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Deepak Chopra - SincroDestino - La MAGIA del SER Humano

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imaginación. Sin embargo, como ya se dijo, estos pensamientos no se originan en nuestro cuerpo<br />

físico.<br />

Realiza este pequeño experimento mental: piensa en la cena de anoche. ¿Puedes recordar<br />

qué cenaste? ¿A qué sabía la comida? ¿Qué conversaciones hubo a tu alrededor? Ahora bien,<br />

¿dónde estaba esa información antes de que te preguntara? <strong>La</strong> cena ocurrió, pero la información<br />

sobre ella no existía sino come información potencial. Si un cirujano entrara a tu cerebro, no<br />

encontraría ningún rastro de información sobre lo que cenaste anoche. <strong>La</strong> memoria reside en el nivel<br />

<strong>del</strong> alma hasta que la evocamos. Una vez que decidimos recordar la cena, conscientemente, la<br />

actividad eléctrica y la liberación de sustancias químicas nos indican actividad plena <strong>del</strong> cerebro; pero<br />

el recuerdo no ocupaba un lugar en el cerebro, antes de que lo evocáramos. El simple hecho de<br />

formular una pregunta o de intentar recordar un suceso convierte un recuerdo virtual en un recuerdo<br />

real.<br />

Lo mismo sucede con la imaginación. Un pensamiento no existe en la vida mental o física,<br />

hasta que surge <strong>del</strong> reino virtual. No obstante, la imaginación puede tener un efecto poderoso sobre<br />

la mente y el cuerpo. Un experimento mental común pero efectivo consiste en imaginar que partes un<br />

limón en rebanadas grandes, que pones una de estas entre tus dientes y que muerdes la pulpa.<br />

Imagina cómo se derrama el jugo en tu boca cuando muerdes. Si eres como la mayoría de las<br />

personas, ese fugaz pensamiento provocó que secretaras saliva. Así es como el cuerpo te dice que<br />

cree lo que tu mente está diciéndole. Pero vuelvo a preguntar: ¿dónde estaba ese limón antes de que<br />

te pidiera que pensaras en él? Sólo existía en el nivel <strong>del</strong> potencial.<br />

Así pues, la imaginación, la comprensión, la intuición, el significado, la intención, el propósito o<br />

la creatividad no tienen nada que ver con el cerebro. Éstos organizan su actividad a través de él, pero<br />

son cualidades <strong>del</strong> ámbito no circunscrito que están más allá <strong>del</strong> tiempo y el espacio. A pesar de ello,<br />

sentimos su impacto con fuerza. Una vez que entran en nuestra mente, tenemos que hacer algo con<br />

ellos y el resultado determina en parte la manera como nos definimos a nosotros mismos. Esto se<br />

debe a que tenemos mentes racionales y tendemos a crear historias alrededor de estos<br />

pensamientos. Si pensamos: «Mi esposo me ama», «mis hijos Son felices» o «disfruto mi trabajo»,<br />

creamos historias racionales alrededor de estos pensamientos y creamos un significado a partir de<br />

ellas. Luego las vivimos en el mundo físico. A esto llamamos vida diaria.<br />

Estas historias derivan de las relaciones, contextos y significados evocados a través de la<br />

memoria, los cuales provienen <strong>del</strong> karma y la experiencia. Conforme vivimos estas historias, nos<br />

damos cuenta de que no son originales. Aunque los detalles varían de un individuo a otro, los temas y<br />

motivos son eternos, arquetipos básicos que se repiten incesantemente: héroes y villanos, pecado y<br />

redención, lo divino y lo diabólico, la lujuria prohibida y el amor incondicional. Estos son los mismos<br />

temas que nos fascinan en las telenovelas, las columnas de chismes y los tabloides, donde se<br />

expresan de manera ligeramente exagerada. Nos fascinan porque en esas historias podemos<br />

identificar aspectos de nuestra alma. Son los mismos arquetipos que se representan de manera<br />

exagerada en las mitologías; ya sea que analicemos la mitología hindú, griega o egipcia,<br />

encontraremos los mismos temas y motivos. Estas historias son más convincentes y dramáticas que<br />

la ficción, porque resuenan en nuestras almas.<br />

Ahora podemos pulir todavía más nuestra definición de alma. El alma es la confluencia de<br />

significados, contextos, relaciones e historias míticas o temas arquetípicos que dan lugar a los<br />

pensamientos, recuerdos y deseos cotidianos (condicionados por el karma) que crean las historias en<br />

las que participamos.<br />

En casi todos, la participación en estas historias se da de manera automática, inconsciente.<br />

Vivimos como actores que reciben sólo una línea a la vez, que actúan sin comprender la historia<br />

completa. Sin embargo, cuando nos ponemos en contacto con nuestra alma podemos contemplar<br />

todo el guión. Comprendemos. Seguimos participando en la historia, pero ahora lo hacemos con<br />

jovialidad, conciencia y plenitud. Podemos tomar decisiones basadas en el conocimiento y nacidas de<br />

la libertad. Cada momento adquiere mayor profundidad, pues comprendemos cuál es su significado<br />

en el contexto de nuestra vida.<br />

Sin embargo, lo más emocionante es que podemos reescribir la obra y modificar los<br />

personajes con la intención de aprovechar las oportunidades que ofrecen las coincidencias y de adherirnos<br />

al llamado de nuestra alma.<br />

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