

fe basada en el correcto conocimiento de Jesús,<br />

que te permite recibirle en tus corazones. Y creer<br />

en esta verdad es la manera de convertirse en<br />

hijos de Dios, la propia fe que te remite de todos<br />

tus pecados. ¿Cuál es su conocimiento del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? Y, ¿cómo cree<br />

en él exactamente?<br />

Nuestro Señor dice: “Y conoceréis la verdad,<br />

102 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

y la verdad os librará” (Juan 8:32). Debemos<br />

reconocer la verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu tal y como es. Esta es la fe que cree en<br />

Dios. Él nos saló de los pecados del mundo con<br />

Su agua y Su sangre. Puesto que Él nos ha<br />

salvado de los pecados del mundo con el agua y<br />

el Espíritu, aquellos que creen esto ante Dios<br />

nacerán de nuevo en realidad.<br />

¿Son todavía deudores?<br />

Jesús dijo en Juan 3 que quien no naciere del<br />

agua y el Espíritu, no puede entrar en el Reino de<br />

los Cielos, ni siquiera verlo. Nacer de nuevo del<br />

agua y el Espíritu es solamente posible cuando<br />

creemos en el bautismo de Jesús, Su sangre en la<br />

Cruz, y la verdad de que Él es el Hijo de Dios y<br />

nuestro Salvador. ¿Creen en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu?<br />

◄ Contenido ►


Imaginemos que un hombre ha acumulado<br />

medio m<strong>il</strong>lón de dólares en deudas. Los intereses<br />

sólo ya son demasiado para poder pagarlos. Para<br />

la gente trabajadora, esta clase de deuda es<br />

imposible de pagar con sus medios. Este hombre<br />

no pudo pagar la deuda y entonces fue declarado<br />

insolvente y desapareció. Pero aunque haya<br />

huido a otro lugar y trabaje duro para saldar su<br />

deuda, ¿será capaz de pagar los intereses, sin<br />

hablar de la cantidad principal? Su acreedor,<br />

mientras tanto, persigue a su fiador para<br />

recuperar el dinero, pero el fiador no tiene<br />

medios para pagar tampoco. Entonces, el<br />

acreedor, sin ninguna clase de escrúpulos,<br />

persigue a los padres, amenazándoles de distintas<br />

maneras para obligarles a pagar. Los padres no<br />

pueden soportar esta situación, y entonces pagan<br />

al acreedor, obteniendo un recibo a cambio.<br />

Habiendo pagado al acreedor, el padre<br />

empieza a buscar al hijo, que sin duda estará<br />

103 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

sufriendo en cuerpo y alma. Buscó a su hijo<br />

durante 10 años, pero no lo encontró. Un día,<br />

después de pasados 12 años, el hijo vuelve<br />

finalmente, habiendo ahorrado algún dinero. Lo<br />

primero que hace es ir al padre y decirle: “He<br />

ahorrado $400.000, pero todavía me faltan<br />

$100.000. ¿Puedes prestarme esta cantidad? Me<br />

quedaré contigo y trabajare duro para<br />

devolvértelo”. Entonces el padre abrazó a su hijo<br />

lleno de lágrimas, diciéndole: “¡Ya he pagado tu<br />

deuda! ¡No tienes nada de que preocuparte!<br />

¡Cuánto habrás sufrido todo este tiempo!”<br />

Mientras el padre le decía al hijo que su suelda<br />

había sido saldada, el padre le enseñó el recibo.<br />

El hijo está abrumado por la gratitud, pero al<br />

mismo tiempo siente que ha sufrido<br />

innecesariamente, pensando para sí mismo:<br />

“Durante 12 años he vivido como un esclavo, sin<br />

tener ni un momento de paz, cuando en realidad<br />

no tenía por qué. He vivido como un esclavo sin<br />

◄ Contenido ►


serlo en realidad. Simplemente no lo sabía. Todo<br />

mi sufrimiento ha sido en vano”.<br />

Queridos hermanos cristianos, aquellos que<br />

intentan recibir el perdón de sus pecados por su<br />

propia cuenta, incluso cuando Jesús ha redimido<br />

todos sus pecados a través de Su bautismo y<br />

Cruz, son atormentados por el problema del<br />

pecado, como el caso de este hijo.<br />

Al ser bautizado, Jesús ha borrado nuestros<br />

pecados. Él ya ha borrado todos nuestros pecados<br />

al ser bautizado, y ha cargado con la condena del<br />

pecado al derramar Su sangre en la Cruz, y así<br />

nos ha salvado. ¿Entienden esto ahora? Que eran<br />

esclavos de sus pecados porque no sabían que<br />

Jesús borró todos sus pecados cuando fue<br />

bautizado. Jesús, en verdad, borró todos sus<br />

pecados. Crean esto.<br />

104 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

“Ya no hay oblación por el pecado”<br />

“Pues como La ley sólo es la sombra de los<br />

bienes futuros, no la verdadera realidad de las<br />

cosas, en ninguna manera puede los sacrificios<br />

que cada año sin cesar le ofrecen, siempre los<br />

mismo, perfeccionar a quienes los ofrecen. De<br />

otro modo cesarían de ofrecerlos, por no tener<br />

conciencia ninguna de pecado los adoradores<br />

una vez ya purificados. Pero en esos sacrificios<br />

cada año se hace memoria de los pecados, por<br />

ser imposible que la sangre de los toros y los<br />

machos cabríos borre los pecados.<br />

Por lo cual, entrando en este mundo, dice:<br />

‘No quisiste sacrificios ni oblaciones,<br />

pero me has preparado un cuerpo.<br />

Los holocaustos y sacrificios por el pecado<br />

no los recibiste.<br />

Entonces yo dije: Heme aquí que vengo —en<br />

el volumen del Libro está escrito de mí—<br />

◄ Contenido ►


para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad’.<br />

Habiendo dicho arriba: ‘Los sacrificios, las<br />

ofrendas y los holocaustos por el pecado no los<br />

quieres, no los aceptas, siendo todos ofrecidos<br />

según la Ley’, dijo entonces: ‘He aquí que vengo<br />

para hacer tu voluntad’. Abroga lo primero para<br />

establecer lo segundo. En virtud de esta voluntad<br />

somos nosotros santificados por la oblación del<br />

cuerpo de Jesucristo, hecha una sola vez. Y<br />

mientras que todo sacerdote asiste cada día para<br />

ejercer su ministerio y ofrecer muchas veces los<br />

mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los<br />

pecados, éste, habiendo ofrecido un sacrificio<br />

por los pecados, para siempre se sentó a la<br />

diestra de Dios, esperando lo que resta ‘hasta<br />

que sean puestos sus enemigos por escabel de<br />

sus pies’. De manera que con una sola oblación<br />

perfeccionó para siempre a los santificados. Y<br />

nos lo certifica el Espíritu Santo, porque después<br />

de haber dicho: ‘Esta es la alianza que contraeré<br />

105 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

con vosotros’, dice el Señor: ‘Después de<br />

aquellos días depositaré mis leyes en sus<br />

corazones, y en su mente las escribiré, y de sus<br />

pecados e iniquidades no me acordaré más’.<br />

Pues donde hay remisión, ya no hay oblación por<br />

el pecado”.<br />

Este pasaje dice que la Ley “sólo es la sombra<br />

de los bienes futuros”. Del mismo modo que el<br />

pasar los pecados anuales a través de la<br />

imposición de manos en el Antiguo Testamento<br />

era cierto, también era cierto que Jesús vino a la<br />

tierra y tomó todos nuestros pecados de una vez<br />

por todas al ser bautizado por Juan. El Antiguo<br />

Testamento es la sombra del Nuevo Testamento.<br />

Las sombras sólo existen cuando hay objetos<br />

reales que las proyectan.<br />

De igual modo, la salvación de Dios,<br />

manifestada en el sacrificio expiatorio del<br />

Antiguo Testamento, Se cumplió a través del<br />

ministerio de Jesucristo. En el Antiguo<br />

◄ Contenido ►


Testamento, un sin fin de corderos, cabras y<br />

palomas fueron sacrificados y ofrecidos a Dios.<br />

Pero era imposible que la sangre de los toros y<br />

los machos cabríos pudiera borrar<br />

completamente los pecados. La eterna remisión<br />

del pecado tuvo que ser completada por Jesús, el<br />

Sumo Sacerdote celestial. Por eso nuestro Señor<br />

vino a este mundo, fue bautizado y derramó Su<br />

sangre por nosotros.<br />

Refiriéndose a Jesús, el Libro de Hebreos<br />

declara que Él es el Sumo Sacerdote celestial. En<br />

el Antiguo Testamento, era el Sumo Sacerdote el<br />

que remitía los pecados de los israelitas al<br />

ofrecer sacrificios a Dios en su nombre. De igual<br />

manera, nuestro Señor vino como el Sumo<br />

Sacerdote celestial. “Heme aquí que vengo —en<br />

el volumen del Libro está escrito de mí— para<br />

hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad”. Jesús vino para<br />

hacer la voluntad de Dios Padre.<br />

¿Cuál creen que es la voluntad de Dios Padre?<br />

106 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

Es salvar a todos los seres humanos de sus<br />

pecados. En realidad, no había ni un solo ser<br />

humano en este planeta que pudiera hacer la<br />

voluntad de Dios Padre. Había Uno que podía<br />

hacer la voluntad del Padre, y este no era otros<br />

sino Jesús. Puesto que Jesús aceptó todos los<br />

pecados de la humanidad y los borró por<br />

obediencia a la voluntad de Dios Padre, el Padre<br />

puede ahora aceptar a aquellos que creen en Su<br />

Hijo como Sus propios hijos. Esta era la voluntad<br />

de Dios Padre. Su voluntad, en otras palabras, era<br />

borrar todos nuestros pecados.<br />

Siguiendo la voluntad de Dios Padre, Jesús<br />

vino a esta tierra, tomó todos los pecados del<br />

mundo sobre sí mismo al ser bautizado, derramó<br />

Su sangre y murió en la Cruz, y de ese modo nos<br />

ha dado vida nueva. Por eso nuestro Señor dijo<br />

en Hebreos 10:9: “Heme aquí que vengo para<br />

hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad”.<br />

El verso 9 continúa diciendo: “Abroga lo<br />

◄ Contenido ►


primero para establecer lo segundo”. El<br />

sacrificio expiatorio de la Ley no podía dar la<br />

salvación eterna a la humanidad. Entonces Dios<br />

ha dado salvación eterna a aquellos que creen en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, no en la Ley.<br />

¿Podemos limpiar nuestros pecados haciendo<br />

obras de caridad? ¿O acaso ofreciendo plegarias<br />

de arrepentimiento? ¿O dando grandes<br />

cantidades de dinero a nuestras iglesias? Nada de<br />

esto puede borrar tus pecados. Simplemente no<br />

podemos recibir la remisión de nuestros pecados<br />

a través de nuestras buenas obras. Por eso<br />

nuestro Señor vino a la tierra para ser bautizado y<br />

derramar Su sangre.<br />

Hebreos 10:10 dice: “En virtud de esta<br />

voluntad somos todos santificados por la<br />

oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una<br />

sola vez”. Al ser bautizado una sola vez, morir<br />

en la Cruz una sola vez y levantarse de entre los<br />

muertos una sola vez, Jesús se ha convertido en<br />

107 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

el Salvador de nosotros, los que creemos en Él.<br />

Queridos cristianos, es imprescindible que se den<br />

cuenta de que no pueden recibir la salvación de<br />

sus pecados a través de la Ley. Pero una vez<br />

creáis en el agua y la sangre de Jesús, y que Él es<br />

Dios mismo, podréis entrar en el Cielo.<br />

Para hacer desaparecer todos nuestros<br />

pecados, Jesús ofreció el eterno sacrificio con Su<br />

cuerpo al ser bautizado y al derramar Su sangre.<br />

Al venir ala tierra, ser bautizado, morir en la<br />

Cruz, y levantarse de entre los muertos, Él se ha<br />

convertido en el eterno Salvador. ¿Fueron sus<br />

pecados pasados a Jesús para siempre cuando Él<br />

fue bautizado? ¿Es por esto que Jesús dijo:<br />

“Todo está acabado” justo antes de morir en la<br />

Cruz? ¿Ha puesto Dios Su ley del Espíritu de la<br />

vida en nuestros corazones y ha borrado todos<br />

nuestros pecados? ¿Está su fe puesta en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? ¿Al creer en<br />

este Evangelio, son ahora justos? O, ¿Son<br />

◄ Contenido ►


todavía pecadores?<br />

Todos ustedes son justos. Antes de oír la<br />

Palabra de Dios, eran claramente todos<br />

pecadores, pero después de oírla, os habéis hecho<br />

justos, y os habéis vestido del nuevo hombre que<br />

incluso renueva en conocimiento (Colosenses<br />

3:10). ¿Cómo podemos, entonces, ser bautizados<br />

en Jesús? Creyendo en el justo ministerio de<br />

Jesús de todo corazón, podemos ser bautizados<br />

con Él, morir con Él, y ser traídos a la vida con<br />

Él. Este es el principio básico de la fe que cree de<br />

todo corazón.<br />

Queridos hermanos cristianos, aceptemos que<br />

no hay otro camino para entrar en el Cielo que la<br />

fe; entendamos y creamos todos en este bautismo<br />

de Jesús y Su sangre, en vez de afrontar nuestra<br />

propia justicia; y al hacer esto, seamos todos<br />

limpiados de nuestros pecados.<br />

Con mi fe, doy infinitas gracias a Dios por el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu que Él nos ha<br />

108 Jesús vino para perdonar nuestros pecados<br />

dado a través de nuestro Señor. Es mi más<br />

sincera esperanza y oración que todos y cada uno<br />

de ustedes lleguen también a conocer y entender,<br />

sin falta, la verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu revelado en Mateo 3:13-17, y creer en él<br />

con todo su corazón, para que todos ustedes se<br />

conviertan en el pueblo de Dios.<br />

¡Que todas Sus bendiciones estén con ustedes!<br />

<br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

4<br />

◄ Contenido ►


La bendición de temer y<br />

servir a Dios<br />

< Mateo 4:1-11 ><br />

“Entonces fue llevado a Jesús por el<br />

espíritu al desierto para ser tentado por el<br />

diablo. Y habiendo ayunado cuarenta días y<br />

cuarenta noches, al fin tuvo hambre. Y<br />

acercándose el tentador, le dijo: ‘Si eres hijo<br />

de Dios, di que estas piedras se conviertan en<br />

pan’. Pero él respondió diciendo: Escrito está:<br />

‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda<br />

palabra que sale de la boca de Dios’. Llevóle<br />

entonces el diablo a la ciudad santa, y<br />

poniéndole sobre el pináculo del templo, le<br />

dijo: Si eres hijo de Dios, échate aquí abajo,<br />

pues escrito está: A sus ángeles encargará que<br />

te tomen en sus manos para que no tropiece tu<br />

110 La bendición de temer y servir a Dios<br />

pie contra una piedra. Díjole Jesús: También<br />

está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’. De<br />

nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y<br />

mostrándole todos los reinos del mundo y la<br />

gloria de ellos, le dijo: Todo esto te daré si de<br />

hinojos me adorares. Díjole entonces Jesús:<br />

Apártate Satanás, porque está escrito: ‘Al<br />

Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás<br />

culto’. Entonces el diablo le dejó y llegaron<br />

ángeles y le servían.”<br />

La justicia de Dios que nos salva de nuestros<br />

pecados es que Jesús fue bautizado por Juan el<br />

Bautista y que sangró y murió en la Cruz para<br />

salvarnos de nuestros pecados de una vez por<br />

todas, y que Dios testificó que Él era el Salvador.<br />

El pasaje de las Escrituras de hoy habla de un<br />

acontecimiento que ocurrió justo después del<br />

bautismo de Jesús en el río Jordán.<br />

◄ Contenido ►


Después de ser bautizado, Jesús fue llevado<br />

por el Espíritu al desierto para ser tentado por el<br />

diablo. Y puesto que Él tuvo hambre después de<br />

haber ayunado durante 40 días y 40 noches, el<br />

diablo intentó ponerle a prueba con las tres<br />

tentaciones.<br />

La primera tentación<br />

La primera tentación del diablo está escrita en<br />

el verso 3: “Y acercándose el tentador, le dijo:<br />

“Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se<br />

conviertan en pan””.<br />

¿Cuánta hambre podía Jesús tener después de<br />

haber ayunado durante 40 días y noches? Cuando<br />

el cuerpo de Jesús estaba extremadamente<br />

hambriento, el diablo le tentó con comida. “Si<br />

eres hijo de Dios, di que estas piedras se<br />

conviertan en pan. ¡Entonces te lo comes! ¿No<br />

111 La bendición de temer y servir a Dios<br />

estás muerto de hambre? Si quieres vivir, así<br />

vivirás. Has ayunado durante 40 días y debes<br />

estar muerto de hambre, ¿cuánto quieres comer?<br />

¿Pero que puede haber aquí en el desierto? Si<br />

eres el Hijo de Dios, puedes hacer que estas<br />

piedras se conviertan en pan, ¿no? Entonces<br />

come. Come”.<br />

Como es obvio, el diablo tentaba a Jesús<br />

porque sabía que era el Hijo de Dios. Pero el<br />

diablo le tentó con comida. En otras palabras,<br />

estaba poniendo a prueba Su vida carnal. “Antes<br />

que morirte de hambre, deberías convertir estas<br />

piedras en pan y así vivir. ¡Si quieres vivir ahora,<br />

necesitas el pan de la carne! Si eres el Hijo de<br />

Dios, puedes hacer pan para comer. Entonces<br />

vivirás. Pues, hazlo. Hazlo”. El tentó a Jesús<br />

cuando estaba extremadamente hambriento,<br />

como si Él pudiera vivir sólo si tuviera pan. Sin<br />

embargo, Jesús rebatió esto diciendo: “No sólo<br />

◄ Contenido ►


de pan vive el hombre, sino de toda palabra que<br />

sale de la boca de Dios”.<br />

Queridos hermanos cristianos, en lo esencial,<br />

¿de qué viven el cuerpo y el alma de una<br />

persona? ¿Puede una persona vivir eternamente<br />

de pan para la carne? El diablo tentó a Jesús con<br />

pan para la carne. En realidad, ¿en qué debemos<br />

creer para vivir? El Señor dijo: “Escrito está: ‘No<br />

sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra<br />

que sale de la boca de Dios’”, y esto es verdad.<br />

Cuando una persona tiene hambre cree que<br />

tiene que comer pan para vivir, pero, en realidad,<br />

la vida de una persona depende de la fe en la<br />

Palabra de Dios. La vida de una persona, de<br />

cuerpo y alma depende de la Palabra de Dios. Si<br />

la Palabra de Dios no estuviera en el mundo,<br />

nuestro espíritu y nuestra carne estarían<br />

destinados a morir. Dios dijo que nuestro cuerpo<br />

y alma viven de la fe en la Palabra que sale de la<br />

boca de Dios, y es así. Puesto que la Palabra<br />

112 La bendición de temer y servir a Dios<br />

escrita de Dios es la Verdad, nuestras almas<br />

viven de la Palabra de Dios a través de la fe.<br />

Puesto que la Palabra de Dios es alimento de<br />

vida, los cuerpos y almas, suyos y mío, pueden<br />

vivir en plenitud.<br />

Dios ha dado Su Palabra a la gente. A través<br />

de la Palabra, Él alimenta, perdona los pecados, y<br />

permite vivir. La Palabra de Dios creó todas las<br />

cosas del universo, y permitió todo lo que los<br />

humanos necesitaban en este mundo. También, al<br />

existir la Palabra de Dios, nuestras almas pueden<br />

recibir la remisión del pecado de una vez por<br />

todas a través de la fe. La Palabra de Dios es la<br />

clase Palabra que borra por completo todos<br />

nuestros pecados. Del mismo modo, la Palabra<br />

de Dios es la Palabra que nos lleva a la Luz, y<br />

por tanto, sólo los que creen en ella pueden vivir.<br />

Además necesitamos creer que sólo podemos<br />

vivir al creer en la Palabra de Dios. Es cierto.<br />

Debemos saber que los humanos vivimos por<br />

◄ Contenido ►


creer en la Palabra de Dios, y no por tener pan<br />

para la carne. Nuestro Señor nos habló de la<br />

Palabra de Dios.<br />

Mientras vivimos en este mundo, caemos en<br />

nuestra propia tentación a veces porque somos<br />

cautivados por nuestra propia avaricia. La gente<br />

cree que si tenemos una determinada cantidad de<br />

dinero, podemos vivir en abundancia en este<br />

mundo. Por supuesto, esto es comprensible. Sin<br />

embargo, ¿de qué es de lo que vive una persona<br />

realmente? ¿A cuenta de qué vive una persona?<br />

Una persona puede vivir creyendo en la Palabra<br />

escrita de Dios. Si no existiera la Palabra de<br />

Dios, no nos sería posible creer en Dios o<br />

conocerle.<br />

Una persona no puede vivir solamente del pan<br />

de la carne. En concreto, los justos sólo pueden<br />

vivir si escuchan las enseñanzas auténticas de la<br />

Palabra de Dios. Y una persona no está hecha de<br />

cuerpo sólo, sino que también de alma y espíritu.<br />

113 La bendición de temer y servir a Dios<br />

Por tanto, sólo si escuchamos la verdadera<br />

Palabra de Dios podemos resolver los problemas<br />

del alma mientras vivimos. Al leer y escuchar la<br />

Palabra de Dios, nuestro cuerpo y alma aumentan<br />

de peso y vivimos en abundancia. Sólo si<br />

escuchamos la verdadera Palabra del perdón de<br />

los pecados podemos recibir la purificación de<br />

los pecados del alma. Por eso, todo el que<br />

escucha la verdadera Palabra de Dios puede vivir<br />

en ella en cuerpo y alma.<br />

El diablo a menudo tienta a la gente con<br />

palabras como estas: “Si eres el Hijo de Dios haz<br />

que estas piedras se conviertan en pan y<br />

cómetelas. Si fueses el Hijo de Dios, ¿no sería<br />

esto posible? Tienes hambre, ¿verdad? Una<br />

persona puede vivir, por lo menos, si toma tres<br />

comidas al día y tiene suficiente comida<br />

almacenada para los 365 días del años durante 70<br />

y 80 años. ¿No es cierto que una persona vivirá y<br />

◄ Contenido ►


no morirá si solamente si tiene comida?”. Esto es<br />

lo que nos dice el diablo.<br />

El diablo le dice esto a la gente, y muchos son<br />

engañados y caen por esto. Hay gente que caen<br />

por esto, pensando: “Es verdad. Puedo vivir si<br />

sólo tengo esto”. No estamos hablando de dinero<br />

solamente, sino de la idea de que podemos vivir<br />

con unas pocas cosas materiales que anhelamos.<br />

Pensamos: “Puedo vivir y no morir incluso sin la<br />

Palabra de Dios”.<br />

Sin embargo, esa es una gran equivocación.<br />

En realidad, nuestro cuerpo también muere sin la<br />

Palabra de Dios. Es cierto que una persona no<br />

vive sólo de pan, de la abundancia de cosas<br />

materiales o del deseo sexual que el mundo<br />

puede satisfacer. Por eso debemos escuchar<br />

atentamente lo que Jesús dijo cuando el diablo le<br />

tentó: “No sólo de pan vive el hombre, sino de<br />

toda palabra que sale de la boca de Dios”. El<br />

diablo nos tienta cuando estamos déb<strong>il</strong>es y<br />

114 La bendición de temer y servir a Dios<br />

hambrientos y por ello nuestra alma está agotada.<br />

Él pregunta a la gente: “Vivirás sólo si tienes<br />

pan, ¿verdad?” y nos confunde. Mucha gente<br />

considera lo que tiene y piensa: ¡Oh, tengo<br />

bastantes posesiones para mantenerme toda la<br />

vida! Entonces viviré y no moriré aunque no<br />

escuche la Palabra de Dios.<br />

Pero, hermanos cristianos, aunque el diablo<br />

nos tiente de esta manera, no vivimos sólo de<br />

pan, sino creyendo en cada palabra que sale de la<br />

boca de Dios. Espero que tengamos este en<br />

mente. Espero que tengamos en mente que no<br />

podemos vivir sin la Palabra de Dios.<br />

Sólo pueden vivir si tienen la Palabra de Dios<br />

en sus corazones. Queridos hermanos cristianos,<br />

¿es esto cierto? ¿O no es cierto? Es cierto. No<br />

olviden el hecho de que podemos vivir porque<br />

existe la Palabra de Dios. La razón por la que la<br />

humanidad ha existido hasta ahora es que la<br />

Palabra de Dios existe. Cuando el Evangelio del<br />

◄ Contenido ►


agua y el Espíritu haya sido extendido por todo el<br />

mundo, nuestro Señor volverá, y cuando vuelva,<br />

Él nos dijo que terminaría este mundo y haría<br />

uno nuevo. Todo esto se cumplirá según Su<br />

Palabra.<br />

Queridos hermano cristianos, la Palabra de<br />

Dios es la Verdad. Jesucristo venció la primera<br />

tentación del diablo diciendo: “Escrito está: ‘No<br />

sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra<br />

que sale de la boca de Dios’”. Cuando el diablo<br />

oyó esto, se quedó asombrado. Sin embargo el<br />

diablo no iba a parar aquí.<br />

La segunda tentación<br />

La segunda tentación aparece en el verso 5:<br />

“Llevóle entonces el diablo a la ciudad santa, y<br />

poniéndole sobre el pináculo del templo, le dijo:<br />

Si eres hijo de Dios, échate aquí abajo, pues<br />

115 La bendición de temer y servir a Dios<br />

escrito está: ‘A sus ángeles encargará que te<br />

tomen en sus manos para que no tropiece tu pie<br />

contra una piedra’. Díjole Jesús: También está<br />

escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’”.<br />

El diablo tentó a Jesús llevándole al pináculo<br />

del templo y diciéndole que se tirase abajo. Él<br />

volvió la Palabra de Dios contra el diablo cuando<br />

él dijo: “Pues escrito está: “A sus ángeles<br />

encargará que te tomen en sus manos para que no<br />

tropiece tu pie contra una piedra”. Antes<br />

rechazaste mi tentación porque creíste en la<br />

Palabra escrita, ¿no? Entonces, debes hacer lo<br />

que está escrito. Crees en estas palabras,<br />

¿verdad? Échate aquí abajo, y según la Palabra<br />

escrita a sus ángeles encargará que te tomen en<br />

sus manos para que no tropiece tu pie contra una<br />

piedra. Inténtalo”. Entonces Jesús dijo: “También<br />

está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios””.<br />

Queridos hermanos cristianos, el diablo a<br />

veces tienta a la gente usando la Palabra escrita<br />

◄ Contenido ►


de Dios. Sin embargo, Jesús ordenó no tentar al<br />

Señor nuestro Dios. El diablo le dijo a Jesús:<br />

“Sin duda no morirás. ¿Por qué? Es porque eres<br />

el Hijo de Dios”. Esto es verdad. Jesucristo es el<br />

Hijo de Dios. Por tanto, no habría muerto. Jesús<br />

es distinto de nosotros los humanos. No obstante,<br />

el diablo tienta. Pero la Palabra de Dios dice “no<br />

tentarás” a Dios. En otras palabras, debemos<br />

vivir creyendo en la Palabra escrita de Dios en<br />

vez de tentar a Dios.<br />

A menudo, la gente tienta a Jesús. En muchas<br />

ocasiones la gente tienta a Dios: “Lo hice así,<br />

pero ¿por qué Dios me trata así?” Pero si<br />

simplemente creyésemos en Dios, no tendríamos<br />

que tentarle. No estamos cualificados para<br />

tentarle y no debemos tentarle. Dios no es<br />

alguien que deba recibir tentación de nuestra<br />

parte. La razón por la que somos tentados es que<br />

nuestra codicia nos empuja, y no somos tentados<br />

porque Dios nos tiente.<br />

116 La bendición de temer y servir a Dios<br />

Algunos podrían tener una objeción contra<br />

Dios, tomando a Abraham como ejemplo: “¿Qué<br />

fue eso de que Dios le dijo a Abraham que<br />

sacrificase a su hijo Isaac? ¿No fue Dios<br />

tentando a Abraham para ver si creía o no?” Pero<br />

realmente ese no fue el caso. No es que Dios<br />

tentase a Abraham. Más bien, es que Dios<br />

permitió este proceso para mostrarnos con qué<br />

seguridad tenía Abraham la fe que cree en la<br />

Palabra de Dios de todo corazón, y como se<br />

convirtió en el padre de la fe mediante su fe.<br />

Queridos hermanos cristianos, debemos creer<br />

en la Palabra de Dios. Aunque Dios no sea<br />

visible para nosotros, debemos creer en la<br />

Palabra escrita de Dios como la Palabra que Dios<br />

habló. Al creer en la Palabra de Dios<br />

experimentamos que la Palabra de Dios se<br />

cumple en su totalidad. Por tanto, debemos creer.<br />

Si la Palabra de Dios es así, debemos creer en<br />

ella tal y como es, y no vac<strong>il</strong>ar con respecto a<br />

◄ Contenido ►


nuestra fe en la Palabra aunque las circunstancias<br />

y situaciones cambien o se agiten.<br />

Si la Palabra de Dios es así, esa es la verdad.<br />

Y si no se cumple como la Palabra de Dios dice,<br />

entonces el problema yace en nuestra parte. Es<br />

porque no tenemos fe, o porque nuestra fe no es<br />

suficientemente fuerte, es decir, que nuestra fe es<br />

déb<strong>il</strong>, a veces parece que no tengamos fe y a<br />

veces no la tenemos. En resumen, es debido al<br />

problema de nuestra fe que no se cumple como<br />

está dicho en la Palabra, y no porque haya un<br />

problema con la Palabra de Dios.<br />

Dios hace m<strong>il</strong>agros para aquellos que<br />

realmente creen en la Palabra de Dios. Sin<br />

embargo, Dios dijo que aquellos que posean una<br />

fe déb<strong>il</strong> no deberían ni siquiera pensar en recibir<br />

(Santiago 1:7-8). No importa si nuestra fe es<br />

pequeña, lo que importa es si creemos o no.<br />

Debemos creer y no tentar a Dios. Si creemos en<br />

la Palabra de Dios, recibimos la remisión del<br />

117 La bendición de temer y servir a Dios<br />

pecado, y se cumple en nosotros tal y como está<br />

en la Palabra. Queridos hermanos cristianos,<br />

¿creen? —Sí—.<br />

Para ustedes y para mí, lo que es importante es<br />

la fe que cree en la Palabra de Dios. Porque Dios<br />

ve el corazón de una persona, en vez de la<br />

apariencia física. Dios ve si realmente la persona<br />

cree, se comporta de acuerdo con la fe, y vive<br />

por la fe. Sin embargo, esto no significa que<br />

tengan que mostrarle a Dios una fe fuerte ahora<br />

mismo. Aunque su fe sea tan pequeña como un<br />

grano de mostaza, tienen que confesar su fe en<br />

Su Palabra diciendo: “Creo. Me falta fe, pero<br />

creo. LO hago porque creo. Espero tu respuesta<br />

porque creo en Ti. Te sigo porque creo en Tu<br />

Palabra de promesa”. Dios ve esta fe estable y<br />

firme en nuestros corazones. Cuando el diablo<br />

nos tiente a ustedes y a mi, debemos vencerle<br />

creyendo en la Palabra escrita.<br />

◄ Contenido ►


La tercera tentación<br />

Por último, el verso 8 nos dice: “De nuevo le<br />

llevó el diablo a un monte muy alto, y<br />

mostrándole todos los reinos del mundo y la<br />

gloria de ellos, le dijo: ‘Todo esto te daré si de<br />

hinojos me adorares’. Díjole entonces Jesús:<br />

Apártate Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor<br />

tu Dios adorarás y a Él solo darás culto’.<br />

Entonces el diablo le dejó y llegaron ángeles y le<br />

servían”.<br />

“Porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios<br />

adorarás y a Él solo darás culto’”. Lo que<br />

nosotros, las personas, debemos hacer es adorar<br />

sólo a Dios y servirle. ¿Qué es necesario entre<br />

Dios y nosotros? ¿Cómo deberíamos vivir a los<br />

ojos de Dios?<br />

Debemos temer a Dios, adorarle, creer en Él, y<br />

seguirle si esa es Su voluntad; y debido a que<br />

Dios es el Dios de la Palabra y existe como la<br />

118 La bendición de temer y servir a Dios<br />

Palabra, al creer en Él, creemos en la Palabra, y<br />

le obedecemos según la Palabra, y le adoramos y<br />

seguimos con esta fe. Así es como debemos vivir<br />

ante Él —“Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo<br />

darás culto”. Esta es la tarea que ustedes y yo, y<br />

todo el mundo debe hacer a los ojos de Dios. No<br />

hay mucho más que nosotros, las personas,<br />

debamos hacer. No hay mucho más que nosotros<br />

debamos hacer a lo largo de nuestras vidas,<br />

además de conocer a Dios, creer en el gran Dios,<br />

y obedecer, doblegarse, creer, seguir y servir a<br />

Dios el Creador. Esta es nuestra tarea solemne; y<br />

es así.<br />

El diablo le llevó a un monte muy alto, y le<br />

mostró todos los reinos del mundo y la gloria de<br />

ellos. ¿Cuál es la montaña más alta del mundo?<br />

El monte Everest. Esta montaña mide 8.848<br />

metros. Es muy fác<strong>il</strong> de memorizar, ¿verdad?<br />

Queridos hermanos cristianos, quizás el diablo<br />

mostró el mundo desde lo alto del monte Everest.<br />

◄ Contenido ►


El diablo le dijo a Jesús que le daría todo,<br />

mientras contemplaban el mundo desde lo alto de<br />

la montaña más alta, si Jesús le adoraba. El<br />

diablo dijo que si Jesús creía que el diablo era<br />

Dios y le servía y adoraba, le daría el mundo<br />

entero.<br />

Pero, ¿qué dijo Jesús? Jesús dijo: “Apártate<br />

Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios<br />

adorarás y a Él solo darás culto’. Al que debo<br />

doblegarme y servir es Dios Padre, no tú. A lo<br />

que debo doblegarme y servir no es la gloria de<br />

este mundo”. Esto es lo que Jesús dijo.<br />

Doblegarnos a Dios y servirle es nuestro gozo,<br />

nuestra satisfacción y nuestro todo. Adorar y<br />

servir a Dios lo es todo para una persona. Esto es<br />

lo que tenemos que hacer, no hay nada más que<br />

hacer, y no hay nada más valioso y noble que<br />

esto. Doblegarse a Dios es reconocer cada<br />

palabra de Dios, y servir reconocer a Dios<br />

mismo. ¿Qué es mejor que doblegarse a Dios que<br />

119 La bendición de temer y servir a Dios<br />

nos hizo como Su creación? ¿Qué mejor vida que<br />

esta podría haber? ¿Qué mejor gloria que esta<br />

podría haber? Sólo adoramos a Dios<br />

hum<strong>il</strong>demente. Y damos gracias a Dios por todas<br />

Sus bendiciones y todo en Él.<br />

Lo que es una bendición para nosotros es que<br />

podemos adorar a Dios, y Dios nos unge con<br />

bendiciones celestiales cuando nos doblegamos a<br />

Él. Le obedecemos, creemos en Él y difundimos<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu. Ya que Dios<br />

es quien nos lo da todo, Él es nuestro todo. Ya<br />

que Él es nuestro todo, ya que Él es todo para<br />

aquellos nacidos de nuevo, espero que sepan que<br />

doblegarse a Dios es una bendición.<br />

Incluso ahora, debido a que Dios está vivo,<br />

estamos contentos y satisfechos, y vivimos<br />

recibiendo todas las bendiciones. Porque Dios<br />

existe y tenemos el corazón que teme a Dios,<br />

podemos glorificarle en Sus bendiciones.<br />

◄ Contenido ►


¿Dijo el diablo que nos daría todo si le<br />

adorábamos cuando él nos mostró todos los<br />

reinos del mundo? Hay muchas cosas<br />

esplendorosas en este mundo de las que ni<br />

siquiera sabemos, y podemos ser cautivados por<br />

su esplendor momentáneamente. No obstante, no<br />

podemos adorar al diablo, aunque haya muchas<br />

cosas que pueden deslumbrar nuestros ojos.<br />

Si el diablo nos tienta con cosas materiales y<br />

dice que nos dará todo en el mundo si le<br />

servimos como Dios, debemos vencerle con la<br />

Palabra escrita de dios: “Apártate Satanás,<br />

porque está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás<br />

y a Él solo darás culto””. Debemos vencerle de<br />

esta manera. Y en realidad, el diablo no puede<br />

darnos muchas cosas. El diablo fanfarroneó ante<br />

Jesús como él fuera Dios y dijo: “Todo esto te<br />

daré si de hinojos me adorares”, pero en realidad,<br />

¿quién es el dueño de todo? Jesús.<br />

120 La bendición de temer y servir a Dios<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿a quién<br />

pertenece todo en el universo? A ustedes, los<br />

justos. ¿A quién pertenece todo en el universo? A<br />

los hijos de Dios. Por eso Dios nos llamó “los<br />

que heredarán el Cielo”. Él llama a los que han<br />

nacido de nuevo “los que heredarán el Cielo”.<br />

Este universo es de los herederos, entonces ¿de<br />

quién es? Pertenece a los justos.<br />

Sin embargo, el diablo dice: “Póstrate ante mí,<br />

si no crees en Dios, pero crees en mi y me sigues,<br />

te daré todo en el mundo”. Este es un método que<br />

el diablo usa a menudo. El diablo me engañó una<br />

vez de ese modo también. Es un método que usó<br />

conmigo también antes de que creyera en Jesús.<br />

Por cierto, el diablo fue derribado en el tercer<br />

asalto.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿cómo<br />

deberíamos vivir a los ojos de Dios? Tenemos<br />

que vivir una vida de adoración a Dios, y sólo<br />

servirle a Él a lo largo de nuestra vida. Dios<br />

◄ Contenido ►


perdonó nuestros pecados, todos los pecados a<br />

través del agua y la sangre; nos dejó limpios y<br />

nos hizo Sus hijos, y nos dio la bendición de<br />

adorar servir a Dios. Debemos dar agracias a<br />

Dios que nos dio la bendición de la salvación, y<br />

adorarle con fe y servirle a lo largo de nuestra<br />

vida.<br />

Consideren cuidadosamente la Palabra de<br />

Dios que borró nuestros pecados. El Señor nos<br />

limpia al tomar todos nuestros pecados sobre sí<br />

mismo a través de Su bautismo, al ser crucificado<br />

en la Cruz y recibir el juicio de los pecados por<br />

nosotros. El Señor nos dio la bendición de poder<br />

adorar y servir a Dios al ser limpiados con el<br />

agua y la sangre y al tomarnos como el pueblo de<br />

Dios.<br />

¿Qué tipo de tentación nos está presionando a<br />

ustedes y a mí? ¿Cómo vencen esta tentación?<br />

Jesús nos dio la respuesta correcta a través de las<br />

tres tentaciones que experimentó en el pasaje de<br />

121 La bendición de temer y servir a Dios<br />

las Escrituras de hoy. Él había vencido las<br />

tentaciones del diablo con Su fe en la Palabra de<br />

Dios. Si entendemos esta respuesta, y vivimos<br />

nuestras vidas creyendo en ella, nosotros también<br />

podemos vencer estas tentaciones. Aunque<br />

adorar a Dios es una bendición, no lo sabemos<br />

bien.<br />

Queridos hermanos, ¿creen que es mejor ser<br />

servido que servirle incondicionalmente? Pero es<br />

algo muy bueno que ustedes y yo estemos<br />

sirviendo a Dios. Queridos hermanos cristianos,<br />

adorar a Dios es una gran bendición. Es una gran<br />

bendición que adoremos a alguien que ocupa una<br />

posición tan alta. ¿Es así o no? Es así. En todo<br />

caso, tenemos que servir a alguien en este<br />

mundo, y no podemos vivir sin servir a nadie. Si<br />

no servimos a Dios, servimos al diablo. De<br />

verdad. Si no servimos al diablo, servimos a las<br />

personas. En cualquier caso debemos decidir de<br />

quien queremos siervos. Queridos hermanos<br />

◄ Contenido ►


cristianos, en estas circunstancias, ¿no es una<br />

gran bendición servir a Dios? Sin embargo,<br />

debido a que vivimos sin saber esto, Jesús recibió<br />

la tercera tentación y nos dio la respuesta<br />

correcta: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo<br />

darás culto”.<br />

Queridos hermanos cristianos, tenemos que<br />

creer en la Palabra de Dios. Al escuchar la<br />

Palabra de Dios pensamos: “¡Oh! Jesús nos dio<br />

las respuesta correctas, y vivir así está bien, si<br />

adoro a Dios, es justo adorarle si es la Palabra de<br />

Dios. Aunque a veces soy un imbéc<strong>il</strong>, un idiota,<br />

un estúpido y un tonto, he recibido una enorme<br />

bendición. Pensaba que debía vivir según los<br />

dictados de mi corazón sin ser restringido por<br />

nadie, diciendo “es mi vida”, pero no era así.<br />

Ahora sé que es extraño vivir así. Es justo servir<br />

al Señor como mi Maestro y vivir como siervos<br />

de Dios”. Debemos comprender la verdad del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu y tener la fe que<br />

122 La bendición de temer y servir a Dios<br />

cree en vivir siendo bendecidos. Aunque a veces<br />

parezcamos un poco estúpidos si nos vemos a<br />

nosotros mismos, pero en realidad el hecho de<br />

que ustedes y yo adoramos y servimos a Dios —<br />

deben saber que este es un gran priv<strong>il</strong>egio y un<br />

modo de vida justo para ustedes.<br />

Me pregunto qué estaría sirviendo si no<br />

sirviera a Dios ahora. Sin duda, estaría sirviendo<br />

a los dioses de esta tierra, que me darían los<br />

placeres de la carne. Estaría comiendo y<br />

bebiendo todos los días, preocupándome de<br />

cómo vivir y sirviendo a los dioses de esta tierra.<br />

Cualquier tipo de bebida podría ser mi dios.<br />

Viviría aferrado a estas cosas.<br />

Queridos hermanos cristianos, Jesús nos hizo<br />

nacer de nuevo y nos dijo qué tipo de vida<br />

debíamos vivir y que tipo de fe es la fe correcta.<br />

Aunque somos déb<strong>il</strong>es e incompletos, no somos<br />

lo que éramos antes. Espero que den gracias a<br />

Dios que nos dio la bendición de ser salvados,<br />

◄ Contenido ►


que reconozcan a dios y le adoren. Tienen un<br />

corazón grato hacia el Señor, ¿no es así? Sí. Es<br />

ciertamente una bendición por la que estamos<br />

enormemente agradecidos.<br />

Jesús nos dio esta fe al vencer las tres<br />

tentaciones: creyendo que el hombre vive de la<br />

Palabra de Dios. Creyendo que no debemos<br />

tentar a Dios. Creyendo que es justo adorar a<br />

Dios y servir al Señor durante toda la vida. Dios<br />

nos dio la fe que es una gran bendición.<br />

Debemos tener fe y vivir adorando sirviendo a<br />

Dios a lo largo de nuestra vida.<br />

Así es como debemos vivir. Queridos<br />

hermanos cristianos, ¿creen? —Sí— ¿Creen que<br />

esto es justo? —Sí—. Debemos creer en nuestros<br />

corazones que este es el modo de vida justo.<br />

¿Qué bendición es esta en la que los justos<br />

pueden adorar a Dios aunque nos quedemos<br />

cortos? ¿Qué gran bendición es esta en la que<br />

tenemos al Dios de la Palabra? Damos gracias al<br />

123 La bendición de temer y servir a Dios<br />

Señor. Dios nos dio a todos esta fe justa, y<br />

esperamos que de a todo el mundo esta fe justa.<br />

Espero que las almas suyas y la mía reciban<br />

constantes bendiciones de Dios al creer en la<br />

Palabra de Dios. <br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

5<br />

◄ Contenido ►


El sermón de la montaña<br />

< Mateo 5:1-16><br />

“Viendo a la muchedumbre, subió a n<br />

monte, y cuando se hubo sentado, se le<br />

acercaron los discípulos, y abriendo Él su<br />

boca, les enseñaba, diciendo:<br />

Bienaventurados los pobres de espíritu,<br />

porque de ellos es el reino de los cielos.<br />

Bienaventurados los mansos,<br />

porque ellos poseerán la tierra.<br />

Bienaventurados los que lloran,<br />

porque ellos serán consolados.<br />

Bienaventurados los que tienen hambre y<br />

sed de justicia, porque ellos serán hartos.<br />

Bienaventurados los misericordiosos,<br />

porque ellos alcanzarán misericordia.<br />

Bienaventurados los limpios de corazón,<br />

125 El sermón de la montaña<br />

porque ellos verán a Dios.<br />

Bienaventurados los pacíficos,<br />

porque ellos serán llamados hijos de Dios.<br />

Bienaventurados los que padecen<br />

persecución por la justicia,<br />

porque suyo es el reino de los cielos.<br />

Bienaventurados seréis cuantos os insulten<br />

y persigan y con mentira digan contra<br />

vosotros todo género de mal por mí. Alegraos<br />

y regocijaos, porque grande será en los cielos<br />

vuestra recompensa, pues así persiguieron a<br />

los profetas que hubo antes de vosotros.<br />

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la<br />

sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para<br />

nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la<br />

pisen los hombres.<br />

Vosotros sois la luz del mundo. No puede<br />

ocultarse ciudad asentada sobre un monte, no<br />

se enciende una lámpara y se la pone bajo el<br />

celemín, sino sobre el candelero, para que<br />

◄ Contenido ►


alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de<br />

lucir vuestra luz ante los hombres, para que,<br />

viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a<br />

vuestro Padre, que está en los cielos.”<br />

Hemos leído en el capítulo 5 de Mateo, versos<br />

1-7 que Jesús habló a Sus discípulos y a<br />

nosotros. Los cristianos han llamado a esta<br />

enseñanza “el sermón de la montaña”, ya que<br />

Jesús habló de estas cosas desde una montaña.<br />

Bendición para los pobres de espíritu<br />

En primer lugar, si miramos la Escritura desde<br />

el capítulo 5 de Mateo, verso 3, Jesús dijo:<br />

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque<br />

de ellos es el reino de los cielos”. Lo que el<br />

Señor quiere decir con “bienaventurados los<br />

126 El sermón de la montaña<br />

pobres de espíritu” es que el concedió el Cielo<br />

sólo a aquellos que son pobres de espíritu.<br />

Su enseñanza que dice: “Bienaventurados los<br />

pobres de espíritu”, es la Verdad. Es así. Los<br />

pobres de espíritu de los que Jesús habló no<br />

encuentran satisfacción en este mundo, y por<br />

tanto aceptan la salvación que el Señor les da. Si<br />

su espíritu estuviera satisfecho con las cosas<br />

materiales, sería imposible que aceptaran en su<br />

corazón la remisión del pecado que Él permitió a<br />

través del Evangelio del agua y el Espíritu. Por<br />

eso Él dice que si se es pobre de espíritu, el<br />

Reino los cielos puede ser suyo. Dios da el<br />

perdón de los pecados y el Reino de los cielos a<br />

ustedes, que son pobres de espíritu.<br />

◄ Contenido ►


Bendición para los que lloran por el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu<br />

La segunda enseñanza de Jesús en Mateo 5:4<br />

dice: “Bienaventurados los que lloran, porque<br />

ellos serán consolados”. Esta es la enseñanza<br />

que Él nos dio cuando vio que los que creían en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu sufrían por los<br />

pecados cometidos ante Dios. El Señor dijo que<br />

los que llorasen ante Dios por causa de sus<br />

pecados, serían consolados por Dios. ¿Por qué es<br />

así? Es porque esta gente agoniza ante dios por<br />

causa de sus pecados. Quien reconoce a Dios y<br />

cree que Él vive, no puede más que llorar por sus<br />

pecados. Dios consuela a esta gente al darles la<br />

salvación a través del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

En realidad, aunque creamos en Jesús, a<br />

menudo cometemos errores ante Dios y<br />

cometemos pecados sin excepción. Sin embargo,<br />

127 El sermón de la montaña<br />

el consuelo de Dios está ahí para los que sufren<br />

en su corazón por causa de los pecados que han<br />

cometido, ya que no han vivido de acuerdo con<br />

la voluntad de Dios, y para los que todavía<br />

cometen pecados aunque hayan reconocido a<br />

Dios.<br />

Nos quedamos cortos de muchas maneras ante<br />

Dios. Por supuesto, algunos pueden permanecer<br />

insensibles a sus iniquidades y ofensas porque<br />

han llegado a la conclusión de que actuar según<br />

un instinto dado por Dios no puede ser malo. No<br />

obstante, no recibiremos el consuelo que Dios<br />

nos da si no tenemos la decencia de llorar cuando<br />

nos quedamos cortos, cuando no vivimos según<br />

la voluntad de Dios. Por eso, ustedes y yo<br />

debemos tener corazón para creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu al mismo tiempo<br />

en que lloramos ante Dios por nuestras malas<br />

obras, y lloramos por nuestros pecados los unos<br />

con los otros. Esta es la única manera por la que<br />

◄ Contenido ►


nuestros corazones serán realmente consolados<br />

por el consuelo de la salvación que Dios nos dio.<br />

Bendición que reciben los mansos<br />

En Mateo 5:4, la Biblia nos dice:<br />

“Bienaventurados los mansos, porque ellos<br />

poseerán la tierra”. Hay una razón por la cual<br />

nuestros corazones deben ser mansos ante Dios.<br />

Si nuestros corazones son mansos ante Dios,<br />

entonces podemos aceptar las palabras de<br />

salvación del agua y el Espíritu que Él habla a<br />

nuestros corazones. Si nuestros corazones no son<br />

mansos, sino desafiantes, no podemos aceptar<br />

todas las palabras de Dios en nuestros corazones.<br />

Por eso los corazones que no son mansos, pueden<br />

ser un problema. Por eso la actitud de nuestros<br />

corazones ante dios es tan importante. Los<br />

hipócritas pueden engañar a la gente durante un<br />

128 El sermón de la montaña<br />

tiempo, pero no pueden tener una relación eterna<br />

con Dios si no aceptan la Palabra de Dios con un<br />

corazón manso.<br />

En Mateo 5:4, la Biblia nos dice:<br />

“Bienaventurados los mansos, porque ellos<br />

poseerán la tierra”. Estas palabras nos dicen que<br />

los que han recibido la remisión de los pecados<br />

heredarán el Reino M<strong>il</strong>enario de Dios como la<br />

herencia de la fe. Si aceptamos en nuestros<br />

corazones el Evangelio de la remisión, es decir,<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, recibimos el<br />

perdón eterno del pecado. Todo aquel que acepte<br />

en su corazón sumisamente que el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu es la Verdad, puede aceptar<br />

todas las divinas bendiciones del Cielo. Estas<br />

palabras nos dicen cuán bendecidos están<br />

aquellos que aceptan el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu con corazones mansos.<br />

Debemos aceptar en nuestros corazones que<br />

“todas las palabras de Dios son auténticas”. Dios<br />

◄ Contenido ►


nos habló a través de la Palabra escrita de Dios.<br />

Dios nos dice a través de Su Palabra: “Estáis<br />

fundamentalmente llenos de pecado por culpa de<br />

vuestros antepasados”. Entonces todos<br />

deberíamos tener un corazón que reconozca las<br />

palabras de Dios. Cualquier palabra que salga de<br />

la boca de Dios, la debemos aceptar sumisamente<br />

tal y como es. Cualquier palabra que Dios, que el<br />

la Verdad, diga, son todas verdad. Aquellos que<br />

aceptan todas las palabras de Dios sumisamente<br />

en sus corazones, pueden tener la fe que heredará<br />

el Reino de los cielos.<br />

Aquellos que tienen corazones mansos ante<br />

Dios creen firmemente las palabras que Dios nos<br />

dijo tal y como son. Por tanto, Dios les habla del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Y, Él ofrece el<br />

Reino M<strong>il</strong>enario como herencia para aquellos<br />

que aceptaron en sus corazones el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Esta fe es la fe que nos<br />

permite heredar la nueva tierra.<br />

129 El sermón de la montaña<br />

Bendición que reciben los que<br />

quieren servir el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu<br />

Y el verso 6 dice: “Bienaventurados los que<br />

tienen hambre y sed de justicia, porque ellos<br />

serán hartos”. Estas palabras quieren decir que<br />

los que tienen hambre de la obra de Dios serán<br />

satisfechos al trabajar por la justicia de Dios. Los<br />

justo tienen hambre de servir de Dios. Esto es<br />

debido a que todas las palabras de Dios son el<br />

alimento que da vida a todas las almas (Isaías<br />

55:1). Toda la obra de Dios es también una<br />

provisión espiritual para los justos. Esta realidad<br />

es un secreto escondido para aquellos que no han<br />

nacido de nuevo. Los justos tienen sus estómagos<br />

llenos de hechos justos a través de la unión con<br />

la iglesia.<br />

◄ Contenido ►


Porque nosotros, que somos los justos a través<br />

de la remisión de los pecados, estamos<br />

hambrientos de la obra de Dios o hambrientos de<br />

deseos carnales. Porque todo el que tiene un<br />

corazón que quiere realizar la obra justa de Dios,<br />

Él siempre hace posible que los justos trabajen<br />

en plenitud a través de Su iglesia. Dios nos da la<br />

fe espiritual para que podamos realizar la obra de<br />

Dios, y nos llena si trabajamos por la justicia. En<br />

realidad, aquellos que quieren hacer obras justas<br />

por Dios aprenden de la experiencia que alcanzan<br />

la plenitud espiritual.<br />

¿Están hambrientos de la obra justa de Dios?<br />

Si es así, recibirán la plenitud espiritual al<br />

difundir el Evangelio del agua y el espíritu y<br />

realizar la obra de Dios. Deben saber que aunque<br />

su yo exterior pueda tener un corazón que<br />

persigue los deseos carnales, el Espíritu Santo<br />

dentro de ustedes está hambriento de la obra<br />

130 El sermón de la montaña<br />

justa de Dios, y siempre quiere realizar obras<br />

justas.<br />

Nuestro Señor dijo en el capítulo 4 de Mateo<br />

que “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda<br />

palabra que sale de la boca de Dios”. Cuando<br />

Jesús había ayunado durante 40 días, el diablo se<br />

apareció ante Jesús y dijo: “Si eres Hijo de Dios,<br />

di que estas piedras se conviertan en pan”. El<br />

diablo tienta, tanto a Jesús como al resto del<br />

mundo, diciendo: “el pan del cuerpo es vida”.<br />

Sin embargo esto no es así porque Jesús dijo:<br />

“No sólo de pan vive el hombre, sino de toda<br />

palabra que sale de la boca de Dios”. El hombre<br />

no puede vivir solamente del pan del cuerpo.<br />

Esto es porque los seres humanos tienen espíritu.<br />

Por tanto, los hombres necesitan comer el pan del<br />

cuerpo, pero también necesitan comer de la<br />

Palabra de Dios que sale de la boca de Dios, que<br />

es alimento para el espíritu. Esta es la única<br />

◄ Contenido ►


manera de la que nuestra carne y espíritu pueden<br />

vivir.<br />

Básicamente, esta verdad nos dice que la<br />

Palabra de Dios que Dios nos dijo permite vivir a<br />

nuestro espíritu. Nosotros, los justos, no<br />

podríamos vivir solamente del pan de la carne,<br />

sino de escuchar y creer en la Palabra de dios que<br />

sale de la boca de Dios. Por mucho pan que una<br />

santo nacido de nuevo come, todavía siente<br />

hambre y sed porque el espíritu está hambriento<br />

de la obra justa de Dios. Debido a que el Espíritu<br />

Santo vive en el corazón de los justos, debemos<br />

vivir realizando obras justas. Es decir, los justos<br />

sólo pueden vivir al oír y creer en cada palabra<br />

que sale de la boca de Dios. Esto demuestra que<br />

sólo podemos vivir si creemos en cada palabra de<br />

Dios siguiendo al Señor con fe.<br />

Los espíritus de los santos nacidos de nuevo<br />

están hambrientos de las obras justas de Dios.<br />

Los hombres no viven sólo del pan de la carne,<br />

131 El sermón de la montaña<br />

sino de oír y creer en cada palabra que sale de la<br />

boca de Dios. El espíritu de los justos puede<br />

disfrutar de la plenitud espiritual al difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu a otros. El<br />

espíritu y la carne de los justos vive realizar<br />

obras justas salvando a otros de sus pecados.<br />

Existe un deseo de realizar obras justas en el<br />

corazón de los santos nacidos de nuevo.<br />

Nosotros, los justos, no podemos en absoluto<br />

vivir de lo que es de este mundo. No podemos<br />

vivir en absoluto de lo que es de la carne<br />

solamente. Entre los justos, unos viven con una<br />

fe déb<strong>il</strong> piensan así: “Ya que he recibido la<br />

remisión de los pecados, ahora puedo vivir si me<br />

ocupo del problema de la comida, vestimenta y<br />

techo”. Los justos con este tipo de pensamientos<br />

acaban siguiendo sus propios deseos y<br />

finalmente pierden su vida.<br />

Sin embargo, una persona justa no puede vivir<br />

solamente siguiendo los deseos carnales. Aunque<br />

◄ Contenido ►


una persona justa siguiera los deseos carnales, la<br />

carne no puede cumplir sus deseos. Si sólo sigue<br />

los deseos carnales, el corazón del justo se hace<br />

miserable. Por otra parte, nosotros, los que<br />

hemos nacidos de nuevo, estamos hambrientos y<br />

sedientos de obras justas, y por tanto estamos<br />

siempre gozosos al difundir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Una persona justa<br />

experimenta el bienestar del espíritu y el<br />

bienestar de la carne al creer en la Palabra de<br />

Dios realizar obras justas.<br />

Los nuevos creyentes a menudo no entienden<br />

esta verdad de fe. Por tanto, la gente que tiene<br />

una fe déb<strong>il</strong> a veces muere en espíritu tras haber<br />

vivido una vida que persigue los deseos carnales.<br />

Los justos que persiguen los deseos carnales son<br />

tentados por el diablo con cosas carnales. Si un<br />

justo cae en la tentación, sin duda muere.<br />

Por eso el Señor dijo: “Benditos los que tienen<br />

hambre y sed de justicia”. Y ustedes y yo nos<br />

132 El sermón de la montaña<br />

hemos convertido en personas que llevan a cabo<br />

la justicia de Dios. La verdadera provisión para<br />

nuestros espíritus es difundir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Es trabajar por la justicia de<br />

