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Michael Jackson<br />
Por Maria Ana D´Harcourt.<br />
Sé que cualquier hijo diría esto, pero hay casos excepcionales como<br />
padres o familiares, como por ejemplo los que se ocupan bien toda su<br />
vida de los discapacitados, no los internan si cuentan con la<br />
infraestructura necesaria. En el caso de Michael es así... además los<br />
crió trabajando intensamente, no les faltó una niñera... Repito: los<br />
crió, les dio amor, le dijo a uno de ellos en su primer cumpleaños,<br />
mientras el niño jugaba con un rompecabezas desarmado con mil<br />
pequeñas piezas: -La vida es linda, sé feliz, y quiero que seas igual<br />
que yo cuando crezcas.- No tomo como una presión estas palabras<br />
de su parte, para nada... que te diga eso un papá es muy lindo hacia<br />
un hijo varón... Él quiere eso para los tres, ¡se los aseguro nueva<br />
generación Jackson! En el caso de mi mamá también fue la mejor<br />
mamá del mundo y lo es ahora espiritualmente... ¡fue y es<br />
maravillosa por todo lo que me dio terrenalmente, acá! Me dio a<br />
Virtudes, la niñera más buena del mundo, además ella, su apertura<br />
mental hacia mí y en general, la paciencia que me tenía cuando<br />
lloraba de chica y de adulta… aunque nos alteráramos con insultos, a<br />
los cinco minutos ya estábamos bien nuevamente. Todo, su<br />
creatividad, su alma bohemia y de artista, las personalidades que<br />
conocí en profundidad gracias a ella. Más allá que tenga dotes<br />
creativas si no fuera porque me estimuló la parte espontánea, la<br />
mente artística hoy no estaría tan alimentada en esa área, pero con<br />
naturalidad.<br />
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Todo lo que me dio... físicamente digo, todos los cuentos infantiles,<br />
los juegos didácticos más avanzados para mi edad… La suavidad y el<br />
respeto con que me decía las cosas, sobre todo extraño su método<br />
psicopedagógico cuando me ponía a llorar a los gritos, ya sea por<br />
capricho o por dolor… Sus besos, muchos besos, el tocarme la cara,<br />
hecho de menos también sus nudillos siempre marcados que me<br />
llamaron la atención desde niña, los grandes abrazos que se sentían<br />
de verdad, ahora ya no tengo eso, la siento de otra forma ¡qué viva!