Dios. Al difundir el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, se convierte en la verdadera provisión<br />

del espíritu para ustedes y para mí.<br />

Cuando nuestro Señor estuvo aquí, en la tierra,<br />

con Sus discípulos, hubo veces en que nuestro<br />

Señor también necesitaba alimento para la carne.<br />

Una vez, en Sicar, una ciudad de Samaria, los<br />

discípulos de Jesús tuvieron que recorrer un largo<br />

camino para encontrar comida. Cuando los<br />

discípulos le ofrecieron la comida diciendo:<br />

“Señor, come esto”, el Señor dijo: “Yo tengo<br />

comida de la que no sabéis vosotros”. Esa<br />

comida que Él mencionó está en la obra de<br />

difundir el Evangelio del agua y el Espíritu. Esto<br />

es lo que Jesús le estaba diciendo a la mujer que<br />

◄ Contenido ►


estaba cerca del pozo cuando le dijo que Él<br />

mismo era el Mesías.<br />

Debemos saber que Jesús hizo comida para Su<br />

Espíritu al llevar a cabo la voluntad del Padre.<br />

Como los discípulos no sabían esto porque<br />

todavía eran jóvenes de espíritu, Jesús les dijo<br />

estas palabras. Es decir, son palabras para<br />

ustedes, para mí y para otros cristianos nacidos<br />

de nuevo.<br />

De hecho, el modo de vida de los espíritus de<br />

los justos es seguir, creer y llevar a cabo la<br />

justicia de Dios, y así estar saciados cada día.<br />

Los justo están saciados al creer y llevar a cabo<br />

la justicia de Dios. Estamos saciados cuando<br />

llevamos a cabo la justicia de Dios y podemos<br />

vivir alabando a Dios.<br />

Hay una bendición para la gente que tiene<br />

hambre y sed de la justicia de Dios. ¿Tienen<br />

ustedes hambre y sed de la justicia de Dios? —<br />

Sí—. Yo también tengo sed de la justicia de<br />

133 El sermón de la montaña<br />

Dios. Por eso, tras hacer esta parte de la obra de<br />

Dios esta vez, también hago otras obras por Su<br />

justicia, hago la obra de Dios, y continuo<br />

buscando y llevando a cabo Su justicia.<br />

Un día vi un programa de televisión que se<br />

llamaba “World Travel”. En este programa,<br />

gente que había viajado a todas partes del<br />

mundo, enseñaban la película que habían<br />

grabado en los diferentes países del mundo.<br />

Mientras veía el programa, pensé: “Debería<br />

transmitir el Evangelio del agua y el Espíritu a<br />

ese país”. Aunque muchas personas que vieron el<br />

programa pensaron que era divertido o se<br />

interesaron en la nueva cultura; yo, el justo, me<br />

di cuenta de que la gente de ese país necesitaba<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu mientras lo<br />

veía. Ya que los justos tienen sed y hambre de<br />

justicia, sin tener en cuenta lo que vean, lo ven<br />

desde una perspectiva diferente. Nosotros, los<br />

justos, tenemos la necesidad de transmitir el<br />

◄ Contenido ►


Evangelio del agua y el Espíritu a aquellos que<br />

no conocen la justicia de Dios en el mundo.<br />

¿Qué transmitimos si les transmitimos el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? Reciben la<br />

remisión de sus pecados, ¿no? Sí, es cierto. Si<br />

queremos transmitir el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu a la gente de ese país, hay algo que<br />

debemos hacer primero, y es encontrar a alguien<br />

que entienda el idioma y la cultura de ese país.<br />

Por eso estamos intentando encontrar antes que<br />

nada buenos traductores de diversos idiomas.<br />

Dios siempre ayuda a los que tienen hambre y<br />

sed de justicia realizar obras justas. Cuando<br />

intentábamos encontrar a gente que pudiera<br />

traducir, nos dimos cuenta de que podríamos<br />

encontrarlos si poníamos un anuncio en la red. Al<br />

final, tuvimos algunas respuestas. Mucha gente<br />

que está interesada ha solicitado para traducir, y<br />

nosotros les hemos confiado traducciones<br />

134 El sermón de la montaña<br />

después de seleccionar traductores competentes<br />

en cada idioma.<br />

Nosotros somos personas justas que realizan la<br />

obra de Dios transmitiendo el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu a la gente del mundo. Los justos<br />

quieren transmitir la justicia a toda alma perdida<br />

del mundo. Nosotros, los nacidos de nuevo,<br />

tenemos hambre porque queremos difundir el<br />

Evangelio justo a todo el mundo.<br />

Ya que la justicia de Dios es la provisión de<br />

vida para el espíritu de los justos, aquellos que<br />

tengan hambre y sed de justicia serán saciados.<br />

Las personas justas no pueden vivir sin llevar a<br />

cabo la justicia de Dios en este mundo. Sin el<br />

alimento espiritual, acaban muriendo de hambre<br />

del espíritu. En el plano espiritual, los justos son<br />

como buenos árboles que dan buen fruto. Del<br />

mismo modo en que la gente tiene hambre si no<br />

comen alimento de la carne, los justos que han<br />

recibido la remisión de los pecados no podemos<br />

◄ Contenido ►


vivir, debido al hambre del espíritu, si no<br />

llevamos a cabo la justicia. Hermanos cristianos,<br />

intenten vivir una vida que no lleve a cabo la<br />

justicia o que no esté en unión con su iglesia.<br />

Entonces sentirán profundamente que su espíritu<br />

está hambriento de la justicia de Dios. Debido a<br />

que los corazones de la gente justa tienen hambre<br />

de justicia y quieren llevar a cabo la obra de<br />

Dios, quieren comer la provisión del espíritu.<br />

La gente que es joven en la fe necesita ser<br />

alimentada con la provisión espiritual, pero si la<br />

fe crece hasta cierto punto después de haber<br />

tomado una cantidad determinada de alimento<br />

espiritual y haber llevado a cabo la justicia,<br />

puede disfrutar del gozo de la salvación por sí<br />

misa.<br />

Por eso los antecesores de la fe justa persiguen<br />

una vida de justicia. A menudo digo a mis<br />

colegas: Vamos a hacer una pausa; sin embargo,<br />

es difíc<strong>il</strong> hacerlo. ¡Cómo podemos hacerlo<br />

135 El sermón de la montaña<br />

cuando morimos en espíritu si ustedes y yo no<br />

llevamos a cabo la obra de Dios! Tenemos que<br />

llevar a cabo la obra del Espíritu.<br />

Hermanos cristianos, ¿no comen cuando su<br />

cuerpo está hambriento? Si sienten que están<br />

muertos de hambre, tienen que comer. Por tanto,<br />

cualquiera que tenga hambre y sed de la justicia<br />

de Dios debe realizar la obra de Dios. La gente<br />

así está bendecida. Nuestro Señor siempre dice<br />

estas palabras a los justos. Nosotros, los justos,<br />

somos saciados en espíritu cuando realizamos la<br />

obra de Dios. Queridos hermanos cristianos, si<br />

quieren ser saciados, ¡sean d<strong>il</strong>igentes en la obra<br />

de Dios!<br />

No obstante, ustedes no pueden realizar la<br />

obra de Dios solos. Por tanto, deben llevar a cabo<br />

la obra de Dios en unión los unos con los otros.<br />

Escuchar la Palabra de Dios es justicia, y leer la<br />

Palabra de Dios y rezar a Dios para pedir ayuda<br />

es justicia de Dios; y trabajar lealmente en cada<br />

◄ Contenido ►


puesto es también Su justicia. El Señor dijo:<br />

“Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y<br />

todo eso se os dará por añadidura”. Dios nos<br />

pidió que buscásemos primero Su justicia. Esto<br />

quiere decir que pensemos primero en la obra de<br />

Dios y dejemos las cosas carnales en segundo<br />

plano. Si somos así ante Dios, recibimos todas<br />

las bendiciones de Dios en cuerpo y en espíritu.<br />

Esta es la verdad del espíritu que Dios nos ha<br />

dado. Esta es la verdad que los cristianos y<br />

siervos de Dios no deberían olvidar.<br />

Bendición que reciben los<br />

misericordiosos<br />

Mateo 5:7 dice: “Bienaventurados los<br />

misericordiosos, porque ellos alcanzarán<br />

misericordia”. En la Biblia tener misericordia<br />

con otros significa tener compasión por los<br />

136 El sermón de la montaña<br />

pecadores. Cuando vemos a personas que son<br />

pecadoras, pensamos para nosotros mismos:<br />

“¡Qué pena!”. Cuando nosotros, los justos,<br />

vemos las almas que no son nacidas de nuevo,<br />

nos dan pena. No son sólo personas de nuestro<br />

país, sino que ocurre lo mismo cuando vemos<br />

geste de muchos otros países del mundo.<br />

Durante mi primera misión en China, me paré<br />

a descansar un rato con un colega en una<br />

cafetería de Pekín. Me encontré con dos turistas<br />

occidentales sentados a nuestro lado, que habían<br />

pedido un trozo de pan y dos tazas de café<br />

solamente. Mientras hablábamos sobre los planes<br />

de la misión seriamente, ellos se hacían<br />

compañía durante más de dos horas. Cuando uno<br />

de ellos hablaba, el otro escuchaba y decía:<br />

“Ah”, y cuando éste último hablaba, el primero<br />

decía “Ah”. Disfrutaron mucho hablando y<br />

escuchándose el uno al otro. De lo que quiera<br />

◄ Contenido ►


que estuviesen hablando, su actitud de<br />

conversación parecía muy sincera.<br />

Por norma general, cuando veo a gente así,<br />

siento compasión. Están tan serios cuando<br />

discuten sobre asuntos triviales de la carne, por<br />

eso necesitan escuchar el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Y este es el tema más urgente sobre el<br />

que tienen que discutir. Siento compasión cuando<br />

veo a este tipo de gente. Aunque vayan por ahí<br />

alardeando, dan pena porque no conocen el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

En los corazones de los justos, tenemos el<br />

deseo de escribir <strong>libro</strong>s como provisión para las<br />

almas perdidas y distribuirlos a todo el mundo.<br />

Sin embargo no saben qué penosos son. Aunque<br />

nuestro país no tenga tanta riqueza y poder<br />

nacional comparado con los países occidentales<br />

desarrollados, y por tanto nos vean como gente<br />

de un país déb<strong>il</strong>, nosotros, los justo, tenemos<br />

compasión espiritual por todos el mundo. Incluso<br />

137 El sermón de la montaña<br />

la gente de los países desarrollados con una<br />

riqueza considerable son penosos a los ojos de<br />

los justos.<br />

“Bienaventurados los misericordiosos, porque<br />

ellos alcanzarán misericordia”. Esto significa<br />

que aquellos que tienen compasión por otros,<br />

recibirán misericordia. ¡Qué numerosa es la<br />

gente por la cual deberíamos tener misericordia!<br />

Esto es cierto en todo el mundo.<br />

Bendición que reciben los que tienen<br />

el perdón de los pecados<br />

El señor dijo en Mateo 5:8: “Bienaventurados<br />

los limpios de corazón, porque ellos verán a<br />

Dios”. Dijo que los que son limpios de corazón<br />

verán a Dios. Queridos hermanos cristianos,<br />

fundamentalmente, los que son limpios de<br />

pecado son los que han recibido la remisión de<br />

◄ Contenido ►


los pecados en sus corazones al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Los que no<br />

persiguen los deseos carnales, sino el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu son limpios de corazón.<br />

Ayer vi un drama histórico en la televisión. En<br />

el drama, uno de los súbditos del rey se rebelaba<br />

contra el rey y atacaba el palacio. El que ocupaba<br />

el trono estaba consternado por la rebelión. El<br />

súbdito del rey conspiró traición finalmente con<br />

la ayuda de sus subordinados. Al principio, el<br />

súbdito estaba en contra de tomar el trono.<br />

“Nunca haría eso. Traicionar al rey como súbdito<br />

suyo va en contra de mis principios”. Casi parece<br />

que entiende de principios y parece que es justo,<br />

pero no es nada más que un cobarde. Había<br />

estado esperando la oportunidad de subir al<br />

trono, y finalmente aceptó los deseos de sus<br />

subordinados de destronar al rey, actuando como<br />

si fuera contra su voluntad, pero haciéndolo por<br />

la persuasión de su mujer. Aquellos que<br />

138 El sermón de la montaña<br />

empiezan una revolución en este mundo son<br />

todos iguales. Entonces es cierto lo que alguien<br />

dijo, que la política es el proceso de convertir los<br />

intereses personales de uno en intereses públicos.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿puede nuestro<br />

Señor perder nuestro apoyo? No, no puede. El<br />

Señor es absolutamente el Rey de reyes y un<br />

buen Rey para nosotros. El Rey de reyes se<br />

rebajó a sí mismo y salvó a Su pueblo de sus<br />

pecados. Él borró todos los pecados de Su pueblo<br />

y los salvó con el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Entonces, ¿seguirá Su gente al Señor<br />

lealmente o no? Son voluntarios para seguir a su<br />

Rey.<br />

Jesucristo, que es el Rey de reyes, es el Rey de<br />

los justos. Jesucristo, que es el Rey del universo,<br />

es Dios para nosotros. Cuando echamos un<br />

vistazo a los capítulos 1 a 7 de Mateo, podemos<br />

entender claramente que Jesucristo no era una<br />

persona como Confucio, Sócrates, Platón o Buda.<br />

◄ Contenido ►


Jesucristo es el Rey Absoluto y el Salvador de<br />

todos nosotros. Y Él es el Rey que reina sobre el<br />

cielo y la tierra.<br />

Nuestro Señor dijo: “Bienaventurados los<br />

pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de<br />

los cielos”. ¿Quién podría decir esto? Nadie<br />

puede hacerlo. Nuestro Rey es sólo nuestro<br />

Salvador, Jesucristo. Hoy en día hay muchos<br />

teólogos que niegan la deidad de Jesús. Sin<br />

embargo, la verdad es que Jesús, el Padre de<br />

Jesús, y el Espíritu Santo son Dios que creó los<br />

cielos y la tierra (Génesis 1:1). El Señor dijo a<br />

Sus discípulos: “Bienaventurados los limpios de<br />

corazón, porque ellos verán a Dios”.<br />

¿Hay alguien que dude de la deidad de Jesús<br />

de entre ustedes que han recibido la remisión de<br />

los pecados? No podemos negar ni por un<br />

momento que Jesucristo es una Persona del Dios<br />

de la Trinidad, y el Rey de reyes. El Señor vino a<br />

este mundo y nos salvó de nuestros pecados y del<br />

139 El sermón de la montaña<br />

juicio de los pecados mediante el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Dios Padre nos permite ser<br />

salvados de nuestros pecados de una vez por<br />

todas si creemos en Jesucristo como nuestro<br />

Salvador junto con el Evangelio verdadero.<br />

Creemos en el poder del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

Si Jesucristo no fuera Dios, la humanidad no<br />

podría recibir la remisión de los pecados. Si<br />

Jesucristo no es el Ser Absoluto para nosotros,<br />

toda Su obra no fue absoluta tampoco. Y, si ese<br />

es el caso, entonces no podemos recibir la<br />

salvación de todos nuestros pecados al creen en<br />

Él como nuestro Salvador. Debido a que el Hijo<br />

de Dios vino a este mundo y nos salvó de todos<br />

los pecados del mundo, recibimos salvación de<br />

todos nuestros pecados al creer en Él.<br />

◄ Contenido ►


Bendición que reciben los pacíficos<br />

El Señor dijo en Mateo 5:9: “Bienaventurados<br />

los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos<br />

de Dios”. El Señor nos llama, los cristianos<br />

nacidos de nuevo, sacerdotes espirituales. En el<br />

plano espiritual, somos sacerdotes que se sitúan<br />

en medio de la gente en este mundo y los<br />

reconc<strong>il</strong>ian con Dios a través de Cristo. Aquellos<br />

que se han convertido en sacerdotes ante Dios<br />

trabajan duro por la reconc<strong>il</strong>iación entre dios y la<br />

gente. Si transmitimos el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y la verdad de la remisión de los<br />

pecados a la gente de este mundo, trabajamos por<br />

la reconc<strong>il</strong>iación entre Dios y ellos. Además, los<br />

justos transmiten la salvación de Dios, la<br />

voluntad de Dios, a la gente.<br />

Transmiten esta verdad: “La gente ha pecado a<br />

los ojos de Dios. Por tanto, va camino de la<br />

destrucción debido a sus pecados. Ellos irán al<br />

140 El sermón de la montaña<br />

infierno. Por eso, reciban el amor de Dios y la<br />

salvación al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y entonces recibirán la salvación de<br />

todos los pecados”. Amamos la verdad del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu y la<br />

transmitimos. Nosotros liberamos a la gente y<br />

conseguimos la reconc<strong>il</strong>iación entre Dios y ellos<br />

al transmitir la Ley de Dios y el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

Nuestros estudiantes de la Mission School<br />

salen para llegar a la gente, y si queremos llegar<br />

a la gente, debemos af<strong>il</strong>ar la espada espiritual de<br />

Dios cuando llegamos a ellos. Entendemos y<br />

creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

afirmamos este Evangelio en el que creemos a<br />

las almas perdidas. Por tanto, primero debemos<br />

marcar los pasajes del Evangelio donde se habla<br />

del agua y el Espíritu, y después llevárselo a la<br />

gente. Sólo entonces podremos llegar a las almas<br />

prisioneras del pecado y enseñarles<br />

◄ Contenido ►


correctamente. En todo, hay una diferencia entre<br />

hacerlo con fe y hacerlo sin fe. Estas palabras de<br />

la Biblia son armas espirituales para los justos.<br />

Para todo cristiano nacido de nuevo, la Palabra<br />

de Dios es un arma poderosa.<br />

El Señor dijo que los pacíficos están<br />

bendecidos. Esto quiere decir que hay una<br />

bendición para aquellos que transmiten este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Él dijo que<br />

estos serán llamados hijos de Dios. En realidad,<br />

sólo los hijos de Dios pueden transmitir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, y aquellos que<br />

escuchan el Evangelio pueden hacer las paces<br />

con Dios. Los justos son fieles al predicar el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto,<br />

reciben abundantes bendiciones de Dios en<br />

cuerpo y espíritu.<br />

141 El sermón de la montaña<br />

Bendición que reciben los que son<br />

perseguidos por causa de la justicia<br />

En Mateo 5:10 está escrito: “Bienaventurados<br />

los que padecen persecución por la justicia,<br />

porque suyo es el reino de los cielos”. Los que<br />

creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

llevan a cabo esta obra tendrán el Reino de los<br />

cielos. Los que padecen persecución por la<br />

justicia están bendecidos.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿han sido<br />

alguna vez perseguidos por causa de la justicia?<br />

¿Han sido perseguidos alguna vez por pecadores<br />

por causa de la justicia de Dios, por el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, por estar en unión con la<br />

iglesia de Dios y el Reino de dios y por realizar<br />

la obra de Dios?¿ Han sido alguna vez<br />

infravalorados por la gente a causa de su fe en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu? Eso es ser<br />

perseguido por causa de la justicia de Dios. Los<br />

◄ Contenido ►


justos son perseguidos incluso por sus propias<br />

fam<strong>il</strong>ias biológicas por la justicia de Dios. Hay<br />

una bendición de Dios para esa gente.<br />

Los justos no deben estar avergonzados por<br />

ser perseguidos por casa de la justicia de Dios.<br />

Esa es la bendición de Dios. Si los justos viven<br />

por la justicia de Dios, tiene que ser perseguidos<br />

hasta por los pecadores. Los justos son<br />

perseguidos hasta por sus amigos. Si intentan<br />

estar en unión con la iglesia de Dios, serán, sin<br />

duda, perseguidos. Es la voluntad de Dios que<br />

los justos sean perseguidos (2 Timoteo 3:12).<br />

Persiguen a los justos con palabras, diciendo:<br />

“¿De verdad que tienes que ir a todos los<br />

servicios religiosos en vez de vivir una vida de fe<br />

desordenada? ¿No estás ocupado? ¡Tómatelo con<br />

calma! ¿No da igual si vas a un servicio religioso<br />

una vez al año? ¿De verdad tienes que vivir por<br />

fe? ¿De verdad tienes que hacer eso?”.<br />

142 El sermón de la montaña<br />

¿Tiene que hacerlo o no? Sí, tienen que<br />

hacerlo. ¿De verdad que tienes que hacerlo y<br />

romper nuestra estrecha amistad? Parece que tu<br />

fe en Jesús está equivocada. Esto es lo que la<br />

gente dice. Cuando la gente del mundo dice paz,<br />

creen que estar en unión con ellos es paz, pero la<br />

verdadera paz es ser perseguido por el Reino de<br />

Dios, por el Evangelio de Dios, por la salvación<br />

de las almas. Esto es lo que significa ser<br />

perseguido por el Evangelio justo de Dios.<br />

Hacer la paz por ustedes mismos, su orgullo,<br />

por la fama, o para evitar su propia pérdida no es<br />

ser perseguido por la justicia, sino ser perseguido<br />

por causa de uno mismo. Estas no son<br />

persecuciones por causa de la justicia de Dios.<br />

Estas persecuciones son el tipo de persecuciones<br />

por uno mismo. De lo que nuestro Señor habló es<br />

la persecución por la justicia, por las obras justas,<br />

por la salvación de las almas, y por el reino de<br />

Dios.<br />

◄ Contenido ►


Cuando alguien les injurie o persiga y diga<br />

todo tipo insultos contra ustedes falsamente por<br />

causa de la justicia de Dios, pueden reaccionar<br />

diciendo para ustedes mismo: “Aunque éste me<br />

persiga porque no me entiende, debo hacer esto<br />

para salvar a esta persona de sus pecados”. El<br />

Reino de los cielos es para la gente como<br />

ustedes.<br />

Hoy en día, muchos de los que han escuchado<br />

el verdadero Evangelio no quieren ser<br />

perseguidos por causa de la justicia. Por eso<br />

tienen miedo a tener fe verdadera en Cristo.<br />

Algunos conocen el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu pero no lo transmiten a otros; y otros se<br />

ponen de parte de los pecadores para no ser<br />

perseguidos por la justicia. Esta gente no tiene<br />

bendiciones. Aunque hayan recibido la remisión<br />

de los pecados, si no son perseguidos por causa<br />

del evangelio del agua y el Espíritu, acaban<br />

traicionando la verdadera fe por el camino, en<br />

143 El sermón de la montaña<br />

vez de mantener su fe hasta el día en que se<br />

presentarán delante del Señor. Es aceptable que<br />

uno sea déb<strong>il</strong>, pero si niega el verdadero<br />

Evangelio desde el fondo de su corazón y va de<br />

la mano con la gente del mundo para luchar<br />

contra el Evangelio, ése no está bendecido.<br />

Del mismo modo en que los pescadores<br />

reúnen el pescado bueno en vasijas pero<br />

desechan el malo, Dios separará a los malvados<br />

de los justos (Mateo 13:47-49). Esto consta en<br />

las parábolas del Cielo en el <strong>libro</strong> de Mateo. Sin<br />

embargo, en realidad, cualquiera que esté con el<br />

Espíritu Santo no puede evitar la persecución por<br />

causa de la justicia. Más aún, un hombre no<br />

puede vivir si no es por la justicia después de<br />

creer en el Evangelio y recibir la remisión de los<br />

pecados. Es completamente imposible que<br />

alguien persiga sus propios intereses si está<br />

guiado por el Espíritu Santo en su corazón. Un<br />

◄ Contenido ►


hombre justo es perseguido por causa de la<br />

justicia.<br />

El hecho de que un hombre justo tenga<br />

dificultades, ¿es en sí mismo malo? No puede ser<br />

malo. A veces, tenemos dificultades para<br />

transmitir el Evangelio, ¿pero hay algo que no<br />

sea difíc<strong>il</strong>? Espero que ustedes sean los<br />

perseguidos por la justicia de Dios. También yo<br />

quiero ser así primero. Como persona justa,<br />

espero que no sean innecesariamente perseguidos<br />

por múltiples delitos, como ser detenidos por<br />

conducción temeraria después de haber bebido,<br />

ser arrestados por robar en una tienda, o ser<br />

detenidos y llevados a prisión por estafa. Dios no<br />

estaría contento con eso.<br />

Jesús dijo en Mateo 5:11-12:<br />

“Bienaventurados seréis cuantos os insulten y<br />

persigan y con mentira digan contra vosotros<br />

todo género de mal por mí. Alegraos y<br />

regocijaos, porque grande será en los cielos<br />

144 El sermón de la montaña<br />

vuestra recompensa, pues así persiguieron a los<br />

profetas que hubo antes de vosotros”. Él dijo que<br />

seremos bendecidos cuando nos insulten y<br />

persigan, y cuando digan todo género de mal<br />

contra nosotros por Él.<br />

La gente del mundo a menudo persigue a los<br />

hijos de Dios y las iglesias de Dios. ¿Qué quiere<br />

decir esto? Esto quiere decir que nosotros, los<br />

justos, estamos bendecidos. Si somos insultados<br />

por la gente del mundo por creer y buscar la<br />

justicia de Dios, seremos bendecidos por Dios.<br />

Los justos que actúan así están bendecidos<br />

porque son perseguidos por el Evangelio de Dios<br />

y la iglesia de Dios. Pero algunos no tiene fe en<br />

Su Palabra para evitar ser perseguidos por causa<br />

de Dios.<br />

Aquellos profetas y siervos de Dios en el<br />

Antiguo Testamento, que son nuestros<br />

predecesores en la fe, fueron perseguidos mucho<br />

más que nosotros por causa de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Somos la sal y la luz del mundo<br />

Jesús dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra;<br />

pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará?<br />

Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que<br />

la pisen los hombres”. Nosotros, los justos,<br />

somos la sal de la tierra. Que los justos sean la<br />

sal de la tierra significa que son seres necesarios<br />

para este mundo. La gente que cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu son seres<br />

necesarios en este mundo.<br />

Sin embargo, ¿qué pasa si la sal pierde su<br />

sabor? ¿Qué quiere decir que la sal pierda su<br />

sabor? Significa que no puede funcionar como<br />

sal. Una persona justa pierde su poder porque se<br />

deshace de la Verdad y camina según el curso de<br />

este mundo, en vez de vivir para el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

En Mateo 5:14-15 está escrito: “Vosotros sois<br />

la luz del mundo. No puede ocultarse ciudad<br />

145 El sermón de la montaña<br />

asentada sobre un monte, no se enciende una<br />

lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre<br />

el candelero, para que alumbre a cuantos hay en<br />

la casa”.<br />

Los justos son la luz de la salvación. El mundo<br />

escucha el Evangelio del agua y el Espíritu de<br />

boca de los justos. En otras palabras, los<br />

pecadores reciben la salvación de los pecados a<br />

través de nosotros, los justos.<br />

Mateo 5:16 dice: “Así ha de lucir vuestra luz<br />

ante los hombres, para que, viendo vuestras<br />

buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que<br />

está en los cielos”. Nosotros vivimos<br />

glorificando a Dios creyendo en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, y recibiendo las ocho<br />

bienaventuranzas por medio de la fe. Debemos<br />

continuar con esta vida de fe con la fe que cree<br />

en el señor. Demos gracias a Dios que nos da<br />

bendiciones divinas. Esta realidad es el sermón<br />

de la montaña que el Señor nos dio. <br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

6<br />

◄ Contenido ►


La enseñanza del Señor<br />

sobre la oración (1)<br />

< Mateo 6:1-15 ><br />

“Estad atentos a no hacer vuestra justicia<br />

delante de los hombres para que os vean; de<br />

otra manera no tendréis recompensa ante<br />

vuestro Padre, que está en los cielos. Cuando<br />

hagas, pues, limosna, no vayas tocando la<br />

trompeta delante de ti, como hacen los<br />

hipócritas en las sinagogas y en las cales, para<br />

ser alabados de los hombres; en verdad os<br />

digo que ya recibieron su recompensa.<br />

Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo<br />

que hace tu derecha, para que tu limosna sea<br />

oculta, y el Padre, que ve lo oculto, te<br />

premiará. Y cuando oréis, no seáis como los<br />

hipócritas, que gustan de orar en pie en las<br />

147 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

sinagogas y en los ángulos de las plazas para<br />

ser vistos de los hombres; en verdad os digo<br />

que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando<br />

ores, entra en tú cámara y, cerrada la puerta,<br />

ora a tu Padre, que está en lo escondido, te<br />

recompensará. Y orando no seáis habladores<br />

como los gent<strong>il</strong>es, que piensan ser escuchados<br />

por su mucho hablar. No os asemejéis pues a<br />

ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas<br />

de que tenéis necesidad antes que se las pidáis.<br />

Así pues habéis de orar:<br />

Padre nuestro que estás en los cielos,<br />

santificado sea tu nombre;<br />

venga a nosotros tu reino,<br />

hágase tu voluntad,<br />

como en el cielo, así en la tierra.<br />

El pan nuestro de cada día dánosle hoy,<br />

y perdónanos nuestras deudas,<br />

así como nosotros perdonamos a nuestros<br />

deudores,<br />

◄ Contenido ►


y no nos pongas en tentación,<br />

mas líbranos del mal.<br />

Porque si vosotros perdonáis a otros sus<br />

faltas, también os perdonará a vosotros<br />

vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a<br />

los hombres, tampoco vuestro Padre<br />

perdonará vuestras faltas.”<br />

En nuestra iglesia hay un niño llamado Jin<br />

Woo Kim. Estaba a punto de morirse de una<br />

extraña enfermedad. Cuando fue hospitalizado la<br />

primera vez, ni siquiera los médicos conocían la<br />

causa y no sabían cómo curarle. No cesamos de<br />

rezar a Dios para que curara al niño. Y ahora el<br />

Señor ha llevado al niño a encontrar un médico<br />

mejor, y ahora su condición es más favorable.<br />

Cuando nos encontramos con tiempos difíc<strong>il</strong>es,<br />

debemos hacer todo lo que podamos, pero antes<br />

de nada debemos acordarnos de rezar.<br />

148 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

En Mateo 6:1, el Señor dice: “Estad atentos a<br />

no hacer vuestra justicia delante de los hombres<br />

para que os vean; de otra manera no tendréis<br />

recompensa ante vuestro Padre, que está en los<br />

cielos”. Esto significa que no debemos presumir<br />

de nuestra justicia delante de otros en nuestra<br />

vida religiosa. Estas palabras son tanto para los<br />

nacidos de nuevo como para los que todavía no<br />

han nacido de nuevo. Sin embargo, nosotros, los<br />

justos, debemos tener en mente estas palabras:<br />

“Estad atentos a no hacer vuestra justicia<br />

delante de los hombres para que os vean”. El<br />

Señor dice que si llevamos a cabo obras justas<br />

para presumir delante de otros, después no<br />

seremos recompensados por el Padre que está en<br />

los cielos.<br />

Podemos encontrar un tema común en la<br />

lección de las Escrituras de hoy. Esta es que<br />

hagamos lo que hagamos no debemos hacerlo<br />

delante de otros para presumir de nuestra justicia.<br />

◄ Contenido ►


El Señor dice que debemos creer en Él y en Su<br />

Palabra en nuestros corazones, y de todo corazón<br />

hacer obras justas ante Dios que nos ve en la<br />

intimidad. Esto quiere decir que debemos hacer<br />

algo bueno de corazón, en vez de presumir. Sólo<br />

entonces Dios Padre nos recompensará, y<br />

podremos recibir la recompensa de Dios que nos<br />

devuelve el favor. En otras palabras, si vivimos<br />

una vida de fe sólo para presumir, no<br />

obtendremos la aprobación de Dios. Por mucho<br />

que un hombre intente hacer algo bueno, no será<br />

aprobado por Dios si se ha hecho para presumir.<br />

Entonces, ¿todo lo que hacemos es hipócrita si<br />

otros lo saben? No, no es así. Lo sepan otros o<br />

no, si un hombre lleva a cabo justicia por su fe,<br />

entonces lo hace por fe y no para presumir. Todo<br />

lo que no se hace con fe y un corazón confiado es<br />

hipócrita. No importa si las otras personas llegan<br />

a ver nuestras buenas obras o no. En resumen,<br />

llevar a cabo la Palabra de Dios ante Él por fe es<br />

149 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

siempre aprobado por Dios, pero cualquier cosa<br />

que hagamos para ganar la aprobación de otros,<br />

antes que Dios, es presumir.<br />

Dios no recompensará la fe hipócrita, y por<br />

eso debemos evitar este tipo de fe en nuestra vida<br />

religiosa. Tenemos que recordar esta lección<br />

cuando hagamos una obra de caridad o cuando<br />

recemos.<br />

Así es como Él quiere que recemos<br />

En Mateo 6:5-6 está escrito: “Y cuando oréis,<br />

no seáis como los hipócritas, que gustan de orar<br />

en pie en las sinagogas y en los ángulos de las<br />

plazas para ser vistos de los hombres; en verdad<br />

os digo que ya recibieron su recompensa. Tú,<br />

cuando ores, entra en tú cámara y, cerrada la<br />

puerta, ora a tu Padre, que está en lo escondido,<br />

te recompensará”.<br />

◄ Contenido ►


Cuando rezamos, ¿qué es lo que de verdad<br />

necesitamos? Debemos rezar con el corazón de<br />

un niño pequeño ante Dios. “Dios me falta esto.<br />

Dame esto”. “Dios Padre tengo un problema, por<br />

favor ayúdame”. Rezar con el corazón de un niño<br />

es rezar así, y es posible cuando tenemos una fe<br />

simple. Por tanto, cuando recemos o llevemos a<br />

cabo obras justas, debemos hacer estas cosas<br />

porque tenemos fe en nuestro corazón.<br />

El Señor también dijo: “Tú, cuando ores,<br />

entra en tú cámara y, cerrada la puerta, ora a tu<br />

Padre, que está en lo escondido, te<br />

recompensará” (Mateo 6:6). Cuando recemos a<br />

Dios, debemos entrar en la habitación secreta de<br />

nuestro corazón para orar a Dios que está en el<br />

lugar secreto. Dios Padre escucha nuestras<br />

oraciones y nos recompensa cuando sólo<br />

miramos hacia Dios y le pedimos a Él en Su<br />

presencia. En otras palabras, cuando rezamos a<br />

Dios, rezamos a Dios que está en un lugar<br />

150 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

secreto, y por tanto no debemos presumir delante<br />

de otros. Esto no quiere decir que sólo podemos<br />

rezar en secreto, más bien que no debemos rezar<br />

para ser vistos por otros, sino rezar con el<br />

corazón que pide a Dios porque realmente le<br />

queremos a Él en nuestros corazones.<br />

¿Qué han aprendido de la lección de la<br />

Escritura de arriba? Hemos aprendido que el<br />

Señor aborrece a los que alardean. ¿Por qué no le<br />

gustan a Dios los que alardean?<br />

La gente se reúne y grita: “Señor” tres veces<br />

muy fuerte, y dan golpes en el púlpito, y mucha<br />

gente se arrepiente en agonía, diciendo: “Señor<br />

perdóname. He pecado”. La gente grita así, pero<br />

en cuanto salen de la iglesia, ríen. Lloran por un<br />

momento y al rato están dando palmadas y<br />

armando alboroto. Porque todo el mundo en este<br />

tipo de culto está en un estado mentadle<br />

enajenación, incluso una persona cuerda piensa:<br />

“Me estoy volviendo loco Siente que me estoy<br />

◄ Contenido ►


volviendo loco, viendo a gente llorando y al<br />

momento siguiente riéndose”. Por eso la gente<br />

con sentido común no va a iglesias como esas.<br />

Dios aborrece a gente así sobretodo, aparta Su<br />

cara de ellos y los llama hipócritas.<br />

Entonces, ¿Quiénes son los que lloran y gritan<br />

y rezan, pero cuando llegan a casa no quieren<br />

saber nada del Señor? Muchos de estos están<br />

poseídos por demonios. En sus reuniones,<br />

incluso los líderes están poseídos por demonios y<br />

hablan en lenguas que nadie puede entender. A<br />

veces incitan a sus seguidores a un estado de<br />

excitación cuando efectos sonoros con el<br />

micrófono, diciendo: “¡Recibid fuego! ¡Fuegofuego-fuego!”.<br />

Confunden a la induciéndoles a<br />

rezar envueltos en lágrimas, y al instante<br />

siguiente a alabar a Dios en bulliciosa locura.<br />

Este tipo de comportamientos son alardes que<br />

no tienen nada que ver con la voluntad del Señor.<br />

Si leemos la Palabra de Dios, podemos ver que a<br />

151 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

Dios no le gustan los que alardean. Sólo rezar<br />

con fe dando nuestro corazón sinceramente a<br />

Dios complace a Dios. Dios sabe de antemano<br />

con qué clase de fe rezamos, y quiere oír nuestra<br />

sincera oración ante Él.<br />

Debemos cambiar nuestra actitud de oración<br />

ante nuestro Señor. Todo lo que debemos hacer<br />

es ser honestos y simple al pedir: “Señor, no<br />

tengo esto. Por favor dámelo”. Es porque nuestra<br />

fe no es suficientemente fuerte que usamos<br />

muchas frases floridas al rezar. Si seguimos<br />

escuchando la Palabra de Dios, nuestra fe en<br />

Dios también crece. Cuando nos aferramos a la<br />

Palabra de Dios, y cuando recibimos respuestas a<br />

nuestras plegarias que ofrecemos con fe, estamos<br />

todavía más agradecidos a Dios. Y cuando<br />

aprendemos más sobre Dios, creemos hasta<br />

llegar a ser una persona de fe. Entonces llegamos<br />

a rezar a Dios más y más, y nos convertimos en<br />

una persona que sólo reza a Dios y a nadie más.<br />

◄ Contenido ►


A veces, rezamos a Dios de acuerdo con algunos<br />

asuntos. En realidad, hay veces en que rezamos<br />

en voz alta, pero no para que otras personas<br />

escuchen nuestras oraciones, sino para que Dios<br />

las escuche. Las verdaderas oraciones se hacen<br />

con una fe simple como ésta: “Dios, ayuda a tal y<br />

cual porque está en esta condición. Cura a<br />

fulanito y menganito. Dale a este y aquel salud.<br />

Bendice a tal y cual porque está es esta<br />

situación”.<br />

Antes de nacer de nuevo, solía rezar con<br />

muchas frases floridas como ésta: “Padre<br />

nuestro, eres santo, misericordioso y bendito.<br />

Gracias por el amor y la misericordia que Dios<br />

Padre nos da…”. Solía formar todo tipo de<br />

palabras floridas cuando rezaba. ¿Son tales<br />

oraciones para el Señor que está en lo secreto? Si<br />

rezamos constantemente así, ¿nos escuchará el<br />

Señor? ¿De verdad tenemos tantas cosas por las<br />

que rezar? No lo creo. El Señor dijo: “No seáis<br />

152 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

tan habladores como los gent<strong>il</strong>es o los fariseos.<br />

¿Creéis que sólo os puedo oír si decís muchas<br />

palabras?” Y Él dijo: “No os asemejéis pues a<br />

ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas de<br />

que tenéis necesidad antes que se las pidáis”<br />

(Mateo 6:8). Esta es la oración que el Señor nos<br />

enseñó como ejemplo de cómo debíamos rezar.<br />

La oración del Señor nos anima a<br />

rezar por el perdón de los pecados<br />

primero<br />

En Mateo 6:9, el Señor nos enseña como rezar<br />

con Su ejemplo de oración. Esta es el objetivo de<br />

la oración del Señor. Él dijo: “Así pues habéis de<br />

orar”. Lo primero es: “Padre nuestro que estás<br />

en los cielos, santificado sea tu nombre”. Esto<br />

quiere decir que debemos rezar para que el<br />

◄ Contenido ►


nombre del Señor sea santificado. Aquí, los que<br />

no han recibido la remisión de los pecados<br />

todavía deben saber que tienen que rezar primero<br />

para recibir la remisión de los pecados, porque<br />

así es la oración que honra al nombre del Señor.<br />

Por tanto, un pecador debe rezar así primero:<br />

“Dios, por favor, borra mis pecados. Hazme un<br />

hijo de Dios”. Así es como deberían rezar<br />

primero. También deben rezar así: “Por favor<br />

ayúdame a nacer de nuevo al escuchar el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Ayúdame a<br />

creer en todas Tus palabras. Ayúdame a entender<br />

cada palabra de Dios”. Así es como debemos<br />

rezar primero.<br />

Sin embargo, sólo nosotros, los justos que<br />

hemos recibido la remisión de los pecados,<br />

podríamos rezar la oración adecuada y vivir una<br />

vida digna de acuerdo con la primera línea de la<br />

oración del Señor: “Padre nuestro que estás en el<br />

Cielo, santificado sea Tu nombre”. En realidad,<br />

153 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

si queremos evitar manchar el nombre de Dios y<br />

vivir una vida santa, debemos pedir ayuda a Dios<br />

así: “Por favor, no me dejes ser un escollo<br />

manchar Tu nombre. Ayúdame a vivir una vida<br />

santa mediante la fe durante toda mi vida.<br />

Ayúdame a vivir una vida santa por la justicia de<br />

Dios”. Debemos rezar para que nos sostenga en<br />

todo momento mientras pedimos ayuda para<br />

glorificar el nombre de Dios.<br />

Él nos dio a nosotros, los justos, el primer<br />

asunto de la oración para vivir una vida santa<br />

para que Su nombre sea santificado. Ya que los<br />

pecadores no pueden llamar a Dios su Padre,<br />

primero deben rezar por la remisión de sus<br />

pecados: “Por favor, borra mis pecados. Déjame<br />

entender el Evangelio del agua y el Espíritu que<br />

me has dado. Déjame recibir la remisión de los<br />

pecados al conocer y creer en la Verdad de Tu<br />

Expiación”. Para poder glorificar el nombre de<br />

Dios, como se dice en la primera línea de la<br />

◄ Contenido ►


oración del Señor, todo pecador debe rezar a<br />

Dios por la remisión de los pecados primero.<br />

Debemos vivir una vida en oración<br />

para el Reino de Dios en la tierra<br />

¿Cuál es la segunda parte de la oración? Es:<br />

“Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad,<br />

como en el cielo, así en la tierra”. Debemos rezar<br />

para que el Reino de Dios sea establecido en la<br />

tierra. Nuestro Padre, Dios, envió a nuestro<br />

Señor y borró todos nuestros pecados de una vez<br />

por todas a través del bautismo y la sangre en la<br />

Cruz de nuestro Señor. Por tanto, tenemos al<br />

Espíritu Santo en nuestros corazones, y el Reino<br />

de Dios se encuentra en nuestros corazones<br />

espiritualmente.<br />

Sin embargo, hay todavía mucha gente que no<br />

ha recibido la remisión de sus pecados en sus<br />

154 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

corazones y todavía luchan contra sus pecados.<br />

Es porque el Reino de Dios no está todavía en<br />

sus corazones y por eso deben rezar por el<br />

perdón de sus pecados primero. Nuestro Señor ha<br />

borrado todos los pecados del mundo al haber<br />

sido bautizado por Juan y crucificado 2000 hace<br />

2.000 años. No obstante, hay todavía mucha<br />

gente que tiene pecados porque no conoce ni cree<br />

esto. Por eso debemos rezar para que esas<br />

personas reciban la remisión de sus pecados por<br />

completo.<br />

Dios es el único Maestro de todo ser humano.<br />

Sin embargo, la verdad es que muchas personas<br />

en este mundo caen en las manos del diablo y<br />

viven como sus siervos en vez de servir a Dios.<br />

El Señor odia con toda su alma esta degradación,<br />

y desea profundamente que todas las criaturas<br />

que Él creó crean en Sus palabras, nazcan de<br />

nuevo y se conviertan en Su pueblo. Por tanto,<br />

debemos rezar para que el Reino de Dios venga a<br />

◄ Contenido ►


los corazones de todos nosotros antes de que<br />

venga Su Reino M<strong>il</strong>enario y el fin del mundo.<br />

Dios quiere que recemos para que cada todos<br />

recibamos la remisión de los pecados, y así el<br />

universo entero sea un Reino en el que Dios<br />

reina; y que todo esto se cumpla. Por tanto, Dios<br />

nos cuenta con nosotros, los nacidos de nuevo,<br />

para la expansión de Su Reino. En otras palabras,<br />

nosotros, los justos, debemos rezar por la<br />

expansión del Reino de Dios.<br />

Debemos vivir una vida de fe por el<br />

Alimento de la Vida<br />

Leamos Mateo 6:11, que es el tercer asunto<br />

del que trata la oración del Señor: “El pan<br />

nuestro de cada día dánosle hoy”. Debemos<br />

rezar por la comida diaria que comemos. Pero<br />

esto también significa que debemos pedir al<br />

155 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

Señor por el alimento de la vida eterna. Nosotros<br />

necesitamos tomar alimentos tanto para el cuerpo<br />

como para el espíritu. Entonces debemos rezar:<br />

“Danos alimento para nuestro cuerpo y nuestro<br />

espíritu”. Lo que pedimos no es la cantidad para<br />

un año o para un mes, sino que pedimos lo que<br />

necesitamos para nuestra carne y nuestro espíritu<br />

todos los días.<br />

Queridos hermanos cristianos, necesitamos<br />

rezar a Dios por nuestro pan cada día. No está<br />

mal que recemos a Dios por nuestro alimento<br />

para la carne y el espíritu. Debido a que nos<br />

convertimos en la gente que cree en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu y así obtuvimos el<br />

priv<strong>il</strong>egio de pedir a Dios Padre todo lo que<br />

necesitamos, debemos rezar de acuerdo con este<br />

tercer asunto. Aquellos que creen en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu son claramente gente que<br />

trabaja por la justicia de Dios, y por tanto deben<br />

rezar a Dios para que Dios ayude con las cosas<br />

◄ Contenido ►


materiales necesarias para el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, para bendecir las obras en proceso.<br />

Es correcto que los justos vivan por la justicia de<br />

Dios y vivan adecuadamente por la difusión del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. No es que sólo<br />

recemos la oración del Señor una sola vez en la<br />

vida, sino que debemos rezar por dichos asuntos<br />

todos los días.<br />

Si rezamos a Dios para que nos de el alimento<br />

diario, Dios nos contestará. Cuando rezamos de<br />

corazón, podemos experimentar la provisión de<br />

alimento para la carne y el espíritu en la iglesia<br />

de Dios. Él nos suficiente alimento para que los<br />

siervos de Dios, Su pueblo y todos los cristianos<br />

puedan reunirse en Su Iglesia y vivir en unión los<br />

unos con los otros para trabajar por el Evangelio,<br />

alabar o servir al Señor. Dios nos da alimento<br />

espiritual todos los días cuando escuchamos los<br />

sermones de Sus siervos, los testimonios de los<br />

156 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

santos, e incluso cuando meditamos sobre la<br />

Biblia por nuestra cuenta.<br />

Nosotros, los justos, a menudo podemos<br />

obtener más alimento espiritual de nuestras vidas<br />

diarias que leyendo la Palabra de Dios. El<br />

Espíritu Santo en nuestros corazones se<br />

complace y está contento siempre con nuestra<br />

obra espiritual que complace a Dios Padre. Y lo<br />

que hace que es Espíritu Santo esté contento en<br />

nuestros corazones es el mismo alimento diario<br />

para nosotros. Si rezamos cada día al Señor:<br />

Danos el alimento y no hacemos nada, esta no es<br />

una auténtica oración. Si han rezado a Dios,<br />

deben anticiparse a cómo Dios contestará a la<br />

oración y hacer lo posible en nuestro lugar, para<br />

que Dios pueda obrar a través de nosotros. Si no<br />

trabajamos por el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu y esperamos que Dios nos de el alimento<br />

espiritual mientras nos quedamos sentados,<br />

entonces estamos nos estamos burlando de Dios.<br />

◄ Contenido ►


A menudo nos reunimos en la Iglesia de Dios<br />

para los cultos. Este exactamente el alimento que<br />

podemos comer, y no sólo escuchar las palabras<br />

en la iglesia, sino hacer la obra del Señor según<br />

Su voluntas, este es exactamente nuestro<br />

alimento espiritual. Si una persona justa no hace<br />

la obra de Dios después de recibir la remisión de<br />

los pecados, su fe muere tarde o temprano y<br />

acaba dejando la Iglesia de Dios. Algunas<br />

personas pierden incluso la fe que cree en la<br />

Verdad de la perfecta salvación de Dios. Por<br />

tanto debemos hacer la obra justa de difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu para obtener<br />

nuestro alimento diario.<br />

157 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

Los que se han convertido en justos<br />

por la fe deberían poder perdonarse<br />

los unos a los otros<br />

Está escrito en Mateo 6:12: “Y perdónanos<br />

nuestras deudas, así como nosotros perdonamos<br />

a nuestros deudores”. Este es el cuarto asunto de<br />

la oración del Señor. Podríamos malinterpretar<br />

este cuarto asunto creyendo que debemos<br />

arrepentirnos y ser perdonados cada día. Sin<br />

embargo, este cuarto asunto no trata de ser<br />

perdonado cada día. El cuarto asunto es<br />

condicional. Ya que hemos recibido la remisión<br />

de los pecados de Dios de una vez por todas al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

debemos también vivir por la justicia de Dios<br />

perdonando a aquellos que nos han hecho mal.<br />

Debemos perdonar a la gente que nos ha hecho<br />

mal tal y como el Señor ha perdonado todos<br />

◄ Contenido ►


nuestros pecados incondicionalmente mediante el<br />

agua y la sangre. Lo que estas palabras de Dios<br />

nos dicen es que debemos cancelar las ofensas<br />

que han cometido contra nosotros porque Dios<br />

nos ha perdonado todos nuestros pecados.<br />

Imaginen que tenemos una deuda de 5.000<br />

m<strong>il</strong>lones de dólares, que es una cantidad de<br />

dinero muy grande y que no podríamos pagar ni<br />

aunque trabajásemos durante todas nuestras<br />

vidas. El precio del pecado de cada uno de<br />

nosotros sería esa cantidad. Pero Dios, se apiadó<br />

de nosotros y canceló la deuda de nuestros<br />

pecados incondicionalmente. En vez de decir: Lo<br />

considero pagado, Dios Padre envió a Su Hijo,<br />

hizo que lo bautizaran, que tomara sobre sí<br />

mismo los pecados del mundo, y que fuera<br />

crucificado. Por tanto, pagó el precio de nuestros<br />

pecados y nos salvó mediante el bautismo de<br />

Jesús y Su sangre en la Cruz. Así es como el<br />

Señor canceló nuestra deuda al creer en Su<br />

158 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

remisión de los pecados. Recibimos la remisión<br />

de los pecados sin hacer nada para borrarlos, sino<br />

solamente creyendo en la Verdad. Mediante la fe<br />

que tenemos, hemos recibido de Dios el regalo<br />

de la salvación y la limpieza de todos nuestros<br />

pecados. Debido a que Jesús pagó la deuda de<br />

5.000 m<strong>il</strong>lones de dólares que nosotros no<br />

pudimos devolver a lo largo de nuestra vida<br />

entera; mediante Su bautismo y la sangre en la<br />

Cruz, nuestros pecados fueron cancelados sin<br />

tener que hacer nada, sólo por Su gracia.<br />

Ahora, debemos cancelar las pequeñas ofensas<br />

que otros nos han hecho. Debemos vivir en la<br />

premisa del perdón mutuo. Al vivir con otros<br />

justos y pecadores, necesitamos perdonarnos por<br />

las ofensas que otros nos han hecho. Debemos<br />

perdonarnos según el Evangelio del Señor.<br />

Estamos en deuda con Dios por nuestros<br />

pecados, pero el Señor vino a este mundo y<br />

perdonó todos nuestros pecados a través del<br />

◄ Contenido ►


autismo que recibió de Juan, y Su sangre. El<br />

Señor vio nuestros pecados y nuestra impotencia,<br />

y entonces los borró todos de Su parte. Porque el<br />

Señor sabía que no podíamos ser justos aunque<br />

dedicáramos toda nuestra vida a ello, Él limpió<br />

todos nuestros pecados de una vez por todas<br />

mediante la Verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Dios Padre envió a Su único Hijo,<br />

Jesucristo, hizo que tomara todos los pecados del<br />

mundo mediante Su bautismo, que fuera<br />

crucificado y se levantara, y nos salvara<br />

perfectamente de nuestros pecados. Así<br />

Jesucristo se convirtió en nuestro Salvador<br />

eterno, que nos salvó de nuestro pecado eterno.<br />

Hemos conocido al Señor, que está vivo, al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

¿Creen en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

como nuestra propia salvación en sus corazones?<br />

—Sí—. ¿Hemos recibido la remisión de los<br />

pecados al creer que Jesús perdonó todos<br />

159 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

nuestros pecados mediante el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu? —Sí—.<br />

Entonces, ya que hemos sido perdonados por<br />

los pecados del mundo por la gracia asombrosa,<br />

tenemos que perdonar las ofensas que otros nos<br />

han hecho. El cuarto asunto de la oración del<br />

Señor es que nos perdonemos unos a otros.<br />

Llevar a cabo esta oración que el Señor nos<br />

impuso es el camino correcto para nuestra vida<br />

espiritual.<br />

Aquí, en la cuarta parte de la oración del<br />

Señor, lo que debemos tener claro es que no<br />

recibimos la remisión de los pecados rezando<br />

oraciones de arrepentimiento. Algunos miran<br />

este pasaje que dice: “Y perdónanos nuestras<br />

deudas, así como nosotros perdonamos a<br />

nuestros deudores” y dicen: Mira esto. Uno<br />

recibe la remisión de los pecados cuando rezan<br />

oraciones de arrepentimiento. Pero este no es el<br />

◄ Contenido ►


caso. Esta falacia se debe a su interpretación<br />

errónea del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Esta línea dice exactamente que aquellos que<br />

han recibido la remisión de sus pecados mediante<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu deben<br />

perdonarse unos a otros y cubrir las<br />

insuficiencias de cada uno. Los pecados del<br />

hombre no pueden ser perdonados con los labios,<br />

sino que requieren una expiación lícita: un<br />

animal lícito sin mancha, transmisión de los<br />

pecados mediante la imposición de manos, y su<br />

muerte vicaria que paga el precio del pecado.<br />

Jesucristo ha completado todas las premisas de<br />

nuestro perdón mutuo al borrar todos los pecados<br />

del mundo. Por tanto, a través de nuestra fe que<br />

nos ha dado la remisión de los pecados, debemos<br />

cancelar las ofensas de los otros mientras<br />

vivimos.<br />

160 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

Debemos rezar para que Dios nos<br />

proteja en todos los sentidos<br />

Mateo 6:13 se dice: “Y no nos pongas en<br />

tentación, mas líbranos del mal”. Tentación<br />

quiere decir, encontrar dificultades. Entonces “no<br />

nos pongas en tentación” equivale a rezar para<br />

prevenir la confusión y las dificultades. Cuando<br />

rezamos a Dios Padre, debemos rezar así: “Dios<br />

Padre, no dejes que encuentre dificultades,<br />

protégeme en toda situación peligrosa. Por favor,<br />

Dios, bendíceme, guárdame de hacer mal por<br />

tener demasiadas cosas materiales o por no tener<br />

lo suficiente, protégeme de la gente mala, y no<br />

me dejes caer en la tentación”. Debemos rezar a<br />

menudo para no caer en la tentación.<br />

Debemos rezar cuidadosamente cada día<br />

desde la primera a la última oración. Si un<br />

hombre cae en la tentación, esto se convierte en<br />

una carga para la mente, y acaba muriendo. Por<br />

◄ Contenido ►


tanto debemos pedir a Dios cada día para no<br />

encontrarnos con dificultades.<br />

Aún más, debemos salir de las dificultades en<br />

nuestros corazones manteniendo una relación de<br />

fe y verdad con los hermanos y hermanas en la<br />

Iglesia de Dios. La Iglesia de Dios es un lugar<br />

marav<strong>il</strong>loso para la hermandad entre los<br />

cristianos nacidos de nuevo. No es posible<br />

mantener una relación sincera y formal de<br />

hermandad entre gente que no ha nacido de<br />

nuevo todavía. Sin embargo en la Iglesia de Dios<br />

hay tantas personas como quieran para mantener<br />

una relación de hermandad.<br />

Y, cuando intenten tener hermandad con<br />

alguien, es mejor hacerlo con alguien que sea un<br />

ligeramente superior espiritualmente. Esto es<br />

porque estas personas comparten con usted su<br />

conocimiento espiritual y sus experiencias,<br />

realistas y alcanzables, en detalle. Esto es bueno<br />

para nosotros a que hacen más fác<strong>il</strong> para nosotros<br />

161 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

el tomar alimento espiritual de fe al hablar con<br />

nosotros; y se pueden relacionar con nosotros de<br />

la manera más adecuada a nuestra situación. Sin<br />

embargo, si mantenemos una relación de<br />

hermandad con alguien que está mucho más<br />

adelantado en la fe que nosotros, esto no es<br />

beneficioso ya que podrían compartir demasiado<br />

alimento espiritual que fuera difíc<strong>il</strong> de digerir<br />

para nosotros.<br />

Esto se puede comparar con aprender a montar<br />

en bicicleta. El mejor maestro para un niño es su<br />

hermano o hermana mayor que acaban adquirir<br />

dominio en montar en bicicleta, en vez de sus<br />

padres. El que puede explicar a un nivel en el que<br />

el niño pueda entender es alguien que acaba de<br />

tener la misma experiencia. Si un padre fuera a<br />

enseñar a su hijo pequeño a montar en bicicleta,<br />

él podría montar en una bicicleta grande, a su<br />

medida, y desanimar al niño que intenta<br />

aprender. El niño puede aprender rápido<br />

◄ Contenido ►


observando a sus hermanos y hermanas mayores<br />

montando en una bicicleta más pequeña y<br />

animados piensan: Yo puedo hacer eso. Los<br />

hermanos mayores pueden ayudar al niño con<br />

instrucciones prácticas. La bicicleta grande del<br />

padre podría dejar al niño estupefacto que intenta<br />

aprender de su padre incluso antes de montarse<br />

en la bicicleta.<br />

Esto es igual en nuestra hermandad en la fe.<br />

La persona que puede ayudarnos a crecer en la fe<br />

paso a paso de la forma más realista y práctica a<br />

mi nivel, es alguien que acaba de recorrer el<br />

mismo camino. La hermandad es más<br />

beneficiosa cuando es con alguien que pasó por<br />

lo mismo inmediatamente antes que yo.<br />

Debemos rezar siempre: “Y no nos pongas en<br />

tentación, mas líbranos del mal” con fe en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. El mayor<br />

peligro de estar en manos del mal es que no nos<br />

damos cuenta de que estamos en peligro. ¿Cómo<br />

162 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

de peligroso es esto? Por tanto, debemos rezar<br />

para no caer en manos del mal, y para que Dios<br />

nos salvé del mal. Y si notan que están en<br />

tentación, salgan de ella tan pronto como sea<br />

posible mediante su fe.<br />

Mateo 6:14-15 dice: “Porque si vosotros<br />

perdonáis a otros sus faltas, también os<br />

perdonará a vosotros vuestro Padre celestial.<br />

Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco<br />

vuestro Padre perdonará vuestras faltas”.<br />

Debemos perdonarnos unos a otros. De hecho,<br />

los que han nacido de nuevo son buenos<br />

perdonando. Sin embargo, entre nosotros, los<br />

justos, la parte más difíc<strong>il</strong> es perdonar a alguien.<br />

Quizás es por eso que nuestro Señor lo reitera<br />

aquí. ¿Perdonan fác<strong>il</strong>mente a los otros cuando<br />

ven sus faltas, errores y flaquezas?<br />

Ya que algunas cosas son irrevocables,<br />

podemos sentirnos heridos en el corazón, pero<br />

olvidamos fác<strong>il</strong>mente. Cuando la otra persona<br />

◄ Contenido ►


ealmente se arrepiente de lo que ha hecho y<br />

cambia su corazón, no hay nada que no podamos<br />

perdonar. Cuando vuelve y cambia su<br />

comportamiento, no hay nada que no podamos<br />

aceptar.<br />

Sin embargo hay muchos que no pueden hacer<br />

esto. Aquellos que caen en la tentación y en el<br />

mal, llevan a otros a la tentación, en vez de<br />

perdonarlos. Por tanto, no debemos llevar a otros<br />

a la tentación debido a las dificultades y<br />

situaciones en las que nos encontramos. Los que<br />

confunden a sus hermanos creyentes y se<br />

levantan contra Dios, terminaran sin duda en la<br />

destrucción.<br />

No debemos llevar nuestra vida religiosa para<br />

presumir de nuestra fe. Para evitar problemas,<br />

hagamos bien o mal, debemos considerar las<br />

cosas ante Dios. Cuando lo hacemos, si nos<br />

damos cuenta de corazón que hemos hecho mal,<br />

todo lo que tenemos que hacer es admitir lo que<br />

163 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

estaba mal diciendo: “Ha estado mal”. Si<br />

escuchamos palabras de disculpa o perdón o<br />

admitiendo las faltas cometidas, debemos dejar<br />

de estar enfadados desde corazón y perdonar.<br />

Jesús dijo: “Sea vuestra palabra: sí, sí; no. No;<br />

todo lo que pasa de esto, de mal procede”<br />

(Mateo 5:37). No necesitamos explicaciones o<br />

excusas. Lo único que debemos hacer es<br />

considerarlo ante Dios admitir nuestros errores,<br />

si los ha habido.<br />

Cuando escuchamos toda la historia de un<br />

hermano, si ha hecho mal, todo lo que tenemos<br />

que hacer es decirle “eso está mal”, para que él lo<br />

admita. Todo lo que debe hacer es considerar<br />

estas cosas ante Dios, mirar hacia el Señor que<br />

ha borrado incluso estas faltas con Su bautismo y<br />

Su sangre en la Cruz, y mantenernos en la fe de<br />

nuevo. Cualquiera que sea el error cometido,<br />

tenemos que mantenernos en la fe en la justicia<br />

◄ Contenido ►


de Dios, dar gracias a Dios que borró nuestros<br />

pecados, y ser mejores en el futuro.<br />

Resumen de la oración del Señor<br />

Debemos rezar según el primer tópico de a<br />

oración: “Padre nuestro que estás en los cielos,<br />

santificado sea tu nombre”. Para un pecador que<br />

todavía no ha nacido de nuevo, la primera parte<br />

de la oración: “Santificado sea tu nombre” es lo<br />

mismo que rezar: “Ayúdame a recibir la remisión<br />

de los pecados para que puede glorificar el<br />

nombre de Dios”. Pero para nosotros, los nacidos<br />

de nuevo, que hemos recibido la remisión de los<br />

pecados, esto equivale a rezar: “Ayúdanos a vivir<br />

una vida adecuada, una vida justa para glorificar<br />

a Dios, y también a vivir así”. Sin embargo, los<br />

que no todavía no han nacido de nuevo deben<br />

164 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

rezar primero por la remisión de los pecados para<br />

poder glorificar a Dios.<br />

Por tanto, los justos deben rezar de esta<br />

manera: “Por favor, déjame vivir una vida santa.<br />

Por favor, déjame vivir una vida de fe. Por favor,<br />

no me dejes manchar Tu nombre”. Acercarse a<br />

un pecador y aprobar su fe para poder trabajar<br />

juntos como una persona justa es un<br />

comportamiento ingrato hacia Dios y mancha Su<br />

nombre. No debemos hacer eso. Debemos luchar<br />

contra aquellos que se levantan contra Dios.<br />

Hacer las paces con ellos y buscar la hermandad<br />

es un gran pecado contra Dios. Por tanto, trabajar<br />

por el Evangelio con fe en unión con aquellos<br />

que tienen fe es justo. Armonizar nuestros<br />

corazones con pecadores es caer en el mal y<br />

manchar el nombre del Señor.<br />

¿Qué sería de nosotros si colaborásemos con<br />

un espía que viene a nuestro país para obtener<br />

información importante a escondidas? Esto nos<br />

◄ Contenido ►


haría tan malos como el espía y como un traidor<br />

que vende a su país. Esto es lo que hace un<br />

traidor, que no sabe cuál es su sitio y colabora<br />

con el enemigo para vender a su país, y este<br />

pecado no puede escapar el castigo de la muerte.<br />

La segunda línea de la oración del Señor es:<br />

“Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad,<br />

como en el cielo, así en la tierra”. Esto es para<br />

que los justos recen por las almas de los que<br />

todavía no han recibido la remisión de los<br />

pecados. Es para rezar que la voluntad de Dios se<br />

haga en la tierra.<br />

Entonces, ¿cuál es la voluntad de Dios? Es<br />

que toda vida reciba la remisión de los pecados.<br />

Debemos rezar a Dios para que nos ayude con<br />

eso. Debemos rezar por los trabajadores y por las<br />

cosas materiales, y después debemos dedicarnos<br />

plenamente al Señor y a hacer Su obra. Debemos<br />

dedicarnos plenamente y dedicar nuestro tiempo<br />

y esfuerzos, así como todo lo que nos pertenece<br />

165 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

para que la voluntad de Dios se haga en la tierra.<br />

Debemos vivir por la obra que llevará a todo el<br />

mundo a la remisión de los pecados. Debemos<br />

rezar por esto todos los días y esforzarnos para<br />

que la voluntad de Dios se haga en la tierra<br />

dando nuestro corazón y nuestro cuerpo en<br />

realidad.<br />

Algunos, después de haber recibido la<br />

remisión de los pecados, ignoran la amonestación<br />

del Señor que nos enseñó a rezar por el Reino de<br />

Dios. Si un hombre que ha recibido la remisión<br />

de los pecados no reza por la difusión del<br />

Evangelio o no se une a la Iglesia de Dios para<br />

lograr este objetivo, entonces está en el lugar de<br />

un hombre malo. Un hombre así no debería<br />

esperar las bendiciones de Dios para la carne y el<br />

alma. Por tanto, en realidad, esas personas justas<br />

que no viven y rezan por la justicia de Dios viven<br />

alejados de la voluntad de Dios, y no están en<br />

unión con la voluntad de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Debemos rezar por nuestro alimento diario<br />

todos los días, como consta en el tercer asunto.<br />

Danos comida para que no nos muramos de<br />

hambre. Danos el alimento para la carne y el<br />

espíritu. “Bendice nuestros negocios para que<br />

podamos hacer la obra de Dios”. Debemos rezar<br />

por Sus provisiones para poder servir al<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Esta es la<br />

tercera parte de la oración.<br />

La cuarta parte de la oración es que debemos<br />

perdonar a otros que nos han ofendido tal y como<br />

el Señor perdonó todos nuestros pecados<br />

mediante el agua y la sangre. Entre los hermanos<br />

y hermanas de nuestra fam<strong>il</strong>ia que han recibido<br />

la remisión de los pecados, y los siervos y siervas<br />

de Dios, debemos perdonarnos nuestras ofensas<br />

tal y como el Señor borró todos nuestros<br />

pecados. Cuando uno dice: “Eso está mal”, la<br />

otra persona debería admitir: “Oh, sí, he hecho<br />

mal”. Entonces debemos perdonarnos unos a<br />

166 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

otros de corazón. Aunque no hable de ello más,<br />

creo que todos ustedes perdonan fác<strong>il</strong>mente. Por<br />

eso han vivido fielmente hasta ahora, ¿verdad?<br />

Debemos rezar para no caer en la tentación,<br />

para no encontrarnos con dificultades, y para que<br />

el Señor mantenga sanos y salvos. La sexta parte<br />

de la oración es: “Mas líbranos del mal”.<br />

Debemos rezar para nacer de nuevo y no caer en<br />

la tentación de los malvados o ser cautivos de<br />

ellos, y para que Dios nos libre del mal cuando<br />

estamos en manos de los malvados.<br />

Entonces el Señor dijo: “Debemos perdonar<br />

las ofensas de los otros”. Esto significa que los<br />

justos deben perdonarse unos a otros.<br />

Nosotros, los justos, debemos rezar siempre de<br />

acuerdo con el modo en el que el Señor nos<br />

enseñó a rezar y a creer. Debemos rezar por estos<br />

asuntos cada día. Además debemos vivir de ese<br />

modo todos los días. Debemos rezar para poder<br />

perdonarnos unos a otros, para no caer en la<br />

◄ Contenido ►


tentación o en el mal, por alimento diario, y por<br />

el Reino de Dios en la tierra. Debemos vivir una<br />

vida de oración en las áreas en las que somos<br />

insuficientes para poder glorificar a Dios. El que<br />

reza cada día como el Señor nos enseñó es una<br />

“persona de fe”.<br />

Queridos hermanos cristianos, si enseñamos el<br />

pasaje de la Escritura de hoy a aquellos que no<br />

han nacido de nuevo, ellos lo interpretan de<br />

forma diferente. Sin embargo, cuando los<br />

nacidos de nuevo toman el pasaje y lo examinan<br />

e interpretan, creo que ellos también admiten que<br />

los que he dicho hasta ahora no es incorrecto.<br />

¿Ustedes también lo creen? —Sí—.<br />

El primer asunto de la oración que Él dice que<br />

han nacido de nuevo es: “Santificado sea Tu<br />

nombre”. Sin embargo, en nuestra vida diaria,<br />

¿hacemos, quizás, cosas que manchan el nombre<br />

de Dios en vez de glorificarlo? ¿Somos ustedes y<br />

yo gente que puede hacer todo bien al 100%?<br />

167 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

Incluso si no podemos glorificar al Señor, por lo<br />

menos no deberíamos manchar el nombre del<br />

Señor. Esto significa que en vez de ser un escollo<br />

para lo que la Iglesia de Dios intenta hacer,<br />

debemos respetar, amar, unirnos colaborar con<br />

Su Iglesia y Sus ministerios para que el nombre<br />

de Dios sea santificado.<br />

Queridos hermanos cristianos, debemos rezar<br />

sinceramente por los hermanos y hermanas, los<br />

siervos y siervas, por el Reino de Dios, por la<br />

vida que no mancha el nombre de Dios, y por<br />

nuestro alimento diario. También debemos<br />

perdonar de corazón a todo aquel que nos ha<br />

ofendido, tal y como nuestro Señor borró todos<br />

nuestros pecados. Debemos rezar para no<br />

encontrarnos problemas.<br />

Recemos para que nuestros corazones no<br />

caigan en la tentación. Si no escuchamos la<br />

Palabra, nuestros corazones caen en la tentación<br />

y no se encuentren en apuros. Cuando no hemos<br />

◄ Contenido ►


escuchado la Palabra, el alimento espiritual,<br />

nuestros corazones se ponen enfermos. Cuando<br />

esto ocurre, caemos en la tentación, en otras<br />

palabras, en problemas. Nuestros pensamientos<br />

carnales aparecen y controlan nuestros<br />

pensamientos espirituales. Cuando esto ocurre,<br />

ya que nosotros, que somos gente justa no<br />

podemos perseguir los deseos de la carne al<br />

100%, nuestros corazones están en apuros porque<br />

tenemos que ir de un lado a otro, entre carne y<br />

espíritu. Por tanto, debemos tener cuidado de no<br />

encontrarnos en tal situación.<br />

Para prepararnos para la salud espiritual,<br />

debemos venir a la Iglesia de Dios y escuchar la<br />

Palabra. Sin tener en cuenta quien predica la<br />

Palabra durante el servicio religioso, la Palabra<br />

se predica para una semana en la Iglesia de Dios.<br />

Aunque no hagamos ningún descubrimiento en<br />

particular, por lo menos podríamos librarnos de<br />

los posos de los pensamientos carnales mientras<br />

168 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

escuchamos la Palabra de Dios. Solamente<br />

podemos librarnos de la escoria de los deseos<br />

carnales y las faltas al oír la Palabra de Dios. Tal<br />

y como una corriente de agua fluye, el agua no<br />

sale podrida y con sustancias extrañas que corren<br />

en el agua, y la corriente se purifica; cuando<br />

escuchamos la Palabra, nos abre una ruta para el<br />

agua y nos libra de la escoria en nuestros<br />

corazones mientras fluye. Cuando nos<br />

deshacemos de los deseos carnales, aparecen<br />

nuevos pensamientos espirituales y ocupan el<br />

espacio vacante, y entonces nuestra mente esta<br />

salva y protegida.<br />

Por tanto, debemos examinar tan a menudo<br />

como nos sea posible si hemos sido negligentes<br />

con cualquier asunto de oración escrito en la<br />

Biblia. Si hay algo en lo que hemos sido<br />

negligentes, debemos dejar de hacerlo de ahora<br />

en adelante. Debemos empezar a rezar por dichos<br />

aspectos, y tener más cuidado en ellos. Por eso el<br />

◄ Contenido ►


Señor nos dijo que no presumiéramos cuando<br />

rezamos, y nos enseñó a rezar en unos cuantos<br />

aspectos diferentes.<br />

En la oración del Señor, todo queda cubierto.<br />

Esto nos enseña como podemos vivir una vida de<br />

oración. En realidad, la primera parte de la<br />

oración ya nos ha sido contestada. La remisión<br />

de los pecados en la primera parte de la oración<br />

se ha cumplido, pero ahora debemos rezar para<br />

poder vivir una vida santa. Por tanto, debemos<br />

escuchar la Palabra y difundir el Evangelio todos<br />

los días para mantener la santidad, para no<br />

convertirnos en esos que obstruyen la gloria de<br />

Dios. Para evitar ser uno de esos que obstruyen<br />

la gloria de Dios, debemos rezar cada día para<br />

que el Señor nos mantenga a salvo y nos<br />

bendiga.<br />

No sólo nuestros cuerpos carnales tienen que<br />

comer, sino que también nuestros cuerpos<br />

espirituales deben comer. Para la gente justa, que<br />

169 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

ha recibido la remisión de todos sus pecados,<br />

escuchar la Palabra y rezar podría ser su alimento<br />

espiritual; pero en realidad lo que es alimento<br />

espiritual para ellos es difundir el Evangelio. Si<br />

termina en escuchar la Palabra y esculpirla en<br />

nuestros corazones, no puede ser alimento que de<br />

salud fuerte. Lo que es un nutriente de alta<br />

calidad que da salud a nuestros corazones es la fe<br />

que actúa. Cuando creemos en la Palabra de<br />

corazón y actuamos según esa fe, se convierte<br />

realmente en nuestra fe, y podamos mantenernos<br />

fuertes en fe, y podemos hacernos plenos<br />

espiritualmente para que esos nutrientes de alta<br />

calidad necesarios corran por nuestro cuerpo, y<br />

podamos crecer como gente de fe.<br />

Si un malvado provoca molestias, debemos<br />

unirnos para repulsar el mal, y si alguno entre<br />

nosotros cayera en manos del mal, debemos<br />

unirnos para ayudarle. Debemos unirnos y<br />

defendernos rezando. “Dios, por favor, para esta<br />

◄ Contenido ►


tormenta espiritual del mal. Por favor, ayúdanos<br />

a todos nosotros”.<br />

Debemos pensar en los asuntos de la oración<br />

en los que hemos sido negligentes, y si hay algún<br />

aspecto que hemos dejado descuidado, debemos<br />

cambiar y vivir una vida justa.<br />

El Señor nos aconsejó que nos ayudáramos<br />

unos a otros, que nos amaramos, animáramos y<br />

reprendiéramos unos a otros, ya que el fin se<br />

acerca. Nosotros, los justos que hemos nacido de<br />

nuevo, debemos llenar nuestros corazones de fe,<br />

tirar unos de otros para seguir adelante y ofrecer<br />

un corazón generoso y amable. Si alguien está en<br />

apuros, en vez de aprovecharse de su situación,<br />

debemos ponernos en la piel del otro y rezar para<br />

que su problema sea resuelto. Esto es lo que<br />

deberíamos hacer como pueblo de Dios.<br />

Debemos tomarlo como nuestro propio problema<br />

e interactuar con consideraciones como: “¿Cómo<br />

me sentiría si yo estuviera en esa situación? ¿Qué<br />

170 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

haría yo?”. Si la otra persona no actúa como<br />

nosotros lo haríamos y no lleva una vida justa de<br />

manera que fuera intolerable, debemos rezar y<br />

aceptarle con la esperanza de que cambie.<br />

Debido a que somos humanos con muchos<br />

defectos, a menudo cometemos errores<br />

intolerablemente horribles. Aun entonces, ya que<br />

Dios es el Juez en el juicio final, no es un gran<br />

problema si cambiamos apoyándonos en la<br />

Palabra que incluso borró esos pecados con la fe<br />

en Dios. Eso es porque si Dios dijo que no es<br />

nada, entonces no es nada. Debemos aceptarnos<br />

unos a otros con la fe que cree en el corazón del<br />

Señor, en el cual todos hemos sido aceptados.<br />

Sea lo que sea, debemos tomar una decisión<br />

basada en un criterio que se centre en dios, rezar<br />

centrándonos en Dios, vivir centrándonos en<br />

Dios y vivir según la oración del Señor. No<br />

debemos ser de esos con una fe déb<strong>il</strong>, que<br />

simplemente entienden la oración del Señor, sino<br />

◄ Contenido ►


que debemos convertirnos en personas con una fe<br />

fuerte con tiene una mente correcta, que actúan<br />

según la fe en la oración. Entonces nos<br />

convertiremos en los que viven de acuerdo con la<br />

oración del Señor creyendo en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

No podría estar suficientemente agradecido a<br />

Dios, quien nos ayuda a vivir de acuerdo con la<br />

voluntad del Señor. <br />

171 La enseñanza del Señor sobre la oración (1)<br />

◄ Contenido ►


La enseñanza del Señor<br />

sobre la oración (2)<br />

< Mateo 6:5-15 ><br />

“Estad atentos a no hacer vuestra justicia<br />

delante de los hombres para que os vean; de<br />

otra manera no tendréis recompensa ante<br />

vuestro Padre, que está en los cielos. Cuando<br />

hagas, pues, limosna, no vayas tocando la<br />

trompeta delante de ti, como hacen los<br />

hipócritas en las sinagogas y en las cales, para<br />

ser alabados de los hombres; en verdad os<br />

digo que ya recibieron su recompensa.<br />

Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo<br />

que hace tu derecha, para que tu limosna sea<br />

oculta, y el Padre, que ve lo oculto, te<br />

premiará. Y cuando oréis, no seáis como los<br />

hipócritas, que gustan de orar en pie en las<br />

172 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

sinagogas y en los ángulos de las plazas para<br />

ser vistos de los hombres; en verdad os digo<br />

que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando<br />

ores, entra en tú cámara y, cerrada la puerta,<br />

ora a tu Padre, que está en lo escondido, te<br />

recompensará. Y orando no seáis habladores<br />

como los gent<strong>il</strong>es, que piensan ser escuchados<br />

por su mucho hablar. No os asemejéis pues a<br />

ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas<br />

de que tenéis necesidad antes que se las pidáis.<br />

Así pues habéis de orar:<br />

Padre nuestro que estás en los cielos,<br />

santificado sea tu nombre;<br />

venga a nosotros tu reino,<br />

hágase tu voluntad,<br />

como en el cielo, así en la tierra.<br />

El pan nuestro de cada día dánosle hoy,<br />

y perdónanos nuestras deudas,<br />

así como nosotros perdonamos a nuestros<br />

deudores,<br />

◄ Contenido ►


y no nos pongas en tentación,<br />

mas líbranos del mal.<br />

Porque si vosotros perdonáis a otros sus<br />

faltas, también os perdonará a vosotros<br />

vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a<br />

los hombres, tampoco vuestro Padre<br />

perdonará vuestras faltas.”<br />

Espero que todos ustedes sean gente de<br />

oración. Espero que se conviertan en gente de fe<br />

al rezar y experimentar las respuestas de Dios.<br />

Espero que se conviertan en gente de fe fuerte y<br />

ayuden a mucha gente, tal y como Pedro dijo:<br />

“No tengo oro ni plata; lo que tengo, eso te doy:<br />

En nombre de Jesucristo Nazareno, anda”<br />

(Hechos de los Apóstoles 3:6). También espero<br />

que recen por lo que necesitan y lo reciban.<br />

Los seres humanos somos siempre<br />

insuficientes y por lo tanto debemos rezar<br />

173 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

constantemente. Por eso Pablo dijo: “Estad<br />

siempre gozosos y orad sin cesar. Dad en todo<br />

gracias a Dios”. Deben aprender la oración que<br />

se reza mediante la fe en Dios. Si no desarrollan<br />

el hábito de rezar en voz alta cuando rezan juntos<br />

por cualquier asunto, no podrán rezar con<br />

seguridad cuando luego necesiten rezan por<br />

ustedes mismos.<br />

La oración es el aliento de la vida y un cheque<br />

en blanco. Esto quiere decir que todo lo que le<br />

pidas a Dios, Él te lo dará. Debido a que Dios es<br />

el padre de los justos, cuando rezamos, Él nos<br />

escucha y nos da una respuesta.<br />

Debemos pedir ayuda a Dios con la fe<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

En Mateo 7:7-12 se nos habla de la oración:<br />

“Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad<br />

◄ Contenido ►


y se os abrirá. Porque quien pide recibe, quien<br />

busca halla y a quien llama se le abre. Pues<br />

¿quién de vosotros es el que, si su hijo le pide<br />

pan, le da una piedra, o, si le pide un pez, le da<br />

una serpiente? Si pues, vosotros, siendo malos,<br />

sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto<br />

más vuestro Padre, que está en los cielos, dará<br />

cosas buenas a quien se las pide! Por eso,<br />

cuanto quisiereis que os hagan a vosotros los<br />

hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque está<br />

es la Ley y los Profetas.”<br />

Está pasaje nos está diciendo que cuando<br />

pidamos con fe verdadera. Dios Padre nos lo<br />

dará. El Señor nos enseñó cómo rezar y que el<br />

Padre sabe todo lo que necesitamos, pero que de<br />

todas formas debemos rezar a Dios, y sólo<br />

entonces Dios nos escucha y nos da respuestas.<br />

Aunque necesitamos conocer la gracia de Dios a<br />

través de Su Evangelio, también debemos<br />

conocer la vida en unión con Dios. Debemos<br />

174 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

aprender que a través de nuestra fe, cuando<br />

nosotros, los justos rezamos al Padre, Él contesta<br />

nuestras plegarias.<br />

Si Dios Padre es el Padre de los que creen en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, ¿por qué no<br />

habría de dar cosas buenas a Sus hijos que le<br />

piden en la necesidad? Debemos creer que Dios<br />

es nuestro Padre y que nos da cosas buenas<br />

cuando rezamos. Debemos rezar con fe creyendo<br />

en esto. Los que saben cómo rezar a Dios<br />

fervientemente con fe, pueden rezar por sus<br />

hermanos y hermanas y por la salvación de otras<br />

almas. Lo que hace a un hombre un hombre de fe<br />

es intentar rezar por la justicia de Dios. La fe de<br />

los que creen en la verdadera salvación del<br />

Salvador, no hacen otra cosa que crecer<br />

gradualmente al experimentar el poder de<br />

oraciones fervientes. Por tanto, debemos<br />

aprender acerca de la oración mediante la fe.<br />

◄ Contenido ►


Aunque hayamos sido librados de nuestros<br />

pecados de una vez por todas mediante el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, debemos rezar a<br />

Dios incesantemente del mismo modo que<br />

respiramos constantemente. Si rezamos al Señor<br />

constantemente para que nos ayude, Él nos<br />

escucha. Debemos vivir estableciendo una<br />

relación con Dios a través de la fe, comunicarnos<br />

con Él, pedir ayuda constantemente, y recibir Su<br />

ayuda.<br />

Espero que se conviertan en gente de oración<br />

y también espero que se conviertan en personas<br />

que rezar con fe. Además espero que tanto<br />

ustedes como yo aprendamos a rezar, para<br />

convertirnos en los que rezan con fe y disfruten<br />

de las respuestas. Espero que ustedes y yo<br />

pidamos a Dios muchas cosas y así seamos ricos<br />

en fe, dinero, salud y la justicia de Dios; y que<br />

podamos compartir estas cosas con otros. Espero<br />

que Dios nos de estas bendiciones y nos bendiga<br />

175 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

para convertirnos en la gente de las verdaderas<br />

oraciones.<br />

Debemos pedir por la fe que exalta el<br />

nombre santo de Dios Padre<br />

En la lección de la Escritura de hoy, el Señor<br />

nos enseñó primero por qué rezar y como<br />

hacerlo. Él dice: “Así pues habéis de orar: Padre<br />

nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu<br />

nombre” (Mateo 6:9) El Señor nos pide que<br />

recemos por esta parte primero: “Padre nuestro<br />

que estás en los cielos, santificado sea tu<br />

nombre”. Debemos rezar primero para que el<br />

nombre de Dios Padre sea santificado.<br />

Para ello ¿qué tipo de fe necesitamos? Sin<br />

duda, debemos tener la fe que cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu que nos da la<br />

remisión de los pecados. Para poder tener esa fe,<br />

◄ Contenido ►


debemos comprender y creer en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu del que el Señor habló a<br />

Nicodemo (Juan 3:1-17).<br />

Por tanto, si tenemos que santificar el nombre<br />

de Dios Padre, que está en los cielos, primero<br />

debemos recibir la remisión de los pecados ante<br />

Dios. Esto quiere decir que debemos ser los que<br />

creen que Dios Padre y Jesús son Dios, que nos<br />

hizo a ustedes y a mí, fue bautizado por Juan el<br />

Bautista para salvarnos de todos los pecados, y se<br />

convirtió en el Salvador, que fue crucificado. La<br />

fe que puede llamar al Padre de Jesucristo,<br />

nuestro Padre es la fe que cree en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu. Esta es la única manera en<br />

que podemos llamar legítimamente a Dios<br />

“Padre nuestro que estás en los cielos” y así<br />

también rezar a Él legítimamente. Y solamente a<br />

través de la fe, recibimos la calificación que nos<br />

permite orar a Dios ya que Dios es nuestro Padre<br />

y Salvador. Debido a que los que reciben la<br />

176 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

remisión de los pecados tienen esta fe, ellos<br />

pueden rezar: “Padre nuestro que estás en los<br />

cielos, santificado sea tu nombre”. Por tanto, el<br />

Señor nos enseñó a rezar primero lo que es más<br />

apropiado para esta fe.<br />

“Santificado sea tu nombre” significa que no<br />

debemos manchar Su nombre. Si es así ¿qué es<br />

no manchar el nombre del Padre? Aquí,<br />

“Santificado sea Tu nombre” se refiere al tipo de<br />

fe que deberíamos tener para glorificar a Dios y<br />

vivir una vida que no manche el nombre de Dios.<br />

Esto quiere decir que para hacer esto, debemos<br />

tener fe en la salvación de todos los pecados que<br />

Dios nos dio: “El Señor nos ha salvado de todos<br />

los pecados del mundo al darnos la justicia de la<br />

salvación y hacernos creer en la justicia de Dios.<br />

Nos ha hecho estar sin pecado mediante el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto,<br />

somos el pueblo de Dios”. Debemos presentarnos<br />

◄ Contenido ►


delante de Dios Padre con esta fe siempre que<br />

recemos.<br />

Todos debemos tener la fe que cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos<br />

mantener firmemente nuestra fe fuerte en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu del que el Señor<br />

habló. Por tanto, el Señor nos pide que recemos<br />

para tener la fe santa que nos permite recibir la<br />

remisión de los pecados.<br />

Debemos creer que todo el mundo<br />

acepta el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu para que el Reino de Dios<br />

sea establecido rápidamente en la<br />

tierra<br />

En segundo lugar dijo: “Venga a nosotros tu<br />

reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así<br />

177 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

en la tierra”. Esto significa que todos los seres<br />

humanos deben convertirse en el pueblo de Dios<br />

para que el Reino de Dios venga. En realidad,<br />

incluso antes de la creación, Dios había<br />

planificado que nos haría Su pueblo en Cristo a<br />

través del Evangelio del agua y el Espíritu, creó<br />

al hombre según esta providencia y nos salvó a<br />

nosotros los pecadores de todos nuestros<br />

pecados. Y nos dio a los que creemos Su perfecta<br />

salvación. Por tanto, nosotros, los que nos<br />

convertimos en el pueblo de Dios al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, debemos vivir<br />

la vida rezando y trabajando duro para que el<br />

Reino de Dios venga enseguida.<br />

Debemos hacer esto para que la gente que<br />

recibe la remisión de los pecados aumente en<br />

número al creer en Cristo, para que cuando Dios<br />

vuelva a este mundo, pueda resucitar y juzgar a<br />

los que se oponen a Él y dar bendiciones y<br />

recompensas a los que han nacido de nuevo.<br />

◄ Contenido ►


Debemos rezar por el rápido establecimiento del<br />

Reino de Dios para que Dios cumpla todos Sus<br />

planes predeterminados en Jesucristo.<br />

Debemos vivir según la fe y rezar para que la<br />

gente reciba la remisión de sus pecados y por la<br />

expansión del Reino de Dios. Debemos trabajar<br />

duro por la difusión de este Evangelio del agua y<br />

el Espíritu a todos los países del mundo, para que<br />

todos los que vayan a creer, crean y vuelvan a<br />

Dios para glorificarle. Debemos hacer que los no<br />

creyentes se arrepientan enseguida ante Dios<br />

para recibir Su salvación perfecta. Esto es lo que<br />

significa este pasaje: “Venga a nosotros tu reino,<br />

hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la<br />

tierra”.<br />

Por tanto debemos rezar y trabajar duro según<br />

la oración del Señor. Debemos rezar para que Él<br />

abra la puerta para que el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu sea difundido rápidamente. Y debemos<br />

rezar por esta misión: “Por favor, protégenos y<br />

178 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

bendícenos para que podamos hacer esta obra”.<br />

En realidad, tal y como la remisión de los<br />

pecados se ha cumplido en nuestros corazones,<br />

debemos vivir una vida de oración para que el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu se cumpla en los<br />

corazones de aquellos que no han escuchado el<br />

Evangelio. Debemos vivir creyendo que Dios da<br />

fe a todos los hermanos y hermanas en Dios, y<br />

que Él nos bendice ara que podamos difundir el<br />

hermoso Evangelio por todo el mundo y<br />

glorificar a Dios con verdadera fe.<br />

Debemos rezar por el pan de cada día<br />

En tercer lugar, el Señor nos enseñó a rezar<br />

por nuestro pan diario: “El pan nuestro de cada<br />

día dánosle hoy”. Sólo podemos vivir si tenemos<br />

también nuestro alimento espiritual. Entonces,<br />

dios nos dijo que rezásemos por nuestro alimento<br />

◄ Contenido ►


espiritual. Él nos dijo que rezásemos por nuestro<br />

pan de cada día. Debemos rezar por el pan<br />

nuestro de cada día: “Dios, ayúdanos para que<br />

podamos tomar el alimento espiritual y vivir”.<br />

Dios nos dijo que rezásemos por nuestro pan<br />

de cada día, así que deberíamos rezar así: “Dios<br />

Padre, por favor llénanos de cosas materiales<br />

para que no nos falte ninguna cosa para la carne<br />

y el espíritu, bendíceme para que podamos<br />

compartir con otros lo que tengo en vez de tomar<br />

prestado de ellos. Haz que me convierta en un<br />

hombre de fe que intenta asistir a cada reunión y<br />

compartir una relación de hermandad con otros<br />

santos nacidos de nuevo para poder tomar el<br />

alimento espiritual”.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿podemos vivir<br />

un solo día sin tomar el alimento espiritual?<br />

¿Podemos vivir un solo día sin hacer la obra de<br />

Dios? Nuestro Señor dijo: “Yo tengo una comida<br />

que vosotros no sabéis” (Juan 4:32). La comida<br />

179 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

para nosotros, los nacidos de nuevo es hacer la<br />

obra de Dios. Cuando hacemos la obra de Dios,<br />

éste se convierte en alimento en nuestros<br />

corazones y el Espíritu Santo en nuestros<br />

corazones se regocija. Cuando estén irritables<br />

aunque hayan recibido la remisión de los<br />

pecados, intenten hacer la obra de Dios. Cuando<br />

sirven a Dios, sus cuerpos pueden estar cansados,<br />

pero el Espíritu Santo en ustedes se regocija.<br />

Nuestros corazones están contentos porque el<br />

Espíritu Santo está contento. Este es el alimento<br />

espiritual.<br />

También podemos tomar alimento espiritual<br />

cuando nos reunimos con nuestros hermanos<br />

hermanas y mantenemos una relación de<br />

hermandad con ellos. Esto es porque durante la<br />

hermandad, la mente y voluntad del Espíritu<br />

Santo fueron intercambiadas a través del cuerpo<br />

de nuestros hermanos y hermanas. Pero esto no<br />

quieres decir que separemos nuestras vidas del<br />

◄ Contenido ►


mundo. Esto significa que debemos vivir en este<br />

mundo, pero debemos reunirnos con otras<br />

personas justas tan a menudo como nos sea<br />

posible.<br />

Y también debemos rezar y leer la Biblia para<br />

tomar nuestro alimento diario. ¿Quién puede<br />

estar siempre bien servido al tomar el alimento<br />

espiritual cada día? Pero podemos tomar el<br />

alimento espiritual y mantener nuestra fuerza<br />

espiritual al ir a la iglesia. Por eso tenemos que<br />

asistir a cada culto y reunión en la Iglesia de<br />

Dios. Reunirnos es bueno y también es una gran<br />

bendición para tomar alimento espiritual. Esto es<br />

también hacer la obra espiritual. Salmos 133:1<br />

dice: “Ved cuán bueno y deleitoso es convivir<br />

juntos los hermanos”. Todas las reuniones y<br />

cultos en la iglesia no han sido planificados al<br />

azar o sin ningún significado, sino que han sido<br />

sistemáticamente organizados para que podamos<br />

tomar juntos el alimento diario que es tan difíc<strong>il</strong><br />

180 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

tomar solos. Por tanto, al asistir a estas reuniones<br />

podemos comer mucho.<br />

Queridos hermanos cristianos, ya que Él nos<br />

dijo que debíamos rezar a Dios por nuestro<br />

alimento diario en vez de quejarnos de nuestra<br />

falta de alimento, debemos pedirle ayuda<br />

rezando: “Dame el alimento diario, Dios, dame la<br />

bendición para ganar muchas cosas materiales<br />

para que no me falte nada. Dame el alimento<br />

espiritual y la fe, y bendíceme para que pueda<br />

hacer la obra de Dios con fe. Dame las<br />

bendiciones de la carne y el espíritu”. Sólo<br />

podemos recibir alimento cuando pedimos<br />

ayuda.<br />

Debemos pedir a Dios por el alimento de la<br />

carne y del espíritu. Debemos hacer la obra de<br />

Dios y estar contentos de ello. Debemos rezar,<br />

buscar, llamar y pedir por esto. Debemos pedir<br />

activamente, porque Jesús nos prometió<br />

diciendo: “Pedid y se os dará; buscad, y<br />

◄ Contenido ►


hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7).<br />

Pedimos con nuestros corazones, admitimos con<br />

nuestra boca y actuamos para buscar, pedir y<br />

recibir. Si respetamos, rezamos y buscamos<br />

cómo y a través de qué Dios nos dará, lo<br />

recibiremos. Así es como vivimos cada día. Por<br />

tanto, el Señor nos dijo que rezásemos por estas<br />

cosas.<br />

Debemos perdonarnos unos a otros<br />

como hijos de Dios Padre<br />

La cuarta pare de la oración es: “Y<br />

perdónanos nuestras deudas, así como nosotros<br />

perdonamos a nuestros deudores”. Esto significa<br />

que, ya que Dios perdonó todos nuestros<br />

pecados, no debería haber nada que nosotros, los<br />

nacidos de nuevo, no nos perdonemos. Si existe<br />

algún pensamiento carnal malo en nuestro<br />

181 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

corazón que no nos deja perdonar a los otros,<br />

debemos rezar: “Dios, protégeme y líbrame del<br />

mal para que no caiga en el mal, y dame un<br />

corazón y una fe para perdonar”. Esto significa<br />

que cuando no tenemos la fuerza para seguir la<br />

voluntad de Dios, debemos pedir ayuda a Dios y<br />

vivir de la ayuda de Dios.<br />

Además no hay nadie cuya vida de fe sea<br />

perfecta desde el principio. Cuando se miran a<br />

ustedes mismos, ¿ven muchos defectos por si<br />

mismos? —Sí—. ¿Tenemos más defectos que<br />

virtudes? —Sí—. Queridos hermanos cristianos,<br />

no se desalienten. Si cometemos muchos errores,<br />

tenemos defectos y nuestra conciencia está<br />

afligida, pero no tenemos la fuerza para cambiar,<br />

¿qué hacemos entonces? Debemos apelar a Dios<br />

de nuevo.<br />

“Dios Padre, hazme una persona bendecida,<br />

una persona de fe, hazme feliz. Dame fe”. ¿No<br />

deberíamos pedir ayuda a Dios de este modo?<br />

◄ Contenido ►


¿No es cierto? Esto es lo que todos tenemos que<br />

hacer. Cuando pedimos ayuda a Dios, ¿nos ayuda<br />

o no? —Nos ayuda—. Cuando lo hace, ¿nos<br />

convertimos en gente de fe o no? —Sí—. Por<br />

tanto, espero que ustedes se conviertan en gente<br />

de fe, que buscan y viven con fe, en vez de<br />

personas que miran al pasado desalentados, están<br />

resentidos con el presente, y dan por perdido el<br />

futuro. El pasado, pasado está y el presente es el<br />

presente. El pasado no es tan importante, como<br />

dice la canción: “No me preguntes por el<br />

pasado”.<br />

Dios es poderoso, por eso le gusta la gente que<br />

le pide mucho. Él se siente ofendido cuando no<br />

le pedimos nada. Cuando pedimos a Dios lo que<br />

necesitamos, Él se complace y piensa: “Tú sabes<br />

que soy poderoso, sabes que tu Padre es rico. Es<br />

loable”. Debemos pedir cosas buenas en vez de<br />

decir: “Lo puedo hacer yo mismo”, porque<br />

entonces la dignidad del Padre se pierde. A Dios,<br />

182 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

que nos salvó, le gusta que le pidamos que nos dé<br />

cosas. Pídele que dé, dé y dé. Deberíamos pedir<br />

todos los días: “Danos nuestro alimento diario” y<br />

pedirle que nos bendiga cada vez que abramos la<br />

boca. Si fuera nuestro padre biológico, nos daría<br />

un bofetón porque le pedimos que nos dé cosas<br />

todos los días, pero nuestro Padre espiritual no es<br />

así. Más bien, Él está contento d que le pidamos<br />

todos los días.<br />

Si su padre biológico les dio algo ayer y le<br />

piden lo mismo hoy de nuevo, seguramente se<br />

enfadaría; entonces el hijo biológico no puede ni<br />

pedir nada porque tiene miedo. Examinamos el<br />

humor de nuestro padre y nuestra madre y<br />

pensamos: “¡Oh!, si pido hoy, me darán una<br />

bofetada”, y si parecen estar de buen humor, sólo<br />

entonces nos acercamos y a penas recibimos<br />

nada. Sin embargo, nuestro Padre espiritual no es<br />

así. Si pedimos nada más abrir los ojos dame y<br />

durante el sueño dame, entonces Dios esta<br />

◄ Contenido ►


contento y dice: “Sí, te lo daré. Te lo daré, pero<br />

no lo uses al azar, sino úsalo debidamente, ¿de<br />

acuerdo?” Y nos lo da. Esta es la verdad.<br />

Dios Padre, que nos salvó a ustedes y a mí,<br />

quiere más a aquellos que piden más. Si no<br />

tienen fe, pídanle: “Dame fe. Dame. Dame”.<br />

Entonces sabrán en un abrir y cerrar de ojos que<br />

Dios les ha dado fe. Pueden sentir esto: “¡Oh<br />

Dios mío!, tengo fe, puedo creer, he ut<strong>il</strong>izado mi<br />

fe. Tengo fe”. No sean reacios a pedirle a Dios<br />

atados por sus propios pensamientos.<br />

Simplemente pídanle cualquier cosa con toda<br />

seguridad como si se lo hubiesen confiado a<br />

Dios. Al Señor le gusta así.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿saben cómo la<br />

fe que no existía llegó a existir? Es porque piden:<br />

“Dame fe, dame, dámela” y Dios se la dio. La<br />

recibimos porque Dios nos la dio. No hay otra<br />

manera de tener fe. Es también porque Dios nos<br />

salvó y se convirtió en el Padre de ustedes y mío.<br />

183 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

No hicimos más que pedir: “Danos Señor.<br />

Danos”.<br />

Cuando enseñamos a los niños pequeños a<br />

rezar, los niños rezan: “Señor, dame galletas.<br />

Rezo en el nombre de Jesús. Amen” y abren los<br />

ojos. Cuando abren los ojos y no ven ninguna<br />

galleta, exclaman: “No hay galletas” y se ponen a<br />

llorar. En este caso, yo les explico: “Eh tú,<br />

granuja, ¿cómo puede Él, aunque sea Dios, traer<br />

galletas cuando acabas de abrir los ojos después<br />

de rezar? Dios está escuchando ahora, ¿vale? Y<br />

piensa en Su corazón Se lo daré, y ordena a los<br />

ángeles que te traigan las galletas”.<br />

Aunque Dios no nos de inmediatamente<br />

cuando rezamos, experimentamos que Él da al<br />

hombre adecuado en el momento adecuado, y<br />

podemos testificar que Él da. Por eso debemos<br />

siempre rezar para que nos de mucho.<br />

¿No tiene muchas necesidades? Si hay algo<br />

que nos falte o que necesitemos para la carne o el<br />

◄ Contenido ►


espíritu, debemos rezar por ello: “Danos fe.<br />

Danos bendiciones. Danos la plenitud del<br />

Espíritu Santo. He oído que hay plenitud del<br />

Espíritu Santo— dánosla. Ayúdanos a vivir por<br />

la justicia. Dánosla”. Si rezamos así, aunque sea<br />

la oración de un niño inmaduro, ya que el Padre<br />

sabe lo que el hijo necesita, Él da al hijo necesita<br />

al hombre adecuado en el sitio adecuado.<br />

Por eso rezar no es difíc<strong>il</strong>. Simplemente decir<br />

“dame” bien es rezar. ¿Ustedes piensan así?<br />

“Bueno, soy ya mayorcito. Él dijo que no<br />

dijéramos lo mismo una y otra vez. Y la Biblia<br />

dice que debo ir a mi habitación para rezar, pero<br />

si voy a mi habitación, no puedo rezar porque me<br />

entra sueño”. Rezar y pedir ayuda en nuestro<br />

corazón “danos, danos” es rezar.<br />

Desde que empecé a rezar, me he dado cuenta<br />

de que a Él no le gustan las oraciones con frases<br />

floridas. Cuando armamos un alboroto con<br />

“Nuestro santo, benevolente, lleno de gracia y<br />

184 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

omnipotente Dios Padre…” entonces Dios se<br />

pone impaciente diciendo: “¿Cuál es el objetivo<br />

último?”. No importa cuanto alboroto armemos<br />

con nuestras aptitudes del habla, si no le decimos<br />

el objetivo, no valen para nada. Cuando estamos<br />

desesperados debido a nuestra absoluta<br />

necesidad, el punto principal sale<br />

inmediatamente: “Dame esto”. Es mejor ut<strong>il</strong>izar<br />

una frase corta cuando pedimos. Cuando la<br />

hacemos innecesariamente larga para que quede<br />

bonita, llegamos a olvidar por qué rezamos.<br />

“¿Por qué estaba rezando? Oh, maldita sea. No lo<br />

sé”. Entonces rezamos por algo disparatado, y<br />

acabamos rezando por otras personas y no<br />

llegamos a las oraciones necesarias para nosotros<br />

mismos. ¿No hacen eso a veces?<br />

Cuando abrimos la escuela de la misión, al<br />

principio solíamos sentarnos en círculo para<br />

rezar después de una clase. A veces rezábamos<br />

juntos y otras veces lo hacíamos por turnos.<br />

◄ Contenido ►


Rezábamos durante tanto tiempo, a veces incluso<br />

más de dos horas, que nos dolía la espalda. Sin<br />

embargo, rezábamos d<strong>il</strong>igentemente. El que<br />

dirigía la oración, iba sacando asuntos para rezar<br />

y todos íbamos rezando por turnos. Algunos<br />

hermanos y hermanas se quejaron de que les<br />

dolía la espalda después de tan larga reunión para<br />

rezar.<br />

Una vez me contaron un episodio sobre un<br />

mayor de una iglesia que rezó en un culto<br />

matinal durante más de tres horas extrayendo<br />

pasajes desde el Génesis hasta el Apocalipsis.<br />

Sus oraciones no cesaban hasta tal punto en que<br />

todo el mundo de la iglesia se fue a casa para<br />

desayunar y cuando volvió, el mayor estaba<br />

todavía rezando. En general, la gente así no reza<br />

mucho en casa o en cualquier otro sitio. Rezan<br />

durante mucho tiempo para compensar por su<br />

falta de oración, cuando se les pide que recen en<br />

185 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

los cultos. Sin embargo, no es así como<br />

deberíamos rezar. Una oración corta es una<br />

buena oración. Si la estiramos como si<br />

estirásemos una cinta elástica, nos olvidamos de<br />

lo que realmente estamos rezando.<br />

A veces rezamos juntos con unos cuantos<br />

asuntos de oración. Si el que dirige dice muchos<br />

asuntos al mismo tiempo, para ser honesto, a<br />

veces no me acuerdo de los primeros asuntos y<br />

sólo me acuerdo de los últimos. Cuando esto<br />

ocurre empiezo a rezar por los últimos. “Dios<br />

dame esto, dame aquello”, cuando rezo así, a<br />

veces no logro recordar los primeros asuntos de<br />

la oración.<br />

“Dios Padre, danos nuestro alimento diario,<br />

danos las cosas materiales de hoy, danos salud,<br />

danos la fuerza para hacer la obra de Dios, danos<br />

bendiciones, danos fe, ayúdanos a llevar a cabo<br />

la justicia con fe. Ayúdanos a no malgastar<br />

◄ Contenido ►


nuestra vida”. —Rezamos extendiendo la idea<br />

principal de esta manera.<br />

Rezar con fe no es difíc<strong>il</strong>. Si hemos sido<br />

salvados, entonces Dios es nuestro Padre.<br />

Avergonzarse de llamar al Padre, “Padre” es<br />

extraño. ¿Es Jesús el Padre? ¿Es el Padre de<br />

Jesús el Padre? Si el Espíritu Santo es Dios,<br />

entonces ¿es el Espíritu Santo el Padre? Cuando<br />

piensan en esto, les da dolor de cabeza. Queridos<br />

hermanos cristianos, el Dios de la Trinidad es<br />

todo nuestro Salvador y todo nuestro Padre.<br />

Algunos, después de haber creído en Jesús<br />

durante 20 años, todavía no lo entienden y por<br />

tanto todavía están confusos sobre si Dios es el<br />

Padre, o Jesús es el Padre, o el Espíritu Santo es<br />

el Padre. Todos significan lo mismo.<br />

Dios Jehová significa “el Dios que existe”.<br />

Dios no es una creación. Jesús es nuestro<br />

Salvador y el Espíritu Santo es el Espíritu Santo<br />

de Dios, entonces son todos el mismo Dios en Su<br />

186 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

Divinidad y no hay necesidad de complicarlo<br />

más. Simplemente crean que “Dios lo dijo, por<br />

tanto es correcto”. Si hemos nacido de nuevo de<br />

verdad y hemos recibido la remisión de los<br />

pecados, todo nos está permitido. Sabiendo esto<br />

espero que todos se conviertan en santos de Dios<br />

y en siervos y siervas de Dios, rezando siempre<br />

por el alimento diario.<br />

Volvamos de nuevo al tema principal.<br />

Estamos hablando de Su enseñanza: “Y<br />

perdónanos nuestras deudas, así como nosotros<br />

perdonamos a nuestros deudores”. Ha muchas<br />

ofensas que otros cometen contra nosotros, y<br />

muchas ofensas que nosotros les hacemos a ellos.<br />

Sin embargo ¿borró Dios todos nuestros pecados<br />

y los pecados de los otros o no? —Él los borró<br />

todos. Si Él los borró todos, ¿no deberíamos<br />

perdonar de corazón a aquellos que nos ofenden?<br />

—Deberíamos perdonarles. Esta es la premisa<br />

que debemos rezar: “Y perdónanos nuestras<br />

◄ Contenido ►


deudas, así como nosotros perdonamos a<br />

nuestros deudores”. Cuando Dios ha perdonado<br />

todos nuestros pecados, si no podemos<br />

perdonarnos unos a otros, no es correcto como<br />

hijos de Dios. Por eso Él dijo esto.<br />

Por tanto, debemos rezar para que cuando<br />

hayamos escogido el mal camino y el mal se<br />

hace más fuerte y nos hace caer en él, e<br />

intentamos castigar a otros, y ganar a otros, y<br />

guardar rencor a alguien: “No me dejes caer en el<br />

mal. No me dejes caer en la tentación y no me<br />

dejes meterme en problemas debido a mi carácter<br />

carnal, que se convierte en un escollo para el<br />

Evangelio, en vez de ser un beneficio. No me<br />

dejes caer en la tentación y meterme en<br />

problemas para que la iglesia, otros cristianos y<br />

yo mismo no suframos daño alguno por ello.<br />

Protégeme para no caer en el mal. Ayúdame a<br />

controlar mi corazón. Dame fuerza. Dame fuerza<br />

187 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

para poder llevar a cabo la obra de la justicia de<br />

Dios”.<br />

El nos dijo que perdonásemos, amásemos,<br />

tolerásemos y rezásemos por otros. Debemos<br />

rezar por todo el mundo: “Dios, dale fe para que<br />

sea salvado de todos sus pecados. Su<br />

comportamiento es regular, pero por favor<br />

sálvale”. Tenemos que rezar así. ¿Podemos rezar<br />

por todo el mundo o no?— Si podemos—.<br />

Podemos perdonar y amar a todos en nuestro<br />

corazón dentro del hermoso Evangelio del agua y<br />

el Espíritu.<br />

De verdad, la gente justa no debería caer en el<br />

mal. Es bueno caer en la justicia, pero, ¿es bueno<br />

caer en el mal? ¿Deberíamos emborracharnos y<br />

molestar y pegar a la gente? No, no debemos<br />

hacerlo. Si tienes esa energía, úsala para la obra<br />

de Dios. Debemos ut<strong>il</strong>izar esa energía<br />

d<strong>il</strong>igentemente para la obra de Dios, y obrar con<br />

d<strong>il</strong>igencia por la voluntad del Señor, en vez de<br />

◄ Contenido ►


pelearnos. Por eso Dios nos dije que recemos por<br />

estas cosas para no caer en el mal. No debemos<br />

caer en el mal.<br />

Hay mucha gente escandalosa en este mundo.<br />

Cuando nos encontramos con esta gente, si no<br />

parece que nos vayan a beneficiar, es sabio meter<br />

la cola entre las piernas y evitarla.<br />

¿Por qué añadió Dios este verso al final de la<br />

oración del Señor? “Porque si vosotros<br />

perdonáis a otros sus faltas, también os<br />

perdonará a vosotros vuestro Padre celestial.<br />

Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco<br />

vuestro Padre perdonará vuestras faltas”. Esto<br />

quiere decir que una persona justa debe vivir<br />

como una persona justa con fe. Si recibimos la<br />

remisión de los pecados ante Dios, también<br />

debemos perdonar a todos nuestros hermanos y<br />

hermanas, así como también a aquellos que no<br />

han nacido de nuevo todavía. Si no tenemos un<br />

corazón misericordioso, debemos pedir ayuda:<br />

188 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

“Dios Padre, dame un corazón misericordioso”.<br />

Para instarnos a vivir así, Dios añadió esta<br />

enseñanza al final.<br />

¿Es difíc<strong>il</strong> rezar o no? No es difíc<strong>il</strong>. La esencia<br />

de la oración es la fe— fe en que Dios es mi<br />

Dios, mi Salvador y mi Padre. Él nos creó y nos<br />

salvó de todos nuestros pecados. Si es así,<br />

nosotros, los nacidos de nuevo somos Su pueblo,<br />

Su fam<strong>il</strong>ia y Sus hijos, de manera que es natural<br />

que le llamemos Padre. Además es justo que le<br />

agradezcamos por ser Su pueblo.<br />

Debemos rezar para no caer en el mal y en la<br />

tentación y entrar en el mal camino. Jesús nos<br />

enseña qué rezar primero: “Buscad, pues,<br />

primero el reino y su justicia, y todo eso se os<br />

dará por añadidura”. ¿Hay algo que necesiten?<br />

Entonces, recen y vivan por el Reino de Dios<br />

primero. Su Padre se lo dará todo. Esta es la<br />

promesa de Dios.<br />

◄ Contenido ►


Entonces, debemos creer en esto, buscar la<br />

obra de Dios primero, aun cuando en verdad<br />

tengamos defectos, intentar vivir según la<br />

voluntad de Dios primero y pedir ayuda a Dios.<br />

Deberíamos desear siempre crecer en espíritu y<br />

ser leales a la obra de Dios al recibir Su gracia y<br />

Su ayuda aunque tengamos defectos.<br />

¿Entienden? —Sí—. ¿Creen? —Sí—.<br />

Cuando rezamos todos juntos, debemos rezar<br />

cuidadosamente en voz alta. Cuando hagan esto,<br />

sus pensamientos estarán organizados para poder<br />

desarrollar la fe, diciendo: “He rezado así, y creo<br />

así”. Y cuando Dios contesta, sabemos que “la<br />

respuesta viene de Dios porque recé así”, así<br />

nuestra fe aumenta. Por eso es bueno rezar<br />

claramente con nuestros labios.<br />

Además cuando rezamos, es posible rezar por<br />

las mismas cosas una y otra vez, pero no<br />

deberíamos rezar con formalidades. A veces, el<br />

corazón dicta una cosa, pero algunas cosas<br />

189 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

extravagantes pueden salir de nuestros labios.<br />

Cuando esto pasa, debemos corregirlo con<br />

palabras. Dios ve, conoce y obra en el centro de<br />

nuestros corazones, pero es importante confesar<br />

correctamente con nuestros labios. Por tanto la<br />

Biblia dice: “Porque con el corazón se cree para<br />

la justicia, y con la boca se confiesa para la<br />

salud (salvación)”.<br />

Y el Señor dice: “Por eso, cuanto quisiereis<br />

que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo<br />

vosotros a ellos, porque esta es la Ley y los<br />

Profetas” (Mateo 7:12). Si realmente queremos<br />

recibir algo, debemos rezar. Si realmente<br />

queremos tener fe ante Dios, vivir con fe, vivir<br />

justamente, tener vida en abundancia para la<br />

carne y el espíritu, debemos pedir mucho de<br />

muchas cosas.<br />

Déjanos vivir con esta fe. Déjanos vivir con<br />

esta fe y dar la bienvenida al Señor cuando<br />

◄ Contenido ►


vuelva. Esta es mi fe y esta es mi oración ante<br />

Dios. Y creo que se cumplirá.<br />

Cuando nos dedicamos completamente a<br />

difundir el Evangelio verdadero por todo el<br />

mundo a través de los ministerios literarios,<br />

cantidades enormes de dinero se necesitan. En<br />

cuanto a las finanzas que son necesarias para la<br />

publicación, creo en que Dios se ocupará de ellas<br />

por nosotros. Dios ha provisto para todas<br />

nuestras necesidades hasta ahora, y sin duda nos<br />

apoyará suficientemente. Hemos sido capaces de<br />

hacer sus obras bien, y se han levantado<br />

innumerables cooperadores de entre los nacidos<br />

de nuevo a través de nuestra literatura cristiana.<br />

Pero el diablo también lo sabe e intenta<br />

obstaculizar nuestros ministerios. Me temo que el<br />

diablo intentará frustrar nuestro trabajo y darnos<br />

muchas dificultades. Por tanto, debemos rezar a<br />

Dios para que nos dé Su ayuda y Su protección.<br />

190 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

Cuando publicamos <strong>libro</strong>s, trabajamos con<br />

nacidos de nuevo en la mayoría de los casos,<br />

pero a veces, también trabajamos<br />

inevitablemente con gente que no lo es. Cuando<br />

estábamos editando la edición francesa de<br />

nuestro primer <strong>libro</strong>, invertimos una gran<br />

cantidad de esfuerzos, pero encontramos un error<br />

en la cubierta que está totalmente alejada del<br />

<strong>libro</strong> original. Por supuesto, el traductor francés<br />

lo hizo lo mejor que pudo a su manera, pero<br />

encontramos un error crítico en la portada,<br />

haciendo que el esfuerzo no valiera nada. Por<br />

tanto, debemos pedir a Dios que prevenga este<br />

tipo de pérdidas de ahora en adelante.<br />

En estos momentos, las versiones en inglés y<br />

en español de nuestras series del Evangelio son<br />

las más populares. La siguiente versión más<br />

popular es la francesa. ¿Qué significa esto? En<br />

áreas en las que Dios hace grandes obras, el<br />

diablo también obra para frustrar nuestro trabajo.<br />

◄ Contenido ►


Por eso debemos rezar a Dios para que nos<br />

proteja del mal, y supervise y gobierne a esta<br />

gente que trabaja junto con nosotros para que<br />

todo salga bien. También debemos rezar a Dios<br />

para que ayude y proteja a los hermanos y<br />

hermanas y a los siervos y siervas, que se<br />

dedican a esta preciosa misión. Esta es nuestra<br />

oración.<br />

Deben rezar también por ustedes mismos.<br />

¡Dios será glorificado cuando lleven una vida<br />

justa! También deben llevar una vida justa de fe<br />

para que otros sean salvados a través de ustedes,<br />

y esa es la única forma de ser bendecido en carne<br />

y espíritu. Esta es nuestra oración Debemos<br />

conocer la necesidad de la oración y vivir<br />

rezando con fe.<br />

Vivamos pidiendo a través de oraciones con la<br />

fe que cree siempre en Dios. Debemos vivir<br />

rezando para que Dios bendiga a los siervos y<br />

siervas y a toda la gente de Dios en zonas donde<br />

191 La enseñanza del Señor sobre la oración (2)<br />

trabajamos por el Evangelio, y para que bendiga<br />

y provea todo para que la difusión de este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu se lleve a cabo<br />

con fuerza. <br />

◄ Contenido ►


Vivan con sus corazones en<br />

el Señor<br />

< Mateo 6:21-23 ><br />

“Donde está tu tesoro, allí estará su<br />

corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si,<br />

pues, tu ojo estuviere sano, todo tu cuerpo<br />

estará luminoso; pero si tu ojo estuviere<br />

enfermo, todo tu cuerpo será tenebroso, pues<br />

si la luz que hay en ti es tinieblas, ¡qué tales<br />

serán las tinieblas!”<br />

La lección de la Escritura de hoy dice: “La<br />

lámpara del cuerpo es el ojo. Si, pues, tu ojo<br />

estuviere sano, todo tu cuerpo estará luminoso”.<br />

Nuestros corazones son inconstantes como la<br />

lluvia de verano. La mente del hombre es así. Sin<br />

192 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

embargo, el Señor dijo: “La lámpara del cuerpo<br />

es el ojo”. Lo que el Señor quiere decir con esto<br />

es que el cuerpo entero se llenaría de luz si<br />

nuestros ojos están sanos, y que debemos<br />

considerar dónde poner nuestra mente que viene<br />

y va.<br />

Ya que el ojo es la lámpara del cuerpo, cuando<br />

el ojo está sano, el cuerpo entero estará lleno de<br />

luz; pero cuando el ojo está enfermo, el cuerpo<br />

entero está lleno de tinieblas. Cuando nuestro<br />

corazón está sombrío, todo lo que vemos está en<br />

las tinieblas. Pero, si meditamos acerca del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu una vez más,<br />

nuestro corazón se enciende. Cuando el Señor<br />

hablar sobre el ojo de una persona, Él se refiere<br />

al corazón de fe.<br />

Nuestros corazones no son firmes. Sus<br />

corazones y el mío van y vienen. Nuestros<br />

corazones se balancean a veces. Cuando<br />

meditamos sobre el Evangelio del agua y el<br />

◄ Contenido ►


Espíritu, nuestros corazones aman al Señor, pero<br />

poco después, estamos destinados a amar al<br />

mundo debido a nuestros pensamientos carnales.<br />

Esto nos habla sobre lo qué nuestros corazones<br />

deberían considerar.<br />

El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto,<br />

debemos pensar en el señor y poner todo nuestro<br />

corazón en difundir el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Cuando pensamos en lo perfectamente<br />

que el Señor ha limpiado nuestros pecados, nos<br />

damos cuenta de cómo nuestros corazones han<br />

sido limpiados. Tal y como nuestro Señor dijo en<br />

el Antiguo Testamento: “Aunque vuestros<br />

pecados fueran como la grana, quedarán<br />

blancos como la nieve. Aunque fueran rojos<br />

como la púrpura, vendrían a ser como la lana”<br />

(Isaías 1:18). El Señor ha borrado todos nuestros<br />

pecados perfectamente nuestros pecados al tomar<br />

todos los pecados del mundo sobre si mismo a<br />

193 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

través del bautismo que recibió de Juan y de ser<br />

crucificado en el Nuevo Testamento.<br />

Debemos concentrarnos en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Aunque nuestros corazones<br />

vayan para adelante y para atrás ocasionalmente<br />

entre el Señor y el mundo, debemos poner<br />

nuestra mente en difundir el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu. Damos gracias al Señor por haber<br />

borrado sus pecados y los míos. Debemos<br />

mantener en nuestro corazón que el Señor ha<br />

borrado en nuestros corazones todos nuestros<br />

pecados como una nube (Isaías 44:22). Nuestros<br />

corazones se <strong>il</strong>uminaron cuando pensamos en el<br />

señor que borró todos nuestros pecados.<br />

“El ojo es la lámpara del cuerpo”. Ya que nos<br />

hay ninguna otra manera de que nuestro corazón<br />

y nuestra alma se <strong>il</strong>uminan sin el Señor, nuestros<br />

corazones se llenan espiritualmente de luz ante<br />

Dios cuando pensamos en el Señor. Nuestros<br />

corazones van de adelante para atrás entre lo<br />

◄ Contenido ►


espiritual y lo carnal, pero cuando ponemos<br />

nuestro corazón en el Señor, que borró nuestros<br />

pecados, y pensamos en el Evangelio que nos<br />

dice que el Señor llevó la carga de los pecados de<br />

todos el mundo y los borró todos de una vez por<br />

todas, no podemos sino dar gracias a Dios y amar<br />

a Dios todavía más.<br />

Por tanto, deseamos aún más difundir este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu a otros. Cuando<br />

ponemos nuestro corazón en el Señor y Su obra<br />

justa mediante la cual el Señor borró nuestros<br />

pecados, nuestros corazones se <strong>il</strong>uminan, y,<br />

como resultado, muchas almas reciben la<br />

salvación. Cuando pensamos en el Señor y le<br />

damos gracias con fe, nuestros corazones se<br />

humedecen espiritualmente. Esto quiere decir<br />

que se humedecen de abundantes bendiciones de<br />

salvación. Entonces nuestros corazones se hacen<br />

justos, buenos y preciosos a los ojos de Dios, y<br />

194 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

llegan a tener ambiciones para hacer la obra justa<br />

de Dios.<br />

Podemos dejar nuestros corazones en la luz o<br />

en la oscuridad. ¿Dónde deberíamos dejar<br />

nuestros corazones? No hay ninguna duda de que<br />

necesitamos poner nuestro corazón en el área<br />

donde el Señor ha borrado nuestros corazones.<br />

Además, como el Señor no sólo ha borrado<br />

nuestros pecados, sino que también nos ha hecho<br />

sus hijos, debemos poner nuestros corazones en<br />

Su Reino celestial.<br />

Debemos dar gracias a Dios con nuestra fe por<br />

sus bendiciones que nos salvaron a nosotros, que<br />

nos podíamos más que morir por nuestros<br />

pecados y convertirnos en hijos del diablo; pero<br />

Él envió a Jesucristo e hizo que le bautizaran,<br />

llevó todos nuestros pecados del mundo a la<br />

Cruz, y sangró para borrar todos nuestros<br />

pecados de una vez por todas. Es muy importante<br />

donde pongamos nuestros corazones. Puede ser<br />

◄ Contenido ►


que nuestros corazones se apeguen a las<br />

bendiciones de salvación que Dios nos dio o a los<br />

pensamientos carnales injustos que provienen del<br />

mundo y la carne. Dependiendo de donde<br />

fijemos nuestros corazones, la diferencia de<br />

resultados es enorme. Podemos decidir entre este<br />

camino o el otro, y aunque nuestros corazones<br />

osc<strong>il</strong>en, quiero decirles que debemos poner<br />

nuestros corazones en la salvación que Dios nos<br />

dio. Debemos dedicar nuestros corazones al<br />

hecho de que Dios nos dio el Reino de los cielos<br />

y Sus bendiciones.<br />

Cuando dedicamos nuestros corazones a esa<br />

área donde Dios ha borrado todos nuestros<br />

pecados, como una nube espesa, y los ha hecho<br />

blancos como la nieve; y cuando rezamos a Dios,<br />

Él escucha y responde nuestras oraciones.<br />

Debemos dedicar nuestros corazones a Dios y a<br />

la obra espiritual con la creencia de que Dios está<br />

contento con nuestra obra de difundir el<br />

195 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Entonces,<br />

podemos experimentar cómo nuestros corazones<br />

se <strong>il</strong>uminan y cómo la obra de Dios progresa<br />

enormemente. Les digo cómo nos podemos<br />

convertir en los hombres de sus bendiciones al<br />

ser ut<strong>il</strong>izados para la obra feliz y bendita.<br />

Queridos hermanos y hermanas, cuando<br />

dedicamos nuestros corazones a difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, nuestros<br />

corazones están contentos. Cuando vivimos en<br />

este mundo, a veces desfallecemos y a veces<br />

caemos en los deseos carnales. No hay ni una<br />

sola persona justa que no caiga. Sin embargo, lo<br />

que importa s dónde ponemos nuestros corazones<br />

aunque seamos así. ¿Dónde pone cada uno de<br />

nosotros su corazón? Si por casualidad lo tienen<br />

en las tinieblas, espero que lo saquen a la luz.<br />

Intentamos difundir el Evangelio al resto del<br />

mundo. ¿Cómo debemos hacerlo? Estoy ansioso,<br />

como lo estuvieron los israelitas cuando se<br />

◄ Contenido ►


encontraban ante las invulnerables murallas de<br />

Jericó al entrar en la tierra de Canán por primera<br />

vez. El primer obstáculo de los israelitas fueron<br />

las murallas de Jericó. Las murallas de Jericó<br />

eran muy sólidas y seguras. No podían ser<br />

echadas abajo con lanzas y espadas. Como<br />

estaban construidas con piedras muy grandes, no<br />

podía ser derruida fác<strong>il</strong>mente. El pueblo de<br />

Jericó estaba en lo alto de la fortaleza, así que a<br />

pesar de todos los esfuerzos de los israelitas por<br />

derruirla, simplemente los contemplaban y se<br />

burlaban de los israelitas desde arriba. Poniendo<br />

ruedas en grandes troncos de árbol, los soldados<br />

intentados empujar para romper la puerta de la<br />

ciudad, pero era imposible, ya que la fortaleza<br />

era demasiado segura. Sin embargo la ciudad fue<br />

derruida cando los israelitas tuvieron fe en Dios<br />

y obedecieron Su Palabra de promesa en su<br />

totalidad.<br />

196 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

Estamos necesitados de la misma fe. En<br />

nuestra época, si no ponemos los corazones en<br />

Dios, no podemos llevar a cabo la misión de<br />

difundir el Evangelio del agua y el Espíritu. No<br />

obstante, si ponemos nuestros corazones en Dios,<br />

sé que es posible difundir el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu al resto del mudo. Si no tenemos fe en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, no podemos<br />

difundir el Evangelio, y consecuentemente esté<br />

mundo estará destinado a la destrucción.<br />

Mientras hemos estado intentando difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu al resto del<br />

mundo hasta ahora hemos encontrado muchas<br />

dificultades. Decidimos publicar los <strong>libro</strong>s de<br />

nuestra misión sobre el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu en muchos idiomas diferentes y<br />

enviarlos a todo el mundo. Al publicarlos y<br />

distribuirlos hemos podido difundir el Evangelio<br />

verdadero al mundo entero.<br />

◄ Contenido ►


Ahora, mientras pensamos en difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu al resto del<br />

mundo, y dedicamos nuestros corazones a ello,<br />

nuestros corazones se <strong>il</strong>uminan. Ustedes y yo<br />

estamos todavía en la carne, así que si dedicamos<br />

nuestros corazones al Señor, nuestros corazones<br />

están contentos y se hacen adecuados para<br />

trabajar para el Evangelio ante Dios. Por otra<br />

parte, si no dedicamos nuestros corazones a<br />

difundir el Evangelio, sino que los dedicamos a<br />

las cosas terrenales, nuestros corazones se<br />

ensucian. Aunque nuestros corazones vayan de<br />

adelante para atrás entre la carne y el espíritu, es<br />

importante fijar nuestros corazones en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Como está<br />

escrito: “Porque donde está vuestro tesoro, allí<br />

estará vuestro corazón”, dependiendo de dónde<br />

pongamos nuestro corazón, podemos<br />

convertirnos en gente de la luz ante Dios o en<br />

gente inút<strong>il</strong>. Cuando dedicamos nuestros<br />

197 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

corazones a Dios, podemos ser gente út<strong>il</strong> para<br />

Dios y para otras personas. Y podemos ser gente<br />

bendita como Abraham y los siervos de Dios que<br />

pueden compartir el Evangelio que da vida con<br />

todo el mundo.<br />

Pongamos nuestros corazones en el Señor.<br />

Aunque vivamos en este mundo, debemos fijar<br />

nuestros corazones en el Señor. Aunque nuestros<br />

corazones vayan de adelante para atrás, espero<br />

que pongan sus corazones en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu y en las bendiciones que el<br />

Señor les ha conferido, en vez de ponerlos en el<br />

mundo. ¿Cuántas bendiciones de la carne y el<br />

espíritu nos ha dado Dios a través del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu? Además, a través de este<br />

Evangelio ¿cuántas bendiciones de salvación nos<br />

ha dado? Cuando pensamos en esto, no podemos<br />

dejar de dedicar nuestros corazones a Dios.<br />

También vale la pena consagrar nuestros<br />

corazones a Dios. Vale la pena consagrar<br />

◄ Contenido ►


nuestros corazones al Evangelio. Vale la pena<br />

consagrar nuestros corazones a la gran salvación<br />

que borró todos nuestros pecados. Es correcto<br />

dar gracias al Señor y glorificarle, y vale la pena<br />

trabajar por el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Le damos gracias a Dios por hacernos Sus hijos.<br />

El Señor nos dio el Cielo y está justificado que<br />

consagremos nuestros corazones al Señor.<br />

Espero que fijen sus corazones en el Señor.<br />

Sus corazones y el mío pueden ser caprichosos a<br />

veces e ir de adelante hacia atrás, pero siempre<br />

deberíamos volver nuestros corazones a Dios y<br />

vivir por la obra del Señor. Al andar por la calle,<br />

si vemos algo bonito, nuestros ojos y nuestro<br />

corazón lo siguen durante un instante, pero<br />

debemos volver inmediatamente el corazón hacia<br />

el Señor y dárselo a Él.<br />

En el capítulo 6 de Mateo, el Señor habla<br />

explícitamente de las cosas materiales: “Porque<br />

donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro<br />

198 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

corazón” ¿Qué es este tesoro en nuestros<br />

corazones? ¿Qué significa este tesoro para<br />

ustedes y para mí? ¿Es el Señor? ¿Son las<br />

bendiciones del Señor? ¿O es el mundo? ¿Es el<br />

dinero del mundo? ¿Cuál de estas cosas es?<br />

El tesoro es el Señor. Si creen que este tesoro<br />

es alguna cosa material, por favor, cambie de<br />

opinión. Es porque el maestro de todas las cosas<br />

materiales es el Señor. Sin embargo, ¿podemos<br />

vivir sin cosas materiales? No. Por otra parte,<br />

¿no son las cosas materiales del Señor también?<br />

Sí, son del Señor. Él dice: “Porque donde está<br />

vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón”. Por<br />

tanto, si ponen sus tesoros en Dios, todo les<br />

vendrá a ustedes. Todo se les proveerá mientras<br />

caminan hacia la justicia.<br />

Sin embargo, algunos falsos predicadores<br />

enseñarán este verso como “si trayendo grandes<br />

ofrendas significara que su fe es grande”. “No<br />

acumulen sus tesoros en la tierra, sino en el cielo,<br />

◄ Contenido ►


en otras palabras, paga grandes diezmos y<br />

ofrendas a la iglesia”. Y escriben: “Porque<br />

donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro<br />

corazón” en el sobre para las ofrendas y lo hacen<br />

pasar.<br />

Esta es una falsa enseñanza. El objetivo de las<br />

iglesias terrenales es prosperar en el mundo, por<br />

tanto, sólo les importa ser los primeros en la<br />

clasificación de la competición por el dinero.<br />

Estaría bien si lo ut<strong>il</strong>izaran para la justicia, pero<br />

lo ut<strong>il</strong>izan para satisfacer su codicia. Son tan<br />

buenos en la competición por el dinero, que citan<br />

este tipo de versos de la Biblia para pedir dinero<br />

a los cristianos, y hacerles traer todos sus ahorros<br />

mensuales en nombre de la iglesia.<br />

Algunos predicadores promueven la<br />

construcción de nuevos edificios para iglesias,<br />

tomando dinero de los miembros de la iglesia.<br />

¿Es esto justo?: “Porque donde está vuestro<br />

tesoro, allí estará vuestro corazón”. Ya que todo<br />

199 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

lo que les preocupa es el edificio de la iglesia, es<br />

ahí donde tienen su tesoro. Los miembros de una<br />

iglesia alardean de su edificio de 15 m<strong>il</strong>lones de<br />

dólares como si asistiendo a una iglesia así fuera<br />

algo honorable y soberbio. Si examinamos sus<br />

pensamientos por rayos X, probablemente<br />

estarán vacíos. Por supuesto sus corazones están<br />

vacíos también. Como ponen sus corazones en el<br />

edificio de 15 m<strong>il</strong>lones de dólares, no pueden ver<br />

que Jesús ha borrado todos sus pecados como<br />

una nube espesa con el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Hay mucha gente penosa que no puede<br />

ver que Dios les ha hecho Sus hijos y les ha dado<br />

Su Reino de los Cielos.<br />

Por el contrario, para nosotros los que somos<br />

nacidos de nuevo, nuestro Señor es el tesoro.<br />

Todas las bendiciones de misericordia que<br />

nuestro Señor nos ha conferido — como Su<br />

salvación, haciéndonos hijos de Dios, dándonos<br />

el Reino de los Cielos, borrando nuestros<br />

◄ Contenido ►


pecados, y haciéndonos justos — son nuestros<br />

tesoros. No hay nada más valioso que esto.<br />

Como el himno dice: “Prefiero tener a Jesús<br />

antes que ora o plata”, no hay honor en este<br />

mundo que sea más valioso que tener al Señor<br />

Jesús. No hay nada más valioso que la salvación<br />

que el Señor nos ha dado.<br />

Por tanto, ustedes y yo debemos difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu a los corazones<br />

de la gente. Debemos sujetar nuestros corazones<br />

que van de adelante hacia atrás y dedicarlo a la<br />

obra del Señor. Si le damos al Señor nuestro<br />

corazón, no obramos inút<strong>il</strong>mente, sino que<br />

podemos entrar en el Reino del Señor. A veces<br />

hacemos cosas inút<strong>il</strong>es, pero hacemos una obra<br />

más út<strong>il</strong> y seremos alabados por el Señor, y<br />

seremos respetados por la gente.<br />

El capítulo 6 de Mateo habla de este asunto en<br />

profundidad: “Buscad, pues, primero el reino y<br />

su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.<br />

200 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

No os inquietéis, pues, por el mañana; porque el<br />

día de mañana ya tendrá sus propias<br />

inquietudes; bástale a cada día su afán”.<br />

Ustedes y yo debemos poner nuestros corazones<br />

en Él y en Su obra. Primero debemos buscar Su<br />

Reino y Su justicia. ¿Cómo nos salvó Dios? Él<br />

limpió nuestros pecados tan blancos como la<br />

nieve a través del agua, la sangre y el Espíritu<br />

Santo. Él ha borrado todos nuestros pecados<br />

como una nube espesa, y los ha dejado tan<br />

blancos como la nieve. Debemos dar gracias a<br />

Dios y al Señor que es nuestro perfecto Salvador.<br />

Y debemos buscar primero Su Reino en nuestros<br />

corazones.<br />

Es la voluntad de Dios que el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu sea difundido al mundo entero,<br />

para que los que deban creer en él, crean en él; y<br />

los que no deban, no. Debemos dar las mismas<br />

oportunidades de escuchar el Evangelio a todo el<br />

◄ Contenido ►


mundo para cumplir la voluntad de Dios.<br />

Debemos hacer esta obra.<br />

Por cierto, el verdadero tesoro para ustedes y<br />

para mí es el Señor. Pongan sus corazones en el<br />

Señor. Aunque tengamos muchos defectos,<br />

fijemos nuestros corazones en el Señor.<br />

Consagremos nuestros corazones al Señor y<br />

difundamos el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

tan a menudo como sea posible.<br />

Aleluya. Damos gracias a Dios por ayudarnos<br />

a poner nuestros corazones en el Señor.<br />

201 Vivan con sus corazones en el Señor<br />

◄ Contenido ►


202 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

No se preocupen por sus<br />

vidas y pongan su<br />

confianza solo en Dios<br />

< Mateo 6:25-34 ><br />

“Por eso os digo: No os inquietéis por<br />

vuestra vida, por lo que habéis de comer o de<br />

beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que<br />

habéis de vestir. ¿No es la vida más que el<br />

alimento, y el cuerpo más que el vestido?<br />

Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni<br />

siegan, ni encierran en graneros, y vuestro<br />

Padre celestial las alimenta. ¿No valéis<br />

vosotros más que ellas? ¿Quién de vosotros<br />

con sus preocupaciones puede añadir a su<br />

estatura un solo codo? Y del vestido, ¿por qué<br />

preocuparos? Aprended de los lirios del<br />

campo, cómo crecen; no se fatigan ni h<strong>il</strong>an.<br />

Pues yo os digo que ni Salomón en toda su<br />

gloria se vistió como uno de ellos. Pues si a la<br />

hierba del campo, que hoy es y mañana es<br />

arrojada al fuego, Dios así la viste, ¿no hará<br />

mucho más con vosotros, hombres de poca fe?<br />

No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Qué<br />

comeremos, qué beberemos o qué vestiremos?<br />

Los gent<strong>il</strong>es se afanan por todo eso; pero bien<br />

sabe vuestro Padre celestial que de todo eso<br />

tenéis necesidad. Buscad, pues, primero el<br />

reino y su justicia, y todo eso se os dará por<br />

añadidura. No os inquietéis, pues, por el<br />

mañana; porque el día de mañana ya tendrá<br />

sus propias inquietudes; bástale a cada día su<br />

afán.”<br />

Nosotros, los nacidos de nuevo somos<br />

propensos a preocuparnos por el futuro, aun<br />

después de haber recibido la remisión de los<br />

◄ Contenido ►


203 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

pecados. Son preocupaciones del tipo cómo voy<br />

a vivir de ahora en adelante, qué hago para poder<br />

comer, qué hago para poder vestirme, qué<br />

debería hacer para ganar dinero, y cómo debería<br />

vivir. De esta manera, tenemos en nuestros<br />

corazones preocupaciones por el futuro. He<br />

observado que los nacidos de nuevo que aún son<br />

jóvenes tienden a preocuparse por el resto de sus<br />

vidas porque no entienden que Dios les ayuda y<br />

porque no han experimentado que Dios guía su<br />

camino. Por supuesto, es natural que nos<br />

preocupemos porque somos humanos.<br />

Todos los nacidos en este mundo trabajan<br />

duro por si mismos. Todavía no han vivido según<br />

la fe en Dios, y tienen la costumbre de vivir<br />

confiando en sus propios esfuerzos y poder, de<br />

modo que aun cuando nacen de nuevo, la primera<br />

cosa de la que se preocupan es qué van a comer,<br />

qué van a beber y cómo van a vivir. Sin embargo<br />

el Señor nos dice en qué deben pensar los<br />

nacidos de nuevo en primer lugar: “Buscad<br />

primero, pues, el reino y su justicia”. Él dice:<br />

“Buscad primero el Reino de Dios y la justicia de<br />

Dios. Primero, uniros a la iglesia y buscad hacer<br />

la obra de Dios, Su Reino y salvar a la gente.<br />

¡Rezad! Entonces satisfaré todas vuestras<br />

necesidades en el terreno de la carne, como qué<br />

comeréis, qué beberéis y cómo viviréis”.<br />

Yo también pensé en mi futuro en cuanto fue<br />

librado de mis pecados. “¿Cómo viviré? ¿Qué<br />

comeré? ¿Qué vestiré? ¿A qué me dedicaré?” Me<br />

preocupaba sobre estas cosas. Cuando hubiera<br />

habido un número determinado de tareas que<br />

debía llevar a cabo, entonces las hubiera<br />

cumplido; pero ya que no había nada<br />

determinado, no sabía que hacer en ese<br />

momento. Los que habían ahorrado dinero antes<br />

de recibir la remisión de los pecados, estarán<br />

menos confusos. Sin embargo, alguien que ha<br />

sido sólo u estudiante antes de recibir la remisión<br />

◄ Contenido ►


204 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

de los pecados, como yo, estará más confundido.<br />

No podía dejar de preocuparme sobre cómo vivir<br />

en este mundo.<br />

Los hermanos jóvenes de nuestra iglesia, que<br />

en el mundo real son estudiantes o principiantes,<br />

pueden ser desalentados por pensar en cómo<br />

vivir en este mundo. ¿Qué deberíamos hacer para<br />

comer? ¿Qué deberíamos llevar puesto? Hay<br />

muchas preocupaciones de este calibre.<br />

Sin embargo, El Señor nos dice a todos<br />

nosotros: “No os preocupéis de tales cosas. Eso<br />

es lo que hacen los que no han nacido de nuevo”.<br />

Entonces podemos pensar: “Nuestro Señor no<br />

tiene ni idea de nuestra situación. Este es un<br />

problema de la realidad, ¿cómo podemos dejar<br />

de preocuparnos? El problema de la comida, la<br />

ropa y el techo bajo el que vivir dependen de esto<br />

ahora mismo. ¿Cómo podemos dejar de<br />

preocuparnos?” No obstante el Señor nos dice<br />

firmemente: “Eso es de lo que se preocupan los<br />

gent<strong>il</strong>es. No os preocupéis por cómo habréis de<br />

vivir. Pensad en la justicia de Dios primero y en<br />

vivir vuestra vida llevando a cabo Su justicia”. El<br />

Señor dice: “Mirad cómo las aves del cielo no<br />

siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y<br />

vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis<br />

vosotros más que ellas?”<br />

De hecho, si creemos en lo que el Señor dijo,<br />

no hay nada que discutir en su contra. Nosotros<br />

nos preocupamos por nuestras vidas, pero el<br />

Señor nos reprende con sus palabras claras: “No<br />

os preocupéis por las cosas materiales. Eso es lo<br />

que piden los gent<strong>il</strong>es. Eso es lo que los que no<br />

han nacido de nuevo piden. Aprended de los<br />

lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni<br />

h<strong>il</strong>an. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y<br />

mañana es arrojada al fuego, Dios así la viste,<br />

¿no hará mucho más con vosotros, hombres de<br />

poca fe?”<br />

◄ Contenido ►


205 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿cómo crecen<br />

los lirios del campo? ¿Aparece un brote<br />

automáticamente que crece y florece? Es porque<br />

Dios los planta, les de la luz del sol según la<br />

necesiten y les da la lluvia para hacerlos florecer.<br />

El Señor dice que Dios cuida de esta hierba del<br />

campo, entonces cuánto más cuidará Él de<br />

ustedes, que son los justos.<br />

Queridos hermanos cristianos, hay una gran<br />

diferencia entre las preocupaciones que tenemos<br />

y la certeza que proviene de la Palabra de verdad<br />

de Dios. Nos preocupamos mucho por nuestro<br />

futuro ahora, pero no hay mucho que podamos<br />

decir ya que el nos hace callar simplemente<br />

diciendo: “Aprended de los lirios del campo”.<br />

Dios les da la luz del sol y la lluvia para hacerles<br />

crecer de tan buen modo. Entonces, ¿no habría<br />

de cuidad de nosotros que somos sus hijos?<br />

Tengan la fe que confía en Dios. Entonces<br />

podrán comunicarse con Dios.<br />

¿Qué debemos hacer para comunicarnos con<br />

Dios? No hay otra manera más que creer en la<br />

palabra de Dios. Cuando creemos en Su Palabra<br />

tal y como es, podemos comunicarnos con Él con<br />

fe. Si Dios lo dice, cuando creemos en Él según<br />

Su Palabra que dice “Dios me vestirá, me dará de<br />

comer, me ayudará a vivir”, podemos<br />

relacionarnos con Él y ser respondidos según<br />

nuestra fe.<br />

Aprended de los lirios del campo<br />

¿Tienen la fe que confiesa así: “Dios crió a los<br />

lirios del campo. Yo pertenezco al pueblo de<br />

Dios, soy un hijo de Dios, y Dios es mi Padre y<br />

mi pastor, por tanto creo que Él me dará de<br />

comer y me vestirá”? La única manera de<br />

deshacerse de las preocupaciones es creer. “Dios,<br />

◄ Contenido ►


206 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

creo en Ti” No hay más palabras que estas ante<br />

Dios. No hay más palabras que podamos decir.<br />

Queridos hermanos cristianos, cuando el<br />

Señor dice una cosa, ¿podemos nosotros decir<br />

algo en contra de lo que Él ha dicho? En el<br />

pasaje de las Escrituras de hoy, Dios nos promete<br />

que nos proveerá de todo lo que necesitemos<br />

cuando primero hayamos buscado Su Reino y Su<br />

justicia. Cuando tomamos este pasaje con fe, no<br />

podemos decir nada más. No podemos poner<br />

ninguna excusa, salvo que no tenemos fe. “Puedo<br />

criar a los lirios del campo. Si es así, ¿no puedo<br />

criarte a ti? Puedo criar una planta anual, si es<br />

así, ¿no puedo criar a Mis hijos?” Ahora bien,<br />

crean en Él.<br />

Si creemos así, puede que no pensemos de la<br />

siguiente manera: “La lluvia es algo que Dios<br />

hace que caiga del cielo de todas maneras, y la<br />

luz del sol es algo que Él da de todos modos, y<br />

por tanto la hierba crece, pero nosotros no<br />

podemos vivir sólo de lluvia y luz del luz. ¿No<br />

sabes Dios lo duro tenemos que trabajar para<br />

vivir?”. Por supuesto no hay ninguna manera de<br />

la que Dios no sepa. Si el Señor dice que nos<br />

conoce todos, entonces debemos creer que Dios<br />

nos dará también la hab<strong>il</strong>idad, la sabiduría, y las<br />

bendiciones que nos permitirán vivir en este<br />

mundo. Si el Señor tomó un lirio para hacer una<br />

explicación de cómo Dios provee todo en su<br />

debido tiempo, entonces podemos creer que Dios<br />

nos proveerá de todo a nosotros, los hijos de<br />

Dios, a su debido tiempo.<br />

El Señor nos da otro ejemplo para suscitar<br />

nuestra fe en Él, diciendo: “Mirad cómo las aves<br />

del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en<br />

graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta.<br />

¿No valéis vosotros más que ellas?” (Mateo<br />

6:26).<br />

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207 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Sin embargo alguna gente no creyente<br />

interpreta este verso de una manera absurda,<br />

diciendo: “¡Mira! ¡Mira al pájaro en el aire! ¡Qué<br />

d<strong>il</strong>igentes son! Si trabajamos duro en este mundo<br />

como esos pájaros que vuelan en el aire,<br />

podremos vivir bien en este mundo”. Se inventan<br />

argumentos como éste. Como esta gente no tiene<br />

fe, inventan argumentos como el siguiente: “¡Ah!<br />

Si un hombre trabaja duro, entonces tendrá<br />

suficiente comida y vivirá en abundancia”.<br />

Estos argumentos son diferentes de los<br />

argumentos de fe de los que el Señor nos habló.<br />

¿Quién diría que cuando trabajamos duro, no nos<br />

tenemos que preocupar por la comida? Sin<br />

embargo, ¿se hace rico todo el mundo solamente<br />

por trabajar duro? Esto no sucede igual con todo<br />

el mundo. Hay mucha gente que ha trabajado en<br />

su empleo durante meses e incluso un año, pero<br />

todavía no les han pagado.<br />

“Mirad cómo las aves del cielo no siembran,<br />

ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro<br />

Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros<br />

más que ellas?” Lo que el Señor quiso decir con<br />

este verso no es que podemos tener comida si<br />

trabajamos duro. El Señor dice que nuestro Padre<br />

Dios, que nos salvó, nos provee con comida,<br />

bebida y ropa para mantener nuestras vidas en<br />

este mundo. Esto significa que Dios nos dará de<br />

comer y nos vestirá a nosotros, los justos. Esto<br />

quiere decir que Dios cuidará de cualquier<br />

persona justa que viva por la difusión del<br />

Evangelio. El tema principal de este verso es<br />

que: “Si soy mis hijos, ¿os dejaré morir de<br />

hambre o no os vestiré? Si soy mis hijos,<br />

mientras vivís en este mundo, mientras vivís<br />

vuestras vidas, mientras tenéis tareas que hacer<br />

en este mundo, ¿no cuidaré yo de vosotros?”.<br />

Yo también me sentía ridículo cuando leía este<br />

pasaje antes de nacer de nuevo. Pero ya no es así.<br />

◄ Contenido ►


208 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Cuando conocí al Señor, no sabía que hacer. Al<br />

principio pensaba que iba a tener un negocio al<br />

que dedicarme. De hecho, no tenía ningún otro<br />

plan en mi mente. En realidad estaba deprimido<br />

cuando conocí al Señor por primera vez a través<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu. Por culpa de<br />

las preocupaciones de cómo vivir, qué comer y<br />

qué vestir, las preocupaciones de cómo difundir<br />

el evangelio después de haber recibido la<br />

salvación pasaron a un segundo plano. Cómo<br />

debía unirme a la iglesia de Dios también pasó a<br />

un segundo plano y estaba en agonía porque no<br />

sabía qué hacer cuando estaba ocupado intentado<br />

ganarme la vida. Pero el Señor dice: “Eso es lo<br />

que hacen los gent<strong>il</strong>es piden”. Sin embargo, me<br />

rebelé contra Su Palabra diciendo: “Esa es tu<br />

lógica y mi lógica no sigue a la tuya en estos<br />

momentos”.<br />

Cuando miraba hacia delante para ver cómo<br />

viviría de ese momento en adelante, estaba<br />

oscuro. Cuando consideraba mis circunstancias,<br />

era aún peor y no sabía qué hacer. No sabía nada<br />

en aquel momento, pero de lo único de lo que<br />

estaba seguro era que Dios se había convertido<br />

en mi Padre y que el Señor había borrado todos<br />

mis pecados. Entonces el Señor dijo: “Si<br />

tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a<br />

este monte: ‘Vete de aquí allá, y se iría’”. Esto<br />

quiere decir que el Señor me dio el Evangelio de<br />

la verdad que me permite vivir con fe. Y también<br />

me dijo: “Buscad, pues, primero el reino y su<br />

justicia, y todo eso se os dará por añadidura”.<br />

“¡Ah! ¡Esta es la manera de la que puedo<br />

vivir!” Me decidí a consagrarme a la obra de<br />

Dios. Me aferré a esta palabra y empecé a rezar<br />

por todo lo que necesitaba. Recé: “Dios Padre,<br />

no tengo dinero. Dios, quiero difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu pero no tengo<br />

dinero. Dame dinero. Dame cosas materiales. No<br />

tengo ningún edificio. Dame un edificio para la<br />

◄ Contenido ►


209 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

iglesia. Dame almas. Estoy intentando escribir<br />

<strong>libro</strong>s para difundir el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu pero no tengo no tengo editorial. Dame<br />

una editorial”.<br />

Ahora mi pequeña fe ha crecido y pido por<br />

algo grande para la obra de Dios. He<br />

experimentado que Dios ha contestado a todas<br />

mis peticiones, ya sean grandes o pequeñas. Esto<br />

me hace crecer gradualmente como un hombre<br />

de fe. Esto significa que nos convertimos en<br />

hombres de fe sin darnos cuenta.<br />

Cuando algo ocurre, pienso: “¡Dios da si<br />

rezamos! ¡Y no hay nada de lo que deban<br />

preocuparse los hermanos y hermanas! ¡Dios<br />

ayuda! ¡Dios ayuda a los hermanos y hermanas!<br />

¡Si los hermanos y hermanas están en apuros,<br />

Dios le da si rezan!”. Nuestra fe crece<br />

gradualmente siempre que recemos con fe. Por<br />

eso el Señor dice: “Por nada os inquietéis, sino<br />

que en todo tiempo, en la oración y en la<br />

plegaria, sean presentadas a Dios vuestras<br />

peticiones acompañadas de acción de gracias. Y<br />

la paz de Dios, que sobrepuja a todo<br />

entendimiento, guarde vuestros corazones y<br />

vuestros pensamientos en Cristo Jesús”<br />

(F<strong>il</strong>ipenses 4:6-7). Nuestro Dios es poderoso<br />

para hacer que copiosamente abundemos más de<br />

lo que pedimos o pensamos (Efesios 3:20).<br />

Al creer en esto, pedimos al Señor con<br />

seguridad. En vez de intentar empezar algo por<br />

nuestra cuenta, en vez de tratar de hacerlo por los<br />

medios humanos, rezamos: “¡Dios! Danos esto.<br />

Lo necesitamos de verdad”. Incluso si no<br />

podemos ver ningún signo positivo con nuestros<br />

ojos, pedimos a Dios que nos de. ¿Por qué? Es<br />

porque las oraciones hacen que las cosas ocurran,<br />

entonces son mejores que nuestros propios<br />

métodos. Cuando nací de nuevo planeaba abrir<br />

un negocio de venta de cazuelas para ganarme la<br />

vida. Pero a medida en que mi fe crecía, empecé<br />

◄ Contenido ►


210 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

a rezar en vez de intentar hacer algo por mi<br />

cuenta.<br />

Si tenemos fe en Dios, primero rezamos por<br />

Su ayuda. Aunque no haya respuestas, rezamos<br />

d<strong>il</strong>igentemente. “Dios, haz esto por nosotros. Haz<br />

eso otros por nosotros”. Cuando rezamos durante<br />

mucho tiempo y constantemente, vemos que<br />

Dios contesta. Entonces recibimos una respuesta<br />

y rezamos de nuevo sobre otro asunto. De este<br />

modo, experimentamos las respuestas de Dios.<br />

Por tanto, nos convertimos en gente de fe.<br />

Llegamos a tener una fe más fuerte que cree en<br />

Dios. Llegamos a creer firmemente que el Señor<br />

nos da de comer, nos viste y nos hace vivir.<br />

Cuando vivimos por la justicia de Dios,<br />

desarrollamos la fe en Dios.<br />

Por tanto, cuando trabajamos por la justicia de<br />

Dios, no nos preocupamos demasiado por lo que<br />

comeremos de ahora en adelante o lo que<br />

beberemos o vestiremos. Siempre que<br />

necesitemos algo, nos ponemos a rezar: “Dios,<br />

danos otra vez. Da a nuestros hermanas y<br />

hermanos cosas materiales. Danos salud. Danos<br />

esto. Danos lo otro”. Nos ponemos a rezar. Esto<br />

no significa que nos tengamos que sentar a rezar<br />

y no hacer nada por nuestra propia cuenta.<br />

Primero tenemos que rezar y después buscar la<br />

justicia de Dios. Entonces Dios nos da para<br />

comer, beber y cosas para vivir y demás. Espero<br />

que ustedes crean que Él nos lo da todo.<br />

En realidad podemos vivir y hacer Su obra<br />

bien hasta ahora porque Dios ha proveído para<br />

nosotros. Por tanto, en el futuro también, Dios<br />

nos dará a los justo para vestir, comer y beber,<br />

que son cosas esenciales para nuestras vidas. No<br />

sólo estas cosas, sino que también todo lo demás<br />

que necesitemos para el Reino de Dios, Él nos lo<br />

da en abundancia.<br />

Hermanos y hermanas, por eso es una<br />

bendición vivir en Dios. No vivimos de lo que<br />

◄ Contenido ►


211 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

tenemos, sino de la fe en Dios. Por eso los justos<br />

viven con riqueza para la carne y el espíritu. Si<br />

realmente vivimos con fe en Dios, vivimos en<br />

abundancia de la carne y el espíritu.<br />

Dios nos dijo: “Buscad, pues, primero el reino<br />

y su justicia, y todo eso se os dará por<br />

añadidura”. Esto significa que debemos vivir en<br />

unión con Su Iglesia por el Reino de Dios y Su<br />

justicia, por el Evangelio y por la salvación de<br />

las almas. El Señor nos ordenó que viviésemos<br />

por el Evangelio del agua y el Espíritu. Esto<br />

quiere decir que Dios nos dará todo si vivimos<br />

por la justicia de Dios. Esta es la promesa de<br />

seguridad que Dios nos confía a ustedes y a mí.<br />

Esta es la alianza que Dios hizo con aquellos de<br />

nosotros que han nacido de nuevo. Si damos<br />

nuestros corazones a Dios y vivimos por el<br />

Evangelio de Dios, Él nos garantizará sin duda<br />

nuestras vidas, proporcionándonos comida,<br />

bebida y ropa. Dios nos garantizará al menos que<br />

viviremos con riquezas de la carne y el espíritu.<br />

Queridos hermanos cristianos, vivan por Dios.<br />

¿Están nerviosos por sus vidas? Vivan por el<br />

Evangelio de Dios. Vivan por el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Fijen sus mentes en la obra de<br />

Dios. Si hacen eso, su futuro está asegurado.<br />

¿Cuándo estamos más preocupados como<br />

humanos? Cuando nuestras cosas materiales, por<br />

muy pequeñas que sean, de las que solíamos<br />

vivir están apunto de agotarse, entonces nos<br />

sentimos inseguros. Nos sentimos más bien<br />

cómodos si gastamos todo lo que tenemos y nos<br />

quedamos con las manos vacías. Como no<br />

tenemos nada que ahorrar y no tenemos reservas<br />

de nada, es más fác<strong>il</strong> intentarlo de nuevo con fe<br />

en el Señor. Sin embargo, estamos más inseguros<br />

cuando no gastamos todo completamente e<br />

intentamos vivir con lo que nos queda. ¿Cómo de<br />

◄ Contenido ►


212 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

nerviosos nos ponemos por miedo a perder lo<br />

que nos queda?<br />

Queridos hermanos cristianos, ya nos quede<br />

algo o no, simplemente vivan por el Señor, por el<br />

Evangelio y confíen en el Señor. Entonces el<br />

Señor nos llena, no sólo en lo que ya tenemos,<br />

sino con mucho más. Es porque nuestro Señor<br />

nos llena en abundancia cuando vivimos por el<br />

Evangelio y nos ayuda a vivir arreglándonoslas<br />

con lo que tenemos.<br />

Eso es. Tengan en mente el pasaje de las<br />

Escrituras de hoy: “Buscad, pues, primero el<br />

reino y su justicia, y todo eso se os dará por<br />

añadidura”. Esto ocurre porque si vivimos por<br />

Dios, Él no puede evitar darnos todo lo que<br />

necesitamos.<br />

Había un hermano que era sastre. No se puede<br />

ganar mucho dinero siendo sastre. Él explicaba<br />

que se tenía que quedar despierto muchas noches<br />

para terminar un traje. Entonces cuando trabajaba<br />

mucho por la iglesia, se quedaba sin ingresos.<br />

Entonces empezó a rezar al Señor. Desde<br />

entonces, la gente empezó a encargarle muchos<br />

chándales en vez de trajes. Algunas empresas<br />

empezaron a encargarle chándales al por mayor<br />

por los cientos y los m<strong>il</strong>es, así que cuando<br />

empezó este negocio, ganaba grandes cantidades<br />

de dinero.<br />

Vivir es vivir, ya sea haciendo trajes o<br />

chándales, pero hay muchos hermanos que<br />

pueden servir a Dios mucho más porque<br />

empezaron a rezar cuando estaban en problemas.<br />

En realidad hay muchos ejemplos como éste.<br />

Cualquiera que hay vivido por el Señor ha<br />

pasado por algo así. Nosotros, los justos, no<br />

vivimos sólo de lo que tenemos. Servimos a Dios<br />

con lo que Él ha proveído porque el Señor nos<br />

llena. Si vivimos de lo que tenemos, seguramente<br />

se nos acabará.<br />

◄ Contenido ►


213 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Había una viuda en Sarepta en el antiguo<br />

Testamento. Por aquel entonces, hubo una<br />

terrible sequía durante años que provenía de<br />

Dios. Por culpa de la hambruna, se quedó sin<br />

nada y lo único que le quedó fue un puñado de<br />

harina en un bote. Cuando mezcló la harina con<br />

agua y la amasó salió un trozo de pasta que sólo<br />

podría saciar el hambre de dos o tres personas.<br />

Amasó la pasta con un rod<strong>il</strong>lo para hacer pan.<br />

Los judíos hacían pan para comer. Amasaban la<br />

pasta de harina para hacerla plana y cando el<br />

fuego se había extinguido y quedaba sólo un<br />

trozo de carbón en el fuego, ponían la masa en él.<br />

Cuando iba a hacer una rebanada de tortita<br />

como pan por última vez para comer ella y su<br />

hijo, pensó que se morirían de hambre después.<br />

Entonces, un siervo de Dios, Elías, apareció.<br />

“Mujer, ¿tienes algo para comer?”<br />

“Sí, tengo esta cantidad de harina”.<br />

“Entonces, cuécelo y tráemelo para que pueda<br />

comer”.<br />

Querido hermanos cristianos, porque el siervo<br />

de Dios le dijo que se lo trajera, ella se lo trajo.<br />

Ella creía que se iba a comer el último trozo con<br />

su hijo, y eso era todo lo que le quedaba, pero se<br />

lo dio a comer al siervo de Dios. La viuda le dio<br />

el último trozo al siervo de Dios. Parecía que no<br />

quedaba esperanza para ella. Sin embargo,<br />

ocurrió algo increíble. El siervo de Dios rezó<br />

después de comer. Entonces la harina no se<br />

acabó en el bote. La Biblia lo registra.<br />

Queridos hermanos cristianos, la Biblia dice:<br />

“Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y<br />

todo eso se os dará por añadidura”. Los que no<br />

han nacido de nuevo estafan el dinero a otros con<br />

este verso. Esto ocurre frecuentemente de<br />

verdad. Pero en realidad, guiar a las almas para<br />

vivir según la fe y para servir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu no es un engaño, sino que es la<br />

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214 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Palabra de Dios. Si vivimos realmente por el<br />

Señor, Él provee. Crean esto. Tienen que creerlo.<br />

Queridos hermanos cristianos, repitan<br />

conmigo: “¡Señor, creo en Ti!”. Puede que aún<br />

se sientan inseguros, ¿verdad? Entonces díganlo<br />

gritando. “¡Creo!” ¿Han vivido con su fuerza<br />

hasta ahora? Entonces aférrense a Dios aun más<br />

con fe. Si se aferran a algo desesperadamente,<br />

aun todavía se escapa. Por eso el Señor nos dice<br />

que vivamos con fe.<br />

Deberíamos vivir con nuestro corazón por el<br />

Señor y servirle tengamos o no tengamos mucho.<br />

Entonces el Señor, les llenará sin duda de todo lo<br />

que necesiten. Si servimos al Señor, Él tiene la<br />

responsab<strong>il</strong>idad de saciarnos. El nos proporciona<br />

abundancia porque le servimos continuamente.<br />

Como Él es omnipotente, nos saciará sin lugar a<br />

dudas, aunque sólo sea para mantener Su alianza.<br />

Nuestra vida no depende de nuestra voluntad,<br />

sino de nuestra fe. Nosotros, los siervos de Dios,<br />

así como todos los hermanos y hermanos,<br />

deberíamos vivir según la fe: la fe que<br />

experimenta lo que Dios ha hecho por ellos<br />

cuando vivieron en el Señor. Si vivimos para<br />

nosotros mismos, nuestra fe no puede crecer.<br />

Cuando vivimos por el Señor, nuestra fe en Él<br />

puede crecer gradualmente. Queridos hermanos<br />

cristianos, ¿saben que las bendiciones de Dios<br />

son como primas para la gente que vive según la<br />

fe? Una prima es algo que se añade a lo que es<br />

usual o esperado.<br />

Dios da muchas primas aparte de Su<br />

salvación. Vivimos porque Dios nos da muchas<br />

bendiciones como prima. Si no nos da primas, y<br />

sólo nos da lo que merecemos, entonces no<br />

podemos vivir. Si sólo recibimos las cosas por<br />

las que trabajamos, ¿no morirían todos los<br />

vagos? Dios nos da muchas cosas como prima, y<br />

esas cosas son bendiciones. Y vivimos junto con<br />

◄ Contenido ►


215 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

Dios que nos da Su gracias. Por tanto vivimos<br />

según la fe en Dios, que nos salvó.<br />

Queridos hermanos cristianos, si creemos en<br />

Dios, entonces Él obra en nosotros. Crean en<br />

Dios. Crean en Dios aunque sea difíc<strong>il</strong>. La<br />

promesa de Dios es que Él nos escuchará si<br />

creemos en Él. “Buscad, pues, primero el reino y<br />

su justicia, y todo eso se os dará por añadidura”.<br />

Experimente cómo Dios les da “todas estas<br />

cosas” mientras vivan. Quiero decir que deberían<br />

experimentar cómo Dios nos sacia, cómo provee.<br />

¿Cómo pueden experimentarlo si no han vivido<br />

según la fe?<br />

Queridos hermanos cristianos, vivan según la<br />

fe: “¡Creo en Ti, Dios! Creo en que me vestirás,<br />

me darás de comer y que no viviré desnudo, que<br />

me vestirás y me dejarás vivir sine estar<br />

avergonzado. Y creo que me vestirás. Creo que<br />

me dejarás vivir mi vida”.<br />

Crean así. Si creen, Dios tendrá que darles. ¿<br />

Es que nuestro Dios no puede hacer eso? ¿Es un<br />

Dios que no puede darnos de comer? Dios es<br />

suficientemente poderoso para hacer todo eso.<br />

Por tanto, debemos librarnos de nuestras propias<br />

medidas, y creer y confiar en Dios Omnipotente.<br />

Crean en la Palabra. Confíen. Confiar en la<br />

Palabra de Dios es fe. Queridos hermanos<br />

cristianos, ¿lo entienden?<br />

¿Tienen todavía preocupaciones por<br />

su futuro?<br />

¿Tienen todavía preocupaciones por su futuro?<br />

Yo también tenía muchas preocupaciones,<br />

especialmente cuando estaba en el último año de<br />

universidad, es decir, cuando estaba apunto de<br />

graduarme. No tenía nada de que preocuparme.<br />

“Ey, vámonos a comer tortitas”. Era<br />

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216 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

despreocupad, pero en el segundo semestre de mi<br />

segundo año, empecé a preocuparme. “Me<br />

gradúo pronto. ¡Oh! ¿Qué haré entonces? ¡Oh!<br />

Entonces estaré en problemas”. Cuando pensaba<br />

en esto, me parecía un gran problema. Perdí<br />

hasta el apetito.<br />

En realidad, no sólo los estudiantes, sino todo<br />

el mundo no puede hacer nada más que<br />

preocuparse por “cómo viviré” y “cómo<br />

comeré”, aun después de haber sido salvados. Sin<br />

embargo, es un nuevo principio para los que han<br />

nacido de nuevo. Si nacemos de nuevo, lo que<br />

hicimos en el pasado, el tipo de trabajos que<br />

tuvimos, cómo vivimos, ya no importa. No<br />

importa cómo o con qué vivieran en el pasado,<br />

ahora han nacido de nuevo, deben empezar de<br />

nuevo. Estamos iniciando un año nuevo. ¡Una<br />

nueva era!<br />

En el capítulo 12 del Éxodo se dice: “Este mes<br />

será para vosotros el comienzo del año, el mes<br />

primero del año” (Éxodo 12:2). Dios les dio un<br />

calendario nuevo a los israelitas en<br />

conmemoración del éxodo de Egipto, de su<br />

esclavitud. El Éxodo fue el nuevo comienzo para<br />

la historia de los israelitas. Cruzaron el Mar<br />

Rojo, el mar de la muerte, y llegaron a<br />

emprender sus primeros pasos hacia la Tierra<br />

Prometida. Ya no eran el pueblo del faraón, sino<br />

que se habían convertido en el pueblo de Dios.<br />

Del mismo modo, desde el momento en que<br />

nacimos de nuevo, somos criaturas nuevas. Por<br />

eso deberíamos empezar una vida completamente<br />

diferente. No es una extensión de nuestra antigua<br />

vida. Ahora somos gente que murió con Cristo y<br />

se levantó de nuevo con Él para tener una vida<br />

nueva. Como está escrito: “Con El hemos sido<br />

sepultados por el bautismo para participar en su<br />

muerte, para que como El resucitó de entre los<br />

muertos por la gloria del Padre, así también<br />

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217 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

nosotros vivamos una vida nueva” (Romanos<br />

6:4).<br />

“De suerte que el que es de Cristo se ha hecho<br />

criatura nueva, y lo viejo pasó, se ha hecho<br />

nuevo” (2 Corintios 5:17). Todo se ha hecho<br />

nuevo para los nacidos de nuevo. Estudiamos<br />

con cosas nuevas, vamos a trabajar con cosas<br />

nuevas, servimos a Dios con cosas nuevas, y<br />

vivimos con cosas nuevas. Vivamos con cosas<br />

nuevas de ahora en adelante. En algún sentido la<br />

vida de los nacidos de nuevo puede parecer<br />

simplemente una extensión de la vida pasada,<br />

pero en realidad, cuando Dios nos ve, es un<br />

modo de vida completamente diferente, el<br />

principio de una nueva vida. Todo es nuevo.<br />

Somos criaturas nuevas una vez hayamos<br />

creído en el Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

librados de todos nuestros pecados. Ustedes y yo<br />

somos criaturas nuevas. Ahora las cosas viejas<br />

han pasado. Todas sus deb<strong>il</strong>idades, sus miedos, y<br />

su antiguo modo de vida que solía confiar sólo en<br />

los métodos humanos, se han ido. Ahora se han<br />

convertido en una criatura nueva. Ahora vivimos<br />

con fe.<br />

¡Queridos hermanos cristianos! Viviremos<br />

según la fe como en este pasaje: “Los justos<br />

vivirán de la fe”. Lo primero es la fe, ¡lo<br />

segundo es la fe! Lo tercero y lo quinto es<br />

también la fe. Cuando nos caigamos, viviremos<br />

de la fe, y cuando andemos estirado, viviremos<br />

de la fe; en cualquier situación en la que nos<br />

encontremos, vivimos de la fe. Esto es lo que es<br />

la fe. La fe nos hizo vivir. La fe nos hace vivir.<br />

Esta es la fe correcta. Por eso la Biblia nos da en<br />

este mensaje en el pasaje de las Escrituras de<br />

hoy: “No os inquietéis por vuestra vida, por lo<br />

que habéis de comer o de beber, ni por vuestro<br />

cuerpo, por lo que habéis de vestir. Bástale a<br />

cada día su afán”. Esto quiere decir que no nos<br />

preocupemos por el futuro. ¿Por qué? Porque<br />

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218 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

está todo en manos del Señor. Por eso el Señor<br />

nos dijo que no nos preocupásemos por las cosas<br />

del futuro. ¿Qué se consigue con preocuparse del<br />

futuro?<br />

El Señor nos dice: “No os inquietéis, pues, por<br />

el mañana; porque el día de mañana ya tendrá<br />

sus propias inquietudes; bástale a cada día su<br />

afán”. Debemos vivir hoy y mañana con fe.<br />

Desafiamos al futuro con la fe en Dios. Pedimos<br />

a Dios con fe: “¡Dios! Haz esto por mí. Haz esto<br />

otro por mí”. La oración es un desafío con la fe<br />

que cree en Dios y creer que Él lo hace por<br />

nosotros. Esto es todo lo que podemos hacer, y<br />

nuestra propia voluntad y juramento de lo que<br />

haremos en el futuro son inút<strong>il</strong>es. No podemos<br />

garantizar nuestro futuro o cualquier otra cosa<br />

por nosotros mismos. Nada es seguro. Por eso<br />

Dios, el Señor de todos los anfitriones, nos<br />

enseñó la lección de las Escrituras de hoy, para<br />

que no nos preocupáramos por qué comer, beber<br />

o vestir.<br />

Queridos hermanos cristianos, no deberíamos<br />

preocuparnos por cómo vivir, cómo cuidar<br />

nuestra carne. No nos preocupemos. “¿Quién de<br />

vosotros con sus preocupaciones puede añadir a<br />

su estatura un solo codo?” “Soy así de alto”,<br />

pero ¿me haría un solo centímetro más alto<br />

porque me preocupara? Ocurriría esto si nos<br />

preocupásemos toda la noche así: “¡Esto es lo<br />

que quiero ser!” No hay nada que funcione<br />

porque nos preocupemos. ¿Nos ganamos el pan o<br />

mucho dinero?<br />

No deberíamos estar ansiosos por nada, sino<br />

que en todo, mediante oraciones y peticiones<br />

presentar nuestras súplicas a Dios. Recen<br />

fervientemente y pídanle a Dios con fe. Eso es lo<br />

que tenemos que hacer. Creer y rezar es lo que<br />

tenemos que hacer. Si están preocupados, pidan<br />

ayuda a Dios. Confíen en Dios. Hermanos<br />

◄ Contenido ►


219 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

cristianos, vivan creyendo en Dios. ¿Entienden?<br />

—Sí—. Vivimos si creemos, pero morimos si no<br />

creemos.<br />

Queridos hermanos cristianos, si no creen en<br />

Dios, mueren. Si confían en todas las posesiones<br />

que tienen, se acabarán. Tal y como la vaina se<br />

abre y los guisantes salen, todas las posesiones se<br />

acaban. ¿Cuántos guisantes tiene una vaina?<br />

¿Tiene cien guisantes? No, sólo cuatro o cinco<br />

guisantes. Queridos hermanos cristianos,<br />

pensemos en esto. ¿Pueden vivir sus vidas<br />

enteras con tan sólo lo que tienen, como su<br />

poder, su hab<strong>il</strong>idad, su salud, y su riqueza?<br />

Quiero decir que deberían considerar si pueden<br />

cumplir todas sus obligaciones humanas con sus<br />

hijos o sus padres. Queridos hermanos cristianos,<br />

¿podemos contarlas? Por mucho dinero que<br />

tengamos, si tenemos vida con sólo esto, no<br />

podemos vivir. Entonces ¿qué necesitamos?<br />

Necesitamos tener fe en Dios y en Su Palabra.<br />

Hay una cosa que me gustaría decirle a voz en<br />

grito. Es que sólo crean en Dios. Aunque no<br />

puedan ver a Dios con sus propios ojos y la fe en<br />

Él parezca no tener fundamento, deben creer en<br />

Él. Simplemente crean en Él. Eso es todo.<br />

La Biblia dice: ahora bien: “Es la fe la<br />

garantía de lo que se espera, la prueba de las<br />

cosas que no se ven, pues por ella adquirieron<br />

gran nombre los antiguos” (Hebreos 11:1-2).<br />

Aunque no haya ninguna evidencia que se pueda<br />

ver, ni una cosa tangible que coger, debemos<br />

pedir a Dios cualquier cosa con fe: “Dios, dame.<br />

¡Creo! Cuida de todo lo mío: comida, ropa, casa<br />

y todos los problemas de mi vida. Ayúdame a<br />

vivir una vida digna”. Si creen en Él y le piden<br />

ayuda, Él les responde. Sin embargo, si no creen<br />

y viven confiando en su propia fuerza y en sus<br />

cálculos, entonces morirán. Perderán hasta lo<br />

último que les quede y se convertirán en<br />

mendigos.<br />

◄ Contenido ►


220 No se preocupen por sus vidas y pongan su confianza solo en Dios<br />

El verso “los justos vivirán de la fe” significa<br />

que la única cosa de la que puede vivir una<br />

persona justa es la fe. “Los justos vivirán de la<br />

fe” (Romanos 1:17; Hebreos 10:38). Queridos<br />

hermanos cristianos, no hay nada más allá de la<br />

fe en Dios. Queridos hermanos cristianos,<br />

¿creen? La fe no es algo que pertenezca a otros.<br />

No desarrollan su fe para luego dársela a otro. La<br />

fe es suya.<br />

Únicamente podemos vivir si creemos en Dios<br />

y en la Palabra de Dios. Funcionamos según<br />

nuestra fe en Dios y Su Palabra. Es más<br />

importante creer en la Palabra de Dios, rezar con<br />

fe en Dios y vivir siguiendo Su voluntad, que<br />

preocuparse por todo. <br />

◄ Contenido ►


Bástele a cada día su afán<br />

< Mateo 6:34><br />

“No os inquietéis, pues, por el mañana;<br />

porque el día de mañana ya tendrá sus<br />

propias inquietudes; bástele a cada día su<br />

afán.”<br />

El Señor dijo: “No os inquietéis, pues, por el<br />

mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus<br />

propias inquietudes; bástele a cada día su afán”.<br />

El peor enemigo de un justo que vive de la fe es<br />

la preocupación. No se trata sólo de las<br />

preocupaciones de hoy, sino de las del futuro.<br />

Para nosotros, los justos, las preocupaciones por<br />

el futuro vienen por nuestros defectos y<br />

deb<strong>il</strong>idades. Por tanto, podríamos decir: “Soy así<br />

221 Bástele a cada día su afán<br />

hoy, entonces, ¿cómo no habré de preocuparme<br />

por el mañana?”<br />

Es normal que nos preocupemos cuando nos<br />

miramos a nosotros mismos. Sin embargo, si<br />

vemos nuestros defectos actuales y nos miramos<br />

a nosotros mismos, que parecemos no tener la<br />

posib<strong>il</strong>idad de alcanzar un futuro mejor y<br />

predecir el futuro, no podemos dejar de<br />

preocuparnos por ello.Esto puede hacernos dejar<br />

nuestra vida de fe. Esto ocurre porque creemos<br />

que nos conocemos muy bien y que no hay<br />

garantía de que el futuro sea mejor; así cuando<br />

no hay esperanza, nos llenamos de<br />

preocupaciones. Y estas preocupaciones deb<strong>il</strong>itan<br />

nuestra fe completamente y nos hacen caer en<br />

preocupaciones fatales: ¿Debería abandonar mi<br />

fe?<br />

No obstante, nuestro señor dice: “No os<br />

inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de<br />

mañana ya tendrá sus propias inquietudes;<br />

◄ Contenido ►


ástele a cada día su afán”. Si nos falta algo<br />

ahora, nos enfrentamos a ello todos los días. El<br />

mañana se preocupará de sus propios problemas,<br />

bástele a cada día su afán.<br />

¿Qué ocurre cuando caemos sobre las<br />

preocupaciones al ver nuestros defectos y<br />

deb<strong>il</strong>idades? Tal y como un poco de levadura<br />

hace que el pan aumente, los corazones de los<br />

humanos, incluso los justos, se cubren de la<br />

sombra de las preocupaciones.<br />

No hay nadie que no tenga preocupaciones.<br />

Todos las tenemos. Si nosotros fuésemos una<br />

escala de 100, consideremos que alguien se<br />

preocupa por su situación y por el futuro un 10<br />

en una escala de 100. Sólo un 10 de 100 está en<br />

problemas, pero el 90 restante está bien. Sin<br />

embargo, a causa de este 10, vivimos en la<br />

<strong>il</strong>usión de que sólo hay cosas por las que<br />

preocuparnos. Este 10% se apodera del otro 90%<br />

con la idea de que somos incompletos, déb<strong>il</strong>es,<br />

222 Bástele a cada día su afán<br />

de que siempre cometemos errores, de que no<br />

podemos hacer nada y que el futuro no será<br />

mejor. Consecuentemente, esto no convierte en<br />

personas que no pueden hacer nada, es decir,<br />

personas enervadas.<br />

Sin embargo, en realidad, nuestro Señor dijo:<br />

“No os inquietéis, pues, por el mañana; porque<br />

el día de mañana ya tendrá sus propias<br />

inquietudes; bástele a cada día su afán”. Lo que<br />

el señor dijo aquí es: “¿Te hace falta algo? Si te<br />

preocupa algo que te falta hoy, esa preocupación<br />

es suficiente y no tienes que preocuparte por lo<br />

que te hará falta en el futuro. No traigas los<br />

problemas del futuro al presente y no sufras por<br />

ellos anticipadamente”. El Señor dice que el<br />

mañana tendrá sus propios afanes.<br />

¿Qué significa esta enseñanza? Cuando<br />

consideramos nuestras vidas como una escala de<br />

100, si hay un 10 entre 100 que nos preocupa,<br />

sólo tenemos que preocuparnos por esa cantidad<br />

◄ Contenido ►


por el momento. Por supuesto, esto no quiere<br />

decir que no habrá preocupaciones en el futuro.<br />

Esto no quiere decir que no tenemos aspectos en<br />

los que seamos déb<strong>il</strong>es o insuficientes. Todos los<br />

tenemos. No obstante, si la deb<strong>il</strong>idad aparece,<br />

sólo debemos preocuparnos por los aspectos en<br />

los que mostramos déb<strong>il</strong>es en ese momento. No<br />

hay ninguna razón por la que debamos traer<br />

preocupaciones futuras al presente y<br />

preocuparnos por adelantado. Nuestro Señor nos<br />

está diciendo que no debemos estar frustrados<br />

con nosotros mismos al pensar que somos<br />

personas minusválidas que no pueden hacer nada<br />

y darnos por vencidos porque estamos<br />

desalentados porque ya no podemos vivir de la<br />

fe.<br />

Ustedes y yo somos personas justas. Sin<br />

embargo no somos perfectos en todo. Todo el<br />

mundo tiene defectos y deb<strong>il</strong>idades. Cuando lo<br />

experimentamos por primera vez, cuando<br />

223 Bástele a cada día su afán<br />

acabamos de nacer de nuevo, no está mal. ¿Por<br />

qué? Porque todavía tenemos esperanza. Está<br />

bien tener la esperanza de que cambiará. Pero a<br />

medida que vivimos más y más nuestra vida de<br />

fe, ya no está bien. Sólo por vivir una vida de fe,<br />

nuestra carne no cambia. Incluso Pablo no podría<br />

decía que no tenía defectos, aun más, Pablo dijo:<br />

“¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este<br />

cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Podemos<br />

averiguar que él también tenía sus<br />

preocupaciones y deb<strong>il</strong>idades.<br />

Por tanto, cuando averiguamos algo que nos<br />

preocupa, no debemos pensar en qué pasará en el<br />

futuro y morir por la carga de las<br />

preocupaciones. Si vamos a preocuparnos por<br />

algunos problemas o deb<strong>il</strong>idades, podemos<br />

hacerlo cuando aparezcan en vez de abandonar la<br />

vida de fe o morir por lo que nos falta. Esta es la<br />

palabra de aliento de nuestro Señor. “No os<br />

inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de<br />

◄ Contenido ►


mañana ya tendrá sus propias inquietudes;<br />

bástele a cada día su afán”. Podemos estar<br />

seguros creyendo en esta enseñanza.<br />

Nosotros, los justos, tenemos que vivir por<br />

Dios y Su justicia. Aunque nosotros, los justos,<br />

tengamos una cara oscura, nuestras vidas son<br />

preciosas cuando estamos en unión con la Iglesia<br />

de Dios. Nosotros, los siervos de Dos también<br />

vivimos por el señor. También tenemos muchos<br />

defectos, preocupaciones y deb<strong>il</strong>idades. Sin<br />

embargo, como consecuencia, ¿sufrimos<br />

simplemente por ellos y no podemos seguir<br />

adelante? No es así. Paramos de preocuparnos<br />

por ello y seguimos adelante por la fe en Su<br />

Palabra.<br />

Por mucho que intentemos ocultar nuestras<br />

deb<strong>il</strong>idades, sabemos que no podemos<br />

cambiarnos a nosotros mismos, y<br />

consecuentemente podemos abandonar nuestra<br />

vida de fe. Por eso nuestro Señor dijo: “¿Por qué<br />

224 Bástele a cada día su afán<br />

te preocupas? No te preocupes por el mañana. No<br />

te preocupes por adelantado por lo que pueda<br />

pasar de nuevo mañana. Cuando las cosas pasan,<br />

y sufres por ellas, es suficiente sufrir ese día”. No<br />

debemos morir por esta razón al pensar que no<br />

tenemos esperanzas, o abandonar nuestra vida de<br />

fe al llevar la carga de nuestras preocupaciones, o<br />

afligirnos y perder nuestra fuerza o morir.<br />

Tanto ustedes como yo tenemos deb<strong>il</strong>idades<br />

carnales. Todos tenemos defectos. El sufrimiento<br />

de un día es suficiente en ese momento y no hay<br />

necesidad de acarrear el sufrimiento futuro de<br />

una vez y morir. Cuando observamos a los<br />

perfeccionistas, a veces vemos que se anticipan<br />

al futuro y abandonan el camino por el que<br />

todavía no han entrado. Se ven así mismo de este<br />

modo: “Soy así. No soy adecuado para la obra<br />

del Señor y el Reino del Señor. Y no está en mi<br />

naturaleza vivir una vida de fe”. Este 10% de<br />

preocupaciones puede desesperarles y finalmente<br />

◄ Contenido ►


hacerles abandonar sus vidas de fe, diciendo:<br />

“No son adecuado para esto así que voy a<br />

abandonar mi vida de fe.”<br />

Por tanto, deberían saber que este es el<br />

esquema del diablo. No caigan en estas<br />

preocupaciones, el Señor nos dijo: “No os<br />

inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de<br />

mañana ya tendrá sus propias inquietudes;<br />

bástele a cada día su afán”. Aunque no seamos<br />

gente perfecta en nuestra carne, ya que Jesús ha<br />

borrado todos nuestros pecados, todo lo que<br />

debemos hacer es sufrir por los problemas del<br />

presente a su debido momento. Si hay algo por lo<br />

que realmente necesitemos sufrir, es suficiente<br />

para sufrir ese día. Por supuesto, a veces no<br />

podemos dejar de sentirnos desesperados porque<br />

el 10% de preocupaciones abruma al otro 90% de<br />

nuestra vida de fe. Pero debemos apagar la<br />

pequeña llama de las preocupaciones antes de<br />

que queme toda nuestra fe. Tenemos que<br />

225 Bástele a cada día su afán<br />

reafirmar que Jesús tomó todas nuestras<br />

deb<strong>il</strong>idades y defectos junto con nuestros<br />

pecados cuando Él fue bautizado por Juan el<br />

Bautista.<br />

Debemos escuchar atentamente lo que la<br />

Biblia dice en Mateo 6:34. Cada uno de nosotros,<br />

los justos, que piense profundamente sobre sí<br />

mismo debe escuchar esta enseñanza del Señor.<br />

Debemos escuchar atentamente lo que Jesús dice<br />

sobre no preocuparse por el mañana. No debería<br />

ocurrir tal cosa como mirarse a uno mismo<br />

preocupado por el mañana, preocupándose por<br />

ello y abandonando la vida de fe. Si nos falta<br />

algo hoy, sufrimos un poco hoy, y si nos falta<br />

algo mañana, sufrimos un poco más mañana. No<br />

debemos ser como un perfeccionista, que dice:<br />

“Oh, no. Me es imposible seguir a Jesús” y<br />

suicidarnos como Judas, y convertirnos en<br />

cristianos o trabajadores de Dios estúpidos.<br />

¿Entienden lo que digo?<br />

◄ Contenido ►


En realidad, ¿hay muchas facetas en las que se<br />

preocupan por el futuro y el mañana? Sí, sin<br />

duda las hay. La mayor debe ser mirarse a uno<br />

mismo y preocuparnos. Como somos personas, y<br />

especialmente los justos entre ellos, nos<br />

preocupamos mucho. Si nos preocupamos por el<br />

mañana, morimos espiritualmente. Morimos<br />

ahora. Morir hoy sin ni siquiera haber vivido el<br />

mañana es realmente tonto.<br />

Lo que hace tropezar a nuestra fe son las<br />

preocupaciones del mundo. Es preocuparse por el<br />

mañana. Son las preocupaciones que nos<br />

guardamos para nosotros mismos en el corazón<br />

sin contárselas a nadie. Las preocupaciones por<br />

nuestras presentes deb<strong>il</strong>idades y defectos, y sus<br />

posibles repeticiones mañana nos hacen fracasar.<br />

¿Vamos a cargar con esto solos y morir solos,<br />

diciendo: “No se lo puedo decir a nadie”? Esa no<br />

es la voluntad de Dios.<br />

226 Bástele a cada día su afán<br />

Como en la marcha de los peregrinos que está<br />

apunto de ir hacia el Reino de Dios, nosotros<br />

somos los peregrinos. Pablo también a los santos<br />

“como peregrinos advenedizos” (1 Pedro 2:11).<br />

Somos los peregrinos y viajeros hacia el Reino,<br />

que viven en este mundo como el viento que<br />

pasa. Un viajero sufre problemas cada momento<br />

y cada día. No podemos ser viajeros si nos<br />

preocupamos por dónde voy a dormir, dónde voy<br />

a descansar. No es inteligente sacar a relucir<br />

nuestro sufrimiento por adelantado y sufrir de<br />

una sola vez y morir. Debemos decir a voz en<br />

grito en nuestro corazón: “No os inquietéis, pues,<br />

por el mañana; porque el día de mañana ya<br />

tendrá sus propias inquietudes; bástele a cada<br />

día su afán”.<br />

Tenemos que confesar con fe diciendo: “Es<br />

cierto. La enseñanza de nuestro Señor es<br />

verdadera. Es así. Nuestro Señor me enseñó que<br />

cuando llega el sufrimiento, tengo que afrontarlo<br />

◄ Contenido ►


día a día y no es inteligente sacar a relucir el<br />

sufrimiento y sufrir por adelantado. En realidad,<br />

como la enseñanza del señor, sufro día a día, y si<br />

Dios permite que tenga un problema, Él permite<br />

que simplemente lo sufra el mismo día”.<br />

No sabemos lo que pasará mañana y no<br />

sabemos qué difíc<strong>il</strong> será y a qué grandes defectos<br />

seremos expuestos. Cada día pueden aparecer<br />

diferentes preocupaciones, pero espero que no<br />

vayan en contra de la voluntad de Dios por culpa<br />

de esas preocupaciones. Nosotros, los justos,<br />

vivimos según la voluntad de dios al menos al<br />

90%. Es sólo un 10% en el que estamos<br />

enterrados en nuestras propias deb<strong>il</strong>idades. Todo<br />

el mundo está así de enterrado en sus propias<br />

deb<strong>il</strong>idades de todas formas. Por tanto, no<br />

deberíamos morir como consecuencia de esto.<br />

Está escrito: “No os inquietéis, pues, por el<br />

mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus<br />

propias inquietudes; bástele a cada día su afán”.<br />

227 Bástele a cada día su afán<br />

¿Están seguros de que es suficiente sufrir por los<br />

problemas de hoy? Sí, estamos seguros.<br />

Queridos hermanos cristianos, ¿sufren?<br />

¿tienen preocupaciones? —Sí—. Si tenemos<br />

sufrimientos hoy, los sufrimos solamente hoy.<br />

Entonces se acabaron. Mañana será un nuevo día.<br />

Les digo esto a todos los santos y los siervos y<br />

siervas de Dios. El Señor nos ha dicho: “No os<br />

inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de<br />

mañana ya tendrá sus propias inquietudes;<br />

bástele a cada día su afán”. ¿Cómo de grande es<br />

esta verdad? ¡Qué preciosa es esta amonestación!<br />

Si nuestro Señor no hubiera dicho esto,<br />

estaríamos sometidos a nuestras deb<strong>il</strong>idades<br />

presentes e incluso moriríamos por culpa de las<br />

abrumadoras preocupaciones al anticipar las<br />

deb<strong>il</strong>idades del futuro, diciendo: “Tengo que<br />

hacer lo mismo en el futuro”. Este es el mismo<br />

pesimismo que tenía Judas Iscariote. Judas tenía<br />

remordimientos al ver que Jesús había sido<br />

◄ Contenido ►


condenado, y entonces tiró las treinta piezas de<br />

plata en el templo, se fue y se colgó, diciendo:<br />

“Soy una persona que merece morir así”. ¿Fue<br />

concienzudo al hacer eso? No. Esa no es la<br />

voluntad de nuestro Señor.<br />

Suicidarse para responsab<strong>il</strong>izarse por lo que<br />

uno ha hecho no es la manera de obedecer al<br />

Señor. “Bástele a cada día su afán”. Nuestra<br />

vida es problemática e imperfecta. Así es nuestra<br />

vida. Si debemos sufrir porque no somos<br />

perfectos, entonces podemos sufrir en el<br />

momento en que aparece nuestra imperfección.<br />

Espero que no se conviertan en los que sufren<br />

por adelantado, o que no abandonen su fe por<br />

miedo al futuro.<br />

No debemos ser nuestros propios maestros. El<br />

señor es el único Maestro de todos nosotros. Es<br />

correcto que cuánto más vivimos una vida de fe,<br />

más sentimos nuestras insuficiencias. Sin<br />

embargo, no debemos preocuparnos por lo que<br />

228 Bástele a cada día su afán<br />

nos pasará mañana. Mañana es mañana y ahora<br />

es ahora.<br />

Esto es todo lo que puedo decirles. Si<br />

entendieron alguna cosa, creo que mi predicación<br />

ha tenido éxito. Por eso repito la misma<br />

enseñanza una y otra vez en el mismo sermón.<br />

En realidad, nosotros no podemos hacer otra<br />

cosa que morir con todos nuestras<br />

preocupaciones por el mañana. Ustedes y yo no<br />

podemos dejar de ser estos seres si permaneces<br />

solo en nuestros pensamientos carnales. Sin<br />

embargo, nuestro Señor nos ha salvado a los que<br />

somos así con Su Palabra del agua y el Espíritu.<br />

Y Él nos amonesta así: “No os inquietéis, pues,<br />

por el mañana; porque el día de mañana ya<br />

tendrá sus propias inquietudes; bástele a cada<br />

día su afán”. Nuestro Señor nos ha salvado de<br />

nuestras preocupaciones e imperfecciones. Él nos<br />

salvó a ustedes y a mí. Queridos hermanos<br />

cristianos, ¿no es verdad? —Sí—.<br />

◄ Contenido ►


Aquellos que abandonan su vida de fe miran<br />

hacia lo que podría pasar mañana y se preocupan<br />

por adelantado y han dejado su vida de fe. Existe<br />

una gran probab<strong>il</strong>idad de que el número de ese<br />

tipo de gente aumente. Por eso nuestro Señor<br />

dice esto. “No os inquietéis, pues, por el<br />

mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus<br />

propias inquietudes; bástele a cada día su afán”.<br />

Solo tenemos que sufrir día a día. No hay nadie<br />

que no tenga tanto sufrimiento, y el Señor Dios<br />

nos ha hecho los justos que pueden superar todos<br />

los sufrimientos con la fe. Los sufrimientos, ya<br />

sean por nuestros defectos o por la persecución<br />

que el Señor permitió, debemos padecerlos ese<br />

día, y no hay razón por la que debemos<br />

preocuparnos por adelantado. Esto es fe. El<br />

Señor sobrepasó todas nuestras deb<strong>il</strong>idades.<br />

Nuestro Señor, no sólo nos ha salvado de todos<br />

nuestros pecados, sino que también de todas<br />

nuestras preocupaciones. Cuando lo creemos y<br />

229 Bástele a cada día su afán<br />

seguimos al Señor, sentimos que no hay<br />

preocupaciones, problemas, miedos o dolor.<br />

Si no hubiéramos escuchado esta enseñanza<br />

hoy, habría una gran probab<strong>il</strong>idad de que<br />

dijésemos: “Oh, lo dejo ahora. Oh, moriré ahora”<br />

en nuestra vida de fe. Cuando se acerque la<br />

venida del seño, estoy seguro de que veremos<br />

mucha gente así. Es porque este momento hace a<br />

cada uno más vulnerable a los defectos. Nuestras<br />

preocupaciones aumentan porque el mundo es<br />

caótico y difíc<strong>il</strong> de sobrellevar, pero no deben<br />

preocuparse por los problemas del mañana por<br />

adelantado y morir hoy. Espero que se conviertan<br />

en los que se preocupan mañana de los<br />

problemas de mañana. También espero que crean<br />

que a cada día le basta su afán.<br />

Los problemas y el sufrimiento no duran<br />

siempre. Lo que duro siempre para nosotros, los<br />

que hemos recibido la remisión de los pecados,<br />

es el Señor, la salvación y el Reino de los cielos.<br />

◄ Contenido ►


Las preocupaciones son temporales y no duran.<br />

Tal y como un día puede estar claro o nublado,<br />

lluvioso o soleado, nosotros no somos siempre de<br />

la carne o del espíritu, o siempre insuficiente o<br />

siempre desobedientes. Aunque seamos<br />

insuficientes, seguimos la voluntad del Señor.<br />

Jesús ya se había encargado de todos nuestros<br />

defectos. Por tanto, espero que vivan según la fe<br />

en la enseñanza del Señor. Damos gracias al<br />

Señor por darnos esta enseñanza para no caer en<br />

nuestras preocupaciones. Qué grande es esta<br />

enseñanza para nosotros, los que estamos<br />

viviendo en los últimos días, estamos muy<br />

agradecidos.<br />

Sufrimos cada día, pero el sufrimiento de un<br />

día es suficiente para ese día, y debemos vivir<br />

para la obra bendita con fe en Dios por lo que<br />

pudiera pasar mañana.<br />

¡Aleluya! <br />

230 Bástele a cada día su afán<br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

7<br />

◄ Contenido ►


232 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

Al creer en el poder del<br />

Evangelio debemos entrar<br />

por la puerta estrecha<br />

< Mateo 7:13-14><br />

“Entrad por la puerta estrecha, porque<br />

ancha es la puerta y espaciosa la senda que<br />

lleva a la perdición, y son muchos los que por<br />

ella entran. ¡Qué estrecha es la puerta y qué<br />

angosta es la senda que lleva a la vida, y cuán<br />

pocos son los que dan con ella!”<br />

En el pasaje de las Escrituras de hoy, nuestro<br />

Señor nos ordenó que “entrásemos por la puerta<br />

estrecha”. ¿Qué es entonces está puerta estrecha<br />

por la que nos dice que entremos? Y ¿qué quiso<br />

decir con la puerta ancha? Todos nosotros<br />

debemos caminar ahora por la senda estrecha y<br />

difíc<strong>il</strong>. Para ello, debemos creer en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu todavía más<br />

ardientemente, y debemos caminar sólo por la fe<br />

en la Palabra de Dios. Claro que podríamos<br />

abandonar la senda estrecha y volvernos a la<br />

senda más fác<strong>il</strong> y ancha, pero no debemos<br />

hacerlo, porque el Señor nos ha dicho que<br />

caminemos por la senda estrecha y difíc<strong>il</strong>.<br />

Hay muchos en este mundo a los que nos les<br />

gusta entrar por la puerta difíc<strong>il</strong> a través de la<br />

senda difíc<strong>il</strong>. Como la senda parece demasiado<br />

estrecha, difíc<strong>il</strong> y peligrosa para ellos, y sólo uso<br />

pocos dan con ella, son reacios a embarcarse en<br />

ella, e incluso opinan que cualquiera que esté en<br />

esta senda sólo puede ser estúpido. Sin embargo<br />

esta fe no es la de un creyente con sentido<br />

común.<br />

La sabiduría que lleva a la vida se encuentra<br />

en la senda estrecha. Los que están en esta senda<br />

◄ Contenido ►


233 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

son notablemente sabios. Así, esta gente no duda<br />

en embarcarse en esta senda, aunque sólo sean<br />

unos pocos. Aunque es verdad que hay muchos<br />

en este mundo a los que no les gusta la senda<br />

estrecha, no es el caso general. Aunque su<br />

número sea muy reducido, en realidad hay<br />

mucha gente que busca la senda estrecha y que<br />

están contentos de caminar por ella. Para que<br />

todos sean salvados de sus pecados, deben entrar<br />

firmemente por la puerta estrecha.<br />

La senda estrecha es la senda de la<br />

verdad, la senda hacia la vida eterna<br />

Un innumerable grupo de personas en este<br />

mundo profesa creer en Jesús, pero muchos de<br />

ellos están en realidad caminando por la senda<br />

ancha debido a su negativa a darse cuenta y creer<br />

que Jesús tomó todos los pecados del mundo<br />

sobre si mismo al ser bautizado por Juan el<br />

Bautista. Los que caminan por la senda estrecha<br />

saben que están en el camino correcto hacia la<br />

vida eterna, porque creen en la verdad de que el<br />

bautismo de Jesús borró todos los pecados del<br />

mundo de una vez por todas.<br />

Pero, ¿quién de entre los cristianos de este<br />

mundo conoce este misterio de la puerta estrecha<br />

y la senda difíc<strong>il</strong>? Incluso los llamados<br />

evangélicos de esta era no saben que Jesús tomó<br />

los pecados del mundo sobre si mismo a través<br />

del bautismo que recibió de Juan. La importancia<br />

del bautismo de Jesús reside en que contiene la<br />

asombrosa verdad de la salvación, que Jesús<br />

tomó todos los pecados de este mundo y fue<br />

crucificado por nosotros.<br />

Con todos los cristianos nominales que creen<br />

en Jesús como si estuvieran meramente<br />

practicando una de las muchas religiones del<br />

mundo, creen que fue solamente a través de la<br />

◄ Contenido ►


234 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

Cruz que Jesús perdonó todos sus pecados; estos<br />

cristianos saben que sus pecados permanecen<br />

intactos en sus corazones. Entre los llamados<br />

evangélicos, muchos afirman que uno puede<br />

estar sin pecado simplemente al creer en Jesús<br />

como el Salvador. Incluso se burlan de nosotros,<br />

diciendo: “Todo lo que hemos de hacer es creer<br />

en Jesús como nuestro Salvador personal.<br />

Entonces ¿para qué tenemos que conocer y creer<br />

en este Evangelio del agua y el Espíritu?”<br />

Insisten en que está bien creer que están sin<br />

pecado, y así, rechazan creer en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Pero de hecho, están<br />

caminando por la senda ancha del mundo,<br />

siguiendo y asim<strong>il</strong>ándose con la mayoría de la<br />

cristiandad secularizada.<br />

Si el Señor nos habló del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, entonces debemos estar contentos de<br />

recibir el poder de la remisión de los pecados al<br />

creer en el Evangelio de la salvación tal y como<br />

es. Al creer y difundir el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, estamos en realidad caminando por la<br />

senda estrecha y difíc<strong>il</strong>. Los que caminan por la<br />

senda estrecha deben reprender a los que están en<br />

la senda ancha para que vuelvan a la Palabra de<br />

Dios y la sigan. Sean cuales sean las<br />

circunstancias para los creyentes del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, cuando el Señor mismo les<br />

ha dicho que vayan por la senda estrecha,<br />

entonces deben caminar por esta senda con fe.<br />

Con todo, muchísimos cristianos han hecho<br />

muchos compromisos con la gente del mundo<br />

para caminar por la senda ancha que ¿cómo<br />

podrían recibir la remisión de los pecados en sus<br />

corazones? Estos cristianos que viven sus vidas<br />

comprometiéndose con la gente de mundo<br />

mantienen todavía sus pecados intactos en sus<br />

corazones, y sólo caminan por la senda ancha<br />

para alcanzar al final la destrucción, a pesar de<br />

profesar su fe en Jesús como su Salvador.<br />

◄ Contenido ►


235 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

El Apóstol Pablo dijo: “¿O ignoráis que<br />

cuantos hemos sido bautizados en Cristo Jesús<br />

fuimos bautizados para participar de su<br />

muerte?” (Romanos 6:3). También dijo: “Pero si<br />

alguno no tienen el Espíritu de Cristo, éste no es<br />

de Cristo”. (Romanos 8:9). El resultado de creer<br />

en Jesús como el Salvador es ser salvado de los<br />

pecados, estar sin pecado, y tener el Espíritu<br />

Santo morando en el corazón.<br />

Aunque no podamos ver al Espíritu Santo con<br />

nuestros ojos, Él es el Espíritu de la verdad que<br />

desciende sobre los que creen en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu que Jesús nos dio. Y la función<br />

del Espíritu Santo es atestiguar a estos creyentes<br />

sobre el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

asegurándoles “El Señor os ha salvado<br />

perfectamente de todos vuestros pecados a través<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto<br />

estáis sin pecado”.<br />

Como Él es el Espíritu que atestigua la Palabra<br />

de la verdad en los corazones de los creyentes del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, no es posible<br />

encontrar ningún pecado en sus corazones. Él<br />

habita en los corazones de los nacidos de nuevo,<br />

y permite que sus mentes tengas los testimonios<br />

concretos de salvación. En otras palabras, el<br />

Espíritu Santo atestigua que todos los pecados de<br />

este mundo fueron pasados al cuerpo de Jesús<br />

cuando fue bautizado por Juan el Bautista. El<br />

Espíritu Santo da fuerza a los que caminan por la<br />

senda estrecha, dándoles fe, guiándoles y<br />

enseñándoles todo con la Palabra de la verdad, y<br />

manteniéndoles firmes. Al recordarnos la Palabra<br />

de Evangelio del agua y el Espíritu que ha<br />

limpiado nuestros pecados, el Espíritu Santo da<br />

fuerza a nuestras almas, mentes y cuerpos.<br />

Resumiendo, Él testifica que Jesús fue bautizado<br />

por nosotros y murió por nosotros en la Cruz.<br />

◄ Contenido ►


236 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

Aquellos que creen y siguen el<br />

Evangelio de la verdad son los que<br />

caminan por la senda estrecha<br />

Aquellos que caminan por la senda estrecha<br />

son sacerdotes espirituales que libran de sus<br />

pecados a los que han caído en la perdición.<br />

Ellos son los que creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu. Y el Señor se complace con esta<br />

gente que está en la senda estrecha y difíc<strong>il</strong>. Por<br />

muy difíc<strong>il</strong> que sea esta senda de los justos,<br />

como es el camino que salva otros de sus<br />

pecados, todos debemos seguir esta senda. Y<br />

debemos servir al Evangelio día y noche para<br />

salvar de sus pecados a aquellos que no han<br />

recibido la remisión de los pecados todavía. En<br />

otras palabras, debemos guiar a aquellos que<br />

están todavía en la senda ancha para que ellos<br />

también puedan entrar por la puerta estrecha.<br />

Esta gente que camina por la senda ancha debe<br />

recordar que aunque esta senda sea cómoda para<br />

ellos, si continúan siguiéndola, terminarán en el<br />

camino a la destrucción.<br />

Aquí, aquellos que caminan por la senda<br />

ancha se refieren a los cristianos hipócritas que<br />

se han comprometido con la gente del mundo y<br />

consecuentemente caminan por el camino a la<br />

destrucción. Ellos son los que se rebelan contra<br />

la verdad del Evangelio del agua el Espíritu,<br />

afirmando que es correcto tener pecados a pesar<br />

de creer en Jesús.<br />

¿Qué dijo nuestro Señor sobre esta gente que<br />

se encuentra en la senda ancha? Él dijo: “Porque<br />

ancha es la puerta y espaciosa la senda que lleva<br />

a la perdición, y son muchos los que por ella<br />

entran”. Dicho de otra manera, hay cristianos<br />

cuyos pecados permanecen intactos y que caen<br />

en su destrucción, incluso profesando creer en<br />

Jesús, por su negativa a conocer el Evangelio del<br />

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237 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

agua y el Espíritu. Con todo, es esta falsa fe suya<br />

la que atrae a la gente, y es la senda ancha a la<br />

destrucción la que la gente sigue.<br />

Ellos enseñan que todo lo que los cristianos<br />

deben hacer es ser virtuosos. Pero esta fe es<br />

errónea y se desvía completamente de la verdad.<br />

Este tipo de enseñanza es considerablemente<br />

diferente de la verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que nos ha hecho sin pecado. A pesar de<br />

ello, la gente de este mundo encuentra más<br />

atractiva la fe de los que no creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Aunque estos<br />

cristianos nominales no han recibido la remisión<br />

de sus pecados, aun cuando van a la iglesia, aun<br />

así se ganan la aprobación de los laicos si viven<br />

virtuosamente. Pero Dios no aprueba este tipo de<br />

fe como la fe correcta.<br />

Por tanto, aquellos de nosotros que han<br />

escogido la senda estrecha vivimos una vida<br />

dentro de la Iglesia de Dios que predica el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, Su Palabra, y<br />

siguen Su voluntad. Hemos escuchado y creído<br />

la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

por tanto hemos sido salvados de nuestros<br />

pecados y estamos sin pecado de una vez por<br />

toda. Y después de ser salvados de nuestros<br />

pecados, nos hemos convertido en trabajadores<br />

de Dios que guían a otras almas por el camino de<br />

la vida. Así nos hemos convertido en los que<br />

caminamos por la senda estrecha y difíc<strong>il</strong>.<br />

Sin embargo, muchos cristianos no creen en<br />

Jesús para ser limpiados de sus pecados, ni<br />

tampoco quieren convertirse en justos. Es<br />

profundamente perturbador que este tipo de fe se<br />

está extendido cada vez más y que sus seguidores<br />

alardeen tanto mientras caminan por la senda<br />

ancha y laica. Siempre se dan bombo a si<br />

mismos, creyéndose muy listos. Ni siquiera se<br />

dan cuenta de que está mal caminar por la senda<br />

ancha, y aún así, perversamente, continúan<br />

◄ Contenido ►


238 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

tachando de estúpidos a los nacidos de nuevo que<br />

caminan por la senda estrecha.<br />

Incluso algunos líderes cristianos ignoran el<br />

hecho de que en realidad están caminando por el<br />

camino ancho sin darse cuenta. Para ellos, el ser<br />

reconocidos por otros y ganarse una reputación<br />

mundana es una de las cuestiones más<br />

importantes, y desafortunadamente, su fe<br />

también atrae a mucha gente, como un político<br />

que tiene don de gentes atrae a muchos votantes.<br />

Saben muy bien lo que a la gente le gusta y lo<br />

que quieren tener. Hablan de lo que complace a<br />

la gente y no de lo que complace a Dios. Son<br />

falsos maestros y siervos de Satanás. Los<br />

verdaderos siervos de Dios nunca hacen lo que<br />

estos falsos maestros hacen. Como el Apóstol<br />

Pablo dijo: “¿Busco yo ahora el favor de los<br />

hombres o el de Dios? ¿Acaso busco agradar a<br />

los hombres? Si aún buscase agradar a los<br />

hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas<br />

1:10).<br />

Por tanto, tenemos aún más razones para dejar<br />

de lado la fe del mundo y seguir el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu que nos lleva a esta senda<br />

estrecha que agrada a Dios. Para ello debemos<br />

creer que el Evangelio del agua y el Espíritu es la<br />

verdad que nos sitúa en la senda estrecha, y<br />

debemos seguirlo como tal. Al poner nuestra fe<br />

en la Palabra escrita de la verdad, todos nosotros<br />

debemos seguir esta senda. Debemos entender<br />

por qué nuestro Señor nos dijo que entrásemos<br />

por la puerta estrecha, y seguirla con fe.<br />

Debemos darnos cuenta de por qué el Señor dijo<br />

que pocos encuentran esta senda estrecha que da<br />

a la puerta de la vida, debido a su dificultad, y<br />

debemos seguir y servir al Evangelio del agua y<br />

el Espíritu.<br />

Aquellos de nosotros que han nacido de nuevo<br />

hemos entrado por la puerta estrecha, porque<br />

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239 Al creer en el poder del Evangelio debemos entrar por la puerta estrecha<br />

creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu. Y<br />

también caminamos por la senda estrecha junto<br />

con el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Los justos que creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu simplemente no pueden embarcarse<br />

en la senda ancha, porque está escrito: “No améis<br />

al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno<br />

ama al mundo, no está en él la caridad del<br />

Padre. Porque todo lo que hay en el mundo,<br />

concupiscencia de la carne, concupiscencia de<br />

los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre,<br />

sino procede del mundo. Y el mundo pasa, y<br />

también sus concupiscencias; pero el que hace la<br />

voluntad de Dios permanece para siempre” (1<br />

Juan 2:15-17).<br />

Doy infinitas gracias a nuestro Señor que nos<br />

ha puesto en la senda estrecha. <br />

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240 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

¿Qué haríamos si fuésemos<br />

abandonados por el Señor<br />

en el último día?<br />

< Mateo 7:21-23><br />

“No todo el que dice: ¡Señor, Señor!,<br />

entrará en el reino de los cielos, sino el que<br />

hace la voluntad de mi Padre, que está en los<br />

cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor,<br />

Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en<br />

nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu<br />

nombre hicimos muchos m<strong>il</strong>agros?’ Yo<br />

entonces les diré: ‘Nunca os conocí, apartaos<br />

de mí, obradores de iniquidad.’”<br />

Todo nacido en este mundo está destinado a<br />

enamorarse al menos una vez. Así es como un<br />

hombre y una mujer se convierten en uno solo en<br />

el matrimonio. Pero para la mayoría existe<br />

también un tipo de amor llamado amor no<br />

correspondido. Existe un amor que lo siente sólo<br />

una de las partes, en otras palabras, no tienen<br />

nada que ver con cómo se siente la otra persona y<br />

cuáles son sus intenciones. En pocas ocasiones<br />

este amor es fructífero; en la mayoría de los<br />

casos se convierte en amor de sólo una de las<br />

partes por la otra persona. En estos casos,<br />

generalmente se olvida con el tiempo, y queda<br />

sólo un recuerdo distante de un dolor de corazón<br />

hace mucho tiempo; pero también existe el amor<br />

de los acosadores que es mucho peor que el amor<br />

no correspondido. Hay gente que se obsesiona<br />

con el objeto de su amor, por mucho que sean<br />

rechazados una vez tras otra. En casos extremos,<br />

este amor obsesivo conduce a uno a matar a la<br />

persona a quien ama.<br />

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241 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

Estos acosadores a menudo piensan y creen<br />

que la otra persona les quiere en realidad, cuando<br />

de hecho no es así. Sufren un tipo de enfermedad<br />

mental.<br />

En el amor, la voluntad de cada uno es crucial,<br />

del mismo modo que al aplaudir se necesitan<br />

ambas manos. Amar a alguien fervientemente<br />

pero sólo por tu cuenta no es un amor adecuado.<br />

Cuando incluso el amor de este mundo es así, es<br />

muchos menos probable que haya un amor no<br />

correspondido entre Dios y los hombres.<br />

Dios nos dijo que ama a todo el mundo por<br />

igual. Bendice y ama a todo el que entiende Su<br />

amor correctamente y lo acepta con gratitud<br />

mediante la fe. Les da la Salvación<br />

incondicionalmente. Sin embargo, a aquellos que<br />

no hacen esto, Él les envía Su ira y los rechaza.<br />

La razón es que su amor por Dios es erróneo.<br />

Dios dijo en el Evangelio según Mateo que Él no<br />

conoce a esta gente.<br />

Cuando la gente le dijo: “¡Señor, Señor!, ¿no<br />

profetizamos en tu nombre, y en nombre tuyo<br />

arrojamos los demonios, y en tu nombre hicimos<br />

muchos m<strong>il</strong>agros?” el Señor les declaró: “Nunca<br />

os conocí, apartaos de mí, obradores de<br />

iniquidad” (Mateo 7:23).<br />

Consideremos por un instante lo que ocurriría<br />

si aquellos que no creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu se presentasen ante Dios con todos<br />

sus pecados intactos. Se dirigirían al Señor como<br />

si se estuvieran dirigiendo a otro ser humano.<br />

Podemos imaginarnos esta conversación entre<br />

una de estas personas y el Señor Jesús.<br />

“¿Cómo estás Señor? Cuando vivía en la tierra<br />

siempre pensé que eras hermoso, pero es todavía<br />

mayor honor poder conocerte en persona.<br />

Gracias Señor. Me has salvado de esta manera. Y<br />

aunque tenga unos pocos pecados, como creo en<br />

Ti, estoy seguro de que he sido salvado. Bueno,<br />

ahora me iré al hermoso lugar que has preparado<br />

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242 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

para mí. ¡Adiós! Nos vemos pronto.” cuando este<br />

hombre intenta alejarse de Su presencia, el Señor<br />

le llama porque tiene unas cuantas palabras que<br />

decirle.<br />

“Pero, ¡espera! ¡Aquellos que tienen pecados<br />

no pueden ir a ese sitio!”<br />

“Bueno, es verdad que todavía tengo pecados,<br />

pero creo que aún así puedo ir allí porque creo en<br />

Jesús como mi Salvador.”<br />

“¡No, no funciona así!. Todavía tienes<br />

pecados, ¿no?”<br />

“Bueno, sí. Todavía tengo pecados.”<br />

“Entonces, ¿cómo te atreves a ir al lugar que<br />

he preparado para los sin pecado? ¡Escucha!<br />

¡Lanzad a este tipo al fuego inextinguible para<br />

sufrir para siempre! Y antes de que hagan esto,<br />

deberías confesar tus pecados.”<br />

Entonces el hombre empieza a confesar todos<br />

los pecados que había cometido antes abriendo<br />

bien sus labios y sin dudar, diciendo: “Bueno,<br />

cuando vivía en el mundo pasado, cometí este<br />

pecado y el otro…”.<br />

Entonces el Señor le dice: “De acuerdo, es<br />

suficiente. Estás más que cualificado para ir al<br />

infierno. Como tienes pecados, ve el infierno<br />

donde hace calor y se está a gusto para un<br />

hombre como tú”.<br />

“¿Qué? ¡Pero cuando estaba en el mundo yo<br />

creía en Ti! ¡Yo profeticé en Tu nombre! ¡Di<br />

testimonio de Ti a mucho gente! ¡Vendí mi casa<br />

para servirte; ayudé a huérfanos; asistí a cada<br />

reunión de oración d<strong>il</strong>igentemente; curé a<br />

muchas personas enfermas; ayuné por Ti y<br />

sacrifiqué mucho por Ti!” En ese momento, al<br />

pensar que todo es demasiado injusto, rechina los<br />

dientes tan furiosamente que suena como si sus<br />

dientes se fueran a partir. ¡Podemos imaginarnos<br />

que la odontología estará en auge en el infierno!<br />

Pero, en serio, todos los pecadores, hayan creído<br />

o no en Jesús, si no creyeron en Jesús dentro de<br />

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243 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

la verdad del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

están condenados a ser echados a este lugar de<br />

fuego eterno.<br />

En Jeremías 17:1 Dios dijo: “El pecado de<br />

Judá está escrito con est<strong>il</strong>ete de hierro, a punta<br />

de diamantes se ha grabado en la tabla de su<br />

corazón y en los cuernos de sus altares”. Judá<br />

ser refiere a la tribu real entre los israelitas, y<br />

Dios ut<strong>il</strong>izó esta palabra para representar a todo<br />

el pueblo de Israel. Y aún más, implica a todos<br />

los seres humanos, ya que la Biblia se apoya en<br />

el principio representativo; por ejemplo, Adán se<br />

invoca como el representante de la humanidad<br />

(Romanos 5:18).<br />

Los diamantes son formas cristalinas de<br />

carbón en forma de cubo y son la sustancia<br />

natural conocida más dura del mundo. Por eso<br />

cuando se dice aquí que los pecados de la gente<br />

están escritos en las tablas de sus corazones con<br />

la punta de un diamante, no pueden ser borrados<br />

a no ser que sean lavados al creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu.<br />

Por eso para los pecados que han cometido los<br />

que no han recibido todavía la remisión de los<br />

pecados están escritos en las tablas de sus<br />

corazones. Por muy bien versados que estén en<br />

teología sistemática, sean expertos en teología<br />

Calvinista, tengan doctorados, enseñen teología<br />

en seminarios, u ocupen altas posiciones en las<br />

iglesias, los pecados que están escritos en las<br />

tablas de sus corazones no pueden ser borrados<br />

sin creer en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Por eso cuando esta gente reza a Dios, los vemos<br />

confesándose ser pecadores, porque las tablas de<br />

sus corazones están llenas de sus pecados.<br />

Como los pecadores no pueden tener una<br />

relación con Dios en la Verdad, aunque así lo<br />

quieran, intentan comprometerse con oraciones<br />

en las montañas, ayunos, hablando en lengua y<br />

viendo visiones para poder conocer al Señor a<br />

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244 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

través de las llamadas experiencias místicas. Pero<br />

al final todas estas cosas son en vano, y todo lo<br />

que han hecho es vivir una vida falsa de fe que<br />

engaña a sus corazones.<br />

El pasaje de Jeremías arriba mencionado<br />

también dice que el pecado de Judá está grabado<br />

en “los cuernos de sus altares”. Los cuernos de<br />

los altares aquí se refieren al Libro de lo Hechos.<br />

Hay dos Libros en el Reino de Dios: el Libro de<br />

la Vida y el Libro de los Hechos (Apocalipsis<br />

20:12). En el Libro de los Hechos, Dios ha<br />

escrito con todo detalle todas y cada una de las<br />

iniquidades de todos los pecadores.<br />

Por tanto, si estos pecadores no creen en el<br />

Evangelio del agua y del Espíritu, nunca<br />

escaparán de su estado pecador mientras vivan en<br />

este mundo. Todos los que buscan borrar los<br />

pecados que están escritos en las tablas de sus<br />

corazones, sean quienes sean, deben creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, y que Jesús les<br />

ha salvado del modo más apropiado, al tomar<br />

todos sus pecados a través del bautismo que<br />

recibió de Juan y la sangre que derramó en la<br />

Cruz. Entonces, sus nombres se pueden escribir<br />

en el Libro de la Vida, y sólo entones pueden<br />

convertirse en el pueblo de Dios.<br />

¿Están sus nombres escritos ahora en<br />

el Libro de la Vida?<br />

Todo el mundo está destinado a presentarse<br />

una vez ante el trono del juicio de Dios.<br />

Imaginémonos que un creyente del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu se presenta ante Dios ese día.<br />

Dios ordena a Sus ángeles: “Mirad si su nombre<br />

se encuentra en el Libro de la Vida”. Entonces<br />

los ángeles lo comprueban, y sin duda, su<br />

nombre está escrito en él.<br />

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245 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

Entonces Dios le dice: “Mi querido hijo,<br />

cuando estabas en la tierra, lavaste tus pecados al<br />

creer en la verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que yo te había dado libremente.<br />

Entonces trabajaste duro para Mí, y derramaste<br />

muchas lágrimas por Mí también. Me encargaré<br />

de que nunca más salgan lágrimas de tus ojos.<br />

Nunca más habrá tal sufrimiento, ni tampoco te<br />

atacará Satanás. Bien hecho, hijo mío”.<br />

Entonces el Señor encarga a Sus ángeles que<br />

le coronen.<br />

“¡Gracias, Señor; es todo un honor para mí!”<br />

“¡Traed una corona y ponérsela en la cabeza!”<br />

“Estoy completamente agradecido, Señor. Que<br />

me hayas salvado de mis pecados es suficiente<br />

para esta infinitamente en deuda contigo, y sin<br />

embargo ¿me coronas Tú a mí por la pequeña<br />

tarea que hice por Ti? Gracias, Señor. Es<br />

suficiente que me hayas salvado. Que pueda<br />

entrar en Tu Reino para vivir allí por siempre es<br />

suficiente recompensa para mí. Entonces, ¿puedo<br />

entrar en el Cielo ya?”<br />

“¡Claro!¡Traed un ángel! Dejad que el<br />

m<strong>il</strong>lonésimo hijo de Dios monte a su espalda.”<br />

El ángel que ha sido llamado llega y le dice:<br />

“¡Aquí estoy mi señor! Por favor, suba a mi<br />

espalda”.<br />

“Está muy acolchado. Vamos a algún sitio<br />

bonito.”<br />

El ángel empieza con cuidado a mover las alas<br />

para volar.<br />

“¿Le gustaría ir a dar una vuelta, mi señor?”<br />

“¡Wow! ¡Esto es marav<strong>il</strong>loso! ¿Cómo de<br />

grande es el Cielo?”<br />

“Bueno, he estado volando por aquí durante<br />

m<strong>il</strong>es de m<strong>il</strong>lones de años, pero todavía no he<br />

llegado al final.”<br />

“¿De verdad? Puedes bajarme ahora. Debo<br />

pesar mucho.”<br />

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246 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

“Mi señor, nunca se nos gasta la energía aquí<br />

en el Cielo.”<br />

“¿En serio? Gracias. Deja que haga mi primer<br />

paso en el suelo del Cielo. ¿Dónde están los<br />

demás justos que vinieron aquí antes que yo?”<br />

“Están ahí.”<br />

“Vamos a verlos.”<br />

Entonces el creyente se encuentra con todos<br />

los justos que han llegado antes que él, y<br />

establece una hermandad eterna con ellos por<br />

todos los deseos de su corazón. Todas estas cosas<br />

pueden parecer una fantasía, pero es lo que<br />

realmente ocurrirá a aquellos que crean en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

¡Bienaventurados los que han sido salvados por<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu!<br />

No obstante hay mucho idiotas espirituales en<br />

el cristianismo de hoy en día que son tercos para<br />

aceptar el regalo de Dios del Evangelio del agua<br />

y el Espíritu. Esta gente, aunque en realidad<br />

crean en Jesús, han creído erróneamente, ya que<br />

no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Es aterrorizador ver cómo se aferran a su fe<br />

fraudulenta cuando el Evangelio verdadero se les<br />

ha enseñado tan obviamente.<br />

Si la gente quiere ser salvada de sus pecados,<br />

entonces deben creer de todo corazón en la<br />

verdad del Evangelio del agua y el Espíritu, que<br />

nos dice que Jesús aceptó todos los pecados del<br />

mundo al ser bautizado por Juan (Mateo 3:13-17)<br />

y nos salvó sufrió el castigo de nuestros pecados<br />

en nuestro lugar al derramar Su sangre en la<br />

Cruz. No podemos entrar en el Cielo si creemos<br />

en cualquier cosa que nos encontremos por el<br />

camino, porque Dios es justo en lo que se refiere<br />

al pecado y la salvación, y no es meramente un<br />

hombre con un buen corazón que vive al lado y<br />

que siempre tolera cualquier cosa a todo el<br />

mundo.<br />

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247 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

Dejen que les cuente una historia graciosa.<br />

Alguien subió al Cielo y en un rincón todo lo que<br />

vio fueron toneladas de orejas y labios ap<strong>il</strong>ados.<br />

Cuando la persona le preguntó a un ángel la<br />

razón de aquello, el ángel le explicó que estaban<br />

ahí en el Cielo porque solo los labios y las orejas<br />

se habían salvado. Si creemos en el Señor, es<br />

absolutamente necesario que creamos en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu desde el fondo<br />

de nuestro corazón, y así ser salvados con esta fe<br />

de todos nuestros pecados de una vez por todas.<br />

Muchos cristianos que todavía tienen sus<br />

pecados intactos ante el Señor, aún cuando en la<br />

actualidad creen en Jesús, piensan que no tendrán<br />

ningún problema para entrar en el Cielo aunque<br />

todavía mantengan sus pecados. Pero nuestro<br />

Señor les dirá: “No puedo consideraros sin<br />

pecado cuando en realidad todavía tenéis<br />

pecados. Yo ya había remitido todos vuestros<br />

pecados mediante el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu cuando estabais en el mundo, y aún así<br />

os negasteis a creer en este Evangelio con<br />

vuestros corazones. ¿Veis lo que quiero decir?<br />

¡Escuchad! Ahora, ¡echad a esta gente que<br />

rechazó Mi amor al fuego inextinguible!”<br />

Si hay pecados en sus corazones aún cuando<br />

creen en Jesús, entonces mientras vivan en la<br />

tierra escuchen el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, crean en él, y reciban la remisión de sus<br />

pecados que Dios les ha dado libremente por Su<br />

abundante gracia. Deben darse cuenta de que las<br />

almas que no lo hagan serán echadas al fuego<br />

eterno del infierno en el próximo mundo.<br />

Aquellos que afirman estar sin pecado, aún<br />

cuando sus pecados permanecen en sus<br />

corazones no hacen nada más que burlarse de<br />

Dios e intentar engañarle. Cuando llegue el día<br />

en que Dios juzgará el mundo, se darán cuenta de<br />

la enorme diferencia que hay entre los pecadores<br />

y los sin pecados. Ese día, se darán cuenta de por<br />

◄ Contenido ►


248 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

qué el Señor les había reprendido tanto para que<br />

creyeran en el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

recibieran la remisión del pecado. Y entonces,<br />

todos ellos lamentarán no haber creído.<br />

Todo cristiano cree igualmente en Jesús como<br />

el Salvador, pero existe una enorme diferenta de<br />

fe entre los que han recibido la remisión de los<br />

pecados y los que no: los primeros serán<br />

bienvenidos en el Cielo, pero los últimos serán<br />

echados al infierno. Si ustedes no reconocen<br />

todavía que la Palabra del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu es la verdad de la remisión de sus<br />

pecados, más tarde, en el Último día, sin duda<br />

será demasiado tarde.<br />

¿Hay algún pecado en sus corazones aunque<br />

crean en Jesús como el Salvador? Si es así,<br />

ustedes también son pecadores. Jesús es el<br />

Salvador que condena a los que dicen que tienen<br />

pecado. ¿Significa esto que sería correcto que<br />

insistiésemos ciegamente que no tenemos<br />

pecado? No, no es así. Podemos estar sin pecado<br />

solo cuando realmente creemos en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu de corazón y somos<br />

lavados de todos nuestros pecados de una vez por<br />

todas. El Cielo es un lugar en el que solo pueden<br />

entrar los que creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que ha borrado completamente sus<br />

pecados.<br />

Preparen la fe que les salva de sus pecados<br />

ahora, con el Evangelio del agua y el Espíritu. Si<br />

l dejan para luego, será demasiado tarde. Antes<br />

de que sea demasiado tarde, ¡crean en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu ahora y estén<br />

preparados! Si no aceptan el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, la verdad de la remisión de los<br />

pecados, en sus corazones, quedarán presos en el<br />

infierno. Todos los pecados serán encarcelados<br />

en el infierno, pero los justo moraran en el Cielo.<br />

¿Quién iba a decir que recibir la remisión de<br />

los pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

◄ Contenido ►


249 ¿Qué haríamos si fuésemos abandonados por el Señor en el último día?<br />

Espíritu sería tan preciado? Aquellos en este<br />

mundo que han escuchado el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu son muy afortunados.<br />

Alabo a nuestro Señor con este Evangelio.<br />

Doy gracias al Señor una vez más por salvarnos a<br />

nosotros, que habíamos sido todos pecadores, de<br />

todos los pecados del mundo mediante el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu de una vez por<br />

todas. Ustedes también, deben creer en el poder<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu ahora.<br />

Entonces se convertirán en los hijos de Dios para<br />

siempre. ¡Aleluya!<br />

◄ Contenido ►


La fe que cumple la<br />

voluntad de Dios Padre<br />

< Mateo 7:20-27><br />

“Por sus frutos, pues, los conoceréis. No<br />

todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el<br />

reino de los cielos, sino el que hace la voluntad<br />

de mi Padre, que está en los cielos. Muchos me<br />

dirán en aquel día: ‘¡Señor, Señor!, ¿no<br />

profetizamos en tu nombre, y en nombre tuyo<br />

arrojamos los demonios, y en tu nombre<br />

hicimos muchos m<strong>il</strong>agros?’ Yo entonces les<br />

diré: ‘Nunca os conocí, apartaos de mí,<br />

obradores de iniquidad’. Aquel, pues, que<br />

escucha mis palabras y las pone por obra, será<br />

el varón prudente, que edifica su casa sobre<br />

roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,<br />

soplaron los vientos y dieron sobre la casa;<br />

250 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

pero no cayó, porque estaba fundada sobre<br />

roca. Pero el que me escucha estas palabras y<br />

no las pone por obra, será semejante al necio,<br />

que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia,<br />

vinieron los torrentes, soplaron los vientos y<br />

dieron sobre la casa, que se derrumbó<br />

estrepitosamente.”<br />

Nuestro Señor les dijo a sus discípulos: “Por<br />

sus frutos los conoceréis”. Para los discípulos de<br />

Jesús, los frutos hacen referencia al<br />

establecimiento final de su fe. Simplificando, ser<br />

salvados de los pecados como resultado de creer<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu es el fruto<br />

que Dios aprueba, y la cuestión es si tenemos o<br />

no esos frutos. El modo de convertirse en<br />

verdaderos santos ante Dios, y no mentirosos, se<br />

encuentra en la fe que cree en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. En otras palabras, cuando<br />

◄ Contenido ►


creemos en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, podemos convertirnos en el verdadero<br />

pueblo de Dios, en vez de en falsos profetas.<br />

Además, para que nuestra fe dé frutos reales, no<br />

solo paja, nuestros corazones deben creer en la<br />

Palabra de Dios del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

Nuestro Señor dijo: “Todo árbol bueno da<br />

buenos frutos, y todo árbol malo da frutos<br />

malos”; así que también los podemos conocer<br />

por sus frutos.<br />

¿Podemos ser salvados de nuestros<br />

pecados y convertirnos en hijos de<br />

Dios simplemente por invocar el<br />

nombre del Señor?<br />

Hoy, me gustaría compartir con ustedes la<br />

251 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

clase de fe que puede hacer la voluntad de Dios.<br />

En Mateo 7:21, Jesús mismo dijo: “No todo el<br />

que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de<br />

los cielos, sino el que hace la voluntad de mi<br />

Padre, que está en los cielos”. Los que entran en<br />

el Reino de los cielos por la voluntad del Señor<br />

son los mismos que han recibido la remisión de<br />

los pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Los santos son los que creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. El fruto que se<br />

obtiene como resultado de creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu es el ser remitido de todos<br />

los pecados y convertirse en justos. Por tanto,<br />

solo aquellos que hacen la voluntad de Dio Padre<br />

pueden entrar en el cielo. Debemos entender la<br />

razón por la que nuestro Señor dijo: “No todo el<br />

que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de<br />

los cielos, sino el que hace la voluntad de mi<br />

Padre, que está en los cielos”.<br />

◄ Contenido ►


Aquí, en este pasaje, Jesús dice: “El que hace<br />

la voluntad de mi Padre”. ¿Quién es entonces<br />

esta gente que hace la voluntad de Dios? Son los<br />

que obedecen a la voluntad de Dios Padre. La<br />

Biblia dice: “Y ésta es la voluntad del que me<br />

envió; que yo no pierda nada de lo que me ha<br />

dado, sino que resucite en el último día. Porque<br />

ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que<br />

ve al Hijo y cree en El tenga la vida eterna, y yo<br />

lo resucitaré en el último día” (Juan 6:39-40).<br />

Dios realmente quiere salvarnos de los pecados a<br />

todos los pecadores.<br />

Entonces, ¿quién obedece la voluntad de Dios<br />

Padre, que es creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu? En primer lugar, son los que creen que<br />

Dios Padre envió a Su único Hijo, Jesucristo, a<br />

esta tierra, y que al hacer que Su Hijo fuera<br />

bautizado por Juan el bautista, el Padre hizo que<br />

Jesús cargara con todos los pecados del mundo<br />

hasta la Cruz, fuera crucificado de manos y pies<br />

252 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

y derramara Su sangre hasta morir; lavándonos<br />

así de todos nuestros pecados y siendo<br />

condenado por nuestros pecados.<br />

Creer en esta verdad de salvación es la fe que<br />

cree de acuerdo con la voluntad de Dios Padre en<br />

el Cielo. Aquellos que hacen la voluntad de Dios<br />

Padre y creen de acuerdo con ella entrarán en el<br />

Cielo, porque creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, la verdadera voluntad del Padre. Esta es<br />

la máxima providencia de Dio Padre. Todos<br />

nosotros debemos entender esto perfectamente, y<br />

debamos convertirnos en santos que creen en este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, porque solo<br />

creyendo en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

podemos convertirnos en hijos de Dios, ser<br />

remitidos de nuestros pecados y finalmente<br />

entrar en el Cielos.<br />

¿Qué nos quiso decir el Señor cuando dijo que<br />

“No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en<br />

el reino de los cielos”? El significado de este<br />

◄ Contenido ►


pasaje es que aquellos que intenten entrar al<br />

Cielo sin la fe que cree de todo corazón en la<br />

remisión de los pecados establecida por Dios, es<br />

decir, en el Evangelio del agua y el Espíritu, no<br />

podrá finalmente entrar en el Cielo. En otras<br />

palabras, nuestro Señor nos enseña aquí que solo<br />

porque la gente invoque su nombre ciegamente<br />

“¡Señor, Señor!” no quiere decir que tengan la fe<br />

que les permita entrar en el Cielo; sino que solo<br />

los que creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y que han sido así salvados de sus<br />

pecados, es decir, los que hacen la voluntad de<br />

Dios Padre, pueden entrar en el Reino del Padre.<br />

La razón por la que muchos cristianos, a pesar<br />

de creer en Jesús como su Salvador, no pueden<br />

entrar en el Cielo al finales que no tienen esta fe<br />

que cree en la Palabra del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, que les pede dar la perfecta remisión<br />

de los pecados. Al darnos la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu y hacernos creer<br />

253 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

en él, y hacernos admitir este Evangelio en<br />

nuestros corazones, nuestro Señor nos ha<br />

permitido entrar en el Cielo mediante la fe. Si<br />

todos nosotros tenemos esta fe que creer en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

entonces no hay razón alguna por la que no<br />

podamos entrar en el Cielo.<br />

Si tenemos fe en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, significa que tenemos la fe que nos<br />

permite recibir la remisión de los pecados y ser<br />

justificados, así como convertirnos en hijos de<br />

Dios, entrar en el Cielos y vivir con Él.<br />

Resumiendo, los que tienen esta fe que cree en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu<br />

pueden entrar en el Cielo porque han sido<br />

redimidos de todos sus pecados; mientras tanto,<br />

muchos cristianos que no tienen esta fe no<br />

pueden entrar en el Cielo al final, aun cuando<br />

creen en Jesús como el Salvador, porque siguen<br />

◄ Contenido ►


siendo pecadores al no creer en este Evangelio<br />

del agua y el Espíritu.<br />

Nuestro Señor dijo que para entrar en el Cielo<br />

debemos hacer la voluntad del Padre. Si tienen la<br />

fe que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

les será posible hacer la voluntad del Padre.<br />

Aunque no podamos hacer otra cosa que cometer<br />

pecados hasta que muramos, podemos ser<br />

salvados de todos nuestros pecados ante Dios<br />

cuando creemos en esta Palabra del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu y la reconocemos.<br />

Hacer la voluntad de Dios también conlleva<br />

hacer Sus buenas obras, es decir, ganar almas<br />

cuando difundimos el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Por tanto, si queremos seguir la<br />

voluntad de Dios Padre, antes de nada tenemos<br />

que creer en Su verdad absoluta, el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Si no lo hacemos, no podemos<br />

hacer lo correcto, ya que todos nuestros<br />

corazones permanecerían intactos en nuestros<br />

254 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

corazones. Dicho de otra manera, primero<br />

tenemos que nacer de nuevo para hacer las<br />

buenas obras de Dios (Efesios 2:10).<br />

Cualquiera que crea en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu que hemos difundido tiene la<br />

hab<strong>il</strong>idad de hacer la voluntad de Dios Padre. Así<br />

los que creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu y lo reconocen se han convertido en los<br />

que difunden este Evangelio del agua y el<br />

Espíritu con total convicción a todos los<br />

pecadores. Y aunque sean perseguidos y se<br />

encuentren con dificultades al predicar este<br />

Evangelio de verdad, al final se habrán<br />

convertido en la misma gente que hace la<br />

voluntad de Dios Padre. Cuando tenemos esta fe<br />

que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

entonces nos hemos convertido en esta gente que<br />

hace la voluntad de Dios con éxito.<br />

Por otra parte, si no creemos en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu que Dios nos dio, no<br />

◄ Contenido ►


podemos hacer la voluntad de Dios Padre. Si no<br />

creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

así ser salvados de nuestros pecados, entonces<br />

aunque queramos vivir según la voluntad del<br />

Padre celestial, no podemos evitar continuar bajo<br />

la esclavitud del pecado. Pero como creemos en<br />

el Evangelio de Dios de todo corazón, el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, todos nosotros<br />

nos hemos convertido en los que hacen la<br />

voluntad del Padre al servir a Dios a través del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Hermanos y hermanas, ¿cuándo llegamos a<br />

tener el conocimiento adecuado de la voluntad de<br />

Dios? Fue cuando pudimos descubrir la Palabra<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu, que se<br />

encuentra en la Palabra de Dios, y creímos en él.<br />

Si no creemos en la Palabra de Dios, no podemos<br />

ni conocer la voluntad de Dios Padre, ni hacer Su<br />

voluntad en este mundo. Debemos darnos cuenta<br />

que, aunque alimentásemos a los hambrientos,<br />

255 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

cuidásemos de los enfermos y de los huérfanos,<br />

todo en un intento de amar a nuestro prójimo<br />

para hacer la voluntad de Dios Padre, esto sería<br />

muy diferente de hacer la voluntad de Dios<br />

Padre. Al hacer la voluntad de Dios, nuestras<br />

buenas obras de la carne no pueden sustituir la fe<br />

que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

que nuestro Señor nos ha dado.<br />

Ninguna obra virtuosa en este mundo puede<br />

sustituir la obra de la fe que cree en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, la voluntad del Padre, que<br />

libera a los pecadores. El que hayamos podido<br />

hacer la voluntad de Dios al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu y difundirlo por<br />

el mundo entero, no puede ser sustituido por<br />

ninguna buena obra que hagamos con nuestra<br />

carne. Cuando nos damos cuenta de esta<br />

asombrosa verdad de una vez por todas, no<br />

debemos nunca más dejar que nuestra fe se<br />

confunda sobre la voluntad de Dios Padre.<br />

◄ Contenido ►


Sin embargo, hay mucha gente en este mundo<br />

que intenta sustituir la voluntad del Padre<br />

haciendo buenas obras en su carne. Pero como<br />

hemos recibido la remisión de nuestros pecados<br />

al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu de<br />

la Palabra de Dios, nos hemos convertido en los<br />

que hacemos la voluntad del Padre y hemos<br />

podido servir al Evangelio del agua y el Espíritu<br />

en el mundo entero.<br />

Cuando se trata de nuestras vidas espirituales<br />

de fe, debemos creer que es correcto para<br />

nosotros hacer la voluntad del Padre al creer en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu. Para ello,<br />

debemos conocer primero el verdadero<br />

Evangelio. ¿Cómo es posible que un pecador<br />

haga la voluntad de Dios si ni siquiera sabe lo<br />

que es exactamente? Si no sabemos que clase de<br />

fe nos permite vivir según la voluntad de Dios<br />

Padre, entonces nunca podremos tener la fuerza<br />

para hacer la voluntad del Padre celestial.<br />

256 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Por tanto, primero debemos alcanzar la<br />

hab<strong>il</strong>idad para hacer la voluntad de Dios Padre al<br />

creer en este Evangelio que contiene la justicia<br />

de Dios. En pocas palabras, si no tenemos la fe<br />

que cree en el Evangelio del Espíritu, entonces<br />

seremos dejados de lado por Dios finalmente,<br />

porque esta fe nuestra no tiene nada que ver con<br />

Su voluntad. Por eso debemos preguntarnos si<br />

creemos o no de verdad en la Palabra de Dios, si<br />

de verdad creemos en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu en nuestros corazones.<br />

Aquellos que no viven según la voluntad de<br />

Dios acabarán abandonando Su Iglesia, porque<br />

no pueden vencer su insignificante codicia<br />

carnal. O acabarán como falsos profetas que<br />

persiguen su propia voluntad en el nombre de<br />

Jesús y en pieles de cordero. Pero, como el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu es la voluntad de<br />

Dios Padre celestial, los que creen en este<br />

Evangelio de verdad pueden recibir la fuerza<br />

◄ Contenido ►


para seguir la voluntad del padre mediante el<br />

poder del Espíritu Santo en sus vidas.<br />

Si realmente queremos conocer la buena<br />

voluntad de Dios hacia nosotros y queremos<br />

seguirla, primero debemos creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu. Si de verdad creemos en la<br />

Palabra de Dios como la verdad, aunque la Biblia<br />

no parezca plausible, debemos rendirnos al<br />

Evangelio del agua y el Espíritu revelado en la<br />

Palabra de Dios. Si todos nosotros creemos en la<br />

voluntad de Dios, revelada en la Biblia, podemos<br />

complacer a Dios haciendo Su voluntad, porque<br />

la fe de esta gente está destinada a permanecer<br />

firme para siempre. Tal y como los pinos se<br />

mantienen firmes y se levantan hasta el cielo, lo<br />

que creen en la Palabra de Dios tienen el poder<br />

invencible de seguir la voluntad de Dios.<br />

Si su fe depende del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, la Palabra de Dios, y han recibido así la<br />

remisión de sus pecados, esta fe fortalecida les<br />

257 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

dará siempre la fuerza para hacer la voluntad de<br />

Dios Padre. Aún si tienen insuficiencias<br />

manifiestas cuando otros les ven, si tienen esta fe<br />

que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

entonces podrán tener la fe auténtica de<br />

Abraham. Al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, todos nosotros debemos llegar a tener<br />

esta fe que borra todos nuestros pecados y nos<br />

permite entrar al Cielo. Viviremos nuestras vidas<br />

obedeciendo y haciendo la voluntad de Dios<br />

Padre, y finalmente entraremos en Su Reino.<br />

Ustedes y yo debemos, por tanto, aferrarnos a<br />

nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

concienzudamente. En vez de aferrarnos a<br />

nuestras circunstancias, debemos mantener la fe<br />

en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y lealmente difundir el Evangelio y<br />

esperar al Señor hasta el día en que vuelva.<br />

Incluso los justos que han recibido la remisión<br />

de los pecados por la fe se encuentran con<br />

◄ Contenido ►


muchos altibajos. Como en las cuatro estaciones<br />

del año: primavera, verano, otoño e invierno, los<br />

justos se enfrentan a diferentes situaciones en<br />

diferentes ocasiones: a veces cálidas y<br />

refrescantes y otras veces aletargas y dolorosas, y<br />

aún así pacíficas en otras ocasiones.<br />

Sin embargo, nuestra fe puede diferir de<br />

nuestras circunstancias en cualquier momento.<br />

Aunque nuestras circunstancias cambien tanto,<br />

nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

nunca cambia bajo ninguna circunstancia;<br />

siempre nos protege y nos guarda de la<br />

maldición. Si creemos en la Palabra de Dios,<br />

entonces por esta fe nunca estaremos secos<br />

espiritualmente o congelados hasta la muerta en<br />

nuestro invierno, ni moriremos de calor en<br />

verano, ni caer en el nih<strong>il</strong>ismo en otoño, ni ser<br />

empujados al mundo en primavera. Por muchos<br />

altibajos que experimentemos en nuestras vidas<br />

espirituales, podemos hacer la voluntad de Dios<br />

258 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

para siempre. Si tenemos la fe que cree en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, podemos<br />

superar todas nuestras dificultades y, con esta fe,<br />

podemos finalmente vivir unas vidas preciosas<br />

ante Dios Padre al hacer Su voluntad.<br />

El Evangelio del agua y el Espíritu es<br />

suficiente para convertirnos en los que viven<br />

según la voluntad de Dios. Por eso ustedes y yo<br />

debemos defender siempre nuestra fe en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de<br />

Dios. Al hacer esto, podemos vivir en obediencia<br />

a la voluntad de Dios Padre. ¿Están ahora<br />

ateniéndose a la Palabra de Dios? ¿O están<br />

apresados por sus propias circunstancias, sin<br />

poder vivir creyendo en la Palabra del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu? Si es lo último,<br />

pregúntense si realmente creen en el poder del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu o no. Debemos<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu que<br />

se encuentra en la Palabra escrita de Dios, y<br />

◄ Contenido ►


debemos vivir en el poder que Su Evangelio nos<br />

da. Obviamente, al recibir el poder de Dios a<br />

través de nuestra fe en el indudable Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, debemos vivir nuestras<br />

vidas con gozo.<br />

Debemos creer en la poderosa<br />

Palabra de Dios<br />

Lo único que les quiero pedir es que se aferren<br />

a la Palabra escrita de Dios con su fe, a cada uno<br />

de sus pasajes. No tengo ningún deseo más<br />

ardiente para ustedes que el de que crean en la<br />

Palabra de Dios, porque a meno que lo hago, su<br />

fe está destinada a fracasar en cualquier<br />

momento por causa de los pecados que cometen;<br />

y ustedes mismos están destinados a perecer por<br />

esos pecados. Todos nosotros debemos<br />

aferrarnos firmemente al Evangelio del agua y el<br />

259 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Espíritu. Si no hacemos esto, no podemos<br />

mantenernos firmes ni un solo día; no, no solo no<br />

podemos aguantar, sino que además no podemos<br />

vivir de ninguna manera, estamos destinados a<br />

caminar por el valle de la muerte.<br />

El Apóstol Pablo hizo mención en algunas<br />

ocasiones a la “obra de vuestra fe, del trabajo de<br />

vuestra caridad y de la perseverante esperanza”<br />

(1 Tesalonicenses 1:3). Como las virtudes<br />

esenciales de los santos nacidos de nuevo.<br />

Aunque tengamos la esperanza de entrar en el<br />

Cielo, y al amor que hemos recibido de Dios, no<br />

somos nada a menos que tengamos la fe que cree<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu, ya que<br />

solo este Evangelio del agua y el Espíritu no da<br />

la fuerza para vivir una vida virtuosa. Si no creen<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu, toda la<br />

profecía bendita de la Palabra de las Escrituras<br />

no será suya, sino de otras personas.<br />

Puede que crean que irán al Cielo en un futuro<br />

◄ Contenido ►


lejano, pero a no ser que sus corazones crean en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, y se aferren a<br />

él ahora mismo, puede que sus vidas se acaben<br />

también. No podemos seguir viviendo sin la fe en<br />

la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu. Si<br />

no se nos provee con la Palabra de Dios, y si no<br />

se nos alimenta de ella ahora mismo, nuestras<br />

almas están destinadas a morirse de hambre.<br />

¿En qué se funda la verdadera fe? La fe debe<br />

estar fundada en la Palabra escrita de Dios.<br />

Cuando todavía no había nacido de nuevo,<br />

solía pensar que hubiera tenido la verdadera fe si<br />

hubiera ofrecido todas mis posesiones a Dios.<br />

Pero me preocupaba que si dejaba ir todo lo que<br />

tenía, no me quedaría nada después de habérselo<br />

dado todo a Dios, y lo pasaría mal intentando<br />

defenderme en este mundo egoísta y frío. Por<br />

cierto, aunque no pude ofrecer todas mis<br />

pertenencias, una vida de pobreza había sido<br />

siempre un ideal de fe cristiana para mí.<br />

260 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Y, antes de ser nacido de nuevo, siempre<br />

pensé que estar lleno de mis propias emociones<br />

era la fe en sí. Así que solía hacerlo todo: asistir<br />

a todas las reuniones de la iglesia, ayunar, ayudar<br />

a los necesitados, etc. para exaltar mis emociones<br />

de fe y piedad. Pero esa fe cansaba demasiado<br />

para poder mantenerla. Si no estaba lleno de mis<br />

propias emociones, sentía que mi corazón estaba<br />

vacío, como si me faltara algo, y pensé que esa<br />

era una señal de mi falta de fe.<br />

Entonces, ¿dónde encontré mi fe verdadera,<br />

completamente diferente de esta fe vacía que<br />

tenía antes? La encontré en la Palabra escrita del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Como la<br />

Palabra de verdad que contiene el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu estaba escrita en la Biblia, al<br />

creer en esta Palabra de Dios, pude ser redimido<br />

de todos mis pecados, y pro esta fe pude hablar a<br />

todo el mundo de la grandeza del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. En otras palabras, al creer en<br />

◄ Contenido ►


el Evangelio del agua y el Espíritu pude hacer la<br />

voluntad de Dios Padre y mantenerme firme ante<br />

Él. Hasta este día, la Palabra de Dios me ha<br />

mantenido en este camino para que continúe<br />

viviendo en Jesucristo. Si no hubiera tenido esta<br />

fe en el Evangelio del agua y el Espíritu, la<br />

Palabra de Dios, entonces mi alma hubiera<br />

estado destinada al Hades todavía.<br />

Queridos hermanos cristianos, si la Palabra de<br />

Dios no está en sus corazones, ¿en qué creen<br />

entonces? Eso quiere decir que en realidad creen<br />

en sus propias emociones. Nuestros ojos físicos<br />

no ven a nuestro Dios en quien profesáis creer.<br />

Entonces ¿en qué se basan para creer en Dios?<br />

No tendrían otra salida que descansar su fe en<br />

sus experiencias en la oración, en si sus<br />

oraciones son contestadas o no; pero ¿qué pasaría<br />

si Dios no está satisfecho con sus oraciones y no<br />

les contesta? En el caso en que vayamos por el<br />

mal camino, Dios no contesta a lo que le<br />

261 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

pedimos en bastantes ocasiones; ¿cómo podrían<br />

creer en Él entonces?¿Cómo podrían creer en<br />

Dios y seguirle con fe?<br />

Si descansamos nuestros cimientos en nuestra<br />

devoción o emoción, finalmente caeremos en<br />

nuestros actos de devoción que no podemos<br />

mantener, y consecuentemente acabaremos no<br />

creyendo y malgastando nuestra fe en Dios. Por<br />

eso Dios nos dio Su Palabra escrita. Al darnos<br />

esta Palabra escrita de Dios, nos ha permitido<br />

encontrarle en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

al aferrarnos a la Palabra de Dios; tener fe<br />

creyendo en su promesa; y hacer la voluntad de<br />

Dios hasta el final.<br />

Debemos aferrarnos a la Palabra de Dios y<br />

creer en ella. Solo entonces podemos<br />

convertirnos realmente en gente de de que cree<br />

en Su Palabra y tiene una fe tan pequeña como<br />

un grano de mostaza; tal y como nuestro Señor<br />

dijo que podríamos mover una montaña hasta el<br />

◄ Contenido ►


mar si tuviéramos una fe tan pequeña como un<br />

grano de mostaza, podemos convertirnos en<br />

gente de fe que puede ganar el mundo entero<br />

para Cristo. Por tanto, ustedes y yo debemos<br />

aferrarnos a la Palabra de Dios firmemente, y<br />

debemos creer en Su Palabra exactamente como<br />

es. Entonces nos convertiremos en los que hacen<br />

la voluntad del Padre, y como resultado,<br />

entraremos en el Cielo.<br />

Jesucristo nos amonesta para que demos los<br />

frutos de la fe. De la misma manera en que solo<br />

un árbol vivo y sano pude dar frutos, solo<br />

aquellos que tienen vida eterna por creer en la<br />

Palabra de Dios y que tienen una buena relación<br />

con Dios, pueden dar los frutos de la fe<br />

verdadera. Son los que creen en la Palabra de<br />

Dios los que pueden vivir sus vidas según la fe<br />

en Dios; son ellos los que pueden hacer Su obra;<br />

son ellos los que pueden hacer buenas obras; y<br />

son ellos los que, sin tener en cuenta sus<br />

262 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

insuficiencias, pueden seguir a Dios al creer en<br />

Su Evangelio.<br />

Si no tenemos esta fe que cree en la Palabra de<br />

Dios, entonces no podemos seguir Su voluntad.<br />

Todo esto es completamente posible para<br />

nosotros sin tener en cuenta nuestras<br />

circunstancias, si simplemente nos aferramos a la<br />

Palabra de Dios. Si no tienen una gran fe,<br />

entonces acójanse al borde de la Palabra de Dios,<br />

como la mujer que sufría hemorragias durante<br />

doce años se agarró al vestido de Jesús. Si<br />

alguien tiene una fe que se aferra a la Palabra,<br />

aunque sea tan pequeña como un grano de<br />

mostaza, entonces es un hombre de fe. Y con<br />

esto, está haciendo la voluntad de Dios Padre.<br />

Todos nosotros debemos convertirnos en esta<br />

gente de fe que cree en la Palabra de Dios, no en<br />

los que no tienen fe.<br />

◄ Contenido ►


Lo más esencial para nosotros es<br />

creer en el poder del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu<br />

¿Quiénes son los que creen en Dios de verdad<br />

se mantienen firmes en la roca de la fe? Son los<br />

que creen en la Palabra escrita de Dios. ¿Y<br />

quienes no pueden hacer esto? Los que no creen<br />

en Su Palabra escrita, y por tanto, escuchan al<br />

diablo. Consecuentemente, esta gente acaba<br />

siendo esclavizada como siervos del diablo.<br />

Refiriéndose a los que creen en Su Palabra,<br />

Jesús dijo: “Aquel, pues, que escucha mis<br />

palabras y las pone por obra, será el varón<br />

prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó<br />

la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los<br />

vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó,<br />

porque estaba fundada sobre roca”.<br />

263 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Antiguamente, cuando la gente construía una<br />

casa, ponían grandes ricas en las cuatro esquinas<br />

como piedras angulares. Estas rocas se<br />

enterraban hasta la mitad, quedando una mitad<br />

que sobresalía del suelo. Sobre estas rocas, se<br />

levantaban grandes troncos de árbol, con vigas<br />

que los unían, y sobre esta estructura básica se<br />

podía construir una casa sólida.<br />

¿Qué es, entonces, una fe sólida? La roca se<br />

refiere aquí a la fe de cada uno en la Palabra de<br />

Dios. Jesús dijo que el que le escucha y hace la<br />

voluntad de Dios es un hombre prudente que<br />

edificó su casa en la roca, porque fundó su fe en<br />

la Palabra de Dios, que es como una roca. La<br />

verdadera fe es creer en el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, la Palabra de Dios.<br />

Somos propensos a edificar los cimientos de<br />

nuestra fe en nuestras experiencias. Por ejemplo,<br />

muchos cristianos se entusiasman con los<br />

testimonios de lo que gente que ve visiones o<br />

◄ Contenido ►


escucha en sus oraciones. Y están ansiosos por<br />

experimentar algo místico. Así es como el<br />

misticismo cristiano ha prevalecido en el<br />

cristianismo de hoy en día. Pero ustedes deberían<br />

saber que la fe basada en estas experiencias<br />

místicas solo dura hasta la experiencia siguiente,<br />

y que lo que nuestros ojos ven no es creíble. ¿Por<br />

qué? Porque estas cosas no son eternas, porque<br />

duran solo un momento y desaparecen al final, y<br />

porque creer en lo que no es perfecto no<br />

constituye la fe verdadera.<br />

La fe significa creer en la absoluta e<br />

inamovible Palabra de verdad, y creer en esta<br />

Palabra de Dios es lo que se quiere decir con<br />

verdadera fe espiritual. Los que se han salvado<br />

por creer en el Evangelio de Dios, la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, y así hacen la<br />

voluntad de Dios Padre, son los mismo que<br />

tienen fe verdadera. Solo podemos conocer y<br />

264 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

creer en Dios adecuadamente cuando creemos en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

El Evangelio del agua y el Espíritu, que<br />

nuestro Señor nos ha dado, nunca cambia. Creer<br />

en lo que nuestro Señor dijo no es otra cosa que<br />

la fe correcta que cree en este Evangelio<br />

verdadero. Esta es la fe que Dios aprueba. Y<br />

cuando creemos en esta Palabra, sin importar el<br />

estado de nuestras emociones, circunstancias, o<br />

cualquier otra cosa que nos intente deb<strong>il</strong>itar,<br />

nuestra fe que se aferra a esta Palabra nunca se<br />

deb<strong>il</strong>ita, porque los cimientos de nuestra fe nunca<br />

son deb<strong>il</strong>itados. Por eso ustedes y yo debemos<br />

creer en la Palabra de Dios. Hermanos y<br />

hermanas, ¿realmente creen en la Palabra de<br />

Dios?¿De verdad quieren aferrarse a la Palabra<br />

de Dios? Es mi más sincera plegaria que de<br />

verdad se aferren a la Palabra de Dios durante el<br />

resto de sus vidas.<br />

◄ Contenido ►


Aquellos que hicieron la voluntad de Dios<br />

creyeron en Su Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

La gente de fe, como el Apóstol Pablo, Juan y<br />

Pedro, a quines conocen bastante bien, hicieron<br />

referencia en bastantes ocasiones a la Palabra del<br />

Antiguo Testamento. Y fueron los hombres de fe<br />

que creyeron firmemente en el Salvador<br />

manifestado en el Antiguo Testamento y le<br />

esperaron. En su época no había Nuevo<br />

Testamento. Pero como creyeron en la Palabra<br />

escrita del Antiguo Testamento y en Jesucristo<br />

que vino por el agua y el Espíritu (1 Juan 5:6), el<br />

Espíritu Santo habitaba en ellos y obró en sus<br />

vidas; y desde el primer día en que conocieron a<br />

Jesús, fueron capaces de seguir al Señor.<br />

Debemos creer realmente en la Palabra<br />

inmutable de Dios. De este modo, debemos<br />

convertirnos en gente de fe que hace la voluntad<br />

de Dios, vive la clase de fe que le complace a Él,<br />

y da frutos espirituales. Aquellos que creen en la<br />

265 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Palabra de Dios no tienen preocupaciones, ni aun<br />

cuando haya inundaciones o fuertes vientos.<br />

Pero aquellos que no creen en esta Palabra de<br />

Dios, el Evangelio del agua y el Espíritu, caen<br />

cuando hay inundaciones o fuertes vientos; y su<br />

caída es grave. Esto se debe a que su fe en Dios<br />

se funda en sus propios pensamientos. En la<br />

Biblia, la arena o la tierra denotan los<br />

pensamientos humanos. Por ejemplo, el Génesis<br />

nos dice que cuando los que construyeron la<br />

Torre de Babel, usaron ladr<strong>il</strong>lo y brea para<br />

construirla. ¿De que están hechos los ladr<strong>il</strong>los?<br />

Están hechos de arena y tierra. Lo que nos quiere<br />

decir la Palabra de Dios aquí es que construyeron<br />

la Torre con sus propios pensamientos humanos.<br />

En la Palabra de hoy, están los que construyen<br />

sus casas de fe con estos ladr<strong>il</strong>los hechos de una<br />

mezcla de arena y cemento, para retar a Dios,<br />

cuando en realidad deberían construir sus casas<br />

para una vivir adecuadamente al creer con pura<br />

◄ Contenido ►


inocencia en la Palabra que Dios nos dio. Creer<br />

con pensamientos humanos, y creer en la<br />

sabiduría de la humanidad, sus hab<strong>il</strong>idades y su<br />

poder, no es más que construir una casa sobre la<br />

arena. Pero creer en la Palabra del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, la Palabra de Dios, una fe<br />

firme como la roca.<br />

Para que nuestra fe se haga firme como una<br />

roca, debemos volver a la clase de fe que creer en<br />

cada uno de los pasajes escritos de las Escrituras.<br />

Si hacemos esto, nuestra fe se fortalecerá. Pero si<br />

no lo hacemos, y creemos en nuestros propios<br />

pensamientos y circunstancias, nos caeremos, y<br />

la caída será grave, como Jesús mismo nos dijo.<br />

En otras palabras, creer en nuestros propios<br />

pensamientos significa que nuestra fe se<br />

desplomará tarde o temprano. ¿Y qué hay de<br />

ustedes? ¿Creen realmente en la Palabra escrita<br />

de Dios? Si es así ustedes son gente de fe como<br />

Abraham.<br />

266 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Dios le pidió a Abraham que saliera de su<br />

tierra, dejara a su fam<strong>il</strong>ia y la casa de su padre,<br />

para ir a una tierra que Él le mostraría. ¿Se le<br />

presentó Dios a Abraham como en una<br />

aparición? No. Dios habló a Abraham a través de<br />

Su Palabra. Abraham, a cambio, se aferró a lo<br />

que Dios le había dicho y fue al lugar al que Dios<br />

le había conducido. Sin la Palabra de Dios,<br />

Abraham se sentía perdido siempre. Así que<br />

construía un altar a todas horas, donde ofrecía<br />

holocaustos a Dios para rezar allí.<br />

En una ocasión en la que Abraham había<br />

construido un altar y había ofrecido un sacrificio<br />

de fe a Dios, Él se le apareció como había hecho<br />

antes, no como un espíritu. ¿Qué fác<strong>il</strong> sería creer<br />

en Dios si Él se nos apareciera como el espíritu<br />

que se le apareció a Hamlet? Cualquiera podría<br />

conocer entonces a Dios y creer en Él fác<strong>il</strong>mente.<br />

Pero nos es difíc<strong>il</strong> creer en Dios precisamente<br />

porque no se nos aparece en Su propia imagen, y<br />

◄ Contenido ►


porque solo podemos escucharle hablar en<br />

nuestros corazones a través de Su Palabra. Sin<br />

embargo, Abraham logró escuchar lo que Dios le<br />

dijo. Ahora, como entonces, Dios todavía no se<br />

nos aparece en Su imagen, sino que del mismo<br />

modo se nos manifiesta a través de Su Palabra<br />

escrita. De la misma manera en que Dios habló a<br />

Abraham a través de Su Palabra, así nos habla Él<br />

a nosotros a través de Su Palabra escrita.<br />

Para que podamos creer en la Palabra de Dios,<br />

no hay más que la fe. Si uno tiene fe en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, entonces es un<br />

hombre de gran fe. Yo mismo, que creo en la<br />

Palabra de Dios, soy un hombre de gran fe, y<br />

también lo son cada uno de ustedes: todos<br />

nosotros somos la gente de fe que puede cambiar<br />

el mundo entero. Del mismo modo en que<br />

Abraham fue bendecido por Dios, ustedes y yo<br />

podemos recibir las mismas bendiciones que él<br />

recibió.<br />

267 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

Sin embargo, si no creemos en esta Palabra,<br />

nuestra fe es como al de Lot. Aquellos que, a<br />

pesar de haber sido salvados de sus pecados al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, aún<br />

así siguen los dictados de sus propias<br />

circunstancias, no son gente de fe. Mientras que<br />

Abraham siguió d<strong>il</strong>igentemente la Palabra de<br />

Dios, Lot siguió lo que sus propias circunstancias<br />

le exigían.<br />

Lot se había hecho rico mientras vivía con su<br />

tío Abraham. Pero empezó a pensar que si<br />

continuaba viviendo con su tío, acabaría<br />

perdiendo demasiado ganado. Más aún, mientras<br />

que su tío había sido de gran ayuda a Lot antes,<br />

ahora la ayuda de Abraham le parecía incómoda.<br />

Entonces Lor buscó una excusa para dejar a su<br />

tío, y justo como lo había deseado, un día surgió<br />

esta excusa: hubo un conflicto entre los pastores<br />

del ganado de Abraham y los pastores del ganado<br />

◄ Contenido ►


de Lot, porque sus posesiones eran tantas que no<br />

podían vivir juntos.<br />

Así que Abraham pensó: “Veo que ahora Lot<br />

cree en sus propias circunstancias. Cuando salió<br />

de Ur de los caldeos, nuestra tierra natal, confió<br />

en mí, y me siguió al confiar en el Dios en el que<br />

yo creo; pero ahora que se ha hecho rico, hace lo<br />

que quiere por su propia cuenta”. Entonces<br />

Abraham le dijo a Lot: “Si así lo quieres, puedes<br />

irte. Si vas hacia la derecha, yo iré a la izquierda;<br />

o, si tú vas hacia la izquierda, yo iré a la derecha.<br />

Decide lo que quieres: ¿aquí o allá?”. Entonces<br />

Lot escogió la llanura del Jordán.<br />

El lugar que Lot escogió era la misma tierra de<br />

Sodoma y Gomorra que se vería su condenación<br />

mediante su destrucción en el fuego. Pero antes<br />

de que llegara esta destrucción, era una tierra<br />

muy fért<strong>il</strong>, como el Jardín del Edén. Parecía un<br />

lugar ideal para criar al ganado. Abraham le dijo<br />

a Lot: “Como has elegido ese lugar, yo elegiré el<br />

268 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

contrario”. Entonces Abraham eligió lo contrario<br />

de lo que Lot eligió, y se fue a las montañas en<br />

vez de a la llanura fért<strong>il</strong> del Jordán. ¿Por qué?<br />

Porque Abraham sabía que el corazón de Lot no<br />

estaba en lo cierto.<br />

Entonces Dios se le apareció a Abraham y le<br />

dijo: “Alza tus ojos, y desde el lugar donde estás<br />

mira al norte y al mediodía, al oriente y al<br />

occidente. Toda esta tierra que ves te la daré yo<br />

a ti y a tu descendencia para siempre” (Génesis<br />

13:14-15). Dios bendijo a Abraham tal y como se<br />

lo había prometido, dándole la Tierra Prometida.<br />

Abraham, el padre de la nación hebrea, no<br />

había sido nada más que un nómada errante que<br />

había dejado Ur de los caldeos para ir a la tierra<br />

de Canaán. La palabra “hebreo” significa “el<br />

hombre que murió, concretamente, el Eufrates”.<br />

Abraham, un extraño en la tierra de Canaán, que<br />

fue condenado al ostracismo e intimidado, se<br />

◄ Contenido ►


pudo convertir en un hombre de fe porque creyó<br />

en Dios.<br />

Ustedes y yo somos también gente de fe<br />

porque creemos en la Palabra escrita. ¿Se derrite<br />

alguna vez esta Palabra escrita o cambia en<br />

verano?¿Se congela y se rompe en invierno? Los<br />

cielos y la tierra pueden cambiar, pero esta<br />

Palabra nunca cambia, ni siquiera una pizca de la<br />

Palabra desaparece hasta que todo se haya<br />

cumplido.<br />

Mateo 7:22 dice: “Muchos me dirán en aquel<br />

día: “¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos en tu<br />

nombre, y en nombre tuyo arrojamos los<br />

demonios, y en tu nombre hicimos muchos<br />

m<strong>il</strong>agros?””. Esto es lo que dirá la gente sin fe,<br />

los que no creen en la Palabra escrita de Dios.<br />

¿Cuántos cristianos viven sus vidas religiosas sin<br />

creer en esta Palabra escrita de Dios? Ese día,<br />

muchos dirán: “Señor, Señor”, pero no habrán<br />

269 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

creído en Dios de verdad, sino que habrán creído<br />

en sus propias circunstancias como Lot.<br />

Muchos cristianos no creen en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra<br />

escrita de Dios, sino que creen en sus propios<br />

pensamientos en vano. Muchos de ellos creen en<br />

sus propias ideas, en falsas señales y en el poder<br />

de demonios. Hay muchos que se les llama<br />

“cristianos ciegos” en este mundo, que no tienen<br />

una fe basada en la Palabra de Dios, sino que se<br />

basa en falsas enseñanzas y el poder de<br />

demonios. Entre los que no han nacido de nuevo,<br />

infinidad de personas están poseídas por<br />

demonios, y perversamente profesan creer en<br />

Jesús basándose en este poder demoníaco que<br />

han recibido. ¿Les parece esto inverosím<strong>il</strong>?<br />

Bueno, ¿pero no es esto lo que el pasaje de hoy<br />

nos dice? Si, en realidad esto es lo que el verso<br />

22 dice: “¿No profetizamos en tu nombre, y en<br />

◄ Contenido ►


nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu<br />

nombre hicimos muchos m<strong>il</strong>agros?”.<br />

Los poseídos por demonios son buenos<br />

reconociendo demonios y expulsándolos. Son<br />

buenos profetizando. ¿No parecen tener algunos<br />

videntes la extraordinaria hab<strong>il</strong>idad de predecir el<br />

futuro a veces? Los que profetizan en el nombre<br />

del Señor, expulsan demonios en Su nombre y<br />

hacen muchos m<strong>il</strong>agros en Su nombre, son esos<br />

mismos exorcistas poseídos por demonios. Hay<br />

muchos lugares en los que esta gente, poseída<br />

por demonios, pronuncia todo tipo de sinsentidos<br />

ininteligibles, incoherentes y completamente<br />

confusos.<br />

Puede que hayan odio hablar de un grupo<br />

herético llamado “la Hermandad de la Viña”.<br />

Insisten en que cuando el Espíritu Santo llega a<br />

ellos, les dan ataques de risa incontrolable,<br />

producen sonidos animales como ovejas,<br />

caballos, e incluso leones que rugen, y<br />

270 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

experimentan lo que ellos llaman “embriaguez<br />

espiritual”, donde pierden su sentido del<br />

equ<strong>il</strong>ibrio, cuyos resultados contribuyen a la risa<br />

histérica.<br />

Todo el que asiste a esas reuniones debe estar<br />

poseído por demonios o de lo contrario no durará<br />

mucho tiempo en el grupo. Los que no han<br />

nacido de nuevo, no encuentran gozo en creer en<br />

Jesús, a no ser que estén poseídos por demonios.<br />

En otras palabras, sus vidas religiosas no les<br />

ofrecen ningún gozo a no ser que estén poseídos<br />

por demonios.<br />

Antes de que nacieran de nuevo, ¿alguno de<br />

ustedes, que entonces eran cristianos pecadores,<br />

habló en lenguas alguna vez? Para muchos<br />

cristianos descaminados, les falta algo di no<br />

hablan en lenguas, como si les faltara una cierta<br />

excitación. Así que continúan pronunciando<br />

repetidamente todo tipo de palabras sin sentido y<br />

◄ Contenido ►


completamente incoherentes una y otra vez, y<br />

creen que así es como se debe hablar en lenguas.<br />

Pero de hecho, esto solo significa que espíritus<br />

malignos han entrado en ellos, y les hacen<br />

continuar pronunciando palabras totalmente<br />

incomprensibles que no tienen ningún sentido.<br />

En otras palabras, están ebrios por el poder de los<br />

demonios. Los que afirman que pueden levitar<br />

involuntariamente por un poder desconocido, que<br />

sus rod<strong>il</strong>las flotan 10 centímetros sobre el suelo<br />

cuando saltan; los que afirman que no tienen<br />

ningún miedo cuando se esconden en las más<br />

remotas montañas para rezar; los que dicen que<br />

poderes sobrenaturales emanan de ellos; los que<br />

dicen que quieren agarrar a alguien, a cualquiera,<br />

y poner sus manos sobre ellos y rezar; todos<br />

estos están poseídos por demonios. Cuando esta<br />

gente ve a otras personas poseídas por demonios,<br />

dicen: “¡Aléjate Satanás! ¡En el nombre de Jesús,<br />

vete!”. Dicen eso porque creen que es así como<br />

271 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

se expulsa a los demonios, pero en realidad la<br />

única razón por la que un demonio es expulsado<br />

es porque es más déb<strong>il</strong> que el demonio del que<br />

hace el exorcismo.<br />

Así mismo, los que no creen en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu traspasan la ley.<br />

Por eso el hombre debe aferrarse a la Palabra de<br />

Dios. Debemos aferrarnos a la Palabra de Dios<br />

todos los días. Debemos aferrarnos a ella hasta<br />

que vuelva el Señor. En todo momento, debemos<br />

aferrarnos a esta Palabra que nos ha dado la<br />

Salvación. Esta Palabra tiene ahora el mismo<br />

poder que antes, porque es la Palabra viva y<br />

dinámica de Dios. El poder, la verdad, el amor y<br />

la salvación que contiene esta Palabra están<br />

siempre ahí.<br />

Por tanto, esta Palabra transforma nuestros<br />

corazones. Y nos da fuerza y nos mantiene<br />

firmes con fe. Así, al creer en la Palabra y<br />

aferrarnos a ella, llegamos a tener la verdadera<br />

◄ Contenido ►


fe, y al tener esa fe podemos mover montañas,<br />

como el Señor dijo, que podríamos hacer la<br />

voluntad de nuestro Señor y seguirle hasta el<br />

final. Y el resultado es convertirse en los siervos<br />

de la justicia de Dios, los trabajadores de Su<br />

Reino.<br />

Por eso, es absolutamente indispensable que<br />

todos nosotros tengamos esta fe que cree en la<br />

Palabra de Dios que proviene del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Si creen en la Palabra de Dios<br />

y se mantienen firmes en ella, se convertirán en<br />

Su pueblo. Entonces se convertirán también en<br />

los que pueden hacer la voluntad de Dios Padre.<br />

Si realmente creen en la Palabra de Dios, deben<br />

saber perfectamente cómo la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu cubre la<br />

totalidad de la Biblia.<br />

Pero aún cuando hayan recibido la remisión de<br />

los pecados al creer en este Evangelio, continúen<br />

manteniéndose firmes en la Palabra de Dios,<br />

272 La fe que cumple la voluntad de Dios Padre<br />

porque si no lo hacen, su fe irá por mal camino<br />

en cualquier momento. Si no nos mantenemos en<br />

la Palabra de Dios, estamos destinados a<br />

agarrarnos a nuestros propios pensamientos<br />

erróneos, y será imposible mantenernos firmes<br />

ante Dios. Pero al leer y escuchar la Palabra de<br />

Dios en Su Iglesia, podemos tomar nueva fuerza,<br />

recibir la Palabra del poder en todo momento, y<br />

seguir siempre al Señor con fe.<br />

Crean ahora que pueden hacer la voluntad de<br />

Dios Padre por completo al creer en el poder del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. <br />

◄ Contenido ►


273 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

Solo podemos entrar en el<br />

Cielo cuando conocemos y<br />

creemos en la voluntad de<br />

Dios Padre<br />

< Mateo 7:21-27><br />

“No todo el que dice: ¡Señor, Señor!,<br />

entrará en el reino de los cielos, sino el que<br />

hace la voluntad de mi Padre, que está en los<br />

cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor,<br />

Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en<br />

nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu<br />

nombre hicimos muchos m<strong>il</strong>agros?’ Yo<br />

entonces les diré: ‘Nunca os conocí, apartaos<br />

de mí, obradores de iniquidad’. Aquel, pues,<br />

que escucha mis palabras y las pone por obra,<br />

será el varón prudente, que edifica su casa<br />

sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los<br />

torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre<br />

la casa; pero no cayó, porque estaba fundada<br />

sobre roca. Pero el que me escucha estas<br />

palabras y no las pone por obra, será<br />

semejante al necio, que edificó su casa sobre<br />

arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,<br />

soplaron los vientos y dieron sobre la casa,<br />

que se derrumbó estrepitosamente.”<br />

En el pasaje de las Escrituras de arriba,<br />

nuestro Señor dijo: “No todo el que dice: ¡Señor,<br />

Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el<br />

que hace la voluntad de mi Padre, que está en<br />

los cielos”. El Señor dijo aquí que no todo el que<br />

afirma creer en Él podrá entrar en el Cielo, donde<br />

está Él, sino que solo los que hacen la voluntad<br />

del Padre podrán entrar en el Cielo. En el último<br />

día del juicio, cuando muchos que hayan creído<br />

◄ Contenido ►


274 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

en Jesús protesten y digan: “¡Señor, Señor!, ¿no<br />

profetizamos en tu nombre, y en nombre tuyo<br />

arrojamos los demonios, y en tu nombre hicimos<br />

muchos m<strong>il</strong>agros?”, nuestro Señor no podrá<br />

decirles otra cosa que: “Obrasteis iniquidad, y<br />

por eso nunca os conocí. ¡Apartaos de mí,<br />

obradores de iniquidad!”.<br />

Nuestro Señor nos dijo a todos nosotros:<br />

“Aquel, pues, que escucha mis palabras y las<br />

pone por obra, será el varón prudente, que<br />

edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia,<br />

vinieron los torrentes, soplaron los vientos y<br />

dieron sobre la casa; pero no cayó, porque<br />

estaba fundada sobre roca. Pero el que me<br />

escucha estas palabras y no las pone por obra,<br />

será semejante al necio, que edificó su casa<br />

sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los<br />

torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la<br />

casa, que se derrumbó estrepitosamente” (Mateo<br />

7:24-27). Así, Jesús dijo que los que escuchan la<br />

Palabra de nuestro Señor y creen en ella y la<br />

obedecen, son como el hombre sabio cuya casa<br />

de fe está construida sobre la roca; mientras que<br />

los que no lo hacen están destinados a ver<br />

derrumbarse su fe.<br />

Lo que nuestro Señor nos está diciendo aquí es<br />

que los bienaventurados son los que escuchan Su<br />

Palabra con sus oídos y creen en ella con sus<br />

corazones, y así son salvados de todos sus<br />

pecados y hacen la voluntad de Dios Padre. Por<br />

otra parte, si alguien escucha la Palabra del Señor<br />

y aún así no cree en ella con su corazón, entonces<br />

su vida de fe es en vano.<br />

Los que escuchan la Palabra de nuestro Señor<br />

y viven sus vidas con fe, son como el hombre<br />

que construyó su casa sobre la roca. ¿Han sido<br />

salvados de todos sus pecados al creer en esta<br />

Palabra de Dios, el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu? Los que han sido redimidos de sus<br />

pecados de una vez por todas al creer en el<br />

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275 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

Evangelio del agua y el Espíritu llegan a vivir sus<br />

vidas haciendo la voluntad del Padre con esta fe<br />

anclada en la Palabra de Dios. Esta gente no solo<br />

difunde el Evangelio del agua y el Espíritu por<br />

todo el mundo, sino que también llegan a amar a<br />

sus hermanos y hermanas de fe. En otras<br />

palabras, como creen en este Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, la Palabra de Dios, quieren<br />

demostrar su verdadera fe mediante acciones.<br />

Nuestro Señor nos dijo a todos nosotros: “Sed<br />

los que creen el la Palabra y practicarla”. Aunque<br />

hay muchos cristianos en este mundo que<br />

afirman creer en Jesús, pocos de ellos han sido<br />

limpiados de sus y dejados blancos como la<br />

nieve, ni se han convertido en justos al creer en<br />

la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Sin embargo, todavía hay gente que ha recibido<br />

la remisión de los pecados al escuchar y creer en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, que han<br />

defendido su fe y la han puesto en práctica. Y<br />

hay cada vez más gente que llegan darse cuenta<br />

que el Evangelio del agua y el Espíritu es el<br />

verdadero Evangelio.<br />

Pero si alguien cree en este Evangelio del agua<br />

y el Espíritu de todo corazón, debe predicarlo a<br />

otros. Los que, en cambio, no difunden este<br />

Evangelio del agua y el Espíritu verán como su<br />

fe se derrumba. Aún así hay gente que solo dicen<br />

con sus labios que creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, cuando en realidad no creen en él<br />

con sus corazones y por tanto no pueden<br />

demostrar su fe mediante sus acciones.<br />

Esta gente predica que falsos evangelios son<br />

ciertos. No pueden evitar predicar de este modo<br />

porque no tienen la fe que cree realmente en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Pero no<br />

podemos predicar otro Evangelio que el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, porque solo este<br />

Evangelio es el verdadero.<br />

◄ Contenido ►


276 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

Debemos creer en el poder del agua y<br />

el Espíritu<br />

Nuestro señor dijo: “No todo el que dice:<br />

¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos,<br />

sino el que hace la voluntad de mi Padre, que<br />

está en los cielos”. En otras palabras, los que<br />

realmente creen que el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu es el verdadero Evangelio, dan<br />

testimonio de él a otros. Por tanto, los que nos<br />

difunden el Evangelio del agua y el Espíritu a<br />

otros, no tienen ninguna buena obra en ellos, ni<br />

hacen la voluntad de Dios Padre, y así serán<br />

rechazados por nuestro Señor. Al final, su fe<br />

acaba viniéndose abajo. Como los pecados de<br />

esta gente permanecen en sus corazones, siguen<br />

siendo pecadores aunque afirmen creer en Jesús.<br />

Por mucho entusiasmo que hayan puesto en sus<br />

vidas de fe, no son más que pecadores. Ya que<br />

no creen realmente en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, no pueden demostrar las verdaderas<br />

obras de su fe. Por tanto, no pueden evitar ser<br />

abandonados por nuestro Señor en el último día.<br />

¿Qué les produce sufrimiento a los justos que<br />

han sido redimidos de sus pecados? Sus<br />

corazones están heridos cuando ven gente que,<br />

aunque afirman creer en el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, no creen de verdad que solo este<br />

Evangelio es la verdad, ni lo difunden como tal.<br />

¿Por qué? Porque esto hace surgir serias dudas<br />

sobre si creen o no de todo corazón en el<br />

Evangelio, como ellos dicen. Todos nosotros<br />

debemos conocer y creer en el verdadero<br />

Evangelio del agua y el Espíritu como es. Debo<br />

recordarles una vez más lo que nuestro Señor<br />

dijo aquí: los que no creen en el poder del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, es decir, los que<br />

no hacen la voluntad de Su Padre, no pueden<br />

entrar en el Cielo.<br />

◄ Contenido ►


277 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

Por eso nuestro Señor declaró: “Apartaos de<br />

mí, obradores de iniquidad” a todos aquellos que<br />

afirman creer en Jesús como el Salvador y aún<br />

así no creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, ni lo predican. Si de verdad creyeran<br />

que todo el Evangelio del agua y el Espíritu es el<br />

verdadero Evangelio, lo hubieran predicado<br />

según esta verdad. La razón por la que ni creen<br />

en él ni lo predican es que no creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu como el amor<br />

eterno de Dios.<br />

Como no creen de verdad en Jesús según la<br />

Palabra y la ley de salvación del Señor, no tienen<br />

ninguna obra que demuestre que han vivido<br />

según la voluntad del Padre. Podrían decir: “¿No<br />

profetizamos en el nombre del Señor, arrojamos<br />

los demonios en Su nombre e hicimos muchos<br />

m<strong>il</strong>agros en nombre Suyo?”. Pero al final, no<br />

creyeron en el Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

solo hicieron falsos m<strong>il</strong>agros.<br />

Nuestro Señor preguntará a esta gente que ha<br />

obrado iniquidad en vez de creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, “¿Qué habéis hecho por<br />

mí? ¿Hicisteis m<strong>il</strong>agros y señales? Aparte de<br />

esto, ¿creísteis de verdad en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu que os había dado? ¿y vivisteis<br />

vuestras vidas según esta fe? ¿Creísteis<br />

realmente que Yo tomé sobre mí mismo todos<br />

los pecados del mundo al ser bautizado por Juan,<br />

que derramé Mi sangre en la Cruz por vosotros, y<br />

que esta era la única salvación que borró todos<br />

los pecados del mundo? No hicisteis nada de<br />

esto, y aún así ¿cuántas veces obrasteis iniquidad<br />

al invocar Mi nombre? Sé perfectamente que<br />

blasfemasteis haciendo falsos m<strong>il</strong>agros en Mi<br />

nombre. ¡Así que apartaos de Mí!”.<br />

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278 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

No nos debemos dejar engañar por<br />

mentirosos<br />

En todo el mundo, hay muchos que hacen<br />

m<strong>il</strong>agros y señales en el nombre de Jesús. En las<br />

iglesias dirigidas por esta gente, el objetivo<br />

principal de sus cultos es solo hacer m<strong>il</strong>agros.<br />

¿Por qué buscan tanto las señales durante esta<br />

hora cuando el Evangelio del agua y el Espíritu<br />

debe ser predicado con todo detalle, y cuando<br />

todos lo que la congregación debe hacer es<br />

responder con fe? Nos debemos dar cuenta que<br />

los que hacen muchos falsos m<strong>il</strong>agros son los<br />

que están poseídos por demonios. En otras<br />

palabras, los que están poseídos por espíritus<br />

malignos, engañan a sus seguidores al hacerles<br />

creer que hacen m<strong>il</strong>agros y señales, y así dejarle<br />

sin y sacarles más dinero para las ofrendas. Esta<br />

es precisamente la obra de los siervos de Satanás.<br />

Todos esos m<strong>il</strong>agros no son nada más que un<br />

espectáculo <strong>il</strong>usionista. Por eso Jesús dijo que<br />

cuando esta gente le dice: “¿No hemos arrojado<br />

demonios en Tu nombre?”, Él les confesará que<br />

nunca los conoció. En este último día, el Señor<br />

echará a todos los que tienen pecado, sin<br />

excepción.<br />

Los demonios no pueden ser vistos con los<br />

ojos de los nacidos de nuevo. Pero los que no han<br />

nacido de nuevo pueden oír a los demonios y ver<br />

sus imágenes. Esto se debe a que hay pecados en<br />

sus corazones. En los corazones de esta gente<br />

pecadora, los espíritus malignos pueden entrar y<br />

obrar en ellos libremente. Así, los que están<br />

poseídos por demonios pueden entrar en contacto<br />

con demonios fác<strong>il</strong>mente. Es en los que todavía<br />

tienen pecados intactos, en los que los demonios<br />

obran y dan sus frutos malignos.<br />

Lo que la gente debe hacer, en vez de buscar<br />

falsos m<strong>il</strong>agros, es creer que Jesús tomó todos<br />

sus pecados al ser bautizado por Juan, y que pagó<br />

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279 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

la condena de sus pecados con Su propia sangre.<br />

Lejos de participar en la obra de los demonios,<br />

debemos creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu y dedicar todas nuestras fuerzas a<br />

difundirlo. Debido a que Jesús tomó todos los<br />

pecados del mundo al ser bautizado por Juan el<br />

Bautista y pagó la condena del pecado en la<br />

Cruz, hemos sido salvados de todos nuestros<br />

pecados y dejados sin pecado a través de la fe.<br />

Como el Señor ha limpiado todos nuestros<br />

pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

los que creen en él quedan limpios, y por tanto<br />

los espíritus malignos no pueden vivir en sus<br />

corazones. Para los que creen en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, no hay obra de Satanás en<br />

absoluto.<br />

Por eso nuestro Señor dijo: “El que hace la<br />

voluntad de mi Padre, que está en los cielos”. Lo<br />

que debemos tener en cuenta es cuál es<br />

exactamente la voluntad del Padre. La voluntad<br />

del Padre es que seamos salvados al creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu: Jesucristo,<br />

nuestro Salvador, ha borrados todos nuestros<br />

pecados al ser bautizado por Juan el Bautista y<br />

crucificado hasta morir en la Cruz. Esta fe es la<br />

fe que cree según la voluntad del Padre. En otras<br />

palabras nuestro Padre, Dios, ha limpiado todos<br />

nuestros pecados al enviarnos a Su Hijo, hacer<br />

que aceptara los pecados del mundo al ser<br />

bautizado, y hacerle derramar Su sangre en la<br />

Cruz.<br />

Cuando creemos en esta verdad, podemos ser<br />

limpiados de todos nuestros pecados y entrar en<br />

el Reino eterno de Dios para vivir felices para<br />

siempre. Nosotros, los justos, viviremos allí<br />

juntos y felices para siempre. El Señor nos ha<br />

salvado de nuestros pecados con el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu. Para nosotros, creer en Jesús<br />

como el Salvador a través del Evangelio del agua<br />

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280 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

y el Espíritu, es creer según la voluntad de Dios<br />

Padre y hacer Su voluntad.<br />

Aún así hay muchos que, al negarse a creer en<br />

esto, no pueden escapar de sus pecados aunque<br />

crean en Jesús como su Salvador, y así, al final<br />

son rechazados y destruidos por causa de sus<br />

pecados. En otras palabras, son abandonados<br />

porque no creen en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu como la verdad hasta el final. Como no<br />

creen en este Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

por eso no son capaces de hacer la voluntad del<br />

Padre con fe, cuando llegue el último día, su fe,<br />

que han construido con sus propios<br />

pensamientos, se vendrá abajo y se destruirá. Es<br />

porque esta gente no cree en la Palabra de Dios<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu, que son<br />

rechazados por él el último día. Lo mismo se<br />

puede aplicar a ustedes: si rechazan el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu ahora, ustedes mismos<br />

serán rechazados por Dios más tarde.<br />

Nuestro Señor dijo que los ángeles vendrán al<br />

final de los tiempos, separarán a los impíos de<br />

los justos, y los arrojarán al horno de fuego<br />

(Mateo 13:49-50). Hermanos y hermanas,<br />

¿quiénes son los impíos entre los justos? Nuestro<br />

Señor nos ha dicho clara y explícitamente que<br />

nos ha salvado de nuestros pecados a través del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Pero a pesar de<br />

ello, todavía hay quien no cree en este Evangelio,<br />

quien no sólo se compromete con el mundo, sino<br />

que también se pone de su parte. Los impíos son<br />

esta gente.<br />

Hermanos y hermanas, no hay dos Evangelios<br />

verdaderos. Tampoco Jesús es dos, sino que solo<br />

hay un Jesús. No hay otra manera de que<br />

podamos entrar en el Cielo, sino creyendo en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, el Evangelio<br />

con el que Jesús nos redimió de todos nuestros<br />

pecados. Este Evangelio del agua y el Espíritu ha<br />

borrado todos sus pecados.<br />

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281 Solo podemos entrar en el Cielo cuando conocemos y creemos en la voluntad de Dios Padre<br />

Deben darse cuenta de que si creen en esta<br />

verdad, el camino se abrirá para que vivan según<br />

la voluntad de Dios Padre. El Evangelio del agua<br />

y el Espíritu les permitirá reconocer cuál es<br />

realmente la voluntad de Dios Padre. <br />

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282 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

Estén alerta de los falsos<br />

profetas que solo van<br />

detrás de su dinero<br />

< Mateo 7:13-27 ><br />

“Entrad por la puerta estrecha, porque<br />

ancha es la puerta y espaciosa la senda que<br />

lleva a la perdición, y son muchos los que por<br />

ella entran. ¡Qué estrecha es la puerta y qué<br />

angosta es la senda que lleva a la vida, y cuán<br />

pocos son los que dan con ella! Guardaos de<br />

los falsos profetas, que vienen a vosotros con<br />

vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos<br />

rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Por<br />

ventura se recogen racimos de los espinos o<br />

higos de los abrojos? Todo árbol bueno da<br />

buenos frutos, y todo árbol malo da frutos<br />

malos. No puede árbol bueno dar malos<br />

frutos, ni árbol malo frutos buenos. El árbol<br />

que no da buenos frutos es cortado y arrojado<br />

al fuego. Por sus frutos, pues, los conoceréis.<br />

No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en<br />

el reino de los cielos, sino el que hace la<br />

voluntad de mi Padre, que está en los cielos.<br />

No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en<br />

el reino de los cielos, sino el que hace la<br />

voluntad de mi Padre, que está en los cielos.<br />

Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor,<br />

Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en<br />

nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu<br />

nombre hicimos muchos m<strong>il</strong>agros?’ Yo<br />

entonces les diré: ‘Nunca os conocí, apartaos<br />

de mí, obradores de iniquidad’. Aquel, pues,<br />

que escucha mis palabras y las pone por obra,<br />

será el varón prudente, que edifica su casa<br />

sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los<br />

torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre<br />

la casa; pero no cayó, porque estaba fundada<br />

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283 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

sobre roca. Pero el que me escucha estas<br />

palabras y no las pone por obra, será<br />

semejante al necio, que edificó su casa sobre<br />

arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,<br />

soplaron los vientos y dieron sobre la casa,<br />

que se derrumbó estrepitosamente.”<br />

Con la fe que cree en el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu, nuestro Señor nos ha dado la<br />

hab<strong>il</strong>idad de diferenciar a los verdaderos profetas<br />

de los falsos profetas, y Su verdadera Iglesia de<br />

las falsas iglesias. En Mateo 7:15-20 Jesús dijo:<br />

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a<br />

vosotros con vestiduras de ovejas, mas por<br />

dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los<br />

conoceréis. ¿Por ventura se recogen racimos de<br />

los espinos o higos de los abrojos? Todo árbol<br />

bueno da buenos frutos, y todo árbol malo da<br />

frutos malos. No puede árbol bueno dar malos<br />

frutos, ni árbol malo frutos buenos. El árbol que<br />

no da buenos frutos es cortado y arrojado al<br />

fuego. Por sus frutos, pues, los conoceréis”.<br />

Nuestro Señor nos dijo que nos guardásemos<br />

de los falsos profetas. Y tal y como nos avisó,<br />

debemos desconfiar de los falsos profetas.<br />

Cuando un pastor se niega a predicar el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de<br />

Dios, entonces no está cumpliendo<br />

adecuadamente su ministerio. ¿Cómo puede un<br />

pastor llamarse a sí mismo ministro de Dios<br />

cuando ni siquiera resuelve el problema del<br />

pecado en su congregación con el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu?<br />

Tales mentirosos solo se preocupan de su<br />

imagen pública, actuando hipócritamente como<br />

si fueran serios y santos cuando predican, y al<br />

final, todo lo que predican a sus congregaciones<br />

es que respeten la ética y la moral del mundo. La<br />

moral y la ética no deben ignorarse, por<br />

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284 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

supuesto. Pero lo que los pastores deben hacer no<br />

es solo dar importancia a la vida ética, sino que<br />

deben predicar el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Esto se debe a que los pecados de la<br />

gente deben limpiarse creyendo en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, ya que pecan todos los<br />

días.<br />

“Falsos profetas” aquí son todos los que se<br />

oponen a la verdad. Los pastores mismos deben<br />

haber sido redimidos de sus pecados al haber<br />

creído en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Cualquiera que ejerza de ministro como pastor o<br />

predicados sin conocer el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu y haber nacido de nuevo, es un penoso<br />

falso profeta. La Biblia los llama “falsos<br />

profetas”.<br />

Nuestro Señor nos dijo: “Guardaos de los<br />

falsos profetas”. De verdad debemos tener<br />

cuidado con esa gente. Todos ustedes deben<br />

apartarse de estos mentirosos en este mundo,<br />

porque no pueden solucionar el problema de sus<br />

pecados.<br />

La Biblia nos dice en Tito 3:10-11: “Al<br />

sectario, después de una y otra amonestación,<br />

evítale, considerando que está pervertido; peca y<br />

por su pecado se condena”. Este pasaje se refiere<br />

a los que todavía tienen sus pecados intactos aún<br />

cuando afirmen creer en Jesús. Su fe afirma que<br />

es correcto seguir siendo pecadores aunque crean<br />

en Jesús; por tanto, están cometiendo una pecado<br />

grave contra el Señor. ¿Cómo pueden seguir<br />

siendo pecadores cuando afirman creer en<br />

Jesucristo como su Salvador? Al profesar este<br />

tipo de fe, lo único que hacen es pecar contra el<br />

Señor por su cuenta.<br />

Cuando dicen que sus pecados permanecen en<br />

ellos en presencia del Señor, demuestran la<br />

creencia equivocada de que todavía deben ser<br />

condenados por sus pecados. Aún así creen que<br />

considerarse a sí mismos como pecadores ante el<br />

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285 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

Señor es la manera correcta de creer. Estos<br />

creyentes, sin embargo, no son verdaderos santos<br />

ante el Señor, sino que nos no más que<br />

mentirosos. Jesús nos dijo que tuviéramos<br />

cuidado con estos falsos profetas y sus<br />

seguidores.<br />

Debemos tener en mente de lo que la Biblia<br />

nos avisa: tener cuidado con esta gente como<br />

falsos profetas, falsos pastores y falsos<br />

predicadores.<br />

Jesús dijo que podemos conocer a los<br />

falsos profetas por sus frutos<br />

Nuestro Señor dijo, refiriéndose a los falsos<br />

profetas: “Por sus frutos los conoceréis”. Por sus<br />

frutos podemos conocer a los falsos profetas.<br />

¿Qué tipo de frutos distingue a los falsos<br />

profetas? Nuestro Señor preguntó retóricamente:<br />

“¿Por ventura se recogen higos de los abrojos?”.<br />

Tal y como los abrojos no pueden dar buenos<br />

frutos, los pastores que no han sido redimidos de<br />

sus pecados y que por tanto siguen siendo<br />

pecadores, no pueden ayudar a la gente a nacer<br />

de nuevo. Solo dan cristianos pecadores,<br />

mientras que los trabajadores nacidos de nuevo<br />

dan santos sin pecado y los alimentan. Si un<br />

pastor no puede convertir a los pecadores en<br />

gente sin pecado a través del Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, es claramente un falso profeta.<br />

Tal y como el Señor dijo que un árbol se<br />

conoce por sus frutos, si sus frutos de fe son muy<br />

diferentes de los de los justos que han recibido la<br />

remisión de los pecados, entonces sabemos que<br />

son mentirosos y falsos profetas. Los falsos<br />

profetas se visten de ovejas y llevan a sus<br />

seguidores por el mal camino, engañándoles con<br />

sus dulces palabras. Muchos son engañados por<br />

estos falsos profetas, porque por afuera parecen<br />

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286 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

santos. Por tanto, la Biblia nos avisa para que no<br />

nos engañen estos mentirosos, diciendo: “Pues<br />

esos falsos apóstoles, obreros engañosos, se<br />

disfrazan de apóstoles de Cristo; y no es<br />

marav<strong>il</strong>la, pues el mismo Satanás se disfraza de<br />

ángel de luz” (2 Corintios 11:13-14).<br />

Haciendo honor a su nombre de falsos<br />

profetas, solo enseñan a sus congregaciones<br />

como vivir virtuosamente, a no cometer pecados,<br />

y a ser amable con los otros. Pero por dentro, son<br />

como lobos hambrientos que explotan a sus<br />

congregaciones para conseguir su dinero. Sus<br />

sermones llegan a la misma conclusión<br />

invariablemente, dicen a su congregación que<br />

vivan virtuosamente, y que todo lo que tienen<br />

que dar a Dios es dinero. Puede que digan<br />

muchos sermones diferentes a su congregación,<br />

pero al final, todos sus sermones se reducen a<br />

decir a sus seguidores que ofrezcan mucho<br />

dinero a Dios. Sus sermones tienen un objetivo<br />

obvio: ellos mismos quieren ganar más dinero.<br />

No les importa la salvación de su congregación.<br />

No les importa lo que les ocurrirá a sus cristianos<br />

pecadores, incluidos ellos, mismos en el último<br />

día. No quieren escucharnos por mucho que<br />

hayamos intentado compartir con ellos este<br />

Evangelio verdadero del agua y el Espíritu. Estos<br />

pastores son sin duda los falsos profetas.<br />

La Biblia nos dice que podemos conocer a los<br />

falsos profetas por sus frutos. Podemos<br />

distinguirlos viendo si predican o no la Palabra<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra<br />

de Dios, y examinando si alguno de sus<br />

seguidores llegó a creer en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu y a recibir la<br />

remisión de sus pecados a través de ellos. Por<br />

supuesto, ellos predican aparentemente la<br />

Palabra de Dios, pero no surge ninguna obra de<br />

salvación de los que predican. Al creer en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, no<br />

◄ Contenido ►


287 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

solo podemos saber si son verdaderos o falsos<br />

profetas por su fe, sino que además no seremos<br />

engañados por esos mentirosos. El Evangelio del<br />

agua y el Espíritu es el barómetro que separa a<br />

los falsos profetas. Por tanto, nosotros, los<br />

nacidos de nuevo del agua y el Espíritu (Juan<br />

3:1-10) somos el pueblo de Dios y Sus siervos,<br />

que pueden diferenciar los malos árboles de los<br />

buenos.<br />

Examinemos ahora las características de los<br />

falsos profetas detalladamente. La primera<br />

característica de los falsos profetas es que cada<br />

uno de ellos tiene pecados ante Dios. Por tanto, si<br />

un determinado ministro es un pecador ante<br />

Dios, entonces es un falso profeta. Alguien así,<br />

dirá sin duda a su congregación día tras día que<br />

se presenten ante Dios solo con dinero. Y no<br />

estará interesado en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu en absoluto, ni creerá en él. Un pastor<br />

así es un falso profeta. Estos profetas ven a su<br />

congregación como una mera fuente de ingresos.<br />

No les importa que sus seguidores hayan nacido<br />

de nuevo o no, todo lo que les interesa es el<br />

dinero.<br />

No sé si han escuchado uno de estos sermones<br />

alguna vez, pero cada sermón de un falso profeta<br />

tiene que ver con el dinero de una manera u otra.<br />

Sus sermones pueden ser así: “Hermanos y<br />

hermanas, debemos vivir según la Palabra de<br />

Dios. En Deuteronomio 28 Dios dijo que si<br />

honras a tus padres, Él te dará tal y cual<br />

bendición”. Pero aunque empiecen sus sermones<br />

de esta manera, todos acaban diciendo que las<br />

bendiciones de Dios dependen de cuánto dinero<br />

ofrezcamos.<br />

Pero esta no es la manera para que recibamos<br />

bendiciones terrenales y celestiales de Dios. Por<br />

el contrario, todas las bendiciones provienen de<br />

la fe que cree en la Palabra del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, la Palabra de Dios. Es a<br />

◄ Contenido ►


288 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

aquellos que escuchan y creen en esta Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu a los que Dios<br />

da esta bendición de salvación, así como todos<br />

las demás bendiciones de la tierra. Sin embargo<br />

la conclusión de los sermones de los falsos<br />

profetas gira en torno al dinero invariablemente.<br />

Puede que hablen de la Ley, pero cuando dicen:<br />

“Sirvan a Dios bien; den ofrendas a su iglesia, y<br />

respeten a su pastor”, lo que están diciendo<br />

realmente es: “Traigan mucho dinero, si ofrecen<br />

fajos de dinero a Dios, serán bendecidos”. Así es<br />

como intentan engañarles. Y la única intención<br />

de sus ministerios yace en el dinero. Enseñan a la<br />

gente a dar más ofrendas, diciendo: “Cuanto más<br />

ofrendas den, más bendecidos serán y más rápido<br />

crecerá su fe”. Pero los que creen en el Evangelio<br />

del agua y el espíritu y entienden este mensaje no<br />

son engañados por estos mentirosos.<br />

Debemos escapar del engaño de los<br />

falsos profetas<br />

Jesús dijo: “Guardaos de los falsos profetas,<br />

que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas,<br />

mas por dentro son lobos rapaces”. Los falsos<br />

profetas son como lobos. Se presentan en frente<br />

del rebaño con vestiduras de ovejas, pero tienen<br />

corazón de lobo, y muestran dientes af<strong>il</strong>ados para<br />

devorar al rebaño, obsesionados con el dinero.<br />

Según la Biblia, todos los falsos profetas no son<br />

más que lobos. En vez de difundir el Evangelio<br />

de la nueva vida a su rebaño, conducen a sus<br />

seguidores a otra cosa que no es el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu; y al hacer esto, roban su<br />

dinero y llenan sus almas de pecados mortales.<br />

Los que hacen esto son los falsos profetas.<br />

No todo el mundo se da cuenta de que los<br />

falsos profetas no valen para nada. Pero, como<br />

los falsos profetas de este mundo son tan<br />

◄ Contenido ►


289 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

hab<strong>il</strong>idosos con el engaño y como la gente es<br />

propensa a no reconocer las mentiras de los<br />

falsos profetas, estos pueden engañar fác<strong>il</strong>mente<br />

a mucha gente con háb<strong>il</strong>es lenguas. Hoy en día,<br />

la confusión se apodera de mucha gente, ya que<br />

hay demasiados mentirosos por todas partes.<br />

Pero la verdad es que los mentirosos no ejercen<br />

más que malas influencias en todo el mundo.<br />

Hasta las cosas de este mundo tienen<br />

imitaciones. Por ejemplo, algunas carnicerías<br />

ponen en sus escaparates imitaciones de carne<br />

hechas de plástico. A primera vista, pueden<br />

pensar que es carne de verdad porque parece<br />

fresca y apetitosa. Pero cuando miras más de<br />

cerca, te das cuenta de que no es carne de verdad,<br />

sino que es solo una imitación. Uno se puede<br />

sentir estafado. Lo mismo pasa con el pan: al<br />

tiempo que hay un pan real, cocido con harina,<br />

también hay un pan de imitación hecho de<br />

plástico. ¿Puede alguno de ustedes comerse esa<br />

imitación? Por supuesto que no. Es simplemente<br />

incomestible, ya que estaba hecho de plástico<br />

para que pareciese pan de verdad. Pero por muy<br />

real que parezca, comer plástico solo puede<br />

causarle problemas de salud graves e incluso la<br />

muerte. Este pan falso es exactamente como todo<br />

lo que los falsos profetas predican.<br />

Hermanos y hermanas, por muy atractivos que<br />

sean los líderes de sus iglesias, por mucho que<br />

les amen, y por muy bien que les trates, si no les<br />

predican la Palabra del Evangelio de la remisión<br />

de los pecados que les permite nacer de nuevo<br />

del agua y el Espíritu, deben darse cuenta que<br />

pertenecen a los falsos profetas. Toda esta gente<br />

son falsos profetas que no son más que<br />

asalariados espirituales. La Biblia nos dice<br />

claramente que tengamos cuidado con esta gente.<br />

Nuestro Señor describió a los falsos profetas<br />

como lobos voraces. ¿Todavía están bajo el<br />

cuidado de estos falsos profetas? Está gente no<br />

◄ Contenido ►


290 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

está explotando su dinero, sino que, lo que es aun<br />

más grave, están robando sus almas. Todo lo que<br />

estos falsos profetas quieren es sacarles el<br />

máximo de dinero posible para construir una<br />

iglesia más grande y mejor; mientras que sus<br />

almas vayan camino del fuego del infierno o no,<br />

no les importa en absoluto. ¿Qué deberían hacer<br />

ahora? Deben conocer al árbol por sus frutos.<br />

Cualquiera que solo hable de dinero cada vez que<br />

abre la boca, cuya palabras giran en torno a su<br />

avaricia por el dinero inevitablemente, no es más<br />

que un asalariado y un falso profeta.<br />

Así podemos conocer a los falsos profetas por<br />

sus frutos. ¿Entonces cuáles son estos frutos de<br />

los falsos profetas? Son los frutos del engaño que<br />

defraudan a las almas de la gente. En otras<br />

palabras, sus frutos son malos en sí mismos. Los<br />

falsos profetas intentan decir que ustedes están<br />

sin pecado y que todo va bien, siempre y cuando<br />

les des dinero. Y dicen que todo va bien si rezan<br />

con arrepentimiento, eres santificado y, por<br />

supuesto, traes mucho dinero a la iglesia. Todos<br />

estos son los frutos de los falsos profetas.<br />

¿Cómo son sus frutos malos entonces? Los<br />

frutos de sus malvados ministerios se presentan<br />

intentando incrementar sin cesar sus<br />

congregaciones en número cuando llevan sus<br />

iglesias como si fueran negocios. ¿Qué técnicas<br />

emplean para atraer a más gente a sus iglesias?<br />

Entre otras tantas, una de las técnicas más<br />

notorias es ofrecer premios y recompensas<br />

terrenales a sus seguidores por traer más gente a<br />

sus iglesias. Por ejemplo, ofrecen un gran<br />

frigorífico a alguien que traiga a la iglesia 20<br />

miembros nuevos al año; un aparato de aire<br />

acondicionado de alto rendimiento a quien traiga<br />

30 miembros nuevos; un ut<strong>il</strong>itario a quien traiga<br />

50 miembros nuevos; y un coche fam<strong>il</strong>iar a quien<br />

traiga 200 miembros nuevos al año. Al ofrecer<br />

grandes premios como estos, los falsos profetas<br />

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291 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

exhortan a sus seguidores a traer aún más<br />

miembros a su red<strong>il</strong>. Puede que piensen que todo<br />

esto es increíble, pero no me estoy inventando<br />

ninguna historia, sino que esto es lo que está<br />

ocurriendo en algunas comunidades cristianas de<br />

todo el mundo.<br />

¿Cuán malvado es esto? ¿Es la Iglesia de Dios<br />

solo un banco o un centro comercial? Y una vez<br />

han atraído a más miembros de la iglesia, ¿qué<br />

les hacen los falsos profetas? Dios les daría Su<br />

aprobación si predicaran el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu y ayudaran a sus seguidores a recibir<br />

la remisión de los pecados, pero todos podemos<br />

ver claramente que el dinero es lo único que les<br />

interesa.<br />

Entonces, ahora que los falsos profetas han<br />

atraído almas a sus iglesias, ¿cómo les predican?<br />

“Jesús les quiere. Por cierto, a aquellos que han<br />

venido a nuestra iglesia por primera vez les<br />

daremos un lujosa sombr<strong>il</strong>la de primera calidad,<br />

uno para cada hermano y hermana; una sombr<strong>il</strong>la<br />

extra grande que pueden usar con sus novias”.<br />

Creen que si los nuevos miembros vienen a sus<br />

iglesias por los premios, al final se convertirán en<br />

un mayor de la iglesia o en diáconos (aunque no<br />

conozcan el Evangelio del agua y el Espíritu) y<br />

llenarán las arcas de la iglesia con todo tipo de<br />

ofrenda, desde el diezmo hasta ofrendas de<br />

acción de gracias, y esta y la otra ofrenda hasta el<br />

día en que mueran; entonces, en general, sería<br />

una empresa rentable.<br />

Para estos falsos profetas, la pequeña<br />

inversión de hoy se traduce efectivamente en el<br />

enorme provecho de mañana. Por eso los falsos<br />

profetas celebran estas reuniones con premios; si<br />

fueran a sufrir una pérdida, de ninguna manera<br />

las celebrarían. Digamos que, de 500 miembros<br />

nuevos, sólo un 10% de ellos se quedasen,<br />

entonces aún sería rentable, dado que estos 50<br />

miembros llenarían las arcas de las iglesias<br />

◄ Contenido ►


292 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

durante toda su vida. Estos son los frutos de los<br />

falsos profetas.<br />

En Corea, esta comercialización del<br />

cristianismo ha sido tan desenfrenada que hace<br />

poco se hizo una canción que se burlaba de esto.<br />

La letra empezaba así más o menos: “Nos dijeron<br />

que fuéramos a su iglesia; y nos dijeron que<br />

creyéramos en Jesús; entonces nos pidieron<br />

dinero, dinero y dinero”. De lo único que hablan<br />

los falsos profetas es de dinero, dinero, y más<br />

dinero. Uno de ellos podría decir:<br />

“Construyamos un templo santo y consagrémoslo<br />

a nuestro Dios. Hermanas y hermanos, Dios<br />

quiere bendecirnos aquí. En el <strong>libro</strong> de Habacuc,<br />

Dios le dijo al profeta Habacuc que construyera<br />

Su Templo. Y Dios también dijo que aquellos<br />

que nos se unieran a esta tarea serían maldecidos.<br />

El pasaje nos dice que los que dieron mucho por<br />

el Templo recibieron grandes bendiciones de<br />

Dios. ¡Presten atención a este pasaje del <strong>libro</strong> de<br />

Habacuc!”. Entonces escribe el pasaje de<br />

Habacuc en una pancarta y la cuelga en lo alto,<br />

trae a un predicador evangelista para provocar<br />

emociones y va pasando el cep<strong>il</strong>lo. Entonces le<br />

dice al diácono que cada uno debería pagar 300<br />

metros cuadrados de suelo; los mayores al menos<br />

1500 metros cuadrados; y los miembros<br />

normales 5000 ladr<strong>il</strong>los. Se forma un comité de<br />

construcción y empieza a sacarle dinero a la<br />

congregación como si le fuera la vida en ello.<br />

Hermanos y hermanas, si se necesita una<br />

iglesia más grande para Dios, entonces se debe<br />

construido. No digo que esto sea en sí malo. Pero<br />

si no es necesario, si la iglesia actual es<br />

suficientemente grande para albergar a toda la<br />

congregación, ¿se debe construir una más<br />

grande? Los falsos profetas están tan interesados<br />

en el dinero que encuentran cualquier excusa<br />

para sacarles cada vez más dinero a sus<br />

congregaciones, y la motivación por esta<br />

◄ Contenido ►


293 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

innecesaria y gratuita por la expansión de la<br />

iglesia no es más que otra excusa. No hace más<br />

que decir que debemos ofrecerles montones de<br />

dinero para servir al Señor bien, y si alguien<br />

cumple sus órdenes, declaran que su fe es<br />

grande. Algunos de ellos muestran un gráfico<br />

para tomar nota de todo, para mostrar qué<br />

diácono dio tal cantidad de dinero o diezmo.<br />

Hacen imposible que la gente sin dinero vaya a<br />

sus iglesias. Esta es la fe misma de los falsos<br />

profetas, y estos son sus frutos.<br />

Debemos hacer la voluntad de Dios<br />

Padre<br />

Queremos hacer la voluntad de Dios Padre.<br />

No debemos llevar a cabo nuestra propia<br />

voluntad obstinadamente, sino hacer cada buena<br />

obra según la voluntad del Padre. ¿Quién puede<br />

hacer la voluntad de Dios Padre? Solo Sus hijos<br />

pueden. ¿Quién está dispuesto a hacer la<br />

voluntad de Dios Padre? Los que están<br />

dispuestos a hacer la voluntad de su Padre son<br />

solo Sus hijos. Por tanto, solo los que creen en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu pueden seguir la<br />

voluntad del Padre. Y, como hemos recibido la<br />

remisión de los pecados al creer así, y nos hemos<br />

convertido en Sus hijos, estamos siguiendo la<br />

verdadera voluntad de Dios Padre. Hacer la<br />

voluntad del Padre es recibir la remisión de los<br />

pecados creyendo en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y dejar que todo el mundo sea librado<br />

de todos sus pecados. Esto es lo que significa<br />

“hacer la voluntad del Padre celestial”.<br />

Sin embargo hay muchos falsos profetas en la<br />

comunidad cristiana de hoy en día. Obran<br />

iniquidad en vez de hacer la voluntad de Dios.<br />

Dios rechazará a estos mentirosos el último día.<br />

Estos falsos profetas se quejarán a Dios cuando<br />

◄ Contenido ►


294 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

sean rechazados: “Pero Señor, ¿por qué nos<br />

rechazas cuando hemos trabajado sin descanso<br />

por Ti? ¿No profetizamos tanto por Ti? ¿No<br />

profetizamos para que todo el mundo crea en Ti?<br />

¡Expulsamos demonios en Tu nombre, curamos a<br />

los enfermos, y construimos y dedicamos las<br />

iglesias más grandes para Ti! ¡Enviamos m<strong>il</strong>es de<br />

misioneros de nuestra confesión, y construimos<br />

m<strong>il</strong>es de iglesias por todo el mundo! ¿Cómo<br />

puedes decir que no me conoces, cuando hice<br />

todas esas cosas por Ti? ¿No hay algo raro aquí?<br />

¿No es esto demasiado injusto? ¿No me estás<br />

haciendo algo horrible? ¿Tienes la enfermedad<br />

de Alzheimer?”. Le dicen al Señor: “¿No hemos<br />

profetizado, expulsado demonios y hecho<br />

muchos m<strong>il</strong>agros?” Y así se exponen a sí mismos<br />

como trabajadores fieles de Dios, y protestan.<br />

Pero nuestro Señor les dirá: ¿Quién os dijo<br />

que me sirvierais, vosotros que obráis iniquidad?<br />

¿Quién os dijo que propagarais Mi nombre?<br />

¿Quién os dijo que enseñarais la Palabra? ¿Os<br />

dije Yo que construyerais iglesias? ¿Os dije que<br />

expulsarais demonios? ¿Quién os dijo que<br />

trabajarais robando Mi nombre, obradores de<br />

iniquidad? ¿Quién os dijo que trabajarais?<br />

¿Quién dijo que os consagrarais? ¡Apartaos de<br />

mí, obradores de iniquidad, porque no tengo nada<br />

que ver con vosotros! Si no hubierais hecho estas<br />

cosas, hubiera sido mucho más fác<strong>il</strong> para Mis<br />

siervos de verdad el haber difundido el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu; pero no habéis hecho más<br />

que entorpecer sus esfuerzos. Acabasteis<br />

haciendo la obra de Satanás como siervos del<br />

diablo. Ahora, junto con el diablo, ¡sed echados<br />

al fuego eterno del infierno, siervos de Satanás!<br />

¡Escuchad, ángeles! ¡Que estos siervos de<br />

Satanás sean echados a la oscuridad!<br />

Lo que debemos entender es que estos falsos<br />

profetas y los que no han nacido de nuevo, serán<br />

todos abandonados por nuestro señor. Su final es<br />

◄ Contenido ►


295 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

acabar en el fuego eterno del infierno. Debemos<br />

reconocer que, entere la gente religiosa de hoy,<br />

hay mucho que serán echados a este lugar.<br />

“¡Lo sabremos cuando estemos en el infierno!<br />

Pero he oído que el infierno estaba ya lleno.<br />

¿Habrá sitio para mí? ¡A lo mejor Dios me<br />

manda al cielo porque no hay sitio en el<br />

infierno!”. Hay mucha gente que dice cosas tan<br />

osadas, descabelladas y estúpidas como esta. No<br />

tienen de qué preocuparse, porque hay un<br />

número incontable de personas destinadas al<br />

infierno, que es un sitio suficientemente amplio<br />

como para acomodarlos a todos ellos y tener<br />

espacio de sobra.<br />

Échenle un vistazo a las estrellas del cielo. Es<br />

más que probable que algunas de las estrellas que<br />

vemos ahora hubieran existido m<strong>il</strong>es de m<strong>il</strong>lones<br />

de años atrás y desaparezcan pronto. ¿Saben qué<br />

grande es esta galaxia? Cuando observamos la<br />

galaxia en el cielo de la noche, a muchas de sus<br />

estrellas les costó m<strong>il</strong>es de m<strong>il</strong>lones de años luz<br />

llegar hasta que nosotros las podamos divisar. ¿Y<br />

cuántas estrellas hay? Si esto es posible, ¿no<br />

habrá sitio suficiente en el infierno para ustedes?<br />

Dios es eterno, y Su divinidad Omnipotente<br />

abarca el infinito universo. Nuestro Señor es<br />

omnisciente, omnipotente y omnipresente. No<br />

hay lugar alguno en el universo en el que Él no<br />

esté, y no hay nada que no pueda hacer. ¿Creen<br />

entonces que nuestros Señor se vería forzado a<br />

dejar que los pecadores entraran al Cielo por no<br />

haber suficiente sitio en el infierno para poner a<br />

todos los pecadores y falsos profetas? Si uno<br />

pensara bien sobre Dios cuando mirase al cielo o<br />

los marav<strong>il</strong>losos fenómenos de la naturaleza,<br />

dejaría su escepticismo y diría: “Oh Dios mío, lo<br />

mejor es creer”. “Porque desde la creación del<br />

mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y<br />

divinidad, son conocidos mediante las obras. De<br />

manera que son inexcusables” (Romanos 1:20).<br />

◄ Contenido ►


296 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

Debemos conocer a los falsos profetas y<br />

mediante qué mentiras engañan a los<br />

descarriados. Si los seguimos ciegamente, todos<br />

acabaremos en el infierno. Nuestro Señor dijo:<br />

“Aquel, pues, que escucha mis palabras y las<br />

pone por obra, será el varón prudente, que<br />

edifica su casa sobre roca”. A propósito de lo<br />

que dijo Jesús: que todo el que escucha la<br />

Palabra de Dios y la pone en práctica es como<br />

aquel que construye su casa sobre roca; los<br />

únicos que escuchan la Palabra de Dios son los<br />

nacidos de nuevo. Solo los que han sido<br />

limpiados de sus pecados al creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu pueden hacer la voluntad<br />

del Padre.<br />

Solo los nacidos de nuevo edifican la casa de<br />

su fe en el Reino de los cielos. Al creer en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

mantenerse firmes en la Palabra, estamos<br />

construyendo nuestra casa de fe. Dicha casa que<br />

está construida con fe nunca se viene abajo. Más<br />

adelante, cuando las inundaciones sobrecojan al<br />

mundo, los huracanes bramen, y se nos vengan<br />

encima los maremotos, como hemos edificad<br />

nuestras casas sobre roca, y como esta roca nos<br />

protege de todas las olas, nuestras casas nunca se<br />

vendrán abajo. Por el contrario, los que creen en<br />

Jesús sin haber nacido de nuevo han edificado<br />

sus casas sobre arena, sobre sus propios<br />

pensamientos, y por lo tanto el Día del Juicio<br />

Final, sus casas se derrumbarán estrepitosamente.<br />

Por muy bien que hayan construido sus casas en<br />

sobre arena, cuando lleguen las inundaciones y el<br />

agua se cuele en las casas, los cimientos se<br />

caerán y las casas se derrumbarán<br />

estrepitosamente.<br />

Hermanos y hermanas, todos ustedes deben<br />

tener cuidado con los falsos profetas que no<br />

conocen el Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

por lo tanto no han nacido de nuevo, y que<br />

◄ Contenido ►


297 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

conducen a la gente al camino ancho de la<br />

destrucción.<br />

Un árbol bueno da buenos frutos<br />

Un árbol que es bueno de verdad, da buenos<br />

frutos. Ya que el árbol en sí es bueno, está<br />

destinado a dar buenos frutos. Los nacidos de<br />

nuevo son como los árboles que creer al lado de<br />

un río, siempre dan buenos frutos según la<br />

estación del año, por muy insuficientes que sean.<br />

Un árbol bueno, si está bien cuidado por el<br />

granjero, con fert<strong>il</strong>izantes y agua, da sin falta<br />

buenos frutos. Los justos no dan los frutos de Su<br />

justicia solamente porque así lo deseen, sino<br />

porque escuchan la Palabra de Dios y creen en<br />

ella. Los buenos frutos provienen de los justos.<br />

Todo árbol bueno da buenos frutos.<br />

¿Y qué hay de ustedes? ¿Son árboles buenos<br />

espiritualmente? ¿Se han convertido en el pueblo<br />

de Dios que ha recibido la remisión de sus<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu? ¿Han sido salvados de sus pecados al<br />

creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, y se<br />

han convertido así en justos? Solo los justos son<br />

verdaderos santos ante Dios. Solo los que creen<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden ser<br />

los siervos de Dios.<br />

Jesús dijo que un árbol se conoce por sus<br />

frutos espirituales, así todos los que no hacen<br />

más que hablar de dinero son falsos profetas.<br />

Pero los que predican el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu y dan los frutos de la justicia son los<br />

verdaderos profetas. Si los pastores están<br />

obsesionados con el dinero y armar jaleo para<br />

construir sus iglesias, aún cuando muchas de sus<br />

congregaciones han sido suspendidas y se<br />

esfuerzan para que les llegue el dinero, ¿cómo<br />

◄ Contenido ►


298 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

podrían describirlos como buenos árboles? ¿Se<br />

complace Dios realmente cuando edifican sus<br />

escandalosas e innecesarias grandes iglesias? ¿Se<br />

complace con los cristianos ciegos que llenan las<br />

enormes iglesias?<br />

Hermanos y hermanas, de toda la gente, al<br />

menos ustedes deben creer en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu y difundirlo a todo el mundo.<br />

Para todos nosotros, nuestras vidas en esta tierra<br />

son efímeras, y dentro de poco nos<br />

presentaremos ante Dios. Una vida dedicada a<br />

difundir el Evangelio del agua y el Espíritu para<br />

que otros puedan recibir la remisión de los<br />

pecados es la vida correcta a los ojos de Dios.<br />

Aquellos que guían a otros para que puedan<br />

alcanzar la justicia de Dios al escuchar el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu con sus oídos,<br />

entenderlo con sus mentes, y creer en él con sus<br />

corazones, y así ser salvados de sus pecados al<br />

confesar su fe con sus labios; sólo estos son los<br />

árboles buenos que dan buenos frutos.<br />

En esta era, todos nosotros debemos difundir<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de<br />

Dios, a todo el mundo. Debemos enseñarles a los<br />

otros quiénes son realmente los falsos profetas.<br />

Últimamente hemos estado repartiendo nuestros<br />

verídicos del Evangelio, y hemos estado<br />

recibiendo con frecuencia llamadas de nuestros<br />

lectores que nos pedían que les enseñásemos<br />

quiénes son los falsos profetas.<br />

Para nosotros, difundir el Evangelio del agua y<br />

el Espíritu es como llevarlos hasta Dios y<br />

librarlos de la explotación de los mentirosos.<br />

Debemos enseñar a todo el mundo quiénes son<br />

los mentirosos y cuál es la fe correcta, y predicar<br />

el verdadero Evangelio del agua y el Espíritu<br />

para que todo el que crea sea salvado de sus<br />

pecados.<br />

◄ Contenido ►


299 Estén alerta de los falsos profetas que solo van detrás de su dinero<br />

Lo que debemos comprender es que la senda<br />

estrecha, la senda difíc<strong>il</strong>, es la senda que nos<br />

lleva a la vida. Pero no hay mucha gente que<br />

llama a la puerta estrecha y la busque. Aún así<br />

debemos continuar difundiendo la verdad del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo.<br />

Y debemos avisar a los que van camino de la<br />

destrucción de que están siendo engañados por<br />

falsos profetas. Esto es lo que usted y yo, que<br />

creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

debemos hacer. Nuestro Señor dijo: “Yo soy la<br />

luz del mundo; el que me sigue no anda en<br />

tinieblas, sino que tendrá luz de vida” (Juan<br />

8:12). Y nuestro Señor dijo que nosotros, los<br />

justos, también somos la luz del mundo. También<br />

dijo: “Nadie, después de haber encendido una<br />

lámpara, la cubre con una vasija ni la pone<br />

debajo de la cama, sino que la coloca sobre el<br />

candelero para que los que entren vean” (Lucas<br />

8:16). Debemos hacer br<strong>il</strong>lar la luz de la fe que<br />

conoce y cree en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, para que todo el que vea esta luz, venga<br />

a ella, y tenga esta luz también.<br />

En conclusión, déjenme reiterar la<br />

amonestación principal que les he hecho a todos<br />

ustedes. En estos días del final de los tiempos,<br />

debemos cumplir con nuestra tarea de difundir el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos hacer<br />

la voluntad de Dios Padre continuamente, por<br />

muy difíc<strong>il</strong>es que sean nuestras circunstancias.<br />

Cuanto más oscuro es este mundo, más<br />

difundimos este Evangelio, porque es durante<br />

estos días del final de los tiempos cuando hay<br />

más gente que debe ser librada de los pecados del<br />

mundo y de sus falsos profetas. Continuemos<br />

plantando la sem<strong>il</strong>la del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu con aún más determinación y<br />

devoción.<br />

◄ Contenido ►


CAPÍTULO<br />

8<br />

◄ Contenido ►


La curación de los leprosos<br />

espirituales<br />

< Mateo 8:1-4 ><br />

“Al bajar del monte, le siguió una gran<br />

muchedumbre, acercándosele un leproso, se<br />

postró ante Él, diciendo: ‘Señor, si quieres,<br />

puedes limpiarme’. El, extendiendo la mano,<br />

le tocó y dijo: ‘Quiero, sé limpio’. Y al instante<br />

quedó limpio de su lepra. Jesús le advirtió:<br />

‘Mira, no lo digas a nadie, sino ve a mostrarte<br />

al sacerdote y ofrece la ofrenda que Moisés<br />

mandó, para que les sirva de testimonio.’”<br />

Se dice que un leproso apenas siente ningún<br />

síntoma de lepra hasta que pasan tres años desde<br />

que el virus le infectó. Pero a partir del cuarto<br />

301 La curación de los leprosos espirituales<br />

años, aparecen algunos síntomas objetivos<br />

despacio. Y pasan otros tres años hasta que no<br />

puede ocultar su infección, ya que los síntomas<br />

se revelan en su totalidad. Esta es el mecanismo<br />

de la lepra.<br />

El pasaje de las Escrituras de hoy describe<br />

cómo Jesús curó a un leproso. El acontecimiento<br />

que se describe en este pasaje ocurrió realmente,<br />

y a través de él, Dios revela la naturaleza de<br />

nuestros pecados, y también nos dice que de<br />

verdad ha resuelto completamente este problema<br />

de nuestros pecados.<br />

El leproso del pasaje de hoy no se escondió,<br />

sino que se presentó ante Jesús porque quería<br />

pedirle que el curase, ya que había deseado<br />

ansiosamente ser curado de su enfermedad. Este<br />

leproso tenía fe en que Jesús podía curar<br />

cualquier enfermedad, y que nadie más que Jesús<br />

podía curarle de su enfermedad y limpiarle. Jesús<br />

vio la fe de este leproso y cumplió su deseo, lo<br />

◄ Contenido ►


mismo que ocurrió más tarde con el centurión.<br />

Debemos tener en mente que lo que Jesús quería<br />

curar realmente no era la enfermedad física en sí<br />

misma, sino la enfermedad del pecado.<br />

La lepra indica aquí que en nuestros corazones<br />

y en nuestros cuerpos hay pecados. Desde el<br />

mismo instante en que nacidos del seno de<br />

nuestras madres, todos nacimos con 12<br />

enfermedades de pecado. Cuando no éramos más<br />

que unos bebes, no nos dábamos cuenta de que<br />

éramos tan malvados pecadores, pero una vez<br />

crecimos hasta cierta edad, nos dimos cuenta de<br />

quién éramos realmente, y no podíamos esconder<br />

la verdad para que Dios no la viera. Entonces,<br />

nos presentamos ante Jesús con fe y le dijimos:<br />

“Si Tú quieres, puedes limpiarme de todos mis<br />

pecados”. Así es como ustedes y yo hemos<br />

recibido la remisión de los pecados. Cuando<br />

tenemos esta fe en que Jesús puede curar todos<br />

302 La curación de los leprosos espirituales<br />

nuestros pecados, podemos pedirle con seguridad<br />

que nos cure.<br />

¿Curó Jesús a este leproso de una sola vez, o<br />

le costó más tiempo curarle? La Biblia dice que<br />

Jesús le curó de una sola vez. Por tanto, deben<br />

darse cuenta de que Jesús no les ha curado de sus<br />

pecados por pasos, sino que les ha curado de una<br />

sola vez a través de la Palabra del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

Una mujer que sufría una hemorragia fue<br />

curada y el chorro de sangre se cortó de una vez<br />

cuando tocó con fe la vestimenta de Jesús<br />

(Marcos 5:25-34). Namán, el comandante del<br />

ejército de Siria, fue también curado de su lepra<br />

de una vez, cuando obedeció con fe la Palabra de<br />

Dios (2 Reyes 5:1-14); y el leproso en el pasaje<br />

de hoy también fue curado de una vez tan pronto<br />

como la mano de Jesús le tocó. Con solo tener fe<br />

en la Palabra de Dios, podemos llegar a creer en<br />

el poder de la salvación que ha hecho que todos<br />

◄ Contenido ►


los pecados de la humanidad desapareciesen; y<br />

con esta fe podemos recibir la remisión eterna de<br />

nuestros pecados de una vez por todas. La<br />

enfermedad del pecado de todos nosotros nunca<br />

se podría curar paso a paso, sino que se cura de<br />

una vez por todas con fe en Su Palabra.<br />

La diferencia entre la fe de los<br />

religiosos y la de los que creen en el<br />

poder del verdadero Evangelio.<br />

La diferencia entre los religiosos y la gente de<br />

verdadera fe es esta: los religiosos, por sus<br />

ignorancia de la verdad, creen equivocadamente<br />

que pueden ser salvados de sus pecados rezando<br />

oraciones de arrepentimiento todos los días, aún<br />

cuando vivan en pecado día tras día; pero por<br />

otra parte, los que creen en el Evangelio del agua<br />

303 La curación de los leprosos espirituales<br />

y el Espíritu viven con las bendiciones de Dios<br />

como Sus propios hijos al ser absueltos de todo<br />

pecado de una vez por todas.<br />

La Biblia declara abiertamente que todo el<br />

mundo solo puede ser salvado de sus pecados por<br />

la fe en Su Palabra. Si pudiéramos resolver por<br />

nuestra cuenta el problema del pecado, por<br />

medio de nuestra fuerza, nuestras obras, nuestras<br />

oraciones de arrepentimiento, y nuestras acciones<br />

virtuosas, no hubiera sido necesario que Jesús<br />

viniera a esta tierra. Y si pudiéramos resolver con<br />

tales esfuerzos el problema del pecado, nunca<br />

hubiéramos conocido a Jesús.<br />

Nadie puede resolver el problema del pecado<br />

por su cuenta, por mucho que lo intente; la clave<br />

para encontrar la solución se encuentra en la fe<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu. Los<br />

humanos son seres que no pueden evitar cometer<br />

pecados por mucho que lo intenten, y por tanto<br />

deben creer en el Evangelio del agua y el<br />

◄ Contenido ►


Espíritu. Si uno se da cuenta de que las oraciones<br />

de arrepentimiento no pueden hacer desaparecer<br />

sus pecados, y que así no puede resolver por sí<br />

mismo el problema del pecado; si en vez de eso,<br />

se presenta ante Dios y confiesa que es un gran<br />

pecador ante Él; y si cree en el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, entonces no hay pecado que<br />

no pueda ser resuelto. Cuando los pecadores se<br />

presentan ante Jesús y piden Su misericordia,<br />

Jesús, sin duda, hará desaparecer todos sus<br />

pecados de una vez por todas a través del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, del mismo<br />

modo en que curó al leproso de una sola vez.<br />

El Señor redime nuestros pecados dándonos el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, cuando nuestro<br />

verdadero yo nos revela por completo ante Dios<br />

como pecadores y cuando deseamos la salvación<br />

de Jesús. Deben darse cuenta que solo los que<br />

piden la misericordia de Dios, diciendo: “Señor,<br />

ten piedad de mí. Estoy condenado a ir al<br />

304 La curación de los leprosos espirituales<br />

infierno por mis pecados”, pueden ser librados de<br />

todos sus pecados y convertirse en los hijos de<br />

Dios. Él conferirá la remisión eterna de los<br />

pecados que ha cumplido a través del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu, a todos los pecadores<br />

cuando admitan sus verdadero yo y le pidan al<br />

Señor Su misericordia.<br />

Romanos 3:10 dice: “No hay justo, ni siquiera<br />

uno”. En este pasaje, el Apóstol Pablo se refería<br />

a los que no han recibido todavía la remisión de<br />

sus pecados. Jesús vino a esta tierra para dejar a<br />

los pecadores sin pecado y hacerlos hijos de<br />

Dios. Pero desafortunadamente muchos<br />

cristianos son todavía los medio pecadores.<br />

Aunque en este mundo pueda haber una media<br />

remisión de los pecados o la gente medio justa,<br />

en el Reino de Dios no hay gente medio justa ni<br />

medio pecadora. ¿Quiénes son los medio<br />

pecadores? Son los que intentan ser perdonados<br />

por sus pecados rezando oraciones de<br />

◄ Contenido ►


arrepentimiento todos los días. Los pecados no se<br />

borran rezando estas oraciones de<br />

arrepentimiento, sino creyendo en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Jesús es quien ha curado completamente de<br />

sus enfermedades del pecado a la humanidad<br />

mediante la verdad del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Jesús no hizo ninguna distinción entre<br />

el pecado original y los pecados personales<br />

cuando hablo del pecado, y no aprobó la fe de los<br />

que creen que, aunque Jesús les quitó su pecado<br />

original, deben ser perdonados por sus pecados<br />

personales a través de la penitencia. Los que<br />

creen esto están haciéndole daño a Dios, y serán<br />

destruidos porque vivirán el resto de sus vidas<br />

como pecadores.<br />

Dios no acepta esta fe a medias. Si alguien<br />

cree en Jesús, entonces cree en Él al cien por<br />

cien; por otro lado, si no cree en Jesús, entonces<br />

no cree al cien por cien. En otras palabras, no<br />

305 La curación de los leprosos espirituales<br />

existe una fe al 50%. ¿Qué es la llamada<br />

“doctrina de la justificación”? Es la creencia en<br />

poder ser considerados justos debido a la fe; es<br />

decir, creen que los cristianos pueden ser<br />

llamados justos a causa de su fe en Jesús aunque<br />

tengan sus pecados intactos. ¡Qué tontería!<br />

Nuestro Señor no cuenta a un hombre pecador<br />

como no pecados solo porque crea en Jesús.<br />

Cuando llegamos a conocer el Evangelio del<br />

agua y el Espíritu a través de las Escrituras,<br />

sabemos que la Biblia nos dice que una vez<br />

nuestro Señor nos quitó nuestros pecados y los<br />

borró por completo; todos los pecados de todo el<br />

mundo han desaparecido. Por tanto lo que ha<br />

limpiado nuestros pecados es el bautismo que<br />

Jesús recibió (1 Pedro 3:21).<br />

Generalmente, muchos de los líderes<br />

cristianos de hoy dicen que Jesús quitó el pecado<br />

original, pero que debemos ser redimidos de<br />

nuestros pecados personales por separado,<br />

◄ Contenido ►


ezando oraciones de arrepentimiento. Sin<br />

embargo, la Biblia, no hace ninguna distinción<br />

entre Pecado y pecados; o lo que es lo mismo, los<br />

pecados original y personales. Ante Jesús, todos<br />

los pecados, tanto los grandes como los<br />

pequeños, ya sean originales o personales, se<br />

manifiestan de igual modo como “los pecados<br />

del mundo” (Juan 1:29).<br />

Del mismo modo en que las aguas residuales,<br />

el agua del grifo y el agua que corre por un<br />

riachuelo son todas el mismo agua; todos los<br />

pecados son los mismos pecados del mundo.<br />

Como está escrito en la Biblia: “Dejadlos, son<br />

guías ciegos; si un ciego guía a otro ciego,<br />

ambos caerán en la hoya” (Mateo 15:14), como<br />

sus líderes no han nacido de nuevo, no saben<br />

cómo resolver el problema del pecado, y por eso<br />

creen en doctrinas sin fundamento que dicen que<br />

Dios les perdonará sus pecados cuando recen<br />

oración de arrepentimiento.<br />

306 La curación de los leprosos espirituales<br />

Todos deben creer en el poder del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu<br />

¿Cuál es entonces el verdadero<br />

arrepentimiento para la remisión de los pecados?<br />

Es dar la espalda a su conocimiento erróneo y<br />

creencias equivocadas y creer en lo correcto.<br />

El Señor dice: “Pues prefiero la misericordia<br />

al sacrificio, y el conocimiento de Dios al<br />

holocausto” (Oseas 6:6). Nuestro Señor Jesús<br />

vino a esta tierra por su compasión por todas las<br />

almas que están destinadas al infierno por causa<br />

de sus pecados. La voluntad de Dios Padre era<br />

hacer que los pecadores quedaran sin pecados a<br />

través de Jesucristo, santificarlos, y así<br />

permitirles que formaran parte de Su Reino. Por<br />

eso nuestro Señor vino a la tierra y cumplió la<br />

voluntad del Padre a través del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

◄ Contenido ►


Romanos 6:23 dice: “Pues la soldada del<br />

pecado es la muerte; pero el don de Dios es la<br />

vida eterna en nuestro señor Jesucristo”.<br />

Aunque nuestro Dios es el Dios del amor, no<br />

puede evitar mandar al infierno a los que tienen<br />

pecados, y Su amor es dar la remisión de los<br />

pecados a los que creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, para que Él puede vivir con ellos en<br />

Su Reino para siempre. En otras palabras, Dios<br />

nos ha dado el don de la remisión de los pecados<br />

que nos ha dejado sin pecado.<br />

Hoy en día, hay demasiados cristianos que<br />

creen en Jesús por su cuenta, se basan en sus<br />

propios pensamientos de la manera en la que<br />

ellos quieren. Imaginemos que alguien está ahora<br />

en presencia del Señor después de haber pasado<br />

toda su vida en devoción religiosa y piedad,<br />

ofreciendo diezmos fielmente, donando mucho<br />

dinero a su iglesia, asistiendo a reuniones de<br />

oración matutinas, y demás. Esta persona podría<br />

307 La curación de los leprosos espirituales<br />

decir al Señor jub<strong>il</strong>osamente: “Señor, aquí estoy.<br />

¡Este pecador de tantas iniquidades se presenta<br />

ahora ante Tu presencia!” ¿Qué le diría es Señor<br />

entonces?<br />

En Mateo 7, Jesús dijo: “No todo el que dice:<br />

‘¡Señor, Señor!’, entrará en el reino de los<br />

cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre,<br />

que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel<br />

día: ‘¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos en tu<br />

nombre, y en nombre tuyo arrojamos los<br />

demonios, y en tu nombre hicimos muchos<br />

m<strong>il</strong>agros?’. Yo entonces les diré: ‘Nunca os<br />

conocí; apartaos de mí, obradores de<br />

iniquidad’”. Esto es lo que nuestro Señor le dirá.<br />

Nuestro Dios no es ni Padre ni Señor de los<br />

pecadores, sino que es el Padre de los justos y el<br />

Señor de los que han nacido de nuevo y recibido<br />

la remisión de los pecados. Aunque este hombre<br />

le diga al Señor: “¿Señor, no me conoces? He<br />

dedicado mi vida entera a testificar Tu nombre<br />

◄ Contenido ►


por Ti”, Dios solo le dirá: “¿Cómo te atreves a<br />

hacerte pasar por Mi hijo cuando tienes pecado?<br />

¡Todo lo que te espera es el infierno, obrador de<br />

iniquidad!”.<br />

Por tanto, lo que los pecadores deben hacer en<br />

primer lugar es creer en la Palabra del Evangelio<br />

del agua y el Espíritu y recibir la remisión de sus<br />

pecados mediante la fe. Esta es la fe más<br />

preciosa y hermosa. Los falsos líderes cristianos<br />

reúnen en sus iglesias a todo tipo de pecadores<br />

que no han recibido la remisión de sus pecados.<br />

Pero, ¿puede alguien llamarlos santos? ¿Cómo<br />

puede haber un santo “pecador”? Cualquiera que<br />

haya pecado no es un santo, sino un simple<br />

pecador. Uno puede ser llamado santo sin pecado<br />

solo cuando ha recibido la remisión de los<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu.<br />

Está escrito en Oseas 4:6: “Perece mi pueblo<br />

por falta de conocimiento; por haber rechazado<br />

308 La curación de los leprosos espirituales<br />

tú el conocimiento, te rechazaré yo a ti de mi<br />

sacerdocio; por haber olvidado tú la ley de tu<br />

Dios, yo me olvidaré también de tus hijos”.<br />

El principio de todo conocimiento es conocer<br />

a Dios, y aún así mucha gente no puede dejar su<br />

conocimiento erróneo y engañoso y viven como<br />

hipócritas. Por eso nuestro Señor les dirá cuando<br />

venga el último día: “No os conozco”.<br />

La única manera de que un pecador se quede<br />

sin pecado es que crea en la Palabra de la<br />

remisión de los pecados. Junto con nuestra fe en<br />

la deidad del Señor, debemos tener fe en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Aunque mucha gente, en cambio, ha ignorado el<br />

poder del Evangelio del bautismo y la Cruz de<br />

Jesús, malgastando sus vidas en la vana<br />

búsqueda de la santificación gradual basada en la<br />

creencia errónea de que pueden ser limpiados de<br />

sus pecados gradualmente.<br />

◄ Contenido ►


El cristianismo no es una religión en la que<br />

uno pueda alcanzar la salvación por sus propios<br />

esfuerzos y disciplina, como los budistas que<br />

hacen hincapié que uno debe tratar de ser un<br />

hombre de virtud y misericordia. El verdadero<br />

cristianismo es el que cree en la salvación por la<br />

gracia, del Evangelio del agua y el Espíritu, que<br />

nace desde arriba sin intervención de ningún<br />

esfuerzo humano; es decir, es la fe que cree en el<br />

amor de Dios que nos ha salvado de ahogarnos.<br />

Del mismo modo en que el leproso fue sanado<br />

inmediatamente de su enfermedad por el amor de<br />

nuestro Señor y el poder de Su verdad, nosotros<br />

también podemos ser salvados de los pecados de<br />

nuestros corazones tan pronto creamos en el<br />

poder del Evangelio del agua y el Espíritu y<br />

reconozcamos el amor de Dios por nosotros.<br />

309 La curación de los leprosos espirituales<br />

En el Antiguo Testamento Dios<br />

mostró Su salvación a través de<br />

Moisés<br />

El Señor le dijo al leproso después de haberle<br />

curado: “Mira, no lo digas a nadie, sino ve a<br />

mostrarte al sacerdote y ofrece la ofrenda que<br />

Moisés mandó, para que les sirva de<br />

testimonio”. La ofrenda que Moisés mandó es un<br />

cordero, es decir una ofrenda animal.<br />

“Llamó Yavé a Moisés y le habló desde el<br />

tabernáculo de la reunión, diciendo: Habla a los<br />

hijos de Israel y d<strong>il</strong>es: ‘Quien de vosotros<br />

ofreciere a Yavé una ofrenda de reses, puede<br />

ofrecer ganado mayor o ganado menor. Si su<br />

ofrenda es holocausto de ganado mayor, será un<br />

macho inmaculado; lo traerá a la puerta del<br />

tabernáculo del testimonio para que sea grato a<br />

Yavé’” (Levítico 1:1-4).<br />

◄ Contenido ►


Con referencia a la ofrenda que Moisés<br />

mandó, el verso 2 dice: “Puede ofrecer ganado<br />

mayor o ganado menor”. Al dar la Ley, Dios<br />

permitió que la humanidad se diera cuenta de que<br />

todos somos pecadores, y entonces, a través del<br />

sistema de expiación del Tabernáculo, dio al<br />

pueblo de Israel el estatuto de que deberían ser<br />

remitidos de todos sus pecados al pasarlos a estas<br />

ofrendas de expiación. Dios nos quiso tanto y<br />

tanto quiso salvarlos de nuestros pecados que<br />

estableció un sistema de expiación de los<br />

pecados con ofrendas como corderos y toros que<br />

morían en lugar nuestro.<br />

En este sistema de expiación, la “imposición<br />

de manos” era esencial. Esta significaba “pasar”<br />

o “transferir”. Cuando un hombre que está<br />

poseído por un demonio pone sus manos sobre<br />

otra persona, este último queda igualmente<br />

poseído por un demonio, ya que la imposición de<br />

manos significa “pasar”. Por tanto, cuando un<br />

310 La curación de los leprosos espirituales<br />

pecador en el Antiguo Testamento, imponía sus<br />

manos en la cabeza del cordero expiatorio, todos<br />

los pecados de su corazón se pasaban al animal<br />

(Levítico 16:21). Después de esto, tenía que<br />

matar al cordero para obtener sangre, y entonces<br />

el sacerdote tomaba un poco esa sangre con su<br />

dedo, la ponía en los cuernos del altar de los<br />

holocaustos, y derramaba el resto de la sangre en<br />

la base del altar. El sacerdote tenía que prender<br />

fuego en el altar al animal para que saliera un<br />

aroma dulce para el Señor. Así era como los<br />

israelitas recibían la remisión de sus pecados en<br />

la era del Antiguo Testamento (Levítico 4:27).<br />

La sangre de los cuernos y la base del altar era<br />

la vida para el precio del pecado. La Biblia<br />

afirma que la vida de la carne es la sangre, y que<br />

es la sangre la que expía el alma (Levítico<br />

17:11). Los cuernos del altar de los holocaustos<br />

simbolizan los Libros de Juicio (Apocalipsis<br />

20:12). Toda trasgresión debe ser escrita en los<br />

◄ Contenido ►


Libros. Y los pecadores serán juzgados según sus<br />

obras, mediante lo que está escrito en los <strong>libro</strong>s.<br />

Por eso debemos recibir la perfecta remisión de<br />

nuestros pecados mientras aún vivimos en este<br />

mundo.<br />

En la era del Nuevo Testamento, ¿a través de<br />

qué tipo de fe hemos recibido la remisión de<br />

nuestros pecados? ¿Dónde podemos encontrar<br />

pruebas de que hemos sido salvados de nuestros<br />

pecados? La prueba de nuestra salvación de<br />

todos nuestros pecados solo puede ser encontrada<br />

en nuestra fe en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu; no es a través de las visiones, los<br />

éxtasis, u otras lenguas, que podemos lograr la<br />

confirmación de nuestra salvación. Solo a través<br />

de la Palabra de Dios podemos darnos cuenta de<br />

que somos pecadores y testificar que hemos<br />

salvado de todos nuestros pecados. Esta Palabra<br />

de testimonio es la Palabra del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu.<br />

311 La curación de los leprosos espirituales<br />

“Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio<br />

su unigénito Hijo, para que todo el que crea en<br />

El no perezca, sino que tenga vida eterna” (Juan<br />

3:16). Dios Padre nos dio Su único Hijo Jesús<br />

para salvarnos de todos los pecados del mundo.<br />

¿Cómo nos salvó de nuestros pecados? Jesús<br />

cumplió así con al justicia de Dios al venir a esta<br />

tierra, convirtiéndose en nuestro sacrificio<br />

expiatorio como los corderos y carneros del<br />

Antiguo Testamento; en realidad aceptó las<br />

iniquidades de los pecadores sobre Su propio<br />

cuerpo a través de Su bautismo, y así borró los<br />

pecados del mundo. Esta verdad fue mostrada a<br />

través de los sacrificios diarios del Antiguo<br />

Testamento. Debemos darnos cuenta de cómo<br />

Jesucristo aceptó todos los pecados de la<br />

humanidad que cometemos todos los días cuando<br />

vino a este mundo. Solo entonces podemos ser<br />

librados de todos los pecados del mundo.<br />

◄ Contenido ►


La ofrenda del día de la expiación en<br />

el Antiguo Testamento<br />

Pasemos a Levítico 16:29-34. “Esta será para<br />

todos ley perpetua; el séptimo mes, el día diez<br />

del mes, mortificaréis vuestras personas y no<br />

haréis trabajo alguno, ni el indígena ni el<br />

extranjero que habita en medio de vosotros;<br />

porque en ese día se hará la expiación por<br />

vosotros para que os purifiquéis y seáis<br />

purificados ante Yavé de vuestros pecados. Será<br />

para vosotros día de descanso, sábado, y<br />

mortificaréis vuestras personas. Es ley perpetua.<br />

La expiación la hará el sacerdote que haya sido<br />

ungido y haya sido iniciado para ejercer las<br />

funciones sacerdotales en lugar de su padre. Se<br />

revestirá de las vestiduras de lino, las vestiduras<br />

sagradas, y hará la expiación del santuario de la<br />

santidad, del tabernáculo de la reunión y del<br />

altar, la de los sacerdotes y la de todo el pueblo<br />

312 La curación de los leprosos espirituales<br />

de la asamblea. Será para vosotros ley perpetua<br />

y se hará la expiación una vez por año para los<br />

hijos de Israel por sus pecados”.<br />

Este pasaje describe la ofrenda del día de la<br />

expiación que Dios dio a los israelitas por el bien<br />

de los que no podían ofrecer sacrificios todos los<br />

días; en este el Sumo Sacerdote podía ofrecer un<br />

sacrificio expiatorio una vez al año para todo el<br />

pueblo de Israel. A través de este sacrificio<br />

anual, Dios otorgó al pueblo de Israel la<br />

bendición de la remisión de sus pecados anuales.<br />

Levítico 16:6-10 dice: “Arón ofrecerá su<br />

nov<strong>il</strong>lo por el pecado, y hará su expiación por sí<br />

y por su casa. Tomará después los dos machos<br />

cabríos, y presentándolos ante Yavé a la entrada<br />

del tabernáculo de la reunión, echará sobre ellos<br />

las suertes, una la de Yavé, otra la de Azazel.<br />

Arón hará acercar el macho cabrío sobre el que<br />

recayó la suerte de Yavé lo ofrecerá en sacrificio<br />

por el pecado; el macho cabrío sobre el que<br />

◄ Contenido ►


ecayó la suerte de Azazel lo presentará vivo<br />

ante Yavé, para hacer la expiación y soltarlo<br />

después a Azazel”.<br />

En otras palabras, Dios dio el sistema<br />

expiatorio que permitía a los Israelitas recibir la<br />

remisión de sus pecados a través de la fe<br />

pasando, no solo sus pecados diarios, sino todos<br />

los pecados del año, al sacrificio expiatorio de<br />

una vez por todas. Arón era el hermano de<br />

Moisés, y también era el Sumo Sacerdote. Arón<br />

traía uno de los dos carneros al patio del<br />

tabernáculo y pasaba las iniquidades del pueblo<br />

de Israel a él mediante la imposición de manos<br />

en su cabeza. Habiendo pasado así los pecados<br />

de los israelitas al carnero expiatorio de una sola<br />

vez, el Sumo Sacerdote mataba a este carnero,<br />

llevaba su sangre dentro del velo (el lugar<br />

Santísimo) y rociaba el propiciatorio siete veces.<br />

Incluso el Sumo Sacerdote no podía entrar dentro<br />

del velo a no ser que fuera expiado al imponer<br />

313 La curación de los leprosos espirituales<br />

sus manos en el sacrificio expiatorio y trajera la<br />

sangre con él.<br />

El Tabernáculo estaba dividido en el lugar<br />

Santo y el Santísimo, y el Sumo Sacerdote podía<br />

entrar en el lugar donde estaba el Arca del<br />

Testimonio de Dios solo cuando tenía la sangre<br />

del sacrificio que había recibido de haber<br />

impuesto las manos. Al ver esta sangre del<br />

sacrificio Dios permitía que Arón entrara en el<br />

lugar Santísimo. Entonces Arón mataba al<br />

carnero expiatorio que había aceptado los<br />

pecados de todo el pueblo de Israel a través de la<br />

imposición de manos, tomaba su sangre y la<br />

llevaba al lugar Santísimo, y la esparcía en el<br />

Arca del Testimonio siete veces. Como el<br />

doblad<strong>il</strong>lo de la túnica del Sumo Sacerdote<br />

llevaba campanas de oro, cada vez que esparcía<br />

la sangre, estas sonaban, y al oír este sonido de<br />

campanas sonando, el pueblo de Israel<br />

confirmaba que la sangre del animal expiatorio<br />

◄ Contenido ►


había aceptado sus pecados había sido rociada, y<br />

por tanto se reafirmaba la remisión de los<br />

pecados en el corazón de los creyentes.<br />

“Hecha la expiación del santuario, del<br />

tabernáculo de la reunión y del altar, presentará<br />

al macho cabrío vivo, confesará sobre él todas<br />

las culpas, todas las iniquidades de los hijos de<br />

Israel y todas las trasgresiones con que han<br />

pecado, y las echará sobre la cabeza del macho<br />

cabrío y los mandará al desierto por medio de un<br />

hombre designado para ello. El macho cabrío<br />

llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a<br />

tierra inhabitada, y el que lo lleve lo dejará en el<br />

desierto” (Levítico 16:20-22).<br />

El canero que era para Jehová se ofrecía como<br />

sacrificio expiatorio del pecado. Pero los pecados<br />

de los israelitas debían desvanecerse de una<br />

manera visible, y por tanto el Sumo Sacerdote<br />

también tenía que imponer sus manos en la<br />

cabeza del otro carnero confesando los pecados<br />

314 La curación de los leprosos espirituales<br />

anuales, y entonces lo dejaba que “se fuera hacia<br />

Azazel” al desierto (ver Levítico 16:8-10 de la<br />

American Standard Version). Aquí, el chivo<br />

expiatorio, “azazel” en hebreo, significa “salir”<br />

para la separación total del pecado.<br />

Tomando uno de los dos carneros como chivo<br />

expiatorio, el Sumo Sacerdote imponía sus<br />

manos sobre la cabeza de este y le pasaba todos<br />

sus pecados al confesar sobre él todas las<br />

iniquidades del pueblo de Israel mientras todos<br />

miraban la puerta del patio del Tabernáculo. Se<br />

soltaba en el desierto por un hombre adecuado<br />

para la tarea, donde moría. En otras palabras, este<br />

carnero expiatorio debía cargas a sus espaldas<br />

todos los pecados de los israelitas que él había<br />

aceptado mediante la imposición de manos del<br />

Sumo Sacerdote, y debía morir en el desierto. Al<br />

soltar el chivo expiatorio en el desierto, Dios<br />

había librado a todo el pueblo de Israel de sus<br />

pecados. Este es el mismo sacrificio que Dios<br />

◄ Contenido ►


pidió a Moisés que ofreciera. Fue a través de la<br />

imposición de manos y el derramamiento de<br />

sangre como Dios permitió que todo el pueblo de<br />

Israel recibiera la remisión de sus pecados.<br />

El sistema de expiación del Antiguo<br />

Testamento nos enseñó la verdad de que Dios<br />

aceptaría y cargaría con los pecados de cada<br />

pecador que vive este mundo a través de Su<br />

bautismo, y que así limpiaría los pecados de la<br />

humanidad; pecados diarios y de toda una vida.<br />

Toda la gente del Antiguo Testamento creía en el<br />

sistema de expiación del Tabernáculo como la<br />

manera de alcanzar la remisión de sus pecados.<br />

Ahora, la gente del Nuevo Testamento también<br />

tiene innumerables pecados, ya sean cometidos<br />

intencionadamente o involuntariamente, y<br />

necesitan encontrar la manera de revolver el<br />

problema de estos pecados, y cómo ser redimidos<br />

de todos ellos.<br />

315 La curación de los leprosos espirituales<br />

El sacrificio de la gran expiación<br />

del Nuevo Testamento<br />

El Antiguo y el Nuevo Testamento de la<br />

Biblia concuerdan el uno con el otro (Isaías<br />

34:16). ¿Qué parte del Nuevo Testamento<br />

concuerda con el sacrificio del día de la<br />

expiación del Antiguo Testamento?<br />

Investiguemos qué fue lo que hizo Jesús en<br />

primer lugar para borrar todos nuestros pecados.<br />

“Vino Jesús de Gal<strong>il</strong>ea al Jordán y se<br />

presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan<br />

se oponía, diciendo: ‘Soy yo quien debe ser por<br />

ti bautizado, ¿vienes tú a mí?’. Pero Jesús le<br />

respondió: ‘Déjame hacer ahora, pues conviene<br />

que cumplamos toda justicia’. Entonces Juan se<br />

lo permitió. Bautizado Jesús, salió luego del<br />

agua; y he aquí que se abrieron los cielos, y vio<br />

al Espíritu de Dios descender como paloma y<br />

venir sobre él, mientras una voz del cielo decía:<br />

◄ Contenido ►


‘Este es mi hijo amado, en quien tengo mis<br />

complacencias’” (Mateo 3:13-17).<br />

Dios envió a Su Hijo Jesús como el que<br />

“salvará a Su pueblo de sus pecados” (Mateo<br />

1:21). En otras palabras, el que creó el universo,<br />

vino en persona a esta Tierra a través de la<br />

Virgen María, encarnado en el cuerpote un<br />

hombre, como el Cordero expiatorio. El<br />

ministerio de Jesús comenzó con Su bautismo. El<br />

suceso del pasaje anterior tuvo lugar cuando<br />

Jesús cumplió 30 años. En este año Jesús fue<br />

bautizado por Juan el Bautista.<br />

¿Quién era Juan el Bautista? “En verdad os<br />

digo que entre los nacidos de mujer no ha<br />

aparecido uno más grande que Juan el Bautista.<br />

Pero el más pequeño en el reino de los cielos es<br />

mayor que él. Desde los días de Juan el Bautista<br />

hasta ahora, el reino de los cielos está en<br />

tensión, y los esforzados lo arrebatan. Porque<br />

316 La curación de los leprosos espirituales<br />

todos los profetas y la Ley han profetizado hasta<br />

Juan” (Mateo 11:11-13).<br />

Como nos dice este pasaje, Jesús dijo que<br />

“entre los nacidos de mujer no ha aparecido otro<br />

más grande que Juan el Bautista”. El más grande<br />

de todos los profetas de la Tierra, más grande<br />

que Isaías, Ezequiel, Elías, y hasta más grande<br />

que Moisés; ese no era otro que Juan el Bautista,<br />

el representante de toda la humanidad.<br />

En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdocio<br />

debía sucederse por uno de los varones<br />

descendientes de Arón cuando cumplía los 30<br />

años. Del mismo modo en que el Sumo<br />

Sacerdote, el descendiente de Arón, había pasado<br />

todos los pecados de los israelitas al carnero<br />

expiatorio al imponer las manos sobre su cabeza,<br />

Dios hizo surgir un representante de la<br />

humanidad llamado Juan el Bautista, para pasar<br />

los pecados a Jesús, y para que Dios pudiera<br />

borrar todos los pecados de todo ser humano que<br />

◄ Contenido ►


vive en la Tierra. En otras palabras, Dios envió a<br />

Juan el Bautista a la Tierra como el último<br />

profeta. El último Sumo Sacerdote era no menos<br />

que Juan el Bautista, un descendiente de Arón.<br />

“Hubo en los días de Herodes, rey de Judea,<br />

un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de<br />

Abías, cuya mujer, de la descendencia de Arón,<br />

se llamaba Isabel. Eran ambos justos en la<br />

presencia de Dios, e irreprensibles caminaban<br />

en los preceptos y observancias del Señor […] y<br />

caminará delante del Señor en el espíritu y poder<br />

de Elías para reducir los corazones de los<br />

padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia<br />

de los justos, a fin de preparar al Señor un<br />

pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:5-17).<br />

Tal y como Dios habías pasado los pecados<br />

del pueblo de Israel solo a través de los<br />

descendientes de Arón, escogió a un<br />

descendiente de Arón, como había prometido,<br />

para pasar todos los pecados de todo el mundo.<br />

317 La curación de los leprosos espirituales<br />

Por eso envió a Juan a este mundo seis meses<br />

antes que Jesús, para volver a muchos hacia la<br />

prudencia de los justos y preparar al Señor un<br />

pueblo bien dispuesto (Lucas 1:17). En otras<br />

palabras, Juan el Bautista era el más grande de<br />

los nacidos de mujer.<br />

Así, Dios erigió a Juan el Bautista como<br />

representante de la humanidad, y a través de él<br />

pasó los pecados de la humanidad a Jesús. Juan<br />

el Bautista también se presentó ante Jesús como<br />

un testigo; debemos averiguar cómo atestiguó<br />

Juan, según la Palabra. El pueblo de Israel podía<br />

ver las pruebas del hecho de que sus pecados<br />

habían sido pasados porque Arón los había<br />

pasado. Del mismo modo, el hecho de que Juan<br />

el Bautista pasara todos los pecados de la<br />

humanidad a Jesucristo, es la prueba que nos<br />

demuestra que nuestros pecados han sido<br />

borrados.<br />

◄ Contenido ►


Como se ha mencionado anteriormente y se ha<br />

mostrado en Mateo 3:13-17, Jesús fue bautizado<br />

por Juan el Bautista. Este bautismo es muy<br />

importante para todo cristiano. Los cristianos<br />

generalmente se bautizan con agua. Sin embargo,<br />

a menudo reciben este bautismo sin darse cuenta<br />

de su significado. Entonces, el bautismo se le da<br />

a cualquiera que prometa cumplir los Diez<br />

Mandamientos y asistir a los servicios religiosos<br />

los domingos, y reconozca a Jesús como su<br />

Salvador. En este mundo, incluso entre los<br />

cristianos, es extremadamente complicado<br />

encontrar a alguien que entendiera el verdadero<br />

significado del bautismo cuando fue bautizado.<br />

Jesús vino a la Tierra y fue bautizado por Juan<br />

el Bautista; de lo que debemos darnos cuenta es<br />

de por qué Jesús tuvo que ser bautizado. Todo<br />

cristiano que profese creer en Jesús debe<br />

preguntarse: “¿Por qué tuvo que ser bautizado<br />

Jesús si estaba sin pecado?”. Aún así, los que no<br />

318 La curación de los leprosos espirituales<br />

han recibido la remisión de sus pecados no saben<br />

nada sobre esta cuestión, por muy fervientemente<br />

que digan creer en Jesús. Solo los que han<br />

recibido la remisión de sus pecados puedan dar la<br />

respuesta correcta a esta pregunta.<br />

Jesús es el Sumo Sacerdote espiritual,<br />

mientras que Juan el Bautista es el representante<br />

de la humanidad, el Sumo Sacerdote terrenal.<br />

Juan el Bautista tenía la autoridad de pasar todos<br />

los pecados de la humanidad al Cordero Jesús; y<br />

Jesús, como Sumo Sacerdote del Reino de Dios,<br />

tenía el papel de borrar todos los pecados de la<br />

humanidad sacrificando Su propio cuerpo, no la<br />

sangre de un animal, como su sacrificio; es decir,<br />

que aceptó todos los pecados de la humanidad y<br />

entregó Su cuerpo a Dios como su sacrificio. El<br />

Sumo Sacerdote del Reino de los cielos es Jesús<br />

(Hebreos 5:10; 6:20; 10:9-14).<br />

Jesús dijo en Mateo 3:15: “Déjame hacer<br />

ahora, pues conviene que cumplamos toda<br />

◄ Contenido ►


justicia”. Él fue bautizado en el río Jordán, el río<br />

de la muerte. Bautizar, “baptizo” en griego,<br />

quiere decir sumergir, meter debajo del agua,<br />

limpiar bañando o sumergiendo, lavar, o limpiar<br />

pasando la suciedad. Por lo tanto, el bautismo<br />

tiene el mismo significado que “la imposición de<br />

manos” en el Antiguo Testamento. Del mismo<br />

modo en que los pecados se pasaban mediante la<br />

imposición de manos, todos los pecados de la<br />

humanidad se pasaron a Jesús cuando Juan el<br />

Bautista le bautizó. Debido a que todos los<br />

pecados de la humanidad se pasaron a Jesús, Él<br />

fue condenado en nuestro lugar como nuestro<br />

propio sacrificio expiatorio, y fue enterrado. Así,<br />

el acontecimiento a través del cual Jesús aceptó<br />

todos los pecados de la humanidad por parte de<br />

Juan el Bautista, fue Su bautismo.<br />

Jesús vino al mundo y fue bautizado para<br />

cumplir toda justicia de Dios por todos nosotros,<br />

y para borrar por completo todos los pecados de<br />

319 La curación de los leprosos espirituales<br />

todo ser humano. ¿Creen que Jesús fue bautizado<br />

solo porque era hum<strong>il</strong>de? ¡No, esto no es así en<br />

absoluto! Jesús le dijo a Juan el Bautista<br />

solemnemente: “Déjame hacer ahora”. Al decir<br />

esto, Jesús quiso decir: “Me pasarás los pecados<br />

de la humanidad y Yo cargaré con ellos; lo que<br />

debo hacer es redimir todos los pecados de la<br />

humanidad al convertirme en vuestro chivo<br />

expiatorio ante vuestros ojos”, porque fue para<br />

tomar todos los pecados de la humanidad sobre sí<br />

mismo la razón por la que Jesús vino a este<br />

mundo.<br />

La gente está destinada a ir al infierno por<br />

causa de sus pecados. Agonizan con sus<br />

preocupaciones por sus pecados, y han sido<br />

engañados por Satanás por sus pecados. Jesús es<br />

quien vino a la tierra para salvar a gente como<br />

nosotros de nuestros pecados, para hacernos<br />

justos, y para convertirnos en hijos de Dios.<br />

Cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista<br />

◄ Contenido ►


y salió del agua, el Espíritu Santo descendió del<br />

cielo como una paloma y testificó que Él era el<br />

Hijo de Dios. El Espíritu Santo fue el que<br />

testificó la Verdad. Dios mismo testificó que Su<br />

Hijo Jesús aceptó todos los pecados de la<br />

humanidad de una vez por todas mediante Su<br />

bautismo.<br />

“Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio<br />

su unigénito Hijo, para que todo el que crea en<br />

El no perezca, sino que tenga vida eterna”. Dios<br />

envió a Jesús a la Tierra, pasó todos los pecados<br />

de la humanidad al Hijo, y sacrificó a Su Hijo<br />

para darnos la vida eterna y dejarnos sin pecado;<br />

solamente esto es el verdadero significado del<br />

acontecimiento del bautismo. Mediante Su<br />

bautismo, Jesús aceptó todos nuestros pecados<br />

por parte de Juan el Bautista, el representante y<br />

último Sumo Sacerdote de la humanidad, fue<br />

sumergido (significando Su muerte), y entonces<br />

salió del agua (significando Su resurrección). A<br />

320 La curación de los leprosos espirituales<br />

través de Su bautismo, una forma de imposición<br />

de manos, Juan el Bautista pasó nuestros pecados<br />

a Jesús. En otras palabras, los pecados del mundo<br />

en realidad fueron erradicados de la humanidad<br />

por Dios mismo.<br />

Debido a que los pecados de la humanidad<br />

fueron pasados a Jesús, Dios dice que ahora<br />

estamos sin pecado. Si Jesús no hubiera borrado<br />

nuestros pecados cuando vino a la Tierra,<br />

entonces por mucho que creyéramos en Él, no<br />

tendríamos otra opción que la de seguir siendo<br />

pecadores. Habiendo borrado todos nuestros<br />

pecados a través de Su bautismo y<br />

derramamiento de sangre, Dios nos amonesta así:<br />

“Cree en el señor Jesús y serás salvo tú y tu<br />

casa” (Hechos 16:31). Al creer en el bautismo y<br />

derramamiento de sangre de Jesús, debemos ser<br />

limpiados de todos nuestros pecados de una vez<br />

por todas.<br />

◄ Contenido ►


“Al día siguiente vio venir a Jesús y le dijo:<br />

He aquí el Cordero de Dios, que quita el<br />

pecados del mundo” (Juan 1:29). Juan el<br />

Bautista continuaba gritando a la gente que los<br />

pecados de la humanidad fueron pasados a Jesús<br />

a través de Su bautismo. El que gritó: “Él es el<br />

Hijo de Dios, el Cordero de Dios que quita el<br />

pecado del mundo”, era Juan el Bautista.<br />

Jesús cargó con todos los pecados del mundo<br />

al ser bautizado y los llevó a la Cruz. Alrededor<br />

de 1970 años han pasado desde que Jesús borró<br />

los pecados del mundo. Jesús, que tomó sobre sí<br />

mismo los pecados de la humanidad, tuvo que<br />

entregar Su vida en la Cruz. Jesús cargó con<br />

todos los pecados del mundo. A través de Su<br />

bautismo, Jesús borró los pecados de nuestros<br />

padres y madres también, porque ellos también<br />

son gente del mundo. Todos los pecados que<br />

cometemos desde nuestro nacimiento hasta<br />

nuestra muerte, ya los cometamos<br />

321 La curación de los leprosos espirituales<br />

intencionadamente o no, pertenecen a los<br />

pecados del mundo. Estos pecados se pasaron a<br />

Jesús a través de la imposición de manos de Juan<br />

el Bautista. Los pecados que cometimos en<br />

nuestra adolescencia también son los pecados del<br />

mundo, y por eso también fueron pasados a<br />

Jesús. En otras palabras, Jesús no solo borró los<br />

pecados de unas pocas personas especiales, sino<br />

que mediante Su bautismo y derramamiento de<br />

sangre, borró los pecados de todo el mundo,<br />

cometidos durante toda la vida hasta la muerte, y<br />

los resolvió.<br />

Sin embargo solo los que creen en la Verdad<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu, que dice que<br />

Jesús aceptó nuestros pecados mediante Juan el<br />

Bautista, y que los ha redimido, pueden recibir la<br />

remisión de los pecados mediante esta fe. Pero,<br />

desafortunadamente, la mayoría permanecen<br />

prisioneros de sus pecados porque no creen en<br />

este Evangelio del agua y el Espíritu. La puerta<br />

◄ Contenido ►


de Dios estaba abierta hace ya mucho tiempo,<br />

pero la gente todavía está destinada a perecer<br />

porque la puerta de sus corazones no están<br />

abiertas todavía, y porque no creen en la Palabra<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Los pecados que cometimos desde nuestro<br />

nacimiento hasta los 20 años y cuando teníamos<br />

21-30 años también son los “pecados del<br />

mundo”, y por tanto estos pecados se pasaron a<br />

Jesús; y los pecados que cometimos cuando<br />

teníamos 31-40 años también son los pecados del<br />

mundo, y por tanto, también fueron pasados a<br />

Jesús. Él es el Hijo de Dios que tomó sobre sí<br />

mismo todos y cada uno de nuestros pecados.<br />

¿No son también pecados del mundo los que la<br />

gente comete cuando tienen 41-100 años? Jesús<br />

también tomó estos pecados a través de Su<br />

bautismo, porque también son pecados que<br />

cometemos en este mundo. Debido a que el amor<br />

de Jesús es eterno e <strong>il</strong>imitado, no dividió nuestros<br />

322 La curación de los leprosos espirituales<br />

pecados en pecado original y pecados personales;<br />

sino que aceptó todos nuestros pecados mediante<br />

Su bautismo y derramamiento de Su sangre en la<br />

Cruz hasta Su muerte.<br />

Si Jesús no hubiera venido a la Tierra, si no<br />

hubiera sido bautizado, y no hubiera derramado<br />

Su sangre, nuestra fe en la remisión de los<br />

pecados hubiera sido en vano; la muerte de<br />

Jesucristo también hubiera sido en vano; y el<br />

haber creído en el Señor y sufrido por él hubiera<br />

sido completamente en vano.<br />

¿Fueron los pecados de sus hijos pasados a<br />

Jesús a través de Su bautismo? Confirmémoslo.<br />

¿No viven sus hijos en este mundo? Si viven en<br />

este mundo, está claro que sus pecados se<br />

pasaron a Jesús. La prueba de esto es el bautismo<br />

que Jesús recibió de Juan, y la condena por los<br />

pecados es la sangre que Jesús derramó en la<br />

Cruz (Juan 19:30-34). Los pecados de sus nietos<br />

y los pecados de sus descendientes que todavía<br />

◄ Contenido ►


no han nacido se pasaron a Jesús a través de Su<br />

bautismo; y este Jesús cargó con todos nuestros<br />

pecados y los redimió en la Cruz. Aunque<br />

cometamos pecados todos los días por causa de<br />

nuestras deb<strong>il</strong>idades, estos pecados también son<br />

los pecados del mundo, y por tanto Jesús los ha<br />

borrado mediante Su bautismo y Su sangre.<br />

Juan 8:31-32 dice: “Si permanecéis en mi<br />

palabra, seréis en verdad discípulos míos, y<br />

conoceréis la verdad, y la verdad os librará”. La<br />

verdad aquí es el hecho justo que Jesús cumplió<br />

con Su Palabra. Es inquietante que muchos<br />

cristianos todavía crean en falsas doctrinas o<br />

enseñanzas confesionales de que deben observar<br />

el Sabbath y rezar oraciones de arrepentimiento<br />

todos los días para que sus pecados sean<br />

perdonados. Creen que Jesús borró su pecado<br />

original, pero no sus pecados personales. Por eso<br />

no les queda otro remedio que hacerse más<br />

pecadores a medida que pasa el tiempo. Sus<br />

323 La curación de los leprosos espirituales<br />

esfuerzos pueden ser admirables, pero en cuanto<br />

a su salvación, este no es la senda por el que su<br />

devoción debe encaminarse.<br />

Lo que debemos hacer es creer en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, y así recibir la<br />

remisión de nuestros pecados. Esta es la voluntad<br />

de Dios para nosotros. Cuanto más intentamos<br />

cumplir la Ley, más difíc<strong>il</strong> se nos hace cumplirla,<br />

y acabamos descubriendo que somos más<br />

pecadores ante Dios. Pero al creer en la Palabra<br />

del Evangelio del agua y el Espíritu que el Señor<br />

nos ha dado, todos podemos ser salvados de<br />

todos los pecados del mundo. ¡Aleluya!<br />

◄ Contenido ►


“Di solo una palabra”<br />

< Mateo 8:5-10 ><br />

“Entrando en Cafarnaún, se le acercó un<br />

centurión, suplicándole y diciéndole: Señor,<br />

mi siervo yace en casa paralítico, atrozmente<br />

atormentado. El le dijo: Yo iré y le curaré. Y<br />

respondiendo el centurión, dijo: Señor, yo no<br />

soy digno de que entres bajo mi techo; di sólo<br />

una palabra y mi siervo será sanado. Porque<br />

yo soy un subordinado, pero bajo mí tengo<br />

soldados, y digo a éste: Ve, y va; y al otro:<br />

Ven, y viene; y a mi esclavo: Haz esto, y lo<br />

hace. Viéndole Jesús, se marav<strong>il</strong>ló y dijo a los<br />

que le seguían: En verdad os digo que en<br />

nadie de Israel he hallado tanta fe.”<br />

324 “Di solo una palabra”<br />

Cuando los que creen en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu nos reunimos, cada día es una<br />

celebración. Cuando pensamos en cómo Dios ha<br />

borrado nuestros pecados y meditamos sobre el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, reímos de gozo.<br />

Del mismo modo en que el centurión del<br />

pasaje de las Escrituras de hoy confesó su gran fe<br />

en Jesús, diciendo: “Di sólo una palabra y mi<br />

siervo será sanado”, hay gente de fe en la Biblia<br />

que también creyó en la Palabra de Dios y siguió<br />

al Señor. Bienaventurados los que tienen<br />

verdadera fe en la Palabra de Dios. Y la fe de<br />

este centurión es la misma fe de los que en esta<br />

era creen en la Palabra del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu.<br />

El centurión se apiadó de su siervo que había<br />

caído enfermo, vino buscando a Jesús y le pidió<br />

que curara a su siervo. Y Jesús contestó a su<br />

petición. Si examinamos este pasaje de la Biblia,<br />

nos damos cuenta de que la disposición del<br />

◄ Contenido ►


centurión era creer en Jesús como el Hijo de<br />

Dios, y como Dios mismo. Podemos observar<br />

que creyó en Jesús como el Dios que resucita a<br />

los muertos y que creó el universo con Su<br />

Palabra. Podemos ser testigos de qué grande era<br />

la fe del centurión.<br />

El centurión le dijo a Jesús: “Señor, yo no soy<br />

digno de que entres bajo mi techo; di sólo una<br />

palabra y mi siervo será sanado”. ¿Por qué dijo<br />

eso? El centurión dijo esto, no porque tuviese<br />

miedo de que Jesús entrase a su casa, sino porque<br />

creía en la grandeza de Dios, Su santidad y Su<br />

omnipotencia. Si todo el mundo tuviera esta<br />

actitud de venerar a Dios y de honrarle, todos<br />

hubiéramos recibido las mismas bendiciones de<br />

Dios que recibió el centurión. ¿Cuáles son estas<br />

bendiciones de Dios? Son la bendición de la<br />

remisión de los pecados y la de la fe para vivir en<br />

este mundo para la obra justa de Dios. Todo esto<br />

viene de la fe en la Palabra. Esta era la fe del<br />

325 “Di solo una palabra”<br />

centurión. Aunque no tengamos nada que<br />

mostrarle a Dios, si simplemente tenemos fe en<br />

Su Palabra, las bendiciones de fe nos llegarán en<br />

abundancia, tal y como sucedió con el centurión.<br />

El pasaje sobre este centurión nos habla a<br />

todos de que la fe en la Palabra de Dios es la fe<br />

verdadera ante Dios, y de que Dios se complace<br />

con dicha fe. Esta fe viene cuando creemos en<br />

Dios, que hace todo y cumple todo lo que está<br />

escrito en Su Palabra. En otras palabras, la<br />

Palabra de Dios es la única base de toda nuestra<br />

fe. Si conocemos la Palabra de Dios y tenemos fe<br />

en ella, todos recibiremos extraordinarias<br />

bendiciones en nuestras vidas, como las recibió<br />

el centurión.<br />

Que el centurión tuviera tanta fe era una<br />

bendición de por sí. Aquellos que veneran a Dios<br />

también conocen el poder de Su Palabra, y al<br />

creer en la Palabra de dios, también pueden ser<br />

salvados de todos sus pecados, y recibir la vida<br />

◄ Contenido ►


eterna. Es a través de Su Palabra que somos<br />

salvados de los pecados del mundo, recibimos la<br />

remisión de nuestros pecados, y la vida eterna, y<br />

seguimos a Dios con fe. Esta fe en la Palabra de<br />

Dios nos trae sin falta una vida marav<strong>il</strong>losa y<br />

bendita a todos nosotros.<br />

Nuestro Señor dijo: “Y conoceréis la verdad, y<br />

la verdad os librará” (Juan 8:32). Quizás no<br />

conozcamos toda la Palabra de Dios en<br />

profundidad, pero si creemos en la Palabra<br />

escrita de Dios, entonces esta obra en nuestros<br />

corazones de manera tangible y concreta,<br />

transforma nuestras mentes y almas, y nos lleva a<br />

conocer y creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, para que las almas que habían estado<br />

destinadas al Infierno, en vez de eso entren en el<br />

Cielo.<br />

Si no tenemos esta fe en la Palabra de Dios,<br />

creer en Jesús como nuestro salvador es<br />

completamente en vano. Este tipo de fe sería<br />

326 “Di solo una palabra”<br />

nada más que creer en Jesucristo basándose en<br />

los propios pensamientos, lo que constituye una<br />

religión creada por uno mismo y que uno<br />

practica según su propio acuerdo. Pero, al<br />

contrario que esta fe, la fe del centurión creía en<br />

la Palabra de Dios.<br />

La fe del centurión era como la de Abraham.<br />

Nuestros padres de la fe creyeron en la Palabra<br />

que Dios habló. Abraham siguió la palabra de<br />

Dios, e Isaac tenía la misma fe que su padre.<br />

Abraham creía en la Palabra de la promesa de<br />

Dios tal y como era, que Él daría la tierra de<br />

Canaá a su descendencia, y transfirió esta misma<br />

promesa a su hijo Isaac. Y en realidad Dios ha<br />

concedido a sus descendientes esta tierra que hoy<br />

constituye Israel. Al creer en la Palabra que Dios<br />

habló, Abraham se convirtió en el padre de la fe.<br />

La obra más extraordinaria que Dios ha hecho<br />

por nosotros es que, con Su Palabra, ha<br />

transformado a los pecadores en justos. ¿Qué<br />

◄ Contenido ►


Palabra de Dios hace que los pecadores sean<br />

justos? ¿Cómo pueden los pecadores convertirse<br />

en justos? ¿Recibe la gente la fe del poder y se<br />

hace justa al ir a la iglesia, rezando<br />

fervientemente, hablando en lenguas, o creyendo<br />

en el poder m<strong>il</strong>agroso de curar a los enfermos?<br />

Cuando la gente dice que reconocen a Jesús<br />

como su Salvador, ¿es esto lo mismo que<br />

recibirle? No se puede creer en la Palabra de<br />

Dios basándose en sus propias emociones, su<br />

propia devoción, o sus propios pensamientos.<br />

Solo se puede llegar a tener fe en la Palabra de<br />

Dios al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la<br />

Tierra para salvar a los pecadores, fue bautizado<br />

por Juan y derramó Su sangre, y así los ha<br />

librado de todos sus pecados. Aunque a pesar de<br />

esto, vemos a mucha gente que afirma haberse<br />

convertido en hijos de Dios por sus propias<br />

oraciones y súplicas hechas con toda sinceridad y<br />

327 “Di solo una palabra”<br />

arrepintiéndose de sus pecados estando llenos de<br />

lágrimas. A menudo vemos que entre los<br />

cristianos que han ido a la iglesia durante algún<br />

tiempo, los que llorar cuando rezan a Dios son<br />

aprobados como gente que cree en Dios de<br />

verdad, aunque no muestren interés alguno en la<br />

verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. En<br />

este tiempo, el cristianismo se ha corrompido y<br />

se ha convertido en una religión mundana que<br />

supuestamente protege a todos los creyentes con<br />

sus doctrinas.<br />

El cristianismo actual tiene el tipo de<br />

fe que no ofrece la respuesta correcta<br />

El cristianismo de hoy en día se está dejando<br />

llevar por la corriente equivocada. La cruda<br />

realidad es que muchos cristianos están<br />

siguiendo la fe equivocada del movimiento<br />

◄ Contenido ►


carismático, el misticismo y materialismo. Estas<br />

creencias paganas se están difundiendo con<br />

rapidez en las comunidades cristianas. Estos<br />

cristianos encuentran satisfacción confort para<br />

sus mentes cuando se encuentran en estas<br />

comunidades religiosas; pero cuando vuelven a<br />

sus casas y sus sociedades, no pueden evitar<br />

volver a ser los antiguos no creyentes y<br />

continúan viviendo sus vidas vacías y confusas,<br />

ya que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios no<br />

están en sus corazones. Aunque afirman creer en<br />

Jesús, no conocen el verdadero Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, y por tanto no han recibido la<br />

remisión de sus pecados en sus corazones.<br />

Consecuentemente, ni han recibido el Espíritu<br />

Santo, ni creen en la Palabra de Dios, y por eso<br />

no pueden dejar de ser los que eran.<br />

Creer en Dios no es otra cosa que creer en Su<br />

Palabra. Jesús dijo que la fe del centurión que<br />

creyó en la Palabra de Dios era enorme. Los que<br />

328 “Di solo una palabra”<br />

no creen en la Palabra de Dios no pueden<br />

entender la fe de los que creen y siguen la<br />

Palabra de Dios. En concreto, la gente que sigue<br />

el movimiento carismático afirma que los que no<br />

pueden hablar en lenguas no han recibido al<br />

Espíritu Santo, diciendo: “¿Cuál es la prueba que<br />

indica que se ha recibido al Espíritu Santo? ¿Qué<br />

significa convertirse en Dios? ¿Cuál es la prueba<br />

de la salvación? No es otra que hablar en lenguas<br />

celestiales, esa es la prueba de haber nacido de<br />

nuevo y haber recibido el Espíritu Santo”. Pero<br />

esto no es verdad.<br />

Esta gente arma un jaleo enorme cuando reza.<br />

Pero estadísticamente, el 99 por ciento de esta<br />

gente pronuncia simplemente sinsentidos. En<br />

otras palabras, su extraño comportamiento<br />

proviene de Satanás, no de Dios. Lo que hace<br />

esto todavía más trágico es que esta gente está<br />

segura de que han recibido al Espíritu Santo, y de<br />

◄ Contenido ►


que están empleando dicha confusión satánica en<br />

el nombre del Espíritu Santo.<br />

El Espíritu Santo, como prueba de la remisión<br />

de los pecados, se recibe a través de la remisión<br />

de los pecados mediante la fe de cada uno en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Hablar en lenguas no es un regalo elemental que<br />

todo el que ha recibido el Espíritu Santo puede<br />

ejercer. No es más que hablar en diferentes<br />

lenguas regionales (Hechos 2:8). Durante la era<br />

apostólica, los discípulos de Jesús hablaban en<br />

lenguas para dar testimonio del Evangelio<br />

(Hechos 2:11), y para tener una relación estrecha<br />

y personal con Dios (1 Corintios 14:2). Pero en<br />

esta era, cuando las Escrituras ya han sido<br />

recop<strong>il</strong>adas, no hay ninguna necesidad de que<br />

hablemos estas diferentes lenguas regionales (1<br />

Corintios 13:8-10). Por lo tanto, incluso aquellos<br />

que no hablan en lenguas han podido decir la<br />

329 “Di solo una palabra”<br />

verdad de la salvación al creer en el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu.<br />

Cuando los cristianos de hoy en día hablan en<br />

lenguas, esto no significa que hayan recibido la<br />

remisión de los pecados, ni que se hayan<br />

convertido en hijos de Dios. Hablar en lenguas y<br />

ver visiones no significa haber nacido de nuevo,<br />

ni tener el don espiritual de la curación significa<br />

tener fe en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu. Resumiendo, esta gente se aferra a estos<br />

signos místicos como su salvación porque no<br />

tienen ni idea de cómo nacer de nuevo.<br />

Esto es lo que Satanás da a los pecadores. La<br />

fe mística dura solamente unos pocos años. Una<br />

vez pierden su presunto “poder”, se esfuerzan<br />

por recuperarlo. Entonces, buscan por todos<br />

sitios a los supuesto “hombres de poder” para<br />

recibir la imposición de manos. Pero como su fe<br />

es en vano, al final acaban siendo siervos de<br />

Satanás. El hecho de que persigan tales signos y<br />

◄ Contenido ►


m<strong>il</strong>agros es la prueba de que no tienen fe en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu en<br />

sus corazones.<br />

Hay una enorme diferencia entre la fe de los<br />

que creen en visiones y poderes sobrenaturales y<br />

la de los que creen y siguen la Palabra de Dios.<br />

Comparada con la fe del centurión, la fe de los<br />

cristianos engañados que persiguen m<strong>il</strong>agros no<br />

le llega ni a la suela de los zapatos. Su fe es<br />

completamente distinta de la del centurión que<br />

creyó y siguió la Palabra de Dios.<br />

La fe del centurión decía simplemente: “Di<br />

sólo una palabra y mi siervo será sanado”. En<br />

otras palabras, su fe creía en la Palabra de Dios;<br />

es decir, en lo que Jesucristo nos dijo. Esto nos<br />

indica que la fe en la Palabra de Dios es la<br />

verdadera fe. Cree que todo se cumplirá<br />

exactamente según la Palabra de Jesús, cualquier<br />

cosa que nos haya dicho, es la verdadera fe. En<br />

330 “Di solo una palabra”<br />

otras palabras, la fe que cree completamente en<br />

la Palabra de Dios es la fe del centurión.<br />

Nosotros, que tenemos fe en la Palabra de<br />

Dios y hemos recibido así la remisión de los<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, no caemos en este tipo de fe que busca<br />

signos. Ante todo, ese tipo de fe no es compatible<br />

con nuestra fe, porque somos una sem<strong>il</strong>la<br />

completamente diferente de los que buscan<br />

m<strong>il</strong>agros. Por lo tanto no podemos trabajar con<br />

dicha gente para difundir el Evangelio de Dios.<br />

La fe del centurión es nuestra misma fe, que cree<br />

en el Evangelio del agua y el Espíritu. Cuando<br />

vivimos nuestras vidas según la Palabra de Dios,<br />

vivimos las vidas de los profetas que vivieron<br />

antes que nosotros. El Espíritu Santo obró en las<br />

vidas de estos profetas, e igualmente obra en<br />

nuestras vidas.<br />

Solo puede dar gracias a Dios cuando pienso<br />

en cómo no ha dado la gracia de la salvación a<br />

◄ Contenido ►


través del Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />

cómo nos ha permitido, al contrario de los que<br />

persiguen signos y m<strong>il</strong>agros, creer en Su Palabra<br />

y seguirla. Que nuestra fe sea verdadera, y que<br />

nos hayamos convertido en justos, se debe<br />

únicamente a que creemos en la palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de<br />

Dios. Quien rechace sus propios pensamientos,<br />

escuche hum<strong>il</strong>demente lo que dice Su Palabra y<br />

cree en la verdadera Palabra del Evangelio de<br />

Dios, puede convertirse en una persona justa.<br />

Este es el poder de Dios, y este es el poder de la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu. Al<br />

creer en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu podemos convertirnos en hijos de Dios,<br />

entrar en el Reino de los Cielos, y vivir una vida<br />

hermosa, feliz y bendita.<br />

Nosotros, los verdaderos creyentes le decimos<br />

al Señor: “Di una sola palabra”. Debido a que<br />

nuestro Señor nos dio la Palabra del Evangelio<br />

331 “Di solo una palabra”<br />

del agua y el Espíritu, la remisión de todos<br />

nuestros pecados se ha cumplido mediante la<br />

Palabra de Dios, porque esta es la verdad del<br />

agua y el Espíritu.<br />

Viendo la fe del centurión que creía en Su<br />

Palabra, Jesús dijo: “En verdad os digo que en<br />

nadie de Israel he hallado tanta fe” Un paralítico<br />

no puede hacer nada por su cuenta. Tampoco<br />

puede un paralítico espiritual hacer que sus<br />

pecados desaparezcan por su propia voluntad o<br />

mediante oraciones. Por eso Dios habló de la fe<br />

que nos permite recibir la perfecta remisión de<br />

los pecados, solo mediante la Palabra de Dios.<br />

Hemos recibido el don de la remisión de los<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, en Su Palabra escrita. Los pecados de<br />

todo el mundo pueden ser limpiados solamente al<br />

creer en la Palabra de Dios. Como el centurión<br />

creía en la Palabra de Jesús, le dijo: “Di sólo una<br />

◄ Contenido ►


palabra y mi siervo será sanado”, y por eso<br />

Jesús aprobó su fe.<br />

Ninguno de nuestros esfuerzos puede borrar<br />

todos nuestros pecados. Solo creyendo en la<br />

Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu<br />

escrita en la Palabra de Dios nuestros pecados<br />

pueden ser quitados. Es solo al creer en esta<br />

Palabra de Dios, el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que podemos ser salvados de todos<br />

nuestros pecados. Nada más nos puede llevar a la<br />

salvación de nuestros pecados. No podemos<br />

recibir la remisión de los pecados y nacer de<br />

nuevo si no es por la Palabra escrita del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. La salvación<br />

que se recibe en sueños o visiones no es<br />

salvación en absoluto.<br />

Sin embargo, hay todavía muchos cristianos<br />

que se hacen más pecadores tras creer en Jesús.<br />

¿Es normal que alguien que cree en Jesús se haga<br />

más pecador con el tiempo? La Biblia dice que el<br />

332 “Di solo una palabra”<br />

Señor ha purificado nuestros pecados con Su<br />

poderosa Palabra (Hebreos 1:3). Entonces, ¿cuál<br />

es Su poderosa Palabra? No es otra que el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto, los<br />

que ignoran Su poderosa Palabra no tienen otro<br />

remedio que permanecer como cristianos<br />

pecadores, por mucho que crean en Jesús. Como<br />

todo lo que Jesús ha hecho por nosotros está<br />

escrito en la Palabra de Dios en detalle, es<br />

creyendo en esta Palabra de Dios como podemos<br />

hacernos justos, y es a través de la fe en la<br />

Palabra de Dios que los justos pueden vivir con<br />

las bendiciones de Dios.<br />

Para aquellos que no creen en la verdad de la<br />

remisión de los pecados contenida en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu, todas y cada<br />

una de sus experiencias son falsas. Jesús es el<br />

camino, la verdad y la vida para los verdaderos<br />

creyentes. Por muy ardientemente que uno rece<br />

oraciones de arrepentimiento durante los cultos,<br />

◄ Contenido ►


si deja la Palabra y Su poder, entonces sus<br />

pecados no pueden ser borrados. No es mediante<br />

las oraciones de arrepentimiento como uno<br />

recibe la remisión de sus pecados y entra en el<br />

Cielo, porque nuestra propia devoción, esfuerzos<br />

y obras no pueden borrar ninguno de nuestros<br />

pecados. Cualquier f que nos e base en la Palabra<br />

de Dios pertenece a Satanás. Ninguna doctrina<br />

que provenga del conocimiento humano, no de la<br />

Palabra de Dios, puede quitar nuestros pecados.<br />

Sin fe en la Palabra de Dios, ningún alma puede<br />

ser salvada de sus pecados, por mucho poder que<br />

tengan para expulsar demonios, o aunque sea<br />

martirizada. La remisión de los pecados que<br />

recibimos por nuestra cuenta, basada en nuestros<br />

propios pensamientos, está destinada a cambiar,<br />

porque no está basada en la verdadera fe.<br />

La Biblia también dice que no podemos nacer<br />

de nuevo de la sangre, o de la voluntad de carnal,<br />

ni de la voluntad del hombre (Juan 1:13).<br />

333 “Di solo una palabra”<br />

Algunos presumen de la rica tradición de su fe,<br />

diciendo: “Yo a creía en Jesús cuando estaba en<br />

el seno de mi madre”. Otros dicen: “Mi fam<strong>il</strong>ia<br />

ha creído en Jesús durante 5 generaciones”.<br />

¿Puede esta gente nacer de nuevo con este<br />

sentido de superioridad? No, esta gente no puede<br />

convertirse en el pueblo de Dios.<br />

El Señor nos dice que pondrá a prueba la fe de<br />

dicha gente y los desechará por obrar iniquidad.<br />

Su orgullo en sí no es el problema si creen según<br />

la Palabra de Dios. En cambio, como creen en<br />

Jesús según sus propios pensamientos en vez de<br />

Su Palabra de Verdad, Dios dijo que los echaría a<br />

la oscuridad, diciendo: “Apartaos de mí,<br />

obradores de iniquidad” (Mateo 7:23). ¿Qué se<br />

quiere decir con “iniquidad” aquí? Se refiere a<br />

las acciones rechazados por la Ley de aquellos<br />

que afirman creer en Jesús como su Salvador y<br />

ejercer todos los poderes de Dios aunque no<br />

crean en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

◄ Contenido ►


Espíritu. En otras palabras es la reunión de los<br />

sin pecado a los que se les llama santos de Dios<br />

(1 Corintios 1:2). La Iglesia de Dios es el lugar<br />

que permite a la gente dejar de lado sus propios<br />

pensamientos, creer en la Palabra de Dios y<br />

recibir la remisión de los pecados. Ir a la iglesia<br />

no significa que se vaya a ir al Reino de los<br />

cielos. Aún así hay gente que dice que porque<br />

creen en Jesús y son miembros de la denominada<br />

iglesia “ortodoxa”, irán al Reino de Dios aunque<br />

tengan pecados. Los que se enorgullecen en estas<br />

confesiones ortodoxas de este mundo se<br />

identifican descaradamente como pecadores<br />

redimidos.<br />

Todo el mundo afirma que su confesión es<br />

ortodoxa. Pero, ¿dijo Dios que llevaría al Cielo a<br />

cualquiera que profesase creer en Él aunque no<br />

haya verdadera fe en su corazón? Eso no está<br />

escrito en ninguna parte de la Biblia. Pueden<br />

ustedes mismos buscar y ver si hay algún indicio<br />

334 “Di solo una palabra”<br />

en las Escrituras. Sin duda descubrirán que no<br />

está escrito en ningún sitio.<br />

Ante Dios, los santos son los que no tienen<br />

pecados; es decir, los que son justos. La gente<br />

que presume de la ortodoxia de sus confesiones<br />

dicen: “Somos pecadores, pero como creemos en<br />

Jesús, Dios nos considera justos. Por eso<br />

creemos. Creen en Jesús no quiere decir que<br />

estemos sin pecado. ¿Cómo podemos decir que<br />

estamos sin pecado si cometemos pecados todos<br />

los días? Pero como creemos en Jesús como<br />

nuestro Salvador, Dios nos considera sin pecado.<br />

Esto no significa que hemos sido salvados<br />

porque estábamos sin pecado. Aunque todavía<br />

tenemos pecados incluso después de creer en<br />

Jesús, gracias a nuestra fe en Jesús, se nos llama<br />

hijos de Dios, y por tanto podemos entrar en Su<br />

Reino”.<br />

Los que tienen este tipo de fe solo creen en sus<br />

propios pensamientos; lo que tienen no es<br />

◄ Contenido ►


salvación recibida al creer en la Palabra del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Así, todo lo que<br />

hacen es confesar su amor no correspondido por<br />

Él. Esta gente no ha sido salvada de sus pecados.<br />

Los que no han sido salvados de sus pecados<br />

testifican que sus corazones todavía tienen<br />

pecado. Esta es la prueba de que son pecadores.<br />

Aunque creen en Jesús como su Salvador,<br />

cualquiera que tenga pecado escrito en la tabla de<br />

su corazón está destinado al Infierno.<br />

Habiendo borrado todos los pecados de este<br />

mundo mediante el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, Jesús nos dijo que recibiéramos la<br />

remisión de nuestros pecados creyendo en este<br />

verdadero Evangelio. Dios está contento con los<br />

que han sido librados de sus pecados y se han<br />

convertido en justos al creer en Jesús como su<br />

Salvador. Por eso Dios ha preparado el Cielo<br />

para esta gente justa. Pero los religiosos que no<br />

son justos no pueden complacer a Dios. Ellos<br />

335 “Di solo una palabra”<br />

confiesan: “Señor, creo en que borraste todos mis<br />

pecados. Pero, por favor, límpiame de mis<br />

pecados personales que cometo todos los días.<br />

Por favor, perdóname esos pecados”. Si su fe es<br />

así, entonces no conocen el Evangelio de Dios<br />

del agua y el Espíritu, ni creen en él, en realidad<br />

cometen el pecado de llamar mentiroso a Dios.<br />

Los cristianos de todo el mundo<br />

deben arrod<strong>il</strong>larse ante el Evangelio<br />

del agua y el Espíritu<br />

Existen dos clases de gente que acusan a los<br />

seguidores del Evangelio del agua y el Espíritu<br />

de ser herejes. Claro está que la fe de los limpios<br />

de pecado debe parecerles bastante extraña. Pero<br />

según el Evangelio del agua y el Espíritu son<br />

ellos los que, al permanecer sus corazones llenos<br />

◄ Contenido ►


de pecados, son herejes que perecerán. Los<br />

herejes son los pervertidos y pecadores, que<br />

están condenados ante Dios (Tito 3:11). Los<br />

cristianos que dicen todavía tener pecados ante<br />

Dios son los que pecan. Si todavía no han<br />

recibido la remisión de los pecados porque no<br />

conocen el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />

entonces arrepiéntanse ahora y crean en el<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Nunca es<br />

demasiado tarde. El verdadero arrepentimiento<br />

requiere volver del camino equivocado y tener fe<br />

en la verdad: el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Aquellos que se condenan a sí mismos aunque<br />

crean en Jesús son los verdaderos herejes. No<br />

hay condena en Jesucristo (Romanos 8:1).<br />

Debemos comprender correctamente esta verdad<br />

al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />

Los que tienen pecados ante Dios no pueden<br />

ayudar e otras almas pecadores a llegar hasta la<br />

Palabra de Dios, y lo único que consiguen es<br />

336 “Di solo una palabra”<br />

hacer que los pecadores crean en vano según sus<br />

ideas basadas en el conocimiento humano.<br />

Pero los que han recibido la remisión de los<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu pueden ayudar a otros que todavía pecan<br />

a deshacerse de sus pecados mediante la Palabra<br />

de Dios, porque solo a través de la fe se recibe la<br />

remisión de los pecados. Por tanto, los que<br />

conocen a los justos que han recibido la remisión<br />

de sus pecados al creer en el Evangelio del agua<br />

y el Espíritu, pueden escuchar la Palabra que<br />

habla de nacer de nuevo, creer en Jesús y ser<br />

justos.<br />

Los que se han convertido en justos al creer en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu no son<br />

herejes, sino verdaderos creyentes. Ellos son los<br />

bendecidos que han nacido de nuevo al creer en<br />

el Evangelio del agua y el Espíritu. La mejor<br />

manera de nacer de nuevo es seguir a los líderes<br />

de la Iglesia de Dios, y predicar el verdadero<br />

◄ Contenido ►


Evangelio del agua y el Espíritu a todos los<br />

pecadores del mundo. Los cristianos que siguen<br />

siendo pecadores deberían presentarse a los<br />

justos que han recibido la remisión de los<br />

pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, y acusarnos abiertamente de ser herejes.<br />

Lanzar esas acusaciones a nuestras espaldas es<br />

estúpido y cobarde.<br />

¿Qué clase de fe es la correcta? El centurión<br />

era un gent<strong>il</strong>, pero creyó en la Palabra de Dios tal<br />

y como es. Al creer de este modo en la Palabra<br />

de Jesús, su fe fue aceptada. Pero los que<br />

alardeaban de su ortodoxia, diciendo que eran<br />

verdaderos judíos, fueron abandonados. Los<br />

fariseos eran pecadores, ya que no quisieron<br />

reconocer a Jesús como su Salvador.<br />

La fe en la Palabra de Dios es la fe que nos<br />

salva de nuestros pecados, y al creer en ella<br />

nuestras vidas son bendecidas. La verdadera fe es<br />

creer en la Palabra de Dios y obedecerla. Y para<br />

337 “Di solo una palabra”<br />

los verdaderos creyentes, la Palabra de Dios se<br />

cumple cuando creen. Como el centurión tenía<br />

esta fe, Dios dijo que esa fe era grande.<br />

Dios nos ha dado esta fe con la gracia del<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. Y nosotros<br />

también hemos experimentado personalmente<br />

que la Palabra de Dios se cumplió según lo<br />

escrito. Pero nos entristece ver que poca gente<br />

tiene la fe que tenía el centurión. Deben creer en<br />

el Evangelio de Dios del agua y el Espíritu.<br />

Cuando creen en la Palabra del Evangelio del<br />

agua y el Espíritu, la Palabra de Dios, serán<br />

curados en ese momento de su lepra espiritual<br />

según su fe. La fe que Dios aprueba no es otra<br />

que la fe en la Palabra del Evangelio del agua y<br />

el Espíritu que Él nos dio, tal y como es.<br />

La fe en la Palabra del Evangelio del agua y el<br />

Espíritu que nos ha hecho limpios de pecados es<br />

la fe del centurión que Dios aprobó. Para los<br />

justos que creen en Su Palabra, Dios ha dado las<br />

◄ Contenido ►


endiciones de la remisión de pecados y de<br />

convertirse en Sus hijos, y doy gracias al Señor<br />

por todo esto. Habiéndonos limpiado de todo<br />

pecado al creer en el Evangelio del agua y el<br />

Espíritu, estamos calificados para hacer las obras<br />

justas por el bien de los demás. Creamos siempre<br />

en Él teniendo en cuenta lo que nuestro Señor<br />

dijo: que los justos vivirán de la fe.<br />

Que Dios les guía. Amén. ¡Aleluya!<br />

338 “Di solo una palabra”<br />

◄ Contenido ►


Primero sigue al Señor<br />

< Mateo 8:18-22 ><br />

“Viendo Jesús grandes muchedumbres en<br />

torno suyo, dispuso partir a la otra ribera. Le<br />

salió al encuentro un escriba, que le dijo:<br />

‘Maestro, te seguiré adondequiera que vayas’.<br />

Díjole Jesús: ‘Las raposas tienen cuevas, y las<br />

aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre<br />

no tiene dónde reclinar la cabeza’. Otro<br />

discípulo le dijo: ‘Señor, permíteme ir<br />

primero a sepultar a mi padre’; pero Jesús le<br />

respondió: ‘Sígueme y deja a los muertos<br />

sepultar a sus muertos.’”<br />

Está aquí escrito: “Le salió al encuentro un<br />

escriba, que le dijo: ‘Maestro, te seguiré<br />

339 Primero sigue al Señor<br />

adondequiera que vayas’”. Entonces Jesús le<br />

dijo al escriba: “Las raposas tienen cuevas, y las<br />

aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no<br />

tiene dónde reclinar la cabeza”. Este hombre al<br />

que se le llama escriba, en términos mundanos,<br />

era un funcionario de alto rango. Este hombre de<br />

alto rango decidió seguir a Jesús, diciéndole:<br />

“Maestro, te seguiré adondequiera que vayas”.<br />

Este hombre le tenía un gran respeto a Jesús, y<br />

quería seguirle. Debió darse cuenta de quién era<br />

Jesús, y debió pensar que no había nadie más<br />

grande que Jesús en el mundo.<br />

Pero Jesús le dijo: “Las raposas tienen<br />

cuevas, y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo<br />

del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”.<br />

Al oír esto, el escriba probablemente desistiría.<br />

Aunque respetaba a Jesús como hombre, desistió<br />

en el momento en que se dio cuenta de que no<br />

podía conseguir nada de Jesús. El escriba<br />

esperaba obtener algo de Jesús como uno de Sus<br />

◄ Contenido ►


discípulos aunque al principio le hubiera querido<br />

seguir por respeto. Pero Jesús le dijo que el Hijo<br />

del Hombre no tenía donde reclinar la cabeza. Al<br />

oír esto, que Jesús no tenía ni una sola parcela de<br />

tierra, ni su propia casa, no nada más n este<br />

mundo, el escriba desistió.<br />

Cuando uno de los discípulos de Jesús dijo:<br />

“Señor, permíteme ir primero a sepultar a mi<br />

padre”, Jesús le dijo: “Sígueme y deja a los<br />

muertos sepultar a sus muertos”.<br />

Un discípulo es aquel que sigue a su maestro.<br />

Cuando se trata de seguir al Señor, lo que dijo<br />

Jesús es chocante. Jesús nos dice que la gente del<br />

mundo no puede seguir al Señor aunque quieran,<br />

y que no hay nada que puedan obtener del Señor.<br />

De hecho, ¿qué cosas terrenales puede uno ganar<br />

siguiendo al Señor? Como Jesús dijo, el Hijo del<br />

Hombre no tiene donde reclinar la cabeza, por<br />

eso la gente del mundo no tiene ningún motivo<br />

por el que seguir al Señor.<br />

340 Primero sigue al Señor<br />

Para seguir al Señor se debe amar el<br />

Evangelio<br />

Uno de los discípulos le pidió permiso a Jesús<br />

para poder sepultar a su padre y después seguirle<br />

a Él. Ya que su padre había muerto, ¿no era lo<br />

correcto que primero lo sepultase y luego<br />

siguiese al Señor? Esto sería lo correcto si lo<br />

juzgamos según la ética y la moral de este<br />

mundo. Pero en la Biblia Jesús dijo: “Sígueme y<br />

deja a los muertos sepultar a los muertos”. En<br />

otras palabras, ¿cómo podría alguien que sea<br />

llamado discípulo de Jesús seguir al Señor solo<br />

después de haberse ocupado de sus asuntos<br />

carnales? Si uno quiere realmente seguir al<br />

Señor, debe privarse a sí mismo, cargar con su<br />

cruz y seguir al Señor (Marcos 8:34). La Biblia<br />

nos está diciendo aquí que si realmente deseamos<br />

seguir a Jesucristo, podemos hacerlos solo si<br />

◄ Contenido ►


dejamos que la gente del mundo se ocupe de sus<br />

asuntos mundanos.<br />

Pensemos en esto detenidamente. Cuando<br />

intentan seguir al Señor, hay muchos obstáculos<br />

de la carne que les dificultan permanecer como<br />

fieles discípulos. Cuando alguien conoce al<br />

Señor y quiere seguirle, el primer obstáculo en su<br />

camino es su fam<strong>il</strong>ia. Si no se ocupa de su<br />

fam<strong>il</strong>ia, siente pena por ellos, y piensa que<br />

debería estar cuidándoles y ayudándoles.<br />

Después de haber nacido de nuevo, hubo un<br />

tiempo en que yo también me encontré con ese<br />

mismo problema. Mi hermano mayor falleció<br />

repentinamente, dejando una esposa, dos hijos y<br />

dos hijas, un total de cuatro hijos. Yo había<br />

amado y cuidado de estos sobrinos y sobrinas<br />

desde el día en que nacieron. Pero el problema<br />

era que justo antes de que mi hermano falleciera,<br />

yo había nacido de nuevo. Entonces tenía el<br />

sentido de la obligación por las almas perdidas, y<br />

341 Primero sigue al Señor<br />

sentí un gran deseo de seguir al Señor. Mi<br />

corazón solo quería difundir el Evangelio aunque<br />

fuera solo a una persona, y ayudarle a recibir la<br />

remisión de sus pecados.<br />

Pero algo me retenía. Por causa de mis<br />

sobrinos y sobrinas, sentía que tenía que ganar<br />

dinero para ocuparme de ellos. No era una<br />

obligación hacerlo, pero sentía ese deseo en mi<br />

corazón. Entonces empecé a angustiarme por lo<br />

que debería hacer. Los adultos pueden<br />

obviamente cuidar de sí mismos, pero como mis<br />

sobrinos y sobrinas eran solo unos niños,<br />

viviendo con su desconsolada madre y sin su<br />

padre, me sentí obligado a ser amable con ellos y<br />

a cuidarles. Y para poder cuidar de ellos, tenía<br />

que ganar dinero. Ganar suficiente dinero para<br />

mantener a los cinco, incluyendo a mi cuñada, no<br />

era fác<strong>il</strong> para mí. Se requería una cantidad<br />

considerable de dinero para alimentar a los<br />

cuatro niños, vestirlos y pagar su educación. Pero<br />

◄ Contenido ►


también tenía que predicar el Evangelio. Si iba a<br />

servir al Evangelio, no podría cuidar de ellos, y si<br />

iba a cuidar de ellos, entonces no podría predicar<br />

el Evangelio. Así que seguí angustiado durante<br />

mucho tiempo pensando en qué hacer.<br />

Al cabo del tiempo tomé finalmente una<br />

decisión. La conclusión a la que llegué era esta:<br />

aunque era importante que cuidara de mis<br />

sobrinos y sobrinas, podía hacerlo más adelante<br />

cuando pudiera permitírmelo, pero la obra de<br />

Dios tenía que hacerse en ese momento y no se<br />

podía posponer, porque si no predicaba el<br />

Evangelio, muchas almas en este mundo<br />

morirían en pecado. Mi d<strong>il</strong>ema se solucionó. Si<br />

en vez de predicar el Evangelio, hubiera tenido<br />

que ganar dinero y ocuparme de mi fam<strong>il</strong>ia, todo<br />

eso hubiera sido por la felicidad carnal de<br />

solamente cuatro personas, cinco como mucho.<br />

Pero si servía al Evangelio y seguía al Señor,<br />

daría vida a mucha gente y serviría a la verdadera<br />

342 Primero sigue al Señor<br />

felicidad de muchos. Así que después de<br />

considerarlo meticulosamente, llegué a la<br />

conclusión final y me dije a mí mismo: Lo siento<br />

por mis sobrinos y sobrinas, pero no puedo hacer<br />

esto. No es porque no los quiera. Los quiero de<br />

verdad, pero no puedo hacer mucho. Solo espero<br />

que trabajen duro y puedan superar las<br />

adversidades, y que Dios les bendiga y les ayude.<br />

Entonces me decidí a seguir al Señor.<br />

Este tipo de cosas ocurren mientras vivimos<br />

en este mundo. Después de haber nacido de<br />

nuevo, ¿cuántas veces hemos pedido: “Déjame<br />

primero sepultar a mi padre”? Aunque hayamos<br />

nacido de nuevo al creer en Jesús, ¿no hay<br />

muchas cosas carnales que necesitamos hacer?<br />

¿Cuánta gente conocemos que necesita nuestros<br />

cuidados? El discípulo del pasaje de hoy dijo:<br />

“Señor, permíteme ir primero a sepultar a mi<br />

padre”; pero si tuviéramos que ocuparnos de<br />

todos estos asuntos carnales, ¿cuándo<br />

◄ Contenido ►


encontraríamos tiempo para hacer las obras de<br />

Dios? ¿Cuándo tendríamos tiempo suficiente?<br />

Por eso Jesús le dijo: “Sígueme y deja a los<br />

muertos sepultar a sus muertos”. Dijo esto<br />

porque era la verdad.<br />

Nadie puede hacer dos cosas bien hechas a la<br />

vez. Aunque queramos ocuparnos de nuestros<br />

asuntos carnales y nuestras obras espirituales a la<br />

vez, nunca podremos cumplir con ambas cosas al<br />

mismo tiempo. Aunque alguien tenga el talento<br />

suficiente para ocuparse de dos cosas<br />

simultáneamente, cuando está obsesionado con<br />

una cosa, está destinado a ser desleal a la otra<br />

obra. Esto se debe a que, por mucho talento que<br />

tenga, hay un límite para su hab<strong>il</strong>idad.<br />

Permítanme mostrarles un ejemplo. Años atrás,<br />

cuando todavía estábamos en la escuela<br />

estudiando para los exámenes, a menudo nos<br />

centrábamos en unas asignaturas en concreto.<br />

Cuando poníamos mayor empeño en una<br />

343 Primero sigue al Señor<br />

asignatura en particular y le dedicábamos más<br />

tiempo de estudio, era normal que no tuviéramos<br />

tiempo de estudiar las otras asignaturas con la<br />

misma intensidad, y seguro que les dedicaríamos<br />

menos tiempo y atención. Esto se debe a que<br />

somos seres finitos.<br />

Entonces, debemos considerar ante Dios el<br />

siguiente pasaje como un hecho real: “Sígueme y<br />

deja a los muertos sepultar a sus muertos”.<br />

Debemos entender el significado de este pasaje y<br />

seguirlo. Enterrar a un padre es lo correcto. Es<br />

algo que todos debemos hacer. ¿Hay alguien<br />

entre nosotros, los nacidos de nuevo, que no<br />

daría un funeral adecuado a cualquier miembro<br />

de su fam<strong>il</strong>ia que falleciera? Todo el mundo lo<br />

hace. Pero el Señor habló a sus discípulos<br />

nacidos de nuevo sobre lo que deben hacer<br />

primero, lo que los discípulos que le siguen de<br />

verdad deben hacer.<br />

◄ Contenido ►


¿Qué deben hacer primero los justos? Primero<br />

deben hacer las obras de Dios, seguir al Señor,<br />

servir al Evangelio, hacer lo que el Señor quiere<br />

que hagan, y dejarse llevar adondequiera que Él<br />

les lleve. Esta vida de discípulo es seguir al<br />

Señor. Después de nacer de nuevo, ya sigamos<br />

siendo discípulos del mundo o nos convirtamos<br />

en discípulos de Jesús viene determinado por si<br />

decidimos seguir al Señor o al mundo y sus<br />

valores seculares. La gente de este mundo piensa<br />

que los discípulos de Jesús son muy guapos,<br />

completamente infant<strong>il</strong>es e ingeniosos, como si<br />

no fueran nadie. Piensan así según su estándar<br />

terrenal y por su propia cuenta, pero los<br />

verdaderos discípulos de Jesús no podrían ser<br />

más diferentes. Los discípulos de Jesús en un<br />

nivel más elevado que los discípulos del mundo,<br />

sus metas son nobles y sus corazones grandes<br />

como la inmensidad del mar. Nacidos en este<br />

mundo una vez, todo el mundo debe vivir una<br />

344 Primero sigue al Señor<br />

vida llena de significado, y vivir esta vida es<br />

vivir una vida como discípulo.<br />

¿De quién son discípulos ustedes?<br />

¿Son ustedes discípulos de Jesús, o son<br />

discípulos del mundo? Dicho de otra manera,<br />

¿siguen al mundo o siguen a Jesús? Los que<br />

siguen a Jesús dejan a un lado todo lo mundano y<br />

buscan el servir al Evangelio de nuestro Señor.<br />

Son los que viven así los que son discípulos del<br />

Señor. En la Iglesia de Dios, hay algunos<br />

seglares creyentes que sirven al Señor mientras<br />

viven sus vidas sociales, cuidando de sus<br />

fam<strong>il</strong>ias y llevando sus negocios y sus trabajos<br />

con d<strong>il</strong>igencia. Esta es también la vida de los<br />

discípulos de Jesús. Pero también están los que<br />

siguen a Jesús y sirven al Evangelio del Señor<br />

completa y exclusivamente. Ellos son los<br />

◄ Contenido ►


verdaderos discípulos de Jesús y viven de manera<br />

correcta la vida de los discípulos.<br />

Pase lo que pase, un discípulo sigue los pasos<br />

de su maestro. A los discípulos de Jesús hacer lo<br />

que Jesús quiere que hagan. Por tanto, aquellos<br />

que han decidido creer y seguir a Jesús, deben<br />

seguir al Señor para siempre. Jesús dijo:<br />

“Sígueme”, y en verdad es un gran gozo seguirle.<br />

¡Qué gran maestro es Jesús, qué poderoso es y<br />

qué bueno es nuestro Señor! Si de verdad<br />

seguimos al Señor, nunca nos arrepentiremos.<br />

Si seguimos al Señor, Él nunca nos echará de<br />

su lado, ni nunca nos traicionará. Seguir al Señor<br />

no es nunca en vano. Por eso el Señor Jesús les<br />

dijo a Sus discípulos: “Id, pues; enseñad a todas<br />

las gentes, bautizándolas en el nombre del<br />

Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,<br />

enseñándoles a observar todo cuanto yo os he<br />

mandado” (Mateo 28:19-20). Él todavía nos dice<br />

345 Primero sigue al Señor<br />

a los discípulos de hoy en día que hagamos<br />

discípulos de todas las naciones.<br />

Debemos pensar qué es ser un verdadero<br />

discípulo, y examinar detalladamente si estamos<br />

siendo ese tipo de discípulos o no. Dejando a un<br />

lado nuestra vida ajetreada y las tareas urgentes<br />

por un momento, debemos recapacitar<br />

seriamente sobre este asunto. Debemos examinar<br />

nuestra mente ante el Señor, ver si estamos<br />

satisfechos con nuestras decisión de ser Sus<br />

discípulos, y si estamos preparados para<br />

complacer al Comandante que nos ha alistado<br />

para ser Sus buenos soldados (2 Timoteo 2:4).<br />

Debemos confirmar que la vida de discípulo es la<br />

más preciada y valiosa para nosotros. Y<br />

entonces, debemos poner en marcha nuestros<br />

corazones como Sus buenos discípulos de nuevo.<br />

Mis queridos hermanos cristianos, el escriba<br />

quería seguir al Señor, pero no pudo. Fracasó en<br />

su intento porque el Señor le dijo que no podría<br />

◄ Contenido ►


obtener nada de Él al seguirle. Él dijo: “No tengo<br />

nada, pero si todavía quieres seguirme, entonces<br />

sígueme. No poseo nada en este mundo. Pero en<br />

realidad soy el más grande en el Reino de los<br />

cielos, el Señor de todos los ejércitos, y el Rey de<br />

reyes. Aún así no tengo nada en este mundo. Las<br />

raposas tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos;<br />

pero yo no tengo dónde reclinar la cabeza. Así<br />

que si quieres seguirme con tus deseos terrenales,<br />

hazlo cuando seas plenamente consciente de que<br />

no obtendrás nada de este mundo de Mí. Si me<br />

quieres seguir aún sabiendo esto, sígueme”.<br />

Pero Jesús dijo a sus discípulos: “Sígueme.<br />

Deja a los muertos sepultar a sus muertos y<br />

sígueme”. ¿Quiénes son los muertos aquí? ¿No<br />

son los que no han nacido de nuevo? Son la<br />

gente que no cree en Jesús y Su verdadero<br />

Evangelio del agua y el Espíritu. El mundo está<br />

lleno de obstáculos, y puede resultarnos difíc<strong>il</strong><br />

346 Primero sigue al Señor<br />

seguir al Señor, pero mientras viven, recuerden<br />

lo que nos dijo el Señor aquí: “Seguidme”.<br />

Espero y rezo por que siempre recuerden en<br />

sus corazones que el Señor les ha dicho que le<br />

sigan, y que lo hagan.<br />

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